Elecciones en Guerrero: equilibrio bipartidista recurrente

Page 1


Fecha de impresión: junio de 2009 Año VIII, número 36 abril-junio 2009, trimestral No. de Certificado de Reserva de Derechos de Uso Exclusivo de Título: 04-2008-051319002200-102 No. de Certificado de Licitud de Título: 11490 No. de Certificado de Licitud de Contenido: 8071 ISSN No.:1665-0921 Domicilio de la Publicación: Paseo Tollocan no. 944, Col. Santa Ana Tlapaltitlán, C.P. 50160, Toluca, Estado de México Tel. (01722) 2757300, ext. 4300. Instituto Electoral del Estado de México Paseo Tollocan no. 944, col. Santa Ana Tlapaltitlán, C.P. 50160. Toluca, Estado de México. Tel. (01722) 2757300, ext. 4300. www.ieem.org.mx Los juicios y afirmaciones expresados en los artículos aquí publicados son responsabilidad de los autores, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido de la revista sin la autorización de los editores. Impreso en México Publicación de distribución gratuita


PRESENTACIÓN

5

EXPEDIENTE ELECTORAL Laberintos partidistas en México. Procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD de 2000 a 2007

11

Gustavo Martínez Valdez

PLUMAS Y LETRAS Participación y abstencionismo electoral en los municipios del Estado de México

49

Rafael Cedillo Delgado

Elecciones en Guerrero: equilibrio bipartidista recurrente

85

Gabino Solano Ramírez Margarita Jiménez Badillo

Guerrero: municipios y parlamento. Impacto de la nueva legislación electoral en la equidad de género

107

Rosa Icela Ojeda Rivera Rogelio Ortega Martínez

Las elecciones autonómicas en España: Galicia y País Vasco, un análisis pormenorizado de los comicios del 1 de marzo de 2009 Gema Sánchez Medero Rubén Sánchez Medero

131


TEXTOS DE ACTUALIDAD La democracia en treinta píldoras

165

Miguel Carbonell

UN CLÁSICO DE LA CULTURA POLÍTICA Persona y democracia. La historia sacrificial María Zambrano

177


En este momento la maquinaria electoral de organismos locales y del propio Instituto Federal Electoral se encuentra trabajando de manera febril, pues el próximo 5 de julio se celebrarán elecciones concurrentes en 11 estados de la república, así como en el ámbito nacional, en un contexto marcado por varios factores de suma relevancia: la aplicación de una nueva ley electoral, la polarización de las posiciones políticas y el llamado de una parte de la sociedad a votar en blanco; además de la incertidumbre que arroja el fantasma del abstencionismo. Apegados a la premisa de incluir temas de actualidad y trascendencia, en este fascículo de Apuntes Electorales ofrecemos varios trabajos, que a continuación reseñamos brevemente. Comenzamos con el artículo de Gustavo Martínez Valdez que integra la sección Expediente Electoral; este trabajo tiene el objetivo de identificar el tipo de procedimientos de selección de candidatos a gobernador que han utilizado las 3 principales fuerzas políticas de nuestro país, con la finalidad de observar el funcionamiento de estas organizaciones partidistas en cuanto a sus métodos de selección y la integración de sus instancias encargadas de calificar dichos procedimientos. El trabajo

está estructurado en 3 apartados y se intitula: “Laberintos partidistas en México. Proceso de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD de 2000 a 2007”. Por otra parte, la sección Plumas y Letras está compuesta por 4 artículos que tienen como común denominador el análisis electoral. En primer lugar podremos encontrar el de Rafael Cedillo Delgado “Participación y abstencionismo electoral en los municipios del Estado de México”; en el que, a través del método comparativo, se estudian los factores que posibilitan u obstaculizan la participación electoral en algunos municipios mexiquenses, contrastando aquéllos en los que se registra una mayor votación con los que muestran una menor afluencia de votantes. Así, Rafael Cedillo busca establecer algunas perspectivas de explicación sobre la participación y el abstencionismo en municipios en los que se viven condiciones sociales opuestas. A continuación, se presenta el trabajo “Elecciones en Guerrero: equilibrio bipartidista recurrente”, de Gabino Solano y Margarita Jiménez; artículo que se circunscribe al estudio de los resultados electorales del proceso de renovación de diputados locales y miembros de los ayuntamientos en el estado de Guerrero, efectuados en

5


octubre de 2008, mismos que confirmaron la existencia de un sistema político bipartidista. Este apartado se divide en 3 secciones: la primera expone las reformas efectuadas a la legislación electoral en 2007; después, se realiza un comparativo sobre los últimos 3 procesos electorales guerrerenses y, finalmente, se presentan algunas consideraciones sobre el espectro político institucional de aquel estado. “Guerrero: municipios y parlamento. Impacto de la nueva legislación electoral en la equidad de género” es la propuesta de Rosa Icela Ojeda y Rogelio Ortega; quienes, basados en las elecciones guerrerenses de 2008 y el impacto que tuvieron sobre ellas las reformas electorales del año que las antecedió, estudian el avance femenino en la adquisición de representación política ante el Poder Legislativo y el ámbito municipal. De esta manera, ofrecen una visión sobre qué tan efectivos fueron los cambios a la ley para otorgar a las mujeres mejores condiciones de acceso al poder, así como la actitud que tomaron las cúpulas partidistas para darle cumplimiento a la nueva normatividad. Gema Sánchez Medero y Rubén Sánchez Medero nos ofrecen el trabajo

6

“Las elecciones autonómicas en España: Galicia y País Vasco, un análisis pormenorizado de los comicios del 1 de marzo de 2009”, en el que brindan una lectura vasta del escenario político electoral español ya que, según los autores, los recientes comicios en estas 2 comunidades autónomas son el reflejo de lo que posiblemente sucederá en la elección nacional por venir. En el centro del análisis están los partidos clave: el Partido Obrero Socialista Español (PSOE) y el Partido Popular (PP). En otro orden de ideas, nos complace presentar la reseña que Miguel Carbonell elaboró para la sección Textos de Actualidad sobre el libro “La democracia en treinta lecciones” del reconocido politólogo italiano Giovanni Sartori; esta obra se refiere a las treinta cuestiones más importantes que giran alrededor del debate sobre la democracia, al respecto Carbonell ofrece a nuestros lectores acertados comentarios que acercan los temas en cuestión a nuestra realidad, es decir, al contexto político y social mexicano y de otros países de este continente. La conjunción de estos elementos, una magnífica obra y un excelente comentario sobre la misma, dan como resultado este texto sencillo, profundo y de gran actualidad.


El clásico de la cultura política para este número, es de María Zambrano, importante filósofa y ensayista española, figura clave y representativa de la cultura hispánica del siglo XX; aquí citamos un breve fragmento de su trabajo Persona y democracia. La historia sacrificial.

De elecciones, democracia y otros temas, se compone este número, que dejamos a su consideración y esperamos que la diversidad de los puntos de vista aquí planteados le enriquezcan. Ángel Gustavo López Montiel Coordinador de la revista

7



expediente electoral



expediente electoral Laberintos partidistas en México. Procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD 1 de 2000 a 2007 Gustavo Martínez Valdez*

Resumen La estabilización de los niveles de competitividad electoral y la alternancia en los gobiernos estatales experimentados en México se ha fortalecido, generando expectativas reales para acceder al gobierno en el PAN, el PRI y el PRD. Por su parte, los partidos se han enfrentado al reto de seleccionar a sus candidatos a gobernadores, sin embargo, sus formas de nominación han sido diversas. El presente estudio analiza los procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD de 2000 a 2007 a

1

*

partir del criterio del eje de inclusión para identificar quién puede ser candidato; así como la integración de los órganos encargados de su selección. Al final se plantea que las decisiones en cada partido para definir los métodos a utilizar responden a factores intraorganizacionales, por encima de los incentivos que generan los diversos niveles de competitividad electoral. Palabras clave: selección de candidatos, métodos de selección, candidatos a gobernadores, inclusión, PRI, PAN, PRD, partido en el gobierno, nivel de competitividad electoral.

Una primera versión de los datos fue presentada en el XX Congreso Nacional de Estudios Electorales organizado por la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales realizado del 12 al 14 de noviembre de 2008 en Morelia, Michoacán, bajo el título “Los procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, PRI y PRD durante 2000 a 2007”. Maestro y candidato a Doctor en Investigación en Ciencias Sociales con mención en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede académica de México. Especialista en temas sobre partidos políticos, institucionalización y selección de candidatos.

Los juicios y afirmaciones expresados en este artículo son responsabilidad del autor, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.

11


Abstract The stability of the electoral competitiveness and the experience of different party candidates to the excersise of state goverments in Mexico is now more common, growing the future expectations of party politicians —PAN, PRI and PRD— to access to state office. However, the party organizations have experience the challenge of selecting their candidates to state office. The article reviews the candidate selection process for states governorns during the year 2000 to 2007. For it we use the inclusion axis criteria to identify who can become party candidate and who chose him as candidate. We propose the party decisions for adopting a selection method instead of others depends in large on the intra party organization factors above the incentives generated by the electoral competitiveness. Key words: candidate selection, selection methods, governors candidates, inclusion, PRI, PAN, PRD, party in government, electoral competitiveness.

1. Presentación El objetivo del estudio consiste en identificar el tipo de procedimientos de selección de candidatos a go-

12

bernadores a que han recurrido los tres principales partidos políticos en México: Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) durante el periodo de 2000 a 2007. El estudio de los procesos de selección de candidatos a gobernadores permite, por un lado, observar el funcionamiento de las organizaciones partidistas que se encuentran “más cercanas” a las bases de los partidos y del electorado, por otra parte, también ofrece un mayor número de casos de observación para someter al análisis comparativo. El periodo abordado (de 2000 a 2007) se caracteriza por la percepción del fortalecimiento del funcionamiento democrático del régimen político mexicano (Camp, 2008: 292293), además se encuentra una tendencia hacia la estabilidad electoral caracterizada por comicios medianamente competitivos en el grueso de los estados (Méndez, 2006: 157). Esto permite considerar cierta estabilidad de las condiciones competitivas en las que se desenvuelven los partidos y, así, intentar controlar efectos disruptivos externos en las decisiones de dichas organizaciones políticas a partir de inferir su creciente interés por acceder a los cargos públicos. Sin embargo, uno


de los principales retos del análisis radica en la gran multiplicidad de particularidades que mostró cada proceso interno, así como la falta de fuentes de información claras sobre la vida interna de los partidos que permitieran obtener los datos necesarios de manera transparente, para lo que se recurrió a la revisión hemerográfica sobre los distintos procesos realizados en dicho periodo de estudio. Para avanzar en el estudio comparativo de estos procesos intrapartidistas en nuestro país se recurrió al marco teórico del eje de inclusión (Rahat y Hazan, 2001; Freidenberg, 2003) en la selección de los candidatos con el fin de sistematizar las características generales de los procesos a nivel estatal y, de esta manera, intentar comprobar las propuestas intuitivas que guiaron dicho estudio. Las preguntas básicas al analizar este tipo de procesos al interior de los partidos suelen ser sobre: ¿quién puede ser elegido como candidato?, ¿quién elige a los candidatos?, ¿existen restricciones a la participación en dichos procesos?; ¿dónde son seleccionados los candidatos?, ¿el cuerpo que los elige es de corte nacional o subnacional?; y ¿cómo son nominados los candidatos?, ¿se realizó un proceso de votación inter-

na o solamente fueron designados? (Rahat y Hazan, 2001: 299). La intención de este estudio se centra en presentar una respuesta tentativa a la última pregunta centrada en el tipo de procedimientos de selección de candidatos de gobernadores en los tres principales partidos políticos de México. De esta manera se busca observar el comportamiento de dichas organizaciones en contextos generales de competencia democrática electoral, así como ubicar algunos elementos claves que permitan obtener respuestas que expliquen por qué los partidos deciden utilizar unos métodos de selección y no otros, así como, de manera descriptiva, observar el comportamiento electoral de cada partido en función del proceso interno celebrado. Los supuestos intuitivos, no exhaustivos, con los que se ha guiado este estudio proponen que: 1) a medida que la competencia democrática electoral se incrementa, los partidos seleccionarán a sus candidatos mediante procedimientos más participativos, que incluyan al grueso del electorado; 2) ante la presencia de un gobernador en turno, el partido de su afiliación recurrirá a procedimientos centralizados de selección.

13


El trabajo está estructurado en tres apartados. Inicialmente se presentan los principales conceptos teóricos del eje de inclusión con los que se pretenden, posteriormente, analizar comparativamente los procesos de selección de candidatos a gobernadores del PRI, el PAN y el PRD durante el periodo referido. Por último se presentan las principales conclusiones, así como las líneas de investigación que se pueden desprender sobre el tema.

2. Marco teórico Cuando los partidos políticos comienzan a tener posibilidades reales de acceso al ejercicio de los gobiernos, una de las funciones principales de estas organizaciones se centra en la selección de sus candidatos a cargos de elección pública. La importancia de los candidatos está en que serán los representantes de su partido ante el electorado, de ellos dependerá, en muchos casos, el éxito o derrota electoral, así como el ejercicio del gobierno (Freidenberg, 2002, 2003, 2005). Al mismo tiempo, las candidaturas se vuelven “recursos de poder claves en una organización partidista, en particular, cuando para sus miembros ganar elecciones se convierte

14

en la meta principal y el nombramiento como candidato significa la perspectiva de un cargo político” (Kirchheimer, 1980: 344). Su relevancia organizacional puede motivar el surgimiento, o aumentar el encono y los conflictos existentes entre los políticos en búsqueda por avanzar en el desarrollo de sus carreras políticas (Gallagher, 1988: 2; Ware, 1996: 257; Rahat y Hazan, 2001: 297; Billie, 2001: 364; Freidenberg, 2002, 2005). La importancia analítica de este tipo de procesos intrapartidistas se encuentra en que abre una ventana para asomarnos a los procesos de toma de decisiones, así como al funcionamiento de la vida política de los partidos. La forma por medio del cual se llega a esta decisión es uno de los momentos más significativos en cualquier organización partidista (Schattschneider, 1964: 89; Gallagher, 1988: 1; Katz, 2001: 277; Freidenberg, 2002, 2003, 2005, 2006). Sin embargo, uno de los principales retos para el estudio de este tipo de procesos intrapartidistas radica en la dificultad de generar un marco analítico, que permita la comparación entre la enorme diversidad de procedimientos adoptados por los partidos al momento de tomar sus decisiones en torno a la designación


de los políticos que los representarán en las elecciones. Una de las principales respuestas al reto del estudio comparativo de los partidos proviene de la propuesta del eje de inclusión (Rahat y Hazan, 2001; Freidenberg, 2003: 13),2 con el que se busca responder las preguntas de: ¿quién puede ser candidato de un partido?, ¿quién elige a los candidatos del partido?, ¿cómo son nominados los candidatos?, ¿ha habido cambios en esos procesos y cuál es su tendencia? El criterio principal del que parte dicha propuesta gira en torno a la identificación del grado de apertura a la participación de los individuos, tanto en la dimensión de aquéllos que pueden convertirse en candidatos de un partido, como en la integración de los órganos responsables de seleccionar a sus abanderados. La propuesta del eje de inclusión pretende responder dos dimensiones básicas de los procesos de selección de candidatos: 1) la referente a quienes 2

3

pueden presentarse como candidatos a las elecciones, y 2) aquélla del proceso de nominación utilizado. Al referirse a la dimensión de los que pueden convertirse en candidatos a elecciones, inicialmente, se pueden identificar dos subdimensiones: a) las restricciones externas al partido relacionadas, principalmente, con las normas electorales3 y b) las normas y requisitos formales establecidos por los partidos en sus estatutos, reglamentos y normas de comportamiento interno. El eje de inclusión atraviesa estas dos subdimensiones al preocuparse por identificar las restricciones existentes, así como los requisitos establecidos formalmente a los políticos que aspiran a convertirse en candidatos y presentarse a las elecciones. Las restricciones en ambas dimensiones pueden ubicarse en un continuo que va desde la mayor inclusión de participantes cuando no hay limitaciones formales y que, a su vez, permiten postularse como candidato

Hay que hacer notar que el estudio de los procesos intrapartidistas, a partir de la propuesta teórica del eje de inclusión, tiende a centrarse en gran medida en el marco institucional formal de dichas organizaciones, lo que limita la observación de las particularidades experimentadas en cada caso, sin embargo, facilita la comparación analítica. Reconociendo las limitaciones de este marco teórico es como se pretende, en dicho estudio, complementar el análisis a partir de recuperar los factores del partido en el gobierno en turno, así como el nivel de competitividad y los resultados electorales, para avanzar en la investigación del comportamiento de la vida interna de estas organizaciones en las entidades del país. Aquí vale aclarar que las restricciones a las que se refiere con este marco analítico giran en torno a los requisitos, normas y reglas formales del sistema político dentro del que se desarrolla el partido político. No se deja de reconocer la existencia del nivel informal de la institucionalización del partido y sus prácticas internas, sin embargo, estas características institucionales suelen presentar mayor complejidad para su estudio y comparación (Levitsky, 1998; Levitsky y Freidenberg, 2007), por lo que se optó por dejarla fuera de este estudio.

15


a todo ciudadano que así lo solicite, pasando por niveles de restricción moderados, como puede ser en el caso de que se requiera pertenecer a una organización partidista patrocinadora para presentarse a eleccio-

nes, y hasta llegar al extremo de la baja inclusión, particularmente donde los partidos establecen requisitos adicionales, además de la militancia para convertirse en abanderados de su organización (Figura 1).

Figura 1. ¿Quién puede ser candidato según el eje de inclusión?

Mayor inclusión

Todos los ciudadanos

Mayor exclusión

Miembros partidistas

Miembros de los partidos con algunos requisitos

Fuente: Rahat y Hazan, 2001: 301; Freidenberg, 2003: 13.

La segunda dimensión del eje de inclusión se centra en identificar el proceso de nominación del candidato, con lo que se aborda el tema de la toma de decisiones al interior del partido y el grado de apertura a distintos participantes en su definición. Se vincula estrechamente con el cuerpo (o instancia) que elige a los candidatos (Freidenberg, 2003: 15), ya sea que se trate de un órgano cerrado del partido o uno en donde se permite la participación de sus bases y ciudadanos en general. El nivel de inclusión de los participantes en el proceso de nominación de candidatos permite ubicarlo den-

16

tro de un continuo que va desde la alta hasta la muy baja participación en la toma de decisiones en el partido (Figura 2). Un partido puede experimentar altos niveles de inclusión al permitir la participación de sus cúpulas dirigentes, militantes, así como de sus simpatizantes y ciudadanos en general a través de métodos de la elección directa en el proceso de selección interna. A este tipo de nominación se le puede clasificar como de internas abiertas. Por otro lado, se pueden encontrar procedimientos de internas cerradas


en las que se abre de manera moderada la participación directa solamente a los miembros y militantes registrados de la organización partidista. A medida que la inclusión y la participación se hacen más estrechas éstas se realizan por vías indirectas: un órgano partidista, bien definido y que es un subconjunto del universo de los miembros del partido, es el encargado de seleccionar al candidato. Independientemente de la forma en que se haya integrado dicho órgano decisorio del partido —ya sea que sus miembros se presentan como delegados de las bases, que los votaron o como consejeros consultivos sin responsabilidad ante las bases pues no fueron elegidos previamente— la principal característica de este método de selección está en el reducido número de participantes, considerados como notables, en la designación del abanderado a las elecciones. Estos procedimientos pueden identificarse como reuniones de los consejos políticos, convenciones de delegados o asambleas del partido. Por último, en el extremo del bajo nivel de inclusión se plantea que la decisión puede recaer en una persona, el líder o dirigente del partido, que puede a su vez apoyarse en su

equipo cercano, como los miembros que forman parte del gabinete ejecutivo del partido, tanto a nivel nacional como local. En este caso es difícil pensar que una sola persona, el líder o el dirigente formal, sea quien tome todas las decisiones de la organización sin consultar o, tal vez, negociar con otros actores del partido, sin embargo, con esta caracterización se pretende resaltar la importancia de estos individuos en la definición de las líneas políticas internas. Un elemento que también influye en la definición del tamaño del órgano decisorio radica en la división de la estructura organizativa del partido dentro de un territorio en el que se puede dar la descentralización o no de los procesos de selección de sus candidatos, en función de los órganos y cargos públicos a que aspira acceder. De esta manera, se puede dar el caso de que la organización partidista opte por descentralizar sus decisiones al seleccionar a sus candidatos a cargos subnacionales o locales; como los dirigentes nacionales pueden carecer de información necesaria para designar a los abanderados pertinentes; de ahí la importancia, también, de identificar si el órgano decisorio es de corte nacional o local.

17


Figura 2. ¿Quién elige a los candidatos según el grado de inclusión?

Mayor inclusión

Mayor exclusión

Electorado

Miembros del partido

Internas abiertas

Internas cerradas

Selección por órgano colegiado del partido

Selección por órgano ejecutivo del partido

Liderazgo partidista

Fuente: Rahat y Hazan, 2001: 301; Freidenberg, 2003: 16.

3. Selección de candidatos a gobernadores en México de 2000 a 2007 3.1. Alternancia de los gobiernos estatales en la transición mexicana La alternancia en el gobierno presidencial, encabezada por el candidato panista Vicente Fox, no fue un fenómeno extraño en las entidades del país. A nivel subnacional los cambios de los partidos al frente de las gubernaturas se venían experimentando con gran fuerza desde 1989,4 particularmente tras las elecciones estatales en que triunfó el panista

4

5

Ernesto Ruffo Appel, reconocido por el entonces presidente tricolor Carlos Salinas de Gortari. En 1991, Carlos Medina Plascencia fue el segundo panista en acceder a la gubernatura, esta vez en Guanajuato, pero no lo logró por la vía electoral sino por medio de la negociación política con el partido del régimen, a dicho suceso se le denominó como concertacesión.5 La tercera gubernatura a que accedió el PAN fue en Chihuahua en 1992 (la segunda por la vía electoral) con

El proceso de la transición a la democracia del régimen político mexicano se ha caracterizado por una diversidad de fenómenos. Aquí se resalta la importancia de las elecciones de los gobiernos estatales que se les agrupó bajo el término de la vía periférica de la transición, o transición por la vía centrípeta, o la vía federalista a la democracia (Espinoza, 2000: 9). El término de concertacesión se refiere en el sistema político mexicano a cuando el PRI había logrado el triunfo electoral (como sucedió en los comicios estatales de Guanajuato y San Luis Potosí durante los primeros años de la década de los 90), pero posteriormente los candidatos ganadores renunciaron a sus cargos públicos por presiones ejercidas desde la Presidencia de la República, particularmente bajo el mandato de Carlos Salinas de Gortari. Esta negociación permitía el acercamiento entre el gobierno con los partidos de oposición, reducía las tensiones y críticas al régimen y se facilitaba el acceso de un “opositor” moderado al gobierno en un nivel subnacional, estatal, como sucedió con la designación de Carlos Medina Plascencia al frente de la gubernatura de Guanajuato. En San Luis Potosí se sustituyó al gobernador priista por alguien de las filas del mismo partido.

18


su candidato Francisco Barrio Terrazas y tres años después, en 1995, se ratificaron Baja California y Guanajuato; también se agregó Jalisco. Así, para este último año había 4 gobiernos estatales panistas. Dos años más tarde, durante los comicios estatales de 1997, el PAN cosechó triunfos en Nuevo León y Querétaro, llegando a seis gubernaturas. Por su parte, el PRD también logró ganar las elecciones que por primera vez se realizaron en el Distrito Federal, con la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, subiéndose a la palestra de los partidos gobernantes en el país. En el año de 1998 el PAN se estancó en el número de gubernaturas bajo su control, pues aunque había triunfado su candidato en el estado de Aguascalientes, Felipe González, no logró retener el gobierno de Chihuahua. En contraparte, el PRD ganó los comicios en los estados de Zacatecas, mediante una coalición con el Partido del Trabajo (PT), así como en Tlaxcala, en donde se alió con el PT y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Estos procesos se caracterizaron por que en ambos el PRD postuló a políticos que se habían separado del PRI tras la realización de sus procesos de selección de candidatos respectivos:

Ricardo Monreal y Alfonso Sánchez Anaya, respectivamente. Rumbo a los comicios estatales de Nayarit de 1999, el PAN y el PRD formaron una coalición electoral mediante la que postularon al ex priista Antonio Echevarría Domínguez y lograron el triunfo sobre el PRI. Ese mismo año, el PRD ganó la gubernatura de Baja California Sur, de nuevo en coalición con el PT, y también con un candidato que recién había renunciado a las filas del PRI. A finales de 1999, el PAN ejercía el gobierno en seis estados de la República (Baja California, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes y Querétaro), uno en coalición (Nayarit). Por su parte el PRD controlaba 3 gobiernos estatales (Baja California Sur, Tlaxcala y Zacatecas) y el gobierno del Distrito Federal. Tras la alternancia en el gobierno presidencial en 2000, la dinámica política en los estados pareció encontrar un nuevo sentido en torno a los incentivos generados por las posibilidades reales del PAN y del PRD para acceder a las gubernaturas, marcadas por una tendencia hacia la estabilidad electoral caracterizada por comicios medianamente competitivos en el grueso de los estados

19


(Méndez, 2006: 157). Una vez que el PRI ya no ejercía el control al frente de la presidencia nacional, la percepción sobre el funcionamiento democrático del régimen político era más claro, a la vez que la alternancia en los distintos niveles de gobierno era una realidad constante en el país (Camp, 2008: 292-293). En 2000 el PAN retuvo el gobierno en los estados de Jalisco y Guanajuato a la vez que incorporó en sus filas las gubernaturas de Morelos y Chiapas (este último en alianza con el PRD). Para el siguiente año, de nuevo el albiazul se mantuvo en el gobierno de Baja California a la vez que triunfó en los comicios de Yucatán. Por su parte, el PRD había logrado acceder, por primera vez, al gobierno de Michoacán con un candidato emanado de las filas de dicho partido, Lázaro Cárdenas Batel. Durante las siete elecciones celebradas en 2003, el PAN solamente logró ganar en los comicios de Querétaro, por segunda vez, y en San Luis Potosí, por primera vez. A su vez perdió el control del gobierno de Nuevo León.

6

En 2004 se realizaron 10 elecciones a gobernador de las que el PAN sólo logró triunfar en 2: Aguascalientes y Tlaxcala.6 Este último estado era gobernado por el PRD. A su vez, el partido del sol azteca retuvo el control del gobierno de Zacatecas. En este mismo año el PAN también fue derrotado del gobierno de Chihuahua por parte del PRI. Para el PAN 2005 fue fatídico, pues no logró controlar nuevos gobiernos estatales, además de que fue derrotado en Nayarit. Por su parte, el PRD solamente logró triunfar en los comicios de Guerrero. Por último, entre 2006 y 2007 se celebraron comicios para renovar 9 gubernaturas. El PAN observó una estabilidad diferenciada de su voto en los estados en que ejercía el gobierno; durante el primer año, de 6 comicios sólo logró retener el control en las 3 entidades que gobernaba (Guanajuato, Jalisco y Morelos). En el último año, de las tres elecciones realizadas sólo retuvo el gobierno de Baja California, perdió la gubernatura de Yucatán y lograría posicionarse como segunda fuerza electoral en Michoacán (Tabla 1).

En el caso de Tlaxcala, el PAN se caracterizó por postular a un candidato externo proveniente de las filas del PRI: Héctor Ortiz Ortiz.

20


Tabla 1 Distribución de las entidades gobernadas por los partidos políticos por años en que ganaron las elecciones estatales de 2000 a 2007 Entidades gobernadas por el PAN

Entidades gobernadas por el PRI

Entidades gobernadas por el PRD

Baja California (2001, 2007)

Tabasco (2001**, 2006)

Distrito Federal (2000, 2006)

Guanajuato (2000, 2006)

Campeche (2003)

Zacatecas (2004)

Jalisco (2000, 2006)

Colima (2003, 2003**,

Baja California Sur (2005)

Querétaro (2003)

2005**)

Guerrero (2005)

Aguascalientes (2004)

Nuevo León (2003)

Michoacán (2001, 2007)

Morelos (2000, 2006)

Sonora (2003)

Chiapas (2000)*

Durango (2003)

Yucatán (2001)

Chihuahua (2004)

San Luis Potosí (2003)

Oaxaca (2004)

Tlaxcala (2004)

Veracruz (2004)

Tamaulipas (2004)

Sinaloa (2004)

Puebla (2004)

Quintana Roo (2005)

Hidalgo (2005)

Nayarit (2005)

Estado de México (2005)

Coahuila (2005)

Yucatán (2006)

Fuente: elaboración propia a partir de los datos electorales de CIDAC, 2008, y datos de La Jornada, Reforma y El Universal. * El PAN compitió en coalición electoral con el PRD. ** Elecciones extraordinarias de gobernador.

3.2. Los procesos de selección de candidatos a gobernadores de 2000 a 2007 De 2000 a 2007 se celebraron 44 elecciones para renovar a los gobiernos estatales en el país, lo que implicó, a su vez, la celebración de algún tipo de proceso al interior de los partidos para seleccionar a sus candidatos.

Una primera fotografía para caracterizar los procesos de selección de candidatos al interior del PAN, el PRI y el PRD, apoyada en el marco teórico del eje de inclusión referido, se centra en identificar a quienes pueden convertirse en candidatos. Para ello a continuación se analizan las restricciones y requisitos formales,

21


estatutos y normas de dichos partidos para nominar a sus abanderados (Figura 3). Los estatutos del PAN establecen que son los miembros activos quienes cuentan con los derechos al interior de la organización para ser postulados como precandidatos o candidatos a cargos de elección popular. Por otra parte, también se establecen diferenciaciones sobre 2 tipos de estatus o calidad de sus afiliados: i) los miembros activos y ii) los miembros adherentes (PAN, 2004: artículos 8 y 9). Los primeros pasan por una etapa en la que se inscriben como adherentes y que después de 6 meses ya pueden ser considerados como activos, sin embargo deben solicitar su inscripción en el Registro Federal de Electores interno del PAN. Comparativamente, el PRI identifica 4 tipos de estatus de sus integrantes: los miembros, militantes, cuadros y

22

dirigentes (PRI, 2004: artículo 23), y sólo a los 3 últimos les está permitido convertirse en futuros candidatos a cargos electivos. También se establecieron ciertos candados que aumentan aún más los requisitos para postularse a alguna gubernatura y que consisten en “acreditar la calidad de cuadro, dirigente y haber desempeñado un puesto de elección popular a través del partido, así como diez años de militancia” (PRI, 2004: artículo 166). Por su parte, el PRD sólo reconoce la calidad de “militante” a todo aquel afiliado a la organización y les otorga a todos el “mismo derecho a votar y ser votado” en su interior (PRD, 2005: artículo 4). Sin embargo, las condiciones para ser postulado a gobernador plantean una antigüedad mínima de 6 meses, no ser dirigente partidista durante la realización del proceso interno. También se explicita la aceptación de “candidaturas externas” (PRD, 2005: artículo 14.7).


Figura 3. ¿Quién puede ser candidato a gobernador en México, según el PRI, el PAN y el PRD?

Mayor inclusión

Todos los ciudadanos

PRD: Afiliados y candidatos externos.

Mayor exclusión

Miembros partidistas

PAN: Miembros activos con derechos vigentes al interior y registrados en el Registro Federal de Electores del CEN del PAN.

Miembros de los partidos con restricciones internas PRI: Sólo militantes, cuadros y dirigentes; acreditar la calidad de cuadro y haber ejercido un puesto de elección popular a través del partido, así como demostrar 10 años de militancia.

Fuente: Freidenberg, 2003: 20; elaboración propia a partir de los estatutos del PAN, 2004; PRI, 2004; y PRD, 2005.

De manera general, se observa que el PAN mantiene filtros formales para restringir a los aspirantes que desean buscar la candidatura por este partido, pues tienen que pasar un periodo de “prueba y socialización” que les permita cambiar su estatus de miembro adherente a activo; esto a su vez ofrece ciertas ventajas a los afiliados de larga permanencia, respecto de externos o los recién llegados al partido, para disputar la selección de las candidaturas a la vez que incentiva la lealtad o niveles moderados de conflicto. Los conflictos internos suelen expresarse mediante quejas internas o declaraciones de inconformidad, así como recursos de revisión ante

los órganos partidistas, que pueden agruparse bajo el uso de la voz; en el PAN ha sido poco recurrente la salida de sus miembros inconformes. En el PRI los estatutos presentan mayores restricciones para convertirse en candidato, si bien no se requiere un periodo de socialización para ser incluido en el partido, el acceso a las candidaturas a gobernador requiere de una importante trayectoria partidista que facilita la estabilidad y permanencia de las élites dirigentes, así como de los integrantes de la coalición dominante en turno. Esto puede incentivar una mayor lealtad a la organización tricolor por parte de los miembros que acceden a la élite dirigente, pero también puede

23


fomentar mayores inconformidades, el uso de la voz o, inclusive, llegar a la ruptura y la salida del partido por parte de los aspirantes que no lograron acceder a los altos círculos, particularmente cuando no cuentan con el apoyo de fracciones dentro de la coalición dominante. En contraste, el PRD muestra mayor apertura formal en el perfil de los que pueden convertirse en sus candidatos a gobernadores, pues se requiere inscribirse por un periodo previo de 6 meses a la selección, a la vez que se amplía la inclusión de los aspirantes al aceptar la posibilidad de candidaturas externas. Esto es un fuerte incentivo para fomentar mayor lealtad de los políticos a las fracciones por encima del partido, pues estos subgrupos son los encargados de impulsar las precandidaturas al interior de la organización como resultado de su reconocimiento en los estatutos, además de que de esta manera sus instituciones formales pueden ser “sobrepasadas” por algún político no necesariamente afiliado al PRD. Se puede inferir que se generan altos incentivos para la inconformidad, quejas y uso de la voz en sus 7

procesos internos, si es que éstos son muy competidos, o inclusive pueden llegar a la ruptura y salida del partido en caso de que la organización no cuente con capacidades institucionales (formales o informales) para fomentar la aceptación del resultado, el acatamiento o un mínimo de lealtad al partido entre sus aspirantes ya que la militancia en el perredismo parece tener un “bajo costo” de inscripción. La segunda dimensión se refiere al grado de apertura o cierre a la participación de distintos actores al momento de la selección del candidato. La clasificación del tipo de procesos celebrados que a continuación se presenta sobre el PAN, el PRI y el PRD considera un bajo grado de participación, un mayor nivel de apertura o inclusión de distintos actores en el proceso de nominación para su comparación. A la vez, se facilita la identificación del cuerpo del partido encargado de tomar la decisión en dichos procesos internos. Se elaboraron las siguientes categorías para caracterizar los procedimientos de selección de los candidatos a gobernador: i) designación del CEN-CDE,7 ii) candidatura de

Por CEN o Comité Ejecutivo Nacional, se entiende un dirigente acompañado de su grupo cercano de presencia nacional al momento de la toma de decisión; por CDE (Comité Directivo Estatal) se identifica al dirigente estatal del partido y su círculo cercano de dirección. Ambos órganos del partido no son excluyentes entre sí, pues se puede dar el caso de que la decisión de alguno de ellos sea ratificada por su complementario.

24


unidad,8 iii) convención de delegados9, iv) interna cerrada10 y v) interna abierta.11 Inicialmente se observa de manera agregada (Gráfica 1) que los métodos de selección de candidatos más recurrentes durante los 131 procesos internos realizados en este periodo fueron: la designación por parte de las dirigencias del partido (nacionales y estatales), las internas abiertas y la convención de delegados. En el primer caso se registraron 35 procesos de este tipo (correspondientes al 27% del total de casos observados); los dos últimos procedimientos se realizaron en 30 ocasiones cada uno (correspondientes al 23% del total). Lo que llama la atención de estos rubros es que son los métodos extremos del continuo de inclusión los que registraron mayores frecuencias agregadas. Esto hace suponer que los partidos en México cuentan con estructuras organizativas relativamente centralizadas en la toma de

8

9

10

11

decisiones, así como que, en contraparte, encuentran en la apertura a la participación —en el extremo de la mayor inclusión— una forma de solucionar los problemas internos para agregar las preferencias que surgen entre sus élites. Otro aspecto de estos resultados permite suponer que la celebración frecuente de procesos abiertos a la participación general es fomentado, en parte, por una falta de conocimiento claro por parte de las dirigencias partidistas respecto al perfil de los militantes y afiliados; la estrategia de abrir la puerta a la participación de la ciudadanía es más “sencilla” de operar que dedicar recursos para delimitar el universo de militantes y simpatizantes que votarían exclusivamente al interior del partido. En contraste, el método de la candidatura de unidad fue el menos utilizado de manera agregada. Se llegó en 15 ocasiones (el 11% de los

La candidatura de unidad no suele estar establecida en los estatutos de los partidos como un método de nominación de candidatos, sin embargo, se presenta como una práctica común que asemeja a un acuerdo logrado entre los mismos aspirantes o precandidatos, puede incluir o no la intervención de liderazgos o dirigentes del partido con el fin de beneficiar a alguno de entre ellos para designarlo como el abanderado a las elecciones. Delegados se refiere a aquellos miembros del partido con derechos y obligaciones, así como con capacidad de voto al momento de la decisión del candidato, pero que, a su vez, previamente pasaron por un proceso de selección que les imprime tintes de representatividad a sus decisiones, pues fueron elegidos como tales por otros miembros o militantes del partido. Por interna se refiere a un proceso que rememora los procedimientos de los partidos norteamericanos para la selección de sus candidatos presidenciales y en donde se abre la participación directa de sus miembros en la decisión. El adjetivo de cerrada plantea que dicha participación está restringida en número, pues sólo está garantizada para los miembros de la organización, excluyendo a individuos externos al partido. Por interna, al igual que el procedimiento anterior, se hace referencia a un método que implica la participación directa de los encargados de la selección, tipo primaria. El adjetivo de “abierta” refiere a la ausencia de restricciones para la participación de cualquier votante interesado en ejercer su sufragio en dicho proceso intrapartidista.

25


casos) al acuerdo entre los aspirantes a las candidaturas. En parte esto permite suponer que al interior de estos partidos se ha complicado cada vez más la posibilidad de generar acuerdos entre los participantes en

este tipo de procesos en donde se disputa la oportunidad de acceder a un recurso de poder dentro de la organización, así como a un cargo público muy relevante a nivel estatal y nacional.

Gráfica 1 Distribución agregada de los procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD de 2000 a 2007 0.30

0.25

0.20 %

0.15

0.10

0.05

0.00

Designación

Unidad

Delegados

Cerrada

Abierta

Métodos de selección N= 131 procesos internos. Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal.

Tras desagregar la distribución de los procedimientos de selección entre los 3 partidos (Gráfica 2) el PAN fue el partido que menos recurrió al método de las internas abiertas (tipo primarias) para seleccionar a sus candidatos. Solamente lo utilizaría una vez (el 2% del total de sus métodos de postu-

26

lación) para nominar a su candidato al gobierno de Chihuahua en 2004, del que resultó electo el entonces senador Javier Corral. En contraparte, el PRI experimentó la mayor cantidad de internas abiertas con un total de 19 candidatos


seleccionados por esa vía (el 43% de sus procesos). El partido tricolor fue el que recurrió con más frecuencia a métodos participativos en los que incluía a sus bases de militantes, simpatizantes y de votantes en general. Por su parte, el PRD celebró 10 procesos de internas abiertas para nominar a sus abanderados a los gobiernos estatales. Esta cantidad representa el 23% de los procesos internos que registró el perredismo en los estados, convirtiéndose en el segundo método más utilizado dentro del sol azteca para agregar sus preferencias y tomar sus decisiones. En un segundo plano resalta que el PAN fue el único partido en celebrar procesos de internas cerradas o limitadas a sus militantes en activo. Lo llevó a cabo en 21 ocasiones (correspondientes al 48% del total). Esto puede llevar a pensar que el panismo estuvo preocupado por la inclusión de sus afiliados en la definición de estas decisiones; también que en poco menos de la mitad de sus procesos internos la estructura partidista estaría suficientemente organizada para celebrar este tipo de procedi12

13

mientos al momento de seleccionar a sus abanderados.12 El método de la convención de delegados, si bien funcionó en el pasado como el principal método de selección de los candidatos particularmente en el PRI y el PAN, siguió manteniendo una frecuencia importante al interior de los tres partidos como forma de agregar sus preferencias sobre el candidato a seleccionar. El partido albiazul fue el que la experimentó en el mayor número de veces, en 13 ocasiones (el 30% de sus procesos), mientras que el PRI y el PRD lo celebraron 8 y 9 veces cada uno (lo que representó el 18% y el 21%), respectivamente. Otro dato que resalta está en el número de ocasiones en que se acordaron candidaturas de unidad. Inicialmente, se encuentra que en ninguna ocasión el PAN postuló alguno de sus candidatos por esta vía. Aparentemente esto se debe a que cuando un aspirante panista se presenta solo ante el grupo del partido encargado de seleccionar al abanderado, estatutariamente está obligado a ser votado, por lo que compite contra sí mismo.13

Aquí cabe mencionar que el PAN, a diferencia del PRI y el PRD, es el único partido en México que cuenta con un padrón de militantes confiable y que está relativamente actualizado y es de acceso público. Se puede consultar en www.pan.org.mx Existen dos casos paradigmáticos de procesos de selección de candidatos panistas en donde a pesar de que se presentó un solo precandidato a las votaciones internas, éste tuvo que ser votado y compitió contra sí mismo; compitieron contra su reputación y el agrado o no de los miembros panistas. Un ejemplo de esto fue la nominación de Vicente Fox como abanderado presidencial del PAN en 1999, y en el proceso no obtuvo el 100% del apoyo de los militantes y simpatizantes, sino que logró el 95% de los votos. El otro caso ocurrió en Puebla en marzo de 2004 donde Francisco Fraile, entonces senador, registró 2426 votos en su contra a pesar de ser el único precandidato registrado (Reynoso, 2005: 149-151).

27


En contraposición el PRI fue el partido que nominó a la mayor cantidad de sus abanderados a través del acuerdo entre los precandidatos participantes. En 12 ocasiones (el 27% del total priista) postuló a candidatos de unidad. Esto hace suponer que, aunque no está establecido formalmente, esta práctica es recurrente e importante al interior de la organización tricolor para postular a sus candidatos. El PRD también experimentó este tipo de formas de selección interna, sin embargo, sólo se logró concretar en 3 ocasiones (el 7% de los casos perredistas), convirtiéndolo en

28

el método menos utilizado en el partido del sol azteca (sin considerar a las internas cerradas). Por último, llama la atención que el PRD nominaría a la mayoría de sus candidatos a través de métodos con alto nivel de centralización en la toma de decisiones, con poca participación de sus afiliados. Este partido recurrió en 21 ocasiones (el 49%) a procedimientos reservados estatutariamente a sus dirigentes. Esto pudo ser producto de la fragilidad organizativa que muestra el sol azteca en distintas regiones del país, principalmente en el norte y el occidente.


Gráfica 2 Tipos de procesos de selección de candidatos a gobernador celebrados en el PAN, el PRI y el PRD de 2000 a 2007 0.60

0.50

0.40 %

0.30

0.20

0.10

0.00 Designación

Unidad

Delegados

Cerrada

PRI

PRD

PAN

Abierta

N: PAN= 44; PRI= 44; PRD= 43. Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal.

3.3. La selección de candidatos, los partidos en el gobierno, la competencia electoral y sus resultados A continuación se presenta la frecuencia de los procesos de selección de candidatos utilizados por el PAN, el PRI y el PRD y su distribución respecto a la presencia del partido en el gobierno en turno, así como del nivel de competitividad electoral previo a las distintas elecciones a las gubernaturas (Tabla 2).

Con esto, se busca generar aproximaciones para avanzar en el estudio de las posibles causas que influyen en las decisiones de estos partidos para decidirse a utilizar alguno de los métodos de selección que permiten distintos niveles de participación interna. Inicialmente se observa que se celebraron la mayor cantidad de procesos internos bajo la presencia de un gobierno del PRI en turno (en el 56% del total agregado) y la menor

29


cantidad de los casos sucedió con un gobernador perredista (el 11%).14

20 (el 15%) y 13 casos (el 10%), respectivamente.

Por otra parte, también se observó que bajo la presencia de gobiernos priistas se realizaron la mayor cantidad de designaciones por parte de la dirigencia, convenciones de delegados y, en menor medida, las internas abiertas con una frecuencia de 22 (17% del total agregado),

Los métodos más recurrentes bajo un gobierno del PAN en turno fueron las designaciones de la dirigencia y las internas abiertas, ambas en 9 ocasiones (el 7% del total), respectivamente. Y con gobiernos del PRD, el método de selección más recurrente fue el de “internas abiertas” en 7 ocasiones (5%).

Tabla 2 Distribución del tipo de procesos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD en relación con el gobierno en turno de 2000 a 2007 Tipo de proceso interno Partido en el gobierno

Internas abiertas

Internas cerradas

Convención de delegados

Candidatura de unidad

Designación del CEN-CDE

Total

PAN

9 (7%)

8 (6%)

8 (6%)

2 (2%)

9 (7%)

36 (27%)

PRI

13 (10%)

9 (7%)

20 (15%)

10 (8%)

22 (17%)

74 (56%)

PRD

7 (5%)

4 (3%)

1 (1%)

2 (2%)

1 (1%)

15 (11%)

PAN-PRD

1 (1%)

0 (0%)

1 (1%)

1 (1%)

3 (2%)

6 (5%)

30 (23%)

21 (16%)

30 (23%)

15 (11%)

35 (27%)

131 (100%)

Total

Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal.

14

Se optó por presentar separadamente a los procesos de selección de candidatos bajo gobiernos estatales que surgieron de una coalición electoral conformada por el PAN y el PRD, como en los casos de Nayarit (periodo 1999-2005) y Chiapas (2000-2006), aunque posteriormente se observaría que cada uno de los gobernantes optaba por alejarse políticamente de alguno de los partidos de las alianzan que los postularon. En el primer caso, Antonio Echevarría Domínguez había decidido apoyarse en el PAN, aunque al final no logró imponer al aspirante a la candidatura de su preferencia, a su esposa Martha Elena García. En el caso de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía había mostrado posturas políticamente difusas, sin embargo fueron los candidatos del PRD en las elecciones intermedias (legislativas) durante este periodo los que lograron la mayoría de escaños respecto de aquéllos del PAN, sin embargo pareció que no contó con el control suficiente dentro del partido del sol azteca para influir decisivamente en la selección del candidato a sucederlo en el cargo, a la vez que se mostró cercano al PAN.

30


Sin embargo, esta manera de agrupar los datos deja espacios poco claros para interpretarlos, por eso a continuación se desagrega la distribución de los tipos de procesos internos realizados entre los partidos analizados (Tabla 3). Por un lado, en el caso del PAN, cuando este partido se encontraba en el gobierno, se caracterizó por utilizar solamente dos tipos de procedimientos para seleccionar a sus candidatos: el método con más frecuencia fue el de las internas cerradas y el otro se centró en las convenciones de delegados, en 8 ocasiones (el 18% del total de procesos panistas) y 3 (7% del mismo). A su vez, cuando el gobierno estatal estaba controlado por la oposición, dentro del panismo los procedimientos antes mencionados siguieron manteniéndose como las principales vías de selección de sus abanderados, en 13 (30%) y en 10 ocasiones (23%), respectivamente. El PAN solamente experimentó en una ocasión con un proceso de la interna abierta que se llevó a cabo bajo un gobierno priista. También durante las gubernaturas del tricolor, el panismo registró la mayor cantidad de designaciones de sus abanderados de parte de las dirigencias nacionales del partido en 7 ocasiones (el 16% de sus nominaciones).

La regularidad en los procedimientos de selección de los candidatos del PAN mediante los procesos de internas cerradas y convenciones de delegados hace pensar que estos métodos están bien institucionalizados en las prácticas y costumbres de sus afiliados, así como que en este tipo de decisiones fueron los órganos locales del partido los principales encargados de realizarlas durante este periodo. Por otro lado, si bien ya se había señalado que en el PRI el método más frecuente de selección fue el de las internas abiertas, ahora se observa que la mayoría de estos procedimientos (en 10 casos, es decir, 23% del total al interior del tricolor) ocurrieron bajo gubernaturas priistas. Otro aspecto a resaltar es que bajo estos mismos gobiernos la candidatura de unidad fue el segundo método más utilizado, en 7 ocasiones (16% del PRI), y la convención de delegados en 6 casos (14%); las designaciones de candidatos por parte de las dirigencias nacionales se registraron con la menor ocurrencia, pues sólo se celebró en 2 ocasiones (el 5%). Estos datos permiten inferir que en condiciones gobernadas por el tricolor durante este periodo, las dirigencias nacionales ejercieron (voluntaria o involuntariamente) poca influencia

31


en la definición del método de selección del candidato a gobernador; también se puede suponer que los gobernadores priistas cuentan con importantes márgenes dentro del partido a nivel estatal para definir los métodos de selección a utilizar, pues, aparentemente, cuentan con mayores recursos que les facilitan un mayor control político al interior de la organización partidista local (Katz, 2001). En contraparte, bajo condiciones de un gobierno estatal de un partido distinto, el PRI siguió recurriendo al método de las internas abiertas (en 9 ocasiones, un 20% de los procesos del tricolor), en menor medida a las candidaturas de unidad (5 veces, 11%), y solamente se designaron a 3 abanderados por las dirigencias nacionales (7%). Se infiere que a nivel estatal, una vez que se ha dejado de contar con la presencia de un fuerte liderazgo local, como lo es un gobernador priista, al interior de la organización las facciones se disputan las “zonas de incertidumbre” y encuentran en el método de las internas abiertas una forma para dar salida a sus conflictos internos. Las fracciones compiten por los cargos y candidaturas del partido con base en sus recursos basados en las capacidades y su fuerza de movilización.

32

Por último, en el caso de la selección de los candidatos por el PRD se observó que en aquellas entidades en donde el partido se encontraba en el gobierno solamente se recurrió a un método: el de las internas abiertas en 5 ocasiones (el 12% de sus procesos internos). Aquí resalta que a pesar de que este partido fue el que registró en un mayor número las designaciones por parte del CEN, en las entidades donde se encontraba gobernando no se observó ninguna imposición nacional del candidato sobre el perredismo estatal. Sin embargo, también resalta la muy baja cantidad de candidaturas de unidad, lo que puede implicar la falta de acuerdos entre las facciones internas alrededor de un precandidato en particular, no obstante que se encuentre presente un gobernador perredista en turno. Una de las propuestas es que las fracciones locales lograron fortalecerse en estas entidades perredistas al grado de decidir entre ellas la nominación del candidato a la gubernatura; a su vez, también resalta el bajo número de candidaturas de unidad, lo que puede servir para indicar la fragilidad del liderazgo de los gobernadores del sol azteca en turno sobre las decisiones de su partido, por lo que buscaría negociar con el


resto de las facciones o, posiblemente, competir en contra de ellas por los recursos de la organización. En contraposición, en contextos enmarcados por un gobierno distinto al PRD fue en donde este partido registró la totalidad de las designaciones de sus candidatos desde el “centro”, en 20 ocasiones (el 47% de sus abanderados). A la par, el procedimiento de las convenciones de delegados y las internas abiertas fueron recurrentemente utilizados bajo estas condiciones en 8 y 5 veces (que representan el 18% y el 11% respectivamente). A su vez, las candidaturas de unidad registradas en el PRD durante dicho periodo se llevaron a cabo bajo los gobiernos opositores en 3 casos solamente.

Tentativamente se propone que la frecuencia de estos métodos indica, respectivamente, que la dirigencia tuvo que intervenir en la designación de los candidatos ante las dificultades organizativas de su partido (caracterizado por la fraccionalización consolidada al interior, una débil estructura del voto del partido en las entidades, estructuras organizativas pequeñas y poco institucionalizadas, etcétera) a través de la imposición de candidaturas externas como una forma de resolver los conflictos estructurales y entre sus facciones, por un lado; mientras que en otros lados los grupos perredistas aceptaron someterse a la competencia interna de manera directa como forma de resolver sus disputas por las candidaturas ante el ambiente hostil que significaba la presencia de un gobierno opositor en turno.

33


Tabla 3 Distribución de los tipos de procesos de selección de candidatos a gobernadores celebrados por el PAN, el PRI y el PRD en relación con el gobierno en turno de 2000 a 2007 Tipo de proceso de selección de candidatos Partido que celebra la selección interna

Partido en el gobierno en turno

Internas abiertas

Internas cerradas

Convención de delegados

Candidatura de unidad

Designación del CEN-CDE

PAN PAN 0 (0%) 8 (18%) 3 (7%) 0 (0%) 0 (0%) Oposición 1 (2%) 13 (30%) 10 (23%) 0 (0%) 7 (16%) PAN-PRD 0 (%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) 2 (5%) Total 1 (2%) 21 (48%) 13 (30%) 0 (0%) 9 (20%) PRI PRI 10 (23%) 0 (0%) 6 (14%) 7 (16%) 2 (6%) Oposición 9 (20%) 0 (0%) 2 (6%) 5 (11%) 3 (7%) Total 19 (43%) 0 (0%) 8 (18%) 12 (27%) 5 (11%) PRD PRD 5 (12%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) Oposición 5 (12%) 0 (0%) 8 (19%) 3 (7%) 20 (47%) PAN-PRD 0 (0%) 0 (0%) 1 (2.5%) 0 (0%) 1 (2.5%) Total

10 (24%)

0 (0%)

9 (21%)

3 (7%)

21 (48%)

Total

11 (25%) 31 (70%) 2 (5%) 44 (100%) 25 (57%) 19 (43%) 44 (100%) 5 (12) 36 (84%) 2 (4%) 43 (100%)

Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal.

Otro aspecto exploratorio para analizar intuitivamente el comportamiento de los procedimientos de selección utilizados por los candidatos que aquí se presentan, recupera el

15

factor del nivel de competitividad electoral15 de las elecciones a las gubernaturas disputadas en el periodo. Para ello se agregó en 3 grupos al nivel de competitividad electoral

Existe una diferenciación entre los conceptos de Competencia y Competitividad que hay que aclarar. La competencia tiene que ver con las condiciones para garantizar una contienda genuina, las cuales quedan comprendidas dentro de las reglas que gobiernan la arena electoral, plasmadas en leyes o reglamentos. Por competitividad se refiere a qué tan reñidas son las elecciones, esto es, a la intensidad de la competencia y a la fuerza de los partidos, de acuerdo con los resultados electorales. Así, la competitividad es una dimensión cuantitativa de la competencia y mide la intensidad de la contienda entre partidos y, de manera más precisa, la distribución de fuerza electoral entre éstos en una elección determinada (Méndez, 2006: 107).

34


(en Alto, Medio y Bajo)16 correspondiente a las elecciones para renovar al cargo inmediatamente previo17 al año en que se celebraría la selección del candidato a la gubernatura en los tres partidos durante el periodo de análisis (Tabla 4). En el caso del PAN resalta que, independientemente del nivel de competitividad, se tendió a recurrir de manera sistemática en mayor medida a los métodos de las internas cerradas y de la convención de delegados; a su vez, entre ambos tipos de procedimientos de selección, las internas cerradas fueron las que mostraron una mayor frecuencia respecto de las convenciones partidistas. En porcentajes agregados del PAN se observaron a las internas cerradas en un 45% (20 procesos panistas) y a las convenciones de sus delegados en un 30% (en 13 ocasiones).

16

17

También resalta que, en altos niveles de competitividad, el PAN registraría su mayor número de intervenciones de la dirigencia nacional al designar a 7 de sus candidatos (un 16% del total panista). Por su parte, la única elección interna abierta que celebró fue bajo un grado de competitividad medio. Estos datos sobre los procesos al interior del albiazul pueden llevar a pensar que las normas y procedimientos para tomar este tipo de decisiones están bien establecidas y cuentan con un amplio arraigo en el funcionamiento de la vida intrapartidista; tienen un alto nivel de institucionalización en las formas para resolver sus tomas de decisiones. Aunque no hay que dejar de lado la posible influencia del contexto electoral, particularmente donde se registró la alta competitividad, pues

Se utilizó al Margen de Victoria (MV) como el indicador para medir el nivel de competitividad electoral de los comicios a las gubernaturas estatales del periodo 2000 a 2007. El MV mide la distancia en votos o porcentaje de votos entre el primero y segundo partidos. Se calculó a partir de restar el porcentaje del voto del segundo partido al del partido mayoritario. Este indicador permite describir: 1) la proximidad de los principales partidos en el sistema; 2) el grado en que el principal partido de oposición es en verdad un antagonista independiente del partido mayoritario; 3) la imparcialidad de las reglas de la competencia. La idea básica de la marginalidad es mostrar dónde la competencia entre partidos es tan cerrada que los principales contendientes enfrentan el riesgo de ganar o perder (Sartori, 2002; Méndez, 2006: 109-110). Una vez obtenidos los distintos datos del MV para cada una de las 44 elecciones estatales a gobernador entre 2000 y 2007 se calculó el rango entre el valor mínimo y el máximo registrados. El valor mínimo fue de 0.55% y el máximo de 36.76%. El rango entre estos valores fue integrado en tres grupos por el método de Ward que permite formar grupos muy homogéneos al interior y distintos al exterior. Así se formaron tres grupos de los que se elaboraron tres niveles de competitividad electoral: 1) el nivel de alta competitividad se caracteriza por un límite mínimo de 0.55% y el máximo de 9.80%, con una media de 4.18% y una desviación estándar de 2.70; 2) el nivel medio tiene un límite mínimo de 12.33% y uno máximo de 15.42%, su media es de 13.70% y la desviación estándar de 1.1; 3) el nivel de baja competitividad registró un límite mínimo de 20.41%, su máximo de 36.76%, media de 25% y desviación estándar de 4.70. Se utilizaron los resultados electorales de las elecciones a gobernador inmediatamente previas a los procesos de selección de candidatos abordados a partir de considerar que el rendimiento electoral histórico del partido en un distrito o región, se presenta como uno de los principales factores contextuales de los políticos para basar sus expectativas de los resultados en los comicios futuros. Esto es, los resultados de elecciones previas son una de las principales fuentes de información de los políticos para tomar decisiones al interior de sus partidos. La relación entre incentivos electorales y presentación de candidaturas parecería ser clave en el momento en que se definen las nominaciones, ya que los dirigentes del partido apoyarán al candidato que les genere mayor confianza respecto a la posibilidad de ganar la elección (Freidenberg, 2002: 8).

35


ahí fue donde el partido experimentó en mayores ocasiones con otros métodos, como las designaciones del centro o las internas abiertas, orientados por el objetivo de mejorar su posición en el escenario electoral y lograr el triunfo.

de candidaturas de unidad en estas condiciones, así como a través de las convenciones de delegados (9%) con lo que se supone que los candidatos postulados están más cercanos a “las preferencias del partido” por encima del electorado.

En el PRI los métodos de selección más utilizados en contextos de alta competitividad fueron las internas abiertas, las candidaturas de unidad y las convenciones de sus delegados, en 13 (30% de sus procesos), 7 (16%) y 4 ocasiones (9%) respectivamente. Aquí resalta que bajo estas condiciones electorales la influencia del ambiente se reflejaría en la necesidad de presentar a un candidato atractivo para poder triunfar en los comicios. Si se acepta la suposición de que mediante procesos de internas abiertas se pueden elegir candidatos más cercanos a las preferencias de los votantes y, por tanto, electoralmente más atractivos, entonces parecería que el PRI tomó en consideración el nivel de competitividad electoral para definir sus procedimientos de selección.18 A su vez, comparativamente, el tricolor registró el mayor porcentaje (16%)

Hace falta realizar investigaciones más a fondo sobre el funcionamiento de dicho partido en este apartado; en lo particular me inclino a pensar que la presencia de los gobernadores priistas tiene gran importancia para analizar el funcionamiento de la organización partidista, que, a su vez, parece estar lejos de revivir el modelo del presidencialismo priista en los estados, al momento de definir el proceso de selección de sus candidatos, especialmente de su posible sucesor.

18

Por último, en el caso del PRD se observó que bajo condiciones de alta competitividad se postularía a la mayor cantidad de sus abanderados mediante la designación por parte de sus dirigentes nacionales, lo que ocurrió en 12 veces (28% de sus candidatos). Los otros métodos utilizados en este nivel de competitividad

Richard Katz presentó un argumento en contra de esta suposición al plantear que los procedimientos de selección de candidatos tipo internas abiertas también han abierto la puerta a una mayor influencia de los gobernantes al interior de sus partidos, pues éstos disponen de suficientes recursos para movilizar en su favor a afiliados y simpatizantes que habrían de participar en la toma de decisiones, en detrimento de los políticos y grupos opositores al interior de las organizaciones partidistas. Según el autor este fenómeno se agravaría al interior del modelo del partido cártel ya que “la expansión del electorado puede ser una estrategia de la élite para derrotar a la base” (Katz, 2001: 277-296).

36


electoral fueron las convenciones de delegados en 7 ocasiones (16%), las internas abiertas en 5 casos (12%) y las candidaturas de unidad en 2 oportunidades (5%). Así, la estructura organizacional del PRD muestra un importante grado de centralización en la definición de la toma de decisiones, aún a nivel estatal; esto se ha podido observar en las distintas ocasiones en que este partido optó por postular a un candidato externo que requería de la aprobación de la dirigencia nacional y que implicó, a su vez, cerrar la oportunidad a algún afiliado del partido a nivel estatal pa-

ra presentarse a las elecciones con el apoyo del sol azteca. En situaciones de baja competitividad este partido también experimentó la intervención de su dirigencia nacional para postular a 6 (14%) de sus abanderados a la gubernatura. Intuitivamente se puede plantear que en estas condiciones los líderes del partido decidieron intervenir para presentar a candidatos que les permitieran aumentar la presencia electoral del sol azteca ante los magros resultados que las estructuras estatales y sus miembros habían logrado.

37


Tabla 4 Distribución de los tipos de procedimientos de selección de candidatos a gobernadores celebrados en el PAN, el PRI y el PRD, agrupados por nivel de competitividad electoral de 2000 a 2007 Tipo de proceso de selección de candidatos Partido político

Nivel de competitividad previa

Internas abiertas

Internas cerradas

Convención de delegados

Candidatura de unidad

Designación del CEN-CDE

Total

PAN

Alta

0 (0%)

12 (28%)

7 (17%)

0 (0%)

7 (17%)

26 (62%)

Media

1 (2%)

2 (5%)

3 (7%)

0 (0%)

0 (0%)

6 (14%)

Baja

0 (0%)

6 (15%)

3 (7%)

0 (0%)

1 (2%)

10 (24%)

PRI

Alta

13 (31%)

0 (0%)

4 (10%)

7 (17%)

2 (5%)

26 (62%)

Media

2 (5%)

0 (0%)

1 (2%)

3 (7%)

0 (0%)

6 (14%)

Baja 3 (7%) 0 (0%) 3 (7%) 2 (5%) 2 (5%) 10 (24%) PRD Alta 5 (12%) 0 (0%) 7 (17%) 2 (5%) 12 (28%) 26 (62%)

Media

2 (5%)

0 (0%)

0 (0%)

1 (2%)

3 (7%)

6 (14%)

Baja

3 (7%)

0 (0%)

1 (2%)

0 (0%)

6 (15%)

10 (24%)

N=42 para los tres partidos, debido a que faltaron los datos de competitividad electoral para dos elecciones correspondientes a los comicios extraordinarios de Colima de 2003 y 2005. Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal, y CIDAC, 2008.

Por último, se presenta a continuación de manera descriptiva el comportamiento de los métodos de selección utilizados respecto del partido ganador en los comicios electorales para los que se postuló a sus candidatos (Tabla 5). Con esto no se pretende establecer que el procedimiento de

38

selección sea la variable por la que se expliquen los resultados electorales, sin embargo, mi pretensión se orienta a identificar los posibles incentivos futuros que pueden observar los partidos al decidirse adoptar algún método interno en particular tras el rendimiento electoral registrado.


Tabla 5 Distribución de los métodos de selección de candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD y los partidos ganadores de los comicios electorales respectivos de 2000 a 2007 Partido ganador de las elecciones a gobernador Partido postulante

Método de selección interna

PAN

Designación

Unidad

Total

PRI

%

PAN

%

PRD

%

PANPRD

%

9 (100%)

8

89

0

0

1

11

0

0

0 (0%)

0

0

0

0

0

0

0

0

Delegados

13 (100%)

3

23

5

38

4

31

1

8

Interna cerrada

21 (100%)

10

48

8

38

3

14

0

0

Interna abierta 1 (100%) 1 100 0 0 0 0 0 PRI Designación 5 (100%) 2 40 2 40 1 20 0 Unidad 12 (100%) 7 58 1 8 4 33 0

0

Delegados

Interna cerrada

0 0

8 (100%)

3

38

3

38

2

25

0

0

0 (0%)

0

0

0

0

0

0

0

0

Interna abierta 19 (100%) 10 53 7 37 1 5 1 PRD Designación 21 (100%) 14 67 7 33 0 0 0

5

Unidad

3 (100%)

1

33

0

0

2

67

0

0

Delegados

9 (100%)

4

44

3

33

1

11

1

11

Interna cerrada

0 (0%)

0

0

0

0

0

0

0

0

Interna abierta

10 (100%)

2

20

3

30

5

50

0

0

0

N: PAN=44; PRI=44; PRD=43. Fuente: elaboración propia a partir de datos de La Jornada, Reforma y El Universal, y CIDAC, 2008.

De manera breve, se pueden resaltar algunos datos presentados en la última tabla. En el caso del PAN se observa que de los 9 candidatos designados por las dirigencias, ninguno de ellos logró el triunfo en

los comicios electorales en que se presentaron. Por su parte, los métodos referentes a las convenciones de delegados y a las internas abiertas fueron mediante los que el PAN pudo acceder a las gubernaturas

39


aunque con porcentaje bajo de éxito electoral (en el 38% de sus candidatos nominados por cada uno de ambos procedimientos). Los candidatos del PRI postulados mediante los métodos de la candidatura de unidad y las internas abiertas fueron los que mostraron mayores porcentajes de triunfo en las elecciones en que participaron. De los 12 candidatos de unidad, 7 de ellos (el 58% relativo de los candidatos nominados por dicho método) ganaron en sus estados; mientras que de los 19 abanderados seleccionados por la vía de las internas abiertas, 10 de ellos (53% relativo) logró el triunfo. Un dato a resaltar del caso del PRD consiste en que de los 21 candidatos designados por las dirigencias del partido, ninguno de ellos logró el triunfo electoral en que compitió. En cambio, aquellos abanderados perredistas que fueron nominados por la vía de la candidatura de unidad y de las internas abiertas fueron los que, relativamente, más porcentajes de triunfos electorales mostraron. Esto es, de los tres candidatos de unidad del sol azteca, 2 de ellos (67% relativo) ganaron sus comicios; así como de los 10 que fueron seleccionados mediante las

40

internas abiertas, 5 de ellos (50% relativo) accedieron a la gubernatura a renovarse. Si bien se reconoce que el método utilizado por cada partido para postular a sus candidatos no es una base firme para explicar los resultados electorales de cada proceso celebrado, al menos considero que genera incentivos al interior de las organizaciones partidistas para reflexionar sobre la pertinencia del procedimiento para resolver los problemas de la agregación de sus preferencias en estos momentos decisivos. Al final habría que considerar los factores que intervienen en la vida interna de los partidos al momento de analizar su comportamiento en la selección de sus candidatos a cargos públicos, como lo son las gubernaturas, además de tener en cuenta los diversos incentivos electorales e institucionales.

4. Conclusiones Los partidos políticos en México, a diferencia de varios casos de América Latina, cuentan con un alto nivel de organización e institucionalización. Sus reglas y normas internas son elementos organizativos muy importantes que rigen la vida intra-


partidista, les ayudan a legitimar las decisiones adoptadas en su interior, así como a resolver conflictos entre sus afiliados. Los procesos de selección de los candidatos a gobernadores en el PAN, el PRI y el PRD han sido un espacio organizacional en donde sus instituciones han ejercido gran influencia para definir la forma de tomar decisiones sobre quiénes se presentaron como candidatos, mediante qué mecanismos se eligieron y quiénes fueron los encargados de elegirlos. Al observar la frecuencia de la distribución de los métodos de selección de los candidatos a gobernadores se observó que, durante el periodo abordado, la designación por parte de las dirigencias nacionales y las internas abiertas fueron los más utilizados. Lo particularidad de este dato agregado es que los partidos optaron por procedimientos extremadamente contrapuestos en términos de apertura a la participación, inclusión de afiliados y simpatizantes, para definir a sus abanderados. Por otra parte, resalta que los métodos de la candidatura de unidad y la convención de delegados se sigan utilizando con frecuencia; estos procedimientos se caracterizaron por

su recurrencia durante el régimen priista de corte autoritario. Uno de los principales datos desagregados a considerar es que el PRI fue el partido que celebró la mayor cantidad de internas abiertas, mientras que el PRD registró el mayor número de designaciones de sus abanderados por parte de su dirigencia nacional. Sin embargo, estos datos tienen que ser analizados con mayor cautela antes de retomarlos como indicadores de los niveles de apertura de dichas organizaciones a la participación ciudadana. Otro dato que resalta es que el PAN fue el único partido capaz de realizar elecciones internas cerradas. Aparentemente esto fue facilitado por las restricciones para convertirse en miembro activo del partido, pues le permite mantener un registro con pocos afiliados y más fáciles de identificar. Al final, en el albiazul estuvo presente el interés por la participación de sus miembros activos en la definición de sus abanderados durante dicho periodo; sin embargo esta decisión, que en primera instancia es tomada por muy pocos afiliados de una organización partidista, puede afectar a una gran cantidad de ciudadanos si es que su candidato llega a ejercer el gobierno, generan-

41


do problemas de representatividad de los nominados. Al intentar analizar cuáles son los factores que motivaron a estos partidos a adoptar alguno de los distintos métodos para seleccionar a sus candidatos se observaron distintas distribuciones de los casos registrados, según la presencia del gobernador en turno, así como respecto de los niveles de competitividad. En el caso del PAN existe un importante nivel de institucionalización y definición de sus procesos internos. Los principales métodos utilizados fueron: las internas cerradas y las convenciones de delegados, independientemente de si el ambiente estaba caracterizado por un gobernador del mismo partido o por un alto nivel de competitividad. Resalta que las designaciones de los candidatos panistas desde la dirigencia nacional ocurrieron bajo gobiernos priistas con medio o alto grado de competitividad, por lo que la intervención del CEN tendría fines electorales, en primer lugar, y para solucionar conflictos internos, en segundo lugar. El PRI recurrió en mayor medida a las internas abiertas y a las candidaturas de unidad particularmente cuando este partido estaba en el gobierno, así como cuando enfrentó

42

elecciones con alto nivel de competitividad. A su vez fue el que registró la menor cantidad de designaciones de candidatos por parte de sus dirigencias locales en comparación con el PAN y PRD; esto puede servir para indagar en torno a la fuerza de los gobernadores en las estructuras locales del tricolor y la manera en que ejercen su influencia. El PRD se caracterizó por contar con el mayor número de designaciones de parte de su dirigencia nacional, sin embargo, la mayoría ocurrió bajo gobiernos distintos al del sol azteca y con altos niveles de competitividad electoral. Ante la presencia de un gobernador perredista no se experimentaron designaciones desde la cúpula, ni candidaturas de unidad; estos candidatos se eligieron por medio de internas abiertas. Esto llama a reflexionar sobre la “débil” influencia de los gobernadores de este partido para lograr acuerdos cercanos a sus preferencias en la organización del sol azteca. Por último, llama la atención que ninguno de los candidatos que fueron designados por las dirigencias del PAN y del PRD logró ganar los comicios electorales en que participó, a diferencia del PRI que de los 5 abanderados que postuló por este método, al menos 2 de ellos sí acce-


dieron al gobierno estatal. Además, los métodos de las candidaturas de unidad, así como las internas abiertas mostraron buenos porcentajes de efectividad para el tricolor. Caracterizados por espacios de negociación partidista en donde los gobernadores en turno de dicho partido pueden ejercer fuerte influencia. A partir de los datos presentados no es posible establecer una relación clara de la influencia de la competitividad electoral en el tipo de pro-

cedimientos que utilizaron el PAN, el PRI y el PRD para designar a sus abanderados. Sin embargo, se considera que los resultados obtenidos sirven para llamar la atención sobre la necesidad de profundizar en los estudios de la vida interna de estos partidos pues, aparentemente, los factores internos siguen teniendo gran relevancia en el comportamiento y en las decisiones adoptadas por estas organizaciones respecto de los factores externos del entorno político y electoral.

43


Bibliografía •

Billie, Lars. 2001. “Democratizing a Democratic procedure: myth or reality? Candidate selection in Western European Parties, 1960-1990”. Party Politics, vol. 7, no. 3: 363-380. Camp, Roderic AI. 2008. “Political recruitment, governance, and leadership in Mexico: How democracy has made a difference”. Pathways to power. Political recruitment and candidate selection in Latin America. Editado por Siavelis, Peter y Scott Morgenstern. Pennsylvania: Pennsylvania State University Press, cap. 12, pp. 292-315.

Espinoza Valle, Víctor A. 2000. “Una década de alternancia política en México”. Alternancia y transición política ¿Cómo gobierna la oposición en México? Coordinado por Víctor A. Espinoza Valle, México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdés editores.

Freidenberg, Flavia. 2002. Incentivos electorales y selección de candidatos en organizaciones neopopulistas: el Partido Roldosista Ecuatoriano (1984-2000). Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Española de Ciencia Política

44

y de la Administración, La Laguna, Tenerife, 26-28 de septiembre de 2001. •

————————. 2003. Selección de candidatos y democracia interna en los partidos de América Latina. Lima, Perú: Asociación Civil Transparencia, IDEA internacional, Biblioteca de la Reforma Política, no. 1.

————————. 2005. “Selección de candidatos, partidos y democracia en los países andinos”. Democracia en la región andina. Editado por Sample, Kristen y Daniel Zovatto. Estocolmo: Transparencia e IDEA Internacional, pp. 61-91.

————————. 2006. “La democratización de los partidos políticos: entre la ilusión y el desencanto”. Fortalecimiento de los partidos políticos en América Latina: institucionalización, democratización y transparencia. Editado por José Thompson y Fernando Sánchez. San José de Costa Rica: IIDH.

Gallagher, Michael. 1988. “Introduction”. Candidate Selection in Comparative Perspective: The Secret Garden of Politics. Editado por Michael Gallagher y Michael Marsh. London: Sage Publications.


Gunther, Richard y Larry Diamond. 2001. “Types and functions of parties”. Political parties and democracy. Editado por Larry Diamond y Richard Gunther. Baltimore, Maryland: The Johns Hopkins University Press, pp. 3-39. Katz, Richard. 2001. “The problem of candidate selection and models of party democracy”. Party Politics, vol. 7, no. 3: 277-296. Kirchheimer, Otto. 1980. “El camino hacia el partido de todo el mundo”. Teoría y sociología críticas de los partidos políticos. Editado por Kurt Lenk y Franz Neumann. Barcelona: Anagrama, pp. 328-347. Langston, Joy. 2001. “Why rules matter: changes in candidate selection in Mexico’s PRI”. Journal of Latin American Studies, vol. 33, part 3, august: 485- 512. Langston, Joy y Alberto Díaz Cayeros. 2003. The consequences of competition: gubernatorial nominations in México, 1994-2000, México: CIDE, Documento de Trabajo, no. 160, División de Estudios Políticos.

Levitsky, Steven. 1998. “Institutionalization and Peronism. The concept, the case and the case for unpacking the concept”. Party Politics, vol. 4, no. 1, January: 77-92.

Levitsky, Steven y Flavia Freidenberg. 2007. “Organización informal de los partidos en América Latina”. Desarrollo Económico, vol. 46, no. 184, enero-marzo.

Méndez de Hoyos, Irma. 2006. Transición a la democracia en México. Competencia partidista y reformas electorales, 1977-2003. México: Fontamara, FLACSO-México.

Rahat, Gideon y Reuven Hazan. 2001. “Candidate selection methods: An analytical framework”. Party Politics, vol. 7, no. 3: 297-322.

Reynoso, Víctor M. 2006. “La institucionalidad panista: situación actual y perspectivas”. Los partidos políticos en México ¿Crisis, adaptación o transformación? Coordinado por Francisco Reveles Vázquez. México: Gernika, UNAM.

Sartori, Giovanni. 2002. Partidos y sistemas de partidos. Madrid: Alianza.

45


Schattschneider, Elmer. 1964. Régimen de partidos. Madrid: Tecnos.

Ware, Alan. 1996. Political Parties and Party Systems. New York: Oxford University Press.

Partido Acción Nacional. 2004. Estatutos aprobados durante la XIV Asamblea Nacional Extraordinaria. Querétaro, México: PAN, 1 de mayo. Partido Revolucionario Institucional. 2004. Estatutos aprobados en la XIX Asamblea Nacional. México: PRI.

46

Partido de la Revolución Democrática. 2005. Estatutos aprobados por el IX Congreso Nacional, Ciudad de México: PRD, 23 abril.

Diarios consultados: La Jornada, Reforma, El Universal, del periodo 2000-2007.

Revista La Nación. México: PAN, del periodo 2000-2007.

Base de datos •

CIDAC. 2008. Base de datos de elecciones locales, 1980-2008. México: Centro de Investigaciones para el Desarrollo, A. C. [Documento en línea]. Disponible en www.cidac.org.


plumas y letras



Participación y abstencionismo electoral en los municipios del Estado de México Rafael Cedillo Delgado*

Resumen Este trabajo explora algunas perspectivas de explicación sobre las diferencias que existen entre los municipios con alta participación electoral, que registran bajos niveles de concentración de población, desarrollo y urbanización y aquéllos con baja afluencia electoral, que relevan gran densidad de población, urbanización y desarrollo económico. Busca verificar que el mejoramiento de condiciones sociales y educativas no generan automáticamente mayor participación política, pues se requiere además transformar las formas en que los ciudadanos conciben, se identifican y se relacionan con sus instituciones y actores políticos.

*

Palabras clave: participación electoral, abstencionismo, municipios, elecciones, niveles de desarrollo.

Abstract This paper explores some perspectives on explanation of the differences between municipalities with high electoral participation, which recorded low levels of concentration of population, urbanization and development and those with low electoral influx, which reveal high population density, urbanization and economic development. Seeks to verify that the improvement of social conditions and educational not automatically generate more political participation,

Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Tiempo Completo del Centro Universitario UAEM Amecameca. Adscrito a la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública. Este trabajo se realizó en el marco del proyecto de investigación “Capital social y desarrollo democrático en los municipios del Estado de México: 2000-2009”, auspiciado por la UAEM.

Los juicios y afirmaciones expresados en este artículo son responsabilidad del autor, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.

49


as it also requires transforming the ways in which people conceive, identify and relate to its institutions and political actors. Key words: electoral participation, abstention, counties, elections, levels of development.

La participación política en el Estado de México En las elecciones para renovar los 125 ayuntamientos de 2006, la participación ciudadana en la entidad mexiquense fue de 43.06%; es decir, sólo acudieron a votar 3 881 973 ciudadanos de los 9 015 253 registrados en la Lista Nominal de Electores (LNE) del Estado de México (IEEM, 2006: 66). El dato es inquietante porque revela que un 56.94% del total de los posibles votantes se abstiene de participar electoralmente. Resulta preocupante que alrededor del 60% de los ciudadanos del Estado de México, en edad de votar, se abstengan de participar en las elecciones. Tales cifras son alarmantes, pues indican que los niveles de credibilidad en las instituciones políticas se han ido deteriorando y la confianza en gobernantes, representantes, partidos políticos y órganos electorales, se desvaloriza día con

50

día. Si la situación sigue agravándose, entonces no llegará la tan anhelada democracia de calidad. La ausencia de los ciudadanos en el acto de sufragar, social y políticamente, representa un problema porque es una señal de que algo está fallando en la comunicación entre gobernantes y gobernados. El abstencionismo constituye, per se, un déficit democrático que se incrementa en la medida en que la ciudadanía se aleja de las urnas. En términos reales, si sólo acuden a votar la mitad de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores y el candidato ganador en las elecciones triunfa con el 50% de los sufragios, entonces se concluye que éste, en el mejor de los casos, obtiene el puesto público con el consenso de apenas el 25% de los electores. Así, se toman decisiones adoptadas por la representación mayoritaria de una minoría política que, en los hechos, se imponen a todos los demás (Córdova, 2007: 43). El abstencionismo es un fenómeno que afecta la credibilidad de las instituciones políticas y frena el desarrollo democrático de un país; por lo que la falta de participación ciudadana en los procesos electorales entorpece el pleno desarrollo de los


canales de mediación entre gobernantes y gobernados. Es evidente que el abstencionismo distorsiona la representación política y exhibe una ciudadanía imbuida en el conformismo, el desinterés y la apatía por las actividades políticas. Los motivos de la falta de participación son diversos, pues el ciudadano decide no acudir a emitir su sufragio por circunstancias del momento, como lejanía de las urnas, falta de documentación o condiciones climáticas. De igual forma, suele abstenerse por factores estructurales, como falta de confianza en las instituciones o por razones religiosas, económicas, sociales o culturales. En el Estado de México el abstencionismo ha crecido en los últimos años, a pesar de que los niveles de vida y bienestar social han mejorado considerablemente. Parece no haber una relación intrínseca entre desarrollo social y participación política (Salazar, 1993: 56). Las estadísticas de 2006, publicadas por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), señalan que los municipios que tienen votaciones por debajo del 43% de participación ciudadana son aquéllos densamente poblados, urbanizados y desarrollados de la entidad. Los 12 ayun-

tamientos que cuentan con dicha característica son: Chicoloapan, La Paz, Texcoco, Tlalnepantla, Valle de Chalco, Atizapán de Zaragoza, Zumpango, Ecatepec, Tultitlán, Naucalpan, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán (IEEM, 2006: 67-69). Las zonas del Estado de México en donde es evidente el mejoramiento de los niveles de vida, el aumento de oportunidades de educación, trabajo, salud y bienestar, así como el mayor contacto con los medios de comunicación y recursos tecnológicos, es en donde la población se desatiende de los deberes cívicos y presenta mayores indicios de desconfianza sobre quienes participan en las actividades político-electorales: gobierno, partidos políticos, candidatos y órganos electorales. Por el contrario, aquellos municipios que registraron en 2006 participación electoral que ronda en el 70% del total, fueron aquéllos que no son considerados urbanos, con baja densidad de población y con medianos niveles de desarrollo. Las localidades, que tienen entre 26 y 30% de abstencionismo, son: Papalotla, Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota, Chapultepec, Ecatzingo, Axapusco, Isidro Fabela, Timilpan, Ayapango, Santo Tomás y Rayón (IEEM, 2006: 71).

51


Dicho contexto permite señalar que el abstencionismo en el Estado de México está asociado con altos niveles económicos, de urbanización y de estudios. Por el contrario, la participación está vinculada a factores de tipo socio-cultural, como la interrelación de los actores políticos con la ciudadanía, por los patrones de socialización política y las acciones que emprenden los gobiernos locales. Visto de esa forma, la problemática del abstencionismo en el Estado de México tiende a crecer en las próximas décadas, pues el proceso de urbanización, desarrollo y crecimiento poblacional es la propensión en la entidad. La migración poblacional que provoca el crecimiento de la mancha urbana en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México y en la región oriente de la entidad puede causar que la región con altos índices de abstencionismo sea mayor y el problema de representación y credibilidad institucional se agudice. Por lo anterior, es necesario encontrar y revelar aquellos factores que generan una gran participación política en las localidades de menor tamaño, baja densidad de población y desarrollo económico (Cortés, 2008: 135). El reconocimiento de elementos que propician incentivos, motivaciones y estímulos para intervenir

52

en los asuntos públicos permitirán buscar nuevos mecanismos para propiciar la participación ciudadana en los procesos electorales. La hipótesis de trabajo está encaminada a verificar que el mejoramiento de condiciones sociales y educativas no generan automáticamente mayor participación política, pues se requiere además modificar las formas en que los ciudadanos conciben, se identifican y se relacionan con sus instituciones y actores políticos. Debido al contraste entre municipios mexiquenses densamente poblados con baja participación y aquellos municipios poco poblados pero con gran participación electoral, es de gran importancia explicar las motivaciones que inducen o inhiben a los ciudadanos a votar en las elecciones. El examen de condiciones sociodemográficas y socioculturales de las distintas comunidades del Estado de México permitirá encontrar mecanismos que incentiven el interés ciudadano por las actividades públicas, fortalezcan los medios empleados para renovar los cargos públicos y contribuyan a la consolidación de la democracia en México. Por ello, aquí se analizan los factores que posibilitan u obstaculizan la participación electoral en los municipios


del Estado de México, contrastando aquéllos en donde la votación es baja con aquéllos que registran mayor concurrencia en las elecciones. Considerando un 10% de los 125 ayuntamientos mexiquenses, sólo se revisan 12 municipios, ya mencionados, con alta participación electoral y 12, igualmente señalados, que tienen los más bajos niveles de participación. Utilizando el método comparativo, en primer lugar se revisan los grados de concentración de población, urbanización y niveles de desarrollo económico, entre los 2 grupos de municipios del Estado de México. En otro apartado, se contrastan los resultados electorales en los municipios seleccionados, con el fin de establecer que no hay una relación clara entre alternancia y competitividad política con la participación electoral. En un tercer momento se realiza una exploración de los factores socioculturales relacionados con el arraigo de residencia y la inmigración poblacional, como factores que influyen en el abstencionismo.

Los municipios con alta participación electoral Los 12 municipios con mayores índices de participación electoral, en el Estado de México, son: Papalotla, Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota, Chapultepec, Ecatzingo, Axapusco, Isidro Fabela, Timilpan, Ayapango, Santo Tomás y Rayón; quienes en las elecciones municipales de 2006 registraron votaciones que oscilan entre el 68% y el 75%. Aproximadamente tres cuartas partes de la Lista Nominal de Electores (LNE) acudieron a sufragar. Geográficamente 3 municipios (Timilpan, Chapa de Mota e Isidro Fabela) se ubican al norponiente del Estado de México; otros 5 (Donato Guerra, Santo Tomás, San Simón de Guerrero, Chapultepec y Rayón) se localizan al surponiente de la entidad; 2 ayuntamientos (Axapusco y Papalotla) se encuentran al nororiente y 2 más (Ayapango y Ecatzingo) en el extremo sur del oriente mexiquense (Ver Mapa 1).

53


Mapa 1 Ubicación de los municipios mexiquenses con alta participación electoral

REGIÓN NORORIENTE

REGIÓN NORPONIENTE TIMILPAN CHAPA DE MOTA

AXAPUSCO

PAPALOTLA

ISIDRO FABELA

DONATO GUERRA

METROPOLITANA TOLUCA-LERMA

SANTO TOMÁS

CHAPULTEPEC RAYÓN

SAN SIMÓN DE GUERRERO

REGIÓN SURPONIENTE

Fuente: elaboración propia con información de Salazar y Emmerich (1993: 12).

54

D.F

AYAPANGO

ECATZINGO

REGIÓN SURORIENTE


Todos los municipios con alta participación electoral se localizan fuera de las regiones del Estado de México en donde se concentra la urbanización, industrialización y desarrollo de la entidad, en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México (ZMCM) y la Metropolitana Toluca-Lerma. Poblacionalmente, los 12 municipios mencionados tienen menos de

30 000 habitantes. Tres de los 12 (Papalotla, Axapusco y Chapa de Mota) registran una cantidad de población de 20 000 a 30 000; 2 ayuntamientos (Timilpan y Rayón) tienen entre 10 000 y 20 000; mientras que 7 (Papalotla, San Simón de Guerrero, Chapultepec, Ecatzingo, Isidro Fabela, Ayapango y Santo Tomás) no superan la cifra de 10 000 (Véase Cuadro 1).

Cuadro 1 Municipios del Estado de México con alta participación electoral

Municipio

Papalotla

Población Total

Densidad (Hab/Km2)

Lista Nominal de Electores

Votos

% Part.

% Abs.

3776

430.89 2679

2001

74.69

25.31

29 631

98.38 16 105

11 954

74.23

25.77

5408

81.67 3398

2505

73.72

26.28

21 746

72.53 14 151

10 330

73.01

26.99

6581

350.98 3759

2726

72.52

27.48

Ecatzingo

8247

150.02 4859

3409

70.16

29.48

Axapusco

21 915

76.94 12 908

9036

70.02

29.98

Donato Guerra San Simón de G. Chapa de Mota Chapultepec

Isidro Fabela

8788

149.65 5341

3707

69.42

30.58

14 335

76.49 9536

6610

69.31

30.58

Ayapango

6361

110.68 4000

2767

68.18

30.82

Santo Tomás

8888

36.29 5617

3885

69.17

30.83

10 953

417.57 6110

4179

68.41

31.59

Timilpan

Rayón

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008) y del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM, 2006).

55


La densidad de población en los municipios es realmente baja, pues ninguno rebasa la cantidad de 500 hab/km2; ello indica que los habitantes concentrados en la superficie municipal no son significativos. Tres ayuntamientos de los 12 (Papalotla, Chapultepec y Rayón) registran una concentración de entre 350 y 430 hab/km2; otros 3 (Ecatzingo, Isidro Fabela y Ayapango) asientan una condensación de entre 100 y 150 hab/ km2; los 6 restantes (Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota, Axapusco, Timilpan y Santo Tomás) no rebasan los 100 hab/km2.

Los datos expuestos en el Cuadro 2, indican que en la mayoría de estos municipios los habitantes se dedican a actividades económicas del sector primario; lo que revela que la agricultura, la ganadería y la vida rural tienen gran presencia. En el grueso de los ayuntamientos hay un número considerable de habitantes que se dedican a actividades vinculadas al campo; destacan Ecatzingo y Donato Guerra, en los cuales el sector primario ocupa el primer lugar de las actividades económicas.

Cuadro 2 Ocupación económica en municipios con alta participación electoral Sectores económicos Municipio

Papalotla Donato Guerra San Simón de G. Chapa de Mota Chapultepec

Primario %

Secundario %

Terciario %

No definido %

PEA Ocupada

84

6.90

436

35.82

680

55.87

17

1.41

1217

2254

36.13

1897

30.41

1842

29.53

244

3.93

6237

431

36.77

245

20.90

460

39.24

36

3.09

1172

1844

33.15

2075

37.31

1418

25.49

224

4.05

5561

264

13.25

769

38.61

909

45.63

50

2.51

1992

Ecatzingo

1064

45.82

322

13.86

882

37.98

54

2.34

2322

Axapusco

1172

19.28

2504

41.19

2234

36.75

168

2.78

6078

521

20.11

701

27.06

1307

50.46

61

2.37

2590

1155

29.02

1298

32.61

1451

36.45

76

1.92

3980

684

34.80

441

22.44

799

40.66

41

2.1

1965

Isidro Fabela Timilpan Ayapango Santo Tomás

510

27.25

465

24.85

801

42.81

95

5.09

1871

Rayón

384

12.64

1322

43.52

1256

41.35

75

2.49

3037

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

56


En Papalotla, Chapultepec, Axapusco, Isidro Fabela y Rayón las labores del campo han disminuido; mientras que el sector terciario, comercio y servicios, ha crecido considerablemente. Económicamente, son municipios que se dedican a actividades propias de ayuntamientos rurales o semi-urbanos. En cuanto a las percepciones económicas que tiene la población de los 12 municipios, en salarios mínimos (SM), se propone la siguiente categorización, tomando en cuenta que el SM fue de $54.80 en la zona A, para el año 2009. •

Baja. Menos de 2 SM = Hasta $109.60 por día (Equivalente a menos de $3288 por mes). Media. Entre 2 y 5 SM. Entre $109.60 y $274 por día (Hasta $8820 por mes).

Alta. Más de 5 SM. Mayor de $274 diarios (Superior a $8820 mensuales).

En los 12 municipios de mayor participación electoral, más del 35% del total de la población tiene percepciones económicas por debajo de 2 salarios mínimos, lo que indica que un importante sector de la población tiene ingresos económicos considerados como ínfimos (Ver Cuadro 3). En 5 ayuntamientos (Chapa de Mota, Ecatzingo, Axapusco, Timilpan y Ayapango) más del 50% de la población se encuentra en el rango de muy baja percepción económica. Con la excepción de San Simón de Guerrero, en los 11 municipios restantes la mayoría de la población tiene remuneraciones monetarias por debajo de $274 diarios.

57


Cuadro 3 Percepciones económicas en municipios con alta participación electoral %

Media entre 2 y 5 SM

%

565

46.42

415

34.10

237

19.48

3052

48.92

1185

18.99

2000

32.09

442

37.70

260

22.18

470

40.22

3002

53.98

1151

20.69

1408

25.33

866

43.58

649

32.66

472

23.76

Ecatzingo

1250

53.81

411

17.70

661

28.48

Axapusco

3441

56.60

1525

25.09

1112

18.31

Isidro Fabela

1273

49.14

789

30.46

528

20.40

Timilpan

2118

53.21

773

19.42

1089

27.37

Ayapango

1091

55.61

435

22.13

439

22.36

744

39.76

507

27.09

620

33.15

1430

47.08

1083

35.66

524

17.26

Municipio

Papalotla Donato Guerra San Simón de G. Chapa de Mota Chapultepec

Santo Tomás Rayón

Baja hasta 2 SM

Alta más de 5 SM

%

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

Cabe aclarar que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se establece en dólares y sirve como indicador del nivel de ingresos de la población. En este sentido, según el Fondo Monetario Internacional, México se ubica en el lugar número 59 en el ámbito mundial, con un PIB per cápita (en 2007) de 8478 dólares (FMI, 2008). Estimación que nos permite señalar que la mayoría de los municipios con alta participación electoral registran un nivel de ingresos muy por debajo del PIB per cápita nacional; la excepción es Papalotla, pues sus habitan-

58

tes tienen percepciones económicas de 10 271 dólares. Ayapango, Rayón, Santo Tomás, Chapultepec y Axapusco tienen ingresos ligeramente por debajo de los 8000 dólares; mientras que la mitad de los ayuntamientos (Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota, Ecatzingo, Isidro Fabela y Timilpan) tienen un PIB per cápita de 5000 dólares o menos. En relación con los niveles de marginación, en términos generales, los 12 ayuntamientos presentan grados que oscilan entre alta y media (Ver Cua-


dro 4). Cuatro municipios (Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota y Santo Tomás) tienen un alto grado de marginación; lo que significa que todavía tienen atraso en materia de salud, educación, vivienda e ingresos. Otros 4 (Ecatzingo,

Axapusco, Isidro Fabela y Timilpan) se encuentran en un nivel medio de marginación; un par de ellos (Papalotla y Ayapango) en un grado bajo y sólo 2 (Chapultepec y Rayón) con un nivel muy bajo, quienes registran más y mejores satisfactores.

Cuadro 4 Marginación en municipios con alta participación electoral Municipio

Papalotla

Índice de marginación

Grado de marginación

PIB per cápita en dólares ajustados

-1.195

Bajo

10 271

Donato Guerra

0.994

Alto

3544

San Simón de G.

0.077

Alto

4544

Chapa de Mota

0.147

Alto

4258

Chapultepec

-1.422

Muy bajo

6781

Ecatzingo

-0.301

Medio

3608

Axapusco

-0.592

Medio

6017

Isidro Fabela

-0.512

Medio

5134

Timilpan

-0.189

Medio

4872

Ayapango

-0.820

Bajo

7962

Santo Tomás

-0.071

Alto

6378

Rayón

-1.297

Muy bajo

6516

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

Recapitulando, los municipios con altos niveles de participación registran baja densidad de población; su actividad económica preponderante es la agricultura, el comercio y los servicios; amplios sectores de su población reciben bajos ingresos

económicos y el grado de marginación oscila entre alta y media. Son localidades rurales o semiurbanas, con población ocupada en actividades del campo o del comercio, con bajos niveles de percepciones económicas, en donde la urbanización

59


está en proceso de consolidarse y con problemas en la implementación de servicios educativos, de salud, vivienda y de esparcimiento.

Los municipios con baja participación electoral Los 12 municipios con menores niveles de participación electoral, en el Estado de México, son: Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Ecatepec, Atizapán de Zaragoza, Valle de Chalco Solidaridad, Tultitlán, Tlalnepantla, Zumpango, Texcoco, La Paz y Chicoloapan. Éstos en las elecciones municipales

60

de 2006 registraron votaciones que oscilan entre el 28 y 41%. Aproximadamente sólo una tercera parte del total de la Lista Nominal de Electores (LNE) acudió a votar en las elecciones locales. Geográficamente los 12 municipios se localizan en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México: 4 (Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Tultitlán y Tlalnepantla) se ubican al norte del Distrito Federal; 7 (Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Ecatepec, Valle de Chalco, Texcoco, La Paz y Chicoloapan) se encuentran al oriente de la Ciudad de México y 1 está al norte del oriente mexiquense (Ver Mapa 2).


Mapa 2 Ubicación de los municipios mexiquenses con baja participación electoral

REGIÓN NORORIENTE

REGIÓN NORPONIENTE

ZUMPANGO TULTITLÁN ECATEPEC ATIZAPÁN Z. TLALNEPANTLA NAUCALPAN

TOLUCA-LERMA

TEXCOCO CHIMALHUACÁN

CHICOLOAPAN NEZAHUALCÓYOTL LA PAZ VALLE DE CHALCO D.F

REGIÓN SURORIENTE REGIÓN SURPONIENTE

Fuente: elaboración propia con información de Salazar y Emmerich (1993: 12).

61


Los municipios con baja participación electoral se localizan en la Zona Conurbada a la Ciudad de México y con mayor incidencia al oriente del Distrito Federal. Sólo Zumpango se encuentra en los márgenes de la denominada Zona Metropolitana a la Ciudad de México, hacia el nororiente de la entidad. Poblacionalmente, los 12 municipios mencionados rebasan los 100 000 habitantes. Dos de los 12 (Zumpan-

go y Chicoloapan) registran entre 100 000 y 200 000 habitantes; 5 ayuntamientos (Atizapán de Zaragoza, Valle de Chalco Solidaridad, Tultitlán, Texcoco y La Paz) tienen una población de 200 000 a 500 000; 3 de ellos (Chimalhuacán, Naucalpan y Tlalnepantla) cuentan aproximadamente con 500 000 y un millón de habitantes y 2 ayuntamientos (Nezahualcóyotl y Ecatepec) rebasan el millón de pobladores (Véase Cuadro 5).

Cuadro 5 Municipios del Estado de México con baja participación electoral

Municipio

Chimalhuacán Nezahualcóyotl Naucalpan

Población Total

Densidad (Hab/Km2)

Lista Nominal de Electores

Votos

% Part.

% Abs.

523 389

15 599.43

305 471

87 013

28.48

71.52

1 140 528

18 395.61

902 031

269 838

29.91

70.09

821 442

5 303.04

645 093

206 949

32.08

67.92

1 688 258

13 380.04

1 097 815

385 398

35.10

64.90

Atizapán de Z.

472 526

6304.54

332 999

117 444

35.27

64.73

Valle de Chalco

332 279

7455.21

203 108

72 809

35.84

64.16

Tultitlán

472 867

8445.56

281 397

107 470

38.19

61.81

Tlalnepantla

683 808

8295.60

541 036

210 411

38.89

61.11

Zumpango

125 988

613.46

72 161

28 596

39.63

60.37

Texcoco

209 308

415.68

136 967

55 430

40.47

59.53

La Paz

232 546

6 345.04

128 326

52 512

40.92

59.08

Chicoloapan

170 035

2 676.40

79 405

32 928

41.47

58.53

Ecatepec

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (2008) y del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

62


La densidad de población en los municipios es realmente alta, pues sólo 2 de éstos (Zumpango y Texcoco) se encuentran cerca del umbral de los 500 hab/km2; lo que quiere decir que el número de habitantes aglutinados en estos ayuntamientos es muy significativo. Siete de los 12 (Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Valle de Chalco Solidaridad, Tultitlán, Tlalnepantla, La Paz y Chicoloapan), registran una concentración de 2000 a 10 000 hab/km2 y 3 (Chimalhuacán, Nezahualcóyotl y Ecatepec) rebasan los 10 000 hab/km.2

En cuanto a las actividades económicas es de destacar que en los 12 municipios las labores vinculadas al sector primario (agricultura, ganadería y vida rural) son casi inexistentes. En 10 municipios los habitantes que se dedican a actividades vinculadas al campo no reúnen ni el 1.0% de la Población Económicamente Activa (PEA). Sólo en Zumpango y Texcoco hay un sector poblacional que se dedica a actividades del sector primario; aunque en ninguno de éstos llega al 10% del total (Véase Cuadro 6).

Cuadro 6 Ocupación económica en municipios con baja participación electoral Sectores económicos Municipio

Chimalhuacán Nezahualcóyotl

Primario %

Secundario %

Terciario %

No definido %

PEA Ocupada

867

0.53

54 686

33.55 102 129

62.66

5305

3.26

162 987

694

0.14

114 497

24.33 335 385

71.26

20 012

4.27

470 588

Naucalpan

1283

0.38

97 936

29.49 214 169

64.49

18 671

5.64

332 059

Ecatepec

1426

0.24

174 896

30.11 380 664

65.54

23 812

4.11

580 798

451

0.25

54 879

31.51 108 948

62.55

9873

5.69

174 151

Atizapán de Z. Valle de Chalco

401

0.35

37 991

33.98

69 808

62.43

3603

3.24

111 803

Tultitlán

610

0.40

52 632

34.89

91 727

60.81

5865

3.9

150 834

Tlalnepantla

482

0.17

83 334

29.99 178 334

64.31

15 352

5.53

277 502

Zumpango

2367

7.12

13 869

41.76

48.35

914

2.77

33 207

Texcoco

16 057

4869

6.98

19 191

27.54

43 354

62.23

2254

3.25

69 668

La Paz

300

0.39

23 736

31.56

48 561

64.57

2601

3.48

75 198

Chicoloapan

409

1.49

9468

34.52

16 610

60.57

993

3.42

27 480

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

63


Es de subrayar que en todos los municipios el sector económico terciario (de comercio y servicios) es la actividad preponderante, pues dos terceras partes de la población se dedican a este rubro; con la excepción de Zumpango, el cual llega al 50% de la PEA. En el sector secundario (de la industria) se ocupa a un sector poblacional que oscila entre el 24 y el 35%; sólo en Zumpango la PEA insertada en el ramo industrial llega al 41%. En los 12 municipios con baja participación electoral, más del 35% del total de la población tiene percepciones económicas por debajo de 2 salarios mínimos. Lo cual no es muy significa-

64

tivo, pues ése es el signo característico de la mayoría de los municipios mexiquenses, que tienen remuneraciones monetarias por debajo de $274 diarios (Véase Cuadro 7). El número de ayuntamientos en los cuales más de la mitad de la población recibe esos magros ingresos se reduce sólo a 3: Chimalhuacán, Ecatepec y Valle de Chalco; quienes, también, registran bajos porcentajes de población con altos ingresos. Nezahualcóyotl, por su lado, es el único municipio en donde el mayor porcentaje de población obtiene ingresos de 2 a 5 SM, entre $109.60 y $274 por día o entre $3288 y $8820 por mes.


Cuadro 7 Percepciones económicas en municipios de baja participación electoral Municipio

Chimalhuacán

Baja hasta 2 SM

%

Media entre 2 y 5 SM

%

Alta más de 5 SM*

%

86 580

53.11

56 584

34.71

19 823

12.18

Nezahualcóyotl

182 469

38.94

189 234

40.21

98 885

21.02

Naucalpan

149 729

45.08

95 773

28.84

86 557

26.08

Ecatepec

300 526

51.73

182 448

31.41

97 824

16.86

Atizapán de Z.

77 046

44.23

49 463

28.40

47 642

27.37

Valle de Chalco

59 752

53.43

38 908

34.80

13 143

11.77

Tultitlán

71 848

47.63

51 308

34.01

27 678

18.36

Tlalnepantla

121 215

43.62

86 605

31.16

70 051

25.22

Zumpango

14 465

43.55

12 105

36.45

6637

20.00

Texcoco

29 685

42.60

23 568

33.83

16 409

23.57

La Paz

33 701

44.81

29 488

39.21

12 009

15.98

Chicoloapan

13 563

49.45

9722

35.45

4135

15.10

* Este rango contempla subdivisiones de aquéllos que ganan entre 5 y 10 SM o más. Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, que sirve como indicador del nivel de ingresos de la población, en México es de 8478 dólares. Debemos señalar que sólo 2 de los municipios con baja participación electoral (Chimalhuacán y Valle de Chalco Solidaridad) registran un nivel de ingresos ligeramente por debajo del PIB per cápita nacional. De los 10 restantes, 1 (Chicoloapan) se ubica apenas en el nivel nacional; 2 más (Zumpango y La Paz) apenas rebasan el umbral y los otros 7 (Nezahualcóyotl, Naucalpan, Ecatepec,

Atizapán de Zaragoza, Tultitlán, Tlalnepantla y Texcoco) rebasan un PIB per cápita de 10 000 dólares (Véase Cuadro 4). Con relación a los niveles de marginación, 10 de los 12 ayuntamientos presentan un grado de marginación muy bajo; lo que significa que tienen buenas condiciones en materia de salud, educación, vivienda e ingresos. Chimalhuacán y Valle de Chalco registran un nivel bajo de marginación, lo cual no los excluye de observar buenos niveles de bienestar social.

65


Cuadro 8 Marginación en municipios con alta participación electoral Índice de marginación

Grado de marginación

Chimalhuacán

-1.123

Bajo

Nezahualcóyotl

-1.749

Muy bajo

10 137

Naucalpan

-1.730

Muy bajo

14 171

Ecatepec

-1.598

Muy bajo

10 814

Atizapán de Z.

-1.803

Muy bajo

15 013

Valle de Chalco

-1.222

Bajo

Tultitlán

-1.769

Muy bajo

11 110

Tlalnepantla

-1.823

Muy bajo

14 702

Zumpango

-1.323

Muy bajo

9924

Texcoco

-1.549

Muy bajo

10 157

La Paz

-1.436

Muy bajo

9567

Chicoloapan

-1.429

Muy bajo

8474

Municipio

PIB per cápita en dólares ajustados

7093

7487

Fuente: elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

Recapitulando, los municipios con bajos niveles de participación electoral se encuentran en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México, la cual tiene una gran concentración de población, pues la mayoría ha sido receptora de habitantes emigrados del Distrito Federal y de otras regiones del país; su actividad económica preponderante es el comercio, los servicios y la industria; el grado de urbanización es completo y, económicamente, sus niveles de ingresos son buenos y el índice de margina-

66

ción es muy bajo, lo que significa que los satisfactores de bienestar social son muy completos. Es en estos municipios mexiquenses donde se concentra el grueso de la población de la entidad y es el espacio donde se ubica preponderadamente la planta industrial, comercial, de servicios educativos y de desarrollo urbano. Por ello resulta paradójico que en éstos se presenten los mayores índices de abstencionismo.


Competitividad, alternancia y participación electoral La revisión de las cifras electorales nos lleva a determinar que la participación electoral no está directamente asociada con la competitividad partidista. La participación electoral es un fenómeno que parece correr en forma independiente de la competitividad partidista que en los últimos años ha caracterizado la vida política del Estado de México. El grado de competitividad electoral se establece con base en el margen de victoria (MV) que tiene el partido ganador respecto al segundo lugar, en porcentaje de votos. Los niveles que establece el Instituto Electoral del Estado de México son los siguientes: • • • • • •

Muy alta. Si el MV es menor a 5% de votos. Alta. Si el MV oscila entre 5.1% y el 10% de los votos. Media. Si el MV oscila entre 10.1% y el 15% de los votos. Baja. Si el MV oscila entre 15.1% y el 20% de los votos. Muy baja. Si el MV oscila entre 20.1% y 25% de los votos. Nula. Si el MV es mayor al 25% de los votos.

Si exploramos los municipios con alta participación electoral, encontramos que no hay un grado de competitividad que predomine, ya que de los 12 ayuntamientos, 2 registran una competitividad muy alta (Axapusco e Isidro Fabela); otros 2 una alta (Ayapango y Rayón); 3 tienen un grado medio (Donato Guerra, San Simón de Guerrero y Timilpan); otros 3 registran un nivel bajo (Chapa de Mota, Chapultepec y Ecatzingo) y 2 con condición muy baja (Papalotla y Santo Tomás). No hay un solo municipio de este grupo que registre un nivel nulo de competitividad (Véase Cuadro 9). Los municipios con baja participación electoral registran una situación similar a los de muy alta incidencia ciudadana en las urnas, pues no tienen un nivel que sobresalga en el grupo. Tres municipios (Chimalhuacán, Tultitlán y Chicoloapan) registran una competitividad muy alta; 2 ayuntamientos (Naucalpan y Ecatepec) revelan un nivel alto; otros 2 (Tlalnepantla y La Paz) tienen un grado medio; uno de ellos (Valle de Chalco Solidaridad) registra un valor bajo y otro más (Atizapán de Zaragoza) uno muy bajo. Lo destacado es que hay 3 municipios (Nezahualcóyotl, Zumpango y Texcoco) que registran una nula competitividad.

67


Cuadro 9 Competitividad en municipios con alta y baja participación electoral Municipios con alta participación

Municipios con baja participación

Margen de victoria

Nivel de competitividad

Papalotla

27.79

Muy baja

Chimalhuacán

Donato Guerra

14.13

Media

Nezahualcóyotl

San Simón de G.

10.14

Media

Chapa de Mota

19.44

Baja

Chapultepec

15.08

Baja

Atizapán de Z.

24.70

Muy baja

Ecatzingo

16.66

Baja

Valle de Chalco

18.20

Baja

Axapusco

2.86

Muy alta

Tultitlán

Isidro Fabela

4.13

Muy alta

Tlalnepantla

12.12

Media

Municipio

Timilpan Ayapango Santo Tomás Rayón

13.37 6.69 22.81 7.68

Media

Municipio

Margen de victoria

4.96

Nivel de competitividad

Muy alta

31.35

Nula

Naucalpan

7.68

Alta

Ecatepec

5.37

Alta

1.24

Muy alta

Zumpango

26.86

Nula

Alta

Texcoco

31.22

Nula

Muy baja

La Paz

11.19

Alta

Chicoloapan

3.80

Media Muy alta

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

Uno de los supuestos que comúnmente se esgrimen respecto a la participación electoral es que ésta es mayor en elecciones que son más competitivas, ya que la ciudadanía tiende a involucrarse más con los candidatos y partidos políticos que se encuentran en competencia política. Si embargo, para el caso de los municipios analizados, tanto para los de gran participación como los de poca concurrencia a las urnas, es evidente que no hay una relación clara con la competitividad electoral.

68

Como se observa en la gráfica 1, no hay un grado de competitividad que sea característico para el grupo de municipios que manifiestan una alta participación electoral. Ninguno de los rubros rebasa en forma unitaria el 25% del total. Si juntamos el rubro de alta y muy alta, apenas llegan al 35% y si lo hacemos con la baja, muy baja y nula competitividad, se obtiene un 42%. En ninguno de los dos extremos (hacia la alta o baja competitividad) es significativa la representatividad.


Gráfica 1 Grados de competitividad en municipios con alta participación electoral Nula 0%

Muy alta 17%

Muy baja 17% Alta 17%

Baja 25%

Media 24%

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

Para el caso de los municipios con alta participación electoral, se enfatiza que éstos no registran una elevada competitividad y que ése no es el factor primordial que propicia que la población se vuelque masivamente a las urnas el día de la elección; por lo que no podemos establecer que hay una relación de alta competitividad con alta participación. En contraparte, como se observa en la gráfica 2, tampoco hay un grado de competitividad que sea característico para el grupo de municipios que manifiestan una baja

participación electoral. Ninguno de los rubros rebasa en forma unitaria un tercio del total. Los niveles que mayor porcentaje registran se contraponen, el rubro de nula y el de muy alta participación, quienes reúnen el 25% cada uno. Si juntamos el rubro de alta y muy alta, se obtiene el 42% y si lo hacemos con la baja, muy baja y nula competitividad, reúnen en forma conjunta un 41%. Igual que con el otro grupo de municipios, en ninguno de los dos extremos (hacia la alta o baja competitividad) es significativa la representatividad.

69


Gráfica 2 Grados de competitividad en municipios con baja participación electoral Muy alta 25%

Nula 25%

Muy baja 8% Alta 17%

Baja 8% Media 17% Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

Para el caso de los municipios con baja participación electoral, se enfatiza que éstos no registran una elevada competitividad y ése tampoco es un factor determinante que inhibe o aliente a la población para que acuda a las urnas el día de la elección. En cuanto a la alternancia política en municipios con elevada participación electoral, es relevante el dato de que todos los ayuntamientos han tenido cambio de partidos en los gobiernos locales. Nueve casos presentan una mediana alternancia política (Papalotla, Donato Guerra, San Simón de Guerrero, Chapa de Mota, Cha-

70

pultepec, Axapusco, Isidro Fabela, Timilpan y Santo Tomás), ya que han registrado cambios de partidos gobernantes, en dos o tres ocasiones, en lo que va de la década de 1996 a 2006 (Cedillo, 2006: 130-134). Tres son los ayuntamientos que presentan un nivel bajo de alternancia política, quienes apenas en las elecciones de 2006 se estrenaron con dicho fenómeno electoral (Ecatzingo, Ayapango y Rayón). Estos ayuntamientos, que por varias décadas estuvieron bajo el control hegemónico del PRI, han variado de partido gobernante por una sola ocasión (Véase Cuadro 10).


Cuadro 10 Alternancia política en municipios con alta participación, 1996-2006 Municipio

* **

1996

2000

2003

2006

Papalotla

PAN

PRI

Donato Guerra

PRI

PRI

PRD

PRD

San Simón de G.

PRI

PRI

PT

PRI-PVEM

Chapa de Mota

PRI

PAN

PRI-PVEM

PAN

Chapultepec**

PRI

PRI

PAN

PRI-PVEM

PRI-PVEM *

PAN

Ecatzingo

PRI

PRI

PRI-PVEM

PAN

Axapusco

PRI

PAN

PRI-PVEM

PRI-PVEM

Isidro Fabela

PRD

PRD

PSN

PRI-PVEM

Timilpan

PRI

PAN

PRI-PVEM

PAN

Ayapango

PRI

PRI

PRI-PVEM

PRD

Santo Tomás

PRI

PAN

PRI-PVEM

PRD

Rayón

PRI

PRI

PRI-PVEM

CONVERGENCIA

El PRI-PVEM integraron la Coalición Alianza para Todos en 2003 y Alianza por México en 2006. En 1993 ganó el Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN).

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

Una revisión de los municipios con alta participación electoral nos indica que la rotación en la titularidad del gobierno local, por partidos de distintos colores e ideología, es una constante en casi todos ellos. Lo sobresaliente es que no sólo han gobernado los tradicionales partidos —como el PRI, el PAN y el PRD— que hegemonizan las simpatías políticas en la entidad mexiquense; sino que algunos partidos políticos denominados chicos (PT en San Simón de Guerrero y Convergencia en Rayón) o

nuevos (PSN en Isidro Fabela) han logrado ganar algunos ayuntamientos. Los municipios con elevada participación electoral tienen como característica singular la presencia constante de alternancia partidista en los ayuntamientos; tan es así que, en la elección de 2006, 11 de los 12 ayuntamientos tuvieron cambio de partido gobernante. Sólo en Axapusco, la Coalición PRI-PVEM pudo repetir en los comicios locales; lo que revela que sí hay una relación

71


entre alternancia política y elevada participación electoral. Por su parte, los municipios con baja participación electoral registran un nivel bajo de alternancia política, pues hay mayor estabilidad de los partidos políticos que gobiernan en las localidades, aunque sean de dis-

tinta bandera política; incluso, hay uno que todavía es conservado por el PRI (Chimalhuacán) y nunca ha tenido alternancia. Sólo Ecatepec presenta una situación reiterada de cambio de partidos gobernantes, pues en las últimas elecciones se han turnado el poder el PRI, el PAN y el PRD (Véase Cuadro 11).

Cuadro 11 Alternancia política en municipios con baja participación, 1996-2006 Municipio

* **

1996

2000

2003

2006

Chimalhuacán

PRI

PRI

PRI-PVEM*

PRI-PVEM

Nezahualcóyotl

PRD

PRD

PRD

PRD

Naucalpan

PAN

PAN

PAN

PAN

Ecatepec

PRI

PAN

PRI-PVEM

PRD-PT**

Atizapán de Z.

PAN

PAN

PAN

PAN

Valle de Chalco

PRI

PRI

PRD

PRD

Tultitlán

PRI

PAN

PRD

PRD-PT

Tlalnepantla

PAN

PAN

PAN

PAN

Zumpango

PRD

PRI

PRI-PVEM

PRI-PVEM

Texcoco

PRD

PRD

PRD

PRD

La Paz

PRD

PRD

PRI-PVEM

PRD

Chicoloapan

PRI

PRD

PRD

PRD-PT

El PRI-PVEM integraron la Coalición Alianza para Todos en 2003 y Alianza por México en 2006. El PRD-PT presentaron candidatura común en Ecatepec, Tultitlán y Chicoloapan.

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (2006).

Entre estos ayuntamientos hay 7 que son considerados como de nueva hegemonía, que se caracterizan porque una vez que accede al poder un partido político distinto al PRI

72

se mantienen por varias elecciones consecutivas en el poder (Cedillo, 2006: 132-133). Como ocurre con Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Texco-


co, La Paz y Chicoloapan, los 3 primeros con el PAN y los otros 4 con el PRD. Bajo el mismo argumento, podríamos señalar que en Tultitlán y Valle de Chalco se está formando una nueva hegemonía del PRD y en Zumpango un restablecimiento político del PRI. Los municipios con baja participación electoral revelan como característica principal una mayor estabilidad de las preferencias partidistas, al grado de que, en la elección de 2006, 10 de los 12 ayuntamientos no presentaron cambio de partido gobernante. Sólo en Ecatepec y La Paz el PRD logró desbancar del poder a la Coalición PRI-PVEM; lo que revela que la baja participación electoral está relacionada con la mínima tendencia a que se presente alternancia política en los municipios mexiquenses.

Factores socioculturales de la participación electoral Ante tal situación, surge la pregunta: ¿qué factores propician o inhiben la participación electoral en los municipios del Estado de México? Con las salvedades de que aquí sólo se revisan aquellos municipios que registran los mayores y menores porcentajes de participación, se es-

bozan algunas vertientes de explicación que tienen que ver con aspectos socioculturales de los habitantes de dichos ayuntamientos. En primer lugar, se revisan los municipios con baja participación electoral, que están ubicados en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México (ZMCM). La pregunta clave es ¿por qué los municipios de la ZMCM registran los mayores porcentajes de abstencionismo electoral? A manera de argumento se señala que la movilidad poblacional que caracteriza a la ZMCM lleva implícito un largo proceso de asentamiento, arraigo e identidad con su nuevo lugar de residencia, lo que produce apatía y desinterés por los comicios electorales locales. Si se revisan los 12 municipios con baja participación electoral, se encuentra que éstos han registrado un crecimiento considerable de población en las últimas décadas. La dinámica del crecimiento poblacional, en los municipios mexiquenses ubicados en la ZMCM, fue, primero en la década de 1970, con la migración masiva a los ayuntamientos de Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec y Nezahualcóyotl; segundo, con el gran poblamiento en los 80 de Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán,

73


Tultitlán y La Paz y, tercero, con los grandes asentamientos en Texcoco, Chicoloapan, Zumpango y en el re-

cién creado (en 1994) Valle de Chalco Solidaridad (Véase Cuadro 12).

Cuadro 12 Crecimiento poblacional en municipios mexiquenses con baja participación electoral: 1970-2000

1. Poblados en 1970

2. Poblados en 1980

3. Poblados en 1990

Naucalpan

Atizapán de Zaragoza

Valle de Chalco S.

Tlalnepantla

Chimalhuacán

Texcoco

Nezahualcóyotl

La Paz

Chicoloapan

Ecatepec

Tultitlán

Zumpango

Fuente: elaboración propia con información de García (2004: 23-26).

En el proceso de poblamiento de los municipios de la ZMCM, que se analizan destaca el fenómeno de migración interna; es decir, el desplazamiento de población de municipios densamente poblados a otros en vías de crecimiento. Las siguientes consideraciones permiten conocer mejor el proceso: 1. Los municipios de Tlalnepantla y Nezahualcóyotl registran un freno, incluso una reducción de su población a partir de 1980; mientras que Ecatepec y Naucalpan mantienen su crecimiento de habitantes en las siguientes décadas (García, 2004: 24).

74

2. Los municipios que aumentan su población en los 80, forman un segundo grupo, debido a que éstos no colindan directamente con el Distrito Federal (Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán y La Paz). Su crecimiento se debe a la migración de capitalinos y de habitantes de los municipios del primer grupo, principalmente de Tlalnepantla y de Nezahualcóyotl. 3. Tlalnepantla, Nezahualcóyotl y Naucalpan registran en 1990, una consolidación urbana y una saturación poblacional importante; por lo que sufren un freno al crecimiento poblacional


(Cruz, 2000: 51-52). Después de 2000 registran una notable disminución de habitantes (Véase Gráfica 3). 4. A partir de 2000, Ecatepec, Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán, Valle de Chalco, La Paz, Texcoco, Chicoloapan y Zumpango registran un evidente crecimiento poblacional.

6. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México es receptora y expulsora de población, en donde la mayor parte de sus movimientos ocurren al interior de la misma región. En un principio emigraron del Distrito Federal al Estado de México, en un segundo momento de dicha entidad a la Ciudad de México o de algunos municipios metropolitanos a otros.

75


Gráfica 3 Crecimiento poblacional en municipios con baja participación electoral 1 800 000

1 600 000

1 400 000

1 200 000

1 000 000

800 000

600 000

400 000

200 000

0

Ecatepec Nezahualcóyotl

1980

1990

1995

2000

2005

784 507

1 218 135

1 457 124

1 622 697

1 688 258

1 341 230

1 256 115

1 233 868

1 225 972

1 140 528

Naucalpan

730 170

786 551

839 723

858 711

821 442

Tlalnepantla

778 173

702 807

713 143

721 415

683 808

61 816

242 317

412 014

490 772

525 389

Tultitlán

136 829

246 464

361 434

432 141

472 867

Atizapán de Z.

202 248

315 192

427 444

467 886

472 867

---

---

287 073

323 461

332 279

99 436

134 782

178 538

212 494

232 546

105 851

140 368

173 106

204 102

209 308

Chicoloapan

27 354

57 306

71 351

77 579

170 035

Zumpango

51 393

71 413

91 642

99 774

127 988

Chimalhuacán

Valle de Chalco La Paz Texcoco

Fuente: elaboración propia con datos del Sistema Nacional de Información Municipal (Segob, 2008).

Los migrantes que llegan a los municipios mexiquenses de la ZMCM son, en su mayoría, familias que buscan satisfacer su necesidad de vivienda y, en menor medida, por necesidad laboral. El crecimiento poblacional

76

de Ecatepec, Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán, Valle de Chalco y Chicoloapan, se debió a una creciente demanda de vivienda popular, que encontró su mayor expansión a raíz del establecimiento de


numerosos conjuntos habitacionales (Cruz, 2000: 52). Nos encontramos ante una gran cantidad de población que estableció su residencia en estas localidades, la mayoría expulsados del Distrito Federal y de Naucalpan, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl. Por dicha circunstancia, a este conjunto de ayuntamientos se les ha denominado “ciudades dormitorio”, ya que un amplio grupo poblacional tiene su empleo en las zonas industriales y su hogar en las zonas de la periferia, principalmente en los municipios mexiquenses de la ZMCM. Los estudios que analizan dichos fenómenos poblacionales consideran que tienen las siguientes características:

estos movimientos diarios prolongan la jornada de trabajo de la población periferia y contribuyen a que: •

El carácter de “área dormitorio” se debe a que grandes contingentes poblacionales encuentran su residencia en algunas de las zonas del ámbito metropolitano especializadas en el uso residencial obrero, mientras que trabajan en otros distantes lugares, también integrantes de la periferia metropolitana. Ello produce una dinámica interna propia de la periferia cuyo principal rasgo son los “desplazamientos diarios hogartrabajo”. Tales desplazamientos se prolongan como distancia física y distancia-tiempo, transitada en condiciones deficientes. Así,

Los individuos construyan un “modo de vida” particular, en el que el jefe de familia —quien usualmente realiza desplazamientos diarios por trabajo— se hace cargo de una parte de la reproducción familiar a través de su inserción en una relación salarial. El hogar se constituye en un “espacio vivencial de tipo dormitorio”, al menos para los miembros que se insertan en las relaciones salariales. A escala del conjunto urbano se construye un mosaico especializado funcionalmente. El espacio urbano se fragmenta en áreas que corresponden a distintas funciones, siempre vinculadas, directa o indirectamente, a la producción (Lindon, 1997: 17) .

Lo que interesa del carácter de los municipios ubicados en “áreas dormitorio” es lo referente al modo de vida urbano que la población de estos lugares construye. La migración de un lugar y el establecimiento en otro para residir, motivada por la necesidad de vivienda, no sólo depende de

77


las modalidades de consumo, sino que está atravesado por una serie de patrones socioculturales que influyen en los comportamientos necesariamente (Gracia, 2004: 120). Dos modelos socioculturales son los relevantes para fines de este trabajo: 1) el modo de vida vinculado al lugar de procedencia y 2) el modo de vida referido al lugar de residencia. Los comportamientos de los habitantes que poblaron aquellos municipios, que en las últimas décadas han crecido aceleradamente, tienen una singular característica: mayor identificación y arraigo con el lugar de procedencia y un débil interés por el lugar de residencia. Debido a los contrastes en desarrollo urbano, servicios y comodidades que tienen los municipios de residencia con aquellos lugares de donde proceden (Distrito Federal, Naucalpan, Tlalnepantla o Nezahualcóyotl), los nuevos habitantes siguen considerándose “capitalinos”, “defeños” o “chilangos”, antes que “chalquenses”, “chimalhuaquenses” o “chicoloapenses”. En los migrantes suele haber sentimientos de anhelo por el lugar de origen, pues su modo de vida se construyó en gran medida en ese lugar y la adaptación, arraigo e

78

identidad con el nuevo lugar de residencia es lento y difícil. La situación se complica cuando las familias que llegan a residir en estos municipios tienen una raíz de parentesco fuerte en su lugar origen; es decir, si los abuelos, padres, hermanos y parientes viven todavía en ese sitio de procedencia. El nuevo habitante de estos municipios suele pasar por un largo proceso de desarraigo y desapego con las tradiciones, formas de vida y vínculos con su lugar de origen, más si éste es considerado mejor, en términos de urbanización, servicios y calidad de vida. Éste suele pasar mayor tiempo en el lugar de donde viene que en donde vive, suele interesarse más por lo que ocurre ahí donde nació o vivió por mucho tiempo que en donde tiene su nuevo domicilio. Bajo dicho contexto, surge la pregunta evidente ¿en materia de participación política qué implicaciones tiene? Con fines de responder dicha interrogante se realizó una serie de entrevistas a varios residentes de la ZMCM que llegaron a alguno de los municipios con baja participación electoral en las últimas décadas. Los entrevistados fueron cuestionados sobre algunos aspectos esenciales:


• •

• • •

Tiempo de residencia en el Estado de México. Arraigo y conocimiento sobre asuntos políticos de su lugar de procedencia. Tiempo para obtener su credencial de elector de su actual domicilio. Motivos para abstenerse o votar en su nuevo lugar de residencia. Proceso de identificación e involucramiento con asuntos políticos de su nuevo lugar de residencia.

Sin querer ser definitivos sobre el tema, se presentan algunas ideas obtenidas de los entrevistados que permiten explorar vertientes de explicación sobre la baja participación en los municipios revisados. De los entrevistados una pareja es residente de Atizapán de Zaragoza, la procedencia de la mujer fue el Distrito Federal y el hombre del municipio vecino de Naucalpan. Otro es avecindado en la Unidad Habitacional Geo-Villas en Chicoloapan, proveniente de Nezahualcóyotl. Una más que habita actualmente en Chimalhuacán, proveniente de la capital del país. Uno más que vive en Los Reyes La Paz, proveniente de la delegación Iztapalapa, Distrito Federal. Otro residente en Valle de Chalco, que nació en Nezahualcóyotl. Finalmente, uno que nació en el Distrito Federal vivió 10 años en Chicoloa-

pan, actualmente vive en el Distrito Federal, pero tiene credencial de elector de Chicoloapan. Desde el perfil de los entrevistados se observa la movilidad poblacional, pues éstos se trasladaron del Distrito Federal o de algún municipio metropolitano para establecerse en su actual domicilio. Todos ellos tienen un tiempo de residencia que oscila entre 10 y 20 años, y su motivo de cambio de domicilio fue la falta de vivienda. Las ideas principales que nos hablan de los posibles motivos del abstencionismo son las siguientes: •

Los nuevos residentes de los municipios de la ZMCM tardan varios años en tramitar la credencial de elector, incluso, prefieren votar en su lugar de origen antes que en su nuevo domicilio.

Se encuentran más atentos a lo que ocurre, políticamente, en aquel lugar del que proceden antes que donde residen. El arraigo al Distrito Federal o al municipio metropolitano procedente es muy profundo.

Obtener la credencial de elector y estar incluido en la Lista Nominal de Electores de su nuevo lugar de residencia no se traduce en acudir

79


a las urnas, ya que no se sienten identificados con la problemática del municipio al que llegaron. •

Hay en los nuevos residentes un desapego e indiferencia con la problemática local, desconocimiento de la vida política del municipio al que llegan y apatía por los candidatos y partidos políticos que se disputan la alcaldía correspondiente.

Aquéllos que provienen de municipios metropolitanos y que no han realizado el trámite de cambio de domicilio suelen regresar a votar a su lugar de origen, pero si no pueden o tienen otro compromiso, entonces no sufragan el día de la elección.

Después de 2 ó 3 procesos electorales locales es como los nuevos residentes deciden empezar a participar electoralmente en los comicios locales.

Como se puede deducir, los habitantes que recién se instalan en los municipios ubicados en la Zona Metropolitana a la Ciudad de México tienen mayor conocimiento, arraigo, identidad e involucramiento con la vida política de su lugar de origen y sólo después de varios años empiezan a involucrase en los procesos

80

locales (De la Torre, 1994: 221-223). Ese largo proceso de establecimiento y avecinamiento en su nuevo lugar de residencia, provoca en dichos habitantes desapego, desconocimiento y apatía por lo que ocurre políticamente en el municipio al que llegan. No conocen lo que ocurre en la localidad, no se involucran mucho en su problemática, y las propuestas y los candidatos que luchan por el poder municipal no les producen interés y atracción para acudir a las urnas el día de la elección. En contraparte, en aquellos municipios que tienen altos niveles de participación hay mayor estabilidad en movimiento de población. Su población es más permanente, con mayor involucramiento en los asuntos locales y con gran interés por lo que ocurre, en el ámbito municipal, con la renovación de sus autoridades y de la lucha partidista. La identidad y el arraigo de los habitantes de los municipios de pequeño y mediano tamaño tienen como consecuencia mayores niveles de involucramiento en los comicios municipales. La cercanía de los ciudadanos de los municipios con gran participación por la problemática local, la atención que les genera la lucha entre candidatos y partidos políticos, y las expectativas que producen los gobiernos munici-


pales parecen ser motivos suficientes para que acudan masivamente a las urnas el día de la elección.

Reflexión final Los factores que determinan la alta o baja participación electoral son complejos y de difícil especificación. Sin embargo, es necesario buscar nuevas vetas de explicación que contemplen factores socioculturales poco explorados, pues la mayoría de los estudios se centran en aspectos coyunturales, como por lejanía de las urnas o condiciones climatológicas del día de la elección. Otros señalan que son los elementos sociodemográficos, como la educación, el nivel económico o el contexto urbano o rural. Pero pocos han indagado sobre los factores socioculturales, que tienen que ver con movilidad poblacional, arraigo, costumbres, prácticas e identidades de las comunidades, como ingrediente que influye en la decisión ciudadana de acudir o no a las urnas. La revisión de los municipios con mayores índices de participación y aquéllos con bajos niveles de participación electoral permite señalar que, más

allá de los contrastes en densidad de población, desarrollo económico y grados de urbanización, hay factores de modos de vida, como el apego al lugar de origen o de residencia, que pueden ser más importantes para votar o abstenerse. La mayor información, educación y formación política de los ciudadanos no se traduce, necesariamente, en una afluencia copiosa a las urnas; ni los fenómenos estrictamente electorales, como la competitividad ni la alternancia, desencadenan mayor cantidad de votos. La revisión de los municipios con mayor y menor participación electoral nos invita a reinventar las perspectivas de explicación, a explorar nuevas vertientes de análisis y comprensión. La movilidad poblacional es un factor que poco se ha considerado para explicar el abstencionismo, pues su verificación requiere de gran esfuerzo analítico y de gran cantidad de datos empíricos. Aquí se ha expuesto un acercamiento a tal problemática que, si se sigue explorando, arrojará nuevas teorizaciones de la participación electoral en los municipios del Estado de México. Los retos son muchos, las certezas se conseguirán si se sigue avanzando; por ese camino vale la pena continuar.

81


Bibliohemerografía •

Cedillo Delgado Rafael. 2006. “La alternancia política en los municipios del Estado de México”. Espacios Públicos, núm. 18, agosto, Toluca: UAEM.

Chávez Galindo, Ana María y Olga Serrano Sánchez. 2003. “La migración reciente en hogares de la región Centro de México”. Papeles de Población, núm. 36, Toluca: UAEM.

Córdova Vianello, Lorenzo. 2007. “Breves apuntes conceptuales sobre el abstencionismo en México”. Serie Breviarios de Cultura Política Democrática, núm. 1, Toluca: IEEM.

ca y apropiación del espacio en Ciudad Satélite”. Coordinado por Manuel Jiménez Castillo. México, una sociedad en cambio. Reflexiones sobre política y cultura, México: UAM-Azcapotzalco.

Cortés Padilla, Ricardo. 2008. “Evolución y tendencias del abstencionismo electoral en los municipios del Estado de México, 1996-2006”. Apuntes Electorales, núm. 34, Toluca: IEEM. Cruz Rodríguez, Ma. Soledad. 2000. “Crecimiento urbano y poblamiento en la ZMCM. El perfil del nuevo milenio”. El cotidiano, núm. 103, México, UAM-Azcapotzalco. De la Torre Veloz, Virginia y Luz del Carmen Zaldívar Herrera. 1994. “Identidad, cultura políti-

82

FMI. 2008. "World Economic Outlook Database, octubre de 2007", consultado en línea en http:// www.imf.org/external/sitemap. htm, Washington, Estados Unidos de Norteamérica: Fondo Monetario Internacional.

García González, Juan Carlos. 2004. Crecimiento de la mancha urbana y de la población en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. 1970-2000. México: Fundación Adolfo Christlieb Ibarrola.

Gracia Saín, Ma. Amalia. 2004. “El poblamiento de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México: Análisis y empleo de una tipología explicativa”. Perfiles Latinoamericanos, núm. 24, México: FLACSO.

IEEM. 2006. Análisis de Resultados electorales. Estado de México 2006. Toluca: Dirección General del Instituto Electoral del Estado de México.

Lindon Villoría, Alicia. 1997. “De la expansión urbana y la perife-


ria metropolitana”. Documentos de Investigación del Colegio Mexiquense, Zinacantepec, México: El Colegio Mexiquense, A. C.

México”. Votos y Mapas. Estudios de geografía electoral en México. Toluca: UAEM. •

Salazar Julián y Gustavo Emmerich. 1993. “Notas para una geografía electoral del Estado de

SEGOB. 2008. Sistema Nacional de Información Municipal, Versión 7. México: Secretaría de Gobernación.

83



Elecciones en Guerrero: equilibrio bipartidista recurrente

1

Gabino Solano Ramírez* Margarita Jiménez Badillo**

Resumen La elección de diputados y presidencias de ayuntamientos, en octubre 2008 en Guerrero, ha ratificado un sistema bipartidista recurrente, donde el PRI y el PRD alternan en los espacios de representación popular. A pesar de la nueva normativa electoral, el incremento de fuerzas políticas en competencia no ha alterado este mapa político, sin embargo, se han abierto nuevas interrogantes sobre la vigencia de este equilibrio político, pues frente al empate en el número de escaños entre estos partidos, otras fuerzas minoritarias tienen un mayor poder de veto en el Congreso local, además de una creciente responsabilidad en gobiernos municipales. 1

*

**

Palabras clave: procesos electorales, bipartidismo, reforma electoral, partidos políticos.

Abstract The election held in October of 2008 for council heads and local deputies has ratified a recurrent two-party system in Guerrero, where the PRI (Institutional Revolutionary Party) and the PRD (Party of the Democratic Revolution) have been sharing the majority of representation seats for a number of years. Despite the election new rules recently set in place the rise of competing political parties has failed to fracture the bipartisan system. Notwithstanding, new questions arise about the en-

Una versión preliminar de este estudio fue presentada en el XX Congreso Nacional de Estudios Electorales de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE), realizado del 12 al 14 de noviembre de 2008 en Morelia, Michoacán. Profesor-investigador del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados, Universidad Autónoma de Guerrero. Doctorante en Ciencia Política por la misma Universidad. Miembro del Padrón Estatal de Investigadores del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Guerrero. Profesora-investigadora del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados, Universidad Autónoma de Guerrero. Nivel 1 del SNI-CONACYT. Doctorado en Ciencia Política y de la Administración por la Universidad de Salamanca.

Los juicios y afirmaciones expresados en este artículo son responsabilidad de los autores, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.

85


durance of this precarious political balance while minority forces obtain more veto power in the local congress and increasing influence in the local councils. Key words: electoral processes, twoparty systems, electoral reform, political parties.

Presentación El propósito de este trabajo es analizar los resultados electorales de octubre de 2008 en Guerrero y argumentar sobre sus resultados más relevantes para el juego político local: a) la recurrencia del sistema de partidos bipartidista —Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)— en la distribución del poder político; b) la constante alternancia partidista de los espacios en disputa; y c) la mayor presencia de partidos minoritarios con poder de veto en el Congreso local y en gobiernos locales, situación política que abre nuevas interrogantes sobre la vigencia del esquema bipartita. El proceso electoral que aquí seguimos confirmó la concentración de la representación parlamenta-

86

ria y de gobierno entre el PRI y el PRD, tanto en el Congreso del Estado como en la titularidad de las presidencias municipales. No obstante, los resultados electorales también reafirman una consistente tendencia hacia un pluripartidismo moderado, con 2 grandes partidos: PRI y PRD y, 4 con menor representatividad: Partido Acción Nacional (PAN), Convergencia, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido del Trabajo (PT). Esta condición bipartidista se mantiene a pesar de: la creciente participación de otras fuerzas políticas con posibilidades de disputar de forma efectiva el poder político; la alta incidencia de alternancia de partidos en los espacios de gobierno y representación; y el constante reacomodo de grupos políticos y de liderazgos entre los diferentes partidos. Los realineamientos y emergencia de nuevos actores políticos, así como las reformas a las reglas del juego electoral han hecho más disputable esta elección, pero aún sin modificar su predominancia bipartita. El proceso electoral de 2008 es, formalmente, el segundo que se celebra en Guerrero después de la primera alternancia en el Ejecutivo


estatal2 y el primero que se desarrolla bajo nuevas reglas electorales, aprobadas en 2007. El estudio está dividido en 3 secciones. En la primera parte exponemos las adecuaciones que tuvo la legislación electoral en 2007; desde nuestra perspectiva, esta reforma refuerza la tendencia centralizadora del juego político local, así como la limitada autonomía y ciudadanización de los órganos electorales. En la segunda, presentamos los resultados electorales de las elecciones para ayuntamientos y diputados; comparamos los últimos 3 procesos electorales para mostrar en dónde se ha mantenido un solo partido como predominante y en dónde se ha producido la alternancia en los espacios de poder político. En la última sección hacemos algunas consideraciones sobre las dificultades político-institucionales que favorecen la centralización de la disputa electoral o, en otros términos, limitan la ampliación de la competencia política.

2

3

La nueva ley electoral en Guerrero Con el primer gobierno de alternancia en el Ejecutivo estatal3 en 2005, adquirió mayor fuerza la aspiración de transformar en clave democrática las reglas del juego político-institucional heredadas del régimen anterior. Con este propósito, gobernantes, partidos políticos, instituciones autónomas, organizaciones sociales y civiles, suscribieron en 2006 una amplia convocatoria para la Reforma de Estado en Guerrero. Después de un periodo de consultas, foros, cabildeos y negociaciones, los resultados alcanzados fueron mínimos. Así, este proceso en Guerrero tuvo este mismo resultado que la Ley para la Reforma del Estado en la federación, sólo produjo una nueva normatividad electoral: la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Guerrero (LIPEG). El esperanzador cambio político de 2005 —cuando la oposición encabezada por el PRD conquistó el gobierno del estado, la mayoría congresional

En Guerrero, hasta el proceso electoral de 2008, las elecciones locales no fueron concurrentes, la renovación del Ejecutivo estatal sucedía 8 meses antes de la elección de legisladores y alcaldes, así en el mismo año del cambio de gobernador se celebraban dos procesos electorales en la entidad. Con la nueva legislación los procesos locales se unificarán en 2012, junto al proceso electoral federal. En Guerrero, como en la República Mexicana, existió una larga trayectoria de poder hegemónico del PRI, gobernando por más de 70 años. En 2005 el PRD logró la alternancia en el Ejecutivo estatal.

87


y las presidencias municipales más importantes— no se tradujo en la adecuación democrática del marco normativo e institucional vigente. El cambio electoral alcanzado en Guerrero adoptó, en buena medida, las disposiciones aprobadas por la reforma constitucional federal en materia electoral de 2007. Consistente con los lineamientos constitucionales, la nueva ley local actualiza lo relativo al financiamiento de los partidos políticos; la participación de las autoridades electorales en la vida interna de los partidos; los límites al gasto de precampañas y campañas; el acceso a radio y televisión; la regulación de precampañas y campañas; las bases de coordinación entre el IFE y las autoridades electorales locales para fiscalizar a los partidos políticos; la liquidación de los partidos que pierden su registro; el establecimiento del sistema de medios de impugnación a nivel local y las bases para el recuento de votos en los ámbitos administrativo y jurisdiccional (Báez y Cienfuegos, 2007). Otras modificaciones tienen su origen en experiencias de dis4

tintas legislaciones locales, entre las más relevantes: los cambios a la estructura e integración de la autoridad electoral, y la integración y acceso a los puestos de representación, tanto de los cabildos como del Congreso. En lo relativo a las autoridades electorales, lo más significativo fue la transformación del Consejo Estatal Electoral (CEE) en Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG). Entre los cambios a esta institución sobresale la desaparición de los consejos municipales; la reducción del número de consejeros estatales y distritales; y la reorganización de su integración y funcionamiento.4 Las modificaciones al desarrollo del proceso electoral más relevantes son: la reducción de los periodos de campaña; reglamentación de las precampañas para la selección de candidaturas internas; reducción del 5% al tope de gastos de precampañas, el gasto permitido en precampañas bajó del 20% al 15% respecto del financiamiento público en la elección inmediata anterior; la homologación y concurrencia de las elecciones locales.

La estructura del IEEG está compuesta por: 1) un consejo general, integrado por 7 consejeros electorales con voz y voto, entre los cuales se elige al consejero presidente, además de un representante por partido político y un secretario general únicamente con voz; 2) una junta estatal presidida por el presidente del Instituto Electoral, la integra además el secretario general, el presidente de la Comisión de Administración, el contralor interno del Instituto Electoral y los directores ejecutivos de Organización y Capacitación Electoral, de Asuntos Jurídicos, Prerrogativas y Partidos Políticos, de Administración, de Sistemas y Estadística; 3) un consejo distrital electoral por cada distrito electoral uninominal (28), integrado por 5 consejeros entre los cuales se elige al consejero presidente, todos con voz y voto, además de los representantes de partidos y un secretario técnico únicamente con voz; 4) mesa directiva de casillas, encargada de recibir la votación durante la jornada electoral, la integran un presidente, un secretario, dos escrutadores y tres suplentes generales.

88


En cuanto a la integración del poder político, reduce el número de regidores en los ayuntamientos, por ejemplo, en los municipios más grandes se reduce de 28 a 20, mientras que los más pequeños tendrán sólo 6 regidurías; además, se establece que la mitad de los regidores serán electos por el principio de mayoría relativa y la otra mitad serán asignados por el principio de representación proporcional; también incrementa el porcentaje de acceso a la distribución de espacios por la vía plurinominal a 3%; establece que los partidos deben garantizar la paridad de género en la postulación de candidatos en las listas de representación proporcional, mas no definió la obligatoriedad de que las listas respetaran el 50% de hombres y 50% de mujeres en cada dos lugares.5 La ley también otorga facultades a los consejos distritales para realizar el recuento administrativo parcial o total de una elección en caso de dudas sobre la certeza del voto. En suma, el cambio electoral en Guerrero significó adoptar algunas disposiciones de la legislación electoral

5

federal de 2007, así como modificaciones a la estructura administrativa de la autoridad electoral. Sin embargo, al igual que a nivel federal, esta reforma institucional no satisface la aspiración del “modelo de ciudadanización” de los órganos electorales, pues mantiene el control de los partidos políticos en su integración. En el caso de Guerrero, la manipulación de los legisladores y del Ejecutivo estatal fue evidente durante el proceso de ratificación del nuevo Consejo General del IEEG, el nombramiento de los consejeros distritales y la designación de los magistrados del Tribunal Estatal Electoral (TEE). Así, de los 7 consejeros del IEEG, 4 los designó el PRD (primera minoría en el Congreso), incluido el presidente a propuesta del Ejecutivo estatal; y 3 fueron propuestas del PRI. La misma lógica se presentó en la designación de los 28 consejos distritales. Este procedimiento debilita la autonomía de los organismos electorales, pues facilita una relación clientelar entre sus integrantes y los actores políticos que los designan, a los cuales vigila y regula durante la competencia electoral.

Este criterio pasado por alto en la legislación tuvo como resultado, por ejemplo, que el Partido Convergencia haya podido registrar en los dos primeros lugares a varones, a la postre, los únicos lugares que obtuvo este partido en la distribución de los diputados por representación proporcional, dejando fuera a las dos mujeres que seguían en la lista.

89


El proceso electoral y sus resultados La competencia electoral fue para renovar 81 presidencias municipales distribuidas en 7 regiones que integran el estado, y 46 asientos del Congreso local, entre una oferta electoral de 9 partidos políticos y 2 coaliciones.6 La lucha por los ayuntamientos se centró en los más importantes en número de electores, actividad económica e ingresos fiscales: Acapulco, José Azueta (IxtapaZihuatanejo), Chilpancingo (capital del estado), Iguala, Taxco, Chilapa y Tlapa. La disputa por el control político de estos espacios es fuente de constantes tensiones político-institucionales que permean el juego político guerrerense, tanto en el ámbito parti-

6

7

dista como en las relaciones entre estructuras de poder, en particular entre los gobiernos local y estatal. La mayor relevancia que tuvo la contienda por Acapulco constituye —después del Ejecutivo estatal— el espacio político de mayor importancia por su atractivo turístico, actividad comercial, auge económico y de dominancia política, pues por ser la ciudad más poblada de la entidad, se distribuye en 7 distritos electorales locales.7 El Congreso de Guerrero lo integran 28 legisladores por el principio de mayoría relativa y 18 por el principio de representación proporcional. El resultado más significativo de esta elección fue la reafirmación del formato bipartidista de la representación legislativa (Tabla 1).

Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Convergencia, Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT), Partido Nueva Alianza, Alternativa Socialdemócrata (ASD), Alianza por Guerrero y coaliciones: Juntos para Mejorar (PRI-PVEM) y Juntos Salgamos Adelante (Convergencia-PT). Acapulco es el municipio más importante del estado de Guerrero: concentra el 23% de la población estatal; produce cerca de un tercio del PIB estatal, derivado de su actividad turística, comercial y de servicios; registra los índices más altos de bienestar y desarrollo humano (INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005).

90


Tabla 1 Resultados electorales de diputados por mayoría relativa (octubre 2008) Partido o coalición

% de votación

Escaños

PAN

9.12

1

PRI

29.72

11

PRD

34.06

13

Convergencia

1.78

0

PT

2.14

0

PVEM

2.04

0

Nueva Alianza

2.17

0

ASD

1.41

0

Alianza por Guerrero

1.10

0

PRI-PVEM Juntos para Mejorar

8.66

2

CONV-PT Juntos Salgamos Adelante

7.73

1

100

28

Total

Porcentajes sobre votos válidos. Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de Guerrero.

Los espacios legislativos fueron ganados mayoritariamente por el PRI y el PRD, reeditando el panorama bipartidista de las últimas legislaturas. De 9 partidos y 2 coaliciones, la concentración de la votación quedó en dichos partidos que obtuvieron exactamente el mismo número de escaños, considerando que el PRI alcanzó 11 más 2 en coalición con el PVEM. En total, ambos partidos conquistaron 18 diputados cada uno, 13 por la vía uninominal y 5 plurino-

8

minales. Sólo el PAN y Convergencia rompieron esta hegemonía obteniendo un distrito uninominal cada uno, el primero en el distrito XIX de Taxco8 y el segundo en el XVII de Acapulco. Dichos partidos igualmente quedaron en empate al obtener 3 escaños en total (mayoría relativa y representación proporcional), situación que alienta la necesidad de redefinir apoyos entre los partidos representados en el Congreso para el ejercicio de sus funciones.

Posición que ganó el PAN por primera vez en la elección de 2005 y volvió a ganar al PRI en 2008 con un escaso margen de 355 votos.

91


Obligados por la nueva legislación, los partidos Socialdemócrata, Nueva Alianza y Alianza por Guerrero se presentaron por primera vez solos a la elección.9 Únicamente el PRI (PRI-PVEM) y el PRD presentaron candidaturas a todos los puestos en disputa, es decir, son los únicos partidos con estructura y penetración ideológica estatal que cuentan con una oferta política diferenciada y por la que los ciudadanos se han pronunciado con su voto. En la elección municipal, el PRI obtuvo una amplia ventaja, pues ganó 40 ayuntamientos, más 4 coaligado con el Partido Verde, entre éstos los más importantes,10 lo cual le permite go-

bernar a más del 70% de los guerrerenses. El PRD obtuvo 25 presidencias municipales, aunque perdió frente al PRI la mayoría de los gobiernos que tenía bajo su poder, de 40 plazas que ostentaba, sólo retuvo 8, lo que significa que el 85% de los municipios son controlados por el PRI-PV y el PRD. La gráfica 1 muestra la distribución de alcaldías, que corresponde a los principales partidos de acuerdo con su participación electoral, en el caso del PRI y de Convergencia se considera su resultado sumando sus triunfos en coalición con el Partido Verde y el PT respectivamente, en tanto que el porcentaje del PAN y el PRD es considerado de forma individual.

Gráfica 1 Ayuntamientos ganados por partidos (5 de octubre de 2008) 5% 7%

PRI PRD PAN Convergencia

32% 56%

9

10

Alianza por Guerrero es el único partido con registro local y surgió de una escisión del PRI. En anteriores elecciones, como agrupación política, había establecido alianzas con el PRD. Acapulco, Chilpancingo, Chilapa, Iguala, José Azueta, Taxco, Tecpan de Galeana, Tixtla de Guerrero, Ixtapa-Zihuatanejo, entre otros.

92


Los partidos minoritarios lograron 12 alcaldías: PAN 4; la coalición Convergencia-PT 3; los partidos Verde y Convergencia 2 ayuntamientos cada uno; y el PSD, 1. Este último partido perdió el registro estatal por no alcanzar el umbral fijado por la normativa electoral. La votación total también se distribuyó de forma bipartidista, el PRI obtuvo el 30.29% y el PRD 33.14%. Nótese que el PRD obtuvo mayor votación, sin embargo, ésta se incrementó para el PRI al sumarse las obtenidas de su coalición con el Partido Verde (9.85%, que hace un total para el PRI de 40.14%); los otros partidos que lograron triunfos municipales tuvieron el 26.76% de la votación total. Los resultados de la elección de legisladores para la LIX Legislatura, dieron al PRD una ligera ventaja con 34.06%, seguida del PRI con 29.72%. No obstante la alianza del PRI con el Verde, que fue del 8.66%, le dio una votación total del 38.38%, esto es una ventaja respecto al PRD de 4.32%. Los partidos minoritarios alcanzaron, en conjunto, el 27.49%. En el siguiente apartado exponemos la posición electoral que han logrado los principales partidos con el fin de argumentar en dónde se ha man-

tenido un solo partido como predominante y en dónde se ha producido la alternancia en los espacios de poder político.

Equilibrio bipartidista recurrente Hasta aquí se han expuesto los resultados electorales de la última elección en Guerrero, celebrada el 5 de octubre de 2008. Enseguida se explora la tendencia electoral del sistema de partidos en la entidad, mostrando su reiterado bipartidismo a pesar de la competencia de otras fuerzas políticas. La evolución de los partidos en el reparto de las presidencias municipales, mostrada en la Tabla 2, ratifica la predominancia del PRI y el PRD, sin embargo, sus mayores triunfos electorales del primero han sido en los últimos comicios, con el 54.2%, en la suma del porcentaje obtenido por sí mismo (49.3%) agregado al de su coalición con el PV (4.9%). El PRD, sin embargo, tuvo su mejor momento político en 2005 cuando se posicionó con el 52% de ayuntamientos al sumar sus votos propios y de coalición. Un gran avance si se considera que en ese mismo año también obtuvo la gubernatura del estado.

93


Tabla 2 Presidencias municipales en Guerrero 2002-2005

%

2005-2008

%

2008-2012

%

40

52.6

33

42.8

40

49.3

PRI-PVEM

4

4.9

25

30.9

Partido o coalición

PRI

PRD

39.4

29

37.7

PRD-PT

11

14.3

PAN

30

3.9

4

4.9

Convergencia-PT

3

3.7

Convergencia

2

2.5

PVEM

2

2.5

PT

5

1

6.6

3

1

1.3

1.3

ASD Total

76

100

77

100

1

1.2

81

100

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de Guerrero.

Por cuanto a las presidencias municipales obtenidas por los partidos minoritarios, es sólo hasta la elección de 2008 que lograron 12, lo que equivale al 14.8% del total. La Grá-

94

fica 2 da una mejor representación de la evolución de ayuntamientos controlados por el PRI, el PAN y el PRD de 2002 a 2008.


Gráfica 2 Presidencias municipales en Guerrero (porcentajes) 60 52.6

52

54.2

50 40 30

42.8 39.4 30.9

20 10

6.6

3.9

4.9

0 2002

La tendencia ha sido que en 2005 se dio una mayor competencia entre el PRI y el PRD, mientras que el margen de triunfo para el PRI ha sido superior en la última elección. El PAN en cambio ha reducido su posición en la entidad con relación a 2002, lo cual indica que se trata de un partido que si bien controla a nivel nacional la Presidencia de la República, en Guerrero no logra despuntar entre los ciudadanos, pues está muy alejado en el espectro político respecto a sus dos principales contendientes, PRI y PRD.

2005

2008

En relación con la alternancia en los gobiernos locales, se observan numerosos espacios en disputa (Tabla 3). En el 68% de los municipios (55) gobierna un partido diferente al del periodo de 2005, lo cual indica que la ciudadanía apostó por una opción alternativa al partido gobernante. En esta alta tasa de intercambio, el PRD perdió 32 de los 40 municipios que gobernaba (80%); en tanto que el PRI tuvo derrotas en 21 de 32 ayuntamientos gobernados (66%).

95


Tabla 3 Municipios que presentaron alternancia 1 Acapulco de Juárez

20 Cuautepec

39 San Luis Acatlán

2 Acatepec

21 Cuetzala del Progreso

40 San Miguel Totolapan

3 Ahuacuotzingo

22 Florencio Villarreal

41 Taxco de Alarcón

4 Ajuchitlán del Progreso

23 General Canuto A. Neri

42 Tecoanapa

5 Alcozauca de Guerrero

24 Gral. Heliodoro Castillo

43 Tecpan de Galeana

6 Alpoyeca

25 Huitzuco de los Figueroa

44 Teloloapan

7 Apaxtla de Castrejón

26 Iguala de la Independencia

45 Tetipac

8 Atenango del Río

27 Ixcateopan de Cuauhtémoc

46 Tixtla de Guerrero

9 Atlixtac

28 José Azueta

47 Tlacoachistlahuaca

10 Ayutla de los Libres

29 Marquelia

48 Tlacoapa

11 Azoyú

30 Mártir de Cuilapan

49 Tlalchapa

12 Benito Juárez

31 Mochitlán

50 Tlapa de Comonfort

13 Buenavista de Cuéllar

32 Olinalá

51 Tlapehuala

14 Coahuayutla de J. Ma. Izazaga

33 Ometepec

52 Xochihuehuetlán

15 Cocula

34 Pedro Ascencio Alquisiras

53 Zapotitlán Tablas

16 Copala

35 Petatlán

54 Zirándaro de los Chávez

17 Copalillo

36 Pilcaya

55 Zitlala

18 Coyuca de Benítez

37 Pungarabato

19 Cuajinicuilapa

38 Quechultenango

Los casos más relevantes fueron las derrotas del PRD en los municipios urbanos y de mayor aportación a la producción estatal, entre ellos el Puerto de Acapulco, es decir, donde radica la población de mayores ingresos de la entidad. El hecho de que el votante mejor informado ya no ve en este partido una opción confiable de gobierno tiene un significado cualitativo para el proceso

96

político local. La crisis de hegemonía perredista se asocia a sus conflictos y divisiones internas, un comportamiento recurrente que muestra a un partido con baja institucionalidad (Panebianco, 1984); al rompimiento con sus aliados tradicionales, Convergencia y PT, con quienes había conformado la coalición electoral para los comicios presidenciales de 2006 y la elección de goberna-


dor en 2005;11 y, tal vez la variable más importante, el rendimiento de los gobiernos perredistas, tanto en el ámbito municipal como estatal (Ortega, 2008). Aunque es objeto de otra línea de investigación, la alta tasa de alternancia sugiere problemas de desempeño de las administraciones municipales, que puede estar vinculado a un funcionamiento institucional que ofrece incentivos para la opacidad, la corrupción e ineficiencia en el ejercicio de gobierno. Los cambios en la correlación de fuerzas en la entidad influirá en reaco-

modos al interior de los principales partidos; ajustes en la coalición gobernante al frente del Ejecutivo estatal, la mayor parte originaria de Acapulco; la emergencia de un tercer partido político que disputa la hegemonía bipartidista; y el reposicionamiento de la oposición (PRI) rumbo a la sucesión gubernamental de 2012. Menos significativa fue la alternancia en los distritos electorales uninominales, donde en el 25%, esto es, apenas 8 de los 28 distritos, la titularidad del poder la obtuvo un partido distinto respecto a los comicios de 2005 (Tabla 4).

Tabla 4 Distritos electorales uninominales con alternancia en 2008 Distrito

11

II Tixtla de Guerrero

2005

2008

PRD

PRI-PVEM

VI Ometepec

PRD

PRI

XII XVII XVIII XXII XXIII XXV

José Azueta

PRD

PRI

Acapulco de Juárez

PRD

Convergencia-PT

Acapulco de Juárez

PRD

PRI-PVEM

Huamuxtitlán

PRI

PRD

Pungarabato

PRI

PRD

Chilapa de Álvarez

PRI

PRD

La alianza PRD-Convergencia-PT para la elección presidencial de 2006 se denominó “Por el bien de todos primero los pobres”, posterior al proceso electoral se constituyó como Frente Amplio Progresista. En la elección para gobernador en Guerrero esta coalición se presentó como “Guerrero será mejor”. Los conflictos posteriores a la elección presidencial y la disputa por la presidencia nacional del PRD derivaron en la fractura de este acuerdo, de modo que a la elección local de 2008 en Guerrero el PRD perdió a sus dos aliados, Convergencia y PT, quienes fueran coaligados al proceso electoral.

97


La limitada alternancia en elecciones legislativas conllevó a un resultado inusitado en la entidad: un equilibrio entre PRI y PRD, que quedaron en empate en el número de diputaciones, situación que coloca a los partidos minoritarios con un mayor poder de veto que en legislaturas anteriores. Este resultado político pondrá a prueba las reglas de funcionamiento del propio Congreso, en primer lugar para definir la distribución de sus órganos de gobierno; así como los mecanismos de frenos y contrapesos que regulan su relación con el Poder Ejecutivo local, los poderes municipales y las instituciones autónomas. Una línea de

trabajo a la que será significativo dar seguimiento en los próximos años. La Tabla 5 concentra información de tres comicios para diputados de mayoría relativa, agrupada por distrito. El dato relevante sigue siendo la escasa presencia del PAN en la entidad. Su penetración territorial es muy limitada y no se observa un crecimiento del partido con más posiciones de representación parlamentaria. En la elección de 2002 no obtuvo ningún distrito; mientras que en 2005 apenas logró el triunfo en el Distrito XIX (Taxco de Alarcón), conservándolo en 2008.

Tabla 5 Resultados electorales para diputados de mayoría relativa en Guerrero 2002-2008 (en porcentajes obtenidos por el partido o coalición ganadora) Distrito

I Chilpancingo de los Bravo II Tixtla de Guerrero

2002

%

2005

%

2008

%

PRI-PVEM

44.04

PRI

47.44

PRI

54.42

PRI-PVEM

39.86

PRD

43.07

PRI-PVEM

45.58

III Chilapa de Álvarez

PRI-PVEM

49.02

PRI

39.68

PRI

35.02

IV Tecpan de Galeana

PRI-PVEM

40.39

PRD

50.12

PRD

46.88

V Acapulco de Juárez

VI Ometepec

PRD

58.28

PRD-PT

43.88

PRD

31.58

PRI-PVEM

40.72

PRD

40.14

PRI

32.03

VII Coyuca de Catalán

PRI-PVEM

42.69

PRD

45.54

PRD

42.59

VIII Teloloapan

PRI-PVEM

47.21

PRD

39.52

PRD

37.71

IX Iguala de la Independencia

PRD

45.09

PRI

42.33

PRI

49.23

PRI-PVEM

50.80

PRI

40.38

PRI

44.97

X Taxco de Alarcón

XI Tlapa de Comonfort

PRD

46.03

PRI

43.03

PRI

43.70

XII José Azueta

PRD

51.95

PRD

53.66

PRI

47.93

98


Distrito

XIII Acapulco de Juárez

2002

PRD

%

48.29

2005

PRD-PT

%

47.24

2008

PRD

%

32.58

XIV Ayutla de los Libres

PRI-PVEM

37.92

PRD

40.68

PRD

35.60

XV Chilpancingo de los Bravo

PRI-PVEM

57.30

PRI

51.66

PRI

51.30

XVI Acapulco de Juárez

PRD

48.21

PRD

37.93

PRD

32.94

XVII Acapulco de Juárez

PRD

56.42

PRD

42.02

CONV-PT

32.62

XVIII Acapulco de Juárez

PRD

40.24

PRD

34.51

PRI-PVEM

34.25

XIX Taxco de Alarcón

PRI-PVEM

44.33

PAN

39.57

PAN

41.48

XX Arcelia XXI Iguala de la Independencia

PRI-PVEM

43.24

PRI

50.42

PRI

49.38

PRI-PVEM

45.46

PRI

45.34

PRI

45.58

XXII Huamuxtitlán

PRI-PVEM

49.95

PRI

45.92

PRD

37.26

XXIII Pungarabato

PRI-PVEM

51.58

PRI

46.44

PRD

41.35

XXIV San Luis Acatlán

PRD

49.36

PRI

38.34

PRI

42.50

XXV Chilapa de Álvarez

PRI-PVEM

40.04

PRI

47.58

PRD

46.96

XXVI Acapulco de Juárez

PRD

55.53

PRD-PT

47.54

PRD

34.58

XXVII Tlapa de Comonfort

PRD

45.34

PRD

47.83

PRD

38.79

XXVIII Acapulco de Juárez

PRD

52.68

PRD-PT

51.30

PRD

36.23

Porcentajes calculados sobre votos válidos. Fuente: elaboración propia con los resultados oficiales del Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG).

Estos datos también muestran que, en elecciones legislativas, los distritos donde tradicionalmente ha ganado el PRI sin presentarse alternancia desde 2002 son: Chilpancingo I y XV; Chilapa III; Arcelia XX; Iguala XXI; Taxco X. Asimismo, el PRD también ha mantenido constantes sus triunfos electorales en los 3 comicios en Acapulco en los distritos V, XIII, XVI, XXVI, XXVIII y en Tlapa, distrito XXVII. En términos generales, la competencia electoral ha sido prácticamente entre el PRI y el PRD, con limitada presencia de los partidos minoritarios como PVEM, PT

y Convergencia, que sólo en coalición han mantenido su presencia política en la entidad, lo cual es muy significativo porque, de no ir en coalición en los distintos procesos electorales, la competencia se cerraría más, generando abiertamente un sistema bipartidista en Guerrero, ya que dichos partidos desaparecerían al no cubrir el umbral establecido por sí mismos, como fuerzas independientes. Excepción es Convergencia que se está perfilando como una tercera fuerza con capacidad de demarcar espacios políticos propios.

99


El reparto de escaños se muestra en la Tabla 6, considerando el número y porcentaje obtenido por cada fuerza

política, igualmente en el periodo de 2002 a 2008.

Tabla 6 Representación parlamentaria mayoría relativa y representación proporcional (escaños de origen) LVII Legislatura (2002-2005) MR

PAN

RP

4

Total

4

%

8.7

LVIII Legislatura (2005-2008) MR

1

RP

3

Total

4

%

8.7

LIX Legislatura (2008-2011) MR

RP

Total

1

2

3

%

6.5

PRI

16

4

20

43.4

10

4

14

30.4

13

5

18

39.1

PRD

12

5

17

36.9

17

4

21

45.6

13

5

18

39.1

PT

1

1

2.2

2

2

4.3

1

1

2.2

PVEM

1

1

2.2

2

2

4.3

2

2

4.3

Conv.

2

2

4.3

3

3

6.5

2

3

6.5

PRS*

1

1

2.2

1

PANAL Total

28

18

46

100

28

18

46

100

28

1

1

2.2

18

46

100

* PRS = Partido Revolucionario del Sur. Fuente: elaboración propia.

Nótese que en las tres legislaturas los resultados no favorecieron una mayoría absoluta del partido en el gobierno local, esto es, en 2002 cuando aún gobernaba el PRI y en 2005 cuando llega el PRD al poder con el gobierno que actualmente está en funciones. Los partidos minoritarios sólo han tenido representación parlamentaria mediante la fórmula de representación proporcional, salvo un distrito que ganó

100

el PAN en la LVIII Legislatura y que conservó en la LIX; también Convergencia logró un escaño de mayoría relativa en la última elección. En la Gráfica 3 se observa la evolución de cada fuerza política en el Congreso, considerando el total de escaños (mayoría relativa y representación proporcional) en un lapso más amplio que va de 1990 a la elección de octubre 2008.


Gráfica 3 Representación parlamentaria en el Congreso de Guerrero 1990-2008 (en porcentajes) 80

69.4

70

65.2

69.5

65.2

60 50

30

26.1 22.2

30.4

17.4 10.9

8.3 6.5

0

1990

6.5

1993

39.1

36.9

30.4 15.1

20 10

45.6

43.4

40

4.4

4.3

1996

2.2 2.2

1999

15.2 8.7 6.5

8.7

2002

39.1

2005

2008

Fuente: Calvo, 2007: 60 y <http://www.congresogro.gob.mx/congro/index.php>

Los datos, hasta aquí, ratifican que en Guerrero ha prevalecido consistentemente un bipartidismo y aun cuando el sistema de partidos se fragmenta cada vez más en tanto hay mayor competencia de partidos minoritarios, éstos no alcanzan la suficiente penetración ideológica en la

entidad como para representar una alternativa que ponga en riesgo la posición mayoritaria de los dos partidos predominantes. Lo que sí han logrado las fuerzas políticas minoritarias es reducir la concentración del voto entre el PRI y el PRD a lo largo de la última década (Tabla 7).

101


Tabla 7 Índice de concentración del voto en Guerrero Periodo legislativo

Partidos mayoritarios

Concentración electoral

1999-2002

PRI-PRD

93.4

Concentración parlamentaria

95.6

2002-2005

PRI-PRD

83.3

80.3

2005-2008

PRI-PRD

66.5

76.0

2008-2011

PRI-PRD

63.8

78.2

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de Guerrero.

Esto es, en 1999 lograron captar al 93.4% de los votos, mientras que en 2008 descendió a 63.8% en la arena electoral, lo cual da cuenta de que ha habido mayor competencia partidista y no son ya las únicas fuerzas políticas que controlan la oferta política en la entidad. En otros términos, se han venido reafirmando fuerzas políticas minoritarias que han desviado el voto para los principales partidos y que no sólo llegaron a convencer a un sector ciudadano, sino que, incluso, son partidos que han llegado a ocupar una curul de mayoría relativa, como ha sido en 2008 el caso del PAN y Convergencia, pauta de mayor competencia para las fuerzas relevantes que habrán de redefinir estrategias de acercamiento mayor con su electorado.

Consideraciones finales En este trabajo hemos mostrado la recurrencia del bipartidismo en Gue-

102

rrero, como un resultado constante de los últimos 3 procesos electorales locales. Con esto es posible ensayar una periodización preliminar de la evolución del sistema de partidos en la entidad. Hasta 1989 es ampliamente aceptado designarlo como un sistema de partido hegemónico, pues el PRI concentraba el poder político sin competencia. Dicho estatus fue modificándose hasta 2002, tras el crecimiento de la fuerza política del opositor Partido de la Revolución Democrática; y de 2002 a 2008 se puede definir como un sistema bipartidista, donde la distribución del poder político se da prácticamente sólo entre dos fuerzas políticas. Siempre vinculados a esta evolución, están los cambios a las reglas del juego electoral. Por iniciativa local o influencia federal, la entidad ha transitado de un sistema electoral cerrado a la oposición y controlado por el Poder Ejecutivo a uno más inclusivo


y relativamente autónomo del poder político, que ha permitido una creciente pluralidad (Fernández, 2006). Con la elección de 2008, la emergencia de nuevos actores partidistas con capacidad real de disputar el poder político y una nueva legislación electoral, nos hace suponer que el sistema de partidos transita, nuevamente, hacia un multipartidismo moderado de 3 o más partidos. Si esta tendencia se confirma en los próximos años, la transformación del sistema partidista tendrá implicaciones previsiblemente relevantes en el juego político local. Tal como sucede en todo proceso de cambio político. Estas 2 tendencias del proceso político guerrerense corresponden a las características que ha tenido la transición democrática en el país: por un lado, la emergencia del pluralismo o de actores políticos y sociales que encuentran cerrados los espacios de expresión y participación; y, por otro, la secuencia de cambios institucionales a las reglas del juego que regulan la disputa del poder político. No obstante, estos cambios no han significado la normalización y garantía de procesos institucionales en clave democrática. Estamos, pues, frente a un periodo de cambios y, por tanto de incertidumbres. Los principales desafíos del sistema político

guerrerense se ubican en los déficit de certidumbre institucional y desempeño en el ejercicio del gobierno. Un ejemplo de las asignaturas pendientes en materia electoral constituye la dependencia de origen que tienen los integrantes de los órganos electorales respecto al poder político, normatividad que limita la plena autonomía de estos organismos, bajo la perspectiva de un modelo ideal de ciudadanización. Por último, consideramos que se debe evaluar desde perspectivas diferentes la elección municipal y la legislativa, pues, aunque concurrentes, son procesos que siguen lógicas distintas. Toda disputa electoral en una democracia puede ser considerada, en parte, una evaluación de los actores políticos que detentan los puestos en disputa; así, ceteris paribus, se acepta que un buen desempeño de gobierno y de la representación política favorece la posibilidad de que el partido en el poder vuelva a ganar la elección; lo contrario, una percepción negativa de su mandato, favorece la alternancia. Desde esta perspectiva, el resultado de estos comicios puede tener 2 interpretaciones —parciales y, si se quiere, arbitrarias—, una vinculada a la renovación de las alcaldías y otra al plano legislativo. En el primer caso, de forma retrospectiva, los electores

103


hacen una evaluación indirecta hacia el alcalde saliente, votando o no por el partido que lo postuló, para efectos prácticos este tipo de valoraciones resulta irrelevante. La ausencia de reelección inmediata de presidentes municipales hace imposible una evaluación prospectiva y directa. En el caso de los diputados uninominales pueden calificarse en el mismo sentido, de manera retrospectiva, igualmente por la ausencia de reelección inmediata. No obstante, es posible hacer una interpretación prospectiva, si el desempeño del Congreso se asocia a la política que sigue el Ejecutivo estatal, cuando la mayoría congresional coincide con el partido gobernante, como es nuestro caso. Así, en una elección intermedia, la elección del Congreso es de alguna manera una evaluación del partido gobernante o del Ejecutivo del estado. De tal modo que los electores tienen oportunidad de evaluar, juzgar y de manera limitada, condicionar la conducción política del gobierno del estado en lo que resta de su sexenio. Estas 2 interpretaciones permiten evaluar de manera distinta el resultado municipal y el legislativo. El

104

hecho de que el PRD haya perdido más espacios y votos en la elección municipal que para el Congreso apoya esta tesis. La diferencia en ambos resultados es, entonces, producto de una visión distinta de los electores hacia los ejecutivos municipales y el Ejecutivo estatal. Aunque en ambos fue negativa, los votantes dieron una mayor desaprobación a las presidencias municipales, pues es donde se dio la mayor frecuencia de alternancias, que al Ejecutivo estatal. El Poder Ejecutivo estatal puede tomar esta lectura como una oportunidad de reorientar sus decisiones de gobierno, atendiendo los factores que le significaron derrotas en los espacios en disputa. Aquí sólo enunciamos como causales de estos fracasos las divisiones y fracturas internas, las alianzas externas, el desempeño de gobierno y la ausencia de cambios de fondo a la estructura institucional y normativa de la entidad. De otro modo, seguiremos registrando una alta incidencia de alternancia en los espacios de gobierno y representación política, reacomodos partidistas, y una disputa electoral sujeta a anclajes pre-democráticos. Nuestra aparente normalidad política local.


Bibliografía •

Báez, Silva Carlos y David Cienfuegos. 2007. “La reforma constitucional de 2007”. En Decisión Ciudadana, números 20 y 21, CEE (IEEG), México, pp. 57-73. Bartolini, Stefano. 2007. “Qué es la ‘competencia’ política y cómo se ha estudiado”. En Decisión Ciudadana, números 20 y 21, CEE (IEEG), México, pp. 2-33.

Calvo, Barrera Raúl. 2007. Proceso electoral y alternancia en Guerrero. México: Miguel Ángel Porrúa.

Fernández Gómez, Raúl. 2006. Reformas electorales y cambio político en Guerrero, 1975-2005. México: IIEPA-IMA-UAG, mimeo.

Ortega Martínez, Rogelio. 2006. La transición votada. Mexico: Quadrivium-IIEPA-IMA-UAG.

Ortega Martínez, Rogelio. 2008. “Guerrero. Elecciones 2008”. En Gaceta Universitaria Altamiranista, No. 2, IIEPA-IMA-UAG, México, pp. 6-9.

Panebianco, Angelo. 1984. Modelos de partidos. España: Alianza.

Otras fuentes •

Congreso del Estado de Guerrero <http://www.congresogro.gob. mx/congro/index.php> [Consultado el 5 de enero de 2009].

Instituto Electoral del Estado de Guerrero <http://www.ceegro.org. mx/> [Consultado el 5 de diciembre de 2008].

105



Guerrero: municipios y parlamento. Impacto de la nueva legislación electoral en la equidad de género Rosa Icela Ojeda Rivera* Rogelio Ortega Martínez** Resumen

Abstract

El artículo aborda el avance de las mujeres en la representación política, particularmente su acceso al Poder Legislativo y al municipal en las elecciones locales de 2008; en estas elecciones, las mujeres participaron bajo un nuevo marco normativo que estableció la igualdad de oportunidades para los cargos de mayoría relativa y la paridad para los de representación proporcional. El trabajo permite constatar el magro impacto de las modificaciones jurídicas en los resultados electorales, así como el grado de cumplimiento y actitud de las élites políticas partidarias.

This article examines the progress of women in political representation, particularly their access to the legislature and the local municipal elections on 2008. In this elections women took part in a new regulatory framework that established equal opportunities for the positions of relative majority and parity in proportional representation. This essay shows the low impact of legal reforms on election results and the degree of observance and attitude of political elites in favor. Key words: political representation of women and gender equality.

Palabras clave: representación política femenina y equidad de género.

*

**

Doctora en Derecho Constitucional y en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, UCM, de España. Directora fundadora del IIEPA-IMA y Directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres “Hanna Arendt”. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología y Magíster en Estudios Iberoamericanos por la Universidad Complutense de Madrid, UCM, de España. Profesor investigador de la UAG con perfil PROMEP y Director del IIEPA-IMA.

Los juicios y afirmaciones expresados en este artículo son responsabilidad de los autores, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.

107


Presentación Con los comicios del 5 de octubre de 2008 en el estado de Guerrero, se renovaron 81 ayuntamientos y 46 diputaciones locales; para este proceso electivo los guerrerenses contaron con una nueva legislación electoral, la Ley de Instituciones y Procesos Electorales (LIPE), aprobada en diciembre de 2007 y publicada en el Periódico Oficial del Estado el 1 de enero de 2008. La expectativa que genera una nueva legislación, en el tema que trate, es, entre otras cosas, que contribuya a mejorar las condiciones de vida en todos los ámbitos y, en el entorno de lo político el avance de la consolidación y calidad de la democracia. En este caso y desde una posición progresista se apostó a que esta nueva legislación electoral fuera un soplo de viento en favor de la representación política de las mujeres, que contribuyera a romper el umbral máximo alcanzado anteriormente, el 17.3% en la Cámara de Diputados y el 13.1% en las presidencias municipales, y a conformar la “masa crítica” que tanta falta hace para impulsar el cambio, esto finalmente no ocurrió a pesar de que fue en lo 1

2

electoral donde se condensó la Reforma del Estado.1 Distinguidas mujeres guerrerenses realizaron, durante los trabajos de la Reforma del Estado, un gran activismo político que se reflejó en los resultados de la Mesa Temática de Género, en ella participaron con denodado entusiasmo mujeres de varios partidos políticos, funcionarias de distintas instancias y dependencias, académicas de diferentes instituciones, activistas de movimientos sociales, así como diputadas de la LVIII Legislatura del H. Congreso del Estado, con el liderazgo de la Presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Aurora Marta García Martínez y, las perseverantes integrantes de la Asamblea Estatal de Mujeres. A pesar del esfuerzo realizado a favor del aumento de mujeres en los cargos de representación política, los datos duros indican que este anhelo periclitó, primero en la reforma misma y luego en los procesos internos de los partidos políticos, a la hora de la selección de sus candidatos. Veamos los términos de la reforma electoral, concretamente, el artículo 25 de la Constitución Política local2 que estableció la obligación de

El proceso de la Reforma del Estado inició de manera formal el 13 de septiembre de 2006; la Mesa de Alto Consenso, responsable de la conducción del proceso en sus inicios, no incluyó a ninguna mujer. La reforma a la Constitución local fue publicada en el Periódico Oficial del Estado de fecha 28 de diciembre de 2007.

108


los partidos políticos de garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la postulación a cargos de elección popular de mayoría relativa y en la integración de sus órganos internos, así como asegurar la paridad en la postulación de candidatos de representación proporcional. La nueva Ley de Instituciones y Procesos Electorales del estado de Guerrero, en su artículo 192 ratificó esta disposición, estableciendo que los partidos políticos están obligados a que las candidaturas a diputados y regidores de mayoría relativa garanticen la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y para el caso de las candidaturas a diputados y regidores de representación proporcional estableció, como obligación de los partidos políticos, la paridad en la postulación de candidatos, pero exceptuó de forma explícita las candidaturas de mayoría relativa y las que fueran resultado de un proceso de elección directa de candidatos en los procesos internos de selección realizados por los partidos políticos.

sobre representación del registro de candidaturas a favor de un género, se apercibirá al partido para que sustituya el número de candidatos excedentes dentro de las 48 horas siguientes de su notificación, en caso de no hacerlo se faculta al Consejo General del Instituto para que lo sancione con amonestación pública y la reducción de hasta el 50% de las ministraciones de financiamiento público por actividades ordinarias que le correspondan por el periodo que señale la resolución.

Para el caso de la asignación de los porcentajes por cuestión de género, incluyó la integración de fórmulas de candidaturas de propietario y suplente del mismo género y en las sanciones por incumplimiento de estos preceptos, estableció en su artículo 193 que cuando se verifique

En las elecciones de 2008, sólo 2 partidos políticos tuvieron la capacidad de presentar candidaturas en la totalidad de los municipios, estos partidos fueron el PAN y el PRD, y a pesar de que presentaron 81 planillas, ninguno de ellos postuló candidaturas de mujeres en por lo

Las páginas siguientes dan cuenta de la forma que impactó la norma electoral en el proceso electoral de 2008; en las siguientes páginas analizamos la equidad de género en las candidaturas a las presidencias municipales, en las diputaciones por ambos sistemas de representación y la composición de las regidurías.

Igualdad de oportunidades para la equidad de género

109


menos el 30% de las presidencias municipales, lo que evidencia la ausencia de la igualdad de oportunidades establecida en la ley. En el municipio de Acapulco, 2 de los partidos contendientes, el PRI y el PRD han establecido en sus estatutos la obligatoriedad del 50% para las candidaturas de hombres y 50% para las mujeres, pero en la práctica la presencia de las mujeres fue mínima, no parece haber operado la igualdad de oportunidades ni la equidad, como marca la constitución local y la ley electoral. En el periodo previo al registro de candidaturas se logró visualizar a 2 destacadas priistas: la diputada Erika Lurhs y la profesora universitaria Irma Ferrusca Muñiz, ambas tuvieron alguna presencia en medios electrónicos y en eventos cerrados de su partido, pero al parecer finalmente fueron avasalladas por los 2 precandidatos varones: el diputado Fermín Gerardo Alvarado Arroyo y Manuel Añorve Baños. Manuel Añorve Baños venía trabajando la candidatura desde un año antes y fue nominado sin fisuras superlativas,3 lo que abonó el resultando de su triunfo en el proceso constitucional.

3

En el PRD Gloria María Sierra López ganó la elección interna, pero 4 de los contendientes perdedores: César Flores Maldonado, Florentino Cruz Ramírez, Ramiro Solorio Almazán y Alberto López Rosas, se negaron a reconocer su triunfo, sólo Ramón Amonte, quien quedó en cuarto lugar reconocio, apoyó el triunfo interno de la perredista y preservó su militancia. Dada la escasa institucionalización de ese partido y la ausencia de liderazgos fuertes, los inconformes pasaron a apoyar a los candidatos de otras formaciones políticas partidarias. En apoyo del candidato del PRI se expresó César Flores Maldonado; por el candidato del Partido Convergencia se expresaron públicamente, Florentino Cruz Ramírez, Alberto López Rosas y Ramiro Solorio Almazán. La imposibilidad de reconstruir consensos alrededor de la candidatura triunfadora en la elección interna del PRD, sin lugar a duda, fue uno de los factores fundamentales para la derrota electoral del PRD en la lucha por la alcaldía de Acapulco. El Partido Acción Nacional no tiene establecido el sistema de cuotas. Pero pudimos observar que, a pesar de ello, una mujer, la entonces diputada

La contadora Irma Ferrusca abandonó el PRI y apoyó la candidatura de la perredista Gloria Sierra.

110


Jessica García Rojas, expresó su deseo de contender internamente para ser nominada como candidata a la alcaldía por su partido, por ello registró su candidatura, sin resultados positivos ya que se canceló el proceso interno, de manera que fue descartada como candidata a la alcaldía por la vía de los hechos. Los dirigentes nacionales del PAN determinaron que el candidato fuera el comunicador Héctor Nájera Galindo, sin trayectoria en el blanquiazul, a pesar de ello al

PAN no le significó rupturas o desacuerdos, como sucede en un partido de fuerte institucionalización. La diputada García Rojas acató la resolución de la oligarquía de su partido.4 En el Cuadro 1 podemos observar cuántas planillas registraron los partidos para contender en los municipios, qué partidos postularon mujeres, cuántas y en qué porcentaje de acuerdo con el número de planillas registradas.

Cuadro 1 Partido

Planillas registradas

Planillas encabezadas por mujeres

%

PAN

81

8

9.8

PRI

75

3

4.0

PRD

81

7

8.6

PT

32

5

15.6

PVEM

32

2

6.25

PC

35

3

8.5

PNA

51

9

17.6

PASD

19

3

15.7

PAPG

18

1

5.5

Total

424

41

9.6

Nota: los datos de la última columna corresponden al porcentaje de planillas encabezadas por mujeres que postuló cada partido político.

4

Usamos el concepto de oligarquía de los partidos en el sentido que lo emplea Robert Michels en su obra clásica Los partidos políticos. Otra acepción, en este mismo sentido, es la que acuñó para ciencia la política moderna Angelo Panebianco con el concepto de coalición dominante de los partidos. Se puede hacer una asociación también con el concepto de élites políticas de Wilfredo Pareto o el de clase política de Gaetano Mosca.

111


Como podemos ver en este cuadro, ningún partido de los 9 que contendió en la elección para renovación de ayuntamientos municipales presentó un número de planillas encabezadas por mujeres en porcentaje siquiera cercano al 30%, en promedio los partidos políticos postularon menos del 10% de mujeres enca-

bezando las planillas con las que contendieron en esta elección. El Cuadro 2 muestra los resultados después de la elección, es decir, cuántos triunfos obtuvo cada partido político y cuántas mujeres de las postuladas resultaron triunfadoras; así como el porcentaje que representan.

Cuadro 2 Partido

Ayuntamientos ganados

Mujeres postuladas

Mujeres triunfadoras

%

PAN

4

8

0

0

PRI

40

3

1

2.5

PRD

25

7

2

8

PVEM

2

2

0

0

PC

2

3

1

50

PASD

1

3

0

0

Coalición PRI-PVEM

4

0

0

0

Coalición PC-PT

3

0

0

0

81

26

4

4.9

Totales

Nota: los datos de la última columna corresponden al porcentaje de planillas triunfadoras que estuvieron encabezadas por mujeres.

Como se puede observar en este cuadro, de 81 municipios que conforman la geografía política del estado de Guerrero, sólo 4 son gobernados por mujeres: una del PRI; dos del PRD; y una de Convergencia. El porcentaje de mujeres triunfadoras respecto de la totalidad de los municipios apenas representa el 4.9%, por tanto podemos decir que las modificaciones en el ordenamiento

112

electoral y en la Constitución Política local, apenas significaron un avance respecto de la elección de 2005 en la que triunfaron dos mujeres, ambas del Partido Revolucionario Institucional: Alicia Zamora Villalba, en Chilapa de Álvarez, y Aceadeth Rocha Ramírez, en Xochistlahuaca. El número de presidentas municipales pasó de 2 a 4, y aumentó la plu-


ralidad, de 2 presidentas municipales del PRI, en esta elección es una del Partido Revolucionario Institucional, PRI; 2 del Partido de la Revolución Democrática, PRD y; una del Partido Convergencia, PC.5 Los municipios gobernados por las dos mujeres del PRD, son Huamuxtitlán y Olinalá, ambos en la región de la montaña; la del PRI, en Cocula en la zona norte y; la del PC, en Mártir de Cuilapan en la región centro; es notoria la ausencia de mujeres gobernando municipios en las regiones costa grande, costa chica, tierra caliente y Acapulco, es decir, en la mayoría de las regiones. Como podemos advertir en el Cuadro 1, el partido que obtuvo más triunfos en esta elección fue el PRI, ganó 40 ayuntamientos, este partido postuló únicamente a 3 mujeres, en los municipios de Arcelia, Cocula y Tetipac; y de ellas sólo ganó la postulada en Cocula en la región norte del estado, de nombre Teresa de Jesús Manjarrez Segura.

5

El PRD obtuvo triunfos en 25 ayuntamientos, postuló sólo a 7 mujeres en los municipios de Acapulco, Huamuxtitlán, Olinalá, Pungarabato, Pilcaya, Tepecoacuilco de Trujano y Tlalchapa; sólo 2 de ellas ganaron en los municipios de Huamuxtitlán y Olinalá, ambos de la Región de la Montaña, sus nombres son, Soledad Romero Espinal y Luisa Ayala Mondragón. El Partido Convergencia postuló mujeres en tres municipios, Atoyac, Copalillo y Mártir de Cuilapan, en este último, de la región centro, ganó Felícitas Muñiz Gómez. La representación de las mujeres al frente de los ayuntamientos, durante 2005 y 2008, no rebasó el número de mujeres postuladas en los gobiernos anteriores a la alternancia, que hasta donde hemos podido documentar el mayor número por sexenio han sido 10:

Felícitas Muñiz y su familia provienen de una larga militancia en el Partido Revolucionario Institucional, su padre y hermano fueron previamente presidentes del mismo municipio, postulados por el PRI, por lo que podemos afirmar que se trata de una ruptura de la coalición dominante del municipio de Mártir de Cuilapan.

113


Gobernador

*

Periodo de gobierno

1 de abril de 1971 a enero de 1975. (Gobernador sustituto del Prof. Caritino Maldonado Pérez; su periodo terminó con la desaparición de poderes).

1 del PRI

Xavier Olea Muñoz

Gobernador provisional en 1975

0

Rubén Figueroa Figueroa

1975-1981

10 del PRI

Alejandro Cervantes Delgado

1981-1987

8 del PRI

José Francisco Ruiz Massieu

1987-1993

4 del PRI

Rubén Figueroa Alcocer 1993-1996 y Ángel Heladio Aguirre Rivero 1996-1999 (sustituto)

7 del PRI* 2 del PRD*

René Juárez Cisneros 1999-2005 Carlos Zeferino 2005-2011 Torreblanca Galindo

5 del PRI 1 del PRD

3 del PRI 2 del PRD 1 del PC

De éstas, 5 correspondieron al trienio de Rubén Figueroa y 4 al de Ángel H. Aguirre.

El Cuadro 3, nos muestra las fórmulas de mayoría relativa que obtuvieron el triunfo por partido, coalición y género; como podemos apreciar, sólo 3 mujeres ganaron la elección por el sistema de mayoría relativa, de las cuales 2 fueron postuladas por el Partido de la Revolución Democrática, y una por el Partido Revolucionario Institucional. Una mujer de 13 diputaciones ganadas por el PRI6 representa apenas el 7.6% y en el caso del PRD, las 2

6

No. presidentas municipales

Israel Nogueda Otero

diputadas que obtuvieron el triunfo de 13 escaños obtenidos por el PRD, representan el 15.3%, ambos casos muy lejos del 30%. La eventual e hipotética ausencia de 3 diputados propietarios podría significar el aumento de 3 mujeres que hoy figuran como suplentes en la LIX Legislatura, 2 del PRD y una de la Coalición PRI-PVEM, lo que no ocurrirá de modo consciente ni por voluntad política, quizá por alguna contingencia.

El porcentaje se obtuvo sumando las diputaciones obtenidas por el PRI en coalición con otro partido.

114


Cuadro 3 Distrito

8

Partido ganador

Propietario

Suplente

Chilpancingo

PRI

H

H

II

Tixtla

PRI-PVEM

H

H

III

Chilapa

PRI

H

H

IV

Tecpan

PRD

H

H

V

Acapulco

PRD

M

M

VI

Ometepec

PRI

M

M

VII

Coyuca de Catalán

PRD

H

H

VIII

Teloloapan

PRD

H

H

IX

Iguala

PRI

H

H

X

Taxco

PRI

H

H

XI

Tlapa

PRI

H

H

XII

José Azueta

PRI

H

H

XIII

Acapulco

PRD

H

H

XIV

Ayutla

PRD

M

M

XV

Chilpancingo

PRI

H

H

XVI

Acapulco

PRD

H

H

XVII

Acapulco

PC-PT7

H

H

XVIII

Acapulco

PRI-PVEM8

H

M

XIX

Taxco de Alarcón

PAN

H

H

XX

Arcelia

PRI

H

H

XXI

Iguala

PRI

H

H

XXII

Huamuxtitlán

PRD

H

M

XXIII

Pungarabato

PRD

H

M

XXIV

San Luis Acatlán

PRI

H

H

XXV

Chilapa

PRD

H

H

XXVI

Acapulco

PRD

H

H

XXVII

Tlapa de Comonfort

PRD

H

H

XXVIII

Acapulco

PRD

H

H

25

3

10.7%

Total

7

Cabecera

I

28

La coalición se llamó “Juntos salgamos adelante”. El nombre de la coalición en esta elección fue “Juntos para mejorar”.

115


El Cuadro 4 proporciona la información de los diputados de repre-

sentación proporcional por partido y género.

Cuadro 4 Partido

No. de diputados obtenidos

Hombres

Mujeres

Fórmulas

PAN 2 1 1

HM MH

PRI 5 3 2

HH MM HH MM HH

PRD 5 3 2

HH MM HH MM HH

PT

0

HH

PVEM 2 2 0

HH HH

PC 2 2 0

HH HH

PNA Total

1

1

1

0

HM

18

13

5

27.7%

Como se aprecia en este cuadro, el hecho de que el primer lugar de la lista se asigne a un varón, genera una sobre representación en su favor, si a ello se suma que 2 partidos políticos, Convergencia y Verde Ecologista negaron la asignación de la segunda candidatura a una mujer, en lugar de 7 diputadas por el sistema de representación proporcional, apenas quedaron 5 que representan el 27.7% de los diputados electos por el sistema de representación propor-

116

1

cional, porcentaje aún lejos de la paridad establecida en la constitución y en la nueva ley electoral. La LX Legislatura cuenta con 3 diputadas electas por el sistema de mayoría relativa y 5 por el sistema de representación proporcional, lo que da un total de 8 mujeres de 46 diputados, es decir, una vez más el tope de representación femenina del 17.3% no logró romperse a pesar de los cambios en la legislación electoral. Los


datos analizados indican que en cada elección el número máximo de mujeres postuladas por partido político para contender por las diputaciones de mayoría relativa son 3, lo cual parece constituir también un tope inamovible.

hicimos un comparativo entre el número de regidoras electas en el periodo 2005-2008 y las electas para el periodo 2009-2012; para facilitar su análisis clasificamos a los municipios en 4 categorías, en función del porcentaje de representación femenina, el número 1 corresponde a los municipios en los que las mujeres están mejor posicionadas, ya que representan el 50% o más de regidoras; en el número 2 están los municipios que tienen más del 30% de representación femenina, pero que no llegan al 50%; en el 3 los municipios que tienen hasta el 30% de representación femenina; en la categoría 4 se encuentran los municipios que no tienen representación femenina.

El impacto de la nueva ley en las regidurías En esta elección las mujeres que aspiraban a ocupar un espacio en el poder municipal tuvieron mejor suerte, ya que hubo un aumento significativo de regidoras. Para apreciar el impacto de la nueva ley en el ámbito de las regidurías,

Cuadro 5 Municipios categoría I, con nivel de representación femenina de un 50% o más, durante los trienios 2005-2008 y 2009-2012 Municipio

2005-2008

H

M

2009-2012

H

Apaxtla de Castrejón

50%

3

3

Eduardo Neri

50%

4

4

Florencio Villarreal

50%

3

3

Igualapa

50%

3

3

La Unión

50%

3

3

Zitlala

66%

2

4

M

Alpoyeca

50%

3

3

Arcelia

50%

4

4

Azoyú

50%

4

4

117


2009-2012

H

M

Benito Juárez

Municipio

2005-2008

66.7%

2

4

Copalillo

50%

3

3

Copanatoyac

50%

3

3

Coyuca de Catalán

50%

4

4

Cuajinicuilapa

66.7%

2

4

Chilapa

58.3%

5

7

Huitzuco de los Figueroa

62.5%

3

5

Ixcateopan de Cuauhtémoc

50%

3

3

José Azueta

50%

6

6

Ometepec

62.5%

3

5

Pilcaya

50%

3

3

Pedro Ascencio Alquisiras

83.3%

1

59

Pungarabato

50%

4

4

Quechultenango

50%

4

4

Tecpan de Galeana

50%

4

4

Tepecoacuilco

62.5%

3

5

Tetipac

50%

3

3

Tlacoapa

66.7%

2

4

Tlalchapa

66.7%

2

4

Tlalixtaquilla

50%

3

3

La Unión

50%

4

4

Xochihuehuetlán

50%

3

3

Marquelia

50%

3

3

Juchitán

50%

3

3

Iliatenco

66.7%

2

410

El Cuadro 5 evidencia que en el trienio 2005-2008, sólo 6 municipios tuvieron un número de regidoras del 50%, mientras que en el trienio 2009-2012 los municipios con más del 50% de representación femenina 9

10

Sólo existe un regidor varón. El número de mujeres es mayor que el de los hombres.

118

H

M

aumentaron a 28; es decir, más de 4 veces, lo que representa un tercio de los municipios de Guerrero. El número de regidoras en 2005 fue de 20 y en 2009 subió a 102, lo que significa que aumentó el número de munici-


pios en el que las mujeres tendrán un espacio de poder en términos de paridad y que en esos municipios el número de mujeres que pasaron a ejercer el poder municipal a nivel de

regidurías creció significativamente. Mención especial merece el municipio de Pedro Ascencio Alquisiras, único municipio en el que las mujeres son mayoría.

Cuadro 6 Categoría II, municipios en los que la representación femenina está por arriba del 30% Municipio

2005-2008

H

M

2009-2012

H

M

Acapulco

32%

Ajuchitlán del Progreso

37%

19

9

46.4%

15

13

5

3

37.5%

5

3

Alpoyeca

40%

3

2

Atlamajalcingo del Monte

33%

4

2

Atlixtac

33%

4

2

Azoyú

40%

3

2

Benito Juárez

40%

3

2

Buena Vista de Cuéllar

33%

4

2

33.3%

4

Copala

40%

3

2

Coyuca de Catalán

33%

4

2

Cutzamala de Pinzón

33%

4

2

Chilapa de Álvarez

41%

7

5

33.3%

4

Chilpancingo

38%

8

5

Huamuxtitlán

33%

4

2

Huitzuco

37%

5

3

Ixcateopan

40%

3

2

Juan R. Escudero

33%

4

2

Marquelia

33%

4

2

Metlatónoc

37%

5

3

Mochitlán

40%

3

2

33.3%

4

Pedro Ascencio

40%

3

2

Taxco de Alarcón

33%

8

4

Tecoanapa

37%

5

3

41.7%

7

2

2

2

5

119


Municipio

Tecpan de Galeana

2005-2008

H

M

33%

4

2

2009-2012

H

Tetipac

33%

4

2

Tlacoachistlahuaca

33%

4

2

Tlapa de Comonfort

37%

5

3

Tlapehuala

33%

4

2

M

Xalpatláhuac

33%

4

2

Zirándaro

33%

4

2

33.3%

4

2

Ahuacuotzingo

33.3%

4

2

Alcozauca de Guerrero

33.3%

4

2

Apaxtla

33.3%

4

2

Atenango del Río

33.3%

4

2

Atlamajalcingo del Monte

33.3%

4

2

Atoyac de Álvarez

37.5%

5

3

Cocula

33.3%

4

2

Coyuca de Benítez

37.5%

5

3

Cuetzala del Progreso

33.3%

4

2

Florencio Villarreal

33.3%

4

2

Canuto A. Neri

33.3%

4

2

Iguala de la Independencia

42.9%

8

6

Igualapa

33.3%

4

2

Juan R. Escudero

33.3%

4

2

Leonardo Bravo

33.3%

4

2

Malinaltepec

37.5%

5

3

Olinalá

33.3%

4

2

San Luis Acatlán

37.5%

5

3

San Marcos

37.5%

5

3

San Miguel Totolapan

37.5%

5

3

Teloloapan

37.5%

5

3

Tixtla de Guerrero

37.5%

5

3

Zapotitlán Tablas

33.3%

4

2

Acatepec

37.5%

5

3

Cochoapa el Grande

33.3%

4

2

120


Como lo evidencia el Cuadro 6, el mayor número de municipios se encuentra en esta categoría, que es por cierto la más estable, en 2005 hubo 30 municipios que tuvieron arriba del 30% de representación femenina y en 2009 fueron 32 municipios, podemos pensar que el aumento se debió a la inclusión de los 2 nuevos municipios, Acatepec y Cochoapa el Grande; los municipios de

Acapulco, Iguala y Taxco aumentaron su porcentaje de manera importante hasta acercarse al 50%; en los municipios de Ajuchitlán del Progreso, Buena Vista de Cuéllar, Cutzamala de Pinzón y Zirándaro, el porcentaje se mantuvo; Mochitlán, decreció; y Chilpancingo desapareció de esta categoría y pasó a la siguiente con disminución de la representación femenina.

Cuadro 7 Municipios de la categoría III. La representación de las mujeres llega al 30% como máximo Municipio

2005-2008

H

M

2009-2012

H

Acatepec

25%

6

2

Ahuacuotzingo

16%

5

1

Alcozauca

16%

5

1

Arcelia

14%

6

1

Atoyac de Álvarez

25%

6

2

Ayutla

28%

5

2

Coahuayutla

20%

4

1

Cocula

20%

4

1

Copalillo

16%

5

1

Copanatoyac

16%

5

1

M

Coyuca de Benítez

25%

6

2

Cuajinicuilapa

25%

6

2

Cualac

20%

4

1

16.7%

5

1

Cuautepec

16%

5

1

16.7%

5

1

Cuetzala del Progreso

20%

4

1

Canuto A. Neri

20%

4

1

Heliodoro Castillo

25%

6

2

Iguala

28%

10

25%

6

2

4

121


Municipio

José Azueta

2005-2008

H

M

30%11

7

3

H

Leonardo Bravo

16%

5

1

Malinaltepec

25%

6

2

Mártir de Cuilapan

16%

5

1

Olinalá

20%

4

1

16.7%

5

Ometepec

25%

6

2

Petatlán

14%

6

1

25%

6

Pilcaya

16%

5

1

Pungarabato

25%

6

2

Quechultenango

25%

6

2

San Luis Acatlán

25%

6

2

San Marcos

25%

6

2

San Miguel Totolapan

25%

6

2

Teloloapan

25%

6

2

Tepecoacuilco

25%

6

2

Tixtla

25%

6

2

Tlacoapa

16%

5

1

Tlalchapa

16%

5

1

Tlalixtaquilla

16%

5

1

Xochistlahuaca

16%

5

1

Xochihuehuetlán

16%

5

1

Zapotitlán Tablas

15%

5

1

En las elecciones de 2005, 40 municipios se ubicaron en esta categoría en cambio, en 2008, sólo quedaron 19. Los municipios que se mantuvieron en ambos periodos con similar porcentaje de representación

11

2009-2012

6

1

2

2

femenina son: Heliodoro Castillo, Cuahutepec, y Mártir de Cuilapan; Petatlán y Xochistlahuaca, aumentaron; Cualac, disminuyó y se incorporó el nuevo municipio de José Joaquín de Herrera.

Éste es el único municipio que alcanzó el 30% de representación de mujeres.

122

25%

M


Municipio

2005-2008

H

M

2009-2012

H

M

6

2

16.7%

5

1

28.6%

10

4

Huamuxtitlán

16.7%

6

1

Metlatónoc

16.7%

5

1

Tecoanapa

25%

6

2

Tlacoachistlahuaca

16.7%

5

1

Tlapa de Comonfort

25%

6

2

Tlapehuala

16.7%

5

1

Xalpatlahuac

16.7%

5

1

Zitlala

16.7%

5

1

Eduardo Neri

25%

6

2

José Joaquín de Herrera

16.7%

5

1

H

M

Ayutla de los Libres

25%

Copala Chilpancingo de los Bravo

Cuadro 8. Municipios de la categoría IV En los que las mujeres no tuvieron representación Municipio

Atenango del Río

2005-2008

0%

H

M

2009-2012

5

0

Atlixtac

En el año 2005 el cabildo del municipio de Atenango del Río no contó con ninguna mujer, para la elección de 2008 el único de los 81 municipios que no contarán con la presencia de una mujer como regidora es Atlixtac, en la Región de la Montaña.

12

0%

6

012

Conclusiones Como podemos advertir del análisis realizado en este trabajo, la modernización del marco electoral es parte importante para el estímulo de la construcción de una sociedad

El partido gobernante es el PAN.

123


equitativa, pero las acciones posteriores para la materialización de la norma y el cumplimiento de los objetivos son esenciales y, a la vez, complejas en tanto requieren de la acción de las instituciones, en este caso juegan un papel fundamental, en orden de importancia, la organización autónoma de las mujeres, la vigilancia de los organismos electorales respecto del cumplimiento de la norma y la voluntad de cambio de las oligarquías partidarias, para convertir en realidad el sueño de la equidad de género.

14

Podemos concluir que las modificaciones a la norma electoral, en la que se estableció igualdad de oportunidades y equidad, propició el aumento de la presencia de las mujeres en los cabildos, 263 mujeres que representan el 48.2% de los regidores electos,14 puede ser, con visión optimista, un factor decisivo para la construcción de la transversalidad de género que permita la construcción de una sociedad igualitaria entre hombres y mujeres, la eliminación de la discriminación y por ende la construcción de una sociedad justa.

En 2005 se eligió un total de 382 regidores, de ellos 159 fueron mujeres, un 29.3%; en las elecciones de 2008 se eligieron 545 regidores, de ellos 263 son mujeres y representan el 48.2%.

124


Bibliografía •

Barrera Bassols, Dalia. 1998. “La participación política de las mujeres en México”. Las mujeres en América Latina del Norte al Fin del Milenio. México: PEUGUNAM/CISAN.

——————. (comp.). 2002. Participación política de las mujeres y gobiernos locales. México: GIMTRAP.

Barrera Bassols, Dalia e Irma Aguirre Pérez. 2002. Participación política de las mujeres. La experiencia de México. México: INAH.

——————. 2003. “Liderazgos femeninos y políticas públicas a favor de las mujeres en gobiernos locales en México”. Compilado por Barrera Bassols, Dalia y Alejandra Massolo. 2003. El municipio. Un reto para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. México: INMUJERES/UNDP/GIMTRAP.

Bataille, Philippe y Francoise Gaspard. 2000. Cómo las mujeres cambian la política y los hombres se resisten. Argentina: Ediciones de la Flor.

AA. VV. 2004. Sistemas electorales y representación femenina en América Latina. Serie Mujer y Desarrollo no. 54, Santiago de Chile: CEPAL.

Aguiar, Fernando. 2001. “A favor de las cuotas femeninas”. Claves de la razón práctica, no. 116, octubre.

Alcocer, Jorge. 1996. “El ciclo de las reformas electorales” (primera parte), en Voz y Voto, no. 45, noviembre, pp. 6-11.

Aspe, Mónica y Diego Palomar. 2000. “Representación política y género. El sistema de cuotas y su aplicación en México”. La Ventana, no. 11.

Badregal, Ximena. 1991. “Reflexiones poselectorales: posibilidades, desafíos y límites del movimiento feminista”. Debate feminista, año 2, septiembre.

Bareiro, Line y Clyde Soto (eds.). 1992. Sola no basta. Mecanismos para mejorar la participación política de las mujeres, Asunción: FES/CDE.

125


Camacho, Rosalía, et al. 1997. Las cuotas mínimas de participación de las mujeres: un mecanismo de acción afirmativa. Aportes para la discusión. Colección temática no. 5, San José: Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia (CMF).

Garmendia G., Marina. 1996. “La legislación Electoral del Estado de Baja California Sur”. Compilado por Mario Vargas Aguiar y Manuel González Oropeza. 1996. La Constitución de Baja California Sur. Digesto Constitucional Mexicano. México: Laguna.

Cervantes, Celia, Ma. Candelaria Ochoa y Lourdes Pacheco, et al. 2004. La cuota de género en México y su impacto en los congresos Estatales de Baja California Sur, Colima, Coahuila, Durango, Jalisco, Guerrero y Nayarit. México: CONACYT-Inmujeres.

IFE. 2003. El poder deshabitado. Mujeres en los ayuntamientos de México, 1994-2001. IFE.

Lovera, Sara. 1991. “Magro fruto de las batallas por lograr una bancada feminista”. Debate Feminista, año 2, vol. 4, septiembre.

Gaceta Universitaria Altamiranista. 2008. Elecciones Guerrero: 2008. Acapulco: IIEPA-IMA-UAG.

García, Amalia, et al. 1991. “Las cuotas de mujeres en el PRD”. Debate Feminista, no. 3, México.

Michel Espino, Adrián. 2004. “Votar y ser votadas: la participación política de la mujer en perspectiva internacional”. Revista Visión Democrática, Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila, no. 2, abril, pp. 19-22.

Garfias Marín, María Luisa. 2002. “¿Reforma Política o Reforma de Estado?, la última pero con perspectiva de género”. Revista Alteridad, no. 1, año I, México.

Ojeda, Rosa Icela. 2006. “Las cuotas de género para el empoderamiento de las mujeres”. El Cotidiano, no. 38, México: Universidad Autónoma Metropolitana.

Gargallo, Francesa. 2006. Ideas feministas latinoamericanas. México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

——————. 2008. “Democracia y ciudadanía responsable, con la participación política de las mujeres”. Revista Altamirano, no. 35,

126


H. Congreso del Estado de Guerrero, octubre. •

——————. 2008. “Guerrero. Equidad de género en el proceso electoral 2008”. Gaceta Universitaria Altamiranista, del IIEPA-IMA, año 1, no. 2, noviembre, México.

Peña Molina, Blanca. 2003. “La cuota de género en la legislación electoral mexicana: ¿igualdad de oportunidades o igualdad de resultados”. Revista Mexicana de Estudios Electorales, no. 2, julio-diciembre, México, pp.16-52.

——————. 2003. ¿Igualdad o diferencia? Derechos políticos de la mujer y cuota de género en México. México: Plaza y Valdés.

——————. 2004. “Género y representación política. Los límites de la diferencia”. La Ventana, Revista de Estudios de Género, Universidad de Guadalajara, no. 19, pp. 7-50.

——————. 2005. “Masa crítica y sistemas de cuota: caleidoscopio de los gobiernos subnacionales en México”. Ponencia presentada en el III Coloquio de Estudios de Género del pacífico mexicano, 18 y 19 de marzo, Universidad Autónoma de Colima.

——————. 2005. “Impacto de la cuota de género en la elección federal de 2003”. Compilado por Manuel Larrosa Haro y Javier Becerra Chávez. Elecciones y partidos políticos en México. 2003. México: CEDE/UNAM-I/Plaza y Valdés.

——————. 2006. “Sistema de cuota y masa crítica en el congreso del Estado de Baja California Sur”. Compilado por Celia Cervantes, Ma. Candelaria Ochoa y Lourdes Pacheco, et al. 2006. La cuota de género en México y su impacto en los congresos estatales de Baja California Sur, Colima, Coahuila, Durango, Jalisco, Guerrero y Nayarit. México: CONACYT- Inmujeres.

Ramírez Wences, Ramiro. 2009. Impacto del establecimiento de las cuotas de género en la representación femenina en México 19942006. Tesis para obtener el título de Maestro en Ciencias Políticas, IIEPA-IMA-UAG.

Reynoso, Diego y Natalia Dángelo. 2004. Leyes de cuotas y Elección de Mujeres en México ¿contribuyen a disminuir la brecha entre elegir y ser elegida? Material del XVI Congreso de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales: Torreón, Coahuila.

127


Ríos Tobar, Marcela. 2006. Cuotas de género: democracia y representación. Santiago: FLACSO.

sidad Carlos III de Madrid-BOE, pp. 13-30. •

Tejera Gaona, Héctor. 2007. “Ciudadanía, partidos políticos y gobiernos locales en la ciudad de México: cultura y democracia ciudadana”. Robinson Scout, Héctor Tejera y Laura Valladares (coords.). Política, etnicidad e inclusión digital en los albores del milenio. México: Porrúa-UAM.

Torres, Mirian. 2005. participación política de las mujeres en el Poder Legislativo del estado de Nayarit, 1997 a 2005, ponencia presentada en el III Coloquio Nacional de la Red de Estudios de Género del Pacífico Mexicano, Colima, Colima, 18 y 19 de marzo. Trabajo preparado para ser presentado en XXI International Congress Latin American Studies Association.

Ruiz Miguel, Alfonso. 2000. “Paridad electoral y cuotas femeninas”. Claves de la razón práctica, no. 94.

——————. 2000. “Paridad electoral y cuotas femeninas”. Claves de la Razón Práctica, no. 94, pp. 48-53.

——————. 1994. “Discriminación inversa e igualdad”. Compilado por Amelia Valcárcel. El concepto de igualdad. Madrid: Pablo Iglesias.

Rule, Wilma. 1987. “Electoral systems, contextual factors and women’s opportunity for election to Parliament in Twenthy-Three Democracies”. The Western Political Quaterly, vol. 40, no.3, septiembre, University of Utah.

Staudt, Kathleen. 1998. “Mujeres en la política: México en una perspectiva global”. Género y cultura en América Latina. México: COLMEX.

Velasco Arrollo, Juan Carlos. “Luces y sombras de la discriminación positiva”. Claves de la Razón Práctica, no. 90, pp. 66-70.

Subirats, M. 1996. “Cuando lo personal es político y es política”. Compilado por F. Mariño Menéndez (ed.). La protección internacional de la mujer tras la Conferencia de Pekín de 1995. Madrid: Univer-

Vengroff, et al. 2003. “Electoral System and gender representation in Sub-national Legislatures: is there a National-Sub national gender gap?” Political Research Quaterly, no. 2, vol. 56.

128


Vidal, Fernanda. “El papel de la mujer en la conformación del aparato gubernamental: una mirada a partir de las reformas electorales en materia de equidad de género”. Compilado por María Luisa González Marín y Patricia Rodríguez López. Lími-

tes y desigualdades en el empoderamiento de las mujeres PAN, PRI, PRD, 2008, México: Porrúa. •

Zúñiga Añazco, Yanira. 2005. “Democracia paritaria: de la teoría a la práctica”. Revista de Derecho, vol. XVIII, no. 2, diciembre.

129



Las elecciones autonómicas en España: Galicia y País Vasco, un análisis pormenorizado de los comicios del 1 de marzo de 2009 Gema Sánchez Medero* Rubén Sánchez Medero**

Resumen Las elecciones autonómicas, celebradas el 1 de marzo en Galicia y el País Vasco, han sobrepasado el ámbito autonómico para ser analizadas en clave nacional. Por este motivo, a lo largo de este artículo hemos analizado los resultados que se han producido en ambas comunidades autónomas y las consecuencias que van a ocasionar éstos, tanto a nivel autonómico como nacional. No obstante, estos comicios han servido para medir la capacidad electoral que

*

**

realmente poseen unos y otros antes de las elecciones europeas, saber si la crisis económica ha supuesto una pérdida de votos para los socialistas y si los presuntos casos de corrupción que han afectado al PP han podido influir en los resultados que éstos han obtenido, y averiguar si los resultados cosechados en ambas comunidades autónomas condicionarán lo que resta de legislatura para el gobierno de España. Palabras clave: elecciones autonómicas, Galicia, País Vasco, PP y PSOE.

Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora Titular Interina del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Especialista en análisis electoral, partidos políticos, campañas electorales, administración pública, evaluación y políticas públicas, y nuevas formas de guerra. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid. Doctorando del Departamento de Ciencia Política y de la Administración. Profesor Ayudante de Universidad del Departamento de Ciencia Política y Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, Universidad Carlos III. Especialista en análisis electoral, campañas electorales, comunicación en organizaciones, marketing público, administración pública y políticas públicas.

Los juicios y afirmaciones expresados en este artículo son responsabilidad de los autores, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.

131


Abstract The elections held on March 1 in the Basque Country and Galicia has exceeded the autonomous area to be analyzed in key national. For this reason, throughout this article we have analyzed the results that have occurred in both regions and the consequences that will cause them both autonomous and nationally. However, these elections have served to measure the capacity they actually have elections and a few others before the European elections, whether the economic crisis has meant a loss of votes for the Socialists and the alleged corruption cases that have affected the PP could influence the results they have obtained, and whether the results produced in both regions would shape the remainder of legislature for the government of Spain. Keys words: autonomic elections, Galicia, Basque Country, PP and PSOE.

I. Introducción En España, el 1 de marzo se celebraron elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco. Comicios que, pese a tener carácter regional, se han analizado en clave nacional por 1

todos los partidos que participaron en los mismos. Todos ellos se han implicado de una manera integral, poniendo en funcionamiento su maquinaria electoral, como si se tratase de unas elecciones generales, hasta tal punto, que los líderes nacionales han participado activamente en las mismas para dar apoyo a los candidatos de su partido. Asimismo, los debates que se han producido han sido básicamente sobre temáticas que afectan más bien al ámbito nacional que al territorial de cada una de las comunidades, y se ha aludido a la buena o mala gestión gubernamental para pedir el voto en un sentido u otro, incluso el Presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a advertir que “votar a Touriño, candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Galicia, era lo mismo que votar a Zapatero en las Generales”.1 Todo porque estas elecciones, junto con las europeas que celebrarán en junio de 2009, van a suponer una revalidación tanto para el Presidente del partido de la oposición, Mariano Rajoy, como una prueba de la capacidad electoral del PSOE, tras la crisis económica y el empate técnico que anuncia la encuesta de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El Periódico, 28/2/2009. También en: http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=591079&idseccio_PK=1008

132


Por todo ello, la campaña electoral no estuvo exenta de polémica. Primero, fue la ilegalización de las candidaturas de Demokrazia Hiru Milioi (DHM) y Askatasuna, como parte de la aplicación de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, que contempla la anulación de todas aquellas candidaturas que no condenen expresamente el terrorismo y de todas aquellas organizaciones que circunden el entorno de Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Posteriormente, con una naturaleza judicial pero una lectura netamente política, se incorporó al escenario electoral la investigación que abrió el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por una supuesta trama de corrupción que operaba en Madrid, Valencia y la Costa del Sol, en plena precampaña electoral. El hecho hubiera pasado desapercibido si no fuese porque entre los presuntos implicados que estaban siendo investigados por blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias había destacados miembros del Partido Popular (PP), por ejemplo: Alberto López Viejo, Consejero de Deporte de la Comunidad de Madrid; Arturo González Panero, Alcalde de Boadilla de Monte; o Jesús Sepúlveda, Alcalde de Pozuelo de

2

Alarcón. Esto era una instrucción de carácter secreto que fue debidamente infiltrada desde la propia Audiencia a la prensa. Un hecho que, indudablemente, generó cierto malestar entre las filas populares, que acusaron al juez de la Audiencia Nacional de estar articulando una operación de desprestigio contra el partido en plena precampaña electoral. Además, este suceso produjo una total inquietud entre la cúpula dirigente del PP, más aún cuando se encontraban ante la obligación de obtener unos buenos resultados para reforzar su liderazgo y demostrar que eran capaces de restar votos al Partido Socialista. Esta serie de hechos no hicieron más que acrecentar la tensión a medida que se aproximaban los comicios. Fomentada por la encuesta del CIS que pronosticaba un empate técnico entre los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, con unos porcentajes de voto del 39.5 y 39.7%, respectivamente.2 De ahí, que en este artículo nos hayamos decantado por un análisis de estos comicios desde una doble perspectiva: la correspondiente al ámbito territorial de cada una de las dos comunidades autónomas objeto de estudio, y la propia que hace relación al panorama político nacional de España.

Encuesta que se dio a conocer el 12/02/2009. La encuesta a la que se hace alusión es el Barómetro Enero de 2009, del CIS, con número 2 782, del 9/01/2009.

133


II. Los procesos electorales autonómicos en España Desde la instauración del Estado Autonómico en España se han celebrado 17 elecciones autonómicas, una para cada comunidad autónoma. Sin embargo, y dado que el ritmo de configuración que han tenido las autonomías no ha sido el mismo para todas las comunidades autónomas (CC. AA), tampoco lo ha sido el número de elecciones autonómicas celebradas en las distintas CC. AA, ni ha coincidido en todas ellas la fecha de realización de la elección (Pallares, 1991: 284). Todo ello se debe a que las CC. AA. que alcanzaron la autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución Española (CE) siguieron un proceso político-electoral propio para cada una de ellas.3 Mientras que las CC. AA. que apostaron por la vía ordinaria del artículo 143 y 146 de la CE tuvieron un proceso político electoral coincidente en el tiempo para todas ellas.

III. Las elecciones autonómicas de Galicia Las elecciones autonómicas de Galicia han supuesto la primera derrota 3 4

electoral de José Luis Rodríguez Zapatero desde que la crisis económica ha irrumpido en la escena política española. En estos comicios, los socialistas han perdido un escaño respecto a los anteriores comicios y han pasado de 25 a 24 escaños. Lo mismo le ha sucedido a su socio de gobierno, el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), que se ha quedado con 12 diputados. Mientras que el candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, ha obtenido 39 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta, lo que le ha permitido recuperar el gobierno de Galicia y brindar a Mariano Rajoy, presidente del PP, un triunfo en esta comunidad autónoma. Algo que, en un principio, las encuestas no vaticinaban.4 No obstante, la suma de votos del PSOE y del BNG ha sido superior a la del PP. La explicación se encuentra en que hace 4 años la coalición contaba con casi 110 995 votos más que los populares, mientras que ahora la diferencia es de 9603 votos, sin embargo, no le ha posibilitado tener más escaños. Las causas que podrían explicar el triunfo del PP son la crisis económica y la escasa capacidad de respuesta del Gobierno socialista. Tampoco

El artículo 151 hace referencia a las CC. AA. históricas, es decir, País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía. El sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, difundido en febrero de 2009, realizó unas valoraciones favorables al Partido Socialita que, con 27 escaños, podría gobernar de nuevo en Galicia en coalición con el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), con 12 ó 13. El PP obtendría entre 35 y 36 escaños, según la encuesta oficial, realizada en la segunda quincena de enero.

134


podemos pasar por alto los exorbitantes costes de la reforma y accesorios de la Presidencia de la Junta de Galicia. De ahí que, por ejemplo, en Pontevedra, que ha sido la provincia que ha sufrido el mayor incremento de luchas huelguísticas durante esta última Legislatura, el PP ha recuperado votos mientras que la izquierda los ha perdido. En esta provincia, los populares han crecido gracias a que 17 574 electores más han depositado en ellos su confianza, mientras que los socialistas y los nacionalistas gallegos han dejado de contar con el apoyo, 72 226 y 44 323, respectivamente. No obstante, si continuamos profundizando en nuestro análisis, debemos preguntarnos a dónde han ido a parar los 116 569 votos que han dejado por el camino el PSOE y el BNG. Una pérdida que no se puede justificar por un incremento de la abstención, pues la participación ha aumentado respecto a los comicios autonómicos de 2005. Por tanto, esos votos han ido a parar a otros partidos. Sin duda, todo nos haría pensar en la Unión, Progreso y Democracia (UPyD) que, pese a no conseguir representación parlamentaria, ha entrado con fuerza en el panorama gallego con 23 529 votantes, además de otras fuerzas políticas; ya que si no, cómo poder explicar este fenómeno, cuando la abstención no sólo no ha crecido sino que ha dis-

minuido en relación con las elecciones autonómicas de 2005. Además, cabe mencionar que el BNG también ha sufrido la aparición de la Tierra Gallega (TEGA), partido con el que compite en el mismo espacio político y que ha obtenido 18 802 votos. En todo caso, habría que decir que los resultados de estas elecciones autonómicas en Galicia muestran las siguientes características generales: a) predominio del voto de centro-derecha, b) predominio del voto de los partidos de ámbito estatal, c) existencia de voto diferencial, d) tendencia a la concentración del voto en las dos opciones mayores, e) el incremento de las tasas de participación no ha perjudicado al PP, y f) la integración de casi 100 000 nuevos votantes en este procedimiento electoral.

a) Predominio del voto centro-derecha Para realizar este análisis vamos a articular el espacio partidario sobre la dimensión izquierda-derecha, reconociendo dos grandes subespacios: el centro-derecha y el centroizquierda. Somos conscientes de que se podrían hacer muchas otras divisiones, pero la aquí presentada puede ser igualmente válida para el estudio que estamos realizando. Pues bien, siguiendo estos parámetros

135


se podría decir que en las últimas elecciones celebradas en Galicia, es decir, las autonómicas de 2005 y 2009 y las generales de 2008, el partido con mayor número de votos y de escaños ha sido una opción de centro-derecha, el PP. Por ejemplo, en las elecciones autonómicas de

2005 recibió 756 562 votos, en las generales 809 879 y en las autonómicas de 2009, 760 591 (Ver Tabla 1). Una tendencia que se ha visto reforzada en estos comicios en los que ha logrado incrementar en 4029 votantes su respaldo electoral respecto a las anteriores autonómicas.

Tabla 1 Resultados de las elecciones autonómicas y generales en Galicia (2005-2009) 2009 Partido

Escaños

Votos

2008 %

Escaños

2005

Votos

%

Escaños

%

Votos

PP

39

760 591

47.09

11

809 879

43.86

37

756 562

45.03

PSOE

24

483 357

29.93

10

750 492

40.64

25

555 603

33.07

BNG

12

267 631

16.57

2

212 543

11.51

13

311 954

18.57

UPyD

---

23 529

1.46

---

10 110

0.55

---

---

---

TEGA

---

18 402

1.14

---

---

---

---

---

---

EU-IU

---

15 948

0.99

---

25 308

1.37

---

12 419

0.74

Participación

---

1 629 555

70.45

---

1 859 754

70.48

---

1 680 202

68.1

Abstención

---

683 408

29.55

---

779 062

29.52

---

936 591

31.9

Blancos

---

27 813

1.71

---

19 289

1.04

---

28 558

1.3

Nulos

---

14 513

0.89

---

13 266

0.71

---

---

---

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de la Junta de Galicia y el Ministerio de Interior.

Este predominio electoral no se ve acompañado por una hegemonía en el poder. Pues para que esta opción política pueda gobernar necesita vencer por mayoría absoluta, si no la aritmética parlamentaria juega a favor de los partidos po-

136

líticos de izquierda, ya que desde que la Coalición Gallega (CG) y el Centro Democrático y Social (CDS) desaparecieran, el PP se ha quedado solo en la Asamblea Gallega, es decir, no tiene ninguna otra formación política para poder pactar en caso


de no obtener mayoría absoluta. Algo que le ha impedido gobernar en la Legislatura anterior. Pero en esta ocasión, el centro-derecha ha vuelto a conseguir una mayoría absoluta que le permite recuperar el Gobierno de la comunidad que había perdido a favor de la izquierda en 2005. Esto confirma que, salvo en contadas ocasiones en las que se ha producido un giro moderado hacia la izquierda, el centro-derecha ha sido la fuerza predominante en Galicia, gobernando en dicha comunidad desde 1977 hasta 2009, con dos únicas excepciones: el gobierno de Fernando Ignacio González Laxe (Partido dos Socialistas de Galicia-PSOE) entre 1987-1990 y el de Emilio Pérez Touriño (Partido dos Socialistas de Galicia-PSOE y BNG) entre 2005-2009. No obstante, es cierto que las fuerzas de centro-derecha han sido las predominantes en la Cámara gallega, pero si sumásemos todos los porcentajes de votos de los partidos de izquierda, es decir, todas las formaciones políticas de este espectro que hayan obtenido representación o no, la relación de fuerzas cambiaría a favor de las organizaciones de izquierda. Eso significa que la dispersión del voto en la izquierda perjudica considerablemente sus opciones para gobernar en la comu-

nidad gallega. Más cuando nuestro sistema electoral tiende a favorecer a las 2 formaciones políticas que concentran mayor número de votos en una circunscripción electoral, debido al empleo de la Ley D´Hont. En todo caso, como ya hemos mencionado, la preponderancia de las fuerzas de izquierda sólo se ha producido en dos ocasiones, una de ellas en las elecciones autonómicas de 2005. En estos comicios, los partidos de izquierda, PSOE/BNG, consiguieron el 51.65% de los votos, lo que se tradujo en una representación de 38 escaños que les otorgaban la mayoría absoluta y el Gobierno de la Junta de Galicia. Pero esta correlación de fuerzas también se ha reproducido en las elecciones generales. Si nos fijamos en los datos que nos aporta la tabla 1, por lo menos en las generales de 2008, fueron los partidos de izquierda los que dominaron la escena política con el 52.15% de los votos. Sin embargo, si dispusiéramos de los datos de todas las elecciones generales podríamos comprobar, como en todos los demás comicios, salvo en las generales de 2004, que la relación de fuerzas ha sido exactamente la misma que las anteriormente descritas, es decir, los partidos de centroderecha han sido los predominantes en este tipo de elecciones.

137


Tabla 2 Resultados de elecciones autonómicas y generales (2005-2009) en Pontevedra 2009

2008

Escaños

Votos

%

11

256 524

47.23

3

7

160 443

29.54

3

BNG

4

95 065

17.50

UPyD

---

8277

1.52

Partido

PP PSOE

2005 %

Escaños

Votos

%

268 446

43.69

10

238 950

43.90

249 086

40.53

8

182 207

33.48

1

70 735

11.51

4

103 767

19.06

---

3373

0.55

---

---

---

Escaños

Votos

TEGA

---

721

0.13

---

---

---

---

---

---

EU-IU

---

6301

1.16

---

9623

1.57

---

4126

0.76

Participación

---

548 385

70.72

---

619 118

71.28

---

548 385

63.58

Abstención

---

227 080

29.28

---

249 442

28.72

---

---

36.42

Blancos

---

8731

1.59

---

6471

1.05

---

---

1.31

Nulos

---

5238

0.96

---

4617

0.75

---

---

0.48

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de la Junta de Galicia y el Ministerio de Interior.

Si atendemos a la distribución de votos por provincias, en función de las tablas 2, 3 y 4, podremos comprobar cómo los populares han vuelto a ser la fuerza política más votada en todas ellas. Aparentemente sólo en la provincia de Pontevedra se podría hablar de cierta tendencia hacia la aproximación entre las 2 grandes fuerzas políticas, ya que en esa provincia el PP sólo ha obtenido 2 y 4 escaños más que el PSOE en las elecciones autonómicas de 2005 y 2009, respectivamente (ver Tabla 2). No obstante, si nos fijamos en el número de votos totales, podemos comprobar que esa proximidad no

138

ha sido tal como parece, ya que ambos se encuentran separados por 100 000 votantes, aproximadamente y, por tanto, ha sido una diferencia más amplia a la que ha conseguido el PP en otras provincias donde ha logrado un número mayor de diputados. Sin embargo, si tomamos estos datos y los analizamos por bloques ideológicos la situación se torna diferente, ya que en esta provincia las fuerzas de izquierda han vencido a los partidos de centro-derecha. En las elecciones autonómicas de 2009 se ha producido un empate técnico entre ambos bloques, con 11 diputados cada uno de ellos. En cambio,


en las elecciones generales de 2008 y las autonómicas de 2005 fueron los partidos de izquierda los que resultaron vencedores respecto a las fuerzas de centro-derecha. En las

primeras la correlación de fuerzas eran de 4 a 1 a favor de los partidos de izquierda, mientras que en la segunda era de 12 a 10 también a favor de la izquierda.

Tabla 3 Resultados de las elecciones autonómicas y generales (2005-2009) en Ourense 2009 Partido

Escaños

2008

Votos

%

Escaños

2005 %

Votos

Escaños

Votos

%

PP

8

103 160

49.00

2

114 433

47.29

8

115 684

50.60

PSOE

4

64 165

30.47

2

94 315

38.98

4

70 251

30.72

BNG

2

35 331

16.78

---

26 235

10.84

2

37 141

16.24

UPyD

---

1491

0.71

---

1101

0.45

---

---

---

TEGA

---

520

0.25

---

---

---

---

---

---

EU-IU

---

1113

0.53

---

1658

0.69

---

766

0.34

Participación

---

212 209

75.47

---

243 639

68.57

---

212 209

75.47

Abstención

---

68 985

24.53

---

111 650

31.43

---

---

35.55

Blancos

---

2398

1.13

---

1783

0.74

---

2398

0.85

Nulos

---

1658

0.78

---

1653

0.68

---

---

0.44

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de la Junta de Galicia y el Ministerio de Interior.

Ourense y A Coruña han sido, en cambio, las dos provincias en las que el PP ha marcado una mayor diferencia en escaños respecto al PSOE. En Ourense, los populares han alcanzado el doble de escaños que los socialistas, es decir, 4 más. Los mismos en los que se sitúa la

diferencia entre uno y otro partido. Y esto ha sucedido en las dos elecciones autonómicas aquí estudiadas, tanto en 2009 como en 2005. En cambio, de nuevo, en las elecciones generales de 2008 se ha producido un equilibrio de fuerzas ligeramente a favor del centro-derecha.

139


Tabla 4 Resultados de las elecciones autonómicas y generales (2005-2009) en A Coruña 2009

2008

Escaños

Votos

%

12

294 683

45.86

4

8

189 971

29.56

3

BNG

4

104 201

16.22

UPyD

---

11 214

1.75

TEGA

---

15 532

2.42

---

EU-IU

---

7158

1.11

---

Participación

---

648 028

67.93

---

Abstención

---

305 950

32.07

---

Blancos

---

12 965

2

Nulos

---

5431

0.84

Partido

PP PSOE

2005 %

Escaños

Votos

%

316 688

42.67

11

286 278

42.76

304 398

41.01

8

221 436

33.07

1

88 830

11.97

5

136 696

20.42

---

4468

0.6

---

---

1.00

---

---

---

---

---

11 669

1.57

---

6691

---

747 463

69.96

---

648 028

67.93

320 970

30.04

---

---

36.79

---

8783

1.18

---

12 985

1.41

---

5232

0.7

---

---

0.42

Escaños

Votos

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de la Junta de Galicia y el Ministerio de Interior.

En A Coruña, al igual que en Ourense, el PP ha sacado 4 escaños de ventaja al PSOE. Sin embargo, si tomamos en relación los diputados que han obtenido PSOE/BNG, se ha producido un empate técnico entre el centro-derecha y la izquierda. Aunque en las autonómicas de 2005, los partidos de izquierda obtuvieron más escaños que el centro-derecha, con una correlación de fuerzas de 13 a 11 a favor de la izquierda. Esto nos indica que ha sido en esta pro-

140

vincia donde la izquierda consigue sus mejores resultados. No obstante, las dos grandes ciudades de esta provincia, Santiago de Compostela y A Coruña, han sido gobernadas durante años por partidos o coaliciones de izquierda. Y si en las elecciones autonómicas de 2009 se ha dado un empate entre ambas fuerzas, ha sido porque el BNG ha perdido un diputado que ha ido a parar al PP, con lo cual el poderío de uno y otro bloque se ha situado en 12 diputados.


Tabla 5 Resultados de las elecciones autonómicas y generales (2005-2009) en Lugo 2009 Partido

Escaños

2008

Votos

%

Escaños

2005 %

Votos

Escaños

Votos

%

PP

8

106 224

48.56

2

110 312

44.52

8

115 650

48.65

PSOE

5

68 778

31.44

2

102 693

41.45

5

81 709

34.37

BNG

2

33 034

15.10

---

26 743

10.79

2

34 350

14.45

UPyD

---

2547

1.16

---

---

---

---

---

---

TEGA

---

1629

0.74

---

1168

0.47

---

---

---

EU-IU

---

1376

0.63

---

2358

0.95

---

836

0.35

Participación

---

220 933

73.08

---

249 534

72.01

---

220 933

73.08

Abstención

---

81 393

26.92

---

97 000

27.99

---

---

31.34

Blancos

---

3719

1.68

---

2252

0.91

---

---

1.02

Nulos

---

2186

0.99

---

1764

0.71

---

---

0.50

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de la Junta de Galicia y el Ministerio de Interior.

En Lugo, en cambio, la situación ha sido totalmente diferente. En esta provincia el predominio de las fuerzas de centro-derecha siempre ha sido la tónica dominante. Es más, se puede decir que esta provincia, junto a Ourense, ha sido uno de los fortines electorales de los populares. Aunque aparentemente la diferencia sólo haya sido de un diputado y algo más de 4000 votos. Pero sí es notable el número de votos y de escaños que han separado a los 2 grandes partidos de ámbito nacional, que ha sido 3 escaños y unos 37 000 votantes. Por tanto, las fuerzas de centroderecha han sido las predominantes

en Galicia, y en las elecciones autonómicas de 2009, la victoria del PP se ha fundamentado en Ourense y Lugo. Un hecho que confirma la tendencia de esta región sólo rota por la dispersión que pudiera producirse en este tipo de elecciones, perdiendo terreno en las elecciones generales.

b) Predominio del voto de los partidos de ámbito estatal Los partidos de ámbito estatal —PP, PSOE, Izquierda Unida (IU) y UPyD— han continuado acaparando el mayor porcentaje de votos, en concreto

141


el 79.47% de los votos, 0.63 puntos más respecto a las elecciones autonómicas de 2005, pero 6.95 puntos menos que en las elecciones generales de 2008. Aunque no es de extrañar, debido a la incidencia que en Galicia, como podremos ver en el apartado siguiente, tiene el voto diferencial. Mientras tanto, las fuerzas nacionalistas sólo han logrado el apoyo del 18.03% de los electores. Una cifra que evidencia que los partidos nacionalistas han sufrido un deterioro de sus aspiraciones. Más en aquellos lugares en los que, como Galicia, han ejercido labores de Gobierno, una responsabilidad que no les ha reportado el beneficio electoral esperado. El BNG ha visto reducido, respecto a las elecciones autonómicas de 2005, su respaldo electoral en 47 323 votantes, sin embargo, ha experimentado una ligera mejoría en relación con los comicios generales de 2008 en los que 99 411 electores dejaron de prestar su voto al partido nacionalista gallego. No obstante la traducción de votos y cuotas de representación, sólo ha cedido un diputado, y sus votos no han recaído ni en los socialistas ni en los populares, ya que los primeros han sufrido un descenso electoral y los segundos sólo han incrementado su cuota de voto en 4029, por lo tanto, lo lógico es pensar que éstos han ido a parar a TEGA, y, sobre todo, a la abstención.

142

También debemos tomar en consideración que, en el panorama político gallego actual, los partidos nacionalistas se encuentran únicamente representados por el BNG, mientras que en los 80 también competían en este espectro político, con la Coalición Gallega (CG), el Partido Galleguista (PG), el Partido Nacionalista Gallego (PNG), y el Bloque Nacional Popular Gallego (BNPG). Aunque esto no tiene por qué significar un mayor o menor apoyo. Pero sí puede ser sintomático de que en aquellos años el mensaje nacionalista tenía un mayor calado en la sociedad gallega que en la actualidad. Del mismo modo que el BNG ha terminado siendo víctima de su propia estrategia de agrupar en su organización todas las opciones nacionalistas, concentrando, lógicamente, sus votos. Lo que está dificultando su consolidación electoral y diluye en gran parte el debate. Bien, estamos realizando nuestro análisis desde una perspectiva global, pero qué ha acontecido en cada una de las provincias. Lugo ha sido donde los partidos estatales han alcanzado el mayor porcentaje de representación, el 80%, después le han seguido Ourense, Pontevedra y A Coruña, con 79.47%, 76.77% y 75.42%, respectivamente. Mientras que las fuerzas nacionalistas han cosechado sus mejores resultados


en Pontevedra y, paradójicamente, en Ourense. Eso, que esta última ha sido uno de los feudos más fieles del PP, que precisamente no se ha caracterizado por un marcado nacionalismo; pero ha sido la provincia en la que el nacionalismo ha descendido menos respecto de las elecciones autonómicas de 2005, en concreto sólo lo ha hecho en 0.54 puntos, mientras que en Pontevedra ha disminuido su porcentaje de votos en 1.56 puntos y en 4.2 en A Coruña, aunque eso sí en Lugo lo ha incrementado en 0.65 puntos.

c) Existencia de voto diferencial Otro elemento que ha estado en juego en los resultados electorales es la diferenciación que hacen los electores entre las elecciones autonómicas y las generales. Si observamos la Tabla 2 podemos comprobar cómo las fuerzas políticas estatales han visto aumentar su porcentaje de votos en las elecciones generales. En las de 2008 estos partidos políticos consiguieron el 84.5% de los votos, mientras que las fuerzas nacionalistas sólo pudieron recabar el apoyo del 11.51% de los gallegos. Con lo cual, las formaciones estatales han conquistado un 7.48% más de votos que en las elecciones autonómicas de 2009 y un 6.4% más que en las

de 2005. En cambio, el BNG ha visto cómo su porcentaje de voto disminuye en las elecciones generales. No es de extrañar, es posible que los votantes nacionalistas consideren que a nivel nacional sus intereses pueden ser defendidos mejor por una fuerza con una mayor presencia en el Congreso de los Diputados como puede ser el Partido Socialista y, por tanto, pueden variar su opción política según la elección de la que se trate. Esto puede explicar en buena medida por qué los socialistas han aumentado en 194 889 sus votos respecto a las elecciones autonómicas de 2005 mientras que el BNG ha dejado de contar con el apoyo de 99 152 electores.

d) Tendencia a la concentración del voto en las 2 opciones mayores Derivado de lo anterior, decir que en las elecciones autonómicas gallegas se ha evidenciado una tendencia, que, aunque con excepciones muy características, parece dominante en la mayor parte de España (Montero, 1988: 15 y 16), a la concentración del voto en las 2 opciones principales. Si nos centramos en las 5 tablas que hemos presentado, podemos ver cómo entre el PP y el PSOE representan el 78% de los diputados de la Asamblea ga-

143


llega, porcentaje que se repitió en las elecciones autonómicas de 2005, mientras que cuando se ha tratado de elecciones generales los 2 han acaparado el 84% de los diputados que se han repartido en esa comunidad autónoma. Y exactamente lo mismo ha sucedido en las 4 provincias gallegas, ya que en ninguna de ellas, la suma de ambos partidos ha bajado del 75% en las elecciones autonómicas y del 80% en las nacionales. Eso sí, hay que señalar que Pontevedra y A Coruña han sido las 2 provincias donde la suma de los 2 grandes partidos ha obtenido unos resultados inferiores a los que han conseguido en Lugo y Ourense. En concreto, en aquellas 2 provincias estos partidos han sacado 5 puntos menos que en estas 2 últimas provincias. Pero lo mismo ocurrió en las elecciones autonómicas de 2005, lo que nos indica de nuevo que A Coruña y Pontevedra son 2 provincias en las que el nacionalismo ha logrado sus mejores resultados.

e) El incremento de las tasas de participación no ha perjudicado a la fuerza de centro-derecha Para terminar, sólo nos resta mencionar que en estas elecciones la participación ha aumentado en 2.35 puntos si la comparamos con las

144

autonómicas de 2005 y en 0.3 si lo hacemos con las elecciones generales de 2008. Sin embargo, no parece que una mayor participación haya beneficiado al PSOE, sino más bien ha producido el efecto contrario puesto que los populares han visto cómo su número de votos ha crecido en unos 4000 y en 2 diputados. Si nos detenemos en Ourense, la provincia en la que el PP ha obtenido su mejor porcentaje de votos, los niveles de participación se han incrementado en 11.02%. Asimismo, en Pontevedra, donde los populares han recuperado un escaño y la participación se ha ampliado en 7.14 puntos. Entonces, la alta participación de estas elecciones, con un 70.46%, la cifra más alta de toda la historia de las elecciones autonómicas de Galicia, no ha perjudicado al PP, ya que ha alcanzado una mayoría absoluta que le ha permitido recuperar el gobierno de la Junta de Galicia. Esto significa que una alta participación no siempre beneficia a los partidos de izquierda, que los posibles casos de corrupción que han salpicado a algunos miembros del PP no han pasado factura al partido de Mariano Rajoy, y que su liderazgo se ha visto reforzado como consecuencia de esta victoria electoral.


f) La integración de casi 100 000 nuevos votantes en este procedimiento electoral Según los datos facilitados por la Consejería de Presidencia y el Instituto Nacional de Estadística, el 1 de marzo estaban convocados a las urnas más de 2.6 millones de gallegos, de los cuales 2 311 515 (83.3%) residían en Galicia y 335 357 (12.7%) formaban parte del Censo Electoral de Residentes Ausentes y, de ellos, un total de 92 110 jóvenes gallegos ejercían por

primera vez su derecho a voto en unas elecciones autonómicas. En todo caso, es difícil averiguar cómo ha podido influir la participación de estos nuevos votantes en el resultado final, si es que lo ha hecho. Para ello, vamos a tomar como base de nuestro análisis la evolución de votos que han experimentado cada uno de los partidos políticos en las 4 provincias gallegas, tomando en consideración el número de nuevos electores que existen en cada una de ellas.

Tabla 6 Nuevos electores del CER por haber cumplido 18 años desde procesos electorales anteriores Provincia

Número de nuevos electores

A Coruña

36 771

Lugo

11 087

Ourense

9947

Pontevedra

34 315

Total

92 120

Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Las provincias en las que ha existido mayor número de nuevos votantes han sido, según la tabla 6, Pontevedra y A Coruña. En la primera, los populares han incrementado su presencia en la Cámara gallega en un escaño y su número de votos

en 17 574. Mientras que los socialistas han perdido 21 764 votos y 1 diputado, y los nacionalistas 8702 votos, aunque han mantenido sus 4 escaños. Si sumamos los votos con los que han dejado de contar unos y otros, tenemos 26 276. Si además

145


consideramos los votos que han obtenido la TEGA y la UPyD, que han podido ser restados a estas 2 fuerzas políticas, más los que ha aumentado la IU en esta provincia, tenemos 11 173. Con lo cual, se podría decir, no sin cierta prudencia, que los nuevos votantes han apoyado mayoritariamente al Partido Popular. Téngase en cuenta que si, por ejemplo, consideramos que los votos que han obtenido la TEGA, la UPyD y la IU han sido a costa de los socialistas, mientras que los restantes de los votos que han perdido los socialistas ha ido a parar al PP, porque al menos 2400 personas han votado por primera vez a los populares. En la segunda, el PP ha aumentado su respaldo en 8405, lo que le ha propiciado un escaño más. Pero en este caso, ha sido el BNG el que ha perdido un diputado en la Asamblea gallega, además de 32 495 votantes y, en esta ocasión, el PSOE sólo ha sufrido un descenso de votos, en concreto, 31 465. En este caso, podemos decir que los grandes beneficiados de la inclusión de los nuevos votantes han sido la UPyD, la TEGA, y el PP que son las únicas fuerzas políticas que han visto incrementado su número de votos en esta provincia.

5

IV. Las elecciones autonómicas del País Vasco El Partido Nacional Vasco (PNV) ha sido el vencedor de las elecciones autonómicas celebradas en esta comunidad autónoma el 1 de marzo de 2009. Sin embargo, ésta será la primera vez que en el País Vasco las fuerzas nacionalistas no cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento de Vitoria, lo que ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de que el candidato socialista, Patxi López, sea elegido lehendakari5 con el apoyo del PP. Aunque, sin duda, la apuesta de la burguesía vasca sería un gobierno estable PNV/PSOE. Sin embargo, un gobierno de coalición entre socialistas y peneuvistas parece, al menos de momento, poco probable. Menos aún, cuando el PP y el PSOE han suscrito un pacto de Legislatura, en virtud del cual Patxi López será proclamado lehendakari con el apoyo del Grupo Popular. En lo que se refiere estrictamente a los resultados, el PNV ha mejorado los resultados de las pasadas elecciones autonómicas de 2005, en las que se presentó en coalición

Lehendakari es el nombre que recibe el Presidente del gobierno vasco.

146


con Eusko Alkartasuna (EA), ya que en esta ocasión ha incrementado su presencia en la Cámara vasca en un diputado, situándose en 30. Pese a ello, ha retrocedido en número de votos, perdiendo 71 560 votantes. Los grandes triunfadores han sido el PSOE y Aralar, los socialistas han experimentado el mayor ascenso, pasando de 18 a 25 escaños, gracias a los 41 347 votos que han obtenido de más. Por su parte, Aralar ha aumentado su número de escaños en 3, contando en esta legislatura con 4 diputados. Otro de los que ha triunfado ha sido el UPyD, que se ha incorporado a la escena política vasca con fuerza, ya que en la primera vez que se ha presentado a unos comicios autonómicos ha conseguido un representante en el parlamento vasco. Por otra parte, el PP ha sido una de las 3 fuerzas políticas que ha sufrido un retroceso electoral, las otras 2 han sido Euzkadi Buru Batzar (EB-B) y Eusko Alkartasuna (EA). La primera ha experimentado un ligero descenso, que se ha plasmado en 2 diputados y 65 670 votantes menos. La segunda se ha quedado únicamente representada por un solo diputado. Y la tercera ha pagado las consecuencias de haberse presentado en coalición con el PNV en los anteriores comicios autonómicos.

Una de las claves, por tanto, de estas elecciones, es averiguar cómo se ha fraguado el crecimiento socialista. El éxito del PSOE se ha basado en la pérdida de votos del PP y de los votantes de otras fuerzas nacionalistas que, en esta ocasión, han decido cambiar el sentido de su voto al estar en desacuerdo con la postura soberanista que han defendido. Una radicalización que puede explicarse, en parte, porque el PNV ha sufrido un descenso electoral en el número de votantes que no de escaños. La irrupción de la UPyD en la política vasca ha restado votos, principalmente al PP, que ha visto mermado su respaldo como consecuencia de estos 2 hechos. El fracaso de EB-B ha sido producto de su participación durante 7 años en los gobiernos del PNV, ya que su electorado no le ha sabido perdonar su apoyo a un gobierno de derecha. Asimismo, y como consecuencia de todo ello, el incremento de votos de Aralar ha podido deberse a que se ha convertido en la única opción legal de la izquierda abertzale, y que además no se había implicado en el gobierno tripartido vasco, como EB-A y EA. En suma, se pueden extraer una serie de características de estas elecciones: a) predominio del voto por los partidos de centro-derecha, b) predominio del voto de los partidos nacionalistas,

147


c) tendencia a la concentración del voto en 2 opciones políticas de ideología distinta, d) orientación diferencial del voto, e) el voto abertzale no ha ido a parar a ninguna otra formación política, y f) el descenso de las tasas de participación ha beneficiado a los partidos constitucionalistas.

a) Predominio del voto por los partidos de centro-derecha En el País Vasco las fuerzas de centro-derecha, que se encuentran

6

representadas por el nacionalismo burgués vasco (PNV-EA) y la opción nacional del PP, son predominantes. No obstante, el Gobierno de la comunidad está lejos de garantizar esta mayoría, pues existe una total incapacidad de entendimiento entre los nacionalistas y el PP, hasta el punto que entre ambas fuerzas políticas sólo han sido posibles 2 acuerdos, y ambos se han producido a nivel nacional.6 Sin duda, derivado de los discursos, se confortan en torno a una cuestión primordial, la autodeterminación.

El primero fue cuando los populares ganaron por mayoría simple las elecciones generales de 2006 y buscaron al PNV, Convergència i Unió (CiU) y Coalición Canaria (CC) para suscribir un pacto de legislatura que diera la estabilidad necesaria al gobierno de la nación. Y el segundo fue tras las elecciones generales de 2000, cuando el PP pese a vencer en la misma con mayoría absoluta pretendió llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas para no romper el clima de diálogo que pareció caracterizar a la legislatura anterior.

148


Tabla 7 Resultados de las elecciones autonómicas y generales en el País Vasco (2005-2009) 2009 Partido

Escaños

2008 %

Votos

Escaños

2005

Votos

%

Escaños

%

Votos

EAJ-PNV

30

396 557

38.56

6

306 128

27.11

29

468 117

38.67

PSE-E

25

315 893

30.71

9

430 690

38.14

18

274 546

22.68

PP

13

144 944

14.09

3

209 244

18.53

15

210 614

17.40

ARALAR

4

62 214

6.05

---

29 989

2.66

1

28 180

2.33

EB-B

1

37 820

3.68

---

50 403

4.46

3

65 023

5.37

EA

1

36 134

3.51

---

50 371

4.46

---

---

---

UPyD

1

22 002

2.14

---

10 636

0.94

---

---

---

PCTV-EHAK

---

---

---

---

---

---

9

150 644

12.44

Participación

---

1 141 219

65.88

---

1 140 511

64.03

---

1 223 634

68

Abstención

---

634 833

34.12

---

640 629

35.97

---

575 889

32

Blancos

---

11 740

1.03

---

20 682

1.83

---

9001

0.7

Nulos

---

100 924

8.84

---

11 190

0.98

---

4035

0.33

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de Euskadi net y el Ministerio de Interior.

En cualquier caso, si observamos la Tabla 7, se podría decir que los partidos de centro-derecha, en todas las elecciones aquí estudiadas, han sido el bloque de fuerzas más votado y con mayor número de escaños. En las elecciones autonómicas de 2009, por ejemplo, los partidos de centroderecha han sumado 44 escaños y 577 635 votos. Lo que supone un respaldo del 56.16% de los electores. Mientras que las fuerzas de izquierda están representadas por 31 diputados y 437 929 electores. En las autonómicas de 2005 se produjo

prácticamente la misma relación de fuerzas. En estos comicios las fuerzas de centro-derecha consiguieron 44 escaños y 678 731 votantes, mientras que los partidos de izquierda obtuvieron 31 escaños y 518 393 votantes. Pero esto no sólo ha ocurrido en el ámbito autonómico, sino también en las elecciones generales. En ellas, las formaciones de centroderecha han logrado 9 diputados, los mismos que el PSOE, sin embargo, su respaldo electoral ha sido mayor con 515 372 votantes, 84 682 votos más que los socialistas.

149


En cuanto a la distribución del voto por provincias, cabría mencionar que se ha repetido el mismo equilibrio de fuerzas que el anteriormente expuesto. Sólo en el caso de la provincia de Guipuzcoa ha existido cierta aproximación de los partidos de izquierda, aunque de momento los partidos de centro-derecha continúan siendo los más votados y los que obtienen una mayor representación. En las elecciones autonómicas de 2009 las fuerzas de centro-derecha han conseguido 13

escaños y 158 511 votos, mientras que las formaciones de izquierda han obtenido 11 diputados y 139 167 votos, justo 19 344 votantes menos que los partidos de centro-derecha. Mientras que en las elecciones autonómicas de 2005 las formaciones políticas de centro-derecha sólo sumaron 13 escaños frente a los 12 que lograron los partidos de izquierda. Cifra que abre la posibilidad de hablar de un empate técnico, declinando, ligeramente, al centro-derecha.

Tabla 8 Resultados de las elecciones autonómicas y generales en Guipuzcoa (2005-2009) 2009 Partido

EAJ-PNV

2008

Escaños

Votos

%

Escaños

Votos

2005 %

Escaños

Votos

%

10

110 942

36.94

2

77 903

23.76

10

148 884

38.31

PSE-E

8

91 799

30.56

3

127 840

39

5

78 871

20.29

PP

3

31 817

10.59

1

47 858

14.6

3

51 780

13.32

ARALAR

2

31 043

10.34

---

17 332

5.29

1

15 396

3.96

EB-B

1

11 098

3.75

---

15 812

4.82

1

20 388

5.24

EA

1

15 752

5.24

---

25 455

7.77

---

---

---

UPyD

---

5227

1.74

---

2620

0.8

---

---

---

PCTV-EHAK

---

---

---

---

---

---

5

70 834

18.22

Participación

---

351 927

63.06

---

330 773

57.38

---

388 779

68.59

Abstención

---

223 059

36.94

---

245 728

42.62

---

188 122

32.38

Blancos

---

3781

1.07

---

7513

2.29

---

2832

0.73

Nulos

---

47 803

13.50

---

2958

0.89

---

1170

0.3

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de Euskadi net y el Ministerio de Interior.

150


Tabla 9 Resultados de las elecciones autonómicas y generales en Vizcaya (2005-2009) 2009

2008

Escaños

Votos

%

12

240 015

41.53

3

196 242

PSE-E

8

176 699

30.58

4

PP

4

81 015

14.02

1

Partido

EAJ-PNV

Escaños

2005 %

Escaños

Votos

%

31.1

11

267 247

40.97

233 371

36.99

6

152 459

23.37

116 110

18.4

5

114 845

17.61

Votos

ARALAR

1

24 586

4.25

---

9740

1.54

---

10 242

1.57

EB-B

---

19 893

3.44

---

27 471

4.35

1

36 226

5.55

EA

---

16 801

2.91

---

19 605

3.11

---

---

---

UPyD

---

10 801

1.87

---

5997

0.95

--

---

---

PCTV-EHAK

---

---

---

---

---

---

2

65 623

10.06

Participación

---

628 154

67.58

---

637 094

66.59

---

652 897

68.73

Abstención

---

30 891

32.42

---

319 615

33.41

---

318 060

31.27

Blancos

---

6162

0.98

---

10 581

1.68

---

4818

0.74

Nulos

---

44 073

7.02

---

6177

0.97

---

2162

0.33

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de Euskadi net y el Ministerio de Interior.

En el resto de provincias, es decir, Vizcaya y Álava, el centro-derecha ha marcado diferencias con la izquierda. En la primera, el centro-derecha ha cosechado excelentes resultados con 16 escaños. Exactamente los mismos que cosecharon en las elecciones autonómicas de 2005. Lo que demuestra que Vizcaya sigue siendo el gran feudo del nacionalismo vasco, a pesar de que los socialistas han recortado distancias al pasar de 6 a 8 escaños. Al mismo tiempo que los socialistas veían cómo se incrementaba su porcentaje de votos, también lo hacía el

de los nacionalistas vascos que han crecido en 24 240 votos. Respecto a las elecciones generales, únicamente cabe mencionar que sucede exactamente lo mismo. Los partidos de centro-derecha han sido mayoritarios en votos y escaños. En Álava han presentado rasgos similares a los anteriormente descritos. Las únicas diferencias que podemos advertir son que en esta provincia el centroderecha ha tenido porcentajes algo más bajos que en la anterior, en concreto 2.67 puntos menos, y que aquí el centro-derecha ha retrocedi-

151


do 16 468 electores. No obstante, y fruto de los nuevos escaños a repartir, ha incrementado su número de diputados en 1, y se ha situado en la Asamblea vasca con 15 diputados

procedentes de esta provincia. Por tanto, a raíz de estos datos, Guipuzcoa ha sido la provincia en la que las fuerzas políticas de izquierda han alcanzado su mayor apoyo electoral.

Tabla 10 Resultados de las elecciones autonómicas y generales en Álava (2005-2009) 2009 Partido

Escaños

Votos

2008 %

Escaños

2005 %

Votos

Escaños

Votos

%

EAJ-PNV

9

47 395

31.54

1

31 983

18.75

8

51 986

30.67

PSE-E

8

45 600

30.34

2

69 479

40.73

7

43 216

25.49

PP

6

32 112

21.34

1

45 276

26.54

6

43 989

25.95

ARALAR

1

6585

4.38

---

2917

1.71

1

6585

4.38

EB-B

---

5143

3.42

---

7120

4.17

1

8409

4.96

EA

---

5267

3.5

---

5311

3.11

---

5267

3.5

UPyD

1

5974

3.97

---

2019

1.18

---

---

---

PCTV-EHAK

--

---

---

---

---

---

2

14 161

8.39

Participación

---

161 138

65.84

---

172 644

69.63

---

170 668

69.89

Abstención

---

87 093

34.16

---

75 286

30.37

---

76 898

30.17

Blancos

---

1797

1.12

---

2588

1.52

---

1284

0.75

Nulos

---

9048

5.62

---

2055

1.19

---

688

0.4

Fuente: elaboración propia en función de la base de datos de Euskadi net y el Ministerio de Interior.

b) Predominio del voto de los partidos nacionalistas Con independencia de lo anteriormente expuesto, también habría que decir que han sido los partidos nacionalistas los que mayor número de votos y escaños han obtenido en los

152

comicios autonómicos. Lo que implica que el nacionalismo está fuertemente arraigado en esta comunidad autónoma. Tan es así que, desde la instauración del Estado de las Autonomías en España, el País Vasco no ha conocido ningún gobierno no nacionalista. Si nos centramos en la tabla


7 podremos comprobar cómo en las elecciones autonómicas de 2005 las fuerzas políticas nacionalistas estuvieron representadas por 42 diputados mientras que los llamados “partidos constitucionalistas”7 sólo pudieron sumar 35. Pero esta tendencia parece haberse modificado por primera vez en las elecciones autonómicas de 2009, en las que los partidos estatales han sumado más diputados que las fuerzas nacionalistas. En estos comicios, los partidos constitucionalistas han logrado situarse en una mayoría absoluta de 39 escaños, frente a los 36 de las fuerzas nacionalistas. Aunque en porcentaje de votos, la diferencia ha continuado manteniéndose a favor de los partidos nacionalistas que han contado con el 51.8% de los votos emitidos frente al 46.94% de los constitucionalistas. La cuestión de que estos últimos hayan tenido más escaños que los nacionalistas se ha debido al sistema de transformación de votos por representantes en la Cámara, la Ley D´Hont, gracias a la cual, la victoria en Álava de los partidos estatales se ha visto sobredimensionada en contra de los partidos nacionalistas. Si desprendemos de los datos generales el comportamiento por provincias, esta tendencia sólo se ha repetido en Álava. Provincia en la

7

que el apoyo a las fuerzas nacionalistas es menor y en la que el PP ha logrado su mayor número de votos. En esta provincia, los partidos constitucionalistas siempre han obtenido buenos resultados electorales, situándose por encima de los partidos nacionalistas. Pero no sólo en las elecciones autonómicas aquí estudiadas, sino también en las anteriores. Téngase en cuenta que en las autonómicas de 2005 la correlación de fuerzas fue de 13 a 12 a favor de los constitucionalistas. Aunque en esta ocasión ha sido todavía más favorable para los partidos de carácter estatal, con una relación de 15 a 10. En cambio, en las otras 2, Guipuzcoa y Vizcaya, los partidos nacionalistas han continuado ostentando la hegemonía que llevan practicando en el País Vasco desde hace 3 décadas. Tendencia que se ha visto modificada en las elecciones generales, ya que en este tipo de comicios los partidos constitucionalistas han sido los predominantes. Por ejemplo, en las elecciones generales de 2008, los partidos estatales estaban representados por 12 diputados frente a 6 de los partidos nacionalistas, es decir, los partidos estatales conseguían el 56.67% de los votos mientras que el PNV lograba el 27.11%.

Reciben tal denominación los partidos de ámbito nacional, como el PP, el PSOE y la UPyD.

153


c) Tendencia a la concentración del voto en 2 opciones políticas de ideología distinta En el País Vasco las fuerzas políticas que elección tras elección han sido las que más respaldo electoral han cosechado han sido el PNV y PSOE. Dos partidos políticos de características e ideología en principio antagónicas. Uno es un partido de ámbito nacional y de izquierda, que defiende la autonomía del País Vasco dentro del Estado español. Y otro es un partido nacionalista y de derecha, que pretende la autodeterminación e independencia de Euskadi. En todo caso, ambas fuerzas políticas han sido las que han obtenido un mayor número de escaños y porcentaje de votos. En las elecciones autonómicas de 2009, estos 2 partidos políticos han alcanzado 55 de los 75 diputados que estaban en juego, lo que ha supuesto el 69.27% de los votos emitidos. Tendencia que se reproduce en las 3 provincias vascas. Únicamente en Álava, el PSOE ha situado a un diputado de diferencia respecto a los nacionalistas (ver Tabla 9). También hay que tener en consideración otro hecho, en Guipuzcoa y en Vizcaya los socialistas han mejorado considerablemente sus resultados electorales. Dada cuenta que en las elecciones

154

autonómicas los socialistas alcanzaron 5 y 6 escaños en Guipuzcoa y en Vizcaya, mientras que las autonómicas de 2009 han crecido en 3 y 2 diputados, respectivamente.

d) Orientación diferencial del voto Los vascos han variado, de forma tradicional, su voto según la elección de la que se trate. En función de los datos que nos aporta la tabla 7, se puede verificar este hecho. Por ejemplo, en las elecciones generales de 2008 el Partido Socialista ha resultado ser la fuerza política más votada con el 38.14% de los votos y 9 escaños. Lo que nos indica que los socialistas lograron incrementar su porcentaje de votos respecto a las elecciones autonómicas de 2005 en 15.46 puntos. En parte por el descenso que experimentó el PNV en este tipo de convocatorias electorales, que ha sido de 11.56 puntos, y porque, normalmente, en este tipo de comicios se produce también un trasvase de votos del resto de las fuerzas políticas nacionalistas al Partido Socialista. Pero este voto diferenciado también se ha manifestado en el aumento, aunque sea en mucha menor medida que el de los socialistas, en el porcentaje de votos del PP, siendo éste algo superior al 1%.


En cuanto a la distribución del voto por provincias, en las elecciones generales habría que decir que en las 3 provincias el PSOE ha sido el partido más votado y con mayor número de escaños. Resultados que, en caso de sumarse a los obtenidos por el PP, los partidos constitucionalistas aventajan al PNV en todas las provincias. Es más, en Álava el PP, en solitario, ha conseguido unos porcentajes de voto superiores a los de los nacionalistas vascos, al tener 7.79 puntos más que el PNV (ver Tabla 8). En cualquier caso, habría que mencionar que los partidos estatales han obtenido en este tipo de comicios el 55.39% de los votos en Vizcaya, el 62.27% en Álava, y el 53.6% en Guipuzcoa. Lo que de nuevo corrobora los 3 hechos anteriormente mencionados: 1) Álava es la provincia menos nacionalista, 2) los vascos que en las elecciones autonómicas tienden a apoyar al PNV y a otras fuerzas nacionalistas vascas, en las elecciones legislativas suelen cambiar, en muchas de las ocasiones, su sentido del voto a favor del PSOE y, en mucha menor medida, del PP, y 3) en todos los casos, los partidos constitucionales incrementan su porcentaje de votos de las elecciones autonómicas a las elecciones generales, mientras que el PNV desciende entre 9.27 puntos en Vizcaya y 14.55 puntos en Guipuzcoa.

e) El voto abertzale no ha ido a parar a ninguna otra formación política La ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTVEHAK), y su imposibilidad de presentarse a los comicios autonómicos del 1 de marzo de 2009, abrió un debate político sobre dónde irán a recaer los 150 644 votos que cosechó esta fuerza política en las elecciones autonómicas de 2005. En principio, todo hacía pensar que los grandes beneficiados serían las fuerzas nacionalistas, sobre todo, Aralar, incluso, por qué no, el PNV. Sin embargo los resultados no nos inducen a seguir sosteniendo tal afirmación. Es cierto que, por ejemplo, Aralar ha incremento su número de votos en 34 034 electores, y que el PSOE lo ha hecho en 41 347 y que la UPyD ha irrumpido en la escena vasca con 22 002 votantes. Aunque no podemos considerar que el aumento de votos de estas 2 últimas fuerzas políticas haya sido consecuencia de un trasvase de votos de la formación abertzale. De acuerdo con los datos de la tabla 7 se podría decir que el hecho de que la abstención haya crecido en 2.12 puntos y 58 944 votantes puede haberse debido a la ilegalización de PCTV-EHAK. Si a estas cifras le sumamos los votos que ha

155


aumentado Aralar en estas elecciones autonómicas, podemos obtener una primera pista de dónde han ido a parar los votos de la formación ilegalizada. No obstante, ni siquiera con esto llegaríamos al número de votantes que cosechó el Partido Comunista de las Tierras Vascas en las elecciones autonómicas de 2005, que fue de 57 666 votantes menos. Pero sigamos profundizando más en los datos con los que contamos. Si ahora nos centramos en los votos nulos y en blanco que se han producido en las elecciones autonómicas de 2009, podemos obtener la clave de este asunto. Ni siquiera en las elecciones generales, donde suele haber un número más alto de votos nulos o blancos, como una forma de protestar contra el sistema, se han llegado alcanzar las cifras que se han dado en estos comicios autonómicos. En esta ocasión, los votos nulos han llegado a 100 924, lo que ha representado el 8.84% de los votos emitidos. Un número nada despreciable, sobre todo si lo comparamos con las elecciones generales de 2008 y las autonómicas de 2005, donde los votos nulos fueron 11 190 y 4 035, respectivamente. Mientras que los votos en blanco 8

en estos comicios autonómicos han sido 11 740. En cambio, en las generales de 2008 y las autonómicas de 2005, fueron 20 682 y 9001, respectivamente. Por tanto, si sumamos los votos nulos y blancos, tenemos un total de 112 664 votos. Si a esto le añadimos que la abstención ha aumentado y que Aralar también ha experimentado una mejora en su respaldo electoral, tenemos una visión de conjunto que explica la ubicación de los votos de PCTV-EHAK, los votantes de la izquierda abertzale, mayoritariamente, han votado nulo o en blanco y, en menor medida, se han decantado por la abstención o por depositar su voto a favor de Aralar.8 Hipótesis que se ve reforzada si observamos el número de votos nulos y en blanco que se han producido en Guipuzcoa, el feudo tradicional de las fuerzas abertzale. En esta provincia los votos nulos y en blanco han sumado 51 584, lo que equivale al 14.57% de los votos emitidos y 5.73 puntos más que la media en toda la comunidad autónoma. En Álava, en cambio, una provincia donde las fuerzas abertzale siempre han tenido menor número de votos, el porcentaje de votos nulos y en blanco se ha situado

Es un partido que pertenece al ámbito de la denominada “izquierda abertzale”, aunque a diferencia de otros partidos políticos del mismo espectro político rechaza y condena la violencia de ETA. Todo porque Aralar es una extensión política de Herri Batasuna, y posteriormente de Euskal Herritarrok, dos formaciones políticas muy próximas a la banda terrorista.

156


en 6.74, justo 2.1 menos que la media, e igual ocurre en Vizcaya, donde este tipo de votos representan el 8% de los votos emitidos, es decir, 0.84 puntos menos. Si nos detenemos en el poder local, descendiendo de la provincia a los feudos de poder de la izquierda abertzale como son, por ejemplo, Lizartza, Elduain, Iurreta y Hernani. Podemos observar que en virtud de los datos que arroja la Tabla 10, no cabe lugar a duda, los votantes abertzale en estas elecciones han

votado nulo y en blanco, como una medida de protesta por la ilegalización de su opción política. Si nos centramos en el porcentaje de votos nulos que ha presentado un pueblo como Hernani en estas elecciones autonómicas de 2009, los votos nulos han sido 2494 mientras que en las autonómicas de 2005 sólo fueron 17. Y lo mismo ha ocurrido en Lizartza, Elduain e Iurreta, donde los votos nulos han alcanzado porcentajes elevadísimos. Mucho más si los comparamos con las anteriores elecciones autonómicas.

Tabla 11 Votos en blanco y nulos en los cuatro pueblos vascos Autonómicas 2009 Blancos Pueblo

Lizartza Elduain Iurreta Hernani

Votos

5

Autonómicas 2005

Nulos %

1.45

Votos

205

Blancos %

59.42

Votos

3

Nulos %

Votos

0.77

2

%

0.51

1

0.81

55

44.72

0

0

0

0

15

0.73

293

14.29

11

0.47

13

0.55

102

1.16

2494

28.3

71

0.7

17

0.17

Fuente: elaboración propia en función de los datos facilitados en Euskadi.net.

f) El descenso de las tasas de participación ha beneficiado a los partidos constitucionalistas Las elecciones autonómicas de 2009 han presentado una tasa de participación inferior a las de 2005, en con-

creto, 2.12 puntos menos, pero 1.85 más que en los anteriores comicios generales de 2008. Precisamente esta disminución de la participación en las elecciones autonómicas ha coincidido con la primera victoria de los partidos constitucionalistas,

157


con un retroceso del PNV respecto a las elecciones autonómicas de 2005 y el debacle electoral de EA y EB-B. El descenso de estas fuerzas políticas puede haberse debido a una mayor abstención, y, por tanto, una menor participación. Y esto, indudablemente, ha beneficiado a los partidos estatales, ya que si los partidos nacionalistas hubieran mantenido el número de votos de las elecciones autonómicas de 2005, habrían vuelto a vencer en conjunto, aunque los partidos constitucionalistas hubieran presentado las cifras de las elecciones autonómicas de 2009. Si ése hubiera sido el caso, los partidos nacionalistas representarían el 56.25% de los votos, mientras que las fuerzas constitucionalistas habrían obtenido el 43.75%. Asimismo, allí donde los niveles de participación han sido mayores a la media de la comunidad, los resultados del PNV también han sido superiores. Por ejemplo, en Vizcaya los porcentajes de participación son de 67.58%, y en esta provincia el PNV ha tenido un respaldo electoral de 2.97 puntos más que el cómputo global de la comunidad autónoma. Pero allí, donde los niveles de participación han sido menores o similares a la media, el PNV ha sacado unos porcentajes de voto inferiores a la media que presentan en la comunidad autónoma.

158

V. Conclusiones Sin duda alguna, el resultado de las elecciones gallegas y vascas van a dificultar al gobierno la suma de una mayoría consolidada en el Congreso de los Diputados. Se puede decir que estos comicios han producido una doble consecuencia para el PSOE a nivel nacional. La primera es que los socialistas pierden aliados, tanto si gana o no. La derrota en Galicia y la ruptura del bipartito lo alejan del BNG, hasta ahora fiel aliado en Madrid y socio de Gobierno en la comunidad gallega. Además, los buenos resultados en el País Vasco los van dejar también sin el apoyo del PNV en el Congreso de los Diputados, porque el pacto que van a protagonizar el PSOE y el PP va a desalojar a los nacionalistas del poder tras 3 décadas de hegemonía en esa comunidad autónoma. Esto le va a obligar a buscar el apoyo de otros partidos parlamentarios para alcanzar los escaños suficientes para poder aprobar sus propuestas. Y la segunda es que al Presidente del Gobierno le va a resultar mucho más difícil gobernar con 169 diputados que con los 164 de la Legislatura anterior. Ya que CiU, que podría ser otra de las fuerzas políticas que le podría prestar sus 10 escaños para alcanzar la mayoría absoluta, parece que no va estar dispuesta a ello, so-


bre todo con la crisis económica que está atravesando el país, y eso que en la anterior Legislatura lo habitual era que todo el Congreso votara conjuntamente con el PSOE, dejando aislado al PP. Por tanto, en el Congreso sólo les queda el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Izquierda Unida (IU), que cuentan con 5 diputados en la Cámara baja. El problema es que Izquierda Unida ya pagó caro su apoyo a los socialistas en la anterior Legislatura y, por ello, ha visto reducida su presencia en la Cámara de 6 a 2 escaños. Algo similar le ha ocurrido a ERC, que ha pasado de tener 10 diputados a 3 en la actual legislatura, la novena (2008/2012). Respecto al Partido Popular, habría que decir que los resultados obtenidos en estas 2 elecciones autonómicas, aunque han sido dispares, han supuesto un reforzamiento del liderazgo de Mariano Rajoy y han impedido que vuelvan a surgir voces discrepantes que pidan la celebración de un congreso extraordinario del partido para buscar una alternativa. Más cuando los populares han afrontado la campaña en una situación sumamente complicada, la posible implicación de cargos del partido en una trama de malversación de fondos públicos. Con lo cual, si los resultados no hubiesen acom-

pañado a esta formación política, el clima interno se hubiera enrarecido, porque Mariano Rajoy habría demostrado que no es capaz de arrancar votos a los socialistas ni siquiera cuando el país se encuentra en plena crisis económica y, lo más importante, le hubiese impedido tomar las medidas oportunas para desvincular totalmente a los presuntos implicados y sus acciones con el partido que dirige. Es cierto que en la comunidad gallega los populares han ganado claramente y han logrado su principal objetivo, alcanzar la mayoría absoluta que les proporcionara el Gobierno de Galicia. Pero su crecimiento en esta comunidad ha sido más bien limitado, ya que en realidad sólo ha incrementado su cuota de votos en 4029 electores. Tal vez en parte por la entrada de la UPyD en la escena política gallega y una mayor dispersión del voto, porque si no cómo explicar el incremento de la participación en 2.35 puntos y el descenso electoral que ha experimentado el PSOE y el BNG de 72 246 y 44 323 votantes, respectivamente. En todo caso, en Galicia el PP ha conseguido una sonora victoria al volver a recuperar el gobierno de esta comunidad autónoma, y lograr una mayoría absoluta que no parecía vaticinar ninguna de las encuestas de intención de voto

159


que se realizaron durante la campaña electoral. En cambio, en el País Vasco ha sufrido un retroceso electoral que le ha supuesto la pérdida de 2 escaños y de 65 670 votantes. La crisis interna que vivió el partido, cuando María San Gil abandonó esta formación política y la Presidencia de la misma en el País Vasco, fruto de las desavenencias con la cúpula nacional del partido y, sobre todo, con Mariano Rajoy, obligó a los populares vascos a proclamar un nuevo presidente de la organización cuando las elecciones autonómicas estaban a un año vista. La designación de Antonio Basagoiti como presidente del PP vasco y candidato a lehendakari supuso una apuesta arriesgada, por ser un gran desconocido para el gran público. Sin embargo, pese al descenso electoral parece que ha podido superar la situación gracias a la aritmética parlamentaria que le ha colocado en un lugar privilegiado para decidir el Gobierno del País Vasco. Y esto, en gran medida, le ha permitido maquillar los resultados electorales y proyectar una imagen de fortalecimiento del PP vasco. Hecho que también, junto con la victoria en Galicia, ha sido aprovechado por la cúpula nacional para seguir reforzando su liderazgo y transmitir al electorado que el PP es una fuerza

160

en ascenso y, por tanto, la que ha resultado vencedora de esta confrontación electoral aunque habrá que saber lo que ocurrirá en las elecciones europeas que se celebrarán en junio de 2009. Otro dato a tener en cuenta en estas elecciones ha sido la consolidación de la UPyD en el panorama político español. Tras su irrupción en el Congreso de los Diputados, eran muchos los que se atrevieron a aventurar efímera vida a esta nueva formación política. Sin embargo, estos comicios autonómicos parecen haber venido a contradecir estas suposiciones, ya que en el País Vasco, la UPyD ha logrado un representante y en Galicia se ha quedado próximo a ello. Esto significa que el partido dirigido por Rosa Díez ha afianzado su posición en la arena política española con una tendencia alcista. De momento, en la primera cita electoral tras las elecciones generales de 2008, ha obtenido más votos en Galicia y el País Vasco que la IU, lo que puede amenazar la posición al tercer partido de la coalición de izquierdas. En lo que respecta a las fuerzas nacionalistas, en Galicia, el BNG ha sufrido un descenso no sólo en número de votos, 44 323, sino también en número de escaños, 1. La pérdida de votos le va a impedir repetir el go-


bierno de coalición que hasta ahora estaba protagonizando con el PSOE. Con lo cual, evidentemente, dejaría de tener la notoriedad que suele atribuírseles a aquéllos que ejercen labores de gobierno. Al mismo tiempo, verá disminuir su protagonismo a nivel nacional, al no prestar, presumiblemente, su apoyo al Gobierno de la Nación. En el País Vasco, en cambio, los partidos nacionalistas han continuado siendo la opción mayoritaria de los electores. No ol-

videmos que, como hemos podido comprobar a lo largo de este artículo, han sido el bloque de fuerzas con más número de votos pero no de escaños y, gracias a este hecho, serán los partidos constitucionalistas los que gobernarán en esta comunidad autónoma. Lo que, indudablemente, traerá consecuencias para el Gobierno de la Nación, al no contar ya con el respaldo del PNV en el Congreso de los Diputados como medida de presión y protesta.

161


Bibliografía •

Álvarez Conde, E. 1991. “Los principios del Derecho Electoral”. Revista del Centro de Estudios Constitucionales, mayo-agosto, no. 9, pp. 9-37.

Arend Lijphart, D. A. 1995. Sistemas electorales y sistemas de partidos: Un estudio de veintisiete democracias, 1945-1990. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.

Baras, M. y J. Botella Corral. 1996. El sistema electoral. Madrid: Tecnos.

Bosque Sendra, J. 1986. Geografía Electoral. Madrid: Síntesis.

Capo Giol, J. 1999. “Sistema electoral y gobernabilidad española”. Revista Española de Ciencia Política, no. 1, pp. 55-80.

Montero, J. R. y M. Torcal. 1991. “Las comunidades autónomas como ‘arenas’ de competición electoral”. Política y Sociedad, no. 8, pp. 101-112.

Montero, J. R. 1988. “Elecciones y ciclos electorales en España”. Revista de Derecho Político, no. 25, pp. 9-34.

162

Pallares, F. 1991. “Estado Autonómico y Sistema de Partidos: Una aproximación electoral”. Revista de Estudios Políticos, eneromarzo, no. 71, pp. 281-323.

Sánchez Medero, G. y R. Sánchez Medero. 2008. “¿Quién ganó las Elecciones Autonómicas y municipales celebradas el 27 de mayo de 2007 en España?”. Revista de Derecho Electoral. Tribunal Supremo de Elecciones, no. 5, primer semestre, pp. 77-94.

——————. 2009a. “La ubicación ideológica de los votantes en Europa y Latinoamérica, con especial mención a España”. Revista de Estudios de Política y Sociedad, vol. 1, no. 2, marzo.

——————. 2009b. “Las Elecciones Generales del 9 de marzo de 2008: La clave estuvo en Cataluña y el País Vasco”. Revista de Derecho Electoral. Tribunal Supremo de Elecciones, no. 7, primer semestre.

Valles, J. M. 1983. “Sistemas electorales, Estado de las Autonomías y Comunidades Autónomas”. Revista de Estudios Políticos, julio-agosto, no. 34, julioagosto, pp. 107-131.


textos de actualidad



textos de actualidad La democracia en treinta píldoras Miguel Carbonell*

La democrazia in trenta lezioni Giovanni Sartori Milán: Mondadori, 2008, IX-110 páginas (traducción al castellano, Taurus, Madrid, 2009)

Giovanni Sartori ha dedicado muchas horas de su vida al estudio de la democracia, de los partidos políticos, del método en las ciencias sociales, de la opinión pública y del pluralismo. En La democracia en treinta lecciones nos ofrece una síntesis muy apretada de los principales temas alrededor del debate democrático contemporáneo. Se trata, en realidad, de la transcripción de los guiones utilizados por Sartori para breves comentarios que la televisión pública italiana le pidió a fin de transmitirlos en horario de máxima audiencia, con una duración hasta de 4 minutos por comentario. La edición de los textos corrió a cargo de Lorenza Foschini, la productora de los programas, quien en la introducción del libro que estamos

*

comentando apunta que es posible elevar el nivel de la programación televisiva sin por ello tener que caer en programas inútilmente doctos y aburridos. Es algo que deberían advertir los encargados de los sistemas televisivos mexicanos, que más bien parecen sostener la tesis contraria: se puede siempre bajar el nivel de los programas, sin tomar en cuenta si son o no aburridos (ya no digamos formativos). Sartori comienza sus “píldoras democráticas” haciendo referencia a cuestiones conceptuales. Nos recuerda que la democracia es el gobierno del pueblo, pero se pregunta ¿quién es el pueblo? Puede parecer una pregunta obvia, o incluso retórica, pero me parece que tiene un interés tanto histórico como estrictamente actual.

Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, España. Investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Es especialista en derecho constitucional y derechos fundamentales.

165


Históricamente lo que entendemos por pueblo para efecto de la participación democrática no ha sido lo mismo que lo que entendemos hoy en día. La exclusión durante siglos de las mujeres, los pobres o las personas de color fue la regla y no la excepción. Hoy en día todavía mantenemos inaceptables exclusiones para los inmigrantes, los cuales reciben —en el mejor de los casos— un trato como personas de segunda clase, pero que incluso llegan a ser considerados como “no personas” en muchos sitios, para vergüenza de nuestras sociedades tan supuestamente liberales y abiertas. Basta mirar a la Constitución mexicana, que en ninguna de sus más de 600 modificaciones ha podido sacudirse el tufo xenofóbico de muchos de sus artículos (Carbonell, 2006: 189-204). Y si la discriminación comienza por el texto de la Carta Magna ya podrá imaginar el lector el estado en el que se encuentra el resto del ordenamiento jurídico. Sartori nos habla también del realismo y el idealismo como formas de acercarse a la comprensión de lo que es la democracia. La tradición realista, nos recuerda, se remonta a Nicolás Maquiavelo, el príncipe de los realistas. La tradición idealista cobra fuerza mucho después y alcanza su máximo esplendor con el pensamiento de Carlos Marx, que se

166

atreve a proponer la última utopía: la desaparición del Estado. Desde luego, no es que fuera una utopía democrática, pero hay que aceptar que las consecuencias de su idealismo fueron inconmensurables. Sartori, pese a su tendencia fuertemente realista, reconoce que los ideales son importantes para cualquier régimen democrático. Los ideales democráticos se expresan en valores importantes, que nos hacen cuestionar el estado actual de nuestros sistemas políticos y que sirven como motor para su mejoramiento. Los ideales democráticos se concretan en valores como la libertad, la igualdad, la tolerancia, el respeto por el pluralismo, los derechos humanos en general, la dignidad de las minorías, etcétera. Sartori se detiene en el tema de la opinión pública, a la que califica como la base sobre la que se sostiene todo el edificio democrático. Las elecciones deben ser libres en una democracia, apunta nuestro autor, pero también debe ser libre la conformación de las opiniones. El problema es que esa libertad exige una cierta dosis de compromiso por parte de la ciudadanía. Y es probable que en muchas sociedades ese compromiso simplemente no exista.


Sartori se muestra pesimista (en ésta y en otras partes de su libro) sobre la calidad de la ciudadanía. No le ahorra críticas al ciudadano que ni entiende ni quiere entender nada de la democracia, que no se preocupa por las elecciones y los partidos, que ni siquiera participa a través de su voto. Quizá no se trate de ideas políticamente correctas, pero seguramente Sartori tiene buena parte de razón. Diversos estudios empíricos constatan una permanente disminución del compromiso cívico en general y del compromiso con las actitudes y valores democráticos en particular. En efecto, en el mundo del siglo XXI se ha producido un tránsito cuando menos paradójico en los escenarios de la participación política: cuanto más se han ensanchado esos escenarios (a través de la universalización del sufragio activo), tanto más se han multiplicado las actitudes displicentes o claramente abstencionistas por parte de los votantes. La participación política no está muy bien considerada: quien milita en un partido o en un sindicato es visto con sospecha por sus amigos y vecinos. No solamente la militancia, sino las instituciones mismas que caracterizan a la participación polí1

tica han sido puestas en cuestión. El caso de Estados Unidos es muy sintomático: a partir de la década de 1960, se ha producido un constante aumento de la abstención electoral, tanto en las elecciones federales como en las locales. Menos del 50% de los posibles votantes decidieron en 1996 acudir a las urnas para votar por Bill Clinton, Ross Perot o Robert Dole (Putnam, 2002: 34).1 En México la participación electoral no suele rebasar el 50% de los inscritos en el padrón, sobre todo tratándose de elecciones locales. Los estudios sociológicos demuestran además que las personas que se suelen abstener de votar en las elecciones también tienen menor predisposición a cooperar con los demás en temas distintos de los electorales. Robert Putnam apunta lo siguiente: “Frente al sector demográficamente equiparable a los no votantes, los votantes tienden más a interesarse por la política, hacer donativos de caridad, practicar el voluntariado, formar parte de los jurados, asistir a las reuniones del consejo escolar, participar en manifestaciones públicas y cooperar con sus conciudadanos o en asuntos comunitarios” (Putnam, 2002: 38). No se trata, por tanto, de que la abstención afecte

Habrá que ver si el fenómeno de movilización que se produjo en la campaña y en la toma de posesión del Presidente Barack Obama se sostiene a largo plazo y es capaz de modificar el patrón de conducta que acabamos de apuntar.

167


solamente a la tasa de votantes, sino que se proyecta en múltiples manifestaciones de la vida comunitaria. Pero los problemas de la “esfera pública” a los que se refiere Sartori no se agotan en el tema de los instrumentos de la representación política, sino que incluyen todas las formas de “activismo cívico” y de colaboración con extraños. En los países en los que se han realizado los estudios pertinentes para medir la participación asociativa de las personas, se ha constatado una disminución no solamente importante, sino constante a partir de la Segunda Guerra Mundial. Todo parece indicar que las personas prefieren privilegiar la experiencia privada, los quehaceres familiares y lúdicos, antes que el intercambio de esfuerzos y experiencias con personas que no pertenecen al núcleo familiar. Son muchas las causas de este “retorno a la privacidad”, pero una de ellas —identificada en otros países— sin duda que existe y se manifiesta en México: la menor confianza hacia los demás. En Estados Unidos Robert Putnam ha documentado que, para 1996, solamente el 8% de los encuestados decía que la honradez y la integridad de sus compatriotas estaban mejorando, contra un 50% que pensaba que se estaban convir-

168

tiendo en personas menos dignas de confianza (Putnam, 2002: 24). ¿Cómo podemos participar en iniciativas comunitarias, en asociaciones cívicas, si no confiamos en los demás? ¿Cómo no vamos a preferir recluirnos en la esfera privada si vemos en nuestros vecinos a potenciales agresores contra nuestros derechos? Veamos más datos e imaginemos qué resultados obtendríamos si los intentáramos aplicar a países de América Latina. En Estados Unidos el interés por lo político disminuyó en un 20% entre 1975 y 1999 (Putnam, 2002: 40). El número de lectores de diarios entre la gente de menos de 35 años cayó de dos tercios en 1965 a un tercio en 1990 (y la proporción seguramente ha disminuido desde entonces, como efecto del internet, los chats y los blogs) y en ese grupo de edad solamente el 41% de los encuestados afirma ver noticieros televisivos (Putnam, 2002: 41). Las personas que aspiran a un cargo público en los distintos niveles del gobierno norteamericano se redujeron en un 15% en los últimos 20 años, de modo que los ciudadanos de ese país han perdido la posibilidad de elegir a 250 000 personas como sus representantes (Putnam, 2002: 48). Entre 1973 y 1994 el número de norteamericanos que asistieron a una asamblea pública


sobre asuntos municipales disminuyó en un 40% (Putnam, 2002: 49). En ese mismo periodo de 20 años el número de miembros de “algún club interesado en mejorar la administración” se redujo en un 33% (Putnam, 2002: 50). Para un país del tamaño y de la importancia de los Estados Unidos estas cifras son apabullantes. Putnam lo sintetiza con un dato impresionante: cada punto porcentual de los aspectos que se han citado supone anualmente 2 millones de ciudadanos menos que participan y están comprometidos con algún aspecto de la vida comunitaria, de tal suerte que se tienen 16 millones menos de personas participando en asambleas públicas sobre asuntos locales, 8 millones menos de personas participando en comités cívicos y organizaciones de base, así como 3 millones de personas menos trabajando en asociaciones para mejorar la administración (Putnam, 2002: 50). Una enorme sangría cívica, sin duda. Pero hay una cifra, de entre las muchas que cita Putnam, que es muy reveladora: mientras que la participación como votantes y como miembros de los partidos políticos ha disminuido, ha aumentado de modo significativo el dinero recaudado y gastado en las campañas po-

líticas. En 1964 se gastaron en las campañas electorales 35 millones de dólares, pero esa cifra alcanzó los 600 millones de dólares para 1996 y seguramente ha seguido subiendo desde entonces. ¿Por qué se deja de participar personalmente en los partidos y sin embargo se les da más dinero? La hipótesis de Putnam es que se sustituye el tiempo por el dinero. Putnam lo explica con las siguientes palabras: “A medida que el dinero sustituye al tiempo, la participación en política se basa cada vez más en el talonario de cheques. La afiliación a clubes políticos se redujo a la mitad entre 1967 y 1987, mientras que la proporción de público que contribuyó económicamente a una campaña política llegó casi a doblarse” (Putnam, 2002: 46). Y un dato final que nos debería poner a pensar: la disminución más drástica en la participación cívica se produjo entre las personas con mayor formación académica (Putnam, 2002: 54-55). Esto puede resultar sorprendente, pues podría razonablemente suponerse que a mayor formación académica mayor disposición a integrarse en asuntos públicos y a asumir un punto de vista protagónico y no el de un mero espectador. Los datos, sin embargo,

169


demuestran lo contrario y nos permiten aventurar la hipótesis de que hace falta algo más que formación académica. El haber pasado por un aula universitaria no garantiza en modo alguno ciertos niveles de compromiso cívico. De forma casi proporcional, la disminución de la participación política y del compromiso cívico se ha correspondido con un aumento del papel de consumidores de las personas. Las “necesidades” de consumo se han multiplicado hasta el infinito y hoy en día abarcan no solamente una parte muy significativa del presupuesto individual y familiar, sino también nuestro tiempo y nuestros ideales de vida. Lipovetsky apunta que la fiebre del confort desatada por el consumismo “ha sustituido a las pasiones nacionalistas y las diversiones a la revolución” (Lipovetsky, 2007: 7). La oferta de productos a nuestro alcance se ha multiplicado hasta el infinito. Los responsables del marketing han sabido crear un escenario en el que todos somos consumidores y en el que lo ideal es que lo seamos durante la mayor parte de nuestro tiempo. Cada grupo de edad y cada experiencia vital pueden ser reconducidos hasta la lógica consumista y encontrar una necesidad por satisfacer, de forma continua. El consumismo ha dejado de ser una

170

fuente de satisfacción de necesidades vitales para pasar a formar parte de nuestra identidad psicológica y de nuestro estilo de vida. Es imposible reflexionar sobre la democracia de nuestros días sin tomar en cuenta los datos que se acaban de apuntar y con los que Sartori seguramente coincidiría. Hablamos de democracia teniendo en mente a una ciudadanía informada, participativa, preocupada por los problemas comunes de la polis y dispuesta a aportar su parte de sacrificio y colaboración para solucionarlos. Lo cierto es que esa ciudadanía hoy en día no existe. Ahora bien, Sartori nos advierte que los problemas sin duda importantes que afectan el funcionamiento cotidiano de las democracias no se deben utilizar como pretexto para hacer una crítica a la idea misma de democracia. Sartori apunta que el peligro más fuerte al que se enfrentan hoy en día las democracias proviene de su interior y consiste en confundir la crítica al funcionamiento democrático con la crítica al sistema democrático como tal. En este sentido, apunta el autor, habrá que moderar las apelaciones a lo que puede ser la “verdadera democracia” oponiéndola a la democracia que tenemos, pues de esa manera se mina el funcionamiento


y las posibilidades de consolidación democrática, pavimentando la ruta hacia regresiones autoritarias. Sartori nos exige, por tanto, un balance en las críticas contra las democracias existentes y una distinción entre la crítica a su funcionamiento y la crítica de su fundamento y de su valor. Tiene razón, si bien es cierto que alcanzar ese equilibrio en escenarios de democracias tan mediocres como algunas de América Latina no parece una tarea fácil. Sartori emprende en su libro una consistente defensa de la idea del pluralismo. Las dictaduras y los sistemas autoritarios, indica, son monocolores. Las democracias son plurales, multicolores. El pluralismo como valor nos exige poner en el centro del debate democrático la noción de tolerancia y nos obliga a mantener separados a la iglesia y al Estado. No puede haber pluralismo ni tolerancia cuando se acepta que la cosa pública esté gobernada por verdades reveladas, cuya interpretación corre a cargo de las cúpulas religiosas. La religión debe tener su lugar y su respeto en toda democracia, pero no puede ser un instrumento para gobernar.2

2

Sartori critica en su libro las posturas irreductiblemente ideológicas, desacreditando a quien se esconde tras una ideología para evitar pensar, confrontar ideas, formarse opiniones propias de manera libre. Y critica también al pensamiento políticamente correcto, que empobrece y reduce el debate democrático. Lamentablemente, parece que lo políticamente correcto se ha convertido en la línea de acción y de pensamiento de la política de nuestros días, y también de la teoría democrática que se hace en muchos países. Sartori se refiere también a los conceptos de izquierda y derecha y vuelve a una tesis que había anunciado luego de la caída del Muro de Berlín, cuando le preguntaron ¿qué es la izquierda? La izquierda, dice Sartori, es la ética y el rechazo de la injusticia (Sartori, 1996: 99ss). La izquierda son los valores de todos, frente al egoísmo que caracteriza a la derecha. Tiene razón Sartori, aunque en el mundo contemporáneo habrá que preguntarse qué es lo justo (Zagrebelsky y Martini, 2006). Si observamos muchos debates en nuestros días veremos que hay profundos desacuerdos en temas bási-

Ver, al respecto, el interesante argumento de Rodotá, Stefano, Perché laico, Roma, Laterza, 2009.

171


cos: los alcances de la libertad de expresión, los derechos de las personas homosexuales, las políticas de acción afirmativa, el ejercicio de la libertad de la mujer sobre su propio cuerpo y el tema del aborto, la disposición de la propia vida a través de la eutanasia, los alcances de la clonación, la forma de combatir el cambio climático y de relacionarnos con la naturaleza, etcétera.3 Lo que parece justo a unos es calificado como el peor de los mundos por otros. Hay quien afirma que la definición de justicia no puede hacerse de forma teórica, ofreciendo un concepto o una construcción en forma de máximas o principios, sino que se debe atender a la “experiencia de la injusticia” para darnos cuenta de lo que debemos evitar y de lo que debemos promover (Zagrebelsky y Martini, 2006). Al respecto Gustavo Zagrebelsky advierte que:

3

“toda la historia de la humanidad es la de la lucha por afirmar concepciones diferentes e, incluso, antitéticas de la justicia; ‘verdaderas’ sólo para aquéllos que las profesan... Detrás de la apelación a los valores más elevados

y universales es fácil que se oculte la más despiadada lucha política, el más material de los intereses… La historia enseña que, precisamente, los grandes proyectos de justicia son los que han dado lugar a las mayores discriminaciones, persecuciones, masacres y mistificaciones, haciendo aparecer a los oprimidos como opresores y viceversa” (Zagrebelsky, 2005: 3). Hay algunas afirmaciones en el libro de Sartori que resultan desconcertantes y que, al menos en el caso de una de ellas, probablemente sean falsas. Me refiero a la idea que sostiene, cuando estudia la relación entre democracia y crecimiento económico, al afirmar que la democracia puede generar un empobrecimiento económico de los países y pone como ejemplo a América Latina. Dicha afirmación, como digo, no tiene base empírica. Por el contrario, América Latina nunca había visto tanta riqueza como la que se ha generado a partir de las transiciones democráticas de los años 80 del siglo pasado. Otra cosa es que esa riqueza esté mal distribuida (que lo está, sin duda), pero

Gustavo Zagrebelsky completa este listado con los siguientes temas: “la pena de muerte, la edad o el estado psíquico de los condenados, las modalidades incluso temporales de las ejecuciones; los derechos de los homosexuales; las ‘acciones afirmativas’ a favor de la participación política de las mujeres o contra discriminaciones raciales históricas, por ejemplo en el acceso al trabajo y a la educación; la limitación de los derechos por motivos de seguridad nacional; la regulación del aborto y, en general, los problemas suscitados por las aplicaciones técnicas de las ciencias biológicas a numerosos aspectos de la existencia humana; la libertad de conciencia respecto a las religiones dominantes y a las políticas públicas en las relaciones entre escuelas y confesiones religiosas; los derechos de los individuos dentro de las relaciones familiares y así por el estilo”, Zagrebelsky, Gustavo, “Jueces constitucionales” en Carbonell, Miguel (editor), Teoría del neoconstitucionalismo. Ensayos escogidos, Madrid, Trotta, 2007, p. 93.

172


afirmar que la región es más pobre desde entonces no es verdad. Las libertades democráticas han traído a América Latina mayor prosperidad y mayor crecimiento económico, sin que esto signifique que las crisis económicas recurrentes no hayan afectado el poder adquisitivo de millones de personas. Esa afectación desde luego existe, pero el conjunto de las economías de América Latina nunca había tenido desempeños tan buenos como los que se observan en los últimos 30 años.4 Simplemente en México, el PIB per cápita llegó a situarse en 2007 levemente por debajo de los 10,000 dólares, algo impensable unos cuantos años antes.

ción no aparece ni en el libro que estamos comentando ni en el que el propio autor le dedicó al tema hace unos años (Sartori, 2001). Respecto del potencial de daño ecológico que comporta el crecimiento demográfico, desde luego que es imposible negarlo, pero algunos científicos han señalado que la tierra puede perfectamente acomodar una población de más de 12 000 millones de personas (poco menos que el doble de la población actual) sin caer en un cataclisma que ponga en riesgo la supervivencia de la especie humana. Es decir, hay que escuchar la advertencia de Sartori, pero dejando a un lado su tono apocalíptico.

También resultan polémicas las afirmaciones de Sartori sobre el multiculturalismo y sobre la senda suicida del crecimiento demográfico. El multiculturalismo es pintado por Sartori como incompatible con la democracia, por oponerse al pluralismo. El exceso de población nos conduce hacia el agotamiento de los recursos naturales y hacia una crisis ecológica de enormes dimensiones, nos dice.5 Ambas afirmaciones son, cuando menos, discutibles. Para empezar, habría que pedirle a Sartori que sea más claro al explicar lo que entiende por multiculturalismo. Esa explica-

Como quiera que sea, siempre resulta interesante, útil y formativo recorrer los libros de Sartori, que es un autor con el que se puede o no estar de acuerdo, pero al que no se puede dejar de lado. Tanto sus iniciales obras de mayor calado teórico como sus recientes “panfletos” (la denominación es utilizada por el propio autor), en los que se interna en temas candentes de las sociedades del siglo XXI, son referentes obligatorios para el debate democrático y para comprender las posibilidades que tenemos frente a un futuro inevitablemente incierto y plagado de peligros.

4 5

Los datos correspondientes pueden verse en: http://www.eclac.org/estadisticas/bases/ La tesis es ampliamente desarrollada en Sartori, Giovanni y Mazzoleni, Gianni, La tierra explota, Madrid, Taurus, 2003.

173


Bibliografía •

Carbonell, Miguel. 2006. “La xenofobia constitucionalizada”. Revista de la Facultad de Derecho de México, número 246, México, julio-diciembre, pp. 189-204. Lipovetsky, Pilles. 2007. La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo, Barcelona: Anagrama. Putnam, Robert D. 2002. Solo en la bolera. Colapso y resurgimiento de la comunidad norteamericana, Madrid: Galaxia Gutemberg/Círculo de lectores.

174

Sartori, Giovanni. 1996. “¿La izquierda? Es la ética”. Compilado por Giancarlo Bosetti, Izquierda punto cero. Barcelona: Paidós.

Sartori, Giovanni. 2001. La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. Madrid: Taurus.

Zagrebelsky, Gustavo. 2005. “La justicia como ‘sentimiento de injusticia’”, traducción de Roberto Pérez Gallego, Jueces para la democracia, número 53, Madrid, julio.

Zagrebelsky, Gustavo y Carlo Maria Martini. 2006. La exigencia de justicia. Madrid: Trotta.


un clĂĄsico de la cultura polĂ­tica



un clásico de la cultura política

Persona y democracia La historia sacrificial María Zambrano

Siruela, Madrid, 1996, 212 pp. La democracia IV Fragmento "Pues la gran novedad del orden democrático es que ha de ser creado entre todos. El orden de algo que está en movimiento no se hace presente si no entramos en él. Es la diferencia entre el orden que se nos revela

solamente cuando a él nos incorporamos. Por ello las gentes hostiles a la democracia la encuentran siempre desordenada o abocada al desorden, aunque en los países donde existe aún en forma incipiente muestra mayor estabilidad y equilibrio que en los sometidos a regímenes de “orden y autoridad”. Y aun llegan algunos a justificar y agradecer al cielo millones de muertes habidas para librar a

177


un país del “desorden” de una democracia que no había costado vida humana alguna para instaurarse y que no había ejecutado sentencia alguna de muerte para mantenerse. Es simplemente que al negarse a participar en su orden, confunden ese orden viviente, fluido con el caos, como alguien cuyo oído no pudiera seguir el fluir de una melodía o la complejidad del contrapunto; alguien que quisiera encontrar el orden y la armonía en el sonido continuo de una nota. Es el quietismo del que tenemos que librarnos los occidentales. El orden democrático se logrará tan sólo con la participación de todos en cuanto persona, lo cual corresponde a la realidad humana. Y que la igualdad de todos los hombres, “dogma” fundamental de la fe democrática, es igualdad en tanto que personas humanas, no en cuanto a cualidades o caracteres, igualdad no es uniformidad. Es, por el contrario, el supuesto que permite aceptar las diferencias, la rica complejidad humana y no sólo la del presente, sino la del porvenir. La fe en lo imprevisible. ¿Será utópico pensar que este orden, en lugar de excluir realidades, las irá incluyendo todas? Orden es límite y límite es exclusión. Pero el límite y su excluir inevitable puede funcionar de otra manera, en una futura situa-

178

ción que hoy solamente podemos vislumbrar. Mas, de aquello que se vislumbra, pueden nacer algunas indicaciones, como flechas que marcan una dirección. Vivir humanamente es tener que elegir entre las circunstancias, dice el filósofo español Ortega y Gasset, al enunciar la Razón Vital. Mas hay una elección previa, decisiva entre todas: la que se hace de sí mismo. Siempre he entendido la afortunada fórmula de Ortega: “somos necesariamente libres” como equivalente a ésta: “somos necesariamente persona”. Mas no es lo mismo, si además de serlo necesariamente, se quiere serlo, pues entonces se coincide con el propio ser libre. Se actualiza la libertad; sólo entonces la común, la propia. Y en esta situación de libertad actualizada, la realidad se aparece de diversa manera que cuando sólo se es “necesariamente libre”. Diferencia que se hace abismática cuando se es libre sin quererlo ser, y cuando se es persona tan sólo por el hecho del nacimiento. La realidad se deforma en la mente de quien es persona “a la fuerza”; no otra raíz ha de tener el hecho de la calumnia. El que sólo es persona necesariamente teme a la realidad y la planifica plana, esquelética, casi imagen de muerte. Mientras que la realidad se hace más real


al par que se ordena, para el que se ha aceptado a sí mismo como persona. La realidad es vida para ella. Mas hay un modo de afirmarse como persona, un modo trágico que es afirmarse en personaje; el personaje es siempre trágico; bajo él gime la persona y para liberarse un día se precipita en tragedia, después de haber precipitado a lo que de ella

dependió. Si el hombre occidental arroja su máscara, renuncia a ser personaje en la historia, quedará disponible para elegirse como persona. Y no es posible elegirse a sí mismo como persona sin elegir, al mismo tiempo, a los demás. Y los demás son todos los hombres. Con ello no se acaba el camino: más bien empieza" (pp. 206-208).

179



normas editoriales



Normas editoriales de la revista del Instituto Electoral del Estado de México Apuntes Electorales El Comité Editorial del Instituto Electoral del Estado de México sólo someterá a dictamen escritos que no hayan aparecido en otros medios impresos o en línea, y que no estén en proceso editorial en otra publicación.

En caso de tratarse de reseñas de libros, no podrán exceder de 5 cuartillas.

El margen izquierdo será de 2.5 cm y el derecho de 3.0 cm.

Los párrafos deberán ir sin espacio, con sangría, salvo cuando sean los que siguen a títulos o subtítulos.

El artículo deberá escribirse a doble espacio y a 12 puntos.

Presentar rrumpida.

La primera hoja incluirá título y nombre del autor o autores, así como sus datos personales: a) la institución donde laboran, b) temas en los que se especializan, c) datos curriculares más importantes, d) la dirección de correo electrónico, e) número telefónico.

Formato Las colaboraciones deberán enviarse vía correo electrónico o entregar un ejemplar impreso y en medio magnético. Los originales escritos en otro idioma deberán enviarse ya traducidos al español. La impresión deberá presentar las siguientes especificaciones formales: •

El papel será tamaño carta (21.5 por 28 cm) e impreso por un cara. Se aceptarán trabajos con un mínimo de 20 cuartillas y un máximo de 40, en el mismo formato.

numeración

ininte-

183


No se aceptarán dedicatorias.

do aparezcan varias obras de un mismo autor, se acomodarán en orden cronológico: de la publicación más alejada en el tiempo a la más reciente. En cualquier caso se tomarán los criterios establecidos por The Chicago Manual of Style. Ejemplos:

Es imprescindible entregar un resumen de la colaboración (Abstract), que no deberá rebasar 100 palabras, tanto en inglés como en español.

Incluir palabras clave tanto en inglés como en español (máximo 5)

A) Un autor

Notas de pie de página: a) se escribirán a doble espacio, b) con numeración consecutiva y c) en caracteres arábigos.

Armstrong, Paul. 1992. Lecturas en conflicto. México: Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Sociales.

Citas textuales, cuando rebasen 5 renglones, a) a espacio y medio, b) no llevarán comillas, c) en tipo normal (no en cursivas).

B) Dos autores

Citas bibliográficas: en el texto y deberán incluir el apellido del autor, la fecha de publicación de su obra y el número de la página citada, todo ello entre paréntesis. Por ejemplo: (Carbonell, 2005: 68), debiendo comprobar que las citas incluidas en el texto coincidan con todos los datos presentados en la bibliografía.

Wellek, René y Austin Warren. 1966. Teoría literaria. Madrid: Editorial Gredos, Biblioteca Románica Hispánica. C) Compiladores Diamond, Larry, y Marc F. Plattner, comps. 1996. El resurgimiento global de la democracia. México: Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Sociales. D) Organismo, institución o asociación como autor(a)

Referencias •

Bibliografía: se presentará en orden alfabético, comenzando con el apellido de los autores; cuan-

184

Comisión Económica para América Latina (CEPAL). 2000. Inversión extranjera directa en América Latina, 1999. Santiago de Chile: CEPAL.


E) Artículo en un libro compilado por otro(s) autor(es) Black, Max. 1983. “¿Cómo representan las imágenes?”. Arte, percepción y realidad. Compilado por Maurice Mandelbaum. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, pp. 127-169. F) Artículo de publicación periódica Frey, Herbert. 1991. “Las raíces de la modernidad en la Edad Media”. Revista Mexicana de Sociología, LIII (octubre-diciembre): 3-44. G) Artículo de periódico Finnonian, Albert. 1990. “The Iron Curtain Rises”. Wilberton Journal. 7 de febrero, última edición. H) Materiales no publicados 1.Tesis Contreras, Óscar. 1999. “Empresas globales, actores locales. Producción flexible y aprendizaje industrial en las maquiladoras”. Tesis de doctorado en Ciencias Sociales, México: El Colegio de México. 2.Ponencias Gereffi, Gary, y Jennifer Bair. 1999. “Mexico’s Industrial Development in the Past 25 Years: Climbing Ahead or Falling Behind in the

World Economy?”. Ponencia presentada en el encuentro Mexico in the Integration XXX, Center for the U. S.-Mexican Studies, Universidad de California en San Diego, La Jolla, 3-5 de junio, 1999. I) Citas de material obtenido de Internet En el interior del texto, las referencias se citan de la manera habitual: Gibaldi (1998), (Gómez et al., 1999). Si se desconoce el nombre del autor del documento, se pondrá la dirección de Internet encerrada entre los símbolos < >. Deberá transcribirse exactamente igual que el original, respetando las mayúsculas y las minúsculas. Ejemplo: Haro De, J. J. y Melic, A. 1998. Taxonomía, Sistemática, Filogenia y Clasificaciones. [Documento en línea]. Disponible desde Internet en: Formato rtf. También disponible en formato HTML en: < > Las gráficas, los mapas, los esquemas e ilustraciones deberán incluir su fuente correspondiente y aparecerán en las hojas numeradas, después de la bibliografía. El autor enviará también los datos numéricos a partir de los cuales se generaron las gráficas.

185


Dictamen Todas las colaboraciones serán dictaminadas por un miembro del Comité Editorial, quien emitirá un documento por escrito bajo los siguientes criterios: • • •

Publicación. Publicación condicionada a cambios. No publicación.

En caso de acordar la publicación condicionada a cambios, se remitirán al autor las recomendaciones emitidas por el Comité Editorial para que realice lo propio. Posteriormente, el artículo ya modificado, será verificado por el mismo para evaluar si sus requerimientos fueron atendi-

186

dos. Cuando se trate de no publicación el autor podrá solicitar, por una sola vez, reconsideración por escrito del dictamen. Los autores recibirán a vuelta de correo cinco ejemplares del número de la revista en la que aparezca publicado su trabajo. La Revista Apuntes Electorales no se hace responsable por la devolución de originales no solicitados. Los artículos deberán enviarse a la dirección de la Revista Apuntes Electorales: revistaieem@ieem.org.mx Paseo Tollocan No. 944, Santa Ana Tlapaltitlán, C. P. 50160, Toluca, Estado de México.


Comité Editorial

del Instituto Electoral del Estado de México Presidente Mtro. Marco Antonio Morales Gómez, Consejero Electoral del Instituto Electoral del Estado de México. Integrantes Dr. Javier Arzuaga Magnoni, Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Dr. Pablo Castro Domingo, Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad-Iztapalapa. Dr. Lorenzo Córdova Vianello, Profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dra. Laura Leticia Heras Gómez, Profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Ing. Francisco Javier López Corral, Secretario Ejecutivo General del Instituto Electoral del Estado de México. Dr. Víctor Rojas Amandi, Director del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Lic. Julián Salazar Medina, Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Secretario Técnico Dr. Ángel Gustavo López Montiel, Titular del Centro de Formación y Documentación Electoral del Instituto Electoral del Estado de México.







Coordinador de la revista Ángel Gustavo López Montiel Departamento de Promoción Editorial del Centro de Formación y Documentación Electoral Área de diseño gráfico y editorial Jorge Armando Becerril Sánchez María Guadalupe Bernal Martínez Elizabeth Hernández González Área editorial Ana Llely Reyes Pérez Tania López Reyes Luther Fabián Chávez Esteban

Los juicios y afirmaciones expresados en los artículos aquí publicados son responsabilidad de los autores, y el Instituto Electoral del Estado de México no los comparte necesariamente.


Revista del Instituto Electoral del Estado de México, Apuntes Electorales No. 36. Se terminó de imprimir en el mes de junio de 2009. En los talleres de

La edición estuvo a cargo del Departamento de Promoción Editorial del Centro de Formación y Documentación Electoral del Instituto Electoral del Estado de México. Esta edición consta de 2,000 ejemplares.

Publicación de distribución gratuita


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.