Baldío es un proyecto gestionado por artistas de San Juan que tiene como finalidad ser plataforma de problematización, experimentación, visibilización y difusión de producciones artísticas en la provincia. Se propone tomar diferentes terrenos baldíos como sitios potenciales para generar intervenciones en el entorno urbano contemplando la búsqueda de puntos de contacto y encuentro entre artistas de diferentes disciplinas y latitudes y la comunidad. Se busca además que las obras estén pensadas como intervenciones en el lugar y que a su vez se apropien del espacio enmarcado en un contexto, capitalizando las posibles desventajas como impulso para el desarrollo de la producción. Si baldío se define de alguna forma como un sitio que no se labra o como un acto vano y sin fundamento, ¿qué sentido tiene entonces hacer una muestra en un espacio de tales características? Existe la posibilidad de que reamente esta sea una acción estéril o, por el contrario, una estrategia factible para poner cosas en movimiento.
Proyecto Baldío cuatro 12 de agosto de 2018 Comandante Cabot casi Hipólito Irigoyen Ciudad de San Juan
Notas a la sombra (Sobre Paula Sánchez en Baldío IV) I. Se abre una distancia importante entre este texto y el acontecimiento al que señala: La cuarta activación de Proyecto Baldío, que estuvo a cargo de Paula Sánchez. Durante varios meses y, aprovechando que volvía a San Juan de visita, nos dedicamos a nutrir un diálogo que todavía respira. En un terreno de compleja localización, oculto en una calle fácilmente reconocible para cualquier sanjuaninx, Paula desarrolló una acción que duró varias horas. La acompañaron un violonchelo, dos estuches, basura, varios espectadores y un sol menguante. Los árboles sobre la calle Cabot fueron los únicos testigos de que estábamos ahí, sólida unidad de medida y hacedores de sombra. El terreno se utilizaba comúnmente como sitio de descarga de basura remanente de obras públicas realizadas en la ciudad: ensanchamiento de calles, demolición de casas, instalación de cañerías, entre otros. Una dialéctica descarte-progreso inserta un dato interesante para pensar esta acción.
II. Paula Sánchez compone con su cuerpo, escribe desde el desplazamiento, desde la fragmentación y el despliegue. Recorre el lugar, emplaza los estuches, se desploma ante ellos. Se levanta, recorre, emplaza, se desploma. No hay épica en su conquista, gana terreno desde el derrumbe. Por momentos el cello hace espacio, su voz áspera y densa es lamento y guía. El terreno deviene partitura que se escribe con la presencia de un cuerpo y un instrumento que no reconocen grandes maestros ni ovaciones escondidas en la historia de sus notas, sólo hay agotamiento y calor. En el baldío todas las cosas se encuentran en igualdad de condiciones, los volúmenes se hacen similares y sólo el movimiento resulta alarmante. El trabajo de Paula es ejercicio de lenguaje, una lucha por las ruinas de sórdidas victorias. El gesto es interpretación de una expansión sin corona, triunfo de lo sensible, respiración y tacto, ya no hay brillo que deslumbre, solo el ardor de la tierra en la carne.
Carlos Gutierrez 2020