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La Comuna Nº 124 « Diciembre 2022 Precio de Tapa: $ 120.« Revista teórica y política del PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores NECESIDAD Y VIGENCIA DEL PARTIDO DE LA CLA SE OBRERA REFLEXIONES SOBRE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA UNIDAD DE CLA SE

m o d o d e E di to r i a l

l “cierre” de este 2022 ha tenido al pueblo trabajador siendo protagonista de enormes movilizaciones en el marco de la obtención de un nuevo campeonato mundial de fútbol, la “tercera estrella” para la selección argentina.

Sin e ntr ar e n d e talle s s o b re lo s q u e tanto gustan regodearse los medios de la burguesía, estas movilización vinieron a expresar la nece s id ad q u e e xis tía e n nu e s tr a s o cie d ad d e una alegría

Y no es para menos En esa alegría y algarabía se mezclaron un montón de sentimiento s acu mu lad o s , e n u na “me zcla r ar a” d e rabia, dolor y desahogo

To d o e s to p ro d u cto d e l g r ave e mp e o r amiento de las condiciones de trabajo y de vida que padecemos millones en nuestro país y que s o n e n re s u ltad o d e p o líticas q u e s ie mp re ponen en primer plano las necesidades de más ganancias para los monopolios y no la resolución de los problemas de las amplias mayorías oprimidas.

Por eso, en este nuevo número de nuestra revista La Comuna, seguiremos desar rollando algunos aspectos que consideramos de vital impor tancia para profundizar el debate ideológico entre trabajadoras y trabajadores, con e l o b j e tivo d e e s tar cad a ve z me j o r ar mad o s para afrontar los desafíos de nuestra clase

A un nuevo análisis sobre la Situación Inter nacional ( e n d o nd e h ace mo s h incap ié e n los nuevos planes monopolistas sobre todo en el continente africano y asiático) en el marco actu al d e la lu ch a d e clas e s , s u mamo s u na nu e va s ínte s is d e có mo nu e s tro Par tid o e ntiende el tema de L a Unidad de Clase.

Aspecto que de por sí despier ta mucha inquietud y avidez en la clase obrera y sectores oprimidos del pueblo como así también mucha confusión, sobre todo a par tir de los planteos que surgen desde el refor mismo y la más amplia izquierda del sistema

Y para completar este número, publicamos un ar tículo que desar rolla la Necesidad y Vigencia del Par tido de la Clase Obrera.

Allí resumimos lo que consideramos son los principales elementos para la etapa, ratificados además en nuestro 18°Congreso, realizado al cier re de este año «

Al igual que en aquel 2001, en este diciembre 2022 el pueblo trabajador salió a tomar las calles Y si bien los motiv o s h a n s i d o d i f e r e n t e s ( m u y d i f e r e n t e s a p e s a r d e l a aguda la crisis económica y social que capea de fondo) hay un elemento común que no podemos dejar pasar: la crisis política abierta en el poder

La Comuna

Revista teórica y política del PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores

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Publicación bimensual Año XXI° www prtarg com ar
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NECESIDAD Y VIGENCIA DEL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA

El propio título de este artículo nos ubica hasta qué nivel ha calado la ideología de la clase dominante. Existen argumentos políticos, históricos (y hasta se podría decir sociológicos) para respaldar que la clase obrera, como una de las clases fundamentales del modo de producción capitalista, debe construir su partido.

Un par tido proletario que exprese la ideología de la clase obrera, su concepción del mundo, sus aspiraciones inmediatas e históricas. En definitiva: su proyecto estratégico para liberarse del yugo dominante de la clase enemiga

Sin embargo, recor ridas dos décadas del siglo XXI, las y los comunistas debemos seguir batallando contra la idea de que el par tido de la clase obrera tiene que seguir quedando guardado en e l baúl de lo s re cue rdo s de la lucha de clas e s mundial

Tal es el logro ideológico obtenido por la oligarquía financiera, no sin la inestimable colaboración de los reproductores de esa prédica Sobre todo, aquellos y aquellas que alguna vez for maron par te de las filas de la revolución pero, como diría Lenin, en su condición de “amigos de paso ” del proletariado

Par a ne gar la ne ce s idad de l par tido de la clas e de vanguardia, pr ime ro , fue ne ce s ar io negar la misma existencia de esa clase. Allí, la burguesía monopolista usó y abusó de la caída del campo socialista

Decretó que la primera experiencia que transitó la Humanidad, a par tir de la revolución r usa, para iniciar un proceso que ter minara con la ex-

plotación del hombre por el hombre, quedaba sepultada por la Historia

H is to r ia que nunca s e e s cr ibe de una ve z y para siempre.

La misma burguesía lo sabe; su propia historia como clase conoce de numerosos intentos por imponer sus intereses sobre los de la clase dominante de su época, a la que tuvo que der rotar para lograr su cometido.

Pero dentro de su léxico de mentiras y deformaciones impuso también la idea de que su dominación clasista viene desde los orígenes de la lucha de clases y, por lo tanto, es eter na e inmutable. En consecuencia, el “triunfo ” del capitalismo sobre el comunismo fue y es la máxima a sostener

Argumentamos y seguiremos argumentando sobre el fracaso del capitalismo como modo de producción que garantice la satisfacción de las necesidades más básicas, tanto materiales como espirituales, del ser humano

Lo mismo con la existencia objetiva y material de la clase obrera y su papel en la lucha de clases, tanto mundial como en nuestro país

No vamos a detener nos en este ar tículo sobre ello, ni vamos a desar rollar la teoría de par tido

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Abo rdare mo s la necesidad y vigencia del par tido de la clase obrera desde la experiencia práctica que re alizamo s co n la co nvicció n co munis ta de que e s a ne ce s idad e s imprescindible de resolver como condición para que la clase de vanguardia cuente con su propia her ramienta de lucha política, ideológica y orgánica para el logro de sus intereses históricos

Par timos, precisamente, de la concepción de que el par tido es una her ramienta. Nunca un fin en sí mismo. Nunca un aparato por fuera de la realidad de la lucha de clases que sólo sir ve para acrecentar las veleidades y vanidades de quienes aspiran a dirigir desde el púlpito o desde sus preco nce bidas fó r mulas acie ntíficas , do gmáticas , cuasi religiosas, que intentan encajar la realidad a sus moldes inmutables

Concebir el par tido como una herramienta implica que el mismo sir va a las obreras y obreros de vanguardia para asimilar su propia ideología, su ciencia proletaria, el mar xismo leninismo, para conver tirse en comunistas y no en simples “luchadores” que ponen el cuerpo en la contienda clasista para que otros definan las políticas a seguir

Para ello lo primero es llevar las ideas comunistas, la ciencia proletaria, el programa revolucio nar io al s e no de l pro le tar iado , pe ro no co mo letra muer ta

No para que el obrero o la obrera lo reciten de memoria sino, primero, para que la adopten como SU proyecto desde el convencimiento y la convicción del mismo Luego, para que lo recreen creativame nte de acue rdo a la re alidad que de be n tr ans fo r mar. Las ide as , e l pro gr ama, la po lítica son la arcilla que se pone en manos de la clase de vanguardia para que la misma vaya moldeando el presente y el futuro Por supuesto, con una línea de acción unificada nacionalmente que, al mismo tiempo, es una línea elaborada y enriquecida por la labor cotidiana que el proletariado realiza en el seno de la producción para llevarla adelante y lograr los objetivos propuestos

Aquí no s de te ndre mo s par a gr aficar co n un ejemplo concreto de la experiencia que estamos realizando

Un obrero de la gran industria planteó un inter rogante concreto:

¿Cómo se resuelve si el par tido me “manda” a hacer tal cosa y yo creo que hay que hacer otra o veo que eso no se puede concretar?

Las resoluciones de un partido marxista leninista son de cumplimiento obligatorio Con el método del centralismo democrático se llevan adelante los necesarios debates y discusiones por medio de los cuales se arriban a resoluciones concretas

Por ejemplo: la línea de acción para constr uir las organizaciones obreras en la producción es la democracia obrera

Ello implica una lucha sin cuar tel contra la concepción de la democracia burguesa y su política de depositar en la representatividad el protagonismo de la clase. Desde ya, un obrero y obrera que está en el par tido o quiere incorporarse a él, acepta y acuerda con esa línea

Ahora bien, al momento de llevarla a la práctica ningún dirigente ni ninguna estr uctura orgánica está por encima de la experiencia concreta que se debe realizar para materializar el objetivo Más aun, se puede votar una acción que, llevada a cabo, muestre insuficiencias y hasta er rores de caracterización. En ese caso, el propio proletario tiene el derecho y la obligación de traer al par tido esa situación y volver a debatir y a resolver los pasos a seguir

Que haya principios, programa, táctica, no implica que haya fór mulas ni recetas estrictas dete r minadas po r vaya a s abe r s e qué me nte s iluminadas Es la propia obrera y el propio obrero el que resuelve y aplica la línea o la iniciativa votada, como par te de la constr ucción de su her ramie nta par tidar ia y de s u pape l de ntro de l proceso revolucionario que se debe transitar

Es to que o cur re e n una e xpe r ie ncia de bas e concreta se traslada a los distintos niveles orgánicos del par tido incluido, por supuesto, el nacional

Para ello es indispensable impulsar una política de promoción de cuadros en todas esas instancias. Una política de incorporación que, como decíamos más ar riba, se proponga la for mación integral de obreras y obreros con las ideas comunistas, con las ideas que pongan en sus manos la posibilidad efectiva de razonar, debatir, comparar experiencias, sintetizar las mismas, en un plano de igualdad y paridad entre quienes integramos y constr uimos la organización par tidaria

Vamos a decir una verdad de Perogrullo, pero un par tido de la clase obrera debe aspirar a materializar que su integración esté compuesta mayo r itar iame nte , e n un po rce ntaj e altís imo , de obreras y obreros provenientes de la producción

Porque no se trata sólo de ideología y de política; se trata además de incorporar las prácticas y las conductas de una clase al seno de una organización que, materialmente, quiere representar a esa clase, quiere y busca que la misma haga política re vo lucio nar ia, que e s la po lítica co n mayúsculas, la que enaltece al ser humano y le abre una pe r s pe ctiva de vida y de lucha antagó nica con la conocida y brindada por la burguesía

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Para que todo eso sea posible, antes que cualquie r o tro o bj e tivo gr andilo cue nte , hay que aprender y saber ganarse las mentes y los corazones de la vanguardia de la clase revolucionaria

No pueden existir, ni sir ven, los atajos. Como aquellos que hablan del papel de la clase obrera en la revolución, de unidades por ar riba, de propósitos que se proponen constr uir sin la base sólida de la ins e rció n y e l e nr aizamie nto de las ideas y la organización revolucionarias en el seno del proletariado más avanzado y, desde allí, de las masas obreras

Queremos decir con esto que la necesidad y vigencia del par tido revolucionario no se puede declamar; mucho menos, hacerlo desde las añoranzas de un pasado más venturoso del que hoy toca transitar

Las dificultades con las que nos encontramos al momento de llevar a cabo esta tarea, ante el sistemático embate ideológico que la burguesía realizó y realiza para mantener su clase enemiga lejos, bien lejos, de las ideas de la revolución, son e n s í mis mas la me j o r co mpro bació n de que la clase dominante sabe per fectamente quién es su enemigo fundamental y despliega, día tras día, una lucha política e ideológica sin cuar tel contra la misma

“Es una tarea titánica” nos han dicho muchas veces. Los y las comunistas preferimos afir mar que es una tarea indelegable, una tarea ineludible si lo que queremos es cumplir con erigir una propuesta política que luche por el poder y el socialismo en la Argentina y que apor te a la experiencia regional y mundial de la lucha de clases

Constr uir el par tido de la clase obrera, incorpo r ar o bre ro s y o bre r as co ns cie nte s al mis mo para que se convier tan en la dirigencia política de la revolución, es un paso que no se puede salte ar ni e ludir Es e n e s a e tapa de la co ntie nda clasista que nos encontramos y no valen remilgos ni lamentos

Lo que vale es profundizar estas labores y desplegar una experiencia desde donde estamos parados como clase Con todas las barreras que aun debemos der ribar y con toda la confianza material en una clase revolucionaria que sigue siendo la que debe encabezar, y realizar ella misma, las tare as que le pe r mitan e r igir s e co mo clas e de vanguardia efectiva del resto de los sectores explotados y oprimidos

Y para ello necesita de su par tido político, su estado mayor revolucionario, her ramienta indispe ns able par a que e s e pro pó s ito s e a co ns eguido «

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la necesidad y vigencia del partido de la clase obrera desde la experiencia práctica que realizamos con la convicción comunista de que esa necesidad es imprescindible de resolver como condición para que la clase de vanguardia cuente con su propia herramienta de lucha política, ideológica y orgánica para el logro de sus intereses históricos.
Abordamos

Reflexiones sobre la situación internacional

Esa marcada centralización política de una clase dominante que pueda replicar los años dorados de Reagan y la Tacher está muy lejos de ser posible. No hay “unipolaridad” ni “multipolidaridad”, hay crisis.

La clase dominante no deja de producir ideología e ideólogos. Para ello cuenta con un arsenal de “comunicadores”, psicólogos sociales y todo tipo de instrumentos que manejan a su antojo desde los Estados.

Pero la crisis del sistema capitalista solo puede utilizar “la magia” de estos instrumentos para paliar la decrepitud de un sistema por demás desbordado.

Se inventan frases como: “mundo unipolar”, “bipolar” o “multipolar”, para poder “explicar lo inexplicable”. A veces con rostros adustos y desorbitados según la ocasión hablan de la Guerra y la Paz “emulando” al novelista ruso León Tolstoi. Tragicómico, por cierto.

Respecto a la situación internacional la paleta de colores se vuelve infinita al intentar definir “la polaridad” donde no hay polaridad alguna. Y todo se hace más cuerdo cuando se asimila que el sistema ya no soporta la presión que se ejerce desde lo más profundo de los pueblos.

Si uno recurre al mapamundi y le echa una mirada superficial seguramente podrá afirmar la idea general de crisis en todos los planos que soporta la humanidad. Guerras injustas, hambrunas, emigraciones punitivas, enfermedades, epidemias de las más variadas y un alto grado de enfermedades de carácter neurológico evitables.

En los años sesenta del siglo pasado la burguesía “pensaba” en término de años hacia adelante.

Era popularmente conocida la frase entre los argentinos que las grandes potencias “planificaban el futuro”, que “ya sabían” lo que querían y trabajaban para ello Una frase popular y común, pero con cierto peso de

realidad. Las nuevas generaciones podrán entender esos años, pero se les hace difícil asimilar el significado y el peso ideológico de ese poder tan centralizado “¡Garantía de un futuro!”

En ese mapamundi impregnado de “globalización” la historia futura de la humanidad atraviesa una época de neblina espesa y extendida.

Cualquier lector o lectora (y con justa razón) podría pensar que esta caracterización es apocalíptica Lejos de ello, esta caracterización nos permite ir un poco más allá y tomar la iniciativa anunciando que la neblina anuncia buen tiempo (como señala un dicho popular)

África ocupa un lugar central en la disputa intermonopolista y a la vez es un laboratorio en donde el entrecruzamiento de factores políticos, económicos y militares es más visible. África ya no solo es “exportadora” de materias primas Es el centro de las apetencias de la clase dominante con las distintas facciones monopolistas para determinar un salario testigo a nivel planetario acorde con la crisis del gran capital.

La infraestructura actual en ese continente ha dado –de la mano de China- pasos muy importantes en la última década. Fundamentalmente se han construido puertos, aeropuertos, vías férreas, nuevas ciudades con mano de obra africana por debajo de 1 dólar/día y en condiciones de trabajo del tipo esclavista, lo mismo que se denunció en la construcción de estadios para el mundial de Catar.

Centenares de miles de obreros chinos ocupan plazas de trabajo, emigraciones forzadas, inhumanas, porque detrás han dejado sus historias y culturas

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Ni que hablar de las guerras que desatan producto de estos intereses en pugna, donde en cada país las fuerzas militares se presentan como aliados en un país o región y enemigas en otros. Nos referimos a ejércitos de intervención con “gusto colonialista añejo” o con ejércitos mercenarios como el Wagner ruso, o cúpulas militares del continente altamente corrompidas al servicio de las viejas y nuevas facciones monopolistas

Pero en esa espesa neblina que azota África aparecen los pueblos inquietos.

Los recuerdos presentes de la primavera árabe, los levantamientos que se producen cuando aprieta el cinturón. Poco y nada se dice de las revueltas populares en Sudan, Somalía, Etiopía, Marruecos, Túnez (otrora ejemplo de democracia occidental en África profunda) Poco se recuerda (pero pesa en la vida de estos pueblos) las huelgas de Sudáfrica, una espesa neblina, un deambular de golpes de Estado, de asesinatos que esconden la lucha de clases en un continente sufriente si los hay

En esa espesa neblina se producen experiencias como la de Somalía, dignas de seguir e investigar por el lugar que ocupa en el continente

Fuerzas políticas que han generado organizaciones de base con poder zonal y regional. Como nota de color vale decir que en varios países de África si un trabajador no cuenta con su documentación oficial no encontrará un puesto trabajo Esto implica un nuevo orden industrial y un intento de disciplinamiento a la clase

Pero la burguesía monopolista ha entendido que la clase obrera ya no necesita 40 o 50 años para producir expresiones contra la explotación como ha sucedido sobre todo en China o en el Sudeste Asiático.

La lucha de clases en esos países se ha profundizado a tal punto que el salario chino (en las regiones del Este de ese país) ya presionan a la multinacionales a buscar África e intensificar la deslocalización de industrias a países de la misma Asia

Ese es el caso de Vietnam, Tailandia, Indonesia, entre otros Pero hay que reflexionar en el crecimiento huelguista en la cuna donde se dio origen a “la globalización”, y en la demostración de fuerzas de la clase obrera china (como fue el caso de Foxcom y su complejidad internacional) que trajo aparejada.

Si hay algo que merezca especial atención en el momento actual es la ola de huelgas obreras en Corea del sur, que decididamente amenazan la producción local con repercusión mundial. La huelga de camioneros ha paralizado la industria del acero y la industria petroquímica. Las cadenas de distribución están afectadas planetariamente

Pero la lucha de clases no da tregua y en ello Europa no le va en zaga a importantes acontecimientos en los continentes ya mencionados Inglaterra, Francia, España Podríamos cansar a nuestros lectores y lectoras

haciendo referencias a las huelgas que afectan puertos, ferrovías o aeropuertos, por demandas que habían quedado dormidas por años Salarios y condiciones de trabajo se entrelazan con reivindicaciones políticas en reclamo de mayores derechos políticos.

Cuando en nuestro país se dice que la producción se paraliza por falta de ciertas mercancías habría que mirar el significado del estado huelguista mundial para comprender esos faltantes

La crisis política en las alturas del poder sufre estocadas difíciles de superar en breve plazo

En América Latina la procesión va por dentro Los “estallidos” por arriba es lo que se ve, lo que “conmueve”. Lo que llama la atención es el arriba, las formas que adopta la crisis política en cada país y que se expresa de distintas formas.

Pero la situación de la clase obrera, del proletariado y los pueblos no disimulan el descontento con la putrefacta superestructura de los Estados. Algo nuevo recorre el continente americano y ese proceso nuevo, aunque no termina de nacer, no “disimula” su ansiedad por aparecer. En la burguesía monopolista -que lleva atada su crisis política a sus espaldas- en todo caso profundiza sus contradicciones cuando el descontento va creciendo al compás de la crisis mundial.

En todos los continentes la lucha interburguesa no tiene respiro. La misma se da en variadas formas y con metodologías distintas: guerras, golpes de Estado a la vieja usanza como en ciertos países de África y Asia o con variantes “constitucionalistas” como en América Latina Pero luchas interburguesas al fin de cuentas

Esa marcada centralización política en una clase dominante que pueda replicar los años dorados de Reagan y la Tacher está muy lejos de ser posible No hay “unipolaridad” y “multipolidaridad”, hay crisis.

Pero es en estas circunstancias es en donde las y los revolucionarios debemos profundizar en la idea de la lucha de clases para medir el termómetro de todos los acontecimientos mundiales. Sin querer encontrar recetas, afirmando que lo nuevo (aunque no aparezca aún con toda claridad) son las clases irreconciliables, clase obreraburguesía. Y en ello debemos poner el fuerte acento para no dar tregua a nuevas tácticas de una burguesía en crisis

Son años en donde la clase obrera y los pueblos vienen amasando la futura historia de la humanidad. Ya son parte y arte de lo nuevo

El devenir de revoluciones socialistas que desaten la historia encorsetada que atraviesa la humanidad implica que la clase obrera se reconozca como clase para emprender los desafíos que nos esperan en el futuro inmediato Y es allí en donde las y los revolucionarios debemos desplegar las tácticas y la lucha ideológica que permita dar un nuevo salto cualitativo en las aspiraciones de cambio de 8 000 millones de almas en el mundo entero «

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SOBRE LA UNIDAD DE CLASE

Sin protagonismo activo de la clase obrera no hay unidad posible de clase y de ésta con los oprimidos del pueblo.

Cuando nuestro Partido habla de unidad de clase se refiere precisamente a eso. En tal caso, los dirigentes naturales de la clase obrera están llamados a expresar esa unidad a través de colectivos y organizaciones impulsadas desde las propias bases protagonistas y movilizadas.

La unidad de la clase obrera y de ésta con el pueblo oprimido es indispensable para el desar rollo del proceso revolucionario que der rote al sistema de dominación capitalista

Desde distintas organizaciones políticas se h a c e n l l a m a d o s a l a u n i d a d E n e s a i n v o c ación, muchas de ellas, como por ejemplo la “izquierda”, el populismo, el refor mismo y otras e x p re s i o n e s d e l m á s r a n c i o o p o r t u n i s m o , s e dan la mano Otras, desde la honestidad polít i c a , a u n q u e c o n f u n d i e n d o u n i d a d d e c l a s e con unidad de par tidos

S e e n s a y a n l l a m a d o s a l a c o n s t i t u c i ó n d e frentes revolucionarios, nacionales, antimperialistas, listas y agr upaciones sindicales antiburocráticas, etc. cuando falta una expresión política clara de la clase obrera Todos tienen e n c o m ú n e l e n t re l a z a m i e n t o p o r a r r i b a , e s decir, desde las “dirigencias” de esas expresiones políticas o sindicales.

A excepción del F A S , Frente Antimperialista por el Socialismo, impulsado por un sól i d o P R T q u e y a e r a e x p re s i ó n d e l o m á s avanzado de la clase obrera, ese tipo de unid a d s e h a p ro b a d o y re p ro b a d o re i t e r a d a -

m e n t e e n e l c u r s o d e l a h i s t o r i a d e n u e s t ro país, ter minando, en todos los casos, en el embudo de un acto electoral para alcanzar puest o s e n l o s g o b i e r n o s n a c i o n a l , p ro v i n c i a l o municipal, o lograr los sillones del aparato sindical.

El común denominador de estas experiencias es la sumisión a las conductas deter min a d a s p o r l a s c o n c e p c i o n e s v i g e n t e s d e l a institución de la que se trata. Tanto en las instituciones políticas que aspiran a cargos guber namentales de cualquier nivel, como en los sindicatos, las personas que se encumbran en los mismos repiten los mandatos propios de la institución y reproducen la “democracia” formal, burguesa, ar rogándose la representación d e l a c l a s e o b re r a y s e c t o re s o p r i m i d o s d e l pueblo sin que estos protagonicen los debates, decisiones y ejecuciones de los destinos que los afectan en sus vidas y proyectos

D e e s t a m a n e r a , q u i e n e s t e r m i n a n d e b atiendo, decidiendo y negociando, son los “dirigentes”. La clase obrera y sectores oprimidos del pueblo asisten como espectadores y, a l o s u m o , a c o m p a ñ a n c o n s u v o t o l o q u e l e s conviene y rechazan lo que les perjudica

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Pero así, no dejan de ser convidados de piedra de cada decisión

A modo de envoltura elegante que haga brillar una medida que beneficia a la clase obrera o al pueblo, se convoca a una movilización ent e n d i é n d o s e c o m o t a l a u n d e s f i l e o c o n c e nt r a c i ó n e n l u g a r p ú b l i c o , p a r a e x h i b i r e l “apoyo ” a las medidas tomadas por la “dirigencia”. No obstante, lo complejo de los proc e s o s s o c i a l e s m u e s t r a q u e , m u c h a s v e c e s , detrás de estas convocatorias mentirosas, las masas se movilizan por sus propias reivindicaciones que nada tienen que ver con la convocatoria en sí

A e s o s e re d u c e , e n e s e t i p o d e a c o n t e c imientos, la par ticipación de la clase obrera y sectores populares Ése es el cenit de la “unidad” de la clase y del pueblo que conciben los engañosos opor tunistas por tadores de la ideología burguesa.

No está demás aclarar que cuando esa dirigencia toma medidas a favor de los explotad o s y o p r i m i d o s , l o h a c e e n re s p u e s t a i n e l u d i b l e a m o v i l i z a c i o n e s y p re s i o n e s p revias de éstos que obligan a los “dirigentes” a f i r m a r l a s p o r a c o r r a l a m i e n t o o p a r a i n t e n t a r evitar una respuesta mayor de las masas, lo que, al fin de cuentas, el resultado viene a ser el mismo

Con lo dicho, no hacemos más que describir el concepto burgués de unidad bajo el amparo d e i n s t i t u c i o n e s b u rg u e s a s o a b u rg u e s a d a s (como es el caso de los sindicatos incorporados a la órbita de las leyes y reglamentaciones del Estado) Lo destacable es que debajo del ropaje de “izquierda”, “democrático ” , “nacion a l y p o p u l a r ” , “re v o l u c i o n a r i o a n t i m p e r i al i s t a ” , “ g u e v a r i s t a ” , “ s o c i a l i s t a ” y o t r a s denominaciones tramposas, todos estos conceptos de unidad que aparecen como hongos en tiempos de crisis en los que se cuestiona al sistema de dominación (aunque este cuestion a m i e n t o s e a t o d a v í a u n g e r m e n y a ú n n o tenga perspectiva de salida real para la situación que se vive), no son más que réplicas de la ideología burguesa sostenedora del sistema capitalista.

Sin protagonismo activo de la clase obrera no hay unidad posible de clase y de ésta con los oprimidos del pueblo

Cuando nuestro Par tido habla de unidad de c l a s e s e re f i e re p re c i s a m e n t e a e s o E n t a l

caso, los dirigentes naturales de la clase o b re r a e s t á n l l a m a d o s a e x p re s a r e s a unidad a través de colectivos y organizaciones impulsadas desde las propias bases protagonistas y movilizadas.

¿Qué entendemos por movilización?

Pa r a n u e s t r a c o n c e p c i ó n re v o l u c i o n a r i a , movilización es el debate, la decisión tomada en asambleas del sector y de la planta en cada fábrica, parque industrial, o cordón fabril y la lucha emanada de ellas, tanto por las reivindicaciones económicas y políticas

N o e x i s t e esa m o v i l i z a c i ó n s i n u n a p ropuesta clara que mueva los ner vios de la mayoría y la práctica de la democracia obrera en donde las iniciativas e ideas personales o de agr upaciones políticas o sindicales se someten a la decisión de la asamblea y luego se ejecuta con la par ticipación de la mayor cantidad posible de proletarios del ámbito en el que se discutió y resolvió

En este sentido, no descar tamos las iniciat i v a s l a n z a d a s p o r u n a v a n g u a rd i a d e c l a s e que interpreta en el momento y el lugar preciso, las aspiraciones de los obreros que quiere n l a o r i e n t a c i ó n a d e c u a d a a s u s a s p i r aciones

Hablar de unidad es poner esto en práctica. Au n q u e p a re z c a a b s u rd o d e c i r l o , n o e s t á demás subrayar que no existe unidad de clase sin el protagonismo de la clase

La unidad de clase es política

U n i d a d , d e b a t e , d e c i s i ó n y e j e c u c i ó n n o pueden desprenderse de la democracia obrera y de la materialización de todo ello en organización y movimiento.

Ahora, esa organización supera las fronteras impuestas por la organización burguesa de la sociedad

Veamos, en el plano fabril los obreros están d i v i d i d o s p o r r a m a s , e n t re t r a b a j a d o re s d e planta, contratados, per tenecientes a empresas contratistas, y otras divisiones generadas e instituidas por la burguesía que se han enquistado en la propia clase.

En algunas empresas les han colgado la denominación de “propios” a los de planta. No hay mote más ofensivo para la clase, y sin embargo for man par te del léxico utilizado por los obreros

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C o n e l l o , l a b u rg u e s í a e s t a b l e c e j e r a rquías de castas estableciendo una bar rera i n f r a n q u e a b l e e n t re o b re ro s q u e c o l a b o r a n y cooperan (dado el carácter de la propia fuerza p ro d u c t i v a s o c i a l f a b r i l ) e n l a p ro d u c c i ó n c olectiva del mismo producto final.

Preguntémonos si cualquier gran industria que pongamos como ejemplo, puede producir s i n e l t r a b a j o d e l o s o b re ro s d e l a s e m p re s a s terceristas, los contratados, el personal de servicio de limpieza, logística inter na, ser vicio de comedor y cantina, etc. Todos son obreros de la misma industria y, a pesar de ello, están divididos por ramas, unifor mes de diversos colores, derechos políticos y gremiales distintos y, obviamente, salarios diferenciados que es el motivo final por el cual la burguesía genera tales divisiones.

Nuestro concepto de unidad de clase supera el ámbito gremial y se asienta sobre el ancho c a m p o p o l í t i c o Y, ¿ c u á l e s e s e á m b i t o p o l ít i c o ? E s n i m á s n i m e n o s q u e e l re c o n o c e r s e como clase Clase que existe en cuanta industria de todo tipo existe y produce o presta serv i c i o s I d e n t i f i c a r s e c o n l o s i n t e re s e s d e l a misma como cuerpo social que produce todo lo existente y que, por esa simple condición, tiene derecho a todo lo existente.

Esto es lo que une a todo el proletariado

La diversidad de los procesos productivos y, con ello, las distintas empresas con sus diferentes ramas, no separan materialmente la rea l i d a d d e c a d a t r a b a j a d o r re s p e c t o d e l producto social Esa división es espuria y aprovechada por la clase burguesa que se asienta en ella para poder explotar mejor a la fuerza de trabajo. Sin embargo, esa clase dominante cons id e r a a to d o s l o s o b re ro s y p ro l e ta r io s c o m o “ m a l e s n e c e s a r i o s ” p a r a l a o b t e n c i ó n d e s u s ganancias y, contradictoriamente, los une en su condición.

E s a i g u a l a c i ó n p ro v i e n e d e l p a p e l q u e l a s c l a s e s c u m p l e n e n e l p ro c e s o p ro d u c t i v o . E l p ro l e t a r i a d o q u e p ro d u c e y l a b u rg u e s í a q u e goza y acumula beneficios de esa producción ajena conver tida en capital

En esta fase de concentración capitalista en donde todo el mundo está regido por ese sistema que no tiene fronteras para producir y, en que, en cualquier par te del mundo, todo prod u c t o re q u i e re d e p a r t e s p ro d u c i d a s e n u n l u g a r d i f e re n t e , h a b i é n d o s e re d u c i d o l a s d i stancias por imposición de la socialización del

trabajo mundial. Esta realidad ha conver tido en enor memente más profunda y extendida la unid a d d e i n t e re s e s d e l o s p ro l e t a r i o s , a u n q u e estén separados por historias, idiomas y tradiciones disímiles en los más alejados puntos geográficos imaginables.

Y ello, en esta fase imperialista del capitalismo mundial, nos ubica en un grado de identidad política superior a cualquier época de la historia hasta aquí vivida.

La re a l i d a d d e l a s d o s c l a s e s a n t a g ó n i c amente enfrentadas por los fr utos de la producc i ó n , e l p ro l e t a r i a d o y l a b u rg u e s í a a r ro p a d a por su carácter imperialista de dominio mundial, son inversas Mientras que el proletariado tiene más elementos políticos en común por el desar rollo de la fuerza productiva social, la burguesía disputa cada vez más por imponer sus intereses par ticulares en la apropiación del capital y en las fór mulas políticas de engaño y sometimiento para el sostenimiento del sistema c a d a v e z m á s c o n m o c i o n a d o p o r l a l u c h a d e clases, dividiéndose políticamente en un proceso de creciente alejamiento de sus anhelos de unidad para mejor explotar a los productores proletarios.

Las guer ras y marchas y contramarchas de g o b i e r n o s d e t o d o s i g n o , c o n “ o p o s i c i o n e s ” que luego aplican, en lo esencial, la misma política que el gobier no al que cuestionaban, son pr ueba ir refutable de lo que afir mamos

E s e p ro c e s o d e m a y o r u n i d a d p o l í t i c a c o n base en los intereses materiales de la clase aún no es consciente en la clase obrera El camino d e h a c e r l o c o n s c i e n t e n o p u e d e a b o rd a r s e desde lo gremial

El papel del Par tido revolucionario de la clase obrera

Las luchas por las reivindicaciones, aunque sea por conseguir guantes para las tareas man u a l e s , s o n v e rd a d e r a m e n t e i m p o r t a n t e s y constituyen un ejercicio necesario de la clase p a r a a v a n z a r e n e l p ro c e s o d e u n i d a d y c o nciencia en sí. Pero una cosa es encararla desde l o e s t r i c t a m e n t e g re m i a l , l u c h a q u e t i e n e u n techo bajo que será necesario superar y, otra muy distinta, es encararla desde un punto de vista político, es decir de clase contra clase. Ver a la empresa (el patrón inmediato), como par te de la clase burguesa que decide las políticas guber namentales y de Estado

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La visión política de clase contra clase sólo p u e d e im p u l s a r s e y e x te n d e r s e m e d ia n te l a id e a re vo l u c io n a r ia d e l a n ta g o n is m o s o c ia l e n tre l a b u rg u e s ía y e l p ro l e ta r ia d o q u e é s te debe resolver venciendo a su clase antagónica.

Para ello es necesario una organización de los obreros más conscientes y esa organización es el par tido de la clase obrera con las concepciones más ar riba planteadas que no son otras q u e e l m a r x is m o l e n in is m o U n p a r tid o q u e tenga un plan revolucionario nacional, con un programa de acción que lo ponga en manos de la clase obrera con un claro objetivo de la toma d e l p o d e r p a r a c a m b ia r l a s re g l a s d e l a p rod u c c ió n s o c ia l y h a c e r q u e l o s c re a d o re s d e toda la riqueza sean también beneficiarios sociales de la misma.

Toda lucha reivindicativa puede encararse desde lo político y ésa es tarea indelegable del par tido, así como el impulso de las organizaciones políticas de masas para llevarlas a cabo con la par ticipación, lo más extensamente posible, de obreros practicando la democracia dire c ta o p u e s ta a l a d e m o c r a c ia fo r m a l d e l o s “representantes” q u e te r m in a n n e g o c ia n d o a espaldas de la clase y traicionando sus intereses, fomentando la división, la fr ustración y la visión de que es imposible el cambio social

La s l u c h a s a s í e n c a r a d a s b a r re r á n c o n l a s divisiones inter nas en las industrias, las diferencias en condiciones de trabajo y salariales entre obreros indispensables (todos) para obtener el producto final También saltará los estre c h o s m u ro s d e l a fá b r ic a p a r a e n c o n tr a r a her manos de clase vecinos en la zona y comb a tir j u n to s a l e n e m ig o d e l a c l a s e o p re s o r a que aplica la política común del bajo salario y pauperización de las condiciones de vida, independientemente de las diferencias de ramas de producción.

Asimismo, esa concepción política clasista revolucionaria, transpone la frontera de la clase obrera y hace suyo los problemas de los secto -

res oprimidos del pueblo apor tando y constr uyendo la unidad del proletariado con los m á s d ive r s o s p ro b l e m a s p o l ític o s a q u e s o n condenadas también las masas populares que compar ten carencias con el proletariado

Al ponerse al frente de esas reivindicaciones económicas, políticas y sociales el proletariado c o n s u Pa r tid o va te j ie n d o l a u n id a d e n tre todos los explotados y oprimidos, configuránd o s e l a c o n fo r m a c ió n d e l p o d e r l o c a l d e u n a fu e r z a p o p u l a r d ir ig id a p o r d ic h a c l a s e q u e conducirá a la creación de una fuerza política de masas impulsada por el propio par tido proletario y facilitada por el movimiento del propio proceso, sobre los rieles de la lucha.

En el desar rollo de la unidad, el poder local y el papel de la clase obrera amplía la idea de unidad con el pueblo y de ésta como una profunda necesidad.

El resultado de la unidad política del proletariado con los oprimidos del pueblo es amplísimo y es lo único que puede llevar a la der rota de la burguesía.

Lo dicho hasta aquí nos muestra que sin un robusto par tido proletario nacional con la ideología del mar xismo leninismo, un plan revolucionario hacia la toma del poder y un programa de acción, emprender unidades de “dirigentes representantes” sin bases obreras condena a los mejores intencionados a ir a la cola de las cor rientes burguesas sean estas de la denomin a c ió n q u e fu e re n ( “ iz q u ie rd a ” , “ d e re c h a ” o “centro ”)

Así, el papel del proletariado crece en cantidad y, salta en calidad al pasar de considerarse como clase en sí, a clase para sí. Es decir, una c l a s e q u e ya c u e n ta c o n u n p ro ye c to p ro p io capaz de lograr la emancipación de la explotación del trabajo asalariado y de unificar tras de su propio interés a los amplios sectores populares oprimidos por el mismo enemigo común: la burguesía monopolista sostenedora del sistema capitalista «

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En el desarrollo de la unidad, el poder local y el papel de la clase obrera amplía la idea de unidad con el pueblo y de ésta como una profunda necesidad.

Un partido proletario que exprese la ideología de la clase obrera, su concepción del mundo, sus aspiraciones inmediatas e históricas. Qu exprese su proyecto estratégico para liberarse del yugo dominante de la clase enemiga.

Partimos de una concepción: el partido es una herramienta.Nunca un fin en sí mismo. Nunca un aparato por fuera de la realidad de la lucha de clases que sirva para acrecentar las vanidades de quienes aspiran a dirigir desde el púlpito o desde fórmulas dogmáticas, cuasi religiosas, o que intentan encajar la realidad a sus moldes inmutables. Que haya principios, programa, táctica, no implica que haya fórmulas ni recetas estrictas determinadas por vaya a saberse qué mentes iluminadas. Es la propia obrera y el propio obrero el que resuelve y aplica la línea o la iniciativa votada, como parte de la construcción de su herramienta partidaria y de su papel dentro del proceso revolucionario que se debe transitar.

Construir el partido de la clase obrera, incorporar obreros y obreras conscientes al mismo para que se conviertan en la dirigencia política de la revolución, es un paso que no se puede saltear ni eludir. Es en esa etapa de la contienda clasista en que nos encontramos y no valen remilgos ni lamentos.

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