ENTRE SENTIMIENTOS Poesías de Momis Y PALABRAS Galería: Edson A. Fitch
México, satélite de la vanidad Psicología CCA Magazine mensual #3
Centro de Atención Psicológica CCA
La gente cochina
Dios y otros divagues.
Me pierdo
Consejo Editorial Orlando Oviedo Coordinador Centro Cultural Lucía Gamboa Chávez Terapeuta del Centro de Atención Psicológica CCA. Coordinadora de Educación Continua. Edson A. Fitch Coordinador y terapeuta del Centro de Atención Psicológica CCA.
Colaboradores Lucía Gamboa Chávez Alan Hernández Campos Orlando Oviedo Edson A. Fitch Momis B. Lozagon
Web Magazine Psicología CCA Año 1 número 3 Diciembre 2011 El contenido de los artículos, no forzosamente refleja el pensamiento de Psicología CCA y es responsabilidad de los autores. Se prohibe la reproducción parcial o total de los contenidos de esta publicación salvo autorización por escrito del consejo editorial.
En este número presentamos colaboraciones que nos llegan desde Guanajuato, México, Santiago de Chile y también de nuestro equipo y amigos en Puebla. En su artículo Edson A. Fitch nos presenta con su estilo característico, las trampas de la fe desde las religiones de dioses, habla de las personas creyentes como susceptibles de acidia, del olvido del ser, una especie de pereza mental o anti-introspección de quienes aceptan sin cuestionar, las creencias religiosas que les son otorgadas en forma de memes por sus entornos culturales; el autor nos acerca al tema a partir de su vivencia como persona no creyente pero que ha buscado creer y sin embargo los argumentos y praxis de las religiones no han sido lo suficientemente convincentes como para “atraparlo”; digamos que no ha caído en la trampa, la cual puede ser percibida como virtud pero que en realidad detiene nuestro desarrollo interno. También presentamos una serie de fotos del mismo autor, desde la técnica de los teléfonos multifuncionales de última generación, algo que está cada vez más en boga y que nos hace olvidar los tiempos en que el proceso de la fotografía era distinto, lo que no cambia es el tema, el aparato vinculador y el fotógrafo, las técnicas van y vienen, lo que aún queda es la mirada del artista. Lucía Gamboa esta vez nos platica del “creer en uno mismo” y su revisión crítica para prevenirnos de este postulado que puede formar parte de la ideología light y new age; nos habla de las palabras y sentimientos que nutren nuestro día a día cual alimentos intangibles, pero también nos dice de otros lenguajes menos obvios para el raciocinio y que otros centros captan, aunque muchas veces no sepamos interpretarlos desde la mente lógica y racional, son los lenguajes no verbales que todo el tiempo están comunicándonos, el proceso del cambio está en dar el primer paso hacia un entendimiento de estos, Lucía nos propone algunas pistas para ello.
Editorial
Alan Hernández, desde León, Guanajuato rememora aquellos tiempos cuando uno podía nadar en los causes de los ríos sin utilizar como flotadores las botellas de plástico arrojadas por -como le llama- “la gente cochina”, un interesante acercamiento al despertar de la conciencia ecológica, la cual va más allá de la basura para analizar la forma en que nos relacionamos socialmente. Momis nos acerca su escritura, nos habla de lo cotidiano y la manera en que esto impacta en la imaginación poética; cómo hacer imágenes poéticas a partir de eventos tales que la reciente muerte de un funcionario mexicano, aquí vemos que los campos del quehacer poético son variados y tan válidos unos como otros. B. Lozagon desde Santiago de Chile, nos envía una de sus poesías en la que nos habla de la difícil interacción con la persona amada, lo cual puede llegar a perdernos. Un servidor presenta un artículo muy a tenor de la última entrega, en que se habla desde la generalización de patrones conductuales, motivaciones y deseos propios del mexicano. Presentamos un artículo sobre el Centro de Atención Psicológica CCA, un acercamiento a nuestros quehaceres cotidianos como integrantes del Centro Cultural CCA. Queremos agradecer especialmente a Rafael Franco, fotógrafo por su dedicación a esta labor y a los voluntarios amigos que salen en las imágenes.
Estamos contentos porque hemos iniciado nuestro Programa de Educación Continua (PEC), felicitamos a la psicoterapeuta Lucía Gamboa, quien asume la coordinación de educación continua, entre sus primeras acciones está la implementación de una encuesta a nivel local que tiene como objetivo la investigación y diseño de estrategias de incidencia a partir de la psicología entre la población aledaña al Centro Cultural CCA. A partir de esto comenzamos la credencialización de los estudiantes del PEC. También la felicitamos porque recientemente concluyó su diplomado en terapia de pareja y familia el cual duró 10 meses. Nuestro equipo de la web magazine ha asistido a su primera rueda de prensa, presentamos la publicidad del Consejo Puebla de Lectura quienes realizan maravillas dentro del sector filantrópico, una asociación a seguir para quienes no la conocen. Tenemos las pilas puestas, ofreceremos nuestras primeras actividades gratuitas: pláticas sobre el tema del autoconocimiento y un mini-taller llamado “las luces de lo invisible” que nos imparte el doctor en física José Vázquez Luna y nuestro colaborador Vinik Uitzil Kytzé, en el interior de esta publicación vienen las fechas, ojalá puedan asistir.
Orlando Oviedo Coordinador Centro Cultural CCA
Una oportunidad al cambio ¿Te gustaría colaborar con nosotros? Si tienes un artículo interesante, investigación, imagen propia o alguna otra propuesta que te gustaría publicar comunícate con nosotros a psicologiacca@hotmail. com y envíanos tu archivo para su evaluación por el consejo editorial, no olvides poner en el asunto la frase CONSEJO EDITORIAL.
ENTRE SENTIMIENTOS Y PALABRAS ..................................................................8 Centro de Atención Psicológica CCA ................................................................12 Galería: Edson A. Fitch ................................................................16 La gente cochina ................................................................24 Poesías de Momis ................................................................30 México, satélite de la vanidad ............................................................... 36 Dios y otros divagues ................................................................42 Me pierdo ................................................................48
Lucía Gamboa Chávez
Solo quiero ser yo, y cuando pueda lo serĂŠ -Mayonaise -Billy Corgan
ENTRE SENTIMIENTOS Y PALABRAS Los seres humanos creamos un mundo interno muy potente con el cual vivimos paso a paso, pero muy pocas veces nos detenemos a concientizarlo. Diariamente nos alimentamos de palabras, así como nos alimentamos de comida, que bien sabemos, el tipo de comida que digerimos es igual a qué tanto nos nutrimos, así las palabras que nos decimos día con día nos alimentan “el alma”, palabras que pueden ser de consuelo, de envidia, de enojo, de amor, etc. que además conllevan a su vez una entonación y si lo vemos todavía más allá se acompañan de lenguaje no verbal.
Si hacemos un recuento, la generación a quienes les trae recuerdos los Smashing Pumpkins o vive momentos mágicos escuchando a Caifanes, llevan ya un camino bastante recorrido en estas cuestiones de palabrería, desde la infancia en relación con sus familiares, en la etapa escolar con compañeros y maestros, en la adolescencia con los amigos, con la pareja, en la adultez con compañeros de trabajo, y si nos ponemos a ver el aquí y el ahora el individuo tiene ya un concepto del mundo y del ser humano que lo hace actuar respecto de eso que piensa. Llegan ocasiones en las que se siente confundido, y cómo no si muchas veces encuentra incongruencia entre lo que se dice, cómo se dice y cómo se representa, y no sólo en los otros sino en sí mismo.
ENTRE SENTIMIENTOS Y PALABRAS por Lucía Gamboa se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported
Pero cómo es que algunas veces las palabras suelen tener más peso que otras, depende de quién nos las diga, de cómo nos las diga y nuestra disposición para captarlas. Sin embargo hay un factor desencadenante dentro del mundo de las palabras, he escuchado muchas veces a gente decir “cree en ti” pero para mí eso me resulta hasta cierto punto incongruente, no podría de pronto decir si ya “creo en mi” porque no es una etiqueta que se pueda pegar en la frente, en realidad hay un sentimiento y una serie de sucesos detrás del “creer en ti” o no, y no se puede no “creer en uno mismo” todo el tiempo, existen circunstancias en las que una persona cree absolutamente en sí y otras en las que la persona simplemente no puede ponerse el sticker. Pero ese sentimiento de “no creer” (por poner sólo un ejemplo) se ha generado desde la infancia porque es ahí donde comienza el lenguaje y la relación con los otros, pero el lenguaje era mayormente no verbal, a través de miradas, caricias y tonalidades de voz, la persona crea un sentimiento y después le pone palabras. En conclusión si por ahí te cuesta trabajo resolver alguna situación personal y por más que te dicen, no logras cambiar, podría ser que no quieres hacerlo, no tal vez sabes cómo hacerlo, o va más allá de palabras, quizás sería bueno probar con un proceso terapéutico. Y bueno, los dejo viendo este video que a mí me gusta mucho y en lo personal “creo en él”:
http://www.youtube.com/watch?v =hMpjUAKIyUo&feature=related
Por Lucía Gamboa, Edson A. Fitch y Orlando Oviedo. Fotos: Rafael Franco. “El tiempo que parece haber sido perdido en realidad está ganado” Nuestro espacio se divide en tres estancias:
El Centro Cultural CCA El espacio que hoy conocemos como Centro Cultural CCA nace en la ciudad de Puebla, México en diciembre de 1997 como espacio autogestivo y alternativo gracias a la iniciativa de Noemí Aguilar y José Luis Oviedo “Don Renato”, teniendo para ello dos inspiraciones fundamentales, por un lado las “Casas Okupa” europeas y por otro lado los “Aguascalientes” zapatistas chiapanecos; aunque hemos creado un proyecto sui generis el cual, con el transcurso de los años ha ido tomando diferentes caminos por iniciativa de colaboradores y colectivos que han acompañado nuestro andar. Ha sido largo el recorrido, con una pausa de tres años. Esta nueva etapa comienza en enero de 2011 con nuevos colaboradores y motivaciones.
El Centro de Atención Psicológica (CAP) “Una posibilidad al cambio” El Centro Cultural por medio de su Centro de Atención Psicológica CCA abre sus puertas a todas las personas de la comunidad que requieran ayuda psicológica, psicoterapia, talleres, pláticas, conferencias y en general un espacio de expresión sobre todo lo relacionado con la cultura de la salud mental, emocional, espiritual, despertar de la mente y salud del cuerpo. Actividades que realizamos desde el CAP: - Publicación mensual del web magazine Psicología CCA www.issuu.com/psicologiacca - Pláticas, charlas y conferencias. - Talleres y dinámicas grupales. - Atención psicoterapéutica en consultorio. * Algunas de las actividades son gratuitas, otras por donativo voluntario y otras de paga.
El Consultorio de Atención Psicológica Este espacio está dedicado completamente a atender en el consultorio de manera más personal y cercana a nuestros consultantes. ¿Por qué acudir a psicoterapia? El ser humano es un ente que vive a través de su psicología: emociones, pensamientos y acciones. De pequeños aprendemos a relacionarnos con el mundo de cierta manera y a resolver nuestros conflictos de la forma en que aprendimos y muchas de las veces podremos resolverlos, sin embargo otras veces, esa misma solución en la que nosotros confiamos parece volverse el inicio del conflicto o el empeoramiento del conflicto, aquí el psicoterapeuta puede ayudarnos a salir de este círculo vicioso.
¿Por qué creer que los psicólogos son para los locos? Desde nuestro punto de vista la creencia de que los psicólogos tratan a los “locos” viene de los inicios de la psicología, comenzando sus estudios de las alteraciones mentales producidas a partir de las guerras y por otro lado, trastornos mentales que ya estaban muy avanzados (al menos ésta es la parte más conocida que más influenció esta creencia). Pero permítanos decir que ahora los psicólogos también ayudan a personas sanas que necesitan ayuda por algún tipo de dificultad que ya tiene tiempo o que nunca se les había presentado y no han sabido resolver hasta ahora. Por esto una de nuestras finalidades es transmitir el mensaje de la palabra a la obra, a toda nuestra comunidad de aquello que desconoce. Este es un reto que no desaparece por el solo hecho de pronunciar un vocablo.
Queremos una sociedad con personas sanas en su mente, en su espíritu y por consiguiente sus acciones también lo serán. La experiencia siempre es necesaria para el desarrollo intelectual, nuestra sociedad necesita sujetos activos, que transformen cosas y encuentren la estructura de sus propias acciones. Nosotros le ofrecemos un servicio en que conducimos a la elaboración de sus capacidades, herramientas y recursos, que lo transformarán desde su interior, no sólo en la superficie. Adoptamos el lema “Una posibilidad al cambio” porque como la misma frase lo indica, somos una posibilidad de ayudar a generar un cambio en la vida de las personas, tanto interno como externo, pero este cambio también requiere de que la persona se responsabilice con la terapia y haga un compromiso para consigo misma. Ser psicólogo es un reto que nos pone en consulta siempre un caso diferente, en el cual nosotros ponemos todo nuestro empeño, nuestros conocimientos e imaginación, para sacar adelante lo que en ese momento nos plantea nuestro consultante.
La finalidad en todo caso es poder resolver la situación en un conjunto entre consultante y terapeuta, un trabajo de corresponsabilidad y compromiso del que ambos aprendemos algo nuevo. Pero este reto psicoterapéutico empieza cuando nuestro consultante acepta la ayuda y accede al cambio en nuestro consultorio, y es entonces cuando se abre la posibilidad al cambio. El Consultorio de Atención Psicológica le extiende la alfombra de su casa al consultorio de lunes a sábado de 16:00 a 20:00hrs, jueves y domingos descansamos.
Colaboradores Con el afán de que conozcan a los profesionales de la salud mental que actualmente se encuentran colaborando con nosotros, presentamos sus semblanzas:
Lucía Gamboa Chávez
Psicóloga graduada de la Escuela Libre de Psicología, nació en la ciudad de Puebla en 1982. Realizó sus prácticas profesionales en un jardín de niños y su servicio social en la Clínica del Maltrato del DIF. En 2008 se especializó en Psicoterapia Humanista estudiando la maestría en el Instituto Universitario Carl Rogers. Teniendo en carne propia la experiencia de trabajo grupal vivencial con enfoques como psicocorporal, humanista, hipnosis ericksoniana, programación neurolingüística, entre otros. Tiempo después trabajó como asistente de dirección en Hágase Enlace y Humaniza, sociedad dedicada al desarrollo humano en los ámbitos social, laboral, personal y escolar. Dentro de esta sociedad impartió cursos de desarrollo humano en una cadena de tiendas a nivel nacional. En este lapso se certificó como “Practitioner of Neuro-Linguistic Programming” con el coach José María Velázquez Giles. Posteriormente entró a trabajar en una de las mayores empresas globales, conociendo y practicando la psicología en las organizaciones. Actualmente estudia un diplomado en terapia de pareja y familia. Recién se ha unido al equipo del Área de Psicología del Centro Cultural del CCA y es coordinadora de educación continua desde donde gestiona la mediateca, la credencialización de los estudiantes y el área de investigación del CAP.
Jorge Edson Jair Arenzana Fitch
Psicólogo graduado de la Universidad del Valle de México, nacido en la ciudad de Puebla en 1984. Durante sus estudios en Villahermosa comienza a trabajar como psicólogo general en el Hospital de Salud Mental, en el cual desempeña tanto tareas administrativas como terapéuticas; hasta finalizar sus estudios. Y mientras obtiene conocimiento psiquiátrico por parte del hospital durante año y medio, comienza a atender diplomados en teoría psicoanalítica, cabe mencionar que durante este tiempo también atiende un diplomado de anti-psiquiatría y un par de talleres de criminalística y psicología legal. En el año 2007, se ve obligado a reubicarse al estado de Puebla debido al siniestro causado por la inundación en Villahermosa. Al restablecerse en la Ciudad de Puebla comienza a laborar en el área académica y administrativa de un par de escuelas preparatorias y empresas de consultoría, llegando a impartir clases de inglés a nivel diplomado. En el mes de mayo de 2011 se une al equipo de psicología del Centro Cultural CCA donde actualmente es coordinador del área de psicología del CAP. .
Edson A. Fitch
TomĂŠ una foto de una fotografĂa -Big bang baby -Scott Weiland
Alan Hernรกndez Campos
Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero. -Anónimo
La gente cochina Por Alan Hernández Campos No guardo en mi memoria el haber conocido los ríos limpios que para mí siempre han corrido como cañerías en la colonia donde viví tantos años. Sobre el borde del río miraba los desperdicios y el agua turbia arrastrando botes, llantas, bolsas de basura y animales muertos. De las charlas con los mayores sabía que no siempre había sido así. Hubo un tiempo cuando el agua era limpia y se podía bajar a nadar. Había peces –recordaban en voz alta- cuando yo sólo veía correr ratas entre la basura. Cuando nací los ríos ya estaban así pero me preguntaba ¿quién los ensució? La gente cochina, me contestaron. Siempre esa gente cochina me resultó ajena, eran hombres y mujeres de un lugar desconocido. Seres despreciables e inconscientes y por su culpa yo no podía nadar en los ríos como ellos lo hicieron. ¿Quién fue esa gente cochina que ensució el agua de los ríos? Sin embargo, algo que si recuerdo es mi primera visita al puerto de Acapulco. Entonces fueron las playas de Caleta y Caletilla. El agua estaba limpia y en las fotos tomadas de esos días los paisajes son maravillosos. Muchos años después volví al puerto y quise rememorar mi niñez en aquellas playas que formaban parte de mi memoria. No las reconocí, aquello era un muladar de gente y parecía un tianguis costero: las playas turbias, los drenajes abiertos y sus aguas derramadas dispersadas por el oleaje. ¿Quién ensució esas playas?, me pregunté. La gente cochina, pensé; los mismos seres desconocidos que ensuciaron los ríos. Recuerdo también que cuando cursaba la educación primaria escuche la noticia de que Paseo de La Reforma había amanecido con cadáveres de pájaros muertos. Entonces no entendía las razones de esto y nunca pregunte, quizá hubiese recibido la misma respuesta. Ya de la adolescencia me acuerdo de los paseos por la ciudad de México y de cómo solía leer mientras viajaba en los vagones del Metro. Hoy es imposible hacerlo por el estruendo de los vendedores de abordo. Por otro lado, no me acuerdo que el tráfico fuera tema de discusión o motivo de queja, mucho menos de asesinatos a mansalva por simples problemas viales. Y aquellos lugares que antes eran verdes y llenos de árboles hoy están repletos de casas fabricadas en serie o sepultados por enormes centros comerciales. ¿Quién fue, quién provocó todo esto? La gente cochina, esas personas abstractas que jamás conoceré.
Hoy escucho que se acabará el agua y hay que cuidarla. También escucho que las bolsas de plástico contaminan; que hay que afinar los autos por esa nube inmensa que se alza sobre las modernas ciudades. Pero también veo en la televisión cómo denigran al ser humano, como lo humillan con su beneplácito ante su falta de dignidad. Escucho y leo de muertes, de decapitados, de mujeres violadas y mutiladas. Escucho de drogadicción infantil, de morir por un teléfono, de jovencitas cambiando sexo por un boleto de concierto. Quizá mañana mi hij@ se parará frente a mí para escucharme hablar de los días en que había agua en abundancia, de cuando nadábamos en las playas limpias, de cuando el aire era respirable y comíamos alimento no enlatado; añorará esos tiempos cuando uno podía caminar por las calles con tranquilidad, de cuando leía en los vagones del metro, o cuando salía a jugar con otros niños a la calle en la colonia donde vivía y que hoy se han convertido en guetos amurallados; me preguntará, cómo yo lo hice algún día, ¿quién fue, papá? Y yo evadiré su pregunta en la misma forma como lo hicieron conmigo: La gente cochina, hij@.
Alan Hernández Campos lhomme.qui.regarde@gmail.com León, Guanajuato.
La gente cochina por Alan Hernández Campos se encuentra bajo una Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Momis
La gente no deberĂa temerle a su gobierno, los gobiernos deberĂan temerle a su gente. -V for vendetta -Frank Miller
Habemus Peje ¡Háganse todos a un lado! Habemus Peje…pa rato, la esperanza ha regresado ¡Viva nuestro Candidato! Los jilgueros del “chayote” ya empezaron a silbar, andan armando borlote bien prestos a denostar. La República Amorosa produjo gran escozor, ahh qué runfla tan sarnosa. ¡Pomadita p’al ardor! ¡Y que diga lo que quiera la “prianchuchez” nacional, es hora de que ya muera la escoria neoliberal! ¡Qué termine la condena, elector, no se Apendeje, apúntese ya a MORENA, vaya y vote por el PEJE! Momis
15 de Noviembre de 2011 La muerte de…. ¿Por qué será que la muerte con singulares poderes, hasta a los más bajos seres en casi “santos” convierte? Se les da categoría de “enormes” seres humanos, aunque en vida estos fulanos fueran vil trapacería. Y les hacen homenajes los entierran con honores, fácil borran los errores, la bajeza, el bandidaje. ¿Y por los nuestros quién llora, quién les rinde UN homenaje quién acompaña su viaje con frases conmovedoras? Así que yo…con la pena no lamento este deceso es para mí este suceso, cal por las que van de arena. Toda esta bola de bichos nos tienen en este estado, pisando en campo minado. Yo no los perdono. ¡He dicho! Momis
Grupo Monedita de Oro: DICIEMBRE 2011 2 Y 3: FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO GUADALAJARA
Orlando Oviedo
¡Oh! Señor, por qué no me compras un Mercedes Benz. -Mercedes Benz -Janis Joplin
México, satélite de la vanidad Por Orlando Oviedo* La vanidad que no logra satisfacer el mexicano, ni aún en el exilio cuando por algún proceso mental de blanqueamiento trata de cambiarse la piel que lo cubre, piel que es cultura. La imagen propia autodenigrada hacen de él un ser que se deprime, que vive al día la fijación melancólica, triste se ahoga en un pantanal, porque siendo su búsqueda auténtica aun así no logra encontrarse ya que se busca en el otro que él no es. Esto nos trae como aprendizaje el darnos cuenta de la condición humana, desarrollamos grandes capacidades de introspección, de tanto estarnos viendo hacia dentro, aprendemos de esto y lo transmitimos al mundo como fruto de esta consciencia hiperconsciente; pero es una consciencia dormida, porque sueña, como el mexicano que sueña con dejar de ser y hacer como es y hace, para ser y hacer de manera diferente. Sumergido en la insatisfacción del ser, añora nostálgica y románticamente lo otro y el tiempo perdido, por eso hay tanta espiritualidad en el mexicano, misma que lo guía a través del dolor de la sangre que emana religiosidad, pero no logra guiarlo más allá del sufrimiento, esta espiritualidad es como la sal que lastima aún más la herida; por sorprendente que esto parezca, de todo este dolor adquirimos conocimiento y comprensión, aunque es una comprensión que sigue estando dormida ya que es buscada a través del dolor y el auto-bloqueo del ser. A diferencia de otras sociedades, en la nuestra la violencia primero pasa por uno mismo para enseguida proyectarse en el otro, para poder agredir al otro primero tenemos que hacerlo con nosotros mismos, este proceso retroflexivo alcanza su punto culminante en dos fenómenos, la depresión abisal y el masoquismo, el cual definimos más allá de la búsqueda del placer en el dolor, como la búsqueda del querer ser amados y queridos, incluso a costa de nuestra propia humillación: “pégame pero quiéreme”. Y todo esto tiene que ver con los procesos esquizofrenizantes, en que la madre y el padre infringen mucho dolor a los hijos y lo justifican en nombre del amor, de hecho en nombre de éste ocurren grandes barbaridades: “te pego porque te quiero”, “pues ya no me quieras tanto”, respondería la persona sana.
Y nuestra aspiración, como satélites de la vanidad, es la falsedad que ésta conlleva, el engaño que principia con un auto-engaño, queremos dejar de ser nosotros y empezar a ser la imagen que el espejo refleja, buscamos con frenesí ser el objeto de nuestro deseo, confundirnos con éste, por eso hablamos inglés, francés, italiano o alemán, para metamorfosearnos y poder vivir al fin, porque la vida siempre está donde nosotros no, por eso migramos, para alcanzar el sueño de la mente dormida: la auto-realización, y la migración toma múltiples máscaras: viajes, dinero, compras compulsivas en hipermercados y plazas comerciales; dentro de la contracultura: emotización de un sector de la población, adopción de movimientos sociales como escape a la realidad, escape y protesta contra ésta. Queremos con ansias locas ocultar nuestros sentimientos oscuros y destructivos, por eso los jóvenes jugadores de las selecciones ganan las copas en el futbol, como máxima aspiración de la liberación de la frustración, dejar de ser los ratoncitos para al fin ser los leones que nos soñamos, dejar atrás el “jugamos como nunca, perdimos como siempre” que arrastramos casi casi como encíclica papal; y este proceso acarrea sus cargas negativas, porque pasamos de un estado depresivo a una envidia maliciosa, que es el querer ser y tener lo que el otro tiene aun a costa, incluso de que el otro lo pierda, y al final nos aseguraremos de que el otro no tenga ni sea lo que nosotros no podemos tener o ser, de un perderganar nos movemos al ganar-perder para terminar en el perder-perder. Ya estamos hartos de la expresión de los sentimientos incorrectos, pedimos moderación, aún a costa de camuflarlos como el camaleón en que la persona admirada se convierte, porque para ser admirado hay que dejar parte de la condición humana oculta del escrutinio ajeno, como pavo-reales, pero sabemos que ahí están todos aquellos sentimientos y emociones que nos avergüenzan, trabajando sin que se noten, el auto-control ante todo. Y queremos ser, sin darnos cuenta que la vanidad es propia de quien no se quiere, de quien no se acepta tal cual es, otro camino fallido, lo mismo que la depresión masoquista, el camino del narcisismo es otro desorden que destruye; quizás seamos más adelante una nación destructora de los otros, como la norteamericana, cuna de la vanidad y del engaño que triunfa. La simulación estará completa, lograremos engañarnos hasta a nosotros mismos hablando idioma extranjero, imitando gustos y caprichos foráneos. Por eso, como Narciso, queremos enamorarnos de nosotros mismos, pero para esto debemos dejar de ser nosotros mismos, una disociación esquizoide que traerá múltiples problemas al mexicano porque la motivación parte de un deseo deficitario que a su vez es alimentado por el temor a no ser o a no triunfar.
Y como la luna, México es satélite que gira en torno a la vanidad, con suficiente campo gravitacional como para no alejarse pero tampoco lo suficientemente fuerte como para acercarse demasiado, vivimos en el purgatorio para acceder al auto-engaño vanidoso, ahí transcurre parte de la esencia de nuestro pueblo, esto generalizando un poco. * Eneagramista, gestor cultural y activista social, traductor francés-español, escritor de ensayo, poesía y narrativa breve, coordinador de Centro Cultural CCA, ha impartido clases en UNAM, Universidad Iberoamericana y Alianza Francesa. This work is licensed under the Creative Commons Attribution-NonCom¬mercial-NoDerivs 3.0 Unported License. To view a copy of this license, visit http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ or send a letter to Crea¬tive Commons, 444 Castro Street, Suite 900, Mountain View, California, 94041, USA. México, satélite de la vanidad, por Orlando Oviedo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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Edson A. Fitch
“Fe, me alejas, lo haces todos los días, no lo haces a propósito, pero duele como el infierno.” -My Iron Lung. -Tom Yorke.
Dios y otros divagues. Por Edson A. Fitch Han de saber que no soy religioso, algo obvio si han leído mis artículos anteriores, y si no por lo menos han notado que la razón tiene a tener un mayor peso en mí forma de ver el mundo, también debo contarles que crecí como católico. Cuando era niño, realmente no entendía por qué la gente le daba tanta importancia, siempre vi los lugares sacros como ominosos y aburridos, lo sé, era un niño con un vocabulario increíble; lugares en los que normalmente, un fulano que para mí gusto al que le gustaba mucho escuchar su voz, platicaba historias que escribieron otros tipos acerca de las aventuras de otro individuo, esto lo expreso sin ánimo de ofender a nadie. Claro, no fui católico durante todo mi desarrollo, mi madre, como persona inteligente que es, tuvo unas cuantas crisis de fe que terminaron por hacerla convertirse en una persona agnóstica, ¡hey!, algo es algo, pero antes de eso, como familia intentamos con el cristianismo por un tiempo, recuerdo que mi hermano todavía era un recién nacido, el problema sucedió cuando los creyentes comenzaban a platicar con su amigo imaginario… digamos que entraban en un estado un poco energúmeno, por falta de una palabra mejor para describirlo, pues, para todos aquellos que no han tenido el privilegio de asistir a una reunión cristiana…no recuerdo cómo les llaman…llega el momento en que el “espíritu santo” se encuentra entre los asistentes y el pastor te exhorta a hablar con él, cosa que asustaba a mi hermano… y nos perdieron, en pocas palabras su majestad el bebé necesitaba dormir. Por alguna razón fuimos una sola vez con los adventistas del séptimo día, y de verdad, no es ofensa pero una vez fue suficiente, si los católicos eran aburridos, estos eran peor, ni siquiera tenían la promesa del vino en ningún momento, es más, lo tenían prohibido, lo cual ya dice demasiado, después mi madre se acercó a los testigos de Jehová… lo que eventualmente la llevó a que escuchara sus ideas sobre las fiestas, y puso pies en polvorosa, una vez llegaron unos mormones por la casa, he de haber tenido unos trece años y me comenzaron a envolver en su discurso, debo decir que tenían ventaja porque uno de los fulanitos me hablaba en inglés y yo necesitaba con quién practicarlo, por lo que lo dejé hablar, cuando terminó de contarme su historia solo tenía una pregunta: -“¿de verdad basas tú fe en lo que según un ente se encontró escondido en un bosque?”, añadiendo por supuesto: ¿Que aparte solo podía leer él?. Han de saber qué a John Smith se le apareció, no re cuerdo si un ángel o le hablo el santísimo, y le dijo que fuera a un bosque y buscara bajo cierto árbol las tablas dónde se encontraban los fundamentos para esa religión, y casualmente el único que podía verlas y leerlas era él, llámenme cínico, pero honestamente me suena a que las tablas no existían.
Por supuesto, para cuando a mí me entró la crisis de fe, naturalmente me fui para el lado completamente opuesto, lo que me llevó a buscar mi creencia en las corrientes orientales, además, eran los 90’s, estaba de moda, lo acepto, lo primero que noté es que las similaridades eran grandes, pero eso sí, al César lo que es del César, quienes imaginaban la forma física de sus deidades vivían en estados alterados de la consciencia. Obviamente la que me llamó más la atención fue el budismo, ahora comprendo que realmente lo que me atrajo fue el cambio fundamental del discurso, la promesa es completamente distinta en el cristianismo, el veneno que escojan, la promesa es “o te portas bien y te vas al cielo, o te portas mal y te vas al infierno”, sin embargo con el Budismo es “si haces las cosas bien, “despiertas”, y esencialmente te conviertes en Dios”, lo cual para un mocito arrogante de quince años es bastante atractivo, es más, me sigue siendo atractiva la idea, pero no funcionó esa cuestión del cuerpo como templo no va con mi estilo de vida. En la cuestión religiosa siempre he jugado con la noción que su discurso moral es fundamentalmente fallido, en el sentido de la cohersión al bien, el discurso es claro “o te portas bien o la deidad te va a castigar eternamente”, en función de lo anterior ¿qué tan plausible es que las personas religiosas no sean realmente buenas? Este pequeño breviario cultural fue para denotar que es un hecho que sí soy ateo, pero no completamente por falta de intentar no serlo, siempre se me ha hecho increíble la capacidad de la mayoría de las personas de apagar, por falta de un mejor término, completamente el raciocinio cuando se tocan conceptos de fe. Sobre otras líneas, y denme un poco de cuerda, más adelante trataré de atar todo, ahora, gracias a lo que conocemos como ciencia sabemos que la tierra tiene más de cuatro mil años, no es plana y no es el centro del universo, aunque ciertos delirios masivos digan lo contrario; esta ciencia ha evolucionado a través de los años, desde Galileo hasta Niels Bohr; pasando por supuesto al que una de las personas más inspiradoras en mí existencia, el Sr. Einstein. Gracias a estas personas ahora tenemos lo que es la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, sin las cuales mucho de lo que consideramos parte de la vida moderna no existiría, comenzando por el aparato con el que están leyendo este artículo hasta el celular con el que se comunican, entre el crecimiento de la tecnología militar y de entretenimiento se han creado herramientas increíbles con las que literalmente se pueden sacar fotografías del universo en el momento en el que se está formando, por lo tanto poco a poco hemos logrado en sentido figurado, viajar al pasado, hasta el principio del tiempo y del espacio, hasta el momento de la singularidad.
La singularidad como saben, es el término que se le da en la teoría del Big Bang, y no me refiero al programa gracioso, al fango primordial, por así decirlo, es la concentración de lo que es y ha dejado de ser, todo, se le conoce como singularidad precisamente porque ha sido algo único en nuestro universo, más que nada porque se cree que de ahí se creo, ahora si nos adentramos más y leemos lo que los físicos de cuerdas están teorizando, ellos son básicamente los que poseen los bongs con hierba del mundo de la investigación, en cada hoyo negro hay una singularidad, lo que implica la posibilidad de la existencia de miles de millones de universos diferentes con miles y millones de dimensiones, pero creo que me estoy saliendo un poco del tema. Esto que no es completamente comprensible que es infinito pero ínfimo al mismo tiempo, que es imposiblemente denso en un mínimo volumen , esto que no es completamente perceptible y es la base de toda cuestión filosófica sobre nuestro origen ¿Qué era la singularidad y qué causó su desequilibrio?. Si pueden tomar en cuenta que otra de las personas que impactado fuertemente en mi vida es Nietzsche, creo que se podrán dar cuenta por dónde quiero atar los cabos. Sabemos que la mayoría de la filosofía de Nietzsche está basada en su metáfora de la muerte de Dios, que quede claro que comprendo perfectamente que es una alegoría a un cambio de paradigma ideológico de la moralidad, precisamente retomando la retórica. ¿Eres bueno (moral) si haces el bien porque de lo contrario algo terrible te va a suceder por el resto del tiempo? En este talante, vamos a suponer que el ente “incom-prensible”, omnisciente y omnipotente que el ser humano ha nombrado como “Dios”, fue real y vivió en algún momento. ¿Acaso no podríamos nombrarlo “singular-idad”?, ¿no se supone que Dios lo es todo, está en todo y más importante, creó todo? Recordemos que una de las preguntas que la ciencia hasta el momento no ha podido responder es: ¿Qué cambió, qué creó un desbalance que eventualmente llevó al Big Bang?¿es un desbalance el Big Bang o sólo es un evento de la regularidad? En este momento me estoy posicionando en un lugar conciliatorio entre los que proponen el raciocinio ante la fe, lo cual, créanme, es difícil siendo parte de ellos, digamos que nosotros cedemos y dejamos de poner en tela de juicio la existencia histórica del ente todo poderoso, pero, y aquí es donde entra la reciprocidad, aquellos que anteponen la fe a la razón aceptan que fue precisamente “Su muerte” lo que causó que la singular-idad perdiera el balance y de esa forma, al dejar de existir creó el universo y por ende, mediante sus procesos evolutivos, tal vez no fuimos creados a su imagen, pero sí, en algún sentido cuántico a su semejanza, y más aún de esta forma siendo algo de “Él” , de esta forma yo repropongo al súper hombre. Quiero cerrar parafraseando al animador Levni Yilmaz, “No creo en la vida después de la muerte, sin embargo cuando tomo en cuenta la cantidad de tiempo que pasamos muertos y la comparo con la cantidad de tiempo que pasamos vivos, comprendo la necesidad de las personas de creer en el paraíso.”
B.Lozagon
Llena el papel con los respiros de tu coraz贸n, las mejores cosas de la vida no son cosas. -Poetry -Holly Kirby
Me pierdo (B.Lozagon) Si me pierdo, la muerte creerá que no la veo y no es verdad, la veo todos los días cuando me pierdo y te pierdo cuando cierro los ojos y las palabras de los vagabundos fantasmas regresan llorando infecto por la conciencia de la gran pérdida de la inocencia. Si te pierdo me pierdo, y no me interpondré en el camino de lo inevitable, si te pierdo, la leyenda crecerá por tu ausencia, si me pierdo, me comprometeré a sentir algo que no sé cómo se sienta. Somos cómplices planeando mejores emociones, planeando eternidad, en el pasado y en la decadencia. Así pierdo en la perdición del comprometido corazón donde seremos esclavos de nosotros hasta que perdamos y suceda lo inevitable… Perdidos finalmente regresamos. Perdidos a medio segundo de lo inevitable. Perdidos en el desierto que esconde esqueletos. Me pierdo y te pierdo en esta cirugía que nos demanda entregarnos en una tregua donde me pierdo y los golpes dignifican cada puto verso….
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