Esquina cultural
Regalos y más regalos Por Salvador Leal
Bienvenidos a la Lista 2014 del Rincón Cultural de la Revista del Consumidor
Salvador Leal es economista y se crió con las campañas de Profeco de los años setenta que decían “regale afecto, no lo compre”. Cree que esa es la razón por la que nunca tuvo muchos amigos.
No falla. Año tras año, círculo social tras círculo social, una amenaza llega en esta temporada decembrina. Consume no sólo nuestra cartera, sino también las neuronas: en ninguna otra época debemos personalizar tantos regalos en tan breve tiempo. Así es, es la época de los intercambios de regalo. Para quien no haya vivido en la Tierra durante las últimas décadas (nota mental: para el próximo año hacer una investigación de cuándo y en dónde se realizó el primer intercambio de regalos), explicaré la dinámica en pocas palabras. Primero hay que juntar a un grupo de personas (no es necesario que se quieran, pero sí que se sientan obligadas a mostrar afecto de alguna forma). Alguno de ellos, con extremada iniciativa, hace papelitos donde anota los nombres de cada integrante del grupo; después de revolverlos en un recipiente —que nunca es tan glamoroso como lo quisiera quien organiza el intercambio—, hace que cada uno tome un papel. Ahí se sella el destino: cada elector le dará un regalo a la persona cuyo nombre está garabateado en la papeleta. El precio del regalo, cuyo monto se fijó antes, depende del nivel de compromiso entre las personas y de su nivel de ingresos. Aunque en todo intercambio hay quien toma este precio como referencia, hacia arriba o hacia abajo, según cuánto “quiera” a la persona a la que le regala, pero, sobre todo, de la tortura mental que signifique pensar en qué regalarle. Es aquí donde esta columna llega a hacer su buena acción navideña: ¡bienvenidos a la Lista 2014 de la Esquina cultural de la Revista del Consumidor! En esta primera edición les daré una serie de recomendaciones o ideas para que las usen sin distinción en cuanto intercambio de regalos se hayan metido.
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Mi método de selección consiste en cosas clásicas o clásicos jóvenes, es decir, de culto pero de fácil acceso. El precio calculado va de los 200 a los 500 pesos, aunque las recomendaciones están pensadas para que el regalo parezca más caro. Allá van: Libros. Este año es el de Octavio Paz, así que la excusa está facilita. El Fondo de Cultura Económica publicó dos libros de acercamiento a su vida y obra con motivo del centenario de su nacimiento: Una introducción a Oc tavio Paz , de A lber to Ruy Sánchez, y Las palabras y los días. Una antología introductoria, edición que estuvo a ca rgo de R ica rdo Cayuela y que reúne una selección de poesía, ensayos y artículos que escribiera el nobel mexicano. Dos recomendaciones más. No duden en comprarle a cualquiera la colección completa de obras de Jorge Ibargüengoitia (Editorial Joaquín Mortiz). Quedarán bien, no gastarán mucho y dudo que su regalado haya leído todo Ibergüengoitia. La segunda recomendación es Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de to das las edades (A nagra ma) de Ha rold Bloom. Aunque es un poco chocante, Bloom ofrece una selección de textos y autores que invita a leer más y que al mismo tiempo permite conocer lo más granado de la literatura considerada como infantil, pero que en realidad es, como su nombre lo indica, para todas las edades. Conciertos y teatro. La variedad es tan vasta que no acabaría de recomenda rles u n solo evento. En México se está haciendo el mejor teatro del id ioma espa ñol y la Ciudad de México en particular tiene una cartelera comparable en cantidad y calidad a la de Londres y Nueva York. ¿Mi recomendación? Obsequien un certificado de regalo
de Ticketmaster. Si bien es hacerle el juego a una compañía cuasi monopólica, la posibilidad de poder intercambiar su regalo por alguna buena ópera en Bel las A r tes en el Distrito Federal, un concierto en el Teatro Degollado de Guadalajara o para la inmensidad de espectáculos en el Cervantino del próximo año en Guanajuato, bien vale la pena el gasto. Televisión. Aquí mismo ya les platiqué sobre la época dorada de la televisión que estamos viviendo, pero si se les pasó ese número, les recomiendo un par de opciones más. Si se quieren ver guapos, hagan su propio paquete con Cosmos en su versión de 2014 y protagonizada por Neil deGrasse Tyson, y Cosmos en su versión de 1980 con el creador del concepto y divulgador científico extraordinario, Carl Sagan. Películas. En lo personal soy un enamorado de la calidad de audio y video de los discos Blu-ray. El problema es que hay muy pocas películas de las denominadas “de arte” en este formato. Aunque ya tiene tres años, Pina de Wim Wenders está entre mis favoritas. Esta es un tributo-documental a la coreógrafa alemana Pina Bausch que vale cada peso que inviertan en el Blu-ray y en la pantalla HD donde la vean. Por último, si nada de aquí les ha dado ideas, dense una vuelta por la librería Educal de su localidad. Hay 99 en todo el país y al menos una en cada estado de la República. Les recomiendo la que está en el Centro Nacional de las Artes, al sur de la Ciudad de México. Y desde esta Esquina cultural les deseo a ustedes y sus familias unas felices fiestas y el mejor de los años para el que está por llegar. ¡Nos vemos en el 2015!