Guía Litúrgica Para celebrar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2018

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Guía litúrgica 2018


Título original: Guía Litúrgica Diseño y diagramación: Viviana Vizuete Añasco Telf: 099 550 5890 e-mail: vivirirom@gmail.com © 2018


PRESENTACIÓN Después de haber conmemorado los 500 años de la Reforma Protestante iniciada por Martín Lutero con distintos actos, como acontecimiento trascendente en la vida de la Iglesia y del camino ecuménico en el mundo entero, la Iglesia sigue invitándonos a hacer parte de este empeño de buscar y orar por la unidad de todos los que creen en Cristo como signo visible para que el mundo crea. Es nuestro deseo que hagamos palpable este deseo de Jesús (Jn 17) desde la búsqueda serena pero firme de la voluntad de Dios acrecentando nuestra fe por medio de la oración por la Unidad de los cristianos. El Papa Francisco nos recuerda: “La unidad de los cristianos es un requisito esencial de nuestra fe. Un requisito que fluye desde el fondo de nuestro ser como creyentes en Jesucristo. Llamamos a la unidad porque invocamos a Cristo. Queremos vivir la unidad porque queremos seguir a Cristo, vivir su amor, gozar del ministerio de su unidad con el Padre, que es la esencia del amor divino. La unidad no es el resultado de nuestros esfuerzos humanos, o el producto de la diplomacia eclesiástica, sino que es un don del cielo. No somos capaces de llegar de la unidad por nosotros mismos, ni tampoco podemos decidir sobre la forma y los tiempos en que se producirá dicha unidad ¿Cuál es, por lo tanto, nuestro rol? ¿Qué es lo que debemos hacer para promover la unidad de los cristianos? Nuestra tarea consiste en acoger nuestro don y hacerlo visible a todos”. El texto propuesto para este año tomado del capítulo 15 del libro del Éxodo nos permite constatar como el camino hacia la unidad tiene que pasar muchas veces a través de una experiencia compartida de sufrimiento. La liberación de los israelitas de la esclavitud es el acontecimiento fundacional que los constituye como pueblo. Para los cristianos


este proceso llega a su culmen con la encarnación y el misterio pascual. Aunque la liberación/salvación es iniciativa de Dios, Dios asocia a agentes humanos a la realización de su propósito y plan de redención de su pueblo. Los cristianos, gracias a su bautismo, comparten el ministerio de reconciliación de Dios, pero nuestras divisiones obstaculizan nuestro testimonio y nuestra misión en un mundo que necesita de la salvación de Dios. Por este motivo, presentamos este instrumento litúrgico para que, desde nuestras comunidades parroquiales, participemos con entusiasmo y alegría en la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos. En Cristo evangelizador del Padre. + Giovanni Battista Piccioli Obispo Auxiliar de Guayaquil Responsable Ámbito Pastoral de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso Conferencia Episcopal Ecuatoriana


CELEBRACIÓN ECUMÉNICA Introducción Son parte integrante de esta celebración la Biblia y tres juegos de cadenas. El equipo de redacción del Caribe sugiere que estos signos se pongan en un lugar destacado en el espacio celebrativo. La Biblia es especialmente importante en la experiencia de las Iglesias del Caribe. Es un hecho histórico que los pueblos indígenas y esclavizados padecieron atrocidades cometidas por los colonizadores que, al mismo tiempo, trajeron el cristianismo. Sin embargo, en las manos de los pueblos oprimidos de la región, la Biblia se volvió una fuente fundamental de consolación y de liberación. Esta dinámica de la inversión hace de la Biblia un símbolo potente en sí misma. Por este motivo es importante que en esta celebración se coloque una Biblia visualmente significativa en medio de la asamblea y que desde ella se proclamen las lecturas en vez de hacerlo desde otros libros o folletos. Las cadenas son un signo potente de esclavización, deshumanización y racismo. Son también un signo del poder del pecado que nos separa de Dios y de los demás. El grupo de redacción del Caribe anima a la utilización de verdaderas cadenas de hierro en las Peticiones de Perdón de esta celebración. Si no es posible utilizar cadenas de hierro, se deberían buscar otras cadenas que sean visualmente potentes. Durante la celebración, las cadenas de hierro se sustituyen por una cadena humana que expresa al mismo tiempo comunión y acción conjunta contra la esclavitud actual y todo tipo de deshumanización individual e institucionalizada. Es parte integrante de la celebración invitar a toda la asamblea a participar en este gesto. Para el canto después de la proclamación de la Palabra, el grupo de redacción del Caribe sugiere el himno La diestra de Dios. Refleja el canto 5


de alabanza de María y Moisés por la acción liberadora de Dios en el libro del Éxodo, y está relacionado con el movimiento ecuménico en el Caribe, mientras que las Iglesias siguen trabajando juntas para vencer los desafíos sociales que enfrentan los pueblos de la región

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DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder (Ex 15, 6) P: Presidente A: Asamblea L: Lector

Entrada

Canto Durante el canto, entran los que presiden la celebración. Son precedidos por un asistente que lleva la Biblia. Se coloca la Biblia en un lugar de honor en el centro del espacio celebrativo. Las lecturas que se proclamarán en la celebración se tomarán de esta Biblia.

Palabras de bienvenida

P: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros. A: y también contigo. P: Queridos hermanos en Cristo, nos reunimos para esta celebración de oración por la unidad. Damos gracias a Dios por nuestra herencia cristiana y su acción salvadora y liberadora en la historia humana. Los materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de este año han sido preparados por las Iglesias del Caribe. La historia del cristianismo en esta región tiene una paradoja. Por un lado, la Biblia fue utilizada por los colonizadores para justificar la subyugación de los habitantes indígenas de estas tierras, junto con otros que fueron traídos de África, la India y de China. Muchas personas fueron exterminadas, encadenadas, esclavizadas y sometidas a condiciones de trabajo injustas. Por otro lado, la Biblia se volvió una fuente de consuelo y de liberación para muchos que sufrían de la mano de los colonizadores. 7


Hoy en día la Biblia sigue siendo una fuente de consuelo y liberación que sigue inspirando a los cristianos del Caribe para hacer frente a las condiciones que ponen en peligro la dignidad y la calidad de la vida. Mientras se caen de nuestras manos las cadenas de la esclavitud, nuevos lazos de amor y comunión emergen en la familia humana y expresan la unidad por la que las comunidades cristianas oramos.

Invocación al Espíritu Santo

Se puede cantar la respuesta a la invocación. P: Con los cristianos del Caribe, invoquemos al Espíritu Santo para que haga arder nuestros corazones mientras rezamos por la unidad de la Iglesia. Une a tus siervos con el lazo de la unidad. A: ¡Ven, Espíritu Santo! P: Enséñanos a orar. A: ¡Ven, Espíritu Santo! P: Líbranos de la esclavitud del pecado. A: ¡Ven, Espíritu Santo! P: Ayúdanos en nuestra debilidad. A: ¡Ven, Espíritu Santo! P: Renuévanos como hijos tuyos. A: ¡Ven, Espíritu Santo!

Canto de alabanza Peticiones de Perdón

P: No habéis recibido un espíritu que os convierta en esclavos, de nuevo bajo el régimen del miedo. Invoquemos la misericordia de Dios, confiando en el poder salvador de su diestra. Tres miembros de la asamblea vienen delante, cada uno llevando un juego 8


de cadenas. Después de cada petición y su respuesta, se deja caer al suelo uno de los juegos de cadenas. Como respuesta se puede cantar el Kyrie. P: De las estructuras que socavan la dignidad humana e imponen nuevas formas de esclavitud, líbranos, Señor. A: Kyrie eleison. P: De las decisiones y de las acciones que imponen pobreza, marginación y discriminación a nuestros hermanos y hermanas, líbranos, Señor. A: Kyrie eleison. P: Del miedo y la sospecha que nos separan unos de otros y que ponen límites a la esperanza y a la salvación, líbranos, Señor. A: Kyrie eleison. P: El Señor es mi fortaleza y mi refugio, él es nuestra salvación. Que el Señor, que nos ha redimido, nos lleve a la morada de la santidad. A: Amén.

Proclamación de la Palabra de Dios

P: Líbranos, Señor, de la opresión del ser humano, A: para que podamos guardar tus decretos. P: Que brille tu rostro sobre tus siervos, A: y enséñanos tus normas. (cf. Sal 119, 134-135) Éxodo 15, 1-21 P: Escuchad y seréis liberados. A: Damos gracias a Dios. Es preferible que el salmo se cante. Salmo 118, 5-7. 13-17. 19-24 R/ ¡Dad gracias al Señor por su bondad, porque es eterno su amor! 9


En la angustia invoqué al Señor y el Señor me respondió dándome alivio. El Señor está conmigo, nada temo, ¿qué podrá hacerme el mortal? El Señor está conmigo, es mi ayuda, prevaleceré sobre mis enemigos. R/ Me empujaban intentando derribarme, pero el Señor me ayudó. Dios es mi fuerza y mi potencia, él fue para mí la salvación. Gritos de gozo y victoria hay en las tiendas de los justos: R/ «La diestra del Señor realiza hazañas, la diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor realiza hazañas ». No he de morir, viviré para contar las proezas del Señor. R/ ¡Abridme las puertas de la justicia! Entraré por ellas dando gracias a Dios. Esta es la puerta del Señor, por ella entrarán los justos. R/ Te doy gracias pues me has escuchado, tú fuiste para mí la salvación. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Del Señor viene todo esto y nos parece admirable. Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos, gocémonos en él. R/ Romanos 8, 12-27 10


P: Escuchad y seréis liberados. A: Damos gracias a Dios. Un Aleluya adecuado puede ser cantado antes y después de la proclamación del Evangelio. Marcos 5, 21-43 P: Escuchad y seréis liberados. A: Damos gracias a Dios.

Homilía / Sermón Canto El Credo de los Apóstoles Oración de los fieles

P: Dando gracias por nuestra liberación de la esclavitud del pecado, pongamos nuestras necesidades ante el Señor pidiéndole que rompa las cadenas que nos esclavizan y que nos una, en cambio, con lazos de amor y de comunión. Cada intercesión puede ser leída por un lector diferente. Al terminar de leer, los lectores van uniendo sus manos o sus brazos con miembros de la asamblea para crear una cadena humana. L1: Dios del Éxodo, que guiaste a tu pueblo a través de las aguas del mar Rojo y lo redimiste, quédate con nosotros ahora y redímenos de toda clase de esclavitud y de todo lo que oscurece la dignidad del ser humano. A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida. L2: Dios de la abundancia, que en tu bondad provees a nuestras necesidades, quédate con nosotros ahora y ayúdanos a vencer nuestro egoísmo y nuestra codicia y danos el valor para ser agentes de justicia en el mundo. 11


A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida. L3: Dios de amor, que nos has hecho a tu imagen y nos has redimido en Cristo, quédate con nosotros ahora y danos la fuerza para amar a nuestro prójimo y para acoger al extranjero. A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida. L4: Dios de paz, que te mantienes fiel a tu alianza aunque nosotros nos alejemos de ti y en Cristo nos reconcilias contigo, quédate con nosotros ahora y pon en nosotros un nuevo espíritu y un nuevo corazón para que podamos rechazar la violencia y ser en cambio siervos de tu paz. A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida. L5: Dios de gloria, que eres todopoderoso y que en Cristo quisiste que tu hogar fuera una familia humana y que en las aguas del bautismo nos has adoptado como hijos, quédate con nosotros ahora y ayúdanos a mantenernos fieles a nuestros compromisos familiares y a nuestras responsabilidades comunitarias y fortalece los lazos de comunión con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida. L6: Dios uno y trino, que en Cristo nos has hecho uno contigo y con los demás, quédate con nosotros ahora y por el poder y el consuelo del Espíritu Santo líbranos del egocentrismo, la arrogancia y el miedo que nos impiden caminar hacia la plena unidad visible de tu Iglesia. A: Pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos vida.

La Oración del Señor

P: Unamos nuestras manos, atadas no por cadenas sino por el amor de Cristo que ha sido derramado en nuestros corazones y oremos al Padre con las palabras que Jesús nos enseñó 12


Se puede cantar el Padre nuestro. Padre nuestro… Después de la Oración del Señor, con las manos aún juntas, la asamblea puede cantar un canto conocido que celebra su unidad. Después del canto se puede intercambiar un signo de paz.

Envío

P: Redimidos por la diestra de Dios y unidos en el único Cuerpo de Cristo, vayamos con la fuerza del Espíritu Santo. A: El Espíritu del Señor está sobre nosotros, porque nos ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvación; nos ha enviado a anunciar la libertad a los presos y a dar vista a los ciegos; a liberar a los oprimidos y a proclamar un año en el que el Señor concederá su gracia. ¡Amén! ¡Aleluya!

Canto final

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Primer Día: Amarás al extranjero porque ustedes fueron extranjeros en Egipto • MONICIÓN DE ENTRADA Esta Eucaristía la ofrecemos por los cristianos ortodoxos. La Iglesia Ortodoxa Oriental no es una sola iglesia sino más bien una familia de varios cuerpos auto-gobernados, denominados por la nación en la cual están localizados. Ellas están unidas por su afinidad en los sacramentos, doctrina, liturgia y gobierno eclesiástico, pero cada una administra sus propios asuntos. Oremos para que nuestra mutua fe en la Eucaristía y nuestro mutuo amor a la Virgen María nos ayuden a alcanzar la ansiada unidad. ANTÍFONA DE ENTRADA “Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas” (Sal 66 (65), 1-2).

• RITOS INICIALES Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo El pueblo responde:

Amén. Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo diciendo:

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La gracia de nuestro Señor Jesucristo, El amor del Padre Y la comunión del Espíritu Santo Estén con todos ustedes. El pueblo responde:

Y con tu espíritu.

• ACTO PENITENCIAL El sacerdote invita a los fieles al acto penitencial:

Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Se hace una breve pausa de silencio. Después el sacerdote dice:

• Reconocemos nuestras deficiencias a la hora de colaborar en fomentar el diálogo. Señor, ten piedad de nosotros. • Nos falta hondura y coraje para comunicarnos desde el corazón, la proximidad y el encuentro. Cristo, ten piedad de nosotros. • No somos capaces de contemplar la vida y el mundo con amor para comunicar el Evangelio. Señor, ten piedad de nosotros. Sigue la absolución del sacerdote:

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. 16


El pueblo responde:

Amén.

• ORACIÓN COLECTA Padre misericordioso, aumenta en nosotros la luz de la Fe, para que en los signos sacramentales de la Iglesia reconozcamos a tu Hijo, que continúa manifestándose en sus discípulos, y danos tu Espíritu, para proclamar a todos que Jesús es el Señor. Él que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. El pueblo responde:

Amén.

• LITURGIA DE L A PALABRA

PRIMERA LECTURA Amarás al extranjero. Lectura del libro del Levítico (19, 33-34). Cuando un forastero viva junto a ti, en tu tierra, no lo molestes. Al forastero que viva con ustedes lo mirarán como a uno de ustedes y lo amarás como a ti mismo, pues ustedes también fueron forasteros en Egipto: ¡Yo soy Yavé, tu Dios!. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 146

R. ¡Alaba al Señor, alma mía! ¡Alaba al Señor, alma mía! 17


Mientras viva yo quiero alabar al Señor, quiero salmodiar para el Señor mientras exista. R. No pongas tu confianza en los que mandan, ni en el mortal, que no puede salvarte; no bien se le va el alma, vuelve al polvo, y ese día se acaban sus proyectos. R. Dichoso aquel que al Dios de Jacob tiene de ayuda y pone su esperanza en el Señor, su Dios, en el que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto ellos encierran. R. El su lealtad conserva siempre, y su justicia da a los oprimidos, proporciona su pan a los hambrientos. El Señor deja libres a los presos. R. El Señor da la vista a los ciegos, el Señor endereza a los encorvados, el Señor ama a los justos; da el Señor protección al forastero, y reanima al huérfano y a la viuda, mas desvía el camino de los malvados. R. El Señor reina para siempre, tu Dios, Sión, de generación en generación. R.

SEGUNDA LECTURA

Personas hubo que, sin saberlo, alojaron ángeles en su casa Lectura de la carta a los Hebreos (13, 1-3). Manténgase el amor fraterno. No dejen de practicar la hospitalidad, pues 18


saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo. Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel, y de los que sufren, pues ustedes también tienen cuerpo. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Mateo (25, 31-46). En aquel tiempo, dijo Jesús: Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. En adelante, ya no los llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Desde ahora los llamaré amigos; porque les he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre. No me eligieron ustedes a mí; fui yo quien los elegí a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero. Así, el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Lo que yo les mando es esto: que se amen los unos a los otros. Palabra del Señor.

◊ REFLEXIÓN El recuerdo de ser extranjeros en Egipto está en la base del precepto de la Ley de que el pueblo de Dios debía acoger al extranjero que residía en su seno. Se albergaba la esperanza de que el recuerdo de su propio exilio estimularía la empatía y la solidaridad con los exiliados y los extranjeros presentes en un momento dado. Del mismo modo que para Israel, 19


nuestra experiencia cristiana compartida de la acción salvadora de Dios va a la par con el recuerdo de ser extranjeros y estar alienados –en el sentido de la enajenación de Dios y de su reino. Este modo cristiano de hacer memoria tiene implicaciones éticas. Dios ha restablecido nuestra dignidad en Cristo y nos ha hecho ciudadanos de su reino, no a causa de lo que hemos hecho para merecerlo, sino por un libre don de su amor. Estamos llamados a hacer lo mismo, libremente y movidos por el amor. El amor cristiano es amar como el Padre, esto es, reconocer la dignidad y dar dignidad y de este modo traer sanación a la familia humana quebrantada. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, 20


y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos y hermanas, Jesús está con nosotros en el camino de la vida. Él, el resucitado, comparte nuestros gozos y fatigas, nuestros sufrimientos y tristezas. Llenos de gozo por estar entre aquellos que lo reconocen como Señor, imploramos su ayuda y misericordia. A cada petición respondemos: Señor, acrecienta nuestra fe. • Pidamos a Dios por nuestros pastores, para que encuentren en el Evangelio la fuerza para anunciar la única verdad: Cristo muerto y resucitado por nuestra salvación. Oremos • Oremos por nuestra comunidad: para que acojamos con gratitud y responsabilidad el amor entregado de Cristo y aprendamos a acogernos como hermanos. Oremos 21


• Por todos nosotros para que nuestra vida sea testimonio del esfuerzo por buscar la unidad en la caridad de Cristo. Oremos • Para que nuestras familias reconozcan a Cristo vivo en cada hermano necesitado y le brinden la ayuda oportuna. Oremos Acoge Padre Misericordioso estas oraciones que te dirigimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. • LITURGIA EUCARÍSTICA ORACION SOBRE LAS OFRENDAS: Acoge, Señor los dones de tu Iglesia en fiesta. Y ya que eres el motivo de su gozo, haz que te ofrezcamos también el fruto de una perenne alegría. Por Cristo nuestro Señor. PLEGARIA EUCARÍSTICA DE LA RECONCILIACIÓN I V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. CP En verdad es justo y necesario darte gracias siempre, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno: Porque no dejas de alentarnos a tener una vida más plena, y, como eres rico en misericordia, 22


ofreces siempre tu perdón e invitas a los pecadores a confiar sólo en tu indulgencia. Nunca te has apartado de nosotros, que muchas veces hemos quebrantado tu alianza, y por Jesucristo tu Hijo, nuestro Redentor, tan estrechamente te has unido a la familia humana con un nuevo vínculo de amor, que ya nada lo podrá romper. Y ahora, mientras le ofreces a tu pueblo un tiempo de gracia y reconciliación, alientas a esperar en Cristo Jesús a quien se convierte a ti y le concedes ponerse al servicio de todos los hombres, confiando más plenamente en el Espíritu Santo. Por eso, llenos de admiración, ensalzamos la fuerza de tu amor y proclamando la alegría de nuestra salvación, con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 2. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP Santo eres en verdad, Señor, que desde el principio del mundo obras siempre para que el hombre sea santo, 23


como tú mismo eres santo. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Te pedimos que mires los dones de tu pueblo, y derrames sobre ellos la fuerza de tu Espíritu Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: para que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre Junta las manos. de tu amado Hijo, Jesucristo, en quien nosotros también somos hijos tuyos. Aunque en otro tiempo estábamos perdidos y éramos incapaces de acercarnos a ti, nos amaste hasta el extremo: tu Hijo, que es el único Justo, se entregó a sí mismo a la muerte, aceptando ser clavado en la cruz por nosotros. Pero antes de que sus brazos, extendidos entre el cielo y la tierra trazasen el signo indeleble de tu alianza, él mismo quiso celebrar la Pascua con sus discípulos. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Mientras comía con ellos, 24


Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan y dando gracias te bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, sabiendo que iba a reconciliar todas las cosas en sí mismo, por su sangre derramada en la cruz, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar. prosigue: tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. 25


Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. 26


7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Así, pues, al celebrar el memorial de tu Hijo Jesucristo, nuestra Pascua y nuestra paz verdadera, hacemos presente su muerte y resurrección de entre los muertos, y, mientras esperamos la venida gloriosa, te ofrecemos, Dios fiel y misericordioso, la víctima que reconcilia a los hombres contigo. C1 Mira bondadosamente, Padre misericordioso, a quienes unes a ti por el sacrificio de tu Hijo, y concédeles, por la fuerza del Espíritu Santo, que, participando de un mismo pan y de un mismo cáliz, formen en Cristo un solo cuerpo, en el que no haya ninguna división. C2 Guárdanos siempre en comunión de fe y amor con nuestro Papa N., y con nuestro Obispo N Ayúdanos a esperar la venida de tu reino hasta la hora en que nos presentemos a ti, santos entre los santos del cielo, con María, la Virgen Madre de Dios, San José con los apóstoles y con todos los santos, y con nuestros hermanos difuntos, que confiamos humildemente a tu misericordia. Entonces, liberados por fin de toda corrupción y constituidos plenamente en nuevas criaturas, te cantaremos gozosos la acción de gracias 27


Junta las manos. de tu Ungido, que vive eternamente. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén. • RITO DE COMUNIÓN. Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas dice:

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos deje caer en tentación, y líbranos del mal. 28


Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos El pueblo concluye la oración, aclamando:

Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria, por siempre, Señor. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Junta las manos.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. El pueblo responde:

Amén. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:

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La paz del Señor esté siempre con ustedes. El pueblo responde:

Y con tu espíritu. Luego, si se juzga oportuno, el sacerdote añade:

Dénse fraternalmente la paz. Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y pone una partícula dentro del cáliz, diciendo en secreto:

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna. Mientras tanto se canta o se dice:

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la mesa del Señor. Y, juntamente con el pueblo añade:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. ANTIFONA DE COMUNIÓN: 30


“Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo” (Mt 25,34b) Luego de la comunión, el sacerdote de pie en el altar o en la sede hace la oración.

ORACIÓN POST COMUNIÓN: Mira con bondad, Señor, a tu pueblo, que has renovado con los Sacramentos pascuales, y guíalo a la gloria incorruptible de la Resurrección. Por Cristo nuestro Señor. ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios eterno, que no perteneces a ninguna cultura ni tierra sino eres Señor de todos, y nos llamas a acoger al extranjero que reside entre nosotros. Ayúdanos con tu Espíritu para vivir como hermanos y hermanas, acogiendo a todos en tu nombre y viviendo según la justicia de tu reino. Esto pedimos en el nombre de Jesús. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE El Señor los bendiga y los proteja. R. Amén Ilumine su rostro sobre ustedes y les tenga misericordia. R. Amén Vuelva a ustedes su mirada y les conceda la paz. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén 31


Segundo Día: Y no ya como esclavo, sino como algo más, como hermano muy querido • MONICIÓN DE ENTRADA Esta celebración está dirigida a rezar por los hermanos cristianos de la Iglesia Luterana. Los luteranos forman la primera iglesia protestante que emergió, primero en Alemania, como resultado del movimiento de la reforma iniciado por el monje agustino Martín Lutero. Que nuestra oración fortalezca nuestra mutua adhesión firme a la Palabra de Dios como fuente segura de unidad. ANTÍFONA DE ENTRADA Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, oh Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia (Sal 48 [47], 10-11).

• ACTO PENITENCIAL Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros. Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros. Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros.

• ORACIÓN COLECTA Oh Dios, que en la vocación bautismal nos llamas a ser plenamente disponibles al anuncio de tu Reino, danos la valentía apostólica y la libertad evangélica, para que hagamos presente en cada ambiente de vida tu palabra de amor y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén. 32


• LITURGIA DE L A PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios creó al ser humano a su imagen Lectura del libro del profeta Génesis (1, 26-28). Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.» Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Varón y mujer los creó. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 10 (1-10)

R. Señor, ¿por qué permaneces lejos y te ocultas en tiempo de angustia? ¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en los momentos de angustia? El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que máquina. R. El malvado se jacta de la avidez de su alma, el aprovechador maldice y desprecia al Señor. Enrisca la nariz y no se preocupa: «¡No hay Dios», dice; eso es todo lo que piensa. R. En todas sus empresas le va bien, 33


tus sentencias son muy altas para él, barre de un soplo a todos sus rivales. R. Dice en su corazón: «Soy inquebrantable, la desgracia jamás me alcanzará». Su boca está llena de perfidia, de fraude y amenazas; sus palabras inspiran injusticia y maldad. R. Se pone al acecho en el cañaveral, a escondidas mata al inocente; sus ojos espían al indigente, acecha como león en la espesura, listo para atrapar al desdichado, lo atrapa y luego lo arrastra con su red. Se detiene, se encoge, y cae en su poder el indigente. R.

SEGUNDA LECTURA

Y no ya como esclavo, sino como algo más, como hermano muy querido Lectura de la carta a Filemón (vrs. 8,18). Por eso, aunque tengo en Cristo plena libertad para ordenarte lo que tendrías que hacer, prefiero pedírtelo por amor. El rogante es Pablo, ya anciano, y ahora preso por Cristo Jesús, y la petición es para mi hijo Onésimo, a quien transmití la vida mientras estaba preso. Este Onésimo por un tiempo no te fue útil, pero ahora te va a ser muy útil, como lo ha sido para mí. Te lo devuelvo; recibe en su persona mi propio corazón. Hubiera deseado retenerlo a mi lado, para que me sirviera en tu lugar, mientras estoy preso por el Evangelio. Pero no quise hacer nada sin tu acuerdo, ni imponerte una obra buena, sino dejar que la hagas libremente. A lo mejor Onésimo te fue quitado por un momento para que lo ganes para la eternidad. Ya no será esclavo, sino algo mucho mejor, pues ha pasado a ser para mí un hermano muy querido, y lo será mucho más todavía para ti. Por eso, en vista de la comunión que existe entre ti y yo, recíbelo como si fuera yo. Y si te ha perjudicado o te debe algo, cárgalo en mi cuenta. Palabra de Dios. 34


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los ojos de sus hijos. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10,25-37). Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?» El hombre contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.» El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: «¿Y quién es mi prójimo?» Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, dio un rodeo y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y pasó de largo. Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio, pero éste se compadeció de él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.» Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se hizo el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?» El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.» Palabra del Señor. ◊ REFLEXIÓN Una de las primeras cosas que aprendemos acerca de Dios en la Biblia 35


hebrea y cristiana es que Dios creó al ser humano a su imagen. Sin embargo, esta verdad profunda y hermosa ha sido con frecuencia oscurecida o negada a lo largo de la historia humana. En el Imperio romano, por ejemplo, se negaba la dignidad de los que eran esclavos. El mensaje del evangelio es completamente distinto a esto. Jesús desafió las normas sociales que devaluaban la dignidad humana de los samaritanos, indicando al samaritano como el «prójimo» de aquel que había sido asaltado camino de Jericó –un prójimo que debe ser amado, según la Ley–. Y Pablo, valiente en Cristo, habla del esclavo Onésimo como de un «hermano muy querido», transgrediendo las normas sociales de su época y afirmando la humanidad de Onésimo. El amor cristiano debe ser siempre un amor valiente que se atreve a cruzar fronteras, reconociendo en los demás una dignidad igual a la nuestra. Como san Pablo, los cristianos deben ser «suficientemente valientes en Cristo» para levantar una voz unánime que reconozca claramente como sus prójimos y sus hermanos y hermanas muy queridos a las víctimas del tráfico humano y de este modo trabajar juntos para poner fin a la esclavitud de los tiempos modernos. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES Hermanos y hermanas, hagámonos testigos del poder Salvador de Jesucristo, expresando con la oración comunitaria nuestra confianza en El. Respondemos: Dios, nuestra esperanza, escúchanos. • Por el Papa, nuestros obispos y sacerdotes para que estén siempre dispuestos a dar la vida por sus ovejas, al estilo de Cristo. Oremos • Para que en nuestra vida fomentemos el amor al servicio, especialmente por los más necesitados o por quienes viven aislados de los demás. Oremos • Por todos los que están dedicados a servir en diferentes formas a los demás, para que Cristo sea su modelo y fortaleza. Oremos 36


• Para que a ejemplo de Cristo que vino a servir y no ser servido nosotros aprendamos a dar la vida por los demás. Oremos Oh Padre, paciente y misericordioso, que eres bueno con todos tus hijos, escucha con benevolencia nuestra oración, muéstrate providente hacia cuantos viven en necesidad y ayúdanos a no separarnos nunca de tu Hijo Jesucristo. Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS: Nos purifique, Señor esta ofrenda que consagramos en tu nombre, y nos conduzca día a día a manifestar en nosotros la vida nueva de Cristo tu Hijo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. PLEGARIA EUCARÍSTICA Jesús, que pasó haciendo el bien

V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.

CP En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Padre misericordioso y Dios fiel: Porque nos diste como Señor y redentor nuestro a tu Hijo Jesucristo. 37


Él siempre se mostró misericordioso con los pequeños y los pobres con los enfermos y los pecadores, y se hizo cercano a los oprimidos y afligidos. Él anunció al mundo, con palabras y obras, que tú eres Padre y que cuidas de todos tus hijos. Por eso, con los Ángeles y todos los Santos, te alabamos, te bendecimos, y cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 2. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP Santo eres en verdad y digno de gloria, Dios que amas a los hombres, que siempre estás con ellos en el camino de la vida. Bendito es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: 38


CC Por eso te rogamos, Padre misericordioso, que envíes tu Espíritu Santo para que santifique estos dones de pan y vino, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la Sangre Junta las manos. de Jesucristo, nuestro Señor. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Él mismo, la víspera de su Pasión, en la noche de la Última Cena, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan, te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 39


tomó el cáliz, te dio gracias y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan 40


y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. 7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Por eso, Padre Santo, al celebrar el memorial de Cristo, tu Hijo, nuestro Salvador, a quien por su pasión y muerte en cruz llevaste a la gloria de la resurrección y lo sentaste a tu derecha, anunciamos la obra de tu amor, hasta que él venga, y te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de bendición. Mira con bondad la ofrenda de tu Iglesia, en la que se hace presente el sacrificio pascual de Cristo que se nos ha confiado, y concédenos, por la fuerza del Espíritu de tu amor, ser contados ahora y por siempre entre el número de los miembros de tu Hijo, cuyo Cuerpo y Sangre comulgamos. C1 Lleva a tu Iglesia, Señor, a la perfección en la fe y en la caridad, con nuestro papa N., y nuestro Obispo N.*, con los demás obispos, presbíteros y diáconos, y todo tu pueblo. 41


Abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de los hermanos; inspíranos las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados; haz que podamos servirlos con sinceridad, siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo. Que tu Iglesia sea un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y justicia, para que todos los hombres se animen con una nueva esperanza. C2 Acuérdate de nuestros hermanos (N. y N.), que se durmieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe sólo tú conociste: admítelos a contemplar la luz de tu rostro y dales la plenitud de la vida en la resurrección. Y, terminada nuestra peregrinación por este mundo, concédenos, también, llegar a la morada eterna donde viviremos siempre contigo y allí, con santa María, la Virgen Madre de Dios, San José, con los apóstoles y los mártires, (con san N. santo del día o patrono) y en comunión con todos los santos, te alabaremos y te glorificaremos Junta las manos. por Jesucristo, Señor nuestro. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, 42


a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén. PADRE NUESTRO / PAZ ANTÍFONA DE COMUNIÓN “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor”. (Juan 14,9) ORACIÓN POST COMUNIÓN Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con los dones de tu caridad sin límites, haz que gocemos de los beneficios de tu salvación y vivamos siempre en acción de gracias. Por Jesucristo nuestro Señor ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios misericordioso, muestras tu cercanía a los que son víctimas del tráfico de seres humanos, asegurándoles que conoces su situación y que escuchas su grito. Que tu Iglesia, manteniéndose unida, pueda luchar con compasión y valor para que llegue ese día en el que nadie será explotado y en el que todos podrán ser libres para vivir en paz unas vidas dignas. Esto pedimos en nombre del Dios trino que puede hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o imaginar. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE La paz de Dios que supera toda inteligencia, guarde sus corazones y sus pensamientos 43


en el conocimiento y en el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén

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Tercer Día: Su cuerpo es templo del Espíritu Santo • MONICIÓN DE ENTRADA Este día ofrecemos nuestra oración por los hermanos anglicanos. El Rey Enrique VIII de Inglaterra fue quien dio comienzo a la iglesia anglicana en su país, alejándose, cada vez más de la Iglesia Católica y provocando un cisma que dividió a los cristianos. Que nuestra oración apoyada en el mismo Credo de los Apóstoles que recitamos, y la intercesión de los santos a quienes aceptamos como intercesores y modelos nos ayuden a trabajan en conjunto para lograr la tan anhelada unión. ANTÍFONA DE ENTRADA “Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos” (Ef 4,4-6).

• ACTO PENITENCIAL • Pedimos perdón a Dios y al prójimo por las divisiones que han obstaculizado el testimonio cristiano. Señor, hemos pecado contra ti y contra el prójimo. Señor, ten piedad. • Oh Cristo, nuestras divisiones son contrarias a tu voluntad y nos han impedido dar un testimonio conjunto. Cristo, ten piedad. • Señor, no te hemos amado suficientemente en nuestros hermanos y hermanas, creados a tu imagen y semejanza aunque somos diferentes. Señor, ten piedad.

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• ORACIÓN COLECTA

Dios creador y Padre, que reúnes a los hijos dispersos y los preservas en la unidad, mira con bondad el rebaño de tu Hijo, para que cuantos están consagrados por un solo bautismo formen una sola familia en el vínculo del amor y de la Fe verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA Dios libera a los cautivos

Lectura del libro del Éxodo (3, 4-10). Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» Yavé le dijo: «No te acerques más. Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada.» Luego le dijo: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Al instante Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se fijara sobre Dios. Yavé dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he oído sus quejas cuando lo maltrataban sus mayordomos. Me he fijado en sus sufrimientos, y he bajado, para librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche y miel, al territorio de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. El clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí y he visto cómo los egipcios los oprimen. Ve, pues, yo te envío a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 24 (1-6) 46


R. Esta es la generación de los que anhelan tu rostro, Dios de Jacob Del Señor es la tierra y lo que contiene, el mundo y todos sus habitantes; pues él la edifico sobre los mares, y la puso más arriba que las aguas. R. ¿Quién subirá a la montaña del Señor? ¿Quién estará de pie en su santo recinto? R. El de manos limpias y de puro corazón, el que no pone su alma en cosas vanas ni jura con engaño. R. Ese obtendrá la bendición del Señor y la aprobación de Dios, su salvador. R. Así es la raza de los que Le buscan, de los que buscan tu rostro, ¡Dios de Jacob! R. ¡Puertas, levanten sus dinteles, elévense, portones eternos y que pase el Rey de la gloria! R. ¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, el fuerte, el poderoso, el Señor, valiente en la batalla. R. ¡Puertas, levanten sus dinteles, elévense, portones eternos y que pase el Rey de la gloria! R. ¿Quién es ese Rey de la gloria? Es Yahvé, Dios de los Ejércitos, él es el Rey de la Gloria. R. 47


SEGUNDA LECTURA

Glorifiquen, pues, a Dios con su cuerpo. Lectura del Libro de la Primera carta a los Corintios (6, 9-20). ¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros, ni los homosexuales y los comodones, ni los ladrones, ni los que no tienen nunca bastante, ni los borrachos, ni los chismosos, ni los que se aprovechan de los demás heredarán el Reino de Dios. Tal fue el caso de algunos de ustedes, pero han sido lavados, han sido santificados y rehabilitados por el Nombre de Cristo Jesús, el Señor, y por el Espíritu de nuestro Dios. Todo me está permitido, pero no todo me conviene. Todo me está permitido, pero no me haré esclavo de nada. La comida es para el estómago y el estómago para la comida; tanto el uno como la otra son cosas que Dios destruirá. En cambio la persona no es para la prostitución, sino para el Señor, y el Señor es para la persona. Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Puedo, entonces, tomar sus miembros a Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡Ni pensarlo! Pues ustedes saben muy bien que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella. La Escritura dice: Los dos serán una sola carne. En cambio, el que se une al Señor se hace un solo espíritu con él. Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. 48


El que se haga pequeño, ese es el más grande en el reino de los cielos. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Mateo (18, 1-7). En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: « ¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?» Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos y declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe. Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo! Palabra del Señor. ◊ REFLEXION El libro del Éxodo muestra la solicitud de Dios por los cautivos. La revelación de Dios a Moisés en el episodio de la zarza ardiente fue una declaración poderosa de su voluntad de liberar a su pueblo. Dios vio sus penalidades, oyó su grito y vino para liberarlos. Mientras que la sexualidad es un don de Dios para las relaciones humanas y la expresión de la intimidad, el mal uso de este don a través de la pornografía esclaviza y devalúa tanto al que se dedica a producirla, como al que la consume. Dios no es insensible a esta situación y los cristianos son llamados a ser igualmente solícitos. San Pablo dice que estamos llamados a glorificar a Dios con nuestros cuerpos, lo que significa que todas las dimensiones de nuestra vida, incluidas nuestras relaciones, pueden y deben ser ofrenda agradable a Dios. Los cristianos deben trabajar juntos para construir un modelo de sociedad que defienda la dignidad del ser humano y que no incite a pecar a los más pequeños, sino que, al contrario, los capacite para que 49


vivan en libertad, que es la voluntad de Dios para ellos. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos y hermanas, dirigimos nuestra oración común a Dios Padre, para que haga de nosotros verdaderos discípulos y testigos de Cristo, su Hijo. Respondemos: Señor Jesús, haznos tus testigos. • Te pedimos que acompañes a todas las Iglesias con el espíritu de discernimiento, de concordia, de confianza necesaria para alcanzar la plena comunión. Oremos • Por todas las Iglesias, que a lo largo del último siglo, han reconocido que en la fuente del ecumenismo sus vidas se han transformado, para que reaviven este deseo ardiente de la unidad en el corazón de todos los cristianos del mundo. Oremos • Te pedimos Padre, ayúdanos a retornar hacia tu amor. Cuando estamos envueltos en la oscuridad de la duda o el error, danos la esperanza de alcanzar un día la unidad. Oremos • Para que en nuestras familias sepamos apoyar con nuestra experiencia de diálogo y paz, los esfuerzos de la Iglesia por alcanzar la unidad. Oremos Dios de la vida, en la fuerza del Espíritu te elevamos nuestra oración. Acógela junto a cuanto tenemos en el corazón, y escúchala según tu misericordia. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS: Oh Padre que en el único sacrificio de tu Hijo has adquirido un pueblo de adopción, vela siempre en tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 50


PLEGARIA EUCARÍSTICA DIOS GUÍA A SU IGLESIA POR EL CAMINO DE SALVACIÓN

V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. CP En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, creador del mundo y fuente de toda vida: Porque no abandonas nunca la obra de tu sabiduría sino que obras con tu providencia en medio de nosotros. Guiaste a tu pueblo Israel por el desierto con mano poderosa y brazo extendido; ahora acompañas a tu Iglesia, peregrina en el mundo, con la fuerza constante del Espíritu Santo y la conduces por el camino de la vida temporal hacia el gozo eterno de tu reino, por Cristo, Señor nuestro. Por eso, también nosotros con los ángeles y los santos, cantamos el himno de tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. 51


Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 2. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP Santo eres en verdad y digno de gloria, Dios que amas a los hombres, que siempre estás con ellos en el camino de la vida. Bendito es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Por eso te rogamos, Padre misericordioso, que envíes tu Espíritu Santo para que santifique estos dones de pan y vino, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la Sangre Junta las manos. de Jesucristo, nuestro Señor. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Él mismo, la víspera de su Pasión, 52


en la noche de la Última Cena, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan, te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó el cáliz, te dio gracias y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 53


6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. 7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Por eso, Padre Santo, al celebrar el memorial de Cristo, tu Hijo, nuestro Salvador, a quien por su pasión y muerte en cruz 54


llevaste a la gloria de la resurrección y lo sentaste a tu derecha, anunciamos la obra de tu amor, hasta que él venga, y te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de bendición. Mira con bondad la ofrenda de tu Iglesia, en la que se hace presente el sacrificio pascual de Cristo que se nos ha confiado, y concédenos, por la fuerza del Espíritu de tu amor, ser contados ahora y por siempre entre el número de los miembros de tu Hijo, cuyo Cuerpo y Sangre comulgamos. C1 Fortalécenos en la unidad, Señor, a los que hemos sido invitados a tu mesa: para que con nuestro Papa N., y nuestro Obispo N., con los demás obispos, presbíteros y diáconos, y todo tu pueblo, caminemos por tus sendas en la fe y la esperanza, y manifestemos al mundo la alegría y la confianza. C2 Acuérdate de nuestros hermanos (N. y N.), que se durmieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe sólo tú conociste: admítelos a contemplar la luz de tu rostro y dales la plenitud de la vida en la resurrección. Y, terminada nuestra peregrinación por este mundo, concédenos, también, llegar a la morada eterna donde viviremos siempre contigo y allí, con santa María, la Virgen Madre de Dios, San José con los apóstoles y los mártires, 55


(con san N. santo del día o patrono) y en comunión con todos los santos, te alabaremos y te glorificaremos Junta las manos. por Jesucristo, Señor nuestro. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén PADRE NUESTRO / PAZ ANTÍFONA DE COMUNIÓN “El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos.” (Mt 18,4). ORACIÓN POST COMUNIÓN Oh Padre, esta comunión eucarística, signo de nuestra fraternidad en Cristo, santifique en el vínculo del amor a tu Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Por tu gracia divina, Señor, restaura nuestra mente y nuestro cuerpo. 56


Crea en nosotros un corazón limpio y una mente pura para que podamos dar gloria a tu Nombre. Que tu Iglesia se mantenga unida en un mismo propósito para la santificación de tu pueblo. Te lo pedimos por medio de Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE Dios omnipotente con su misericordia los bendiga, y les infunda el afecto de la sabiduría que salva. R. Amén Les conceda crecer siempre en la fe Y les dé perseverancia en el obrar con santidad. R. Amén Dirija sus pasos hacia él y les muestre el camino del amor y de la paz. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén

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Cuarto Día: Esperanza y salvación. • MONICION DE ENTRADA En esta Eucaristía ofrecemos nuestra oración por los hermanos de la Iglesia Metodista, tiene sus orígenes en Inglaterra, cuando un grupo de cristianos encabezados por John Wesley, su hermano más joven Charles Wesley y George Whitefield buscaban la forma de renovar la Iglesia de Inglaterra en el siglo XVIII, por medio de un estudio centrado en la Biblia, un acercamiento metódico a las Escrituras y la relación e impacto de éstos con la vida cotidiana del creyente. Que nuestro mutuo deseo de santificación no ayude a ser dóciles al Espíritu de Dios y forje en notros la unidad. ANTIFONA DE ENTRADA “A ti clamo, Señor: escúchame. ¡Ten compasión de mí, respóndeme! ¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres Tú! No me dejes solo y sin amparo, pues Tú eres mi Dios y Salvador” (Sal 27 [26], 7.9)

• ACTO PENITENCIAL

• Por tantas ocasiones que no hemos reconocido el don de Dios en los hermanos: ¡Señor, ten piedad! • Por vivir demasiado centrados en nosotros mismos para compartir las maravillas de este mensaje de vida con los demás. ¡Cristo ten piedad! • Por permitir fácilmente que permanezcan divisiones y rencillas entre nosotros. ¡Perdónanos, Señor! ¡Señor, ten piedad!

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• ORACIÓN COLECTA Oh Padre, que hiciste de nosotros un pueblo profético y sacerdotal, llamado a ser signo visible de la nueva realidad de tu Reino, concédenos vivir en plena comunión contigo en el sacrificio de alabanza y en el servicio a los hermanos, para ser misioneros y testigos del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Para aumentar su señorío con una paz sin fronteras Lectura del libro de Isaías (9, 2-7ª). Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. 4 Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: “Consejero maravilloso, Dios fuerte, 59


Padre para siempre, Príncipe de la paz”. Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto. El Señor ha enviado una palabra a Jacob Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 34 (1-15) R. Busca la paz, marcha tras ella

Bendeciré al Señor en todo tiempo, no cesará mi boca de alabarlo. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren. R. Engrandezcan conmigo al Señor y ensalcemos a una su nombre. Busqué al Señor y me dio una respuesta y me libró de todos mis temores. R. Mírenlo a él y serán iluminados y no tendrán más cara de frustrados. Este pobre gritó y el Señor lo escuchó, y lo salvó de todas sus angustias. R. El ángel del Señor hace sus rondas junto a los que le temen y los guarda. Gusten y vean cuán bueno es el Señor 60


¡dichoso aquel que busca en él asilo! R. Teme al Señor, pueblo de los santos, pues nada les falta a los que le temen. Los ricos se han quedado pobres y con hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. R. Vengan, hijos, y pónganme atención, quiero enseñarles el temor del Señor. ¿Cuál es el hombre que anhela vivir y desea gozar días felices? R. Guarda tu lengua del mal, tus labios de palabras mentirosas. Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y ponte a perseguirla. R.

SEGUNDA LECTURA

Dios mismo enjugará toda lágrima de sus ojos Lectura del libro del Apocalipsis (7, 13-17). Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen?» Yo contesté: «Señor, tú lo sabes.» El Anciano me replicó: «Esos son los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos; ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán agobiados por el sol ni por viento abrasador alguno, porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida; y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.» Palabra de Dios.

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ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Juan (14, 25-27). Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo. Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo. Palabra del Señor. ◊ REFLEXION El reino que Dios prometió, el reino que Jesús anunció e hizo presente en su ministerio, es un reino de justicia, de paz y de alegría en el Espíritu Santo. ¿Qué significa esta buena noticia para los que están atrapados en la oscuridad de la violencia? En la visión del profeta, una luz brillante cubrió a los que habitaban un país tenebroso. Pero, ¿cómo pueden los cristianos llevar la luz de Jesús a los que están en las tinieblas de la violencia doméstica y de las bandas? ¿Qué esperanza pueden ofrecer los cristianos? Es triste que la división de los cristianos sea un antitestimonio que hace difícil poder transmitir esperanza. Sin embargo, la búsqueda de la paz y de la reconciliación ente las diferentes Iglesias y confesiones es lo opuesto a esto. Cuando los cristianos se esfuerzan por la unidad en un mundo marcado por los conflictos, ofrecen al mundo un signo de reconciliación. Los cristianos que se niegan a entrar en una lógica de privilegios y de estatus, que se niegan a devaluar a los otros y a sus comunidades, dan testimonio de la paz del reino de Dios en el que el Cordero conduce a los santos a los manantiales 62


de aguas vivas. Esta es la paz que necesita el mundo, la que trae sanación y consuelo a los afligidos por la violencia. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES Hermanos y hermanas, somos el pueblo de Dios, custodiado, amado y guiado por Él. Al Padre de misericordia, que conoce las necesidades más profundas de nuestro corazón, dirigimos nuestra oración con confianza y humildad. Respondemos: Señor, protege a tu pueblo. • Pidamos por nuestros pastores, para que el Espíritu Santo los ilumine con su luz que da vida y esperanza. Oremos • Por toda la comunidad de fieles laicos para que se dejen guiar por la luz de Cristo muerto y resucitado que da sentido a nuestro caminar. Oremos • Para que demos testimonio de nuestro deseo y esfuerzo por alcanzar la unidad especialmente con los que no piensan como nosotros. Oremos • Para que en familia busquemos la unidad en todo cuanto emprendamos. Oremos Oh Padre, que te agrada la súplica de quienes se dirigen a ti con amor de hijos, escucha benigno las oraciones que te hemos presentado y haz que podamos vivir siempre coherentes a tu voluntad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS: Oh Dios, que en el pan y en el vino ofreces al hombre la comida que lo alimenta y el sacramento que lo renueva, haz que nunca nos falte el sus63


tento del cuerpo y del espíritu. Por Cristo nuestro Señor. Amén. PLEGARIA EUCARÍSTICA DE LA RECONCILIACIÓN II V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.

CP En verdad es justo y necesario darte gracias y alabarte, Dios, Padre todopoderoso, por todo lo que haces en este mundo, por Jesucristo, Señor nuestro. Pues en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sabemos que tú diriges los ánimos para que se dispongan a la reconciliación. Por tu Espíritu mueves los corazones de los hombres para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano, y los pueblos busquen la concordia. Con tu acción eficaz puedes conseguir, Señor, que el amor venza al odio, la venganza deje paso a la indulgencia, y la discordia se convierta en amor mutuo. 64


Por eso, con los coros celestiales te damos gracias continuamente y en la tierra cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 2. El Sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP A ti, Padre omnipotente, te bendecimos por Jesucristo, tu Hijo, que ha venido en tu nombre. Él es la Palabra de salvación para los hombres, la mano que tiendes a los pecadores, el camino que nos conduce a tu paz. Cuando nos habíamos apartado de ti por nuestros pecados, Señor, nos reconciliaste contigo, para que, convertidos a ti, nos amáramos unos a otros por tu Hijo, a quien entregaste a la muerte por nosotros. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Y ahora, celebrando la reconciliación que Cristo nos trajo, te suplicamos que por las efusión de tu Espíritu santifiques estos dones Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: para que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre de tu Hijo, 65


que nos mandó a celebrar estos misterios. Junta las manos. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Porque él mismo, cuando iba a entregar su vida por nuestra liberación, sentado a la mesa, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan en sus manos, y dando gracias te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, aquella noche, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó en sus manos el cáliz de la bendición, y, proclamando tu misericordia, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, 66


PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. 67


Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección 7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Así, al celebrar el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, que nos dejó esta prenda de su amor, te ofrecemos lo que tú nos entregaste, el sacrificio de la reconciliación perfecta. Te pedimos humildemente, Padre santo, que nos aceptes también a nosotros, junto con tu Hijo, en este banquete salvífico, concédenos el mismo Espíritu, que haga desaparecer toda enemistad entre nosotros. C1 Que este Espíritu haga de tu Iglesia signo de unidad e instrumento de tu paz entre los hombres, y nos guarde en comunión con el Papa N., con nuestro Obispo N., con los demás Obispos y con todo tu pueblo. C2 Recibe en tu reino a nuestros hermanos que se durmieron en el Señor y a todos los difuntos cuya fe sólo tú conociste. Así como nos has congregado ahora, en torno a la mesa de tu Hijo, reúnenos con la gloriosa Virgen María, Madre de Dios, San José, con los apóstoles y con todos los santos. Reúne también a los hombres de toda raza y lengua, en el banquete de la unidad eterna, 68


en los cielos y en la tierra nueva, donde brille la plenitud de tu paz. Junta las manos. por Jesucristo, Señor nuestro. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo responde: Amén.

PADRE NUESTRO / PAZ

ANTÍFONA DE COMUNIÓN “Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo” (Jn 14,38b). ORACIÓN POST COMUNIÓN Señor, la participación en este Sacramento, signo de nuestra unión contigo, edifique tu Iglesia en la unidad y en la paz. Por Cristo nuestro Señor. Amén. ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios de todo consuelo y esperanza, tu resurrección venció la violencia de la cruz. 69


Que como pueblo tuyo podamos ser un signo visible de que la violencia de este mundo será vencida. Esto pedimos en el nombre del Señor resucitado. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE El Dios de todo consuelo disponga sus días en su paz y les conceda el don de su bendición. R. Amén Los libre de todo peligro y afiance sus corazones en su amor. R. Amén Para que, enriquecidos con los dones de la fe, la esperanza y el amor, pasen por la vida haciendo el bien y alcancen la felicidad eterna. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén

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Quinto Día: ¡Escucha el grito de mi pobre pueblo desde todos los rincones de la tierra! • MONICIÓN DE ENTRADA Esta Eucaristía la ofrecemos por nuestros hermanos denominados Evangélicos, son un movimiento transdenominacional dentro del cristianismo protestante que arguye que la esencia del Evangelio consiste en la doctrina de la salvación por gracia a través de la fe en la expiación de Jesús de Nazaret. Con ellos creemos en la centralidad de la conversión por la fe en Jesucristo que es quien la da, esperamos sinceramente que esta fe lleve a dar, con la ayuda de Dios y nuestra colaboración con Él y con los demás, más pasos en el camino de la unidad. ANTÍFONA DE ENTRADA Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura. (Sal 96 [95], 1.6)

• ACTO PENITENCIAL • Tú que nos envías a anunciar tu Reino. Señor ten piedad • Tú que nos envías como mensajeros de paz. Cristo ten piedad • Tú que nos envías a proclamar la alegría de la salvación. Señor ten piedad

• ORACIÓN COLECTA Oh Dios, que fundaste a tu Iglesia sobre la fe de los Apóstoles, haz que nuestras comunidades, iluminadas por tu Palabra y unidas en el vínculo 71


de tu amor, sean signo de salvación y de esperanza para todos aquellos que desde las tinieblas anhelan tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen.

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Señor su Dios va delante de ustedes Lectura del libro del Deuteronomio (1, 19-35) Al fin, habiendo partido del Horeb, enfrentamos aquel enorme y temible desierto que vieron, camino de la montaña del amorreo, como Yavé nos lo mandaba, y llegamos a Cadés Barné. Entonces les dije: “Hemos llegado a esta montaña del amorreo, que Yavé, nuestro Dios, nos da. Mira, Israel, Yavé pone a tu disposición todo este territorio; sube, pues, y toma posesión de él como Yavé, el Dios de tus padres te ha dicho. No tengas miedo ni te desanimes.” Entonces todos ustedes se acercaron a mí y me dijeron: “Manda mejor algunos hombres delante de nosotros para que exploren el país y nos enseñen los caminos que llevan a las ciudades que podremos asaltar”. Me pareció bien esa propuesta y tomé de entre ustedes doce hombres, uno por tribu, los cuales partieron, subieron a los cerros y llegaron hasta el Valle del Racimo, que recorrieron a pie. Allí tomaron de las frutas del valle y, al volver, nos contaron cómo les había ido. Nos dijeron: “Buena es la tierra que Yavé nos da.” Ustedes, sin embargo, no quisieron subir, sino que se rebelaron contra las órdenes de Yavé. Y empezaron a murmurar en sus tiendas: “Yavé no nos quiere; nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos, que acabarán con todos nosotros. ¿A dónde nos están llevando? Los mensajeros dicen que la gente de allá es más fuerte y más numerosa que nosotros; las ciudades son grandes y con murallas que llegan al cielo; incluso se han visto allí gigantes. Con esto se nos ha ido abajo el ánimo.” Entonces yo les dije: “No teman ni tengan miedo de ellos. Yavé, nuestro 72


Dios, que los conduce a ustedes, peleará por ustedes como ya lo hizo en Egipto y en el desierto. Han visto cómo los llevó durante todo el camino, como un padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar.” Pero ni aun así creyeron a Yavé, nuestro Dios. El, sin embargo, era quien había ido delante de ustedes durante todo el viaje, enseñándoles los sitios donde debían levantar su campamento, señalándoles el camino, de noche con la columna de fuego y de día con la nube. Al escuchar Yavé sus quejas, se indignó y juró: “Ningún hombre de esta generación perversa verá la espléndida tierra que yo juré dar a sus padres, excepto Caleb, hijo de Jefoné; él la verá y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que ha pisado, porque ha seguido fielmente a Yavé”. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 145 (9-20) R. El Señor sostiene a cuantos flaquean El Señor es bondad para con todos, sus ternuras están en todas sus obras.. R. Te den gracias, Señor, todas tus obras, te bendigan tus amigos; que hablen de la gloria de tu reino y anuncien tus hazañas, para que vean los hombres tus proezas, el brillo y la gloria de tu reino. R. Tu reino es reino por todos los siglos, y tu imperio por todas las edades. Fiel es el Señor en todas sus palabras y bondadoso en todas sus obras. R. Sostiene el Señor a todos los que caen, 73


a los que están encorvados endereza. Los ojos de todos de ti esperan que les des a su tiempo su alimento. Tú sólo abres tu mano, y satisfaces de lo que quiera a todo ser viviente. R. Justo es el Señor en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. Cerca está el Señor de los que le invocan, de todos los que lo invocan de verdad. Les da en el gusto a todos los que lo temen, escucha su clamor y los salva. R. El Señor guarda a todos los que lo aman, y a todos los malvados extermina. R.

SEGUNDA LECTURA

El rico se desvanecerá como la flor de la hierba Lectura de la Carta del Apóstol Santiago (1, 9-11). El hermano de condición humilde debe alegrarse cuando su situación mejora, y el rico, cuando se ve rebajado, porque pasará como la flor del campo. Se levanta el sol y empieza el calor, seca la hierba y marchita la flor, y pierde toda su gracia. Así también el rico verá decaer sus proyectos. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Jesús, hijo de David, ten compasión de mí. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Lucas (18, 35-43). Ya cerca de Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo 74


limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué era aquello, y le dieron la noticia: «¡Es Jesús, el nazareno, que pasa por aquí!» Entonces empezó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» Los que iban delante le levantaron la voz para que se callara, pero él gritaba con más fuerza: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran, y cuando tuvo al ciego cerca le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» Le respondió: «Señor, haz que vea.» Jesús le dijo: «Recobra la vista, tu fe te ha salvado.» Al instante el ciego pudo ver. El hombre seguía a Jesús glorificando a Dios, y toda la gente que lo presenció también bendecía a Dios. Palabra del Señor. ◊ REFLEXIÓN Nos podemos imaginar el ruido del gentío cuando Jesús entra en Jericó. Muchas voces acallan el grito del mendigo ciego. Su presencia es embarazosa y es un estorbo para los demás. Pero a través de todo este tumulto, Jesús oye la voz del ciego, del mismo modo que en las Escrituras Dios siempre escucha el grito del pobre. El Señor que sostiene al que flaquea no solo escucha, sino que interviene. De este modo la vida del mendigo se transforma totalmente. La desunión de los cristianos puede ser parte del tumulto del mundo y de su caos. Como las voces que discutían a las afueras de Jericó, nuestras divisiones pueden ahogar el grito del pobre. Sin embargo, cuando estamos unidos nos volvemos más plenamente la presencia de Cristo en el mundo, con más capacidad para oír, escuchar y responder. De este modo, en vez de aumentar el volumen de la discordia, nos hacemos más capaces de oír y, en consecuencia, de discernir las voces que más necesitan ser escuchadas. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES Hermanos y hermanas, Jesús, antes de regresar al Padre, indicó a los Apóstoles su misión. Pidámosle suscite también hoy numerosos após75


toles dispuestos a continuar su misión para el bien de la Iglesia y de la entera humanidad. Respondemos: Santifica a tu pueblo, Señor. • Por el papa Francisco y nuestros obispos, para que el Señor les de sabiduría y capacidad de diálogo para establecer un verdadero y real camino ecuménico. Roguemos al Señor. • Por los gobernantes y dirigentes políticos, para que luchen por el bien común y sean solidarios con las realidades y países más pobres. Roguemos al Señor. • Por nuestros hermanos separados, por el bien de sus iglesias y comunidades, en especial por las que están perseguidas en Oriente Medio. Roguemos al Señor. • Por nosotros, que el Señor nos ilumine y nos de fuerzas para ser verdaderos misioneros de la unidad. Roguemos al Señor. Dios de la vida. Tú creaste cada cosa con sabiduría y amor, abre nuestros corazones al don de tu Espíritu. Él nos haga apóstoles de tu salvación. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS: Acoge nuestros dones, Padre Misericordioso, y conságralos con el poder de tu Espíritu, a fin de transformarlos para nosotros en sacramento de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén PLEGARIA EUCARÍSTICA JESÚS CAMINO HACIA EL PADRE V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón. 76


R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.

CP En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Padre santo, Señor del cielo y de la tierra, por Cristo, Señor nuestro, Porque creaste el mundo por medio de tu Palabra y lo gobiernas todo con justicia. Nos diste como mediador a tu Hijo, hecho carne, que nos comunicó tus palabras y nos llamó para que lo siguiéramos; él es el camino que nos conduce a ti, la verdad que nos hace libres, la vida que nos colma de alegría. Por medio de tu Hijo reúnes en una sola familia a los hombres, creados para gloria de tu nombre, redimidos por su sangre en la cruz y marcados con el sello del Espíritu. Por eso, ahora y siempre, con todos los ángeles proclamamos tu gloria, aclamándote llenos de alegría: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 77


2. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP Santo eres en verdad y digno de gloria, Dios que amas a los hombres, que siempre estás con ellos en el camino de la vida. Bendito es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Por eso te rogamos, Padre misericordioso, que envíes tu Espíritu Santo para que santifique estos dones de pan y vino, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la Sangre Junta las manos. de Jesucristo, nuestro Señor. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Él mismo, la víspera de su pasión, en la noche de la Última Cena, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 78


tomó pan, te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó el cáliz, te dio gracias y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. 79


O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. 7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Por eso, Padre Santo, al celebrar el memorial de Cristo, tu Hijo, nuestro Salvador, a quien por su pasión y muerte en cruz llevaste a la gloria de la resurrección y lo sentaste a tu derecha, anunciamos la obra de tu amor, hasta que él venga, y te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de bendición. 80


Mira con bondad la ofrenda de tu Iglesia, en la que se hace presente el sacrificio pascual de Cristo que se nos ha confiado, y concédenos, por la fuerza del Espíritu de tu amor, ser contados ahora y por siempre entre en número de los miembros de tu Hijo, cuyo Cuerpo y Sangre comulgamos. C1 Vivifícanos con tu Espíritu, Padre omnipotente, por la participación en estos misterios, y haz que nos configuremos a imagen de Jesús; consolídanos en el vínculo de la comunión con nuestro papa N., y nuestro Obispo N.*, con los demás obispos, presbíteros y diáconos, y todo tu pueblo. Haz que los fieles de la Iglesia sepan discernir los signos de los tiempos a la luz de la fe y se consagren plenamente al servicio del Evangelio. Concédenos estar atentos a las necesidades de todos los hombres para que participando en sus penas y angustias, en sus alegrías y esperanzas, les mostremos fielmente el camino de la salvación, y con ellos avancemos en el camino de tu reino. C2 Acuérdate de nuestros hermanos (N. y N.), que se durmieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe sólo tú conociste: admítelos a contemplar la luz de tu rostro y dales la plenitud de la vida en la resurrección. Y, terminada nuestra peregrinación por este mundo, 81


concédenos, también, llegar a la morada eterna donde viviremos siempre contigo y allí, con santa María, la Virgen Madre de Dios, San José, con los apóstoles y los mártires, (con san N. santo del día o patrono) y en comunión con todos los santos, te alabaremos y te glorificaremos Junta las manos. por Jesucristo, Señor nuestro. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén.

PADRE NUESTRO / PAZ

ANTÍFONA DE COMUNIÓN “no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y ud son mis amigos si cumplen lo que les mando” (Juan 15,13-14). ORACIÓN POST COMUNIÓN Oh Dios, que en estos santos misterios nos alimentas con el cuerpo y la sangre de tu Hijo, haz que nos alegremos siempre de tu don, fuente inagotable de vida nueva. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén 82


ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios de amor, que levantas al pobre y desvalido y restableces su dignidad. escucha ahora nuestros gritos por los pobres de nuestro mundo, restablece su esperanza y levántalos, para que todo tu pueblo pueda ser uno. Esto te pedimos en el nombre de Jesús. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE Dios todopoderoso aleje siempre de ustedes toda adversidad, y les conceda la abundancia de sus bendiciones. R. Amén Haga sus corazones dóciles a la palabra divina para que puedan poseer los goces eternos. R. Amén Para que, comprendiendo lo que es bueno y recto, siempre avancen fielmente por el camino de los mandamientos de Dios, y lleguen a ser coherederos del reino de los cielos. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén

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Sexto Día: Busquemos el provecho de los otros • MONICIÓN DE ENTRADA En esta celebración eucarística pedimos por los hermanos de las Iglesias pentecostales. El pentecostalismo nació en los Estados Unidos y en Inglaterra al comienzo del siglo XX y se configura como un tipo de “reforma de la Reforma”, mejor dicho, como una serie de movimientos de “despertar” surgido al interior del Protestantismo. Se trata de Iglesias que tienen generalmente una interpretación en sentido fundamentalista de la Biblia, se fundan (basan) en la Fe del próximo regreso de Cristo y, en particular, sobre el así dicho “Bautismo en el Espíritu Santo” para acceder a los carismas. Que nuestra mutua creencia en los dones y carismas del Espíritu Santo nos ayuden a buscar con docilidad la anhelada unidad. ANTÍFONA DE ENTRADA Ellos me enfrentaron en un día nefasto, pero el Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libró, porque me ama (Sal 18, 19-20).

• ACTO PENITENCIAL • Tú que has venido a buscar al que estaba perdido, Señor ten piedad. • Tú que has querido dar la vida en rescate por todos, Cristo ten piedad. • Tú que reúnes a los hijos dispersos, Señor ten piedad.

• ORACIÓN COLECTA Oh Padre, que en Cristo Esposo y Señor, llamas la humanidad entera a la alianza nueva y eterna, haz que en tu Iglesia, reunida por la celebra84


ción del banquete nupcial, todos los hombres puedan conocer y gustar la novedad gozosa del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Él es el Señor, nuestra esperanza, celebremos alegres su victoria Lectura del libro de Isaías (25, 1-9) Yavé, tú eres mi Dios, yo te saludo y celebro tu Nombre, pues hiciste maravillas, obras que venían desde mucho antes, que no podían faltar. Has hecho de la ciudad un montón de escombros, y de la fortaleza una ruina; el bastión de los extranjeros ya no es una ciudad, y nadie la reconstruirá. Por eso, te proclama un pueblo poderoso, y la ciudad respetada por las naciones te teme. Tú has sido un refugio para el despreciado, una ayuda para el pobre en su miseria; te hiciese abrigo contra la lluvia, y sombra para el calor. El aliento de los tiranos es como la lluvia helada o como el ardor del sol en el desierto; pero tú rebajas la arrogancia de los extranjeros como el calor del sol, y haces callar el canto de los tiranos. Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos. En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones. Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé. Entonces dirán: «Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos 85


alegramos porque nos ha salvado; pues la mano de Yavé se nota en este cerro.» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 82 R. Haced justicia al huérfano y al pobre, defended al humilde Se ha puesto Dios de pie en la asamblea divina para dictar sentencia en medio de los dioses: «¿Hasta cuándo juzgarán inicuamente y tendrán miramientos con los malos? R. Denle el favor al débil y al huérfano, hagan justicia al que sufre y al pobre; si los ven tan débiles e indigentes, sálvenlos de la mano de los impíos». R. Esta gente no sabe ni comprende, no dan más que vueltas en sus tinieblas, y las bases de la tierra se conmueven. R. Había dicho: «Ustedes serán dioses, serán todos hijos del Altísimo». Pero ahora como hombres morirán y como seres de carne caerán». R. Oh Dios, ponte de pie, juzga la tierra, pues tú dominas todas las naciones. R.

SEGUNDA LECTURA

Que cada uno busque no su propio provecho, sino el de los otros 86


Lectura de la Carta de San Pablo a los Filipenses (2, 1-4). Si me permiten una advertencia en Cristo, una exhortación afectuosa, algo que proceda del Espíritu y que me sugiere la ternura y simpatía, entonces colmen mi alegría poniéndose de acuerdo, estando unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto. No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Lucas (12, 13-21). Uno de entre la gente pidió a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.» Le contestó: «Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o partidor de herencias?» Después dijo a la gente: «Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida.» A continuación les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho. Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas. Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años: descansa, come, bebe, pásalo bien.» Pero Dios le dijo: “¡Pobre loco! Esta misma noche te van a reclamar tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?” Esto vale para toda persona que amontona para sí misma en vez de acumular para Dios. Palabra del Señor. 87


◊ REFLEXIÓN Las Escrituras dan un testimonio claro de que Dios hace una opción preferencial por los pobres: la diestra de Dios actúa a favor de los desvalidos contra los poderosos. De modo parecido, Jesús advierte con claridad contra los peligros de la avaricia. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, el pecado de la avaricia con frecuencia infecta a nuestras comunidades cristianas e introduce la lógica de la competencia: una comunidad compite contra la otra. Tenemos que recordarnos que en la medida en que no nos diferenciamos del mundo, sino que, al contrario, nos amoldamos a su espíritu competitivo que divide, fracasamos a la hora de ser «refugio del mísero oprimido, abrigo en la lluvia, sombra en el calor». Para nuestras Iglesias y confesiones ser ricas a los ojos de Dios no equivale a tener muchos miembros que pertenecen –o que donan– a la propia comunidad. Al contrario, significa reconocer que como cristianos tenemos innumerables hermanos y hermanas justo al otro lado del mundo, unido a nosotros más allá de las divisiones económicas entre «Norte y Sur». Conscientes de esta fraternidad en Cristo, los cristianos pueden unir sus manos para promover una justicia económica para todos. SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos y hermanas, el Padre en su misericordia nos pide acoger la invitación a la conversión del corazón como la única vía que tenemos que seguir para nuestra salvación. Respondemos: Dios de bondad infinita, escúchanos. • Pidamos por el Santo Padre, por su misión en la Iglesia, para que junto a los demás obispos lleven la buena nueva de la salvación a todos los hombres. Oremos • Para que en nuestra comunidad seamos artesanos de la paz y la reconciliación. Oremos • Por nuestros gobernantes para que sus esfuerzos por mantener la 88


paz sean fruto de la justicia y la búsqueda de la dignidad del pueblo. Oremos • Por todas las Iglesias cristianas para que profundicemos en el don de la fe en Cristo que nos une. Oremos Señor Jesús, muéstranos tus caminos, enséñanos tus senderos. Danos el ser fieles a tu Palabra que libera nuestra vida de la esclavitud del pecado y nos conduce a la salvación. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS: Oh Dios, de ti provienen estos dones, y los aceptas como signo de nuestro servicio sacerdotal: haz que la ofrenda que atribuyes como merito nuestro, nos obtenga el premio del gozo eterno. Por Cristo nuestro Señor. PLEGARIA EUCARÍSTICA DE LA RECONCILIACIÓN II

V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. CP En verdad es justo y necesario darte gracias y alabarte, Dios, Padre todopoderoso, 89


por todo lo que haces en este mundo, por Jesucristo, Señor nuestro. Pues en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sabemos que tú diriges los ánimos para que se dispongan a la reconciliación. Por tu Espíritu mueves los corazones de los hombres para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano, y los pueblos busquen la concordia. Con tu acción eficaz puedes conseguir, Señor, que el amor venza al odio, la venganza deje paso a la indulgencia, y la discordia se convierta en amor mutuo. Por eso, con los coros celestiales te damos gracias continuamente y en la tierra cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en el nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 2. El Sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP A ti, Padre omnipotente, te bendecimos por Jesucristo, tu Hijo, que ha venido en tu nombre. Él es la Palabra de salvación para los hombres, 90


la mano que tiendes a los pecadores, el camino que nos conduce a tu paz. Cuando nos habíamos apartado de ti por nuestros pecados, Señor, nos reconciliaste contigo, para que, convertidos a ti, nos amáramos unos a otros por tu Hijo, a quien entregaste a la muerte por nosotros. 3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Y ahora, celebrando la reconciliación que Cristo nos trajo, te suplicamos que por las efusión de tu Espíritu santifiques estos dones Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: para que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre de tu Hijo, que nos mandó a celebrar estos misterios. Junta las manos. 4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Porque él mismo, cuando iba a entregar su vida por nuestra liberación, sentado a la mesa, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan en sus manos, y dando gracias te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: 91


Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. 5. Después prosigue: Del mismo modo, aquella noche, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó en sus manos el cáliz de la bendición, y, proclamando tu misericordia, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. 6. Luego dice: CP Éste es el Misterio de la fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. 92


Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección 7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Así, al celebrar el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, que nos dejó esta prenda de su amor, te ofrecemos lo que tú nos entregaste, el sacrificio de la reconciliación perfecta. Te pedimos humildemente, Padre santo, que nos aceptes también a nosotros, junto con tu Hijo, en este banquete salvífico; concédenos el mismo Espíritu, que haga desaparecer toda enemistad entre nosotros. 93


C1 Que este Espíritu haga de tu Iglesia signo de unidad e instrumento de tu paz entre los hombres, y nos guarde en comunión con el Papa N., con nuestro Obispo N., con los demás Obispos y con todo tu pueblo. C2 Recibe en tu reino a nuestros hermanos que se durmieron en el Señor y a todos los difuntos cuya fe sólo tú conociste. Así como nos has congregado ahora, en torno a la mesa de tu Hijo, reúnenos con la gloriosa Virgen María, Madre de Dios, San José, con los apóstoles y con todos los santos. Reúne también a los hombres de toda raza y lengua, en el banquete de la unidad eterna, en los cielos y en la tierra nueva, donde brille la plenitud de tu paz. Junta las manos. por Jesucristo, Señor nuestro. 8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo responde: Amén.

PADRE NUESTRO / PAZ 94


ANTÍFONA DE COMUNIÓN “Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por 57í” (Juan 6,4). ORACIÓN POST COMUNIÓN Padre misericordioso, el pan eucarístico que nos invitas en este mundo, nos obtenga la perfecta comunión contigo en la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios todopoderoso, da fuerza y coraje a tu Iglesia para que proclame continuamente el derecho y la justicia en situaciones de dominio y opresión. Al celebrar nuestra unidad en Cristo, que tu Espíritu Santo nos ayude a fijarnos en las necesidades de los otros. BENDICIÓN SOLEMNE Los bendiga Dios con toda bendición celestial, los haga siempre santos y puros en su presencia; que derrame abundantemente en ustedes las riquezas de su gloria, los aleccione con las palabras de la verdad, los instruya con el Evangelio de la salvación y los enriquezca siempre con el amor del prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén 95


Séptimo Día: Construyendo la familia en la casa y en la Iglesia • MONICIÓN DE ENTRADA En esta celebración nuestra oración será por los hermanos de las Iglesias Reformadas, son Iglesias cristianas protestantes relacionadas históricamente con la doctrina de Juan Calvino. Surgieron por primera vez en Europa en el siglo XV, dentro de la Reforma protestante encabezada por varios teólogos reformadores. Apoyados en nuestro mutuo y sincero deseo de renovación de la Iglesia y el sentido de Justicia nos impulsen a buscar juntos la unidad. ANTÍFONA DE ENTRADA Dios en su santa Morada es Padre de los huérfanos y defensor de las viudas: Tú eres temible, oh Dios, desde tus santuarios. El Dios de Israel concede a su pueblo el poder y la fuerza. ¡Bendito sea Dios! (Sal 68, 6.36)

• ACTO PENITENCIAL • Luz del mundo, que vienes a iluminar a los que viven en las tinieblas: Señor, ten piedad. • Buen pastor, que vienes a guiar a tu rebaño por las sendas de la verdad y la justicia: Cristo, ten piedad. • Hijo de Dios, que volverás un día para dar cumplimiento a las promesas del Padre: Señor, ten piedad.

• ORACIÓN COLECTA

Revélanos, oh Padre, el misterio de la oración filial de Cristo, nuestro 96


hermano y salvador y concédenos tu Espíritu, para que invocándote con confianza y perseverancia, como Él nos ha enseñado, crezcamos en la experiencia de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA El nacimiento de Moisés

Lectura del libro del Éxodo (2, 1-10) Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu. La mujer quedó esperando y dio a luz un hijo, y viendo que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. Como no podía ocultarlo por más tiempo, tomó un canasto de papiro, lo recubrió con alquitrán y brea, metió en él al niño y lo puso entre los juncos, a la orilla del río Nilo. La hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver lo que le pasaba. En eso bajó la hija de Faraón al Nilo, y se bañó mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río. Al divisar el canasto entre los juncos, envió a una criada a buscarlo. Lo abrió y vio que era un niño que lloraba. Se compadeció de él y exclamó: «¡Es un niño de los hebreos!» Entonces la hermana dijo a la hija de Faraón: «Si quieres, yo buscaré entre las hebreas, y me pondré al habla con una nodriza para que te críe este niño.» «¡Ve!», le contestó la hija de Faraón. Así que la joven fue y llamó a la madre del niño. La hija de Faraón le dijo: «Toma este niño y críamelo, que yo te pagaré.» Y la mujer tomó al niñito para criarlo. 10 Habiendo crecido el niño, ella lo llevó a la hija de Faraón, y pasó a ser para ella como su hijo propio. Ella lo llamó Moisés, pues, dijo, «lo he sacado de las aguas.» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 127

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R. Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan sus constructores Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela. R. En vano te levantas tan temprano y te acuestas tan tarde, y con tanto sudor comes tu pan: él lo da a sus amigos mientras duermen. R. Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas. Como flechas en manos del guerrero son los hijos de la juventud. R. Feliz el hombre que con tales flechas ha llenado su aljaba, cuando a la puerta vayan a litigar, sus contrarios no los harán callar. R.

SEGUNDA LECTURA

Por la fe los padres de Moisés, viéndolo tan hermoso, lo escondieron Lectura de la carta a los Hebreos (11, 23-24). Por la fe los padres del recién nacido Moisés lo escondieron durante tres meses, pues vieron que el niño era muy hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, ya crecido, se negó a ser llamado hijo de una hija del faraón. Palabra de Dios.

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ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, A ti nuestra alabanza. A ti, Señor, el ejército glorioso de los mártires te aclama. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Mateo (2, 13-15). Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.» José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre y partió hacia Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de He ro des. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo. Palabra del Señor. ◊ REFLEXIÓN Las familias tienen una importancia capital para la protección y el cuidado de los niños y las niñas. Los relatos bíblicos de la infancia de Moisés y de Jesús, que estuvieron ambos en peligro mortal por las órdenes asesinas de gobernantes enojados, expresan bien lo vulnerable que pueden ser los niños y las niñas a las fuerzas externas. Estos relatos también reflejan cómo se pueden llevar a cabo acciones para proteger a estos pequeños y pequeñas. Mateo nos presenta un modelo de paternidad que es amorosamente fiel a la voluntad del Señor, especialmente en tiempos difíciles. La Escritura ve a los niños y a las niñas como una bendición y una esperanza para el futuro. Para el salmista son «como flechas en la mano del guerrero». Como cristianos compartimos una vocación común a vivir como redes de apoyo familiar, confiando en el poder del Señor en la tarea de construir comunidades fuertes en las que los niños y las niñas sean protegidos y puedan florecer. 99


SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos y hermanas, Jesús es para nosotros el rostro luminoso del Padre, palabra que lo revela, persona que nos pone en comunicación con la vida misma de Dios. Respondemos: Ilumínanos con tu Palabra, oh Señor. • Por todos los dirigentes de las Iglesias, con el poder de tu Santo Espíritu inflame sus corazones de inagotable celo apostólico, para que, con todos los medios, contribuyan a la reconstrucción de la unidad por la cual Cristo ha rezado en la Ultima Cena. Oremos • Por todos nosotros te pedimos ayúdanos a ser instrumentos de unidad entre todos los cristianos, desde nuestra misión en la Iglesia. Oremos • Para que nuestros gobernantes trabajen por el bien común, y la libertad de culto de todos los pueblos, garantizando el respeto y la paz. Oremos • Para que a nuestros hermanos enfermos, pobres, ancianos y quienes forman las minorías en nuestra sociedad les sea garantizado su lugar en la caridad y la fraternidad, como objetivo de la Iglesia de Cristo. Oremos Padre Santo, aceptando tu palabra nosotros te hemos presentado cuán importante eres para nuestra vida. Tú nos ofreces mucho más de lo que podemos pedirte; añade lo que la oración no logra expresar. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS: Acepta Señor, estas ofrendas que tu generosidad ha puesto en nuestras manos, para que tu Espíritu, que actúa en los santos misterios, santi100


fique nuestra vida presente y nos guie a la felicidad sin fin. Por Cristo nuestro Señor. Amén. PLEGARIA EUCARÍSTICA II PREFACIO EL UNIVERSO RESTAURADO POR CRISTO V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. En él has querido restaurar todas las cosas, y hacernos participar a todos de su plenitud. Él, que era de condición divina, se anonadó a sí mismo, y por su Sangre derramada en la cruz pacificó todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él. Por eso, unidos a los coros de los ángeles, cantamos el himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor, 101


Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: CP Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. Junta las manos. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Él mismo, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente aceptada, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. 102


TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. Luego dice una de las siguientes fórmulas: CP Éste es el Misterio de nuestra fe. O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. 103


Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el Pan de Vida y el Cáliz de Salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. 104


C1 Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro Obispo N. El Obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: conmigo, indigno servidor tuyo, Cuando celebra un Obispo que no es el Ordinario diocesano, dice: con mí hermano N., Obispo de esta Iglesia de N., conmigo, indigno siervo tuyo, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. C2 Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, San José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Junta las manos. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, elevándolos, dice: CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria 105


por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén.

PADRE NUESTRO / PAZ

ANTÍFONA DE COMUNIÓN “Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Jn 8,31b-32). ORACIÓN POST COMUNIÓN Oh Dios nuestro Padre, que nos has dado la gracia de participar en el misterio eucarístico, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, haz que este don de su inefable amor favorezca nuestra salvación. Por Cristo nuestro Señor ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Dios misericordioso, Dios misericordioso, enviaste a tu Hijo para que naciera en una familia como las nuestras, con antepasados que eran tanto justos como pecadores. Pedimos tu bendición sobre nuestras familias en sus casas y en nuestras comunidades. Oramos especialmente por la unidad de la familia cristiana, para que el mundo crea. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE El Dios de la paz los consagre totalmente, y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, 106


sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. R. Amén Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén

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Octavo Día: Fiesta de la Conversión de San Pablo. Tema del Octavario: Los reunirá de entre las naciones • MONICIÓN DE ENTRADA En esta Eucaristía oramos por nuestra Iglesia Católica. Nuestro credo se fundamenta en la sucesión apostólica y con la celebración de los sacramentos vivimos la presencia del Dios Trinitario que en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo continúa manifestando su gloria en la gratuidad de su amor misericordioso. Ofrecemos a las otras Iglesias el don del Obispo de Roma y la unidad que él garantiza a nivel universal. ANTÍFONA DE ENTRADA Sé en quien he creído y estoy convencido que el Señor, juez justo, tiene poder para asegurar hasta el último día el encargo que me dio (2 Tim 1,12).

• ACTO PENITENCIAL • • Tú, que has muerto y resucitado y estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros. Señor ten piedad de nosotros. • • Tú, que nos has lavado en tu Sangre derramada en la Cruz. Cristo, ten piedad de nosotros. • • Tú, que nos has dicho que si pecamos contra el hermano, pecamos contra ti. Señor, ten piedad de nosotros. SE DICE EL GLORIA

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• ORACIÓN COLECTA Oh Dios, que adoctrinaste el mundo entero con la predicación del apóstol San Pablo, concede a quienes celebramos hoy su conversión que, marchemos hacia ti gracias a su ejemplo, y seamos testigos de tu verdad para el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

• LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Efraín no tendrá celos de Judá, Judá no oprimirá a Efraín Lectura del libro de Isaías (11, 12-13) Levantará una bandera que se verá desde el extranjero, para juntar a los desterrados de Israel, y reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro puntos cardinales. Entonces se acabará la envidia de Efraím y los enemigos de Judá serán aplastados; Efraím ya no tendrá envidia de Judá y Judá no será más enemigo de Efraím. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 106 (1-14. 43-48) R. Señor, Dios nuestro, reúnenos de entre las naciones para que alabemos tu santo nombre ¡Aleluya! Den gracias al Señor porque él es bueno, porque su amor perdura para siempre. ¿Quién contará las hazañas del Señor y hará que oigamos toda su alabanza? ¡Felices los que respetan el derecho y practican la justicia en todo tiempo! 109


Acuérdate de mí, Señor, tú que amas a tu pueblo, que tú visita traiga tu salvación. R. ¡Que veamos la dicha de tus elegidos, nos alegremos con el gozo de tu pueblo y nuestro orgullo sea el de tu familia! Junto con nuestros padres hemos pecado, cometimos una falta, somos culpables. Nuestros padres en Egipto no entendieron nada de tus milagros, se olvidaron de tus favores sin cuento, se rebelaron contra el Altísimo junto al Mar Rojo. R. Pero en virtud de su nombre los salvó, para que su valentía fuera conocida. Increpó al Mar Rojo y se secó, los condujo por el fondo como en el desierto. Los salvó de las manos del que los odiaba y los libró de las manos del enemigo. Las aguas cubrieron a sus adversarios, ni uno solo de entre ellos escapó. R. Entonces creyeron en sus palabras y cantaron su alabanza. Pero pronto se olvidaron de sus obras y no contaron con su providencia. Se despertó su gula en el desierto y en la estepa pusieron a Dios a prueba. R. ¡Cuántas veces no los liberó! Pero ellos, rebeldes a sus consejos, se sumían en su culpa. Mas apenas los veía en la miseria y escuchaba sus clamores, se acordaba de su alianza con ellos y se compadecía según su gran amor. R. Así hizo que de ellos se apiadaran todos los que los habían capturado. Oh Señor y Dios nuestro, sálvanos, júntanos de entre las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre y sea nuestra gloria tu alabanza. ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre y para siempre! R. 110


SEGUNDA LECTURA

Él ha derribado el muro de odio que los separaba Lectura de la carta de San Pablo a los Efesios (2, 13-19). Pero ahora, en Cristo Jesús y por su sangre, ustedes que estaban lejos han venido a estar cerca. Él es nuestra paz. Él ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo. En su propia carne destruyó el sistema represivo de la Ley e hizo la paz; reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo. Destruyó el odio en la cruz y, habiendo hecho de los dos un solo pueblo, los reconcilió con Dios por medio de la misma cruz. Vino como evangelizador de la paz: paz para ustedes que estaban lejos, y paz para los judíos que estaban cerca. Y por él los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu. Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de la casa de Dios. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R. Aleluya, Aleluya. Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador, que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor. R. Aleluya, Aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Juan (17, 1-12). Dicho esto, Jesús elevó los ojos al cielo y exclamó: «Padre, ha llegado la hora; ¡glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te dé gloria a ti! Tú le diste poder sobre todos los mortales y quieres que comunique la vida eterna a todos aquellos que le encomendaste. Y ésta es la vida eterna: conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús, el Cristo. Yo te he glorificado en la tierra y he terminado la obra que me habías encomendado. Ahora, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que tenía a tu 111


lado antes que comenzara el mundo. He manifestado tu Nombre a los hombres: hablo de los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos, y tú me los diste y han guardado tu Palabra. Ahora reconocen que todo aquello que me has dado viene de ti. El mensaje que recibí se lo he entregado y ellos lo han recibido, y reconocen de verdad que yo he salido de ti y creen que tú me has enviado. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que son tuyos y que tú me diste —pues todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío—; yo ya he sido glorificado a través de ellos. Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo los cuidaba en tu Nombre, pues tú me los habías encomendado, y ninguno de ellos se perdió, excepto el que llevaba en sí la perdición, pues en esto había de cumplirse la Escritura. Palabra del Señor. ◊ REFLEXIÓN A lo largo de la narrativa bíblica de la historia de la salvación, uno de los motivos infalibles es la incesante determinación del Señor de crear un pueblo que podía llamar suyo. La formación de este pueblo –unido en una alianza sagrada con Dios– es parte integrante del plan de salvación de Dios y de la glorificación y santificación del Nombre del Señor. Los profetas recordaban insistentemente a Israel que la alianza exigía que las relaciones entre los diversos grupos sociales estuvieran caracterizadas por la justicia, la compasión y la misericordia. Cuando a Jesús se le acercaba la hora de sellar la nueva alianza con su sangre, oró fervientemente para que los que el Padre le había confiado vivieran unidos, como Él y el Padre viven unidos. Cuando los cristianos descubren su unidad en Jesús, participan en la glorificación de Cristo en presencia del Padre, con la misma gloria que compartía con el Padre antes de que el mundo existiera. De este modo, el pueblo de la alianza siempre debe perseguir ser una comunidad reconciliada, una que sea signo eficaz ella misma para todos los pueblos de la tierra de la manera de vivir una vida en justicia y en paz. 112


SE DICE EL CREDO: NICENOCOSTANTINOPOLITANO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos y hermanas, Cristo está presente en medio de nosotros todos los días, hasta el fin del mundo. A El, mediador entre Dios y los hombres, confiamos nuestras fatigas y nuestros sufrimientos. Respondemos: ¡Quédate con nosotros, Señor! • Por la paz en el mundo y la liberación de todos los seres humanos, te pedimos Señor. • Para que los responsables de las Iglesias busquen sin descanso la unidad visible de los cristianos, te pedimos. • Por la integridad en la vida política, por la justicia en la sociedad, te pedimos. • Por los que ganan con dificultad su pan cotidiano, te pedimos Señor. • Por quienes sufren de soledad, de abandono, te pedimos. • Por los que están oprimidos, calumniados, te pedimos Señor. Dios, Creador del mundo, grande es tu misterio. Abre nuestros corazones a la acción de tu Espíritu para ser fieles discípulos de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

• LITURGIA EUCARÍSTICA. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS: Al celebrar estos divinos misterios, te pedimos, Señor, que el Espíritu derrame en nosotros aquella luz de la fe que siempre resplandeció en el apóstol San Pablo para la propagación de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.

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PLEGARIA EUCARÍSTICA III PREFACIO DE APÓSTOLES V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque, como Pastor eterno, no abandonas a tu rebaño, sino que por medio de tus santos Apóstoles siempre lo proteges y conservas, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que tú le diste como vicarios de tu Hijo. Por eso, con los ángeles y los arcángeles, los tronos y las dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. El sacerdote, con las manos extendidas, dice: 114


CP Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: CC Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos. que nos mandó celebrar estos misterios. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan, y dando gracias te bendijo, 115


lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. Luego dice una de las siguientes fórmulas: CP Éste es el Misterio de la fe. 116


O bien: Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo nos redimió. Y el pueblo prosigue, aclamando: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. O bien: CP Éste es el Misterio de la fe, Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo prosigue, aclamando: Salvador del mundo, sálvanos, que nos has liberado por tu cruz y resurrección. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: CC Así, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. 117


Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. C1 Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, San José, los apóstoles y los mártires, (san N.: Santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda. C2 Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., El Obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: a mí, indigno servidor tuyo, Cuando celebra un Obispo que no es el Ordinario, dice: a mi hermano N., Obispo de esta Iglesia de N., a mí, indigno siervo tuyo, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por Ti.

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Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. + A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, Junta las manos por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice. CP o CC Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama: Amén. PADRE NUESTRO / PAZ ANTÍFONA DE COMUNIÓN “Padre Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros” (Jn 17,11b). ORACIÓN POST COMUNIÓN Señor, Dios nuestro, te pedimos que estos sacramentos que hemos recibido, aviven en nosotros el fuego del amor que inflamó con celo infa119


tigable al apóstol San Pablo, para soportar las preocupaciones de todas las iglesias. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. ORACIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN Señor, humildemente te pedimos que por tu gracia las Iglesias puedan ser en todo el mundo instrumentos de tu paz. Que, a través de su acción conjunta como embajadoras y agentes entre los pueblos divididos de tu amor sanador y reconciliador, pueda tu Nombre ser santificado y glorificado. Amén. BENDICIÓN SOLEMNE Dios que los edificó sobre el fundamento de los Apóstoles, se digne bendecirlos por los gloriosos méritos y por la intercesión del santo Apóstol Pablo. R. Amén Y que aquel que quiso enriquecerlos con las lecciones y con el ejemplo de los Apóstoles, con su ayuda, los haga testigos de la verdad ante el mundo entero. R. Amén Para que por la intercesión de aquéllos por quienes ustedes tienen la firmeza de las enseñanzas de la fe, puedan llegar a la heredad de la patria eterna. R. Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca siempre. R. Amén. 120


“FUE TU DIESTRA QUIEN LO HIZO, SEÑOR, RESPLANDECIENTE DE PODER” (Éxodo 15,6)

El año pasado el Papa Francisco, cuando recibió a los participantes de la sesión plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, manifestó: “La unidad de los cristianos no implica un ecumenismo de ‘marcha atrás’ en virtud del cual se deba renegar de la propia historia de fe; ni tampoco se puede tolerar el proselitismo, que envenena el camino ecuménico. Cada una de estas reuniones ha sido para mí una fuente de consuelo al constatar que el deseo de comunión permanece vivo con intensidad”. Siguiendo el testimonio y la invitación del Santo Padre es necesario que nosotros también conozcamos a las distintas comunidades cristianas con las que la Iglesia vive este camino de unidad. A continuación encontrará unas breves notas sobre algunas de las comunidades cristianas que servirán para su conocimiento.

1. ORTODOXOS Las Iglesias Ortodoxas son definidas como Iglesias de Oriente que acogen a “todos los creyentes de recta Fe”. Las distintas Iglesias se declaran “autocéfalas” en cuanto sometidas a la autoridad de un jefe nacional o con su propia jurisdicción, aunque sí están en comunión sacramental y canónica entre ellas. Se reconoce una preeminencia (supremacía) de honor al Patriarca ecuménico de Constantinopla (reconocidos como “primus inter pares”). En el mundo hay, hoy en día, catorce Iglesias Ortodoxas autocéfalas; las principales son las Griegas, Rusa, Serba, Búlgara y Rumana.

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1.1. Referencias históricas La presencia de múltiples Iglesias así llamadas “orientales”, o sea moldeadas en forma distinta respeto a la tradición latina, remonta hasta el origen del anuncio del Evangelio. El momento importante de alejamiento entre las Iglesias orientales y la romana se puede remontar al Concilio de Calcedonia (451), cuando, a causa de motivaciones principalmente políticas, se atribuyen a la sede episcopal de Constantinopla honores y privilegios que hasta aquel entonces eran reservados a la sede romana. Pero la fragmentación verdadera se consumará en la reciproca excomunión del año 1054. Miguel Cerulario, en aquel tiempo, Patriarca de Constantinopla, venía realizando desde algún tiempo atrás una campaña contra algunas innovaciones, según pensaba, de la Iglesia latina. En particular había la cuestión del “Filioque” en la profesión de Fe y la supremacia jerárquica del Obispo de Roma. En 1053 Cerulario impuso la clausura de las Iglesias Latinas por la utilización del pan ácimo en la Eucaristía; el Papa León XIII protestó, pero sin ser escuchado; así, el 16 de julio de 1054, el Cardenal Latino Humberto de Silvacandida, enviado a Constantinopla, excomulgó al Patriarca Miguel Cerulario dejando la Bula sobre el altar de la Basílica de Santa Sofía. Cerulario, a su vez, convocó un Concilio de Obispos de las Iglesias Orientales que, definiéndose “Ortodoxas”, excomulgaron, a su vez, al Papa de Roma. Sucesivamente, con la conquista de Constantinopla en 1204, y la creación de un Emperador y Patriarca latinos, las relaciones entre las dos Iglesias se interrumpieron definitivamente. Intentos de reconciliación, como el Concilio de Lion (1274) y el de Florencia (1439-1443), fueron inútiles. Tenemos que subrayar que al término del siglo X el joven país de “Rusia”, entra en el área de influencia religiosa de Constantinopla; Moscú, es elevado al rango de “Patriarcado de Moscú y de todas las Rusias” con 122


el consentimiento de Constantinopla. 1.2. Recientes etapas del camino ecuménico. El 7 de diciembre de 1975 Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I° hicieron una histórica declaración común en la cual, recordando la recíproca excomunión de 1054, precisaron que los protagonistas de aquellos acontecimientos habían “dirigido las excomuniones a las personas en cuestión y no a las Iglesias. Estas excomuniones no tenían el intento de romper (dañar) la comunión eclesiástica entre la sede de Roma y la de Constantinopla”. En este encuentro, entonces, se precisó que permanecían divergencias y el camino del diálogo no estaba concluido. Juan Pablo II encontró al Patriarca Dimitrios I° en los años 1979 y en 1987, restituyéndole, las reliquias de los Patriarcas Juan Crisóstomo y Gregorio Nacianceno a Constantinopla, robadas durante el saqueo de 1204. Recalquemos la importancia de la Encíclica “Ut unum sint” (1995). El Papa Benedicto XVI en el encuentro con el Patriarca Bartolomeo I° en 2006, subrayó la necesidad del diálogo, ratificado meses atrás, en el histórico encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Ortodoxo de Moscú, Cirillo I°, en Cuba.

2. ANGLICANOS La Comunión Anglicana está compuesta por 29 Iglesias autónomas, en comunión con la Iglesia de Canterbury y entre ellas. El Arzobispo de Canterbury, representa todo el anglicanismo, pero no tiene poder de gobierno, sino que goza de una primacía de honor. En Inglaterra, donde nació en 1534, la Iglesia Anglicana está ligada a la corona real y también al estado que nombra los Obispos, aunque no los escoge. Desde el comienzo del siglo XVIII el anglicanismo se propagó en 123


el mundo entero, estando presente en todos los continentes. 2.1 Referencias históricas. Enrique VIII, proclamado “Defensor fidei” por el Papa León X (14751521), gracias a un escrito suyo que se oponía a Lutero, fue empujado a romper con Roma por cuestiones relacionadas a su situación conyugal. Casado con Catalina de Aragón (1485-1536), el rey se enamoró de una joven damisela de la corte, Ana Bolena. Enrique VIII pidió a Roma la posibilidad de invalidar la dispensa papal que le permitió casarse con Catalina, en cuanto enviudó de su hermano. El Papa Clemente VII (1478-1534) no concedió esta dispensa porque, reafirmando la indisolubilidad del matrimonio, lo consideraba un divorcio en todos los sentidos. Aconsejado y guiado por el filo-luterano Thomas Cranmer (1489-1556), el Rey se casó en secreto con la amante, que ya esperaba un hijo del Rey y luego de tres meses, Cranmer declaró disuelto el matrimonio precedente con Catalina y reconoció válido el contraído con Bolena. El Papa Clemente VII en julio 1534 excomulgó al Rey, a Ana Bolena y a Cranmer. Enrique VIII reaccionó con el que se consideró el acto de nacimiento de la Iglesia Anglicana, el acto de supremacía de 1534. Empezó un tiempo durísimo para la Iglesia Católica en Inglaterra: clausura de conventos y monasterios, bienes confiscados, todos los clérigos tenían obligatoriamente que jurar para respetar el “Acto” (aquí se coloca el acontecimiento de Tomás Moro y de John Fischer, ambos decapitados en 1535 porque se opusieron al “Acto”). La neonata Iglesia Anglicana conserva, sin embargo, características católicas. Solo después de la muerte del Rey Enrique VIII, Cranmer hará aprobar una nueva liturgia en lengua inglesa, el “Prayer book” de 1549. En 1553 nace la Confesión de Fe en 42 artículos en donde aparecen claras tendencias protestantes, como, por ejemplo, la doctrina de la justifi124


cación y la concepción Calvinista de la Santa Cena. El Anglicanismo, se caracteriza, por lo tanto, como una vía intermedia entre catolicismo y protestantismo. Muy pronto nacen, de hecho, dos corrientes: la llamada “Iglesia alta” mas cerca al catolicismo y la “Iglesia baja”, mas protestante. Desde la primera Iglesia nacieron movimientos más cercanos al catolicismo, como el así llamado de Oxford, cuyos dirigentes eran entre otros John Henry Newman (1801-1890), que se convertirá y pasará al catolicismo, en 1845. Hoy la Iglesia Anglicana es lacerada a causa de una continua comparación y debate entre los liberales y conservadores por algunos problemas y temas como la ordenación de las mujeres al sacerdocio y también al rango episcopal, los matrimonios Gay, la ordenación de los sacerdotes declarados homosexuales y la utilización de anticonceptivos. 2.3 Recientes etapas del camino ecuménico. El 2 de diciembre de 1960, el Papa Juan XXIII encontró a Geoffrey Francis Fisher, Arzobispo de Canterbury. Era el primer encuentro entre un Papa y el Primado de la comunión anglicana desde el 1559. Después de esta primera vez, también los otros Papas que le sucedieron, desde Pablo VI hasta el Papa Francisco, se han encontrado varias veces con el Arzobispo de Canterbury. Entre las dificultades principales que se presentaron en los últimos tiempos en el diálogo entre Anglicanos y Católicos hay que considerar con toda certeza la admisión de las mujeres a la ordenación sacerdotal y, desde el 2014, también al Obispado. Además es desde el 1600 que las ordenaciones Anglicanas son consideradas por la Iglesia católica nulas. El 4 de noviembre de 2009, Benedicto XVI promulgó la Constitución Apostólica “Anglicanorum Coetibus”, que permite a grupos de Anglicanos poder convertirse colectivamente a la Iglesia Católica aunque manteniendo su identidad Anglicana. 125


Se han creado por este motivo unos cuantos “Ordinarios” que acogen aquellos que piden regresar en plena comunión con la Iglesia Católica. Hasta hoy se han erigido tres ordinarios u ordinariatos.

3. PROTESTANTES Las comunidades que pueden ser definidas “Protestantes” constituyen una enorme “galaxia (nebulosa)”; según unos estudios serios se podría afirmar que el número es de unas decenas de miles. Este movimiento así vasto y heterogéneo, indica que es muy difícil poder ofrecer una definición precisa del término “Protestantismo” por lo que los estudiosos prefieren hablar de “Protestantismos” en plural. Al interior de esta compleja y variada galaxia (nebulosa) consideramos las Iglesias Luteranas y el movimiento Pentecostal que se pueden considerar como primero y último eslabón de este fenómeno. La Iglesia Luterana, de hecho, ha surgido directamente desde la Reforma histórica, aquella originada, por parte del monje alemán Martin Lutero (1483-1546); mientras que las comunidades Pentecostales-carismáticas, nacen el siglo XX, en la fase considerada como tercera de la “hola del Protestantismo”. 3.1. LUTERANOS En el año 2017 se conmemoran los 500 años de la Reforma. En 1517, el monje agustino Martín Lutero se puso en abierta oposición en contra de la autoridad de Roma y del Papa con la publicación de sus noventa y cinco tesis, puestas en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg en Alemania. Esta fecha, junto con la de la llamada “experiencia de la torre” (1513-1514) y de la “Confesión de Augusta” (1530), redactada con el amigo Felipe de Melantone, a menudo son citadas como momentos de fundación de la Iglesia Luterana y de hecho su primer objetivo era el de reformar la Iglesia Católica, pero los principios básicos mediante los cuales querían esta Reforma no podían ser aceptados como tales por 126


parte de la Iglesia Católica. 3.1.1. Referencias históricas Con las 95 tesis de 1517, Lutero se lanzó sobre todo en contra de lo que él pensaba fuese abuso de la predicación de las indulgencias; por esta motivación fue reprendido directamente por el Papa León X. Mientras tanto Lutero se alía con unos cuantos príncipes y ciudades alemanas contra el Emperador Carlo V (1500- 1558), encontrando en esta forma una ayuda política a la Reforma. En 1520, completando su doctrina sobre la justificación, Lutero corta definitivamente con Roma, tanto en el plano teológico, como en el eclesial y político. En tres libritos, escritos en lengua alemana y no en latín, el monje presentó sus tesis sobre los Sacramentos, sobre las obras buenas y sobre la estructura de la Iglesia. El 15 de junio 1520 las tesis de Lutero y sus escritos sucesivos fueron condenados por el Papa León X con la Bula “Exurge Domine”; Lutero quemó en la Plaza de Wittenberg la copia de la bula papal y los libros de derecho canónico. Así se llega a la Confesión de Augusta (1530), por tanto, resulta claro que el movimiento luterano es una realidad separada del Catolicismo. Paso a paso, sumando siempre razones religiosas y políticas, se forman comunidades “Luteranas” en varios países europeos, sobre todo Escandinavos que, juntos a sus soberanos, pasarán por completo a la Reforma. En los siglos XVII y XVIII el movimiento Luterano aparece ya constituido por una multiplicidad de Iglesias nacionales independientes con una difusión que aumentará en el siglo sucesivo, sobre todo con el fenómeno migratorio hacia los Estados unidos. A todo esto, se suma el esfuerzo misionero que favorecerá el nacimiento de otras Iglesias Luteranas en tierras de África, Asia y América Latina. 3.1.2 Recientes etapas del diálogo ecuménico. El 31 de octubre de 1999 la Federación Luterana mundial y la Iglesia Ca127


tólica firmaron en Augusta una declaración conjunta sobre la doctrina de la Justificación la cual, si no resuelve todas las cuestiones, ofrece ciertamente un paso importante en una visión ecuménica. “La comprensión de la Doctrina de la Justificación expuesta en esta Declaración” se lee en la conclusión del documento: “muestra la existencia de un consenso entre Luteranos y Católicos sobre unas verdades fundamentales de esta doctrina (….) Con esto, todavía, no se quiere quitar nada a la seriedad de las condenas doctrinales relacionadas a la doctrina de la Justificación”. 3.2 METODISTAS El denominado movimiento metodista tiene sus orígenes en Inglaterra, cuando un grupo de cristianos encabezados por John Wesley, su hermano más joven Charles Wesley y George Whitefield buscaban la forma de renovar la Iglesia de Inglaterra en el siglo XVIII, por medio de un estudio centrado en la Biblia, un acercamiento metódico a las Escrituras y la relación e impacto de éstos con la vida cotidiana del creyente. 3.2.1. Referencias históricas El término «metodista» fue surgiendo como un apodo universitario usado inicialmente con tintes peyorativos para designar al pequeño grupo de estudiantes de Oxford que estuvo reuniéndose entre 1729 y 1735 con fines de crecimiento y edificación personales en la vida cristiana. Ellos se reunían cada semana, ayunaban regularmente y se abstenían de casi toda forma de entretenimiento y lujo. También visitaban con frecuencia a pobres, enfermos y presos. John Wesley dejó en claro que sus motivos estaban enfocados a la edificación y maduración en la fe cristiana; y de ninguna forma tenía tintes de buscar la fundación de una nueva denominación cristiana, cosa que, contra sus deseos, fue ocurriendo. Al respecto Wesley declaró: Los primeros metodistas reaccionaron contra lo que ellos percibían como apatía de la Iglesia de Inglaterra, empezaron a predicar al aire li128


bre y a establecer sociedades metodistas por doquier. Sobresalieron por sus entusiastas sermones y fueron acusados a menudo de fanatismo. En aquellos días, miembros de la iglesia establecida temieron que las nuevas y pujantes doctrinas propuestas por los metodistas, tales como la necesidad de un Nuevo Nacimiento salvación por gracia, la Justificación por la Fe, y la acción constante y sostenida del Espíritu Santo sobre el alma de los creyentes para Perfeccionar y Santificar sus vidas, producirían efectos perjudiciales sobre las mentes ingenuas. John Wesley tuvo influencias de los Hermanos de Moravia y del teólogo holandés Jacobo Arminio, mientras que Whitefield adoptó puntos de vista más próximos al Calvinismo. Por eso, los seguidores de Whitefield se separaron convirtiéndose en Metodistas Calvinistas. No obstante, la mayoría de las denominaciones metodistas han seguido a Wesley en cuanto a su teología arminiana. 3.2.2 Recientes etapas del diálogo ecuménico. Con ocasión del sínodo anual de estas Iglesias del 20 al 25 de agosto del 2017, el Papa Francisco envió una carta el 10 de agosto del 2017 por los 500 años de la Reforma, en ella les recordó las recientes reuniones mantenidos en Turín, Roma y Argentina. 3.3 EVANGÉLICOS El evangelicalismo, cristianismo evangélico o protestantismo evangélico es un movimiento transdenominacional dentro del cristianismo protestante que arguye que la esencia del Evangelio consiste en la doctrina de la salvación por gracia a través de la fe en la expiación de Jesús de Nazaret. Los evangélicos creen en la centralidad de la conversión o en la experiencia de «nacer de nuevo» cuando se recibe la salvación, en la autoridad de la Biblia como la revelación de Dios a la humanidad y en la difusión del mensaje cristiano. Hay 600 millones de fieles en todo el mundo. 129


3.3.1 Referencias históricas El movimiento ganó gran impulso en los siglos XVIII y XIX con el Primero y Segundo Gran Despertar, en Reino Unido y América del Norte, respectivamente. Los orígenes del movimiento evangélico se suelen trazar hasta el metodismo inglés, la Iglesia de Moravia (en particular, la teología de su obispo, Nicolaus Ludwig von Zinzendorf) y el pietismo luterano. Entre los líderes y principales figuras del movimiento evangélico se encuentran John Wesley, George Whitefield, Jonathan Edwards, Billy Graham, Harold John Ockenga, John Stott y Martyn Lloyd-Jones. Las Iglesias bautistas, pentecostales, neopentecostales y cristianas no denominacionales son Iglesias evangélicas. En español, evangélico tiene sus raíces etimológicas en el latín tardío evangelĭcus, que deriva del griego εὐαγγελικός euangelikós. El término «engloba a iglesias y creyentes herederos de la tradición cristiana instituida por la reforma protestante del siglo XVI y sus posteriores avivamientos», por lo que incluye la mayoría de las confesiones de fe de inspiración cristiana excepto la católica, las Iglesias Ortodoxas Autocéfalas y la Iglesia Copta. Durante la reforma, los teólogos protestantes acogieron el término en referencia a la «verdad del evangelio». Martín Lutero hacía referencia a la evangelische Kirche (‘Iglesia evangélica’) para distinguir a los protestantes de los católicos. El término «evangélico» se sigue utilizando como sinónimo de protestante tradicional. Esto se refleja en los nombres de denominaciones como la Iglesia evangélica en Alemania (una unión de Iglesias luteranas y calvinistas) y la Iglesia evangélica luterana en Estados Unidos. Una de las definiciones aceptadas del evangelicalismo es la propuesta por el historiador David Bebbington: apunta cuatro aspectos distintivos de la fe evangélica: conversionismo, biblicismo, crucicentrismo y activismo que, según él, forman un cuadrilátero de prioridades que son la base del evangelicalismo. 130


3.4 PENTECOSTALES El así dicho “Pentecostalismo” nació en los Estados Unidos y en Inglaterra al comienzo del siglo XX y se configura como un tipo de “reforma de la Reforma”, mejor dicho, como una serie de movimientos de “despertar” surgidos al interior del Protestantismo. Se trata de Iglesias que tienen generalmente una interpretación en sentido fundamentalista de la Biblia, se fundan (basan) en la Fe del próximo regreso de Cristo y, en particular, sobre el así dicho “Bautismo en el Espíritu Santo” para acceder a los carismas. Se da, entonces, mucha importancia a los signos visibles del don del Espíritu como la “glosolalía” (hablar en lenguas), la curación y la profecía. En el arco de un siglo, el Pentecostalismo logró una difusión muy amplia llegando a superar ampliamente el medio millón de feligreses y presencia en todos los continentes. Especialmente en América Latina los grupos Pentecostales evangélicos se desarrollaron mucho y ejercen una fuerte capacidad de atracción también hacia los católicos. 3.4.1 Referencias históricas Los comienzos del pentecostalismo, normalmente, se fijan recordando tres acontecimientos: en 1901 en Topeka, Kansas, cuando una joven alumna de una escuela Bíblica empieza a “hablar en lenguas”; en el 1906 en Azusa Street, Los Ángeles, donde un grupito de feligreses expulsados de la “Segunda Iglesia Bautista” empezó a reunirse invocando un nuevo Pentecostés y entre 1904 y 1908 en Galles hay un gran rebrote protestante. Desde estos acontecimientos empieza la historia del complejo fenómeno del pentecostalismo que al comienzo no está interesado en asumir particulares denominaciones o estructuras, pero luego confluirán en grandes grupos como por ejemplo la “Asamblea de Dios”, las distintas Iglesias apostólicas que provienen desde el despertarse de Gales, la Iglesia del Evangelio cuadrangular y otras. 131


3.4.2 Recientes etapas de diálogo ecuménico. El Papa Francisco, visitó privadamente al Pastor Juan Traettino de la Iglesia Evangélica Pentecostal de Caserta (Italia). Fue la primera vez que un Pontífice ha visitado una Iglesia Evangélica Pentecostal diálogos internacionales entre Católicos y Pentecostales empezaron en 1972 y en el verano 2015 se concluyó la última sesión de diálogo. 3.5 REFORMADOS Las Iglesias Reformadas son Iglesias cristianas protestantes relacionadas históricamente con la doctrina de Juan Calvino. Surgieron por primera vez en Europa en el siglo XV, dentro de la Reforma protestante encabezada por teólogos reformadores como: Ulrico Zuinglio, Martin Bucer, Heinrich Bullinger, Pietro Martire Vermigli, Teodoro de Beza, Guillaume Farel. A lo largo del siglo XVI, se extendieron a varias naciones de la Europa Occidental tales como:Suiza, Escocia, Francia, Países Bajos. 3.5.1 Referencias históricas Cada nación en la que se estableció el movimiento de la Reforma tenía originalmente su propio gobierno de la iglesia. Varias de estas iglesias locales, o congregaciones, se han extendido a todo el mundo y la mayoría de las denominaciones han experimentado divisiones en múltiples denominaciones. El compromiso con la enseñanza del calvinismo original por lo general sigue estando reflejado en sus definiciones de la doctrina oficial, pero muchas admiten cierta flexibilidad doctrinal. Un estudio de 1999 encontró 746 denominaciones reformadas en todo el mundo. Debido a su pasado histórico, las Iglesias Reformadas tienen la particularidad de ser independientes las unas de las otras, tanto desde un punto de vista doctrinal como organizativo, aunque la mayoría están federadas en Iglesias En 1973, las Iglesias Reformadas y Luteranas de Europa firmaron un do132


cumento teológico, la Concordia de Leuenberg, por el que pusieron fin a 450 años de división eclesial y decidieron obrar a favor de una Iglesia unificada. Desde entonces se unieron otras Iglesias protestantes de Europa y América Latina y siete Iglesias Metodistas europeas. 3.5.2 Recientes etapas de diálogo ecuménico. El 5 de julio de 2017, en Wittenberg, Alemania, ciudad donde nació la Reforma en 1517, la Comunión Mundial de las Iglesias Reformadas ha firmado una declaración ecuménica con la Iglesia Católica Romana para “superar las divisiones” de la época de la Reforma Protestante

4. UNA NUEVA FORMA DE ECUMENISMO: ECUMENISMO DE LA SANGRE El Papa Francisco es quien ha utilizado la expresión “Ecumenismo de la sangre” como camino hacia la unidad. Es necesario, dijo en octubre de 2014, “no olvidar que hoy la sangre de Jesús, derramada en sus muchos mártires cristianos en varias partes del mundo, nos interpela y nos empuja hacia la unidad. Para los que nos persiguen, nosotros no somos divididos, no somos Luteranos, Ortodoxos, Evangélicos, Católicos, …No! Somos uno! Para los que nos persiguen, nosotros somos cristianos! No interesa más. Este es el ecumenismo de la sangre que hoy se vive”. Un concepto que el Pontífice expresó en distintas ocasiones y que empieza por una terrible realidad: la de la matanza de los cristianos en el mundo. El ecumenismo de la sangre es la unidad construida sobre el testimonio de Cristo hasta el sacrificio de la vida. La referencia a lo que sucede sobre todo en medio oriente es explícito: “hoy hay muchos mártires, dijo Francisco en una homilía en Santa Marta en junio 2014, muchos cristianos perseguidos. Pensamos en el medio oriente, cristianos que tienen que huir por las persecuciones, cristianos matados por los perseguidores; también los cristianos expulsados en forma elegante, también aquella es una persecución. Hoy hay más 133


testimonios, más mártires en la Iglesia que en los primeros siglos”. Lastimosamente, las crónicas que llegan desde Siria, desde Iraq, también de Nigeria en África, donde los islámicos siembran terror y destrucción, hablan de cristianos crucificados, decapitados, seviciados, niños matados y violentados. En algunas áreas del Medio Oriente se habla de una verdadera extinción de los cristianos. Solo en Siria, los cristianos disminuyeron de un millón y medio que eran antes de la guerra a quinientos mil actualmente. Bajo el gobierno islámico, los cristianos son obligados a la expulsión, a la conversión, a la huída o a unas cuantas formas de convivencia forzada. Así se realiza el ecumenismo de la sangre. Trágicas noticias llegan también de la India, China, Corea del norte, donde fanáticos Hindúes y regímenes comunistas ateos van persiguiendo brutalmente a los discípulos de Cristo. Según el observatorio World Watch Monitor en 2014 en el mundo fueron matadas como 4334 personas en nombre de Cristo y más de 1000 lugares de culto destruidos por la misma razón. Hermanas religiosas y sacerdotes muchas veces son víctimas sacrificiales allá donde hay persecución violenta. En los primeros días de marzo 2016 tuvo lugar la matanza de cuatros hermanas religiosas de la caridad, la congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta, en Yemen, por obra de un comando de fanáticos islámicos. En 1995 Juan Pablo II escribía la Encíclica sobre el Ecumenismo “Ut unun sint” y se refería a los mártires de nuestros tiempos como la prueba más significativa que cada elemento de división se puede superar en el don total de sí mismos a la causa del Evangelio.

ORACIÓN ECUMÉNICA INICIAL INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Señor, renueva en nosotros el don de tu Espíritu, que nos purifique en las aguas del arrepentimiento. Que nos conceda un solo corazón y una sola alma para glorificar tu nombre y proclamar tu misericordia. 134


Abre nuestro espíritu para sentir las Escrituras, que lleguen a ser para nosotros Palabra viva e iluminen nuestros corazones. Que tu Espíritu deje tu amor en nosotros y que nos inspire la oración de este día por nuestros hermanos y hermanas, en la comunión perfecta de tu Iglesia. Por Jesucristo, tu Hijo, que reina contigo y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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