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El lago del mal
Cristopher Nuñezz
Personajes:
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Christopher Anahi Jetzarely Profe Benito Astarot Cristopher: Weeey, que flojera no quiero entrar a la clase. Jetzarely: Pero Christopher tenemos que entrar porque si no ¿cómo vamos a hacer la tarea? Cristopher: Osh… está bien, yo quería ir a desayunar. Anahi: Cris, Jetza, que bueno que entraron. Cristopher: ¡Wey no queríamos pero ya qué! ¿nos apartaste lugar? Anahi: Nel perro.. Le da un sape Anahi: obviamente, está junto a Juan, pues ya hay que pasarnos que ya viene Benito. Ya estando ubicados en sus asientos, los tres chicos ven entrar a su profesor muy emocionado por su clase al salón. Profe Benito: ¡Buenos días chicos! hoy tendrán que hacer una tarea de un cuento… pero basándose en ríos, lagos, lagunas etcétera. Yo les recomiendo que vayan a uno que está muy padre se ubica en Tlalpan, dicen que pasan muchas cosas raras ahí ¿Verdad Anahi? Un viernes común en la UACM, tres amigos se encontraban cansados, sin querer asistir a su clase de Producción Editorial, pero internamente sabían que tenían un deber, así que entraron.
Anahi: Sí profesor está muy chido, vamos y así conoceremos el lugar. Cristopher: ¡Wey! yo no quiero ir, ¡me caga el pasto! Jetzarely: No seas mamon Cris, vamos es para la clase. Cristopher: Ash esta bien vamos, pero en fin de semana. Anahi y Jetzarely: Está bien. Llega el sábado, Anahi, Jetzarely y Cristopher se juntan para ir al lugar. Cristopher: ¿Por dónde viene Jetza? Anahi: No sé, dice que ya le faltan unas estaciones Cristopher: Marcale y dile que no tarde, que se apure que tengo hambre, ah olvidalo ya llegó. Jetzarely: Chicos ya llegué, ya vámonos Cristopher:Pues ya hay que darle, entre más rápido lleguemos, más pronto nos vamos… Ana, Jetza y Cris llegaron al lugar asombrados Cristopher: Pues no está tan feo. Jetzarely: No, ya vamos a apurarnos a tomar las fotos. Cris empieza a sacar la cámara y empiezan a poner las cosas para el spot. Jetzareli: Weeey ¿sentiste eso? Cristopher: ¿Qué? Jetzarely: Pues sentí que me tocaron la espalda. Cristopher: Wey deja de decir tonterías y mejor vete a dar la vuelta. Jetzarely: Está bien así encuentro más lugares chidos para las fotos del trabajo. Cristopher: Jetza, tú y yo vamos a empezar a bajar al río para tomar unas fotos. Jetzarely: Sí Cris. Mientras que Jetza y Cristopher tomaban fotos, Anahi se fue caminando sin rumbo a la orilla del río y se quitó los zapatos para mojarse los pies. Mientras jugueteaba con el agua vió que del fondo del río salió un pato de la nada, eso hizo que se espantara, se cayera, se golpeara y perdió el conocimiento. El l del Jetzarely: Ya pasó bastante tiempo y Ana no aparece ¿qué vamos a hacer? Cristopher: Wey de seguro ya se fue para su casa y nos dejó
aquí, ya vámonos que no vamos a alcanzar camión. Jetzarely: ¿Cómo crees Cris? Anahi nunca nos dejaría, más bien creo que se perdió pero ya llegará. Esperemos. Mientras iba pasando el tiempo los dos chicos preocupados deciden acampar, mientras buscan a Anahí. Apreciaron un atardecer de lo más maravilloso, los colores naranjas del cielo se reflejaban sobre la brillante y transparente agua del río. Por un momento olvidaron por qué se habían quedado y dónde se encontraba su amiga. Alrededor de las 8 de la noche empezaron a hacer una pequeña fogata ya que el frío los estaba paralizando, pero era demasiado tarde como para poder salir del lugar. La neblina había bajado y no lograban visualizar más allá de cinco metros de distancia, ya no estaba a su alcance la piedra donde estuvieron en la tarde, tampoco se encontraba el río transparente que tenía la vista hacia la hacienda. No sabían si era el aire que hacía llorar a los árboles, el frío de la noche o los inquietantes sonidos que al parecer venían de algún animal o si era poca visibilidad, pero cada vez se sentía un ambiente más pesado como si a los chicos los hubieran callado al pasar las horas. Cuando de repente, apareció una luz que iba acercándose a ellos y cada vez se hacía más fuerte. Anahí: Chicos me caí y no sabia El lagodelmal donde estaban, lo bueno es que me encontraron unos trabajadores del lugar y me ayudaron ya es muy noche, vámonos con ellos a ver si nos pueden ayudar Jetzarely: ¡Vamos! Mientras los chicos iban caminando se acercaron a la roca gigante, los sonidos extraños que habían escuchado se hacían más claros, podrían identificar algo parecido a lamentos de mujeres y algún otro grito masculino. En esos quejidos se sentía el dolor y el sufrimiento que podía emanar ese lugar. Jetzarely: Ana, mejor regresemos, esto se pone cada vez más fuerte ¿y si nos hacen algo? Anahi: ¡No! ya casi llegamos, ellos nos ayudarán. Anahi los empuja hacia ese lugar. Cristopher: ¿Cómo estás tan segura? Anahi: Porque ellos me ayudaron. Fue tanta la insistencia de AnaEl lago del m hi que mejor ellos optaron por seguir su camino pero al dar la vuelta vieron que habian personas detrás de ellos las cuales los sujetaron Anahi: Tranquilos son los señores que me ayudaron, no se resistan más, yo sé que tienen miedo y eso le gusta más a él. Cristopher: ¿Gustarle? ¿gustarle qué y a quién? Anahi: Pues a quien más, al rey de este lugar. Jetzarely: ¿Estás loca? ¿De cuál fumaste? ¿De qué estás hablando Ana? Mientras discutían se sentía un silencio abrumador, el ambiente se volvió hostil como si toda esperanza de vida se hubiera ido. Cuando de repente, entre la
El lago / foto: Cristopher Nuñez
neblina, vieron emerger una figura borrosa, se iba acercando a ellos y les dio un aire de esperanza al contemplar una cara conocida. Cristopher y Jetzarely: ¡Profesor Benito! ayúdenos con esta loca y sus secuaces nos quieren hacer daño. No recibieron contestación alguna, parecía que solo era un cascarón humano, sus ojos parecían vacíos como si su vida hubiera sido arrebatada, en su cara se veía el tormento y la desesperación. Jetzarely: ¡Por favor! ¡háganos caso! se lo suplicamos por Dios. Astarot: ¿Dios? Aquí su Dios no los podrá ayudar, Ahora ustedes me pertenecen y ni los mismos ángeles los podrán ayudar Mira a sus sirvientes y hace una cara de aprobación Astarot: Ana hiciste un buen trabajo al traer a tus amigos. Anahi: Gracias señor, solo lo mejor para usted. Jetza y Cris: ¿Cómo pudiste hacer eso Ana?, somos tus amigos. Anahi: Ustedes no son nada mío, sólo mi señor Astarot es mi amigo, mi todo y yo vivo para servirle. Astarot: jajajaja, con estas almas será suficiente para poder darte lo que me estás pidiendo Ana, tu mamá volverá a casa contigo. Entre forcejeos, Astarot abandona el cuerpo del profe Benito, una víctima más de ese lugar maldito, el cual había ido anteriormente con sus amigos. En ese lugar el profe se había encontrado con un indigente el cual le pidió un poco de comida y ayuda, el profe Benito aceptó a ayudarlo, pero mientras él servía un plato de comida pudo ver cómo ese ser se abalanzaba en contra de él, percibiendo un frío espectral apoderándose su cuerpo, dejándolo sin voluntad para sólo ser un títere del mal. Así como se apoderó del profe Benito, este ente hizo lo mismo con Cristopher, mientras su cuerpo vacío terminó en el suelo, la tierra lo fue despedazando hasta que desapareció, dejando únicamente un montón de ramas y follaje. Fue un momento de tristeza, pero a la vez de felicidad, ya que el mal se había esfumado. Sin embargo, Cristopher con un solo movimiento, avienta a Anahi, porque fue la causante de todo esto. Jetzarely: Pero Anahi no tiene la culpa, ella lo hizo por amor. Cristopher no le hace caso y se acerca a Anahi, con una mirada vacía tomándola por el cuello y levantándose del suelo y la recarga en un árbol. Anahi desesperada por quererse liberar lo empieza a rasguñar pidiendo perdón con el poco aire que le quedaba. Poco a poco va perdiendo el aliento, al igual que las fuerzas de los brazos y las piernas. Jetzarely se acerca a ayudarla, Cristopher la avienta y ella se golpea la cabeza con una piedra, a Anahi se le llenan los ojos de lágrimas al ver a su amiga tirada en el suelo. Regresa la mirada hacia Cristopher y reconoce esa sombría mirada. Anahi: Señor ¿es usted? ¡no me mate por favor! Cristopher con una sonrisa malévola aprieta más fuerte el cuello, Anahi deja de luchar aceptando su destino, entregando su alma a aquel que fue su amigo. Este lugar, que te conquistará por la vista tan bella y sus aguas tranquilas, te hará pasar un gran momento en compañía, sin embargo no te quedes solo ya que podrás escuchar los lamentos de los visitantes que se han perdido, que te podrían guiar hacia un final inesperado. FIN.

