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¿A qué necesidades responde?
Producir productos individualizados de manera rápida y eficiente: la creciente demanda de sostenibilidad y el impacto de la globalización en las cadenas de suministro, son algunos de los desafíos a los que se enfrenta la industria actualmente. Para dominarlos de manera segura y exitosa, las empresas necesitan adaptarse rápidamente y, sobre todo, necesitan ser resilientes.
La ruta más eficaz hacia ese camino es adoptar la digitalización. Con una estrategia de digitalización integral, ahora es posible diseñar, desarrollar e implantar equipos inteligentes y optimizar las operaciones de la fábrica. Asimismo, la digitalización es la mejor opción para reducir el consumo de energía en la fabricación actual, gracias al aumento de la eficiencia de las máquinas y la aproximación al objetivo de cero tiempos de inactividad, cero daños y cero residuos, mientras se persiguen objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
Un ejemplo de las bondades de la digitalización es el caso de Vingroup, una de las empresas privadas más grandes de Vietnam, quien a través de su filial VinFast, se asoció con fabricantes de automóviles de Estados Unidos, Europa y Siemens para construir su fábrica de automóviles en solo 21 meses y, por si fuera poco, durante la pandemia, a través de la flexibilidad que otorga una fábrica digital, transformaron su planta para fabricar 55, 000 ventiladores mensuales, en tan sólo 3 semanas.
Es innegable que hoy, la fábrica digital es una realidad con múltiples beneficios en eficiencia, minimizando los índices de fracaso y acortando los ciclos de desarrollo de los productos, creando así, una ventaja competitiva duradera, para cualquier tipo de industria.