Jesuitas nº 102

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Nazaret en Alicante Religiosas ignacianas Jesuitas en la luna Centenario de San Francisco de Borja


Jesuitas nº 102 – Otoño 2009

Director: Vicente Marqués

DIRECCIONES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN ESPAÑA

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Imprenta: Grafman, Bilbao Portada: Galaxia NGC2903

Malos espíritus

Esta revista quiere ser un lazo de unión de la Compañia de Jesús España con familiares, amigos y colaboradores.

Los artículos de Jesuitas pueden reproducirse en cualquier medio de difusión, citando la procedencia y enviando dos ejemplares a Inforsi, Aragón.

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Traspasar fronteras

Provincia de España: Avda Moncloa, 6 – 28003 MADRID Tfno: 91 534 48 10 Fax: 91 533 55 96 proespa@jesuitas.es ■ www.jesuitas.es

Q

Marc Recolons, SJ

¿ ué aporta la Congregación General 35 sobre la misión de la Compañía? Recoge un nuevo concepto de frontera. En un mundo globalizado, las ideas, la información, las mercancías, la tecnología, los capitales, circulan libremente y también las personas, aunque con muchas más restricciones. Las fronteras se han hecho permeables y en muchos casos han desaparecido. El mundo se ha vuelto plurirreligioso y pluricultural. Ya no hay una cristiandad con unas fronteras delimitadas, que traspasan los misioneros. Las nuevas fronteras están en todas partes y se nos envía a las fronteras con la misión muy concreta de abrir pasos fronterizos, de «construir puentes» entre los que viven a un lado y a otro de la frontera. Más aún, se nos pide que nosotros mismos lleguemos a ser puentes en un mundo fragmentado. Me resulta una imagen muy sugerente: en un mundo roto, agrietado, lleno de brechas, nuestra misión es ser puentes, para que esas brechas no sigan aislando a los grupos sociales y a las personas, para que puedan entrar en comunión con Dios, con las otras personas y grupos y con la creación. ¿Cuáles son esas brechas? Entre las que nos separan de Dios, la Congregación señala las que se han abierto entre la fe y la razón, la cultura y la religión, entre la cultura y la moral, entre la fe y la sociedad. Se mencionan expre-

samente el subjetivismo, el relativismo moral, el hedonismo, el materialismo práctico. Y también el fundamentalismo religioso, que usa la fe en Dios para dividir pueblo y comunidades. Citando la alocución del Papa, tendríamos que tender el puente entre «una visión errónea o superficial de Dios y del hombre», que para tantos hombres «permanece hoy oculto o irreconocible». Entre las brechas que se han abierto entre los grupos humanos, la Congregación señala en primer lugar la brecha creciente entre ricos y pobres, tanto dentro de los países, como en el plano internacional. Aquí se nos invita a mirar el mundo desde la perspectiva de los pobres y marginados, reafirmando, con el Papa, la opción preferencial por los pobres. Otras brechas que impiden las relaciones justas de unos con otros son la pérdida de soberanía de muchas naciones-estado, que se experimenta como una marginación global, el saqueo de los bienes naturales por intereses transnacionales al margen de las leyes, la violencia, la guerra y el tráfico de armas. Finalmente, otro puente a tender es una nueva forma de relación con la creación, integrando esta preocupación de una manera muy natural y armónica en la formulación de nuestra misión enraizándola bien en nuestra espiritualidad e insistiendo en la perspectiva de los pobres, que con frecuencia son los más inmediatamente afectados por la degradación del medio ambiente y por el cambio climático. ■ Condensación de «Promotio Iustitiae», nº 98-99, 2008/1

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«NACIDO V CENTENARIO

PARA SERVIR»

DEL NACIMIENTO DE

Martín de Olave, SJ

D

el 25 de octubre de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2010 en Gandía, Roma y en la Compañía universal se celebra el 500 aniversario del nacimiento de San Francisco de Borja. Una ocasión para aprovechar la ejemplaridad cristiana de la vida de un hombre que tuvo a Dios como eje y sentido de toda su vida, tanto como laico, padre de ocho hijos, gobernante, Duque y Grande de España, pariente, amigo y consejero del Emperador Carlos como, cuando viudo, se hizo jesuita. San Ignacio dijo de esa decisión que el mundo no tendría oídos para oír tal estampido, pues mostraba la entrega total a Dios de un hombre que, en vez de dejarse seducir por los atractivos mundanos de la riqueza, el poder y la gloria, en medio de los que vivía, se enfrentaba radicalmente al protagonismo idolátrico del yo que estructura el mundo desde el egoísmo, la división y la injusticia. Francisco de Borja era un hombre afectuoso, como lo demostró toda su vida en la relación con sus hijos. Vivaz por temperamento, deportista, sensible, compositor musical y escritor, diplomático hábil y leal, enérgico y decidido, pero de una energía sin aspereza y de una autoridad amable, no rígida, humilde y desprendido de sí mismo, y ameno y fino en el trato.

SAN FRANCISCO

DE

en Alicante

BORJA

La celebración del Centenario nos borrará de una vez, la caricatura deformante del Santo que fue Francisco de Borja, que lo dibuja como de una espiritualidad centrada morbosamente en la vanidad del mundo, el pecado y la muerte. La iconografía barroca y popular lo presenta, con frecuencia, contemplando una calavera. Y se ha hecho de la escena del enterramiento de la Emperatriz, que él presidió, el núcleo de su conversión, concretado en la frase apócrifa No más servir a señor que se me pueda morir, que se contradice con su inmediata aceptación del Virreinato de Cataluña. Francisco sabía que al Señor se le ama y sirve amando y sirviendo a los demás, a los pies de todos como lugar escogido para su vida. Su espiritualidad, no fue un momento puntual, sino un proceso continuo basado en su honda experiencia del amor infinito del Señor y en lo que él llamaba «confusión», es decir vergüenza de sí mismo ante lo pobre de su respuesta personal a ese amor divino tan sin medida: ¿Quién es Dios y quién soy yo?; Vos, abatido y yo honrado; Vos muerto y yo vivo; Vos con llagas y yo sin ellas. Murió por mí, y aún no soy muerto por Él. Pero la «confusión» no le abate, le empuja a mayor agradecimiento y amor: A Cristo pido que escriba su nombre en mi corazón, para ser todo de Jesús y que sea mi vida en Cristo… Quiero vivir a Él, para Él y en Él. Esta identificación de Francisco de Borja con Cristo se expresa en su devoción central a la Eucaristía: En la Eucaristía pedía gracia para ofrecerme por lo que Cristo se ofreció. Por eso se le representa acertadamente, muchas veces, revestido de ornamentos sacerdotales o con una custodia en las manos. Sin embargo siempre se reconoció pecador, como todos los santos, porque, como decía Santa Teresa, En pieza que entra mucho el Sol, no hay telaraña escondida. Los mediocres en el seguimiento de Jesús no tienen luz para verlas. Francisco de Borja, aun gobernante de laico y de religioso, definió, como Jesús, la vida como un servicio a Dios y a los demás. No he venido a ser servido, sino a servir. Al final amar y servir son inseparables: En todo amar y servir. (S. Ignacio). Un buen mensaje para nuestro tiempo de in-trascendencia. ■

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Nazaret

su osadía de dar hogar, instrucción y aprendizaje de un oficio para ganarse la vida por sí solos, a cuantos niños de la calle recogía. Esa utopía es una prueba más de la radicalidad con que vivió su opción por los más pequeños. Con los ejemplos inspiradores de l’Abbé Pierre y el P. Flanagan, el P. Fontova da forma a su Nazaret, que en 1957 comienza su andadura en Alicante, en los locales de la Congregación Mariana que él mismo dirigía. Con el tiempo, «Los traperos de Nazaret» dieron paso a la «Ciudad de los muchachos», donde llegaron a convivir más de 250 internos, compartiendo espacio con la «aldea infantil»: diez pequeñas casitas que acogían a los niños más pequeños, especialmente a grupos de hermanos (su tercera fuente de inspiración: las Aldeas SOS). Hoy P. Francisco Javier Fontova, SJ

Miguel Ángel Segura, Director

M

edio siglo en la brecha, ¡ya son años! En un mundo que cambia a velocidad de vértigo, que pasa de la abundancia a la crisis profunda sin solución de continuidad, no hay respuestas fáciles para saber qué ofrecer a jóvenes marginados y excluidos. En una sociedad donde las causas del abandono y el maltrato se oscurecen y se acrecientan, no es sencillo formar y convivir con niños en desamparo, con niños de la calle. Ayer

Hace más de cincuenta años, un jesuita, Francisco Javier Fontova (Algerri [Lleida] 1907 – Alicante 1977) se rebeló contra esa realidad de miseria y abandono que afectaba sobre todo a la infancia, en aquella España de larga posguerra. Aquél, a quien la prensa de la época calificó de «Quijote a lo divino», en cierto modo se adelantó casi dos décadas a la formulación que encontró la Congregación General 32 para definir la misión de la Compañía como «…el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta, en cuanto forma parte de la reconciliación de los hombres exigida por la reconciliación de ellos mismos con Dios». Quijotesca era

A finales de los setenta del pasado siglo el concepto de institución integral ya no da respuesta a las necesidades de los menores que han de separarse de su familia o carecen de ella. Poco después de la muerte del P. Fontova (1977) comienza la desmasificación de Nazaret y se inicia la experiencia de atender a esos menores en un entorno mucho más normal, equivalente al que viven otros niños de su edad. Hoy en día Nazaret lo conforman cuatro recursos diferentes (cuatro sectores: Centro de Día, Centro de Vida, Programas de Juventud y Programas de Familia), que pretenden afrontar problemas que también son diferentes. Lo que fue el gran colegio con internado para niños sin recursos y de familias marginales hoy son dos proyectos distintos: el Centro de Día y el Centro de Vida. El Centro de Día es una alternativa socioeducativa para aquellos chavales que no la encuentran en el sistema escolar normalizado. A él acuden chicos de la calle, con fuerte rechazo escolar (en muchas ocasiones reactivo al que ellos mismos han sentido en la escuela), a los que se les ofrece unas posibilidades de aprendizaje fuertemente adaptadas a sus características, vinculando lo manipulativo (buena parte de la jornada se dedica a talleres) a sus procesos cognitivos. Pero sobre todo, dedicamos mucho tiempo a trabajar con ellos su madurez humana, sus habilidades personales y relacionales y su autoestima, 5


de Alicante. Este programa nos permite subrayar la faceta educativa en el tratamiento de los delincuentes juveniles, ofreciendo una oportunidad de recuperación a muchos de estos jóvenes. Un equipo de diez personas actúa anualmente con más de trescientos jóvenes en la ejecución de más de cuatrocientas medidas.

condicionadas negativamente por su conflictivo entorno familiar y social. Unos 170 chicos y chicas acuden a nuestro Centro de Día que, administrativamente, tiene la clasificación de Centro de Acción Educativa Singular (CAES), de enseñanza primaria y secundaria. El Centro de Vida lo componen ocho pisos distribuidos por la ciudad de Alicante. En seis de ellos, residen menores que están en situación legal de desamparo, remitidos por la Conselleria de Bienestar Social, que ostenta su tutela. Cada piso acoge a seis niños y adolescentes, que conviven con sus respectivos educadores. Gracias a ese día a día normal, del que forma parte, por ejemplo, acudir al colegio de su barrio, o jugar con los otros niños vecinos de escalera, interiorizan un «estilo de vida» (en el sentido que le da la psicología social) más adaptado y útil que el vivido en el seno de su familia. Los otros dos pisos están destinados a aquellos chicos y chicas que al alcanzar la mayoría de edad se les acaba la tutela de la Administración, y carecen por completo de respaldo familiar. Con una capacidad para cuatro jóvenes cada uno, estos «pisos de transición» cuentan con el seguimiento a distancia de nuestros educadores, y ofrecen el soporte imprescindible hasta alcanzar unos mínimos de autonomía e independencia personales. Los otros dos recursos surgen a mediados de los noventa, como respuesta a las carencias y retos que nuestra propia experiencia nos planteaba. Los programas de Juventud se centran en la aplicación de las medidas judiciales de medio abierto con los jóvenes infractores de la ciudad 6

Por último, los Programas de Familia (Educación Familiar, Perinatales y Desarrollo y Organización Familiar), nacieron de la necesidad de actuar en la prevención para evitar el deterioro familiar que desemboca en la desprotección y el desamparo de los hijos, del que tanta experiencia teníamos en el Centro de Vida. Destinado a familias con graves problemas, pero en las que la convivencia no se ha roto del todo, las educadoras intervienen en el seno de la familia, de cada familia, ayudando al cambio de actitudes educativas y relacionales, facilitando alternativas para la resolución de conflictos. En el caso del programa de «Perinatales», que está pensado para madres jóvenes con graves carencias personales para la crianza y con ausencia de apoyo familiar o de otro tipo, la prevención se lleva al extremo, pues el acompañamiento a la joven comienza prácticamente desde el nacimiento del bebé y a veces antes. Este seguimiento individualizado garantiza los mínimos básicos de alimentación, higiene y seguimiento médico de la criatura y ayuda a la muchacha a desarrollar otras facetas afectivas y educativas en su nuevo papel de madre. Seis educadoras atienden a más de cien mujeres (e influyen sobre más de trescientos niños), entre los distintos programas, que están implantados en la ciudad de Alicante y otros dos municipios cercanos. Cuatro jesuitas trabajan codo con codo con más de ciento diez profesionales. Entre todos intentamos dar respuesta a las necesidades que están sin respuesta. E intentamos hacerlo de forma personalizada e incondicional con cada uno de ellos, con cada niño, con cada joven, con cada madre. Queremos hacerlo siguiendo el modelo de Ignacio de Loyola y el ejemplo más cercano de Fco. Javier Fontova, como una clara opción por los más pequeños y excluidos, y por la justicia que se les debe. Pero ese camino no es fácil y la incomprensión ha sido muchas veces compañera de viaje. Tachados de «asistencialistas» en unas épocas y de demasiado «profesionalizados» en otras, la duda se hace inevitable. ¿Vale la pena todo este esfuerzo, todo este dinero, toda esta dedicación? A veces, entre tanto ruido de análisis sociales, de cálculos y documentadas reflexiones, no escuchamos lo que nos están diciendo ellos: esos niños, esos jóvenes con sus miradas, con sus silencios, con su gesto de miedo o sus sonrisas. Seguramente ésa es la pista más certera para encontrar respuesta a nuestras dudas e incertidumbres. ■ ® Fotógrafo: Lucio López Revilla.

Ciencia, Tecnología

y Religión U

Javier Leach Albert, SJ

n el mes de julio de 2003 la Junta de Gobierno de la Universidad Comillas aprobó la constitución de la Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión en la Escuela Superior de Ingenieros de nuestra universidad. Su rector, José Ramón Busto, apoyó decididamente la creación de esta cátedra, en un momento en que razones contextuales no hacían fácil su financiación. El convencimiento de que este proyecto podía representar algo importante ha unido a un grupo de personas, entre ellas jesuitas profesores en diversas universidades españolas en materias que van desde la física teórica o la cosmología, pasando por la tecnología y las ciencias de la computación, hasta la bioquímica, la biología, la paleontología y la psicología científica. Objetivos Crear dentro de la universidad, en apertura hacia la sociedad, un foro de reflexión institucional estable que permita pensar en profundidad sobre la imagen científica del universo que hoy tenemos para ponerla en diálogo con sus dimensiones metafísico-filosóficas y teológicas. Es evidente que este objetivo debería ser esencial para una universidad como la nuestra, especialmente comprometida en la tarea de ofrecer a quienes se acercan a ella una oportunidad de

afrontar con profundidad el reto intelectual de adentrarse con profundidad sobre el misterio del universo, de la vida y del hombre. La Cátedra CTR nace del convencimiento de que carreras como la ingeniería proporcionan preparación competente para ciertas intervenciones científico-tecnológicas, jurídicas o económicas, muy concretas, pero olvidan el planteamiento integral, en profundidad, de cuanto la ciencia significa en relación al sentido de la vida, a lo filosófico y, consecuentemente, a lo teológico. Alumnos y profesores pueden acabar así en una situación esquizofrénica o bifronte: el mundo de lo científico-tecnológico o de lo jurídicoeconómico y, por otra parte, el mundo personal del sentido de la vida, de los cuestionamientos filosóficos, de las convicciones morales o religiosas. Este bifrontismo puede darse en el joven universitario, pero quizá aparece con más fuerza cuando la vida nos ha llevado a momentos de madurez. Un profesional de la ingeniería puede tener la apetencia, incluso existencial, de afrontar el reto de la cultura actual para clarificar su pensamiento y de adentrarse en la profundidad rigurosa del conocimiento. La ciencia, en efecto, que constituye hoy casi connaturalmente la lente desde la que vemos el mundo, nos ofrece una visión del universo, de la vida y del hombre. La filosofía y la teología tratan de ofrecernos el sentido último de esas realidades. El problema personal para 7


muchos científicos y tecnólogos es que su imagen científica no es congruente con su universo filosófico y religioso. De ahí la necesidad de clarificar el propio sentido en relación a la imagen científica y a la imagen filosófico-teológico-cristiana en que nos hallamos por tradición cultural y religiosa. La universidad debía responder además a una necesidad institucional. Y es claro que la Universidad Comillas y el ICAI han tenido un rasgo distintivo propio: ofrecer una formación no sólo científica y tecnológica, como cualquier otra universidad, sino intentar la formación humana integral: profesionales de alta calidad, con rigurosas exigencias éticas, personales y sociales, con una cosmovisión responsable que les proporcione un equilibrio personal para afrontar con sentido su propia vida y actuación social. La creación, pues, de la Cátedra CTR en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Comillas responde a estas inquietudes: la necesidad de crear foros donde pueda encontrar ámbitos de pensamiento en profundidad que ayuden a reflexionar para encontrar el sentido que todos necesitamos. La Cátedra nace como foro de deliberación participado. Los profesores que promovemos la Cátedra somos conscientes de la complejidad de la ciencia, de la filosofía, de la teología, e incluso de las cosmovisiones culturales (complejidad de la interculturalidad). Sabemos que hay siempre muchas opiniones y pareceres, muchas veces en

confrontación. La función de la Cátedra debe ser, pues, hacer posible un foro de reflexión, donde se escucha a unos y otros; pero siempre queda a salvo la libertad de cada uno para ir encontrando el propio sentido. Oír, participar, discutir, dialogar, exponer, son formas de activar nuestra voluntad personal de no vivir aletargados, arrastrados irremisiblemente por una sociedad de consumo que nos adormece, sino activos, comprometidos por encontrar el sentido y experimentar la paz interior de vivir nuestras vidas con autenticidad. Acogida Estamos muy contentos. Durante estos primeros años la Cátedra CTR ha emprendido diferentes vías de actuación. Refiriéndonos a lo principal destacaríamos algunos puntos: 1) Ha tomado postura en los ámbitos internacionales que cultivan el estudio de las relaciones ciencia/religión, principalmente en los países anglosajones; se han establecido importantes contactos personales y se ha participado en foros internacionales. 2) Se ha organizado en España una red de grupos locales para el estudio de ciencia/religión, principalmente en universidades, habiéndose conseguido una financiación básica de estos grupos por el Metanexus Institute for Science & Religion de Philadelphia, Estados Unidos; se ha presentado a la Templeton Foundation de Estados Unidos un proyecto titulado La evolución humana, que ha sido concedido y ha supuesto financiación de la Cátedra para proyectos concretos durante estos años; se ha abierto la página web de la Cátedra que ofrece ya a un público general numerosos materiales de formación, reflexión y participación; se ha establecido contacto con una red de universidades latinoamericanas conectadas en los estudios de ciencia/religión; se ha comenzado la colección de publicaciones de la Cátedra que se engrosará en los próximos años; se tienen abiertas diferentes líneas de investigación, incluyendo varias tesis doctorales; se ha trabajado también en el diseño de un programa de Ciencia, Tecnología y Ética Social (CTES) de la Fundación Universitaria Comillas ICAI; en estos años pasados hemos recibido ayuda de varias empresas; se han iniciado además diferentes estrategias para movilizar al alumnado en torno a las propuestas de reflexión de la Cátedra. La creación de la Cátedra nace del altruismo y tiene una vocación de servicio. Creemos que responde a una necesidad que muchas personas pueden sentir cuando la búsqueda de autenticidad intelectual nos urge desde dentro. ■ www.upcomillas.es/webcorporativo/centros/ catedras/ctr/

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LOS JESUITAS Y LA ASTRONOMÍA CON

AÑO INTERNACIONAL DE LA ASTRONOMÍA, MATEMÁTICAS, FRANCISCO JAVIER BLANCO, PROPUSO A LOS 1º Y 2º ESO DEL COLEGIO JESUITA «APÓSTOL SANTIAGO» DE

MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL

EL PROFESOR DE ALUMNOS DE

VIGO,

QUE INVESTIGARAN JESUITAS QUE SE HUBIERAN DEDICADO AL ESTUDIO

ASTRONOMÍA. CON ALGÚN AÑADIDO REPRODUCIMOS AQUÍ EL RESULTADO DE ESTE TRABAJO, QUE APARECIÓ EN LA REVISTA DE DICHO COLEGIO O NOSO LAR Nº 37 (ENERO-JUNIO 2009). DE LA

CHRISTOPHER CLAVIUS, SJ

GIOVANNI BATTISTA RICCIOLI, SJ

Muy admirado por Galileo, Tycho Brahe y Kepler. Participa en la reforma del calendario a propuesta del papa Gregorio XIII.

Estudió la Luna y publicó la obra «Nuevo Almagesto» (1651, corrigiendo a Ptolomeo), en la que establecía la nomenclatura de los accidentes de la cara visible de nuestro satélite. Rechazó las teorías de Copérnico como ciertas, pero alabó su trabajo. Realizó un detallado estudio telescópico de la Luna, trabajo que realizó en conjunto con el P. Grimaldi.

(1538 – 1612)

CHRISTOPHER GRIENBERGER, SJ (1561 – 1636)

Partidario de las ideas de Galileo tuvo que defender las ideas de Aristóteles. Introdujo la montura ecuatorial del telescopio e inició un programa de localización de estrellas por el telescopio. CHRISTOPH SCHEINER, SJ

(1598 – 1671)

FRANCESCO MARIA GRIMALDI, SJ (1618 – 1663)

Está entre lo primeros en observar y estudiar las manchas solares en el Sol. Mantuvo con Galileo una polémica sobre la prioridad de las observaciones.

En astronomía, construyó y utilizó los instrumentos para medir características geológicas en la luna, y dibujó un mapa de la luna que fue publicado por Riccioli. En óptica descubrió el fenómeno de la difracción y es citado por Newton.

ORAZIO GRASSI, SJ

FERDINAND VERBIEST, SJ

Fueron famosas sus polémicas con Galileo bajo el pseudónimo de «Sarsi». Defendió que los cometas eran astros que giraban alrededor del Sol, mientras que Galileo decía que eran fenómenos luminosos en la atmósfera.

A partir de 1667, reforma el calendario chino. Fue director del Observatorio de Pekín. Construyó los instrumentos astronómicos del observatorio que todavía se conservan.

(1573 – 1650)

(1583 – 1654)

(1623 – 1688)

JOHANN CYSAT, SJ

JOSÉ ZARAGOZA, SJ

Es uno de los primeros en estudiar los cometas con ayuda del telescopio. Demostró que las órbitas de los cometas eran alrededor del Sol y parabólicas. En 1630 observó el tránsito de Mercurio por el disco solar.

Gran astrónomo y matemático profesor del Colegio Imperial de Madrid. Publicó en 1675 una de las primeras obras de astronomía en español. Observó la aparición de varios cometas.

(1587 – 1657)

(1627 – 1679)

JOHANN ADAM SCHALL, SJ

JACOPO BELGRADO, SJ

LLevó a cabo la reforma del calendario chino. En 1644 predice el próximo eclipse y acierta con precisión. Los astrónomos chinos erraron en la hora del eclipse en 45 minutos.

Matemático de la corte y confesor del duque Filipo de Parma, donde estableció un observatorio astronómico.

(1593 – 1666)

(1704 – 1789)

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RUGGIERO GIUSEPPE BOSCOVICH, SJ lado más alejado de la Luna, lleva su nombre. (1711 – 1787) Miembro de la «Royal Society» de Londres, en su honor un cráter de la Luna RICARDO CICERA SALSE, SJ (1864 – 1932) lleva su nombre. Influyó en la retirada del «Índice de los Libros Prohibidos» de los libros que Trabajó en el observatorio del Ebro. En 1893, delineó el primer mapa magnédefendían el movimiento de la tierra. tico de las Filipinas, extendido hasta las costas del Japón, China y el actual MAXIMILIANO HELL, SJ Vietnam, por lo que fue también uno (1720 – 1792) Fue director del Observatorio de Viena. Sus obser- de los primeros mapas magnéticos del Extremo Oriente. Concibió la idea de relavaciones del tránsito de Venus en Laponia fueron cionar la actividad solar y los fenómenos geofísicos. cuestionadas en el siglo XIX y reivindicadas por Simon Newcomb, astrónomo norteamericano en LUIS RODÉS CAMPDERA, SJ 1883. (1881 – 1939)

(1871 – 1951)

En 1930 fue nombrado director del Observatorio Vaticano. Fue el responsable de la modernización del observatorio, así como su traslado a Castel Gandolfo en 1933. El cráter Stein, en el

Reproduce el texto del evangelio de la eucaristía de cada jornada conforme al calendario litúrgico oficial de la Compañía. Los domingos y festividades se incluyen también las dos primeras lecturas. Cada evangelio va acompañado de un breve comentario. Se completa el volumen con un extenso devocionario que presenta textos específicos de espiritualidad ignaciana, aparte de himnos, salmos y cánticos de uso común o de la Horas. También contiene el ordinario de la Misa. Cuidados y consuelos. Cien años de Fontilles (1909-2009) Vicent Comes Iglesia (dir.) Biblioteca Valenciana, Generalitat Valenciana - Asociación Fontilles, Valencia 2009, 382 pags. ◆

Director del observatorio del Ebro. Contribuyó con numerosos artículos en varias revistas científicas (1818 – 1878) Re-descubre el cometa Biela en 1852; fotografía el sobre física solar y relaciones entre la actividad eclipse solar de 1860, y es el primero en clasificar solar y magnetismo terrestre y corrientes telúricas. Asimismo, escribió sobre temas de meteorología. las estrellas según sus espectros; su clasificación es la base de la actual. Descubrió la existencia del Destacado divulgador científico, sus atractivas conferencias se editaron con frecuencia en España e anillo interno de Saturno Iberoamérica. JOHANN HAGEN, SJ ANTONIO ROMAÑÁ, SJ (1847 – 1930) (1900 – 1981) Dirigió el Observatorio del Vaticano Director del Observatorio del Ebro, fundadurante 24 años y antes el de la do a comienzos del siglo XX por los jesuiUniversidad de Georgetown. tas. El asteroide 19783 lleva su nombre: «Antoniromanya». JOHAN STEIN, SJ

ANGELO SECCHI, SJ

Evangelio diario en la Compañía de Jesús 2010 Mensajero, Bilbao 2009, 550 pags. ◆

Para finalizar esta pequeña investigación que los alumnos realizaron, en esta tabla aparecen los nombres de los jesuitas inmortalizados en la superficie de la Luna.

En este libro se puede encontrar la historia del Sanatorio de Fontilles para leprosos, en su primer centenario, «densa en su contenido, clara en la exposición, imparcial en los criterios y ponderada en los juicios». Así la califica, en su prólogo, el historiador Manuel Revuelta SJ, profesor emérito de la Universidad Comillas de Madrid. Confesiones. Autobiografía documentada Pedro de Ribadeneira, SJ Edición y selección: Miguel Lop, SJ Mensajero-Sal Terrae, Colección Manresa 2009, 283 pgs. ◆

Poco antes de su muerte escribió Ribadenerira sus Confesiones a la manera de San Agustín que vienen a ser su autobiografía. Esta se completa con oportunas anotaciones y trazos biográficos. Se añaden documentos relativos a algunos de los problemas en los que se vio envuelto. Escritos esenciales. Dios en todas las cosas Ignacio de Loyola Sal Terrae, Santander, 2007, 126 pags. ◆

JESUITAS CIENTÍFICOS CON SU NOMBRES EN CRÁTERES DE LA LUNA:

NOMBRE

NOMBRE

FECHAS

1586-1670

Mayer

1719-1783

Cysatus

1588-1657

Hell

1720-1792

Zupus

1590-1650

De Vico

1805-1848

NOMBRE

FECHAS

Clavius

1537-1612

Zucchius

Riccius

1552-1610

Grienberger 1561-1636

FECHAS

(hay dos españoles)

Blancanus

1566-1624

Simpelius

1596-1654

Secchi

1818-1878

Tannerus

1572-1632

Schomberger

1597-1645

Fenyi

1845-1927

Scheiner

1573-1650

Riccioli

1598-1671

Hagen

1847-1930

Malapert

1581-1630

Kircher

1601-1680

Kugler

1862-1929

Moretus

1602-1667

Stein

1871-1951

Furnerius

-1643

Bettinus

1582-1657

Billy

1602-1679

Rodés

1881-1939

Petavius

1583-1652

Tacquet

1612-1660

Mc Nally

1890-1955

Sirsalis

1584-1654

Grimaldi

1618-1663

Romañá

1900-1981

Cabeus

1586-1650

Boscovich

1711-1787

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Hay una expresión que da unidad y sentido a los escritos y la vida de Ignacio de Loyola: «Buscar y hallar a Dios en todas las cosas». Y hay que entenderla literalmente. «Todas las cosas» significa toda la realidad cósmica, histórica y humana Los lectores de este libro pueden encontrar en él un medio para conocer más a fondo la espiritualidad ignaciana y nuevos estímulos para avanzar por ella. Agenda escolar 2009-2010 Jesuitas. Viajamos juntos, prepárate Jesús Pérez Rivera (ed.) Mensajero, Bilbao 2009, 160 pags. ◆

Un instrumento para estudiantes que les ayuda a seguir el curso escolar y a aprender cosas nuevas sobre el mundo y sobre la fe cristiana. A todo color, amena, ágil, instructiva, se publica desde hace más de una década. Iglesia parroquial Nuestra Señora de Lourdes: 50 aniversario Mensajero, Bilbao 2009, 48 pags. ◆

Esta revista pretende conmemorar los 50 años de la inauguración de la Iglesia parroquial de Nuestra Sra. de Lourdes y agradecer a los hombres y mujeres que la hicieron posible, haciendo especial mención a la figura del P. Lasa, por la realización de esta ingente obra. 11


Oración

S

Envia tu luz y tu verdad: que ellas me guien hasta tu monte Santo, hasta tu morada (Salmo 43, 3)

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz! (Isaías 52, 7)

¿Quién habitará en tu monte Santo? El que practica la justicia, el que no hace mal al prójimo, el que no acepta soborno contra el inocente (Salmo 15, 1-4)

Concordia (Pakistán): en el centro el K2. ® Fotógrafo: Luis Santaolalla

Los que confian en el Señor son como el monte Sión: no vacila, está sentado para siempre (Salmo 125, 1)

Jesús subió al monte... y los instruyó (Mateo 5, 1)


Los «padres negros» en la

Tarahumara Luis Antonio Lucas Mejía, SJ

L

a historia de la misión de la Tarahumara se remonta hasta el siglo XVII, cuando los primeros misioneros jesuitas, enviados a las tierras del norte de México, comenzaron su labor entre pueblos indígenas de los actuales estados de Sonora, Sinaloa y Chihuahua, con grupos indígenas como los chínipas, los tepehuanes, los guazapares, los tubares y los rarámuri, entre otros. Hombres como Tomás de Guadalajara, José Tardá y muchos otros dejaron huella en la evangelización de estos pueblos. Debido a la expulsión de los jesuitas de los territorios españoles, los pueblos y comunidades rarámuri quedaron prácticamente sin atención por parte de la Iglesia, aunque hubo intentos de atenderles: un tiempo los franciscanos y los josefinos, además del clero diocesano de las

regiones cercanas; sin embargo, nunca se logró cubrir el área que mantenían los jesuitas. Esto provocó que los rarámuri, a su propio modo y estilo, fueran asimilando y apropiándose de lo que los «padres negros» les enseñaron. En 1900, con la llegada de tres sacerdotes y un hermano, la Compañía de Jesús regresa a la sierra de Chihuahua. Desde entonces y hasta la fecha, la misión de la Tarahumara se ha visto animada por la presencia de muchos jesuitas que han dejado huella de su caminar por estas tierras. Lo que fuera la misión de la Tarahumara, actualmente se ha convertido en la Diócesis de la Tarahumara y los jesuitas atendemos solamente algunas de la parroquias. Para situarnos La sierra Tarahumara se encuentra ubicada al oeste del territorio del norteño estado de Chihuahua, México. Una quebrada región serrana, de bosques de pinos y encinos, que se eleva en lugares hasta de 2700 metros sobre el nivel del mar. Lugar de abundante fauna tanto en las partes altas como en las profundas barrancas de la región. Los grupos indígenas que actualmente habitan en la sierra son: rarámuri, rarómari, ódame, warojio y pima. Tarahumaras es el nombre que el hombre blanco asignó a los rarámuri y a los rarómari. Yo llegué a la sierra Tarahumara recién terminada mi etapa de estudio de la Filosofía junto con otro maestrillo y un sacerdote. Se nos asignó una de las parroquias que los jesuitas tenemos a nuestro cargo: la parroquia de San Miguel de Wawachiki. Nuestra misión, encomendada por el Provincial, como maestrillos, fue principalmente aprender la lengua rarámuri y adentrarnos en su cultura. Dentro de la parroquia mi comunidad de referencia fue el pueblo de Pamachi. Poco más de dos años he estado acompañando a este

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pueblo. Acompañar a una comunidad rarámuri representa una serie de aspectos a los que no estamos acostumbrados. De entrada, nuestra formación occidental choca con los modos, formas y costumbres de estos grupos indígenas. Un ejemplo de esto es que la función de los sacerdotes, religiosas y religiosos es la que las autoridades tradicionales decidan. De hecho, si no hay un clérigo de la Iglesia, los rezos y fiestas se dan de la misma manera. El ritmo de vida en estos lugares, es tranquilo, sin prisa, los horarios no existen. Por todo eso, básicamente, nuestra presencia, es de acompañamiento. Esto significa, en términos prácticos, estar con ellos: trabajar, vivir, festejar y celebrar. Pasamos alrededor de quince días al mes insertos en cada una de las distintas comunidades. El acompañamiento en el aspecto religioso está también definido por el estilo de su cultura: es austero, sencillo y tradicional. En sus ritos y celebraciones se han sedimentado dos culturas, la autóctona y la hispánica. Las fiestas Un momento muy significativo de su cultura son sus fiestas. Son una mezcla de las autóctonas (el yumari, que es la danza del búho y del venado) y las fiestas religiosas que les inculcaron los primeros misioneros (la danza del matachín, de origen español). Sus fiestas principales abarcan dos ciclos: invierno y Semana Santa. Comento sólo algo de las fiestas de invierno. Estas son, básicamente el 12 de diciembre (Ntra. Sra. de Guadalupe), el 24 de diciembre y el 6 de enero, y en algunos lugares el 2 de febrero. En estas fiestas se suele danzar «matachín» toda la noche previa al día de la fiesta, dentro de la Iglesia, iluminados únicamente por la luz de las velas que adornan el altar, a una temperatura a veces de -10º C. Se danza por muchas razones, pero la principal es, a decir de ellos, «para que Dios esté contento, porque a Dios le gusta nuestra música y también danza con nosotros». Esos días nuestro trabajo es danzar con ellos y ayudarlos con los rezos que se hacen a diferentes intervalos de la noche y del día y bautizar. La fiesta en la Iglesia termina el mismo día, después de que se da de comer a todo el pueblo un poco de caldo de chivo; de ahí nos retiramos todos a las casas de los

fiesteros, para seguir danzando y tomar una bebida ligeramente embriagante a base de maíz que llaman suguiki. Al igual que en el baile, Dios come y bebe con nosotros, a Él se le da de comer y beber primero. Además de acompañar a las comunidades en sus fiestas y tradiciones, y siguiendo la línea del acompañamiento y no de la imposición de nuestras ideas y concepto de desarrollo y civilización, impulsamos la formación de promotores de salud mediante un proyecto de apoyo alimenticio para combatir la desnutrición en varias comunidades; acompañamos un proceso organizativo que busca el reforzamiento de su cultura y religiosidad, a nivel diocesano, regional y parroquial, entre otras iniciativas. El necesario diálogo intercultural La interculturalidad es la clave en nuestra convivencia con estas comunidades. Se trata de caminar con ellas, de que ninguna cultura domine o suprima la propia, sino que se viva un compartir recíproco. Hoy día ninguna cultura puede permanecer aislada de las demás, por eso constatamos la importancia del diálogo, de reconocer en el otro a la persona que es y su derecho a serlo. ¿Cómo podemos ser puentes entre las culturas? ¿Cómo ayudamos a que los rarámuri sigan siéndolo en medio de un mundo que avanza rápidamente y que muchas veces destruye todo lo que encuentra a su paso? Son algunas de las preguntas que nos hacemos en este lugar, y que vamos respondiendo con ellos. Desde su fundación, la Compañía de Jesús ha buscado siempre estar y apoyar la dignidad de los pueblos indígenas. Hoy como ayer, seguimos con ese trabajo, con diferentes métodos y modos, pero fieles a la llamada de Jesús en el servicio de la fe y la promoción de la justicia que es exigencia constitutiva de la evangelización. ■ 15


Centenario de San Francisco de Borja

de SIDA y la pobreza que afecta a tantos de sus habitantes. La presencia de la Compañía de Jesús en El embajador de España Burundi, sobre todo en el campo ante la Santa Sede, Francisco Vázde la educación, tiene una larga quez, propondrá al Vaticano que la tradición. El antiguo Collège Saintcelebración de la Hispanidad del 12 Esprit, actualmente Lycée Saintde octubre de 2010 esté dedicada a Esprit, cuenta con casi 900 alumS. Francisco de Borja, dentro de los nos, chicos y chicas. El tema del actos conmemorativos del V CenCongreso supuso ya un programa: tenario de su nacimiento, cuyo año Por un África mejor: qué hemos jubilar se iniciará el domingo 25 de hecho, que estamos haciendo, qué octubre de 2009 en Gandía (Vadeberíamos hacer. La reunión estulencia). Representantes del Ayunvo precedida por una semana de tamiento de esa ciudad, junto a la «pre-congreso», para los antiguos presidenta de la Sociedad Estatal alumnos más jóvenes, como una para la Acción Cultural Exterior del «experiencia», activa y solidaria, Gobierno de España, han viajado en los centros de huérfanos, o en a Roma para preparar las actividahospitales de Burundi y de la región des previstas en la capital italiana de Bukavu en la vecina R.D. del y en el Vaticano con motivo de la Congo. efeméride. El embajador de España en Roma, Luis Calvo, gestionará con las autoridades de la ciudad la Aniversario de los celebración, en la Plaza del Popolo, jesuitas filipinos del concierto que el músico Carles Santos prepara con 500 músicos. Para conmemoLa iglesia del Gesù acogerá otro rar los 150 años del regreso de concierto que el musicólogo Jordi los jesuitas a Filipinas, el 14 de Savall está preparando sobre la junio se tuvo una solemne ceremúsica de la dinastía Borja. Asimonia presidida por el Cardenal mismo, la Academia de España en Gaudencio B. Rosales, Arzobispo Roma será la sede de la exposición de Manila, y el P. José Magadia, que organiza el Ayuntamiento gan- Provincial de Filipinas. Asistieron diense sobre arte contemporáneo, muchos antiguos y actuales alumarquitectura jesuítica, y la figura de nos de nuestros colegios, autoFrancisco de Borja, duque de Ganridades y amigos. Exactamente día, virrey de Cataluña y tercer Ge- hace 150 años, en la mañana neral de la Compañía de Jesús. Este del 14 de junio 1859, recordó el V Centenario, que se celebrará en P. Magadia en su discurso, diez Gandía con diferentes actividades y jesuitas de la Provincia de Aragón celebraciones a lo largo del año, se de España, desembarcaron de la clausurará con la presencia del P. nave Luisita. Después de meses General de la Compañía, el jueves de viaje desafiando la violencia del 28 de octubre de 2010, fecha del mar y soportando las molestias nacimiento del Santo. e incertidumbres de los viajes en el siglo XIX, pusieron pie finalmente en su nuevo destino. Pocos El reto africano meses después, el 10 de diciemde los Antiguos bre 1859, recibieron el encargo Alumnos de dirigir en Manila la Escuela Pía, que más tarde cambió su nombre Del 22 al 27 de julio tuvo lugar en a Ateneo Municipal. Este fue el priBujumbura, capital de Burundi, mer paso que condujo al colegio el Congreso Internacional de que hoy, trasladado a otra parte Antiguos Alumnos de la Compañía, de la ciudad, se llama Ateneo de con participantes de todo el Manila University. Las celebraciomundo. La designación de África nes continuaron con conferencias, y, en particular, Burundi, como conciertos, exposiciones de arte sede del Congreso, es significativa y de ciencias, y con la publicación en vista de la historia del país, las de un volumen conmemorativo. heridas aún sangrantes causadas Culminaron con la visita del P. por turbulencias políticas, la plaga General. 16

Primera Ordenación de un jesuita camboyano. Joseph Phongphand Phokthavi SJ, más cariñosamente conocido como «Jub», fue ordenado sacerdote en la iglesia de la Asunción en Battambang, Camboya. La ordenación fue un maravilloso encuentro comunitario, en el que los anfitriones fueron Enrique Figaredo SJ, Prefecto Apostólico de Battambang y Gabriel Je SJ, Delegado del Provincial de Corea, ya que la Misión en Camboya depende de esa Provincia. Antes de entrar a la Compañía, entre los años 19851991, Jub trabajó en el JRS como voluntario con los refugiados camboyanos en uno de los campos que queda en la frontera con Tailandia. En 1990 Jub partió a Camboya, y allí ayudó en el proceso de retorno, iniciado por la ONU, de los refugiados que volvían a su país. Después de unos años como primer director de Banteay Prieb, una escuela técnica para discapacitados, volvió a Tailandia para seguir trabajando en el JRS, especialmente con los refugiados birmanos. Durante la emergencia de Timor Oriental, en 1999, fue miembro del equipo del JRS que fue allí a ayudar. Finalmente, en el año 2002 decidió ingresar a la Compañía de Jesús. Después de hacer su noviciado en Singapur, pasó dos años estudiando filosofía en el Ateneo de la Universidad de Manila, Filipinas, y posteriormente estudió teología en Melbourne, Australia. Una esperanza para las mujeres refugiadas En este momento aumentan en Roma las peticiones en los centros de acogida. Uno de esos centros es la «Casa de Giorgia», a la cual acuden en busca de asilo y protección mujeres, que huyen de sus países de origen. Esta estructura está ligada al Centro Astalli de los jesuitas de Roma, que puede acoger 36 mujeres, de las cuales 28 reciben ayuda económica de la ciudad de Roma. En 2008, la mayoría de las mujeres acogidas provenían de África. Recientemente, el deterioro de la situación política y social en países como Birmania, Tibet y

Bangladesh, ha hecho que aumente el número de mujeres de esos países en busca de asilo político. Tenemos un alto número de mujeres con niños pero sin maridos -dice Giovanni La Manna SJ, Director del Centro- que después de seis meses reciben el permiso de estancia y pueden considerarse autónomas. Pero hay también mujeres que nos llegan con experiencias dolorosas. Las que han sido víctimas de torturas traen heridas visibles e invisibles que requieren tiempo. Las que más tiempo necesitan para curarse son las heridas invisibles, interiores, para las que hace falta un acompañamiento psicológico y, en algunos casos un largo tiempo de permanencia en el Centro hasta que logren curarse. Radio Progreso de Honduras El terremoto político, que ha sacudido a Honduras con la destitución del Presidente Manuel Zelaya el 28 de junio, ha afectado también a los jesuitas. Esa misma mañana, Radio Progreso, de la Compañía, fue obligada a suspender su programación. Hacia las 10’30 h. de la mañana, cuando la emisora informaba acerca de la situación, irrumpieron en los estudios un grupo de 25 militares. Mientras los militares estaban dentro de los estudios, escribe el P. Ismael Moreno, Director de Radio Progreso, un nutrido número de personas acudió a nuestra estación queriendo entrar para defender la Radio y el personal. Por fortuna, y gracias a la intervención de varios, logramos evitar que la confrontación acabara en violencia. A la mañana siguiente, al constatar que los militares se habían retirado, la estación reanudó su actividad, aunque bajo la amenaza de una posible clausura. Los jesuitas emitieron un comunicado condenando esta acción y exponiendo su postura, con el que se solidarizaron los demás jesuitas latinoamericanos en otro comunicado conjunto. No es la primera vez que Radio Progreso se convierte en un símbolo de resistencia e independencia crítica. 17


Familia afirmado y desarrollado el sentido de lo que nos une: la espiritualidad ignaciana es esencialmente apostólica. Colaboración mutua

F. X. Dumortier, SJ

M

uchas tradiciones religiosas se reconocen «familia espiritual», aun dentro de su diversidad, por las raíces de las que nacieron o se nutren todavía. Con frecuencia se mueven en círculos distantes, pero eso no les impide sentirse familia cercana. Les unen intuiciones fundantes, un aire de familia y referencias y aún lenguajes comunes. Hemos constatado que de la espiritualidad de Ignacio de Loyola, han bebido, sobre todo de los Ejercicios Espirituales, muchos laicos y congregaciones religiosas. Una experiencia fontal de rasgos comunes y configuración espiritual: la centralidad de Jesucristo en complicidad personal de amistad, destino y misión, la polaridad acción/contemplación para encontrar a Dios en todo y en todos; la llamada al mundo y en él a lo más urgente o abandonado, el magis de la mayor gloria de Dios... Diferentes pero próximos Llamamos familia, analógicamente, a una comunidad que busca vivir y vive el espíritu de afecto y solidaridad que caracteriza, normalmente, las relaciones familiares. No, ciertamente, a una federación de grupos diferentes. Este concepto de familia anularía y diluiría la identidad propia de cada grupo o congregación, nivelando las diferencias. Cuando nos encontramos percibimos más y mejor el acento propio de los distintos grupos. Es importante que cada uno sea él mismo, para poder llamarnos y ser «nosotros». La familia ignaciana ha de ser necesariamente plural: los contornos serán imprecisos, los modos de actuar procederán del discernimiento de cada uno y se necesita que cada grupo sea y permanezca él mismo. La experiencia misionera de la Compañía de Jesús en los últimos 30 ó 40 años ha sido de una colaboración en el plano apostólico, que es donde se ha 18

Primero por referencia a una misma tradición espiritual. Tenemos mucho que aprender unos de otros, cada uno y cada una, individual y colectivamente. Se da así una reafirmación en las fuentes y en lo que especifica cada camino particular, como perteneciente a tal grupo o congregación concreta, o como laico de tal movimiento, o como jesuita de su comunidad. En efecto podemos aportarnos mucho mutuamente en nuestro modo propio de sentir las cosas y de expresarlas, de comprender nuestra espiritualidad y la misión, en el buscar y hallar a Dios en todas las cosas: es nuestra diversidad que sólo ahora empezamos a descubrir. Además hay que buscar una manera de actuar apostólicamente. Trabajar juntos no es una opción posible, sino un desafío apostólico y una gracia, una necesidad. Importa discernir juntos tareas y prioridades; es colaborar en lo posible allá donde seamos llamados a actuar como discípulos y apóstoles de Cristo. Más aún, hay una manera de expresar qué es a lo que el Señor nos llama: personas que cuidan de los demás, que se escuchan y dialogan, que se estiman y aprecian, que buscan vivir como «amigos en el Señor», y que les mueve la voluntad de dirigirse a un mundo despiadado y duro, y testimoniar que el Espíritu de Dios crea proximidad y respeto en personas llamadas a ser un corazón de carne por los caminos pedregosos de un mundo dividido. Y, por fin, el deseo de ser discípulos de Cristo a la manera de Ignacio, Javier y Fabro. Ser «nosotros mismos» Una relación con el mundo absolutamente positiva, no por optimismo, que sería artificial, sino porque la experiencia cristiana se vive en el corazón de realidades ambiguas y cambiantes del mundo en el que vivimos, y a Dios hay que buscarlo y hallarlo en todo, en cualquier situación. Una vida interior y un caminar espiritual que, a partir de la experiencia de Dios que facilitan los Ejercicios, abren al deseo de salir al encuentro del Señor en la acción, aquí y siempre, en los acontecimientos y en los hombres, y así encarnarse en el mundo del Hijo de Dios hecho hombre y participar con Él, como servidores, de su misión.

Además un sentido de Iglesia que se vive con un corazón y un espíritu suficientemente abiertos para entender lo que decía Juan Pablo II sobre el hombre de hoy: Este hombre es el camino de la Iglesia, camino que se despliega de una determinada manera, en la base de todas las rutas que la Iglesia debe asumir, porque el hombre –todo hombre sin ninguna excepción– ha sido rescatado por Cristo, porque Cristo está unido al hombre, a cada hombre, sin ninguna excepción, aunque el hombre no sea consciente de ello. En fin, el cuidado de no priorizar los «asuntos de familia». Hay que descentrarse de sí mismos, desplazando el centro de atención y las propias preocupaciones hacia donde aparecen las necesidades y esperanzas de los hombres de hoy, porque la familia ignaciana opta por lo que se proponía Javier en su tiempo: hacerse presentes en las fronteras del mundo y de la cultura de hoy. El porvenir de la familia ignaciana La Congregación General 34 de la Compañía de Jesús invitaba a la creación de una «red apos-

Algunas congregaciones religiosas femeninas de inspiración ignaciana

ANTES DE LA DISOLUCIÓN DE LA COMPAÑÍA • Instituto de la Bienaventurada Virgen María (Mary Ward) • Compañía de María • Hermanas de Santa Catalina de Braunsberg • Hijas de San José • El Retiro DURANTE LA DISOLUCIÓN DE LA COMPAÑÍA (1773-1814) • Instituto de Hijas del Corazón de María • Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús • Hermanas de la Sagrada Familia • Hermanas de Nuestra Señora • Damas de la Instrucción Cristiana DESPUÉS DE LA DISOLUCIÓN DE LA COMPAÑÍA (1814) • Congregación de Jesús María • Fieles Compañeras de Jesús • Religiosas de Santa Dorotea • Auxiliadoras de las almas del Purgatorio • Hijas de Jesús • Religiosas de María Inmaculada • Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús EN EL SIGLO XX • Apostólicas del Sagrado Corazón (Damas Apostólicas)

tólica ignaciana» en los términos siguientes: La existencia de tantas personas de inspiración ignaciana atestigua la vitalidad permanente de los Ejercicios y su poder de animación apostólica. La gracia de una nueva era de la Iglesia y el dinamismo hacia un plus de solidaridad nos empujan de una manera decisiva a reforzar los lazos con todas estas personas y grupos. Así podríamos crear una red apostólica ignaciana (d. 13, n. 21). Trabajar juntos anudará los vínculos entre personas y grupos, permitirá que nazca una red en el que cada uno tenga su lugar y su misión propia y podamos así aportar a la Iglesia y a los hombres de nuestro tiempo lo que se nos confiado, es decir una tarea que no podemos abandonar. Está claro que esto significa cambio en el modo de pensar y hacer, pues se trata de una nueva «cultura apostólica», una apuesta decidida por lo que se busca, se experimenta y se vive en una familia ignaciana que desea amar y servir al Señor en estos tiempos nuevos que demandan corazones libres y espíritus abiertos para avanzar humildemente hacia aquello a lo que hemos sido convocados. ■ (Condensación de Jésuites de France, 2007)

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Esclavas de Cristo Rey Mercedarias Misioneras de Bérriz Hermanas del Divino Pastor Misioneras Cruzadas de la Iglesia Institución Javeriana Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús Misioneras de Cristo Jesús Santa Cruz de Jerusalén María Reparadora Comunidad Apostólica San Francisco Javier Instituto secular Vida y Fe Hermanas de Santa Clotilde Hermanas de San Andrés Nuestra Señora del Cenáculo Hermanitas del Obrero Federación ignaciana Jesús Servidor Instituto secular Nuestra Señora del Trabajo La Xavière

(Grupo de Espiritualidad Ignaciana, Diccionario de Espiritualidad Ignaciana, MensajeroSal Terrae)

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entrada, fiestas de la Virgen, de los santos... El hecho es que muchas de esas partituras se cantan también en otras parroquias. Mi idea ha sido siempre hacer que el pueblo participe activamente y no como un testigo mudo. Así la liturgia, con un coro y una asamblea participativos, tiene vida y es fiesta, la fiesta de los cristianos. La fiesta no es un espectáculo: no se «dice» ni se «oye» misa. Como tampoco, un concierto. La fiesta cristiana celebra la fe y la agradece y es celebración unánime y concorde que necesita, nace, crea y refuerza la comunidad. Sin fiesta no hay comunidad sino individualismo, o mero cumplimiento rutinario sin corazón.

Entrevista al P. Félix Zabala

Recuperar el júbilo y la fiesta

He compuesto también cantos que me han ido pidiendo expresamente algunos directores de coros, no sólo para la liturgia, sino también para conciertos sacros; me han galardonado en varios concursos, como los de la Federación de Coros de Euskalerria. Publiqué un Cantoral Religioso de Loyola, con 259 cantos en castellano, 49 en latín y 262 en euskera, también «Villancicos de Navidad», 23 canciones con letra en castellano y euskera para coro mixto y voces graves. Es importante lo popular en cuanto incultura la fe.

José Luis Franzesena

C

antad al Señor un cántico nuevo... Resuene su alabanza en la asamblea de los fieles. Cantad con vuestra voz, cantad con vuestro corazón, cantad con vuestra conducta... La alabanza del canto reside en el mismo cantor. ¿Queréis rendir alabanzas a Dios? Sed vosotros mismos el canto que vais a cantar (San Agustín). Hace ya años se me grabó en el corazón la inscripción de un Cristo que se quedó sin brazos en un bombardeo de Munich: «No tengo más brazos que los vuestros». A nosotros los jesuitas se nos envía a un sitio en el que debemos ser los brazos de Cristo. Fui misionero de emigrantes españoles y portugueses en Burdeos, capellán de presos... Mi trabajo con los inmigrantes fue muy variado: asistencia a familias necesitadas de Burdeos y provincia; atención a los presos españoles y portugueses, con visitas casi diarias a la cárcel; fundar y dirigir un Centro de enseñanza de Bachillerato para jóvenes que un día regresarían a España y Portugal, fundar la Asociación de Padres de Familia, encargarme de la catequesis, fundar también la Congregación Mariana de Hijas de María y una revista, ocuparme de una capilla para los inmigrantes en uno de los pueblos de los alrededores... En el tiempo que me quedaba, formé también un coro de voces blancas y preparé las funciones del teatro que teníamos en nuestro Centro. Allí ensayábamos y representábamos obras en castellano. Más tarde estuve dando clases en un Colegio en España. Pero, mirando en perspectiva mi vida, me doy cuenta de que mi vocación en la Compañía era el canto y la música. 20

A eso me llamaba Dios y lo constataba en la misión que me encargaban mis superiores De hecho en todas las etapas de mi formación como jesuita me he responsabilizado de los coros y me he ido formando en la práctica y con buenos maestros, como el P. Nemesio Otaño y el P. Seraphin Berchten. Mi servicio apostólico ha sido, principalmente, el canto y la música, como una catequesis de la liturgia y la devoción popular. Hay que cuidar la liturgia, y especialmente, la eucaristía, de la que nacen la inspiración y la fuerza para la «liturgia del mundo» (K. Rahner), que es hallar a Dios en todas las cosas, personas y situaciones y vivir con Él, para Él y para sus hijos. - ¿Y ahora en Loyola? Lo primero que me pidió el P. Provincial fue que ocupase el cargo de organista, en las varias funciones de la Basílica. Creamos un Coro, el Coro Nemesio Otaño. Otra de mis ocupaciones fue la de responsable del Archivo de Música. Es un fondo muy rico. Hasta ahora, con la ayuda de dos colaboradoras, tenemos más de 100.000 fichas de partituras, documentos, libros etc. - ¿Y como compositor? Creo que pasarán de las seiscientas obras. En Loyola fui componiendo cerca de 100 salmos, los propios de cada domingo y de cada fiesta. Y otros para las distintas partes de la misa, como la comunión, ofertorio, canto de

Para el V Centenario del nacimiento de san Ignacio, el año 1991, preparé el disco oficial «Loyola 91», con trece obras, de las que tres son mías: Amarte a ti, Señor - Zu Jauna, maitatu, himno oficial del Centenario, y dos de las oraciones típicamente ignacianas como el Suscipe, Domine (Tomad Señor y recibid) y el Alma de Cristo. Además, grabé y publiqué doce versiones para solistas y coro o asamblea, flauta, violín y trompeta y órgano de En todo amar y servir.

No sólo satisfecho, sino muy agradecido al Señor por mi humilde contribución a la liturgia y a la participación del pueblo en ella a través del canto. La considero un servicio apostólico. El canto y la música preparan el corazón, serena nuestro espíritu y nos libera de las preocupaciones y distracciones de la vida ordinaria. Nos alza a lo esencial, inabarcable e indecible y así nos facilita el acercamiento al Misterio de Dios. Me gusta expresarlo con los versos de Fray Luis de León: El aire se serena / y viste de hermosura y luz no usada, / Salinas, cuando suena la música extremada / por vuestra sabia mano gobernada (....). Traspasa el aire todo / hasta llegar a la más alta esfera / y oye allí otro modo / de no perecedera/ música, que es la fuente y la primera/ (....). ¡Oh desmayo dichoso / ¡Oh muerte que das vida! / ¡Oh dulce olvido! / Durase en tu reposo / sin ser restituido / jamás a aqueste bajo y vil sentido. El canto y la música acompañan y le prestan corazón a lo que la sola palabra no alcanza a expresar. Es toda la persona la que se expresa ante Dios, cantando su júbilo. Y es toda la comunidad la que al unísono se une en sinfonía y se hace una y unida, en una fe, un bautismo, una complicidad orante ante el único Señor. ■

Otaño. Nemesio . P n o c abala P. Felix Z

- También has investigado en el mundo de la música... Con ocasión del V Centenario del nacimiento de san Ignacio, publiqué el libro Música Ignaciana. En la primera parte del libro estudié el origen de la Marcha de san Ignacio; la segunda es el catálogo de obras en honor del Santo que pude reunir. Fueron unas 500, muchas de ellas desconocidas completamente. Durante doce años he estado trabajando sobre Músicos Jesuitas a lo largo de la historia, ya publicado. Y actualmente estoy preparando un Catálogo sobre la música que hay en nuestro Archivo relacionada con la Compañía de Jesús, sus santos, festividades importantes, etc. Creo que pasan de 5.000 las obras que tenemos sobre esta materia, que pueden ser de interés para posibles investigadores. ¿A tu edad te sientes satisfecho como jesuita por este tu destino casi prioritario a la música? 21


cos y los franciscanos, entre los que destacó san Bernardino de Siena (1380-1444).

IHS Wenceslao Soto Artuñedo, SJ

E

s el emblema o logo de la Compañía de Jesús. No podía ser de otra manera, pues Jesús es el principio y fundamento de la espiritualidad ignaciana y con frecuencia se llamaba a la nueva orden religiosa la «Compañía del Nombre de Jesús». Suele explicarse como abreviatura de «Jesús Hombre Salvador», pero en realidad esto es una tradición devocional que se añade al significado original. Se trata del monograma resultado de la abreviatura del nombre ‘Jesús’ en griego: Içóouò o IHÓOUÓ. Al principio se utilizaron otras formas, pero se acabó fijando el monograma Içò (Içóouò), formado por una «iota» griega (i, I), una «eta» griega (ç, H) y la forma de la «sigma» griega al final de una palabra (ò). Al asimilar esta sigma a una «ese» latina (s, S), y en letras mayúsculas, tenemos IHS: una «i» o «j», una «hache» y una «ese». El conjunto se cubría con un trazo horizontal para indicar que se trata de una abreviatura. Al escribirse el monograma en letras góticas minúsculas (Ihs) el trazo vertical de la h se cruzaba con el horizontal de la abreviación formando una cruz. Esta costumbre se mantuvo con las mayúsculas, añadiendo al conjunto una cruz sobre la H, a veces con la imagen de Cristo crucificado o con el Niño Jesús. También es muy corriente incluir el IHS en un sol radiante, rodeado de una corona de espinas, o con otros complementos iconográficos. Ya era muy usado este signo antes de la Compañía, como expresión de la devoción al nombre de Jesús, y se esculpía sobre la portada de muchas casas, a modo de escudo heráldico. Fue divulgado por los domini22

Pero su mayor difusión vino con la Compañía de Jesús. Ignacio encabezaba sus cartas desde los primeros tiempos con el nombre o la abreviatura de Jesús, que solía escribir con cuatro letras minúsculas, poniendo la cruz en el asta de la «h». También lo adoptó como su sello de Prepósito General de la Compañía, añadiendo debajo del monograma una media luna entre dos estrellas. Se piensa que es una representación simbólica, heráldica, del firmamento, pero también podría ser una reminiscencia del sol y la luna presentes en la iconografía medieval del Calvario. Mucho más frecuente en la Compañía de Jesús ha sido colocar debajo del monograma tres clavos unidos por sus puntas, que son los de la pasión de Cristo, cuyo origen también es medieval. Desde el siglo XVI fue muy frecuente añadir un corazón sobre el que se apoyan o hincan los tres clavos. Aunque la adición del corazón no fue exclusiva de los jesuitas, éstos fueron los que más la usaron. A san Ignacio se le suele representar contemplando un IHS (como a otros santos jesuitas) o se le inscribe en el pecho o en algún objeto que sostenga (libro, estandarte, ostensorio). Se hizo muy frecuente en las portadas de los libros, en las casas de la Orden como elemento identificativo y decorativo (Allá donde haya gente de la Compañía póngase el nombre de Jesús), y en los sellos o logotipos de sus obras. Una prueba de su poder mediático es que Carlos III, expulsados los jesuitas, ordenó quitar todos los IHS de los edificios ocupados y poner en su lugar el escudo real. ■

«Veía al Padre que le decía a su Hijo: Quiero que tomes a éste por servidor tuyo. Y así Jesús le tomaba y le decía: Yo quiero que tú nos sirvas. Y tomando, por esto, gran devoción a este santísimo nombre, quiso que la congregación se llamase: la Compañía de Jesús» «Le oí decir a Ignacio, que pensaría ir contra Dios y ofenderle, si dudase que este nombre convenía».


T

odo recibido de Dios

Juan Pablo Rodríguez Gutiérrez, SJ

más nítidamente cuando no me he mirado desde mis pequeños o grandes éxitos y fracasos, sino desde la mirada compasiva y cariñosa de Dios; o cuando me he sentido «bueno» no por mis tacaños empeños o mis flacas conquistas morales y apostólicas, sino porque otros me hacían gratuita y generosamente «bueno».

P

«¿ ablo es Pablo?». Esta pregunta, cargada de intención y bondad, se la hizo una vez a otra persona una que me conoce muy bien y llevaba un tiempo largo sin verme. Una pregunta que, poco a poco, se me ha ido haciendo muy importante -convirtiéndose en tarea y desafío- y que, envuelta por ese «hilo» de fe y esperanza que vivo, se podría reformular así: «¿Juan Pablo es lo que Dios quiere que sea?». Soy consciente de que mi vida se ha ido y se va construyendo con nombres y adjetivos diferentes que me ayudan a ser y a decir lo que soy: buen o regular hijo y hermano, fiel o mediocre amigo, esperanzado o escéptico colaborador del Reino, entusiasta o desganado jesuita, disponible o resignado compañero de comunidad, agradecido o exigente sacerdote… Sin embargo, por debajo de estos modos de ser y vivir -y dándoles o restándoles calidad- creo que existe con fuerza otra cosa en mi vida y en nuestra vida, una especie de verdad a modo de «Magnificat o Bienaventuranzas» y que, de vez en cuando, me ha hecho experimentar que yo soy más yo cuando al palpar mis fragilidades y mi pecado compruebo que el amor de Dios y el de los demás es mucho mayor que el mío. Una verdad que me ha hecho verme

Me he sorprendido aproximándome a lo que Dios quiere que sea cuando he vivido en la Iglesia, en la Compañía de Jesús y con las personas sin tantas exigencias y con más gratuidad, o cuando he acogido la vida confiadamente con todos sus sabores y sus espectaculares sorpresas. Me he reconocido más jesuita y sacerdote, cuando lo he vivido como regalo que Otro y otros me han hecho, insinuándome que me diera a los demás dispuesto a recibir siempre mucho más de lo que iba a entregar. Se me ha hecho, también, muy transparente lo que soy, cuando los más desfavorecidos, los más humildes, los más pobres, las mujeres que incansablemente alientan vida, los hombres que se afanan en trabajos duros por una familia que quizá está lejos…, me han devuelto amablemente, sin pretenderlo y sin reproche alguno, la medida real de mi estatura haciéndome que me sienta pequeño y hermano. Y, finalmente, se me ha ensanchado el corazón y he reconocido mi nombre inscrito en él cuando he vivido agradecidamente todo como recibido de Dios en las muchas personas y rostros que Él ha ido poniendo en mi camino, y he devuelto torpemente a Dios en ellos, lo que de Él venía. O expresado con otras palabras: siento y creo que soy más yo, y más lo que Dios quiere que sea, cuando rezo el «Tomad, Señor, y recibid» y atisbo que esta oración me hace ser, nos hace ser, de un modo único, lo que verdaderamente somos y lo que Dios quiere que seamos. ■


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