Palabras del Presidente de la República, José Mujica, en su audición radial de M24, correspondiente al 9 de enero de 2014 Es un gusto amigos el poder saludarlos a través de este espacio con el que habitualmente desde hace muchos años intentamos una comunicación que obviamente resulta unilateral, pero que de alguna forma repercute en nuestra sociedad, como veremos más adelante, y nos crea en la obligación de contemplar lo que podríamos llamar “las dos campanas ” que siempre existen en un problema general, de importancia, ya que estamos en una sociedad donde los intereses, y por lo tanto, la visión que pueden tener distintos actores son contradictorias, lo cual no quiere decir que no sean válidas, porque hay que reconocer que vivir en una sociedad a veces implica presenciar intereses que se contraponen y que desde sus respectivos ángulos pueden resultar legítimos. Por estos días hicimos algún comentario de una probable actitud de concertada “pereza” en cuanto a procesar ganado. Parecía que podía ser una situación acordada en procura de conseguir con exactitud una tendencia a la baja en cuanto a la oferta de ganado. Ha habido otros actores de esta importantísima cadena para el país que se han manifestado en un sentido más o menos parecido, y sabemos que de otras tiendas hay preocupación, por ejemplo, indirectos reproches hacia el Ministerio de Ganadería y Agricultura por no ser ágil en cuanto a la exportación de ganado en pie. Como vemos, si los trabajadores de la industria frigorífica miran estos fenómenos siempre van a pensar que cada conjunto de animales que se va en pie es valor agregado y trabajo que pierden ellos, y es natural que lo vean así, eso es legítimo. Los señores ganaderos por el contrario, un tanto desconfiados de que le pagan menos de lo que deberían, y pensando que los frigoríficos, que son muchos menos que los ganaderos, se ponen de acuerdo con políticas de freno, siempre van a defender, desde su ángulo y con su visión, que se mantenga la exportación abierta de animales en pie para que en alguna medida ese escape de carácter internacional actúe como un freno a la tendencia a la baja que los frigoríficos pueden implementar. Esto también es una vieja visión que tiene su batería argumental, que se complica más porque están los intereses ligados al trabajo del cuero y cuanto animal se va en pie son menos cueros que se procesan en el país, y entonces también hay otros intereses que ven con signo contradictorio estas legítimas políticas que cada cual defiende. Después están los consumidores del Uruguay que son un cliente importantísimo para las carnes uruguayas, y encima hay que poner el interés de los carniceros. Y bueno, todo esto da siempre un aspecto de discusión interminable e inagotable a lo largo de los años. Tenemos que aprender a convivir con eso, pero debemos de tener honradez intelectual, en realidad estas contradicciones nunca las vamos a superar totalmente, todas tienen una
parte de verdad y es probable que a todas haya que descontarle el IVA, un poco de exageración tal vez. Después están los impuestos que cobra el Gobierno y otras cosas por el estilo porque la cadena es más complicada. No he hablado de la cuota importante que significa la comercialización del ganado, tampoco he hablado del transporte. De todas maneras tenemos que reconocer que la ganadería es un capítulo fundamental de la economía uruguaya. Más, nuestra historia económica en mucho es una historia pecuaria, por lo tanto tenemos que escuchar a todos los actores y todos tienen su importancia. He recibido una misiva de algún amigo ligado obviamente a los intereses de la industria frigorífica, donde me manifiesta que seguramente no estoy informado y me hace algunos señalamientos. Por ejemplo: en este año lo que ha caído en materia de faena en alrededor de unos 100 mil animales, si se comparan con el año anterior, son la categoría vacas. Se han faenado 100 mil vacas menos y esto puede dar para una especulación curiosamente de carácter positivo, porque esta señal indica que el sistema de cría del Uruguay habría retenido más hembras con la clara intención de aumentar el procreo probable, y esto es una promesa de que dentro de dos o tres años fundamentalmente va a haber más animales disponibles. Todo esto entre comillas porque siempre estas cosas están sujetas –entre otras cosas- a que llueva y haya pasto, vaya pavadita la que nos solemos olvidar. También nos señala en esta misiva que los representantes del Ejecutivo en el INAC han planteado que en el 2013 iba a haber disponible 100 mil animales más, pero que en realidad los datos, los estudios, de ninguna aporta a esa información y por el contrario las exportaciones de animales en pie del año 2010 que están registradas hablan con claridad que se fueron a Turquía más de 200 mil animales machos, la inmensa mayoría terneros o novillitos jóvenes que de haber permanecido una parte en el país hoy habrían significado un considerable aumento de faena en este momento de crisis. Y nos dice: “no es necesario señalar que el 90% de estos animales exportados en pie en el año 2010 hubieran sido faenados en el 2013 ”. Como vemos veladamente es una crítica al mecanismo de exportación de animales en pie. Desde la óptica del sistema frigorífico me parece correcto, cada cual pelea por la de él. Nosotros tenemos que luchar por la conciliación, hasta donde es posible, de los intereses globales que tienen en sus entrañas estas contradicciones. Cuando empezaron las versiones de que había una actitud concertada de baja compra de ganado, hicieron algunas de las gremiales de los frigoríficos un análisis planta por planta y en realidad se encontraron de que todas tenían acordado en los próximos días compras, ofertas ganaderas, y lo que señalan por el contrario que la existencia de una buena primavera en realidad a los
señores ganaderos los llevó en la defensa de sus intereses a ofertar, disminuir una oferta menor porque sencillamente al haber comida los animales adultos estaban aumentando alrededor de 900 gramos por día. Estas cosas para quienes conocen la ganadería son factibles, son posibles si hay comida en el campo, lo más lógico parece ser dejar a los animales que transformen el pasto en carne. Cuando la comida empieza a escasear, puede acontecer exactamente lo contrario y es que los animales empiezan a perder peso y esos son los momentos en que hay que tratar de vender y aliviar el peso en el campo. La ganadería está obligada a especular en parte con el clima, con el tiempo, con los precios, con las necesidades de caja que tiene cualquier empresa y se mueve tironeado por estas realidades que a veces son objetivas. No se hace lo que quiere y curiosamente en la explotación ganadera cuando se está en el máximo de aprovechamiento de un campo, en la máxima posibilidad de la carne que puede producir, es cuando se está al borde del precipicio. Cuanto mejor aprovechado está un campo si sobreviene una crisis climática, falta de agua por ejemplo, y sobreviene una crisis forrajera ese campo, altamente cargado es el que necesita inmediatamente más necesidad de alivio, es decir de menos animales. Nos señala esta misiva interesante, de la cual damos cuenta, que en el último ejercicio contable del mes de setiembre la inmensa mayoría de las plantas cerraron con pérdidas y señala que esto ha sido la consecuencia de que había un desaliño entre el precio interno, el precio externo, es decir el del mercado internacional, y al cual hay que sumar la suba de costos inevitables que desde el punto de vista interno ha existido. Hacen naturalmente sus buenas críticas algunos de los frigoríficos que no compone la gremial. Tenemos que corroborar parte de esa información y nos señalan que en materia de carne nos hemos vuelto un tanto “chino dependientes”, que por lejos la presencia de carnes uruguayas en China ha crecido notablemente. Pero ha crecido notablemente como consecuencia de pérdida en la diversificación de mercados, por lo que bajó vertiginosamente nuestra presencia en Rusia, bajó en el Mercosur, sobre todo con Chile, bajó nuestra presencia de venta con Israel y a nuevos mercados promisorios que han aparecido como Corea, en realidad es muy difícil poder entrar dada la alta competitividad que tiene Australia, que en estos momentos, y desde hace tiempo, tendría internamente precios de oferta a la industria frigorífica exportadora australiana mejores que los que existen en nuestro país. Señalando que esta es una situación peligrosa para el Uruguay, estamos de acuerdo, cuanto más mercados podamos diversificar y tener más repartida nuestra presencia menos peligros tendremos que soportar. De todas maneras, desgraciadamente en materia de mercados la “chino dependencia” parece un
fenómeno ostensible en todo el marco de la región, porque si miramos otras ramas de nuestros sectores exportadores vemos que nosotros a Brasil, a Paraguay, a la Argentina, al Mercosur entero, cada vez más se hace evidente la brutal presencia compradora que tiene China en esta región. Este es un fenómeno positivo de momento, ha tonificado los precios, también es un fenómeno preocupante porque desde que el mundo es mundo quien compra también quiere vender, y “como seguro se murió en la feria ” la mayor seguridad que puede existir en materia de intercambio comercial es tener muchas y diversas opciones, cosa que no aparece con claridad en el mundo contemporáneo. De todas maneras, ha habido dos lluvias que no han cubierto la necesidad del país, pero han dado un alivio importante. Los campos otra vez se tiñen de verde y seguramente que esto es en realidad en el fondo positivo para todos, nos conviene a todos, a los que tienen ganado y a los que solo tienen esperanza porque las vaquitas son ajenas. De todas maneras la repercusión indirecta del fenómeno ganadero en el país es importante para todos, y tenemos que tener la inteligencia de solventar estas contradicciones con honradez intelectual siempre, mirando la globalidad del conjunto de intereses que se mueven. Desde luego dentro de esa visión global uno no puede evitar que tenga un margen de mayor preocupación por los más débiles.