LERMA_ Informe de restauración de Retablo Mayor_María Suárez

Page 1

MEMORIA FINAL DE LA RESTAURACIÓN DEL RETABLO MAYOR Y CUSTODIA DE LA IGLESIA COLEGIAL DE SAN PEDRO. LERMA (BURGOS)

MARÍA SUÁREZ-INCLÁN. SEPTIEMBRE 2011


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

MEMORIA FINAL DEL RETABLO MAYOR DE LA COLEGIATA DE SAN PEDRO DE LERMA.(BURGOS)

SISTEMA CONSTRUCTIVO Y MATERIALES CONSTITUTIVOS. Proyecto de la obra en origen. La construcción del retablo se realizó a partir de una traza o diseño arquitectónico e iconográfico previo. En este caso Manuel Martínez de Estrada, maestro dorador estofador, diseñó la traza del retablo; Diego de Suano, maestro arquitecto, ejecutó la obra; Leonardo Martínez de Estrada, se encargó del dorado y la policromía; Juan de Ávila esculpió las figuras de San Pedro, San Pablo, San Andrés y las cuatro virtudes.

1.-Construcción de la estructura del retablo. Configuración del soporte. Madera de pino seca y limpia de tea en tablones seleccionados, cortados longitudinalmente, con selección de piezas de madera. Piezas de madera cortadas con sierra, desbastadas con hacha y labradas a azuela como se puede ver en las zonas no policromadas. Por el anverso y reverso presenta un acabado regular. Las piezas constituyentes de los grandes módulos fueron unidas con cola y ensambladas con diferentes sistemas de unión. Presenta con escasos nudos habiendo sido sustituidos algunos por piezas de madera bien ajustadas como se puede observar en el encasamiento del tabernáculo.

Sistemas de unión: los tablones están unidos mediante clavos de forja en su mayoría clavados desde el anverso hacia la cara posterior y luego rebotados para afianzar la unión, encolados con cola fuerte a media madera, machihembrados de caja y espiga con y sin cuñas, refuerzos con colas de milano y toledanas. Montaje: hay en las bases de los entablamentos restos de cuerdas que fueron utilizadas en el montaje.

2. AnclajesEs una combinación de machones de madera de pino recibidos a la pared y barras de hierro clavadas al muro y unidas mediante, clavos de forja. El sistema de sustentación del retablo se basa en la superposición de los propios módulos constituyentes, que se fueron encajando y ensamblando entre sí, reforzando las uniones con clavos de forja. Se soportan los eslemontos de los diferentes cuerpos como si de una arquitectura se tratara. Para asegurar y estabilizar la estructura arquitectónica se colocaron dos anclajes al muro de hierro forjado en la parte posterior, y algunos más en la línea superior del ático enclavados en la bóveda, apuntalándose el retablo por la parte posterior con machones de madera.

0


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Sistemas de anclaje del retablo al muro mediante machones de madera y pletinas de hierro forjado.

3. Elementos componentesLos elementos componentes y estratos compositivos son los mismos en todo el conjunto de ornamentación del retablo, excepto en las capas superficiales donde distinguimos distintas policromías que se describen a continuación. 3.1-Mazonería: 3.4.1- Soporte: de madera de pino corte longitudinal. Uniones y refuerzos: todos los elementos están unidos mediante clavos de forja. En las calles laterales la madera esta encolada con cola fuerte entre si y a media madera, reforzada con colas de milano y toledanas en los paneles mayores como el fondo del cristo. Hay indicios de haber habido presencia de xilófagos de dos tipos; carcoma común y carcoma grande. 3.1.2- Capa de preparación: de color blanco identificada en los análisis como sulfato cálcico dihidratado y aglutinante proteico es decir, estuco tradicional de yeso blanco y cola animal, pulido. Sobre ello una capa de bol rojo bruñido. 3.2.3- Policromía: dorado al agua en oro de ley aplicado en lámina. El dorado destaca por la calidad del oro y la buena ejecución de la técnica. Sólo se encuentran sin dorar los elementos ocultos a la vista de cerca. 3-2- Entablamentos: 3.2.1- Soporte: madera de pino, con relieves tallados exentos y sobrepuestos. No presenta alabeamientos ni movimientos de la madera. 3.2.2- Capa de preparación: de color blanco identificada en los análisis como sulfato cálcico dihidratado y aglutinante proteico es decir, estuco tradicional de yeso blanco y cola animal, pulido. Sobre ello una capa de bol rojo bruñido. 3.2.3- Policromía: dorado al agua en oro de ley aplicado en lámina. El dorado destaca por la calidad del oro y la buena ejecución de la técnica. Sólo se encuentran sin dorar los elementos más ocultos a la vista de cerca.

3.3-Columnas salomónicas y estípites:

1


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

3.3.1- Soporte: de madera de pino corte longitudinal, y bulto redondo. No se hacen visibles telas de refuerzo en las uniones. Es madera escogida y de buena calidad, no existen alabeamientos, torsiones de la madera, movimientos en las uniones, ni aparentes ataques de xilófagos. 3.3.2- Capa de preparación: de color blanco identificada en los análisis como sulfato cálcico dihidratado y aglutinante proteico es decir, estuco tradicional de yeso blanco y cola animal, muy pulido. Sobre ello hay aplicada una capa de bol rojo bruñido. 3.3.3- Policromía: doradas en oro de ley aplicado en lámina, únicamente la parte trasera no ha sido aplicado 3.4- Encasamentos: 3.4.1- Soporte: de madera de pino corte longitudinal, en las de las calles laterales la madera esta encolada entre si con colocación longitudinal. En la calle central la disponen en horizontal igualmente. El Fondo del Tabernáculo consta de tres tablones adaptándose al arco de tipo mixto que lo enmarca. Originalmente los tablones estaban encolados entre si a la media madera. Hoy día se dos de ellos en el lado derecho se encuentran desencolados. El fondo del encasamento del Cristo dispone los tablones en vertical y están encolados entre si a media madera y ensamblados con colas de milano. 3.4.2- Preparación de color blanco identificada en los análisis como sulfato de calcio y aglutinante proteico, estuco tradicional de yeso blanco y cola animal. 3.4.3- Policromía: dorado al agua bruñido a excepción de los encasamentos del tabernáculo y del Cristo. Fondo del encasamento del tabernáculo: dorado al agua y bruñido. Sobre este se realiza un estofado a pincel y esgrafiado al temple graso. Hay elementos decorativos realizados a base de veladuras y con lacas (festones, sombras del cortinaje). Fondo del encasamento del Cristo: dorado al agua y bruñido. Al igual que en el tabernáculo hay un estofado al óleo (temple graso), pincelado y esgrafiado. 3-6- Relieves: Los relieves se esparcen por todas las zonas del retablo, en los netos, pedestales, columnas, estípites, entrepisos; excepto en los encasamentos donde sólo aparecen enmarcando los fondos. Corresponden a elementos decorativos tallados, escudo, guirnaldas de frutas y hojas, figuras zoomorfas, máscaras,... Las tallas decorativas vegetales, zoomorfas, antropomorfas, tallados y labrados con gubia; en algunas ocasiones forman parte de los módulos estructurales y en otras son elementos exentos. Estos son ejecutados de manera independiente en taller y en diferentes piezas, y añadidos a las estructuras modulares mediante encolado y clavados desde la cara anterior con clavos de forja 3.6.1- Soporte: de madera de pino, escogido y bien ensamblado, sin apreciarse las uniones. 3.6.2- Capa de preparación blanca de yeso dihidratado y cola animal. Estuco tipo artesanal de acabado pulido. Se superpone una capa de bol rojo bruñido. 3.6.3- Policromía: se ejecutan cuatro tipos de acabados. •

Temple graso: en escudo, guirnaldas y bocas de figuras zoomorfas.

Dorado al agua bruñido: en general.

Dorado al agua bruñido y estofados pincelado con temple graso: guirnaldas y escudo.

Dorado al agua bruñido y estofados esgrafiado con temple graso: guirnaldas y escudo.

2


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

4. TallasDescripción global de los componentes y estratos compositivos. 4.1- Soporte: esculturas de bulto redondo, de madera de pino escogida de corte longitudinal, sin movimientos ni torsiones, pertenecen a anchos troncos de madera. Talladas y policromadas en la parte frontal, sin vaciado ni desbastado por detrás. Se desconoce si hay algún vaciado desde la base. Uniones encoladas y a veces invadidas de estuco. 4.2- Preparación: identificada en los análisis como sulfato de calcio y aglutinante proteico es decir, estuco tradicional de yeso blanco y cola animal. Para los estofados de las vestiduras se aplicó una capa de bol rojizo. 4.3- Policromía: Técnicas aplicadas: - Carnaciones al óleo. - Aplicación de hoja de plata en espadas de la Virtud de la justicia y San Pablo, y en los vástagos de las llaves de San Pedro. - Dorado al agua - Dorado al agua con incisiones de tipo esgrafiado y repicado sobre la lámina de oro (sólo en detalles en el manto de San Pedro). Estofados: - Dorado al agua bruñido y estofados pincelados con temple graso. -Dorado al agua bruñido y estofados esgrafiado con temple graso. 4.4- Capa de protección: fina capa de barniz de naturaleza resinosa según los análisis químicos.

Elementos diferenciales de las tallas: Esculturas de San Pedro, San Pablo y San Andrés: −

Policromía: según los resultados de los análisis realizados algunos pigmentos utilizados son bermellón,

laca roja, albayalde y negro de humo. Objetos plateados: Llaves de San Pedro y espada de San Pablo plateados al agua y posiblemente bruñidos. No se distingue este acabado por estar sulfurada la plata. −

Elementos exentos: algunos se han encontrado sujetos con cuerdas a la talla. Como ejemplo tenemos la

espada de San Pablo; cruz, bastón y llaves de hierro de San Pedro. Otros objetos como la tiara, libro y llaves de madera de San Pedro se encontraron sin sujeción alguna sobre el entablamento. −

Otros elementos: los ojos de las tres esculturas son de cristal.

Capa de protección: Las tallas de los santos presentan como particularidad una capa generosa de goma

laca en los cabellos. Virtudes: −

Policromía: según los resultados de los análisis realizados en la talla representando a la Virtud Fortaleza,

la carnación consta de una capa de albayalde y trazas de bermellón. Va al óleo y lleva una fina capa de barniz (con trazas de rojo y negro de humo), a modo de protección. La túnica va igualmente dorada y el oro estofado. El pigmento azul es azul esmalte. Ángel del ático: según los resultados de los análisis realizados, la tela policromada del ángel que aparece bajo el escudo es de lino.

3


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Ángeles de las ménsulas: -

Policromía: la carnación consta de una capa de albayalde y trazas de bermellón. Se aplica al óleo y lleva

una fina capa de barniz (con trazas de rojo y negro de humo), a modo de protección. -

Otros elementos: los ojos son de cristal.

5. Sotabanco5.1- Soporte: madera de pino, formada por varios paneles todos ellos de cortes longitudinales. Las uniones de la estructura están cajeadas y reforzadas por espigas. 5.2- Capa de preparación: artesanal blanca con refuerzos de tela en los puntos mas frágiles de las decoraciones florales. Las zonas doradas tienen una imprimación de bol rojizo. 5.3- Película pictórica: marmoleados con temple graso. Los tondos están realizados también con temple graso. Las molduras y decoraciones en relieve están doradas al agua y bruñidas. 5.4.-Capa protectora: goma laca aplicada irregularmente, con acumulación excesiva en las zonas inferiores e interiores.

4


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

5


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

6


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y PATOLOGÍAS En primer lugar se montaron los andamios adecuados y otros medios auxiliares para abordar el tratamiento de restauración y entrar en contacto directo con la obra, se planificó el calendario de los tiempos de ejecución, se estableció un criterio de actuación y se realizaron diversas pruebas sobre los productos idóneos antes de definir los tratamientos. Las traseras del retablo se examinaron accediendo desde la puerta de la bancada de apoyo; los anclajes y vigas estructurales estaban en buen estado y se observó que no tenía excesiva acumulación de suciedad y que ya había sido intervenido en cuanto a limpieza. El estado de conservación a nivel estructural, es bastante bueno debido a que el sistema constructivo sigue siendo sólido al no padecer graves alteraciones. Se puede decir que el retablo mantiene su función estructural intacta. La parte baja de la trasera del retablo presenta puntos localizados de ataque menor de xilófagos correspondiente a carcoma común (anobium puntatun). Puntualmente se ha encontrado ataque de cerambidos en los pisos superiores del retablo dejando superficies con escaso soporte. Actualmente no están activos según corroboraron los especialistas de la empresa Tecma. Se observaron ciertos desajustes en la mazonería, escasas faltas y grietas producidas por movimientos propios de dilataciones y contracciones de la madera y al envejecimiento natural de las colas. La madera de este retablo se ha adaptado perfectamente al medio ambiente de su entorno. Se localizaron perdidas fragmentarias en la parte baja debido a golpes al ser esta una zona de mayor alcance. La preparación, policromía y oros tenía levantamientos de lascas, fisuras y pérdidas de manera general y de diverso tamaño. Hay que mencionar que los levantamientos han destacado más en el ático, zonas ocultas como las traseras de los estípites, predela y primer piso del retablo debido a focos de calor en la parte baja y a la humedad en el ático debido a filtraciones de las cubiertas. Pero en general su estado de conservación es bueno guardando adherencia entre capas y cohesión entre si. El uso indiscriminado de velas, es causa de algunos deterioros del retablo, muy patente resulta en la figura de San Pedro en el nicho central, en la predela, y sotabanco. La utilización de velas afectó también en el oscurecimiento de oros y policromías, acumulación de cera en la predela y quemaduras en diversos puntos. La utilización de utensilios con mangos extensibles para la limpieza del polvo ha hecho que muchas uniones de piezas se encuentren desencoladas, dedos partidos y relieves mutilados. También como consecuencia directa de estas intervenciones realizadas por personal no cualificado hay barridos de oros y policromías. Existían repintes de purpurina en el fondo del tabernáculo, en el fondo del camarín o nicho central; y en elementos exentos como en las llaves de hierro y en el bastón de San Pedro. La suciedad generalizada era el daño que más afectaba al retablo, las lacas de protección del sotabanco estaban muy degradadas alcanzando un tono acaramelado que desvirtuaba los colores y el polvo depositado en la superficie del retablo hacía que tuviese un tono blanquecino y opaco que ocultaba la brillantez del conjunto.

7


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Elementos añadidos: Cableado de instalación eléctrica en desuso en la trasera del retablo, en la base del Cristo y en el camarín de San Pedro. Tabla no original del retablo en la base de la hornacina del Cristo, tapando instalación eléctrica. Hay también otros daños derivados del uso como son pequeños orificios de clavos, restos de cables, etc. No se aprecian perdidas de volúmenes importantes que afecten a la lectura estética de la obra. Las piezas faltantes han sido repuestas por su original puesto que la mayorías de estas se han encontrado sueltas en el propio retablo.

1.- SOPORTE El soporte material de la obra presenta un buen estado de conservación general. La madera está bien curada, no presenta nudos ni bolsas de resina, y no se observan ataques de insectos xilófagos ni infecciones producidas por hongos, presentando una buena estabilidad y solidez. En el soporte de la obra se detectan las siguientes patologías: Movimientos estructurales. El retablo presenta algunos movimientos en su estructura debidos a los movimientos naturales de la madera ante los cambios de humedad y temperatura, detectándose ligeros desplazamientos en algunos elementos constituyentes respecto de su ubicación original, sin que esto afecte a la estabilidad general de la estructura. Pérdidas volumétricas: • Pérdida total de elementos arquitectónicos y ornamentales: Son escasos y se presentan puntualmente en la predela y en relieves del sotabanco. • Pérdidas parciales de soporte: - Se observan numerosas pérdidas de fragmentos de pequeño tamaño en los volúmenes ornamentales, por lo general de salientes; sobre todo en el sotabanco y en los relieves vegetales de las columnas salomónicas. - De forma generalizada en el retablo se detectan perforaciones en el soporte, entre las que destacan por su tamaño y visibilidad las que atraviesan las dos columnas centrales, y puntuales zonas del entablamento y a las que se suman pequeñas pérdidas matéricas debidas en su mayoría a la colocación de clavos. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas. Los movimientos en la estructura del retablo y los movimientos del propio material de constitución (la madera) ante los cambios termo higrométricos, han ocasionado algunas aberturas y separaciones en uniones de ensamblado y adhesión de diversos elementos. Estas aberturas son especialmente visibles: - en aristas y juntas de unión de paneles, localizadas principalmente en el cascarón, el entablamento, el plafón de cierre de la hornacina central y en el banco del retablo. - en elementos ornamentales, donde se detectan grietas y separaciones entre el elemento decorativo y la estructura arquitectónica. Adición de elementos funcionales extrínsecos a la obra, que han ocasionado daños de diferente consideración, y que relacionamos a continuación:

8


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

- También parecen estar relacionados con la colocación de algún elemento ya eliminado las perforaciones que atraviesan los fustes de las dos columnas centrales, tratándose seguramente de algún tipo de lámpara u ornamento litúrgico. - Un gran número de clavos, tornillos, chinchetas y apliques metálicos de diferentes épocas diseminados por todo el retablo, especialmente abundantes en el banco y en las columnas, y que debieron ser colocados en la obra con diferente intencionalidad. - A los pies de la Cruz se encontraba un panel sujeto al retablo con clavos de hierros y cuerdas. - Tanto en el anverso como en la trasera del retablo había cableado eléctrico con soportes cerámicos de instalaciones anteriores. Ataques de insectos xilófagos. Se aprecian dos tipos de orificios de salida de insectos xilófagos en zonas puntuales del retablo, localizadas en el basamento, en pequeñas zonas del banco y en zonas superiores del cuerpo. Corresponde a los insectos de la carcoma común y carcoma grande. Estos ataques, actualmente inactivos, no han afectado a la solidez del soporte. Oxidación de anclajes y elementos metálicos. En el caso de elementos metálicos, correspondientes con los anclajes y piezas de herrería del retablo, se detecta una leve oxidación superficial, sin que la corrosión afecte en ningún caso al núcleo metálico. Depósitos de suciedad. El soporte presenta grandes acumulaciones de suciedad de naturaleza diversa, como son polvo, esqueletos de aves y murciélagos, cúmulos de cera, telarañas, etc., que se han depositado especialmente sobre el cascarón y en los salientes de la estructura del retablo, llegando a presentar varios cm. de grosor.

2.-TALLAS: En este apartado se mencionan las patologías diferenciales en el soporte de las esculturas del resto de la mazonería. SAN PEDRO: Pérdidas volumétricas: pérdidas totales en las dos manos de los dedos meñique y anular. Falta volumétrica en el soporte del broche del manto. Pérdidas parciales puntuales de soporte en casulla blanca. Las llaves originales de madera policromada tienen falta de los asideros. La silla de San Pedro tenía elementos arrancados y colocados en el suelo de la trasera de esta. Faltan botones dorados que decoran los laterales de esta. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas: en estola y manos. Grietas de contracción en las uniones de la madera. Se aprecian claramente en la vestidura blanca. El libro de San Pedro estaba abierto en dos piezas separadas. Elementos añadidos: llaves de hierro colocadas en mano derecha, cuerdas sustentando la cruz, clavos sustentando broche de la casulla.

9


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

SAN ANDRÉS: Pérdidas volumétricas: ojo derecho de cristal perdido y repintado sobre la madera. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas: grietas de contracción en las uniones de la madera. SAN PABLO: Pérdidas volumétricas: pérdidas parciales de soporte en pies y manos. Pérdida total en final de manga derecha. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas: grietas de contracción en las uniones de la madera. Elementos añadidos: cuerdas sujetando la espada y tornillos de hierro para sujetas la mano derecha al brazo. VIRTUDES: Pérdidas volumétricas: pérdidas parciales de soporte en la copa de la virtud de la templanza. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas: grietas de contracción en las uniones de la madera. Señaladas en el esquema de patologías. ÁNGEL DEL ÁTICO: Pérdidas volumétricas: pérdidas parciales de soporte en dedos de mano derecha. Grietas, separación de uniones, fisuras y fendas: grietas de contracción en las uniones de la madera de la cinta roja que cruza el cuerpo. Señaladas en el esquema de patologías. En el nudo del paño de lino hay grietas por falta de adhesión y fijación. ÁNGELES DE LAS MÉNSULAS: Pérdidas volumétricas: pérdida de ojo de cristal derecho del ángel situado a la izquierda, mirando al retablo.

10


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

11


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

2- PREPARACIÓN La conservación de la capa de preparación es desigual, estando más afectada en las guirnaldas del cascarón, la zona inferior del cascarón, panel de detrás de San Pablo, en las zonas superiores de los estípites y en su reverso (en zonas no policromadas sobre todo). Debido a la pérdida de soporte por ataque de xilófagos también han surgido levantamientos. Las patologías detectadas a nivel de capa de preparación son las siguientes: Lagunas de capa de preparación, que podemos relacionar con diferentes problemáticas: - En primer lugar, las debidas a las pérdidas de soporte. - Pérdidas materiales y desprendimientos debidos a movimientos estructurales de la madera por su naturaleza higroscópica. Estos movimientos afectaron al aparejo, que al presentar un grado diferente de higroscopicidad y dilatación, no ha sufrido los cambios del mismo modo. Esta problemática se localiza sobre todo en las juntas de tablones. - Pérdidas y saltados provocados por golpes y arañazos, localizados especialmente en las cornisas, salientes y aristas de la predela, el tabernáculo y el expositor, por ser éstas las zonas más expuestas a la acción humana. - Pequeñas lagunas ocasionadas por la oxidación y el aumento de volumen de los clavos de forja que unen los elementos decorativos al retablo. Levantamientos, presentando en muchos casos el aparejo deformación y una acusada separación respecto del soporte. Este tipo de levantamientos se localiza especialmente en el cascarón del retablo, en los fustes de las columnas y traseras de los estípites; y en general en superficies cóncavo-convexas de rocallas y elementos decorativos, también como consecuencia del diferente comportamiento del soporte y el aparejo ante los cambios termo higrométricos. Grietas y fisuras, relacionadas en la mayoría de los casos con las separaciones en aristas de unión y juntas de paneles o elementos decorativos. Craquelados en zonas puntuales, generalmente en superficies planas y asociados a la presencia de nudos en el soporte o a soportes atacados por xilófagos. Desgastes, abrasiones y arañazos. Éstos son especialmente frecuentes en la mitad inferior del retablo por ser la parte más expuesta a la acción humana, afectando en diferente medida a los estratos que componen la capa de preparación.

TALLAS: SAN PEDRO: Lagunas de capa de preparación: en elementos externos al bulto redondo; estos son la cruz del pecho, las llaves de madera policromada, bastón, tiara y libro. En la misma escultura hay lagunas en casulla, extremos de la estola, en manos y en rostro en zonas puntuales.

12


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Levantamientos: en estola, en manos, en pies, tiara, cruz del pecho, cojín de apoyo en pies, en silla,… En general tiene pequeños levantamientos y sobre todo en las zonas mutiladas y zonas inferiores por la acumulación del polvo y la acción del fuego. Grietas y fisuras: las coincidentes con las del soporte. Craquelados: en zonas inferiores por la acción del calor de las velas. SAN ANDRÉS: Lagunas de capa de preparación: en elementos externos al bulto redondo; estos son la cruz del pecho, las llaves de madera policromada, bastón, tiara y libro. En la misma escultura hay lagunas en casulla, extremos de la estola, en manos y en rostro en zonas puntuales. En general tiene pequeños levantamientos y sobre todo en las zonas mutiladas y zonas inferiores por la acumulación del polvo y la acción del fuego. Grietas y fisuras: las coincidentes con las del soporte. Craquelados: en zonas inferiores por la acción del calor de las velas. SAN PABLO: Lagunas de capa de preparación: en elementos externos al bulto redondo; estos son la cruz del pecho, las llaves de madera policromada, bastón, tiara y libro. En la misma escultura hay lagunas en casulla, extremos de la estola, en manos y en rostro en zonas puntuales. Tiene levantamientos más notables que el resto de las tallas en forma de craqueladura que en algunos casos ha llegado a desprenderse. Grietas y fisuras: las coincidentes con las del soporte. Craquelados más notables el la parte superior de de tunica y manto.. ÁNGEL DE ÁTICO: Lagunas de capa de preparación: en zona superior del ala derecha. Levantamientos: escamaciones en alas y paño de tela por tener escasa preparación. Grietas y fisuras: las coincidentes con las del soporte. ÁNGELES DE LAS MÉNSULAS: Lagunas de capa de preparación: en zonas muy puntuales de la policromía. Levantamientos: en general están muy estables a excepción de zonas abrasadas por la llama de las velas donde se han levantado ampollas.

3- ESTRATO DE POLICROMÍA Y DORADOS Las lesiones que afectan a los estratos de policromía y oro son principalmente suciedad generalizada y el polvo depositado en toda la superficie. Localmente y en diferentes zonas del retablo hay levantamientos profundos de preparación y oro causando desprendimientos fragmentarios que a veces dejan ver un estrato de la preparación y otras el soporte lígneo. Estas patologías son acusadas en el encasamento de S. Pablo,

13


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

donde las pérdidas parecen antiguas debidas al color oscuro de la madera. Hay quemaduras y abundante cera depositada por el uso de velas. Analizando el conjunto del retablo, se puede decir que las mayores alteraciones se encuentran en el ático y en la parte inferior del retablo. Los dorados presentan un estado de conservación variable observándose problemáticas diferentes en la zona del ático, en el banco y en el cuerpo del retablo, donde se detectan las siguientes patologías: Pérdidas de la lámina metálica y de capa pictórica asociadas a las lagunas de capa de preparación. Abrasiones, desgastes y arañazos. La acción humana es la que ha ocasionado los daños más graves en las zonas de dorado. El banco, primer piso, columnas, estípites y, al ser las zonas más expuestas, han sufrido de manera especial los daños ocasionados por roces y limpiezas inapropiadas. Craquelados, cazoletas y descamaciones. Muy puntualmente se observan craquelados y pequeños levantamientos del oro en forma de cazoletas y escamaciones asociadas a micropérdidas, como consecuencia del diferente comportamiento entre el aparejo y la lámina metálica ante los cambios termohigrométricos. La zona del cascarón se ve afectada por una posible filtración de agua en techo. Repintes: Zonas repintadas con purpurinas: fondo del encasamento de S. Pedro y fondo del tabernáculo. Fueron realizadas con la intencionalidad de ocultar fondos de color bol o aparejos sin cubrir. Suciedad. Estrato de suciedad adherida: consistente en negro de humo y suciedad grasa por la combustión de velas, gran cantidad de salpicaduras y adherencias de cera y de pintura, excrementos de insectos, etc. Depósitos de suciedad no adherida en forma de acumulaciones de polvo, tierra, telarañas, etc., especialmente abundantes en zonas elevadas y de difícil acceso. Quemaduras: Las sufre sobre todo el lateral derecho del retablo, mirando frente a él. Ocasionadas por la llama de las velas. Están marcadas en el mapa de alteraciones de la policromía. TALLAS: En este apartado se mencionan las patologías diferenciales en las esculturas del resto de la mazonería. SAN PEDRO: Pérdidas de la lámina metálica y de capa pictórica asociadas a las lagunas de capa de preparación. Situadas sobre todo a los pies de San Pedro por estar sometidas al calor de las velas. Abrasiones, desgastes y arañazos: en manos, hombros, estola, casulla, manto con pérdida de detalles de estofados. Repintes de purpurina: en bastón y llaves de hierro.

14


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

SAN ANDRÉS: Abrasiones, desgastes y arañazos: zona de hombros, libro que sustenta. Desgaste generalizado de estofados en las zonas salientes. SAN PABLO: Abrasiones, desgastes y arañazos: zona de hombros, brazos y manos. Desgaste de en policromías y estofados en las zonas salientes. Quemaduras: en manos y lateral derecho. En ese lateral tuvo que haber una fuente de calor porque coincide con levantamientos de preparación y oro en el fondo de esa zona. Alteraciones de la lámina metálica: lámina de plata de espada se encuentra alterada. Lagunas de capa de policromía: en manos y rostro. VIRTUDES: Alteraciones de la lámina metálica: lámina de plata de espada de la virtud de la justicia se encuentra sulfurada. ÁNGEL DE ÁTICO: Lagunas de capa de preparación: en zona superior del ala derecha. Levantamientos: escamaciones en alas y paño de tela por tener escasa preparación. Grietas y fisuras: las coincidentes con las del soporte. ÁNGELES DE LAS MÉNSULAS: Lagunas de capa de policromía: en zonas muy puntuales de la policromía. Levantamientos: en general están muy estables a excepción de zonas abrasadas por la llama de las velas donde se han levantado ampollas.

4-. CAPA DE PROTECCIÓN En cuanto a alteraciones se pudo observar: Oxidación y pasmados. Oxidación que ha ocasionado un amarillamiento y oscurecimiento de la goma laca en el sotabanco. Se observa además en algunos puntos una pérdida de la transparencia de la capa de protección, adoptando un aspecto opaco y blanquecino. Suciedad. La capa de protección presenta importantes estratos de suciedad de origen diverso, como negro de humo, suciedad grasa por la combustión de velas, salpicaduras y adherencias de cera y pintura, excrementos de insectos, polvo, tierra, telarañas, etc. Estos estratos aparecen en superficie en forma de capa adherida y de depósitos de suciedad no adherida, actuando como un importante factor de alteración en la percepción de la obra, dándole un aspecto general ennegrecido y opaco.

15


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Capa de protecci贸n de las tallas: Las tallas de los santos presentan como particularidad una capa generosa de goma laca en los cabellos. Esta se encontraba alterada en su color hacia un tono naranja tostado.

16


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

17


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

INTERVENCIONES DE CONSERVACIÓN–RESTAURACIÓN

CRITERIOS DE INTERVENCIÓN Los criterios que han regido y determinado el desarrollo del proyecto llevado a cabo y las intervenciones de conservación y restauración realizadas a lo largo del mismo han pretendido la recuperación, conservación y puesta en valor del conjunto histórico-artístico formado por pintura mural, retablo y tabernáculo. Los criterios seguidos en las intervenciones de restauración, han estado orientados principalmente hacia la recuperación y la conservación a largo plazo y en las mejores condiciones posibles de los bienes tratados, lo subsanand que implica en primer lugar, la eliminación de los factores de degradación que alteran las obras, subsanando en la medida de lo posible los daños y alteraciones que éstos han provocado para garantizar su estabilidad. En segundo lugar, tratar los diferentes elementos para devolver el equilibrio original a las obras, mejorando su legibilidad y percepción estética, y recuperando su unidad potencial con la mínima intervención posible sin ocultar los distintos avatares que a lo largo de su historia han incidido sobre ellas. Los conceptos básicos que han determinado las intervenciones han sido los de reversibilidad, compatibilidad y discernibilidad, diferenciando los materiales originales y los añadidos mediante la elección de los productos y la técnica de aplicación, y siendo éstos compatibles en todo momento con los materiales constituyentes de la obra, teniendo en cuenta además para su elección la estabilidad, eficacia, óptimo comportamiento en el tiempo y buen envejecimiento de los productos utilizados. Con todo ello se garantiza la perdurabilidad y estabilidad de las intervenciones realizadas durante un mayor periodo de tiempo, estando orientadas hacia la conservación a largo plazo, lo que inevitablemente debe ir acompañado de actuaciones periódicas de vigilancia y mantenimiento.Atendiendo a estos planteamientos se procedió con la siguiente secuencia de actuaciones: 1- ADECUACIÓN DEL ESPACIO DE TRABAJO Y MONTAJE DE MEDIOS AUXILIARES. Adecuación del espacio a los trabajos que se iban a desarrollar mediante la instalación de mesas de trabajo, estanterías para almacenaje y clasificación de productos, materiales e instrumental. Se procedió a la instalación de un sistema de andamios que permitiese el acceso a las zonas a tratar conforme a los protocolos de seguridad y adaptado a las necesidades de los trabajos a desarrollar en la primera fase de actuación.. 2- INTERVENCIONES PREVIAS AL DESMONTAJE DEL RETABLO. Documentación: registro gráfico y fotográfico de la obra. Se realizó el reconocimiento in situ para valorar el estado de conservación de la obra y el alcance de las patologías detectadas así como las intervenciones a realizar, documentando la obra y su estado de conservación. Se realizó la toma de muestras puntuales para los posteriores análisis físico-químicos. Limpieza superficial. Como paso previo se hizo una primera limpieza superficial general de la obra de tipo mecánico y en seco, con la finalidad de retirar las importantes acumulaciones de suciedad no adherida de naturaleza diversa (polvo,

18


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

tierra, piedras, cúmulos de cera, esqueletos animales, telarañas, etc.). El proceso se ha realizado de arriba a abajo, incluyendo también el espacio comprendido entre la trasera del retablo. Se empleó aspiración controlada con brochas y pinceles. Fijación de estratos pictóricos. Sentado de dorados. Se realizó de forma puntual en aquellas zonas que lo requerían una fijación de los estratos pictóricos. Para ello se utilizó cola de conejo. En algunos casos la cola de conejo no fue efectiva por lo que se utilizó Acril 33 diluido al 50 % en agua, variando esta proporción según las necesidades. Para facilitar la penetración del producto, se aplicó previamente como humectante una mixta de agua y alcohol mediante inyección, aplicándose a continuación con el mismo sistema el fijativo. Estudio de las reformas efectuadas en el retablo. Eliminación de piezas y añadidos. Todos los añadidos comentados en el estado de conservación y que carecían por lo general de calidad artística, se eliminaron del retablo. 3- LIMPIEZA. Limpieza de soporte. Efectuada la limpieza superficial, se procedió a la eliminación de la suciedad adherida al soporte de madera. Para ello se empleó un sistema de limpieza en húmedo, utilizándose esponjas impregnadas en agua con las que se frotó la superficie, eliminando a continuación el exceso de humedad con papel absorbente para evitar movimientos en la madera. De forma puntual se hizo uso de escalpelo para la remoción de adherencias. En el caso de los elementos metálicos, se eliminó la oxidación superficial con medios mecánicos. Catas de estudio de las policromías. Realización de pruebas de limpieza. Para determinar el proceso y los productos más adecuados para proceder a la limpieza de la repolicromía se procedió a la realización de distintas pruebas de solubilidad y limpieza, teniendo en cuenta la técnica original y la naturaleza de los materiales que se pretendía retirar. Tras realizar pruebas con diferentes productos, se determinó como sistema más adecuado un proceso de limpieza estratificado de tipo químico-mecánico mediante disolventes. Limpieza de capa pictórica. Para la eliminación de los distintos estratos de suciedad, barnices oxidados y repolicromías que alteraban la superficie de la obra, se procedió con una limpieza químico-mecánica estratificada. Se procedió de distinta manera según el tipo de alteración: - Manchas de humos grasos: se realizaron pruebas con xileno, alcohol y menthadiene. Finalmente se retiró con menthadiene y bisturí. - Cera: mediante acción mecánica con escalpelo o espátula de madera. También incidiendo con calor controlado y con papel absorbente. Los restos se retiraron con un disolvente apolar, xileno o menthadiene. - En caso de adherencias, como excrementos de insectos y salpicaduras de cera, se realizó una limpieza de tipo mecánico con ayuda de bisturí y escalpelo. - Estofados: se hizo una media limpieza porque el color presentaba poca estabilidad. Se intervino de manera controlada con menthadiene y concentrado aniónico (95%-1%). - Capa pictórica general: para estratos de suciedad adherida y barnices oxidados se procedió con una mezcla de tensoactivo concentrado aniónico y menthadiene (1:9), posteriormente se retiró y neutralizó con menthadiene. En algunos casos los restos se retiraron con alcohol. - Repintes de purpurina: remoción con acetona y alcohol por separado y en mezcla.

19


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

- Recubrimientos de goma laca: se actuó con empacos de etanol; como el caso del cabello de los santos y del sotabanco. 4- DESINFECCIÓN Y DESINSECTACIÓN DE SOPORTE. Se contrato a la empresa TECMA, para realizar el estudio de la actividad de los xilófagos. Actualmente no hay indicios de que haya xilófagos activos. Aún así, se ha tratado de manera preventiva la trasera del retablo mediante impregnación de un producto cuyo componente activo es la pernitrina. 5- BARNIZADO DE PROTECCIÓN. Tras las operaciones de limpieza se procedió a la aplicación de una capa de protección en dorados y policromías a base de resina acrílica, concretamente Paraloid B-72 al 7% en Xileno, con la finalidad de proporcionar un estrato de protección y aislamiento que evitase posibles desgastes durante el proceso de estucado de lagunas. 6- CARPINTERÍA DE RESTAURACIÓN. Ajustes estructurales. En los módulos que presentaban deformaciones se realizó una corrección de las mismas en la medida de lo posible; también en el caso de piezas desajustadas o sueltas, éstas se recolocaron y ajustaron para evitar movimientos. En el caso de elementos decorativos que estaban desprendidos del soporte o que presentaban holgura, se procedió a su fijación al soporte. Colocación de piezas de refuerzo. Corona- La corona del ático tiene una cesión hacia el lado izquierdo apoyándose sobre la guirnalda de frutas. Se valoro la corrección de esta cesión y como la corona está estable y asentada por el paso del tiempo se dedujo que era mayor perjuicio intervenir en el soporte porque requería forzandolo parte de la madera torsionada. Por este motivo se ha sujetado la corona desde la parte superior a la mazonería con unas pletinas de acero como medida preventiva. Reintegración volumétrica. Recomposición de volúmenes y elementos perdidos. Las reintegraciones de volúmenes y elementos perdidos se realizaron de forma puntual y selectiva, aplicando un criterio basado en las interferencias visuales que ocasionaban las partes perdidas en la percepción global de la obra, con el objetivo último de devolver la unidad potencial al conjunto. Siguiendo este planteamiento, las reintegraciones realizadas fueron: - En el caso de molduras perdidas, con la colocación de molduras de madera que se adhirieron con Acetato de polivinilo. - En reintegraciones puntuales de elementos decorativos, con utilización de resina epoxídica. - En pequeñas pérdidas de soporte lígneo (perforaciones, agujeros, etc.) con resina epoxídica y a bajo nivel. - En algunas grietas y oberturas estructurales, se realizó un sellado de las mismas a bajo nivel con resina epoxídica para evitar la penetración de la suciedad. En las grietas que no se intervino se tuvo en cuenta el movimiento de la madera en un futuro, por lo que esta intervención a medio plazo habría sido poco útil y hasta perjudicial para las zonas. 7.- APAREJADO DE LAGUNAS.

20


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Estucado de faltas. Se realizó también de forma puntual y selectiva, principalmente en las pérdidas ubicadas en elementos rectos que determinan líneas horizontales en las trazas del retablo (cornisas, etc.), y en las reintegraciones de soporte. La aplicación del estuco se realizó al mismo nivel del estrato original. Impermeabilización de estucos nuevos. Finalizado el proceso de estucado y nivelado de lagunas, se procedió a la impermeabilización y protección de los estucos añadidos, aplicando una capa de Paraloid B-72 al 10% en Xileno. 8.- REINTEGRACIÓN CROMÁTICA. En base a los criterios de reversibilidad, diferenciación, estabilidad y compatibilidad de los materiales, se emplearon diferentes métodos de reintegración cromática dependiendo del tipo de falta a tratar: - En estucos nuevos se realizó una imitación del tono del bol de base con pigmentos al barniz, reintegrándose el dorado con micas al agua aplicadas con trattegio. - En zonas con pérdidas de la lámina de oro y la capa de bol, se entonaron los estucos originales a base de veladuras en el tono del bol original, con pigmentos al barniz. - Puntualmente, en zonas con importantes pérdidas de lámina de oro, se reintegraron las superficies con micas al agua aplicadas mediante trattegio. - En grietas y aberturas del soporte selladas con resina epoxídica a bajo nivel, se entonó la superficie con veladuras imitando la tonalidad de la madera. - Los estofados de los relieves se reintegraron de la misma forma que los estofados de la arquitectura tiñendo los estucos en tono bol y sombra natural. TALLAS POLICROMADAS DEL RETABLO MAYOR En todas las piezas de bulto redondo se procedió con los mismos criterios que los planteados para la estructura del retablo. Tratamiento de conservación-restauración realizado: Reintegración volumétrica: En los tres santos se realizó una reintegración volumétrica total en las carnaciones, en manos de San Pedro y San Pablo, en ropajes, bastón, cruz de San Pedro, llaves de San Pedro, y manto de San Pedro. San Pablo: En el caso de la recolocación de la mano de San Pablo se retiraron los tornillos metálicos, y se devolvió a su posición original. Se unió con cola y espigas de madera. Se reconstruyó el volúmen la manga. En San Andrés y en el ángel de la ménsula se reconstruyeron los volúmenes del ojo con resina epoxi. Reintegración cromática: El criterio seguido en la reintegración de las carnaciones de la talla fue de tipo imitativo o no discernible, utilizándose materiales y técnicas diferenciadas del original, siendo en este caso pigmentos al barniz. En el caso de los estofados, en los que se localizaban importantes pérdidas de capa pictórica, se realizó una reintegración de tipo discernible mediante trattegio con pigmentos al barniz. Para conseguir el efecto del estofado oro fino en polvo en acuarela y pigmentos al barniz. 9- PROTECCIÓN FINAL. Para proteger eficazmente las superficies doradas y policromadas del polvo, la suciedad y otras agresiones externas, y proporcionar a la obra un acabado unificado, se aplicó un estrato protector de barniz en aerosol de acabado brillante en dorados y de retoque en las superficies policromadas.

21


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

22


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

RESTAURACIÓN DE LAS PINTURAS MURALES DEL RETABLO MAYOR DE LA COLEGIATA DE SAN PEDRO DE LERMA

121


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Introducción Las pinturas murales que enmarcan el retablo mayor de la Colegiata de Lerma tienen las características técnicas propias de la pintura al seco barrocas, características que se describen a continuación. La decoración se desarrolla a base de motivos vegetales, plumas y marmoleados hasta la línea de imposta y de elementos geométricos, marrmoleados y motivos vegetales tales como flores situados en los casetones del arco, y en los capiteles de las pilastras de la línea de imposta. Se sirven del marco arquitectónico formado por pilastras y arco de molduras múltiples como soporte de esta decoración pictórica. Los elementos decorativos del conjunto se homogeneizan con las técnica decorativa del dorado, marrmoleado y el empleo general de la misma paleta de color; rojo, azul esmalte, blanco, negro y ocre.

SISTEMA CONSTRUCTIVO Y MATERIALES CONSTITUTIVOS 1- SOPORTE. El muro sobre el que se ejecuta la pintura se compone de piedra de Hontoria, originaria de Burgos. Piedra de origen calizo de tonalidad general blanca y poca dureza. Está labrada en sillares regulares y han sido rejuntados con mortero de cal y arena de granulometría media.

2- CAPA DE PREPARACIÓN. Está configurado por un estrato muy basto e irregular de color blanco, de aspecto grumoso y muy texturado, que se compone de sulfato cálcico o yeso hemihidratado y un aglutinante proteico de origen animal. La capa de preparación no presenta ninguna línea de unión entre varias jornadas o tongadas . Su aplicación se realizó en una sola mano, a brocha de manera regular en el ático y en las partes inferiores de forma descuidada y grosor irregular,

en ocasiones

algunas con mucha carga de preparación y en otras muy escasa durante el proceso, observándose numerosas zonas con acumulaciones y chorreados. Previa aplicación de la capa de preparación se adecua la superficie del soporte de piedra

122


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

homogeneizando la absorción de este con una capa

de naturaleza proteica, también

utilizada para mejorar la adhesión de la capa de preparación.

3- DIBUJOS PREPARATORIOS. El dibujo preparatorio se realizó a mano alzada con color negro de origen vegetal. De esto sólo hay testigo en zonas superiores más ocultas a la vista.

Detalle de ejecución de la pintura mural. Dibujo subyacente. Preparación irregular.

4- ESTRATO PICTÓRICO. La técnica pictórica ejecutada es un temple magro aplicado a pincel. La capa de color está constituida por una base de aglutinante proteico de origen animal y pigmentos. La pincelada es una pincelada suelta y la textura de la capa pictórica se diferencia el interior del exterior en que la correspondiente a los planos frontales exteriores son de ejecución más fina y detallada que el interior que se caracteriza por una pincelada más suelta y de mayor textura. La capa pictórica también presenta aplicaciones irregulares de color sobre todo en las zonas mas ocultas y se homogeneizan en las superficies mas expuestas a la vista.

Pigmentos. Los colores están aplicados en un solo estrato, observándose en algunas zonas una segunda aplicación, realizada generalmente con color distinto, que se corresponde con trazos en contornos y líneas de dibujo sobrepuestas. Los pigmentos observados parecen

123


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

corresponderse con azul esmalte, rojo bermellón, negro de procedencia vegetal, ocre y blanco de plomo. Dorado. Dorado al mordiente siendo este aceite. La hoja de oro ha sido trabajada magistralmente debido a la dificultad añadida a la técnica de la aplicación de láminas cortadas en muy pequeñas proporciones, de 0.5x0.5cm e incluso de menor tamaño. La lámina metálica se ha aplicado casi en un 15% de la superficie pictórica. EL oro se encuentra en las molduras interiores que enmarcan los motivos vegetales de los casetones del arco principal, en

los canales internos de las molduras múltiples de los arcos,

en

molduras que enmarcan los motivos vegetales de los paramentos laterales, en elementos vegetales tales como ramas y hojas de tréboles de las pilastras laterales, filos que acotan decoraciones en las pilastras, y fondos. Óleo. Los angelotes pintados en los paramentos están realizados al óleo.

124


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

125


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y PATOLOGÍAS DE LA PINTURA MURAL. TOMA DE DATOS Y SISTEMAS DE ANÁLISIS. Examen visual. Se impone, en primer lugar, el examen visual directo con el fin de aproximarnos a la lectura del conjunto de la obra y del ambiente arquitectónico del que es parte integrante. Dicho examen ha determinado las características de los muros y su estado de conservación, la localización de factores que pudieran ser causa directa del deterioro de la pintura, el origen, la causa y la acotación de grietas y fisuras, etc. Toma de micro muestras. Con el fin de realizar un análisis estratigráfico de la pintura. La toma se hizo de estratos pictóricos rojo y azul por encima de la línea de imposta. Estado de conservación general: Presenta un estado general de conservación muy irregular dependiendo de la zona ubicada, siendo en general buena a la altura del ático del retablo y mostrando una conservación más deficiente en las zonas más ocultas o “encerradas” y más próximas al suelo. Se puede distinguir entre las alteraciones y sus causas. Alteraciones físicas y físico-químicas más destacables: Pérdidas volumétricas de soporte pétreo de manera puntual antes de haber sido ejecutada la pintura. Esto se evidencia con los testigos de pintura original cubriendo estas faltas. Erosión y pérdidas de capa pictórica ocasionadas por degradación del aglutinante y por acciones mecánicas, intencionadas o no, sobre todo en las zonas situadas al alcance de la mano. Una de las zonas más dañadas por ser de más fácil acceso y haber estado expuesta al constante goteo de cera proveniente de la utilización de velas en los actos litúrgicos son las pinturas que decoran los paramentos laterales y frontales, en ellas se observan también desgastes en la película pictórica y preparación así como golpes y mellas en el soporte y abundante suciedad superficial. CAUSAS DE ALTERACIÓN: a- Físicas: Por acción mecánica del hombre y de animales. b- Físico-químicas: Alta humedad relativa a temperaturas bajas en el interior de la Colegiata casi todo el año. Poca ventilación en zonas más ocultas de la pintura mural. Corrientes de aire puntuales en las zonas más expuestas a estas como el lateral derecho

126


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

del muro situado mas cerca de la puerta principal. Degradación de los materiales orgánicos que constituyen la obra por acción del tiempo y algunos factores de alteración como la humedad. No se han encontrado causas de origen biológico.

1. SOPORTE El soporte material de las pinturas murales está constituido por piedra de Hontoria configurada en sillares

que conforman el muro. No presenta un buen estado de

conservación, sin grietas, estable, y de color y textura uniforme. El estado de conservación general de la piedra y su llagueado es bueno destacando algunas faltas por acción mecánica en las zonas mas expuestas como en los perfiles exteriores. Algunas de estas faltas volumétricas como se ha mencionado antes han sido cubiertas por el temple original. Banco: Una de las zonas más dañadas por ser de más fácil acceso. Ha estado expuesta al constante goteo de cera proveniente de la utilización de velas en los actos litúrgicos al igual que las pinturas que decoran los paramentos laterales y frontales. La cera aparece incluso bajo policromía. Este dato nos conduce a varias hipótesis; que la cera que hay bajo la policromía al igual que los chorretes de estuco en los paramentos que no han sido pulidos ni retirados antes de ejecutar la pintura mural sean originarios o que no lo sean y se haya repuesto el color a posteriori.

Estado inicial del banco de piedra. Detalle de alteraciones físicas. Abrasiones e intervención con mortero de cal y arena.

Detalle de cera bajo policromía perteneciente a la pintura mural. Situada en el banco de piedra.

127


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Alteraciones físicas : Pérdidas matéricas. Las pérdidas de soporte son en general de poca envergadura. Producidas por acción mecánica del hombre o de animales. Afectan a la piedra como soporte y a su llagueado de manera puntual observándose pequeñas zonas picadas. La profundidad de las faltas no superan los 2cm de profundidad en general por los 8cm de longitud aproximadamente en zonas muy puntuales. Estas pérdidas se localizan en la línea de imposta o frontis, puntualmente en el llagueado de los paramentos laterales, en los perfiles exteriores de las pilastras y en la parte inferior. También se detectan algunas pérdidas de la argamasa de rejunteo de los sillares debidas a la disgregación del material por una falta de cohesión de los componentes a causa de la humedad. Intervenciones anteriores: reconstrucción volumétrica del banco de piedra con mortero de cal y arena.

2. CAPA DE PREPARACIÓN Es un estrato que no ha sido muy cuidado en origen. Aunque aplicada de manera irregular su composición a base de yeso y cola es muy estable y no presenta graves alteraciones técnicas. Alteraciones físicas: Pérdidas de capa de preparación. Son escasas y puntuales. En primer lugar, las debidas a las pérdidas de soporte, que han supuesto la pérdida de los estratos superiores. También se han producido en zonas expuestas al exterior, al alcance de la mano y en zonas interiores de poca ventilación. En los estratos de preparación la acción del agua produce alteraciones macroscópicas. Hay un aumento de volumen produciéndose micro-ampollas que se han trasformando en pequeñas lagunas. Pérdida de adhesión al soporte y escamaciones. Hay pérdidas en zonas puntuales de diverso tamaño y pequeñas escamaciones de la preparación, especialmente en elementos salientes y zonas más expuestas a corrientes de aire, golpes o arañazos, y por las diversas problemáticas de conservación que presenta la obra.

128


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

3. ESTRATOS PICTÓRICOS El estado de conservación general es aceptable a pesar del entorno húmedo que sufre. las intervenciones arquitectónicas anteriores han influido positivamente en su estado actual. Los deterioros que ha sufrido este temple mural han sido ocasionados en su mayoría por la acción del hombre y en menor grado por el medio ambiente. La película pictórica es el estrato mas vulnerable, recibe la mayoría de los daños de manera directa o indirecta, procedentes del soporte o muro y los del medio ambiente. Sufre alteraciones puntuales de la arquería por acción de la humedad procedente de la bóveda en tiempos pasados y en mayor superficie en el lateral derecho y la zona del sotabanco, detectándose diversas patologías que alteran gravemente la capa pictórica y ponían en riesgo su conservación. En este caso las pérdidas han sido parciales y en su mayoría dejan ver la capa de preparación. Hay que mencionar el estado matérico de la superficie pictórica. Algunos colores tienen un aspecto pulverulento, corresponde a los pigmentados con rojo y azul. Estos se disgregaban en algunas ocasiones con el contacto del hisopo en seco.

Alteraciones físicas: Pérdidas de capa pictórica. Las pinturas fueron realizadas al secco con temple, seguramente de cola animal. Se trata de una técnica pictórica extremadamente sensible al agua. En este caso la humedad actúa hinchando la superficie y alterando las propiedades ligantes del aglutinante ocasionando la pérdida del estrato de color. Falta de adhesión a los estratos inferiores. Se produce de manera puntual habiendo sido la humedad, los cambios termohigrométricos y el mal estado en el que se encontraba la preparación las principales causas. Pulverulencia. El origen de esta alteración puede proceder de la ejecución de la propia técnica o por la degradación del aglutinante, que pierde sus propiedades ligantes, siendo la presencia de una humedad relativa elevada el factor de degradación más determinante. Se observa una mayor incidencia en zonas que coinciden con los colores azules y rojos. Craquelados y descamaciones. La falta de adhesión de la película pictórica va acompañada de un microcraquelado generalizado del estrato, lo que ha tenido como consecuencia más inmediata descamaciones y pérdidas en zonas puntuales. Cambios

cromáticos.

En

algunas

zonas

se

observan

alteraciones

cromáticas,

concretamente en la zona de sotabanco y en grietas y superficies irregulares.

129


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

En la policromía en general se ha producido por acumulación de polvo graso a causa del humo de la combustión de velas. Y en zonas puntuales por excrementos de aves e insectos, depósitos de cera que penetran en superficie y suben el tono de los colores. En la zona del sotabanco cubren las pinturas un velo blanquecino producto de la“limpieza” inadecuada del muro en actuaciones anteriores. Los laterales inferiores se encuentran oscurecidos por una capa densa de color betún que ha penetrado en cada poro de la policromía. Esta ha modificado el tono original de los colores y el brillo de la hoja de oro. El banco de piedra estaba recubierto por un grueso estrato de goma laca alterando el color original y la textura mate de la técnica. Los rojos viraron a un tono naranja y los azules a un tono verdoso. Suciedad. Sobre la capa pictórica se detecta una importante capa de suciedad compuesta principalmente por negro de humo, polvo y suciedad grasa por combustión de velas. Esta aparece adherida a la superficie y parcialmente amalgamada con los estratos pictóricos más superficiales debido a la porosidad y pulverulencia que presentan, ocasionado un oscurecimiento general de los restos pictóricos. Hay que destacar la acumulación puntual de hollín en fisuras y oquedades; y los depósitos de cera en superficie que producen manchas grasas. Manchas oscuras y de naturaleza grasa por manipulación del hombre de la superficie. Restos de cal. La capa pictórica del arco y los nervios tienen restos de puntuales de cal procedentes del encalado de la bóveda. Alteraciones producto de acciones mecánicas: arañazos, desgastes, incisiones, barrido y arrastre de pigmentos.

130


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

131


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

INTERVENCIÓN DE CONSERVACIÓN–RESTAURACIÓN

CRITERIOS DE INTERVENCIÓN Los criterios que han regido y determinado el desarrollo del proyecto llevado a cabo y las intervenciones de conservación y restauración realizadas a lo largo del mismo han pretendido la recuperación, conservación y puesta en valor del conjunto histórico-artístico correspondiente al tabernáculo, retablo y pintura mural de la colegiata de San Pedro . Siguiendo estos planteamientos, los criterios de intervención se encaminarían hacia lo siguiente: La restauración, conservación está enfocada a la puesta en valor del tabernáculo, del retablo mayor de San Pedro y de la pintura mural que lo enmarca. Esto implica además el mantenimiento de su funcionalidad litúrgica, lo que también proporciona un espacio y contexto adecuados para la celebración de la liturgia y el culto religioso, funcionalidad que actualmente sigue manteniendo el edificio. En cuanto a los criterios seguidos en las intervenciones de restauración, éstos han estado orientados principalmente hacia la recuperación y la conservación a largo plazo y en las mejores condiciones posibles de los bienes tratados, lo que implica en primer lugar, la eliminación de los factores de degradación que alteran las obras, subsanando en la medida de lo posible los daños y alteraciones que éstos han provocado para garantizar su estabilidad. En segundo lugar, tratar los diferentes elementos para devolver el equilibrio original a las obras, mejorando su legibilidad y percepción estética, y recuperando su unidad potencial con la mínima intervención posible sin ocultar los distintos avatares que a lo largo de su historia han incidido sobre ellas. Los conceptos básicos que han determinado las intervenciones, como en el resto del conjunto han sido los de reversibilidad y compatibilidad; diferenciando los materiales originales y los añadidos mediante la elección de los productos y la técnica de aplicación, y siendo éstos compatibles en todo momento con los materiales constituyentes de la obra, teniendo en cuenta para su elección la estabilidad, eficacia, óptimo comportamiento en el tiempo y buen envejecimiento de los productos utilizados. Con todo ello se garantiza la perdurabilidad y estabilidad de las intervenciones realizadas durante un mayor periodo de tiempo, estando orientadas hacia la conservación a largo plazo. Hay que mencionar que inevitablemente debe ir acompañado de actuaciones de

conservación para su mejor

mantenimiento.

132


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

1- MONTAJE DE MEDIOS AUXILIARES. Estos consistieron en un sistema de andamios en diferentes niveles, adaptados al espacio arquitectónico y a las necesidades de los trabajos a desarrollar, y siguiendo los protocolos de seguridad y la normativa vigente. Tras la colocación del andamio y de los elementos de seguridad, se instaló el sistema eléctrico y de iluminación en la estructura. 2- INTERVENCIONES PREVIAS. Exámenes previos. Documentación: registro gráfico y fotográfico. Tras el montaje del andamio de trabajo se realizó un reconocimiento visual in situ del conjunto para valorar su estado de conservación, el alcance de las patologías detectadas y las intervenciones a realizar, documentando la obra y su estado de conservación gráfica y fotográficamente. Se procedió a la toma de muestras puntuales de zonas representativas para los posteriores análisis físico-químicos. Realización de pruebas de limpieza. Pruebas complementaria de los análisis químicos que ayudan a determinar la metodología de intervención. Se seleccionó varias zonas estables para obtener una idea del conjunto donde se actuó con medios físicos y físico-químicos. Medios físicos; en seco, mediante una torunda de algodón se comprobó la estabilidad de la superficie. La estabilidad de esta no es homogénea y depende de la correcta ejecución de la técnica, la estabilidad del aglutinante y las alteraciones que padece. Como resultado se observó que el pigmento azul era menos cohesionado y en menor medida y de manera puntual el pigmento rojo sufría esta alteración también. Medios físico-químicos: Pruebas de solubilidad Producto

Resultado

Conclusión

Etanol

Sin resultado

Respetuoso con original.

Etanol + agua

Hinchamiento de la capa de preparación y policromía

Es un temple graso

Acetona

Eliminación de suciedad superficial

Respetuoso con original.

Acetona + etanol

Eliminación de suciedad superficial y grasa en menor medida.

Respetuoso con original.

Mentadiene + etanol

Hinchamiento de capa de betún en zonas inferiores.

Respetuoso con original. Más remoción.

Xileno

Actúa en polvo graso.

Respetuoso con original. Adecuado para consolidación.

133


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Una vez realizadas estas pruebas se determinó la metodología de trabajo a seguir, constatando que había diferentes estados de conservación de las zonas según su ubicación y materiales.

3- LIMPIEZA SUPERFICIAL. Como paso previo a la intervención se procedió con una primera limpieza superficial general de las superficies de tipo mecánico y en seco, con la finalidad de retirar los depósitos y acumulaciones de suciedad no adherida de naturaleza diversa que presentaba el conjunto. El proceso consistió en la remoción del polvo y demás partículas con brochas suaves y en su eliminación mediante aspiración controlada, evitando así la dispersión de los materiales que se pretendía retirar, iniciándose en las partes más altas, para después ir descendiendo progresivamente. Se reservaron de esta operación las zonas escamadas y pequeñas disgregaciones de la película pictórica. Durante este proceso se liberaron las pinturas de cuerpos ajenos a la pintura como elementos metálicos (clavos, tornillos) y las repisas colocadas a ambos lados (ver foto).

4- CONSOLIDACIÓN PREVIA EN SUPERFICIE DE LAS ZONAS PULVERULENTAS. Ante el resultado de las pruebas de solubilidad se decidió realizar una consolidación superficial antes de proceder a la limpieza. Esta se llevó a cabo mediante pulverización con Paraloid B-72 al 5 % en xileno. En zonas de mayor pulverulencia y escamación de la policromía se pulverizó 2 veces en superficie con la misma solución. También de manera puntual se actuó en zonas que lo requerían mediante impregnación de la superficie con Paraloid B-72 al 5 % en xileno con pincel suave,interponiendo un papel japonés que inmediatamente era retirado se repitio la operación hasta conseguir resultados. Empapelados puntuales de protección para consolidación y sentado en superficie. En zonas de mayor pulverulencia y escamación de la policromía se realizó un empapelado de protección para poder incidir con mayor seguridad en su consolidación y que actuase como soporte auxiliar de los estratos pictóricos durante el sentado o fijación del estrato pictórico. Se utilizó papel japonés y Paraloid B-72 al 7 % en xileno. Fijación y sentado de capa de preparación. En las zonas que presentaban falta de adhesión

134


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

al soporte o disgregación de la preparación fue necesario realizar una fijación y consolidación del estrato de forma puntual. Para ello se utilizó Acril 33 diluido al 30 % en agua, que fue aplicado por inyección, humectando previamente la zona a tratar para facilitar la penetración del fijativo con una mixta de agua y alcohol siguiendo el mismo sistema de aplicación. Eliminación de empapelados de protección. Una vez finalizado el proceso de consolidación, fijación y sentado se procedió a retirar los empapelados de protección con xileno. La eliminación de restos superficiales del adhesivo se hizo con hisopos impregnados en xilol. Se utilizó acetona porque nos interesaba una penetración del disolvente en superficie para no actuar en el producto fijativo (Paraloid) que habría penetrado en el estrato pictórico. Esta actuación es suficiente para retirar el papel japonés porque tanto la capa pictórica como la capa de preparación resultaron muy absorbentes y apenas quedó consolidante que adhiriera el papel japonés a la superficie.

5- LIMPIEZA. Limpieza de capa pictórica. Para determinar el sistema de limpieza de la superficie pictórica y los productos más adecuados para su realización, se tuvo en cuenta las pruebas de solubilidad, considerando la resistencia de las superficies a intervenir, su estado de conservación y la naturaleza y composición de los materiales a retirar. Se realizó una limpieza general estratificada de tipo químico-mecánico, utilizándose una solución de acetona y alcohol al 25% y 75 %, finalizando el proceso de limpieza con hisopos impregnados en Menthadiene y retirando mecánicamente con bisturí. En la zona del banco de piedra se retiró la capa de goma laca con empacos de alcohol y se incidió puntualmente con xileno retirando los depósitos de suciedad a punta de bisturí. Los depósitos de cera se retiraron mecánicamente y con aplicaciones de xileno y Menthadiene. Los restos de cal en superficie se eliminaron humectando con un hisopo en agua y alcohol al 50% y mecánicamente posteriormente o sólo utilizando solo medios mecánicanicos.

6- REINTEGRACIÓN VOLUMÉTRICA. Se ha actuado sobre faltas de volumen ocasionadas por elementos incisivos como clavos, tornillos, espigas de madera; y sobre pérdidas de tipo físico-químicas producidas en juntas

135


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

de sillares. El estucado y desestucado se realizó al mismo nivel del estrato original, estrato de bajo grosor, e imitando la textura superficial. Se empleó un estuco sintético específico al agua de aplicación en frío. Esta pintura mural tiene irregularidades en superficie debido a las faltas en el soporte de piedra. Éstas tienen la particularidad de que están cubiertas por policromía. Por esto no se considera la opción de salvar estas “pérdidas de forma” reintegrando volumétricamente por ser policromía original y constituir además un testigo de la manera de ejecución primaria. Banco de piedra. El lateral derecho tiene una reconstrucción volumétrica con mortero de cal y arena poco ajustado al volumen original. Se ha nivelado mecánicamente.

7- PROTECCIÓN SUPERFICIAL. Finalizado el proceso de estucado y nivelado de lagunas, se procedió a la protección de los estucos añadidos y el estrato pictórico aplicando una capa de Paraloid B-72 al 5% en Xileno. Se insiste en las zonas estucadas por ser más absorbentes.

8- REINTEGRACIÓN CROMÁTICA. El fin de las reintegraciones cromáticas realizadas ha sido el de recuperar la legibilidad de lo conservado y mejorar la percepción visual de la obra en su conjunto. Respetando la función decorativa de la obra se ha intervenido teniendo en cuenta que estas intervenciones no deben ser nunca protagonistas ni destacar sobre el conjunto, pues solo contribuirían a fraccionar la obra. En la reintegración de la pintura mural se ha buscado su función visual de enmarque sin desgastes ni interrupciones, manteniendo en segundo plano el conjunto de las decoraciones, es decir que no destaque sobre el retablo pero que se lea perfetamente el dibujo y cromatismo decorativo. Materiales: acuarelas y micas al agua para el oro. Técnica de ejecución: La reintegración pictórica ha sido realizada de manera diferenciada, teniendo en cuenta el tamaño de la laguna y la aproximación al espectador. - En Pinturas murales sobre la línea de imposta: el valor general de las lagunas cromáticas es pequeño, no superando los 3cm de ancho en el mayor de los casos. Se reintegró con carácter imitativo las pérdidas de pequeño tamaño y con trama en las lagunas de mayores

136


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

dimensiones. Dorado: reintegración cromática imitativa. - En pinturas murales de los paramentos y pilastras laterales: el tamaño de las lagunas es más variado y hay zonas de gran pérdida cromática. Se opta por hacer una selección cromática y ejecutar una trama uniforme. Dorado: reintegración cromática imitativa en faltas pequeñas. En zonas de lagunas mayores a 2cm se opta por ejecutar un rayado vertical puesto que es la dirección que toman las decoraciones doradas en su mayoría (molduras, filos dorados y troncos vegetales). - En Paramentos y pilastras inferiores: se reintegra de manera imitativa las lagunas de pequeño tamaño y con una selección cromática se ejecuta un trama uniforme. Dorado: reintegración cromática imitativa en faltas pequeñas. En zonas de lagunas mayores a 1cm se opta por ejecutar un rayado vertical puesto que es la dirección que toman las decoraciones doradas en su mayoría (molduras, filos dorados y troncos vegetales). - En banco de piedra: los marmoleados se realizan con una selección cromática y se ejecutan de manera imitativa y con trama uniforme.

9- PROTECCIÓN FINAL. Se ha tenido en cuenta no alterar el tono y aspecto mate original, para ello se ha dado esta protección de manera selectiva sobre la superficie, pulverizando o a brocha. Aplicación de capa de protección final sobre la superficie de Paraloid B-72 al 5% en xileno. Su propósito es el de proteger la superficies del polvo, la suciedad, prevenir consecuencias de leves actuaciones externas, e integrar la intervención cromática.

137


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

MATERIALES EMPLEADOS EN LA RESTAURACIÓN DEL RETABLO MAYOR, PINTURA MURAL Y CRISTO DE LA COLEGIATA DE LERMA. ACETATO DE POLIVINILO – PVA: Resina termoplástica a base de homopolímeros de acetato de polivinilo usada para la producción de pinturas, barnices, colas, etc. El PVA es soluble en alcoholes, ésteres, cetonas, tolueno e hidrocarburos clorurados, y es particularmente apto para la consolidación y encolado en caliente de hallazgos arqueológicos y cerámicas.

ACETONA: Nombre químico: 2 – Propanona Dimetilcetona Fórmula: CH3-CO-CH3 Estado físico: líquido Aspecto: líquido transparente e incoloro. Peso molecular: 58.08

ACRIL 33: Nombre químico: Ac acrílico-ac-metacrílico- acrilato de etilo- metacrilato de etilo. Fórmula: copolímero (C5H8O2-C5H8O2-C4H6O2-C3H4O2) x Aspecto: líquido lechoso blanco. Residuo n volátil: 46±1% pH: 8÷9 Viscosidad: 1500÷ Peso específico del r.n.v: 1,15 Kg/l.

ACUARELA DE ORO FINO ‘SHELL’ Godet de oro fino de 23,5 kilates. Técnica al agua.

ACUARELA DE PLATA FINA Godet de plata pura. Lista para utilizar diluyendo en agua.

ALCOHOL ÉTILICO 96º Nombre químico: Alcohol etílico. Fórmula: CH3-CH2OH Aspecto: líquido transparente e incoloro. Título: 96% Densidad: 0,80 kg/ l a 20ºC Punto de ebullición: 78,15ºC Punto de inflamabilidad:13ºC

AMIL ACETATO Propiedades físico-químicas: Aspecto: líquido, incoloro Olor: afrutado Punto/intervalo de ebullición: ~ 149 º C Punto de destello: 25 º C. Límites de explosión (bajo): 1,1 % Vol. Límites de explosión (alto): 7,5 % Vol. Presión de vapor: 6 hPa (20 º C) Densidad (20 °C): 0,87 g/cm3 Solubilidad en agua: (20 °C): 2 - 10 g/l Coeficiente de reparto n-octanol/agua: ~ 2,3 (calculado) Índice de refracción: (n 20 º C/D) 1,402

138


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma. Punto/intervalo de fusión: ~ -70 º C.

Punto de ignición: 375 º C.

AXON: Resina epoxídica de dos componentes. Endurecedor: Mezcla formada por las substancias especificadas a continuación con adiciones no peligrosas: Alcohol bencílico: 10-25 % 3,6-diazaoctano-1,8- diamina trietilentetramina: 2.5-10 % Resina: Mezcla formada por las substancias especificadas a continuación con adiciones no peligrosas : Bisfenilo-F-epiclohidrina; epoxidasa resina: 25-50 % Bisfenol-A-epiclorhidrina resinas epoxi ( peso molecular medio 700): 10-25 % Características de la mezcla : marrón claro, densidad a 23ºC 0.48-0.52 , pot life sobre 250 g 50-60 min, dureza 55, resistencia a la compresión espesor max aplicable 40 mm, tiempo de endurecimiento completo (23ºc) 48 h aprox.

BALSITE: estuco epoxídico de dos componentes; Balsite W y Balsite K. formulado a propósito para el estucado, la integración, el encolado y la reconstrucción de manufacturas de madera de interés histórico artístico. Extrema ligereza (0,55 Kg/lt). Su ligereza evita la excesiva pesadez de las estructuras sobre las que se posiciona. Baja rigidez y módulo elástico cercano al de la madera. Características técnicas del producto: Aspecto al momento de la mezcla:pasta tixotrópica Color: marrón claro Densidad aparente: 0,55 g/cm3 Tempo de trabajo: 45’-50’ a 20°C Tempo de toma: 24 h. a 20°C Temperatura de transición vítrea: 65°C ca. Adherencia sobre la madera*: 8 N/mm2 ca. *madera de abeto sano, maduro, seco. Balsite W. Caracterización química: resina epoxídica formulada conteniendo diluyente reactivo y cargas inertes. Propiedades físico-químicas: Forma física: pasta Color: marrón claro Olor: ligero, epoxídico Punto de ebullición/intervalo: >200° C Temperatura de descomposición: >200° C Densidad relativa: 0,4 – 0,5 g/ cm3 (25° C) Punto de inflamabilidad: >100°C Peso molecular medio: <=700 Balsite K (endurecedor para resina Balsite W). Nombre químico: poliamina cicloalifática modificada Caracterización química: Poliamina cicloalifática modificada Propiedades físico-químicas: Forma física: pasta Color: blanco Olor: característico

139


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma. Punto de ebullición/intervalo: >190°C Temperatura de descomposición: >200° C

BARNICES PARA RETOQUE: Lefranc & burgeois. Espray. Tienen la tarea de hacer desaparecer localmente enjugados (zonas opacas y porosas), de reavivar los colores en caso de retomar el trabajo, de facilitar las aplicaciones y de garantizar la adherencia de los estratos de pinturas sucesivos. Pueden servir también de barniz provisional antes del barnizado final.

BARNICES FINALES: Lefranc & burgeois. Talens. Líquido y en espray. Resinas acrílicas aplicadas como protección final para proteger las superficies de depósitos de polvo, humos, rasguños y el medio ambiente. Se obtiene también un aspecto uniforme a la obra.

Lefranc & burgeois. Propiedades físico-químicas: Aspecto:líquido Color: Claro (o pálido) Olor: característico Solubilidad: insoluble en agua Densidad relativa: 0.9 15 Viscosidad: 18.1 m Pas 40 Punto de inflamabilidad (°C): 45 Vaso cerrado Temperatura de autoinflamabilidad (°C): >250 Limite inferior de inflamabilidad (%): 0.9 Limite superior de inflamabilidad (%): 6.0 Estabilidad: Estable a temperaturas normales.

COLORES AL BARNIZ RESTAURO MAIMERI Son barnices caracterizados por dotes de suavidad y pincelabilidad tal de no dejar ningún trazo sobre pinturas restauradas. Dotados de propiedades excepcionales, están compuestos de tres únicos elementos: pigmentos de elevado prestigio, pura resina mastic de la isla de Chios e hidrocarburos, todos rigurosamente controlados antes de la elaboración. Los colores al barniz Restauro, a diferencia de todos los otros tipos, después del secado que se produce en pocos minutos.

DISOLVENTE NITRO PURO ANTINIEBLA Características físico-químicas: Fórmula: mezcla de ésteres, cetonas, alcoholes, glicoles e hidrocarburos aromáticos Aspecto: líquido incoloro Densidad: 0,88 kg/l a 20°C Punto de ebullición: 56°C Punto de inflamabilidad: -18°C EPO 127: Resina epoxídica tixotrópica estudiada específicamente para reconstrucciones y reintegraciones de partes de madera, garantizando una óptima adhesión y correspondencia a las características del material sobre el que se aplica. Epo 127 garantiza además una óptima resistencia mecánica y estabilidad dimensional.

ESENCIA DE TREMENTINA Características físico-químicas: Nombre químico: esencia de trementina, aceite de trementina, aguarrás vegetal Fórmula: mezcla de terpenos Aspecto: líquido incoloro Título: 100% Densidad: 0,86 kg/l a 20°C Punto de ebullición: 152°C Punto de inflamabilidad: 40°C

140


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

IRIODIN Características físico-químicas: Pigmentos perlados basados en el mineral natural mica, se envuelven en una capa muy fina de óxido metálico, por ejemplo, óxido de titanio y / o óxido de hierro. Insolubles en agua y en disolventes Pueden utilizarse solos o en combinación con otros colores. No son combustibles. No conducen la electricidad. Son estables a temperaturas de hasta 800ºC. No contienen metales pesados capaces de contaminar el medio ambiente. No se descomponen.

MENTHADIENE Composición: 90% - 100% (R)-p-mentano-1 ,8-dieno. Propiedades físicas – químicas: Apariencia y color: líquido claro, incoloro o ligeramente amarillento pH: n.d. (Disolventes orgánicos) Punto de fusión: -95.5 ° C Punto de ebullición: 154,4 a 176,7 ° C Punto de inflamación: 46 - 50 ° C Presión de vapor: 1 mm Hg a 14 ° C de 10 mm Hg a 54 ° C Solubilidad: Insoluble (<0,1%) solubilidad en lípidos: algunos solventes orgánicos Densidad de vapor: > 1 (aire = 1) Índice de evaporación: <1 (butilo Ley = 1)

MODOSTUC Estuco profesional en pastas formuladas con agua, aditivos celulósicos, resina de emulsión, plastificantes, carbonatos de calcio y sulfato de calcio natural. El Modostuc se utiliza para eliminar irregularidades y defectos de todo tipo en soportes de madera y muros.

PARALOID B 72 Resina acrílica al 100 % a base de Etil-metacrilato con óptimas características de dureza, brillo y adhesión sobre los más variados soportes. Usos: para la consolidación y la protección de madera, piedra, metal, etc. Solubilidad: soluble en cetonas, ésteres, hidrocarburos aromáticos y clorurados.

VULPEX Emulsión acuosa de tensoactivos aniónicos y no iónicos, productos químicos inorgánicos y agentes estabilizantes, no corrosiva ni tóxica. se utiliza para la eliminación de sustancias carbonosas, grasas y aceitosas además de materiales protéicos en obras pétreas y cerámicas. se utiliza normalmente en soluciones acuosas en concentraciones variables del 2 al 5%, aumentando la concentración hasta el 10% en los casos más complejos. XILENO Propiedades físico-químicas: Fórmula química: C6H4 (CH3)2 Sinónimos: Xilol; Dimetil -benceno; Metil-tolueno Familia química: Hidrocarburos aromáticos. Estado físico: Líquido claro e incoloro. Apariencia y olor: Olor aromático característico. Punto de inflamación: Entre 27 y 32º C Temperatura de auto ignición: Alrededor de 463º C. Límites inflamables: 1% mínimo, 7% máximo (volumen aire). Peligros de explosión: Explosión en recintos cerrados. LEVE en recipientes cerrados. Presión de vapor: Menor que 15,8 kPa (2 psi).

141


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

PAUTAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS BIENES MUEBLES E INMUEBLES RESTAURADOS EN LA COLEGIATA DE SAN PEDRO DE LERMA (BURGOS).

La conservación de las obras de arte restauradas en la Colegiata de San Pedro de

Lerma dependerá

no solo de la técnica original, de los materiales que la componen y del medio ambiente a que han estado expuestas durante su existencia, sino del control y seguimiento que tengamos sobre ellas desde el momento en que han sido restauradas. La conservación, no solo depende del tratamiento que se ha realizado en el tabernáculo, el retablo y la pintura mural sino de la conservación preventiva que tengamos sobre estas obras. Esta labor resulta más factible al tener la iglesia acceso frecuente y encontrarse ubicada en el centro urbano de Lerma; por ello se pueden exponer a continuación las pautas más significativas para su conservación y vigilancia. En cuanto a la restauración preventiva el plan atenderá, entre otros aspectos, a un riguroso control de los riesgos a que están sometidas las obras de arte.

1- CONTROL DE RIESGOS VARIADOS DE ALTERACIONES FISICO-QUÍMICAS - Riesgos medio- ambientales: Alteraciones provenientes del clima Higrométrico. Se atenderá al control de temperatura y humedad relativa, para que exista un equilibrio con el medio ambiente y para que la humedad y temperatura sean constantes: -

Especial cuidado se tendrá con las pinturas murales del paramento orientado hacia la

puerta por estar mas expuesto a corrientes. -

También deberá establecerse vigilancia sobre humedad ambiental procedente sobre todo

del muro norte, para que no afecte a los bienes muebles restaurados. -

Si existieran filtraciones de las cubiertas que incidan directamente sobre las obras, deberán

ser reparadas con urgencia y en el periodo de tiempo que transcurra hasta su eliminación se protegerá la cubierta con lona para evitar las posibles filtraciones. -

En el caso de plantearse un sistema de calefacción deberá ser estudiado por expertos y

puesto en conocimiento a la Dirección General de Patrimonio para su supervisión. -

Ventilación en tiempo estival del entorno para prevenir el exceso de humedad ambiente.

Alteraciones provenientes del ambiente visual. En la intervención realizada se acometió un nuevo sistema de iluminación del retablo mayor que se realizó atendiendo a tres aspectos fundamentales: a) los relativos a intensidad de la radiación, tiempo de exposición y distribución espectral.

142


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

b) los motivados por la naturaleza de los materiales. c) los concernientes a la forma en que estos estén expuestos al público. Si se cambiaran lámparas, o existiera variación alguna sobre el sistema actual, se deberá consultar con la empresa restauradora, para su aprobación y asesoramiento.

2- CONTROL DE ACCIDENTES Prevención ante el robo e incendios. Debido la importancia de las obras, se aconsejara mediante la ejecución de plano, la colocación de sensores de tecnología actual, para la de detección y extinción incendios. También se aconsejara sobre la ubicación de extintores en la iglesia, de modo que no interfiera estéticamente con el espacio constructivo. Se evitará el uso de velas en el interior del templo. Respecto a la alarma de robo ya existente, debe ser revisada para que este siempre en buen uso de funcionamiento.

Limpieza respetuosa. Se establecerán procedimientos y pautas para realizar las limpiezas de rutina en el entorno del retablo, tabernáculo y pinturas murales, NO SE UTILIZARÁN PRODUCTOS DE LIMPIEZA COMERCIALIZADOS (Politus, Pronto, Ocedar, etc,...) para eliminar el polvo, ni lustrar las obras restauradas, ni se aplicará humedad sobre los bienes a conservar. Prestaremos especial atención a la limpieza del suelo, para impedir que se levante polvo y se salpiquen las partes bajas de las obras. LAS LIMPIEZAS DIRECTAS SOBRE LAS OBRAS DE ARTE SE REALIZARAN SIEMPRE POR PERSONAL CUALIFICADO.

Movimiento de los bienes. Teniendo en cuenta el uso litúrgico que se le da actualmente a las obras, se aconseja limitar la manipulación de estas exclusivamente a este uso; sin intentar modificar aspectos, estructuras, materiales o elementos de los mismos por personal no cualificado. Siempre hay que tener en cuenta el tiempo cumplido y los avatares sufridos por las obras. Los daños que padecen no son único producto del tiempo y del medio sino también de la acción del hombre.

3- CONTROL Y ADECUACIÓN DEL ENTORNO A LA OBRA. Instalación de una nueva iluminación Con el fin de conseguir una iluminación adecuada se contrato a una empresa encargada de realizar un proyecto de iluminación que sustituyera la existente que alejaba los tonos del

143


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

oro y policromías de los colores reales. Añadiendo una tonalidad verde de excesiva potencia y desigual intensidad. Para elegir la nueva iluminación se tuvieron en cuenta las siguientes consideraciones - Evitar de reflejos y deslumbramiento al observador. ·La colocación de luminarias y cableado sin alterar las condiciones de los sillares. ·La adecuación de la instalación del cableado necesario a las condiciones formales de la iglesia. ·La selección de las lámparas cuya temperatura de color mejor identifique los colores de los pigmentos de las pinturas, con menor incidencia en la conservación de los pigmentos.

Control de visitas. Se realizaran normas con el fin de evaluar el impacto que pudieran tener los visitantes sobre la obra: numero de visitantes, distancias recomendadas, colocación de barreras psicológicas, etc.… Durante las visitas guiadas y actos litúrgicos debe existir siempre personal de vigilancia que impida un contacto directo sobre las obras por parte de los visitantes. El número de visitantes nunca debe ser excesivo. Limitar el acceso con elementos que pudieran dañar los espacios; paraguas, palos,…

Adecuación del entorno. Debe mantenerse limpio el entorno. La colocación de plantas, flores, y fuentes de humedad, no deben colocarse nunca sobre las obras de arte, evitando sobre todo la ubicación en el retablo, banco de piedra y sobre tabernáculo.

Las actuaciones finales de los trabajos de restauración han sido de protección de los bienes mediante productos específicos. La manipulación de ellos incide negativamente en las capas de protección, desgastándolas y retirándolas. Allí donde faltan los barnices protectores se abren vías rápidas y directas para nuevas alteraciones.

144


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

RESTAURACIÓN DEL CRISTO DEL RETABLO MAYOR DE LA COLEGIATA DE SAN PEDR O DE LERMA

102


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

SISTEMA CONSTRUCTIVO Y MATERIALES CONSTITUTIVOS La particularidad de los materiales, estratos constitutivos de la estructura y técnica con que esta construido el Cristo, están descritos detalladamente en el los estudios, que se adjuntan llevados a cabo por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León.

Únicamente haremos referencia a la corona de espinas y al pelo por no estar contemplados dentro de los estudios. La corona de espinas está realizada mediante entramado de cuerda de fibra vegetal y delgadas ramas de espino. La cuerda está recubierta por una pasta fibrosa la cual está policromado en tono verde. El pelo está realizado con pelo natural humano y sujeto a una redecilla configurando así una peluca ligera que se sujeta a la cabeza mediante clavos. Dimensiones de la talla: 231cm de alto, 241cm de ancho y 51cm de fondo.

Corona de espinas. Detalle de materiales constitutivos.

103


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y PATOLOGÍAS DEL CRISTO Esta pieza escultórica es uno de los elementos mas dañados del retablo, no porque presente alteraciones generales por el envejecimiento natural de los materiales o por una incorrecta manipulación, sino por los golpes y craquelados que concentra y por las faltas volumétricas que padece. En general la talla se veía alterada por una capa de depósitos de polvo y humo graso que causan una importante alteración de la capa superficial modificando la imagen de la policromía al distorsionar las tonalidades originales. Ambos brazos estában desencajados aunque no existe rotura en los vástagos, si bien uno de ellos había sido ya sustituido. Gran parte de la superficie de preparación y policromía tenía craquelados debidos al proceso nnatural de envejecimiento de los materiales constitutivos y a la manipulación con presión inadecuada creyendo que se trataba de un soporte de madera en lugar de .un soporte a base de caña. También en levantamientos de preparación y película pictórica se forman redes de craqueladuras, sin embargo las perdidas de policromía son muy puntuales. Toda la superficie esta muy oscurecida, y la sangre también muestra un color alterado; no solo por suciedad acumulada si no por envejecimiento y oxidación de las capas superficiales, ya sean veladuras de color o resinas de protección. Al descenderlo del retablo las alteraciones más graves que se encontraron muy puntualmente localizadas debido a las grietas, fisuras y a las faltas volumétricas que padecía. Las grietas mas importantes se sitúan en las extremidades, en dedos de ambas manos y en tobillos. Las faltas volumétricas más significativas se encuentran en cabeza y zona del codo del brazo izquierdo y pie. El pelo es natural, entretejido en una red a modo de peluca; y se encuentra deshidratado y quebradizo, debido al abundante polvoacumulado, detritus de insectos y aves. La tabla policromada y estofada que conforma el fondo de la hornacina del Cristo, tiene como mayor alteración en el soporte una grieta longitudinal coincidiendo con la unión de paneles y abundante suciedad superficial.

104


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

1. SOPORTE A primera vista el soporte material de la obra parece presentar un buen estado de conservación general. No se observan ataques de insectos xilófagos ni infecciones producidas por hongos, presentando una buena estabilidad y solidez. Una vez se bajó y se pudo observar las faltas volumétricas. Las alteraciones más importantes que se encontraron se sitúan en las extremidades, en dedos de ambas manos y en tobillos. Las faltas volumétricas más significativas se encuentran en cabeza, zona del codo del brazo izquierdo y pie derecho. Las falta volumétricas que presenta se deben a la acción de un animal mamífero de la familia de los mustélidos, la garduña. Este animal es común en la ribera del río Arlanza.

Detalle de huellas de garduña En la parte superiror de la cruz. Las patologías detectadas en la obra a nivel de soporte son las siguientes: Pérdidas de soporte. Se encuentran en la parte superior de la cabeza, en el codo del brazo izquierdo y en el empeine del pie derecho.

Son de consideración por el tamaño, la

profundidad que tienen y por estar situadas en las zonas mas delgadas según el caso del brazo y del pie. En todas las faltas volumétricas se llega a ver claramente la estructura interna del soporte. Aberturas estructurales. Se encuentran en la unión de los brazos con el cuerpo a la altura del hombro. Presentaban una separación de unos 3cm. También se pueden considerar como tal las que presentan los dedos de las manos porque estas podrían haber

ocasionado la

inmediata pérdida de estos.

105


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Grietas y fisuras. En cuanto a nivel de soporte se refiere se encuentran en el costado derecho, en el reverso del brazo derecho y en la pierna derecha. Afectan a la capa de preparación y a la policromía. Se disponen transversalmente a la dirección longitudinal del brazo, pierna y cuerpo. Estas alteraciones son debidas a los movimientos naturales de la madera ante los cambios termohigrométricos a los que ha estado expuesta la obra. Se detectan también grietas en los tobillos, que se corresponden en este caso con una rotura del soporte debida a los movimientos de oscilación de la pieza sobre la base o la unión del soporte del pie con la pierna. Elementos extrínsecos a la obra. Consistentes en cintas y cuerdas como refuerzo sustentante de la figura. No son originales. Paño de pureza. Los clavos de hierro han dejado pequeñas manchas de óxido. Corona de espinas. Presenta faltas y levantamientos del recubrimiento de la pasta fibrosa.

Detalle de falta volumétrica en brazo izquierdo.

106


Infome de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

107


Infome de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

108


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

2. CAPA DE PREPARACIÓN. El estado de conservación del aparejo es bueno en general. En sí mismo no presenta disgregación o pulverulencia. Las alteraciones, como grietas o craquelados, que tiene son debidas a acciones externas o a alteraciones de humedad y temperatura del ambiente. Las patologías detectadas son las siguientes: Pérdida total de capa de preparación. Las lagunas de preparación

están relacionadas

directamente con la pérdida de soporte. Pérdidas parciales. Afectan a los estratos finales de la preparación, apareciendo la superficie desgastada por abrasión, golpes o arañazos. Este tipo de pérdidas aparecen en brazos, manos, piernas y pies. Falta de adhesión y levantamientos. En puntos concretos, ubicados en la rodilla, uniones de brazos con hombros, dedos de manos, tobillos y contorno de las lagunas volumétricas. En estas últimas se observan zonas con levantamientos de la preparación como consecuencia de una pérdida de adhesión al soporte del aparejo, causada principalmente por el diferente comportamiento del soporte y la preparación ante las variaciones termohigrométricas. Grietas, fisuras y craquelados. La preparación presenta un craquelado generalizado siendo más visible en las extremidades, es de fragmentación cóncava; observándose además pequeñas grietas y fisuraciones concéntricas propias de golpes. Paño de pureza. No tiene una capa de preparación como tal sino una imprimación como base para la capa pictórica. 3. ESTRATOS PICTÓRICOS. La policromía tienen un estado de conservación irregular. Presentando importantes pérdidas y abrasiones en zonas puntuales y en otras zonas más protegidas su estado de conservación es aceptable. En general sufre una decoloración en las zonas expuestas a la luz llegándonos hoy un efecto incluso más mortecino que el que tenía en origen. Los estratos correspondientes a la sangre son estables y tienen pérdidas puntuales; sufre mayores pérdidas en las zonas mas dañadas, manos y pies. El craquelado generalizado se repite en este caso en las extremidades, de tipo fragmentación cóncava; observándose además pequeñas grietas y fisuraciones concéntricas propias de golpes.

109


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Las patologías detectadas en los estratos pictóricos son las siguientes: Pérdidas de capa pictórica. En el caso de las carnaciones, las pérdidas de capa pictórica coinciden con las lagunas de capa de preparación, golpes, abrasiones y arañazos. Se sitúan por lo general en volúmenes salientes, por ser éstos los puntos más expuestos a golpes y fricciones. Se observa además la existencia de un craquelado generalizado en la superficie, que en zonas puntuales aparece asociado a zonas con micropérdidas de capa pictórica. Abrasiones y desgastes. Las carnaciones presentan importantes abrasiones y desgastes superficiales, que han supuesto la pérdida irreversible de la mayor parte de las veladuras y acabados que debió tener la obra, dándole una apariencia más plana y menos matizada a la policromía. Alteraciones de color. En general sufre una decoloración en las zonas expuestas a la luz llegándonos hoy un efecto incluso más mortecino que el que tenía en origen. Paño de pureza. Hay pequeños clavos de forja que aparecen sujetando el paño de pureza al cuerpo. Estos han producido pequeñas manchas de óxido y faltas de policromía por el roce.

4. CAPA DE PROTECCIÓN Capa de origen resinoso y escaso grosor. Tiene un color irregular. En su estado de conservación se puede observar: Oxidación y pasmados. Se observa en algunos puntos una pérdida de la transparencia de la capa de protección, adoptando un aspecto opaco y blanquecino. Estas alteraciones distorsionan la correcta percepción cromática de la obra. Craquelados. Son coincidentes al craquelado de la policromía. Por si mismo presenta microescamaciones siendo imperceptibles a simple vista debido al escaso grosor del estrato. Suciedad. La capa de protección presenta importantes estratos de suciedad de origen diverso, como negro de humo, suciedad grasa por la combustión de velas, detritus de insectos y aves, polvo, telarañas, etc. Estos estratos aparecen en superficie en forma de capa adherida y de depósitos de suciedad no adherida, e intercalados entre las diversas aplicaciones de barniz que constituyen este estrato, actuando como un importante factor de alteración en la percepción de la obra, dándole un aspecto general ennegrecido y opaco.

110


Infome de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

111


Infome de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

112


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

INTERVENCIONES DE CONSERVACIÓN–RESTAURACIÓN

CRITERIOS DE INTERVENCIÓN En cuanto a los criterios seguidos en la intervención de conservación-restauración, éstos han estado orientados principalmente la conservación del Cristo y a la recuperación de esta obra tan singular, sin alterar sus caracteristicas constructivas y ártísticas. Para ello como objetivo primordial se estudiaron de los factores de degradación que alteraba las obra, subsanando en la medida de lo posible los daños y alteraciones que éstos han provocado para garantizar su estabilidad.. Como en el resto de las obras a restaurar los conceptos básicos que han determinado las intervenciones han sido los de reversibilidad, compatibilidad y discernibilidad; diferenciando los materiales originales y los añadidos mediante la elección de los productos y la técnica de aplicación, y siendo éstos compatibles en todo momento con los materiales constituyentes de la obra, teniendo en cuenta además para su elección la estabilidad, eficacia, óptimo comportamiento en el tiempo y buen envejecimiento de los productos utilizados. Con todo ello se garantiza la perdurabilidad y estabilidad de las intervenciones realizadas durante un mayor periodo de tiempo, estando orientadas hacia la conservación a largo plazo, lo que inevitablemente

debe

ir

acompañado

de

actuaciones

periódicas

de

vigilancia

y

mantenimiento. Atendiendo a estas premisas se intervino de la siguiente manera: 1- ADECUACIÓN DEL ESPACIO DE TRABAJO Y MONTAJE DE MEDIOS AUXILIARES. Antes de iniciar los trabajos se procedió a la protección de la pieza puesto que requería su desmontaje y bajada del retablo para un estudio y tratamiento adecuados. Se adecuó el espacio que ocupa la capilla del Sagrado Corazón para los trabajos que se desarrollaron. Se instaló una gran mesa de trabajo y estanterías para almacenaje y clasificación de productos, materiales e instrumental. Por el sistema de andamios ya instalado se accedió a la escultura conforme a los protocolos de seguridad en la primera fase de actuación.

113


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

2- INTERVENCIONES PREVIAS A LA INTERVENCIÓN. Documentación, registro gráfico y fotográfico de la obra. Reconocimiento in situ de la pieza valorando su estado de conservación, el alcance de las patologías detectadas y las intervenciones a realizar, documentando la obra y su estado de conservación gráfica y fotográficamente. Documentación fotográfica, previa al descenso de la figura, se realizó con luz directa, indirecta y rasante. Sistemas de análisis. Se procedió a la toma de muestras puntuales de zonas representativas para posteriores análisis físico-químicos. A lo largo del proceso de restauración, por ser una pieza particular en su ejecución, se realizó un amplio estudio estratigráfico, mediante análisis químicos, análisis por espectro de rayos X y por videoscopia interna. Las conclusiones de las pruebas del laboratorio de química del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León; se adjuntan en este informe. Protección de superficies y descenso. Mediante un empapelado de urgencia se protegieron superficialmente las zonas más alteradas, las que presentaban peligro de desprendimiento. Se realizó con papel japonés libre de ácidos y cola de conejo al 7%. La escultura tiene la particularidad de pesar muy poco en relación a su tamaño y no planteó problemas en su bajada del retablo. Antes de ello se protegió y se planteó la posibilidad de desmontar los brazos del cuerpo por presentar un evidente desajuste estructural. Tras ser bajada y situada la escultura, en la mesa de trabajo, se amplió la documentación y su estudio con los sistemas de análisis antes mencionados.

3- LIMPIEZA. Limpieza superficial general. La primera limpieza general de la superficie de la obra se realizó in situ, por aspiración mecánica controlada y en seco, con brochas y pinceles suaves. Una vez situada la pieza en la mesa de trabajo se realizaron pruebas de solubilidad en

114


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

diferentes zonas para determinar la técnica pictórica empleada e intervenir en consecuencia.

Realización de pruebas de limpieza. Se seleccionó varias zonas estables para obtener una idea del conjunto donde se actuaría con medios fisico-químicos. Se realizaron pruebas de solubilidad con los siguientes disolventes: etanol, agua y menthadiene; solos y combinados en diferentes proporciones. Se determinó que los disolventes polares podían ser utilizados en el soporte pero de manera controlada debido a la naturaleza de los materiales. Una vez realizadas estas pruebas se determinó la metodología de trabajo a seguir, constatando que había diferentes estados de conservación de las zonas según su ubicación y materiales. Limpieza de soporte. Efectuada la limpieza superficial, se procedió a la eliminación de la suciedad adherida que presentaba el soporte. Para ello se empleó un sistema de limpieza en húmedo, utilizándose esponjas humectadas en agua con las que se trató la superficie, eliminando a continuación el exceso de humedad con otra esponja seca. De forma puntual se hizo uso de bisturí para la remoción de adherencias. En el caso de las manchas de óxido del manto de pureza se retiraron con medios mecánicos. Limpieza del estrato pictórico. Para determinar el sistema de limpieza y los productos más adecuados para su realización, se efectuaron previamente las oportunas pruebas de limpieza, teniendo en cuenta la resistencia de las superficies a tratar, su estado de conservación, la naturaleza y composición de los materiales a retirar. El sistema utilizado fue una limpieza estratificada de tipo químicomecánico. Para intervenir en la suciedad superficial finalmente se optó por combinar un disolvente polar con otro apolar; menthadiene y tensoactivo concentrado aniónico (10:1). La retirada y de residuos se realizó con tolundas en menthadiene y etanol; mezclados o por separado según la zona intervenida. La aplicación de la mezcla se realizó de manera controlada y neutralizando posteriormente con una mezcla de etanol e isopropanol (80%-20%). En el caso de adherencias, como excrementos de insectos, se realizó una limpieza de tipo mecánico con ayuda de bisturí y escalpelo.

115


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

4- CONSOLIDACIÓN DE SOPORTE. Antes de proceder con la reintegración volumétrica, se realizó una consolidación del soporte mediante la aplicación a pincel cola de conejo al 8% (agua cola). Se protegió con papel japonés libre de ácidos las zonas más deterioradas. En este apartado se deben incluir los ajustes estructurales pero siguiendo la secuencia de actuación se respeta este orden por haberse sentado necesariamente antes el estrato pictórico. 5- SENTADO Y FIJACIÓN DE LA SUPERFICIE PICTÓRICA. Se intervino con cola de conejo al 8% y papel japonés libre de ácido. Se aplicó presión, y calor controlado en las zonas que lo requirieron. Paño de pureza: En el soporte se realizó una consolidación en el anverso con Paraloid pulverizado al 10% en Xileno. Corona de espinas: Se fijó el papel levantado con Acril 33 diluido al 50 % en agua, variando esta proporción según las necesidades. Para facilitar la penetración del producto, se aplicó previamente como humectante una mixta de agua y alcohol mediante inyección, aplicándose a continuación con el mismo sistema el fijativo. 6- AJUSTES ESTRUCTURALES. En los módulos que presentaban deformaciones se realizó una corrección de las mismas en la medida de lo posible; también en el caso de piezas desajustadas o sueltas, éstas se recolocaron sin forzar y ajustaron para evitar movimientos. 7- REINTEGRACIONES VOLUMÉTRICAS. Las reintegraciones de volúmenes se realizaron aplicando un criterio basado en las interferencias visuales que ocasionaban las partes perdidas en la percepción global de la obra, con el objetivo último de devolver la unidad potencial al conjunto. Se intentó respetar el carácter ligero del conjunto, por ello se optó por utilizar materiales que se ajustaran a esta característica. En pequeñas pérdidas de soporte (perforaciones, agujeros, etc.) se intervino con resina Balsite a bajonivel.

116


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

En las grietas y oberturas estructurales, se realizó un sellado de las mismas para evitar la penetración de la suciedad en bajonivel con la misma resina. Materiales empleados: madera de balsa y Balsite, resina de bajo peso específico de dos componentes. 8- NIVELADO DE LAGUNAS. Estucado de faltas. La aplicación del estuco se realizó al mismo nivel del estrato original, utilizándose para ello un preparado comercial específico de aplicación en frío. Impermeabilización de estucos nuevos. Finalizado el proceso de estucado y nivelado de lagunas, se procedió a la impermeabilización y protección de los estucos añadidos, aplicando una capa de barniz mate Lefranc, rebajado con esencia de trementina. 9- REINTEGRACIÓN CROMÁTICA. En base a los criterios de reversibilidad, diferenciación, estabilidad y compatibilidad de los materiales, se emplearon diferentes métodos de reintegración cromática dependiendo del tipo de falta a tratar: Materiales empleados: pigmentos al barniz Maimeri. Técnica de ejecución: se reintegró con carácter imitativo las pérdidas de pequeño tamaño y a rigattino las lagunas de mayor dimensión. Paño de pureza: Paraloid pulverizado al 8% en Xileno. Reintegración cromática mediante rigattino con lápices acuarelables. 10- PROTECCIÓN FINAL. Para proteger eficazmente la superficie policromada del polvo, la suciedad y otras agresiones externas, y proporcionar a la obra un acabado unificado, se aplicó un estrato protector de barniz en aerosol de retoque y combinando con otro barniz de acabado mate. 11- ANCLAJE DEL CRISTO. El peso del cuerpo del Cristo en origen recaía sobre los pies y las manos sujetos a la cruz por tres clavos de madera de frutal. A lo largo de su historia ha recibido otros elementos de sustentación complementarios como cuerdas y cintas. El peso de la imagen y los movimientos que esta ha tenido han dañado gravemente pies y manos, no siendo ya elementos que deban soportar la totalidad del peso por la preservación

117


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

de la obra. Se realizó una propuesta de anclaje que tuviera en cuenta la estética del conjunto, la preservación en el tiempo de los materiales sugeridos y de la propia obra, la no interacción de los materiales nuevos con el original ni con el entorno.

118


Infome de restauraciĂłn del retablo mayor y tabernĂĄculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Cristo del retablo mayor de la colegiata de Lerma. FotografĂ­a final.

119


Infome de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

BIBLIOGRAFÍA: PABLO

F.

AMADOR

MARRERO.

UNIVERSIDAD

DE

LA

LAGUNA

(CANARIAS):

Puntualizaciones sobre la imaginería “tarasca” es España. El Cristo de Telde (Canarias): Análisis y proceso de restauración. PABLO F. AMADOR MARRERO (2002): “Traza española, ropaje indiano. El Cristo de Telde y la imaginería en caña de maíz.

120


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

RESTAURACIÓN DE LA CUSTODIA DEL RETABLO MAYOR DE LA COLEGIATA DE SAN PEDRO DE LERMA

24


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

-1. DESCRIPCIÓN CONSTRUCTIVA DE LA OBRA. El sagrario-tabernáculo del retablo mayor de la iglesia parroquial de San Pedro de Lerma simula una arquitectura en miniatura. Así, reúne todos los elementos propios que marcan los preceptos clásicos de belleza. Todos estos elementos (basas, columnas, capiteles, entablamento, frontones,...) se distribuyen en diferentes módulos principales, asentándose unos sobre otros de forma ascensional. A su vez, cada uno de esos módulos principales, se forma por módulos secundarios u otros pequeños elementos anclados de diversa manera. Presenta almas internas de madera (principales o secundarias), armazones de hierro, tornillos de hierro (de diferente diámetro en función al tamaño del elemento o módulo a sujetar), pasadores,… Cada uno de estos elementos se localizarán y se describirán de una forma pormenorizada en apartados sucesivos. BASAMENTO: El BASAMENTO o módulo de asiento de todo el conjunto, reposa a su vez, sobre una peana de alabastro de época reciente, pudiéndose datar en la década de los años 50 del S. XX. Esta peana de alabastro descansa sobre una mesa de altar de piedra. El BASAMENTO, es más que probable que en origen presentase un alma de madera sobre la que asentarse en todo su perímetro. Actualmente, al no presentar este elemento estructural, se apoya directamente sobre la mencionada base de alabastro.

Aspecto que presenta el basamento del sagrario-tabernáculo.

25


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

La forma predominante es la rectangular, siendo su cara frontal más ancha que su cara lateral. Las esquinas de este rectángulo se traducen en chaflanes flanqueados por sendos pedestales adosados. Sobre ellos reposan y se asienta la columnata. El armazón principal está construido con soporte metálico, donde el cobre se presenta como componente mayoritario de dicha aleación. Este armazón responde a un diseño de enmarcamientos sucesivos en todo su recorrido perimetral. Enmarcamientos que exhiben una sucesión de piedras duras y piedras semipreciosas. Cada uno de los cuatro laterales, presenta dos paneles de piedras duras; los cuatro chaflanes presentan una piedra cada uno de ellos; y cada uno de los ocho pedestales adosados, presenta tres planchas de piedra. La suma de todas ellas resulta un número de 36 planchas de piedras duras-semipreciosas. No obstante, de este número que presentó en origen, han desaparecido 3 de ellas. Los paneles de piedras se acomodan sobre un alma de madera, en el caso de los pedestales adosados. Y de un enmarcamiento también de madera en el caso de los chaflanes y los laterales. A estos enmarcamientos se les ha practicado un rebaje para procurar el correcto acomodo de dichas piedras. A su vez, además de estas almas de madera, cada una de las planchas de piedras duras, presenta un refuerzo de pizarra, lo que permite ahorrar material al procurar un mínimo espesor de piedra dura. De este modo, es la pizarra la que confiere consistencia al conjunto. Las planchas de piedra dura se adhieren a la pizarra mediante lo que parece ser cola animal y lacres. Este mismo adhesivo de cola animal es el utilizado pata sujetar la pizarra a su cama de madera. Las camas de madera presentan una serie de agujeros en su zona trasera a modo de aliviadero del exceso de adhesivo aplicado. Este BASAMENTO objeto de estudio se desmonta en ocho módulos secundarios, esto es, 4 módulos correspondientes a los paneles frontales y laterales; y otros 4 módulos correspondientes a los chaflanes con sus pilares adosados. La trabazón y anclaje de todos ellos, se logra mediante tornillos roscados, cuyo macho (de cabeza cúbica) se inserta en las almas internas de madera de cada uno de los pilares adosados. Aparecen un total de 16 tornillos. El alma de madera de los 4 chaflanes se logra mediante el encaje de la misma respecto a los paneles colindantes, puesto que no presenta tornillos. Sólo se aprecian restos de cola que atestiguan que en origen se logró su mejor trabazón mediante la aplicación de cola animal. Las almas internas de los pilares adosados presentas una etiqueta identificativa o localizadora a modo de antiguo siglado respecto a la ubicación de otras piezas del conjunto.

26


Informe de restauraciรณn del retablo mayor y tabernรกculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Aspecto de los cuatro chaflanes una vez retirados los paneles de los laterales.

Panel frontal. Visiรณn externa del enmarcamiento metรกlico y las piedras duras.

Panel frontal. Visiรณn interna del alma de madera.

27


Informe de restauraciรณn del retablo mayor y tabernรกculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Aspecto del panel una vez retirado el enmarcamiento metรกlico.

Aspecto del cajeado realizado en el alma de madera para procurar el acomodo del la pizarra y la piedra.

28


Informe de restauraciรณn del retablo mayor y tabernรกculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Panel lateral. Visiรณn externa del enmarcamiento metรกlico y las piedras duras.

Panel lateral. Visiรณn interna del alma de madera.

29


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Reverso oculto del enmarcamiento de madera.

Alma de madera y acomodo de las piedras duras.

30


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Aspecto de uno de los chaflanes con sus pilares adosados.

Visi贸n interna de uno de los chaflanes.

31


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Visión superior de uno de los chaflanes.

Visión de la cara de apoyo del chaflán sobre la base de alabastro.

Sistema de extracción de las piedras duras junto con su alma de madera.

32


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Aspecto del chaflán desprovisto de sus piedras duras y alma de madera.

CUERPO PRINCIPAL: Sobre el BASAMENTO antes descrito, se asienta el CUERPO PRINCIPAL del conjunto. Este módulo presenta un alma interna de madera que soporta las diferentes planchas metálicas que configuran el conjunto. Por un lado, aparecen planchas de perfil plano: este es el caso de la plancha de la zona frontal o puerta del sagrario. La plancha de la zona trasera debió ser semejante pero no se conserva. Las dos planchas de ambos laterales también presentan un perfil plano. En cambio, las planchas metálicas que recubren los cuatro chaflanes presentan tres lados. Ambos laterales de cada uno de estos chaflanes, continúan el perfil plano de las planchas antes descritas, solapándose sobre las mismas. El acomodo de todas estas planchas (frontal, laterales y chaflanes) se logra mediante tornillos de dos tipos: por un lado, de pequeño tamaño, en el caso de las planchas de perfil plano; y de gran tamaño en el caso del anclaje de las planchas de los chaflanes. La plancha frontal presenta una serie de decoraciones arquitectónicas (frontones) anclados a la plancha principal mediante vástagos roscados y sujetos a su reverso con su correspondiente tuerca. Las decoraciones vegetales se sujetan mediante pasadores doblados una vez insertos a la plancha principal. Otros elementos no pertenecientes a la fundición de la plancha principal, se han aplicado al conjunto mediante la aportación de soldadura fuerte. La puerta se sujeta al cuerpo principal mediante bisagra de tramos intermitentes (unos en la propia puerta y otro, en la plancha principal). La escena figurada también es de fundición. Los espacios calados dejan respirar una plancha de madera que simula una piedra dura, puesto que es lo

33


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

que debió tener en origen y que el propio uso de la pieza (apertura y cierre de la puerta) debió derivar en fractura y pérdida. Las planchas laterales, de idéntica factura, presentan elementos figurados (cabezas de ángeles alados) y vegetales (guirnaldas), ambos anclados mediante pasadores doblados al reverso de la plancha principal. También presenta cada una de ambas planchas, dos oquedades cuadradas que reciben sendas piedras duras. Ambas piedras superiores no se conservan. El espacio central está reservado a una hornacina que debió contener en origen algún elemento figurado. Actualmente no se conservan. Las planchas correspondientes a los chaflanes presentan semejantes formas constructivas: cabezas de ángeles alados; oquedades para el acomodo de piedras duras y hornacina central para elemento figurado. La plancha que debió tener en el reverso, se ha sustituido por una tosca plancha de madera, a modo de refuerzo de esa zona en el alma interna de madera.

34


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

35


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

36


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

37


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

38


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

39


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

40


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

41


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

42


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

43


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

44


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

COLUMNATA: El CUERPO PRINCIPAL presenta dos COLUMNAS en cada uno de sus lados, a excepción del reverso que no se han conservado. Se asientan sobre los pedestales adosados descritos anteriormente en el nivel de BASAMENTO. Cada una de las columnas presenta basa y capitel de soporte metálico; y fuste de piedra dura. Las basas presentan una serie de anclajes en sus extremos para ser insertados y lograr su trabazón. Y los capiteles presentan una plancha metálica a modo de prolongación superior en uno de sus lados, permitiendo de este modo, su anclaje (mediante clavos y tornillos) al alma interna de madera del cuerpo principal antes descrito.

45


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

46


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

ENTABLAMENTO: Sobre el CUERPO PRINCIPAL reposa el ENTABLAMENTO. Este módulo está compuesto de otros ocho módulos secundarios. Por un lado, tramos rectos correspondientes al frente, trasera y laterales. Los cuatro módulos restantes, correspondientes a los chaflanes, presentan la continuidad del perfil pautado por el módulo inferior o CUERPO PRINCIPAL. Los ocho módulos secundarios presentan una serie de molduras y paneles de piedras duras que responden al típico orden arquitectónico localizado en el nivel en el que nos encontramos, esto es, ARQUITRABE, FRISO Y CORNISA. En este caso, el espacio reservado al FRISO, presenta una serie de oquedades donde se asientan las piedras duras. Así, en el caso de los tramos rectos, aparecen dos piedras duras en cada uno de ellos; y en el caso de los tramos de chaflán, aparecen siete piedras en cada módulo secundario. En su zona superior encontramos las “simas” pertenecientes a la continuidad de los frontones localizados en los tramos rectos. Actualmente sólo se conserva un único frontón, localizado sobre el tramo recto de la zona frontal del anverso del tabernáculo. Los ocho módulos secundarios presentan dos sistemas de anclaje: por un lado una serie de prolongaciones localizadas en los laterales de los tramos rectos, donde se insertan tornillos roscados a la base horizontal de la zona superior de los módulos secundarios de los chaflanes. Y por otro lado, un bastidor metálico de hierro, que recorre y abraza interiormente el perímetro inferior de los ocho módulos secundarios. A este bastidor se insertan una serie de tornillos que abrazan cada uno de los módulos. Los tramos rectos presentan tornillos de pequeño tamaño, introducidos desde el interior. Y en el caso de los tramos de chaflán, los tronillos son de mayor tamaño y se insertan exteriormente, quedando a la vista la cabeza semiesférica del tornillo. En la zona interna del bastidor, presentan una tuerca que garantiza un mejor amarre de estos módulos al conjunto. Las piedras duras de los tramos rectos se sujetan mediante grapas metálicas; y en el caso de los tramos de chaflán, la sujeción se logró tanto mediante lacre (aplicado por todo el perímetro de dichas piedras), como mediante grapas metálicas.

47


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

48


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

49


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

50


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

51


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

52


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

53


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

MÓDULO SUPERIOR: Este MÓDULO SUPERIOR que descansa sobre el ENTABLAMENTO, se encuentra retranqueado respecto al plano de frontones. Esta ubicación supone que dichos frontones causen un solapamiento y ocultamiento parcial de la zona inferior de este módulo. Nuevamente se trata de un cuerpo rectangular achaflanado en sus esquinas. Los tramos rectos presentan dos piedras duras cada uno de ello; mientras que los chaflanes, presentan una única piedra. Los módulos secundarios correspondientes a los chaflanes, son los que presentan unas pletinas soldadas (en su reverso) para abrazarse mediante tornillos roscados a los módulos secundarios rectos. También estos chaflanes presentan unas pletinas, esta vez en su cara externa, para procurar un punto de anclaje respecto al modulo sobre el que se asienta. Esta pletina apoya directamente sobre el plano de “sima” descrito en el ENTABLAMENTO.

54


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

55


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

56


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

57


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

58


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

BALAUSTRADA: Remata el conjunto una balaustrada acomodada sobre una base que a su vez se asienta sobre el módulo anterior. Se repite nuevamente la forma perimetral de los cuerpos anteriores. En su lado frontal, presenta dos tramos de siete balaustres cada uno; en los laterales encontramos dos tramos de cinco balaustres cada uno; y en los chaflanes, un único tramo de tres balaustres. Los chaflanes, en su cara externa, presentan unas pequeñas prolongaciones donde se insertan los tirafondos que permiten anclar este módulo al módulo anterior. La plancha de asentamiento de la balaustrada presenta una forma perimetral interna que responde al acomodo de otro módulo o módulos superiores que no se han conservado.

59


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

60


Informe de restauraci贸n del retablo mayor y tabern谩culo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

61


2.- DESCRIPCIÓN DE PATOLOGÍAS. Las diferentes patologías que encontramos presentes en esta obra vienen causadas por factores de naturaleza diversa. No obstante se pueden clasificar en dos grandes grupos diferenciados en: patologías derivadas de factores intrínsecos y patologías derivadas de factores extrínsecos. Las patologías derivadas de factores intrínsecos son todas aquellas manifestaciones relacionadas con los soportes constitutivos de la pieza, así como la interacción del ambiente que la rodea. Por lo tanto, podemos establecer una serie de mecanismos de alteración, donde la consecuencia directa se traduce en la aparición de unos productos de alteración. Esto es, ante la presencia elevada de humedad relativa (mecanismo de alteración), el resultado ante un soporte metálico, se traduce en la aparición de productos de corrosión, como óxidos, carbonatos,… (productos de alteración). Las patologías derivadas de factores extrínsecos vienen causadas por multitud de agentes externos a la obra y el resultado de los mismos puede ser muy negativo y perjudicial para la misma. Así pues, cualquier agresión, mal uso, mala manipulación, expolio, “reparaciones” inapropiadas,…, pueden derivar en daños irreparables. También, la presencia de un factor extrínseco, puede ser el causante de productos de alteración al ser activados factores intrínsecos. Por lo tanto, estaríamos ante factores mixtos (extrínsecos/intrínsecos).

En la obra que nos ocupa, como FACTORES INTRÍNSECOS encontramos:

1. Productos de corrosión que recubren los elementos de hierro. El comportamiento de este tipo de soporte metálico ante los agentes externos, deriva en la aparición de una capa de óxido que recubre externamente toda la pieza. En este caso, la capa de óxido es homogénea y superficial (ambos tornillos de la derecha, en la imagen), lo que facilita su eliminación (ambos tornillos de la izquierda, ya eliminados los productos de corrosión).

61


2. Bastidor de hierro en contacto directo con los soportes metálicos de cobre del tabernáculo a nivel del entablamento. En este caso, además de los propios productos de corrosión inherentes al soporte de hierro, se pueden originar productos de corrosión derivados de la diferencia de par galvánico entre ambos metales (hierrocobre), al existir un contacto entre ellos.

3. La aparición de productos de corrosión en la superficie de los tornillos de hierro, ha causado el progresivo desprendimiento y pérdida del dorado al mixtión que las cabezas de dichos tornillos presentaban en la superficie. Pocos son los puntos de dorado que han resistido a la aparición de los productos de corrosión. Estos pequeños restos testimonian el aspecto que en origen presentaron así como la técnica utilizada para entonar las cabezas (vistas externamente) a la superficie dorada de las planchas de cobre.

62


4. Productos de corrosión (a determinar por el laboratorio del C.C.R.B.C.C. y L) derivados de la aleación constitutiva del soporte base utilizado en la fundición de los elementos que configuran todo el conjunto. Al igual que en el caso del hierro, los agentes externos son los principales causantes de estos depósitos de productos de corrosión.

5. Este tipo de depósitos superficiales es difícil de determinar a través de un simple examen organoléptico si se trata de productos de corrosión derivados del soporte metálico constitutivo que han atravesado el dorado superficial, migrando a la superficie (lo que supondría un importante daño de la propia capa de oro, al producirse pequeños “cráteres” y las consecuentes picaduras de estas zonas); o si bien, los productos sólidos procedentes de antiguas limpiezas inapropiadas (que suelen permanecer en las zonas resguardadas de la superficie), han adquirido ese aspecto, en parte por la mezcla de ambos.

63


6. Productos de corrosión, derivados principalmente del cobre, que han migrado a la superficie metálica. En esta ocasión localizados en uno de los reversos ocultos de los diferentes módulos que configuran la obra.

7. Importante y acentuado foco de productos de corrosión (enmarcamiento superior de la imagen) derivados del soporte constitutivo a determinar e identificar a través de las muestras tomadas y trasladadas al C.C.R.B.C.C y L). En este caso, una migración superficial tan densa y concentrada habrá causado la total destrucción de la capa de dorado al fuego de esta zona determinada.

64


8. La presencia de espigas de hierro embutidas en soportes pétreos puede derivar en fractura de estos últimos al producirse un supuesto proceso de corrosión, migración de productos de corrosión y un posible hinchamiento de la espiga metálica. En esta ocasión, este soporte de hierro parece presentar una correcta y total estabilidad.

9. En este caso, la pérdida del lacre que en origen sujetaba la basa metálica al fuste, suscitó la necesidad de aplicar otra “materia” que cumpliese dicha función. Esta “intervención de reparación” aportó al conjunto una pasta semejante al yeso. La interacción de la humedad aportada unida a la presencia de la espiga de hierro, aceleró la aparición de productos de corrosión de dicho metal. Como consecuencia de esta inapropiada intervención, se produjo la fractura de la masa aplicada así como la deplacación y separación de la misma respecto a la basa y fuste. El mal podría haber sido mayor de haber continuado el proceso de corrosión con el consecuente hinchamiento de la espiga metálica, lo que hubiese causado posiblemente, la fractura del fuste pétreo en su zona contigua.

65


10. Alteración del cemento natural constitutivo de muchos materiales inorgánicos en rocas sedimentarias. Esta alteración de ciertas vetas produce el debilitamiento de la zona, lo que puede derivar en fracturas y desmembramientos de soporte. Esta alteración natural del soporte constitutivo también ha causado la pérdida del pulimento que presentaba en origen, modificando con ello, la percepción y contemplación natural perseguida en el momento de su creación, esto es, un fuste brillante en lugar de la superficie mate que actualmente presenta.

11. Ejemplo semejante al anterior. La presencia de ciertas vetas más débiles en su naturaleza constitutiva, pueden derivar en fracturas que siguen el perfil de dichas vetas. En este tipo de piedra dura semipreciosa, su propia naturaleza cristalina también puede colaborar a una mayor deplacación entre fases.

66


12. En este caso el propio soporte de refuerzo o de asiento de la fina plancha de piedra dura, esto es, la plancha de pizarra ha sufrido un deterioro natural. Su naturaleza y estructura foliada ha derivado en la progresiva deplacación, causando la separación de los adhesivos utilizados para sujetar la plancha de piedra dura a este soporte, con la consecuente pérdida de ambos (capa de adhesivo y plancha de piedra dura).

13. Como en el caso anterior, la naturaleza foliada de la pizarra (soporte de refuerzo y de cama de las piedras duras en esta obra), ha causado la deplacación de las colas aplicadas para su sujeción al soporte ligneo utilizado soporte de anclaje a los enmarcamientos metálicos. No obstante, este soporte ligneo presenta una extremada delgadez en su zona de cajeado, lo que podría haber colaborado a causar movimientos y fisuración de la madera, con la consiguiente deplacación de los adhesivos, que por otro lado presentan una rigidez y tensión considerables al haber sido aplicados en una cantidad excesiva.

67


14. Estas planchas de piedras duras junto con su refuerzo de pizarra, se sujetan a los enmarcamietos metálicos mediante grapas metálicas laterales. En la mayoría de los casos, el ajuste se hizo mediante la aplicación de lacre en su zona perimetral del reverso. La natural alteración de este material ha derivado en la deplacación del mismo y su consiguiente separación de la superficie a la que fue aplicado. Así pues, se han producido pequeños desplazamientos de las planchas que distorsionan su correcta colocación respecto al marco metálico.

15. Alteración total del soporte de pizarra que ha derivado en fracturas múltiples de la misma así como la deplacación de adhesivos y desprendimiento de la plancha de piedra dura.

68


16. La alteración natural de la capa aplicada (oxidación natural de sus componentes) a toda la superficie de los soportes metálicos dorados, ha producido un enmascaramiento, distorsionando la correcta contemplación de estas superficies y su brillo propio.

17. Además de la capa alterada mencionada en la imagen anterior, la natural migración de productos de corrosión del soporte metálico colaboran a esa distorsión de la correcta percepción visual de la superficie de la obra.

69


18. La técnica constructiva de cada uno de los módulos, supone la utilización de “atadillos” de alambre de hierro para sujetar temporalmente las piezas y de este modo poder aplicar la soldadura fuerte en las zonas de unión deseadas. En la mayoría de los casos, se tiende a eliminar estos “atadillos” de alambre, puesto que pierden su función sustentatoria. Pero en algunos casos (como el de la imagen), no se han eliminado y se ha seguido el proceso constructivo de la obra hasta llegar al último estadio, esto es, el dorado al fuego. Como se puede apreciar en la imagen, los alambres se adivinan bajo la densa capa de oro. Pero esta diferencia de par galvánico entre metales, supone un mayor deterioro del alambre de hierro, lo que deriva en pérdida de capa de dorado superficial de esas zonas.

FACTORES EXTRÍNSECOS

19. La zona superior del tabernáculo presenta el acomodo de un módulo o módulos hoy desaparecidos. Esta continuidad en altura, remataría la arquitectura simulada. Para paliar esta pérdida y minimizar la entrada de polvo en el interior del tabernáculo, se cerró esta abertura con un tablero de madera. No obstante,

70


se pueden apreciar importantes depósitos de polvo en su interior. El propio expolio de los módulos superiores desaparecidos, es un factor extrínseco por lo que supone de merma de la totalidad de la obra original. Pero como consecuencia directa, se facilita la acumulación de depósitos sólidos en su superficie interna, colaborando con ello, a potenciar focos captores de humedad que pueden desencadenar otros mecanismos de alteración en los soportes metálicos colindantes (aparición de productos de corrosión).

20. La cara trasera presenta unas toscas tablas en sustitución de la plancha metálica sobredorada que debió tener en origen, suponemos semejante a la del anverso del tabernáculo, puesto que se trata de una constante simetría de formas en toda su construcción. Aun cuando esta obra, lo más probable es que fuese concebida para ser ubicada en un espacio exento, y en consecuencia, poder contemplar todos sus lados; pero al introducirse en una hornacina como la actual, la cara trasera quedó totalmente hipotecada a su natural contemplación. Suponemos, esto suscitaría el expolio de la misma.

71


Expoliadas también fueron las pequeñas esculturas de bulto redondo que aparecerían completando el interior de todas las hornacinas repartidas por los chaflanes y laterales del tabernáculo. En cambio, podemos suponer que las columnas traseras no fueron expoliadas, puesto que han aparecido durante el proceso de intervención de restauración sus basas y capiteles (guardados en otras dependencias del templo). Por lo tanto, podría tratarse de un descarte, esto es, decidir eliminar dos fustes que seguramente se encontraban muy deteriorados y con difícil recuperación volumétrica de los mismos (uno de los capiteles presenta un fragmento de piedra dura en su interior y también se conserva otro pequeño fragmento suelto y del mismo color). Estaríamos ante una reorganización de las columnas conservadas, dejando como es lógico, la trasera vacía al no ser vista.

21. Pérdida de paneles de piedras duras. La causa no se puede determinar con seguridad puesto que podría tratarse de expolio, o bien, de paneles deteriorados por fracturas que se decidió eliminar en algún momento indeterminado. En esta misma imagen se puede apreciar el inapropiado acomodo que se ha aportado al perímetro de su base de apoyo, cuando la peana de alabastro ofrece una correcta horizontalidad. Así, parte de este perímetro se ha cuñado y sellado con cemento, mientras que la zona trasera (no visible) se ha dejado flotante.

72


22. Aspecto de las cuñas de madera y del sellado de cemento citado en la imagen anterior. Este forzado desequilibrio de fuerzas y pesos, colabora a un deterioro del conjunto de la obra.

23. Desaparición, suponemos por expolio, de tres de los cuatro frontones que tubo la obra en origen. Han desaparecido tanto las “simas” como los “tímpanos” de piedras duras. Sólo se conserva el frontal.

73


24. Anclajes inapropiados que derivan en un acomodo inadecuado de muchos de los módulos. Antiguas intervenciones de “reparación” inadecuadas. Esto se puede traducir en tensiones negativas trasmitidas al resto de la obra (posibles deformaciones de soporte, fractura de soldaduras,…).

25. Sustitución de tornillos originales (suponemos por pérdida), por otros sistemas de anclaje que modifican el sistema original.

74


26. Toscas aplicaciones de pastas de yeso para intentar sustentar piedras duras desplazadas de su correcta ubicación. Este tipo de materiales puede originar mecanismos de alteración sobre los soportes metálicos (afloración de productos de corrosión).

27. Fractura de pestañas metálicas por mala manipulación de la obra (intervenciones inadecuadas).

75


28. Modificaciones del alma interna de madera que distorsionan el estado original del conjunto así como el equilibrio físico de la obra. El cubículo del sagrario es una tosca caja de madera totalmente irregular en sus formas y medidas.

29. Las sucesivas intervenciones que ha sufrido la obra a lo largo del tiempo, han supuesto un deterioro del conjunto. Así, se pueden apreciar multitud de agujeros que responderían a múltiples reubicaciones (en este caso de los amarres superiores de los capiteles). Esto atestiguaría que el conjunto ha sido sometido a múltiples montajes y desmontajes, parciales o totales (traslados, reubicaciones del conjunto,…).

76


30. Las múltiples intervenciones mencionadas en la imagen anterior, han derivado en fracturas con desmembramiento de fragmentos de soporte ligneo, debilitando de este modo, la propia estructura del alma de madera, así como la sustentación y anclaje de los módulos metálicos que conforman la obra.

31. Montaje erróneo del basamento o pedestal. Este módulo aparece invertido en su totalidad. Posiblemente se trate de una medida intencionada para facilitar de este modo, el acomodo de las basas de las columnas sin necesidad de encajar los pequeños pernos que presenta para su trabazón.

77


32. Aparición de piezas descontextualizadas de su emplazamiento original. En este caso se trata de una plancha metálica reutilizada como relleno en un lateral del basamento o pedestal. Pero se trata de una pieza de vital importancia por ser la única que se conserva de las cuatro que debió tener en origen. Se trata de una base de apoyo para asentar uno de los tímpanos laterales, sobre el entablamento.

33. Aspecto de la pieza descrita en la imagen interior en su lado dorado, esto es, el lado visible una vez se coloque en su emplazamiento original.

78


34. Múltiples abrasiones de soporte metálico con la intención de aplicar soldaduras inapropiadas (por ser de estaño-plomo) y reforzar las pestañas metálicas que sujetan las piedras duras por los reversos ocultos de los diferentes módulos.

35. Intervención de “reparación” en época indeterminada: macizados internos localizados en el módulo correspondiente al entablamento. Material y método inapropiados.

79


36. Pérdida de soporte metálico. En este caso una plancha de amarre superior de uno de los capiteles. Además se trata de una plancha aportada con posterioridad y no ser la original (lo atestigua la soldadura y los pequeños restos que se conservan).

37. Intervención de “reparación” inapropiada: aportación de plancha de hojalata para el anclaje de capiteles al cuerpo principal. Soldadura también inapropiada (estañoplomo).

38. Aportación de sistemas de anclaje inapropiados (tornillos modernos y puntas de hierro).

80


39. La mala manipulaci贸n de la obra causa fracturas de estas caracter铆sticas en este tipo de soportes constitutivos. Son m煤ltiples las fracturas que encontramos en buena parte de los fustes.

40. El desmembramiento de alguno de los elementos constructivos del conjunto (en este caso, un fuste), puede repercutir negativamente en otros elementos que participen de su apoyo o sustentaci贸n.

81


41. Reubicación inadecuada de elementos, distorsionando su lógico emplazamiento y su natural contemplación. En este caso queda a la vista una hendidura practicada en la basa con la finalidad de abrir espacio a la cabeza del tornillo que sujeta las planchas del módulo principal.

42. Acomodos inapropiados que pueden causas presiones que perjudiquen la integridad de las piezas colindantes (aparición de fisuras en los fustes,…).

43. El deterioro que se observa en este soporte de madera indica haber sufrido un brusco ataque desde el lado exterior, golpeando directamente el panel de piedra dura con la intención de lograr su desprendimiento y poder así, acceder al interior del basamento o pedestal. Seguramente no se trate de un expolio. Más bien de poder acceder a su interior para introducir algún tipo de cableado eléctrico, por ejemplo.

82


44. Fisuraciones del soporte ligneo y consecuentes deformaciones del mismo debidos a un exceso de delgadez de dicho soporte a la hora de practicar los cajeados que dan cobijo a los paneles de piedras duras (por su reverso).

45. Toscas reparaciones que, además de distorsionar la correcta contemplación y natural continuidad de formas, el inapropiado ensamble de fragmentos puede causar presiones perjudiciales al modificar el eje de equilibrio.

46. Presencia de soldaduras inapropiadas (estaño-plomo) que además de provocar procesos de corrosión por par galvánico, ocultan y desvirtúan los volúmenes originales.

83


47. Importantes dep贸sitos de cera, repartidos de forma indiscriminada por toda la superficie de la obra, procedentes de lucernarios ubicados en el retablo por encima del tabern谩culo.

48. Ejemplo semejante al anterior.

49. Presencia de dep贸sitos de humo, localizados principalmente en la cornisa del entablamento, procedentes de antiguas iluminaciones de velas.

84


50. Notables depósitos de polvo, acumulados con el paso de los años, lo que indica que la obra no ha seguido un mantenimiento y controles periódicos.

51. Presencia de depósitos sólidos procedentes de antiguos productos de limpiezas mal ejecutadas y con productos inadecuados.

85


52. Limpiezas excesivas practicadas periódicamente, que han tenido como consecuencia, la merma parcial o desaparición total en ciertas zonas de la capa de dorado superficial. FACTORES MIXTOS (INTRÍNSECOS/EXTRÍNSECOS):

53. La decisión de incluir espigas metálicas de hierro (con la finalidad de reforzar zonas de fractura), aun cuando parecen mantener cierta estabilidad, podrían producir aumentos dimensionales que originarían fisuras en el material lapídico.

86


54. Las espigas metálicas --de hierro-- originales de la obra, aportadas con la finalidad de sujetar basas y capiteles, han iniciado mecanismos de alteración una vez que se han aplicado pastas inapropiadas (yeso) en intervenciones de “reparación” recientes.

55. La aportación de esas pastas inapropiadas citadas en la imagen anterior, también han causado mecanismos de alteración en la aleación metálica constitutiva de basas y capiteles, con la consiguiente aparición de productos de corrosión.

87


56. Visión inferior de la pieza anterior. Se evidencian los mecanismos de alteración presentes en ambos soportes metálicos, basa (aleación de cobre) y espiga (hierro).

57. La permanencia de alambres de hierro (insertadas en el proceso de modelado de la pieza en cera) una vez positivada la pieza en su aleación definitiva de cobre, produce mecanismos de alteración (c orrosión por par galvánico).

88


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

-TRATAMIENTO REALIZADO. La intervención de conservación-restauración del tabernáculo ubicado en el retablo mayor de la iglesia parroquial de San Pedro de Lerma, se ha iniciado una vez instalado el andamiaje que da acceso a toda la estructura del retablo. No obstante, este andamio en lugar de facilitar el acceso a la pieza, lo entorpece. Por lo tanto, si ya era complejo trabajar in situ, puesto que la obra está ubicada en una hornacina de limitado espacio (angostos accesos laterales y nulo espacio trasero), ahora resulta complicado incluso el acceso frontal, único lado que antes de colocar el andamiaje presentaba un buen acceso de trabajo para proceder a la intervención de restauración. Se ha considerado totalmente necesario proceder al desmontaje total de la obra, para de este modo intervenirla en otras dependencias parroquiales y poder trabajar con la holgura necesaria que requiere una intervención de estas características. Esta decisión ha sido notificada y consensuada con la dirección facultativa nombrada para este trabajo. Tras realizar un examen organoléptico que nos ha confirmado la viabilidad del proceso de desmontaje modular del conjunto, se ha procedido al mismo. Durante este proceso se ha documentado gráfica y fotográficamente todas y cada una de las piezas, tanto su ubicación respecto al conjunto, así como las peculiaridades que han ido surgiendo. Del mismo modo, se han siglado todos los tornillos y pequeños elementos para de este modo, proceder a su reubicación exacta en el momento de montar el conjunto. El módulo superior, correspondiente a la balaustrada, presenta un tablero de madera (con importantes acumulaciones de cera así como focos puntuales carbonizados), aportado con la intención de cerrar la apertura dejada al desaparecer el módulo o módulos superiores que coronarían el tabernáculo (Fotos F.58 y 59). Aun a pesar de evitar en parte la entrada de depósitos sólidos en su cavidad interna, resulta evidente la considerable acumulación de depósitos, principalmente de polvo y hojas secas procedentes de ornamentos florales (Fotos F.60 y 61). Por ello, se ha procedido a un trabajo paralelo de desmontaje y eliminación de los importantes depósitos sólidos mediante aspiración de los mismos. Desde el nivel superior de BALAUSTRADA, hasta el nivel de ENTABLAMENTO (incluido también éste), el desmontaje ha sido factible manteniendo su construcción modular (Fotos F.62 a 67). Pero llegados a este punto, el CUERPO PRINCIPAL (cuerpo perteneciente al nivel de columnas y puerta del sagrario), debido al gran volumen que presenta, requiere ser desmontado pieza a pieza in situ. La disposición del andamio antes comentado tampoco lo hubiese permitido. El desmontaje de este CUERPO PRINCIPAL se ha iniciado retirando todas aquellas columnas o fragmentos de columnas que presentaban riesgo de desprendimiento inminente, al no presentar el anclaje apropiado o haberlo perdido. La mayoría de estas columnas presentan fustes fracturados, y sus basas y capiteles desmembrados de su anclaje, lo que hace que aparezcan desubicadas de su emplazamiento correcto (Fotos F.68 a 71). La mayoría de estas piezas (basa, fuste, capitel) se sustentan por una presión forzada mediante la aportación de cuñas de madera (antigua intervención de “reparación) que frenan la posible caída de estos elementos. Estas presiones en la mayoría de los casos ejercen fuerzas negativas, ya que no responden a un eje de equilibrio natural. Por ello, están colaborando a producir daños no deseados: deformaciones, fisuras, abrasiones,… Las columnas que sí están sujetas, para su retirada ha sido necesario eliminar las puntas y tirafondos (procedentes de otra intervención de “reparación” reciente) insertos en las chapas o prolongaciones que presentan los capiteles en su zona superior. Estas

89


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

chapas descansan sobre la zona superior del alma interna de madera que sustenta el CUERPO PRINCIPAL. Algunas de estas chapas no presentan un soporte original, esto es, se trata de hojalata unida a los capiteles originales mediante soldadura de estaño plomo (Fotos F.192). Por lo tanto, estamos ante una aportación de época reciente para paliar de este modo, las pérdidas de chapas originales que sustentaban en origen estos capiteles. Las chapas originales presentan un soporte de aleación semejante al resto del soporte constitutivo del tabernáculo, esto es, aleación de cobre dorado en superficie (Foto F.193). Una vez retirados todos los elementos constitutivos de las columnas, se ha dado paso al desmontaje de los cuatro chaflanes del CUERPO PRINCIPAL. Su anclaje consiste en tornillos de considerable tamaño insertos en el alma de madera mediante roscado de los mismos (presentan cabeza semiesférica con incisión en cruz para poder apretarlo o aflojarlo). Cada uno de los chaflanes presenta cuatro agujeros para el acomodo de dichos tornillos, pero no se conservan todos ellos. Esto se traduce en una merma de la resistencia estructural y trabazón de cada pieza respecto al conjunto modular. Por otro lado, ambos chaflanes del lado izquierdo del tabernáculo, presentan en su zona superior la aportación de unos ángulos metálicos anclados con tornillos y tuercas de factura moderna. Esta modificación en el sistema de anclaje parece indicar que ambos chaflanes izquierdos han sido desmontados en su totalidad, junto con la plancha metálica que cierra este lado izquierdo, puesto que no presenta tampoco, tornillos originales, sino puntas de hierro. Una de las posibles razones de este desmontaje parcial, podría deberse a querer acceder al interior del CUERPO PRINCIPAL y proceder a algún tipo de modificación, como por ejemplo, introducir el cubículo de madera que hace las funciones de sagrario (Fotos F.72 a 104). Una vez desmontados los cuatro chaflanes y las tres planchas principales (ambas laterales y la plancha principal que acoge la puerta del sagrario), queda al descubierto el alma interna de madera, pudiéndose comprobar la acentuada debilidad estructural de la misma. Es más, buena parte de la relativa estabilidad que presentaba este módulo, se debía a la trabazón de las diferentes piezas y la rigidez de su soporte constitutivo, esto es, gruesas panchas metálicas (Foto F.178). En el interior del alma de madera, además de los considerables depósitos sólidos superficiales (principalmente de polvo), han aparecido restos de piedras duras pertenecientes a las planchas laterales del CUERPO PRINCIPAL (Foto F.90 y 91). Se trata de un nuevo litotipo que no aparece en el resto del tabernáculo: por un lado, una piedra entera (junto con su refuerzo de pizarra); y por otro lado, un fragmento de las mismas características (en este caso, sin refuerzo de pizarra). De este modo queda resuelto el criterio de reintegración a seguir respecto a las planchas laterales de este módulo principal, ya que se consideraban desaparecidas ambas y tampoco se podía establecer una secuencia repetitiva (como pasa en el resto del tabernáculo) que permitiese elegir el color a reponer en este caso concreto. También en el interior del alma de madera se ha encontrado un refuerzo de pizarra (con restos de la cola adhesiva que sujetaba la piedra dura) perteneciente a un tímpano, que por tamaño y ángulos de inclinación, pertenece sin duda alguna, a uno de los dos posibles frontones laterales del nivel de ENTABLAMENTO (Foto F.101). Este hallazgo demuestra la forma de cerrar los espacios correspondientes a los tímpanos, pero no es posible establecer el litotipo que en estos espacios arquitectónicos se decidió utilizar. Lo que complica o imposibilita un criterio de reintegración en cuanto al ritmo de color establecido en el conjunto. Se han hallado pequeños fragmentos de plancha de lapislázuli, pero no se puede determinar la ubicación de los mismos, puesto que podría tratarse de

90


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

desprendimientos procedentes de los módulos superiores que remataban en altura el tabernáculo. Tras la recuperación de todos estos fragmentos, se ha procedido a la aspiración y eliminación de los depósitos sólidos superficiales. La mencionada mala disposición de los tramos verticales del andamiaje, imposibilitan la retirada unitaria del alma de madera. Así pues, ha sido necesario desclavar los paneles que configuran este alma interna: panel inferior y superior; tablas traseras y cubículo correspondiente al sagrario. A este nivel de desmontaje, se accede al cuerpo de BASAMENTO o PEDESTAL. Corresponde al último módulo que da asiento a todo el conjunto. En esta ocasión se ha eliminado una gruesa chapa metálica, aportada como tope de la puerta del sagrario, puesto que de no existir este tope o freno, la puerta se introduciría hacia el interior del sagrario. Se trata de una chapa que no presenta ningún valor artístico, lo que posibilita su descarte o eliminación. En cambio, en el lateral derecho de este PEDESTAL, ha aparecido encajada otra pieza que en este caso, sí pertenece al conjunto por tratarse de una pieza original: una plancha de aleación de cobre sobredorada en uno de sus lados. La forma o perfil que presenta, permitirá establecer su posible ubicación original respecto al conjunto (Foto F.105 y 106). El BASAMENTO o PEDESTAL, debido a su tamaño, tampoco es posible retirarlo de su ubicación sin desmontar las diferentes piezas que lo configuran. En esta ocasión, las piezas laterales, la frontal y la trasera, presentan en su cara interna, unos tornillos de cabeza cúbica, que roscados a las almas internas de madera localizadas en los pedestales pareados de cada chaflán, abrazan la totalidad de este módulo (Foto F.107). Al desenroscar estos tornillos, se separan los refuerzos de madera (cajas sobre las que se asientan las piedras duras con su refuerzo de pizarra) de su enmarcamiento metálico externo. Esto ocurre en los tramos planos de los laterales, frontal y trasero. En el caso de las piezas que configuran los chaflanes (ambos pedestales y el propio enmarcamiento del chaflán), las almas de madera (que sustentan las piedras duras) están embutidas en un cuerpo cúbico que para su extracción, se requiere de un deslizamiento paralelo a su propia estructura metálica (Foto F. 108 a 110). Cada una de estas almas de madera (de un total de ocho), presenta el cajeado de tres de sus cuatro caras para dar asiento a tres planchas de piedra dura, que son las caras vistas al exterior. La cara de chaflán presenta otra pieza de madera independiente donde se sustenta su correspondiente piedra. En el interior del BASAMENTO o PEDESTAL ha aparecido desprendida otra piedra dura perteneciente a uno de estos marcos de chaflán. No obstante, siguen faltando otras dos piedras duras de sendos chaflanes traseros; así como otra piedra dura localizada en el tramo recto del lateral izquierdo. En el caso de esta última piedra dura, se puede apreciar como la base o caja de madera que la sustentaba, ha sido rota bruscamente (Foto F.165). El tipo de astillados y roturas que presenta, indican que la pieza ha sido golpeada desde el exterior o cara visible de la piedra dura. Esto podría indicar que no se trata de un expolio, sino más bien, de acceder violentamente al interior del BASAMENTO con la posible intención de proceder a instalar algún cableado o labores semejantes. Esta brusca acción se ha traducido en la pérdida irreparable de una plancha de piedra dura. El desmontaje del BASAMENTO ha permitido comprobar que la totalidad de este módulo había sido invertido respecto a su posición original, posiblemente en la década de los años 50 del S.XX, fecha a la que pertenece el pedestal de asiento de alabastro. Esta acción de invertir la totalidad del módulo no se trataría de una cuestión accidental, sino más bien, de una decisión meditada y claramente intencionada (Foto

91


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

F.107). La razón sería la de facilitar el asiento de las basas de las columnas respecto a la cara correcta. Esto se debe a que la cara correcta de asiento de basas, presenta una superficie plana en la que se han practicado una serie de agujeros (incluso replanteados algunos de ellos), donde se insertarían los anclajes que también presentan las basas en los extremos de su base. La dificultad que empañaría hacer coincidir todos estos anclajes, respecto a una ubicación errónea de dichas columnas y basas (puesto que la ordenación de columnas no responde a la disposición original), habría suscitado facilitar dicha tarea invirtiendo el BASAMENTO, lo que eliminaría dicho problema (ya que en este caso, es otro tipo de superficie que evita estos anclajes, aun cuando por el contrario, el resultado conseguido con ello anularía la trabazón e inmovilidad requeridas a una correcta estabilidad de las columnas). Las columnas se encuentran ubicadas erróneamente a su disposición original también de forma intencionada. El replanteo total de las columnas supondría disimular la desaparición de dos de ellas. Además de esta pérdida (posiblemente por fracturas irreparables de las mismas) volumétrica, se sopesaría la cuestión de simetría de color, lo que condicionaría en mayor medida la decisión de reordenar la totalidad de las columnas. Tras un examen pormenorizado de cada una de las piezas (capiteles, fustes y basas), se ha podido constatar la existencia en la mayoría de las piezas, de “marcas de colocación” que pautarían el montaje establecido durante la ejecución de la obra en taller. Así, la mayoría de fustes, basas, capiteles y zonas de asiento en los pedestales del BASAMENTO, presentan “incisiones numeradas” que agrupan y ubican cada conjunto de piezas. Y la conclusión obtenida de cotejar todas estas marcas, establece que los fustes de tonos marrones se ubicarían pareados en ambos laterales del tabernáculo; mientras que la cara frontal y la trasera, presentarían columnas con fustes de tonos negros. De este modo, se respetaría una simetría de color que actualmente no presenta el tabernáculo. Una vez desmontados todos los niveles del tabernáculo: cada uno de estos módulos es sometido a un segundo desmontaje, siempre y cuando presente un sistema practicable, esto es, presencia de tornillos que posibiliten dicha intervención (Foto F.112 a 119). Este máximo nivel de desmontaje, posibilita una intervención más profunda de todo el proceso de restauración en todos sus estadios: eliminación de depósitos superficiales; proceso de limpieza de soportes metálicos (anversos y reversos); eliminación de productos de corrosión; recolocación de piedras duras,… El proceso restauración ha continuado con la eliminación de aquellas reintegraciones y uniones de fracturas en los fustes de las columnas. Son múltiples las reintegraciones desafortunadas ejecutadas con la única intención de unir fragmentos pero sin el cuidado ni la continuidad lógicos a tener en cuenta. También encontramos múltiples fracturas correctamente reintegradas, pero en este caso parece tratarse de reintegraciones mucho más antiguas, o incluso posiblemente, coetáneas a la ejecución de los propios fustes. Se ha seguido el criterio de mantener aquellas reintegraciones antiguas que mantienen una buena adherencia y continuidad de superficie. En cambio, aquellas otras mal solucionadas, se han eliminado mecánicamente (a punta de bisturí) (Foto F.127 a 129). La pasta utilizada para estas reintegraciones parece responder a un tipo de lacre con alguna posible carga inerte, no obstante, se han tomado muestras para su análisis e identificación de materiales, análisis e realizar en el C.C.R.B.C.C y L. La separación de estas uniones dejan a la vista espigas metálicas de hierro, insertadas previa práctica de la oquedad necesaria para su acomodo en ambos lados de la fractura (Foto F.125 y 126). El estar totalmente recubiertas de esta pasta de lacre, parece haber colaborado a un buen aislamiento de este soporte metálico, y por consiguiente, la estabilidad del mismo, evitando con ello, la exposición a agentes externos que iniciasen mecanismos de alteración con la consiguiente aparición de

92


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

productos de corrosión o aumentos volumétricos que hubiesen podido producir fisuras del soporte lapídico colindante. Ambas caras de las fracturas se limpian de forma exhaustiva para con ello, procurar la mejor unión posible a la hora de proceder a practicar la nueva unión. En cuanto a las uniones de basas y capiteles, encontramos presencia de uniones originales, realizadas con lacre. Algunas de estas uniones presentan buena estabilidad, pero en otros casos, aparecen fracturadas y desmembradas (Foto F.120 a 122). En este caso, se procede a la eliminación de las mismas y a la limpieza de ambas superficies: la superficie lapídica (unión del fuste en su lado de la basa o capitel) y la superficie metálica (basa o capitel). La eliminación de los lacres alterados, permiten dejar a la vista las espigas metálicas (a modo de clavo de hierro) insertadas en los extremos del fuste pétreo. Otras basas y capiteles, presentan antiguas “reparaciones” mal ejecutadas por estar realizadas con una pasta semejante a la escayola. Algunas de ellas parecen mantener una buena adherencia de las zonas a unir, pero otras, muestran evidentes signos de estar ante mecanismos de alteración activados, así como la consiguiente presencia de productos de corrosión (Foto F.123 y 124). En ambos casos, las estables y las inestables, se ha decidido su eliminación puesto que incluso las pastas estables, con el tiempo pueden activar mecanismos de alteración, sobre todo en los soportes de hierro pertenecientes a las espigas metálicas. Su eliminación ha sido mecánica (bisturí). La limpieza de las superficies externas de los fustes ha consistido: por un lado, una limpieza mecánica de los depósitos superficiales (restos de cera, principalmente); y una limpieza química (a base de hisopos de hisopos de Disolvente Nitro). La eliminación de la suciedad superficial permite ahora contemplar el acabado superficial de los fustes, aflorando un pulimento de gran calidad, lo que se traduce en un acentuado brillo superficial. Una vez limpias todas las zonas de fractura (así como todas las superficies externas de los fustes), se ha procedido a la nueva unión de las mismas. Para ello se ha utilizado un adhesivo termoestable de dos componentes (Araldit rápido). Tras su secado, se han completado las pérdidas de volumen de soporte en los perímetros externos de la superficie. Dichas reintegraciones se han realizado a bajo nivel, pero haciendo una diferenciación mínima (Foto F.130). Se ha utilizado resina epoxi (Araldit SV427 / HV427). La reintegración cromática ha sido imitativa (Maimeri) (Foto F.131). Para el anclaje de las basas y capiteles desmontados, se ha procedido a la aplicación de la misma resina epoxi (Araldit SV427 / HV427). La pasta semejante a la escayola, también aparece aplicada en algunos de los reversos ocultos de planchas de piedras duras, en los módulos de entablamento y superior (Foto F. 132 a 136). La tosquedad en su aplicación además de sustentar estas piedras en posiciones incorrectas, comporta la eliminación de las mismas para poder replantear una ubicación correcta de las piedras duras respecto a su enmarcamiento metálico. Eliminación mecánica (bisturí y microtorno). La eliminación de estas pastas, ha supuesto el desprendimiento de alguna de las piedras duras que sustentaba. También algunas de estas piedras habían sufrido desprendimientos de la propia plancha respecto al refuerzo de pizarra, que fueron recolocadas pero de forma errónea, sin respetar ni la continuidad en la unión de fractura, ni la planimetría de toda la pieza. En estos casos, se ha procedido al desmontaje total de los distintos fragmentos de piedra dura respecto al refuerzo de pizarra. La limpieza de todos ellos ha sido mecánica (bisturí y microtorno) (Foto F.137 a 141).

93


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

En el caso de los rellenos presentes en los reversos del módulo de entablamento, se ha hecho una cata para proceder a eliminar uno de estos rellenos (Foto F.205 a 207). Se ha podido comprobar que las pequeñas planchas de piedra dura que sustentan, en este caso no presentan grapas metálicas que colaboren a su sujeción. Tan solo se aplicó en origen, lacre en su perímetro como medida de sustentación de estas piezas. El desprendimiento paulatino de estos lacres sobre la superficie metálica, debió suscitar la necesidad de reforzar (aplicando la escayola) la zona y evitar con ello, posibles desprendimientos de piedras duras. La eliminación de estos rellenos, supone un daño importante, puesto que se originan una serie de vibraciones durante el proceso que provocan el desprendimiento de aquellos lacres que aun mantienen una buena adherencia. Por otro lado además del perjuicio causado, habría que proceder a una nueva fijación de todas las piedras del entablamento. Y se puede apreciar en este caso, que dichas aplicaciones de escayola, al no estar en contacto con soportes de hierro (puesto que la zona de contacto es cobre y pizarra), presentan una buena estabilidad y un buen comportamiento de los materiales presentes. Por todo ello, se ha decidido mantener estos rellenos de escayola sobre las zonas del entablamento. Una vez eliminadas todas aquellas pastas aplicadas de forma tosca o perjudiciales para el buen comportamiento de los soportes originales, se ha proseguido el tratamiento eliminando los productos de corrosión que aparecen sobre la superficie de los elementos metálicos de hierro: bastidor o armazón que cohesiona todo el módulo de entablamento; tornillos que sustentan las diferentes piezas de cada módulo; tornillos que sustentan las diferentes planchas metálicas al alma de madera del cuerpo principal del tabernáculo (Foto F.142). Para la eliminación de la capa de óxido, se ha procedido mediante la aplicación de microtorno y escobillas de cerdas de acero. En los casos donde se conservan restos de oro al mixtión (cabezas de los tornillos), el tratamiento seguido ha sido mucho más medido, eliminando los productos de corrosión de estas zonas localizadas mediante lápiz de fibra de vidrio. El resultado en ambos casos, ha sido satisfactorio. La eliminación de restos sólidos resultantes de esta intervención, se ha logrado mediante baños de alcohol etílico y acetona. Una vez que estos soportes de hierro ya presentan una superficie libre de impurezas, se realiza un tratamiento de inhibición de la corrosión: aplicación (a pincel) de ácido tánico (C76H52O46) al 10% en alcohol etílico (125 cc agua desmineralizada, 12,5 gr tánico, 18 cc alcohol). Se ha evitado la inmersión de las piezas para controlar aquellas zonas puntuales de oro al mixtión conservadas en alguna de las cabezas de los tornillos. Tras el pertinente plazo de secado de este tratamiento, se aplica una capa de protección a base de resina acrílica (Paraloid B-72 al 15% en Disolvente Nitro) aplicada a pincel. La limpieza de los soportes metálicos que configuran todo el tabernáculo, se establece en diferentes estadios en función a la problemática a tratar: -1. Eliminación de depósitos sólidos pertenecientes a antiguas limpiezas mal ejecutadas. -2.Eliminación de depósitos de cera, procedentes de antiguas luminarias de velas. -3.Eliminación de la capa alterada que recubre y enmascara todas las superficies sobredoradas, distorsionando la correcta percepción de dichas superficies. -1. La eliminación de depósitos pertenecientes a antiguas limpiezas mal ejecutadas ha consistido en una limpieza mecánica a base de bastoncillos de madera de balsa, incidiendo con ellos sobre los depósitos más resistentes acumulados en recovecos de

94


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

difícil acceso (Foto F143). Los depósitos más superficiales serán eliminados a la vez que sea eliminada la capa alterada que recubre la superficie dorada. -2. Los numerosos e importantes depósitos de cera, se han eliminado mediante proceso mecánico (a punta de bisturí) (Foto F.145). -3. La eliminación de la capa alterada que recubre y enmascara toda la superficie sobredorada de toda la obra, ha consistido en una limpieza química (Foto F.150 a 155). La elección del método químico se ha podido establecer una vez analizada e identificados los elementos constitutivos de dicha capa alterada. Para ello, se ha tomado muestra y se ha analizado en el laboratorio del C.C.R.B.C.C. y L. La presencia de componentes orgánicos así como la eliminación de los mismos, requiere la actuación de un ácido. En esta ocasión, se ha establecido una disolución al 15% de ácido orto-fosfórico: 12,5 ml H2O2 (Hidrógeno Peróxido 30% p/v) + 41,11 ml ácido orto-fosfórico 85% + 193,39 ml H2O. A esta disolución se ha añadido carboximetilcelulosa con la intención de obtener un gel. De este modo se logra hacer aplicaciones parceladas y que la actuación del producto sea más incidente a nivel de la superficie a tratar. Tras las pruebas realizadas, estableciendo diferentes tiempos de aplicación (esto es, antes de retirar el producto y proceder a la neutralización del mismo), se ha decidido que los intervalos de 3-4 minutos entre aplicación (a pincel) y eliminación (hisopos de algodón), responden a las necesidades requeridas para la correcta eliminación de la capa superficial alterada. Para la neutralización de la disolución ácida, se ha procedido a la aplicación de hisopos de algodón impregnados en agua desionizada, repitiendo la operación hasta que la zona tratada quede totalmente libre de la pasta gelificada. Se ha podido comprobar un comportamiento dispar de esta capa alterada a la hora de proceder a su eliminación. Así, mientras una zona tratada se logra eliminar mediante una única aplicación de disolución ácida, en cambio en otras zonas es necesario repetir la operación hasta cuatro o cinco veces (con su consiguiente neutralización en cada una de las aplicaciones). Tras la última aplicación (sin influir el número de veces que haya sido necesario incidir), se ha sometido a la zona tratada a una serie de aplicaciones de hisopos de alcohol etílico intercalados con hisopos de acetona para procurar acelerar la evaporación del medio acuoso utilizado en la disolución aplicada. Esta ha sido la sistemática seguida en todas las piezas sobredoradas que constituyen la obra. La limpieza de la cara visible de las piedras duras, aunque en principio se había probado una limpieza química mediante la aplicación de un jabón neutro al 2% en agua desionizada y el adicionado de polvo de piedra pómez (a modo de microlija), tras la decisión de realizar un estudio identificativo de los diferentes litotipos presentes (espectroscopía Raman. UVA), se ha decidido modificar el sistema de limpieza para evitar la presencia de impurezas o restos de piedra pómez que puedan modificar los resultados de dicha analítica. Finalmente se ha optado por una limpieza química consistente en la aplicación de hisopos de algodón impregnados en Disolvente Nitro. El resultado es óptimo, logrando la correcta eliminación de aquellos depósitos superficiales que enmascaran la superficie de las piedras y el brillo propio de una superficie pulimentada como es el caso. Durante el proceso de limpieza de todas las piedras duras, también se han ido recolocando y fijando aquellas planchas que aparecían desplazadas respecto a su enmarcamiento metálico externo (evitando los desencuadres que distorsionan una natural contemplación del conjunto). Para ello se han aplicado zonas puntuales de resina epoxídica (Araldit SV427 / HV427)

95


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Una vez eliminada la capa alterada que recubre todas las superficies sobredoradas, se han eliminado mecánicamente (bisturí), aquellas zonas localizadas correspondientes a focos de productos de corrosión. También se han eliminado mecánicamente (bisturí) zonas puntuales donde han sido aplicadas soldaduras de estaño-plomo sobre la superficie dorada: platabandas del entablamento; diferentes zonas de la puerta del sagrario; esculturas de bulto redondo (ángeles y San Mateo) (Foto F.146 a 149). Una vez retiradas las soldaduras de estaño, en el caso de la escultura de San Mateo se ha podido comprobar como la aplicación de la soldadura del brazo respondía a la intención de sujetar un trozo de brazo que no pertenece a la escultura. En este caso, se ha independizado el fragmento de brazo de la pieza principal. Otro proceso de intervención ha consistido en la eliminación parcial de deformaciones localizadas en el soporte metálico. Se han podido paliar aquellas deformaciones localizadas en las hornacinas que acogieron esculturas de bulto redondo. Resulta evidente que estos elementos de pequeño tamaño fueron expoliados bruscamente, arrancándolos de su ubicación. Al estar anclados mediante tornillos al reverso de las esculturas y a su vez a los agujeros practicados en el soporte de las hornacinas, la brusca extracción de los mismos, ha producido deformaciones en estas zonas de las hornacinas. Además, el soporte metálico constitutivo de las hornacinas está realizado con aleación de cobre laminado y posterior cincelado para lograr la forma cóncava que presenta su volumetría. A diferencia del resto de soportes metálicos (soportes metálicos logrados mediante colada y de importante grosor), estas hornacinas son más susceptibles de deformación ante agentes extrínsecos. Algunas de estas hornacinas han podido recuperar la curvatura que en origen presentaron. Pero alguna de ellas, la deformación se ha paliado sin poderla eliminar en su totalidad, puesto que de insistir demasiado en esta intención, se hubiesen podido producir daños en la estructura metálica (microfisuraciones internas). No obstante, la presencia de estas deformaciones informan de la causa que originó la desaparición de los elementos contenidos en dichas hornacinas, esto es, el expolio de las esculturas. Para eliminar estas deformaciones se han utilizado botadores de madera de bog. En el caso de deformaciones presentes en elementos metálicos de fundición (basas,…), se ha evitado su corrección puesto que el riesgo (fisuraciones internas, incluso fracturas totales) resulta excesivo. La pérdida de ciertos elementos por diferentes causas, ha suscitado la necesidad de reponerlos y minimizar con ello, el impacto visual que supone su pérdida. Es el caso de las diferentes planchas de piedras duras, que en aquellas zonas donde han desparecido, se crean unas oquedades que llaman fuertemente su atención. Para ello, en un principio se había planteado la posibilidad de suplir dichas pérdidas con planchas de metacrilato coloreado en su composición al color de la piedra objeto de sustitución. Ante la dificultad de conseguir este tipo de soporte en el mercado, finalmente se ha optado por utilizar un soporte ligneo (iroco) estucado en superficie (estuco bruñido y barnizado) y reintegrado cromáticamente asemejándose a la piedra a imitar (trama). Barnizado final que imita la superficie especular de las piedras duras (Foto F.156 a 163). La misma suerte han corrido las columnas desaparecidas en el reverso del tabernáculo, que aun cuando al inicio de la intervención, no se había contemplado la posibilidad de reponerlas, la posterior aparición de ambas basas y capiteles, se ha reconsiderado dicha postura (Foto F.187 a 194). Con estos fustes se ha seguido la misma vía de intervención: realización de dos fustes de madera (sapeli) con el mismo acabado superficial (Foto F.195 a 198). Como referente, se han tomado los fustes originales de tonos marrones puesto que como ya se ha comentado con anterioridad, los fustes perdidos responderían a este tipo tonal en base a la simetría de color.

96


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

Los capiteles aparecidos, presentan bruscas mutilaciones que indican un maltrato intencionado de los mismos. A uno de ellos le faltan las guirnaldas perimetrales, mientras que el otro presenta una mayor pérdida de soporte original. A este segundo ha sido necesario aportarle un volumen de madera que imita de forma genérica la volumetría central del capitel (Foto F.201). Se trata de un aporte estructural que establezca la altura real de la pieza ya que la pérdida de soporte original ha hecho perder dicho referente y su propia base de apoyo. Este volumen se ha entonado al dorado del soporte metálico original (iriodín –mica mineral natural--). Observar que de las dos basas, una de ellas no es original. Se trata de una reproducción de época posterior: no respeta el perfil original de toros y escocias, ni tampoco presenta el mismo soporte constitutivo, puesto que en este caso estamos ante un soporte de bronce (y no cobre dorado como el resto de las piezas originales). En la propuesta inicial de intervención tampoco se había contemplado la reposición de los frontones desaparecidos, pero llegados a este nivel de la actuación, se ha consensuado su aportación, puesto que estas pérdidas volumétricas rompen de forma importante el ritmo compositivo del conjunto. Para ello, ha sido necesaria la realización de un molde del único frontón conservado. Este frontón, localizado en la zona delantera del tabernáculo, presenta un mal asiento y descentrado encaje de tornillos y agujeros (Foto F.63 a 65). Se ha suscitado la necesidad de cotejarlo con la zona trasera del entablamento del tabernáculo, puesto que a esta zona le corresponde un frontón del mismo tamaño. Se ha podido verificar que el frontón existente sí corresponde a esta zona trasera, puesto que su asentamiento y anclaje son los idóneos. Esto indica, que al igual que otros elementos ya mencionados (esculturas, por ejemplo), el frontón del anverso fue expoliado junto con los laterales. El trasero permaneció en su lugar, posiblemente por estar en una zona de difícil acceso. Con el paso del tiempo, se debió considerar oportuno traspasarlo de lugar y colocarlo en la zona delantera, por tratarse de la zona que sí es visible al público, puesto que la zona trasera queda totalmente oculta a la contemplación de la obra. Se ha realizado un molde de la volumetría total del frontón conservado. Para ello se ha utilizado una silicona tixotrópica de dos componentes (Silical 110 / Catalizador Silical 115 al 3%). Tras el secado de la silicona, se ha fabricado una “caja” de escayola que aporte la resistencia estructural necesaria para mantener la volumetría perseguida una vez sea retirada la pieza original. Este molde resultante ha sido trasladado al taller de los orfebres que colaborarán en el positivado de dichas piezas a reproducir. El metal aportado para el positivado de los nuevos frontones consiste en una aleación de latón. De este modo, se logra diferenciar el metal utilizado en la reproducción de las piezas de nueva factura aportadas al conjunto (Foto F.211 y 212). También se ha solicitado la colaboración de estos orfebres para realizar las planchas metálicas que cumplen la función de base de apoyo de los tímpanos de piedras duras y pizarra localizados en el espacio interno de dichos frontones (Foto F.208 a 210 y 213 a 219). Esto ha sido posible gracias a la plancha aparecida (mencionada ya con anterioridad) a nivel de basamento o pedestal de la obra (Foto F105 y 106). Así, esa pieza que no correspondía al emplazamiento donde había aparecido, ha resultado pertenecer a esta zona superior del entablamento. En base al perfil de esta pieza, se han podido reproducir las tres piezas restantes. La intervención llevada a cavo en el alma interna de madera (localizada a nivel del cuerpo principal) ha sido realizada por un carpintero pautado por el restaurador: se han eliminado las tablas traseras (que ocupaban el lugar de la plancha original desaparecida del reverso del tabernáculo) para colocar en un su lugar un refuerzo de madera que respete el perfil inferior y superior de los tableros originales (estas dos piezas son las únicas originales presentes en toda la estructura de madera). En ambos

97


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

laterales se han colocado dos refuerzos (tableros verticales) que aportan resistencia estructural a la totalidad del armazón (Foto F.179). El cubículo que cumple la función de sagrario, aun sin ser una pieza original (puesto que es evidente que se trata de una aportación posterior), se ha decidido su permanencia ya que con ello, se mantienen las alturas originales que servirán de guía para el recolocado de las planchas metálicas (frontal y laterales). En el caso de las cajas de asiento de las piedras duras localizadas en el basamento o pedestal, se han realizado una serie de refuerzos que garanticen la correcta sustentación de las piedras duras así como la trabazón de todo el conjunto. En el caso de la caja localizada en el panel lateral izquierdo, se ha aportado un injerto de madera que supla la importante pérdida de soporte ligneo (Foto F.166 y 167). Su anclaje se ha realizado mediante la aportación de resina epoxídica (Araldit SV427 /HV427). Con esta misma resina se han cerrado algunos de los agrietamientos presentes en el resto de cajas. Se han respetado las deformaciones de estos soportes ligneos puesto que ya se han acomodado a todo el conjunto y el forzar su reordenación, podría traducirse en daños trasladados a las piedras duras. La pérdida de las dos piedras duras de los chaflanes traseros, ha supuesto la consiguiente pérdida de su soporte o caja de acomodo. Por ello, ha sido necesario fabricar dos nuevos soportes que reciban las piedras imitadas a recolocar en lugar de las originales, pero también, que estos nuevos soportes participen de la trabazón que aportaban los originales, al encajar como refuerzo perimetral de todas las cajas del basamento (Foto F.168 a 174). Una vez finalizados todos los procesos de limpieza y de refuerzos de soportes de madera, se da paso a la aplicación de la capa de protección. Para esta ocasión se ha decidido aplicar una resina acrílica (Paraloid B-72 al 8% en Disolvente Nitro) aplicada a pincel. Se ha procurado una mayor resistencia de la capa aplicada por dos motivos: por un lado, una zona con alto riesgo de desgaste, esto es, la plancha principal y el trasiego que supone estar el sagrario en “uso litúrgico”; y por otro lado, el difícil acceso que presentan muchas de las zonas del tabernáculo así como su control periódico. Este difícil acceso ha suscitado la necesidad de aplicar la capa de protección a cada una de las piezas sin haber sido montadas en su conjunto (previo desengrasado aplicando hisopos de alcohol etílico). Antes de iniciar el montaje modular, se ha fabricado (trabajo de carpintero) una base de madera que se ciñe a la forma perimetral del basamento o pedestal. Con esta aportación se independiza la obra de las posibles humedades procedentes del pedestal de alabastro, así como servir de base a una serie de refuerzos a colocar sobre la misma que trabarán el basamento impidiendo posibles movimientos del mismo. También servirá de base para recibir un cajón de madera sobre el que reposará buena parte del peso del conjunto puesto que anteriormente dicho peso se trasladaba en su totalidad al perímetro superior del basamento (Foto F.175 a 177). Esto estaba causando un exceso de carga en dichas zonas, irregularmente repartida, con los consiguientes riesgos de daños y fracturas en las cajas de madera del basamento (y en consecuencia, en las propias planchas de piedras duras), principales receptoras de estas cargas. A la hora de colocar esta base de madera, se han eliminado previamente los calzos de cemento aplicados sobre la base de alabastro que recorrían perimetralmente el lado derecho del basamento del tabernáculo (Foto F.111). Se ha procedido a comprobar el posible desnivel que pudiera presentar la base de alabastro pero presenta una correcta planimetría en toda su superficie. Esto supone que el relleno de cemento (junto con las cuñas de madera) se aplicó con la intención de corregir un desnivel del propio tabernáculo. Pero la solución aportada estaba causando un descanso desequilibrado del conjunto, trasladando parte de esas fuerzas, a los propios fustes de

98


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

las columnas. Esta antigua “intervención” podría ser una de las causantes de parte de las fracturas existentes, puesto que dichas columnas no responden a una función estructural. Como ya se comentó en origen, el módulo correspondiente al basamento se encontraba invertido respecto a su posición correcta. Ahora, con el nuevo montaje se recupera su posición correcta, dejando a la vista la base sobredorada que recibirá el acomodo de las basas de las columnas. Al recuperar la posición correcta e invertir su ubicación, la pérdida de una plancha de piedra dura antes localizada en el lateral izquierdo, ahora pasa a ser el lado derecho. Así pues, la reintegración quedará ubicada por lo tanto, en su lateral derecho. Una vez acomodado el módulo del basamento, así como la reintegración que suple la pérdida de la piedra dura y la trabazón interna junto con el cajón antes citado; se procede a montar el alma interna del cuerpo principal. Sobre ella, se irán atornillando las planchas principales que quedarán solapadas por los chaflanes. En las planchas laterales, se han colocado previamente las piedras halladas en el proceso de desmontaje: en la plancha del lateral derecho, se ha colocado la piedra de soporte entero; y en la plancha del lateral izquierdo, el otro fragmento que ha sido embutido en un soporte de madera para completar la superficie total a reintegrar (con un criterio semejante al resto de soportes aportados ya comentados) (Foto F.156 y 157). En la plancha frontal, una vez rebajadas las soldaduras de estaño aplicadas sobre zonas de fracturas (bisagras, marco perimetral de la puerta, cáliz, pies de los ángeles), se ha procedido a la limpieza de la plancha de madera que sustituye lo que en origen debió de ser una plancha de lapislázuli. Esta imitación (un tanto tosca) realizada en temple, presenta suciedad superficial y un barniz oxidado aplicado en zonas localizadas. En el caso de las zonas que no presenta barniz superficial, la suciedad y el humo de velas ha penetrado en la porosidad de la capa pictórica, lo que imposibilita su correcta eliminación. No obstante, se ha logrado una limpieza equilibrada del conjunto mediante medios mecánicos (gomas de borrar) y químicos (hisopos de Xileno al 15% en W.S). En la zona trasera se ha incorporado una plancha de latón que suple la pérdida de la plancha trasera (Foto F.184). A su vez, el color del latón se adecua al tono de los soportes originales sobredorados. Del mismo modo, se ha forrado el interior del sagrario y el lado interno de la puerta (Foto F.181 y 182). Para el montaje de todas estas planchas, se han reubicado los tornillos originales retirados al inicio de la intervención. Los desaparecidos se han suplido con tornillos de semejante factura (realizados artesanalmente) (Foto F.185 y 186). En el caso del chaflán derecho del frontal del tabernáculo, se ha colocado previamente la escultura mutilada del evangelista San Mateo, por ser la hornacina más idónea para su ubicación (aunque no sabemos a qué hornacina de las cuatro existentes en los chaflanes pudo pertenecer). Para su anclaje se han utilizado tirafondos de acero que presentan un roscado de un diámetro acorde al acomodo del tamaño de los agujeros existentes en el reverso de la pieza. Para evitar posibles corrosiones por par galvánico, se han protegido ambas superficies metálicas (aplicación de una capa de resina acrílica Paraloid B-72 al 15% en Disolvente Nitro) y se han colocado unas arandelas de polietileno que independizan las cabezas de los nuevos tornillos del soporte del reverso de la hornacina (Foto F.202 a 204). Tras la ubicación de todas las planchas metálicas del cuerpo principal, se da paso al montaje de las columnas (Foto F.180 y 183).

99


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

A pesar de ser conocedores de que las columnas no responden a su ubicación original, se ha decidido respetar la disposición existente para mantener la simetría así lograda (Foto F.202). De proceder al montaje y disposición real de las columnas, dos de las columnas negras quedarían ocultas en el reverso, mientras que las nuevas columnas aportadas quedarían dispuestas en el lateral izquierdo del tabernáculo. Aun sin responder a su ubicación original, se han podido encajar los pernos que presentan las basas en su superficie de apoyo, e introducirlos en los agujeros practicados en la base superior del basamento con la finalidad de lograr la trabazón de las basas. Una vez encajados los pequeños pernos en los agujeros, se busca el eje de descanso y apoyo de toda la columna para proceder a su amarre superior (atornillado de la prolongación que presentan los capiteles en uno de sus lados) al alma interna de madera del cuerpo principal. Uno de los capiteles ha perdido esta prolongación que impide su amarre al alma de madera del cuerpo principal. Para solventar esta pérdida, se ha añadido una nueva prolongación de latón, y proceder así, de la misma manera que con el resto de capiteles. Una vez colocadas todas las columnas, incluidas las nuevas de madera, se procede a colocar sobre la zona superior del cuerpo principal, el módulo correspondiente al entablamento. El entablamento es el módulo portante de los frontones. Pero al decidirse recolocar el único frontón conservado en su emplazamiento original, esto es, el reverso del entablamento, se ha optado por girar todo el módulo entero. Ahora se tiene asentado correctamente el frontón, aun cuando el lado de entablamento sería la zona localizada en un principio al reverso o trasera del tabernáculo. Se ha optado por esta reorganización para lograr el correcto acomodo y anclaje de agujeros del frontón original, y al mismo tiempo posibilitar la visión del único original conservado. Por otro lado, no se sabe si el módulo de entablamento estaba colocado correctamente, o bien, podría haber sufrido algún giro en alguna de las ocasiones que ha sido desmontado y trasladado. Tampoco presenta “marcas de colocación” que indiquen qué cara es la que corresponde al anverso o reverso de la obra, puesto que es igual en todos sus lados. Los frontones realizados por el orfebre presentan una zona realizada en fundición, esto es, la zona correspondiente a los diferentes niveles de molduras visibles; mientras que ha añadido unas planchas de latón en las zonas de anclaje y acomodo en sus laterales de apoyo, y también en las zonas superiores de cerramiento. Estas planchas no presentan soldadura fuerte para su unión: ha fijado todas ellas con adhesivo epoxídico formulado para superficies metálicas. Los nuevos frontones se han anclado a la superficie superior del entablamento a semejanza del original conservado. Del mismo modo, se han insertado tornillos artesanales semejantes a los originales, introducidos en los mismos agujeros que conserva el entablamento y que en su momento debieron dar acomodo a los ya desaparecidos (Foto F.220 a 222). Puesto que los nuevos frontones no se asientan del todo bien en la superficie original del entablamento, se han aplicado una serie de puntos de acomodo a base de resina epoxi (Araldit SV427 / HV427). Con esta misma resina se han fijado las planchas metálicas que sirven de base a los tímpanos de piedras duras, puesto que al desconocerse el sistema original de anclaje, se ha optado por dicho sistema al ser el más reversible. La única plancha original se ha colocado en el lateral derecho junto con el refuerzo de pizarra original hallado en el interior del alma de madera durante el proceso de desmontaje (Foto F.218 y 219). En este caso también se ha utilizado la misma resina para su fijación. En el caso de esta pieza de pizarra, al no adaptarse del todo su perfil superior (ángulos de inclinación) al perfil del frontón repuesto, resulta un leve desencuadre en el solapado de ambas piezas. Este desencuadre se ha suplido con la aplicación de resina epoxi.

100


Informe de restauración del retablo mayor y tabernáculo de la Colegiata de San Pedro de Lerma.

El refuerzo de pizarra del tímpano conservado, presenta parte de la cola de unión aplicada para adherir la piedra dura ya desaparecida. Estos restos de cola original quedan a la vista exterior, puesto que se ha respetado la disposición original. Sobre el módulo de entablamento y frontones, se ha depositado el siguiente módulo superior. Y puesto que en este módulo también ha desaparecido una piedra dura, se ha reintegrado (en su lado trasero) siguiendo el mismo criterio que en los cuerpos anteriores. Este módulo, retranqueado respecto al plano de frontones, presenta unas pestañas de acomodo al cuerpo inferior (o módulo de entablamento), apoyándose sobre el plano inclinado localizado en el perímetro de chaflanes (continuidad del plano de cerramiento de la zona superior de frontones). Al inicio de la intervención, dichas pestañas de apoyo presentaban unos clavos que trababan la piezas pero que forzaban el natural reposo del módulo. Por este motivo y puesto que dichos clavos resultaban ajenos al conjunto (habrán sido añadidos en alguna intervención de “reparación” posterior), se ha decido descartarlos. Por el contrario el último módulo superior, esto es, el módulo correspondiente a la balaustrada, presenta en sus chaflanes las mismas pestañas para el anclaje de la pieza (Foto F.223). Pero en este caso, sí conserva los tornillos originales (semejantes a los que aparecen en todo el conjunto), que han sido recolocados del mismo modo. En este módulo se han aportado los dos balaustres desaparecidos. Estas piezas de nueva factura (trabajo de orfebre) se han reproducido en latón (previa extracción de un molde de uno de los balaustres originales) (Foto F.224 y 225). La zona interna de este módulo presenta un cajeado para recibir el asiento de los cuerpos superiores, actualmente desaparecidos. Esta apertura presentaba una tabla para cerrar dicha oquedad y evitar la entrada de polvo. Al tratarse de una tabla que no presenta ningún interés (añadida en época reciente), ha sido sustituida por otro tablero de menor grosor que se ciñe mucho mejor a la oquedad existente (Foto F.228). El último paso ha consistido en aplicar oro en polvo (aglutinado con resina acrílica Paraloid B-72 al 8% en Disolvente Nitro) para entonar aquellas zonas donde se han eliminado soldaduras de estaño (puerta del sagrario) o sobre zonas puntuales donde se ha aplicado resina epoxi (asentamiento de los frontones laterales sobre la base del entablamento) (Foto F.230 a 234). La base de madera sobre la que descansa todo el conjunto, se ha reintegrado cromáticamente y de forma imitativa, a los alabastros grises presentes en el pedestal (Foto F.229). Y los pequeños fragmentos de lapislázuli y pizarra (aparecidos durante el proceso de desmontaje) se han introducido en una bolsa de polietileno que ha sido depositada en el interior del tabernáculo (Foto F. 226 y 227).

Fdo: Jose Luis Alonso Benito

Restaurador materiales inorgánicos.

101


PAUTAS Y RECOMENDACIONES DE CONSERVACIÓN PREVENTIVA ACORDES AL TABERNÁCULO. El tabernáculo se encuentra englobado dentro del retablo mayor localizado en el presbiterio de la Colegiata de San Pedro de Lerma. Por este motivo, el tabernáculo está sometido a las mismas pautas establecidas para la conservación del retablo. Dichas pautas aparecen reflejadas en el apartado “Pautas para la conservación de los bienes muebles e inmuebles restaurados en la colegiata de San Pedro de Lerma (Burgos), del informe referido a la intervención de restauración llevada a cabo sobre el retablo. No obstante, además de contemplar dichas observaciones, a continuación se hace mención de recomendaciones referidas al propio tabernáculo para procurar una mayor estabilidad de la pieza respecto al entorno que la acoge. a- Puesto que el tabernáculo cumple la función de sagrario del retablo, esto es, de contener en su cavidad interna la reserva eucarística, se trata en consecuencia de una pieza sujeta al uso litúrgico y a las celebraciones eucarísticas desarrolladas en la colegiata. Este “uso” de la obra se traduce en una apertura y cierre de la cerradura así como ejercitar el deslizamiento de la puerta. La puerta presenta un peso considerable que unido a las fracturas y fisuras localizadas en la bisagra corrida (derivadas de este importante peso), podrían poco a poco, aumentar en tamaño. Este problema ya mencionado en el apartado de intervención, al no haberse podido solventar por las propias características de la pieza, supone que sean las medidas de conservación preventivas las que frenen un deterioro progresivo de dichas fracturas y fisuras. De este modo, se debería limitar al máximo el “uso” del tabernáculo como sagrario, esto es, sólo en aquellas celebraciones de mayor importancia. Durante los meses que ha durado la intervención de restauración de estos bienes muebles, se dotó al presbiterio de un sagrario lateral para procurar el normal desarrollo de las celebraciones litúrgicas. Del mismo modo, se podría proceder a ubicar un sagrario lateral de forma permanente y minimizar de forma importante dicho proceso de deterioro. b- Así mismo, es totalmente innecesario proceder a la apertura y cierre de la mencionada puerta del tabernáculo para mostrar su interior así como la existencia de la propia puerta (y explicar su función como sagrario) a grupos de visita, tanto sean grupos escolares o grupos turísticos concertados. c- En el caso de proceder a algún tipo de limpieza superficial, únicamente se podrá efectuar mediante plumero suave que atrape las partículas de polvo depositadas en superficie. De tratarse de una limpieza en mayor profundidad, deberá ser ejecutada por un técnico especialista en la materia. De proceder erróneamente, puede deteriorarse la capa de protección aplicada en superficie. De ser así, se activaría un proceso o procesos de corrosión por par galvánico de estos soportes metálicos, lo que derivaría en la aparición de productos de corrosión. d- Se descarta depositar elementos florales próximos que puedan tomar contacto con los soportes constitutivos de la obra, puesto que se podrían ocasionar rozaduras en la capa de protección aplicada a los soportes metálicos. También,


estos elementos florales constituirían un foco causante del incremento de la H.R. (humedad relativa) del entorno al que ya está aclimatado el conjunto y en consecuencia, se ha establecido un equilibrio que no es aconsejable alterar ni modificar (aun cuando pudiera tratarse de un exceso o un defecto del mismo). Del mismo modo, se descarta cualquier añadido o aportación de elementos ajenos al conjunto. e- En el caso de proceder a entrar a la trasera accesible que presenta el retablo, y puesto que la puerta de acceso se localiza en el panel lateral izquierdo de la hornacina que acoge al tabernáculo, se ha de procurar el mayor cuidado de no rozar el conjunto del tabernáculo. Así, al ser las columnas los elementos más salientes, se debe evitar cualquier tipo de presión sobre las mismas puesto que podrían ocasionarse fracturas de los fustes u otro tipo de daños en las piezas ancladas a los mismos, esto es, basas y capiteles. f-

Se desaconseja cualquier movimiento del conjunto, total o parcial. Así por ejemplo, en el caso de decidir trasladar el tabernáculo a una exposición temporal. Un acontecimiento de este tipo podría derivar en daños irreparables por tratarse de una compleja construcción del conjunto, que debería someterse en ese supuesto, al total desmontaje del mismo (puesto que es imposible moverlo de su emplazamiento debido al extraordinario peso de la totalidad de las piezas que lo conforman).

g- En el supuesto caso de que una vez finalizadas las obras de intervención de restauración, apareciesen nuevas piezas pertenecientes al conjunto (como ha sido el caso durante el proceso de intervención), deberá ser notificado a la dirección facultativa de los trabajos hasta ahora desarrollados. h- Transcurrido un plazo de entre 5 y 8 años, la obra debería ser revisada por personal cualificado en la materia y proceder a un examen organoléptico del conjunto para poder evaluar la correcta estabilidad de la obra, y sobre todo, de la correcta estabilidad de la capa de protección para que de este modo, cumpla con su cometido. No obstante, al tratarse de una obra en “uso”, se espera que aquellas zonas colindantes a la puerta de acceso al sagrario sufran desgaste y desaparición de la capa de protección, procediendo con ello, a reactivar procesos de corrosión muy focalizados en estas zonas.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.