A MANERA DE PROLOGO Dr. Juan R. Aguilar Leon La preparación de la esta publicación en ocasión de la Celebración de la Vida, Obra y Legado del Dr. Francisco J. Aguilar, en el Centenario de su Nacimiento, ha sido un viaje sentimental hacia el pasado, lleno de grandes reminiscencias y amor, que nos ha permitido descubrir facetas, anécdotas, fotografías y escritos que no conocíamos de él, o quizás que habíamos olvidado. Hemos aprendido de los momentos decisivos en su vida, que fueron determinantes en sus actividades familiares y profesionales, como el traslado desde Totonicapán hacia la ciudad capital de Guatemala para iniciar sus estudios en la Facultad de Ciencias Médicas; de su trabajo como profesor en la Escuelas Primarias Costa Rica y Cayetano Francos y Monroy, en los Institutos Central para Varones y Belén; menos conocido para nosotros es su paso por la Escuela de Medicina, aunque sabemos que para 1935 ya era preparador de las cátedras de Anatomía Patológica y de Parasitología. En estos años conoce a Mamá, de quien se enamora viéndola pasar frente del Antiguo Paraninfo, cuando las internas del Asilo Santa Maria (Casa Central), desfilaban en su paso hacia el Hospital General San Juan de Dios. Para 1940, tenía ya publicados cinco trabajos científicos, en la Revista Guatemala Médica y en la Revista de Educación. De sus años de estudiante nos ha quedado un primoroso librito encuadernado y escrito a máquina de sus “Anotaciones Tomadas en la Clase de Pediatría – Catedrático: Dr. Ernesto Cofiño. Curso 1938-1939”. Se gradúa de Médico y Cirujano, el 15 de enero de 1944 y su Tesis de Grado “La Equinococosis en Guatemala”, recibe el Primer Premio Flores. En ese mismo año, se desempeña como Médico Militar y Director del Hospital Nacional de Salamá, Baja Verapaz. La beca otorgada por las Universidades de La Habana, Cuba y San Carlos de Guatemala en 1945, para realizar estudios de Parasitología y Enfermedades Tropicales, bajo la dirección de su Maestro y Amigo Dr. Pedro Kouri, marcaron sin duda su derrotero científico y profesional. La amena entrevista radial, a su regreso a Guatemala, en agosto de 1946, describe las emociones de su paso por lo que siempre fue su “Cubita la bella”… Se reincorpora a su trabajo en la Dirección General de Sanidad Publica, que había interrumpido durante su estancia en La Habana, como Jefe del Laboratorio Serológico, labor que continuará ejerciendo en varios cargos y funciones, incluyendo el de Director General de los Servicios de Salud de 1963 a 1966, hasta su retiro, en mayo de 1983. Sus palabras de despedida y las del entonces Viceministro de Salud, Dr. Amílcar Acevedo, son un resumen del intenso trabajo de servicio, docencia e investigación, desarrollado a lo largo de 38 años de dedicación a la Salud Publica de Guatemala. El Dr. Francisco J. Aguilar, fue Secretario de la Facultad de Ciencias Médicas de enero 1947 a diciembre 1954, acompañando en sus dos períodos de decanato al Dr. Mauricio Guzman. En la Despedida Póstuma al Maestro Rafael Morales (marzo 1947), da muestras de su elocuencia y de respeto y admiración para quien fuera su mentor y guía. Esta misma devoción la encontramos en diferentes discursos y oraciones fúnebres, pronunciadas a lo largo de su vida. El Dr. Francisco J. Aguilar, fue un docente universitario nato, de gran capacidad didáctica, quien utilizó con gran éxito las prácticas de laboratorio y las de campo, en la exposición de las diferentes enfermedades parasitarias y tropicales que aquejan a los guatemaltecos. Muchas generaciones de Médicos, entonces estudiantes de medicina, recordamos vívidamente los ciclos de vida de los parásitos y sus hospederos. Su labor docente como Catedrático Titular de Parasitología, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos, concluyo en 1983, sólo para continuarla en la Facultad de Medicina de la Universidad Francisco Marroquín, hasta su muerte en septiembre del año 2000. En la práctica privada trabajó en su Laboratorio Clínico del callejón Concordia 6ª avenida “A” y 15 calle, en donde además de realizar los exámenes rutinarios, introdujo la prueba de embarazo de Galli-Mainini, practicada en sapos machos, en Guatemala. Cuántas ilusiones, frustraciones o alivio, habrán tenido sus pacientes al conocerse los resultados de dicho examen. 1