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Introducción

En 2021, la actividad económica repuntó de manera significativa en América Latina y el Caribe. Las condiciones macroeconómicas mundiales contribuyeron a la dinámica de crecimiento de la región mediante la reactivación de la demanda y el comercio que se dio a nivel mundial en el marco de los estímulos fiscales y monetarios que se siguieron brindando en los países desarrollados. El crecimiento de la región en su conjunto ascendió a un 6,3% y fue impulsado por la demanda agregada, sobre todo por el consumo privado y la inversión (CEPAL, 2022). No obstante, dicho crecimiento empezó a desacelerarse antes de lo esperado en 2021, y exhibió un escaso dinamismo en el segundo semestre del año.

Durante 2021, la política fiscal de la región se caracterizó por una reducción del déficit fiscal producto de un aumento significativo de los ingresos públicos y de la disminución del gasto público que tuvo lugar debido al vencimiento de las medidas de emergencia que se habían adoptado el año anterior. El repunte de la recaudación tributaria, que alcanzó el nivel más alto de las últimas décadas, reflejó la reactivación de la actividad económica y, en algunos países, el aumento de los ingresos fiscales provenientes de los recursos naturales no renovables que tuvo lugar gracias a la cotización internacional favorable de las materias primas. También hubo un efecto intertemporal producido por los ingresos recaudados en 2021 que correspondían a 2020 y no se habían percibido debido a las medidas de alivio tributario de aquel año. El gasto público se redujo en 2021 —sobre todo debido al efecto base producido por los egresos excepcionales que hubo en 2020, cuando se otorgaron subsidios y transferencias corrientes de emergencia—, pero permaneció por encima de los niveles anteriores a la crisis.

En 2022, el entorno macroeconómico se ha vuelto más complejo y la región enfrenta nuevos choques externos que repercuten en el crecimiento y el manejo de la política macroeconómica. Se prevé una fuerte desaceleración del crecimiento y el comercio mundial, en un contexto en que los precios de las materias primas —sobre todo del petróleo y los alimentos— han aumentado como resultado de la guerra en Ucrania. Este choque ha reforzado la tendencia al alza de la inflación mundial y ha ejercido presión para que se acelere la normalización de la política monetaria en los países desarrollados. La mayor volatilidad en los mercados financieros, así como el hecho de que se redujera el apetito de riesgo de los inversores, está afectando los flujos de capital que llegan a los mercados emergentes, lo que tiene consecuencias sobre la volatilidad cambiaria y el costo financiero de la deuda. En su más reciente proyección, de abril de 2022, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que en 2022 la región tendrá un crecimiento promedio del 1,8%.

Frente a este panorama, en 2022 se enfrentan retos importantes en lo que atañe a la política fiscal de la región. La mayor desaceleración del crecimiento debilitaría la recaudación tributaria, que en 2021 había desempeñado un papel central en la reducción del déficit fiscal, mientras que la aceleración de la inflación ha llevado a los bancos centrales a un manejo más restrictivo de la política monetaria, lo que podría tener un impacto negativo de la dinámica del crecimiento. A su vez, el aumento de precios ejercería presión para que los países tomaran medidas que tuvieran impacto en las finanzas públicas, como otorgar subsidios y desgravar productos básicos y combustibles para limitar la erosión del poder adquisitivo de los hogares, especialmente de los más vulnerables. El deterioro de las condiciones financieras debido a las mayores tasas de interés, al riesgo de que disminuyan las calificaciones crediticias y a las depreciaciones de las monedas podría elevar al mismo tiempo los costos del financiamiento y ejercer presión en las finanzas públicas. Este aumento de las tasas de interés en un contexto de bajo crecimiento podría generar demandas adicionales de apoyo a sectores productivos que aún no han logrado recuperarse de los efectos de la pandemia.

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