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Capítulo III El sector externo
Capítulo IIIIII
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El sector externo
El déficit en cuenta corriente de la región se reduce marcadamente en 2020 impulsado por el aumento del superávit de bienes como resultado de una fuerte contracción de las importaciones Las importaciones de bienes tienen el peor desempeño desde la crisis financiera mundial y su caída sobrepasa la de las exportaciones, por lo que el superávit de la cuenta de bienes aumenta en 2020 Los términos de intercambio se deterioran en 2020 para la región en promedio, aunque con diferencias a nivel subregional El déficit de la balanza de servicios empeora en 2020, influido por la gran contracción del turismo receptor que ha producido la pandemia en la región El déficit de la balanza de rentas se reduce en 2020, debido a la menor remisión de utilidades por parte de las empresas de inversión extranjera en el contexto de la crisis El superávit de la balanza de transferencias se amplía en 2020, a pesar de que en los primeros meses de la pandemia se había pronosticado un gran deterioro de su principal componente: la recepción de remesas Los flujos de IED neta crecen en el primer semestre de 2020, lo que permite mitigar los efectos de la salida de otros flujos financieros y financiar el déficit en cuenta corriente, además de acumular reservas en 2020 El riesgo soberano ha tendido a disminuir y estabilizarse luego de la importante alza que experimentó a inicios de la crisis y gracias a las grandes mejoras registradas en septiembre en la Argentina y el Ecuador Las emisiones de deuda crecen gracias a las buenas condiciones que han tenido los países de la región para emitir deuda soberana Bibliografía
En 2020, se prevé que el déficit de la cuenta corriente de América Latina sea de un 0,4% del PIB, muy por debajo del 1,8% de déficit del año anterior (véase el gráfico III.1).
Gráfico III.1 América Latina (19 países): cuenta corriente de la balanza de pagos, según componentes, 2009-2020a (En porcentajes del PIB)
5
4
3
2
1
0
-1
-2
-3
-4
2,3
1,4
1,2 1,1
1,0 1,4 1,0 1,1 0,7 0,1 -0,2 -1,0 0,2 0,8 0,4 0,7 2,0
-1,0 -1,1 -1,2 -1,3 -1,4 -1,4
1,0 1,1 1,3 1,5 -1,0 -1,0 -1,0 -1,0 -1,3
1,5 1,6 1,8 -0,8 -0,4
-2,6
-2,0
-2,0
-3,1 -3,0 -3,0 -2,5 -2,6 -2,9 -2,6
-1,2
-3,1 -2,6-3,4 -2,7 -2,0 -2,8
-1,6 -1,8
-3,4 -2,4 -3,4 -3,3
-5
-6
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2020 son proyecciones.
Balanza de transferencias corrientes Balanza de bienes Balanza de servicios Balanza de rentas Balanza en cuenta corriente
El principal factor detrás de la reducción del déficit en cuenta corriente es el aumento en el superávit de la cuenta de bienes, que pasaría de un 0,7% del PIB en 2019 a un 2,0% del PIB en 2020. Esto se debe a una marcada caída de las importaciones de mercancías (18%) (vinculada a la contracción de la actividad interna), que resulta mayor que la caída de las exportaciones de bienes (13%).
Los rubros de rentas y transferencias corrientes también contribuyen a reducir el déficit en cuenta corriente. Por una parte, la balanza de rentas reduce su déficit de un -3,4% del PIB en 2019 a un -3,3% en 2020, y la balanza de transferencias aumenta su superávit de un 1,8% en 2019 a un 2,3% en 2020.
El rubro de servicios es el único componente de la cuenta corriente cuyo déficit aumenta (de un -0,9% en 2019 a un -1,3% en 2020), influido por la naturaleza particular de la crisis del COVID-19, que tuvo un gran impacto en el sector del turismo. Ello hizo que las exportaciones de este tipo de servicio se vieran muy afectadas, con mayor magnitud en la subregión de Centroamérica y México, dado su mayor peso en la economía.
En 2020 el superávit de la cuenta de bienes de América Latina aumenta (de un 0,7% del PIB en 2019 a un 2%) debido al pronunciado efecto de la crisis del COVID-19 sobre las importaciones, que muestran caídas mayores que las de las exportaciones.
Se prevé que los volúmenes importados experimenten durante el año en curso una caída del 14%, la mayor desde la crisis financiera mundial de 2008-2009, mientras que los precios de importación disminuirían un 4%, con lo que el valor de las importaciones de bienes se reduciría un 18%. Las grandes caídas de la actividad interna como consecuencia de la pandemia de COVID-19 y su efecto sobre el consumo y la inversión han redundado en una reducción de las importaciones a nivel generalizado en todos los subgrupos de países analizados (véase el gráfico III.2).
Gráfico III.2 América Latina y el Caribe (países y grupos de países seleccionados): tasa de variación proyectada de las importaciones de bienes, según volumen y precios, 2020 (En porcentajes)
América Latina
-14 -4
Brasil
-9 -7
Exportadores de productos minerosa
Exportadores de productos agroindustrialesb
México
-12
-17
-17 -6
-4
-2
Centroamérica, Haití y Rep. Dominicana
-11
Exportadores de hidrocarburosc
-18
-25 -20 -15 -10 -5
-4
-5
0
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). a Chile y Perú. b Argentina, Paraguay y Uruguay. c Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia, Ecuador, Trinidad y Tabago y Venezuela (República Bolivariana de).
5 Volumen Precios
Por otra parte, las exportaciones de la región se contraerían un 13%, con una caída de los precios de exportación del 7% y una caída de los volúmenes exportados del 6%. La disminución de los precios de los productos básicos comentada en el capítulo I se tradujo en menores precios de las exportaciones, sobre todo en los países exportadores de hidrocarburos (-19%). Entretanto, los exportadores de productos agroindustriales y mineros enfrentan caídas más leves (ambos del -3%), en consonancia con la recuperación de los precios internacionales de estos productos a partir del mes de mayo (véase el gráfico III.3). En cuanto a los volúmenes exportados, todos los subgrupos muestran caídas, ya que la crisis internacional redujo la demanda externa que enfrentaron los países (primero por parte de China, durante el primer trimestre) y luego por parte del resto de los principales socios comerciales, incluidos los Estados Unidos y la Unión Europea. Además, en varias economías se impusieron confinamientos que obligaron a detener parcialmente la actividad de producción y exportación durante períodos que, en algunos casos, se dilataron varias semanas o meses.
Gráfico III.3 América Latina y el Caribe (países y grupos de países seleccionados): tasa de variación proyectada de las exportaciones de bienes, según volumen y precios, 2020 (En porcentajes)
América Latina
-7 -6
Brasil
Exportadores de productos minerosa
Exportadores de productos agroindustrialesb
México
- 0,2
-8
-12
-10 -7
-3
-3
-5
Centroamérica, Haití y Rep. Dominicana
-7 1
Exportadores de hidrocarburosc
-10 -19
-35 -30 -25 -20 -15 -10 -5 0 5
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). a Chile y Perú. b Argentina, Paraguay y Uruguay. c Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia, Ecuador, Trinidad y Tabago y Venezuela (República Bolivariana de).
Volumen Precios
Los términos de intercambio se deterioran en 2020 para la región en promedio, aunque con diferencias a nivel subregional
En 2020, la evolución de los índices de precios de exportación e importación de los países ha determinado que los términos de intercambio caigan un 2% en promedio en América Latina y el Caribe (véase el gráfico III.4).
Gráfico III.4 América Latina y el Caribe (países y grupos de países seleccionados): tasa de variación de los términos de intercambio, 2018-2020a (En porcentajes)
15
10
5
0
-5
-10
-15
-20
América Latina Brasil Exportadores deproductos
b mineros Exportadoresde productos
c agroindustriales México Centroamérica, Haití y Rep.Dominicana Exportadores de
d hidrocarburos
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2020 son proyecciones. b Chile y Perú. c Argentina, Paraguay y Uruguay. d Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia, Ecuador, Trinidad y Tabago y Venezuela (República Bolivariana de). e No incluye Trinidad y Tabago.
e El Caribe 2018 2019 2020
Sin embargo, este comportamiento no es uniforme a nivel de países y subregiones. Como resultado del descenso de los precios internacionales de los productos energéticos, el grupo más afectado es el de países exportadores de hidrocarburos, en cuyo caso se proyecta una caída de los términos de intercambio del 14%.
En el caso del grupo de países exportadores de minerales y metales industriales (cobre, hierro, zinc, entre otros) así como de los exportadores de productos agroindustriales, se espera que los términos de intercambio presenten una leve mejoría, del 3% y el 0,3%, respectivamente. Esto se debería, por un lado, a la recuperación que estos precios mostraron a partir del quinto mes del año y, por otro, a la caída de los precios de importación debido al abaratamiento de los insumos energéticos que enfrentan estos países.
En el mismo sentido, en el caso de los países de Centroamérica y el Caribe, sin incluir Trinidad y Tabago, los términos de intercambio mejoran (5,0% y 3,4%, respectivamente) como consecuencia del gran peso que tiene la energía en su canasta importadora (véase el gráfico III.4).
El déficit de la balanza de servicios empeora en 2020, influido por la gran contracción del turismo receptor que ha producido la pandemia en la región
El déficit de la balanza de servicios aumenta en 2020 hasta el 1,3% del PIB (desde un 0,9% en 2019)1. Esto se debe sobre todo a la contracción del turismo internacional, lo que afecta negativamente a la región por ser receptora neta de turistas internacionales.
Las exportaciones de servicios se reducirían en torno al 24% en 2020, pues se vieron muy afectadas por la paralización de los servicios asociados al turismo receptor. En 2019 representaron más del 45% del total de ingresos por servicios en la región2 . Los viajes internacionales hacia muchos de los países de la región continúan restringidos o con trabas durante el segundo semestre de 2020, después de haberse decretado cierres totales o parciales de fronteras durante el segundo trimestre del año. Como resultado, en los primeros ocho meses del año las llegadas de turistas evidenciaron un desplome en relación con el mismo período del año anterior, tanto en el Caribe (-64%), como en Centroamérica (-66 %) y América del Sur (-63%)3 .
Por otra parte, la caída del volumen de comercio de mercancías a nivel mundial (véase el capítulo I) afectó también a las exportaciones de servicios asociadas a dicha actividad por parte de países de la región. Por ejemplo, de acuerdo con las cifras disponibles hasta el primer semestre, en el caso de Panamá la gran caída del comercio internacional ya se reflejaba en una disminución del 18% en las exportaciones panameñas de servicios de transporte, que incluyen los vinculados al Canal de Panamá.
En cuanto a las importaciones de servicios, el empeoramiento de la actividad económica regional ha contribuido a que estas se contraigan en torno al 16% y a que la caída sea generalizada en todos los rubros (transporte, viajes y otros servicios). Con los datos del primer semestre de 2020, las exportaciones de viajes son el rubro más afectado por las restricciones de la movilidad, seguidas por el transporte, sector que se ha visto arrastrado por la caída de las importaciones de bienes, como efecto de una menor actividad regional. El rubro que presenta la menor contracción hasta el
1 Una parte del deterioro de la balanza de servicios como porcentaje del PIB corresponde al efecto de la contracción del PIB, que equivale aproximadamente al 19% en 2020, lo que reduce el denominador. 2 En 2019 los ingresos por servicios de turismo representaron aproximadamente el 33% del total de las exportaciones de servicios de América del Sur, el 50% de las de Centroamérica y México, y el 75% de las del Caribe. 3 Véase OMT (2020).
momento es la importación de otros servicios. Se espera una recuperación durante el segundo semestre gracias a la creciente necesidad de servicios financieros, informáticos, de telecomunicaciones (para mitigar los efectos de la pandemia) y de construcción de infraestructuras (por la reanudación de las industrias extractivas y la inversión pública).
El déficit de la balanza de rentas se reduce en 2020, debido a la menor remisión de utilidades por parte de las empresas de inversión extranjera en el contexto de la crisis
Se espera que el déficit de la cuenta de rentas de la región se reduzca de un 3,4% del PIB en 2019 a un 3,3% del PIB en 20204. Este descenso se debe principalmente a las menores salidas por remisión de utilidades de empresas de inversión extranjera hacia el exterior. El descenso en la actividad regional y mundial a causa de la pandemia de COVID-19 ha afectado las ganancias obtenidas por las empresas vinculadas con la inversión extranjera, a la vez que el desplome en los precios del petróleo crudo ha afectado negativamente los márgenes de beneficios de las empresas petroleras extranjeras.
En el mismo sentido, aunque con una menor magnitud, se han visto reducidas hasta la fecha las salidas por pagos de renta a la inversión en cartera. Esto se ha debido al mal desempeño de las bolsas regionales y las menores salidas por intereses pagados por el rubro de otra inversión, influidas por las reducciones en las tasas de interés de las economías regionales, en acompañamiento del descenso de las tasas en los mercados internacionales.
A la par de esta reducción en las salidas de renta, los ingresos de renta hacia la región también se han visto disminuidos, aunque en una magnitud que no compensa lo anterior. Se ha observado una reducción en las entradas por utilidades de empresas de inversión directa de países de la región ubicadas en el exterior (las llamadas translatinas). El mal desempeño de la economía internacional ha hecho que se reduzcan los beneficios de las empresas. Esta situación se ha experimentado con especial intensidad en el Brasil, dada la mayor existencia de multinacionales en su base productiva.
El superávit de la balanza de transferencias se amplía en 2020, a pesar de que en los primeros meses de la pandemia se había pronosticado un gran deterioro de su principal componente: la recepción de remesas
Se espera que el superávit de la balanza de transferencias de América Latina alcance en 2020 el 2,3% del PIB regional, en comparación con el 1,8% del año anterior5 .
A pesar de que la mayoría de los pronósticos auguraban una marcada contracción de las remesas, la principal partida de esta cuenta, estas han mostrado resiliencia y han crecido hasta la fecha un 5% en promedio en los países receptores de la región. Esta tendencia está, no obstante, muy influida por el dinamismo observado en México, que es la principal economía receptora de remesas —concentra más de un tercio del total de los flujos recibidos—, donde crecieron hasta agosto de 2020 un 9% en relación a igual período del año anterior. En la mayoría de los demás países receptores se produce, o bien una desaceleración del ritmo de crecimiento que habían mostrado
4 La contracción en la balanza de rentas como porcentaje del PIB es más moderada que cuando se mide en valores nominales (dólares corrientes), en tanto el PIB en dólares se contrae a un ritmo similar a estas. 5 La ampliación del superávit está amplificada por el efecto de la contracción simultánea del PIB.
las remesas en los últimos años o reducciones de estas, como en el caso de Bolivia (Estado Plurinacional de) (-26%), el Perú (-22%), el Paraguay (-16%), Costa Rica (-10%), el Ecuador (-10%), Honduras -(2%) y Colombia (-1%) (véase el gráfico III.5).
Gráfico III.5 América Latina y el Caribe (países seleccionados): variación interanual de los ingresos por remesas de emigrados, 2018-2020a (En porcentajes)
Bolivia (Est. Plur. de) Colombia Costa Rica Ecuador El Salvador Guatemala Honduras Jamaica México Nicaragua Paraguay Perú Rep. Dominicana Promedio
-30 -25 -20 -15 -10 -5 0 5 10 15 20 2018 2019 2020 hasta la fecha
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2020 corresponden al período comprendido entre enero y septiembre en el caso de Colombia, Guatemala y El Salvador; entre enero y agosto en el caso de Bolivia (Estado Plurinacional de), Honduras, México, Nicaragua, el Paraguay y la República Dominicana; entre enero y julio en el caso del Jamaica, y entre enero y junio en el caso de Costa Rica, el Ecuador y el Perú.
El hecho de que las remesas hayan mostrado mayor resiliencia que lo originalmente previsto puede estar vinculado, en parte, a que los migrantes están empleados en puestos de trabajos asociados a servicios esenciales que les permitieron mantener los empleos durante los confinamientos. En otros casos, se habrían beneficiado de los programas de estímulo y protección del empleo implementados en las economías emisoras (principalmente los Estados Unidos y España)6 .
Dado lo anterior, la balanza de transferencias marcaría un máximo relativo al PIB superior al de la crisis financiera mundial de 2008 y su máximo nivel histórico en dólares (alrededor de 95.000 millones de dólares), consolidándose este componente como el principal saldo superavitario de la cuenta corriente de la región.
Los flujos de IED neta crecen en el primer semestre de 2020, lo que permite mitigar los efectos de la salida de otros flujos financieros y financiar el déficit en cuenta corriente, además de acumular reservas en 2020
La contracción de los flujos de entrada de la IED de no residentes durante los primeros seis meses del año se ha visto más que compensada por la contracción de las salidas de los residentes y la venta de activos en el exterior por parte de empresas latinoamericanas.
Gracias a ello, la IED neta ha aumentado un 25% en el primer semestre respecto de igual período de 2019. Tal aumento, unido a la contracción del PIB en dólares, ha derivado en una mayor importancia de la IED como principal rubro de la cuenta financiera con relación al PIB, de un 2,3% en 2019 a un 2,8% en junio de 2020 (en el acumulado de cuatro trimestres).
Por otro lado, los flujos financieros restantes, es decir, la inversión de cartera y la partida de otra inversión, han reducido sus salidas durante el segundo trimestre del año, y se estima que seguirán recuperándose durante la segunda mitad del año. Estos capitales registraron salidas por 26.000 millones de dólares en el segundo trimestre. Esta cifra representa una reducción significativa en los montos de salida, toda vez que, durante el primer trimestre, cuando se inició la crisis, estas llegaron a casi 40.000 millones de dólares7. Este resultado sigue un patrón similar al de otros mercados emergentes, lo que indica una recuperación de este tipo de flujos financieros a partir del mes de abril. Tal como se explica en el capítulo I (contexto internacional), las medidas tendientes a incrementar la liquidez puestas en marcha en mercados desarrollados a fines de marzo contribuyeron a reducir la elevada volatilidad financiera debido a la pandemia y permitieron que los inversionistas mejoraran la confianza hacia las regiones emergentes.
Para el tercer trimestre del año, el indicador adelantado de flujos financieros elaborado por la CEPAL permitiría afirmar que los flujos financieros hacia la región continuaron en su senda de recuperación (véase el gráfico III.6), lo que también es coherente con la evolución que han tenido las emisiones de los países de la región en los mercados internacionales, como se verá más adelante8 . El indicador adelantado de flujos financieros permite estimar la dinámica futura de los flujos (aunque no su nivel), a partir de información de alta frecuencia, en lugar de esperar el resultado del trimestre en curso de la balanza de pagos, que se conoce con algunos meses de rezago.
Gráfico III.6 América Latina: indicador adelantado de flujos financieros, cuarto trimestre de 2007 a tercer trimestre de 2020 (Índice 2007, cuarto trimestre=100)
120
110
100
90
80
70
60
50
40
Dic 2007 Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep Dic Mar Jun Sep
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Bloomberg.
7 América Latina (17 países), sin incluir Haití y la República Boliviariana Venezuela. 8 El indicador adelantado de flujos financieros para América Latina es elaborado por la CEPAL, de acuerdo a la metodología aplicada por Bloomberg para la elaboración del indicador de flujos financieros de mercados emergentes. Se construye como un promedio ponderado del índice de precios de productos básicos GSCI de Standard & Poor’s (10%), el índice Morgan Stanley
Capital International (MSCI) de mercados emergentes para América Latina (30%), el índice de bonos de mercados emergentes global (EMBIG) de J. P Morgan para la región (30%) y el índice de retornos de operaciones carry trade para América Latina elaborado por Bloomberg (30%). Con este indicador no se pretende predecir el nivel de los flujos, sino su tendencia en términos generales y la dirección en que operan los cambios.
Sobre la base de las tendencias anteriores, se estima que los flujos financieros que recibiría la región durante todo 2020 le permitirían cubrir el déficit en cuenta corriente que, como se mencionó, se ha reducido en alto grado durante el año en curso y alcanza solamente un -0,4% del PIB. También le deberían permitir acumular reservas holgadamente.
El riesgo soberano ha tendido a disminuir y estabilizarse luego de la importante alza que experimentó a inicios de la crisis y gracias a las grandes mejoras registradas en septiembre en la Argentina y el Ecuador
El riesgo soberano, medido por el índice de bonos de mercados emergentes global de J. P. Morgan (EMBIG), ha experimentado una sostenida reducción desde que alcanzara valores máximos durante el pasado mes de abril. Como promedio regional, llegó a los 467 puntos básicos a finales de octubre, muy por debajo de los 702 puntos básicos con los que cerró en abril, aunque aún por encima del cierre de 2019, momento en el que el riesgo llegaba a los 346 puntos básicos (véase el gráfico III.7).
Gráfico III.7 América Latina: índice de riesgo soberano medido por el índice de bonos de mercados emergentes de J. P. Morgan (EMBI) (En puntos básicos)
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
2 16 30 13 27 12 26 9 23 7 21 4 18 2 16 30 13 27 10 24 8 22
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct 2020
2018 2019 31/03/2020 30/04/2020 29/05/2020 30/06/2020 31/07/2020 31/08/2020 30/09/2020 30/10/2020
Argentina 817 1 744 3 803 3 472 2 627 2 495 2 263 2 147 1 300 1 482 Bolivia (Estado Plurinacional de) 378 218 645 698 614 630 575 577 622 601 Brasil 273 212 389 420 388 373 328 314 334 309 Chile 166 135 301 284 226 211 185 175 183 174 Colombia 228 161 376 392 288 293 253 250 262 244 Ecuador 826 826 4 553 5 129 3 907 3 373 2 755 2 813 1 015 1 029 México 357 292 653 656 536 526 493 459 501 477 Panamá 171 114 283 282 237 212 184 179 193 176 Paraguay 260 203 429 401 339 312 275 246 267 247 Perú 168 107 265 257 191 182 150 151 170 149 Uruguay 207 148 298 301 243 215 183 170 186 165 Venezuela (República Bolivariana de) 6 845 14 740 19 270 22 140 27 907 30 757 33 118 31 216 29 608 21 698 América Latina 568 346 703 702 581 552 500 480 476 467
La tendencia a la baja ha sido generalizada en todos los países, pero se destacan de manera particular los casos de la Argentina y el Ecuador. En el primer país, se registró una caída cercana a los 1.000 puntos básicos en septiembre. Ello se explica por la incorporación a la composición del riesgo de los nuevos bonos que surgieron tras el canje de la deuda y que empezaron a transarse en la primera quincena de septiembre. Si bien el nivel continúa siendo elevado, casi de 1.500 puntos básicos, es considerablemente inferior a los 3.800 puntos básicos con los que cerró en marzo.
En el caso del Ecuador, se registró una situación similar. El acuerdo alcanzado a fines de agosto para un programa de ayuda económica con el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto con la renegociación de la deuda externa lograda por parte del Gobierno durante ese mes, permitió que se registrara una caída de 1.900 puntos básicos a inicios de septiembre. No obstante lo anterior, y al igual que la Argentina, el Ecuador sigue teniendo un riesgo elevado, en torno a los 1.000 puntos básicos, pero muy inferior a los más de 5.100 puntos básicos de fines de abril.
Las emisiones de deuda crecen gracias a las buenas condiciones que han tenido los países de la región para emitir deuda soberana
Las emisiones de deuda en los mercados internacionales totalizan más de 122.000 millones de dólares en los primeros diez meses de 2020, lo que representa un alza del 19% respecto a igual período del año anterior (véase el cuadro III.1). La mayoría de los recursos obtenidos mediante deuda corresponde a bonos soberanos, con un 40% del total emitido hasta octubre, seguido por el sector corporativo privado (27% del total) y las emisiones de bonos de entes cuasisoberanos (20%). La mejora de las condiciones financieras mundiales, que se dio a partir del mes de abril, permitió a varios países de la región el acceso a los mercados de crédito internacionales en condiciones favorables, en el marco de una necesidad cada vez mayor de financiamiento para hacer frente a la pandemia.
Bancos Privados Cuasisoberanos Soberanos Supranacional Total
Enero a octubre de 2019 6 225 40 561 19 712 33 438 3 063 102 999 Enero a octubre de 2020 12 117 32 498 24 538 48 410 4 711 122 273
Variación
(en porcentajes)
95 -20 24 45 54 19
Variación absoluta 5 893 -8 064 4 826 14 972 1 648 19 274
Fuente:Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Dealogic y LatinFinance. Cuadro III.1 América Latina: emisiones totales de deuda en mercados internacionales, por sector, enero a octubre de 2019 y enero a octubre de 2020 (En millones de dólares)
Las emisiones soberanas aumentaron un 45% hasta octubre, respecto al acumulado a octubre de 2019. Tal como se detalló en CEPAL (2020), entre los meses de abril y junio, 11 países habían emitido deuda soberana. En general lo hicieron con condiciones especialmente favorables, en términos de tasa de interés y sobredemanda de la colocación, como en los casos de México (6.000 millones de dólares en abril), el Brasil (3.500 millones de dólares en junio) y Colombia (2.500 millones de dólares en junio), entre otros. En meses recientes, destaca la emisión por parte de México de un bono soberano sostenible, vinculado al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. México es el primer país que ha realizado una emisión de este tipo. La emisión, por 750 millones de euros, se hizo a una tasa del 1,35%, la segunda más baja de su historia. También Colombia logró una importante emisión en moneda local, de cerca de 1.300 millones de dólares.
En la última semana de noviembre, el Perú emitió, por primera vez en su historia, un bono con un plazo de 100 años, por un total de 1.000 millones de dólares. Con esta operación, el país busca aprovechar los bajos niveles de tasas en dólares y así obtener recursos para financiar los planes para combatir los efectos de la pandemia en un escenario de disminución de los ingresos públicos. El Perú logró una sobredemanda de 11,5 veces sobre el monto ofrecido, con una tasa que supera solo 170 puntos básicos la del rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Esta operación se enmarca en una más amplia, en la que emitió también 1.000 millones de dólares a 12 años y 2.000 millones de dólares a 40 años de plazo.
Las emisiones cuasisoberanas crecieron un 24%, impulsadas básicamente por la operación realizada por Petróleos Mexicanos (PEMEX), que en octubre captó 1.500 millones de dólares, y por Petrobras, con deuda de 1.000 millones de dólares, emitida también en octubre.
La deuda corporativa privada se contrajo un 20%, lo que se explica fundamentalmente por la caída de 8.000 millones de dólares de este rubro en el Brasil. No obstante lo anterior, se registraron algunas operaciones de relevancia, como las de CEMEX y América Móvil, en México, ambas por 1.000 millones de dólares, y la minera brasileña Vale, por 1.500 millones de dólares, así como otras en Chile, Colombia y el Perú.
Por último, la emisión en el sector bancario prácticamente se duplicó, gracias a emisiones realizadas por los bancos Itaú y Bradesco, en el Brasil, por 1.500 y 1.600 millones de dólares, respectivamente, y por el banco Santander, en México y en Chile, por 1.750 y 750 millones de dólares, respectivamente.
En síntesis, la región ha conseguido mantener un buen acceso a los mercados internacionales de deuda, gracias a la abundante liquidez que ha hecho que muchos inversionistas opten por buscar mejores opciones de rentabilidad en mercados emergentes.
Bibliografía
Banco Mundial (2020), “COVID-19: los flujos de remesas se reducirán un 14 % en 2021”,
Comunicado de Prensa, 29 de octubre [en línea] https://www.bancomundial.org/es/news/ press-release/2020/10/29/covid-19-remittance-flows-to-shrink-14-by-2021. CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (2020), Estudio Económico de
América Latina y el Caribe, 2020 (LC/PUB.2020/12-P), Santiago. OMT (Organización Mundial del Turismo) (2020), World Tourism Barometer, vol. 18, N° 6, octubre.