LO QUE HACEMOS 13 de mayo de 2011
NACE EL DERECHO A QUE EL FINAL DE LA VIDA SE PRODUZCA SIN DOLOR Y CON PLENO RESPETO A LA VOLUNTAD PERSONAL
El Gobierno ha informado del anteproyecto de la Ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida.
vida sea respetada; a recibir apoyo emocional; a morir acompañado; a recibir auxilio espiritual conforme a sus convicciones y creencias; a que se respete su intimidad personal y familiar. También refuerza el derecho a manifestar anticipadamente la voluntad sobre los cuidados y el tratamiento asistencial que se desee recibir en el proceso final de la vida.
El Consejo de Ministros ha informado del anteproyecto de la Ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida. El principal objetivo de esta ley, que fue anunciada por el Gobierno en noviembre del año pasado, es proteger la dignidad de las personas cuando se encuentran enfermas en fase terminal o en situación de agonía y garantizar el pleno respeto de su libre voluntad en las decisiones sanitarias que les afecten en ese proceso.
La ley aporta seguridad jurídica a los profesionales sanitarios, porque el cumplimiento de la voluntad del paciente excluye cualquier exigencia de responsabilidad a los profesionales sanitarios por las correspondientes actuaciones. La adecuación del esfuerzo terapéutico a la situación del paciente requerirá
La nueva ley aporta nuevos derechos para los ciudadanos: a ser informado sobre todo el proceso, directamente o a través de su representante legal; a que su voluntad sobre las decisiones sanitarias que le afecten en el proceso final de la 1
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un juicio coincidente de, al menos, otro médico que participe en la atención sanitaria, lo que refuerza la seguridad jurídica del profesional.
juicio de los profesionales sanitarios, sólo contribuye a prolongar en el tiempo una situación biológica irreversible. El mantenimiento de estas medidas inútiles es lo que se denomina ensañamiento terapéutico); el rechazo del tratamiento (la retirada o no instauración de un tratamiento, aunque el profesional pueda considerarlo clínicamente indicado, porque el paciente no da su consentimiento); la sedación paliativa (la administración de fármacos para reducir la conciencia de un paciente en situación terminal y evitarle el dolor y sufrimiento, previo consentimiento informado explícito).
Cuando esté aprobada, la nueva ley garantizará la igualdad de todos los ciudadanos ante el proceso final de su vida, con independencia del lugar de España en el que vivan. Ahora sólo los ciudadanos de Andalucía y Aragón cuentan con una ley similar. Esta ley no despenaliza la eutanasia; no permite provocar en ningún caso la muerte. Tampoco permite el suicidio asistido. Ambas cosas están tipificadas como delito en el Código Penal vigente. La finalidad de la nueva ley es asegurar que la intervención sanitaria evite el sufrimiento innecesario o el ensañamiento terapéutico, en situación terminal e irreversible.
Antes de elaborar este anteproyecto de Ley, el Gobierno ha escuchado y tenido en cuenta la opinión del sector sanitario y la de organizaciones y asociaciones de pacientes, ámbitos en los que esta ley es muy demandada. El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad se ha reunido con casi 30 asociaciones, entre ellas la Organización Médica Colegial, la Asociación Española contra el Cáncer, el Foro Español de Pacientes, la Sociedad Española
Lo que permite la ley es: la limitación del esfuerzo terapéutico (la retirada o no aplicación de una medida para mantener la vida, cuando, a 2
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de Cuidados Paliativos, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer.
actuación irresponsable contra el Hospital Severo Ochoa. Casi la mitad de las personas que fallecen cada año en España atraviesan un periodo en el que requieren cuidados paliativos. El PSOE se comprometió a dar solución a este problema. Los socialistas, una vez más, cumplimos con nuestra palabra y con nuestro compromiso electoral.
Curiosamente, el Partido Popular acaba de presentar en el Congreso una Proposición no de Ley sobre cuidados paliativos. El PP llega tarde y mal, porque lo que propone es un mero plan, sin garantizar por ley los derechos de los pacientes y dar seguridad jurídica a los profesionales sanitarios, que, por el contrario, es lo que contempla el anteproyecto de ley elaborado por el Gobierno. La “preocupación”, ahora, del PP por pedir un Plan de Cuidados Paliativos no es creíble; evidencia oportunismo. Ninguna comunidad autónoma del PP ha regulado estos nuevos derechos para los ciudadanos de sus territorios. Y es difícil de olvidar el daño irreparable para pacientes y profesionales de la sanidad y la alarma social que provocó el Gobierno de Esperanza Aguirre con su
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