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Prólogo
from Desarrollo en transición: propuesta de concepto y medición para una cooperación renovada en América
La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha evidenciado las vulnerabilidades económicas y sociales de los países de América Latina y el Caribe, una región de ingreso medio que se encuentra en un proceso de transición al desarrollo, que mantiene importantes brechas estructurales y que ha sido una de las más golpeadas por la crisis sanitaria, desde el punto de vista económico, social y de salud, con más de 1.350.000 muertos por esta enfermedad al 26 de julio de 2021. Al mismo tiempo que los países de la región han empezado a graduarse de la cooperación y de la asistencia oficial para el desarrollo, presentan persistentes trampas del desarrollo en los ámbitos productivo, de inclusión social, institucional y medioambiental. Estos factores hacen más difícil avanzar en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el logro de los Objetivos de DesarrolloSostenible. Por ello, en el nuevo contexto de graduación, es clave que las agencias de cooperación de los países concebidos tradicionalmente como donantes adapten sus estrategias de cooperación de forma de mantener el vínculo y el trabajo con los países recientemente graduados o que están en proceso de graduación para, de esa manera, mantener y profundizar las alianzas y la integración entre todos los países en favor del desarrollo, independientemente de su nivel de ingreso. Renovar la cooperación internacional es fundamental para lograr un desarrollo más inclusivo y sostenible para todos los habitantes de nuestra región. De acuerdo con el concepto de desarrollo en transición, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), junto con la Comisión Europea y el Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), esta cooperación debe orientarse a las necesidades específicas de los países y a abordar las brechas estructurales del desarrollo, contribuyendo a la generación de bienes públicos regionales y globales. Se trata de una cooperación multilateral y en múltiples niveles que incluya a actores tradicionales y nuevos (cooperación horizontal, regional, Sur-Sur, Norte-Sur, Sur-Norte y triangular) y cuyas modalidades cuenten con una amplia caja de herramientas que incorpore, entre otros, instrumentos de financiamiento, fondos para hacer frente al cambio climático, financiamiento combinado, canje de deuda por medidas de protección ambiental y movilización de recursos nacionales. Esto permitiría apoyar el intercambio de conocimientos, la creación de capacidades y la realización de las transferencias necesarias para escapar de los procesos de bloqueo del desarrollo.
Hoy, los retos nacionales y mundiales convergen en gran medida, en tanto que los vínculos entre las políticas internas y el escenario global siguen en aumento. Ante un contexto cambiante e incierto, en el presente documento se insta a debatir y actuar sobre los procesos de graduación de la cooperación de los países, poniendo en tela de juicio la consideración de indicadores unidimensionales, como el PIB per cápita, para determinar los espacios de cooperación y las alianzas estratégicas de un proceso multidimensional y complejo, resaltando la necesidad de contar con instrumentos más adecuados y efectivos para orientar la cooperación internacional y definir la asignación de recursos. Una visión multidimensional basada en la participación de todos los actores involucrados es el camino para pasar de procesos de graduación a procesos de gradación que permitan que una renovada cooperación internacional alcance todo su potencial.
Alicia Bárcena Secretaria Ejecutiva Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)