PROPUESTAS PARA EL NÚMERO 19 DE POESÍA PARA LLEVAR “EL VIAJE DEFINITIVO” …Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto con su verde árbol, y con su pozo blanco. Y yo me iré, y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... Y se quedarán los pájaros cantando. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado, mi espíritu errará, nostáljico… Todas las tardes el cielo será azul y plácido, y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, Elejía (1907-1908) “ELEGIA DEL TORO EN LIDIA” ¡Oh toro, noble toro acorralado en un valle de caras, para tu daño juntas, con un viento de palmas y de gritos! Un castigo a mansalva te persigue en redondo. Tú no comprendes nada. Y yo siento vergüenza. «¿Por qué, por qué estos hombres disfrazados de naipe que me ciegan con sucias capas rosas, por qué este muro en círculo y este pozo de cielo? Yo tengo la fiereza del viento, las montañas y las aguas, pero no para esto, sino para el amor; no quiero desatarla contra algo que no entiendo. JOSÉ MARÍA VALVERDE, Hombre de Dios (1945)
DOS POEMAS DE MIGUEL DE UNAMUNO Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan, hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan, hay ojos que ríen -risa placentera, hay ojos que lloran -con llanto de pena, unos hacia adentro -otros hacia fuera. Son como las flores -que cría la tierra. Mas tus ojos verdes, -mi eterna Teresa, los que están haciendo -tu mano de hierba, me miran, me sueñan, -me llaman, me esperan, me ríen rientes -risa placentera, me lloran llorosos -con llanto de pena, desde tierra adentro, -desde tierra afuera. En tus ojos nazco, -tus ojos me crean, vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera, en tus ojos muero, -mi casa y vereda, tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra.
¿Qué es tu vida, alma mía?, ¿cuál tu pago?, ¡Lluvia en el lago! ¿Qué es tu vida, alma mía, tu costumbre? ¡Viento en la cumbre! ¿Cómo tu vida, mi alma, se renueva?, ¡Sombra en la cueva!, ¡Lluvia en el lago!, ¡Viento en la cumbre!, ¡Sombra en la cueva! Lágrimas es la lluvia desde el cielo, y es el viento sollozo sin partida, pesar, la sombra sin ningún consuelo, y lluvia y viento y sombra hacen la vida.
“A LAS VÍRGENES, PARA QUE APROVECHEN EL TIEMPO” Coged las rosas mientras podáis; veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta. La gloriosa lámpara celeste, el sol, cuanto más alto ascienda antes llegará a su camino y más cerca estará del ocaso. Los primeros años son los mejores, cuando la juventud y la sangre están más calientes; pero consumidas, la peor, y peores tiempos siempre suceden a los anteriores. Así que no seáis tímidas, aprovechad el tiempo y mientras podáis, casaos: pues una vez que hayáis pasado la flor de la vida puede que esperéis para siempre. ROBERT HERRICK, Las Hespérides, obras divinas y humanas, (1648) XXIX Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al v olver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Antonio Machado, Proverbios y cantares (Campos de Castilla, 1912)