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B. Las Convenciones de Río y las soluciones basadas en la naturaleza
from Soluciones basadas en la naturaleza y la bioeconomía: contribución a una transformación sostenible..
basadas en la Naturaleza. Por su lado, la CNULD (2020) utiliza el término de Soluciones basadas en la Tierra para responder aunadamente a la problemática de la degradación de la tierra y recuperación posterior a la pandemia. Howes y otros (2020) usan el término Soluciones de Salud basadas en la Naturaleza, llamando a conservar la biodiversidad como fuente de medicinas. En el anexo 2 se presenta la evolución de la producción de literatura referida a las SbN. Palomo y otros (2021) atribuyen la reciente notoriedad de las SbN a su potencial para generar múltiples beneficios en circunstancias en la que todos ganan. Nesshöver y otros (2017) subrayan que las SbN permiten superar visiones sólo enfocadas en la rentabilidad de corto plazo. Sus beneficios incluyen su menor costo comparado con alternativas tradicionales, la posibilidad de generar múltiples impactos ambientales positivos, así como beneficios sociales tales como la generación de empleo y oportunidades de ingresos, mejorando la resiliencia de las comunidades y la economía. Las SbN son un concepto que trabaja en la interfaz entre las disciplinas científicas, el ámbito de políticas públicas y sus aplicaciones prácticas, con amplia versatilidad y rango de acción (Dorst y otros, 2019; Hanson y otros, 2020; HerrmannPillat y otros, 2022). Las SbN no han estado exentas de controversia. Se duda de sus supuestos menores riesgos y grados de inversión requeridos, el grado madurez como alternativas promisorias, los eventuales tradeoffs que pueden conllevar, su carácter tecnocrático que puede obviar consideraciones sociales y dar lugar a respuestas inmediatistas que perjudiquen la biodiversidad o descuiden otras acciones importantes en favor de la mitigación del cambio climático (Dasgupta, 2021; Seddon y otros 2021, Simelton y otros, 2021, Osaka y otros, 2021). McElwee y otros (citados por Smith y otros, 2019) señalan que existen muchas áreas de incerteza remanentes en lo relativo a la medición y valoración de los servicios ecosistémicos, lo cual incide en la evidencia de su efectividad y en las opciones de política a desarrollar. Estas limitaciones son extendibles a las SbN, más aún en los países en desarrollo (Seddon y otros, 2021; Simelton y otros, 2021). La UICN generó ocho principios para las SbN, relacionados con adoptar normas para la conservación de la naturaleza (P1), procurar la mantención de la diversidad biológica y cultural (P5), ser sitio-específicas (P3), su posibilidad de ser aplicadas a escala de paisaje (P6), solas o en conjunto con otras medidas que aborden desafíos sociales (P2), ser capaces de producir beneficios sociales equitativos (P4) y de abordar los trade-offs entre los beneficios económicos y los ecosistemas, y ser parte integral de los marcos de política (P8) (Cohen-Shacham y otros, 2019). Herrmann-Pillat y otros (2022) argumentan que los desarrollos conceptuales en la ciencia ambiental y de sostenibilidad estan guíados por la necesidad de comunicación entre los investigadores y los formuladores políticas, y organismos de implementación, a fin de generar el compromiso de varias partes. Puesto que las SbN emergen en la interfaz ciencia, política y práctica, tienen la ventaja de ser un abordaje comprendido y cercano a los profesionales que implementan soluciones relacionadas con cuestiones ecológicas en diferentes escalas; de ahí que sean defendidas y promovidas por diversos actores del ambito ambiental internacional y local (Osaka, 2021; Herrmann-Pillat, 2022). Este documento se centra en el rango de las SbN que apoyan al ámbito de recuperación post pandemia y desarrollo bioeconómico, por cuanto: i) incluye soluciones inspiradas en procesos de la naturaleza; ii) se enfoca en opciones que producen beneficios de triple impacto (ambientales, sociales y económicos) y la rentabilidad de las soluciones; y iii) hace mención explícita a la construcción de resiliencia, un elemento fundamental para el escenario pospandemia y la transformación de los sistemas alimentarios.
En la década de 1980, junto con el reconocimiento de la envergadura del deterioro ambiental y del clima globalmente, creció la preocupación entre los países por frenar sus impactos. Las convenciones sobre diversidad biológica, cambio climático y desertificación —derivadas de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, conocida como Cumbre de la Tierra, efectuada en Río de Janeiro