Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

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Panorama EconĂłmico y Social de la Comunidad

de Estados Latinoamericanos

y CaribeĂąos, 2016


Panorama

EconĂłmico y Social de la Comunidad

de Estados Latinoamericanos

y CaribeĂąos, 2016


Alicia Bárcena Secretaria Ejecutiva

Antonio Prado Secretario Ejecutivo Adjunto

Luis Fidel Yáñez Oficial a Cargo de la Secretaría de la Comisión

Ricardo Pérez Director de la División de Publicaciones y Servicios Web

Este documento ha sido elaborado por Enrique Oviedo, Oficial de Asuntos Políticos de la Secretaría de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Distr.: Limitada • LC/L.4288 • Enero de 2017 • Original: Español • S.16-01359 © Naciones Unidas • Impreso en Naciones Unidas, Santiago


Índice

Prólogo 5

I. Panorama económico A. Tendencias de la economía mundial B. El sector externo

7 9 10

C. La actividad económica

11

D. El empleo

12

E. La política fiscal

14

II. Inversión extranjera directa

17

A. Disminución de la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe

19

B. Cambios en la inversión extranjera directa

21

C. Origen de la inversión extranjera directa

22

D. Inversiones latinoamericanas en el exterior

23

III. Inserción internacional

25

A. Globalización

27

B. El comercio exterior de América Latina y el Caribe

29

C. El Acuerdo de Asociación Transpacífico

31

IV. Panorama social

35

A. Pobreza (por ingresos)

37

B. Desigualdad de los ingresos

38

C. Otras desigualdades

39

D. Gasto público social

47

E. Gasto social sectorial

47

F. Financiamiento del gasto público social: carga tributaria en América Latina

49

V. Población

51

A. Estimaciones y proyección de población

53

B. Bono demográfico

54

VI. Igualdad de género

55

A. Autonomía en la toma de decisiones

57

B. Autonomía económica

59

C. Autonomía física

63

3



Prólogo

Este Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es una contribución de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a la Quinta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebrará en Punta Cana (República Dominicana) en enero de 2017. Este aporte prolonga los esfuerzos realizados desde la Primera Cumbre de la CELAC, llevada a cabo en Santiago, y es una demostración del compromiso de colaboración que la CEPAL pone a disposición de los países de la región. El presente documento reúne información procedente de algunos de los principales informes anuales publicados por la Comisión durante 2016, a saber, “Proyecciones de población” del Observatorio Demográfico, 2015 (LC/G.2675-P), “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2016. Documento informativo”, La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2016 (LC/G.2680-P), Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe, 2016: la región frente a las tensiones de la globalización (LC/G.2697-P) y Panorama Social de América Latina, 2015 (LC/G.2691-P), además de la publicación Autonomía de las mujeres e igualdad en la agenda de desarrollo sostenible (LC/G.2686(CRM.13/3)). El documento que presentamos se divide en seis secciones, en las que se expone sintéticamente la situación de América Latina y el Caribe en temas económicos, sociales y de población, así como de inversión extranjera, comercio e igualdad de género. La CEPAL, así como contribuyó con las Presidencias ejercidas por Chile, Cuba, Costa Rica y el Ecuador, ha tenido el honor de colaborar con la República Dominicana en su calidad de Presidente Pro Témpore de la CELAC. Hacemos votos por una larga vida para la CELAC y expresamos el anhelo de poder extender nuestro apoyo a este mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política de los 33 países de América Latina y el Caribe, de gran relevancia para el logro del bienestar, la paz y la seguridad de los habitantes de la región. Alicia Bárcena Secretaria Ejecutiva Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

5



I. Panorama econรณmico

7



A. Tendencias de la economía mundial Durante 2016 la economía mundial mantuvo la tendencia de bajo crecimiento que ha venido mostrando en los últimos ocho años y alcanzó una tasa de expansión del 2,2%, la más baja desde la crisis financiera internacional del período 2008-2009. Al igual que en años anteriores, la dinámica del crecimiento fue impulsada por las economías en desarrollo, cuya expansión fue del 3,6% en 2016, mientras que las economías desarrolladas crecieron un 1,5%. Las proyecciones de crecimiento para 2017 muestran un mayor dinamismo y se espera que la economía mundial crezca en torno al 2,7%, como resultado de un mejor desempeño tanto de las economías emergentes como de las desarrolladas. Las tasas de crecimiento del volumen de comercio mundial son aun menores que las de la economía mundial, ya que en 2016 el comercio alcanzaría una expansión del 1,7%, inferior al 2,3% registrado en 2015. Como resultado de este débil desempeño, en el bienio 2015-2016 el crecimiento

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del comercio mundial es inferior al crecimiento del PIB mundial por primera vez en 15 años, con la excepción de 2009, período de plena crisis económica y financiera. Para 2017, el repunte esperado de la economía mundial permite prever un aumento de la tasa de crecimiento del volumen de comercio mundial, que se ubicaría en un rango entre el 1,8% y el 3,1%. La contracción de los precios de las materias primas que tuvo lugar en 2016 resultó muy inferior a la registrada en 2015 (fue de un 6%, en comparación con un 29% en el año anterior). Los precios de los productos energéticos presentaron las mayores caídas en 2016 (-16%), seguidos por los de los minerales y metales (-4%), mientras que los precios de los productos agropecuarios, en promedio, mostraron un leve aumento del 3%. Para 2017, se proyecta una recuperación de los precios de los productos básicos del 8%, liderada por los productos energéticos, que presentarían un alza del 19%.

■■

■■

Gráfico I.1 Regiones y países seleccionados: crecimiento del producto interno bruto, 2013-2017a (En porcentajes) 10 7,8

8

7,4

6,9

6,6 6,5

6,6

7,2 7,2

7,5 7,7

6 4,6 4,4 4 2,5 2

2,7 2,5

2,2

2,7 1,1

1,9 2,1 1,5 1,7

1,7

2,4 2,6

1,5 1,9

0 -2

1,4

0,6 0,5

-0,02

Mundo

Economías desarrolladas

Estados Unidos

2013

1,1

0,9

4,4

2,0 1,6 1,7

-0,3

Japón

2014

3,8 3,6

Zona del euro

2015

2016

Economías emergentes

China

India

2017

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Naciones Unidas, World Economic Situation and Prospects, 2015, 2016, 2017 y Fondo Monetario Internacional (FMI), World Economic Outlook (WEO). Subdued Demand: Symptoms and Remedies, octubre de 2016. a Las cifras de 2016 corresponden a estimaciones y las de 2017 a proyecciones, ambas de World Economic Situation and Prospects, 2017.

9


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Cuadro I.1 Variación interanual de los precios internacionales de los productos básicos 2015, 2016 y 2017a (En porcentajes)

2015 -16 -18 -15 -21 -22 -6 -23 -42 -47 -29 -19

Productos agropecuarios Alimentos, bebidas tropicales y oleaginosas Alimentos Bebidas tropicales Aceites y semillas oleaginosas Materias primas silvoagropecuarias Minerales y metales Energía Petróleo crudo Total productos primarios Total productos primarios (excluida la energía)

2016 3 4 8 -1 0 -1 -4 -16 -16 -6 -0,2

2017 2 2 2 5 2 0 3 19 20 8 2

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Bloomberg, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI) y The Economist Intelligence Unit. a Las cifras de 2016 corresponden a estimaciones y las de 2017 a proyecciones.

B. El sector externo Los términos de intercambio de la región evidenciaron en 2016 una disminución del 1%, en comparación con una caída del 9% observada en 2015. Las mayores reducciones de los términos de intercambio durante el año tuvieron lugar en los países exportadores de hidrocarburos (-8%), seguidos por los países exportadores de productos mineros (-2%). Por otra parte, los países de Centroamérica, los exportadores de productos agroindustriales y los del Caribe (excluido Trinidad

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y Tabago) han resultado beneficiados por los menores precios de la energía y han visto aumentar este año sus términos de intercambio, aunque en menor medida que en 2015. Para 2017, se espera una mejora de los términos de intercambio de la región cercana al 5% en promedio. En los países exportadores de hidrocarburos el aumento sería cercano al 15%, debido a una recuperación esperada del precio del petróleo de alrededor de un 20%.

Gráfico I.2 América Latina y el Caribe (países y grupos de países seleccionados): tasa de variación de los términos de intercambio, 2013-2017a (En porcentajes) 20 15 10 5 0 -5 -10 -15 -20 -25 -30 -35

América Latina

Brasil

Exportadores de productos mineros b

2013

Exportadores de productos agroindustriales c

2014

México

2015

2016

Centroamérica, Haití y Rep. Dominicana

2017

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2016 y 2017 corresponden a estimaciones y proyecciones, respectivamente. b Chile y Perú. c Argentina, Paraguay y Uruguay. d Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia, Ecuador, Trinidad y Tabago y Venezuela (República Bolivariana de).

10

Exportadores de hidrocarburos d

El Caribe (sin Trinidad y Tabago)


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

C. La actividad económica

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1

En 2016, el producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe disminuyó un 1,1%, lo que se tradujo en una reducción del 2,2% del PIB por habitante de la región. Esta tasa negativa de crecimiento del PIB representa la continuación del proceso de desaceleración y contracción de la actividad económica en que ha estado inmersa la región desde 2011. La actividad económica de América del Sur como subregión pasó de una contracción del 1,7% en 2015 a una del 2,4% en 2016. Las economías de Centroamérica1 mantienen un ritmo de crecimiento importante, aunque muestran una desaceleración respecto a 2015, ya que su expansión disminuyó del 4,7% ese año al 3,6% en 2016. El débil desempeño económico de la región fue consecuencia principalmente de la fuerte caída de la inversión y del consumo. A nivel de la región en su conjunto, se estima que en 2016 la demanda interna disminuyó (-2,0%), como resultado de una contracción de todos sus componentes, el consumo privado (-0,9%), el consumo público (-1,0%) y la formación bruta de capital fijo (-6,8%). Por su parte, debido a la caída de la demanda interna, las importaciones disminuyeron en torno al 3%, realizando un aporte positivo al crecimiento del producto. Mientras que en América del Sur se redujeron el consumo privado (-2,3%) y la inversión (-9,9%), en Centroamérica ambos indicadores aumentaron (un 3,0% y un 1,9%, respectivamente). En 2017, el crecimiento económico de América Latina y el Caribe sería, en promedio, del 1,3%, con lo que se pondría fin a la contracción que caracterizó el bienio 2015-2016.

Incluidos Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana.

Gráfico I.3 América Latina y el Caribe: tasa de crecimiento del PIB, 2016a (En porcentajes, sobre la base de dólares constantes de 2010) Rep. Dominicana Panamá Nicaragua Antigua y Barbuda Costa Rica Bolivia (Est. Plur. de) Paraguay Perú Saint Kitts y Nevis Centroamérica Honduras Guatemala Granada Santa Lucía Guyana Centroamérica y México El Salvador San Vicente y las Granadinas Colombia América Latina y el Caribe (mediana) México Haití Chile Barbados América Latina y el Caribe (promedio simple) Jamaica Dominica Uruguay Cuba Bahamas América Latina y el Caribe (promedio ponderado) América Latina El Caribe Ecuador Argentina Belice

6,4 5,2 4,8 4,2 4,1 4,0 4,0 3,9 3,7 3,6 3,5 3,3 2,9 2,8 2,6 2,4 2,2 2,1 2,0 2,0 2,0 2,0 1,6 1,4 1,1 1,1 1,0 0,6 0,4 0,0 -1,1 -1,1 -1,7 -2,0 -2,0 -2,4 -2,4 -3,6 -4,5

América del Sur Brasil Trinidad y Tabago Venezuela (Rep. Bol. de) -9,7 Suriname -10,4 -12 -10

-8

-6

-4

-2

0

2

4

6

8

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras corresponden a proyecciones.

11


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico I.4 América Latina: tasa de variación del PIB y contribución de los componentes de la demanda agregada al crecimiento, primer trimestre de 2008 a segundo trimestre de 2016 (En porcentajes) 20 15 10 5 0 -5 -10

2008

2009

2010

Exportaciones de bienes y servicios Consumo del gobierno general

2011

2012

2013

Inversión Importaciones de bienes y servicios

2014

2015

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

Trim 3

Trim 2

Trim 1

-15 -20

2016

Consumo privado PIB

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.

D. El empleo ■■

■■

12

En el conjunto de América Latina y el Caribe, durante 2016 el mercado laboral se caracterizó por un significativo deterioro de la cantidad y la calidad del empleo, que no fue generalizado, sino que tendió a concentrase en los países de América del Sur. El desempeño laboral fue heterogéneo, tanto entre subregiones como entre hombres y mujeres. En el caso de los países de América del Sur, se estima que la tasa de desempleo subiría de un 8,2% en 2015 a un 10,5% en 2016. En contraste, en el conjunto de países conformado por Centroamérica, México y la República Dominicana la tasa de desempleo bajaría del 4,9% al 4,6% y en los países del Caribe de habla inglesa disminuiría del 10,0% al 9,3%.

■■

■■

El incremento de la tasa de desempleo fue más marcado en el caso de las mujeres, ya que en el promedio simple de los países de los que se tiene información llegó a 0,7 puntos porcentuales, mientras que en el caso de los hombres estuvo en torno a 0,3 puntos porcentuales. Junto a una mayor tasa de desempleo también se observa un deterioro de la calidad del empleo, como consecuencia de una caída del empleo asalariado del 0,2% y un aumento del trabajo por cuenta propia del 2,7% durante 2016. Si bien el salario real se incrementó alrededor de un 1% en el promedio de los países de los que se tiene información, este crecimiento fue aproximadamente 1 punto porcentual menor que el registrado en 2015.


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico I.5 América Latina y el Caribe (promedio ponderado de 12 países): tasas de participación, ocupación y desempleo urbanos, años móviles, y variación interanual, primer trimestre de 2013 a tercer trimestre de 2016a

Trim 2b

Trim 3 b

Trim 1b

Trim 3

Trim 4 b

Trim 2

Trim 1

Trim 4

2015

-0,5 -1,0

2016

2013

Tasa de desempleo (eje derecho) Tasa de ocupación (eje izquierdo) Tasa de participación (eje izquierdo)

2014

Tasa de ocupación

2015

Tasa de participación

Trim 3 b

2014

0

Trim 2b

2013

Trim 3

Trim 2

Trim 1

Trim 4

5,0 Trim 3

56 Trim 2

5,5 Trim 1

57

0,5

Trim 1b

6,0

Trim 4 b

6,5

Trim 3

59 58

1,0

Trim 2

7,0

Trim 1

60

1,5

Trim 4

7,5

Trim 3

8,0

61

2,0

Trim 2

8,5

Trim 1

62

2,5

Trim 4

9,0

Trim 3

9,5

63

Trim 2

64

B. Variación interanual (en puntos porcentuales)

Trim 1

A. Tasas de participación, ocupación y desempleo urbanos, años móviles (en porcentajes)

2016

Tasa de desempleo

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Los países considerados son la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, Jamaica, México, el Paraguay, el Perú, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de). Se incluyen estimaciones basadas en datos parciales. b Datos preliminares.

Gráfico I.6 América Latina y el Caribe (promedio simple de 17 países): variación interanual de las tasas de participación, ocupación y desempleo, por sexo, primeros tres trimestres de 2016a (En puntos porcentuales) 0,8

Gráfico I.7 América Latina y el Caribe (promedio ponderado de 11 países): crecimiento económico y dinámica de la generación del empleo, 2013-2016a (En porcentajes) 3,5 3,0

0,6

2,5 2,0

0,4

1,5

0,2

1,0 0,5

0

0 -0,2

-0,5 -1,0

-0,4

-1,5 -0,6

Total

Hombres Mujeres

Tasa de participación

Total

Hombres Mujeres

Tasa de ocupación

Total

Hombres Mujeres

Tasa de desempleo

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Los países considerados son la Argentina, las Bahamas, Barbados, el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de). No todos los países cuentan con información completa de los tres trimestres.

2013

Variación del total de ocupados

2014

Variación del número de asalariados

2015

2016

Variación del número de trabajadores por cuenta propia

PIB

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Los países considerados son el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, México, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana y Venezuela (República Bolivariana de). Los datos de empleo de 2016 corresponden al promedio de los primeros tres trimestres; el dato de PIB de 2016 corresponde a la estimación para el año.

13


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

E. La política fiscal ■■

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■■

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■■

■■

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14

Durante 2016 el déficit fiscal promedio se mantuvo estable en los países de América Latina con respecto a los valores observados en 2015. Las diferencias en el desempeño macroeconómico de los países, así como entre los grupos de países con distintos tipos de especialización productiva, se reflejan en una gran diversidad de situaciones fiscales en las economías de la región. En el norte de la región —Centroamérica, Haití, México y República Dominicana— se observa una mejora de las cuentas fiscales. El déficit fiscal promedio continuó disminuyendo, al pasar del -2,4% del PIB en 2015 al -2,1% del PIB en 2016. En América del Sur, el déficit fiscal aumentó, del -3,6% del PIB en 2015 al -3,9% del PIB en 2016. Esto refleja el hecho de que la caída de los ingresos públicos —que ya había empezado en 2013— se agravó en 2016, cuando dichos ingresos disminuyeron del 19,8% del PIB registrado en 2015 al 19,1% del PIB. En el Caribe de habla inglesa y neerlandesa el déficit fiscal se mantuvo en un nivel del -2,5% del PIB por segundo año consecutivo. El alza de los gastos públicos (que pasaron del 29,9% al 30,5% del PIB) fue acompañada por un aumento similar de los ingresos públicos (que pasaron del 27,5% al 28,1% del PIB). La deuda pública bruta del conjunto de los países de América Latina ha mantenido una trayectoria ascendente y alcanzó un promedio del 37,9% del PIB en 2016, lo que representa un incremento de 1,3 puntos porcentuales del PIB en relación con el nivel de 2015. Esta tendencia se observó en 14 de los 19 países de la región. Si bien el nivel de deuda pública promedio de la región aumentó en 2016, la tasa de crecimiento de la deuda ha disminuido, lo que pone de manifiesto que los países han optado por un endeudamiento más bien moderado, cuidando la sostenibilidad de las cuentas públicas, a través de un ajuste del gasto público que permite compensar la caída de los ingresos públicos. Como reflejo de la consolidación fiscal, se observa una reducción promedio de los gastos públicos de capital de 0,3 puntos porcentuales del PIB. Las principales disminuciones se produjeron en los países exportadores de hidrocarburos (Colombia, Ecuador y Trinidad y Tabago), así como en la Argentina, Panamá y el Paraguay.

Gráfico I.8 América Latina (grupos de países seleccionados): indicadores fiscales de los gobiernos centrales, 2010-2016a (En porcentajes del PIB)

A. Centroamérica (6 países), Haití, México y Rep. Dominicana 20

12

18

10

16

8 6

14

4

12 10

-1,1

-0,5

-0,9

-2,1

-2,5

2011

2012

-1,3

-0,9

-3,0

-2,7

2013

2014

-0,5

-0,1

-2,4

-2,1

2015

2016

8 6

-2,7

4

2 0 -2 -4 -6

2010

B. América del Sur (8 países)b 26

12

24

10 8

22

6

20

4

18 16 14

0,7

1,1

-0,9

-0,6

0,5

-1,1

12 10

2010

2011

2012

2 -0,4

-2,0

2013

Gasto total (eje izquierdo) Resultado primario (eje derecho)

-1,1

-1,4

-1,7

0 -2

-2,9 2014

-3,6

-3,9

2015

2016

-4 -6

Ingreso total (eje izquierdo) Resultado global (eje derecho)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2016 corresponden a estimaciones oficiales del cierre del año fiscal provenientes de los presupuestos para 2017. b Los países considerados son la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, el Ecuador, el Paraguay, el Perú y el Uruguay.


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico I.9 América Latina (19 países): deuda pública bruta y neta del gobierno central, 2015-2016a (En porcentajes del PIB) 90 70

60

54

50

46

45

45

44

44

41

40

39

38

38

37

37

36 30

30

29

23

22

Perúc

70

Guatemala

80

20

21

21

10 0

Deuda bruta de 2015

Deuda bruta de 2016

Chile

Paraguay

Bolivia (Est. Plur. de)

Nicaragua

Ecuadord

Rep. Dominicana

México

América Latina

Haití

Panamá

Venezuela (Rep. Bol. de)

El Salvador

Costa Rica

Colombia

Uruguayc

Honduras

Argentina

Brasilb

-10

Deuda neta de 2016

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a La deuda neta se define como la deuda bruta menos los activos financieros. Para 2016 se presenta la última cifra disponible. b Cobertura de gobierno general. c Cobertura de sector público no financiero para la deuda neta. d La deuda neta es igual a la deuda consolidada.

Gráfico I.10 América Latina y el Caribe: gasto público desagregado del gobierno central, por subregiones y grupos de países, 2015-2016a (En porcentajes del PIB) 35 30 25 20 15

20,7

20,5

3,8

3,5

2,0

2,1

29,9

30,5

4,7

5,2

3,2

3,2

30,3 2,0 7,3

28,5 1,9

26,9

27,2

5,1

5,1

5,9

2,2

2,5

24,0

25,4

26,0

5,6

4,4

4,7

2,0

4,2 1,0

2,3

18,0

17,3

20,2

25,6

17,2

17,2

3,3 1,8

3,2

12,1

12,0

28,7

29,5

5,1

5,4

1,0

22,5 2,7 1,6

22,4 2,0 1,9

3,5

3,6

20,3

18,2

18,5

20,1

20,5

2,0

10 5 0

14,9

14,9

2015 2016 América Latina (17 países)

22,0

22,1

2015 2016 El Caribe (13 países)

21,1

21,6

2015 2016 Brasil

19,6

18,8

2015 2016 México b

Gasto en capital

2015 2016 Centroamérica, Haití y Rep. Dominicana

Intereses

2015 2016 Exportadores de hidrocarburos c

2015 2016 Exportadores de minerales y metalesd

2015 2016 Exportadores de alimentos e

2015 2016 Exportadores de serviciosf

Gasto corriente primario

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. ª Las cifras de 2016 corresponden a estimaciones oficiales del cierre del año fiscal provenientes de los presupuestos para 2017. b Sector público federal. c Colombia, Ecuador y Trinidad y Tabago. d Chile, Guyana, Perú y Suriname. e Argentina, Paraguay y Uruguay. f Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Jamaica, Panamá, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía.

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Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

En América Latina continuó el descenso de los ingresos públicos como proporción del producto, que se inició en 2013. En 2016 se observa una intensificación de esta tendencia, con una reducción de 0,2 puntos porcentuales del PIB, de modo que el promedio de los 17 países de los que se tiene información

■■

queda en un 17,6% del PIB. Esto se debe principalmente a una baja de los ingresos tributarios (0,2 puntos porcentuales del PIB), algo que no sucedía desde 2009. No obstante, los promedios presentados tienden a ocultar una marcada heterogeneidad de resultados dentro de la región.

Gráfico I.11 América Latina y el Caribe: ingreso público desagregado del gobierno central, por subregiones y grupos de países, 2015-2016a (En porcentajes del PIB) 30

27,5

25 20 15

5,4

28,1 6,3 21,1 2,0

23,4

26,9

24,3 22,8

20,7 2,3

17,8

17,6

2,7

2,6

15,1

14,9

22,1

21,8

19,2

18,4

13,0

2015

2016

2015

2016

2015

2016

2015

4,9

10,8

10,4

15,1 1,5

15,2 1,5

13,5

13,5

13,7

2016

2015

2016

20,1

21,7

21,5

3,2

3,6

4,9

19,7

19,2

3,3

3,1

27,9

5,4

6,1

10 5 0

América Latina (17 países)

El Caribe (13 países)

Brasil

México b

Otros ingresos

Centroamérica, Haití y Rep. Dominicana

17,9

15,2

18,5

17,8

16,5

16,1

21,6

21,8

2015

2016

2015

2016

2015

2016

2015

2016

Exportadores de hidrocarburos c

Exportadores de minerales y metalesd

Exportadores de alimentos e

Exportadores de serviciosf

Ingresos tributarios

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Las cifras de 2016 corresponden a estimaciones oficiales del cierre del año fiscal provenientes de los presupuestos para 2017. b Sector público federal. c Colombia, Ecuador y Trinidad y Tabago. d Chile, Guyana, Perú y Suriname. e Argentina, Paraguay y Uruguay. f Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Jamaica, Panamá, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía.

16


II. Inversiรณn extranjera directa

17



A. Disminución de la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe ■■

■■

Las entradas de inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe disminuyeron un 9,1% entre 2014 y 2015, llegando a 179.100 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2010. Este desempeño fue el resultado de la disminución de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y de la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en el Brasil. En 2015, a pesar de la caída de las entradas, el Brasil se mantuvo como el principal receptor de inversión extranjera directa de la región. A cierta distancia le siguieron México, Chile, Colombia y la Argentina. Ese año, el mayor incremento de las entradas de IED se verificó en la República Bolivariana de Venezuela y alcanzó un 153% en

los primeros tres trimestres. Sin embargo, este resultado hay que matizarlo; primero, porque se compara con el nivel extremadamente bajo que la IED alcanzó en 2014 y, segundo, porque el monto de 1.383 millones de dólares registrado en los primeros tres trimestres de 2015 equivale a menos de la mitad del monto promedio de largo plazo. Entre los países que mostraron las mayores entradas de IED, el mayor crecimiento se produjo en la Argentina, con un 130%, seguida por México, con un 18%2. Por otro lado, Chile, Colombia y el Perú presentaron disminuciones que van entre el 8% y el 26%. A nivel de subregiones, los ingresos de Centroamérica aumentaron un 6%, mientras que los del Caribe disminuyeron un 17%.

Gráfico II.1 América Latina y el Caribe: inversión extranjera directa (IED) recibida, 1990-2015 (En millones de dólares y porcentajes del PIB)

Disminución de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales Desaceleración del crecimiento económico 250 000

2011 207 831

200 000 150 000

179 100

3,7%

50 000

1995

2000

7 6

2005

Entradas de IED como porcentaje del PIB (eje derecho)

4 3 2

2009 2,4% 1990

8

5

100 000

0

9 198 133

-9,1%

2008 148 143

1999 4,6%

10

1 2010

2015

0

Entradas de IED

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales al 27 de mayo de 2016. Nota: En las cifras de IED no se incluyen las corrientes dirigidas a los principales centros financieros del Caribe. Los datos de IED se refieren a las entradas de inversión extranjera directa menos las desinversiones (repatriación de capital) por parte de los inversionistas extranjeros. Esas cifras difieren de las incluidas en las ediciones de 2015 del Estudio Económico de América Latina y el Caribe y del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, ya que en ellas se presenta el saldo neto de la inversión extranjera, es decir, de la inversión directa en la economía correspondiente menos la inversión de esa economía en el exterior. En las cifras expresadas como porcentaje del PIB se excluye el dato de la República Bolivariana de Venezuela. A partir de 2010, las cifras del Brasil incluyen la reinversión de utilidades en los ingresos de IED. Los datos anteriores a 2010 no son directamente comparables con los de 2010 y posteriores, lo que se representa mediante una línea blanca. 2

En el caso de la Argentina, es necesario matizar este resultado tomando en cuenta que durante 2014 finalmente se contabilizó en las cuentas externas del país la nacionalización del 51% de YPF realizada en 2012. Sin considerar esta operación, en 2015 los flujos de IED habrían sido muy similares a los de 2014.

19


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico II.2 América Latina y el Caribe (subregiones y países seleccionados): inversión extranjera directa recibida, 2014-2015 (En millones de dólares)

8 571

México

25 675

El Caribe

5 975

Venezuela 320 (Rep. Bol. de) 1 383

30 285 96 895 Centroamérica 11 101

16 325

11 808

Colombia

Brasil

75 075

12 108 Ecuador 773 1 060 7 885

Perú

Paraguay 346 283

6 861 Bolivia 648 (Est. Plur. de) 503

Uruguay 2 188 1 647

22 342

2014 2015

20 457

Chile

Argentina 5 065 11 655

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras y estimaciones oficiales al 27 de mayo de 2016. Nota: Las cifras de la República Bolivariana de Venezuela y de Trinidad y Tabago (incluido en el Caribe) corresponden a los primeros tres trimestres de 2015.

20


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

B. Cambios en la inversión extranjera directa ■■

■■

■■

■■

■■

Entre 2005 y 2015, se registraron importantes cambios en la distribución sectorial de los montos asociados a los proyectos de IED anunciados en América Latina y el Caribe. Las nuevas inversiones anunciadas en sectores asociados a la extracción y procesamiento de recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, disminuyeron del 74% al 13% del total entre 2005 y 2015. En la industria manufacturera, el sector automotor fue particularmente dinámico. La inversión anunciada para el ensamblaje de vehículos y la producción de autopartes aumentó del 4% del total en 2005 al 15% del total en 2015. En los servicios, dos sectores presentaron un desempeño especialmente interesante: las telecomunicaciones y las energías renovables. Entre 2005 y 2015, las inversiones anunciadas en el sector de las telecomunicaciones aumentaron del 4% al 11% del total, dando muestra del rápido despliegue de nueva infraestructura, que ha permitido mejorar la cobertura y la calidad de los servicios modernos en la región. Por otro lado, destaca el crecimiento que han mostrado los montos de los anuncios de proyectos de energías renovables, al pasar del 1% al 20% del total entre 2005 y 2015. De hecho, las energías renovables fueron el sector más importante en los anuncios de nuevas inversiones en 2015. En 2015 más del 50% de la inversión anunciada en energías renovables correspondió a proyectos localizados en Chile. De hecho, ese año Chile incrementó su capacidad instalada en 580 MW. Por otro lado, Honduras mostró un desempeño muy destacado, agregando cerca de 500 MW a su capacidad de generación. El éxito de Honduras ha sido el resultado de una generosa política de subsidios para la creación de capacidad instalada antes de julio de 2015, que ha aumentado sustancialmente la participación de la energía solar en la matriz energética del país. Entre los países destacados por los montos de inversión extranjera directa anunciados en este sector se incluyen el Brasil, México y Panamá.

Gráfico II.3 América Latina y el Caribe: distribución sectorial de los montos de los proyectos de inversión extranjera directa anunciados, 2005-2015 (En porcentajes) 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 2005

2006

2007

2008

2009

Minería metálica (extracción y procesamiento)

2010

2011

2012

Carbón, petróleo y gas natural

Sector automotor y de componentes

2013

2014

2015

Telecomunicaciones

Energías renovables

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Financial Times, fDi Markets. Nota: En este análisis se excluye el anuncio del Canal de Nicaragua, realizado en 2013, con un valor de 40.000 millones de dólares.

Gráfico II.4 América Latina y el Caribe: montos de los proyectos anunciados de inversión extranjera directa en energías renovables, por país, 2005-2015 (En millones de dólares y porcentajes del total) 16 000 14 000 5 5 9

12 000 10 000

14 3 5

8 000 6 000 4 000 2 000 0

1

13 14

25 22 9 7

0

25

29

54

4

6 26

24

2005-2009

2010-2014

Otros países Brasil

Perú Panamá

2015

Uruguay

México

Chile

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Financial Times, fDi Markets.

21


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico II.5 América Latina (países seleccionados): distribución del número de clientes de telefonía móvil por empresa, 2015 o último año disponible (En porcentajes) 100 90 80 70 60 50 40 30 20

Otras empresas internacionales Otras empresas nacionales

Telefónica

Panamá

Guatemala

Argentina

Perú

Rep. Dominicana

Nicaragua

Colombia

México a

Ecuador

Brasil

Chile

0

Uruguay

10 Venezuela (Rep. Bol. de)

■■

En América Latina y el Caribe, las telecomunicaciones han sido uno de los sectores de servicios más relevantes para la canalización de la IED. Entre 2011 y 2015, las telecomunicaciones concentraron el 17% del monto total de los anuncios de inversión extranjera. En el sector manufacturero, la industria automotriz y de autopartes, en términos del volumen de los recursos movilizados, sigue siendo uno de los principales focos de interés de las empresas transnacionales, aunque geográficamente muy focalizado. Entre 2011 y 2015, los anuncios de inversión en el sector automotor y de autopartes de América Latina sumaron unos 60.279 millones de dólares, concentrados básicamente en tres países: México (61%), Brasil (30%) y Argentina (5%).

Costa Rica

■■

América Móvil

Principal empresa nacional

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos oficiales. a En México, América Móvil es el principal actor nacional de este mercado.

C. Origen de la inversión extranjera directa ■■

En 2015, los Estados Unidos se convirtieron en el principal origen de las entradas de inversión extranjera directa recibidas por América Latina y el Caribe. Considerando las entradas que tienen

un origen claramente identificado3, los Estados Unidos fueron responsables del 25,7%. Los Países Bajos fueron el segundo origen más importante, con un 15,4%, seguidos de España, con un 11,5%.

Gráfico II.6 América Latina (subregiones y países seleccionados): origen de la inversión extranjera directa, 2015 (En porcentajes)

Brasil

4

5 22

14

Colombia

22

Ecuador

México

0 31 9

5

26

4

5

3

10 26

6

8 0

Centroamérica y Rep. Dominicana

8

0

16

6

5

6 12

28 39

50

América Latina y el Caribe

39

21

20

45

52

Japón

Canadá

Otros

Países Bajos

Otros países europeos

Estados Unidos

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras y estimaciones oficiales al 27 de mayo de 2016. Nota: En Centroamérica se incluye a Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras. En las cifras se excluye la inversión extranjera directa cuyo origen no pudo ser determinado, es decir, aquella de origen desconocido y la originada en paraísos fiscales. En los países de los que hay datos disponibles, la IED de origen indeterminado equivale al 5,9% de las entradas.

Bajo la designación de “inversión identificable” se incluyen solamente las cifras que provienen de la desagregación por país de origen y se excluye la inversión desde países no identificados, así como la procedente de los denominados paraísos fiscales.

3

22


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

D. Inversiones latinoamericanas en el exterior

■■

■■

En 2015, las salidas de IED de los países de América Latina y el Caribe disminuyeron sustancialmente a un monto de 47.362 millones de dólares, un 15% menos que el año anterior. Aunque el descenso es real, se vio acentuado por las correcciones y los cambios metodológicos introducidos en las estadísticas, sobre todo con el uso de la sexta edición del Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional del FMI. La adopción de la sexta edición generó cambios de gran magnitud en las estadísticas del Brasil, en particular las correspondientes a inversiones brasileñas en el exterior. No obstante, al comparar las cifras regionales con y sin el Brasil, se dimensiona el efecto de estos cambios. Tres países son responsables de más del 85% de las inversiones directas en el exterior de la región. En 2015,

Gráfico II.7 América Latina y el Caribe: flujos de inversión extranjera directa hacia el exterior, 2005-2015

Chile fue el país donde se originaron los mayores egresos de inversiones directas, lo que evidencia el dinamismo de las empresas translatinas de ese país. A Chile le siguen el Brasil y México, responsables del 28% y el 26% del total, respectivamente. Las cifras sobre el acervo de inversión directa en el exterior ayudan a relativizar las estadísticas de flujos anuales. De hecho, el acervo muestra el rápido crecimiento de las inversiones de los dos países que poseen las empresas de mayor tamaño con operaciones internacionales: Brasil y México. Asimismo, permite observar la pérdida de dinamismo de la República Bolivariana de Venezuela como origen de inversión directa.

■■

Gráfico II.8 América Latina (países seleccionados): acervo de inversión directa en el exterior, 2005-2015

(En millones de dólares)

(En miles de millones de dólares)

70 000

350

60 000

300

50 000

250 200

40 000

150

30 000

100

20 000

50 10 000

0 0

2005

2006

2007

2008

2009

Total de América Latina y el Caribe

2010

2011

2012

2013

2014

2005

2007

Brasil

México

2009

2011

2013

2015

2015

América Latina y el Caribe excluido el Brasil

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras y estimaciones oficiales al 27 de mayo de 2016. Nota: Debido a que los datos anteriores a 2010 no incluyen la reinversión de utilidades de empresas brasileñas, los datos anteriores y posteriores a 2010 no son directamente comparables.

Chile

Colombia

Venezuela (Rep. Bol. de)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras y estimaciones oficiales al 27 de mayo de 2016.

23



III. Inserciรณn internacional

25



A. Globalización

■■

■■

■■

Desde los años noventa, el mundo entró en una nueva fase de relaciones económicas entre los países, denominada hiperglobalización, que se caracteriza por un crecimiento acelerado de los flujos transfronterizos de bienes, servicios y capitales. A partir de la década de 2000, se sumó un aumento exponencial de los flujos digitales transfronterizos. La hiperglobalización se caracteriza también por la baja presencia de bienes públicos globales y mecanismos de coordinación internacional que permitirían corregir o atenuar las tensiones asociadas a este fenómeno. En muchos países avanzados, recientemente ha aumentado la insatisfacción frente a la hiperglobalización, como consecuencia de distintos tipos de tensiones. Primero, la economía y el comercio mundiales se vieron refrenados por un sesgo recesivo tras la crisis de 2008 y 2009. La débil recuperación económica se traduce en altos costos sociales, en especial en economías europeas que todavía no han recuperado el nivel de empleo previo a la crisis. Segundo, pese a la reducción de la pobreza a nivel mundial, la distribución del ingreso se deterioró en casi todas las economías avanzadas en las últimas décadas. Tercero, el aumento sostenido de la inmigración en los Estados Unidos y Europa ha originado crecientes tensiones, que se ven reforzadas en un contexto de débil crecimiento económico. El proceso de globalización ha contribuido a la disminución de la pobreza y de la desigualdad a nivel mundial. Por primera vez en la historia, el número de personas que viven en la pobreza extrema habría caído por debajo del 10% de la población mundial. Esta disminución se debe principalmente a las altas tasas de crecimiento de los países asiáticos, en particular de China. Estos países se han beneficiado de las oportunidades abiertas por la globalización. A su vez, la expansión económica de China favoreció la reducción de la

■■

■■

■■

pobreza en los países exportadores de recursos naturales, como los de América del Sur. La variación del ingreso de cada decil de la población entre 1998 y 2008 difiere entre los países desarrollados, África Subsahariana y China, por un lado, y América Latina y el Caribe, por otro. En el primer grupo, el aumento porcentual del ingreso es mayor en los deciles más altos. Al contrario, en la región los deciles más pobres ganaron más en términos porcentuales. Esta diferencia se explica en parte por el marcado crecimiento de los precios de las materias primas en la parte final de ese período y la adopción, particularmente en los países de América del Sur, de políticas redistributivas a favor de los segmentos de menores ingresos. A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, en América Latina y el Caribe no se ha registrado hasta ahora una fuerte oposición a la globalización, lo que se debe en parte a la reducción de la pobreza y la desigualdad entre 2004 y 2013. Sin embargo, la reciente desaceleración de la economía y el comercio mundiales y la caída de los precios de las materias primas han golpeado duramente a la región, en particular a América del Sur. La marcada desaceleración del crecimiento frenó los procesos de mejora distributiva. La pregunta ahora es cómo evitar un retroceso de la reducción de la pobreza y la desigualdad, que podría traducirse en tensiones políticas como las observadas en los países desarrollados. La pérdida de dinamismo de la región ocurre en un marco de rezago tecnológico y productivo, sobre todo en los sectores líderes de la nueva revolución industrial. América Latina y el Caribe debe tomar conciencia de que el mundo atraviesa por un proceso disruptivo de cambio tecnológico y económico.

27


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico III.1 Variación del ingreso real de la población por decil, 1998-2008 A. América Latina y el Caribe

B. Países desarrollados

Tasa media de crecimiento del ingreso del decil

Tasa media de crecimiento del ingreso del decil

(En porcentajes)

80 60 40 20 0 -20 -40

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

25

20

15

10

5

0

1

2

3

C. China

D. África Subsahariana Tasa media de crecimiento del ingreso del decil

250

200

150

100

50

0

1

2

3

4

5

6

7

Decil de distribución del ingreso

5

6

7

8

9

10

Decil de distribución del ingreso

Tasa media de crecimiento del ingreso del decil

Decil de distribución del ingreso

4

8

9

10

10 5 0 -5 -10 -15 -20 -25

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Decil de distribución del ingreso

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos de Ch. Lakner y B. Milanovic, “World Panel Income Distribution (LM-WPID)” 2013 [en línea] http://go.worldbank.org/NWBUKI3JP0. Nota: La línea azul se refiere al cambio promedio del ingreso per cápita de cada país o región en el período considerado.

28


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

B. El comercio exterior de América Latina y el Caribe ■■

■■

■■

■■

La inserción de la región en el proceso de globalización económica se presenta vulnerable. Así lo muestra el estancamiento de su participación en las exportaciones mundiales de bienes y servicios en los últimos 15 años. En el caso de los bienes de alta tecnología, la participación regional ha experimentado un claro retroceso. En contraste, durante el mismo período, la cuota de los países en desarrollo de Asia y sobre todo de China en las exportaciones mundiales ha registrado un marcado aumento. Entre 2000 y 2015, la participación de la región en el total de los flujos de inversión extranjera directa mundiales casi se duplicó, pasando del 6% al 11%. Esta es una de las pocas variables en las que la región muestra una tendencia similar a la de los países en desarrollo exitosos de Asia. La distribución sectorial de la IED que ingresa a la región muestra un predominio de los servicios, seguidos por las manufacturas y los recursos naturales. Si bien la participación de los países de América Latina y el Caribe en las cadenas globales de valor ha aumentado durante este siglo, sigue estando por debajo del promedio mundial y de la participación de los Estados Unidos, la Unión Europea y Asia. La región se especializa principalmente en los denominados encadenamientos hacia delante, es decir, en la provisión de insumos, en su mayoría productos básicos, para las exportaciones de terceros países. Los encadenamientos hacia atrás, esto es, la participación del valor agregado extranjero en las exportaciones de la región, son menores que en otras regiones (en particular, la Unión Europea y Asia Sudoriental) y han seguido una tendencia a la baja. Otro ámbito en que la región mantiene un importante rezago es la conectividad digital. Si bien la proporción de hogares con acceso a Internet casi se duplicó, de un 22,4%

■■

■■

en 2010 a un 43,4% en 2015, persiste una considerable brecha con los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), donde el promedio de acceso a Internet es del 85%. Asimismo, en América Latina y el Caribe la velocidad de la conexión a banda ancha es más baja que en otras regiones del mundo, lo que limita la participación en actividades de vanguardia como la telemedicina y la manufactura avanzada. Se proyecta que en 2016 se producirá una contracción del valor de las exportaciones regionales del 5%, como efecto de una caída de los precios del 6,7% y un alza del volumen del 1,7%. Esta caída del valor de los envíos regionales será sustancialmente menor que la registrada en 2015 (-15%). Por subregiones, las mayores bajas del valor de las exportaciones en 2016 se producirán en el Caribe y en América del Sur. A diferencia de lo que ocurre con las exportaciones, no se observan aún indicios de recuperación de las importaciones regionales: la reducción proyectada de su valor en 2016 (-9,4%) será muy similar a la registrada en 2015 (-10%). En particular, se proyecta que en 2016 disminuirá el volumen importado, como ya ocurrió en 2014 y 2015. Esto refleja el bajo dinamismo de la demanda agregada en la región, especialmente en América del Sur. Por sectores, el mayor descenso del volumen importado corresponde a los bienes de capital (maquinarias y equipos) e insumos intermedios (piezas, partes y productos semielaborados), lo que refleja la debilidad de la inversión. En términos de valor, las mayores caídas corresponderían a las importaciones de combustibles y bienes intermedios, mientras que el valor de las importaciones de bienes de capital disminuiría menos que el del total de las importaciones. Estas tres categorías suman algo más del 80% del valor total de las importaciones regionales.

Cuadro III.1 América Latina y el Caribe, países en desarrollo de Asia y China: participación en las exportaciones mundiales de bienes y servicios, 2000 y 2015

(En porcentajes)

Total bienes Bienes de alta tecnología Total servicios Servicios modernosa

América Latina y el Caribe 2000 2015 5,7 5,5 8 5 4,1 3,4 2,4 1,9

Países en desarrollo de Asia 2000 2015 20 25 30 50 14 23 6,4 15,9

2000 4 7 0,7 1,5

China

2015 11 33 6 6,3

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información de la Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE). a Los servicios modernos corresponden a la categoría “otros servicios” de la balanza de pagos.

29


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico III.2 Regiones y países seleccionados: participación hacia atrás y hacia delante en cadenas mundiales de valor, 2000 y 2011

■■

(En porcentajes de las exportaciones brutas totales) 60 50

■■

11

40 22 30

14

21

20

21

37

20 10 0

25

20

2000

2011

16

21

24

29

30

25

37

2011

América Latina Unión Europea (27 países) (6 países) a

2000

2011

2000

Asia

21

32 11

2000

32

2011

2000

China

16

2011

23

22

25

2000

2011

Estados Unidos

■■

Mundo

Participación hacia atrás

Participación hacia delante

Fuente: CEPAL, sobre la base de información de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)/Organización Mundial del Comercio (OMC), Trade in Value Added Database (TiVA) [en línea] http://www.oecd.org/sti/ind/ measuringtradeinvalueaddedanoecd-wtojointinitiative.htm. a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México.

Las proyecciones de la CEPAL para el período comprendido entre 2017 y 2020 sugieren una modesta recuperación del comercio regional, con una tasa media anual de crecimiento cercana al 3% tanto de las exportaciones como de las importaciones, en términos de valor. Hasta fines de la presente década no se espera que el comercio tenga un papel tan preponderante en la dinámica económica de la región como el que tuvo en los períodos 2004-2008 y 2010-2011. En este contexto, es urgente implementar políticas públicas y proyectos de inversión que promuevan el desarrollo de sectores exportadores más sofisticados y menos sujetos a la volatilidad de precios que la actual canasta de exportaciones de la región. Con la adopción de políticas comerciales e industriales modernas, la región podría incorporarse a la revolución tecnológica mediante una inserción internacional basada en exportaciones más diversificadas y con un componente más elevado de conocimiento. Ello implica reconocer los cambios tecnológicos en la estructuración de las cadenas de valor y la organización de las actividades productivas, incorporando plenamente las tendencias hacia la manufactura avanzada y la Internet de las cosas.

Gráfico III.3 América Latina y el Caribe: importaciones totales según grandes categorías económicas

(En porcentajes)

A. Tasa proyectada de variación, 2016

B. Participación en las importaciones totales, 2015

Bienes de consumo

Bienes de consumo (19)

-4

Combustibles (10)

Bienes de capital (16)

Bienes de capital

-7

Insumos intermedios

-10

Combustibles

-21

-25

-20

-15

-10

-5

0

Insumos intermedios (55)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información oficial de los bancos centrales, las oficinas de aduanas y los institutos nacionales de estadística de los países.

30


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico III.4 América Latina y el Caribe: variación anual del valor de las exportaciones e importaciones de bienes, 2009-2016 y 2017-2020a

(En porcentajes)

A. Exportaciones

B. Importaciones

30

40

20

30 20

10

2,9

0

10

3,1

0

-10

-10

-20 -30

-20

2009

2010

2011

2012

América Latina y el Caribe

2013

2014

2015

2016

2017-2020

-30

2009

2010

2011

2012

América Latina y el Caribe

Índice de precios de las exportaciones

2013

2014

2015

2016

2017-2020

Índice de precios de las importaciones

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información oficial de los bancos centrales, las oficinas de aduanas y los institutos nacionales de estadística de los países. a Las tasas de variación de 2016 y 2017-2020 corresponden a proyecciones.

C. El Acuerdo de Asociación Transpacífico ■■

■■

4

El 4 de febrero de 2016, 12 países de América Latina y el Caribe, América del Norte, Asia y Oceanía4 suscribieron el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), tras casi seis años de negociaciones. Es el primer acuerdo resultante de una nueva generación de negociaciones comerciales de vasto alcance, conocidas como megarregionales. El TPP establecería la mayor área de libre comercio del mundo, medida por el PIB conjunto de sus miembros, y la segunda más grande, después de la Unión Europea, medida por el monto del comercio entre ellos. Conjuntamente, sus miembros representan el 38% del PIB mundial (medido en dólares corrientes) y un cuarto del comercio mundial. Asimismo, en 2015 recibieron un tercio de los flujos mundiales de IED y fueron el origen de un 40% de esos flujos. Además de los Estados Unidos y el Japón, primera y tercera mayor economía mundial, respectivamente, el TPP cuenta entre sus miembros con otros tres países que se ubican entre las 15 mayores economías del mundo: Canadá, Australia y México. El acuerdo incluye a 5 de los 15 principales exportadores mundiales de bienes en 2015 (Estados Unidos,

Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Viet Nam.

■■

■■

Japón, Canadá, México y Singapur) y a 5 de los 25 principales exportadores de servicios (Estados Unidos, Japón, Singapur, Canadá y Australia). Seis miembros del acuerdo (Estados Unidos, Singapur, Canadá, México, Australia y Chile) se ubicaron entre los 20 principales receptores de inversión extranjera directa en 2015, mientras que cinco (Estados Unidos, Japón, Canadá, Singapur y Chile) se situaron entre los 20 principales inversionistas extranjeros. El TPP se diferencia de la mayoría de los acuerdos comerciales anteriores por su carácter plurilateral e interregional y por su amplia cobertura temática. En la base de la negociación del TPP estuvo el interés de los Estados Unidos por alcanzar tres objetivos estratégicos: fortalecer su presencia económica y geopolítica en Asia y el Pacífico (contrapesando la creciente influencia de China), definir nuevas reglas para el comercio y la inversión mundiales en las próximas décadas y actualizar las disposiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin perjuicio de lo señalado, la apertura negociada en el TPP mejoraría las condiciones de acceso para las exportaciones agrícolas y agroindustriales de Chile, México y el Perú, ya que la cobertura de productos agrícolas liberalizados 31


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

en el TPP es mayor que la de los acuerdos negociados individualmente por los países latinoamericanos con socios como el Canadá y el Japón. Por otra parte, la posibilidad que tendrían Chile, México y el Perú de acumular origen entre sí y con los restantes miembros del TPP podría promover los encadenamientos productivos y su mayor inserción en cadenas internacionales de valor. En todo caso, se trata de oportunidades para cuyo aprovechamiento se requieren políticas industriales, tecnológicas y de innovación. No obstante el interés demostrado por los Estados Unidos en el proceso de negociación, tras las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 el Presidente electo, Donald Trump, ha anunciado entre las medidas para los primeros 100 días de su Gobierno el retiro del país del Acuerdo de Asociación Transpacífico, lo que de hacerse efectivo cambiará completamente el escenario que se analiza.

En 2015, las exportaciones entre países miembros alcanzaron un monto de 1,91 billones de dólares, equivalente al 12% de las exportaciones mundiales de bienes. En ese año, el 48% de las exportaciones de los países miembros del TPP tuvieron como destino ese mismo conjunto de economías, en tanto que el 39% de sus importaciones se originaron dentro de la misma agrupación. La participación en las exportaciones totales varía entre el 30% (en los casos de Chile y Singapur) y más del 80% (en los casos del Canadá y México). El comercio interno se concentra en un número reducido de relaciones bilaterales. En efecto, el intercambio entre los Estados Unidos, por una parte, y el Canadá, México y el Japón, por otra, concentra casi el 70% de las exportaciones entre países miembros. Un correlato es que la participación de los tres miembros latinoamericanos en el comercio de la agrupación es altamente asimétrica. México es el segundo principal exportador dentro del grupo (junto con el Canadá) y el tercer mayor importador, superando en ambas variables al Japón. En cambio, Chile y el Perú registran participaciones iguales o inferiores al 1% de los flujos comerciales entre miembros del acuerdo.

■■

Gráfico III.5 Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP): participación en la población, el PIB, el comercio de bienes y los flujos de inversión extranjera directa (IED) mundiales, 2015a

(En porcentajes) 45 40

Gráfico III.6 Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP): diez principales relaciones comerciales bilaterales y participación acumulada en las exportaciones entre miembros, 2015a

38 34

35

29

30

(En miles de millones de dólares y porcentajes)

24

25

700

20 15 11

70 60

60

400

50 40

300

5

30

200

20

100

Monto

Estados UnidosMalasia

AustraliaEstados Unidos

JapónSingapur

10 AustraliaJapón

0

Estados UnidosViet Nam

Población

Estados UnidosSingapur

Importaciones Exportaciones

MalasiaSingapur

Entradas de IED

Estados UnidosJapón

PIB

Estados UnidosMéxico

Salidas de IED

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Naciones Unidas, “World Population Prospects: The 2015 Revision, Key Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº ESA/P/WP.241, División de Población, 2015 [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/, para población; Fondo Monetario Internacional (FMI), “World Economic Outlook Database”, octubre de 2015 [en línea] https://www.imf.org/external/ns/cs.aspx?id=28, para el PIB; Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE), para las exportaciones e importaciones, y Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), World Investment Report 2016, Ginebra, para la IED. a Las participaciones en los flujos mundiales de IED excluyen a los centros financieros del Caribe.

32

80

500

10

0

90

600

Estados UnidosCanadá

40

0

Participación acumulada (eje derecho)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE).


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

(En porcentajes) 90 80 70 60 50 40 30 20

Otros miembros del TPP

Uruguay

Paraguay

Barbados

Argentina

Brasil

Antigua y Barbuda

Panamá

Bolivia (Est. Plur. de)

Colombia

Suriname

Guatemala

Santa Lucía

Belice

Costa Rica

Guyana

El Salvador

Jamaica

0

Honduras

10 Ecuador

■■

Gráfico III.7 América Latina y el Caribe (países seleccionados): participación de los miembros del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) en las exportaciones totales de bienes, 2014

Rep. Dominicana

■■

Por último, la eventual entrada en vigor del TPP tendría importantes implicaciones para los procesos de integración económica en América Latina y el Caribe. Los tres miembros latinoamericanos del acuerdo son además miembros de la Alianza del Pacífico, en tanto que el cuarto miembro de esta, Colombia, ha expresado también su interés en acceder al TPP. Un escenario hipotético en el que la Alianza del Pacífico fuera de hecho subsumida por el TPP podría endurecer la posición negociadora de esa agrupación en un eventual proceso de convergencia con el MERCOSUR. Si esto ocurriera, se dificultaría el logro de acuerdos para aprovechar el potencial que ofrece el mercado latinoamericano ampliado, lo que es imperativo en un contexto de creación de megabloques regionales a nivel mundial. Por ende, si el TPP entra en vigor, es crucial que Chile, México y el Perú negocien en ese marco arreglos que permitan a la Alianza del Pacífico seguir cumpliendo en los próximos años un papel constructivo en los procesos de convergencia regional.

■■

Bahamas

■■

Evaluar el posible impacto del TPP en los países de la región que no son miembros del acuerdo es una tarea muy compleja. Algunos de esos países podrían verse afectados por un desplazamiento significativo de las exportaciones que actualmente destinan a los mercados del TPP, en particular los Estados Unidos, al no beneficiarse de las preferencias arancelarias y de otro tipo negociadas entre sus miembros. La CEPAL estima que el valor de las importaciones de los Estados Unidos desde la región caería un 1% en el primer año de vigencia del TPP. Uno de los principales efectos de la entrada en vigor del TPP será la mayor competencia que enfrentarán las exportaciones de todos los países de la región en el mercado de los Estados Unidos, debido a las reducciones arancelarias que este país aplicará a los miembros no latinoamericanos de dicho acuerdo. En el caso de los países de la región que no forman parte del TPP, la magnitud de la potencial desviación de exportaciones dependerá de múltiples factores, en particular, el peso del mercado estadounidense en sus envíos totales, la similitud de su patrón exportador a ese país con el de los miembros asiáticos del TPP y la diferencia que se genere en las condiciones arancelarias de acceso. La participación del conjunto de los miembros del TPP en las exportaciones totales de los países de la región fluctúa ampliamente, entre el 12% para el Uruguay y el 85% para las Bahamas. El TPP es un mercado relativamente menos importante para los países del Cono Sur que para los de Centroamérica y el Caribe y los países sudamericanos exportadores de petróleo. Esto se explica por el fuerte peso que tiene el mercado de los Estados Unidos como destino de los envíos de los países vecinos. El TPP contiene una cláusula de adhesión por medio de la cual nuevos países podrían ingresar al acuerdo una vez que entre en vigor. Esto aumentaría su valor comercial y estratégico, sobre todo si se trata de economías de un peso importante e insertas en las cadenas de valor asiáticas, como la República de Corea y Tailandia. Ambos países han expresado su interés en acceder al acuerdo, al igual que algunos de la región.

Nicaragua

■■

Estados Unidos

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE).

33



IV. Panorama social

35



A. Pobreza (por ingresos)

La tasa de pobreza en América Latina fue del 28,2% en 2014 y la tasa de indigencia alcanzó al 11,8% del total de la población, por lo que ambas mantuvieron su nivel respecto del año anterior. El número de personas pobres creció en 2014, llegando a 168 millones, de las cuales 70 millones se encontraban en situación de indigencia. Este crecimiento tuvo lugar básicamente entre las personas pobres no indigentes, cuyo número pasó de 96 millones en 2013 a 98 millones en 2014 .

■■

■■

Según las proyecciones que realiza la CEPAL, en 2015 ambos indicadores habrían variado al alza. La tasa de pobreza sería del 29,2% y la tasa de pobreza extrema del 12,4%, lo que representaría aumentos de 1,0 y 0,6 puntos porcentuales, respectivamente. De confirmarse estas proyecciones, 175 millones de personas se encontrarían en situación de pobreza por ingresos en 2015, de las cuales 75 millones estarían en situación de indigencia.

Gráfico IV.1 América Latina (19 países): evolución de la pobreza y la indigencia, 1980-2015a

(En porcentajes y millones de personas) A. Porcentaje de personas 60

43,8

40,5

33,5

18,6

22,6

18,6

10

1980

1990

1999

2002

2008

2010

Indigentes

11,7 50

28,2

91

99

11,9

11,8

0 20111980201219902013 1999201420022015 2008

Pobres

95

100 12,4

69

186 175

168

166

164

177

171

175

168

166

164

136

29,2

72 11,3

171

150 28,1

95 62

177

225

215

204

200

186

100 12,1

225

215

204

150 31,1 29,7136 28,2

19,3 12,9

0

250

200

43,9

30 20

B. Millones de personas 250

48,4

50 40

B. Millones de personas

91

99

67 62

66

70

70

72 75

69

67

66

70

70

75

1980 2011

1990 2012

1999 2013

2002 2014

2008 2015

2010

2011

2012

2013

2014

2015

50

0 2010

Indigentes

Pobres

Indigentes

Pobres

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a No se incluye a Cuba. Los datos de 2015 corresponden a una proyección.

37


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

B. Desigualdad de los ingresos

38

Gráfico IV.2 América Latina (17 países): tasa de variación anual de los índices de desigualdad, 2010-2014a

(En porcentajes)

A. Coeficiente de Gini 2

0

Venezuela (Rep.Bol. de)

Costa Rica

Paraguay

Honduras

Guatemala

México

Panamá

Brasil

Chile

Colombia

Perú

Bolivia (Est. Plur. de)

El Salvador

-4

Ecuador

-2

Argentina b

■■

grandes economías. El coeficiente de Gini de los países de la Unión Europea era de 0,31 en promedio en 2013, con un rango que oscilaba entre 0,25 y 0,37. En América Latina, el promedio fue de 0,49, con un rango entre 0,38 y 0,56. En los Estados Unidos, este indicador se situó en 2013 en 0,41, valor similar al que se observó en la Federación de Rusia (0,42) y China (0,42).

Rep. Dominicana

■■

Al igual que la pobreza, en América Latina la desigualdad en la distribución del ingreso se mantuvo estable en 2014. En el promedio de los países que cuentan con información reciente, el coeficiente de Gini pasó de 0,497 en 2013 a 0,491 en 2014. Sin embargo, al comparar las últimas cifras disponibles con las de inicios de la presente década, se constata una reducción más significativa de los índices que miden la desigualdad. En 2010, el coeficiente regional se situaba en 0,507, es decir, hasta 2014 acumuló una caída del 3,2% a una tasa anualizada del 0,8%. En ese período se registraron variaciones estadísticamente significativas del coeficiente de Gini en 9 de los 16 países considerados. Entre 2010 y 2014 se registró una mejora de la relación entre la participación en el ingreso del 10% de los hogares de mayores ingresos y la correspondiente al 40% de los hogares de menores ingresos. El uso de índices alternativos de desigualdad corrobora la tendencia del coeficiente de Gini en el período 2010-2014. La variación anual de los coeficientes de Gini y de los índices de Theil y Atkinson tiene el mismo signo en 13 de los 16 países. En 11 de ellos se registra un descenso de los tres indicadores utilizados, mientras que en otros 2 países los indicadores aumentaron. Solo en tres países los indicadores mostraron variaciones de distinto signo. Los índices de desigualdad en la región son elevados en comparación con los que se observan en los países de la Unión Europea, pero no lo son tanto respecto de otras

Uruguay

■■


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico IV.2 (conclusión) C. Índice de Atkinson

B. Índice de Theil

(coeficiente de aversión a la desigualdad ε = 1,5)

4

2

2 0 0 -2

-2

-4 -4 -6

Venezuela (Rep.Bol. de)

Costa Rica

Panamá

Honduras

Guatemala

Perú

Paraguay

Chile

Bolivia (Est. Plur. de)

Brasil

Colombia

México

Rep. Dominicana

Argentina b

Ecuador

Uruguay

Venezuela (Rep.Bol. de)

Costa Rica

Paraguay

Honduras

Guatemala

México

Panamá

Chile

Brasil

Colombia

Perú

Bolivia (Est. Plur. de)

El Salvador

Argentina b

Ecuador

Rep. Dominicana

Uruguay

El Salvador

-6

-8

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden al período 2010-2014, excepto en los casos de la Argentina (2009-2014), Bolivia (Estado Plurinacional de) (2009-2013), el Brasil (20092014), Chile (2009-2013), El Salvador (2009-2014), Guatemala (2006-2014), Honduras (2010-2013), México (2008-2014) y Venezuela (República Bolivariana de) (2010-2013). b Área urbana.

C. Otras desigualdades ■■

avanzando para cerrar las amplias brechas educativas por nivel de ingresos, particularmente en la educación secundaria y postsecundaria. En efecto, un 80% de los jóvenes de 20 a 24 años del quintil más rico habían concluido la secundaria en 2013, mientras que en el quintil más pobre esta tasa solo llegaba al 34%. Esto significa que la proporción de jóvenes que alcanzaron la conclusión de la educación secundaria en el quintil de menores ingresos (quintil I) fue equivalente a menos de la mitad (42%) de la proporción que lo logró en el quintil de mayores ingresos (quintil V)5.

La forma habitual de describir y analizar la desigualdad es tomando como base la medición de la distribución de ingresos de la población. Las diferencias en materia de ingresos medios existentes entre los grupos ubicados en ambos extremos de la distribución también se extienden a otras dimensiones, como la educación, el trabajo remunerado y el acceso a los bienes y servicios básicos y a las nuevas tecnologías.

1. Educación ■■

Es apreciable el avance logrado en la región en cuanto a los niveles de escolaridad: en 2013, el 92% de la población de 15 a 19 años había concluido la educación primaria; en la educación secundaria, la cifra se había elevado del 37% en 1997 al 58% en 2013, considerando a los jóvenes en edad de término de dicho nivel. Sin embargo, es necesario seguir

5

Todos los valores corresponden a promedios simples de 18 países de la región. La cifra informada (42%) representa el logro educativo de los jóvenes del quintil I (34% de jóvenes que concluyen la educación secundaria) en relación con el de los jóvenes del quintil V (80% de jóvenes que concluyen la educación secundaria).

39


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.3 América Latina (18 países): conclusión de la educación secundaria entre la población de 20 a 24 años, por quintiles de ingreso, 1997-2013a

(En porcentajes) 90

78

80 70 63

60 43

40

20

20

47

47

80

66 54

50

53

66 58

56

54 44

43

39

35

34

31

29

24

20

16

52

42 30

26

25 16

14

43

38

35

30

30

56

51 42

37

79

63

61 49

50

78

74

72

69

10 0

1997b

1999 c

2002d

Quintil I

Quintil II

2005 e

Quintil III

2008 f

Quintil IV

2010 g

Quintil V

2012h

2013 i

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Totales nacionales en promedios simples. b Datos de 17 países. Los datos del Brasil, Chile, México y el Paraguay corresponden a 1996; los de Guatemala a 1989 y los de Nicaragua a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. c Datos de 17 países. Los datos de Chile, Guatemala, México y Nicaragua corresponden a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. d Los datos de Chile corresponden a 2000, y los de El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información de la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. e Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), El Salvador y México corresponden a 2004; los de Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los de Guatemala a 2002. La información de la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. f Los datos de la Argentina corresponden a 2006 y a zonas urbanas; los de Bolivia (Estado Plurinacional de) y Honduras a 2007; los de Chile y Guatemala a 2006; los de El Salvador a 2009, y los de Nicaragua a 2005. g Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile y Nicaragua corresponden a 2009, y los de Guatemala a 2006. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas. h Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de) corresponden a 2011; los de Guatemala, a 2006; los de Honduras a 2010, y los de Nicaragua, a 2009. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas. i Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de) corresponden a 2011; los de Guatemala a 2006; los de Honduras a 2010; los de México a 2012, y los de Nicaragua a 2009. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas. ■■

Entre 1997 y 2013 se observa un aumento del porcentaje de población que cursó el nivel terciario en todos los quintiles. En el quintil de mayores ingresos, el acceso a la educación terciaria creció 11 puntos porcentuales a lo largo de ese período; en cambio, en el quintil más

pobre este indicador se incrementó solamente 2 puntos porcentuales. Esta situación tiene lugar en un contexto en que la cobertura de la educación en este nivel se incrementó del 14% del total de la población en 1997 al 21% en 20136.

Respecto de este indicador, cabe señalar que no se dispone de información sobre el quintil de origen de las personas, sino que se conoce el quintil en que están al momento de ser encuestadas. Debido a las posibilidades de movilidad económica que permite el acceso a la educación terciaria, es posible que algunas de las personas mayores de 25 años se encuentren en los quintiles más altos debido a los ingresos derivados de un mejor empleo al que accedieron a partir de su educación. En otras palabras, estas personas no serían originarias del quintil en que se encuentran, sino de uno de menores ingresos, por lo que no se estaría estrictamente frente a un logro educativo del quintil de llegada, sino del quintil de partida, lo que podría atenuar las brechas que se observan.

6

40


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico IV.4 América Latina (18 países): cobertura de la educación postsecundaria, población de 25 años o más, 1997-2013a (En porcentajes) 50 45 39 41

40 35

35

43

44 46

37

30 25 18 20

20 15 10 5 0

2

2

2 2

3

Quintil I

3

4

4

4

4

4

5

6

7

7

Quintil II

1997b

7

7

8 10 11

13

2002d

18 19 21 17 14 15 16

14 15 15 16

Quintil III

1999 c

22

Quintil IV

2005 e

2008 f

Quintil V

2010 g

Total

2013 h

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Totales nacionales en promedios simples. b Datos de 17 países. Los datos del Brasil, Chile, México y el Paraguay corresponden a 1996; los de Guatemala a 1989, y los de Nicaragua a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. c Datos de 17 países. Los datos de Chile, Guatemala, México y Nicaragua corresponden a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. d Los datos de Chile corresponden a 2000, y los de El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información de la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. e Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), El Salvador y México corresponden a 2004; los de Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los de Guatemala a 2002. La información de la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. f Los datos de la Argentina corresponden a 2006 y a zonas urbanas; los de Bolivia (Estado Plurinacional de) y Honduras a 2007; los de Chile y Guatemala a 2006; los de El Salvador a 2009, y los de Nicaragua a 2005. g Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile y Nicaragua corresponden a 2009, y los de Guatemala a 2006. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas. h Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de) corresponden a 2011; los de Guatemala a 2006; los de Honduras a 2010; los de México a 2012, y los de Nicaragua a 2009. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas.

■■

En el mismo período (1997-2013), la escolaridad media de la población de 15 años o más aumentó en todos los quintiles. Al mismo tiempo, disminuyó la brecha relativa entre quintiles extremos, aunque el crecimiento absoluto

fue similar7. En efecto, en 1997 la media de escolarización del quintil más pobre representó el 47% de la escolaridad del quintil más rico; en 2013, alcanzó el 53%.

La variación media de la escolaridad fue de 1,4 años entre 1997 y 2013, siendo muy similar en todos los quintiles (varió 1,3 años en los quintiles extremos, 1,4 en los quintiles II y IV, y 1,5 en el quintil III). Dado que la escolaridad media en el primer quintil era de 4,8 años, el incremento, aunque menor en términos absolutos, permitió reducir la brecha en términos porcentuales.

7

41


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.5 América Latina (18 países): escolaridad media de los quintiles de menores ingresos (quintiles I a IV) respecto del quintil de mayores ingresos (quintil V), población de 15 años o más, 1997-2013a

2. Vivienda y servicios básicos La población con acceso insuficiente a servicios básicos disminuyó en América Latina entre 2002 y 2013, pasando de un 22% a un 14%. Las mayores reducciones se verificaron en los quintiles de menores ingresos: por ejemplo, en el quintil I, la incidencia del acceso insuficiente a servicios básicos decreció de un 43% en 2002 a un 28% en 2013, mientras que en el quintil II estos valores fueron del 32% en 2002 y del 19% en 2013. No obstante, las disparidades socioeconómicas se mantuvieron, dado que alrededor de 2013 la tasa de acceso insuficiente a servicios básicos en el quintil más pobre era 4,5 veces la observada en el quintil más rico.

■■

(En porcentajes) 90 80 70 60 50

77

76 65 56 47

65 57 48

77

76 64 56 47

66 58 49

78

80

68

69 60

59 49

80

52

70 62 53

40 30 20 10 0

1997b

Quintil I/ quintil V

1999 c

2002d

Quintil II/ quintil V

2005 e

2008 f

Quintil III/ quintil V

2010 g

2013 h

Quintil IV/ quintil V

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Cociente entre el promedio de años de escolaridad de los quintiles de menores ingresos y el promedio de años de escolaridad del quintil de mayores ingresos (quintil V) multiplicado por 100. Promedios simples. b Datos de 17 países. Los datos del Brasil, Chile, México y el Paraguay corresponden a 1996; los de Guatemala a 1989, y los de Nicaragua a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. c Datos de 17 países. Los datos de Chile, Guatemala, México y Nicaragua corresponden a 1998. La información de la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. d Los datos de Chile corresponden a 2000, y los de El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información de la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos de la República Dominicana. e Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), El Salvador y México corresponden a 2004; los de Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los de Guatemala a 2002. La información de la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. f Los datos de la Argentina corresponden a 2006 y a zonas urbanas; los de Bolivia (Estado Plurinacional de) y Honduras a 2007; los de Chile y Guatemala a 2006; los de El Salvador a 2009, y los de Nicaragua a 2005. g Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil, Chile y Nicaragua corresponden a 2009, y los de Guatemala a 2006. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas. h Los datos de Bolivia (Estado Plurinacional de) corresponden a 2011; los de Guatemala a 2006; los de Honduras a 2010; los de México a 2012, y los de Nicaragua a 2009. La información de la Argentina se refiere a zonas urbanas.

42

Gráfico IV.6 América Latina (16 países): población con acceso insuficiente a servicios básicos (agua, saneamiento y electricidad) por quintiles de ingreso, alrededor de 2002, 2008 y 2013a b

(En porcentajes, promedios simples regionales) 45

43

40 35

35

28

30 25 20 15

32 25

22

23 19

18

17

14

14

16 12

10

10

5 0

Total

Quintil I

Quintil II

2002c

Quintil III

2008 d

Quintil IV

8

8

6

Quintil V

2013 e

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a No se incluyen datos de la Argentina ni de Panamá. b Se considera insuficiencia que la población no cuente con al menos dos servicios básicos. c Datos de 2002, excepto en el caso de Chile (2000), Colombia (1999), Costa Rica (2000), el Ecuador (2007), El Salvador (2001), Guatemala (1998), Nicaragua (2001), el Paraguay (2001), el Perú (2001) y el Uruguay (2007). d Datos de 2008, excepto en el caso de Bolivia (Estado Plurinacional de) (2007), Chile (2006), Costa Rica (2007), el Ecuador (2011), El Salvador (2009), Guatemala (2002), Honduras (2006), Nicaragua (2005) y el Uruguay (2009). e Datos de 2013, excepto en el caso de Bolivia (Estado Plurinacional de) (2011), Guatemala (2006), Honduras (2010), México (2012) y Nicaragua (2009).


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Habitualmente, las privaciones en el acceso a los servicios básicos han afectado más a las poblaciones rurales. Dicha situación se mantenía alrededor de 2013, puesto que aproximadamente 4 de cada 10 residentes en zonas rurales y pertenecientes al quintil de ingresos más pobre tenían un acceso insuficiente a los servicios básicos. Sin embargo, se debe destacar la mejora producida entre 2002 y 2013, que, medida en términos absolutos, fue más pronunciada en los tramos de ingresos más bajos. En los tres quintiles de menores ingresos de la población rural, el acceso insuficiente a los servicios básicos retrocedió entre 18 y 20 puntos porcentuales entre 2002 y 2013. Por su parte, en las zonas urbanas la mayor reducción de las privaciones en esta área se observó en el quintil más pobre (6,7 puntos porcentuales).

■■

En cuanto a la vivienda, el porcentaje de la población que habita en viviendas con materiales precarios disminuyó en términos absolutos entre 2005 y 2013, especialmente en los tramos de ingresos más bajos. En efecto, dicho porcentaje decreció en los cuatro deciles de menores ingresos en un rango de entre 6,0 y 6,9 puntos porcentuales, mientras que en los deciles restantes las reducciones fluctuaron entre 5,5 y 0,6 puntos porcentuales. En el último año del que existen datos disponibles, la proporción de la población que habitaba en viviendas con materiales precarios resultaba mucho más elevada en las zonas rurales que en las urbanas, apreciándose las mayores incidencias de estas privaciones en los quintiles de menores ingresos de las zonas rurales. A su vez, las mayores disminuciones, medidas en términos absolutos, se verificaron en los quintiles de menores ingresos de las zonas rurales.

■■

■■

Gráfico IV.7 América Latina: población con insuficiencia en el acceso a servicios básicos (agua, saneamiento y electricidad) por quintiles de ingreso y zona de residencia, alrededor de 2002, 2008 y 2013a

(En porcentajes)

c b c urbanas (promedio simple de 15 países ) Zonas A. Zonas rurales (promedio simple de 16 B. países ) urbanas (promedio simple de 15 B. Zonas países )

59

60

54 50 40 30

48 45

35 29

50 50

50

40 30

20

41

38 30

10

Total

Quintil I

Quintil II

2002

33

28

30 21

20 16 11 8 8

0 Quintil IIITotal

2008

40 33 25

20

10 0

60

43

40

37

60

2013

14

14

11 10

Quintil Quintil IV V I QuintilQuintil II

2002

20

20 10 8 10

16 11 8 8 8 8

0 Quintil IIITotal

2008

2013

6

6

14

14 4

4

11 10

10 8

8

8

4

I QuintilQuintil II Quintil Quintil IV V

2002

Quintil III

2008

6

6

Quintil IV

4

4

4

Quintil V

2013

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Se considera insuficiencia que la población no cuente con al menos dos servicios básicos. b No se incluye a Panamá ni Venezuela (República Bolivariana de). c No se incluye a la Argentina, Panamá ni Venezuela (República Bolivariana de).

43


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.8 América Latina (17 países): población que habita en viviendas con materiales precarios por deciles de ingreso, alrededor de 2005 y 2013a b

Gráfico IV.9 América Latina (15 países): población que habita en viviendas con materiales precarios por quintiles de ingreso y zona de residencia, alrededor de 2005 y 2013a b

(En porcentajes, promedios simples)

(En porcentajes)

45 40 35 30 25 20 15

A. Zonas rurales 38

50 31

45

33

40 26

20

37

35

26

15

36

17 12

18

14 10

13

11 8

5

28

25

28 21

20

22 16

15

8 6

5

4

15 11

10 3 2

Decil 1 Decil 2 Decil 3 Decil 4 Decil 5 Decil 6 Decil 7 Decil 8 Decil 9 Decil 10 Total

2005

35 28

30

22

10

0

46

2013

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a los siguientes países y años: Argentina (zona urbana, 2005 y 2012), Bolivia (Estado Plurinacional de) (2003 y 2011), Brasil (2005 y 2013), Chile (2003 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2005 y 2013), Ecuador (2005 y 2013), El Salvador (2004 y 2013), Guatemala (2000 y 2006), Honduras (2006 y 2010), México (2004 y 2012), Nicaragua (2005 y 2009), Paraguay (2005 y 2013), Perú (2003 y 2013), República Dominicana (2006 y 2013), Uruguay (2007 y 2013) y Venezuela (República Bolivariana de) (2005 y 2013). No se incluyen datos de Panamá. b Se consideran viviendas con materiales precarios aquellas cuyo piso, paredes exteriores o techo fueron construidos con elementos naturales o rudimentarios.

5 0

Quintil I

Quintil II

Quintil III

Quintil IV

2005

2013

B. Zonas urbanas

Quintil V

Total

50 45 40 35 30 25 20

21 17

15

17 12

10

11 8

5 0

Quintil I

Quintil II

7

9 5

Quintil III

Quintil IV

2005

2013

3

7

2

Quintil V

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional de) (2003 y 2011), Brasil (2005 y 2013), Chile (2003 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2005 y 2013), Ecuador (2005 y 2013), El Salvador (2004 y 2013), Guatemala (2000 y 2006), Honduras (2006 y 2010), México (2004 y 2012), Nicaragua (2005 y 2009), Paraguay (2005 y 2013), Perú (2003 y 2013), República Dominicana (2006 y 2013) y Uruguay (2007 y 2013). No se incluyen datos de la Argentina, Panamá y Venezuela (República Bolivariana de). b Se consideran viviendas con materiales precarios aquellas cuyo piso, paredes exteriores o techo fueron construidos con elementos naturales o rudimentarios.

44


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

3. Acceso a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones En los últimos años, en los países de América Latina se han incrementado sustancialmente el acceso a servicios de telecomunicaciones y el uso de aplicaciones y redes sociales. Sin embargo, persisten marcadas brechas socioeconómicas y de género en el acceso y uso de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, según datos de alrededor de 2013, la incidencia de la población que reside en hogares que cuentan con computadora y de la población que tiene acceso a Internet en el hogar era sustancialmente mayor en los quintiles de ingresos más altos. Aunque ambas aumentaron en todos los quintiles de ingreso entre 2008 y 2013, estos incrementos, medidos en valores absolutos, fueron menores en el quintil más pobre.

■■

Gráfico IV.10 América Latina (12 países): población en hogares que cuentan con al menos una computadora, por quintiles de ingreso, alrededor de 2008 y 2013a

(En porcentajes) 80

68

70 60 49

50

70

20

20

50

Quintil IV

2008

2013

Quintil V

14

0

10 2 Quintil I

4 Quintil II

12

7

Quintil III

Quintil IV

2008

2013

Quintil V

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a promedios simples de los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional de) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Guatemala (2006 y 2011), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), Venezuela (República Bolivariana de) (2008 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013).

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a promedios simples de los siguientes países y años: Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013), Venezuela (República Bolivariana de) (2008 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013). En la mayoría de los casos, se consultó por la tenencia de computadora en general. Se incluyen explícitamente computadoras portátiles en Chile (2009 y 2013), Costa Rica (2013) y el Uruguay (2008 y 2013).

18

10

24

Quintil III

30

27

20

12

Quintil II

35

30

7 Quintil I

38

40

29 18

58

60

■■

28

30

0

(En porcentajes)

41

38

40

10

52

Gráfico IV.11 América Latina (14 países): población en hogares que cuentan con conexión a Internet por quintiles de ingreso, alrededor de 2008 y 2013a

■■

Un panorama distinto se aprecia al examinar el acceso de la población a la telefonía móvil, puesto que en este caso hubo un incremento sustancial, que fue especialmente notorio en el grupo de menores ingresos. En el promedio simple de 14 países, el porcentaje de la población que vive en hogares donde al menos una persona tiene teléfono celular aumentó de un 67% en 2008 a un 86% en 2013. En términos absolutos, el quintil más pobre experimentó el mayor incremento (28 puntos porcentuales), mientras que en el quintil más rico se observó la menor alza (10 puntos porcentuales). El porcentaje de población que tenía acceso a teléfono celular en el hogar era mayor en las zonas urbanas que en las rurales en 2013, pero las diferencias por zona de residencia resultaban considerablemente menores que las observadas en el caso de la dotación de computadoras y la conexión a Internet en el hogar. 45


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.12 América Latina (14 países): población en hogares con al menos un teléfono celular, por quintiles de ingreso, alrededor de 2008 y 2013a

(En porcentajes) 100 90

74

86

49

50

73

69

62 54

55

74

79

85

87 91

87 89 91 76

76

83

92 94

96 93

82

60

45

40 30

30

20

20

10

10

0 Quintil I

Quintil II

Quintil III

Quintil IV

2008

2013

Quintil V

Zonas rurales

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a promedios simples de los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional de) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013), Venezuela (República Bolivariana de) (2008 y 2013), Uruguay (2008 y 2013).

46

67

70 60

40

0

90 80

67

62

60

(En porcentajes) 100

92

89 82

69

70

50

85

77

80

87

Gráfico IV.13 América Latina (13 países): población en hogares con al menos un teléfono celular, por quintiles de ingreso y zona de residencia, alrededor de 2008 y 2013a

Quintil I

2008

Quintil II

Zonas urbanas

Quintil III

Zonas rurales

Quintil IV

2013

Zonas urbanas

Quintil V

Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a Los datos corresponden a promedios simples de los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional de) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013).


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

D. Gasto público social

■■

■■

Pese a los vaivenes que ha sufrido el ciclo económico desde la crisis financiera internacional de 2008 y 2009, la tendencia regional hasta 2013 fue de un aumento real de los recursos disponibles para el financiamiento de servicios sociales y de transferencias monetarias a los hogares. En el bienio 2013-2014 (en el caso de algunos países con datos estimados), se habría producido nuevamente un alza de la significación tanto del gasto público total como del gasto público social, de modo que este último llegaría al 19,5% del PIB regional.

Gráfico IV.14 América Latina y el Caribe (21 países): evolución del gasto público social como proporción del PIB y del gasto público total, 1991-1992 a 2013-2014a b

(En porcentajes)

100

25

20

15 12,6

13,6

14,3

14,8

10 54,0 5

0

55,0

15,4

58,4

15,9

60,9

16,0

64,8

16,7

64,7

17,8

19,3

19,0

19,5

90 80

64,9

65,0

65,8

66,4

70 60

52,5

46,7

1991- 1993- 1995- 1997- 1999- 2001- 2003- 2005- 2007- 2009- 2011- 20131992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

50 40

Gasto público social como porcentaje del PIB (eje izquierdo) Gasto público social como porcentaje del gasto público total (eje derecho)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información oficial de los países. a Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de). b Promedio ponderado de las cifras de los países.

E. Gasto social sectorial ■■

■■

Aunque a nivel regional se ha registrado un aumento relativamente sistemático del gasto público social, dicho incremento no ha favorecido de igual manera a todas las funciones sociales. En términos generales, el aumento del gasto social de 6,8 puntos porcentuales del PIB registrado entre el bienio 1991-1992 y el bienio 2013-2014 obedece en gran medida al crecimiento del gasto en seguridad social y asistencia social. El progresivo envejecimiento de la población de un alto número de países de la región ha ocasionado el incremento paulatino de los recursos destinados a pagar

las prestaciones de la seguridad social. Aunque gran parte de estos recursos provienen de recaudaciones basadas en sistemas de seguridad social contributivos (en este caso, públicos o mixtos), gradualmente se han introducido en una mayor cantidad de países mecanismos solidarios de financiamiento del pago de la seguridad social. De esta forma, si en el bienio 1991-1992 este sector concentraba el 43% de los recursos destinados a gasto social, en el bienio 2013-2014 su participación había aumentado al 46,1%; en términos de participación en el PIB, esta evolución significó un incremento de 3,5 puntos porcentuales. 47


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.15 América Latina y el Caribe (21 países): evolución del gasto público social por funciones, 1991-1992 a 2013-2014a b

(En porcentajes del PIB) 25 6,81

19,45

20

15

12,65

3,49 8,98

10 1,93 5

0

1,44 4,95

3,01

Gasto público social total

4,16

5,48

-0,06

2,72 Educación

1991-1992 2003-2004

1993-1994 2005-2006

1,43 Salud

1995-1996 2007-2008

Seguridad y asistencia social

1997-1998 2009-2010

1999-2000 2011-2012

1,37 Vivienda y otros

2001-2002 2013-2014

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información oficial de los países. a Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de). b Promedio ponderado de las cifras de los países. Las cifras se presentan redondeadas a dos decimales, por lo que las diferencias que se muestran entre los bienios 1991-1992 y 2013-2014 pueden no coincidir con aquellas que resultan de realizar el cálculo directamente con las cifras del gráfico.

■■

■■

48

El otro aumento importante que se observa entre el bienio 1991-1992 y el bienio 2013-2014 (de 1,9 puntos porcentuales del PIB) tuvo lugar en el sector de la educación. Este incremento está vinculado a los grandes esfuerzos de expansión de la cobertura y del acceso a la educación primaria en los países más pobres, así como a la educación secundaria en los restantes (en términos de infraestructura y, sobre todo, gasto corriente, asociado en su mayor parte al aumento de la dotación de docentes) y, en menor medida, al crecimiento de las coberturas de la oferta pública postsecundaria. Esta evolución ha ido hasta cierto punto en desmedro de la expansión del sector salud, en el que se registra un incremento menor del gasto social (de 1,4 puntos porcentuales

■■

del PIB), pese a que, a diferencia del sector educativo, este tipo de servicios tienen como beneficiarios potenciales a las personas de todas las edades. El sector que recibió menos atención es el de vivienda (en que se incluyen agua potable, saneamiento, equipamiento comunitario y, desde hace poco tiempo, medio ambiente), pese a la persistencia de grandes bolsones de marginalidad habitacional y segregación en prácticamente todos los países y principales ciudades. Incluso se registra una contracción al considerar el último bienio (-0,1 puntos porcentuales del PIB), en parte asociada a la expansión de estos recursos en el período previo, debido a su uso como herramienta de creación de empleo y dinamización de las economías internas, en particular del sector de la construcción.


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

F. Financiamiento del gasto público social: carga tributaria en América Latina En América Latina, la política fiscal históricamente ha sufrido de dos grandes problemas, la insuficiencia de recursos para financiar las políticas sociales y la prociclicidad, es decir, el hecho de que va en el mismo sentido de los ciclos económicos y, por ende, los acentúa en lugar de suavizarlos. Si bien la prociclicidad de la política fiscal parece haber sido atenuada en el último ciclo económico, la insuficiencia de recursos para financiar las políticas sociales sigue vigente y constituye una restricción para ampliar la cobertura de las políticas sociales y mejorar calidad de las prestaciones. La composición de los ingresos fiscales en América Latina se caracteriza por el peso cada vez mayor de los impuestos generales sobre el consumo y, en menor medida, por el incremento del peso de los impuestos sobre ingresos y utilidades. La participación del impuesto sobre la renta de las empresas es superior a la del impuesto sobre la renta de las personas. En contraste, el declive de los impuestos específicos sobre el consumo se relaciona con los procesos de liberalización del comercio.

■■

■■

■■

En lo que respecta al financiamiento del Estado a través de aportes individuales de los ciudadanos, el rol que desempeñan las contribuciones a la seguridad social constituye un elemento diferenciador entre los países de la región. Existen países con sistemas de pensiones (y jubilaciones) muy desarrollados, que movilizan un cuantioso volumen de recursos monetarios provenientes de los trabajadores formales, al mismo tiempo que en otros países se observan estructuras previsionales menos desarrolladas. Como promedio de la región, las contribuciones a la seguridad social han aumentado, pasando de un 2,0% del PIB en 1990 a un 3,7% del PIB en 2014. Pero este promedio esconde un panorama heterogéneo, pues varios países han reformado sus regímenes de seguridad social. Por ejemplo, Chile, Colombia y México se basan en gran medida en regímenes privados de capitalización individual, lo que explica los bajos niveles de contribuciones a la seguridad social pública. En cambio, otros países, como la Argentina, el Brasil, Costa Rica y el Uruguay exhiben niveles de contribuciones a la seguridad social por encima del 7% del PIB.

Gráfico IV.16 América Latina y el Caribe (22 países) y países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE): ingresos tributarios por tipo de impuestos, 1990, 2000, 2013 y 2014

(En porcentajes del PIB)

A. América Latina y el Caribe y países de la OCDE, 1990, 2000, 2013 y 2014 40 34,2

35 30

20 14,6 2,0

10

4,2

5

3,0

0

8,6

7,4

25

15

34,2

32,1

3,8

17,2 2,7 0,9

4,1

21,5 3,7 0,9

1990

Renta y utilidades

4,0

1,0

0,6

1,1

0,8

0,8 5,9

2000 2013 América Latina y el Caribe (22 países)

Propiedad

3,7

3,9

1,2

3,7

3,5

5,7

6,7

6,8

1,8

1,8

1,9

12,2

12,2

11,5

2000

2013

6,4

6,3

4,9 0,6

3,8

21,7 3,7

9,1 1,3

Generales sobre bienes y servicios

6,1 2014

1990

1,4

OCDE (34 países)

Específicos sobre bienes y servicios

Otros

Contribuciones a la seguridad social

49


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico IV.16 (conclusión) B. América Latina y el Caribe (22 países), 2014 40

Renta y utilidades

Propiedad

4,1

0,4

0,1

8,2

2,1

0,9

5,8

6,6

6,5

Generales sobre bienes y servicios

6,2

6,8 0,5

3,5

3,5 0,3

0,4

2,1 0,4 1,2 7,0 0,4

6,3

5,3

5,8

4,1

21,7

18,8

0,0

7,7

18,2

0,9 2,4 0,3

8,6 0,0

18,1 6,4

4,6

17,1 4,1

4,3

1,1 2,2 3,1

6,0

Específicos sobre bienes y servicios

17,5 2,9

0,8

3,1 6,8

9,1 1,2

Otros

0,3

2,7

0,2

16,5 1,8 1,7

14,1

0,1 0,1 12,6 4,1 1,8 0,4 6,8 1,3 4,7 5,1 0,1 0,6 0,2 6,0 4,5 3,9

3,7 1,1 3,7 6,4 0,8 6,1

América Latina y el Caribe

4,7

6,0

4,2

19,0 0,6 4,7

Guatemala

6,3

3,2

Rep. Dominicana

3,2

2,2 3,4

19,5

El Salvador

5,7

8,7

0,4

19,8 3,0

Paraguay

1,8 0,2

4,0

1,4 2,0 0,7

Bahamas

4,2

8,1

19,8

Panamá

6,1

8,1

20,1

8,2

20,3 2,5 1,4 1,6

Venezuela (Rep. Bol. de)

6,9

1,3

4,9

Perú

2,9

20,3

7,7

Ecuador

1,9

9,8

0,9 22,5 1,0

9,1

México

11,4

0,5

Honduras

12,9

3,2

24,2

Chile

0

28,3 1,7 0,5 27,0 2,2 7,6 3,3 0,4

Colombia

5

1,4 4,7 10,2

Argentina

10

4,3

Brasil

15

1,0

2,0 3,1

28,7

Nicaragua

20

6,1

Costa Rica

1,9

30,4 0,6

Jamaica

7,0

Uruguay

32,2

8,7

Trinidad y Tabago

25

33,4

Bolivia (Est. Plur. de)

30

Barbados

35

Contribuciones a la seguridad social

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe, 1990-2014, 2016 [en línea] http://www.oecd.org/tax/revenue-statistics-in-latin-america-2310922x.htm.

50


V. Poblaciรณn

51



A. Estimaciones y proyección de población Al comparar las tasas brutas de natalidad y de mortalidad y la tasa de crecimiento natural de la población de América Latina de las revisiones de 1990 y de 2015, se observa una mayor diferencia entre las tasas de natalidad. A simple vista, en la revisión de 2015 la reducción de la tasa bruta de natalidad se adelanta más o menos diez años y la de la tasa de crecimiento alrededor de siete años respecto de lo que se había previsto en la revisión de 1990. En 1990, se proyectaba que la población de América Latina crecería a un promedio de 8.700.000 personas al año en el período 2010-2015. De acuerdo con las nuevas cifras, la región habría crecido poco más de 6.800.000 personas al año en ese período, es decir, 1.850.000 personas al año menos de lo proyectado. Como resultado de este menor crecimiento y en caso de mantenerse las tendencias proyectadas, se espera que en 2025 América Latina tenga una población de casi 679 millones de personas, es decir, casi 62 millones de personas menos que los 750 millones proyectados en 1990, un resultado impactante en lo que se refiere a la población total y que también se expresa en la estructura por edad de la población.

■■

■■

Gráfico V.1 América Latina: tasa bruta de natalidad (b), tasa bruta de mortalidad (d) y tasa de crecimiento natural de la población (b-d), revisiones de 1990 y de 2015, período 1950-2100

(En números por cada mil personas)

40

La reducción de la fecundidad más allá de lo esperado tiene un impacto directo en los primeros grupos de edad de la estructura de la población. Mientras que en 1990 se proyectaba que el 28% de la población de la región correspondería a menores de 15 años en 2015, actualmente se estima que este grupo representa casi el 26% de la población. En valores absolutos, en 1990 se proyectaba que la región tendría 184,4 millones de personas menores de 15 años en 2015, frente a los 160,4 millones de la actual estimación, que arroja 24 millones de personas menos que la proyección anterior. El menor crecimiento de la población menor de 15 años combinado con una menor mortalidad aceleró el proceso de envejecimiento de la población. En la revisión de 1990 se proyectaba un índice de envejecimiento8 de 36 para 2015 y de 50 para 2025. Según las actuales estimaciones y proyecciones, estos índices serían de 43 para 2015 y de 65 para 2025, proyectándose que la población de 60 años y más superará a la población de menores de 15 años en 2038.

Gráfico V.2 América Latina: promedio anual de nacimientos, revisiones de 1990 y de 2015, por quinquenios, 1950-2025

(En miles de personas) 14 000 12 000

50 45

■■

10 000 b

8 000

35 30 25

6 000

b-d

4 000

20 15

d

2 000

10 5

0 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

Revisión de 1990

2100

2090

2070

2080

2060

2050

2040

2030

2020

2010

1990

2000

1980

1970

1950

-5

1960

0

Revisión de 2015

Fuente: Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), Boletín Demográfico, Nº 52 (LC/DEM/G.135), Santiago, julio de 1993 y Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, estimaciones y proyecciones de población, revisión de 2015.

Revisión de 1990

Revisión de 2015

Fuente: Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), Boletín Demográfico, Nº 52 (LC/DEM/G.135), Santiago, julio de 1993 y Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, estimaciones y proyecciones de población, revisión de 2015. 8

Número de personas de 60 años y más por cada 100 personas menores de 15 años.

53


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

B. Bono demográfico

■■

Como consecuencia de lo anterior, el bono demográfico tendría una duración menor que la prevista. Se proyecta que el bono acabe alrededor de 2027, después de 61 años de reducción constante de la relación de dependencia total. En 2027 se iniciará un fuerte crecimiento de la dependencia de las personas de edad, que llegará a superar la dependencia de los jóvenes en 2047, es decir, 20 años después de terminado el bono.

Gráfico V.3 América Latina: relación de dependencia totala, de los menores de 15 añosb y de las personas de 65 años y másc, revisiones de 1990 y de 2015, período 1950-2100 100 Total

90 80

Menores de 15 años

70 60 50 40 30 20 10

Revisión de 1990

2100

2080

2090

2070

2060

2050

2040

2030

2020

2010

1990

2000

1980

1970

1950

Personas de 65 años y más 1960

0

Revisión de 2015

Fuente: Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), Boletín Demográfico, Nº 52 (LC/DEM/G.135), Santiago, julio de 1993 y Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, estimaciones y proyecciones de población, revisión de 2015. a Relación de dependencia total: ((población de 0 a 14 años + población de 65 años y más)/población de 15 a 64 años)*100. b Relación de dependencia de los menores de 15 años: (población de 0 a 14 años/población de 15 a 64 años)*100. c Relación de dependencia de las personas de 65 años y más: (población de 65 años y más/población de 15 a 64 años)*100.

54


VI. Igualdad de gĂŠnero

55



■■

Tres pilares reflejan los distintos aspectos de la autonomía de la mujer, relacionados con la capacidad para generar ingresos propios y controlar los activos (autonomía económica), con

el control sobre el propio cuerpo (autonomía física) y con la plena participación en la toma de decisiones que afectan su vida y a la colectividad (autonomía en la toma de decisiones).

A. Autonomía en la toma de decisiones ■■

Las relaciones de género están marcadas por una distribución y un ejercicio del poder desiguales, lo que queda plasmado en múltiples aspectos tanto del ámbito público como del privado. En sociedades como las de América Latina y el Caribe, lo público y el ejercicio del poder y los cargos públicos se han construido simbólicamente como masculinos.

1. Participación política de las mujeres ■■

■■

■■

A pesar de los avances y de los valiosos efectos de las medidas de acción positiva que se han implementado para incrementar y asegurar la presencia de las mujeres en puestos de decisión en América Latina, su nivel de participación en los procesos de adopción de decisiones en el ámbito público, ya sea como parte de los poderes ejecutivo o legislativo o en la Corte Suprema, se sitúa en un promedio menor al 30%, todavía muy lejos de representar apropiadamente a la mitad de la población. A diferencia de los resultados de los comicios en que se eligen los cargos de elección popular, en los que influyen diversos factores, la composición de los gabinetes ministeriales es una expresión directa de la voluntad política de quien ejerce la Presidencia y de la negociación que tiene lugar dentro de los partidos políticos que están en el poder. La composición muestra el grado de avance de los objetivos de participación en el sistema político en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, y esto se manifiesta desde la etapa de campaña electoral, a la hora de elaborar las propuestas del programa gubernamental, hasta la designación inicial de autoridades o de sus reemplazos en los cambios de gabinete. Desde el impulso inicial dado por la Argentina en los años noventa, la implementación de leyes de cuotas y paridad en los países de la región (16 en América Latina y 2 en el Caribe) ha tenido como resultado un aumento significativo de la participación de las mujeres.

■■

Los resultados de las elecciones parlamentarias realizadas en 2015 confirmaron que la región sigue a la cabeza en el mundo en cuanto a la presencia de las mujeres en los órganos legislativos, con un promedio del 28,3%, aun cuando en el Caribe, según los datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, la participación política de las mujeres en los parlamentos es menor (con un promedio del 16,9%). Asimismo, en las mencionadas elecciones de 2015 se produjo en la región el mayor aumento de la representación femenina en una cámara baja o única registrado en el mundo: es el caso de Suriname, donde la representación de las mujeres aumentó 15,7 puntos porcentuales gracias al mayor número de candidatas y a la posición más elevada que ocupaban en las listas electorales.

Gráfico VI.1 América Latina: promedios regionales de participación en cargos de toma de decisiones, 2014 o 2015a

(En porcentajes) 100

80

60

76,1

72,7

70,1

27,3

29,9

Concejalías 2014

Órganos legislativos 2015

70,9 87,7

40

20 23,9 0

29,1 12,3

Ministerios Máximos tribunales presidenciales de justicia o 2014 cortes supremas 2014

Mujeres

Alcaldías 2014

Hombres

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, sobre la base de fuentes oficiales. a Último dato disponible.

57


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico VI.2 América Latina y el Caribea: participación de mujeres en gabinetes ministeriales y distribución de sus carteras, 2014b

(En porcentajes)

Cultura y asuntos sociales (54,2)

Mujeres en gabinetes ministeriales (22,4) Medio ambiente (3,6)

Política (21,4)

Otros (2,1) Economía (18,8)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, sobre la base de fuentes oficiales. a Promedio simple de 31 países. b Último período de gobierno disponible.

Gráfico VI.3 América Latina (20 países) y el Caribe (13 países): mujeres electas en el órgano legislativo nacional, cámara única o cámara baja, 2015

(En porcentajes) 80

28,3 Haití 0,0

América Latina y el Caribe

3,1 Brasil

Belice

Antigua y Barbuda

Guyana

Argentina

Nicaragua

México

Ecuador

Cuba

Bolivia (Est. Plur. de) a

0

9,9

13,0 San Vicente y las Granadinas

10

11,1

13,3

13,2 Bahamas

13,9 Guatemala

El Caribe

Saint Kitts y Nevis

15,0

Chile

14,4

16,2

15,8

Uruguay

Paraguay

16,7

Venezuela (Rep. Bol. de)

16,7 Barbados

Santa Lucía

18,3

17,5

Colombia

Panamá

20,8

19,9

Rep. Dominicana

20

Jamaica

22,3

21,9

Perú

América Latina

Dominica

25,5 Suriname

30,4

25,8

30

Honduras

32,1

31,0

El Salvador

33,3 Granada

Trinidad y Tabago

33,3 Costa Rica

41,3

35,8

42,4

40

41,6

46,2

50

48,9

60

16,9

29,9

70

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, sobre la base de fuentes oficiales. a El dato del Estado Plurinacional de Bolivia fue proporcionado por el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, Ministerio de Justicia, en marzo de 2016.

58


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

■■

La representación de las mujeres en las alcaldías ha mostrado un incremento menor que en los cargos a nivel nacional: en la mayoría de los países (19) se sitúa por debajo del 15%, y el promedio regional llega únicamente al 12,3%. Solo un país supera el 30% (Nicaragua, con un 40,1 % de

alcaldesas), la proporción que habitualmente se considera equivalente a una masa crítica capaz de generar cambios. Otros tres países (Cuba, Jamaica y Suriname) se acercan a este umbral, con cifras por encima del 25%.

B. Autonomía económica ■■

La autonomía económica es un pilar fundamental de la autonomía de las mujeres y, por definición, requiere que estas perciban ingresos que les permitan superar la pobreza y disponer de su tiempo libremente para capacitarse, acceder al mercado laboral, desarrollarse en lo profesional y en lo personal, participar de manera activa de la vida social y política, y dedicarse a sus seres queridos sin que ello se transforme en una barrera para el logro de sus propias aspiraciones. Los ingresos monetarios y el tiempo son recursos finitos y muchas veces escasos; la evidencia empírica indica que no se reparten en forma igualitaria en los hogares, como tampoco en la sociedad. Las mujeres tienen menor acceso al dinero y a otros recursos productivos como la tierra, la capacitación y las tecnologías. A su vez, disponen menos de su propio tiempo por dedicarse al cuidado y el bienestar cotidiano de los miembros de sus familias. Esto atenta contra su autonomía y no permite alcanzar la igualdad distributiva en los hogares ni en la sociedad en su conjunto.

1. Pobreza ■■

El índice de feminidad de la pobreza refleja el porcentaje de mujeres pobres de 20 a 59 años con respecto a la proporción de hombres pobres de esa misma franja etaria, corregido por la estructura poblacional. En América Latina, este índice subió 11 puntos, pasando de 107,1 en 2002 a 118,2 en 2014. Esto significa que en 2014 el porcentaje de mujeres pobres era un 18% superior al de los hombres pobres del mismo tramo de edad, lo que expresa la sobrerrepresentación de las mujeres en este conjunto de hogares. Una situación similar pero aún más aguda se observa en los hogares indigentes: el índice se incrementó 12 puntos entre 2002 y 2014, situándose en 121,5.

Gráfico VI.4 América Latina (18 países): evolución de la incidencia de la pobreza y del índice de feminidad en hogares pobres, 2002-2014

(En porcentajes) 50 43,9

117,2

117,1

118,2

39,7

40

116 113,5

33,5 112,0

30

120

31,1

28,1

28,0

28,2

112

109,7 20

108

107,1

10

0

104

2002

2005

Pobreza

2008

2010

2012

2013

2014

100

Índice de feminidad en hogares pobres

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

2. Ingresos propios ■■

El porcentaje de la población sin ingresos propios ha disminuido en la región 10 puntos porcentuales desde los inicios de la década de 2000 hasta 2014, debido principalmente al aumento del empleo y la inserción sostenida de las mujeres al mercado laboral. Sin embargo, en América Latina, en 2014, una de cada tres mujeres mayores de 15 años que no estudiaban de manera exclusiva no tenía ingresos propios, mientras que una situación semejante solo se presenta en uno de cada diez hombres. 59


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico VI.5 América Latina (promedio ponderado de 18 países): evolución de la población sin ingresos propios, según sexo, 2002-2014

(En porcentajes)

Gráfico VI.6 América Latina (17 países): proporción de personas con ingresos propios, por tipo de ingresos y sexo, alrededor de 2014

(En porcentajes) 70

50 41,7

60

38,3

40

34,1

31,9

30

50 29,4

29,2

28,9

16,2

2002

14,7

29,4

2005

19,7

20 13,2

2008

Hombres

13,5

2010

12,7

2012

13,0

2013

12,5

0

Mujeres

La mayoría de las personas que cuentan con ingresos propios los reciben del mercado laboral. Esto se aplica a los dos sexos, aunque en el caso de los hombres la proporción llega al 59% y en el caso de las mujeres al 48%. La fuente de ingresos constituida por las ganancias —que en América Latina está asociada al trabajo por cuenta propia o independiente y presenta una brecha entre hombres y mujeres de casi el 10%— también está en el ámbito del mercado laboral y es central, ya que el trabajo independiente en la región, sea formal o informal, tiene un peso muy significativo. La proporción de mujeres que reciben transferencias es del 39%, frente al 19% en el caso de los hombres, lo que llama la atención con respecto a la dependencia de las mujeres de esta fuente de ingresos.

19,3 12,3

10

2014

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

60

38,7

30

10

■■

47,8

40

20

0

59,4

12,1

14,5

5,1 Sueldos y salarios

Ganancias

Transferencias Intereses o rentas de capital

Hombres

Otros

Mujeres

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

3. Ingresos y uso del tiempo ■■

La pobreza monetaria y la falta de tiempo conforman un círculo vicioso que resulta muy difícil de superar sin políticas especialmente dirigidas a fortalecer la autonomía económica de las mujeres. La carga del trabajo no remunerado que se les asigna culturalmente entorpece sus posibilidades de acceso al mercado laboral y se hace aún más pesada, demandando mayor dedicación de tiempo, en los hogares que necesitan aumentar sus ingresos por encontrarse en situación de pobreza. Los hogares de los primeros deciles de ingresos son los que registran mayor número de miembros dependientes del cuidado de terceros (principalmente niños y niñas, y personas con discapacidad o enfermedades crónicas). Las mujeres de estos hogares tienen mayores responsabilidades sobre un gran número de personas dependientes y una demanda de tiempo de trabajo doméstico y de cuidados que limita


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

■■

la búsqueda de empleo y las posibilidades de inserción y permanencia en el mercado de trabajo, o que las conduce a aceptar trabajos de mala calidad porque se encuentran cerca de sus hogares o tienen horarios más flexibles. Entre los hogares más pobres, del primer quintil de ingresos, un 42,1% de las mujeres mayores de 15 años no tienen ingresos propios y se dedican al trabajo doméstico no remunerado; en el quinto quintil, este porcentaje disminuye al 17,2%. De este modo, toma forma la brecha entre las mujeres según sus ingresos y los de sus hogares. Un conjunto de 19 países de la región han hecho algún intento de medir el uso del tiempo. Si bien las encuestas de uso del tiempo disponibles no son comparables, ya que cada país ha puesto distintos énfasis y establecido objetivos diferentes en sus relevamientos, es posible afirmar que en todos los casos las tendencias son similares y las brechas de género son congruentes. Las mujeres dedican más del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres, y también dedican más tiempo al trabajo total (remunerado y no remunerado).

Gráfico VI.7 América Latina (promedio ponderado de 18 países): población de 15 años o más sin ingresos propios, por sexo y quintiles de ingreso del hogar, alrededor de 2014

(En porcentajes) 50 42,1 40

37,6

34,7

28,7

30

20,5

20

19,9

17,2

13,3 10

0

8,0

Quintil I

Quintil II

Quintil III

Hombres

6,5

Quintil IV

Quintil V

Mujeres

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

Gráfico VI.8 América Latina (10 países): tiempo destinado al trabajo total, remunerado y no remunerado de la población de 20 a 59 años, por sexo, alrededor de 2014a

(En horas semanales) 100

84,7

90

80,7

Argentina 2013

Colombia 2012

Costa Rica 2011

Tiempo de trabajo no remunerado

Ecuador 2012

70,2

65,1

27,4 48,9

44,9

35,9 19,9

Tiempo de trabajo remunerado

México 2014

Panamá 2011

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Hombres

Guatemala 2014

38,3 16,3

14,1

4,7

41,5

Perú 2010

15,1 Hombres

29,0

65,8 56,6

25,3

59,9

36,0 10,0

64,2

50,1 45,7

45,2

64,9

Mujeres

52,8

16,9

20,1

9,2

5,4

Brasil 2012

55,2

72,7

50,4

52,4

33,9

23,8

52,9

Hombres

15,7 Mujeres

0

40,9

24,8

62,4

Mujeres

10

70,6

47,7 50,6

Hombres

20

67,8

25,3

24,8

24,2

46,6

25,4

Mujeres

30

40,3

46,4

59,7

Hombres

40

48,0

Mujeres

20,2

Hombres

50

58,7

55,9

Mujeres

60

66,8

Hombres

70

Mujeres

80

Uruguay 2013

Tiempo de trabajo total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de uso del tiempo de los respectivos países. a Datos a nivel nacional, excepto en el caso de Costa Rica, en que corresponden a la Gran Área Metropolitana.

61


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

4. Brecha salarial de género ■■

Las brechas salariales de género persisten como un obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y reproducen los patrones de la desigualdad. De acuerdo con la última información disponible de las encuestas de hogares de América Latina y el análisis de los ingresos medios de mujeres y hombres asalariados urbanos de 20 a 49 años que trabajan en forma remunerada 35 horas o más por semana en 18 países de la región (como promedio ponderado), a pesar de que la brecha entre mujeres y hombres se redujo 12,1 puntos porcentuales entre 1990 y 2014, las mujeres reciben en promedio un salario que equivale solo al 83,9% del que reciben los hombres.

Gráfico VI.9 América Latina (promedio ponderado de 18 países): salario medio de las mujeres asalariadas urbanas de 20 a 49 años que trabajan 35 horas o más por semana respecto del salario de los hombres de iguales características, según años de escolaridad, 1990 y 2014

(En porcentajes)

Salario de los hombres

100 Brecha

90 80

22,1

30,0

24,7

41,8

32,4

25,5

34,9

25,6

16,1 28,2

70 Salario de las mujeres

60 50 40 30

77,9

70,0

75,3

58,2

67,6

74,5

65,1

74,4

83,9 71,8

20 10 0

1990 2014 0 a 5 años

1990 2014 6 a 9 años

1990 2014 1990 2014 10 a 12 años 13 años o más

1990 2014 Total

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.

5. Los sistemas de pensiones y su deuda con las mujeres ■■

62

La seguridad social alude al derecho a la protección que se otorga a las personas para el acceso a la salud y frente a la reducción de sus ingresos, asociada a distintas causas, incluida la vejez. Las pensiones y jubilaciones son dos de sus instrumentos y el acceso a ellas es, por tanto, un pilar fundamental del ejercicio de la ciudadanía. Pese a su relevancia y a la expansión de la cobertura de los sistemas de pensiones y jubilaciones en América Latina, sus resultados evidencian brechas y desigualdades estructurales, entre las que destaca la desigualdad entre hombres y mujeres.

■■

Además, se dan voces de alerta desde la demografía, puesto que el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población redundan en un crecimiento de la proporción de mujeres entre las personas mayores. Sin embargo, su situación es precaria: en promedio, tienen una cobertura de jubilaciones y pensiones más baja y acceden a montos que son cerca de un quinto inferiores a los de los hombres. Esta situación es una tendencia común en toda la región más allá del tipo de régimen previsional específico vigente en cada país, ya sea de reparto, de capitalización individual o mixto.


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

Gráfico VI.10 América Latina (16 países): personas de 65 años o más que reciben jubilaciones y pensiones contributivas y no contributivas por sexo y brecha entre los montos medios de hombres y mujeres, alrededor de 2014a b

(En porcentajes) 100

88,0

92,8

94,8 97,1 87,1

80

81,4

85,1 84,0

61,8

60 40 20

76,5

73,6

30,7 7,9

25,0

0

22,0

19,4

19,3

22,0

68,6

41,7

39,0

32,0 8,8

67,8

64,8 63,6

88,5 86,7

77,2

18,6

13,9

38,6 38,3 34,4

15,5

11,4 19,5

14,1

50,2

50,0

36,9

27,9

-20

22,9 12,1

22,4

43,7

1,1

-33,8

Hombres (con cobertura contributiva) Mujeres (con cobertura contributiva)

Hombres (con cobertura no contributiva) Mujeres (con cobertura no contributiva)

Venezuela (Rep. Bol. de)

Uruguay

Rep. Dominicana

Perú

Paraguay

Panamá

México

Guatemala

El Salvador

Ecuador

Costa Rica

Colombia

Chile

Brasil

Bolivia (Est. Plur. de)

Argentina

-40

Brecha de montos

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a La brecha de montos corresponde a la diferencia entre el ingreso medio por prestaciones contributivas y no contributivas de las mujeres de 65 años o más con respecto al de los hombres del mismo tramo de edad. b El área de color más claro muestra, en los países cuya información permite hacer esta distinción, la proporción de personas que reciben únicamente prestaciones no contributivas. Las encuestas de hogares disponibles permiten distinguir de manera específica la recepción de pensiones no contributivas en los siguientes países: Bolivia (Estado Plurinacional de) (renta universal de vejez - Renta Dignidad), Chile (pensión básica solidaria y aporte previsional solidario), Costa Rica (pensiones de régimen no contributivo), Ecuador (Bono de Desarrollo Humano), México (pensión para adultos mayores), Panamá (Programa 120 a los 65), Paraguay (pensión alimentaria para adultos mayores), Perú (Programa Nacional de Asistencia Solidaria - Pensión 65) y Uruguay (pensión a la vejez y por invalidez).

C. Autonomía física ■■

En el ámbito de la autonomía de la mujer en relación con el control sobre el propio cuerpo, la región ha avanzado mucho en las dos últimas décadas. Sin embargo, existen dos áreas en que los países reportan tanto avances como desafíos pendientes: la salud sexual y reproductiva de las mujeres y la violencia contra las mujeres.

■■

■■

1. Maternidad infantil y en la adolescencia ■■

Uno de los obstáculos más importantes para la autonomía de las mujeres al inicio de su ciclo de vida es la maternidad en la adolescencia y, más aún, la maternidad infantil. A escala mundial, resultan sorprendentes los elevados índices de fecundidad de las adolescentes de América Latina, que solo son superados por los de África.

La tasa específica de fecundidad del grupo de entre 15 y 19 años de edad es mucho más alta de lo previsto en función de la fecundidad total. La tasa de fecundidad general disminuyó en la región entre 1990 y 2010, sobre todo en la última década. Sin embargo, esta tendencia no se refleja en la maternidad en la adolescencia. La tasa de fecundidad llega a 76 hijos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y los 19 años, situación que refleja el déficit de la región en materia de políticas de salud sexual y reproductiva para esta población. La información disponible proveniente de la ronda de censos de 2010 indica que el 13% de las mujeres de entre 15 y 19 años habían sido madres. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) de México, se produjo un incremento del 11,3% en solo cinco años, que está influido 63


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Gráfico VI.11 América Latina (18 países): mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años de edad que son madres, alrededor de 2010

(En porcentajes) 25

19,7 19,9

20

9,5

11,1 11,5 11,8 11,5

14,4 14,6 15,4 15,4 15,4

17,0 17,2

2,7

2,5 2,1

2,0

1,8 1,3

1,5

1,4

1,6 1,0

1,0

2,5

1,9

0,7

0,9

0,8

0,7

0,5

Alrededor de 1990

Alrededor de 2010

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Base de datos CEPALSTAT e informes nacionales de encuestas de demografía y salud y de salud reproductiva: Guatemala, dato de alrededor de 2010: cuadro 4.9, V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008-2009; Honduras, dato de alrededor de 1990: cuadro 4-9, Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar 1996; Nicaragua, dato de alrededor de 2010: cuadro 4.7, Encuesta Nicaragüense de Demografía y Salud; Paraguay, dato de alrededor de 2010: cuadro 4.7, Encuesta Nacional de Demografía y Salud Sexual y Reproductiva 2008; Ecuador, dato de alrededor de 2010: cuadro 6.6, Encuesta Nacional Demográfica y de Salud Materna e Infantil 2004.

Gráfico VI.13 América Latina (9 países): mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años de edad pertenecientes a pueblos indígenas que son madres, alrededor de 2010 35 28,7

14,8

20,1

Colombia 2005

12,5

18,5

Ecuador 2010

32,4

16,4

10 5

Brasil 2010

Costa Rica 2011

0 Nicaragua 2005

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de procesamientos especiales de microdatos censales de población.

20 15

31,6

25,6

25

Perú 2007

Nicaragua, 2005

Rep. Dominicana, 2010

Ecuador, 2010

Honduras, 2013

Panamá, 2010

Guatemala, 2002

El Salvador, 2007

Colombia, 2004

Venezuela (Rep. Bol. de), 2011

Bolivia (Est. Plur. de), 2012

México, 2010

Argentina, 2010

Perú ,2007

Chile, 2002

Brasil, 2010

Paraguay, 2007

Uruguay, 2011

30

Costa Rica, 2011

Rep. Dominicana

Paraguay

Nicaragua

Honduras

Haití

Guatemala

Ecuador

0,3 Colombia

0

1,0

0,6

Perú

1,5

1,9 1,7

(En porcentajes)

5 0

3,3

3,0

México 2010

10

12,3 12,4 13,0 13,3

3,5

Panamá 2010

15

(En porcentajes)

Uruguay 2011

■■

Gráfico VI.12 América Latina y el Caribe (10 países): mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años de edad que fueron madres antes de cumplir los 15 años de edad, alrededor de 1990 y de 2010

Bolivia (Est. Plur. de)

por el bajo uso de anticonceptivos (solamente el 54,8% de las adolescentes emplearon un método anticonceptivo en su primera relación sexual) y por el aumento del porcentaje de la población adolescente que alguna vez ha sido sexualmente activa, que pasó del 15% en 2006 al 23% en 2012 en el tramo etario de 12 a 19 años. Por otra parte, en la mitad de los países que disponen de datos (cinco de diez), entre 1990 y 2010 se produjo un incremento del porcentaje de mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años de edad que fueron madres antes de cumplir 15 años de edad. El aumento es mayor en Colombia, el Ecuador y la República Dominicana. Al analizar la maternidad en la adolescencia en nueve países de los que se tiene información, se observa que en cinco de ellos —Panamá, el Brasil, Costa Rica, Nicaragua y Colombia— la incidencia del embarazo entre las mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años que pertenecen a pueblos indígenas y habitan en zonas rurales supera el 20%. En el Brasil y Panamá, una de cada tres mujeres de entre 15 y 19 años de este segmento eran madres.

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Mujeres indígenas en América Latina: dinámicas demográficas y sociales en el marco de los derechos humanos, Documentos de Proyecto (LC/W.558), Santiago, 2013, cuadro 13, página 85.

64


Panorama Económico y Social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2016

con este flagelo. Además de las medidas concretas de prevención, atención, protección y reparación, otro desafío en este camino hacia la erradicación de la violencia lo constituye la disponibilidad de información. En los países del Caribe de habla inglesa y neerlandesa, se cuenta solo con información sobre feminicidios íntimos o muertes de mujeres ocasionadas por su pareja o expareja íntima. De acuerdo con la información del último año disponible, de los ocho países que cuentan con datos la tasa más alta la tiene Suriname (2,6 por cada 100.000 mujeres), que es el único país que dispone de datos sobre feminicidio ampliado. Es esperable que en el corto plazo los países del Caribe mejoren sus registros administrativos de violencia contra las mujeres y generen información desglosada sobre este fenómeno y sus características.

2. Feminicidio Un avance significativo de los últimos años ha sido la aprobación, en 16 países de la región, de leyes o reformas a los códigos penales en que se tipifica el delito de asesinato de una mujer por el solo hecho de ser mujer, bajo la denominación de femicidio o feminicidio (como un delito independiente de otros ya contemplados en las normas penales), o se lo califica como agravante de un homicidio. De acuerdo con la información oficial proporcionada por los países de la región al Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, en 2014 un total de 1.903 mujeres de 17 países fueron víctimas de feminicidio. Esta cifra es un fuerte llamado de atención para sostener y profundizar los esfuerzos a nivel nacional para terminar

■■

■■

Gráfico VI.14 América Latina (15 países): feminicidios o femicidios, 2014

(En números absolutos y tasas por cada 100.000 mujeres) 600

14

12,9

12

500 531

Gráfico VI.15 El Caribe (8 países): muertes de mujeres ocasionadas por su pareja o expareja íntima (feminicidios íntimos), último año con información disponible

(En números absolutos y tasas por cada 100.000 mujeres) 10

8

300

5,46

Chilea

Costa Rica

Colombia a

Perú

Ecuador

90 1,36 1,34 1,16 1,02 97 2 1,02 0,94 0,59 0,58 0,58 0,45 36 32 24 26 14 40 0 Paraguay

Guatemala

El Salvador

Rep. Dominicana

Número absoluto

9

8

6

7

1,9

1,8

4

145

Argentina

44

188 Honduras

2,30

Nicaragua

2,68

Panamá

3,61

Uruguay

183

100

225

217

Puerto Rico

200

6

3 2,6

10

400

0

■■

Tasa por cada 100.000 mujeres (eje derecho)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe [en línea] http://oig.cepal.org/es. a Colombia y Chile solo informan casos de feminicidio íntimo (es decir, cometido por la pareja o expareja íntima).

2 1,4 1,1

4

5 0,7

2

0

1

0,6

2 1 Suriname 2014

1

1

Granada San Vicente Barbados Santa Lucía Trinidad y Jamaica y las 2014 2015 Tabago 2015 2013 Granadinas 2015 2013

Número absoluto

1 Dominica 2014

0

Tasa por cada 100.000 mujeres (eje derecho)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe [en línea] http://oig.cepal.org/es.

65



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