Cartilla de divulgación

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Cartilla de divulgaciรณn

Asociatividad, desarrollo e inseguridad Casos del campo colombiano Leidy Liliana Gรณmez David Orlando Aguilar Clemente Forero Pineda Luz Elena Orozco Collazos Eduardo Wills Herrera Manuel Moscoso Rojas

Un proyecto financiado por la Facultad de Administraciรณn de la Universidad de los Andes y la Direcciรณn de Justicia, Seguridad y Gobierno del Departamento Nacional de Planeaciรณn


ASOCIATIVIDAD DESARROLLO E INSEGURIDAD Casos del campo colombiano Primera edición: diciembre de 2015 © Leidy Liliana Gómez, David Orlando Aguilar, Clemente Forero Pineda, Luz Elena Orozco Collazos, Eduardo Wills Herrera, Manuel Moscoso Rojas. © Universidad de los Andes, Facultad de Administración, Departamento Nacional de Planeación (DNP) Simón Gaviria Muñoz Director General Luis Fernando Mejía Alzate Subdirector Sectorial Manuel Fernando Castro Quiroz Subdirector Territorial y de Inversión Pública Édgar Antonio Gómez Álvarez Secretario General Gabriel Cifuentes Ghidini Director de Justicia, Seguridad y Gobierno Departamento Nacional de Planeación, 2015 ISBN: 978-958-695Diseño y diagramación: Isabel Cristina Orozco C. Preprensa y prensa: Editorial Kimpres S.A.S. Las fotografías presentadas en este documento cuentan con autorización para su uso por parte de sus propietarios. Impreso en Colombia – Printed in Colombia Reservados todos los derechos. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en o trasmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electro-óptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.


Contenido 1. Presentación 2. Los objetivos del proyecto 3. Las regiones de estudio 4. Las organizaciones sociales en el campo y su efecto sobre el desarrollo y el bienestar de las comunidades 5. ¿Qué motiva a los productores del campo a asociarse? 6. Principales resultados de la investigación 6.1. Resultados de percepción de inseguridad y asociatividad en las regiones 6.2. Resultados cualitativos de los casos 7. Diez casos de organizaciones sociales exitosas en regiones de niveles altos de violencia Asociación Chocoandes Asociación de Productores Agropecuarios de San Martín AGROSAM Asociación de Productores de Cacao APROCAL Asociación de Productores Agropecuarios del Meta ASPROAGRO Cooperativa de Ganaderos COODEGAN Corporación PRO-OPIA Asociación Nacional de Mujeres Indigenas, Negras y Campesinas de Colombia ANMUCIC Federación de Pescadores de Cantagallo Asociatividad en Barbosa Asociatividad en Tolú Viejo Referencias Apéndice: Municipios y veredas visitados para el trabajo de campo

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1 Presentación También esperamos que los comentarios hechos por los pobladores del campo a este documento, ayuden a mejorar nuestro trabajo académico y alimenten los textos de política pública que resulten de la investigación.

La cartilla que el lector tiene en sus manos busca presentar algunos resultados centrales de la investigación que la Universidad de los Andes y el Departamento Nacional de Planeación han adelantado sobre la forma cómo se organiza la producción agropecuaria en algunas regiones con mayores índices de violencia en el país.

La cartilla está organizada en dos partes: en las primeras secciones se presentan los objetivos de la investigación, sus alcances y sus principales resultados.

Su propósito es contarle a las personas que participaron en la encuesta y a los líderes de las organizaciones productivas y sociales, con quienes tuvimos contacto, cuáles fueron los resultados de esta investigación.

En las siguientes secciones se presentan diez casos de organizaciones que han logrado sobreponerse a las condiciones de violencia y contribuyen de manera exitosa al desarrollo de sus regiones, pese a las dificultades organizativas y del entorno que deben enfrentar.

De esta manera cumplimos con un compromiso y esperamos contribuir al desarrollo de estas regiones y a la consolidación de las organizaciones productivas y sociales que favorecen el desarrollo de las regiones que han sufrido las consecuencias de la violencia.

Lecciones muy ilustrativas se desprenden de estos casos.

2 Los objetivos del proyecto En el año 2007, la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes adelantó, con el apoyo de Colciencias, la primera etapa de este estudio. En 2015, la Universidad se asoció con el Departamento Nacional de Planeación para darle continuidad a la primera investigación y ampliar sus objetivos.

sus productos sino para compartir recursos y producir conjuntamente. En segundo lugar, nos interesaba conocer mejor las diversas formas que toman esos proyectos asociativos. Hemos observado en esta investigación que las formas como los campesinos colombianos se asocian son muy diversas. Nuestra intención era conocer mejor esas formas asociativas relacionadas con la producción y con las iniciativas sociales.

En primer lugar, habíamos observado que en muchas regiones del país donde se dan niveles altos de violencia, los campesinos habían logrado asociarse y atenuar los efectos de la violencia desarrollando proyectos conjuntos de desarrollo. Por esa razón, nuestra intención era indagar acerca de las razones por las que los productores del campo se asocian no sólo para comercializar

En tercer lugar, observamos en la primera investigación que las percepciones que los habitantes rurales tienen de la seguridad en la zona donde viven importa tanto o más que las cifras 1


objetivas de violencia. Algunas personas se han acostumbrado a las situaciones de violencia y sus comportamientos no se ven tan afectados por la violencia como en el caso de otras personas. Queremos indagar acerca de la forma como distintas personas enfrentan el problema de la inseguridad y de qué manera eso les hace cambiar la forma como organizan la producción, y como cooperan con otros pobladores en la consecución de insumos, en la producción y en la comercialización de sus productos.

3 Las regiones de estudio En la primera fase de la investigación, participaron 746 productores del campo que residían en 25 municipios de cinco regiones del país: Nariño, Huila, Meta, Magdalena Medio y Montes de María. En la segunda fase de la investigación, la encuesta se extendió a tres regiones adicionales que también presentan niveles relativamente altos de violencia: Norte de Santander, Noreste de Antioquia y Tolima. En cada una de las ocho regiones de esta fase del estudio, se llegó a siete municipios y en cada municipio se escogieron tres veredas, entrevistando a 10 productores campesinos en cada una de ellas, para un total de 1.680 encuestados. Este mayor tamaño del estudio nos permitió conocer mejor las formas como los habitantes del campo se asocian para superar las dificultades causadas por la violencia que se vive en sus municipios y nos permitió comprender mejor las diferencias regionales. El siguiente mapa ilustra las regiones donde se realizó el estudio.

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Editado en Google Maps


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Las organizaciones sociales en el campo

y su efecto sobre el desarrollo y el bienestar de las comunidades

En la primera etapa del estudio realizada en 2007, confirmamos los resultados de muchas investigaciones realizadas en distintas partes del mundo las cuales muestran que, en la medida en que la gente participa más en distintos tipos de asociaciones (sociales, recreativas, deportivas, de vecinos, de defensa de los derechos humanos, etc.), aumentan los niveles de confianza entre ellos y sus actividades económicas se facilitan. Su capacidad de cooperar para actuar colectivamente y para lograr la financiación de los bienes y servicios públicos aumenta.

Además, cuando no sólo se tiene confianza en los vecinos sino en personas que viven en otros lugares, se abren las perspectivas para hacer negocios de provecho para ambas partes. La participación en organizaciones sociales tiene también como efecto que facilita la asociación en la producción y en la comercialización. Las relaciones que se crean en esas organizaciones sociales hacen posible que un productor del campo piense en asociarse para una cosecha, para usar la misma maquinaria, o para compartir la compra de un camión que sirva para comercializar los productos de todos.

En la segunda etapa de 2015, hemos confirmado este resultado. Las personas que participan más en todo tipo de asociaciones sociales, deportivas, recreacionales, culturales viven en municipios con mejores dotaciones, tienen mejores ingresos y tienen mayores niveles de bienestar.

Esas organizaciones y esas asociaciones en la producción y en la comercialización les permiten a muchas comunidades hacer frente a las condiciones de inseguridad que afectan a muchas de estas comunidades. Una sociedad con muchas organizaciones y altos niveles de confianza en sus miembros hace que los individuos se entiendan mejor y alcancen una mayor productividad como fruto de su colaboración.

El desarrollo de una comunidad se ve favorecido por la confianza que existe entre sus miembros. Y las organizaciones son un medio efectivo de construir confianza. Cuando hay confianza, los negocios se hacen más fácilmente.

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¿Qué motiva a los productores del campo a asociarse?

Aunque algunas personas evitan asociarse con los demás para alguna actividad (“sociedad, ni con la cobija”, dicen) hemos encontrado numerosos ejemplos de asociación exitosa entre productores rurales. Las razones que nos dan los participantes en estos casos de asociación exitosa para buscar la colaboración con sus vecinos son poderosas.

1. Para obtener ventajas en las relaciones con clientes y proveedores Las actividades productivas requieren de materias primas (semillas, abonos), herramientas y maquinarias, y canales de venta para sus productos. Adquirir esos insumos, conseguir esa maquinaria, asegurar la venta de los productos son actividades que tienen riesgos económicos. Los productores rurales se asocian en algunas de estas actividades como una forma de disminuir esos riesgos. También, porque asociarse da un 3


mayor poder de negociación con la contraparte. Cuando se compran cantidades importantes de los insumos, algo que pueden hacer con facilidad un grupo de productores rurales; o cuando se venden mayores cantidades de productos en una sola transacción, se pueden negociar mejores precios.

3. Para enfrentar la violencia y la inseguridad Esta investigación se ha hecho en municipios con niveles altos y con niveles bajos de violencia. Eso nos ha permitido, al comparar estos municipios, entender mejor las consecuencias de la inseguridad sobre los pobladores. Entre estos, con frecuencia hemos encontrado casos en los que los productores rurales aumentan sus niveles de seguridad a través de las asociaciones productivas que forman.

2. Para obtener los beneficios de compartir los recursos En muchos casos, los participantes en nuestros estudios nos han dicho que un obstáculo que les impide aumentar su producción es que no disponen de maquinaria o de recursos financieros para hacerlo. Los productores que se han asociado lo han hecho con frecuencia por este motivo. Al juntar sus recursos en emprendimientos conjuntos, han podido acceder a maquinarias costosas; eso también les ha facilitado la consecución de créditos de mayor cuantía para la producción.

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4. Para abordar colectivamente los problemas de agotamiento del agua y de otros recursos naturales, la contaminación de las aguas y del aire, y la falta de vías, puentes y mercados Es muy difícil para un productor rural enfrentar cualquiera de estos problemas de manera individual. La acción colectiva de las comunidades es la vía como han logrado resolver estos problemas, ya sea movilizando a las autoridades a prestarle atención, o asumiendo y compartiendo el trabajo y la financiación de las obras.

Principales resultados de la investigación

6.1 RESULTADOS DE PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD Y ASOCIATIVIDAD EN LAS REGIONES La percepción de inseguridad recoge la forma como percibimos los riesgos y si estamos dispuestos a aceptarlos o no. Su valor depende de si nos sentimos vulnerables o fortalecidos para reaccionar y actuar. Es diferente a la inseguridad objetiva (VIOLENCIA), que se mide con datos que no consideran el contexto ni lo que son y sienten las personas. Se construyeron seis índices de inseguridad: la general, la personal, la comunitaria, la de hacer negocios, a nivel del municipio y la asociada al conflicto armado colombiano. Estos se comportan de manera

diferente en las regiones, un hecho muy importante para formular políticas públicas. 4


En los municipios Ricaurte, El Rosario, Policarpa y Los Andes en Nariño, se registran los niveles más altos de percepción de inseguridad. En cambio, en Montes de María, algunos municipios del Magdalena Medio y Norte de Santander, se encuentran percepciones de inseguridad menores.

También si el municipio es más desigual en cuanto a posesión de la tierra, una mayor percepción de inseguridad tienen los campesinos. En municipios con mayor proporción de habitantes en la zona rural, se percibe más inseguridad, aunque esta es menor cuando la unidad productiva es más lejana un centro poblado. Asimismo, municipios que presentan mayor nivel de delitos en los últimos cinco años y mayores acciones de grupos armados, tienden a tener una mayor percepción de inseguridad. Las siguientes gráficas, resaltan como se dan esas relaciones:

La percepción de inseguridad económica mide la dificultad que encuentran los productores para hacer negocios y tener un mejor nivel de vida. En municipios de Antioquia (como Don Matías, Santo Domingo, Amalfi o Gómez Plata), así como en municipios del Magdalena medio (como San Alberto, San Pablo, o Sabana de Torres), se perciben menores niveles de inseguridad económica. Hay cuatro conjuntos de factores que explican la percepción de inseguridad: el primero tiene que ver con condiciones de las personas, como sus ingresos. El segundo tiene que ver con factores sociales como la confianza entre vecinos. El tercero tiene que ver con hechos de violencia en el municipio. Y el cuarto está relacionado con el entorno, como por ejemplo presencia de explotaciones petroleras, construcción de hidroeléctricas y presencia de cultivos ilícitos. Los resultados preliminares destacan que cuando hay confianza entre vecinos, la percepción de inseguridad disminuye. Cuando se percibe menor inseguridad las personas sienten un mayor nivel de bienestar. Así mismo, en todas las veredas en promedio las mujeres tienden a percibir más inseguridad que los hombres. Además entre más alto el nivel de ingresos, las personas perciben menores niveles de inseguridad. A nivel municipal, municipios con presupuestos mayores tienen menor nivel de percepción de inseguridad general. Es muy importante aumentar el gasto público y los presupuestos donde la gente se siente más insegura. En los municipios con mayor tasa de alfabetismo se presenta mayor percepción de inseguridad.

Los municipios se pueden agrupar de acuerdo con la alta o baja percepción de inseguridad y el nivel alto o bajo de asociatividad.

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El cuarto grupo cuenta con altos niveles de percepción de inseguridad y altos niveles de pertenencia a asociaciones, incluye municipios de Nariño, Antioquia, Meta y Tolima. En estos municipios se encuentran mayores relaciones de asociación para la producción. En este grupo, la percepción de confianza y solidaridad es menor que el promedio de todos los encuestados. Es posible que en estos municipios las personas hayan sido obligadas a asociarse.

El siguiente gráfico nos muestra estos grupos:

6.2 RESULTADOS CUALITATIVOS DE LOS CASOS 1. En Colombia, los habitantes del campo han enfrentado la violencia de múltiples maneras, creativas y constructivas. En ellas siempre juega un papel central la conformación de organizaciones y la asociación (formal o informal) de los habitantes del campo. En los casos de organizaciones que hemos estudiado observamos, por ejemplo, que el apoyo de entidades del Estado sirve o no sirve, dependiendo de qué tanto las organizaciones populares y de productores se involucran en los procesos promovidos por estas entidades. Las organizaciones que se apropian de los programas de las entidades estatales pueden llegar muy lejos; los programas estatales que no logran conseguir organizaciones civiles que los apropien, tienen un alcance limitado.

El primer grupo tiene baja percepción de inseguridad y bajos niveles de pertenencia a asociaciones de tipo social. A este pertenecen municipios del Magdalena Medio, Norte de Santander, Montes de María y Huila, que cuentan con mayor población urbana, hay exploración petrolera e incluso presencia de cultivos ilícitos. Las personas perciben en promedio mayores niveles de bienestar y confianza entre vecinos. El segundo grupo, con municipios del norte de Antioquia y del Magdalena Medio, tiene altos niveles de pertenencia a asociaciones y bajos niveles de inseguridad. Es muy interesante señalar que se registran veredas alejadas de centros poblados, donde sus habitantes confían en sus vecinos y sienten que viven con niveles de bienestar altos. Así mismo, es común encontrar relaciones entre campesinos para comercializar y producir productos.

2. En el desarrollo de cualquier organización, se destaca la importancia del liderazgo y de la capacidad emprendedora de los pobladores del campo. Observamos que las circunstancias van formando a los líderes de estas organizaciones. A pesar de sus consecuencias trágicas, la violencia ha despertado y potenciado en algunos casos los liderazgos comunitarios.

El tercer grupo se da una economía campesina deprimida, con municipios que perciben menor nivel de ingresos fiscales por habitante y cuentan con mayor proporción de población rural. Sus habitantes tienen los más altos niveles de percepción de inseguridad y bajos niveles de pertenencia a grupos sociales. En este grupo se registran bajos niveles de confianza y solidaridad entre vecinos, así como una baja percepción de bienestar personal.

3. La importancia del conocimiento técnico en la producción campesina es muy grande. En todos los cultivos y actividades agrícolas observamos el interés de los agricultores en dominar mejores técnicas de producción. Las necesidades de 6


es lo que podemos entender como “asistencialismo”.

conocimiento y de capacitación han movilizado con frecuencia a las comunidades y las han llevado a organizarse para acceder a éste conocimiento.

7. El debate sobre el asistencialismo y el punto hasta donde el gobierno y las organizaciones internacionales o no gubernamentales deben acompañar los procesos de desarrollo está abierto. En varios de los casos presentados en esta cartilla, observamos que las organizaciones han logrado una mayoría de edad y una autonomía, que les permite subsistir y liderar el desarrollo de sus comunidades de manera independiente y sin que sea necesaria la ayuda permanente del Estado o de la organización no gubernamental que recibieron en sus inicios.

4. Las condiciones del campo parecen estar deteriorándose, si comparamos lo que se observó en 2015 con lo que vimos en 2007. La seguridad alimentaria de la población rural se ha convertido en un asunto crítico, y debería ser prioridad de las políticas locales y nacionales. 5. Los productores rurales han tomado conciencia de la necesidad de defender los recursos naturales, especialmente las fuentes de agua. Los temas ambientales, puestos en riesgo por la minería y por grandes proyectos de infraestructura, son hoy en día un factor aglutinante en la conformación de organizaciones comunitarias. Los casos de Piedras y de Cantagallo, que se presentan más adelante, ilustran de forma dramática esta nueva realidad.

En algunos casos, los líderes de estas organizaciones objetan que el gobierno o las organizaciones acompañantes las hayan dejado solas en vez de acompañarlas hasta el final. Pero, aún en esos casos, se observa que el traumatismo causado por la terminación de la asistencia externa pudo haber dinamizado el fortalecimiento de la organización comunitaria y el desarrollo de su autonomía.

6. Los programas de apoyo del Estado o de organizaciones no gubernamentales pueden ayudarle a las comunidades a llegar a un punto a partir del cual pueden desarrollarse de manera autónoma e independiente. También pueden llevar a una comunidad a depender permanentemente de estas ayudas externas. Esto último

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Diez casos de organizaciones sociales exitosas en regiones de niveles altos de violencia generales que podemos hacer sobre el papel de las organizaciones en medio y después del conflicto. Algunos de los aprendizajes que podemos extraer de estos casos se presentan en los siguientes párrafos.

Esta sección recoge diez casos documentados de asociatividad en las regiones del estudio. Además de mostrar la diversidad de las formas asociativas de la población rural en estas regiones, estos casos nos permiten comprender mejor cómo han cambiado las motivaciones para asociarse y los objetivos de estas asociaciones, a medida que han cambiado las condiciones de violencia y de cohesión social de la población. Los casos ilustran una serie de observaciones

En el primero, ChocoAndes, se puede apreciar claramente el valor de las organizaciones de los habitantes en permitir el desarrollo de políticas públicas como la sustitución de cultivos; y la 7


veces sienten que hay un trato desigual con ellos. El caso muestra la inflexibilidad de algunas entidades estatales en la ayuda que le prestan a los habitantes del campo. La inseguridad alimentaria se convirtió en esta región en un objetivo adicional para asociarse. Como en toda organización, hay dificultades, pero se observa también los esfuerzos de la organización por obtener los intereses colectivos por encima de los individuales.

importancia de que las entidades estatales y los organismos internacionales cuenten con estas organizaciones para adelantar sus programas. El caso ilustra la estrecha asociación que existe entre cultivos ilícitos y violencia, la forma como esa espiral se puede superar y el inmenso valor que los asociados le dan a la asistencia técnica y al conocimiento de su cultivo. El caso de Agrosam, en San Martín – Meta, muestra las enormes necesidades que dejan las bonanzas en muchos municipios y la importancia de asociarse para enfrentar esos problemas. En muchos casos la comunidad está dispuesta a apoyar proyectos que beneficien a la comunidad; el Estado puede apoyarse en estas comunidades. También se observa que las organizaciones de productores pueden acometer proyectos sociales y de veeduría.

El caso de Coodegan en Acacías – Meta muestra las dificultades que tiene una organización para movilizar a sus asociados. En muchas organizaciones se puede presentar el caso de asociados que buscan los servicios de una organización pero no tienen la motivación para darle todo el apoyo que esta requiere. También la posibilidad de asociar pequeños campesinos con muy grandes hacendados, en una organización que presta servicios esenciales para todos. El apoyo tecnológico es fundamental en la vida del campo. Las asociaciones cumplen un papel importante para obtener y difundir la tecnología. Una vez más, se observa que las reglas pueden garantizarle el compromiso de los asociados a una organización. El gobierno y las meso organizaciones pueden apoyar el fortalecimiento de las asociaciones y estas pueden ser fundamentales para el desarrollo de una región.

La Asociación Aprocal, en Algeciras - Huila, enseña varias lecciones. En primer lugar, ilustra cómo una asociación de productores puede movilizarse para asegurar la asistencia técnica de sus cultivos. También es posible que la organización gestione certificaciones de calidad y denominaciones de origen, que valorizan los productos campesinos. Una organización para la comercialización de los productos puede ayudar a diferenciar los precios y con ello obtener mejores precios. También puede ayudar a resolver el problema del crédito, uno de los obstáculos que con mayor frecuencia enfrentan los agricultores colombianos. Para que todo esto sea posible, las asociaciones deben entender las necesidades de los miembros y construir una capacidad de acción que les permita darles respuesta.

La Asociación Pro-Opia, de Piedras–Tolima, es un ejemplo claro de acción colectiva por defender el medio ambiente y un modo de vida campesino. Ilustra los riesgos de tragedia de los comunes por sobre explotación y cómo la acción colectiva de la ciudadanía permite controlarlos. Anmucic, en El Zulia – Norte de Santander, muestra lo que pueden hacer las asociaciones de víctimas. Es un caso muy especial, en el cual la asociación como tal fue declarada como víctima. Estas asociaciones parecen requerir mucho y un más largo acompañamiento externo. Es notable la forma como se ejerce en esta asociación un liderazgo femenino. La asociación es escuchada por el gobierno y ha logrado

Asproagro en el Meta ilustra una organización creada para resolver el problema de la propiedad de la tierra, en condiciones difíciles de seguridad. En algunos casos, la tierra se reparte de manera individual; en otros, se mantiene la propiedad en comunidad. Aún persiste en las zonas pobres de estas regiones un debate sobre los desplazados: quienes no reciben subsidios a 8


movilizar recursos para el desarrollo social y productivo.

mejoras en los precios sino innovaciones que incrementan la competitividad de la producción de los asociados. Los problemas de las asociaciones también se presentan en estos casos. Lograr la participación permanente de los afiliados es difícil. A veces las expectativas que tienen sobre la asociación no se cumplen y viene la deserción. Pero aún así, las asociaciones que persisten pueden caminar por una senda de grandes logros y realizaciones.

La Federación de Pescadores de Cantagallo – Bolívar es ejemplo de un grupo de pequeñas asociaciones que se han federado (se agruparon, manteniendo una relativa independencia) para fortalecerse y tener la capacidad de emprender iniciativas de mayor trascendencia. El caso muestra que, para hacerse oír, una organización grande, que agrupe a muchas pequeñas, puede hacer más que cada una de éstas por separado. A veces, no es fácil iniciar una organización grande a partir de cero. Pero es viable arrancar formando pequeñas organizaciones, que luego se pueden federar y hacer oír su voz. Los graves problemas ambientales que vive el campo colombiano hoy en día (el agotamiento del agua y de los recursos en general, la contaminación, la desforestación) pueden ser el foco que aglutine a los campesinos y les permita superar estos problemas, a través de organizaciones y asociaciones. A diferencia de otras organizaciones más vulnerables, esta Federación parece no requerir tanto acompañamiento como sí del trabajo, el esfuerzo y la unión de sus miembros.

En el Municipio de Tolú Viejo se observa que el posconflicto ya empezó y que su camino no es fácil. Hay regiones del país que han pasado por épocas aciagas de violencia y hoy se encuentran en un proceso de recuperación. Eso no quiere decir que los factores de violencia y las amenazas hayan desaparecido. Persisten. Pero es posible construir organización y adelantar programas que buscan el desarrollo de las comunidades, en condiciones mucho mejores que cuando la violencia era generalizada. Una de las lecciones de la experiencia de las organizaciones sociales de Tolú Viejo es que el enfoque asistencialista de los programas de desarrollo, cuando éstos se orientan a satisfacer necesidades individuales más que colectivas, si bien puede parecer necesario en un comienzo, termina generando comportamientos individualistas y dependientes con respecto a estos programas. Aún así, es necesario aclarar que en muchas regiones se han desarrollado liderazgos que promueven la cooperación alrededor de iniciativas del interés de todos, y fomentan el altruismo y la generosidad de los participantes para resolver sus problemas. El caso también muestra que las organizaciones son fundamentales para asegurar procesos de retorno de desplazados pacíficos y exitosos. A pesar de las dificultades, en especial la desconfianza, en las zonas por donde ha pasado la violencia es posible reconstruir vínculos sociales y en ello las asociaciones juegan un papel crucial.

En algunos municipios, las organizaciones tienen alcance solamente veredal. Pero en otros, como Barbosa – Antioquia, el nivel de organización es mayor. Sus organizaciones son múltiples, las ALDEAS acompañan su desarrollo, y abarcan todo el municipio. La capacidad de acción colectiva de estas formas organizativas es superior. Entre los beneficios de estas organizaciones, se observa que les han permitido a los productores negociar mejores precios. En este municipio hay vestigios de las “trochas ciudadanas”, procesos de planeación participativa que comprometen a candidatos y mandatarios con directrices para el plan de desarrollo. Una de las lecciones de esta experiencia es que las asociaciones más avanzadas logran no sólo 9


Asociación CHOCOANDES Los Andes Sotomayor, Nariño.

“Las mujeres creemos que sí se puede: de la coca al cacao.”

A unas seis horas de Pasto, del tan lejano Galeras, en medio de la cordillera existe un municipio con dos nombres: Los AndesSotomayor. Para algunos es tan solo un punto en el mapa o un pueblo nariñense más, pero para otros es un municipio lleno de riquezas inigualables, con tomates de árbol tan dulces y rojos que dan ganas de degustarlos a toda hora, café con aroma paisa, cuyes tan grandes y tiernos que nadie quiere comérselos y, claro, el tan preciado oro.

los campesinos, que también cultivan tomate y café, pues no todas las familias han logrado los incentivos económicos necesarios para erradicarlos y suplir sus ingresos con otras siembras (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito [UNODC], 2015). Pese a que las personas aún siguen cultivando coca, los proyectos de erradicación, acompañados de políticas públicas, han funcionado relativamente bien pues han tenido gran apoyo de las Naciones Unidas en los últimos años (Observatorio de Drogas de Colombia, s. f.).

Los Andes, como lo llaman, o Soto, es un municipio tranquilo en el que uno se conoce con todos los vecinos. No obstante, esto no siempre ha sido así. Soto ha sufrido, como muchas otras regiones de nuestro país, el infortunio de la violencia, esa que ya nadie quiere recordar, y como afirman sus habitantes: "De esos tiempos es mejor no hablar". Los Andes ha sufrido la presencia guerrillera, tomas armadas, masacres y desplazamientos como los de El Carrizal o La Planada (Alcaldía del Municipio Los Andes Sotomayor, 2012). La violencia no solo dejó recuerdos, amigos que se fueron del pueblo y tristeza, sino también enseñó a las personas otras técnicas de agricultura, las de los cultivos ilícitos, en particular, la coca (p. 55).

Aunque la UNODC está ubicada en frente del parque del pueblo y tiene oficinas en 18 veredas más, aún hay otras a las cuales las Naciones Unidas no ha podido acceder y muchos productores siguen atados a la coca. En este entorno, aunque parece una leyenda pero no lo es, hay un grupo de guerreras que combaten el polvo blanco con uno negro, de aroma inigualable: son las mujeres de ChocoAndes, quienes dejaron la coca por el cacao. Es una asociación que, como todas, tiene una historia de éxitos y tropiezos, pero sobre todo que representa la lucha de manos campesinas que decidieron decirle no a la violencia. Fue fundada solo por dos mujeres y hoy ya son más de veinte. Según ellas, "la gente […] vio que era más fructífero y no hay tanto peligro; y además es más productivo sembrar cacao que sembrar

En Sotomayor, como en otros pueblos y municipios del país, esta clase de cultivos históricamente han formado parte del sustento diario de 10


coca", pues encontraron en este fruto una fuente de ingresos mucho más productiva, pues la calidad y el aroma del cacao sembrado en el municipio son muy buenos. Allí percibieron una gran oportunidad de negocio.

producto. Otro proviene del empaquetamiento y la comercialización del cacao. Para esto ChocoAndes produce y vende chocolate amargo no azucarado y semiamargo con algo de azúcar. Además, dice una de sus miembros más activas:

Ahora bien, erradicar los cultivos ilícitos es una actividad necesaria para generar paz y eliminar la violencia, pero es necesario entender de primera mano por qué los cultivos ilícitos generan daños en la población y cómo la sustitución de tales plantaciones puede ser sostenible en el largo plazo. Una de las líderes de ChocoAndes indica al respecto:

No se usa ningún aditivo […] Este no genera ningún problema para la digestión, no es pesado, entonces es un chocolate muy muy rico, [a] la gente le ha gustado mucho, y también al semiamargo nosotros le colocamos un poquito de azúcar pulverizada y canela, tenemos ya los moldes. Estas mujeres cambiaron su forma de trabajar, dejaron de producir artesanal y tradicionalmente y ahora lo hacen de una manera industrial, lo que lograron a través de dos proyectos: el primero ha sido "muy bueno, porque nos dio a nosotros una maquinaria y capacitación para que nosotros cambiáramos ya la presentación y empezamos ya a producir nosotros" y el segundo fue la obtención de la "contraseña", como llaman a la marca y al registro Invima.

Muchos familiares nuestros, a raíz de los cultivos ilícitos murieron, fueron muertos por grupos al margen de la ley; ellos que sí tuvieron cultivos ilícitos. Entonces, eso nos lleva a todos a pensar y cuestionarnos y a decir "bueno, no podemos seguir nosotros con esto". Porque tú sabes que cuando no hay cultivos ilícitos no hay grupos al margen de la ley, casi no se presentan esas situaciones, porque ellos vienen es por el dinero; entonces, cuando ya no hay el dinero que buscaban antes, pues la gente se va, vuelve a tomarse como un aire de tranquilidad, de paz.

Al escuchar esta historia es posible creer en lo imposible, esto es, que se puede alejar la violencia del campo a partir de la obra de nuestras manos, desde nuestra casa o, como ellas dicen, desde nuestra mesa. Además, contrario a lo que cualquiera pudiese pensar, no todas estas mujeres son campesinas. "Hay varias personas que son amas de casa sí, pero la mayoría, casi el 100% bachilleres. Algunas pues tenemos ya una profesión, somos maestras, contadoras bueno hay diferentes perfiles".

Paradójicamente, así como la coca se transforma en cocaína y se le da un valor agregado, el cacao también se puede transformar y sacarle el máximo de provecho, en lugar de solo transformarlo en chocolate. Y estas mujeres han encontrado maneras de hacerlo: "Nosotras las mujeres, familiares algunas de cacaoteros, nos organizamos, como le digo veinte y empezamos a buscarle un valor agregado al cacao; se pensó entonces ya en formar una asociación que se llama ChocoAndes".

Si bien la iniciativa fue de la propia comunidad, ellas reconocen la ayuda institucional que han recibido por parte de la Alcaldía: Hemos contado bastante con el apoyo de la administración municipal. […] también, hemos tenido bastante apoyo de la Secretaría de Agricultura, a través del ingeniero Nicandro, que fue el

La asociación se ha esforzado por aumentar dicho valor a través de varios procesos productivos. Uno de ellos es mediante la molienda del cacao o la adición de especies para diferenciar el 11


encargado. Siempre ha sido nuestro mayor soporte. También hemos tenido al SENA, es quien nos ha colaborado, y hemos tenido capacitaciones desde Bucaramanga.

Asociación de Productores Agropecuarios de San Martín AGROSAM

Es importante resaltar que en la sustitución de cultivos no sólo es importante la ayuda que pueda ofrecer el Gobierno o una institución. Es de suma relevancia que la comunidad quiera cambiar y aún más que como comunidad entiendan los motivos por los cuales deben ser reemplazados.

San Martín, Meta.

Agrosam es la Asociación de Productores Agropecuarios de San Martín, que se enfoca en una acción comunitaria no muy reconocida: el trabajo social. Hoy en día Agrosam va más allá del rótulo de productividad que su nombre da a entender y su labor con población vulnerable es una parte importante de su razón de ser. Realizarlo tiene sentido en un municipio que ha sufrido el rigor del conflicto armado y que además vivió una bonanza petrolera momentánea, lo que le permitió gozar de presupuestos municipales inflados, pero le trajo graves problemas relacionados con la población flotante que acogió. El caso de Agrosam demuestra que el apoyo al sector rural dentro del movimiento asociativo puede ser promovido no solo para soportar las actividades productivas, sino también para buscar el bienestar de la población vulnerable. Agrosam nació en 2001, con la idea de ayudar a los habitantes de las veredas que se dirigían a la cabecera municipal y que requerían apoyo ante las autoridades locales para adelantar proyectos. Según su líder, el objetivo de la asociación ha venido cambiando con el tiempo: Agrosam inició sus labores fomentando proyectos productivos. Identificamos que algunos campesinos, incluso algunos que habían sido desplazados y que llegaron al municipio, y también sus habitantes 12


desmovilización de los paramilitares de la zona, algunos campesinos, desplazados y reubicados fueron situados en un terreno entregado por el Instituto de Desarrollo Rural (Incoder) en las veredas de Guaudalito, Gualas, Argentina y Buenos Aires. Se entregaron más de 180 parcelas en un proyecto en el que la líder trabajó como delegada de la población civil que revisaba el proceso. Pese al logro de la adjudicación, y debido a la falta de acompañamiento en el intento de implementar proyectos productivos con los campesinos, desde Agrosam se empezó a trabajar con población vulnerable. La sede de Agrosam actualmente está ubicada en el parque principal de San Martín, diagonal a la alcaldía municipal, por lo que es una escala que hacen muchos campesinos antes de ingresar a esta. La situación de inseguridad ha cambiado, "la gente anda muy tranquila. La situación en la zona rural ha cambiado mucho, ya no es como antes, ahora es muy tranquilo. Por ahí se escucha de ladrones, pero ya no más".

[que] no tenían apoyo en sus labores agrícolas […] El anterior presidente de la asociación quería implementar un proyecto con maíz; incluso se ganó un concurso ante la gobernación del Meta. Pero el proyecto no prosperó porque los agricultores no tenían la convicción de trabajar conjuntamente. Las personas no captan la importancia del trabajo grupal, trabajan para su beneficio. Así, agrupar a la gente es muy difícil. Yo llegué hace nueve años y desde entonces estamos trabajando en proyectos sociales.

Entre las principales actividades de la nueva realidad de Agrosam están los comedores comunitarios. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) adjudicó a Agrosam proyectos de comedores comunitarios para la niñez, que también beneficiaban a población desplazada; estos comedores llegan a cerca de 1.547 personas de hasta 800 familias. Además, en los comedores rurales se benefician unas 300 familias con riesgo nutricional. Agrosam se ha convertido en un puente para la entrega de ayudas del Gobierno nacional, en proyectos para madres gestoras y lactantes que se han realizado de la mano con el hospital local. Asimismo, los proyectos productivos en las zonas rurales siguen en firme, por medio del apoyo a campesinos en el manejo de huertas caseras, por ejemplo.

Originalmente la organización estaba concebida como una asociación de juntas de acción comunal, ya que la mayoría de sus miembros fundadores eran campesinos y ganaderos presidentes de juntas en veredas. Sin embargo, dado que la asociación de juntas ya existía, Agrosam surgió como una "organización sin ánimo de lucro que trabaja por el mejoramiento de vida de la población rural y urbana del municipio de San Martín" (Agrosam, 2013). Cuando la líder actual comenzó su gestión, la violencia en el municipio estaba pasando por una etapa de recrudecimiento, por la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares y porque la zona urbana estaba convirtiéndose en receptora de grupos de desplazados. No obstante, con la

La asociación además está trabajando con psicólogos especializados para capacitar en maltrato infantil y violencia intrafamiliar a las familias del campo de San Martín. Por otro lado, 13


aparte de la labor de los comedores, realiza capacitaciones sobre seguridad alimentaria para los campesinos y desplazados en la zona rural. Todos estos ejemplos resaltan el trabajo de los campesinos asociados en Agrosam, lo que le ha permitido ser un referente destacado de trabajo comunitario en el municipio.

Asociación de Productores de Cacao APROCAL

Es de destacar que la momentánea expansión de la industria petrolera en el municipio afectó la realidad de la comunidad de San Martín, al igual que el trabajo de la asociación. El descubrimiento de algunos pozos petroleros no solo le permitió a la sociedad civil encontrar nuevas fuentes de trabajo, sino que nueva población llegó al municipio buscando oportunidades de trabajo en las empresas petroleras y la población desplazada también buscó refugio en la zona. El trabajo con los comedores comunitarios aumentó e incluso fue necesario iniciar proyectos educativos de salud sexual y reproductiva con trabajadores sexuales que estaban apareciendo en el municipio. Aun así, la caída de los precios internacionales del petróleo cambió el panorama en el municipio:

Algeciras, Huila.

A dos horas y media de Neiva se encuentra el municipio de Algeciras, de gente amable, que colinda con San Vicente del Caguán, un territorio perteneciente a la zona de distinción y lugar de negociaciones de paz entre 1998 y 2002. Por esta cercanía, Algeciras lamentablemente ha sufrido violencia, masacres y atentados de diferentes frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) (Arenas, 2015). Pese a estos infortunios, actualmente la zona ha recuperado su dinámica económica y social y sus habitantes intentan salir adelante de maneras tan excepcionales que son ejemplo de emprendimiento para su comunidad y los colombianos.

Con la caída de los precios de petróleo, las petroleras abandonaron muchos pozos. En esa época era difícil encontrar personas para trabajar en el campo, todo el mundo trabajaba con el petróleo. Ahora la gente está trabajando otra vez en sus parcelas, o trabaja en Granada o en Acacías (pueblos aledaños). En especial los jóvenes trabajan en estos municipios, ya casi no trabajan en el campo. Sin embargo, en los cultivos de palma, actualmente, usted sí encuentra personas de todas las edades.

La Asociación de Productores de Cacao de Algeciras (Aprocal) comenzó su actividad seis años atrás, cuando algunas personas llegaron de otra asociación que no prosperaba y no tenía orden. Una de ellas, el actual presidente de Aprocal, se dio cuenta de que una asociación no era para pedir dinero o cuotas y "mirar qué se hacía", sino que debía más bien ayudar a planificar, capacitar y entender cuáles eran las necesidades de los cacaoteros para evitar los riesgos de la violencia, que para los campesinos son los cultivos ilícitos. Con mucho esfuerzo hoy en día son 78 asociados y, como dice su presidente, van en aumento. Los créditos en el campo para las actividades agrarias no eran muchos y la penetración 14


en todas etapas y todo el tratamiento del año del palito de cacao. Después se le compra el grano y se le enseña cómo es que se tiene que empezar a tratar el grano, especial para sacar un cacao de alta calidad. Se le compra el cacao. Así, la asociación es un apoyo para el campesino, pero el agricultor debe entender y aceptar que debe dejarse guiar y sobre todo capacitar, con el fin de obtener en el largo plazo mejores y mayores beneficios tanto de los cultivos como de las actividades producto de asociarse.

“Del precio a la calidad y al valor agregado”

Aunque es probable que los miembros de Aprocal no hayan tomado clases formales de administración o economía, empíricamente notaron que el precio era un factor determinante a la hora de vender. En la medida que no hay diferenciación, el cacao entra a formar parte de un difícil mercado, similar al de una competencia perfecta, en el que no se puede exigir un precio. En consecuencia, la asociación decidió desarrollar estrategias para incrementarlo, con diferentes mecanismos para diferenciar su cacao y hacer que los compradores estén dispuestos a pagar un poco más por un producto que parece igual, pero cuyo grano no lo es. Según el presidente de Aprocal, actualmente Algeciras "es el único municipio del Huila que tiene veintitrés certificados en buenas prácticas agrícolas, de los cuales ya estamos peleando por la certificación en orgánicos". Tener las certificaciones permite acceder a diferentes mercados, no solo a compradores orgánicos. Hoy la asociación puede exportar a mercados europeos que valoran y exigen tales certificaciones, con lo que mejora el precio. Sin embargo, obtenerlas no ha sido sencillo. Por un lado, para ser cultivos orgánicos constituidos no sólo se requieren buenas prácticas agrícolas sino también la no utilización de químicos. El presidente aclara:

crediticia era bastante baja, por lo que a través de Aprocal los cacaoteros comenzaron a capacitarse sobre el financiamiento y las condiciones de los créditos. Hoy en día la asociación se dedica tanto a producir y comercializar como a brindar información y ser intermediarios entre el Banco Agrario de Colombia y los asociados para manifestar y justificar sus condiciones para lograr los créditos. En palabras del presidente de la asociación: Les orientamos para los créditos. El Banco Agrario está soltando un crédito con un año de gracia no más. Pero, es que uno, en un año no comienza a coger el cacao (la primera mazorca del cacao), [luego] estamos solicitando al Banco Agrario que sea siquiera a tres años, pues en tres años uno comienza a ver las primeras mazorcas, en cambio, con un periodo de gracia no más de un año, no hay posibilidades de que un agricultor pague un crédito de esos. Aprocal es una especie de consultora sin ánimo de lucro, que fomenta el "financiamiento" capacitando a las personas y ayudándolas a obtener certificados comerciales. Además:

Para poder acceder a [la certificación] orgánica, con buenas prácticas agrícolas, es cero contaminación en cuanto a papeles, frascos y todo lo que sea

Después se le capacita en información de la planta de cacao, hasta el servicio de cargar, se le lleva a cabo un seguimiento 15


desechos hay que recogerlo. Lo otro, llevamos un cultivo lo más orgánico posible, los únicos químicos que utilizamos son abonos. Ahora todos los socios, 78 que somos, estamos llegando a hacer un curso sobre preparación de abono orgánico los sábados.

muchos de los miembros de la asociación para que dejaran de plantar cultivos ilícitos y reemplazarlos con cacao. Sin embargo, las Naciones Unidas terminaron su proyecto rápidamente y dejaron vulnerables a los productores. Este factor que parecía de riesgo fue una fortaleza que ayudó a que los cacaoteros encontraran otros mecanismos para ser sostenibles y obtener un mejor precio por la producción. Al respecto el presidente de Aprocal indica:

Por otro lado, la asociación debe crear los espacios necesarios para capacitar a las personas, pues es una responsabilidad de todos los asociados, ya que al cumplir con las certificaciones tienen mayor poder de negociación al momento de vender su grano. De esta forma, los certificados, las buenas prácticas agrícolas y el sacrificio de los sábados se vuelven tangibles y se traducen en un mayor precio por la mejor calidad del producto. Actualmente este poder de negociación es una realidad:

[La violencia en asociarnos] influyó porque la gente comenzó a ver (la gente que estaba sembrando, por ejemplo, plantas ilegales) y comenzaron a venirse aquí, porque nosotros tenemos un convenio con el Gobierno para dejar de sembrar plantas ilegales. Además, no había más que sembrar porque los tomates y cultivos de cosecha ya no se daban, no se daba sino tabaco y nos pusimos a comparar que el cacao es una planta que usted la siembra solo una vez en la vida, usted siembra cacao y nunca más tiene que sembrarlo, le dura setenta años.

Hace ya más de cinco años estamos comprando cacao a nuestros socios, hemos peleado por unos incentivos en las casas comerciales y ya, por ejemplo, tenemos un sobreprecio en la mayoría de las compañías que compran cacao como la Nacional, Luker y Tolimax. Ya nos están dando sobreprecio porque el grano es de buena calidad.

Además, la asociación ha creado maneras para hacer crecer la producción a través de técnicas agrícolas de injertos e híbridos y con ello apoya a las personas que tienen plantas de cacao no productivas.

Y esto no solamente ocurre en las relaciones con multinacionales o empresas grandes sino también con los demás compradores:

Lo que hacemos al inyectarlo es reducirle la época de parto. Entonces, un palo híbrido común y corriente viene comenzando a cargar a los tres o cuatro años, al injertarlo le rebajamos, a dos años y medio comienza a dar las primeras mazorcadas. Luego, le injertamos un clon de todas maneras cargador y de buen tamaño, entonces vamos a tener doble base para que salgan buenos granos.

Porque antes de existir la asociación, el comprador de pueblo pagaba el grano a como se le diera la gana, ahora el que venga a comprar de otra parte tiene que sostener un precio bueno porque nosotros no [vendemos al] precio de Neiva menos 200 pesos, ellos tiene que pagar cerquita a ese precio, si no, no levantan un grano de cacao. Aunque este caso pareciera no manifestar consecuencias de la violencia, en sus inicios las Naciones Unidas y el Gobierno debieron incentivar a

Nosotros le dimos manejo para que los que tienen cacao improductivo lo fueran 16


cambiando, fueran renovando por los clones y se han dejado los que tienen híbridos cargadores de buena calidad. [Los productores] ya le dan un manejo, como el manejo que le estamos dando nosotros.

Asociación de Productores Agropecuarios del Meta ASPROAGRO

Por otro lado, los cacaoteros reconocen que no es una labor sencilla, pues muchas veces los campesinos piensan lo siguiente sobre el cacao: No es sino sembrarlo y ya, y resulta que a eso hay que darle mantenimiento y hay que seguir invirtiendo y resulta que todas las entidades se retiraron. Entonces, no hay siquiera seguimiento, nosotros a los socios les seguimos dando [apoyo], ayudándoles, con los precios, con préstamos para insumos, cursos de capacitación, pero hay muchos cultivadores de cacao que quedaron por fuera de la asociación, que no han querido asociarse y están, digamos, fracasando. Entonces, comienzan a cortar los palos de cacao.

Acacías, Meta.

"Estamos en el siglo XXI, año 2015, y resulta que a esta fecha todavía hay familias que no tienen propiedad" (líder de Asproagro). Colombia es uno de los países más desiguales del mundo. Por tal motivo, la distribución y tenencia de la tierra siguen siendo inequitativas. Para 2012, el 13% de los propietarios del país tenía el 77% de la tierra, es decir que apenas el 23 % de la tierra estaba en manos del 83% de la población (Revista Semana, 2012). Se cree que tal desigualdad es uno de los factores que ayudan a perpetuar la pobreza y estancar el desarrollo económico (Deininger, 2004). Contar con un techo y un terreno para trabajar es uno de los activos más importantes que una familia o persona puede tener. Por esta razón el desplazamiento acentúa e influencia negativamente la distribución de la tierra, lo que genera trampas de pobreza y desigualdad.

A manera de recopilación, Aprocal muestra que el esfuerzo, la persistencia y el acompañamiento tecnológico pueden ser mecanismos para lograr mejores productos y con ello obtener mayores precios sin necesidad de subsidios. Por otro lado, aunque en este caso hubo intervención externa para apoyar las labores de cambio de cultivos, es importante notar que la eliminación drástica del acompañamiento puede conducir a la deserción de los interesados.

Aparte de eso, en el campo no tener tierra o vivienda pone en riesgo la seguridad alimentaria, o dicho de otro modo, la suficiente cantidad de nutrientes para el día a día. En Acacías (Meta) un grupo de campesinos decidió crear Asproagro para darle solución a dos problemas complejos y sensibles de la comunidad: la propiedad de la tierra y la seguridad alimentaria. En palabras de su presidente:

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construyen sus casas y posteriormente pueden obtener ingresos. El presidente de Asproagro resalta: Las parcelas, hay unas de 700 metros cuadrados otras de 1400, eso son las medidas porque en el sector donde estamos es muy cara la tierra. Nosotros estamos aquí pegaditos al pueblo en Loma de Tigre y Monte Bello, ahí pegado al pueblo. Entonces, ahí se dificulta mucho tener bastante tierra porque saldría muy costoso para una persona, una hectárea vale entre 200, 250 millones, y cualquiera no la puede comprar. Entonces, nos toca entre todos comprar la finca y repartirla de a como nos toque para que cada uno tenga su propiedad, porque lo más importante es que tenga su propiedad.

Nosotros, la gente, [nos asociamos] porque resulta que estamos en el siglo XXI, año 2015, y resulta que a esta fecha todavía hay familias que no tienen propiedad. Eso es una cosa que nos preocupa a nosotros enormemente como líderes de una organización, que en esta época todavía existan familias que no tengan una propiedad y mucho menos una vivienda. Entonces, nosotros [la asociación] nos dedicamos a que entre todos se pueda comprar un predio y decirle mire este es suyo, este es suyo y este es suyo. Así, todos nuestros asociados tienen una propiedad.

Estar asociados es una forma de aumentar el poder colectivo y de empoderamiento, pues adquieren mayor capacidad de negociación ante terceros. De acuerdo con el líder: Nosotros vamos y negociamos con la persona el terreno y para que rápido salga la escritura nos toca hacerla a nombre de la asociación y la asociación como tal. Si los asociados quieren, entonces se les hace una escritura de porcen taje, del pedazo que les tocó del predio […] Entonces de esto son tantas hectáreas.

Nosotros nos dedicamos a la parte agropecuaria […] Últimamente hemos comprado tres fincas entre todos los dueños y le hemos dado a cada socio su parcela para generar seguridad alimentaria. Es el compromiso con nosotros y de cada parcelita ellos tienen que sembrar al menos un cuarto en agricultura para hacer seguridad alimentaria, a eso nos hemos dedicado más que todo.

Sin embargo, esto no es arbitrario, pues los asociados resuelven en cada caso qué se debe hacer y tienen voz y voto. Por ejemplo, dice el líder que en la última compra fueron los asociados quienes decidieron la manera de repartición del predio:

En vista de que los precios de la tierra en Colombia son altos y en el campo las personas no tienen ahorros o capital, los asociados crearon un fondo común para comprarla y la dividen de acuerdo con sus aportes. De esta forma ellos

Nosotros somos 217 familias, con el mismo poder de votos, independiente de su inversión […] Para la última finca que compramos, ellos [los asociados] 18


acordaron que en esta última compra no recibían escrituras de porcentaje sino que la asociación les hiciera una promesa de inversión, en donde conste que ellos invirtieron la plata para comprar la finca y que de acuerdo a eso les corresponde tantos metros cuadrados de esa finca.

El Sena pide un potencial de gente […] dictan el curso si hay 30 miembros, y con los compañeros no alcanzamos a tener el cupo de 30 para esa capacitación porque a la gente no le gusta capacitarse […] Entonces, de pronto si no hay los 25 o 30 se quedó en veremos y no pudimos hacer nada.

Debido a que legitimar la propiedad de la tierra no es garantía de la seguridad alimentaria, Asproagro establece compromisos para los asociados, en los cuales una parte de la tierra recibida debe ser cultivada para la alimentación y sostenimiento de la familia. Pese a que incentivan a las personas a desarrollar cultivos de pancoger, no los obligan a cultivar un tipo de producto. En línea con esto, se cultiva:

Otra de las problemáticas que enfrenta la asociación es el desplazamiento y el asistencialismo ligado al primero. El líder manifiesta: Siempre el problema es el de los desplazados. Es que el Gobierno es muy tolerante con los desplazados y cualquiera se desplaza de un pueblo para otro y ya pasa como desplazado. Cualquier persona quiere sacar provecho al desplazamiento y resulta que va a la Defensoría del Pueblo con la familia, se acuesta tres o cuatro días en esas bancas hasta que le dan un código y pasan como desplazados. Eso ha sido un problema que el Gobierno va a tener que ponerle mucho cuidado, porque es que un desplazado después de seis meses ya no debe de ser desplazado. Vea, yo que soy una persona trabajadora, máximo que dure sin trabajo, será un mes y en alguna parte consigo trabajo, entonces cómo va a ser que no va a conseguir trabajo, en lo que sea, así toca en construcción, así toque lavar un auto, lo que sea, mire eso es trabajo y ahí se consigue uno la plata. La verdad es que nunca he estado de acuerdo con la vaina, hay unos que bien y que los tengan en cuenta y los ayuden porque realmente los sacaron de su territorio y les tocó coger para otra parte, pero hay otros, la mayoría, que son avivatos que buscan un código del Gobierno y se montan de desplazados y ahí siguen un año, dos años, tres años, cuatro años, cinco años de desplazados, tienen que pagarles mercado, arriendo, tienen que meterlos en los mejores

Lo que a cada persona le guste. Por ejemplo, cultivamos […] bastante piña, tenemos más o menos unas tres o cuatro hectáreas de piña, sembramos también yuca, plátano, maíz, sembramos cítricos. La mayoría de los cultivos como lo es la yuca, el plátano, el maíz, los cítricos, esos son para el autoconsumo, pero lo que es la piña […] toca vender y sacar al mercado. Nosotros vendemos aquí en el mercado local y cuando hay la posibilidad de vender para Bogotá, pues vendemos también para Bogotá. Nosotros hemos tenido algunos programas con país rural y sacamos harta piña para Bogotá. Entre los tropiezos que han encontrado para el desarrollo de actividades productivas está la falta de apoyo local. Si bien ellos reciben asistencia de entidades del Gobierno, como el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), no siempre pueden acceder a sus proyectos productivos o de capacitación debido a los requisitos que solicitan. Por ejemplo:

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El líder y las 217 familias de los socios son un ejemplo de superación, ya que buscan el desarrollo de la comunidad y Acacías. En el corto plazo, aspiran a poder legalizar la propiedad de todos los asociados y que el municipio siga creciendo como hasta ahora. Esperan, además, mayor apoyo gubernamental, con una verdadera planeación en las obras, que deben ser pensadas para treinta o cincuenta años. Tal vez esto no solo lo necesita Acacías, sino todo nuestro país: una planeación para el futuro y no de corto plazo.

trabajos y la gente que realmente trabaja la descuidan. Este es un tema sensible debido a la magnitud del desplazamiento interno de Colombia, que lo ubica en el segundo lugar en el mundo (Ibáñez y Velásquez, 2008). Así, las políticas se han orientado principalmente a atender a la población desplazada, en detrimento de quienes trabajan el campo. De esta forma, si no se fortalece el sector rural, difícilmente se podrá generar empleo para las comunidades desplazadas, lo que induce su migración hacia las ciudades, donde no pueden acceder a mercados formales. Aunque se presentan problemas de equidad, ellos quieren salir adelante, con o sin el apoyo estatal. Uno de los ejemplos más claros de esto es el desarrollo de infraestructura, pues la comunidad misma decidió realizar vías y establecer la electrificación, algo impensable por el Gobierno. Según ellos, esto dignifica el trabajo y la vida y podría decirse que forma parte de un derecho fundamental. Estamos haciendo unas vías ahorita. Esa fue iniciativa de nosotros, eso no fue de ningún Gobierno. Nosotros compramos una finca, incluso la estamos electrificando con permiso de la EMSA [Electrificadora del Meta S.A.]. Nosotros tenemos todos los permisos, la EMSA nos dio la factibilidad y ya nos aprobó el proyecto de electrificación. Dice la EMSA que no tenemos que pedirle rle permiso ni a planeación ni al Gobierno, que porque eso es una cosa privada y que ue en lo privado ellos no tienen nada que hacer. Que si fuera una vaina pública, que nosotros estuviéramos, por ejemplo, o, dañando un bosque o haciendo un puente en un caño o un humedal o tal, que sí tocaba sacar permiso, que de lo contrario no hay nada que hacer, ellos ya vinieron y revisaron.

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Cooperativa de Ganaderos COODEGAN “Compromiso ganadero: único requisito para asociarse.”

Acacías, Meta.

Básicamente estamos manejando el complejo ganadero de Acacías, nuestra función principal, nuestra actividad principal es el pesaje. Aparte de eso, a nuestros asociados les brindamos capacitaciones en diferentes temas, tanto para superación personal como para mejoramiento de sus praderas, de sus negocios, de sus predios.

El departamento del Meta se caracteriza por ser extenso en planicies y rico en minerales y recursos naturales como el gas y el petróleo. Además, su gastronomía es exquisita por la mamona o carne a la llanera que se prepara. A menos de una hora de la capital, Villavicencio, se encuentra Acacías, el segundo municipio más grande en desarrollo y economía del departamento y una zona en la cual se trabaja bastante el sector agropecuario y la ganadería, pese a las explotaciones regionales petroleras y mineras. El ganado en Acacías no solo es importante por la actividad económica que representa sino también porque es una de las actividades emblemáticas de la región, de esa llanura inigualable.

La cooperativa se preocupa por el bienestar económico, personal y social de sus miembros. Esto es un valor agregado que han logrado en comunidad, pues los asociados tienen un sentido fuerte de pertenencia al ser ganaderos. Como parte del acompañamiento, Coodegan cuenta con capacitaciones técnicas del gobierno local y entidades educativas. Adicionalmente, aunque la operación principal está en la cabecera municipal, la cooperativa está presente en diferentes veredas.

Si uno se desplaza desde Villavicencio hacia Acacías, a la entrada del municipio se divisa un gran terreno, en el que hay una escultura de un cebú. Es el complejo ganadero de la Cooperativa de Ganaderos de Acacías (Coodegan), una asociación que lleva 18 años de constituida y actualmente tiene 65 miembros.

Nuestra sede es acá pero nosotros, a la persona que necesite, se acerca acá y nosotros cualquier inquietud que tenga se le colabora. Por ejemplo, hemos tenido capacitaciones en inseminación artificial esto se hace por convocatoria abierta por medio de la emisora para todo el mundo. Entonces, viene gente de las veredas y se capacita.

Además de las actividades productivas alrededor del ganado, en el complejo se llevan a cabo la capacitación, la consultoría para los asociados en diferentes temas y el relacionamiento o "mercadeo" de la asociación con otras entidades. Su presidente relata:

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redes, contactos y negocios o capacitarse, sino también los beneficios que se pueden obtener de los gobiernos locales, bancos y proveedores.

El apoyo que brinda la asociación no depende del número de reses que tenga una persona, pueden asociarse pequeños y grandes productores por igual. El único requisito infaltable es el compromiso de capacitarse.

La gente se asocia a la cooperativa […] primero porque las agremiaciones son fuertes en el sentido que para los bancos el crédito por ser asociado a una cooperativa o a una entidad es más fácil y le puede ayudar a ellos.

Aquí les recibimos desde el que tiene una vaca hasta el que tiene diez mil cabezas de ganado. Como es una cooperativa, pues es abierto a la persona que quiera vincularse. Lo que uno le pide a la gente es que tenga compromiso, que la persona que se vincule participe en las actividades que realizamos, nosotros buscamos todos los meses realizar capacitaciones tanto escritas o de trabajo en campo, visitamos diferentes fincas.

De esta forma, no solo los asociados se benefician sino también los bancos o las entidades gubernamentales. Para el gobierno local, por ejemplo, es mucho más fácil contactar a una asociación establecida que a cincuenta u ochenta miembros y los controles se hacen más sencillos y eficientes. De igual manera ocurre con los bancos, pues es más cómodo otorgar créditos a personas respaldadas por una asociación. Por ello, es importante entender los beneficios de asociarse, aunque existan dificultades o ciertos compromisos derivados de ser socios.

El compromiso con la cooperativa de asistir a las reuniones y capacitarse es una de las mayores falencias de la gente al momento de asociarse. Pareciera haber una inconsistencia intertemporal (Kim, 2014), porque el asociado dice que quiere asociarse y participar, pero en la práctica no lo hace. Si bien el Gobierno nacional no interviene en las asociaciones, es importante que estas enseñen a sus miembros a reducir las ausencias y creen incentivos de participación.

Por otro lado, si bien Acacías no ha sido apaleado fuertemente por la violencia, como otros municipios, hoy en día se vive un ambiente de inseguridad por la delincuencia común. Debido a que muchos asociados han sido robados o extorsionados, la cooperativa ha incrementado las barreras de seguridad y las redes con otras asociaciones.

Para Coodegan las entidades estatales, educativas y otras no gubernamentales son muy importantes en la región, no solo por las capacitaciones de las cuales se pueden beneficiar sino también porque al demostrar que ellos están realizando proyectos productivos reciben apoyo monetario. Por un lado, "nosotros trabajamos de la mano con el Sena, con Corpoica, con Fedegan, la misma administración en algunos casos nos colabora". Por otro lado, la alcaldía ha implementado proyectos de tecnología y competitividad enfocados en capacitación y fomento del emprendimiento. Así pues, para 2013 le aportó a la cooperativa el 80% del dinero necesario para estos proyectos (Pérez Montero, 2015).

Otro de los temas que preocupa a la cooperativa es el medio ambiente. Los ganaderos son conscientes de que este es el capital más importante con que cuentan y que si se deteriora no se puede desarrollar una actividad agrícola o pecuaria. Fedegan reconoce a Coodegan por trabajar por una producción más limpia. Sus miembros han recibido capacitaciones y talleres para implementar modelos integrales de producción limpia a través de abonos orgánicos de lombrices. Según un artículo de CONtexto Ganadero (2012), esto les permite generar alimentos inocuos,

Los miembros de Coodegan reconocen que los motivos para asociarse no son solo generar 22


además de reducir costos y mejorar la productividad. Bueno ahorita el clima [fuerte verano] y lo otro que la influencia del petróleo acá está acabando con el agua, entonces las aguas superficiales están profundizando ya demasiado. La gente ya está teniendo miedo de irse a quedar sin agua y ahí sí es terrible; aparte, con estos calores que están haciendo hoy día, hay gente que está empezando a vender las fincas, eso sí se ve, no tanto ya por delincuencia sino ya quieren vender sus fincas porque las petroleras llegan y acaban con todo, llegan y —esto es mío— y pagan cualquier peso y lo que se pase por manos de la petrolera se acaba. Aquí tenemos una vereda a la que le acabaron con toda el agua, hoy les llevan el agua es en camiones, terrible, la poquita agua que tienen es contaminada.

Corporación PRO-OPIA Piedras, Tolima.

Piedras es un municipio tranquilo, de esos donde hay trabajo, tolerancia, un clima cálido como sus habitantes y un aire que no todos los pueblos de nuestro país pueden respirar, de paz y tranquilidad, a tan solo 45 minutos de Ibagué. A diferencia de otros pueblos del Tolima, Piedras ha tenido la suerte de estar libre de la presencia guerrillera y la violencia. Además, cuenta con una geografía envidiable y dos grandes fuentes del recurso más escaso del planeta, el agua: los ríos Alvarado y Opia, este último conocido por sus ostras de agua dulce (Sánchez, 1994).

En resumen, aunque tengan cierto temor por la delincuencia común, los ganaderos afirman que ya no hay casi rastros de la violencia relacionada con bombas, ataques y fuerzas al margen de la ley. Las preocupaciones más grandes son por el medio ambiente. Por un lado, por la explotación del agua por parte de las petroleras y, por el otro, por las acciones colectivas hacia la naturaleza. Coodegan es una cooperativa que no solo se preocupa por la prosperidad económica de las personas sino también por su bienestar emocional y social, todo lo cual se puede recibir con el único requisito de asistir y comprometerse con las diferentes capacitaciones y talleres.

Se podría pensar que en un ambiente de tranquilidad las personas se conocen y viven en comunidad, con la expectativa del nuevo día como el único problema con el cual lidiar. Sin embargo, desde el año 2013, e incluso antes, los habitantes de Piedras se vienen enfrentando a un enemigo que atenta contra su supervivencia: la destrucción ambiental por la sobreexplotación en sus ríos, para el sustento humano, la pesca, el riego, la recreación, el turismo y actividades relacionadas con la minería. El río Opia, principal fuente hídrica del municipio, ha sufrido una gran explotación pesquera ya que es el único río en Colombia que produce ostras de agua dulce. El daño por la extracción no es lo suficientemente grande como para impactar el ecosistema, sin embargo, la cuenca se usa para el riego de diversos cultivos, entre ellos el arroz, principal producto del departamento del Tolima. En 2013 23


de esta clase, los cumplen para proteger el río Opia, el bien de todos. Ante el intento de Anglo Gold Ashanti de ejercer derechos de explotación sobre el río, la comunidad se documentó para entender los posibles efectos nocivos y la externalidad negativa sobre el medio ambiente y la comunidad. Los piedrunos averiguaron todo lo que estuvo a su alcance y juntos empezaron a sacar sus propias conclusiones. De acuerdo con el presidente de la Corporación Pro-Opia: Se tuvo conocimiento de que el municipio de Piedras había sido escogido por Anglo Gold Ashanti para montar un planta de procesamiento de la separación de la roca del oro […], por lo tanto, nosotros lo primero que hicimos fue documentarnos y nos documentamos con unos señores que tienen una corporación que se llama Ecotierra, ellos son de Cajamarca, ellos están en contra de la mina La Colosa. Ellos tienen material que da ejemplos de otras partes del mundo donde ha habido minería a cielo abierto. Esto trajo miseria, desolación, pobreza, o sea las consecuencias que trae esta actividad para las comunidades […] no tienen reparaciones ni tiempo.

Fuentes colectivas, comunidad y asociación.

el río presentaba un índice de uso del 222% y estaba siendo explotado 2,22 veces más de lo permitido para garantizar la permanencia del recurso (El Nuevo Día, 2013). Como si lo anterior no bastara, la firma minera Anglo Gold Ashanti escogió el río Opia para llevar a cabo el proceso de limpieza de piedras y barro para la mina de oro La Colosa, en Cajamarca (Tolima). Es importante recordar que la minería, en especial la extracción aurífera, genera una de las cargas ambientales más fuertes para las fuentes hídricas, ya que estas se contaminan con tóxicos como el cianuro y otros metales pesados, entre ellos el mercurio (Organización Mundial de la Salud, 2013).

Más adelante se demostró que la preocupación por el río Opia no era solo de los ambientalistas sino de toda la comunidad, que entendió que ninguna promesa hecha remplazaría sus espejos de agua y ostras de agua dulce. Por ende, los habitantes se unieron para armar fuerzas y hacerle frente a este conflicto.

Ostrom (1990) establece la necesidad de crear mecanismos para manejar el problema que presentan los recursos de uso común agotables, pues de lo contrario se presentará la tragedia de los comunes, es decir, una situación en la que los individuos extraerán lo máximo que puedan del recurso y se llegará a su extinción o peligro de agotamiento. Por lo tanto, hay que garantizar que las personas afectadas por el aprovechamiento del bien público puedan participar en la modificación de las reglas a las cuales están expuestas.

Entonces nosotros nos unimos. La primera tarea que hicimos fue empezar a socializar el problema que se nos venía para la comunidad de Piedras. Se crearon (lo primero que hicimos fue organizarnos, entramos a montar) dos lugares de resistencia que eran de paso obligado para los vehículos que estaban haciendo unas perforaciones en la

Aunque los habitantes de Piedras muy probablemente nunca hayan escuchado sobre principios 24


vereda Camao, montamos dos sitios de resistencia uno en Doima sobre el puente del río Opia y el otro aquí, en la cabecera municipal. En el otro puente hicimos dos puentes de resistencia, una resistencia pacífica.

importantes con los que cuenta la Constitución colombiana. Yo [uno de los líderes de la corporación] hice la petición en nombre de la comunidad para que se realizara la consulta popular en el municipio de Piedras, como un mecanismo de participación ciudadana que está consagrado en la Constitución Política de Colombia, en la Ley 134. Entonces, como ese mismo ejemplo está consignado en una de las revistas que tienen los señores de Ecotierra, un caso que hubo en Argentina donde las comunidades votaron allá también en una consulta popular del NOA, del centro de resistencia, que no querían hacer actividades en su territorio, esa misma pregunta se hizo aquí en el municipio de Piedras. Como eso no lo puede hacer cualquier ciudadano, ni un senador ni nada, la Ley dice que las consultas populares las puede convocar el alcalde en los municipios, los gobernadores en los departamentos o el presidente de la República, son los únicos que la pueden hacer. Entonces por ley, le correspondió al alcalde y así se hizo, pero no fue a voluntad del alcalde, fue una exigencia de la comunidad, un compromiso que él adquirió. Eso es un trabajo de más de cinco meses, aquí eso fue muy duro pero los resultados se vieron en el tiempo que fueron. En el municipio de Piedras el 99,3% de la comunidad dijo que no quiere la actividad minera en nuestro municipio. Entonces, nosotros somos ejemplo nacional y prácticamente mundial de la consulta popular […] En los resultados se vio lo contrario —de lo que ocurre en elecciones—, salieron hasta los inválidos, los ancianos salieron a votar en defensa de nuestro territorio, que es lo que nosotros estamos haciendo.

A través de esta acción y como una paradoja en relación con su nombre, los habitantes "evitaron que limpiaran las piedras (rocas y barro con oro) en Piedras". Las comunidades crearon un sistema para controlar, proteger y monitorear el recurso por medio de la organización formal de una corporación a la cual llamaron Pro-Opia, y de una resistencia pacífica para evitar las acciones mineras. De igual modo, la comunidad creó diferentes dependencias dignas de un objetivo tan importante como lo es el río: A mí me nombraron presidente del comité pro defensa de la vida y de los recursos naturales del municipio de Piedras. Entonces, nos organizamos, aquí creamos unos comités, yo era el presidente del comité central. Había un comité de publicidad, un comité de logística, un comité de comunicación, comité de finanzas, nos organizamos, y la gente de la misma comunidad era la que llevaba los alimentos que consumía mos en estos dos frentes de resistencia, la cual duró, aquí en la cabecera, cuatro meses y veintiún días. Esta protesta pacífica pone en evidencia la fortaleza que puede tener un pueblo ante la amenaza de la destrucción, por la guerra minera. Al considerar la externalidad o el efecto negativo de las acciones individuales, estas se convierten en acciones colectivas. Los habitantes de Piedras lograron que la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) hiciera que Anglo Gold retirara su maquinaria del río. Esta fue la primera acción colectiva con la cual triunfó la comunidad. No obstante, fueron mucho más allá e hicieron valer sus derechos a través de la consulta popular, uno de los mecanismos más 25


Este ejemplo es la prueba fehaciente de que no importa el nivel de educación ni el poder adquisitivo al integrar a un pueblo y sus intereses. El bienestar que se puede obtener es, y será siempre, mucho mayor que el bienestar individual. Sin quererlo, los habitantes cumplieron otro de los principios que apelan a la administración de los recursos, el derecho a cambiar las reglas del juego y el derecho a opinar y participar activamente en la decisión sobre el recurso.

Asociación Nacional de Mujeres Indígenas, Negras y Campesinas de Colombia ANMUCIC

Tal vez la tragedia de los comunes puede estar más lejos de lo que se piensa, pues como dice el presidente de la corporación, "eso era una sola voz. La gente se concientizó del problema, y al concientizarse del problema del municipio la gente salió en defensa de su territorio". Paralelamente, al integrar y reconocer el problema colectivo como parte de los problemas particulares e individuales, al poder modificar las reglas y al poder vigilar y controlar el recurso, es posible crear mecanismos con los cuales se preserva el bien común.

El Zulia, Norte de Santander.

"[En] nuestra asociación estamos en un proceso de reparación de víctimas, como tal fuimos víctimas de la violencia y estamos en proceso de reparación colectiva de las mujeres de Anmucic". Así responde la presidenta para el municipio de El Zulia de la Asociación Nacional de Mujeres Indígenas, Negras y Campesinas de Colombia (Anmucic), cuando se le pregunta por sus actividades. La anterior presidenta en este municipio fue asesinada por un grupo paramilitar en el año 2000. Este hecho, junto con el desplazamiento forzado y el asesinato del cual fueron víctimas algunas asociadas, despojó a la asociación de algunos de sus terrenos y detuvo momentáneamente varios de los proyectos productivos, pero no frenó el impulso de mujeres que lideran en varias regiones del país.

En resumen, la Corporación Pro-Opia fue una forma de hacerle frente al conflicto y controlar y vigilar el recurso, tal y como se expone en los ocho principios para administrar los comunes. Asimismo, la consulta popular fue el mecanismo de participación y modificación de las reglas, para convertir los problemas individuales en colectivos. Piedras es el ejemplo de que la unión hace la fuerza.

Anmucic es una organización gremial que reúne a más de veintisiete asociaciones departamentales y que se identifica como gestora de programas oficiales femeninos y defensora de los intereses específicos de las mujeres campesinas (Anmucic, s. f.). El caso de El Zulia, cuyas actividades comenzaron veinte años atrás, ejemplifica por qué Anmucic fue reconocida en el año 2015 como sujeto de reparación colectiva por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas de la Presidencia de la República y demuestra que la violencia ocasionada por el conflicto armado en contra de

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toda la ola de violencia que ha disipado toda esa gente frente a nosotros como asociación, donde era una cosa que no tenían por qué haberla hecho, porque nosotros trabajamos por la comunidad, no por entes ni por guerrilla ni por autodefensas ni por nada, sino simplemente por nuestra comunidad. Asimismo, la asociación fue despojada de los terrenos que tenían previstos para la granja y de terrenos individuales que tenían las asociadas. Según denuncias hechas, esto fue patrocinado por "los mismos agentes gubernamentales del municipio que colaboraron para que fuéramos despojadas de esos terrenos y quedamos sin los enseres, ni animales ni nada. Todas fuimos despojadas”.

las asociaciones del país no ha impedido el fortalecimiento del movimiento asociativo. Antes del asesinato de su líder, las mujeres de Anmucic en El Zulia estaban trabajando en el proyecto productivo "Granja integral y experimental para la mujer", el cual se desarrolló en un terreno del Incoder y que, según palabras de su presidenta, buscaba "el bienestar de todas nuestras familias, que tuviéramos un lugar donde trabajar las mujeres y tuviéramos de qué sobrevivir". Con el apoyo del Sena, Ecopetrol y la Unidad Municipal de Asistencia Técnica (Umata) del municipio, el proyecto brindó capacitación en el manejo de caña de azúcar, porcicultura, ganado y avicultura para las mujeres asociadas. Adicionalmente, desde la asociación se gestaron proyectos comunitarios para la instalación de servicios públicos en veredas y se buscaron becas para estudiantes de la zona y la asignación de proyectos de vivienda. Sin embargo, la visibilidad del trabajo de la asociación coincidió con el recrudecimiento de la violencia por parte de grupos paramilitares y el posterior señalamiento de sus miembros como partícipes del conflicto. Su presidenta indica:

A partir del año 2005 disminuyeron los altos niveles de inseguridad en la zona por causa de los grupos paramilitares y una fracción de las asociadas retornó al municipio, para sumarse a quienes habían decidido quedarse. Sin embargo, muchas se encontraron con el problema del apoderamiento de sus tierras. La líder y otros miembros decidieron retomar el trabajo de Anmucic y procurar el retorno de sus compañeras, conforme al marco de la Ley de Justicia y Paz y con el apoyo de agencias de cooperación internacional, como el Consejo Noruego para los Refugiados y la agencia de cooperación alemana GIZ. Adicionalmente, la ley de víctimas de 2011 proveyó los mecanismos para que la asociación buscara la reparación de los terrenos despojados y se inició el proceso de identificación como sujetos de reparación colectiva a nivel nacional. El apoyo gubernamental recibido por Anmucic en esta nueva etapa comenzó con el reconocimiento como víctimas y se destaca el acto de dignificación realizado por las autoridades locales y nacionales dos años atrás (Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas, 2015):

Fuera de ser señaladas y tildadas como guerrilleras, quedamos todas huérfanas porque nuestra presidenta muerta, las mujeres todas asustadas, entonces ¿qué hubo?: desintegración, miedo, terror por

Acto simbólico, ahí en el parque […] Algunas de las entidades de aquí 27


recono cieron que habían hecho bastante daño y que como tal habíamos sido víctimas, pero que de ahora en adelante nos ofrecían el apoyo incondicional de distintas personas de la alcaldía, que tuviéramos la participación de diferentes eventos que hubiera en el municipio para que nosotros participáramos.

que todo se les dijo "queremos paz" y desde ya queremos que ustedes como aspirantes a una alcaldía tengan paz entre sí, de apoyarse los unos de los otros, para que el día de mañana siga mos en este mismo hogar. Nunca se había logrado que ninguna asociación de mujeres o de lo que sea hubiera tenido a los aspirantes a la alcaldía reunidos. Nosotras nos sentimos orgullosas de que lo hicimos. Los convocamos y todos confiaron en nosotras, los oímos, nos oyeron, se comprometieron con nosotras, nos comprometimos con ellos a que todas las mujeres apoyaran al que quisieran apoyar a la alcaldía voluntariamente. No con intereses de que usted me va a dar, no, simplemente pedimos que, sea el que sea que gane, nos tenga en cuenta para cuando nosotros nos acerquemos a la alcaldía a solicitar "x" necesidad como asociación, o como comunidad, nos oigan, nos puedan atender, para poder seguir con esta casa adelante.

Además del reconocimiento y del apoyo prestado para el retorno de sus compañeras víctimas, Anmucic está a la espera del proceso de asignación de un terreno para que su granja les sea reubicada y que en la reparación también se les entregue un terreno para su sede, pues las reuniones las realizan en la casa de las líderes. La asociación trabaja actualmente en el proyecto de una fábrica de embutidos cárnicos y ha recibido el apoyo del municipio y la gobernación de Norte de Santander: "Nos dan un plante de cien cerdos, la unidad, la maquinaria que ya nos la dieron y nos fabrican las cocheras o piaras que llamamos, para la cría de los animales para cincuenta mujeres".

Cabe destacar que el reconocimiento de la asociación no ha impedido que en el municipio se promuevan otro tipo de iniciativas cívicas. Por ejemplo, Anmucic también trabaja con las juntas de acción comunal en las veredas. Según la presidenta: "[Las juntas] nos han apoyado, nos dan el espacio de participación si queremos, y nosotros no hemos sabido aprovechar porque hay muchas cosas, demasiadas cosas, que hacer". Asimismo, la labor de Anmucic ha beneficiado a otras asociaciones: "Compartimos los frutos de nosotros, los compartimos con otras asociaciones". En El Zulia actualmente se encuentran registradas ante la Umata otras trece asociaciones de productores agrícolas y el municipio tiene otras cuatro de víctimas.

La autoidentificación de las mujeres miembros de Anmucic como víctimas del conflicto ha motivado una participación activa en procesos que promueven la paz en el municipio. Su líder es coordinadora de la Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz y tres miembros son parte de la mesa de víctimas del municipio de El Zulia. Este tipo de participación ha llevado a que el trabajo comunitario se refleje también en la vida democrática municipal. Para las elecciones regionales de 2015, mujeres de Anmucic lograron reunirse con los candidatos para la alcaldía, cuyos alcances fueron los siguientes: Conseguimos que los cuatro aspirantes a la alcaldía, con algunos de los concejales, estuvieran reunidos aquí para oírles las proposiciones que traen para el nuevo periodo que entra el nuevo alcalde. Y nosotros también pedirles a ellos lo que queríamos de su mandato […] Primero

Por último, es de destacar que la percepción de inseguridad en la zona ha mejorado: Bueno, desde la ola de violencia desde el 2000 hasta el 2005 o 2006, que estuvo 28


fuerte, hoy en día le doy gracias a Dios porque nos sentimos tranquilos, seguros, podemos salir sin temor a que de pronto vayamos a estar amenazados, porque hasta el presente ninguna de las otras mujeres o de las que estamos actualmente hemos sido amenazadas. Nos podemos mover o hacia el campo o hacia el pueblo y nos sentimos seguras porque hemos tenido el apoyo de las autoridades y no hemos tenido que buscarlas. Porque preguntan y decimos estamos tranquilas, nos reunimos periódicamente todas las semanas, formamos un comité de impulso y junta directiva, se está trabajando conjuntamente cada ocho días.

Federación de Pescadores CANTAGALLO Cantagallo, Bolívar.

Según la tradición popular, Cantagallo, un municipio ubicado al sur del departamento de Bolívar, nació en 1938 tras el inicio de exploraciones petroleras por parte de compañías estadounidenses (Alcaldía Municipal de Cantagallo, s. f.). La zona era habitada por pescadores, pues es aledaña al río Magdalena. Hoy, más de setenta años después, la perspectiva económica de la región no ha cambiado sustancialmente. La población de Cantagallo está influenciada por la permanente producción de hidrocarburos en la zona. La mayoría de sus habitantes trabaja en el sector petrolero, tal como ocurre en municipios cercanos sobre el cauce del río Magdalena (Barrancabermeja, Puerto Wilches y San Pablo, entre otros).

La presidenta celebra los avances en seguridad y el apoyo institucional recibido, aunque reco-noce que hace falta mucho camino por transitar. Ella espera que los proyectos productivos que viene desarrollando Anmucic rindan fruto: "[Esperamos] darnos a conocer como empresa y como asociación a nivel nación e internacional es nuestro pensamiento. Si Dios lo permite, que sea así".

El Magdalena Medio es conocido por el conflicto entre grupos armados ilegales que aún tienen presencia en su zona rural. Además, los pescadores de la región, muchos de ellos descendientes de los cantagallenses originales, hoy en día afrontan un problema que no les trajo la guerra, pero sí el deterioro de la naturaleza: la disminución de la producción pesquera se ha intensificado en los últimos años debido a problemas de sedimentación en las ciénagas, causada por periodos de invierno y sequía más prolongados que en el pasado. En el municipio se han intentado múltiples iniciativas de participación de la sociedad civil para promover la recuperación de estas y el uso de métodos de 29


movimiento asociativo en pro de una causa ambiental. La unión de asociaciones y cooperativas en el municipio, a través de la federación, busca promover la siembra de alevinos y pretende la recuperación de la ciénaga de San Lorenzo, principal ecosistema del pescado extraído en la región. Desde hace cuatro años venimos con un proyecto macro que es la recuperación de la ciénaga y la siembra de alevinos. A la vez, para que el mismo pescador deje la pesca indiscriminada, más que todo ir concientizando que deje el trasmallo y vuelva otra vez a la pesca con atarraya.

pesca artesanales que reemplacen prácticas como el trasmallo, que al haber sido utilizado con frecuencia se ha sumado a las causas del déficit de peces. Este es el entorno donde actúa la Federación de Organizaciones de Pescadores de Cantagallo, liderada por un pescador y también contratista de empresas petroleras. Sus reflexiones y las vicisitudes que ha enfrentado en la región muestran la relevancia de las causas ambientales para los movimientos asociativos en las zonas rurales del país.

La situación se ha convertido en un tema de supervivencia para algunos campesinos que se dedican a la pesca, pues los excedentes de producción son escasos, el tamaño del pescado se ha reducido y muchos han limitado su actividad al autoconsumo: Anteriormente el primer nicho del mercado sí era, por ejemplo, beneficio propio y algo era para la venta al público, pero hoy en día la verdad los pescadores están apurados por el sustento diario. Porque no es de taparle el cielo con las manos, 80% de la población es pesquera tanto de la zona rural y urbana. Ya eso hoy en día se ha perdido por la pesca indiscriminada y porque hay muchas especies en vía de extinción […] Sale bocachico, anterior mente uno lo conocía de un cierto tamaño, pero está saliendo muy pequeño, porque como la gente no tiene qué coger, lo cogen pequeño y no lo dejan crecer más.

La federación es una iniciativa que surgió cinco años atrás con el fin de agrupar a diferentes organizaciones de pescadores del municipio. La componen nueve asociaciones en la cabecera municipal y cuatro en la zona rural. Según su líder, la Federación de Pescadores: Nace de la idea de tener una representación, para poder ir a pedir y a ser representantes ante el municipio y a las alcaldías. Que todos no fueran a pedir, cada quien por su lado. Nace de una aglomeración, de una unión. De todos los directivos salió la directiva de representantes y nació la idea para que todos tuviéramos una sola visión.

El trabajo de la federación se ha concentrado en la gestión de proyectos ante las autoridades locales y en conseguir recursos para promover la recuperación, dragado y canalización de la ciénaga. Además, para el líder la federación se

La ola invernal de hace unos cinco años, que incrementó la sedimentación en el río Magdalena, fue el detonante para promover un 30


constituye en un puente entre las necesidades de la comunidad y los políticos que pueden conseguir recursos para los pescadores: "Ahí también hay que tener proceso político. Porque para llevar un proyecto toca llevarlo a Bogotá y que la persona tenga padrinos senadores, esto y otra cosa, para poder hacer vivir el proyecto". Al parecer, las gestiones han alcanzado sus frutos y el principal logro ha sido involucrar a 450 familias de pescadores en la recuperación de la ciénaga por medio de un proyecto apoyado desde la alcaldía municipal:

Las capacitaciones brindadas por la federación fomentan el sentido de pertenencia entre sus miembros, ya que "se ha perdido la verdadera identidad del pescador, y eso es lo que es un reto, recuperar la identidad". Cabe además destacar que los grupos y asociaciones de pescadores han sido una tradición en el municipio e incluso en épocas de recrudecimiento de la violencia han continuado reuniéndose: La inseguridad aquí es como en otras partes. Años atrás hubo presencia de grupos armados al margen de la ley, y después llegaron los del otro lado. Pero la federación no se ha visto afectada o sentida por eso [… En esa época] teníamos reuniones frecuentemente sobre nuestra problemática, pero nos dejaban trabajar. No había así una restricción para nada. Nunca se metieron o no se han metido nunca con nosotros.

Este proyecto está por etapas, primero recuperación, después de sacada de sedimentos, después repoblamiento, concientizar a los pescadores de que cuiden y a la vez pagarles para poder trabajar en eso. Ya hoy en día, si Dios quiere […] después de cuatro años en la lucha, se va a ver la primera etapa [...] De ahí es donde vamos a empezar y ahí es donde ha servido la federación.

El trabajo de la federación apenas está empezando y sus miembros se reúnen una vez al mes para hacer seguimiento a los proyectos que desarrollan. Las expectativas se centran en el trabajo de recuperación de la ciénaga y el fortalecimiento de la identidad pesquera en el municipio. El proyecto que han gestionado es el principal reto para la credibilidad de esta incipiente federación y aunque se perciben muestras de desconfianza entre los mismos miembros, su líder considera que el trabajo debe continuar: "El escepticismo está presente, es como todo, se presentan unos que son escépticos, otros apáticos, pero vamos para adelante […] El número de personas se viene incrementando".

El trabajo de la federación se hace de la mano de expertos que residen en la zona y que la han promovido entre los habitantes del municipio, además de capacitar a sus miembros. Aunque también han recibido apoyo de entidades como el Sena del departamento, el pescador líder considera que los esfuerzos de las entidades participantes no están centrados en el fin ambiental: El Sena de Santander nos ha acompañado en un par de capacitaciones, pero por tener aquí a Ecopetrol ellos vienen a trabajos que no tienen que ver con el pescador, como lo es mecánica, electricidad. Entonces el pescador pierde esa identidad, en cambio el Sena de Bolívar nos capacita en la recuperación de la ciénaga, en proyectos de cría en tanques y así.

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Asociatividad en BARBOSA Barbosa, Antioquia.

¿Qué es ALDEA? Es lo mismo que tienen en Bogotá: localidades. Y en Medellín son comunas. Aquí en Barbosa lo dividimos políticamente por las ALDEAS: agencias locales de desarrollo autónomo. Esas ALDEAS agrupan varias veredas que comparten vía, que comparten necesidades, que comparten cultura, que comparten producción. Por ejemplo, la ALDEA mía se llama la aldea Fortín de las Aguas y somos ocho veredas […] De cada ALDEA hay un coordinador y ese coordinador recoge todas las inquietudes de los presidentes [de las juntas de acción comunal …] Cada presidente recoge la inquietud de toda su comunidad.

Los casos de trabajo comunitario y del movimiento asociativo en el municipio de Barbosa reflejan la importancia del sector rural, tanto para la comunidad como para la administración municipal. Aunque son comunes las quejas entre los campesinos sobre la situación de inseguridad en el municipio y la rentabilidad de las actividades económicas realizadas en el campo, el esfuerzo por mejorar sus productos e introducir innovaciones tecnológicas junto con el apoyo de autoridades locales y entidades no gubernamentales han generado en el municipio un ambiente que promueve constantemente iniciativas de desarrollo del campo. Barbosa es un municipio de características rurales que pertenece a la zona metropolitana de Medellín. Aunque en los últimos años la mayoría de sus ingresos provienen de actividades industriales, pues alrededor de ochenta empresas manufactureras se han situado en Barbosa (Alcaldía de Barbosa, s. f.), dentro del municipio se presentan dinámicas que resaltan la importancia del trabajo comunitario para la población campesina. Por ejemplo, se ha establecido un sistema municipal del planeación y presupuesto participativo (Fundación Social, 2014), con la colaboración de la Fundación Social y otras entidades sin ánimo de lucro. De esta forma se organizó el territorio por agrupaciones de barrios y veredas en once ALDEAS, descritas por una líder municipal así:

Estas inquietudes se discuten en los Consejos de Desarrollo de cada ALDEA, donde se debaten temas como el presupuesto participativo y la planeación municipal y sectorial. A su vez, los consejos integran instancias de planeación superior que se dirigen a la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Comunitario del municipio, según el marco del sistema municipal de planeación participativo (Fundación Social, 2014). Adicionalmente, las inquietudes recogidas también se discuten en el Concejo Municipal de Desarrollo Rural.

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de entidades especializadas como el Sena:

Pero el trabajo comunitario va más allá ya que, por ejemplo, las ALDEAS han permitido que los ciudadanos hagan firmar compromisos de planes de desarrollo a los candidatos a la alcaldía local. Así, la líder relata lo ocurrido en la última elección regional:

En el 2010, una sola persona participó en un curso del Sena de tres días. En ese curso le enseñaron a hacer salsas [...], de la vereda participaron tres personas en el primer día, para el segundo día vinieron dos personas y una de esas jóvenes que vino dijo: "Oiga, y ¿de cebolla no se puede hacer salsa?" y el instructor le dijo: "Pues yo nunca la he hecho, pero si usted me trae la cebolla, aquí hacemos el ensayo". Al tercer día solo vino ella, porque había quedado de traer la cebolla, le enseñaron a hacer la salsa y ella le enseñó a todo el grupo de la asociación. En ese momento había unas treinta personas asociadas y ahí aprendimos a hacer la salsa, nos presentamos al concurso en toda Antioquia y fuimos ganadores con la salsa de cebolla. Para el 2011 volvieron y abrieron convocatorias, pero ya le pusieron algo más, ganadores de gana dores, y ahí ganamos con salsa de cilantro, para darle un valor agregado.

En el foro […] les preparamos a los candidatos unas propuestas con las necesidades de todas las veredas, de todas las ALDEAS. Prácticamente un plan de desarrollo. Se les entregó así a todos los candidatos y todos firmaron que sí se iban a comprometer con eso. Otras asociaciones de productores presentes en Barbosa han permitido que algunos campesinos encuentren espacios para el desarrollo de sus productos. Por ejemplo, el representante legal de la Asociación de Cebolleros de Altamira (Asocebal) recuerda el inicio de esta con un objetivo claro: "[Empezamos] con la idea de unirnos para vender nuestros productos a mejor precio, cierto, ya que los intermediarios son los que se están quedando con las ganancias del campesino". Asocebal cuenta hoy con nueve asociados que producen dos tipos de cebolla: la junca, que es demandada en la zona metropolitana de Medellín, y la veleña, la más gruesa, que atiende el mercado de la costa Atlántica. La mayor parte de la producción se dirige a un supermercado en Bello, un municipio que queda entre Medellín y Barbosa, y allí se venden 700 kg de cebolla semanalmente.

La participación en competencias y capacitaciones es común en la región. Un integrante de la Asociación de Paneleros de Barbosa (Asopaba) resalta cómo el trabajo duro de los miembros se convirtió en un paso importante para la sostenibilidad de la asociación: "Alcanzamos a tener marca propia y registro Invima luego de un concurso que nos ganamos en la gobernación de Antioquia". Esta asociación también nació motivada por las autoridades locales: "Nos llamaron a conformar una asociación como iniciativa de la administración municipal. El secretario de Agricultura nos dijo: ‘Organícense que les puedo colaborar más fácil’". Aún así, el trabajo y el esfuerzo vienen de veintidós familias de trapicheros, cada una de las cuales brindan trabajo a entre quince y veinte cosecheros de caña. Después de la transformación en los trapiches comunitarios, la panela llega al almacén. Otro asociado destaca el espíritu de su labor

La asociación busca encontrar estabilidad en el precio del producto, además de servir como puente para que los campesinos reciban capacitaciones de organismos de cooperación internacional, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). También es un canal de comunicación con las autoridades locales, principales promotores de las asociaciones: "Desde su creación nos asesoraron de la Secretaría de Agricultura del municipio de Barbosa [...] y en el momento también nos están asesorando". Además, han tenido apoyo por parte 33


con la siguiente frase: "Nosotros trabajamos con la panela porque eso es herencia. El trapiche pasó de tatarabuelito, al abuelito y así". Pero el trabajo no se queda en la tradición y Asopaba está en contacto con otras entidades para agregar valor a sus productos: "La Cámara de Comercio a través del Sena nos está haciendo una evaluación tecnológica, donde nos está investigando nuevos productos. Nos está investigando un energizante, ya sea líquido o en polvo. Nosotros les pedimos a ellos que sea competitivo".

que cada una produce. Uno de sus miembros expone las expectativas de Asocebal: "El Centro de Transformación es una buena oportunidad para darle valor agregado a estos productos. Es un proyecto que requiere mucha inversión y muchos requisitos, por ejemplo, el registro Invima. Están comprando maquinaria para eso, el municipio, la gobernación y la Fundación aportan dineros". Entre sus muchas utilidades, el Centro pretende convertirse en un lugar más para la capacitación de campesinos: "Nosotros sabemos hacer el producto, tenemos la materia prima, pero no sabemos nada de comercialización. En el Centro de Transformación nos van a ayudar con el empaque y la producción de la salsa".

Los casos de mejoras en los productos no son Barbosa, Antioquia. experiencias esporádicas, ya que el arraigo y el apoyo se mantienen de forma continua a través de ferias de emprendimiento rural promovidas desde la Fundación Social, donde se exponen adelantos tecnológicos construidos con estudiantes del Sena, los cuales afectan directa y positivamente la creación de valor agregado y la industrialización de los procesos para la conversión de las materias primas de las asociaciones. Todo este ambiente de apoyo se ha reflejado en el trabajo de otras asociaciones activas en el municipio, como la Asociación de Productores de Cafés Especiales de Barbosa (Asprocafesba) o la Asociación de Frijoleros de Barbosa (Asoriba), al igual que en un proyecto liderado por la alcaldía y la Fundación Social, conocido como el Centro de Transformación de Productos Agrícolas:

La construcción del Centro es una oportunidad de desarrollo para los campesinos miembros del movimiento asociativo barboseño, pues muchos de ellos han visto cómo la mano de obra y las ganancias han migrado a otros sectores florecientes del municipio, tales como la industria establecida allí en los últimos años. Por ello, las expectativas sobre este proyecto son altas, porque las asociaciones afrontan muchos retos pese al apoyo brindado y al ambiente colaborativo, y antes ya se han presentado retrasos en su implementación (Zuluaga, 2012). En Asocebal, por ejemplo, se está presentando un fenómeno de deserción. Su representante legal menciona: "El número de miembros ha venido disminuyendo, porque es muy difícil competir con los intermediarios. Las personas se salen porque pensaban que toda la producción se la iban a vender a la asociación". En Asopaba las quejas tampoco se hacen esperar y uno de sus miembros se lamenta por la situación económica: "El campo no es rentable y se trabaja para subsistencia […] Las personas mayores son la que trabajan en el campo, los jóvenes prefieren trabajar en otros sectores". La coordinadora de las ALDEAS, que también tiene su asociación, declara que el problema radica en el individualismo: "Aquí en Barbosa hay muchas asociaciones pero el problema es que las

Las asociaciones están en el Centro de Transformación de Productos Agrícolas, para poder generar valor agregado a lo que nosotros producimos. Para, por ejemplo, pulverizar la panela. También están involucrados los cafeteros, una asociación de plátanos y cebolla. Ahí van a ver unas máquinas. Dicho Centro está ubicado en una edificación pública en el centro municipal, en una de las sedes de la alcaldía. Inicialmente seis asociaciones del sector rural barboseño podrán trabajar con maquinaria para la elaboración de productos con valor agregado, a partir de la materia prima 34


personas no están enseñadas a trabajar en grupo". Además, los protagonistas de esta historia comparten sus preocupaciones por la situación de inseguridad vinculada al microtráfico y la delincuencia común. El municipio sufrió hace más de una década el flagelo de los paramilitares y, antes de ellos, de los grupos guerrilleros (Misión de Observación Electoral y Corporación Nuevo Arco Iris, 2008). Afortunadamente, estos actores han desaparecido, pero ahora la percepción de inseguridad proviene de otros frentes, especialmente en la zona urbana. Según el representante legal de Asocebal: "La seguridad de la vereda es muy buena [...] A nivel de Barbosa, los comentarios sobre inseguridad son muchos, pero son temas aislados. Los problemas son por guerras de bandas, problemas de estupefacientes". La coordinadora de ALDEAS resume en una afirmación su percepción sobre las causas de la inseguridad: "Sí, hay delincuencia común. Está el narcotráfico; hay extorsión".

Asociatividad en TOLÚ VIEJO Tolú Viejo, Sucre.

El municipio de Tolú Viejo está ubicado en el departamento de Sucre, a 24 km al norte de Sincelejo, donde la sabana sucreña se encuentra con la serranía, que desde allí se extiende hacia otros siete municipios sucreños y otros siete de Bolívar, en un territorio llamado los Montes de María. La región montemariana ha sido tristemente célebre por haber experimentado el conflicto armado colombiano en una de sus más cruentas facetas y la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares quedó plasmada en diversas matanzas y enfrentamientos contra la población civil. Tolú Viejo no fue la excepción y varias de sus veredas y corregimientos experimentaron hechos victimizantes que desembocaron en el desplazamiento de la población, especialmente de la zona rural. No obstante, luego de la desmovilización de paramilitares y la reducción de la presencia guerrillera, hoy la región se enfrenta a una nueva etapa de reconstrucción del tejido social, el cual se refleja en el incremento de organizaciones asociativas que promueven en la sociedad civil un acercamiento con las autoridades locales y con organismos de cooperación internacional, para la búsqueda de proyectos sociales y productivos que apoyen a los habitantes.

No obstante, los problemas mencionados no han detenido el movimiento asociativo en el municipio. El desafío de los líderes está en mantener el ambiente colaborativo entre los habitantes de la zona rural y continuar trabajando con las autoridades locales y las entidades, como la Fundación Social, que trabajan para la promoción del campo barboseño. Porque como dice la presidenta de una de las juntas de acción comunal: "Esperamos que venga un futuro mejor, yo a veces digo, voy a renunciar, pero hay esperanza, estamos en eso".

El trabajo de los múltiples grupos comunitarios que tienen presencia en el municipio ha promovido un ambiente de cooperación comunitaria y de acercamiento con las autoridades 35


[…] La comunidad quedó prácticamente sola y desde el 2007 nosotros comenzamos a organizarnos, las víctimas que quedamos. En el registro único cuando yo comencé a liderar, había quince personas que aparecían en el registro único de población víctimas, y desde ahí toma mos la vocería en tocar puertas, en ir a la Unidad de Víctimas, a la Defensoría, que nos escucharan a la comunidad porque habíamos sufrido muchos perjuicios. Comenzaron las declaraciones y prácticamente hoy la comunidad toda aparece en el registro único de población de víctimas. De ahí comenzó el liderazgo, comenzaron las mesas de transición y de ahí tenemos un proceso […] Hoy tenemos 116 socios que están en la operación retorno.

locales. En Tolú Viejo están registradas ante la alcaldía más de 36 asociaciones de productores, entre ellos piscicultores, ganaderos, agricultores y mineros (extracción de piedra caliza), asociaciones de mujeres, jóvenes y víctimas, juntas de acción comunal y cabildos indígenas. A continuación se presentan algunos testimonios de líderes de Tolú Viejo comprometidos con la reconstrucción del tejido social, quienes ejemplifican cómo la participación activa de la comunidad en la gestión de los recursos públicos y privados es una fuente de trabajo para el movimiento asociativo.

El trabajo de la mesa de víctimas ha permitido, entre otros aspectos, apoyar a la población a partir del acompañamiento de la alcaldía municipal en visitas a las comunidades. Al respecto comenta, la líder de la fundación: Con la mesa de víctimas, el proyecto es recorrer [junto con miembros de la alcaldía] todos los corregimientos del municipio del Tolú Viejo y llevarles las oficinas a las comunidades, para que no tengan que estar desplazándose a Tolú Viejo [la cabecera], porque hay muchas personas que no tienen el dinero para desplazarse [...] para verificar si están en el registro único población víctimas, para verificarle la ayuda humanitaria, pues venimos como coordinadora y [el personal de la comunidad] como enlace. Lo venimos haciendo comunidad por comunidad.

El testimonio de la líder de la Fundación de Víctimas de la vereda Las Piedras y de la mesa de víctimas del municipio de Tolú Viejo revela los rigores de la guerra y su iniciativa de recuperación de la población victimizada: La guerra aquí, en los alrededores de los Montes de María y en la comunidad de Las Piedras [veredas del municipio de Tolú Viejo], inició con la primera masacre que fue en el 99, el 10 de enero. Mataron a ocho personas que vivían en la comunidad, de ahí comenzó el desplazamiento. Ya después sí vinieron las muertes selectivas, mujeres, hombres, jóvenes; fue una violencia muy brava porque fue del 99 hasta el 2005, cuando fue la última señora que asesinaron.

Este tipo de integraciones ha inducido la unión de la comunidad toluviejana a partir de la autoidentificación como víctimas. A propósito, la líder encuentra un cambio de percepción en la 36


comunidad: "Al comienzo eso es duro, [en] una comunidad que fue azotada por la violencia uno pierde la confianza en otras personas, en el Estado, en otras entidades. […] Ese tejido social se ha mejorado en ese sentido".

En su condición de víctimas, la unión que ha experimentado la comunidad toluviejana se complementa con el trabajo comunitario de otras asociaciones con fines productivos, que también encuentran en las entidades públicas y organismos de cooperación internacional una fuente de apoyo para sus objetivos. Por ejemplo, la representante legal de la Asociación de Piscicultores del corregimiento de Macaján (Tolú Viejo) resalta el apoyo recibido a través de los proyectos asignados:

Sobre el tema, una mujer de la tercera edad decidió liderar a otras treinta mujeres de la región para crear desde 2006 la Asociación de Mujeres por el Progreso de la Comunidad de Las Piedras, cuyo fin ha sido reconstruir la comunidad mediante la reparación del templo de la iglesia católica de la vereda. La creación de la asociación tuvo que ver con la violencia que se vivió. Ella comenta:

Es una asociación de campesinos, se puede decir así, que están dedicados al cultivo de peces, de la especie de tilapia roja, cachama y bocachico. Estos cultivos se realizan en jaulas flotantes y estables […] En la Asociación hemos ejecutado proyectos con el Incoder, DPS, la Fundación de los Montes de María y la Unión Europea.

Uno estaba muy deprimido, temíamos de salir, estaba abandonada la comunidad, la iglesia. [La iglesia] estaba deteriorada y ahí fue que nos organizamos, el padre no quería venir a la iglesia […] La arreglamos, la tumbamos y la levantamos, duró dos años sin techo, al solar y después con ayuda de la comunidad, se levantó la iglesia. Está bonita.

La asociación se creó hace doce años, en plena época de recrudecimiento de la violencia. Su nacimiento y sostenibilidad se pueden asociar a la situación regional de victimización y al consecuente apoyo recibido por entidades territoriales y organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.

La vocería de esta asociación ante las autoridades permitió conseguir los recursos para la obra. El alcalde de la época acogió y adoptó el proyecto iniciado por la Asociación de Mujeres y promovió una "templatón", y con los aportes de funcionarios de la alcaldía y de miembros de la comunidad lograron el objetivo. Adicionalmente, la asociación continuó sus proyectos y la búsqueda de apoyo con otras entidades. Entre muchos logros que han alcanzado está la conexión a una nueva fuente hídrica del acueducto veredal, lo que ha permitido que el agua se bombee con mayor frecuencia a la vereda. Este proyecto se desarrolló gracias a la gestión de la asociación ante organizaciones de cooperación internacional, como Swissaid. Actualmente la Asociación de Mujeres sigue trabajando en proyectos comunitarios y productivos que buscan el progreso de su vereda.

Cabe resaltar que esta mujer también es una líder comunitaria en su vereda. Macaján posee un cabildo indígena del que ella es una capitana menor. Ahora que la violencia ha mermado en los Montes de María, el pueblo Zenú inició un proceso de identificación y reconocimiento desde la figura de los cabildos indígenas, los cuales muchas veces se entremezclan con las juntas de acción comunal veredales y realizan el mismo tipo de trabajo comunitario, incluso compitiendo entre sí. La función de los cabildos, en esta etapa, está relacionada con la gestión de recursos y proyectos que integren a la comunidad que se identifica como indígena en la región. En este sentido, ella menciona:

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El cabildo busca beneficios para la comunidad, en sí buscar beneficios para que nos tengan en cuenta y que sean respetados nuestros derechos de vulnerabilidad. Porque tú sabes que los grupos étnicos, como indígenas, hemos sido muy maltratados, no hemos sido tenidos muy en cuenta. Estamos buscando eso, prácticamente que se protejan nuestros derechos y que se nos tenga en cuenta para proyectos para cualquier beneficio que pueda uno más o menos buscar para la comunidad en sí.

rurales de Montes de María eso era impensable. Hoy en día gran parte de ese conflicto se ha interiorizado en esos jóvenes que en algún momento fueron niños víctimas que de una y otra manera el Estado no atendió y que de una u otra manera aún siguen siendo desamparados. La situación de inseguridad podría relacionarse con las pocas oportunidades de crecimiento económico de muchos de los habitantes del municipio. Para aquellos que decidieron retornar del desplazamiento forzado del que fueron víctimas o para quienes nunca dejaron el municipio no hay muchas oportunidades laborales. La vida académica y productiva gira en torno a la cercanía con Sincelejo, la capital departamental, la actividad minera y los pocos excedentes de producción que obtienen de las actividades agropecuarias. Asimismo, la gestión de las autoridades locales aún no es la más eficaz, pues es común encontrar obras públicas de gran magnitud no concluidas. Por último, el inclemente clima de la región ha afectado los cultivos del municipio; los períodos de lluvias extremas y sequías en el momento que se escribe este artículo han sido inmisericordes con las iniciativas productivas de muchos campesinos.

No obstante, la identificación como víctimas de la población rural, junto con la influencia de proyectos asociativos para mejorar el tejido social de la zona, no ha sido acompañada por un completo proceso de pacificación en la zona. Después de la disminución de la presencia de grupos armados ilegales, otros actores han comenzado a influir en la situación de inseguridad. Un directivo de la Fundación Red de Desarrollo y Paz de los Montes de María, una iniciativa que promueve el trabajo comunitario regional en pro de la paz con el apoyo de la iglesia católica, diagnostica la presente inseguridad percibida en toda la región montemariana: No podemos afirmar que en estos momentos los Montes de María estén en un escenario libre de conflictos. El conflicto en Montes de María se ha transformado, ha mutado y ha pasado a unas esferas realmente preocupantes, hoy en día las amenazas, sobre todo en el contexto electoral, son casi una costumbre [… Además] los neoreclutamientos que hoy en día se están dando a raíz del microtráfico y la manera en que los jóvenes participan en escenarios de pandillas y mal uso de sus tiempo libre, pues, proporciona realmente terror en las comunidades. En años anteriores jamás se había considerado tendencias de consumo y mucho menos de venta de sustancias alucinógenas; en las zonas

Pese al panorama desalentador, es de destacar que el apropio en la comunidad por su realidad de víctima y el consecuente apoyo invertido en forma de recursos nacionales e internacionales ha constituido una fuente de renovación para esta comunidad. Aunque para algunos podrían percibirse niveles excesivos de intervención y asistencialismo, el trabajo que el Estado y otras organizaciones han realizado en el municipio - y en general en los Montes de María- ha contribuido al desarrollo de una población afectada desde muchos frentes y ésta ha respondido asociándose para acceder a las ayudas disponibles y creando grupos para fortalecer el tejido social resquebrajado.

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Apéndice

Municipios y veredas visitados en el trabajo de campo

REGIÓN

MUNICIPIO

VEREDA

Departamento de Antioquia

Amalfi Barbosa Don Matías Gómez Plata Guadalupe San Andrés de Cuerquía Santo Domingo Algeciras Altamira Iquira Oporapa San Agustín Santa MaríaCuerquía Tarqui Yondó Cantagallo San Pablo San Alberto Cimitarra Puerto Wilches Sabana de Torres Acacías Castilla La Nueva El Castillo Lejanías San Carlos de Guaroa San Juan de Arama San Martín El Carmen de Bolívar El Guamo María La Baja San Jacinto San Juan Nepomuceno Los Palmitos Tolú Viejo

La María - Monos, La Gurría, La Blanquita La Herradura, Platanito, Potrerito La Piedrahita, Montera, Riochico Juntas-El Placer, Balsas, La Bonita El Machete, San Vicente El Kiosko, San Basilio El Medio Montañadentro-Guayabal, El Peñol, Ateza La Negra, Raudal, Piedra Gorda Satias, La Esperanza, Santa Lucía Sector San Pablo Pajijí, Minas Miraguas, Hato Blanco Río Iquira, Nazareth, Villa María El Carmen, Las Mercedes, Caparrosa Bajo Los Cauchos, Nueva Zelanda, Los Robles La Pradera, El Cedral Alto, San Francisco La Eureka, El Guavito, La Sabina Las Lomas, Caño Blanco, Las Américas El Firme, La Peña, El Diamante Tabacurú, Las Margaritas, San Martin Miradores, Buenavista, El Reposo San Fernando, Campo Seco, El Rodeo Las Cruces, Talanqueras, Santa Teresa Campo Tigre, La Pescado, Caño Edén Loma Del Pañuelo, San Juanito, Manzanares El Turuy, Caño Grande, Violetas La Esmeralda, La Gloria, Santa Cruz Miravalles, El Roble, Agua Bonita San José De Las Palomas, Pesquero - Palmeras, Patagonia Agua Bonita, Angosturas, Bocas Del Zansa Rincon De Bolivar, Treinta Visocolorado, Santa Teresa Del Camoa El Cielo - La Sierra, San Isidro, Tierra Grata El Totumo, La Esmeralda, Salsipuedes Sucesión, Munguia, Santa Fe De Icotea El Bongal, Barcelona - La Negra, Brasilar Casingui, El Balcón, Botijuela El Bonguito, San José, El Tamarindo Cienaguita, La Venta, Macaján

Departamento del Huila

Magdalena Medio

Departamento del Meta

Montes de María

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REGIÓN

MUNICIPIO

VEREDA

Departamento de Nariño

El Rosario

El Vergel - Los Pinos, Matarredonda-El Blado, El Pinche-Río Grande

La Unión Los Andes Policarpa Ricaurte San Pablo Santo Pedro de Cartago Bucarasica El Carmen El Zulia Lourdes Santiago Sardinata Villa Caro Alvarado Líbano Lérida Piedras Venadillo Anzoátegui Santa Isabel

La Betulia, Sauce Alto, Peña Blanca La Loma, Palacio, Providencia Providencia, La Victoria, El Rosal- Altamira Alto Cartagena, Palmar - Carretera, Pilispí Las Palmas, Yunguilla, La Brisa - Playa Alta Martín, La Estancia, Alto Chimayoy El Silencio, Las Cuadras, Santa Rita Zaragoza, Tierra Azul, Santo Domingo Encerraderos, Cañahuate, Santa Rosa

Departamento del Norte de Santander

Departamento del Tolima

Guaimaral - San Antonio, La Primavera - Naranjal, Las Brisas - La Alianza

Cañahuate, El Pijon, Los Naranjos - El Páramo Naranjales, Abejales, Bocono - Líbano La Cueva, Corazones, Puerto Rico Vallecito, San Antonio, Hatico-Tamarindo La Australia, La Gloria, El Jardín La Insula, Alto del Bledo, Alto Megue - El Censo Guataquisito - Chicala, Paradero Chipalo, Manga de los Rodríguez Palmar - La Betulia, La Aguada, Palmar Alto Verdún, Betulia, San Francisco La Rica, Buena Vista, Estrella Colón

“Si usted tiene una opinión que pueda contribuir al estudio, o si requiere ejemplares adicionales de esta cartilla, favor escribir a proyectoasociatividad@uniandes.edu.co Esta cartilla se terminó de imprimir y encuadernar en diciembre de 2015, en Bogotá, Colombia. Se compuso en caracteres Georgia en cuerpo11.5 puntos” 42


Cartilla de divulgaci贸n


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