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López-Herce CJ, Rodríguez NA, Hermana Tezanos MT, et al. Recomendaciones de reanimación cardiopulmonar pediátrica básica, avanzada y neonatal: ética y reanimación cardiopulmonar. An Esp Pediatr 2000;52:464-9

La ética y la reanimación cardiopulmonar

Las personas y más aún los pacientes, al vernos en nuestra condición de médicos, esperan muchas cosas en cuanto a preparación y entrenamiento en reanimación cardiopulmonar y obvian otras tantas, ya que presumen que nuestra práctica debe estar enmarcada en la “ética profesional”, materia que no se enseña o que se ve someramente en las universidades o en un juramento hipocrático que muy pocos conocemos o hemos leído, y la experiencia del manejo de enfermos en cuidados intensivos nos dice que los pacientes creen firmemente que lo recitamos y nos lo grabamos en el momento de recibir nuestro grado.

Basados en lo anterior, los médicos debemos estar muy bien capacitados y, además, ser personas de la más alta moral y ética (Ley 23, art. 1º, par. 9), pero esta presunción ¿en qué se basa, en el colegio o la universidad de donde egresaste?, ¿por los hospitales o clínicas donde rotaste?, ¿por quiénes fueron tus profesores o porque eres muy estudioso? Lo cierto es que con respecto a estadísticas, investigación y ética, tenemos la apreciación de que un pequeño porcentaje de los médicos conocen o manejan estos temas.

También podemos apreciar cómo nuestra práctica está salpicada y guiada de conceptos morales, religiosos, tradicionales, costumbristas aprendidos desde nuestra niñez y reforzados al crecer, como gran ejemplo en pediatría latinoamericana: el “mal de ojo” y su llamativo tratamiento preventivo.

La reanimación cardiopulmonar (RCP), aunque es una actividad médica basada en protocolos, generalmente es un evento de emergencia, realizado en un entorno a veces desfavorable y con una carga emotiva elevada, ya que las decisiones que hay que tomar tienen un gran componente moral, y dado que el tiempo para decidir durante la RCP es muy escaso, es preciso

que los profesionales de la salud estén preparados de antemano con conocimientos en aspectos éticos, para escoger entre alternativas difíciles desde este punto de vista, puesto que el mal pronóstico del paro cardiorrespiratorio puede llevar a muerte o discapacidad en el paciente y gran frustración del equipo asistencial.

¿Lo ético es legal en RCP pediátrica?

El paro cardiorrespiratorio entendido como el cese brusco, inesperado y potencialmente reversible de la respiración y/o circulación espontáneas en pediatría suele representar el episodio terminal de un estado de choque o una insuficiencia respiratoria progresiva y no un evento agudo, pero no cabe duda de que su presentación es una emergencia vital, muchas veces no predecible, dado lo heterogéneo de sus causas y cuya atención requiere tal rapidez que no permite disponer de tiempo para realizar análisis minuciosos de las circunstancias de cada caso. Además, el paciente está incapacitado para participar en el proceso de toma de decisiones, siendo su sustituto el equipo asistencial.

Un médico entabla una relación legal con un paciente cuando acuerda por adelantado administrar un curso de tratamiento a cambio de una compensación o al hacer una intervención sin un acuerdo previo durante una emergencia, y toda vez que un médico realiza una intervención, esta se considera una prestación de servicio que automáticamente establece un deber legal donde se espera que el médico proceda de acuerdo con un estándar razonable, aunque, por la urgencia de la situación y las repercusiones extremas de las decisiones terapéuticas, podría esperarse un mayor riesgo de reclamaciones legales.

En la práctica las denuncias son menos frecuentes que en otras situaciones médicas, ya que estas emergencias forman parte de las excepciones para el consentimiento informado pediátrico y las acciones dentro de la ética generalmente caen siempre dentro de lo legal.

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