4 minute read

Evaluadores externos

la tecnología, y por los demás campos del conocimiento en nuestras universidades y en los organismos estatales, que actualmente nos consideran, en el “mejor” de los casos, como áreas artísticas o humanísticas.

Lo anterior implica, en primer lugar, que entendamos que no hacemos investigación cuando llevamos a cabo una práctica concreta de diseño o producción de sus objetos, aunque ésta pueda arrojar materiales para el proceso de conocimiento científico o tecnológico; que la investigación científica y tecnológica es una actividad distinta a la prefiguración de objetos, aunque tengan el mismo objeto; que los dos ámbitos, científico y tecnológico, tienen y/o utilizan teorías y métodos distintos y específicos aunque algunas técnicas se puedan utilizar en ambas actividades; que sus productos son distintos, textual y objetualmente; y que las formas de evaluación de su calidad y oportunidad tienen que ser diferentes. En segundo lugar, las instituciones de educación superior e investigación tienen que realizar un máximo esfuerzo financiero, de formación de cuadros, asignación de tiempos y adecuación de espacios para la investigación, que permita llevar a cabo el impulso necesario para avanzar, mientras la sociedad y las instituciones reconocen plenamente nuestra existencia, pertinencia, necesidad y utilidad social.

Advertisement

Los conocimientos aportados por la investigación científica y tecnológica en los campos de los diseños son, además, imprescindibles para:

• Conocer los orígenes de la profunda desigualdad social en el acceso y apropiación de los diferentes objetos de los diseños, y dirigir las acciones para su reducción o superación. • Orientar los esfuerzos para la elaboración de alternativas de prefiguración y producción de objetos de los diseños adecuados a las características y condiciones propias de nuestras sociedades en términos naturales, geográficos, sociales y culturales, que no coinciden necesariamente con las imperantes en los países “desarrollados” y/o hegemónicos en el momento actual y cuyas propuestas de diseño nos imponen o aceptamos subordinadamente. • Puesto que la explotación, opresión y exclusión que padecen los sectores mayoritarios determina su acceso, limitado

o imposible, a los objetos de los diseños, en una situación conflictiva, habrá que lograr que los diseñadores avancen hacia la creación de condiciones societarias estructurales y coyunturales que incrementen el acceso y mejoren la apropiación por todos los integrantes, individual y/o colectivamente, de nuestras sociedades; el conocimiento por la investigación de las determinaciones de la situación actual es una condición necesaria, pero no suficiente, para esta superación. • Redefinir los programas de formación de licenciatura y posgrado en las universidades, para que sus estructuras y contenidos se adecuen más y mejor a la realidad de nuestros países y lograr una mayor relación teórica, técnica y social entre los diseñadores e investigadores que formamos y las necesidades de la sociedad, en particular, las de la mayoría de la población empobrecida, segregada y/o excluida.

Éstos son retos que no podemos evadir en la universidad y la sociedad de hoy, en México y en toda América Latina.

Fuentes consultadas

Benévolo, L. ([1963] 1976). Orígenes del urbanismo moderno. España: H. Blume.

Benévolo, L. ([1975] 1978). Diseño de la ciudad. México: Gustavo Gili.

Bosquet, M. (André Gortz), ([1977] 1979). Ecología y libertad. España: Gustavo Gili.

Braudel, F. ([1950-1960] 1970). La historia y las ciencias sociales. España: Alianza Editorial.

Castro, M. E. (2011). “Medio ambiente y la relación campo-ciudad en las ciudades dispersas y las ciudades compactas, interpretación desde las utopías”. En Pradilla, E. (Comp.). Ciudades compactas, dispersas, fragmentadas. México: UAM Xochimilco y Miguel Ángel Porrúa Editor.

Delfante, Ch. ([1997] 2006). Gran historia de la ciudad. España: Abada Editores.

Duhau, E. (2013). “La investigación urbana y las metrópolis latinoamericanas”. En Ramírez, B. R., y Pradilla, E. (Comps.). Teorías sobre la ciudad en América Latina. México: uam. Gay, A. y L. Samar ([1994] 2007). El diseño industrial en la historia. Argentina: Ediciones Tec.

Jordán, R.; L. Riffo y A. Prieto (Coords.) (2017). Desarrollo sostenible, urbanización y desigualdad en América Latina y el Caribe. Chile: cePal-onu y Cooperación Alemana.

Luporini, C. y E. Sereni ([1973] 1978). El concepto de formación económico-social. México: Pasado y presente, Siglo XXI.

Márquez, L. y E. Pradilla (2017). “La privatización y mercantilización de lo urbano”. En Hiernaux, D. y C. I. González (Coords.). La ciudad latinoamericana a debate. Perspectivas teóricas. México: Universidad Autónoma de Querétaro.

Meggs, Ph., B. (1991). Historia del diseño gráfico. México: Trillas.

Meyer, H. ([1921-1942] 1972). El arquitecto y la lucha de clases. España: Gustavo Gili.

Montero, L., y J. García (Eds.) (2017). Panorama multidimensional del desarrollo urbano de América Latina y el Caribe. Chile: cePalonu y Cooperación Regional Francesa para América Latina.

Pradilla, E. (1984). Contribución a la crítica de la teoría urbana. Del espacio a la crisis urbana. México: UAM Xochimilco.

Pradilla, E. ([1974-1985] 1987). Capital, estado y vivienda en América Latina. México: Fontamara.

Pradilla, E. (2009). Los territorios del neoliberalismo en América Latina. México: UAM Xochimilco y Miguel Ángel Porrúa Editor.

Pradilla, E. y C. Jiménez (1973). Arquitectura, urbanismo y dependencia neocolonial. Argentina: Ediciones SiaP.

Pradilla, E. y L. Márquez (2007). “Presente y futuro de las metrópolis de América Latina”. Cadernos Metrópole. 18 (2do. semestre 2007), pp. 173-206.

Wallerstein, I. ([1983] 1988). El capitalismo histórico. México: Siglo XXI.

This article is from: