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Inundaciones en la provincia de Bs. As.

www.mas.org.ar - masarg@mas.org.ar - Año XIV - Nº 344 - 13/08/15 - $10 - Precio solidario $50

Una catástrofe capitalista


P OLÍTICA N ACIONAL 2 Socialismo o Barbarie

Año XIV - Nº 344 - 13/08/15

¡100.000 votos por una alternativa socialista! IMPORTANTE ELECCIÓN DEL NUEVO MAS

Por Roberto Sáenz “Manuela dijo muy bien en el programa de Silvestre en C5N: ‘si sos de izquierda tenes que proponer otra sociedad’. Nuestro partido recogerá esta bandera como parte de su campaña presidencial en un intento por ayudar a la formación de la conciencia socialista de los trabajadores de nuestro país” (periódico Socialismo o Barbarie nº 331).

C

omo señalamos en el editorial de esta edición, la izquierda volvió a alzarse con una importante votación: sumando las dos listas del FIT, la de nuestro partido y la del MST, se obtuvieron 900.000 votos, un resultado no menor que totaliza algo en torno al 4.2% de los votos. Presentaremos aquí un primer balance de la misma, así como de la elección de nuestro partido, a sabiendas que la experiencia realizada es de tal riqueza, la actividad concentrada de la campaña electoral de nuestro partido es tan inmensa que dará lugar a nuevos y más profundos análisis en nuestro semanario las próximas semanas.

LA ELECCIÓN DEL FIT Arranquemos por el FIT: sumando las dos listas que lo integraron para las internas obtuvieron el 3.3%: 700.000 votos. La realidad es que respecto de las PASO del 2013 perdieron 200.000 votos. Pero si se toma como punto de referencia las elecciones presidenciales del 2011, crecieron un 33% (en dicha oportunidad habían totalizado algo en torno a 500.000 votos). Es verdad que una votación de medio término, parlamentaria, es más accesible para la izquierda que una presidencial, para cargos ejecutivos (no se visualiza todavía que la izquierda pueda gobernar). Sin embargo, no debe desconocerse que el FIT es un frente instalado, que ha logrado una importante representación parlamentaria, datos que no obraban en su haber cuando se presentó por primera vez en el 2011. De ahí que la evaluación sobre su posible dinámica (consolidación o desinfle) esté todavía abierta a la espera de los resultados que vayan a obtenerse en octubre: si el FIT logra o no incrementar su representación parlamentaria. Como es sabido, dentro de la interna del FIT terminó imponiéndose la lista del PTS. Obtuvo 370.000 votos destacando su enorme elección en Mendoza. La lista encabezada por el PO si bien se impuso en los principales distritos del país (provincia de Buenos Aires, CABA y Córdoba, no así en el caso de Santa Fe donde gano el PTS), lo hizo por una diferencia menor a la esperada, de ahí que fuera derrotada. Aunque necesitaríamos más lugar que el que disponemos aquí para explicar las razones del triunfo del PTS, hay dos elementos que destacan. El primero es político: el PO hizo gala de una enorme falta de sensibilidad política. El PTS supo recoger algo

que también hicimos desde nuestro partido cuando resolvimos postular a Manuela a la presidencia: los elementos que vienen de las elecciones de otros países donde se expresa un progresivo elemento o demanda de “renovación” política: la emergencia de una nueva generación en la liza de la política y las luchas. Claro que este elemento hay que interpelarlo en clave revolucionaria, cosa que no hizo el PTS, que llevó adelante una campaña electoral mayormente vaciada: “renovar y fortalecer el FIT” por todo concepto sin que se puedan destacar otros ejes o contenidos sistemáticos de campaña. El PO, con su “piel de lagarto” habitual, no supo interpretar esta circunstancia, no supo “dialogar” con los fenómenos de la realidad. Incluso llegó de manera cretina a poner su campaña de espaldas a las demandas del #ni una menos, a las demandas que provienen del movimiento de mujeres del país: ¡no fue capaz de poner una sola compañera en las principales candidaturas de su campaña! ¡Otra verdadera aberración política de lesa sensibilidad! Hizo así una campaña “chata”, reducida a poner en el centro (correctamente) el problema del ajuste que viene, pero sin darle a la misma (incorrectamente) una globalidad de conjunto (¡adelantémonos a señalar que tampoco el PTS le dio a su campaña una perspectiva global, de conjunto!). Sumado a esto el PO tiene un grave problema estructural que se evidencia desde hace rato y frente al cual se la han pasado fugando hacia delante: pagó carísimo el tener una base excesivamente “territorial-popular”, una “orgánica” demasiada limitada para su pretensión de partido hegemónico de la izquierda. Perdió de vista el hecho que el país cambio desde hace 15 años cuando el movimiento piquetero marcaba los fenómenos más dinámicos. El PO quedó atado a un abordaje conservador y fue derrotado por la campaña internista y poco política del PTS, pero que tuvo la virtud de interpretar algunos de los fenómenos dinámicos señalados, amén de tener un criterio constructivo más coherente (similar al que reivindicamos desde nuestro partido): una estrategia constructiva más estructural, más orgánica. Por ultimo pero no menos importante, está el problema de las definiciones catastrofistas del PO: sería bueno un serio balance de como en “Salta la troska” se desinflaron (¡como adelantamos meses atrás en estas páginas!) hasta totalizar solo el 3.5% en esta elección, además del costo inmenso que tiene desarmar a la militancia partidaria con definiciones “locoides” que se repiten una y otra vez como en el último cierre de campaña de Altamira: que los tres candidatos patronales principales son “inviables”, que se está frente a la “destrucción” no solo del radicalismo sino del “peronismo”, que el aparato de estado argentino vive en un estado de “licuación” y dislates por el estilo que desarman a la militancia (ver su intervención en la página del PO).

TODO DEPENDE DE LAS PROPORCIONES Por nuestra parte, opinamos que el balance electoral de nuestro partido es enormemente positivo. Es verdad que en términos de votos constantes y sonantes la votación es limitada. La campaña electoral nos devolvió muchísimos reflejos algunos de los cuales terminaron expresándose en la votación y otros no. De todos modos, no hay que perder de vista que nunca nuestro partido había participado en una elección presidencial, y que obtener 100.000 votos por segunda vez consecutiva no deja de ser un piso electoral de importancia que conquistamos. Además, la acertada decisión de las candidaturas de Manuela y Jorge despertó enorme simpatía entre más amplios sectores a los que habitualmente llega el partido; es más, avanzamos muchísimo en instalar a Manuela como una de las figuras emergentes de la izquierda en nuestro país, un logro nada menor. A partir de aquí hay que mensurar los votos en términos numéricos. Primero, señalar que la elección de la izquierda en su conjunto fue más modesta que la del 2013. Segundo, nunca perder de vista la desproporción entre un frente de izquierda instalado de tres partidos que tienen representación parlamentaria y las fuerzas todavía estrictamente extraparlamentarias (y menores en cantidad de militantes e inserción orgánica) de nuestro partido. ¡Que aun así hayamos sacado 100.000 votos, ganándole al MST y reduciendo la proporción con el FIT de 9 a 1 (2013) a 7 a 1 es una enorme conquista y un triunfo de nuestro partido que no contaba en su haber con un piso electoral propio a nivel nacional! Cuando se ven las proporciones con las dos listas del FIT por separado, resalta más nuestra votación. Insistimos: hay que tener en cuenta que ambas se beneficiaron de los votos al FIT en su conjunto, no como en nuestro caso donde nos tocar ser en cierto modo “castigados” electoralmente por estar fuera del FIT: no nos beneficiamos por algún tipo de “voto útil”. Y aun así hay datos de enorme importancia. El primero, que difícilmente fuera del FIT el PTS y el PO (¡de IS ni vale la pena hablar!) hubieran pasado las PASO: el PTS obtuvo el 1.7% y el PO el 1.6%... ¡Incluso de manera unificada, sumando los votos de ambas listas, no pasaron en 8 distritos del país! ¡Por si hacía falta esto arroja luz sobre la maniobra proscriptiva sin principios de dejar afuera a nuestro partido de dicho frente electoral! Pero hay otras proporciones que son de importancia. Como el FIT fue a una interna se puede establecer una comparación más objetiva con cada uno de sus componentes, reiterando que de todas maneras ambas listas internas se beneficiaron de ser parte del FIT. El PTS obtuvo 370.000 incluyendo aquí el “bonus track” de la votación de Mendoza (¡que nadie cree que es más orgánica que la de Salta del PO, donde acaba

de derrumbarse en esta elección!), nuestro partido 105.000 votos: una relación de tres y medio a uno. En el caso del PO e IS es más difícil la comparación porque cómo establecer qué corresponde a cada fuerza… Obtuvieron 350.000 votos, por lo que la proporción es de tres a uno entre esas dos fuerzas con nuestro partido. Si repartiéramos los votos de esta lista a la mitad ¡resultaría que la proporción se reduciría a 1.5 a 1 y eso que corrieron por dentro del FIT! Ya en el caso del MST le ganamos la partida obteniendo esta organización una votación algo por debajo de los 100.000 votos; un logro no menor del nuevo MAS dado que este partido –aunque en decadencia- tiene experiencia electoral, veinte legalidades y ha gozado por casi 20 años ininterrumpidos de parlamentarios… La instalación de Manuela como figura emergente de la izquierda Pero no se trata sólo de los votos sino de qué se dijo para obtenerlos y qué ganancia constructiva pueden dejar: estos son los dos factores más importantes del balance. Con respecto al perfil de nuestra campaña electoral y la decisión que tomamos en materia de las principales candidaturas, creemos que fueron extremadamente acertadas. La campaña electoral y los propios resultados (aunque hayan sido desiguales respecto de lo exitoso de la campaña misma), ratificaron que debíamos presentar una candidatura estratégica, que hicieran “empatía” con los fenómenos más dinámicos de la realidad: la emergencia de una nueva generación militante, una representación acorde con el perfil del nuevo MAS, la expresión en la fórmula del movimiento de mujeres y de lo mejor de la nueva generación obrera, todo esto “totalizado” en una campaña por una alternativa socialista. Opinamos que la instalación de Manuela sumada al acompañamiento por Jorge como vice fueron un acierto político con elementos de objetivación y reconocimiento tanto en sectores que nos votaron como en los que no lo hicieron; un acierto que potenció nuestra campaña electoral, que le dio una herramienta a la militancia para sobreponerse a las desiguales relaciones de fuerzas con el FIT, logrando estratégicamente la instalación de una figura partidaria (y del partido como tal) en más amplios sectores que antes de la campaña electoral. Junto con lo anterior, queremos reivindicar los ejes de la campaña electoral. Como ya señalamos, el PO hizo un eje de campaña correcto denunciando el ajuste que viene pero fue demasiado “chato”: no tomó en cuenta los nuevos fenómenos, la nueva generación luchadora que emerge y se caracterizó por una negativa cerrada frente a uno de los fenómenos más dinámicos actualmente como es la lucha del movimiento de mujeres. En el caso del PTS logró captar el fenómeno dinámico de emergencia de una nueva generación política y militante (traducido a la palabra “renovación”), pero no le aportó contenido estratégico alguno a la campaña: hizo una campaña

“internista” para dirimir el voto dentro del FIT pero sin mayores delimitaciones políticas. Por nuestra parte, creemos haber realizado la campaña electoral más política de la izquierda. Junto con levantar reivindicaciones sentidas de los trabajadores, la juventud y las mujeres (¡no guardamos bajo siete llaves la exigencia de derecho al aborto como hicieron el PO y el PTS!), denunciando en todos nuestros materiales a Scioli, Macri y Massa como candidatos del ajuste que viene, le aportamos a la campaña un contenido “propagandístico” que reivindicamos: comenzar a instalar en la conciencia de los trabajadores la pelea por el socialismo, la perspectiva del socialismo como alternativa a esta sociedad de explotación capitalista, como planteo popular de que son ellos los que deben gobernar. El planteo hecho por Manuela de que “hay que dar vuelta la tortilla”: ¡que los trabajadores, los que aparecen como último orejón del tarro, los que no tienen voz, los explotados y oprimidos son los que tienen que gobernar! Hicimos esto de manera dialogada, no sectaria, pedagógica como reivindicaron en la persona de Manuela muchísimos compañeros y compañeras: que se le entiende cuando habla, que habla con conceptos sencillos, para los trabajadores, y no como es el estereotipo de la izquierda a la que suele “no entendérsele nada”. Hicimos, en definitiva, una enorme campaña electoral revolucionaria adaptada a la exigencia de dirigirnos a amplios sectores de masas. Y creemos haberlo logrado de manera exitosa, llevando adelante una experiencia que sirve no solo a nuestro partido, sino que puede aportar para toda nuestra corriente Socialismo o Barbarie en circunstancias similares.

CONCRETAR NUESTRA EXTENSIÓN NACIONAL La campaña nos permitió dar enormes pasos constructivos en materia de la extensión nacional del partido. El haber logrado fiscalizar en algún grado en 17 provincias del país; el haber resuelto con acierto la logística de llevar todas las decenas, cientos de miles y millones de boletas a todos los juzgados; el haber abierto nuevos locales partidarios (¡y seguiremos haciéndolo las próximas semanas!), nuevas localidades en el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, y potencialmente avanzar en formar núcleos partidarios en sinnúmero de provincia del país en que no estábamos antes de la campaña, son logros constructivos de enorme importancia, esto sumado a las decenas de nuevos compañeros y compañeras sumadas a la actividad. De ahí que la principal tarea que se desprende pasada la campaña sea consolidar estos elementos de extensión nacional partidaria para multiplicar cualitativamente la implantación nacional de nuestro partido, una palanca privilegiada para una de las tareas que tenemos por delante: conquistar nuevos terrenos de intervención política del partido a la vez que sostener la legalidad nacional de nuestro partido frente a los mecanismos proscriptivos del régimen.


Editorial Roberto Sáenz

“La competitividad cambiaria argentina sufrió ayer otro duro golpe al disponer China la mayor depreciación para su moneda en un día desde 1994 y desatar una nueva oleada mundial de devaluaciones frente al dólar estadounidense que no hace más que acelerar la marcada apreciación del peso” ( Javier Blanco, La Nación, 12 de agosto del 2015).

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Socialismo o Barbarie 3

LAS PASO DEL 9 DE AGOSTO

Un resultado condicionado a la evolución de la coyuntura

E

l domingo pasado se realizaron las PASO presidenciales. Con el 38.4% de los votos se terminó imponiendo Scioli. Redondeando un 30.1% salió segunda la coalición Cambiemos (impulsada por el PRO, los radicales y la Coalición Cívica). UNA de Massa y De la Sota obtuvo el 20.6%. Mientras tanto, la izquierda repitió una buena performance obteniendo el FIT 700.000 votos (entre sus tres integrantes repartidos en dos listas) y 100.000 votos nuestro partido. A continuación nos dedicaremos a evaluar el escenario abierto hacia las elecciones de octubre y la votación de la izquierda y nuestro partido con sendos artículos de este autor y Marcelo Yunes en las primeras páginas de esta edición. ¿PUEDE SCIOLI IMPONERSE EN PRIMERA VUELTA?

En la madrugada del lunes 10, cuando ante la lentitud de la carga de datos en la provincia de Buenos Aires se especulaba con que Scioli estaba haciendo una elección peor a la esperada, crecía la impresión que habría segunda vuelta dado que el ex motonauta quedaba demasiado lejos del 40% soñado para evitarla. En los matutinos de ese día los editorialistas lanzaron la especie: tomando en cuenta que Macri se alzará en octubre con el grueso de los votos obtenidos por Sanz y Carrio, una diferencia de sólo seis puntos “podría dejar al ingeniero a las puertas de forzar un balotaje en octubre” afirmaban. El final del escrutinio provisorio cerca de las 13 horas del lunes 11 dio un poco por tierra con estas especulaciones. Scioli lograba estirar nuevamente la diferencia con Cambiemos hasta 8 puntos. Además, en la comparación con Macri considerado individualmente, la diferencia se estiraba hasta 14 puntos: una diferencia que llevó a diversos analistas a quejarse de la “magra” cosecha obtenida por este. Las cosas parecieron volver a su lugar visualizándose la posibilidad que, efectivamente, Scioli se termine imponiendo en primera vuelta el 25 de octubre. A esta hipótesis se le vino a agregar la elección del tercero en discordia: Massa. Obtuvo, finalmente, el 14% de la votación mientras que De la Sota se alzó con el 6%. El interrogante es por dónde pueden ir Scioli y Macri para consagrar sus pretensiones: el primero, imponerse en la primera vuelta; el segundo, forzar una segunda. Macri se quedará seguramente

con la abrumadora mayoría de los votos de Sanz y Carrio; esto lo deja en los porcentajes obtenidos por Cambiemos: 30%. Massa retendrá seguramente su propia votación. Y como Stolbizer y Rodríguez Saa han obtenido votaciones menores, el “botín” a disputar pasa por los votos del actual gobernador cordobés: 1.400.000 votantes. Con sus más y sus menos es entre estos electores que se juegan las posibilidades que Scioli logre evitar una segunda vuelta. Y la verdad es que salvo que la coyuntura “meta la cola”, y dado el apoyo abierto o encubierto que lograría de parte de Schiaretti (futuro gobernador de Córdoba), más la “libertad de acción” que acaba de darle Massa a sus intendentes de la provincia de Buenos Aires (para no ser derrotados por lo que sigan a Scioli en octubre), el escenario luce “matemáticamente” para el lado que Scioli logre consagrarse presidente el 25 de octubre. ¿Será así? CUANDO LA COYUNTURA METE LA COLA Este análisis seria unilateral si perdiera de vista dos elementos de importancia. Una cosa es que, a priori, Scioli haya quedado cerca de imponerse en primera vuelta; otra muy distinta es que haya cerrado el pleito y que de aquí a octubre la campaña sea un “paseo” (¡solo con observar el inmenso drama de las inundaciones ya se tiene un idea de la “eternidad” que falta hasta octubre y como podrían cambiar las condiciones respecto de la del domingo pasado!). Esto no es así: el escenario actual no es el del 2011 cuando Cristina obtuvo en agosto algo el 50% de los votos mientras que el segundo, lejísimos, fue Binner con el 17%. La elección había quedado resuelta el paso por octubre fue un trámite formal. El resultado del domingo dejó a Scioli bien posicionado. Pero está muy lejos de resolver las cosas como ocurría cuatro años atrás. A esto se le debe agregar un elemento potencialmente “disruptivo” de enorme impor-

tancia: la evolución de la coyuntura económica, que luce con elementos de grave deterioro. La Argentina no es un país donde dos meses sean un “corto plazo”. Menos que menos cuando parece observarse un deterioro de la coyuntura: de aquí a octubre falta mucho y por entre medio podrían “colarse” algunos de los elementos que venimos analizando y que hablan de la avería en el entorno económico y político por el que transita del país. Económicamente, cada día crecen más las presiones sobre la cotización del dólar (oficial). Las últimas semanas se caracterizaron por la presión de la devaluación del real sobre la moneda argentina. Pero ahora resulta que la mismísima China acaba de devaluar su moneda, el yuan: la mayor devaluación diaria en el gigante oriental en 21 años. Es decir: mientras que el dólar oficial se mantiene estable en nuestro país, el real y la moneda china se devalúan, lo que pega duro sobre la línea de flotación de la competitividad argentina. Un país, por lo demás, que tiene un bajo nivel de reservas. Tan pocas reservas tiene el BCRA que el gobierno se la debe pasar administrando las importaciones, limitando la compra de divisas por parte de los ahorristas, inhibiendo el giro de ganancias al exterior, creando reservas en otras monedas (el mismo yuan por 6000 millones de dólares) y un largo etcétera: de ahí que la patronal este exigiendo el levantamiento del “cepo cambiario”: ¡algo que como reconoció el propio Kicillof, se llevaría puestas las reservas en pocos días salvo que se impusiera una devaluación del peso acompañada de un ajuste económico en regla! Si de la economía pasamos a la política, la región está irradiando “factores desestabilizadores” también en ese terreno. La base de esa desestabilización es económica, mostrando como en toda la región está pegando el fin del “viento de cola” de la última década (amén de otros factores como

denuncias de corrupción). Pero la particularidad del caso es que la misma está teniendo consecuencias políticas. Dilma Rousseff en Brasil, Bachelet en Chile, Humala en Perú y Vásquez en Chile (todos ellos gobiernos “progresistas”, algunos recientemente electos) están pasando por agudas crisis que combinan varios elementos: medidas de ajuste económico sumadas al creciente descontento (por derecha e izquierda en combinaciones diversas según los casos) que están recibiendo a su gestión. ¡Esta circunstancia podría ser el espejo en el cual deberá mirarse el gobierno que asuma el 10 de diciembre en el país! Si estos elementos de deterioro se replicarán en nuestro país antes de octubre, el escenario electoral podría modificarse respecto de lo que espera el kirchnerismo. ¿HACIA UN GIRO A LA DERECHA ELECTORAL? Esto nos lleva a un elemento fundamental del resultado electoral. La reapertura de la crisis mundial a la que podría llevar una mayor caída del producto en China, sumado a los elementos de inercia que acumula la económica nacional auguran que, seguramente, el gobierno que venga aplicara medidas de ajuste económico. Si el grueso de los trabajadores y sectores populares votaron a Scioli (un voto “conservador progresista” como lo hemos llamado), si una parte de esta misma clase trabajadora sobre todo la fabril de la zona norte del gran Buenos Aires- lo hizo por Massa (un voto enojado con Cristina), y el grueso de las clases medias urbanas se inclinó por Cambiemos de Macri (un voto de características “caceroleras”), de todos modos, mostrando lo artificial de la polarización electoral, las tres candidaturas patronales confluyen en un punto fundamental: el ajuste económico que viene de manera inevitable. Hay un dato que deparan las elecciones que no puede soslayarse: las

mismas no marcaron un giro a la derecha electoral. El progresismo k (trasmutado en “sciolismo”) sigue siendo la fuerza política más cerca de imponerse en la elección (un triunfo de Macri configuraría, si, un neto giro a la derecha político-electoral). Sin embargo, aun a pesar que la izquierda volvió a hacer una elección de importancia para los parámetros del país, no deja de ser una exigua minoría (la proporción en votos es de 20 a 1) frente a los candidatos del ajuste, que acapararon el 90% de la votación. Es verdad que ninguna ha hablado en ese nombre. Ni Scioli ni Macri ni Massa se han referido a qué medidas tomarían de llegar al gobierno. Más bien, Scioli ha señalado que sus medidas (de ajuste, obvio) serán “graduales”; Macri ha escondido declaraciones como las de que “acabaría con el cepo en un día” (¡lo que significaría un clásico ajuste ortodoxo de shock!), y que Massa solo afirma que tiene el “equipo económico más calificado” de los presidenciables… Todos siguen la fórmula de Menem que respondía “cándidamente” cuando le preguntaban porque no había dicho durante la campaña las duras medidas que iba a imponer: “si lo decía perdía la elección”. Scioli, Macri o Massa no lo han dicho hacia agosto. Pero de todas maneras, cualquiera sea el signo del gobierno que asuma en diciembre, tendrá un problema real: la sociedad explotada y oprimida no quiere oír hablar de un nuevo ajuste económico, de una nueva devaluación, ese es el límite de un giro a la derecha electoral que aún no se ha operado, el límite para la expectativa de un eventual triunfo de Macri en una eventual segunda vuelta. Prepararse para enfrentar el ajuste que viene Es en este cuadro que resalta la elección de la izquierda. Sumando los votos del FIT, los de nuestro partido y, generosamente, los del MST (que se reparten entre izquierda y centroizquierda), hemos obtenido 900.000 votos. Se trata de un resultado de una franja minoritaria de las masas que es expresión –aun desigual- de la creciente inserción y fuerza social de la izquierda en nuestro país: en el seno de la nueva generación obrera, entre los docentes y estatales, en el movimiento de mujeres, en la juventud estudiantil. Una fuerza, básicamente, opuesta a los candidatos del sistema y al ajuste. Parte de esta elección es el inmenso valor que tienen los cien mil votos obtenidos por nuestro partido, por segunda elección consecutiva, y con el valor agregado de ser una votación de una campaña que se plantó, claramente, por una alternativa socialista. La tarea inmediata es transformar esta importantísima votación en un salto constructivo que apunte a consolidarnos como una organización nacional, al tiempo que vamos enfocándonos hacia la gran tarea que viene: enfrentar el ajuste en las luchas cotidianas de nuestra clase.


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Ventaja para Scioli, con final todavía abierto

ANÁLISIS DE LAS CIFRAS DE LA ELECCIÓN

I

ntentaremos aquí, más allá del marco político y las perspectivas más generales, que se tratan aparte en esta edición, un análisis más pormenorizado de los datos numéricos que arrojaron las PASO del pasado 9 de agosto. Las cifras de las cuatro primeras fuerzas están en el gráfico que acompaña esta nota, que será complementada por un análisis de la elección del conjunto de la izquierda (también con sus gráficos correspondientes). Por lo pronto, el hecho de que las tres primeras fuerzas representan casi el 90% del total de votos ya es indicador de que se trató de una elección donde se consolidó el régimen democrático burgués, con una participación del orden del 73% (que pudo ser mayor de no haber sido por las condiciones climáticas) y un voto negativo (blanco y nulo) en el orden del 5%. Así, hubo una polarización entre sobre todo dos fuerzas, el Frente para la Victoria y Cambiemos, aunque UNA, liderado por Massa, logró una buena elección que le permitió, por ahora, no ser arrasado por los dos polos mayores, aunque quedó a bastante distancia. Un elemento común es que, de estas tres fuerzas, todas tienen motivos para estar a la vez conformes y un poco insatisfechas. Veamos entonces, fuerza por fuerza, cómo quedaron luego de la elección. SCIOLI: MEJOR PARADO, PERO SIN GARANTÍAS

El FpV, con un único candidato, Scioli, se llevó el 38,4%, sacándole más

DISTRITO

Buenos Aires CABA Córdoba Santa Fe Mendoza Catamarca Chaco Chubut Corrientes Entre Ríos Formosa Jujuy La Pampa La Rioja Misiones Neuquén Río Negro Salta San Juan San Luis Santa Cruz S. del Estero T. del Fuego Tucumán

Total país

FPV

39,5 23,3 14,7 33,0 33,2 51,6 54,7 47,3 50,2 39,5 60,1 41,7 39,8 40,6 57,4 35,6 44,6 43,8 54,5 19,6 44,4 66,0 47,0 57,1

38,4

de 8 puntos al conjunto de la alianza Cambiemos, con el 30,1%. El objetivo del oficialismo era alcanzar el 40% con una ventaja de unos 10 puntos, anticipando así una victoria en primera vuelta. Recordemos que no hay ballottage si a) un candidato gana con más del 45%, sin importar la diferencia, o b) si gana con más del 40 y menos del 45%, y a la vez logra una diferencia mínima de 10 puntos sobre el segundo. Pues bien, Scioli no logró ese número, pero quedó lo suficientemente cerca como para generar cierta desesperación en el establishment.(1) De hecho, ese 38% puede considerarse el piso de Scioli, y con sólo aumentar su votación y su ventaja dos puntos más respecto de

Cambiemos

29,0 48,9 35,4 31,9 36,1 31,5 26,1 23,1 29,5 34,9 16,7 23,2 35,4 27,1 22,1 27,3 22,7 28,3 16,4 24,8 25,6 14,3 22,3 20,1

30,1

UNA

20,7 13,4 38,8 22,1 13,4 12,6 12,7 19,0 16,1 17,7 17,5 26,9 15,9 24,3 14,7 21,7 21,4 20,7 22,0 6,2 20,7 15,2 20,6 16,3

20,6

Stolbizer 4,36 6,75 2,33 6,19 1,41 1,03 1,51 2,99 1,05 3,39 1,09 1,42 2,71 0,68 1,20 3,03 3,04 1,19 1,44 1,62 1,54 1,13 2,34 1,40

3,51

Cambiemos, gana en primera vuelta. Algo que no está tan seguro como le habría gustado al oficialismo, que esperaba una ventaja algo mayor, pero que tampoco está lejos. Además, el FpV se impuso en 20 de los 24 distritos, en la mayoría de ellos con ventaja apreciable. Perdió por muy poco en Mendoza, salió segundo en San Luis, feudo de Rodríguez Saá; en Capital apenas mejoró la elección de Recalde, con 23 puntos, y su única votación realmente mala fue en Córdoba. También fue un punto oscuro perder con Cambiemos en casi todo el interior bonaerense (Scioli sólo ganó en tres de las ocho secciones de la provincia). Sin embargo, Scioli logró algo que no estaba asegurado de antemano: contener íntegro el voto kirchnerista. La elección de la izquierda, que tratamos aparte, demuestra que no hubo fuga significativa de votos del kirchnerismo a otras opciones, y que, de buena gana o a regañadientes, prácticamente todo el kirchnerismo votó a Scioli. De esta manera, aunque la diferencia no es concluyente, Scioli aparece con buenas posibilidades de mejorar ese 38,4%, a partir de a) una mayor polarización, con menos candidatos y seguramente mucha presión mediática (tanto a favor como en contra) para concentrar el voto en él y en Macri; b) una asistencia mayor al 73% de las PASO, y c) algún acuerdo que pueda tejerse, públicamente o no, con sectores del peronismo que en la primera vuelta fueron con Massa, De la Sota o Rodríguez Saá. Por otro lado, como señalamos, la ventaja adicional que necesita Scioli es pequeña: dos puntos más y pasar el 40%. En contra de este escenario puede jugar un empeoramiento de las condiciones económicas internacionales y nacionales, pero eso cae ya fuera de los límites de este análisis.

en primer lugar, de que “fidelice”, como se dice en la jerga, el voto del conjunto de la alianza Cambiemos. El PRO obtuvo sólo el 24%, y necesita como el pan quedarse con el 2,5% de Carrió (algo casi seguro, son votos aún más gorilas que Macri) y con el 3,5% de Sanz, lo que también parece probable. Justamente, un dato de la elección fue la cuasi desaparición de la UCR. No sólo porque quedó sin candidato presidencial, sino porque ni siquiera en la interna consiguió hacer una elección mínimamente aceptable. No le ganó a Macri en ningún distrito, y en la provincia de Buenos Aires, de fuerte tradición radical, sacó un 2%. Puede decirse que los votos radicales fueron en agosto, y seguramente irán en octubre, directo a Macri. La muy magra votación de Stolbizer parece demostrar que no hay “izquierda de la UCR” de alguna dimensión, o siquiera voto UCR descontento con Macri. Lo muy poco que existe en ese sentido se lo llevó Leopoldo Moreau al FpV. De este modo, Macri parece poder quedarse con casi todo el 30% de Cambiemos como piso, y puede decir que consolidó la extensión territorial del PRO, además de poner pie en la provincia de Buenos Aires, donde logró casi el 30%. Pero de allí a salir a decir, como hizo Macri, que el objetivo es “ganar en primera vuelta” hay un abismo: la idea es delirante. A lo más que puede aspirar Macri es a forzar un ballottage por la vía de reducir la distancia que lo separa de Scioli, o evitar que crezca. Y para eso debe capturar la mayor parte del voto a Massa, algo que parece muy difícil, justamente porque Massa no desapareció de la contienda, como veremos enseguida. La única chance real consiste en consolidar el voto de Cambiemos, aumentar un poco y esperar que Scioli no crezca más para evitar su victoria en primera vuelta. Cualquier otro escenario es irreal.

MACRI: EN CARRERA, PERO CUESTA ARRIBA MASSA NO SALIÓ DE LA ESCENA… TODAVÍA Las chances de Macri dependen,

Para Massa, la mayor expectativa era no quedar fagocitado por las dos fuerzas mayores, y hasta cierto punto lo consiguió, en buena medida gracias al aporte de De la Sota (en Córdoba y muy poco más). El frente UNA obtuvo el 20,6% (un 14,2% de Massa, que no es un muy buen número, y un 6,4% de De la Sota, del cual casi la mitad son votos de Córdoba), con lo que puede decir que la carrera todavía está entre tres. También lo ayudó la buena elección a gobernador que hizo Solá en provincia de Buenos Aires. Pero ése es el resultado del 9 de agosto; de aquí al 25 de octubre, probablemente le resulte muy difícil retener ese caudal, a medida que crezcan las presiones de todo tipo que alimenten una polarización entre Scioli y Macri. El único objetivo realista de Massa sería pelearle a Macri el segundo lugar para entrar él al ballottage, pero teniendo en cuenta los múltiples vasos comunicantes, vía el PJ, que hay entre la segunda línea de Massa y la del FpV (y en mucho menor medida el PRO), la perspectiva más probable no es un avance de Massa sobre la base electoral de Macri (o de Scioli). Más bien, lo que se vislumbra es una guerra total entre Scioli y Macri por captar los dirigentes, caciques locales y votos de Massa, a quien seguramente le costará detener esa marea polarizadora. Tanto las chances de Scioli de ganar en primera vuelta como las de Macri para impedirlo dependen de que puedan arrebatar el premio mayor: una porción decisiva del voto a UNA. En resumen: el panorama que dejan las PASO no es tan categórico como ocurrió en 2011, que prácticamente dejó definida la elección. Pero en principio quien lleva las de ganar es Scioli, por dos razones: primera, quedó a sólo dos puntos de tener el 40% con una ventaja de 10 puntos para ganar en primera vuelta, y segunda, es probable que tenga más alternativas que Macri, y muchas más que Massa, para aumentar su base de votos a caballo de una mayor polarización que parece inevitable. El principal adversario de Scioli hoy no es tanto Macri o Massa como un eventual curso de deterioro acelerado de la situación económica, que pueda comprometer su objetivo de ganar en primera vuelta. MARCELO YUNES NOTAS 1. Fue penoso ver la histeria y el maltrato de los periodistas del Grupo Clarín, de La Nación y en general de la derecha burguesa, que retaron cual patrones de estancia a Macri, Massa y Solá por no haber unido fuerzas contra el kirchnerismo, o por no saber cómo hacerlo de aquí a octubre. Salvo Solá, los otros mostraron tal nivel de sumisión y resignación ante los reproches de Lanata, Longobardi, Morales Solá y Cía. que daba vergüenza ajena.


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Socialismo o Barbarie 5

Un retroceso que mantiene pisos y proporciones LA ELECCIÓN DE LA IZQUIERDA

A

la hora de hacer un balance de la elección de la izquierda, lo primero es tomar distancia de ciertos análisis triunfalistas, derrotistas o directamente delirantes que vienen sobre todo del lado del FIT. Por ejemplo, el Partido Obrero, con total incongruencia, habla de “gran elección” con el 3,31%, y a la vez justifica su derrota en la interna con el PTS por el “giro a la derecha” del electorado (¿ganó el macrismo y no nos enteramos?) que le habría dado aire a la política “democratizante” del PTS frente a la línea “revolucionaria” del PO. Todo un cúmulo de disparates. No es mucho mejor la reacción del PTS: Nicolás Del Caño, quizá a caballo de la legítima euforia por el triunfo en la interna, salió a decir que la elección de agosto “duplicaba” la votación del FIT en las PASO de 2011. Aunque ambas son presidenciales, Del Caño a) omite explicar por qué no se considera la elección de 2013, y b) hace las cuentas con la misma aritmética demencial que caracterizaba a su derrotado Jorge Altamira, que veremos luego. Por ejemplo, con ese absurdo criterio de considerar sólo las PASO presidenciales, el Nuevo MAS debería estar exultante por haber casi triplicado los votos en la provincia de Buenos Aires en las PASO de 2011… Mirando las cifras con un mínimo de objetividad, se imponen algunas conclusiones. Primera: la izquierda no logró consolidar su camino de crecimiento desde 2011, y bajó de más de 1.000.000 de votos en las PASO 2013 (FIT + MAS) y 1.300.000 votos en octubre de 2013 (el FIT solo) a 930.000 ahora (FIT + MAS + MST). Para toda la iz-

quierda, es una caída del 10% en comparación con las PASO 2013 y de casi el 30% si se compara con octubre de 2013. En cuanto a los números del FIT, bajó un 20% respecto de las PASO 2013 y perdió un 45% respecto de octubre de 2013. El Nuevo MAS no logró sostener sus 115.000 votos de las PASO 2013 (que se obtuvieron en sólo cuatro distritos) y obtuvo 103.000 votos sumando todos los distritos, retrocediendo de 70.000 a 42.000 en provincia de Buenos Aires, de 18.000 a 10.000 en Capital y de 23.000 a 8.000 en Córdoba. No obstante, logró sostener un porcentaje parejo, cerca del 0,5%, en todo el país, con picos en las provincias patagónicas, y sobre todo logró defender un importante caudal de más de 100.000 votos, en el marco de una elección floja para la izquierda, ante una opción ya instalada y con infinita ventaja en recursos de campaña y apariciones en los medios como el FIT. Además, continúa instalándose la figura de Manuela Castañeira como personalidad pública de la izquierda, algo que es una conquista y un activo importantísimo para el futuro. En cambio, la performance del MST fue la más pobre de todas, no sólo en votos (95.000, por debajo del Nuevo MAS) sino porque pese a contar con figuras públicas mucho más conocidas e instaladas, legisladores actuales o pasados, como Bodart y Ripoll, y hasta un actor conocido como Héctor Bidonde, protagonista de varios spots, pagó por el erratismo de su campaña y por haber desdibujado su perfil de izquierda con alianzas non sanctas. Para un partido que desde hace años sacrifica y subordina la polí-

CUADRO : PORCENTAJES DE LA IZQUIERDA

DISTRITO

Buenos Aires CABA Córdoba Santa Fe Mendoza Catamarca Chaco Chubut Corrientes Entre Ríos Formosa Jujuy La Pampa La Rioja Misiones Neuquén Río Negro Salta San Juan San Luis Santa Cruz S. del Estero T. del Fuego Tucumán

Total país

Debajo 1,5%

FIT 3,52 4,55 3,69 2,23 8,99 1,13 1,91 2,31 0,95 1,44 1,59 3,91 1,93 1,42 1,43 6,22 3,34 3,32 0,72 1,29 4,20 1,22 2,78 2,04

3,31 8

PTS 1,54 2,04 1,54 1,26 8,23 0,61 0,58 1,25 0,54 0,69 0,48 2,77 1,14 0,50 0,74 3,85 1,73 0,69 0,30 0,79 1,03 0,50 1,46 1,05

1,69 17

PO 1,97 2,50 2,14 0,96 0,76 0,51 1,32 1,05 0,40 0,74 1,10 1,13 0,79 0,91 0,68 2,36 1,60 2,62 0,41 0,49 3,16 0,71 1,31 0,98

1,61 17

MAS

0,50 0,53 0,41 0,38 0,31 0,24 0,52 0,88 0,40 0,50 0,44 0,54 0,54 0,33 0,49 0,78 0,70 0,38 0,18 0,40 0,72 0,30 1,11 0,44

0,47 24

MST 0,41 0,57 0,53 0,37 0,28 0,36 0,32 1,06 0,27 0,62 0,29 0,49 0,36 0,36 0,50 0,89 0,49 0,44 0,31 0,42 0,64 0,39 0,43 0,36

0,44 24

tica a los enjuagues electoralistas, haber hecho una elección por debajo del Nuevo MAS, que se negó a entrar al FIT bajo condiciones que comprometían su existencia, es casi un acta de defunción. ¿COMPARAR CON 2011 O CON 2013? Ahora bien, se puede argumentar que una elección parlamentaria, como la de 2013, es muy distinta de una presidencial, y que por eso corresponde comparar los resultados de estas PASO no con 2013 sino con 2011. Eso es atendible, pero hasta cierto punto, por dos razones. La primera es que desde el propio FIT se había presentado esta campaña como la continuidad de la “marcha triunfal” iniciada en 2011, al extremo de caer en el delirio de hablar del FIT como fuerza “con vocación de poder” (PO)… poder al que se accedería, suponemos, por la vía de ir sumando votitos, porque jamás se habló de otra cosa. La segunda es que una comparación pura con 2011 distorsiona el análisis: no se puede comparar la performance electoral de un frente recién constituido y con un objetivo sobre todo defensivo (sortear las PASO) con la de un frente que lleva cuatro años de instalado, con un bloque parlamentario nacional, diputados provinciales, una amplísima cobertura mediática constante y, sobre todo, una dinámica electoral que hasta ahora venìa en ascenso. Las condiciones de inicio de una y otra campaña, justamente, no admiten comparación, y al menos en este aspecto de la instalación del FIT es más lícito comparar con la elección de 2013. Dicho esto, si se va a comparar 2015 con 2011, al menos hay que hacerlo con un mínimo de seriedad y respeto por los datos duros, que cualquiera puede verificar. Por eso es inexplicable que la nueva figura y confirmado candidato presidencial del FIT, Nicolás Del Caño, diga que el FIT “duplicó su votación respecto de 2011”, cuando con sólo mirar las cifras se constata que el crecimiento fue, en porcentaje, del 2,48% al 3,31% (+33%), y en votos, de 527.000 a 726.000

(+38%). En resumen, lo que corresponde hacer es no una comparación pura con 2011 o con 2013, sino contemplar el conjunto de la evolución teniendo en cuenta los factores señalados: carácter de la elección (presidencial o parlamentaria), sí, pero también el aumento del grado de instalación y presencia del FIT en el electorado y en los medios. Y el balance no es que los votos se “duplicaron”, o que aumentaron un 35%, sino que, considerada como un todo, la elección del FIT (y la del Nuevo MAS también) representa un retroceso. Un retroceso, no un derrumbe, desde ya, pero no se lo puede pintar de “gran elección” (PO) y menos de “duplicación de los votos” (Del Caño). Por otro lado, los límites del retroceso demuestran que, a la vez, existe un cierto piso electoral de la izquierda que no se perfora incluso en condiciones adversas. EL TRIUNFO DEL PTS EN LA INTERNA CON EL PO La segunda definición importante en el balance de la elección de la izquierda es que la interna del FIT permitió verificar a la vez los cambios y las continuidades en las proporciones entre los partidos. Empecemos por los cambios. Por supuesto, el primer dato es el fin de la hegemonía del PO en la izquierda desde hace casi 20 años, al menos en el terreno en el que el PO siempre se consideró más fuerte: el electoral. Porque era sabido que, por ejemplo, la influencia orgánica del PTS en el movimiento obrero industrial era mayor que la del PO. Sin embargo, el PO siempre invocó una difusa influencia política, que se sostenía sobre todo desde lo electoral, para justificar su rol de primus inter pares en la izquierda. A eso se agregaba la instalación, legítimamente conseguida, de sus figuras públicas, y sobre todo de Jorge Altamira.(1) La victoria inesperada (hasta para los propios compañeros del PTS) de Del Caño sobre Altamira revela varias cosas. Primera, que el


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6 Socialismo o Barbarie

PTS ha hecho un trabajo de consolidación partidaria más serio y orgánico que el del PO, lo que se demuestra, por ejemplo, en el aprovechamiento muy superior que hizo el PTS de sus bastiones electorales (Mendoza, sobre todo, y Jujuy). Está muy claro que la diferencia obtenida en Mendoza (más de 70.000 votos de ventaja) fue decisiva para ganar la interna, que se definió por 15.000 votos. Pero eso se pudo lograr gracias a que el PTS, aunque fue derrotado en Buenos Aires, CABA y Córdoba, logró sostener una diferencia razonable, que más que compensó con el triunfo aplastante en Mendoza. De hecho, el PTS se impuso en 13 distritos contra 11 del PO. En cuanto al peso de la “figura joven y renovadora” que invoca el PTS, nos parece imposible de cuantificar, pero sí parece haber influido un cierto agotamiento, o hartazgo, con la figura de Altamira como principal representante de la izquierda. Segundo, el PO se durmió un poco en los laureles y creyó que tenía la vaca atada (de la mano de los análisis invariablemente triunfalistas, cuando no delirantes, de Altamira), cuando el ejemplo de Salta muestra lo que puede pasar cuando la influencia electoral no tiene apoyo orgánico. Recordemos: el PO allí pasó en pocos años del 3% al 8, 15 y hasta más del 20% de los votos, lo que los hizo delirar con ganar la gobernación, hablar de “Salta la troska”, etc. Pues bien, la elección del 9 los volvió a la realidad: allí el FIT entero apenas tuvo el 3,3%, y el PO solo, el 2,6%.(2) Es más: el PO no logró superar el 3,5% en ningún distrito, y su máxima votación fue en Santa Cruz. La vaca se desató y ahora vaga alegre-

EL FIT, EL NUEVO MAS Y LAS PROPORCIONES EN LA IZQUIERDA

Lejos del triunfalismo demagógico (ahora que el PO fue derrotado, toma la posta el PTS al respecto), el resultado de la elección muestra que, en cierto modo, el FIT volvió a las fuentes: el principal logro real, más allá de las aspiraciones fantasiosas de sus miembros, fue haber sorteado el piso proscrptivo de las PASO, el objetivo inicial de la constitución del frente en 2011. Pruebas al canto: las fórmulas por separado obtuvieron el 1,69% (PTS) y el 1,62% (PO-IS), a milímetros del piso del 1,5%. Y eso

CUADRO COMPARATIVO PTS/PO - FIT/MAS

DISTRITO

Buenos Aires CABA Córdoba Santa Fe Mendoza Catamarca Chaco Chubut Corrientes Entre Ríos Formosa Jujuy La Pampa La Rioja Misiones Neuquén Río Negro Salta San Juan San Luis Santa Cruz S. del Estero T. del Fuego Tucumán

TOTAL

PTS

126.327 36.952 29.502 21.017 82.171 959 3.480 2.864 3.093 4.938 1.421 10.212 2.278 854 4.559 12.395 6.146 4.181 1.184 1.856 1.686 2.283 1.279 9.127

370.764

con la ventaja de que se trataba de un frente, que por lo general atrae más que la suma simple de sus componentes. Es de pura lógica suponer que, por separado, nadie en la izquierda hubiera superado el piso. Lo que hace más evidente la ceguera autoproclamatoria de todos los componentes del FIT al omitir la denuncia la proscripción que significan las PASO. Repetimos una pregunta que ya hicimos en anteriores elecciones: ¿realmente creen, compañeros del FIT, que se pueden dar el lujo de no criticar la proscripción del 1,5% porque tendrán siempre garantizado superar el piso? Cuidado, porque esta vez la guadaña pasó cerca. Como resultado de la floja elección del FIT, éste quedó por debajo del piso en 8 de las 24 provincias. Y cuando se miran las fórmulas por separado, el panorama es mucho más oscuro: cada lista habría superado el 1,5% sólo en 7 distritos de los 24: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Neuquén y Río Negro (PTS y PO); Mendoza y Jujuy (sólo el PTS) y Salta y Santa Cruz (sólo el PO). Y esto demuestra que, más allá de las legalidades provinciales (que son un obstáculo para todos), la influencia real está en Capital, Gran Buenos Aires, Córdoba, el Comahue y unos o dos bastiones más de cada partido. Y Santa Fe, el tercer distrito del país, es todavía un agujero negro. El balance de la elección del Nuevo MAS se hace aparte, pero queremos destacar aquí un punto: más allá de tapizar las ciudades con afiches, de la presencia abrumadoramente superior en los medios del FIT y de la diferencia abismal en dinero y recursos para la campaña, el Nuevo MAS mantiene una cierta proporción con el FIT, incluso en

mente por los prados… Digamos de paso que el PTS haría bien en mirarse en el espejo salteño a la hora de analizar su votación en Mendoza. Allí el FIT sacó el 9%, su cifra más alta en todo el país por lejos, y el 90% de esos votos fueron para Del Caño. Pero tampoco en Mendoza hay una influencia orgánica que justifique ese fenómeno electoral, y a la vuelta de la esquina la votación del PTS en Mendoza puede seguir el destino de Salta. Cuidado, porque del pico del 16% obtenido en esa provincia, ya se cayó al 9%. Tercera cuestión: es una incógnita absoluta el caudal de votos real de Izquierda Socialista. En su principal bastión, Córdoba, el FIT sacó el 3,5% (por debajo del 5% de las elecciones a gobernador de hace un mes). ¿Cuánto es el peso de IS en Córdoba: el 1, el 2%? ¿Y en el resto? Creemos que ni la propia IS ni sus socios lo saben, pero cabe preguntarse cómo se reparten los 355.000 votos de PO-IS.

%

1,54 2,04 1,54 1,26 8,23 0,61 0,58 1,25 0,54 0,69 0,48 2,77 1,14 0,50 0,74 3,85 1,73 0,69 0,30 0,79 1,03 0,50 1,46 1,05

1,69

PO

162.299 45.175 40.925 16.026 7.602 797 7.885 2.405 2.336 5.255 3.238 4.169 1.576 1.524 4.192 7.590 5.665 15.805 1.610 1.152 5.179 3.263 1.150 8.472

355.290

%

1,97 2,50 2,14 0,95 0,76 0,51 1,32 1,05 0,40 0,69 0,48 1,13 0,79 0,91 0,68 2,36 1,60 2,62 0,41 0,49 3,16 0,71 1,31 0,98

1,61

Dif.

-35.972

-8.223

-11.423

4.991

74.569

162

-4.405

459 757

-317

-1.817 6.043

702

-670

367

4.805

481

-11.624

-426

704

-3.493

-980

129

655

15.474

FIT votos

288.626 82.127 70.427 37.043 89.773 1.756 11.365 5.269 5.429 10.193 4.659 14.381 3.854 2.378 8.751 19.985 11.811 19.986 2.794 3.008 6.865 5.546 2.429 17.599

726.054

FIT % 3,52 4,55 3,69 2,23 8,99 1,13 1,91 2,31 0,95 1,44 1,59 3,91 1,93 1,42 1,43 6,22 3,34 3,32 0,72 1,29 4,20 1,22 2,78 2,04

3,31 3,31

el terreno que nos resulta más desfavorable. Contra los repetidos anuncios de “desaparición” del Nuevo MAS por parte de una y/u otra de las fuerzas del FIT, nuestro partido sostiene no sólo su identidad y su perfil político, sino un cierto caudal electoral propio, de unos 100.000 votos, que nadie puede darse el lujo de despreciar. No, por cierto, PO e IS, que estuvieron a menos de 30.000 votos quedar por debajo del 1,5%. Tampoco el PTS, que tuvo sólo 15.000 votos más de margen. En las PASO de 2013, la relación entre los votos del FIT y los del Nuevo MAS fue de 9 a 1. Ahora, en las PASO 2015, fue de 7 a 1. Quienes desde el FIT dicen que hicieron una “gran elección” y que a nosotros nos fue mal, deberían justificar por qué entonces la diferencia relativa entre ambas fuerzas se achicó, en vez de agrandarse. Pero la explicación pasa por otro lado. La realidad es que 1) fue una elección floja para la izquierda en general; 2) tanto el FIT como nosotros retrocedimos en nuestra performance electoral, pero a la vez 3) tanto el FIT como nosotros, cada cual a su nivel, logramos aguantar el chubasco y mantener un piso de caudal electoral razonable, y 4) es por todo eso que las proporciones relativas entre el FIT y el Nuevo MAS (no así, claro está, entre los integrantes del FIT) no sufren variaciones importantes, o incluso dejan a nuestro partido en una relación menos desfavorable. Por supuesto, más allá del aspecto cuantitativo, está la cuestión cualitativa de que el FIT pasó la proscripción y nosotros no. Pero eso, compañeros del FIT, como de-

MAS

%

102.969

0,47

40.925 9.552 7.789 6.368 3.121 374 3.123 2.011 2.287 3.539 1.300 1.803 1.071 558 3.006 2.504 2.482 2.260 688 937 1.182 1.351 968 3.770

0,50 0,53 0,41 0,38 0,31 0,24 0,52 0,88 0,40 0,50 0,44 0,49 0,44 0,33 0,49 0,78 0,70 0,38 0,18 0,40 0,72 0,30 1,11 0,44

FIT/MAS

7,05 8,60 9,04 5,82 28,76 4,70 3,64 2,62 2,37 2,88 3,58 7,98 3,60 4,26 2,91 7,98 4,76 8,84 4,06 3,21 5,81 4,11 2,51 4,67

7,05

muestra esta elección, no es una realidad eterna tallada en piedra, sino algo que está sujeto a los cambios de las condiciones políticas. Y esos cambios pueden ocurrir en cualquier momento, de cualquier manera y hasta sin que los implicados se den cuenta, como le pasó al PO en Salta y al propio PTS, que ni soñaba con ganar la interna. Moraleja: ni en la lucha de clases ni mucho menos en la volatilidad de las elecciones se puede decir que la vaca está atada. MARCELO YUNES Notas 1. Sin poder profundizar ahora en el tema, señalemos no obstante que, a diferencia de los partidos que vienen de la tradición de la corriente fundada por Nahuel Moreno, el PO tiene desde hace décadas la práctica lamentable de hacer coincidir la figura del máximo dirigente partidario y fundador de la corriente (Altamira) con la del principal candidato y representante máximo del PO en las campañas electorales y en la aparición cotidiana en los medios. Esa sobreexposición y superposición de tareas que fusiona máximo dirigente, candidato y figura pública nos parece, además de ejemplo de bonapartismo partidario, sumamente peligrosa, porque deseduca y puede llegar a confundir a su propia militancia. 2. Ya en el momento de máxima borrachera triunfalista del PO en Salta habíamos advertido que la falta de influencia orgánica podía desinflar esas altas votaciones, y ya en las recientes elecciones a gobernador (mientras el PO se preparaba para “gobernar Salta”) se vio cómo esa marea electoral iba volviendo a su cauce normal. Como de costumbre, el PO ignoró todas las luces amarillas, las naranjas y las rojas, hasta chocar de frente contra el 2,6%.

FIT PASO 2011 Dif. 2015/2011

213.692 76.348 66.182 23.893 25.148 1.866 4.486 4.416 3.704 7.925 2.072 10.075 2.719 2.163 4.139 14.235 8.604 24.519 3.463 786 4.543 4.070 1.286 15.940

527.237

2,48

74.934 5.779 4.245 13.150 64.625 110 6.879 853 1.725 2.268 2.587 4.306 1.135 215 4.612 5.750 3.207 4.533 669 2.222 2.322 1.476 1.143 1.659

198.817 0,83

Dif.

35% 8% 6% 55% 257% -6% 153% 19% 47% 29% 125% 43% 42% 10% 111% 40% 37% -18% -19% 283% 51% 36% 89% 10%

38% 33%


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Socialismo o Barbarie 7

El Nuevo MAS se presentó por primera vez en Río Negro

OBTENIENDO EL 1,10% DE LOS VOTOS A DIPUTADOS Y PARLAMENTARIOS DEL MERCOSUR REGIONAL

E

l pasado domingo 9 de agosto, el Nuevo MAS se presentó por primera vez con legalidad en la provincia de Río Negro, en el marco de la reciente apertura del trabajo político en la zona. El partido superó las mil trabas del juzgado electoral federal, uno de los más burocráticos del país, que a la fecha sólo ha reconocido la legalidad a 7 partidos. Con una intensa campaña militante, los compañeros de juventud hicimos nuestra primera experiencia electoral en la provincia, junto a los compañeros de tradición militante, plantando bandera por una alternativa socialista, denunciando a Scioli y Macri como los candidatos del ajuste que se viene y peleando porque se escuche la voz de

los trabajadores, las mujeres y la juventud. Así también le dimos continuidad al éxito político de haber montado una columna de Las Rojas en la marcha del 3 de junio por el NiUnaMenos, dado que uno de los ejes de nuestra campaña fue la pelea por los derechos de la mujer, el derecho al aborto legal en el hospital y el fin de todo tipo de opresión y violencia hacia las mujeres. La campaña sirvió para llegar con nuestra política a sectores más amplios de lo habitual, pero además para acercar o sumar apoyo de compañeros cercanos al partido en la facultad, los lugares de trabajo y los barrios, a que nos voten y apoyen en la campaña, en la perspectiva de construir una alternativa política en la provincia.

Estamos muy contentos porque además de haber aportado al resultado nacional, en el que el partido conquistó la suma nada despreciable de 100.000 votos con una campaña socialista, política y consecuente, en Río Negro conquistamos un 1,10 % a la categoría de diputados y parlamentarios del Mercosur regional, encabezadas por Aquiles Añazco Nieto y Guillermo Uribe respectivamente, lo cual nos ubica como una alternativa de izquierda en la provincia, con un resultado proporcional a otras fuerzas que llevan decenas de años de trabajo ininterrumpido en la región. Si bien este resultado no alcanzó por muy poco para superar las PASO en la provincia, la tarea ahora es convertir los votos, apoyos y

simpatías que cosechamos en fuerza orgánica, en fuerza militante para seguir peleando por todas las reivindicaciones que levantamos en la campaña, y por construir el Nuevo MAS como partido de los trabajadores, estudiantes, las mujeres y la juventud, como alternativa política para luchar por el socialismo, para construir una perspectiva de cambio frente a los partidos patronales y capitalistas, que ya preparan un duro ajuste para descargar la crisis sobre nuestras espaldas. ¡Sumáte al Nuevo MAS para dar juntos esta apasionante pelea! NUEVO MAS-RÍO NEGRO

La campaña nos abre puntas para la construcción del partido

SAN LUIS

A

unque San Luis es exhibida como modelo, en donde “la gente vive feliz” y que “yo lo he hecho en San Luis, porqué no lo voy a hacer en la Nación”, decía Adolfo Rodríguez Saá en la campaña presidencial de las PASP 2015. Ha sacado el 2.11 por ciento logrando pasar a octubre. Lo que en realidad se esconde, es no sólo posicionarse para que sus pares políticos patronales del PJ le consideren, sino que pone a la provincia como una oportunidad para la inversión turística, inmobiliaria y de negocios en el campo. Eso es lo que se vende en ese mensaje. Es para atraer a los porteños, cordobeses, etc., que tienen plata a que se vengan a vivir a San Luis. Para ello el Estado provincial se ha convertido en una gran empresa constructora que ha trabajado en base a los sobrefacturación, en donde los beneficiarios directos son la familia Rodriguez Saá y sus funcionarios empresarios amigos. Por eso se hacen caminos, diques y casas. Pero el secreto de todo el modelo son los los salarios más bajos del país para los trabajadores y en donde no hay paritarias salvo excepciones. También la desocupación existe al mismo nivel que en el resto del país y hay mucho trabajo precarizado y en negro. Inclusive el propio Estado ha mantenido un plan

social de inclusión por 2.000 pesos miserables, que llegó a tener en 2003 unas 49.000 personas, quedando ahora en menos de 9.000 personas. También la dirigencia gremial de la CGT ha colaborado con la paz social. El domingo 9 de agosto casi nada ha cambiado. Volvió a ganar Alberto Rodriguez Saá, pero sólo con el 44 por ciento y con casi 20.000 puntanos que votaron en blanco, en un clima de internas y reproches. La oposición patronal no existe; nadie dijo nada ni criticaron el modelo Saá. ¿También tendrán algún negociado? Pero al final parece estar todo bajo control. Han retenido su provincia que controlan desde 1983. En medio del circo electoral y de peleas de aparatos políticos, estuvo la histórica movilización NiUnaMenos, en la cual se movilizaron unas 15.000 personas en San Luis y han despuntado algunas luchas para enfrentar el ajuste en cuotas que aplica Cristina y que el próximo presidente, sea Scioli, Macri o Massa seguirá para que la crisis la paguen los trabajadores. Por ello, con distintos reclamos, como hicieron los obreros de Tyrolit en abril pasado cuando cortaron el acceso al Parque Industrial Sur, siguieron los reclamos salariales en Tramontana, Mabe, Arcor, los

trabajadores judiciales, y ahora el conflicto de Rheem donde compañeros metalúrgicos salen a pelear por categorías y cumplimiento del convenio, quemando cubiertas en la puerta de la planta y movilizándose hasta el centro, donde está el Ministerio. Eso refleja que no le interesan a los Saá-Poggi las fuentes de laburo y sus condiciones y que muchas fábricas se han ido. En ese marco es que sucedieron estas elecciones, en las cuales por primera vez el Nuevo MAS se presentó a cargos nacionales en la provincia. Yendo como única lista estuvimos muy cerca de los 1.000 votos: 375 en Villa Mercedes (segunda en importancia) y en San Luis capital 400, y el resto en casi todos los departamentos del interior. Que de la nada hasta hace unos meses y con una campaña militante y un poco artesanal, con afichadas y entrega de volantes, más los amigos que nos conocen de antes y los spots de Manuela Castañeira y de Jorge Ayala, único candidato obrero en la fórmula presidencial, configura una buena elección. Ahora nos queda mucha gente para ver y debatir la propuesta del socialismo, como un compañero que nos acompañó como fiscal que conocimos en una volanteada o del compañero socialista que nos pidió boletas desde Villa Mercedes. O la com-

pañera que dejó los afiches aun después de la elección en el frente de su casa o de la periodista que nos votó y nos tiene en cuenta después de entrevistar a nuestra candidata. A todos ellos gracias; estos son sólo algunos ejemplos y vamos a seguir construyendo esta herramienta de lucha y quedan varios desafíos. Algunos legales como el de obtener la persone-

ría en San Luis y de cómo intervenimos en las luchas del movimiento de las mujeres, en el apoyo a los trabajadores y sus luchas, dar pelea en todos los terrenos. Y para dar esa pelea hace falta un partido como el Nuevo MAS; por eso a los casi 1.000 votantes los invitamos a sumarse. C ORRESPONSAL

Nos solidarizamos con los compañeros del Partido obrero

ante el fallecimiento de Micaela

El 9 de agosto, en el inicio de la jornada de elecciones y de nuestra actividad como fiscales, recibimos la triste noticia del accidente automovilístico en Burzaco en el cual falleció la compañera Micaela Dramisino y recibieron heridas de diversa gravedad otros cuatro compañeros, todos ellos militanes del PO que se dirigían a la Zona Sur para llevar adelante la tarea. Uno de ellos se encuentra en terapia intensiva tras ser sometido a una cirugía y se encuentra estable. Desde nuestro partido y nuestra juventud en particular nos solidarizamos con los familiares, amigos y compañeros de Mica, Juani, Lucas, Caro y Luna. Valoramos y nos sentimos hermanados en la tradición militante que va desarrollando la juventud que pelea en nuestro país y en todo el mundo por construir una sociedad socialista. ¡HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE, COMPAÑERA MICA! JUVENTUD DEL NUEVO MAS


L A C RISIS

8 Socialismo o Barbarie

G OBIERNOS “P ROGRESISTAS ”

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DE LOS

DE

S UDA

VENEZUELA Y ECU

DOS CASOS DE PRONÓSTICO RE Por Rafael Salinas

E

l 2015 viene siendo el año en que la crisis de los gobiernos “progresistas” de Sudamérica está llegando a niveles particularmente peligrosos para varios. Por supuesto, siempre hubo entre ellos diferencias de discursos y orientaciones políticas y económicas. Del “socialismo del siglo XXI” de que hablaba Chávez a los moderados gobiernos del PT en Brasil o del Frente Amplio en Uruguay había distancias… pero también un terreno común. En ese terreno, con los Kirchner, se ubica también la Argentina después del “argentinazo” del 2001/2002. En lo esencial, estos “países emergentes” parecían acortar en el terreno económico las distancias que los separaban de los tradicionales “países centrales”; es decir los imperialismos de EEUU y Europa, en crisis y estancados. Asimismo, a nivel geopolítico, algunos tajantemente como Chávez y otros con muchísimo menos brío como Brasil, marcaban sin embargo la cancha esos imperialismos. Toda una novedad, dada la sumisión perruna a Washington que había caracterizado a los gobiernos precedentes. Ahora, los “emergentes” están en crisis, en mayor o menor grado. Al igual que su ascenso en la década anterior, este declive tiene causas y denominadores comunes. El principal es el hundimiento de los precios de las materias primas (commodities) en el que se basaba fun-

damentalmente su ascenso.[1] Esto, a su vez, hace tambalear los edificios políticos que se habían construido sobre él.[2] Más ampliamente, se acaba la fábula de que es posible “alcanzar” a los países centrales, imperialistas, manteniendo esencialmente la misma matriz productiva de materias primas. Se ratifica que es imprescindible un cambio revolucionario de ella, lo que es imposible sin una revolución política y social. Por supuesto, cada caso es diferente y se combina con otros elementos sociales y políticos muy distintos en cada país. Las situaciones más críticas –hasta ahora– se están dando en Brasil, Venezuela y Ecuador. En esta edición de Socialismo o Barbarie, comentamos la situación en los dos últimos. Para finalizar, un punto importante: Lo más peligroso es que la crisis desencadenada en los países con gobiernos “progresistas”, puede ser capitalizada por la derecha sirviente de Washington. Pero esto no se soluciona dando apoyo más o menos “crítico” a sus gobiernos. Lo decisivo es construir fuertes alternativas independientes a su izquierda, basadas en el movimiento obrero y popular, que sean también absolutamente enemigas de los opositores de derecha.

1.- Sobre esto, ver: Marcelo Yunes, “El fin de la ‘década dorada’” (http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5028) 2.- Claro que el derrumbe de las commodities no sólo pega en los países con gobiernos “progres” sino también en los que tienen lacayos de EEUU al mando, alimentando crisis políticas como en Chile, Perú o México.

¿Parados sobre un polvorín? VENEZUELA

“Al compañero Pdte. Maduro: Que lo intrascendente quede para otro momento, estamos parados sobre un polvorín… ¡¡Por favor!! ¿Será que alguien no se ha dado cuenta todavía? Esto se está tornando insoportable para nuestro pueblo... “Que si vivimos una guerra económica, que la derecha fascista, que los vendepatrias... Que las firmas contra Obama, que nuestro justo reclamo contra Guyana, que los actores intelectuales de ciertos hechos que se suscitan... “Compañero presidente... Cuando hasta la papa falta en la mesa de los pobres, la cosa se le pone color de hormiga para cualquiera... Las colas ya se tornan insoportables... Los alimentos que no terminan de llegar y tampoco serán una solución definitiva... El pueblo chavista y no chavista quiere oír de sus labios... ¡¡¡Soluciones!!! “Hace dos años que corremos la arruga y dichas soluciones no llegan... Es urgente que cambiemos el libreto... La papa presidente... El problema de fondo... ¡¡Es la papa!! […]” (Citas de una larga carta a Maduro del militante chavista José Varela, publicada en el sitio ultra-chavista Aporrea, 05/08/2015) Esta carta a Maduro lleva por título: “Parados sobre un polvorín”. No fue publicada en el Miami Herald ni fue escrita por algún pitiyanqui venezolano que aguarda en las playas de Florida “la caída del comunismo”. La envió un desesperado militante chavista y fue publicada en un sitio incondicionalmente oficialista. En efecto, la situación de deterioro

de la economía en general y del abastecimiento en particular –desde la comida hasta las medicinas o los pañales– ha llegado a límites insufribles. Esto acumula material explosivo que ha comenzado a estallar en protestas y saqueos hasta ahora relativamente aislados… Pero nadie puede prever si esas no son las chispas que mañana hagan estallar el polvorín so-

bre el cual –según el autor de la carta– estaría parada Venezuela hoy. ¿“GUERRA ECONÓMICA”? Maduro se lava las manos y se justifica, diciendo que Venezuela es víctima de una “guerra económica” declarada por la oposición de derecha con apoyo de EEUU. Por supuesto, somos enemigos incondicionales de ambos. Pero, para poder combatirlos, hay que decir la verdad y no dar explicaciones infantiles sobre el desabastecimiento. Los “profesores de economía” a sueldo del chavismo hacen el ridículo cuando tratan de dar ejemplos de esa guerra: “Si alguien tenía alguna duda –dice uno de ellos– sobre la guerra económica… la reciente ola especulativa debe haberlas despejado. De qué otra forma se puede explicar que el gobierno otorgue dólares a una tasa preferencial de 6,30 (bolívares) para subsidiar las importaciones y ofrecer productos a precios solidarios, pero luego quienes reciben la divisa barata hagan trampa, fijando el

precio de venta como si hubiesen comprado el dólar al precio caro del mercado paralelo.”[1] ¿Este “profesor” es idiota o se hace? ¿Qué capitalista de cualquier país del mundo va despreciar la oportunidad de hacer ganancias? ¡Ése es el funcionamiento normal, no de “estado de guerra económica” del capitalismo! Y en Venezuela lo aprovechan todos, los burgueses (de todos los colores políticos), los altos funcionarios chavistas que participan del negocio, etc., etc. La canallada es del gobierno que les sirve en bandeja “la divisa barata” para que “hagan trampa”. Más allá de que todos los capitalistas y funcionarios (opositores o boliburgueses) aprovechan para llenarse los bolsillos, lo que está sucediendo es la crisis inevitable de una economía y un estado absolutamente dependientes de los ingresos del petróleo, en circunstancias que los precios internacionales de los hidrocarburos se han derrumbado… sin perspectiva a la vista de remontar. Crisis como la presente se han repetido en Venezuela, desde que el siglo pasado, se convirtió en exportador exclusivo de materias primas… e importador de infinidad de productos de primera necesidad que su parasitaria burguesía podría producir y no lo hace. Por eso, cada vez que se derrumba el mercado mundial de hidrocarburos estalla la economía… y la política. El anterior estallido (marcado en lo político-social por el Caracazo de 1989) expresó una brutal crisis que finalmente “se llevo puesto” al régimen de la IV República y dio paso al chavismo (la V República). Chávez, en buena parte de su mandato, vivió la fiesta del aumento del petróleo (10 U$A al asumir en 1999 y 146 U$A en 2007/8). Maduro vive el drama del derrumbe. Pero el verdadero drama es que ese

período de ingresos fabulosos no fue aprovechado para cambiar la matriz productiva de Venezuela… y no hablemos de socialismo… del siglo XX ni del XXI. Esto que ahora estalla en las narices del chavismo, lo alertamos desde hace una década por lo menos, junto con algunas corrientes y economistas marxistas. Lamentablemente, el supuesto “socialismo del siglo XXI” (del que ya no se habla) logró confundir a muchísimos más. Por supuesto, no criticamos a las masas trabajadoras y populares que con toda honestidad –dentro y fuera de Venezuela– adhirieron a lo que además se presentaba como un relanzamiento del socialismo. Pero a quienes es difícil disculpar es a las direcciones que se dicen marxistas y que, sin ningún sentido crítico ni de clase, se compraron entero el “buzón” del chavismo, del socialismo del siglo XXI… y hasta de la V Internacional que organizaría Chávez. LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS, UN PANORAMA DIFÍCIL

El gran problema no es tanto el desastre (previsible y en gran medida inevitable) del chavismo, sino las alternativas de recambio. Lo muy, muy grave es que las alternativas fuertes para reemplazarlo, vienen de la derecha. En contraste, las alternativas a su izquierda son hoy extremadamente débiles y dispersas. Este peligro se da más por la catástrofe del chavismo, que por la fuerza “intrínseca” de la derecha y sus partidos. Está dividida en distintas organizaciones que a su vez conforman dos sectores. Uno, el más “legalista” que encabeza Henrique Capriles. El otro, es el que intentó derribar a Maduro por la fuerza el año pasado, mediante las sangrientas “guarimbas” que llevaron a la


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AMÉRICA

UADOR,

ESERVADO

cárcel a su líder Leopoldo López. La crisis cada vez más aguda del chavismo y la convocatoria a elecciones parlamentarias en diciembre próximo ha vuelto a reunificarlos en la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) que maneja Capriles, aunque no sin tensiones. A diferencia de lo que fue el chavismo en sus buenos tiempos, la MUD es lo más parecido a una bolsa de gatos. Sin embargo, la posibilidad de derrotar al chavismo en las elecciones del diciembre es un cemento que mantiene la unidad, pese a todo. Por otro lado, en las mismas filas del chavismo, las estimaciones electorales son pesimistas. Las encuestas hasta ahora son unánimes en predecir una derrota, que podría ser aplastante… salvo que de aquí a diciembre cambie radicalmente el panorama. Pero para eso, habría que solucionar, como mínimo, el desastre del abastecimiento de alimentos y medicinas. Y en diciembre se juega no sólo la mayoría del parlamento, sino la continuidad de Maduro y de todo el chavismo en el gobierno. Ya ha comenzado el debate sobre las dificultades de que Maduro siga en su puesto, si pierde la mayoría del poder legislativo. FRENTE AL DECLIVE DEL CHAVISMO Y EL PELIGRO DE LA DERECHA, LA NECESIDAD DE UNA ALTERNATIVA A LA IZQUIERDA

La situación hace sonar las alarmas. La crisis (inevitable) del chavismo está abriendo las puertas al retorno de una derecha que compite en quién es el mejor y más servil lacayo de EEUU. Esto hace más dramática la debilidad de las alternativas a la izquierda del gobierno de Maduro. Durante los primeros años del chavismo, montada en un ascenso del movimiento obrero, se esbozó una alternativa sindical y política, alrededor de la Unión Na-

cional de Trabajadores, como una central obrera independiente. El chavismo hizo todo lo posible para destruir esa alternativa en el frustrado congreso obrero del 2006. Si de allí hubiese surgido una gran central independiente, se hubiese esbozado también una alternativa política al chavismo. Chávez, que comprendió bien la magnitud de ese peligro, se jugó a aplastar a esa posibilidad, combinando la cooptación y burocratización de sus dirigentes con la represión al activismo que no se sometía. Eso no impidió que luego se diesen luchas importantes pero aisladas, que el chavismo combatió, a veces violentamente. Al mismo tiempo, el curso cada vez más desastroso del régimen, le fue enajenando el apoyo inicial en la clase trabajadora y en especial en el proletariado industrial. Pero eso de por sí no generó alternativas políticas fuertes a la izquierda del chavismo. Aprovechando los ataques del gobierno, desde la oposición pro-imperialista comenzaron las movidas para ganar sectores descontentos del movimiento obrero. Esto ha tenido cierto éxito, no tanto en lograr apoyos políticos directos, pero sí en trabar la construcción de una fuerte alternativa independiente. A eso contribuyeron, lamentablemente, sectores de izquierda que, en los enfrentamientos y la decepción con el chavismo, no se delimitaron ni mantuvieron una política totalmente independiente de la derecha.(R.S.) (Para más información ver: “El desastre es que no hay una alternativa de izquierda”, Socialismo o Barbarie, semanario, 20/03/2014 (http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=2143 ) 1.- Víctor Álvarez, “Una economía se altera cuando las divisas no provienen del esfuerzo productivo”, El Joropo, 15/04/2015.

Socialismo o Barbarie 9

Paro general y jornada de protesta el 13 de agosto ECUADOR

A

l aparecer esta edición de nuestro semanario Socialismo o Barbarie, se estará realizando en Ecuador el “Paro Nacional del Pueblo”, convocado por una multitud de organizaciones sindicales (la mayoría en el Frente Unitario de Trabajadores que agrupa a las cuatro centrales), movimientos sociales (en primer lugar indígenas, encabezados por la importante CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), federaciones estudiantiles y una diversidad de movimientos políticos y partidos de izquierda. Esta movilización está parcialmente en curso desde el 3 de agosto, día en que la CONAIE inició una “Marcha por la dignidad, la democracia y contra el extractivismo”, que arribará a Quito cuando el paro. A diferencia de Venezuela, esta movilización opositora (que cuenta este año con antecedentes importantes de movilizaciones el 19 de marzo y el 1º de Mayo) no la convocan los partidos de la oposición patronal sino las principales organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles y partidos de izquierda. Lo que ha encendido el fuego de la oposición a Correa son las medidas que ha ido tomando para responder a la crisis. Ecuador, como Venezuela vive casi totalmente de la exportación de bienes primarios (un 91% Ecuador contra un 95% de Venezuela), cuyos precios hoy están por el suelo. Esta situación se combina con que Ecuador sigue sin tener moneda propia. Desde 1999 utiliza el dólar. Correa no rectificó esto cuando se vivía la bonanza de las materias primas. Si Ecuador tuviese moneda propia, podría maniobrar y hacer ajustes vía emisión-inflación. Ahora es demasiado tarde para cambiar de moneda. Cualquier ajuste hay que imponerlo “a lo bestia”, como les sucede a los desdichados griegos, españoles, portugueses o italianos encadenados al euro. Las medidas tomadas por Correa implicaron efectivamente ir al choque, con medidas de ajuste que van desde importantes aumentos de la electricidad hasta retirar la financiación estatal del 45% del monto de las jubilaciones. Asimismo, la caída mundial de las commodities no ha hecho rectificar a Correa la línea del “extractivismo”. Es decir, basar el desarrollo de la economía de Ecuador en la extracción y exportación de minerales e hidrocarburos realizadas, además, por corporaciones extranjeras. Por el contrario, las necesidades inmediatas obligan a redoblar estas políticas. A eso suma la negociación de un “Tratado de Libre Comercio” con la Unión Europea. Esto es particularmente rechazado por la CONAIE y otras organizaciones indígenas-campesinas, que temen –como sucedió a México con el NAFTA– ser barridas por la producción agrícola subvencionada.

CHOQUES CON LA BURGUESÍA Por supuesto, las medidas frente a la crisis pusieron a Correa en “cortocircuito” con los trabajadores y sectores campesinos (muchos de los cuales han sido sus votantes). Pero también implicó choques con la gran burguesía y las llamadas “clases medias”, sobre todo sus capas más altas. A principios de este año, Correa presentó proyectos de leyes de “herencia” y de “plusvalía” (impuesto a las ganancias), que aterrorizaron los bolsillos de estos sectores. Este descontento desde la derecha, puso también en la calle a estos sectores privilegiados que, en las “redes sociales” –por ejemplo, en el Facebook de la CONAIE– decían: “Todos a marchar por una sola causa: ¡fuera Correa, no al comunismo (textual!)!” Esto se expresó no sólo en Facebook: así la movilización del 19 de marzo mostró un carácter peligrosamente “ambiguo”. Convocada y encabezada por las organizaciones sindicales y populares que ahora llaman a la jornada al 13 de agosto, incorporó a importantes sectores de la clase media de Quito, que venían a tumbar a Correa por “comunista”… ya que pretendía cobrarles impuestos… Correa se curó en salud, retirando los proyectos de leyes de “herencia” y de “plusvalía”… pero no las otras medidas que van contra los trabajadores, los campesinos, etc. SI SE VA CORREA, ¿QUE VENGA QUIÉN, PARA HACER QUÉ? Esto exige a los luchadores obreros, campesinos y estudiantiles de Ecuador clarificar bien el programa no sólo para la acción del 13 de agosto, sino también para las perspectivas más estratégicas. De hecho, cada convocante del 13-A levanta programas y consignas muy distintas. Lo más chocante es que la cuestión esencial –si se va Correa, ¿que venga quién, para hacer qué?–, permanece generalmente sin respuesta o se la contesta con ambigüedades gaseosas. Es evidente que en Ecuador, la oposición de derecha no puede, como en Venezuela, impulsar directamente un movimiento que tumbe al malherido nacional-populismo de Correa. Pero, la

historia reciente de Ecuador –donde han caído varios gobiernos por efecto de rebeliones populares masivas– indica que si de allí no surge un reemplazo, después el vació lo ocupan otros. La oposición a la derecha de Correa está encabezada principalmente por Guillermo Lasso –millonario ultra-neoliberal– y su partido “Creando Oportunidades” (CREO). Luego le siguen el exmilitar y ex-presidente Lucio Gutiérrez (derrocado en la rebelión de abril del 2005) con su Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero. En el bloque de organizaciones que convocan al 13-A, hay dirigentes (como los de Pachakutik, expresión política de la CONAIE) que han sido ministros de Gutiérrez. Asimismo, desde esos sectores políticos de la CONAIE, se propuso públicamente “dialogar” con Lasso, Gutiérrez y otros personajes de la misma calaña para establecer una alianza.[1] El repudio los hizo callar, pero no creemos que se hayan arrepentido de esa política. Otro sector convocante, como la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas han sido ministros y funcionarios de Correa. La independencia política y de clase no es precisamente el rasgo de muchas de las direcciones convocantes, aunque estén al frente de organizaciones obreras, campesinas y populares. A eso se suma, en la “extrema izquierda”, el peso de organizaciones maoístas, que combinan la verborragia “revolucionaria” con las peores políticas decapitulación. El paro y movilización del 13-A es absolutamente legítimo. Hay que enfrentar el giro de Correa, que descarga la crisis sobre los trabajadores y las masas populares de Ecuador. Pero, al mismo tiempo, hay que hacer eso repudiando explícitamente a la oposición de derecha, que puede tratar de aprovechar eso para “combatir al comunismo”. O, sea sacar a Correa, para gobernar ellos. La situación hace imprescindible que los luchadores más conscientes en Ecuador se agrupen en una organización socialista revolucionaria, para levantar una nueva alternativa. Nota: 1.- “Pachakutik evalúa diálogos con otros sectores”, El Universo, 16/05/2015.


P OLÍTICA N ACIONAL Año XIV - Nº 344 - 13/08/15

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La lluvia es un fenómeno natural, las inundaciones son una catástrofe capitalista PROVINCIA DE BUENOS AIRES

D

esde hace días varias poblaciones del noreste de la provincia de Buenos Aires están viviendo un verdadero infierno producto de las inundaciones. Casas con un metro de agua, calles anegadas, la perdida de lo poco que se tiene y el terror de no poder recuperar nada. A esto se le suma la profunda sensación de abandono por parte del Estado y de los políticos patronales. El caso más nefasto de esta desidia es el del gobernador de la provincia y candidato a presidente por el Kirchnerismo, Daniel Scioli. Este típico político conservador no dudo, hace apenas una semana, en pedir que lo voten con el argumento de que todo iba a mejorar el lunes… y después de celebrar su triunfo, tampoco dudo en salir de viaje a Italia con cualquier excusa, mientras el agua asolaba a miles en la provincia que él gobierna. No menos hipócrita fue la reacción de Macri, quien haciendo gala de un oportunismo rabioso, tampoco dudo en salir a ofrecer ayuda de la Ciudad a “aquellos intendentes que se sienten abandonados y que la pidan”. La actitud de todo el arco político patronal es la que se puede esperar de ellos, simplemente ven a los sectores populares como masa de maniobra para sus propios intereses, y una vez conseguidos estos, les importa un cuerno cuál es la suerte que ellos corran. Pero lo que aquí se ha puesto, una vez más, de manifiesto es el profundo desprecio que el Estado capitalista tiene frente a los de abajo. Seguramente nos van a contar que lo que llovió en estos días es “más de lo esperado”, que “la naturaleza es impredecible” u otras lamentaciones/justificaciones por el estilo. Pero la verdad está muy lejos de estas lamentaciones hipócritas. Porque el problema acá no es que “llovió mucho”, sino que el Estado y el gobierno no hicieron absolutamente nada para pre-

venir que estas lluvias no generen una nueva inundación. Y en esto hay que ser muy claro: la lluvia es un fenómeno natural, la inundación de una ciudad (o varias, como es el caso) es una catástrofe social que no tienen nada de natural. La culpa de las inundaciones no es del clima, es de Sciolí y Cristina que no realizaron las obras de infraestructura hidráulica que permitieran prevenir y evitar estas catástrofes. Vale recordar lo que escribimos hace dos años cuando ocurrieron las inundaciones en La Plata que le costara la vida a cientos de trabajadores: “los desastres puramente “naturales” no existen: lo que transforma un fenómeno de la naturaleza en una catástrofe son razones sociales: lo preparada o no que está la sociedad para enfrentarlo. (…) Todo depende de la estructura social en la que impacta el fenómeno natural, no del fenómeno natural como hecho aislado. Esto no significa negar que estén en curso fenómenos climáticos inéditos subproducto del desastre que está generando la economía capitalista sobre el clima internacionalmente. A este fenómeno se lo llama “calentamiento global”, y están vinculado con la emisión de gases de dióxido de carbono por la utilización indiscriminada de petróleo como fuente de energía para uso automovilístico, industrial y para calefaccionar las ciudades en el norte del mundo. Esto alimenta un “efecto invernadero” (con su resultado de elevar la temperatura de la Tierra) que está produciendo modificaciones climáticas en materia de lluvias, mareas y demás, que podrían evitarse. Sin embargo, como evitar estas consecuencias significaría resignar ganancias de los empresarios, se suceden “cumbres climáticas” solo para demostrar su inutilidad: ¡ningún gobierno capitalista ni empresa multinacional quiere pagar los costos de esta cuenta cuando es el norte del mundo (y también China capitalista) el mayor emisor mundial de este tipo de gases que provo-

can catástrofes en los cuatro puntos cardinales del globo! Pero ni siquiera el calentamiento global es una circunstancia que ocurre por un “designio divino” ajeno a la voluntad y decisión de la sociedad y frente a la que nada podría hacerse. Tampoco es el caso de las terribles tormentas que azotaron Buenos Aires y La Plata (en 2013). Estas dramáticas inundaciones ocurrieron porque al fenómeno natural extremo se le adosó la circunstancia del derrumbe y la desidia en toda la infraestructura del país. “ Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires son una catástrofe crónica, no pasa un año sin que se inunde algún sector de la misma. Por lo tanto no es en los milímetros de lluvia caídos en donde hay que buscar las causas del desastre, desde ya que si no hubiese caído agua del cielo no se hubiese inundado nada, pero afirmar eso es lo mismo que decir que la culpa de los incendios está en el oxígeno que hay en el aire. Los motivos de las inundaciones y de los miles de evacuados y los dos muertos contabilizados hasta el momento los vamos a encontrar en el desastre en el cual se encuentra la infraestructura del país luego

de años de desidia de los gobiernos capitalistas. Hoy la responsabilidad le cayó en la espalda a Scioli, hace unos meses paso lo mismo en Córdoba y también en el Chaco, hace un par de años le tocó a Macri… acá tampoco hay diferencias partidarias, todos ellos son responsables de gestionar un país donde la decadencia de los servicios públicos y de la infraestructura no deja de ser una forma de los negocios capitalistas: se gestionar o administra el transporte, la electricidad, la obra pública o cualquier otro servicio de manera tal que dé súper ganancias como producto de una maraña de subsidios cruzados o de “comerse” el dinero que debería estar al servicio de inversiones que nunca se llevan a cabo. De ahí que flagelos como esta tragedia estén tan estructuralmente vinculados con el sistema capitalista sobre el que presiden el kirchnerismo, el macrismo y el sciolismo (aun con matices entre ellos), y cuya única divisa es, en definitiva, la ganancia de los capitalistas y jamás las necesidades de los trabajadores y vecinos. MATÍAS PALMIERI

Tres listas y una sola alternativa independiente

ASOCIACIÓN JUDICIALES BONAERENSES

L

as elecciones del 26/8 en la Asociación Judicial Bonaerense muestran un panorama similar al de la política nacional: todo vale, con tal de mantenerse o llegar al poder. La Verde y el Encuentro, socios durante años, se presentan como antagónicos. La Celeste, que denunció a ambos como burocráticos durante años, ahora va con la Verde, en un acuerdo por los cargos y las licencias gremiales, formando la Tricolor a nivel provincial, pero en algunas departamentales Celeste y Verde van separados pegados a la lista Tricolor, conformando una verdadera estafa política Y es que todos se ordenan a partir de la política nacional. Pérez Guillén, que fue secretario gremial y adjunto de Blasco en dos mandatos, se separa a partir de la ruptura de la CTA por el conflicto que enfrentó al gobierno nacional con las patronales agrarias: Yasky-Pérez Guillén apoyando al gobierno, Micheli-Blasco apoyando a los campestres. Ambos sectores se presentan como ellos o el caos: por un lado, por-

que el sindicato pasaría a ser un apéndice del kirchnerismo; y por el otro, o porque sino continuarían las mentiras y las derrotas, ocultando que compartieron su mandato durante casi 9 años de gobierno K. Por su parte, los dirigentes de la Celeste replican las volteretas de los dirigentes que se guían por ver cuál es el mejor lugar para obtener cargos. Ante esta situación asumimos el desafío de poner en pie una alternativa que levante las banderas de los trabajadores judiciales que la Celeste abandonó, y a las cuales no renunciamos: la independencia política, las decisiones basadas en Asamblea, y el carácter antipatronal y antiburocrático, presentando la LISTA GRIS CARLOS FUENTEALBA, con compañeros de Morón, Quilmes, La Plata, Junín, San Martin, San Nicolás, San Isidro y Matanza. La Lista Gris está encabezada por Marcelo Giecco, actual congresal de Junín; Mauricio Pintos, actual congresal de Morón y Luis Donadío, actual congresal de Quilmes, pre-

sentando una alternativa independiente donde nuestra experiencia se desarrolle en conjunto con los estatales, docentes y trabajadores de la provincia, para enfrentar este gobierno y sus sucesores. INDEPENDENCIA POLÍTICA DE LOS TRABAJADORES

NO A LA AUTARQUÍA SIN LEY PORCENTUAL SALARIO MÍNIMO ACORDE A LA CANASTA FAMILIAR ($ 15.000) Y AUMENTOS SALARIALES DE ACUERDO A LA INFLACIÓN

DEROGACIÓN DEL IMPUESTO AL SALARIO INCORPORACIÓN A PLANTA PERMANENTE DE LOS PASANTES Y TERCERIZADOS

DEFENSA DE LA JORNADA DE 6 HORAS CUERPOS DE DELEGADOS EN TODAS LAS DEPARTAMENTALES

DESTITUCIÓN DE TODOS LOS JUECES CÓMPLICES DEL GENOCIDIO Y DE TODOS LOS

PIOMBOS QUE AMPAREN FEMICIDAS Y VIOLADORES

JUDICIALES CLASISTAS LISTA GRIS 5 CARLOS FUENTEALBA


M OVIMIENTO

DE

M UJERES

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Socialismo o Barbarie 11

Ningún “trabajo sexual” es autónomo A A PROPÓSITO DEL POSICIONAMIENTO DE NICOLÁS DEL CAÑO CANDIDATO A PRESIDENTE DEL FIT

propósito de las campañas presidenciales, la organización AMMAR Argentina –organización de mujeres en situación de prostitución que dicen pelear por los “derechos laborales” de “las trabajadoras sexuales” – realizó una encuesta a los candidatos para saber su opinión respecto del tema. Llamaron la atención de aquellas y aquellos que peleamos contra todas las formas de opresión contra las mujeres, las respuestas del precandidato del PTS Nicolás del Caño proclamando la defensa de la prostitución de mujeres. Como organización feminista socialista y revolucionaria, nos interesa polemizar con esta posición, planteando un programa abolicionista que dé respuesta al problema de la explotación sexual. Los argumentos de Del Caño son pocos y erróneos: que el consentimiento de una mujer para prostituirse basta para que no haya explotación de terceros; la disociación entre la trata de personas, de su fin, la prostitución “Consideramos que no es lo mismo la trata de personas para la explotación sexual que la situación de las personas en ejercicio de la prostitución” ; que mientras se pelea por una sociedad sin explotación ni opresión, no hay medidas para tomar: “sabemos que la prostitución en una sociedad mercantilizada como la actual- es algo que no puede eliminarse simplemente con buena voluntad ni con decretos”. Las Rojas partimos de entender la explotación sexual como el sometimiento de una persona a cualquier tipo de actividad sexual, donde media un intercambio (ya sea monetario, o por especies – comida, refugio, protección, etc.). Hablar de explotación puntualiza sobre la relación desigual que se establece en todas las situaciones de “prostitución”: la presencia de alguien más que la mujer explotada aprovechando su situación de vulnerabilidad – un proxeneta, un policía que cobra la parada, un inspector que habilita prostíbulos, e incluso el prostituyente que con su dinero hace uso y abuso del cuerpo de esa mujer. Quienes nos reivindicamos feministas socialistas entendemos que esta situación se da en el contexto de la sociedad capitalista patriarcal, donde el cuerpo y la sexualidad de las mujeres no son más que un bien que se puede comprar y vender para satisfacer el placer y deseo de otros. La explotación sexual es la reafirmación de este lugar de subordinación de las mujeres; tan ajena es la propia sexualidad que puede ser alquilada por un “precio”. Suponer que el consentimiento de una mujer para ser explotada por un varón, que posee el

RES EN LOS PLANES DE VIVIENDA, Y VIVIENDA INMEDIATA PARA LAS VÍCTIMAS DE EXPLOTA-

CIÓN SEXUAL Y VIOLENCIA FAMILIAR.

DESMANTELAMIENTO

DE LAS REDES DE

TRATA Y EXPLOTACIÓN SEXUAL.

PRISIÓN

EFECTIVA A LOS PROXENETAS Y A TODO EL QUE LUCRE CON LA EXPLOTACIÓN SEXUAL.

DESTITUCIÓN

Y CÁRCEL A LOS FUNCIONA-

RIOS CÓMPLICES POR ACCIÓN U OMISIÓN.

TRABAJO

DIGNO Y ASISTENCIA INTEGRAL

PARA LAS MUJERES RESCATADAS DE LAS REDES Y PARA LAS VÍCTIMAS DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.

DEROGACIÓN DE LOS CÓDIGOS DE

FALTAS QUE PERSIGUEN A LAS MUJERES.

CÁRCEL

A GOLPEADORES, ABUSADORES Y

FEMICIDAS

REFUGIOS

E INSTITUCIONES CONVIVENCIA-

LES DE ALOJAMIENTO PARA LAS MUJERES Y

dinero, puede ser de manera “autónoma y autogestiva” es negar por completo las determinaciones patriarcales que se agudizan en las mujeres de los sectores más pobres, que encuentran en la explotación sexual una única fuente de ingresos. Del Caño habla del ejercicio de la prostitución “en pleno derecho de su autonomía y sin estar sujetas a la explotación de terceros”. ¿Supondrá Del Caño que una mujer puede libremente negociar “un precio” con un prostituyente, negociar el uso del preservativo, evitar prácticas sexuales que no desee, o incluso el consumo de drogas, libremente sin coerciones ni violencia? Las situaciones de violencia a la que son sometidas las mujeres en situación de explotación sexual por parte de los proxenetas, policías y prostituyentes abundan en los relatos de las compañeras que han sido víctimas de la explotación sexual. Parece que para Del Caño, la autodeterminación de las mujeres es casi una cuestión de voluntad. ¿No sabe que los proxenetas y tratantes no van a dejar su negocio por la sanción de una ley? Un claro ejemplo de esto es la imputación de Claudia Brizuela, quien fuera secretaria general de AMMAR, por regentear mujeres y niñas en un prostíbulo de la provincia de Buenos Aires, utilizando las afiliaciones de la organización como una pantalla de legalidad. Atrás de una cooperativa, actuaba el proxenetismo. Pero además, para que una mujer o un grupo de mujeres puedan conformar una cooperativa, requieren de medios económicos para hacerlo, justamente los medios que le faltan y que la arrojan a las redes de explotación sexual. En Holanda donde están legalizadas las “trabajadoras sexuales” – tal como postula Del Caño – las vitrinas legalizadas para estas prácticas deben ser alquiladas. Los dueños son unos pocos que se las alquilan por turnos (de entre 8 y 12 horas) a mujeres: o sea, proxene-

tas. En la mencionada encuesta Del Caño declaró: “Nos pronunciamos a favor de la auto organización de todas las personas que se encuentran en situación de prostitución para defender sus derechos con plena autonomía, sin estar sujetas a la explotación de terceros ni a la tutela del Estado”. Pero ¿cómo las mujeres van a defender su autonomía de la tutela del Estado si no es peleando contra esas redes de explotación, cuando es el propio Estado el que garantiza su funcionamiento? Sonia Sánchez ya ha explicado muy bien el rol del Estado Proxeneta, dando cuenta no sólo de las relaciones opresivas de nuestra sociedad, sino de las implicancias de los funcionarios, jueces, legisladores, fuerzas de seguridad, etc., en el sostenimiento de estas redes. Pero además Del Caño sostiene una idea muy difundida, que es la base para justificar la existencia de la explotación sexual; disociar la trata de la prostitución “Consideramos que no es lo mismo la trata de personas para la explotación sexual que la situación de las personas en ejercicio de la prostitución, siendo un elemento distintivo del primero de los casos el secuestro, el sometimiento y la esclavitud de las personas que cercena todas sus libertades, sin poder de decisión alguno.” El negocio rentable para proxenetas es la red de explotación sexual, el dinero sale de esas redes (y todos los negocios que se desprenden de ahí). La trata (es decir el secuestro y traslado de personas) sólo existe para proveer de mujeres a las redes de prostitución. A Marita Verón, como a tantas otras mujeres, la secuestraron para explotarla, no para tenerla encerrada. Por eso no se puede separar una pelea de la otra. Por último, pero no menos escandaloso, Del Caño declara que la prostitución no puede eliminarse ¡“con buena voluntad y decretos”! Bueno, resulta que las luchadoras revolucio-

narias más que buena voluntad, proponemos el camino de la lucha en las calles por la abolición de las redes de explotación sexual y de trata, que es la pelea contra ese conjunto de relaciones de opresión y explotación, es la pelea contra el Estado patriarcal y capitalista. Y en ese camino, las feministas socialistas luchamos por arrancarle al Estado burgués todo lo que podamos para mejorar las condiciones de vida de las mujeres. Lo peleamos todo el año y también levantamos estos reclamos durante la campaña electoral (sin maquillar nuestro programa demagógicamente): TRABAJO GENUINO PARA TODAS LAS MUJERES E INTEGRACIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO A LA PRODUCCIÓN SOCIAL CON GUARDERÍAS, LAVADEROS Y COMEDORES PÚBLICOS DE CALIDAD EN LOS BARRIOS POPULARES.

PLAN EMANCIPAR:

PRIORIDAD A LAS MUJE-

SUS HIJOS E HIJAS.

PROGRAMAS

DE ATENCIÓN A LAS MUJERES

CON FORMACIÓN EN LA PROBLEMÁTICA Y PERSPECTIVA DE GÉNERO.

EDUCACIÓN SEXUAL PÚBLICA, LAICA Y CIENTÍFICA, QUE SE ORIENTE A DESTERRAR LA NOCIÓN DE SUMISIÓN Y MENOSPRECIO HACIA LAS MUJERES Y TRANS.

ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO EN EL PROGRAMAS REALES DE ANTICONCEPCIÓN. SEPARACIÓN DE LA IGLESIA DEL ESTADO. FIN DE LOS SUBSIDIOS A LA EDUCACIÓN RELIGIOSA Y DEROGACIÓN DE LA LEY DE LA DICTADU-

HOSPITAL PÚBLICO.

RA QUE ESTABLECE SALARIOS Y JUBILACIONES DEL ESTADO PARA LOS curas.

Unidad del movimiento de mujeres con el movimiento obrero y popular para destruir el capitalismo patriarcal y construir una sociedad sin explotación ni opresión.

MARINA HIDALGO ROBLES


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L EÓN T ROTSKY

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l próximo 20 de agosto se cumplirán 75 años del cobarde asesinato, en México, de León Trotsky a manos de un esbirro de Stalin. Trotsky es una de las máximas figuras del movimiento obrero y del marxismo revolucionario de todos los tiempos; fue el dirigente de la toma del Palacio de Invierno en 1917 que consumo la gesta más grandiosa de la historia de la humanidad; fue el creador del Ejército Rojo y estratega durante la guerra civil derrotando a las 14 principales fuerzas imperialistas y a la burguesía zarista; luego, durante la década del 30 del siglo pasado, brilló como la mente más lúcida a la hora de analizar los acontecimientos que marcaron al siglo xx como la Guerra Civil Española y el ascenso del nazismo en Alemania y el fascismo en toda Europa; y si esto fuera poco, tuvo el mérito histórico de haber sido el responsable

de defender las banderas del marxismo y el socialismo internacional cuando casi todo el mundo se postraba frente al poder de la burocracia estalinista. En las siguientes páginas pretendemos hacerle un homenaje a este enorme revolucionario de la forma que lo debemos hacer los marxistas: tomando sus enseñanzas y proyectándolas sobre el presente y el futuro, A continuación presentamos un fragmento de un trabajo de Roberto Sáenz sobre el rol de la represión estalinista en la Unión Soviética, y sobre las transformaciones que generaron sobre el carácter del Estado que había surgido de la Revolución de Octubre. Completamos este recordatorio con un texto del propio Trotsky en el cual analiza las causas profundas que le permitieron a Stalin hacerse del poder e iniciar un proceso contrarrevolucionario en Rusia.

A

75 A ÑOS

DE SU

A SESINATO

El Estado Obrero y la contrarevolucción burocrática “¡Han tomado Teruel! ¿Y a su mujer también?”

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ierre Broué decía que éste era un chiste que circulaba ampliamente en la URSS durante los años de las grandes purgas (1937 y 1938). Teruel era una localidad española que había caído en manos de los franquistas, y el chiste refería a la magnitud de la represión de esos años que alcanzó unos 8 millones de detenidos, así como 700.000 fusilados. El stalinismo borró del mapa casi más gente que el franquismo en la guerra civil. Sobre las purgas del stalinismo se han escrito ríos de tinta. ¿Qué de nuevo podría decirse acerca de ellas? En este caso, queremos sólo subrayar algunos puntos que sirven a los objetivos de este trabajo. Buscamos delimitarnos de dos visiones: la primera, aquella que estúpida e interesadamente pretende vender una línea argumental de continuidad entre el bolchevismo y el stalinismo. La segunda, tradicional en el trotskismo, que ve en las purgas un evento de consecuencias eminentemente políticas. Por el contrario, a nuestro modo de ver las purgas no solamente contribuyeron a enterrar políticamente la Revolución Rusa, sino que terminaron desalojando del poder a la clase obrera. Se trató de un acontecimiento de consecuencias cualitativamente mayores a lo que se ha evaluado habitualmente en las filas del marxismo revolucionario. ¿Cuál fue su resultado específico? Simple: la desaparición definitiva del partido bolchevique y la creación del partido stalinista. A Stalin no le alcanzó con burocratizar el partido bolchevique; ni siquiera quedó satisfecho con la primera generación stalinista que festejó su triunfo sobre las demás tendencias –en primerísimo lugar, la Oposición de Izquierda– en el “Congreso de los triunfadores” de 1934. Con las purgas de 1937 y 1938 arrasó también con esta primera gene-

ración stalinista que todavía tenía algunas de las marcas de la época revolucionaria, dando lugar al surgimiento de un partido enteramente nuevo conducido por una novel generación dirigente, muchos de cuyos principales miembros no llegaban a los 40 años. Werth habla del grupo stalinista constituido en la lucha “contra todas las oposiciones” incluyendo en él a Kaganovitch, Vorochilov, Molotov, Mikoian, Adreiev, pero también los más jóvenes Jdanov, Malenkov, Iejov y Beria (El terror y su desarrollo. Stalin y su sistema: 190). “La renovación de cuadros fue espectacular: a comienzos de 1939, 293 de 333 secretarios regionales del partido y 26.000 de 33.000 altos funcionarios de la nomenklatura del Comité Central estaban en sus puestos desde hacía menos de un año. A comienzos de 1937, el 88% de los secretarios regionales habían adherido al partido antes de 1923; dos años más tarde, ese porcentaje se derrumbó al 18%, la inmensa mayoría (65%) de los nuevos promovidos a estos puestos claves habían adherido después del ‘Gran Giro’ stalinista de 1929” ( Werth: 192). Aquí debemos explicar por qué nuestro enfoque le da dimensiones sociopolíticas a un acontecimiento, a priori, puramente político, como se lo interpretó tradicionalmente. Con la revolución, el poder quedó en manos del partido que dominaba ampliamente los soviets, y cuya dominación se fue ampliando aun más en los años subsiguientes: el Partido Bolchevique. El poder en manos del partido significaba que también correspondía a él (por intermedio de las instituciones que fueren) el manejo de los medios de producción estatizados y del sobreproducto social. En los primeros años, es una realidad que a través del partido y los Soviets gobernaba realmente lo mejor de la clase obrera rusa. Pero con el vaciamiento de los soviets que se configuró a comienzos de los años 20, y

luego del cambio de naturaleza del partido bolchevique devenido en partido stalinista (proceso que terminó cristalizando en las grandes purgas), se acaba desalojando a la clase obrera del poder por la vía de la destrucción final de su partido, garantía última de su poder. ¿Qué pasa en un Estado obrero en el que la propiedad está centralizada en manos del estado cuando la clase obrera queda desalojada del poder? ¿Hay posibilidad en una sociedad de transición que la clase obrera sea desalojada políticamente del poder pero conserve su dominación en el terreno económico-social? A nuestro modo de ver, la respuesta a ambas preguntas se resume a una sola: cuando el sobreproducto social (el esfuerzo de trabajo global de la sociedad que adquiere la forma de plusvalía estatizada), pasa a ser administrado por una capa social ajena a la clase obrera, que es la que detenta de manera efectiva los medios de producción expropiados a la burguesía, el estado ya no es “obrero”. He ahí la verdadera clave de la definición de estado obrero: quién, qué clase y fracciones de clase detentan realmente el control del sobreproducto social. Si esa capa social se eleva cada vez más por encima de la clase obrera, pondrá el excedente al servicio de resolver –por más inorgánica que sea la forma– su propia “cuestión social” como capa privilegiada. Tampoco se trata ya de las meras formas jurídicas de propiedad: se trata que del conjunto del trabajo humano rendido en las condiciones en las cuales la producción de la riqueza sigue dependiendo del esfuerzo humano de trabajo (de una u otra forma sigue imperando, aun con restricciones, la ley del valor), la parte del león se la llevan los mecanismos de acumulación burocráticos. El desalojo político de la clase obrera del poder significa, dialécticamente, su desalojo social: la pérdida del carácter obrero del estado ocurre aunque la propiedad siga siendo esta-

tizada. No hay forma de separar una cosa de la otra, como se hizo tradicionalmente en el trotskismo. La propiedad estatizada no quedó en manos de la clase obrera sino en las de la burocracia: una capa social ajena y enemiga, y no “mandadera” o “representativa” de la clase obrera. Y ya hemos escrito en otros lugares que la burocracia soviética era algo más que una mera burocracia: era la única capa social privilegiada y dominante de la sociedad soviética en el sentido pleno de la palabra (Trotsky).1 Este análisis nos devuelve al debate acerca del verdadero carácter de las purgas y sus rasgos extraordinariamente violentos, circunstancia que algo debía decir sobre la naturaleza de los procesos subyacentes. Si las purgas sirvieron para completar definitivamente el desalojo de la clase obrera del poder y, por lo tanto, separarlas absolutamente del manejo de la economía (de la planificación y de la administración del sobreproducto social), sus consecuencias fueron un jalón cualitativo en la pérdida del carácter obrero del Estado, mal que le pese a los enfoques doctrinarios de la cuestión: “Uno de los objetivos (y, consecuentemente, uno de los resultados) del ‘período de Yezhov’, fue la destrucción de la memoria social e histórica de la población, que es pasada de generación en generación. Una suerte de tierra arrasada fue formada alrededor de los asesinados líderes del bolchevismo en la medida que sus esposas, hijos y camaradas cercanos fueron eliminados luego de ellos. El miedo evocado por el terror stalinista dejó su marca en la conciencia y el comportamiento de varias generaciones de la población soviética; para muchos significó erradicar la disposición, deseo y habilidad de involucrarse en un pensamiento ideológico honesto. Al mismo tiem1 Desde otra escuela teórica, Nicolas Werth cita a Weber cuando señala agudamente que la burocracia, una vez implantada, aparece como una suerte de “formación social” difícil de expurgar.

po, los ejecutores e informantes del tiempo de Stalin continuaron adelante; ellos se aseguraron su buen vivir y la prosperidad de sus hijos mediante la activa participación en las expulsiones, torturas y todo lo demás” (Rogovin). Desagradable “Estado obrero” aquel en el que sólo sobreviven los delatores… Lo importante aquí es dar cuenta del significado de la atomización en que quedó sumida, de allí en más, la clase obrera. Es muy difícil concebir como “dominante” una clase social totalmente fragmentada, sin instancias independientes ni medios de organización que le fueran propios (políticos o sindicales), en medio de una “guerra de todos contra todos” vinculada a la supervivencia y el robo de la propiedad del Estado, como fue ocurriendo en las décadas posteriores a la salida de la segunda guerra. Coincidimos a este respecto con lo que planteara Claudio Katz, y que parafraseamos en otros trabajos: si las conquistas de Octubre vivieron en la conciencia de la población hasta la entreguerra, perdieron definitivamente este lugar en la posguerra. La inmensa mayoría de los ciudadanos soviéticos percibían al régimen como ajeno y como un instrumento de la burocracia, y por eso no lo defendieron cuando colapsó. La noción de Estado obrero burocratizado omitía esta dimensión subjetiva y se limitaba a trazar un retrato sociológico de las clases y estratos prevalecientes en la URSS. Tal fue el efecto real de las purgas, y de ahí sus rasgos salientes: la extrema atomización de la clase obrera bajo la burocracia stalinista. Esta atomización, más allá de manifestaciones esporádicas y heroicas de resistencia aquí o allá, configuró un hecho de alcances históricos del cual nunca se recuperó. ¡Y no se trató de la atomización de cualquier clase obrera, sino de la primera en la historia en tomar el poder! El trotskista norteamericano David North, que trabajó a comienzos de los años 90 con el historiador trotskista Vadim Rogovin, daba cuenta de las


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angustias y vicisitudes de éste sobre este problema: “Para mantener su propio equilibrio emocional, Vadim intentaba, en cuanto era posible, mantenerse a cierta distancia de los acontecimientos políticos diarios. Según dijo Avner Siz [amigo de Rogovin] (…) ‘cuando vemos las noticias en televisión sólo vemos dos clases de gente, idiotas y gángsters’. Vadim intentó concentrarse lo más posible en su trabajo histórico. Pero el nivel de degradación intelectual, social y moral de la ex URSS lo afectó profundamente. Aunque él comprendía la naturaleza contrarrevolucionaria del stalinismo, encontró difícil aceptar, emocional e intelectualmente, que no hubieran salido del Partido Comunista, una organización de 40 millones de miembros, al menos unas docenas, ya que no unos miles, de verdaderos marxistas” (North, “En memoria de Vadim Rogovin”). Y sin embargo, la ex URSS le ganó la guerra al nazismo. Y lo hizo a pesar de que en los años finales de la década del 30 campeaba una enorme desmoralización y atomización social, y que con las purgas militares y otros desastres, Stalin estaba haciendo lo opuesto a lo necesario para preparar al país para la guerra que se avecinaba. En los próximos capítulos avanzaremos en la explicación de cómo a pesar de estos desastres ocurrió la paradoja histórica de este triunfo de magnitud sin igual. MATAR O MORIR. GRAN TERROR, TERROR ROJO Y PURGAS STALINISTAS “Ustedes están ahora observando el Termidor en su forma pura. La Revolución Francesa nos enseñó una buena lección, pero fuimos incapaces de ponerla en práctica. No supimos cómo proteger nuestra revolución del Termidor. Ése es nuestro gran error, y la historia nos condenará por eso” (Kamenev declarando en las purgas ante Mironov, jefe del departamento económico de la policía secreta soviética, NKVD, citado por Vadim Rogovin en “Las preparaciones para el primer juicio”) Ante de continuar, cabe aquí una reflexión respecto de los “terrores” comparados en las revoluciones francesa y rusa, y el lugar de las purgas stalinistas respecto de ellos. Esto tiene su importancia porque, como cobertura de su acción, el stalinismo intentó justificar (o mimetizar) su terror contrarrevolucionario detrás del terror revolucionario de los primeros años del poder bolchevique. Y análogamente, los críticos liberales de ayer y hoy igualan todas las formas de terror para condenarlas en bloque. Nicolas Werth señala que el operativo de las purgas, no sólo las más concentradas en los altos dignatarios sino sobre todo las extendidas masivamente por abajo entre los cuadros medios, se llevó a cabo mediante el expediente populista de la “crítica a los dirigentes” y las “campañas de vigilancia”. En este operativo burocrático se llamaba a la base del partido (compuesta para ese entonces de un conjunto de elementos despolitizados, sin tradición anterior, provenientes del campo y carreristas de un partido de Estado), a denunciar

e identificar a los dirigentes “ineficientes” o incluso “contrarrevolucionarios”. El llamado fungía de toque a rebato para cargar a estos cuadros medios la responsabilidad por todas las inercias y los problemas de la gestión del Estado (la suma de irracionalidades de la planificación burocrática), además de servir como trampolín para una carrera hacia cargos mayores para una nueva generación. Estas purgas, extendidas masivamente y dominadas por un sistema de “cuotificación” similar al de la planificación burocrática, golpearon no sólo a los elementos con pasado revolucionario (aunque fueran su centro evidente, y, por lo tanto, el eje del “show” de los tres juicios de Moscú entre 1936 y 1938), sino que también tenía elementos de “autodepuración” de la burocracia stalinista misma, cuyo símil años después fue una práctica común, aunque con menos intensidad, por parte del maoísmo. Esta cobertura populista, desde ya, nada tenía que ver con los tribunales populares como expresión independiente del poder de los explotados y oprimidos en las duras condiciones de la lucha frente a la contrarrevolución, sino que constituían un montaje de la burocracia al servicio de la consolidación de su propio poder. Un elemento característico de los juicios stalinistas era el método de la “confesión”: la autoinculpación como elemento legitimador del proceso. Claro que lo que se confesaba era la mayoría de las veces tan monstruoso que, para cualquiera con buen sentido, su verosimilitud era cuestionada. Aun así, el mecanismo funcionó con aquellos dispuestos a rebajarse moralmente con semejantes “confesiones”, incluso acusando de absurdos delitos contrarrevolucionarios a los hasta ayer estrechos camaradas de armas de Lenin. El nivel de abyección llega a ribetes increíbles en la carta de Bujarin a Stalin antes de ser condenado a muerte, toda una pieza de justificación en aras de una filosofía objetivista de la historia.2 En cambio, se llenaron de honor los que nunca fueron llevados a juicio público. Fue el caso del economista bolchevique Preobrajensky, de Muralov y de tantos otros: fueron fusilados en la oscuridad y el anonimato de la noche de los tiempos, precisamente porque se negaron a confesar crímenes que no habían cometido ni a acusar a otros. Veremos ahora que las purgas del stalinismo de los años 30 que terminan desalojando del poder a la clase obrera nada tienen que ver con el Gran Terror del apogeo del jacobinismo en la Revolución Francesa, y menos aún con el Terror Rojo de los bolcheviques de 2 El argumento de fondo de Bujarin era que para Stalin y el partido stalinizado todo estaba justificado porque sobre sus hombros descansaba “el desarrollo de la historia”. Entre las razones de la capitulación de estos ex dirigentes bolcheviques estaba la presión por el futuro de sus familiares como mecanismo adicional de manipulación. Bujarin logró, por ejemplo, que su joven esposa no fuera asesinada; prácticamente nadie más tuvo tanto “éxito” como él, ni llegó a semejantes niveles de abyección (salvo Radek). El caso de Bujarin es de una gran complejidad que ha llevado a varios estudios al respecto.

los primeros años posteriores a la revolución rusa. En el primer caso se combinaron dos elementos. Uno, inevitables medidas de excepción en el período 17931794, momento en que más en riesgo estuvo la revolución frente a los enemigos externos e internos. Dos, un exceso “plebeyo” y burocrático de la fracción de Robespierre que, para mantenerse en el poder, no solamente pegó sobre el ala derecha, sino también sobre la izquierda de los hebertistas y los enragés, lo que no estuvo al servicio de la revolución sino del socavamiento de sus impulsos más progresistas. Ni hablar del terror que se sucedió desde mediados de 1794 en manos de los termidorianos y la Convención, que, en general, se concentró sobre el flanco izquierdo, por ejemplo ajusticiando a Graco Babeuf y otros integrantes de la Conspiración de los Iguales (1796). Agreguemos que ésta última constituyó un intento heroico pero sin perspectivas, minoritario, sobre una base social heterogénea que ya había dado todo lo que podía dar: los sansculottes, pequeños tenderos, artesanos y comerciantes de París, cuando todavía la clase obrera no se había conformado históricamente. Sin embargo, tuvo impacto como tradición en los movimientos de izquierda de la primera mitad del siglo XIX de la mano de Buonarroti (compañero de lucha de Babeuf ) y Blanqui, sentando las bases para una tradición conspirativa que luego Marx criticaría por minoritaria, aunque rescatando su aspecto revolucionario (lo mismo haría Lenin con los narodnikis rusos). Ya el caso del Terror Rojo bajo Lenin y Trotsky fue muy distinto. Más allá de algunas formulaciones equivocadas del segundo en Comunismo y Terrorismo, y de algunos inevitables derrapes en su desarrollo, Serge es muy claro en El año cero de la revolución cuando muestra cómo el Terror Rojo fue una respuesta obligada a los ajusticiamientos en masa comenzados por el Terror Blanco contrarrevolucionario. Traverso confirma lo mismo: “La figura más siniestra de la contrarrevolución es sin duda la de Krasnov, el general que organiza la revuelta de los cosacos del Don después de haber sido liberado, muy ingenuamente, por los

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bolcheviques. Su recorrido llega hasta la Segunda Guerra Mundial, donde encabeza una unidad cosaca incorporada a la Wehrmacht. Será ejecutado por los soviéticos en 1947. (…) Los bolcheviques responden con el terror, decretado el 6 de septiembre de 1918 después de los atentados en los que el jefe de la policía política de Petrogrado, Moisés Uritski, es asesinado, y Lenin resulta herido” (A sangre y fuego: 57). Traverso también cita reflexiones de Serge: “En su diario, escrito en Petrogrado durante la primavera de 1919 y luego publicado bajo el título de La ville en danger, describe la guerra civil como conflicto irreductible entre dos partes de una sociedad dividida, un conflicto que sólo conoce la violencia y donde es nula la posibilidad de acuerdo: ‘No puede entenderse la guerra civil si uno no se representa a estas dos fuerzas, confundidas, viviendo la misma vida, rozándose en las arterias de las grandes ciudades con el sentimiento neto, constante, de que una de las dos debe matar a la otra’ (… ) ‘La ley es matar o morir’” (ídem: 767). La reflexión de Trotsky a modo de crítica a un Serge desilusionado por la burocratización de la revolución en los años 30 es que no hay manera de pelear una revolución, y menos que menos una guerra civil, sin apelar a métodos de terror respecto del enemigo contrarrevolucionario. Cuando todos los vínculos de solidaridad que anteriormente ligaban a ambas clases sociales (explotada y explotadora) se cortan en medio del brutal enfrentamiento y carnicería de la guerra civil, el bando que muestre debilidad o ingenuidad –que, como había demostrado la Comuna, era siempre el de la clase obrera– sería liquidado. De ahí que el terror revolucionario fuera una necesidad y no una virtud que haya que idealizar o poner como “modelo”; algo impuesto por las condiciones objetivas de la lucha, por las leyes que rigen inevitablemente toda guerra civil, y que son las más sangrientas que se puedan imaginar. Clausewitz repetía en De la guerra que la ingenuidad era la peor de las cualidades en las guerras. Ya las purgas del stalinismo fueron otra cosa. Los fines no justificaron los medios, porque el fin de éstas fue con-

trarrevolucionario: desalojar del poder de la clase obrera. En suma, el terror revolucionario es una necesidad impuesta por la lucha, un medio que responde al fin de la emancipación humana (y que, por eso mismo, es generalmente mucho menos brutal, a pesar de todo). Otra cosa es el terror contrarrevolucionario como el de los blancos o el stalinismo: es un feroz instrumento antiobrero y antipopular de la contrarrevolución. El terror contrarrevolucionario da lugar, además, a un tipo de moral totalmente ajena a la moral crítica, consciente y humanista que caracteriza al militante revolucionario. La moral de la contrarrevolución stalinista fue una palmaria muestra de alienación a una disciplina de hierro burocrática que se hacía ciega e instrumental. Un buen retrato de esto es la novela El señor que amaba los perros (del socialdemócrata cubano autor Leonardo Padura), que retrata el tipo de “moral burocrática”, antihumanista e instrumental inspirada por el stalinismo: “Soy el mismo y soy diferente en cada momento. Soy todos y soy ninguno, porque soy uno más, pequeñísimo, en la lucha por un sueño. Una persona y un nombre no son nada… Mira, hay algo muy importante que me enseñaron nada más entrar en la Cheka: el hombre es relegable, sustituible. El individuo no es una unidad irrepetible, sino un concepto que se suma y forma la masa, que sí es real. Pero el hombre en cuanto individuo no es sagrado y, por tanto, es prescindible” (Padura: 374). La mezcla non sancta de ambos terrores por la historiografía reaccionaria y antisocialista de moda (incluido Werth) sólo tiene por fin desacreditar la lucha revolucionaria contemporánea, del mismo modo que la crítica al terror del jacobinismo en el siglo XIX servía a los fines del pensamiento conservador que añoraba el Ancien Régime. Es parte de un vasto operativo de deificación histórica de la democracia burguesa, una estigmatización que comparten todas las fracciones explotadoras y conservadoras para ensuciar la idea misma de la revolución social en este nuevo siglo.

ROBERTO SÁENZ


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¿Cómo venció Stalin a la Oposición? 12 de noviembre de 1935

Las preguntas que plantea la carta del camarada Zeller son de gran interés, no sólo histórico, sino también actual. No es raro encontrarlas en la literatura política o en la conversación privada bajo distintas formas. En la mayoría de los casos se plantean en forma de preguntas personales: “¿Cómo y por qué perdió usted el poder?” “¿Cómo se apoderó Stalin del aparato?” “¿Dónde radica la fuerza de Stalin?” Siempre y en todas partes se plantea el problema de las leyes que rigen a la revolución y la contrarrevolución en forma puramente individual, como si se tratara de una partida de ajedrez o de un certamen deportivo, en lugar de profundos conflictos y cambios sociales. En este contexto aparecen muchos seudomarxistas que en nada se diferencian de los demócratas vulgares, quienes ante las grandes movilizaciones populares aplican el criterio de las camarillas parlamentarias. Quien posea un conocimiento mínimo de la historia sabe que toda revolución da lugar a una posterior contrarrevolución que, desde luego, nunca logra retrotraer a la nación hasta el punto de partida en el terreno económico, pero que siempre le arrebata al pueblo una buena parte, a veces una gran tajada, de sus conquistas políticas. Y por regla general, la primera víctima de la oleada reaccionaria es el estrato de revolucionarios que encabezó a las masas en el primer período, el período de ofensiva, el período “heroico” de la revolución. Esta observación histórica general debe permitimos comprender que el proceso no se rige por la habilidad, astucia o inteligencia de dos o tres individuos, sino por causas muchísimo más profundas. A diferencia de los fatalistas superficiales (tipo León Blum, Paul Fauré, etcétera) los marxistas no niegan el papel del individuo, de su audacia, de su iniciativa, en la lucha social. Pero a diferencia de los idealistas, los marxistas saben que es el ser lo que en última instancia determina la conciencia. La dirección cumple un papel colosal en la revolución. El proletariado que carece de una buena dirección no puede vencer. Pero incluso la mejor dirección no puede fomentar una revolución si no existen condiciones objetivas. Uno de los grandes méritos de la dirección proletaria debe ser la capacidad de detectar el momento en que corresponde atacar y aquél en que resulta necesario retroceder. La gran fortaleza de Lenin residía en esa capacidad.[2] Naturalmente, el éxito o el fracaso de la Oposición de Izquierda en su lucha contra la burocracia dependía, en cierta medida, de las cualidades de los dirigentes de los bandos en pugna. Pero antes de hablar de dichas cualidades debemos comprender claramente el carácter de ambos bandos, porque el mejor dirigente de uno sería absolutamente inapto para el otro, y viceversa. La muy

conocida (y muy ingenua) pregunta, “¿por qué Trotsky no utilizó el aparato militar contra Stalin en ese momento?”, es la mejor demostración de que quien la formula no puede o no quiere meditar acerca de los factores históricos generales que permitieron el triunfo de la burocracia soviética sobre la vanguardia revolucionaria del proletariado. Más de una vez he señalado esos factores en varios libros, entre ellos en mi autobiografía. Me propongo resumir las conclusiones fundamentales en unas cuantas líneas. La Revolución de Octubre no triunfó gracias a la burocracia actual, sino gracias a las masas obreras y campesinas dirigidas por los bolcheviques. La burocracia empezó a crecer después de la victoria final; sus filas se engrosaron no sólo con obreros revolucionarios, sino también con representantes de otras clases (ex funcionarios zaristas, oficiales, intelectuales burgueses, etcétera). La abrumadora mayoría de los integrantes de la actual burocracia militaba en el campo burgués en la época de la revolución de Octubre (para muestra, bastan los embajadores soviéticos Potemkin, Maiski, Troianovski, Surits, Jinchuk, etcétera).[3] En la gran mayoría de los casos, los burócratas que en las jornadas de octubre estuvieron con los bolcheviques no desempeñaron papeles siquiera de mínima importancia en la preparación y dirección de la revolución, ni en los primeros años siguientes. El representante principal de este sector es el propio Stalin. En cuanto a los burócratas jóvenes, son escogidos y educados por los viejos, generalmente entre sus hijos. Y el “jefe” de la nueva casta que surgió después de la revolución es Stalin. La historia del movimiento sindical de todos los países no registra solamente huelgas y movilizaciones de masas en general, sino también la formación de la burocracia sindical. Todos conocen el inmenso poder conservador que esta burocracia ha podido adquirir y el instinto infalible con que elige a sus dirigentes “geniales”, a los cuales educa de acuerdo con sus necesidades: Gompers, Green, Legien, Leipart, Citrine, etcétera.[4] [5] Jouhaux se ha podido mantener en su posición frente a los ataques de la izquierda no porque sea un gran estratega -aunque indudablemente es superior a sus colegas burocráticos (no es casual que ocupe el primer lugar entre todos)-, sino porque su aparato no ceja un solo día, una sola hora, en su lucha obstinada por la existencia, en buscar colectivamente los mejores métodos para proseguir esa lucha, en pensar por Jouhaux, en inspirarle las decisiones pertinentes. Pero esto no significa en absoluto que Jouhaux sea invencible. Ante un cambio brusco de la situación -hacia la revolución o el fascismo- el aparato sindical perderá la confianza en sí mismo, sus hábiles maniobras resultaran impotentes y el propio Jouhaux dejará de producir una impresión favorable, para aparecer como un infeliz. Basta recordar que los pode-

rosos y arrogantes jefes sindicales alemanes se convirtieron en despreciables nulidades en 1918, cuando la revolución estalló a pesar suyo, y en 1932, ante el avance de Hitler. Estos ejemplos muestran dónde radican la fuerza y la debilidad de la burocracia. Surge del movimiento de masas en el primer período, el heroico. Pero, tras elevarse por encima de las masas y resolver su “problema social” (supervivencia garantizada, influencia, respeto, etcétera), la burocracia tiende paulatinamente más a inmovilizar a las masas. ¿Para qué correr riesgos? Ella tiene algo que perder. El gran aumento de la influencia y bienestar de la burocracia reformista se produce en la época del progreso del capitalismo y de la pasividad relativa de las masas trabajadoras. Pero cuando algo conmueve esa pasividad, sea por la derecha o por la izquierda, la magnificencia de la burocracia llega a su fin. Su inteligencia y habilidad se vuelven estupidez e impotencia. El carácter de la “dirección” corresponde al carácter de la clase (o casta) que dirige y a la situación objetiva por la que atraviesa esta clase (o casta). La burocracia soviética es inconmensurablemente más poderosa que todas las burocracias reformistas de los países capitalistas juntas, dado que tiene en sus manos el poder de estado con sus ventajas y privilegios. Es cierto que la burocracia soviética ha crecido sobre el terreno creado por la revolución proletaria victoriosa. Pero no podemos caer en la suprema ingenuidad de idealizarla por ese motivo. ¡En un país pobre -y en la actualidad la URSS sigue siendo un país muy pobre, donde un cuarto propio, alimentos y ropa en cantidad suficiente son privilegios de una pequeña minoría de la población- millones de burócratas, grandes y pequeños, hacen todos los esfuerzos para asegurar su propio bienestar antes que nada! De ahí el gran egoísmo y conservadurismo de la burocracia, su temor ante el descontento de las masas, su odio a la crítica, la rabia con que ahoga el pensamiento

independiente y, por último, su adoración hipócrita y mística al “líder” que encarna y defiende su dominación ilimitada y sus privilegios. Todo eso en su conjunto conforma el contenido de la lucha contra el “trotskismo”. Es una verdad absolutamente innegable y de gran importancia que la burocracia soviética se fortaleció a medida que la clase obrera sufría golpe tras golpe. Las derrotas de los movimientos revolucionarios europeos y asiáticos socavaron gradualmente la confianza de los obreros soviéticos en sus aliados internacionales. Dentro del país seguía reinando una gran miseria. Los representantes más audaces y abnegados de la clase obrera habían muerto en la guerra civil, o, perdido su espíritu revolucionario, se habían elevado y asimilado a las filas de la burocracia. Agotada por los terribles esfuerzos de los años de revolución, carente de perspectivas, amargada por las desilusiones, la gran masa cayó en la pasividad. Esta clase de reacción sobreviene, como hemos dicho, después de todas las revoluciones. La gran ventaja histórica de la Revolución de Octubre en cuanto revolución proletaria, reside en que el agotamiento y la desilusión no han beneficiado al enemigo de clase, la burguesía y la aristocracia, sino a los estratos superiores de la propia clase obrera y a los grupos intermediarios que penetraron en la burocracia soviética junto con ellos. La fuerza de los auténticos proletarios revolucionarios de la URSS no provenía del aparato, sino de la actividad de las masas revolucionarias. El Ejército Rojo no fue creado por los “hombres del aparato” (que en los años críticos era muy débil), sino por heroicos cuadros obreros que, bajo la dirección bolchevique, agruparon en torno suyo a los campesinos jóvenes y los condujeron al combate. El reflujo del movimiento revolucionario, el cansancio, las derrotas en Europa y en Asia, la desilusión de las masas obreras fueron los factores que debilitaron inexorable y di-

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A SESINATO

rectamente las posiciones de los revolucionarios internacionalistas y, que por otra parte, fortalecieron la posición de la burocracia conservadora y nacional. Se abre un nuevo capítulo de la revolución. Los dirigentes del período anterior pasan a la oposición, mientras los políticos conservadores del aparato, que habían desempeñado un papel secundario en la revolución, surgen con la burocracia triunfante y pasan al frente. El aparato militar es parte del aparato burocrático y no se distingue cualitativamente de éste. Baste mencionar que en los años de la guerra civil el Ejército Rojo asimiló a decenas de miles de ex oficiales zaristas. El 13 de marzo de 1919, en una concentración en Petrogrado, Lenin dijo: “Cuando Trotsky me dijo hace poco que en el terreno militar tenemos decenas de miles de oficiales, tuve la visión concreta de dónde está el secreto de utilizar al enemigo: cómo obligar a quienes eran nuestros enemigos a construir el comunismo; ¡construir el comunismo con los ladrillos reunidos por los capitalistas! ¡Y no tenemos otros ladrillos!” Los cuadros de oficiales y funcionarios realizaron sus tareas en los primeros años bajo la presión y supervisión directas de los obreros de vanguardia. Al calor de esa lucha cruel era inconcebible que los oficiales gozaran de privilegios: el término mismo fue borrado del léxico. Pero, obtenida la victoria y efectuada la transición hacia la paz, el aparato militar intentó convertirse en el sector más influyente y privilegiado del aparato burocrático. Solo hubiera podido apoyarse en los oficiales para tomar el poder quien estuviera dispuesto a fomentar sus apetencias, es decir, a crearles privilegios, otorgarles grados y condecoraciones, en fin, quien estuviera dispuesto a hacer de un golpe lo que la burocracia soviética ha hecho gradualmente a lo largo de diez o doce años. Es indudable que hubiera sido posible dar un golpe de estado militar contra la fracción de Zinoviev, Kamenev, Stalin y compañía sin la menor dificultad, sin siquiera derramar sangre; pero


Año XIV - Nº 344 - 13/08/15

eso sólo hubiera servido para acelerar el ritmo de la burocratización y el bonapartismo contra los cuales luchaba la Oposición de Izquierda. Por su esencia, la tarea de los bolcheviques-leninistas no era la de apoyarse en la burocracia militar contra la burocracia partidaria, sino la de apoyarse en la vanguardia proletaria y por su intermedio en las masas populares, para dominar a la burocracia en su conjunto, purgarla de elementos extraños, someterla a la vigilancia y control de los obreros y reencauzar su política por la senda del internacionalismo revolucionario. Pero a medida que la guerra civil, las hambrunas y las epidemias agotaban la fuente vital de la fuerza revolucionaria de las masas, y a medida que la burocracia acrecentaba sus filas y su insolencia a pasos agigantados, los proletarios revolucionarios se convirtieron en el bando más débil. Es cierto que la bandera de los bolcheviques-leninistas agrupa a decenas de miles de los mejores combatientes revolucionarios, incluyendo algunos militares. Los obreros de vanguardia simpatizaban con la Oposición, pero esa simpatía fue siempre pasiva; las masas ya no creían que la lucha sirviera para alterar la situación. Mientras tanto, la burocracia afirmaba: “La Oposición propugna la revolución internacional y quiere arrastrarnos a una guerra revolucionaria. Basta de conmociones y miserias. Nos hemos ganado el derecho a descansar. Basta de ‘revolución permanente’.[6] Construiremos la sociedad socialista en casa. ¡Obreros y campesinos: confiad en nosotros, vuestros dirigentes”. Esta agitación nacionalista y conservadora venía acompañada -agreguemos al pasar- de calumnias furibundas, frecuentemente reaccionarias, contra los internacionalistas. Estrechó las filas de las burocracias militar y estatal y encontró eco entre las masas cansadas y atrasadas. Así, la vanguardia bolchevique se encontró aislada y reducida a polvo. Allí radica el secreto de la victoria de la burocracia termidoriana. La grandeza de Stalin como táctico y organizador es un mito, creado adrede por la burocracia de la URSS y de la Internacional Comunista, y repetido por los intelectuales burgueses de izquierda que, a pesar de su individualismo, siempre están dispuestos a doblar la rodilla ante el éxito. Estos caballeros jamás comprendieron ni reconocieron a Lenin cuando, acosado por la escoria interna-

cional, preparaba la revolución. En cambio “reconocieron” a Stalin cuando ese reconocimiento les brindó sólo satisfacciones e incluso en algunas ocasiones ventajas directas. La iniciativa en la lucha contra la Oposición de Izquierda no es mérito propio de Stalin, sino de Zinoviev. Al principio Stalin vacilaba y aguardaba. Sería un error pensar que Stalin había trazado un plan estratégico desde el comienzo. Tanteaba el terreno. Sin duda, su educación marxista revolucionaria pesaba sobre él. En efecto: se trazó una política más sencilla, más nacional, más “segura”. Los éxitos que obtuvo tomaron de improviso a todos, empezando por él mismo. Fue el éxito de la capa dirigente advenediza, la aristocracia revolucionaria que trataba de sacudirse el control de las masas y necesitaba un árbitro fuerte y digno de confianza para regular sus asuntos internos. Stalin, personaje de segunda categoría en la revolución proletaria, apareció como dirigente indiscutido de la burocracia termidoriana, el primero en sus filas, nada más. El escritor italiano fascista o semifascista Malaparte publicó recientemente un libro titulado El golpe de estado: la técnica de la revolución, donde desarrolla la idea de que las “tácticas revolucionarias de Trotsky”, en contraposición con la estrategia de Lenin, podrían asegurar la victoria en un país dado y en condiciones determinadas. ¡Sería difícil elaborar una teoría más absurda! Sin embargo, el sabio que echa una mirada retrospectiva para acusarnos de perder el poder debido a la indecisión, en el fondo piensa como Malaparte: que existen ciertos “secretos” técnicos especiales que permiten conquistar o mantener el poder revolucionario, independientemente de la acción de los grandes factores objetivos (victoria o derrota de la revolución en Oriente y Occidente, ascenso o retroceso del movimiento de masas en un país, etcétera). El poder no es un premio que corresponda al “mejor”. El poder es una relación entre individuos, en última instancia entre clases. Como hemos dicho, la dirección gubernamental es una palanca poderosa para alcanzar el éxito. Pero de ninguna manera la dirección tiene asegurada la victoria en todas las circunstancias. En última instancia, los factores decisivos son la lucha de clases y el pro-

ceso intestino que sufren las masas combatientes. Es imposible, por cierto, responder con precisión matemática a la pregunta, ¿cómo se hubiera desarrollado la lucha si Lenin hubiera vivido? Lenin hubiera sido enemigo implacable de la burocracia voraz y conservadora y de la política de Stalin: así lo demuestran sin lugar a dudas las cartas, artículos y propuestas que presentó en la última época de su vida, sobre todo su testamento, donde recomienda que Stalin sea removido del puesto de secretario general, y su última carta, donde rompe “todas las relaciones personales y partidarias” con Stalin.[7] En el período transcurrido entre dos ataques de su enfermedad, Lenin me propuso que formáramos un bloque para combatir la burocracia y su estado mayor, el Buró de Organización del Comité Central, dirigido por Stalin. Para el Decimosegundo Congreso del Partido, Lenin preparaba -según sus propias palabras- una “bomba” contra Stalin. He relatado todo este proceso -avalado por documentos precisos e incontrovertibles- en mi autobiografía y en el artículo “Acerca del testamento suprimido de Lenin”. Las medidas preparatorias de Lenin demuestran que consideraba que la lucha inminente sería muy ardua; sin lugar a dudas, no porque temiera a Stalin personalmente como adversario (la sola mención es ridícula), sino porque veía con claridad que lo que respaldaba a Stalin era la trama de intereses comunes de la poderosa casta de los burócratas dominantes. En vida de Lenin, Stalin realizó, por intermedio de sus agentes, una campaña sigilosa basada en rumores de que Lenin era un intelectual invalido, desconectado de la situación; en fin, puso en circulación esa leyenda que hoy es la versión oficiosa de la Internacional Comunista para explicar la grave hostilidad entre Stalin y Lenin en los últimos dieciocho meses de vida de éste. De hecho, los artículos y cartas que Lenin dictó estando enfermo son, quizás, la expresión más madura de su pensamiento. La perspicacia de este “invalido” hubiera sido más que suficiente para meter en cintura a una decena de Stalins. Puede decirse con certeza que si Lenin hubiera vivido más, la presión de la omnipotencia burocrática hubiese sido -por lo menos en los primeros añosmás leve. Pero en 1926 Krupskaia dijo a un grupo de partidarios de la Oposi-

Socialismo o Barbarie 15

ción de Izquierda, “Si Lenin estuviera vivo, estaría en la cárcel.”[8] Los temores y los presentimientos alarmantes de Lenin seguían frescos en su memoria, y no abrigaba la menor ilusión respecto de la omnipotencia personal de Lenin. Comprendía, para utilizar sus propias palabras, que el mejor timonel depende de los vientos y de las corrientes favorables o contrarias. ¿Significa, entonces, que la victoria de Stalin era inevitable? ¿Que la lucha de la Oposición de Izquierda (bolchevique-leninista) no tenía posibilidades de triunfar? Esa forma de plantear el problema es abstracta, esquemática y fatalista. El desarrollo de la lucha ha demostrado, más allá de toda duda, que los bolcheviques-leninistas no hubieran podido lograr una victoria total en la URSS -es decir, tomar el poder y cicatrizar la úlcera del burocratismo- sin el apoyo de la revolución mundial. Pero esto no significa que su lucha no haya rendido frutos. De no haber sido por las críticas audaces de la Oposición y el temor que le infundió a la burocracia, la política de Stalin-Bujarin hacia el kulak [campesino rico] hubiera desembocado en el renacimiento del capitalismo. Fustigada por la Oposición, la burocracia se vio obligada a tomar puntos importantes de nuestra plataforma. Los leninistas no pudieron salvar al régimen soviético del proceso de degeneración y de los problemas del régimen unipersonal. Pero, al cerrar el camino hacia la restauración capitalista, impidieron su disolución. Las reformas progresistas de la burocracia fueron subproductos de la lucha revolucionaria de la Oposición. Para nosotros dista de ser suficiente; pero ya es algo. En el terreno del movimiento obrero mundial, del cual la burocracia depende sólo indirectamente, la situación es muchísimo más desfavorable para la URSS. El stalinismo, por intermedio de la Internacional Comunista, se ha convertido en el peor freno para la revolución mundial. Sin Stalin no hubiera habido un Hitler. En Francia, en la actualidad, con la política de capitulación conocida con el nombre de “frente popular”. El stalinismo prepara una nueva derrota para el proletariado. Pero en este terreno la lucha de la Oposición de Izquierda no ha sido estéril. En el mundo entero surgen y se multiplican cuadros de revolucionarios proletarios auténticos, verdaderos bolcheviques, que no se unen a la burocracia soviética para aprovechar su autoridad y sus arcas, sino que se acercan al programa de Lenin y a la bandera de la Revolución de Octubre. Bajo la monstruosa persecución -sin precedentes en la historia- de las fuerzas conjuntas del imperialismo, del reformismo y del stalinismo, los bolcheviques-leninistas crecen, se fortalecen y se ganan la confianza creciente de la vanguardia obrera. Un síntoma inequívoco de la crisis en curso es la magnifica evolución de la Juventud Socialista del Sena. La revolución mundial avanzará bajo la bandera de la Cuarta Internacional. Sus primeros éxitos barrerán la camarilla stalinista, sus mentiras, sus calumnias, sus falsas reputaciones, hasta que no quede piedra sobre piedra. La república soviética, al igual que la vanguardia proletaria mundial, se liberarán finalmente del pulpo burocrático. El de-

rrumbe histórico del stalinismo es un hecho predeterminado, el justo castigo por sus innumerables crímenes contra la clase obrera mundial. ¡No queremos ni esperamos otra venganza! LEÓN TROTSKY [1] ¿Cómo venció Stalin a la Oposición? Biulleten Opozitsi, N° 46, diciembre de 1935. Traducido del ruso [al inglés] para la primera edición [norteamericana] de esta obra por Fred Buchman. Con esta carta en respuesta a Fred Zeller, Trotsky quería refutar el argumento de los centristas de que su línea era errónea, porque si no lo fuera, él hubiera salido vencedor sobre Stalin en la Unión Soviética. Este artículo apareció en francés un año más tarde, en Lutte Ouvrière del 5 de noviembre de 1936. [2] Los stalinistas hacen exactamente lo contrario: cuando hubo un reanimamiento de la economía y un equilibrio político relativo proclamaron la “conquista de las calles”, “barricadas”, “soviets en todas parte” (el “tercer período”); ahora que Francia atraviesa una profunda crisis social y política, se aferran a los radicales, es decir, a un partido burgués totalmente podrido. Hace mucho se dijo que estos caballeros lloran en los casamientos y bailan en los entierros. [3] Vladimir Potemkin (1878-1946): profesor burgués, se unió a los bolcheviques en 1919, fue jefe del cuerpo diplomático y asesor del comisariado de relaciones exteriores. Alexander Troianovski (1882-1955), destacado menchevique de derecha, enemigo de la Revolución de Octubre, denunció a los bolcheviques como agentes alemanes en la asamblea constituyente de 1918. Fue embajador soviético en Estados Unidos en 1934-39. Jacob Surits (1881-1952), embajador de Stalin en Berlín y luego en París, estuvo entre los escasos diplomáticos que escaparon de las purgas. Lev Jinchuk (1868-?), menchevique desde 1903 hasta 1920. Fue embajador en Inglaterra (1926) y luego en Alemania (1930). [4] Sólo un lacayo podría hablar de Stalin como “teórico” marxista. El libro Problemas del leninismo es una recopilación ecléctica, llena de errores elementales. Pero la burocracia nacional derrotó a la oposición marxista por peso social, no por “teoría”. [5] Samuel Gompers (1850-1924): presidió la Federación Norteamericana del Trabajo (AFL) desde 1886 hasta su muerte. William Green (1873-1952) fue su sucesor. Theodor Leipart (1867-1947), dirigente sindical alemán, fue ministro de trabajo en 1919-20 y sucedió a Karl Legien en la presidencia de la central obrera en 1930-32. [6] La teoría marxista de la revolución permanente, elaborada por Trotsky, sostiene entre otras cosas que para realizar y consolidar inclusive las tareas democrático burguesas, como la reforma agraria en los países subdesarrollados, la revolución debe trascender los límites de la democracia para convertirse en revolución socialista que lleve al poder a un gobierno obrero y campesino. Por consiguiente, semejante revolución no se producirá por “etapas” (una etapa capitalista seguida por una revolución socialista en el futuro indeterminado), sino que será continua o “permanente” y pasará rápidamente a la etapa poscapitalista. Trotsky desarrolla la teoría en The Permanent Revolution and Results and Prospects (Pathfinder Press, 1972). [7] Véase el artículo de Trotsky “Acerca del testamento suprimido de Lenin” (1932) y la carta de Lenin donde amenaza romper relaciones con Stalin (5 de marzo de 1923) en Lenin’s Fight Against Stalinism. [8] Nadezda K. Krupskaia (1869-1939): bolchevique de la Vieja Guardia, era la compañera de Lenin. Cumplió un papel de gran importancia durante la clandestinidad y en la organización de la socialdemocracia rusa en el exilio. Durante un breve período (1926) estuvo vinculada a la Oposición Unificada.


Después de los 100.000 votos

¡La tarea inmediata es concretar la extensión nacional del nuevo MAS! a campaña electoral de los revolucionarios no se mide centralmente en votos sino en materia de avances constructivos del partido al calor de la misma. Claro que entre ambos términos hay interrelacciones: una campaña electoral muy pobre en resultados puede conspirar contra los avances construidos potenciales o reales logrados. En cualquier caso no es la circunstancia de los 100.000 votos obtenidos por nuestro partido, los que configuran un piso no menor aun si no pudimos romper la marca proscriptiva del 1.5%. De ahi que la tarea inmediata lograda sea consolidar los avances logrados en materia de implantación nacional partidaria. Por primera vez en su historia el nuevo MAS hizo campaña electoral no solamente en sus regionales tradicionales. El listado es enorme: hicimos campaña no solo en CABA, gran Buenos Aires (¡a lo que hay que agregar la primera campaña electoral de la emergente regional oeste!), La Plata (con una campaña especifica muy concentrada para las intendencias de La Plata, Beriso y Ensenada) y Mar del Plata, sino que realizamos una importante campaña en el interior provincial en Olavarria que se extendio a otras localidades cercanas, asi como también en Chacabuco y Junin. En el interior del país realizamos nuestra campaña electoral en Córdoba (agregandole aquí algunas localidades del interior provincial como Rio Cuarto), agregándole una primera experiencia en Rosario y San Nicolás obteniendo en la provincia de Santa

L

Fe una importante votación, realizamos un campaña de cierta importancia en provincias donde no tenemos legalidad como Chaco y Corrientes (también con resultados de valor), desembarcamos principalmente para hacer medios en Entre Rios y tambien para fiscalizar, así como llevamos alguna fiscalización hasta Jujuy. Desde la regional Córdoba garantizamos una campaña y fiscalización en Salta capital, sostuvimos el esfuerzo (con legalidad y candidatos locales) en La Rioja, incluso organizamos una fiscalización en Santa Rosa, La Pampa, y colaboramos con una fiscalizacion en Mendoza capital. Hacia el sur del pais hicimos campaña electoral en Neuquén y por primera vez en Rio Negro, así como tambien nos presentamos por vez primera en Santa Cruz llevando adelante una fiscalización básica en Caleta Olivia y Rio Turbio. Posiblemente nos olvidemos de algunos lugares más, pero ya esta “radiografia” general de hasta donde llego la campaña nacional de nuestro partido y/o alguna experiencia de fiscalizacion muestra las potencialidades para la instalacion nacional del nuevo mas, potencialidades que en las proximas semanas vamos a concretar con iniciativas especificas. ¡Sumate al nuevo MAS! ¡Vamos a concretar la extensión nacional de un partido que lucha por los derechos de los trabajadores, las mujeres y la juventud, y por una alternativa socialista!


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