Conducir un vehículo no requiere solamente de un saber técnico, sino de una enorme
responsabilidad de quienes están frente al volante. Ser respetuosos de las normas de tránsito significa darle importancia a la vida de quien maneja, de su familia, sus seres queridos y todos los peatones y conductores con quienes compartimos la vía pública cada día.