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Opinión
Jorge Rodríguez Fabuel, óptico-optometrista
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Este tren pasa sólo una vez
Estamos viviendo unos momentos realmente únicos, y estoy seguro de que, dentro de unos años, cuando echemos la vista atrás, los recordaremos como trepidantes.
En estos días están presentando muchos laboratorios soluciones novedosas para el control miópico. Diseños de desenfoque periférico, softwares, aparatos de medición. Cursos para el manejo del paciente, como para el enfoque de comunicación a los padres. Y un largo etcétera de novedades que nos irán presentando a lo largo del año.
El control de la miopía es, a mi entender, una tendencia a la que debemos sumarnos como profesionales sanitarios. Una oportunidad que las grandes compañías ven clarísimamente, y no dudan en preparar estrategias para intentar canalizar este nuevo caladero de pacientes/clientes.
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OpiniónNo debemos olvidar que es una nueva vía de negocio. Como clientes nos molesta pagar más caro por un mismo producto que hace un tiempo nos resultaba más económico. Pero en cambio aceptamos pagar más cuando se nos ofrece un nuevo tratamiento para abordar un mismo problema desde otro ámbito. Es aquí donde las nuevas técnicas encuentran cabida en nuestros discursos para atacar este nuevo reto que se nos presenta. Tanto los laboratorios de lente oftálmica como los de lentes de contacto desvelan en estos días sus nuevos diseños para ralentizar la progresión de la miopía. Y como profesionales debemos estar suficientemente formados y equipados para poder controlar la miopía de nuestros pacientes cuando acudan a nuestros centros. Y además tenemos que saber trasladar un mensaje a los padres, que no olvidemos, son los que deciden si se va a realizar un tratamiento o no contra la miopía. Para convencerlos de que hace unos años no se podía hacer prácticamente nada para ralentizar la progresión miópica, pero hoy en día tenemos muchas más armas para poder hacerla frente. Y este trabajo de educación/divulgación debemos de hacerlo, en mi opinión, en colaboración con el oftalmólogo. Para un padre no hay nada más desconcertante que cada profesional le dé una opinión diferente. Y en cambio, un trabajo colaborativo, un criterio uniforme y basado en evidencias científicas dan una tranquilidad y un respaldo que como padre es lo que se busca. Como profesionales debemos estar suficientemente formados y equipados para poder controlar la miopía de nuestros pacientes cuando acudan a nuestros centros
Esto supone un nuevo reto, pero compañeros, qué suerte poder afrontarlo en unos momentos en los que la mayoría de los sectores se encuentran sumidos en una profunda crisis, y en cambio nuestro sector está demostrando resiliencia. Poder presentar novedades a una sociedad que, además, tras la pandemia esta más concienciada a cuidar de su salud, creo que es un tren que no debemos dejar escapar. Siempre leemos que lo que te hace único frente a tus competidores es la especialización. Pues ahora tenemos un argumento sólido para ofrecernos como un sector profesional, sanitario y concienciado para afrontar una pandemia que se nos avecina. Y para ello contamos con armas: lentes oftálmicas de nuevos diseños de desenfoque periférico, lentes de contacto, de uso diario, mensual y trimestral, con grandes rangos de astigmatismos y potencias esféricas, tratamientos farmacológicos combinados con lentes en colaboración con centros oftalmológicos. Lentes de orto K, aparatos de medición biométrica, softwares y webs para divulgar nuestro mensaje. Formación: gran cantidad de cursos tanto online, presenciales, nacionales e internacionales. Asociaciones para la difusión del mensaje. Grupos de profesionales como foros o mails. Valor añadido: no estamos vendiendo unas lentes, estamos ofreciendo un tratamiento para ra-
Opinión lentizar la progresión de una miopía a un hijo que en el futuro puede acarrear problemas oculares como maculopatías.
La gran labor que está haciendo la Fundación Brien Holden en el estudio y divulgación sobre el control de la miopía, debemos de aprovecharlo. Incluso los cursos que realizan son muy didácticos, entretenidos y fáciles de realizar. Y como bien decía Holden, “no sabemos mucho sobre la miopía, pero sabemos lo suficiente como para no quedarnos quietos”.