Audición del Presidente José Mujica correspondiente al 31 de diciembre de 2013 Un gusto amigos, un poco retrasado, tal vez por los calores del día, por los avatares. De todas maneras, un pequeño comentario que hace a la ocasión. Hace muchos años, muchos, más de 30 que con la República Argentina intercambiamos energía eléctrica, luchando no solo por el abastecimiento sino luchando además por los costos. Es decir, cuando tenemos agua suficiente en las represas y generamos energía suficiente y a veces no podemos aprovechar toda el agua, solemos vender a la Argentina porque a ella le resulta más económico que producir energía eléctrica vía combustible. Y al revés, en otros casos la ida o venida de electricidad es consecuencia de la demanda y de las escaseces que puede haber de un lado y del otro. Lo cierto es que en materia de energía eléctrica están, por un lado, el costo de las fuentes que generan energía eléctrica y que cuanto más grande es un sistema, cuanto más interconectado exista, más racional es el manejo de consumos y, sobre todo, el manejo de costos. Por eso el Uruguay está luchando y está a punto de terminar una interconexión importante con Brasil. No teníamos una interconexión de importancia que permitiera recibir o mandar caudales importantes de energía con Brasil. Vamos a dar un salto en pocos meses y tenemos un acuerdo con Brasil ventajoso hacia el futuro, por el cual Brasil si nos tiene que vender nos va a cobrar una tarifa similar a las tarifas internas de cuando un estado brasilero le vende a otro. En un país tan grande con un escenario tan grande, tan dilatado como Brasil, es muy difícil que exista una sequía en el sur y a su vez en el centro o en el norte. Esto permite aprovechar mejor, más intensamente la energía que deriva, que generan las represas, que siempre es -por el momento- la forma más económica de producir energía. Esto va a ser un cambio para la matriz de Uruguay y sobre todo para la seguridad del futuro. De la misma manera que la incorporación de molinos de viento (que ya están aprobados, pero que llevan tiempo montarlos, levantarlos, y que la gente los verá, a veces pasar en pedazos en camiones imponentes, con verdaderos operativos que hay que hacer en las carreteras), eso le va a asegurar una nueva fuente alternativa de energía siempre renovable al Uruguay del futuro. Pero la relación con Argentina es vieja, este intercambio, ojalá pudiéramos en este momento contribuir con más caudal a las necesidades que tiene la Argentina, que no son tan grandes y tan imponentes de acuerdo a las dimensiones que tiene la Argentina, pero son importantes. Creo que este intercambio está fuera de la lógica comercial corriente y debe inscribirse más bien en las cuestiones de cruda necesidad, casi co-lindantes con los derechos humanos. No es que no deje de ser un intercambio comercial, lo es pero es además un problema de