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Altamira y la Revolución Cubana
P OLÍTICA N ACIONAL 2 Socialismo o Barbarie
Año XV - Nº 409- 15/12/16
Manuela Castañeira le pone un aplazado a Macri A UN AÑO DE LA ASUNCIÓN DE MACRI
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días de cumplir el primero año de gobierno de Cambiemos Manuela Castañeira, referente de la izquierda, declaró:
“Terminando el primer año de gestión el presidente Macri se ha puesto una calificación demasiado alta. Incluso quienes coinciden con su política han hecho notar que un ocho es demasiado.” “Entre los trabajadores, entre los de abajo, la nota es mucho más baja aún, y no es para menos. Crece la bronca porque los precios no paran de aumentar, porque la economía no se recupera -la industria y la construcción siguen en caída, y porque existe temor a nuevos despidos en el Estado a fin de año. Además siguen llegando aumentos de tarifas mientras comienzan los cortes de luz por los primeros días de calor. Sumado a esto, hay bronca en los lugares de trabajo por el provocativo proyecto del gobierno sobre el impuesto a las ganancias que, en vez de eliminarlo como había prometido en su campaña, aumentaría entre 500.000 y un millón el número de trabajadores afectados por ese aberrante impuesto.” “Nuestro balance es claro: a Macri le pondría un aplazado. El gobierno macrista ha tomado todas las medidas para los de arriba, y ninguna para los de abajo. Y, para colmo, conduce al país a una crisis en el corto o mediano plazo como reconocen muchos analistas y economistas.” “Nuestro partido trabajará duramente el año que viene para presentar desde la “Izquierda al Frente por el Socialismo” una alternativa para defender los intereses de los trabajadores, las mujeres y la juventud.”
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acri cumple su primer año de gobierno. Si bien se adjudica una alta calificación -¡desvergonzadamente se puso un 8!, entre los trabajadores y sectores populares crece el malestar por las duras medidas de ajuste que ha venido implementando; últimamente alrededor de su escandaloso proyecto sobre impuesto a las ganancias que en vez de eliminar (como prometió en campaña), busca que más trabajadores paguen este aberrante impuesto.
Como gobierna pura y exclusivamente para los de arriba, nuestro partido le pone a Macri un aplazado. Así, consideramos que la gran tarea del momento es unir fuerzas para derrotar el ajuste de Cambiemos y todas las políticas reaccionarias que impulsa. Es por esto mismo que opinamos que es hora de avanzar en la unidad de la izquierda que se coloca de manera independiente de todos los sectores patronales. Por eso junto con el MST conformamos un nuevo frente: la “Izquierda al Frente por el Socialismo” con el objetivo de ayudar al desarrollo
LUIS BERMÚDEZ
“En definitiva, el año que termina deja sobre la mesa del gobierno cosas buenas y malas. Entre las primeras, está la convicción de que la sociedad sigue apostando y confiando mayoritariamente en la capacidad política de Macri para encaminar el rumbo del país. Entre las segundas, está la indisimulable certeza de que, sin una pronta reactivación económica, esta confianza social no sobrevivirá al clima electoral que ya comienza a imponerse entre la clase política” (La Nación, 11/1216)
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La izquierda pasa al frente para pararle la mano a Macri MANUELA CASTAÑEIRA
Editorial
de las luchas y ofrecer una alternativa en las elecciones del año que viene independiente de todos los políticos patronales. La crisis del kirchnerismo – producto de los graves casos de corrupción y de su inconsecuencia en la lucha contra el ajuste, así como de su gestión 100% capitalista cuando estuvo en el gobierno - y el carácter abiertamente empresarial del PRO, han abierto una vacancia política. Y esto ocurre en un país movilizado como la Argentina, donde los trabajadores, las mujeres y la juventud han salido a las calles una y otra vez por sus reclamos. Es tarea de la izquierda apoyarse en esta movilización para brindar una respuesta ante esta crisis de representación, y así transformarse en una fuerza histórica en la Argentina. En ese sentido, la
Izquierda al Frente por el Socialismo, se prepara para erigirse como una alternativa política de los trabajadores apoyando día a día las luchas cotidianas de los de abajo y participando en las elecciones del año que viene frente a todos los candidatos del sistema. Izquierda al Frente se presentará en los principales distritos electorales del país. Personalmente estaré al frente de la lista de Diputados por la provincia de Buenos Aires. Y quiero transmitirles desde esta columna una inmensa alegría por avanzar en la construcción de la unidad de la izquierda. El 20 de diciembre se cumplen 15 años del “Argentinazo”, la rebelión popular que tiró abajo al gobierno de De la Rúa y puso fin al neoliberalismo extremo en nuestro país. Las organizaciones de izquierda llamamos a marchar en esa fecha contra el ajuste de Macri. Allí presentaremos en sociedad este nuevo frente, conformando una columna en conjunto entre las organizaciones que lo integramos. Queremos seguir sumando fuerza a esta nueva alternativa para pararle la mano a Macri.
Se lanza la “Izquierda al Frente por el Socialismo”
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oy tenemos la alegría de informar que el nuevo frente constituido entre el Nuevo MAS y el MST se llamará “Izquierda al Frente por el Socialismo”. El nombre del nuevo frente de izquierda constituido a nivel nacional sintetiza la idea de que la izquierda argentina debe unirse y pasar al frente en el impulso de la pelea contra el ajuste de Macri y las corporaciones, así como proponer una alternativa política distinta, socialista, frente a todas
las variantes del sistema. Asimismo, queremos comentarle a todos los simpatizantes de la izquierda, los trabajadores, las mujeres y los jóvenes que la “Izquierda al Frente por el Socialismo” hará su primera aparición pública con una columna conjunta del Frente en la marcha del martes 20, de Congreso a Plaza de Mayo, en el 15º aniversario del Argentinazo.
acri ha cumplido un año de gobierno. De ahí que junto con el tema de ganancias estos días hayan estado dominados por el balance de su gestión. Una economía que no se recupera; una inflación que no para; un dólar que vuelve a escalar; todo sumado al malhumor creciente entre amplios sectores de trabajadores por el proyecto oficialista sobre ganancias (que busca aumentar en vez de disminuir, y ni hablar de eliminar, el universo de los que deberán tributar dicho impuesto), hacen que, según Poliarquía, la nota otorgada a Macri por los encuestados sea un 5 (¡muy lejos del 8 que se puso a sí mismo Macri!). Por nuestra parte, y coincidiendo con la bronca que crece desde abajo (Poliarquía muestra cómo la aprobación del gobierno encuentra sus niveles más bajos en el conurbano bonaerense), le ponemos un aplazado. Tal como acaba de declarar nuestra compañera Manuela Castañeira, no se puede aprobar a un gobierno que sólo ha tomado medidas en favor de los de arriba, y para los de abajo se ha empeñado, sistemáticamente, en reducir su nivel de vida y aumentar su explotación. SOMBRAS EN EL HORIZONTE Un aspecto sumamente adverso para el gobierno es que se suponía que la economía estaría disfrutando un “despegue” a estas alturas de su gestión. Luego del cuento del “crecimiento en el segundo semestre”, el gobierno volvió a la carga con la idea que, para fin de año, la economía comenzaría a “repuntar”... Pero el grave problema es que el crecimiento no llega, cuestión que configura la base material de los crecientes problemas que enfrenta su gestión. Octubre pasado fue el peor mes del 2016 entre los sectores de la industria y la construcción, para los cuales no se ve horizonte de recuperación (ahora se habla, recién, de finales del 2017). Sólo el campo se ha recuperado, esto debido al regalo gubernamental de quitarle las retenciones; pero no hay que olvidar que el campo sólo representa el 11% del producto del país, no puede transformarse en el motor del conjunto de la economía nacional, esto más allá que dicho sector sea decisivo en la generación de divisas (cuestión en la que el gobierno puede mostrar cierta “holgura” debido a los buenos resul-
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Socialismo o Barbarie 3
MACRI CUMPLE SU PRIMER AÑO DE GESTIÓN
Apla zado
tados que parece mostrar hasta ahora el blanqueo). Paradoja si las hay es que al mismo tiempo que la economía no se recupera, los precios han seguido aumentando: para enero ya se anuncian aumentos de la luz y las naftas, por sólo nombrar algunos rubros. Ocurre que devaluación del peso mediante, el aumento de precios continuó como si tal cosa (¡cuestión que se viene a reforzar ahora cuando el dólar ha vuelto a aumentar a más de 16 pesos en pocos días!). Menos mal que la inflación no iba a superar este año un 25%... Un cuento de hadas del macrismo. Porque la realidad, según las propias mediciones de los organismos oficiales, es que el aumento de los precios puede llegar este año a alcanzar hasta un 44%; un aumento sideral que ni con los bonos de fin de año (muy dispares por actividad), se podrá evitar una caída del salario real. Es evidente que los trabajadores sufren en su bolsillo esta situación: de lo que más se habla en los lugares de trabajo, es de lo cara que está la vida. De ahí que haya un dato fundamental a subrayar en las encuestas de la popularidad. Un 45% opina que la gestión del gobierno fue “peor a la esperada”, una advertencia que puede estar adelantando un deterioro en las expectativas para el año que viene. La realidad, en todo caso, es que si las perspectivas económicas del país lucen ensombrecidas, esto ocurre por varias razones. Uno, porque el contexto internacional se ha poblado de incertidumbres, las que recién se comenzarán a despejar una vez que asuma Trump el 20 del mes que viene. Existen muchas especulaciones como las de Malcorra, que “no cree que los Estados Unidos vayan al proteccionismo”; mientras tanto, el dólar se ha fortalecido en todo el mundo, y se observa un retorno de los capitales hacia el norte del mundo, lo que ya está dificultando las condiciones del financiamiento externo (adelantémonos a señalar que Malcorra no ha pegado ni una de sus previsiones internacionales; bien puede ocurrir lo contrario a lo que ahora está afirmando respecto del nuevo presidente yanqui). Dos, está el hecho que la situación
en Brasil no logra estabilizarse. Temer se acaba de levantar con el triunfo de la aprobación en el Congreso brasilero del congelamiento del gasto estatal por 20 años; pero las acusaciones por enriquecimiento en el poder le están pegando tan cerca, que se estaría especulando en reemplazarlo antes que termine el año… Tres, la propia circunstancia que como todos los analistas económicos reconocen (entre ellos, Néstor Scibona), las famosas inversiones no han llegado, ni se espera que lleguen en un futuro cercano. Frigerio acaba de retornar desde China, adonde voló días atrás para ver si podía cerrar algún negocio con la burocracia del PCCH (algo similar a lo que intentaron en su momento los K), pero ya se sabe que las promesas chinas muchas veces no son más que buenas intenciones. De ahí que estos días se haya visto la disputa de los petroleros con Aranguren, que exigen una suerte de “precio sostén” del petróleo (por encima del internacional), para concretar sus inversiones. El hecho es que el 2017 arrancará peor de lo que se esperaba cuando se aseguraba que la economía estaría, a estas alturas, en franca recuperación; ahora se duda si ocurrirá alguna recuperación el año entrante y cómo incidirá esta realidad en la dinámica del conflicto social y las elecciones del año que viene. TODOS UNIDOS PARA QUE PAGUEN LOS TRABAJADORES
Es en este contexto donde hay que insertar los dimes y diretes alrededor de ganancias. El gobierno tuvo la billetera fácil cuando se trató de quitarles retenciones al campo y la minería, de pagarle 15.000 millones de dólares a los buitres, cuando desgravó las exportaciones industriales, etcétera. Pero cuando se trata de los trabajadores, no se le sonroja la cara para desentenderse redondamente de su promesa de campaña de que eliminaría ganancias a la cuarta categoría. De ahí que haya enviado al Congreso un proyecto de ley escandaloso que no solamente no la eliminaba, que siquiera elevaba los topes, sino
que aumentaba torpemente el universo de los trabadores que tienen que pagar dicho impuesto, negándose, por lo demás, a cualquier negociación con la oposición patronal. La resultante fue que Massa y los K vieron la brecha, y se lanzaron a la pileta con un proyecto que, si bien no eliminaba este aberrante impuesto, apuntaba a elevar considerablemente los pisos a partir de los cuales pagar el tributo. Hicieron esta jugada, como se dice, más bien pour le gallerie, para la tribuna, mediáticamente, sin tomar ninguna medida práctica para garantizarla. Parte del show fue lo actuado por la a estas alturas no sólo traidora, sino siniestra CGT, que en un tema del más amplio y directo interés de los trabajadores, ¡se mantuvo prácticamente callada incluso cuando el gobierno amenazó con vetar esta ley si era aprobada en el Senado! Sin embargo, durante el fin de semana Macri y el empresariado en general, se movieron rápido, asustados por este desborde del oficialismo y las consecuencias tributarias y fiscales que podría tener la nueva ley. Pichetto, jefe de la bancada del Frente para la Victoria en Senadores, y uno de los portaestandartes de la gobernabilidad de Cambiemos, fue sensible a los reclamos de la flor y nata de la patronal, y en el Senado paró toda la “embestida” opositora por una semana, “exigiendo” un acuerdo entre gobierno, CGT y legisladores opositores. ¿La razón de este posible avance hacia un acuerdo? El retorno a la unidad entre los de arriba para defender sus intereses comunes. Cómo iban a facilitar que menos trabajadores paguen ganancias cuando la presión de la patronal es que el gobierno deje de “dar vueltas” y, sin esperar al 2018, dé, en el plazo más breve posible, una “vuelta de rosca” en el ajuste reduciendo el gasto del Estado y el déficit fiscal, y facilitando una mejor competitividad para los empresarios (que significa, lisa y llanamente, seguir bajando los salarios y aumentar los despidos). De ahí que las cosas hayan quedado por una semana en suspenso, a la espera de una negociación que, quizás, “mejore” en algo el proyecto
original del gobierno, pero que seguramente será más “cosmético” y tramposo que otra cosa. ARGENTINAZO Para justificarse de que las cosas no están saliendo como lo prometido, el nuevo caballito de batalla de Macri no sólo es la “herencia”, sino que su gobierno habría “evitado una crisis general” como las que han sido características en otras transiciones. Le convendría no apresurarse. Ya hemos escrito en estas páginas que Macri se cebó; se puso objetivos inalcanzables: llegó con el objetivo de ajustar la economía, pero en el medio se le coló la veleidad de “demostrar cómo se puede gobernar la Argentina sin el peronismo”, haciendo, de paso, declaraciones demasiado prematuras acerca de que le “gustaría permanecer ocho años en el gobierno”… En todo caso, no podía ser más oportuna la circunstancia que la semana que viene se cumple el 15° aniversario del Argentinazo, una crisis general del país que se procesó por la izquierda, y que si no tuvo un salida obrera, desde abajo, de todas maneras impuso concesiones a los de arriba, así como unas relaciones de fuerzas que siguen presentes, que no han podido ser cuestionadas de manera fundamental en todos estos años. No creemos que sean de esperar saqueos o manifestaciones similares de descontento durante este fin de año. La situación social no es tan dramática como en otras oportunidades. El desempleo ha crecido, pero no de manera cualitativa todavía. Además, el gobierno ha tenido puentes, dado paliativos, firmado “treguas sociales” con determinados movimientos, etcétera, y, sobre todo, por abajo se está pensando más en las fiestas que en otra cosa; volveremos enseguida sobre esto. Sin embargo, y como acabamos de señalar, las perspectivas para el 2017 son de pronóstico muy reservado. Ya nadie espera un típico “año electoral”: casi inevitablemente estará cruzado por luchas sociales, y esto a pesar de cómo la CGT se viene encargando de traicionar y desestimar toda convocatoria a un paro general.
Si la situación se sigue deteriorando, quizás no le sea tan fácil a la CGT no realizar alguna medida de fuerza el año que viene. Sobre todo el interrogante es qué pasará con el proceso de bronca y de luchas por abajo. Los movimientos sociales agrupados en la CTEP han puesto su firma en un vergonzoso acuerdo de “paz social” por 3 años. Pero la clave en esta Argentina de hoy no está entre los desocupados: está en la clase obrera ocupada, la que viene durante la última década fortalecida en sus planteles (la creación de empleo se frenó desde el 2011, pero los despidos no fueron masivos todavía). Si el gobierno no se anima a tirarse a la pileta y largar un ajuste en regla, el “desaguisado” puede venir por una nueva crisis de la deuda externa que ponga en cuestión todo su andamiaje. Si, por el contario, se lanza este mismo verano por el camino de un “súper-ajuste” (algo que podría hacerse cada vez más probable dependiendo de cómo evolucione la coyuntura), deberá vérselas con un descontento social y político que subirá de manera sideral en pleno año electoral. Una y otra situación podría evitarse si la economía se recuperara; si el contexto internacional en vez de ser desfavorable, se diera vuelta. Pero esta es la perspectiva menos probable. A 15 años del Argentinazo, a pesar de los “exorcismos” de Macri de que ha “evitado una crisis general”, una nueva crisis podría estar como un fantasma a la vuelta de cualquier esquina, llegando en el momento menos pensado. EL 20/12 DE CONGRESO A PLAZA DE MAYO CON LA IZQUIERDA AL FRENTE Mientras que por abajo crece la bronca, aunque todavía muchos sectores mantienen sus expectativas en Macri, de todos modos la discusión de ganancias podría estar “removiendo el avispero”, por así decirlo. Esto es lo que ayuda a que la jornada del 20 de Diciembre, 15° aniversario del Argentinazo, pueda transformarse eventualmente, en una movilización del Congreso a la Plaza de Mayo mucho más multitudinaria que en los últimos años. En todo caso, eso es a lo que apostamos desde nuestro partido y la Izquierda al Frente por el socialismo. Frente del que tenemos el orgullo de anunciar que hará su “presentación en sociedad” no en cualquier evento sino, precisamente, en un nuevo aniversario de la rebelión popular que ha marcado a fuego la última década y media de historia política de nuestro país. De ahí que la gran tarea de toda la militancia, de los simpatizantes de nuestro partido y del nuevo frente electoral que hemos constituido con el MST, sea salir con todo estos días que faltan hasta la marcha a “peinar” todo el padrón de conocidos, de trabajadores y jóvenes, para que el Nuevo MAS y la Izquierda al Frente pongamos en pie una enorme columna el 20/12. Están todos convocados en el Congreso para concentrar a partir de las 16 horas el próximo martes.
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Por la eliminación de ganancias a los trabajadores
IMPUESTO AL SALARIO
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l momento de redactar este artículo, parecen haber finalizado, por una semana, las danzas y contradanzas a las que estuvo sometido el proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias. Mientras que a comienzo de la semana los medios daban como un hecho la aprobación por el Senado del proyecto de la oposición aprobado en Diputados, en la sesión de hoy miércoles 14, el gobierno, corriendo detrás de los hechos, se apoyó en los gobernadores del PJ para postergarlo, trabando el dictamen de la Comisión de Presupuesto del día martes 13, donde había sido girado adrede por el gobierno. Entonces, los senadores del PJ comandados por Pichetto le ofrecieron una tregua al gobierno, condicionada a la convocatoria a un diálogo amplio con la CGT, sindicatos y gobernadores. Mientras tanto, negociando con el cuchillo abajo del poncho, Pichetto intentó cambiar dos senadores del propio PJ de la Comisión de Presupuesto, por otros favorables, para obtener dictamen y así poder aprobarlo con mayoría simple en la sesión, ya que sin el mismo se necesitan los 2/3 de los votos. La maniobra fracasó, porque necesitaba el aval de Michetti, por lo que Pichetto hizo votar en la sesión de hoy miércoles 14, tratar el proyecto el próximo miércoles 21, donde amenaza aprobarlo por mayoría simple. Pero a no engañarse: el ejercicio de estas maniobras parlamentarias sólo tienen como objetivo negociar en las mejoras condiciones posibles con el gobierno todo tipo de prebendas: el tratamiento se haría “si no hubiera un camino alternativo... que permita alentar las posibilidades concretas del acuerdo”. La cueva de bandidos del Parlamento se ha visto visitada esta semana por lobbistas de todo tipo y color: empresarios mineros, bingueros y financistas afectados, todos exponiendo sus razones en contra, y las maldiciones que caerían sobre el país en caso de aprobarse el proyecto. Por su parte, el ministro Frigerio se dirigió al Hotel Savoy, para reunir a los gobernadores del PJ, amenazando con que Macri no vetaría la ley, provocándoles de este modo un agujero fiscal a las provincias. Así, los ministros de Economía provinciales emitieron un comunicado, con un cinismo difícil de superar, declarando haber conocido recién ayer “el impacto fiscal real del proyecto”, y pidieron posponerlo hasta “evaluar el impacto sobre las finanzas, la obra pública y los servicios esenciales del Estado”, tirando el proyecto para atrás. ¿Pero, de qué “terremoto fiscal” estamos hablando?
EL PROYECTO DE MACRI Y LA JUGADA DE LA OPOSICIÓN
Macri había mandado a sesiones extraordinarias su propio proyecto de modificar el Impuesto a las Ganancias, en el cual se elevaban apenas los mínimos (15%), se reducían deducciones, y se subían gradualmente, en tres años, las escalas del impuesto congeladas desde hace 16 años. Esto provocaría que rápidamente se pagaran alícuotas cercanas al 30%. Como el aumento de los mínimos no imponibles era inferior a la inflación proyectada para 2017, el gobierno admitía explícitamente la incorporación de más trabajadores al impuesto, a los que se los “compensaba” con una alícuota reducida (2%). Con su reforma empezaban a pagar a partir de $ 30.000 los casados con dos hijos, y $ 26.000 los solteros. El costo fiscal del proyecto, Macri lo presentaba en el orden de los $ 32.000 millones, (como veremos, sin datos precisos). Habiendo presupuestado una recaudación por Ganancias de $ 540.000 millones y una recaudación tributaria total para el 2017 de $ 2.500.000 de millones, su efecto en la recaudación era menor al 5% en Ganancias, y de un 1% de la recaudación total. La oposición, que había acompañado al gobierno en sus proyectos más importantes (buitres, blanqueo, presupuesto), y sólo le había impuesto la ley anti despidos, vio la oportunidad de lanzarse de lleno al año electoral. Masa ocupó el centro de la escena y unificó su propio proyecto con el del kirchnerismo y el PJ, elevando aún más los mínimos, ampliando las deducciones, a alquileres y gastos de educación, elevando también las escalas: así un casado con 2 hijos pasaría a pagar a partir de $ 44.000 de bruto, y un soltero, a partir de $ 35.000. Además excluye a los jubilados hasta $ 60.000 de bruto, al aguinaldo, las horas extras y los bonos
por productividad, incrementando las deducciones en las provincias patagónicas. Y en un gesto de “responsabilidad”, establecieron una serie de nuevos impuestos para compensar la pérdida de recaudación: a los plazos fijos superiores a $ 1.500.000, al dólar futuro, a las apuestas on-line y los tragamonedas ($ 4.000 millones), reparto de dividendos e inmuebles improductivos, reimplantando además las retenciones a las mineras ($ 5.000 millones). En realidad, como el Impuesto a las Ganancias es coparticipable (se reparte prácticamente a medias entre la Nación y las Provincias) estos nuevos impuestos, de muy dudosa cobrabilidad, salvo a las retenciones mineras y al juego, intentaron operar como convencimiento a los gobernadores. Sorprendido por la maniobra, el gobierno los primeros días sólo atino a dos cosas: quejarse de Massa, y presentar planillas donde el costo fiscal de su proyecto crecía mágicamente a $ 49.000 millones, y el de la oposición se multiplicaba, de estimaciones iniciales de $ 80.000 millones a $ 140.000 millones, volviéndolo “inviable” (un número imposible, ya que esa es la recaudación estimada para 2016 de Ganancias para los asalariados, que continuarán pagando, aunque menos, y los nuevos impuestos, algo deberían recaudar) . El IArAF (Instituto Argentino de Análisis Financiero), vinculado al macrismo, estimaba el 22/11 un costo fiscal de $ 21.000 millones para 2017, $ 46.000 millones para 2018 y $ 68.000 millones para 2019, cuando Macri anunció su proyecto, admitiendo que la “transparencia” declamada por el gobierno es bastante opaca: no se cuentan datos precisos sobre la distribución de la recaudación de Ganancias ni de 2015 ni de 2016, por lo que sus estimaciones se basan en una extrapolación del 2014. En base a ella, nos enteramos que de una recauda-
ción estimada de $ 435.000 millones para 2016, $ 140.000 millones correspondería a los asalariados y $ 80.000 millones a los cuentapropistas, y si bien esta categoría puede incluir directivos y afines, que no son trabajadores, una primera aproximación nos indica que por cada $ 1 que pagan los asalariados y autónomos, las empresas capitalistas pagan $ 0,98. También le asignaba en esa fecha al proyecto opositor un costo para 2017 de $ 40.000 millones adicionales al del gobierno, reconociendo que hay aspectos imposibles de estimar, por desgravar horas extras o productividad, o aumentar deducciones (como así también la mayor recaudación de IVA por un aumento del consumo, agregamos) y partiendo de asignar nula importancia a los nuevos impuestos, salvo a las mineras y al juego. El proyecto opositor, si bien claramente excluye un mayor número de trabajadores del impuesto, y reduce su carga, no lo elimina: según Masa hoy pagan impuesto 2 millones de asalariados, y por su proyecto dejan de pagar 1 millón y medio millón evitarían incorporarse. Si eso es cierto, simplemente volveríamos al nivel de 2010, y remedando el postulado K que ellos gravaban los “altos ingresos”, no Ganancias, se establece que el 10% de los trabajadores registrados en el SIPA (privados) siempre lo pague: al nivel actual unos 650.000 trabajadores, el nivel de trabajadores gravados en 2007. Aun entre los mismos autores, difieren en los números. Y si el empleo crece, crecerán los aportantes. Por su parte, según el Instituto CIFRA (CTA) en 2016 pagó el impuesto 1,3 millones de trabajadores, mientras que en 2012 llegaron a pagarlo casi 2,5 millones de trabajadores, hasta que Cristina, producto de la presión social, lo redujo al millón, esto es, el nivel de 2009. Pero como
el gobierno elude mostrar datos, todas las cifras no son sino aproximaciones indirectas. Todos tienen su planilla Excel, gobierno y oposición, pero todos están lejos del interés de los trabajadores: el interés se centra en estos momentos, por un lado, en obtener el mayor rédito político, propinándole una derrota inesperada al gobierno, y por el otro, en “minimizar daños”: entramos de lleno al año electoral. Macri, con el suspiro de postergar todo aunque sea una semana, ahora eximió por decreto el aguinaldo de los salarios menores a $ 30.000. El problema de fondo, sea cual sea el proyecto que se apruebe, seguirá subsistiendo: la retrógrada estructura impositiva de la Argentina, que hoy tiene una tasa efectiva, para los salarios netos de $ 25.000 del orden del 20%, el doble del promedio de América Latina1. En la última década, la recaudación por Ganancias ha oscilado entre 31% y el 37% de la recaudación de impuestos internos: un importe muchísimo menor al IVA e Internos, impuestos al consumo, y para 2016, apenas el triple del impuesto a los débitos y créditos bancarios, que grava los movimientos bancarios. Ello agravado por el peso extraordinario que tiene dentro del impuesto la carga sobre los salarios: mientras en 2000 pagaban 400.000 trabajadores, a partir de 2010 nunca dejaron de pagarlo más de 1.000.000 de trabajadores: es un verdadero escándalo. Para 2016 los asalariados aportaron casi el doble por Ganancias que los campestres y el resto de exportadores por derechos de exportación ($ 140.000 millones contra $ 76.000 millones). Si la estimación del IARAF resulta cierta, para 2016 las empresas pagarán por Ganancias $ 215.000 millones, un 11% de la recaudación total, incluyendo aportes y cargas sociales, o un 15% de la recaudación impositiva, una insignificancia, todo al revés del “mundo” con que sueña Macri. Lo que demuestra que para que los trabajadores dejen de pagar Ganancias definitivamente, sin tanta deducción, actualización ni escala, porque el salario no es ganancia, aun en términos capitalistas, ni siquiera hay que inventar un impuesto al juego: basta con que la patronal pague los millones que evade, no premiarla con un blanqueo. Y para mejorar las condiciones de educación, salud, transporte e infraestructura, ahora sí, crear impuestos a las grandes fortunas y a las ganancias extraordinarias. Tan fácil y tan difícil cuando sos un político patronal. SERGIO GURRIERI 1 IARAF. Informe Económico 375.
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Economía argentina 2017: el rebote del gato muerto
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NOTICIAS DE MACRILANDIA XXVIII
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escenso de categoría del país en el mercado financiero internacional - Números que suben cuando deben bajar y viceversa - La macrinomics rompe los manuales - Parlamento: de la escribanía al toma y daca - Marcos Peña hace a los gobernadores una oferta que no pueden rechazar - Schiaretti 2014 vs Schiaretti 2016 - Presupuesto 2017, de goma - La autocrítica de un impostor
En el mundo de las finanzas, la Argentina pasó de ser una estrella brillante a un mediocre y oscuro planetoide. Las culpas son compartidas: una parte se debe a las nuevas condiciones generadas a partir del triunfo de Trump, y la otra, a la inefable impericia del “mejor equipo de los últimos 50 años”. Las señales son múltiples: el fin de la trepada de las acciones y bonos argentinos en Wall Street; las crecientes (y novedosas) dificultades del Tesoro para emitir deuda local en dólares y del Banco Central para renovar las Lebac; la también creciente impaciencia (cuando no malhumor) de los empresarios con el gobierno, y la reciente unanimidad de analistas y consultoras internacionales en cuanto a que a la gestión Macri se le acabó el dulce y se le viene un año bien áspero. Un buen indicador de este cambio de estado de ánimo son los informes del Institute of International Finance (IIF), una asociación que agrupa a bancos internacionales cuyos reportes estilo FMI (envían misiones técnicas regulares a los países que relevan) suelen reflejar bien la mirada del planeta financiero. Hace menos de dos meses, el IIF señalaba con resignación que la gestión Macri había decidido postergar lo peor del ajuste para 2018 en aras de las necesidades electorales de 2017, pero si bien alertaba contra el “riesgo de complacencia”, había un moderado optimismo en cuanto al rumbo político de Cambiemos y sus posibilidades de éxito en su trabajo sucio. Pues bien, en cuestión de semanas ese optimismo está dando paso al desánimo y los pronósticos sombríos. Resulta que el último informe del IIF revisa para peor todas las estimaciones de indicadores económicos para 2017. No hay rubro que se salve. La caída del PBI en 2016, que se calculaba en un 0,5-1%, desciende aún más hasta el -2,4%. En contraste, el supuesto “rebote” del PBI para 2017, que el Presupuesto macrista y otras consultoras “amigas” del gobierno llevaban a un rosadito 3 o 3,5%, para el IIF no pasará de un grisáceo 1,8%. Esto es, bastante por debajo del mediocre 2,3% de 2015 que dejó la “pesada herencia”. Como se dice en la jerga financiera para burlarse de los pronósticos optimistas que luego no se cumple, es el “rebote del gato muerto” (porque un gato que se
estrella contra el piso rebota a cierta altura… pero ya está muerto). Pero las pálidas siguen. El IIF ve un alto riesgo de empeoramiento de condiciones para el endeudamiento externo. Claro, el macrismo habrá pensado que la fiesta de endeudarse a niveles de casi 50.000 millones de dólares por año iba a seguir. No con Trump en la Casa Blanca: la suba de la tasa yanqui de interés, el “vuelo a la calidad” (escape de los riesgos altos que representan los emergentes), el “superdólar” que aplasta a las monedas periféricas y disminuye su capacidad de repago y hasta la saturación de deuda argentina en los mercados financieros harán que retomar el endeudamiento el año que viene sea mucho menos coser y cantar que 2016. ¿Y entonces? Según el IIF, se están dando las condiciones para que el ajuste que se pretendía postergar hasta 2018 deba ser puesto en marcha antes de las elecciones. Mala suerte. Hay más. La inversión externa directa seguirá sin llover: pasará del modestísimo 1,5% del PBI en 2016 a casi lo mismo, un 1,6% del PBI en 2017 (bajo el kirchnerismo “espanta inversiones” era del 1,1%). La inflación rozará el 40% en 2016 pero, contra los delirios del presupuesto oficialista, no bajará del 21% en 2017. ¿Y el famoso déficit fiscal? Mala pata también aquí: para el IIF, la “pesada herencia” de 2015 era un déficit de las cuentas públicas del 6,6% del PBI, pero el macrismo ¡lo subió al 7% en 2016! Y el año que viene seguiría igual, en el 6,9%. No es de extrañar que la nota del IIF a Macri esté bien lejos del 8 con que generosamente se autocalificó el presidente. Lo del macrismo es una verdadera hazaña que desafía todos los manuales económicos: devalúa, genera recesión, aumenta el endeudamiento externo, deprime las exportaciones, baja el salario real, sube la desocupación, aumenta el déficit fiscal y de cuenta corriente, no trae inversiones… todas malas a la vez sin acertar una buena ni por compensación. “RESPONSABILIDAD Y SERIEDAD”
El sainete de la discusión por la modificación al Impuesto a las Ganancias está dejando muchas lecciones invalorables para quien las sepa apreciar. Empecemos por el curso acelerado de política sobre el régimen democrático burgués. Bajo el kirchnerismo, toda la oposición de derecha se quejaba de que el Parlamento era una “escribanía” que sólo votaba dócilmente los proyectos del Ejecutivo. Era de esperar: como el gobierno tenía mayoría en las dos cámaras legislativas, no perdía el tiempo en debates inconducentes e iba a los bifes. Ahora la situación es otra, e “institucionalmen-
te” mucho más interesante, porque el macrismo no tiene mayoría propia ni en Diputados ni en el Senado. Esto convirtió súbitamente a la escribanía en un mercado persa con reglas cercanas a las de Al Capone. El mecanismo “institucional” es más o menos el siguiente: el gobierno les dice a los gobernadores “yo tengo la plata (los aportes del Tesoro nacional a las provincias) y ustedes tienen los votos (diputados y, sobre todo, senadores que se disciplinan a los gobernadores). ¿Cómo hacemos?” Y las virtuosas “instituciones de la democracia”, el “diálogo fructífero”, el “juego parlamentario”, consisten en, bueno, gente que negocia votos en el Congreso a cambio de dinero del Estado nacional para las arcas provinciales y viceversa, según quién tenga la mayor urgencia. Veamos un ejemplo: como los gobernadores no garantizaban el rechazo del Senado al proyecto de Massa y el kirchnerismo aprobado en Diputados, la Jefatura de Gabinete advirtió ¡en una conferencia de prensa! (ya ni siquiera disimulan; antes estas cosas se hacían con más discreción) no sólo que podía haber veto presidencial, sino que “habría indefectibles recortes al presupuesto para obra pública en las provincias, además de demoras en la restitución de fondos de coparticipación”. Llamar a esto chantaje alevoso es quedarse corto, porque al menos los chantajistas profesionales operan en secreto, no en público. Los gorilas que con el kirchnerismo estaban ansiosos por recuperar el funcionamiento cabal de las instituciones de la democracia deben estar emocionados hasta las lágrimas ante este espectáculo republicano. Pero eso no es todo. El macrismo, empezando por el propio presidente, se dedicó a batir el parche de la “seriedad” en los proyectos de ley, y pretendió quedarse con la bandera de gente responsable que revisa escrupulosamente las cifras antes de votar o no un cambio en la legislación impositiva. Lástima que tanta coherencia quede empañada por las acciones del propio
gobierno, de las que daremos dos ejemplos. Primero: uno de los gobernadores más cercanos al Ejecutivo, y más rabiosos críticos al proyecto opositor de modificación de Ganancias, es el cordobés Juan Schiaretti. Pero resulta que Schiaretti, en 2014 y cuando era diputado, presentó un proyecto de actualización del mínimo imponible para llevarlo hasta 50.000 pesos de sueldo, con actualización semestral (algo muchísimo más audaz que el timorato proyecto del massismo y los K). Claro, todos son audaces con los gobiernos ajenos, pero “responsables” cuando se trata del propio… Pero hablemos del propio gobierno al respecto. Dejemos de lado la minucia de que la eliminación (¡no rebaja!) del Impuesto a las Ganancias fue una clara, contundente y jerarquizada promesa de campaña de Macri. Qué le hace una raya más al tigre. No; veamos el tratamiento “serio” y “responsable” que le dio el gobierno a una ley mucho más importante, la “ley de leyes”, el Presupuesto. Es adorable. Después de semanas y semanas de debate “serio” y de auditar minuciosamente las cifras, se aprobó el presupuesto hace cosa de días. Pues bien, a través de un decreto de necesidad y urgencia (¿y la república?) el Poder Ejecutivo amplió el gasto estatal de un plumazo nada menos que en 130.000 millones de pesos (más de 8.000 millones de dólares, la mitad de lo pagado a los buitres). ¿Por qué? Pues porque el presupuesto tan “serio” que ya se votó “no contempla cabalmente las reales necesidades presupuestarias de la Administración Nacional”. Traducción: “le erramos totalmente a los números”. Por eso decidió “reforzar los créditos vigentes” para atender subsidios (!) en “energía, transporte, obras públicas, seguridad, salud, asignaciones familiares, jubilaciones y AFIP” (se acordaron de que hay elecciones, parece). En una palabra: ¡todo el presupuesto 2017 es papel mojado y un dibujo indefendible, que hubo que modificar por decreto, sin consultar ni notificar a nadie! Lo mejor de todo es cuando esta gente PRO que se jacta de “analizar los números” y “dar cuenta del origen y destino de los fondos” debe explicar de dónde van a salir esos 130.000 palos. El decreto de esta gente “responsable” se convierte súbitamente en un canto a la vaguedad absoluta: las nuevas partidas se financiarán “con mayores recursos
tributarios (¿que pagarán quiénes?), aportes y contribuciones (¿podemos saber de quién, por favor?), ingresos no tributarios (¿cuáles? ¡recién eran tributarios!), recursos de capital (¿de quién, por Dios, de quién?), recursos de capital (¿cuáles y de quién?), rentas de la propiedad (¿y eso? ¿Vuelve Bienes Personales, o ponemos lo que sea, total es un decreto?), fuentes financieras adicionales (¡ya es todo cualquier cosa!) y mediante compensación de distintas partidas del Presupuesto de Administración Nacional” (Ámbito Financiero, 14-12-16). Ya entendimos: la reasignación de partidas a cargo del Ejecutivo no obedece a ninguna a otra “responsabilidad” más que las necesidades políticas del macrismo. Como se ve, un cambio radical respecto de las prácticas “antirrepublicanas” del kirchnerismo. Frase PROtuda de la semana: otra vez estamos en problemas. En los concursos de arte, cuando las obras presentadas no alcanzan un nivel mínimo de calidad, el premio se declara “desierto”. Acá nos pasa lo contrario: habría que declarar el premio “colmado”. Esta gente no nos da respiro. Sólo porque venimos de unas semanas de ausencia, vamos a elegir al creador y alma mater de esta sección: “A la larga, cuando uno es un impostor, sale a la luz” (Mauricio Macri) Hay que defender a Macri de sus malintencionados intérpretes, incluido Clarín, que insisten en que Macri se refería a Sergio Massa. El jefe de gabinete Marcos Peña, con toda razón, lo desmintió, pero se negó a aclarar quién era el destinatario de la frase. Vamos a dilucidar el misterio, y le damos al lector una ayudita: ¿quién es el impostor que dijo que iba a eliminar Ganancias, que no iba a devaluar, que no iba a sacar ningún derecho, que no iba a haber tarifazos, que no iba a haber despidos, que iba a negociar duro con los holdouts, que iba a mantener Fútbol para Todos, que con la confianza que generaría su gobierno iba a atraer millonarias inversiones, que tenía declarados todos sus bienes, que sus empresas offshore eran legales, que no iba a permitir “jueces macristas”, que…? Pero basta de dar ayudas, piensen un poco ustedes, qué caramba. MARCELO YUNES
N ACIONAL
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POLÍTICA
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Que paguen los responsables: Metrovías-SBASE y el Gobierno de la Ciudad QUE LA MUERTE DE MATÍAS NO QUEDE IMPUNE
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espués de la “tragedia” anunciada de la muerte del trabajador del subte Matías Kruger se puso en acción, como siempre cada vez que un laburante es víctima de la desidia empresarial-gubernamental, la máquina de ocultar o, de no ser posible como en este caso, de “maquillar” el hecho. En primer lugar, la empresa anunció que era un “colaborador”, para dar la impresión que era un personal de paso que agarró al descuido un cable. Al mismo tiempo, que era hijo de un delegado, como para crear la conjetura que el paro de los trabajadores iba a ser por la condición gremial del padre. Luego la maquinaria de la prensa se encargó de destacar que era jugador de futsal, minimizando su condición de asalariado.
Tanta tierra y estiércol desparramado para tapar el hecho criminal no logró frenar el repudio de sus compañeros expresado en el paro del miércoles 7, la suspensión de la fecha de futsal en el club Boca Juniors, así como el minuto de silencio en las canchas, ni el acompañamiento pasivo, pero no enojoso, de la población que sufrió los trastornos del viaje, agudizados aún más ese día, en la Ciudad de Buenos Aires. SI MAURICIO LO HIZO, HORACIO RODRÍGUEZ LARRETA LO CONTINÚA La pérdida de la vida de 6 trabajadores en los últimos 6 años son la consecuencia de la falta de medidas de seguridad adecuadas: la mayoría
murieron electrocutadas. Además, hubo “accidentes menores” como desmoronamientos en túneles y estaciones. En el caso de Matías Kruger, horas antes la Subsecretaría de Trabajo porteña se había negado a suscribir un “protocolo de procedimiento general para el corte y reposición seguros en las líneas de contacto de los talleres”, presentado por la parte gremial. Era tan reciente la negativa, que no pudieron ocultarlo. Ante la intervención de la justicia, hasta el momento detuvieron a Marcelo Cuttri, supervisor del taller Colonia de Parque Patricios y empleado de la empresa que tiene la concesión del servicio. No conocemos su responsabilidad, pero desde ya, detrás de él están las máximas jerarquías
“Un espacio político abierto a las luchas de la región”
NUEVO LOCAL CENTRAL EN LA CIUDAD DE LA PLATA
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l miércoles 7 de diciembre inauguró el nuevo local central del Nuevo MAS La Plata, Berisso y Ensenada, localizado en calle 4 entre 42 y 43 Nº 518 de La Plata. Del evento participaron más de 300 personas, entre ellas una importante delegación de choferes en lucha de la Línea Este, quienes vienen de dar una de las luchas obreras más importantes en años en la región. Mientras llegaban y se ubicaban los invitados en las sillas acomodadas en el parque, muchos recorrían la muestra de fotos que reflejaba distintas luchas, ubicada en la parte delantera de la casa, o miraban la proyección de fotos del último Encuentro Nacional de Mujeres y de la lucha de Alika Kinan contra sus tratantes y el Estado proxeneta. El acto comenzó pasadas las 22 hs con las palabras de nuestro dirigente Eric “Tano” Simonetti, quien expresó la alegría del partido de poder contar con este nuevo local para impulsar y organizar las luchas de la región y realizó un balance del primer año de gobierno de Macri, un gobierno reaccionario y ajustador. Lo siguió en el uso de la palabra el dirigente del MST Francisco Torres, quien trajo el saludo de su partido y manifestó su expectativa ante la conformación de la “Izquierda al Frente por el Socialismo”, y las posibilidades que tiene dicho frente para constituirse en una alternativa de unidad de acción para la lucha contra el ajuste. Luego fue el turno de los choferes de la Línea Este. Varios de ellos hicieron uso de la palabra y realizaron un racconto del conflicto que vienen llevando a cabo hace casi dos meses contra la patronal Corvelli, UTA y el gobierno. En ese sentido agradecieron el apoyo que se les
viene dando desde el Nuevo MAS, así como desde otras organizaciones. Después de los choferes subieron al escenario Lorena Galle, militante de Las Rojas y familiar de víctima del Cuádruple Femicidio de La Loma, y Juana, una niña de 12 años víctima de abuso, quien con una enorme valentía habló para denunciar su situación, protagonizando uno de los momentos más emocionantes de la noche. La encargada de cerrar los discursos fue Manuela Castañeira, dirigente nacional del Nuevo MAS, quien también realizó un balance sumamente crítico del gobierno de Cambiemos y llamó a redoblar la lucha en las calles para derrotar sus planes reaccionarios así como a fortalecer la organización de una alternativa socialista. En ese sentido, destacó la conformación del nuevo frente político socia-
empresariales y gubernamentales que se ocultan en la impunidad. El Gobierno de la Ciudad ni asomó las narices. Ambos, empresa y gobierno son responsables, porque tanto la falta de controles como los negocios non sanctos en las nuevas obras son las causas de las muertes obreras. “La empresa perteneciente al señor Luis Carlos Zonis obtuvo la licitación puesta en marcha por la empresa estatal SBASE para realizar la catenaria rígida (sistema de instalación eléctrico acorde con las nuevas unidades adquiridas) en la línea B. La misma está imputada en la causa por corrupción y defraudación al Estado del Belgrano Cargas, en la que están implicados, entre otros, el ex ministro de Transporte Ricardo Jaime y
el ex secretario general de la UF, José Pedraza.” (SoB, 20/5/14) La lucha por una investigación hasta el final y el castigo a los responsables es el grito que nos debe unir y que debemos sumar en la lucha contra el gobierno y las patronales. Es el grito que debemos sumar este 20 de Diciembre en el 15° Aniversario del Argentinazo, en apoyo a las luchas de los trabajadores, contra los despidos, contra la precariedad laboral y contra la nueva ley de ART que nos quieren imponer: ¡NI UNA MUERTE MÁS EN EL ¡CASTIGO A SUS RESPONSABLES!
SUBTE!
ANA VÁZQUEZ
Calderón aprueba su estatuto ilegítimo y antidemocrático con represión LA RIOJA
lista y llamó al FIT a dejar de lado su sectarismo para avanzar en la unidad de la izquierda e impulsar las luchas. Luego fue el turno de los músicos. Primero con canciones propias y versiones de clásicos del rock nacional Ernesto Alaimo, acompañado de Andrés Antonelli, y acto seguido subió La-misterguay Rock, banda de rock donde canta de uno de los choferes de la Línea Este, quienes para sorpresa de todos, estrenaron una canción sobre su lucha llamada “Los 4 gatos locos”. La noche cerró con fiesta, pasadas las cinco de la mañana. Fue un evento inolvidable que dio muestras de consolidación partidaria y de toda la potencia de una regional que se prepara para las grandes luchas que se vienen. CORRESPONSAL
H
oy 14 de diciembre de 2016 se recordará para toda la comunidad universitaria, como el día en el que Calderón y el MUT (Movimiento Universitario de la Toma) reformaron el estatuto universitario a base de mentiras y represión. Antes que nada, repudiamos energicamente las agresiones físicas y verbales que sufrimos los y las estudiantes por parte de las patotas kirchneristas y la burocracia sindical del gremio de los no docentes que fueron a sacarnos a piñas y a patadas de las puertas del anfiteatro 17 de Octubre; lugar donde sesionaba la Asamblea Universitaria. Este fue un hecho claro de violencia avalado por el mismo Calderón y garantizado por su patota cómplice, a fines de seguir perpetuandose en el poder tal como hizo Tello Enrique Roldán, ex rector de la Unlar, que fue destituido por miles de riojanos dentro y fuera de la comunidad universitaria, y que hoy, arbitrariamente el oficialismo defiende y aprueba a “rasguños” un estatuto que pretende institucionalizar todas las prácticas antidemocraticas del Tellismo, justificando la represión en pos de asegurar (entre otras cosas) la re-re elección del rector y vicerector para el 2017, de la mano de un estatuto reaccionario. Una vez que abrieron las puertas comenzó a sesionar una “asamblea” que en realidad fue un acto del oficialismo donde se votaba las mociones en bloque y sin fundamentos como también así, se restringia el uso de la palabra a unos minutos por cada espacio político. No tan solo se aprobó un proyecto de estatuto que fue “discutido” entre unos pocos a espaldas de la comunidad universitaria sino que hicieron sesionar una asamblea histórica para la democratización de
la universidad en plena fecha de exámenes finales (no inocentemente) para limitar la participacion de los clautros y el desconocimiento del contenido de este estatuto ilegitimo y restrictivo para todos. Y que claramente, no quieren democratizar la UnLaR, quieren hacer lo mismo que Tello pero usando los derechos estudiantiles para que aceptemos un Estatuto que no conocemos, que no discutimos, que no propusimos. Repudiamos de lleno este estatuto oficialista que le concederá, entre otras cosas, la potestad al Rector de designar a la Junta Electoral y a quienes deban realizar la auditoría interna. Y lo peor de todo, le permitirá la re-re elección de quienes hoy están en el poder. Denunciamos, una vez más, que no democratizaron el debate y la construcción de la reforma para así poder hacerla de acuerdo a sus intereses, sobre todo que la reforma sea aprobada antes de fin de año, así el nuevo estatuto con los beneficios políticos-electorales, están institucionalizados para las próximas elecciones, desplazando y acallando a todos los espacios no oficialistas. Repudiamos los hechos de violencia hacia el movimiento estudiantil combativo que se plantó y resistió ante esta pantomima de reforma y las patotas de Calderón. Ante esta situación tenemos el deber de seguir organizando un movimiento estudiantil fuerte e independiente que siga funcionando como una opción real y concreta ante los atropellos de la gestión calderonista que ataca constantemente a la educación pública y de calidad, restringiendola y recortandola, tal como está haciendo el gobierno macrista en todas las universidades. YA BASTA! UNLAR
M OVIMIENTO O BRERO
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Socialismo o Barbarie 7
Un debate abierto en la Multicolor de SUTEBA BALANCE DE LAS ASAMBLEAS ANUALES DEL SUTEBA
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ías atrás se realizaron las Asambleas anuales del SUTEBA. A cada distrito de la provincia miles de docentes asistieron a debatir y votar si apoyaban el balance anual de la Lista Celeste de Baradel o de la Lista Multicolor. Además se votaba la conformación de la Junta Electoral de cada distrito y luego la Junta que presidirá las elecciones provinciales del 2017. En la mayoría de las 132 seccionales de la Provincia de Buenos Aires se impuso la Lista Celeste. Pero cabe una importante aclaración: la mayoría de esos distritos son pequeños en cantidad de docentes. Así, la Multicolor, que dirige una decena de seccionales, cuentan con alrededor del 30% del total de los afiliados que se acerca a los 100.000 docentes. Así presentados los datos pasamos a ver los resultados de los principales distritos. En La Matanza la Multicolor perdió dos votaciones (la principal, que elige la Junta Electoral) y luego, ante la llegada de más afiliados, logró ganar el balance de la política gremial y la reforma de los estatutos. En La Plata también se dio una situación similar, pero al revés. La Multicolor ganó las dos primeras votaciones (quedándose con la Junta Electoral), pero perdiendo el balance de la política gremial. En Tigre, por otro lado, se impuso la Multicolor, al igual que en Ensenada, Quilmes, Bahía Blanca, Escobar. REVÉS DE LA MULTICOLOR PLATA Y LA MATANZA
EN LA
Las asambleas de La Plata y La Matanza fueron las más masivas de la provincia, superaron con holgura las restantes. Más de 1000 en La Matanza y más de 500 en La Plata, configurando
los dos principales distritos. Lo primero que hay que señalar es que fueron las asambleas de balance más masivas de los últimos años. Y esto, sin dudas, se debe al impulso a la participación que viene significado que al frente de estas seccionales esté la Multicolor. Es que el ejercicio permanente de la lucha, la realización de asambleas, de plenarios, de cuerpos de delegados, ha politizado a una importante franja de la docencia que ha se comprometido con la participación sindical. Muy contrastante con las Asambleas de los distritos dirigidos por la Celeste, de una baja participación y casi ningún debate sindical ni político. Es que ahí las asambleas casi no existen y la lucha, menos que menos. Sin embargo, lamentablemente, en estas dos masivas Asambleas la Multicolor no logró ganar. Al contrario, se sufrió una derrota política que, de corregir el rumbo, puede ser sólo circunstancial. Veamos las razones de este hecho. La principal razón de esta derrota hay que buscarla en la situación política nacional que “baña” todos los acontecimientos del país. El giro a la derecha general viene tiñendo los asuntos sindicales y políticos. Esto se ha traducido durante el año en la baja de la lucha docente en la provincia de Buenos Aires, pero también en gran parte del país. Nos referimos a que estamos transitando un “momento de reflujo” de la docencia producto de que aún anidan ciertas expectativas en el gobierno de Macri y Vidal. Expectativas que han llevado a una importante franja de compañeros a plantear que “hay que darle tiempo”. Sobre esta base de “expectativas” se ha montado la burocracia sindical de
Baradel y el Frente Gremial para no impulsar ninguna lucha en todo el año. O sea: en lugar de apoyarse en los miles de docentes que están dispuestos a batallar contra la política de ajuste salarial de Macri, la Lista Celeste prefirió recostarse sobre la pasividad de otros miles. Así, al igual que la burocracia de la CGT, optaron por jugar a la gobernabilidad y dejar que Macri aplique su ajuste, su aumento salarial a la baja, el Operativo Aprender 2016, etc. Por lo tanto, en términos general, sucedió lo que pasa cuando hay una baja de la lucha: se fortalecen las posiciones de la burocracia. De ahí que aun yendo cientos de docentes ligados a la Multicolor, la misma no logró imponerse frente al “aparato” de funcionarios que engordó las filas de la Lista Celeste. Bajo otra situación política el aparato de la burocracia se hubiese mostrado impotente y la docencia luchadora se hubiese impuesto. Por lo tanto, el fortalecimiento de la organización y de la lucha en el próximo período será clave para desbordar a la burocracia y derrotarla. LA POLÍTICA DEL PO EN LA ENCRUCIJADA Ahora bien, hay otras razones que se suman a la explicación de la derrota de la Multicolor en estas “neurálgicas” asambleas distritales. Y tiene que ver con la orientación política que viene primando en la Multicolor y que desde la Lista Gris hemos venido debatiendo durante todo el año. Nos referimos a la orientación que Tribuna Docente (Partido Obrero) le ha estado imprimiendo a la Multicolor en los distritos donde es dirección. Se trata de una política que parte
de no “actualizar” las nuevas coordenadas políticas que se viven en el país: para el PO el gobierno de Macri no está comandando un giro derechista en los asuntos políticos, sino que se trata de una mera continuidad del gobierno anterior. Claro que tanto Scioli, Cristina o Macri son variantes capitalistas, representantes de la clase dominante. Pero no todos los políticos burgueses son iguales y llevan a la práctica las mismas políticas. El de Cristina se trataba de un gobierno burgués de “contención” de las luchas sociales, mientras que el de Macri es un gobierno burgués que viene a derrotar las conquistas que los trabajadores logramos mediante nuestras luchas. Es un gobierno reaccionario de cabo a rabo, conservador, fiel representante del imperialismo. Por lo tanto lo que es obligación para todos los luchadores es impulsar una política que parta de la necesidad de derrotar el ajuste del gobierno de Macri y todos sus ataques. Y no hay mejor manera de derrotar al gobierno y su ajuste que sobre la base de la máxima unidad de acción. Unidad de acción que significa que debemos luchar en las calles junto a todos los que se dispongan a hacerlo. Pero durante todo el año, el Partido Obrero se negó a unificar las luchas contra el gobierno de Macri. El caso más elocuente fue cuando la dirección de las dos CTAs llamaron a la Marcha Federal. Allí asistieron más de 100.000 trabajadores, entre los que contaban miles de docentes que le exigieron mediante cantos el Paro Nacional a la CGT. Justo lo que los sectores de izquierda y combativos venimos exigiendo hace meses!!! Pero la política del PO (y a su rastra el PTS) fue
la de negarse a ir junto a esos miles y en su lugar montaron un acto y marcha a unas cuadras. El divisionismo no podía ser mayor! En su lugar, desde la Lista Gris y otras organizaciones de izquierda nos retiramos y marchamos a Plaza de Mayo. Este sectarismo le está costando muy caro a la Multicolor. De lo que se trataba era de poner en pie una columna clasista y entrar a Plaza de Mayo con nuestra política!!! La de la exigencia del Paro Nacional y Plan de Lucha!! No la de cortarse solo sin dar la pelea en la misma lucha! LA MULTICOLOR DEBE DAR UN GIRO EN SU ORIENTACIÓN
Frente a este balance, la Multicolor debe tomar una decisión: si seguir con esta política divisionista y sectaria que plantea Tribuna Docente o dar un giro hacia una política que busque desbordar a la burocracia sindical dando la pelea en cada una de las luchas que se plantean. Al gobierno hay que enfrentarlo sin sectarismos y tendiendo un puente con la base que empieza a ver cómo Baradel, aunque se dice opositor a Macri, no es una alternativa de lucha para enfrentarlo. El próximo desafío que tenemos planteado será la dura lucha por quebrar el techo salarial que Vidal tratará de imponernos en la paritaria. Será una prueba de fuego para fortalecer, a través de la lucha, las seccionales recuperadas del SUTEBA y sentar bases fuertes para defenderlas del intento de arrebato de la burocracia entreguista. LISTA GRIS CARLOS FUENTEALBA
Iniciamos acciones legales contra el municipio CIPOLLETTI - RIO NEGRO
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os delegados del cementerio, injustamente despedidos en un claro acto de persecución sindical y política por parte de las autoridades del cementerio, así como del intendente Tortoriello, hemos iniciado acciones legales para defender nuestro puesto de trabajo, así como nuestro legítimo derecho a la libre organización sindical. La irregularidad de los despidos que se llevaron a cabo en el marco del proceso de elección de delegados que llevamos adelante los trabajadores del cementerio es prueba de lo antes dicho. La supuesta desvinculación del director general de Servicios Públicos, Víctor Hugo Villablanca el 19 de octubre, como así también el “chantaje” de querer que aceptemos el despido a cambio de trasladarnos a otro sector del municipio, fueron confesiones implícitas de las irregularidades que venimos denunciando, de que tenemos razón y fuimos despedidos injustamente, por el solo hecho de organizarnos y exigir el fin de la precarización laboral que sufrimos los municipales del cementerio. Lo que estamos exigiendo es la reincorporación inmediata a nuestro lugar de trabajo, así como que se respete nuestro derecho a organizarnos sindicalmente. Hoy la situación en la necrópolis no ha mejorado en lo absoluto. Se encuentra colapsado y el servicio no se ha podi-
do normalizar debido a la falta de personal, ya que los puestos que ocupábamos ambos delegados dentro del cementerio no han sido ocupados. La nueva jefa de departamento, Mercedes Salvadores, ha implantado el temor entre los trabajadores al hacer circular versiones de que a varios de ellos no se les renovaría el contrato a fin de año lanzando frases como “me pidieron la cabeza de 3 personas”. Toda esta situación nos demuestra que poco le importa al intendente que los trabajadores podamos brindar un buen servicio y mantener el cementerio en condiciones para recibir a los vecinos. En cambio prioriza los aprietes, amedrentamientos y la prolongación de un conflicto que hace rato debería estar solucionado. Los trabajadores del cementerio vamos a defender cada puesto de trabajo y no descartamos ante amenazas, amedrentamientos o despidos, realizar nuevas medidas de fuerza, en tanto avanzamos con el proceso judicial para hacer respetar nuestros derechos. DELEGADOS DEL CEMENTERIO DE CIPOLLETTI Sandro Zapata 2995182047 - Delegado Facundo Arevalo 2994678315 - Delegado
EN EL MUNDO
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Año XV - Nº 409- 15/12/16
Derrota de los “rebeldes” en Alepo y masa del régimen SIRIA
ALE KUR
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l cierre de esta edición, las tendencias descriptas en esta nota (publicada la semana pasada en la página web Socialismo o Barbarie) parecen haber terminado de cristalizar. Los “rebeldes” se retiraron de casi todos sus barrios en Alepo, quedando reducidos a un pequeño distrito. Según algunas fuentes, estaría en marcha un acuerdo de evacuación de los posiblemente miles de combatientes que quedan, junto a sus familias. Esto ocurre luego de una intensísima campaña de bombardeos rusos y sirios contra la población civil de Alepo, causando horribles masacres y volviendo imposible la vida a decenas de miles de personas. Existen también reportes, aunque todavía no verificados, de decenas de ejecuciones sumarias por parte del ejército sirio en los barrios que recuperaron. La política criminal de Rusia y Al Assad merece un enorme repudio popular en todo el planeta, independientemente de cualquier consideración sobre el carácter del bando “rebelde”. El pleno restablecimiento de la dictadura de Al Assad sobre la base de la destrucción de Alepo y de la “paz” de los cementerios tiene un contenido indiscutiblemente reaccionario, y que ningún socialista puede considerar como un “triunfo” propio. Esta semana el bando “rebelde” sirio sufrió durísimos reveses en Alepo, la ciudad más importante del país. El ejército sirio (que responde al gobierno de Al Assad) y sus aliados recuperaron el control de gran parte de los barrios que habían perdido en 2012. Al momento de escribir este artículo, parece bastante probable una retirada negociada de los barrios restantes, o una derrota militar completa en el corto plazo. Por la importancia económica, política y demográfica de Alepo, el control “rebelde” de casi la mitad de la ciudad significaba una presencia estratégica de ese bando en el tablero político nacional. Su reunificación en manos del régimen de Al Assad significa, en consecuencia, una derrota estratégica del bando “rebelde”, que prácticamente lo borra como factor nacional. La perspectiva de una solución política “negociada” a la guerra civil siria (que se apoyaba en un cierto equilibrio de fuerzas) parece ahora definitivamente fuera de la escena –excepto que su contenido sea la aceptación de la derrota por parte de los “rebeldes” y la consolidación definitiva del régimen que combatieron. Por eso la batalla de Alepo tiene una gran trascendencia, tanto para Medio Oriente como para los equilibrios geopolíticos globales. Una consolidación de Al Assad significa un triunfo de la línea de Rusia y de Irán (que intervinieron activamente en su defensa), y un duro golpe a las ambiciones de Turquía, Arabia Saudita y Qatar (que intervinieron a través de “proxies” para derrocarlo). Para Europa significa la posibilidad de que comience a acabarse la crisis de refugiados, que le está trayendo enormes problemas políticos interiores. Para Estados Unidos, significa el alivio de que el Estado Islámico y Al Qaeda no puedan engullirse a uno de los princi-
pales países de Medio Oriente. Las contradicciones que tenía Obama al respecto (exigiendo la caída del dictador Al Assad pero sin querer tampoco un triunfo de los “rebeldes”) comienzan a simplificarse con el triunfo de Trump, que prioriza la línea “antiterrorista” por sobre cualquier consideración democrática. En el marco de este juego de alianzas cambiantes y contradictorias, abundan en los medios de comunicación de todo el globo los discursos que legitiman a uno u otro bando, que apoyan tal o cual, salida para el conflicto, que enfatizan los crímenes cometidos por unos u otros. Se tratan en general de discursos simplistas, binarios, que ocultan y distorsionan los determinantes del conflicto para beneficiar su línea geopolítica particular. Esto es lo que queremos discutir a continuación. DOS BANDOS REACCIONARIOS Una caracterización seria del conflicto sirio y de la batalla de Alepo requiere una mirada implacablemente crítica hacia sus dos bandos principales. En primer lugar, del gobierno sirio, que algunos intentan hacer pasar como “antiimperialista”, como un gobierno popular que responde a los intereses de los trabajadores y las masas oprimidas. Por el contrario, el régimen de los Al-Assad es una dictadura de partido único, que somete al país bajo la bota de los servicios de seguridad. En su centro, una camarilla burguesa con rasgos clánicos –es decir, regida por vínculos de parentesco y comunitarios- y estilo mafioso se enriquece a través de sus negocios, realizados a través de monopolios privados beneficiados por el apoyo estatal. Los trabajadores y los campesinos sirios sufren en cambio de grandes tasas de desempleo, muy bajos salarios y pésimas condiciones de infraestructura. Estas son las razones por las que amplios sectores populares se unieron a las protestas de 2011 y eventualmente tomaron las armas contra el régimen. El régimen respondió a estas protestas con ametralladoras, tanques y bombas, masacrando cientos de miles de personas, desplazando a millones, encarcelando a miles de activistas civiles y torturándolos hasta la muerte. Sin duda alguna, el régimen de Al Assad tiene la principal cuota de responsabilidad en el sangriento conflicto sirio, y jamás podrá ser “absuelto” de sus crímenes contra el pueblo. La crítica revolucionaria y sin concesiones al régimen de Al Assad, sin embargo, no puede ser una excusa para embellecer al bando “rebelde”. Eso es exactamente lo que hacen los medios de comunicación liberales y pro-occidentales, que ven en este bando a “combatientes de la libertad”, democráticos y “moderados”. Increí-blemente, varias corrientes de la izquierda tienen una visión similar, considerándolos como “revolucionarios” y brindándoles apoyo político. Estas posiciones también deben ser refutadas y combatidas. El origen del bando “rebelde” se remonta a la legítima y muy progresiva rebelión popular de 2011, que fue parte del ciclo regional conocido como “Primavera Árabe”. Su contenido era la exigencia de reformas democráticas, el fin del autoritarismo y la contención de los efectos bru-
tales que tuvo en la región la crisis económica mundial de 2008. En estas protestas participaron amplios sectores sociales que fueron víctimas de la crisis y de las reformas neoliberales de las últimas décadas. El gobierno reprimió brutalmente a estas protestas, lo que provocó la formación de grupos armados opositores, bajo la denominación genérica de “Ejército Sirio Libre”. Estos grupos estaban integrados por soldados que se negaron a reprimir, por civiles que ya no podían continuar con protestas pacíficas, y por sectores islamistas y jihadistas que se montaron sobre la situación para perseguir su propia agenda política. Los objetivos manifiestos de los grupos del E.S.L eran la protección de los civiles contra la represión del régimen y la derrota de la dictadura. Pero la naturaleza político-ideológica de estos grupos se fue transformando rápidamente a medida que las protestas de masas desaparecían de la escena y todo se encauzaba en el terreno puramente militar. En este terreno, se impuso la ideología reaccionaria del islamismo, estimulada por Turquía y los países del Golfo como medio de expandir su propia influencia geopolítica. El resultado de esta transformación es que hoy prácticamente la totalidad de las brigadas identificadas con el bando “rebelde” profesan una ideología islamista, que rechaza en distintos grados la democracia y la separación entre religión y Estado. Su visión del mundo es profundamente patriarcal (las mujeres no tienen ningún rol y deben ser oprimidas, las minorías sexuales deben ser suprimidas), sectaria (las minorías étnicas-religiosas deben someterse al dominio de los musulmanes sunnitas, y entre ellos preferentemente de los árabes) y netamente reaccionaria (consideran a los ateos, a la izquierda y a los sectores laicos en general como enemigos a aplastar). Los casos más extremos como el ISIS o Al Qaeda ya son ampliamente conocidos. Otros grupos muy similares en su ideología, como Ahrar al Sham o Jaish al Islam, son menos conocidos pero tienen un enorme poder militar, siendo los principales actores sobre el terreno en los territorios “rebeldes”. Por último, las brigadas identificadas con el “Ejército Sirio Libre” son versiones ligeramente rebajadas de los anteriores, pero compartiendo gran parte de su dis-
curso y confluyendo militarmente con ellas. En este caso, sus orígenes ligados a la rebelión popular de 2011 entran en contradicción con toda su deriva posterior, en la que su dependencia de los donantes externos ( principalmente turcos, saudíes y qataríes) las llevaron por la vía de una profunda islamización. Pero no solo eso: su naturaleza es fuertemente “espontánea” y militarista, es decir, desligada de toda disciplina y centralización, así como de todo lazo con organizaciones políticas o sindicales que les impongan una línea de comportamiento moral principista. Esto se traduce en la proliferación de “señoríos de guerra” corruptos, que actúan en las zonas que controlan como fuerzas opresivas y parasitarias, que compiten entre sí por el poder, etc. Esta situación se ve muy agravada por la afluencia de gran cantidad de “milicianos” cuya principal motivación es la paga que les ofrecen estos grupos –que en muchos casos es el único medio de subsistencia en una economía devastada por la guerra y por la crisis económica. Comprendiendo esta fisonomía del bando “rebelde” se entiende también porqué fue perdiendo –o quizás nunca llegó a tener- un amplio apoyo popular. Muy posiblemente la gran mayoría de la población siria oscile entre la neutralidad entre ambos bandos, o cierta afinidad con el régimen de Al Assad aunque más no sea como “mal menor” frente al islamismo, el sectarismo y el colapso del Estado. Esto es especialmente cierto entre las clases medias y altas (sobre todo las más “seculares” o laicas) y las minorías étnico-religiosas, que son militantemente anti“rebeldes”. La base social del bando “rebelde” son principalmente los sectores populares empobrecidos del campo y la ciudad pertenecientes al islam sunnita y a la etnia árabe. Sin embargo, tampoco se vieron últimamente muestras masivas de apoyo de estos sectores sociales hacia los “rebeldes”: en parte esto se deba a las durísimas condiciones de la guerra civil, los bombardeos y el vaciamiento de las ciudades. Pero es muy posible también que haya cierto alejamiento y desmoralización. En el caso de la clase obrera industrial, no manifestó en todo el conflicto ninguna posición política propia, estando sus organizaciones sindicales en manos de Al Assad, careciendo de partidos de clase y
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Todo el poder a las grandes petroleras EL GABINETE TRUMP
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mostrándose mayormente ausente como sujeto independiente. En este estado de situación, los grupos armados “rebeldes” se enfrentan a un aislamiento cada vez mayor, tanto frente a la población civil como frente a la opinión pública internacional y el “establishment” político global. Es este aislamiento el que permitió los avances militares del régimen de Al Assad, y el que muy probablemente lleve a su derrota estratégica en un cortomediano plazo. Los trabajadores, los jóvenes y todos los sectores populares de Medio Oriente y del mundo deben sacar conclusiones del caso sirio. No hay ninguna salida progresiva de la mano de las dictaduras burguesas como la de Al Assad, pero tampoco de la mano de organizaciones islamistas y jihadistas retrógradas que nada tienen que ver con las posiciones y tradiciones de la izquierda. El apoyo a unos u otros solo puede llevar a largos y sangrientos conflictos donde la principal víctima es el pueblo. Hace falta una salida verdaderamente revolucionaria, democrática, laica y socialista, que tenga en el centro a los explotados y oprimidos de Siria y de toda la región. NOTAS 1 Este es el caso de las YPG-YPJ kurdas y sus aliados, a quienes la mayoría de los grupos “rebeldes” consideran enemigos irreconciliables por su ateísmo, defensa de los derechos de las mujeres e izquierdismo. Los grupos “rebeldes” bajo el comando del presidente turco Erdogan actúan como “perros de caza” contra la experiencia de autogobierno democrático de los kurdos y sus aliados. En estos ataques los “rebeldes” también bombardean de manera indiscriminada a la población civil causando gran cantidad de muertes, provocan desplazamientos demográficos, etc.
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l presidente electo de EEUU, Donald Trump, ya tiene preparado a gran parte de su gabinete para cuando asuma el gobierno el 20 de enero de 2017. El puesto más importante en el gabinete de EEUU es siempre el del Secretario de Estado, encargado de manejar la política exterior de la principal potencia imperialista del planeta. Se trata por lo tanto de un cargo de relevancia mundial. Esta semana Trump anunció que ese puesto será ocupado nada más y nada menos que por Rex Tillerson, CEO de la ExxonMobil. Se trata además de un hombre de confianza de Putin, el presidente ruso, con el que Trump parece tener una gran afinidad. La ExxonMobil es una de las 10 empresas más grandes de todo el planeta, con una de las mayores capitalizaciones bursátiles y tasa de ingresos anuales. Se trata de una compañía petrolera y gasífera, heredera de la emblemática Standard Oil fundada por Rockefeller. Como tal, es sinónimo de todo lo que conocemos como “imperialismo”. Es ampliamente conocida por su financiamiento a las campañas del Partido Republicano y su lobby a favor de las guerras de rapiña (como la de Irak). También es conocida por su completa falta de respeto por el medio ambiente, y su responsabilidad en varias crisis ambientales. Y por sobre todas las cosas, es un emblema de la criminal política de seguir explotando combustibles fósiles, que está llevando al planeta a un cambio climático de potencialidad catastrófica. El nombramiento de Tillerson como Secretario de Estado tiene por lo tanto un carácter brutal. De manera descarada, se le otorga a las grandes petroleras el control directo de la política imperialista de EEUU. Por supuesto, estas siempre tuvieron una enorme influencia, pero con este paso se suprimen todas las mediaciones y se va a un gobierno empresarial directo. El caso de Tillerson ni siquiera es una “excepción” dentro del nuevo gabinete. Los medios de comunicación lo describen como “el gabinete más rico de la historia”, ya que todos sus miembros son grandes multimillonarios. Estados Unidos pasaría a ser directamente gobernado por sus dueños (y de todo el planeta), el famoso y repudiado “1%” de Wall Street. Para completar el hermoso panorama del gabinete Trump, hay que mencionar un último aspecto: en el mismo, figuraran por lo menos tres generales de las Fuerzas Armadas estadounidenses. James Mattis se desempeñará como secretario de Defensa; John Kelly, como secretario de Seguridad Interior; y Michael Flynn como consejero de Seguridad Nacional. Entre ellos, Mattis tiene un apodo muy ilustrativo: lo llaman “el perro loco” (Mad Dog), luego de su rol en la guerra de Irak lideran-
do a las nefastas tropas de ocupación norteamericanas. Se le conocen declaraciones donde afirma que la guerra “es divertida”, especialmente dispararle a la gente. Tres rasgos, entonces, saltan a la vista de manera inmediata. El carácter repugnantemente capitalista del gabinete, que se saca de encima todos los “formalismos” de la política profesional para dar paso directamente a los gerentes. El carácter imperialista, de rapiña, del mismo –fuertemente ligado al militarismo-. Y también, y esto tiene una enorme gravedad, un carácter criminal en cuanto a su política ambiental. Nos detendremos especialmente para explicar este aspecto. La designación de Tillerson se complementa con varias otras. Scott Pruitt, un escéptico negador del cambio climático, será nombrado como Secretario de Medio Ambiente, en un acto de provocación abierta. El mismo, como fiscal de Oklahoma, fue parte de acciones legales contra las políticas de “energía limpia” que se comenzaron a impulsar desde el gobierno Obama. Todo el equipo dedicado a cuestiones energéticas son personajes directos del mundo petrolero y gasífero. Esto es coherente con los dichos de Trump de que el cambio climático “es un invento de los chinos” para quitarle competitividad a la economía norteamericana. En el mismo sentido van sus declaraciones sobre su intención de retirar a EEUU de los acuerdos de Paris que (con infinidad de límites) se plantean mitigar sus efectos. No se trata de una cuestión secundaria: Trump realiza una apuesta estratégica por la continuidad de la explotación de combustibles fósiles, como parte de su plan para relanzar la hegemonía económica norteamericana. Esto significa ni más ni menos que llevar al mundo a una catástrofe ambiental, acelerando los procesos que ya están causando enormes problemas en el planeta. En el mediano-largo plazo, el derretimiento de los polos y consiguiente crecimiento del nivel mar, el aumento de temperaturas a niveles intolerables, las sequías generalizadas y extendidas, etc. pueden llevar a enormes desplazamientos poblacionales (con sus terribles consecuencias sociales), a muertes en masa e inclusive a la extinción de nuestra especie. EL GABINETE TRUMP Y LA GEOPOLÍTICA Otro aspecto a señalar en relación al proyecto de Trump, de enorme importancia, es que plantea reencauzar de manera global la política exterior de Estados Unidos. En primer lugar, el eje estratégico pasa a ser una confrontación más directa (y potencialmente más agresiva) con China, su principal competidor económico mundial. Si bien el gobierno Obama había intentado contener a China a través de una serie de esfuerzos diplomáticos-comerciales y de despliegue militar, la administración
Trump pretende ir muchísimo más lejos. Ya hay dos grandes gestos que significan una posible ruptura radical con el statu quo en relación a China. La primera de ellas es el recibimiento por parte de Trump de un llamado de los representantes de Taiwán (y su posterior reivindicación del mismo). Esto pone en cuestión el pilar fundamental de las relaciones diplomáticas entre EEUU y China, que es el reconocimiento (desde principios de la década del ’70) por parte de EEUU de la soberanía china sobre Taiwán1, como parte del concepto de “un solo país”. Al cuestionar la soberanía china sobre esta isla, revierte cuatro décadas de diplomacia norteamericana, y pone todas las relaciones al borde una enorme crisis. El otro gran gesto es la amenaza por parte de Trump de levantar fuertes barreras arancelarias a los productos fabricados en China. Si esto se lleva a cabo, sería la ruptura del orden económico globalizado-neoliberal vigente por lo menos desde la década del ’90, por el cual una gran cantidad de empresas de todo el planeta se instalan en Asia para producir mercancías de muy bajo costo –superexplotando a la mano de obra local- para luego inundar con ellas el mercado mundial. Es precisamente ese orden mundial el que permitió a China convertirse en la segunda potencia económica del mundo, logrando un ascenso meteórico en muy pocas décadas. En segundo lugar, el gobierno Trump plantea un acercamiento con Rusia, luego de varios años de fuertes tensiones. La administración Obama tuvo fuertes choques con el gobierno de Putin, especialmente tras la anexión de Crimea en Ucrania y la guerra en dicho país, y tras la intervención rusa en la guerra civil siria. Pero estas tensiones, agravadas por la coyuntura, se remontan en realidad mucho más atrás: pese a la finalización de la guerra fría en los ‘90, la OTAN nunca “distendió” realmente las relaciones con Rusia, montando un cerco de bases militares a su alrededor, continuando de hecho la carrera armamentística y estimulando revoluciones anti-rusas en la zona de influencia tradicional de la ex-URSS. Trump tiene en cambio un enfoque mucho más pragmático. Por un lado, desde la caída del “socialismo real” y la disolución de la URSS, no hay mayores razones objetivas para estimular una competencia política-ideológica con Rusia (hecho que por alguna razón difícil de entender no ha logrado calar en la mentalidad estratégica del establishment norteamericano, moldeada en el macartismo anti-ruso). Desde el punto de vista económico, a diferencia de lo que ocu1 Se trata de un punto especialmente sensible para China, ya que en esa isla se refugió el último gobierno nacionalista (capitalista) del país tras el triunfo de los comunistas en la guerra civil y el ascenso al poder de Mao Tse Tung: la existencia de Taiwán como país independiente significa un desafío completo a la autoridad del Partido Comunista chino.
rre con China, no parece haber una competencia real entre EEUU y Rusia, existiendo inclusive la posibilidad de cooperación en varios terrenos. Esto es de hecho lo que ocurre entre la ExxonMobil y la Rosneft, petrolera rusa de capital mixto (mayormente estatal, pero con gran presencia de privados y multinacionales). Ambas empresas tienen acuerdos de colaboración para explotar los recursos hidrocarburíferos del Ártico ruso, a cambio de lo cual se habilita a la compañía rusa a participar de explotaciones en Norteamérica. Se trata de un clásico acuerdo burgués de negocios, vuelto posible por la restauración del capitalismo en Rusia – hecho que los analistas geopolíticos muchas veces parecen olvidar. Este acuerdo fue seriamente dañado por las sanciones de Occidente contra Rusia luego de la anexión de Crimea: así, las consideraciones geopolíticas que venían orientando al “establishment” norteamericano fueron un estorbo para los negocios concretos de la burguesía yanqui. Por eso mismo, la designación de Tillerson al frente de la Secretaría de Estado es muy significativa: se trata de hacer primar el beneficio capitalista por sobre cualquier otra consideración. Un último aspecto a considerar es que las afinidades entre Trump y Putin van mucho más allá de los negocios. Hay inclusive una fuerte cercanía ideológica entre ambos. Ambos sostienen posturas tradicionalistas, contrarias a las minorías sexuales, al multiculturalismo y la inmigración, al derecho al aborto y a las concepciones feministas. Ambos reivindican una “vuelta al cristianismo” (sea ortodoxo, protestante o católico), frente al secularismo y frente a la “amenaza islámica”. Ambos reivindican a la “raza blanca” y desprecian a las minorías étnicas. Ambos rechazan las concepciones liberales de la política, reafirmando valores autoritarios y paternalistas. Esta afinidad se ve con toda claridad en el caso del principal estratega de Trump, Stephen Bannon, abiertamente pro-ruso. Putin y Bannon coinciden en el apoyo a la ultraderecha europea, como el Frente Nacional en Francia y el UKIP de Reino Unido. Nada más lejos que el fantasma del “ateísmo soviético” que muchos trasnochados siguen queriendo ver en la política rusa, ya sea para rechazarla o para reivindicarla. Con estas consideraciones en mente, se comprende porqué Trump y su futuro gabinete plantean un giro estratégico en la política exterior norteamericana. Con la creciente amenaza de China como competidor por la hegemonía mundial, cobra sentido un acercamiento a Rusia, favorable desde el punto de vista de los negocios e ideológico. Si estos giros pueden concretarse, superando la resistencia del “establishment” yanqui, el mundo ingresaría en una nueva etapa de realineamientos, competencia, confrontaciones y grandes crisis, de consecuencias imprevisibles.
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Aplastante derrota del gobierno Renzi en Referéndum Constitucional AHORA DESDE ITALIA, OTRO “VOTO DE PROTESTA” QUE ES TAMBIÉN UN DURO GOLPE A LA UNIÓN EUROPEA
CLAUDIO TESTA “¿La dimisión del primer ministro de Italia, Matteo Renzi, es realmente un asunto local, italiano? No hay duda de que un referendo sobre un cambio constitucional puede ser una cuestión de confianza en el gobierno de Renzi, que además hizo de esto una cuestión personal… “Pero si se analiza socialmente la consulta popular, se ve que el voto por el NO vino otra vez de las regiones más pobres de Italia. Milán es un ejemplo. Los votantes de los barrios ricos del centro se inclinaron por el SÍ, y los de la periferia, por el NO.¿Y esto no es acaso similar a lo que pasó con el Brexit y las elecciones de Estados Unidos? “Renzi cayó en la misma trampa que el ex primer ministro británico David Cameron, al convocar a un referendo… para ser arrasado por una inesperada ola de resentimiento y descontento. Como el mismo Renzi declaró: «No tenía idea de que me odiaban tanto». “Eso es importante, pues muestra que aun personajes brillantes como Renzi, no se dan cuenta de que desde hace años les rodea un tsunami de resentimiento y descontento, que ha sido ignorado por el sistema, por los medios y por los políticos. (Roberto Savio, fundador de Inter Press Service, “The End of a Cycle?”, IPS, Roma, 16/12/2016)
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omo habíamos vaticinado en un artículo anterior[1], en el Referéndum sobre la Constitución, convocado por el gobierno italiano para el domingo 4 de diciembre, fue derrotada la propuesta de reforma de la Constitución del primer ministro Matteo Renzi, que anunció su renuncia ese mismo día. Lo que nadie previó fue el carácter aplastante de esa derrota. En primer lugar, el número de votantes fue insólito para un país y una Unión Europea donde el descontento conduce frecuentemente a la vía muerta de la abstención electoral. ¡Se alcanzó casi un 70% de votantes! ¡De ellos, el 60% votó NO! Renzi presentó inmediatamente su renuncia. Pero luego se puso en marcha otro operativo para sostener durante un tiempo a su gobierno que ha perdido toda legitimidad, aplazando la convocatoria de elecciones para renovar el parlamento. Es que la mayor parte de la gran burguesía italiana y especialmente el establishment corporativo-financiero “europeísta” no tienen todavía un recambio de Renzi ni en general un Plan B. O, mejor dicho, tienen varias y contradictorias opiniones. El mismo Renzi, fue cambiando de planes en pocas horas. A grandes rasgos, hay un sector que teme –con razón– que unas elecciones
parlamentarias inmediatas serían una continuación del “voto castigo” y podrían dar el triunfo a alternativas desagradables y de rumbo imprevisible como el “MoVimento 5 Stelle” (Movimiento 5 estrellas), que tiene como principal figura pública al cómico Beppe Grillo. Otros, en cambio, ven el mayor peligro en continuar “sine die” con un parlamento deslegitimado, sea con Renzi u otro personaje afín encabezando el gobierno, y que esto lleve tarde o temprano a un estallido. Es que además, por más rápido que se convoquen, no es fácil prever hoy el resultado de unas elecciones parlamentarias que se realizarían como fecha más cercana en marzo. Hay un clima de volatilidad política que además se combina con el creciente malhumor continental respecto a la Unión Europea,… una rabia que también está ganando a Italia. ¡Y el referéndum italiano fue un hecho “europeo”, en un doble sentido! Por un lado, porque lo que finalmente suceda con Italia –uno de los fundadores de la Unión Europea[2] y tercer PBI de la UE– tendrá un impacto de gran importancia sobre la actual crisis de la UE en su conjunto. Por otro lado, porque esa crisis (y deslegitimación) de la UE fue uno de los factores centrales en los resultados de la votación italiana. En esta situación, buena parte del circo parlamentario está comprometido en la tramoya de dictar una nueva ley electoral antes de disolver este parlamento y convocar a nuevos comicios. Esto podría implicar meses y meses adicionales de demora… en un país donde lo único que crece es el desempleo, la miseria… y el consiguiente descontento social. Finalmente, luego de varios días de suspenso, vacilaciones y consultas a los partidos, el presidente de la República, Sergio Mattarella, informó que el actual ministro de Relaciones Exteriores, Paolo Gentiloni, intentaría formar gobierno. Gentiloni, como primer ministro, será una especie de “clon” de Matteo Renzi. Desde el MoVimento 5 Stelle se lo define bien como el “avatar de Renzi”. Es que Gentiloni ha sido uno de sus colaboradores más estrechos y pertenece a la misma
fracción de Renzi dentro del dividido Partito Democratico (PD). Además, este “clon” o “avatar” que reemplaza a Renzi para seguir haciendo lo mismo, será votado en el parlamento por la misma coalición que eligió a Renzi hace tres años e integró su gabinete, como el partido Nuovo Centrodestra (NCD) y la Alleanza Liberalpopolare-Autonomie (ALA). ¡Todos fanáticos neoliberales y “europeístas”… que seguirán gobernando… después de un referéndum que reflejó un aplastante repudio a todos ellos y su política! Evidentemente, Italia sigue siendo el país de Il Gattopardo: “cambiar todo, para que todo siga igual”. ¿UN VOTO DE DERECHA? Como era de esperar, los grandes medios europeos y mundiales cocinaron el acostumbrado guiso de mentiras para descalificar el referéndum… y sobre todo a la gran mayoría que votó NO, constituida principalmente por trabajadores y sectores populares que están cada vez peor… y más y más rabiosos. Esto sucede en un país que, como dijimos, tiene la tercera economía de la Unión Europea… pero que ha sido llevado, bajo las normas neoliberales que rigen a la UE, a una bancarrota que se va pareciendo cada vez más a la de Grecia... aunque de consecuencias potenciales mucho mayores. Se ha puesto unilateralmente un signo igual entre el referéndum italiano, y el voto por el Brexit y las presidenciales de EEUU. Es verdad que todos expresan el descontento popular reinante. Pero tanto el Brexit como las elecciones yanquis significaron indudablemente triunfos políticos de corrientes de recontra-derecha, como el xenófobo UKIP y los tories anti-UE en el Reino Unido, y de Trump en EEUU. Por el contrario, el referéndum italiano ha sido algo mucho más complejo… ¡y la derrota de Renzí es muy positiva… sobre todo si las masas trabajadoras que votaron NO logran aprovecharla!!! No se lo puede presentar simplemente como un “voto de derecha”. Es verdad que personajes y organiza-
ciones como Berlusconi o la xenófoba Lega Nord llamaron a votar NO. Pero simultáneamente también lo hizo todo el espectro político opositor, desde la centro-izquierda hasta la “izquierda radical”. Esto abarcó incluso a un sector del mismo Partito Democratico de Mateo Renzi, que se escindió de arriba a abajo, con una fracción de cierta importancia que hizo campaña por el NO. Asimismo, el papel más destacado en la campaña lo jugó posiblemente el MoVimento 5 Stelle, que no es comparable a Trump o al UKIP. El voto NO fue también la posición de todo el movimiento sindical, desde la burocrática aunque todavía mayoritaria CGIL (Confederazione Generale Italiana del Lavoro) hasta los más radicalizados de la COBAS (Confederazione dei Comitati di Base) y la USB (Unione Sindacale di Base). Y, luego de anunciarse el triunfo del NO, sectores de activistas sindicales salieron a la calle con banderas rojas, cantando “Bella Ciao” y otras canciones de los partigiani de izquierda que combatieron al nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial… algo muy distinto de los festejos del UKIP en el Reino Unido o de los republicanos frente a la Torre Trump. “GOBERNABILIDAD” VERSUS DEMOCRACIA Y LA “CONSTITUCIÓN REPUBLICANA” DE POSGUERRA
El argumento central de los promotores de la “reforma” (y sus partidarios de la Unión Europea) es que para hacer frente a la gravísima crisis del capitalismo italiano, hay que garantizar la “gobernabilidad” del país. De allí la necesidad de la reforma constitucional. Los responsables del desastre no son el capitalismo, ni la globalización neoliberal, ni la Unión Europea, ni su Banco Central, ni su maldito euro, ni su política de hacer pagar a los trabajadores la actual crisis mundial… Tampoco, los desfalcos de los banqueros ni la bendita patronal italiana –que vive de tomar préstamos que no paga– tienen responsabilidad de nada. Toda la culpa la tiene una Constitución que no garantiza la “gobernabilidad” de Italia. Los gobiernos suben y bajan rápidamente, sin fuerzas ni tiempo para apli-
car las medidas “dolorosas” pero “imprescindibles” que necesita el país. “Gobernabilidad” significa un “gobierno fuerte” que imponga desde arriba medidas brutales de “austeridad” y liquidación de las conquistas históricas de la clase trabajadora. Es lo que acaba de hacer Hollande en Francia, con medidas como la “reforma laboral” de Khomri, repudiadas por el 80% de la población pero impuesta desde arriba gracias a los mecanismos de la Constitución bonapartista heredada del Gral. de Gaulle. Lamentablemente, la “Constitución republicana” de Italia, aunque igualmente burguesa, es algo más “democrática”… y hace más difícil meter el cuchillo hasta el fondo, no sólo contra los trabajadores sino también contra el “asistencialismo” que implica la fragmentación regional de Italia (con regiones pobres y ricas) y que se expresa en el Senado, que hubiera sido prácticamente abolido en la fracasada reforma de Renzi. La actual Constitución republicana de 1948 fue producto de un compromiso entre los tres partidos más fuertes de posguerra: el Partito d’Azione (republicanos social-liberales), la Democrazia Cristiana (DC) y el entonces poderoso Partito Comunista Italiano (PCI), que se había destacado en la lucha de los partigiani. En verdad, este compromiso constitucional fue una capitulación del PCI dictada desde Moscú. El PCI en 1945 ya había desarmado a los peligrosos ejércitos guerrilleros que podían empujar a Italia a una revolución. Ahora, colaboraba en reconstruir el Estado burgués italiano bajo la forma de República.[3] Pero, para lograr eso, eran imprescindibles concesiones para satisfacer a las masas trabajadores y populares. Para eso, no bastaba con poner la estrella roja de los guerrilleros en el escudo de la flamante República Italiana.[4] La nueva Constitución no sólo era más “democrática” sino que reconocía derechos sociales y laborales, por ejemplo, contra despidos arbitrarios, etc. Entonces, aunque nació como producto de una capitulación política monumental, amplios sectores de trabajadores (y del activismo sindical) siguen viendo la Constitución de 1948 como una conquista histórica. Y, además intuyeron con razón que la Reforma Constitucional y su “gobernabilidad”, alabada por Renzi, por la Unión Europea, por todos los organismos patronales y los grandes medios, es el “gran garrote” constitucional para hacer volver a los trabajadores italianos al siglo XIX. CÓMO CAPITALIZAR ESTOS RESULTADOS El gran desafío para la clase trabajadora, el movimiento obrero y la izquierda (verdaderamente) socialista, es cómo capitalizar a su favor estos resultados. El activismo sindical, juvenil y de izquierda viene de una serie de duros gol-
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pes. A inicios de este siglo, hubo un fuerte ascenso de los “movimientos antiglobalización”, de composición masivamente juvenil. En el 2001, durante la reunión en Génova del G-8, estallaron protestas masivas aunque duramente reprimidas, que tuvieron gran repercusión y consecuencias políticas tanto en Italia como en Europa. En un clima de radicalización, fueron creciendo no sólo los sectores más “rojos”, como las corrientes trotskistas, sino también escisiones por izquierda del PCI, principalmente Rifondazione Comunista, dirigida por Fausto Bertinotti. Pero esto acabaría en un desastre político. Bertinotti y su Rifondazione Comunista, terminaron integrando en 2006 el gobierno patronal de Romano Prodi, que no cumplió ninguna de las expectativas que las masas juveniles y trabajadoras habían depositado. Poco después, en 2008, Berlusconi volvía a ganar el gobierno. Este desastre político de Rifondazione provocó una ola de desmoralización del activismo y la izquierda radical en general. Ahora, parece haber signos de cierta recuperación. Lo más notable parece venir por el lado del movimiento de mujeres. El 28 de noviembre pasado, en Roma, 200.000 manifestantes marcharon bajo la consigna #NonUnaDiMeno para denunciar la creciente violencia contra las mujeres que se sufre en el país. Este es un hecho sin precedentes en Italia También el movimiento obrero, aunque muy golpeado, sigue teniendo presencia. La burocracia de la CGIL aprovechó el tumulto electoral para firmar convenios escandalosos y propatronales. Pero simultáneamente hay contestación de variedad de conflictos encabezados por un activismo combativo... aunque muchos estén ganados, por rechazo, a posiciones “anti-partido” y “anti-política”. A nivel político, las catástrofes en serie que significó la larga putrefacción del PCI (proceso que incluye al Partito Democratico, a Rifondazione, a la burocracia de CGIL, etc.) han sido el factor importante en el nacimiento del MoVimento 5 Stelle de Beppe Grillo… Su crecimiento y el papel fundamental que jugaron en el referéndum lo presentan como un posible sucesor del gobierno Renzi-Gentiloni. Esto plantea un desafío a las corrientes de la izquierda (realmente) socialistas y a todo el activismo independiente, tanto del movimiento obrero como de los movimientos sociales y juveniles, y ahora el de la mujer. El desafío de cómo construir una alternativa política independiente, que enfrente por la izquierda a lo que se viene, en medio de una crisis cada vez más grave de Italia y la Unión Europea. NOTAS 1.- “Impactos en la Unión Europea en crisis Referéndum constitucional en Italia: ¡Mamma mia!”, SoB, Nº 407- 24/11/2016. 2.- El inicio de lo que luego sería la UE, fue la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), fundada en 1950/51 por Francia, Alemania (Occidental), Italia y los países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Fue sucedida en 1957 por la Comunidad Económica Europea (CEE), que en 1993 se transformó en la actual Unión Europea. 3.- La vieja monarquía de los Saboya era insostenible por sus largos años de colaboración con el régimen fascista de Mussolini. 4.- El inicial color rojo fue quedando reducido en el escudo a las líneas de la estrella.
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20 de Diciembre de 2001: cae el gobierno de De la Rúa RELATO DE UNA EXPERIENCIA INCOMPARABLE
HÉCTOR “CHINO” HEBERLING
E
n pocos días se cumplen 15 años de la rebelión popular que echó al gobierno de De la Rúa, la más importante acción independiente de masas que ocurrió en los últimos años y una de las más importantes en la historia de la Argentina y Latinoamérica. Escribo estas líneas empujado por la necesidad de que las nuevas generaciones militantes que se suman a la lucha revolucionaria, se nutran de las experiencias reales en las que nuestra organización se forjó. Pero también escribo empujado por los recuerdos, es que buscando unos estudios en el placard me topé dentro de una vieja agenda (que usaba en esa época) con unos volantes fechados el 17/12/01, cuyo título en letras grandes decía: Rebelión y llamaba a confiscar a los capitalistas y a echar a De la Rúa (nada menos), el contenido del volante (redactado a dúo con Boby), sopesando la dinámica de los acontecimientos, trataba de pasar en limpio las tareas de la vanguardia luchadora proponiendo claramente la necesidad de echar al gobierno de De la Rúa para solucionar la crisis brutal que sufría la mayoría de la población. Para cualquier organización revolucionaria que se precie de tal, la primera lección (y obligación) es jugarse con todo para ser parte cuando los trabajadores y los sectores populares rompen con su inercia cotidiana y se lanzan a la lucha. La mejor escuela es la lucha de clases y es ahí donde se delinean y definen los resultados, nunca pero nunca hay que menospreciar cuando las masas se mueven, el resultado no está dado de antemano ni asegurado, pero hace a la más intima convicción revolucionaria empujar la lucha para ganar; si hay acción se puede transformar el futuro. Hoy parece una anécdota, pero en esos momentos no era joda, el partido aunque intervenía en diversos frentes en los que tenía responsabilidad, lejos estaba de poder influir objetivamente en los acontecimientos, pero eso no lo eximía de la obligación de formular una política sobre la base de leer la dinámica de los acontecimientos y jugarse en consecuencia para derrotar a nuestros enemigos de clase. No se puede decir “Gracias, no fumo”, hay que procurar intervenir para extender y profundizar la experiencia que desarrollan las masas, peleando a brazo partido una orientación en la vanguardia que lucha. No era fácil porque direcciones importantes de los movimientos de desocupados como la CCC y la FTV y ni qué decir de las corrientes sindicales como el MTA de Moyano y la CTA, trabajaban día y noche para “encorsetar” la lucha buscando una salida negociada por arriba con el PJ. Pero también había que lidiar en la vanguardia con el autonomismo que bajo el leit motiv “Cómo cambiar el mundo, sin tomar el poder”, luchaban
mucho para conseguir las reivindicaciones inmediatas, pero al desligar completamente la pelea reivindicativa de la política, quedaban a medio camino desarmando a sus seguidores, ya que a esa altura de la crisis sólo la salida del gobierno podía traer una solución a los problemas planteados. Al día de hoy hay muchos jóvenes que conocen poco o directamente desconocen que en ese fin de año caliente del 2001 se tiró abajo un gobierno y menos saben (porque no la vivieron) la terrible crisis social, económica política y social que hizo explotar a la gente. Solamente a vuelo de pájaro, para ubicar de qué estamos hablando, hay que decir que después de los 10 años de menemismo, la crisis se profundizó de tal manera que los desocupados se contaban por millones, las familias privadas de un ingreso tenían problemas para alimentarse, vestirse, para enfrentar enfermedades, los que tenían trabajo ganaban miseria y sufrían la tortura de tener la espada del despido sobre sus cabezas, peor la llevaban los estatales y jubilados que les comenzaron a descontar por decreto un 13% de sus salarios, y no sólo eso, para agosto comenzaron a cobrar los sueldos con “bonos” como los Lecop que eran nacionales, el Patacón en Prov. Bs. As. y así en la mayoría de las provincias empezaron a circular estas “cuasi monedas”, que tenían menor valor cuando se iba a comprar por la falta de confianza en el “futuro económico” del gobierno. Esta terrible catástrofe social tuvo su respuesta en las luchas que se fueron desarrollando y se incrementaron hasta que la situación rebalsó el vaso. La vanguardia indiscutida fueron los movimientos de desocupados, los “piqueteros” privados de su trabajo y para hacer visibles sus reclamos, se volcaron a lo largo y ancho del país a cortar rutas, avenidas y puentes, pedían trabajo, subsidios, “planes”, comida. Cada día que pasaba se sumaban miles a los movimientos de lucha, que por primera vez escapaban del control burocrático que históricamente tuvieron a manos de los famosos “punteros del PJ”, rebalsados por un verdadero tsunami social que arrasaba los barrios populares. Los trabajadores ocupados no tuvieron una participación destacada, el terror a perder el trabajo y transformarse en un “desaparecido
social” fue el factor fundamental para anular una respuesta organizada. El otro factor fue la acción conscientemente traidora de la burocracia sindical que fue cómplice directa de los planes de los gobiernos de Menem y de De la Rúa, aplacando y desmovilizando en todo momento a las bases obreras, tarea que continuó haciendo después del Argentinazo para evitar por todos los medios que se lograra la unidad con los desocupados, porque la entrada en la lucha de los ocupados era una condición necesaria para que hubiera una radicalización en el proceso. De ahí la consigna que levantamos con los compañeros del Frente de Trabajadores Combativos: “Ocupados y desocupados una misma clase una sola lucha. 6 hs para todos”. Una excepción a la regla fue la heroica rebelión de los docentes de la Prov. Bs. As., que realizaron una huelga autoconvocada por las bases y el activismo que duró varias semanas, entre agosto y septiembre, desarrollando multitudinarias marchas en todas las localidades del Gran Bs. As., que generalmente terminaban frente a los locales del SUTEBA con los burócratas saliendo por los techos o las medianeras, para escapar del odio de las maestras. Otro dato de importancia política, fue el voto “bronca” en las elecciones de Octubre, que junto al voto en blanco, las abstenciones y los votos a la izquierda, sumaron un número elevadísimo en relación a las elecciones normales, la Alianza del gobierno perdió, pero el dato destacado era el rechazo a los partidos políticos, en particular los que habían gobernado. Para principios de diciembre el gobierno de De la Rúa y Cavallo echó nafta al fuego imponiendo a toda la
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población el “corralito”, medida desesperada que impedía el retiro de más de 250 pesos o dólares por semana para las cuentas sueldo, de ahorro, cuentas corrientes y plazos fijos, para evitar el retiro masivo de los depósitos; obvio, antes de tomar la medida fueron avisados importantes grupos económicos que se “salvaron milagrosamente” y pudieron fugar tranquilamente millones al exterior. Eso produjo una reacción inmediata en las clases medias que ya venía rompiendo con el gobierno, pero cuando le tocaron “los ahorros” se volcó masivamente a la oposición furiosa al gobierno, yendo a protestar masivamente a la puerta de los bancos para reclamar que le “devuelvan la plata”. En muchos casos la actitud que toman las clases medias, en combinación con la predisposición a la lucha de los otros sectores de la clase trabajadora, aceleran la maduración a una situación cualitativamente superior. Todo este “combo infernal” tuvo como consecuencia más extrema el hambre de una parte de la población. Ese fue el motivo por el que, ya entrado diciembre, directamente comenzaron los saqueos de supermercados, distribuidores de alimento, comercios de barri; es que ya no se aguantaba más, en esos días ya se notaba, se percibía en el aire que “algo iba a pasar”. Es que ninguna sociedad se suicida, llega un momento en el que por imperio de las circunstancias, como es conseguir algo para comer, es empujada a romper con lo “normal” y se lanza a realizar acciones “anormales”, como saquear mercados. Para fines de octubre y luego de una pelea contra la rebaja salarial y aumento en los ritmos de producción en Ferrum, donde trabajaba, también fui víctima de la crisis y me echaron, traición de la burocracia mediante junto a otros 150 trabajadores. Así que en el momento álgido de la crisis me encontraba con mucho tiempo para la actividad, viajaba dos o tres veces por semana desde Avellaneda hasta William Morris para organizar un grupo de compañeros. Recuerdo que una tarde recibo un llamado de Rubén contándome
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que en el barrio había “rumores” de saqueo, charlamos y quedamos en que participen, a la noche tarde vuelve a llamar exaltado, diciendo “reventamos un Equi, pero cuando quisimos ir al Super más grande que era de un comerciante (odiado) ligado al intendente, nos recibió la poli local que nos llevó a los tiros de goma y de verdad hasta las vías del ferrocarril, estuvimos un par de horas tirando piedras pero después se calmó”. Esos fueron los datos que preanunciaban “acontecimientos cualitativos”, se estaba gestando una verdadera “rebelión del hambre”. En todo el país fue igual, Rosario, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Mendoza, Tucumán, en casi todas las provincias se desataron los saqueos, en Capital ocurrió lo mismo, el propio 19 fuimos desde el local de la calle Chile hasta el COTO Constitución advertidos por Crónica TV de que se preparaba un saqueo. Por su-
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mucho diálogo, pero las caras eran de un hartazgo total. Llegado a casa, escucho a De la Rúa por la tele anunciando el estado de sitio. Para parar el “caos”, el gobierno ultra desprestigiado y odiado no tuvo la mejor idea que decretar el estado de sitio, medida de excepción que hacía recordar a la dictadura asesina, donde se limitan las libertades democráticas impidiendo el legítimo derecho a protestar y realizar movilizaciones, reuniones, etc., prohibía afectar la propiedad y daba vía libre a la represión de las fuerzas de seguridad. La respuesta de los sectores populares fue fulminante: la gente comenzó a salir a las calles, haciendo ruido con las cacerolas y cortando el tránsito con fogatas, en un par de horas decenas de miles estaban en las calles, y la tele decía que la gente se movilizaba a Plaza de Mayo y Congreso. Con mi compañera pasamos a buscar a la Negra y nos fuimos para Congreso. Varias
Para ese día había quedado pautada y acordada en una reunión realizada varias semanas atrás de esa fecha entre los principales movimientos de desocupados una marcha a Plaza de Mayo, fue pura casualidad. Así que esa mañana después de mirar las noticias, tomé el colectivo hasta la Estación Constitución del ferrocarril Roca donde se citaron los movimientos del sur del Gran Bs. As. La imagen era de película, en el lapso de una hora el hall de la estación estaba colmado de “piqueteros”, pero a diferencia de otras marchas, casi no había mamás con chicos y personas mayores, como que la gente venía “preparada”, todas las salidas estaban custodiadas por decenas de “tortugas” que nos impedían salir para marchar, lo insólito fue que nos dejaron ir al subte y en varios trenes llegamos hasta la cita en Av. de Mayo y 9 de Julio. Ahí nos desayunamos que la CCC y la FTV no venían a la marcha, con la excusa
Para cualquier organización revolucionaria la primera lección es jugarse con todo cuando los trabajadores y los sectores populares se lanzan a la lucha. La mejor escuela es la lucha de clases, nunca hay que menospreciar cuando las masas se mueven, el resultado no está dado de antemano ni asegurado. puesto había un montón de canas, después de un par de corridas y forcejeos hubo un arreglo donde le entregaron a la gente un bolsón de mercadería a cambio de que no rompieran el local. Pero ya los saqueos comenzaron a ser reprimidos por la policía o por gente de seguridad y comenzaron a aparecer los primeros heridos y muertos. Que se entienda: ¡mujeres, hombres y jóvenes muertos por tener hambre o por pasar enfrente de un súper! Después de la actividad en COTO, pasamos por la Estación Constitución a “ver” el ambiente y repartir unos volantes para escuchar qué decía la gente. La sensación en el ambiente era “eléctrica”, no había
cuadras antes nos tuvimos que bajar y caminar. El espectáculo era imponente, una marea humana ocupaba todo, decenas de miles y seguían llegando, muchísimos jóvenes en grupo, parejas con chicos, gente de mediana edad , personas mayores, trabajadores y también de “clase media”; cuando llegamos ya estaba impuesto el canto “Que se vayan todos” y “Que no quede ni uno solo”, una verdadera locura que demostraba que la crisis política se estaba transformando en una crisis de poder, el gobierno tenía las horas contadas. Las consignas demostraban la bronca con todos los partidos y políticos conocidos, pero al mismo tiempo no expresaban alguna salida por la positiva. Esa noche realmente fue un caos, casi fue imposible agrupar a los compañeros dentro de esa marea humana, después de un par de horas la Federal comenzó a lanzar gases en Plaza de Mayo, una parte de la gente se fue y otra caminó para Congreso, pero al rato también comenzaron los gases en la Plaza Congreso, hubo piedrazos contra la cana, que seguía con los gases y las balas de goma, ya era muy tarde y la gente de a poco se retiró a descansar. Ese día 20 que comenzó con la gente luchando, sería un día histórico, el día que una movilización popular echó a un gobierno “democrático”. El país estaba en conmoción, la noticia de la movilización contra el estado de sitio estaba en todos los canales, las imágenes de los saqueos y las personas heridas y muertas sacudía las cabezas, ya había renunciado Cavallo; desde temprano la gente se fue acercando a la Plaza de Mayo a seguir repudiando el decreto del estado de sitio, exigiendo el cese de la represión y que se vaya el presidente. Se vieron a las Madres de Plaza de Mayo junto a cientos de personas reprimidas por la Montada y la Infantería de la Federal. Las imágenes en vivo y en directo, causaban indignación y así fue que a medida que pasaban las horas la cantidad de gente se transformó en miles de personas.
que estaban amenazados de muerte si salían de los barrios, argumento que se caía solo frente al hecho de cómo habían llegado los otros movimientos. Luego quedó más clara su posición: estaban en contra de movilizar y echar a De la Rúa con el verso de que “el PJ” había promovido los saqueos para que renuncie el presidente y que caiga el poder en manos del peronismo. La CTA estaba en la misma onda. Pasado el mediodía empezamos a marchar por Hipólito Irigoyen, varios militantes del MAS íbamos con la columna del Frente de Trabajadores Combativos recientemente constituido, la marcha ocupaba más de dos cuadras y mostraba gran combatividad. Al entrar a Plaza de Mayo advertimos que era el único sector organizado (y numeroso) presente, recuerdo que al toque de llegar a la Pirámide comenzaron a llovernos los gases encima, gases a full, no se podía ni respirar, así fuimos retrocediendo y se dispersó la columna por las inmediaciones, fue el comienzo del desalojo de la Plaza, y también fue el comienzo más formal de la “Batalla de Plaza de Mayo”. Muchos “piqueteros” y militantes se quedaron por las diagonales y por Av. de Mayo, otros nos fuimos hasta Congreso donde los partidos habían acordado una cita común para marchar unificados hasta la Plaza de Mayo. Nos juntamos un par de miles de compañeros y marchamos por Callao hasta Corrientes y de ahí al Obelisco; era medio surrealista porque hasta ahí más o menos todo era casi normal, los autos por las calles, la gente caminando y después empezaba la zona de “guerra”. Pero no era joda, había miles de manifestantes, la mayoría jóvenes, que estaban “combatiendo” con la Federal, teniendo a los motoqueros como el sector más combativo. El MAS siguió por la Diagonal Norte casi hasta la Plaza, para ese momento la Federal después de reprimir duro por Av. de Mayo, comenzaba a avanzar
por la Diagonal para romper “el cerco” que tenía alrededor de la Plaza. Primeros los gases, después avanzaron sobre las barricadas, luego los caballos. Los que fuimos más adelante contestábamos con piedras o cualquier objeto similar, se alimentaban las fogatas para quemar los gases, de a ratos venían las oleadas de milicos y las columnas aguantaban, así estuvimos un par de horas, hasta tipo 16 hs comenzaron las noticias de los primeros muertos, ¡los HDY estaban disparando con balas de plomo! ¡¡Es que la gente no se iba, retrocedía un poco pero no se iba!! Por eso desde el gobierno dieron la orden de matar, había que despejar la zona, eso demuestra que De la Rúa, que lo muestran como medio “lento”, en realidad es un asesino consciente, pese a saber que su gobierno “estaba en la lona” igualmente mandó a matar gente, eso es odio a la clase trabajadores, al “populacho” a los “negros”. En todo el país murieron 39 personas a manos de las fuerzas represivas, en la “Batalla de la Plaza de Mayo” la Federal mató 5 manifestantes. Va mi recuerdo a todos los caídos ese día: Diego Lamagna, Gustavo Benedetto, Alberto Márquez, Gastón Riva y Carlos Almirón, asesinados en la Plaza de Mayo, el Congreso y las inmediaciones del Obelisco. Fueron varias horas aguantando la represión, nos empujaron hasta el Obelisco a fuerza de gases, balas de goma, carros hidrantes, caballos, tanquetas, motos con tiradores, un verdadero ejército contra manifestantes desarmados. La resistencia y el aguante fue increíble, una experiencia única recomendada para la nueva y joven militancia, que rindió sus frutos. Acorralado por las movilizaciones, repudiado por una inmensa mayoría de la población, sin el apoyo de los partidos, De la Rúa finalmente renunció más o menos a las 19,30 hs. Estábamos sobre Corrientes cerca del Obelisco en un kiosco que tenía la tele prendida, cuando anuncian que el presidente renuncia y muestran al helicóptero levantando vuelo del techo de la Casa Rosada. Gritamos y saltamos de alegría, lloramos de la emoción, y nos miramos entre todos los que estábamos en la calle y era como decir con las expresiones de la cara: ¡Sí, es verdad, echamos al Presidente! ¡La lucha del pueblo puede cambiar su destino! Volvimos al local a festejar, muchos compañeros recién llegaban de sus laburos en el conurbano, era el momento de tomar algo y contar mil anécdotas, fue una prueba de carácter para toda la militancia del partido, que se la bancó, en particular los jóvenes que nunca habían enfrentado semejante represión. Los más veteranos estábamos dominados por la emoción, que vuelve al escribir estas líneas, ¡tantos años de lucha y al fin tiramos abajo un gobierno con una rebelión popular! Ese 20 de Diciembre quedó en la historia y en la memoria de toda una generación. Hoy, a 15 años de esa gesta histórica del pueblo trabajador y la juventud de nuestro país, desde el Nuevo MAS nos sentimos orgullosos de haber sido parte de esa pelea junto a nuestra clase y reafirmamos nuestro compromiso militante para que la próxima rebelión sea obrera y socialista y que abra el camino para cambiar esta sociedad por una libre de opresión y explotación.
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Altamira y la Revolución Cubana LA PELEA POR EL PROGRAMA DEL MARXISMO REVOLUCIONARIO
ROBERTO SÁENZ “El objetivo de la revolución socialista es la abolición del trabajo asalariado. La dirección que hace la Revolución cubana no tiene esto por programa, ni la clase que la encarna proclama ese objetivo histórico; por lo tanto, en ese sentido, no es una revolución socialista” ( Jorge Altamira, “Un debate acerca de la Revolución cubana y de los Estados obreros”).
U
na situación transcendental está produciéndose en el Partido Obrero. Su principal dirigente histórico, Jorge Altamira, ha abierto un debate público sobre el balance de la Revolución cubana que parece ir más allá de las posiciones clásicas de dicha organización. La cuestión tomó estado público a partir de una charla grabada – que el mismo Altamira pide sea conservada y difundida- donde de manera pedagógica coloca agudamente problemas que tienen que ver no solamente con la revolución cubana sino con el balance de las revoluciones de posguerra en general y su relación con la Revolución Rusa. Lo que sostiene Altamira debería ser normal. Si ha levantado cierto “revuelo” en la izquierda es porque su intervención subraya algo decisivo pero que ha sido soslayado ya por demasiado tiempo en la generalidad de las fuerzas del trotskismo en la Argentina y Latinoamérica como un todo (algo por lo demás paradójico): las consecuencias estratégicas que tuvo que no haya sido la clase obrera como tal, con sus organizaciones y programa, la que haya tomado el poder en Cuba y demás revoluciones de posguerra; un ángulo en el cual nuestra corriente ha venido insistiendo desde su fundación1. Desde afuera resulta difícil entender las razones y los alcances de este debate –evidentemente estratégico- abierto en el Partido Obrero2; en todo caso, no es de nuestra incumbencia los pormenores “organizativos” del mismo. Tampoco podemos anticipar hasta dónde irá Altamira en sus reflexiones (además del video, se conoce públicamente otro texto en respuesta a un miembro de su organización). En todo caso, nos alcanza con
lo que ya ha manifestado. Sobre todo cuando proviene (más allá de cualquier otra diferencia histórica y coyuntural con Altamira), de uno de los dirigentes más longevos del latinoamericano. trotskismo Porque Altamira parece haber salido al combate por algunos de los aspectos más esenciales del marxismo revolucionario: si el mismo continuará con su adaptación teórica y estratégica a direcciones y revoluciones “cualquiera” que no son la revolución obrera y socialista, o si de una buena vez por todas pasará el necesario balance de las revoluciones del siglo pasado y retomará su programa histórico: el que reza que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos. EL CARÁCTER REVOLUCIÓN CUBANA
DE LA
La primera parte de la intervención de Altamira se empeña en analizar el carácter de la Revolución cubana; al menos su punto de vista actual al respecto. Altamira arranca con una definición con la que podemos identificarnos plenamente: define la Revolución cubana como una 1 Para los que tengan interés en profundizar en esta discusión, les recomendamos leer “Crítica de las revoluciones ‘socialistas’ objetivas”, “Las revoluciones de posguerra y el movimiento trotskista”, “La dialéctica de la transición” del mismo autor de esta nota, y “Cuba frente a una encrucijada” y “Sobre la naturaleza de las revoluciones de posguerra y los estados ‘socialistas’” de Roberto Ramírez. Para los que tengan interés en la Revolución china, ver “China 1949: una revolución anticapitalista”, también del autor de esta nota. 2 Un contradictor de Altamira en el PO señala la profundidad de lo que está en juego en el debate: “(…) es un asunto programático. Tiene carácter programático porque es un asunto que tiene un alcance sobre la estrategia del partido. Y entonces es un asunto prioritario que define lo que nos une como partido y la orientación de nuestra acción” (“Una respuesta a Jorge Altamira en el marco del debate sobre el carácter de la Revolución Cubana en el Partido Obrero”, G. Kane). Desde un punto de vista opuesto al de Kane, podemos afirmar que, efectivamente, lo que está en juego es si de una buena vez el trotskismo recupera su propio programa o sigue corriendo detrás de programas que no son obreros ni socialistas (como defiende en su texto que también se ha hecho público).
“revolución socialista” por su forma pero no por su contenido (la definición específica de nuestra corriente sobre las revoluciones de posguerra es que terminaron siendo revoluciones anticapitalistas pero no obreras ni socialistas3). Altamira señala que si se tiene en cuenta la superación de la revolución por etapas, la superación de la negativa del PC a la expropiación de los capitalistas para comenzar a resolver las tareas pendientes en el país, la revolución del 59 fue una revolución “socialista”. Sin embargo, inmediatamente agrega que la Revolución cubana (al igual que las demás revoluciones de posguerra y a diferencia de la rusa, agregamos nosotros), no fue una revolución socialista en la medida que, como está históricamente documentado, no fue la clase obrera con sus organizaciones la que tomó el poder4. Altamira subraya que al no ser la clase obrera la que toma el poder, al no ser el programa de la dirección castrista la abolición del trabajo asalariado, al no ser 3 Es importante subrayar aquí cómo Altamira destaca, correctamente, que las revoluciones son procesos vivos, que impiden definiciones esquemáticas por anticipado; que en ellas se operan cambios de frente que hay que seguir concretamente, y que, incluso, no era igual el Estado de Lenin y Trotsky con soviets vivos que con los mismos vaciados de contenido (ver a este respecto nuestro texto “Problemas del Estado soviético según la definición de Lenin”, Roberto Sáenz, 1993). 4 Ver “Nueva historia de Cuba”, de Richard Gott, o los numerosos trabajos de Sam Farber sobre Cuba, entre otros.
este su objetivo, la Revolución cubana no es, no pudo ser, socialista; una cuestión que consideramos absolutamente correcta. La expropiación de la burguesía fue una medida evidentemente anticapitalista, y desde ese punto de vista, progresiva (lo mismo que, evidentemente, la inmensa conquista de la independencia nacional de Cuba), pero al no pasar esa propiedad a manos de la clase obrera, sino de un Estado definido por su exclusión del poder, se hace imposible caracterizar a la Revolución con esa connotación5. La no toma del poder por parte de la clase obrera es un dato histórico irrefutable que, por lo demás, lo lleva audazmente a Altamira a cuestionar el carácter del Estado surgido de esa revolución, que de manera similar a nuestra corriente, no es definido como un Estado obrero sino como
5 Esto es clave porque tiene que ver con que si se liquida la explotación del trabajo luego de la revolución. Al no quedar la propiedad y la producción en manos de la clase obrera, al no pasarse de la estatización a la socialización democrática de la producción, Altamira insiste que la “explotación del trabajo continuó en Cuba”, lo que no deja de ser verdad aunque lo haya hecho bajo formas distintas a las del capitalismo.
un Estado burocrático a cuyo frente se encuentra una burocracia pequeño-burguesa: “Lo dicho para la sociedad cubana como intermedia o transitoria, vale para el propio Estado, que no es el producto de una revolución proletaria, ni la clase obrera está en el poder. La pequeño burguesía revolucionaria se ha burocratizado y aburguesado, y sus intereses se encuentran más enfrentados con los de las masas que en otros momentos del pasado. Es un Estado burocrático pequeño burgués, no de origen obrero, que está discutiendo con el imperialismo la restauración del capitalismo” (“La Revolución cubana: un retorno lamentable al morenismo”). Altamira va más lejos en sus desarrollos. Insiste en que la emancipación de la clase obrera Continúa en la siguiente página
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Estado y la Revolución, y por Trotsky en La Revolución Traicionada, luego de pasar por la experiencia de la revolución más grande en la historia de la humanidad. Altamira se apropia de dichas enseñanzas en su charla emprendiéndola contra “la pedantería de los sabios sin conocimiento” que “hablan sin estudiar nada”, “sin aportar ningún elemento nuevo al debate” (¡y eso que se ha pasado por la experiencia de un siglo entero de revoluciones y contrarrevoluciones, agregamos nosotros!). LA CRÍTICA AL SUSTITUISMO
no se garantiza con la sola expropiación de los capitalistas. Recuerda que la dirección castrista y la de las demás revoluciones de posguerra no tuvieron como objetivo realmente acabar con el trabajo asalariado. Expropiaron a los capitalistas, sí, y para nosotros eso fue una enorme conquista que caracteriza a dichas revoluciones como anticapitalistas. Pero el gravísimo problema es que no fue la clase obrera la que tomó el poder y pasó a administrar democráticamente la economía; se trata de una “situación transitoria”, dice Altamira, donde para emancipar a la clase obrera haría falta que ésta tomara realmente en sus manos la riendas del país, cosa que ni en Cuba, ni en China, etcétera, terminó ocurriendo, con la consecuencia que el sobre producto social terminó siendo apropiado y aprovechado por la burocracia al servicio de su propio beneficio (esto último lo agregamos nosotros, aunque creemos que Altamira podría suscribirlo porque habla alto y claro acerca de la subsistencia de la “súperexplotación del trabajo” –el concepto es de él- en Cuba). Altamira recuerda cómo incluso en un Estado obrero auténtico, como fue evidentemente la URSS de Lenin y Trotsky, el primero llegaría a firmar que la clase obrera rusa era “una clase semidirigente y semioprimida” por una situación muy concreta: porque su nivel de vida seguía siendo mucho más bajo que el de la clase obrera en las naciones imperialistas. No entender esto es no entender por qué el proyecto del “socialismo en un solo país” de Stalin llevaba inevitablemente al retorno –bajo las formas específicas que sean- de
la explotación del trabajo en la URSS, ¡una incomprensión de leso trotskismo! Muchos trotskistas se han cansado de repetir la correcta crítica al “socialismo en un solo país” estaliniano pero menos de entender sus verdaderas implicancias; esto por las mismas razones que han repetido correctamente el necesario carácter internacional de la revolución socialista, pero sin entender que al no concretarse dicho desarrollo, al quedar la revolución aislada en un solo país, el inevitable “retorno del viejo caos” (del que hablara Marx en la Ideología Alemana), plantea el retorno de la explotación del trabajo; cuestiones elementales para cualquier trotskista que Altamira se encarga de poner sobre la palestra. EL ESTADO Y LA PROPIEDAD COMO FETICHES
Es interesante cómo demuele Altamira el criterio de la propiedad estatizada como siendo el factor que define el carácter obrero del Estado6. Toma el ejemplo de Polonia en 1939 (algo que nuestra corriente ha hecho años atrás, lo mismo que otros autores), para insistir en que toda conquista económico-social debe ser puesta en correlación con lo más estratégico desde el punto de vista de los revolucionarios: los logros en materia de conciencia y organización independiente del proletariado. La propiedad ha sido estatizada, sí, y esta es una 6 La crítica que hace al abordaje mecánico de los “factores” para definir el carácter de la revolución y del Estado, es muy interesante; volveremos sobre esto más abajo.
enorme conquista revolucionaria. Pero el problema es que la burocracia la ha realizado en detrimento de la conciencia del proletariado internacional, que es lo más importante. El que, además de ser el criterio de evaluación de Trotsky, era la preocupación de Rosa Luxemburgo expresada en el debate sobre la huelga de masas contra Kautsky: “La concepción marxista consiste precisamente en la consideración de la masa y de su conciencia como los factores determinantes de todas las acciones políticas de la socialdemocracia. En el espíritu de esta concepción, también las huelgas de masas políticas –como toda la lucha por el sufragio- no son finalmente otra cosa que un medio de esclarecimiento de clase y de organización de capas más amplias del proletariado” (“¿Desgaste o lucha?”, citado en “Crítica de las revoluciones ‘socialistas’ objetivas”, Roberto Sáenz). Altamira mete el dedo en la llaga en una cuestión muy importante, y muy sensible en las fuerzas del trotskismo, que en la posguerra siempre abordaron de manera abstracta el carácter social de la propiedad estatizada. Altamira comete un error formal en su charla: es verdad, como decía Pierre Lambert, que Trotsky señalaba en La Revolución Traicionada que la propiedad estatizada todavía “vivía en la conciencia del proletariado”; esta afirmación del dirigente francés era correcta. Pero corresponde señalar dos precisiones. Primero, que si esa propiedad estatizada, en tanto que atributo de poder económico y político real todavía vivía en la conciencia del proletariado en los años 30 (cuestión de
todas maneras discutible luego de la colectivización forzada, la industrialización acelerada y las Grandes Purgas de Stalin), dejó de serlo no solamente porque las generaciones fueron cambiando, sino porque dicha propiedad fue perdiendo ese carácter transicional, todo contenido obrero. Altamira da en el clavo cuando señala que la propiedad estatizada debe ser puesta en correlación con la conciencia del proletariado y los desarrollos de la revolución mundial; no puede ser tomada de manera aislada. Por eso se queja, correctamente, y apelando implícitamente a la teoría del Estado de Marx, que es muy malo fetichizar la propiedad y el propio Estado; si subsiste algún tipo de Estado (incluso obrero) y algún tipo de propiedad (incluso estatizada), es porque todavía hay imposiciones y desigualdades de algún tipo, algo que ocurre incluso en un verdadero Estado obrero: “[Se afirma que] expropiando al capital se emancipa a la clase obrera. No es correcto. Es una fetichización de la forma de propiedad o incluso de la forma de Estado. La clase obrera se emancipa cuando pone fin a toda propiedad y a todo Estado” (“Un debate acerca de la Revolución cubana y de los Estados obreros”). De ahí que el objetivo de la transición, como tendencia, deba ser a acabar con todo tipo de imposiciones y desigualdades, lo que significa la tendencia a la abolición/disolución de toda propiedad y de todo Estado; la tendencia a la socialización de la producción. Esto último no es más que es el ABC de la teoría del Estado de Marx, enriquecida por Lenin en El
En el transcurso de su charla Altamira se introduce en la cuestión de cómo caracterizar una revolución. Es agudo al retomar el debate entre Trotsky y Preobrajensky sobre la Revolución china, que nosotros abordamos años atrás 7. ¿Qué dice Altamira? Señala, con Trotsky, que la característica fundamental para apreciar una revolución es el sujeto que la encarna: “(…) querer definir a la Revolución cubana como socialista por el hecho de que tomó tareas no es el método de Trotsky, cuyo método era quién dirige la revolución y no cuál es la ejecución de esas tareas” (Altamira). Hace años hemos señalado que debe apreciarse la combinación entre el qué (tareas), el cómo (método) y el quién (sujeto) de la revolución, para caracterizarla. Destacamos esto con el mismo objetivo que Altamira: para emprenderla contra la unilateralidad objetivista de caracterizar una revolución socialista –¡el evento políticosocial por antonomasia!- por exclusión de los sujetos sociales y políticos que la protagonizan (como terminó ocurriendo, paradójicamente, en el caso de Nahuel Moreno8). Altamira subraya el tremendo peso de los factores subjetivos a la hora de la revolución cuando, nuevamente de manera aguda, parafrasea a Lenin que parafraseaba a Napoleón: “vamos y vemos”. Es decir: la mesa está servida, las condiciones objetivas en las cuales se desarrollara el combate de clases, la aguda gue7 Ver “Notas críticas a Las esquinas peligrosas de la historia. El recurso al sustituismo social”, del mismo autor de esta nota. 8 Nuestras críticas a Moreno de ninguna manera le atribuyen las características maliciosas que le han otorgado corrientes históricas como la del PO; pero esta es otra discusión secundaria hoy.
D EBATES rra civil entre explotados y oprimidos están dadas; ¿qué es lo que resuelve la cosa, en definitiva?: la lucha misma. Altamira señala que es un error pensar que en Cuba esté planteada una mera revolución política. Señala acertadamente que la clase obrera nunca estuvo en el poder en la isla; que no es como era en la ex URSS, dónde la clase obrera había perdido el poder luego de haberlo tomado y debía recuperarlo9. No. La clase obrera nunca tuvo el poder en Cuba, aunque se haya expropiado a los capitalistas. Por lo tanto, la revolución debe ser mucho más “completa” que una mera revolución política: “¿Por qué no es una revolución política? Porque no se trata de que el proletariado haya tenido el poder. Por eso no es una revolución política. Porque el proletariado no tuvo el poder” (“Un debate acerca de la Revolución cubana y de los Estados obreros”). Es interesante cómo se refiere Altamira a la anécdota del grupo posadista cuando el Che se enoja afirmando que “nadie los obligó a nada; que nadie les impuso nada”. Altamira señala cómo el impulso, la presión desde debajo de las masas, es un factor progresivo para llevar hacia la izquierda incluso a las organizaciones más revolucionarias, y destaca, a partir de ahí, el sustituismo de Guevara. Nosotros conocemos otra anécdota de quien fuera el secretario privado del Che, Ricardo Napurí (al que también conoce Altamira cuando de jóvenes militaron juntos cerca de Silvio Frondizi), que posteriormente se hiciera trotskista y militara en el trotskismo peruano y argentino. Cuenta cómo el Che, que era de origen en la clase media y de una familia radical, veía con malos ojos a la clase obrera; opinaba que estaba “aburguesada”. De ahí que planteara que “nada con la clase obrera”; “que lo único que hacía falta para hacer la revolución, eran cuarenta pelotas”… El Che fue un enorme revolucionario, no hay duda de ello. Y rompió con Castro defendiendo una orientación revolucionaria frente a la adaptación al estalinismo que promovió Fidel, orientación por la que entregó su vida10. 9 En nuestra opinión, luego de la burocratización de la URSS, el Estado termina perdiendo finalmente su carácter obrero, lo que planteaba también ir más allá de una mera “revolución política”, aunque anteriormente la clase obrera hubiera estado en el poder; pero esto no viene al caso aquí. 10 Sería interesante volver sobre las desavenencias entre el Che y Castro que motivaron la renuncia del primero a todos sus cargos en el gobierno cubano y, posteriormente, su salida de Cuba
Año XV - Nº 409- 15/12/16
Pero eso no quiere decir que fuera un revolucionario obrero, un socialista revolucionario; no lo era: su estrategia era pequeño burguesa, no obrera, sustitucionista, tal cual afirma Altamira sólo para recibir las críticas de la mayoría de la dirección actual del PO. No sólo respecto de la estrategia de la revolución era pequeñoburgués sino, por ejemplo, en la promoción de meros incentivos morales en la producción, esto en detrimento de la democracia obrera, de la democracia socialista, la que no tenía ningún lugar en el universo mental del Che11. Altamira hace algo “filosóficamente” notable cuando retoma la importancia del sujeto en la historia. Es impactante cómo insiste, contra toda la tradición catastrofista y objetivista anterior de su propia corriente, en que “La dialéctica histórica entre sujeto y objeto [en la revolución socialista], coloca el papel del sujeto en un plano extraordinario”, insistiendo, de paso, en otro aporte metodológico: el hecho que la historia en la posguerra se haya presentado de una manera “peculiar”, afirmando la idea de que no es ningún “idealismo metodológico” mantener nuestro marco de referencia en la experiencia de la Revolución Rusa, de la toma del poder por el proletariado, y condenando el craso empirismo de los que se adaptan al esquema de una revolución cualquiera con un sujeto cualquiera, a los que abandonan la concepción y el programa del marxismo revolucionario12. LA RAZÓN DE SER DEL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Un interrogante tiene que ver con por qué Altamira ha llegado a esta reflexión ahora. En el video señala que son temas en los que “viene pensando hace tiempo” (no es algo “improvisado” como le endilgan en el seno de su partido). Creemos compartir, en todo caso, una motivación fundada en cómo se ha desvirtuado la tradición del marxismo revolucionario, del trotskismo, en las organizaciopara promover, personalmente, la revolución latinoamericana y mundial. 11 “El debate en la Cuba de los años 60. Cálculo económico, planificación socialista e incentivos”, en “Dialéctica de la transición socialista” de Roberto Sáenz. 12 Uno de los temas a los que no se refiere Altamira tiene que ver con cómo se organizará el poder de la clase obrera, su dictadura proletaria; tenemos en mente, por ejemplo, los problemas de la democracia socialista. En todo caso, este y otros tantos temas habrá que ver si son tomados por el histórico dirigente del PO en el futuro.
nes que actúan bajo este nombre. Nuestra corriente colocó esta preocupación desde su fundación; preocupación que parece ahora que Altamira, por las razones que sea, sale a levantar. Como afirmamos en nuestra Primera Jornada del Pensamiento Socialista, en agosto pasado, el problema tiene que ver con que, paradójicamente, en el seno del trotskismo realmente existente, se ha sintetizado una teoría de la revolución y de la transición al socialismo, que es una adaptación a las direcciones no obreras y no socialistas, burocráticas, que campearon en la segunda mitad del siglo pasado. Direcciones que nada tuvieron que ver con la tradición del marxismo revolucionario. Cuando se observan otros textos hechos públicos por parte del PO (nos referimos al ya citado de Kane), el problema queda de manifiesto. A 60 años de la Revolución cubana, cuando Fidel Castro ha fallecido mientras promovía el retorno del capitalismo a la isla, en vez de destacar las enseñanzas de dicha revolución, el hecho que la clase obrera nunca estuviera en el poder, que Cuba se encuentre en una gravísima crisis producto del aislamiento de la revolución a la que la condenó el propio castrismo, y de que nunca se promovió un régimen de democracia socialista y la planificación democrática de la economía, lo que se hace es salir a presentar la misma versión mistificada de las revoluciones de posguerra que campea entre sectores importantes del movimiento trotskista desde hace décadas, y que sólo puede pavimentar el seguidismo a direcciones -¡y también prácticas de las propias organizaciones revolucionarias!- oportunistas y burocráticas.
Socialismo o Barbarie 15
Altamira parece preocupado por algo en lo que creemos coincidir: rechazar definiciones mecánicas y antidialécticas de las revoluciones de posguerra y también de los Estados no capitalistas emergentes de las mismas, que le atribuyen rasgos que nunca han tenido (en todo caso, la verdadera revolución obrera en Cuba, fue la de 1933, un proceso profundísimo pero que lamentablemente fue derrotado, y también traicionado por el PC13). Comenzando el siglo XXI, luego de la inmensa experiencia del siglo pasado, volver a refritar definiciones que encuentran “revoluciones socialistas” y “Estados obreros” donde la clase obrera nunca tuvo el poder, y donde no se inició realmente el camino hacia la abolición del trabajo asalariado (¡único contenido posible de un verdadero proceso de transición al socialismo, como afirma Altamira!), sólo puede estar al servicio de embellecer un programa que es opuesto al del socialismo revolucionario; un camino para evitar volver a poner el trotskismo a la ofensiva; el socialismo revolucionario con sus banderas desplegadas: ¡el relanzamiento de la lucha por la revolución socialista auténtica en este nuevo siglo! Marx había estampado, cuando la formación de la Primera Internacional, que “la liberación de los trabajadores debía ser la obra de los trabajadores mismos”. Posteriormente a él, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo orientaron por este camino lo esencial de su obra política. Pero ocurrió que, estalinismo mediante, el marxismo revolucionario, el trotskismo, quedó marginado, transformado en una secta. Con la burocratiza13 “Cuba en la encrucijada”, Roberto Ramírez.
ción de la ex URSS, luego de la Segunda Guerra Mundial, sufrió la presión tanto del imperialismo como del estalinismo, y de revoluciones anticapitalistas muy progresivas, pero que terminaron expropiando al capital sin la clase obrera en el poder. Tal es la distorsión en la educación de la militancia y las concepciones de las organizaciones del trotskismo, que cuando Altamira sale a afirmar algunas de las verdades más elementales de nuestra tradición marxista, se arma un revuelo semejante en el PO (y la izquierda de conjunto en nuestro país14); revuelo que por nuestra parte es más que bienvenido. Ocurre que, efectivamente, el armazón teórico/estratégico de conjunto de las principales organizaciones del trotskismo carece de todo verdadero balance de las revoluciones del siglo pasado; se trata de un armazón teórico-programático, de una concepción, que insensiblemente se ha deslizado a posiciones que nada tienen que ver con las del marxismo revolucionario, que coloca el centro de la transformación social en la acción consciente de la clase obrera como un valor insustituible. Altamira parece haberse puesto de pie contra esto. Si es así, bienvenido sea. Puede contribuir a que, por fin, se abra un debate evadido desde hace décadas en el seno del trotskismo respecto de que la experiencia del siglo pasado ha sido una condena rotunda de todas las concepciones de la sustitución de la clase obrera en la hora de su propia revolución: la revolución socialista. 14 Todavía no se ha escuchado decir esta boca es mía respecto de este debate en grupos como el PTS y otros.
“E
n el horizonte centelleaban las luces de la capital, incomparablemente más bella de noche que de día, semejante a un dique de pedrería que se alzaba al borde de la llanura desnuda. El viejo obrero sujetaba el volante con una mano, y con la otra señaló en un gesto de alegría la capital que brillaba a lo lejos. — ¡Eres mío! —exclamó, con el rostro radiante—. ¡Ahora sí! ¡Mi Petrogrado!” John Reed, Diez días que conmovieron el mundo La Revolución Rusa cumple cien años en un mundo convulsionado. El triunfo electoral de Donald Trump en EEUU ha abierto todo tipo de especulaciones sobre un giro “nacional-imperialista” en la política de la mayor potencia mundial. La llegada de este demagogo al poder es reveladora de problemas profundos en la situación de EEUU y el mundo, avanzada la segunda década del siglo XXI. La crisis mundial abierta en el 2008 sigue presente. La economía internacional está marcada por una mediocridad en los desarrollos que ya ni China (que ha reducido su ritmo de crecimiento) logra contrapesar. Al mismo tiempo, la hegemonía internacional del gran país del norte viene debilitándose, como lo refleja la principal consigna de campaña de Trump, “Make America Great Again”. A la crisis económica internacional no resuelta se le suma una tendencia a una crisis creciente en el terreno geopolítico (relaciones entre Estados), lo que conjugado con la aparición de una nueva generación explotada y oprimida que hace sus primeras experiencias de lucha augura una eventual radicalización de los desarrollos en todo el orbe. Es verdad que la coyuntura política mundial está teñida hoy por un curso reaccionario; también que el nivel actual de las luchas obreras se mantiene bajo, y una fracción de esa clase se expresa electoralmente hacia la derecha en diversos países. Sin embargo, en una mirada más de conjunto, lo decisivo es que la experiencia está recomenzando: una nueva generación hace sus primeras armas, y bajo las condiciones de una acumulación capitalista que se renueva, está surgiendo la más grande clase trabajadora conocida en la historia de la humanidad. Es aquí donde cobra toda su relevancia el centésimo aniversario de la Revolución Rusa. Las condiciones objetivas en las cuales se desenvuelve el mundo están haciendo posible – en un plazo difícil de estimar– una tendencia a la ruptura de los equilibrios mundiales del imperialismo y el capitalismo construidos en las últimas décadas: una nueva época de crisis, guerras y revoluciones podría estar reabriéndose. Y aunque entre las nuevas generaciones sigan pesando los relatos del “fin de la historia”, la “posmodernidad”, el vivir exclusivamente el presente y una grave crisis de alternativas al capitalismo, el debate del balance del siglo más revolucionario de la humanidad seguramente se abrirá paso a lo largo de 2017, así como el de cómo relanzar la perspectiva del socialismo en su sentido más auténtico: la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos. En este contexto, en una serie de países el socialismo revolucionario, el trotskismo, está viviendo experiencias de gran riqueza y deba-
tes estratégicos. Parte de esto es la formación en la Argentina de la Izquierda al Frente por el Socialismo entre uno de los partidos de nuestra corriente, el Nuevo MAS, y el MST; un nuevo frente sobre la base de un programa de independencia política de clase y una perspectiva de gobierno de los trabajadores. Se trata de un instrumento de enorme importancia, que busca ser una alternativa ante la vacancia política que se vive entre amplios sectores como subproducto de la crisis del “progresismo” burgués que se vive en la Argentina y toda Latinoamérica. Por lo demás, en nuestro continente y en diversos países europeos asoman procesos de búsqueda y realineamiento fundados en discusiones más de fondo respecto del período actual y el balance del último siglo. Son debates estratégicos bienvenidos que comienzan a abrirse paso y en los que queremos tallar con elaboraciones que venimos desarrollando desde la fundación de nuestra corriente. Recogiendo esas lecciones y sobre todo de manera preparatoria para las tareas que nos deparará el 100º aniversario de la Revolución Rusa, en la Argentina realizamos en agosto de 2016 la I Jornada del Pensamiento Socialista, iniciativa que pretendemos repetir y ampliar en 2017 en Argentina y en otros países. El conjunto de estas temáticas es abordado en esta edición doble de nuestra revista: desde el significado del triunfo de Trump, pasando por los problemas económicos y geopolíticos del mundo actual, hasta cuestiones de balance histórico del siglo XX y la problemática del derecho en la transición socialista. Este número doble marca así un momento de particular riqueza en la elaboración teórica y política, reflejando la madurez de nuestra corriente en este aspecto, con una revista militante y reflexiva de edición ininterrumpida a lo largo de más de una década. Esta maduración teórico-política es concomitante con el fortalecimiento y crecimiento de nuestra corriente, que ha ido acumulando condiciones para un salto en calidad y numérico expresado en la consolidación de algunos de sus núcleos fundacionales, así como la apertura de otros en Latinoamérica y Europa. Dejamos entonces en manos de nuestra militancia, simpatizantes y lectores en general esta edición doble y de especial significado como homenaje a la generación que protagonizó la mayor revolución en la historia de la humanidad: la Revolución Rusa, que llevó al poder a la clase obrera con sus organismos de poder y autodeterminación, los soviets, y su partido revolucionario, el partido bolchevique. CONSEJO DE REDACCIÓN