AUDICION RADIAL DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JOSÉ MUJICA POR M24 DEL 7 DE MARZO DE 2013 Intentamos comunicarnos a través de la radio amiga desde Caracas, donde hemos concurrido a despedir a un amigo, a un amigo del Uruguay: el Presidente Chávez y, fundamentalmente, expresar solidaridad con el pueblo venezolano, obviamente que preocupados para que esta sociedad, Venezuela, encuentre la manera de superar un trance de dolor y naturalmente por encima de las disidencias que impone las distintas visiones que hay en la familia que compone una nación. Venezuela, tenga un rumbo decidido de tranquilidad, de creciente superación, de poder torcer las dificultades que se le presentan porque si hay una tierra que ha recibido una especie de bendición de recursos naturales es esta. Como tantas veces, la abundancia de recursos naturales parecería que necesariamente no se transforma en una prosperidad, sino que muchas veces se transforma en una enorme dificultad, porque la abundancia de recursos naturales, al parecer, atomiza la voluntad humana o tiende a no desarrollar las capacidades. Uno se queda con la sensación de que en última instancia, el verdadero y auténtico progreso material de una sociedad es hijo del trabajo disciplinado de su gente por encima de la dotación de los recursos naturales. No como uruguayos podemos hacer un comentario baladí, porque nuestro país vaya que tiene también recursos naturales y vaya que es un país dotado por una naturaleza de recursos naturales que tal vez hizo posible que nuestra vida fuera relativamente fácil. Y tal vez también no pudimos aprovechar la magnitud de esos recursos. América está dando otros pasos. Esta América Latina ya no es lo mismo, y no es lo mismo porque, por un lado, las corrientes políticas de izquierda ni son lo mismo, ni es lo mismo buena parte de la derecha. Si bien acá en Venezuela hay una división muy marcada entre la opinión de la gente, el hecho está que parecería, y la fragua de la historia tiende a ir arrimando a los pueblos latinoamericanos más allá del peso de los credos políticos que pueden tener sus distintos gobiernos, es un poco en ese sentido. Es posible que los hombres seamos un tanto “titireteados” por las realidades profundas de la época que nos toca vivir, y esta época globalizadora que tiende a estrujar y a comprimir en las fronteras y que tiende a hacer aún a los países grandes interdependientes, con una explosión de recursos tecnológicos de carácter fenomenal, donde todo se multiplica menos la tierra que cada vez queda más estrujada. Esta Venezuela, portentosa con su petróleo, que deformó la sociedad, perdió gran parte de su campesinado, sus partes interiores, las que en algún momento pudimos recorrer someramente acompañando a Chávez, un país fértil en sus llanos, sin embargo es un formidable importador de comida, teniendo potencialmente fenomenales recursos naturales para producir comida. ¿Por qué? Porque el petróleo terminó creando una renta, dándole una hiperdimensión a las ciudades y a la costa. Y naturalmente acostumbrarse al terreno más corto, el camino de la importación y con ello la desaparición