REVISTA CREA - N.º 403 Mayo 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-
• Mayor variabilidad climática • Aumento de costos • Indefinición del tipo de cambio • Malezas resistentes
N.º 403 Mayo 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-
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Sumario
CREA
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Un escenario que requiere nuevas habilidades
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Sigue el veranito para los granos
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“La responsabilidad de preservar el suelo no es una elección”
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Otra manera de vender soja
Planificación de la campaña agrícola 2014/15.
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Aunque los países en desarrollo muestran una desaceleración de su economía, los commodities agrícolas siguen ofreciendo buenas señales.
Entrevista al diputado Luis Basterra.
Una familia de productores CREA que se animó a más. 24
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ENCUESTA AGROPECUARIA CREA
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AACREA participó en la Asamblea de la Organización Mundial de Agricultores
El primer relevamiento efectuado entre los integrantes del Movimiento revela buenos rendimientos productivos, pero resultados económicos muy afectados por el incremento de costos.
El evento reunió a más de un centenar de asociaciones rurales de 80 países.
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Actualización técnica en trigo
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Secado de colza
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Una alternativa biológica para el control de parásitos resistentes
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El espejo australiano de la lechería argentina
Recomendaciones de Jorge González Montaner. Experiencias desarrolladas en el sur bonaerense. Resultados del primer año de trabajo experimental en un establecimiento de Olavarría.
Los fundamentos de la competitividad en ambos países. 64
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Buenas prácticas en el uso de insecticidas
El empleo de trampas de luz permite monitorear las poblaciones de insectos y trazar una estrategia preventiva de control.
El CREA más austral del país Perfil productivo y comercial del grupo Pedro Luro.
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Un competidor serio que viene en camino Avance del sector agrícola en Ucrania.
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Distorsiones por el impuesto a las ganancias
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Congreso Tecnológico 2014
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noticias de empresas
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Se deberá pagar por utilidades ficticias como consecuencia del no ajuste por inflación impositivo.
Programa y oradores.
SECCIÓN ECONÓMICA 92
El precio de la tierra
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LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR
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APUNTES
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AACREA
Editorial
Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola
FUNDADOR ARQ. PABLO HARY (†) COMISIÓN DIRECTIVA – EJERCICIO 2012/13
Frente a una nueva campaña agrícola Comienza un nuevo ciclo de producción de granos que despierta expectativas favorables, pero también desafíos complejos. Venimos de una campaña que tuvo muchas complicaciones en su transcurso, aunque, según lo recolectado hasta ahora, en términos generales daría rendimientos aceptables, que permitirían equilibrar los resultados de muchas empresas que arrastraban problemas de años anteriores. El ejercicio 2014/15 comienza con muy buenas condiciones de humedad en los suelos y con precios internacionales que tienden a recuperarse, pero también con gastos directos que aumentaron en dólares y una alta presión impositiva, lo que genera costos de producción cada vez mayores. A esto se añaden las restricciones referidas a la comercialización, las cuales seguramente determinarán que el potencial incremento en la superficie de trigo estimado para la nueva campaña tenga un techo. En definitiva, seguiremos resignando superficie y producción. Es un escenario que permite invertir en tecnología, pero sólo lo necesario, sin gastar de más. Un escenario que no admite errores, ya que pueden pagarse muy caros. También habrá que levantar la vista de lo cotidiano y revisar los sistemas productivos a la luz de los cambios estructurales que están ocurriendo en la agricultura. El clima –cada vez más imprevisible- obliga a revisar los planteos tradicionales y a diversificar con nuevos modelos y manejos, con el maíz tardío como caso emblemático. Más allá del contexto más o menos complejo en el cual debamos manejarnos, lo diferencial será aquello que cada uno de nosotros, desde su empresa, desde su CREA, haga para desarrollarse en él. En definitiva, lo que podamos hacer como Movimiento para que nuestras empresas mantengan la competitividad. Es allí donde el método CREA adquiere relevancia. En todos sus estamentos, en todos sus integrantes. Permítanme felicitar y agradecer el compromiso de todas las regiones que ya han fijado fecha para la realización del Taller de Asesores, a través del cual aspiramos a brindar herramientas que permitan afrontar un año, al menos, complejo, convencidos de la importancia del rol del asesor en su vinculación con los grupos. El trabajo en equipo, la escucha activa, el compromiso y la búsqueda de soluciones a las dificultades, han sido características del Movimiento. En este sentido, ya hemos visitado siete regiones. Todas con alguna problemática que resolver. Algunas, con empresas seriamente comprometidas en lo productivo y en lo económico. Otras, con un buen resultado final. En todas, el mismo entusiasmo, mirando para adelante, aplicando el método y buscando en sus pares aquello que, a veces, es difícil encontrar en soledad. Como nos decía Oscar Alvarado: No hay mejor lugar que un CREA para atravesar momentos difíciles. Y en esto debemos trabajar. Ampliando cada día más nuestras fronteras de manera tangible. Ya no alcanza con hacerlo en nuestro CREA. Debemos proceder con la generosidad y el compromiso de hacerlo más visible en nuestras Regiones y en todo el Movimiento. Convencidos de que, si lo logramos, aquello que valoramos en términos de resultados en nuestro CREA, se verá multiplicado en más de 200 grupos. Agregando una diversidad de miradas, potenciando muchas más ideas, ampliando, pero, sobre todo, optimizando y utilizando nuestra red. Sin dudas, como cité en editoriales anteriores, este no será un año fácil. Pero está en nosotros, como Movimiento, hacer aquello que nos corresponde. No dudo de que, así, estaremos cumpliendo con nuestro aporte a esa Argentina Posible.
Alejandro Blacker Presidente de AACREA
Presidente Vicepresidente Secretario Prosecretario Tesorero Protesorero Vocal titular Vocal titular Vocal suplente
Alejandro Blacker Francisco Iguerabide Fernando Zubillaga David Líbano Ángel Boschetto Santiago del Solar Alejandro Toso Hermenegildo Pini Gerardo Sibaja
Revisores de Cuentas Francisco Lugano y Bernardo Debenedetti Vocales regionales Oeste: Domingo Iraeta; Mar y Sierras: Hernán Moreno; Litoral Norte: Francisco Velar; Litoral Sur: Luis María Urriza; Norte de Buenos Aires: Rubén Grego; Centro: Gerardo Irouleguy; Sudoeste: Ernesto Leiro; Sudeste: Alberto Garré; Semiárida: Cornelio Donovan; Norte de Santa Fe: Paula Mitre; Este: Andrés Egli; Sur de Santa Fe: Santiago Nóbile; Santa Fe Centro: Diego Lescano; Oeste Arenoso: Mariano Sobre; NOA: Julio Puchulu; Valles Cordilleranos: Juan Pablo Castellano; Córdoba Norte: Alejandro Conci y Chaco Santiagueño: Sergio Sartori. Consejo consultivo Eduardo P. Pereda, David Arias (†), Esteban L. Berisso, Luis E. Garat, Federico Méndez Duhau (†), Miguel I. Moneta, Lorenzo Amelotti, Manuel Candia, Manfredo von Rennenkampff, Bruno Quintana, Marcelo Lanusse, Alberto Ruete Güemes, Orlando Williams Seré, Luis M. Coviella, Eduardo Pereda (h), Carlos M. Vaquer, Marcos Rodrigué, Marcelo Carrique, Germán Weiss, Oscar Alvarado (†), Rafael Llorente, Juan Balbín y Juan Carlos Burgui. Socios honorarios Gregorio Pérez Companc, Wolfgang Grabisch, Marino Zafanella (†), Carlos Puricelli (†), Gianfranco Pensotti (†), Ignacio Galli, Luis Barberis (†), Adolfo Glave, Jorge Molina (†), Ángel Berardo, Sergio Lenardón, Bolsa de Cereales, Adolfo Casaro, Marcelo Foulon, INTA, FAUBA y Ernesto Viglizzo. Coordinadores regionales Oeste: Ignacio Lamattina; Mar y Sierras: Nora Mailland; Litoral Norte: Alejandro Socas; Litoral Sur: Fernando García Frugoni; Norte de Buenos Aires: Pedro Estrugamou; Centro: Carlos Peñafort; Sudoeste: Marcelo Canosa; Sudeste: Pablo Corradi; Semiárida: José Ansaldo; Norte de Santa Fe: Edgardo Dutto; Este: Daniel Fernández Cisneros; Sur de Santa Fe: Santiago Gallo; Santa Fe Centro: Rodolfo Tkachuk; Oeste Arenoso: Diego Pons; NOA: Daniel Rossi; Valles Cordilleranos: Fernando Ruiz Toranzo; Córdoba Norte: David Rubin y Chaco Santiagueño: Marcelo Zucal. Coordinador general Jorge Latuf Equipo de dirección organizacional Comunicación y Marketing: Graciana Mujica; Investigación y Desarrollo: Ricardo Negri. Metodología y Desarrollo Personal: Federico Guyot Administración, Procesos y Gestión de Personas: Eduardo Bottinelli; Compromiso con la Comunidad: Germán Castellanos
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Un escenario que requiere nuevas habilidades Planificación de la campaña agrícola 2014/15
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El principal tablero de comando de la campaña agrícola 2014/15 será el financiero. En el actual escenario, muchas de las recetas que fueron útiles en otras épocas pueden tornarse inválidas. Un ejemplo es la reformulación de contratos de alquiler. Este año, Santiago Carnero –gerente de producción de Velay Inversiones– comenzó a implementar un sistema de pagos mensuales fijos en pesos a cuenta del resultado final del cultivo, el cual se determina a partir de una fórmula integrada por quintales por hectárea más un porcentaje del rinde promedio del cultivo. En el caso de trigo/soja de segunda, se acordó realizar dos liquidaciones por campaña –una en enero y otra
en mayo– con los precios correspondientes a cada producto (promedio mensual disponible). “El pago mensual ofrece seguridad al propietario en función de sus necesidades económicas, al tiempo que permite brindar previsibilidad operativa y financiera al arrendatario”, explica Carnero (quien integra los grupos CREA Larroque-Gualeguay y Guayacán). Antes de cosechar, Carnero toma fotos de las malezas difíciles de controlar para mostrárselas a los propietarios de cada campo. “Lo hago para evitar que las malezas terminen siendo un problema este año; estamos proponiendo a los propietarios hacernos cargo de su control más
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allá de cuál sea el estado de la renegociación del contrato de arrendamiento. Si nos ponemos de acuerdo, asumimos el costo. Y si no nos ponemos de acuerdo, el propietario nos reintegra el costo de la aplicación y puede ofrecer el campo limpio a un nuevo interesado”, comenta. “El año pasado muchos operadores salieron del negocio agrícola en campo alquilado; los que nos quedamos le estamos pidiendo a la actividad la renta que debió haber tenido siempre”, añade. Carnero indica que en la próxima campaña, luego de una reducción obligada, en los campos propios se incrementará el área de trigo para promover la sostenibilidad del sistema agrícola; y seguramente se reducirá la superficie de cebada. “Nos costó mucho comercializarla”, señala.
Pero el hecho de disponer de muchos pesos en el bolsillo no necesariamente implica que se vaya a contar con los recursos necesarios para poder sembrar lo mismo que el año pasado. La inflación, en algunas circunstancias, puede generar una ilusión de riqueza que, al final del día, se descubre (amargamente) que no es tal. “En las últimas semanas nos han ofrecido nuevos campos, pero creemos que en las actuales circunstancias, no hay interés en crecer en superficie, sino más bien en renovar contratos en buenos campos y dejar los que no son fáciles de trabajar”, señala Lucas Santos, responsable de Producción de Quality Group (empresa integrante del CREA Pergamino).
Costos directos Ilusión monetaria “Este año, el principal riesgo lo correrán aquellos productores que, tras haber logrado una buena cosecha gruesa, salgan a pagar alquileres sin haber realizado una adecuada planificación financiera”, comenta Matías Campos, asesor del CREA Alejandro-Chaján. Probablemente, algunas zonas productivas logren muy buenos rindes de soja y de maíz tardío.
“Esta campaña habíamos presupuestado un costo directo de soja de 300 U$S/ha y terminó siendo de 370 U$S/ha, por las mayores erogaciones en herbicidas e insecticidas”, comenta Jorge Somovilla, integrante del CREA San Pedro-Villa Lía. En el ciclo 2014/15, la diferencia de costo directo de una soja de primera en el sudeste cordobés podría ser del orden de 100 U$S/ha entre un campo bien manejado y otro con alta presencia de yuyo colorado y gramíneas resistentes a glifosato (ver gráfico 1). “Al momento de alquilar un nuevo campo, es necesario ser sumamente cuidadosos en lo que respecta a la evaluación del pool de malezas presentes, porque las diferencias de costos pueden llegar a ser enormes entre un campo prolijo y otro descuidado”, señala Luciano Ascheri, asesor del CREA Monte Maíz. “Ante la duda sobre la historia de un campo, lo recomendable sería presupuestar lo necesario para realizar un control adecuado de todas las malezas presentes en la zona”, añade. Se acabó la agricultura de insumos en la que todo se solucionaba con aplicaciones. Ahora el factor humano es esencial para realizar monitoreos y diagnósticos precisos, diseñar estrategias de control adecuadas y llevar a cabo aplicaciones en los plazos previstos. Todo eso –por supuesto– es más caro. Pero termina siendo muchísimo más caro no hacerlo o hacerlo mal. “Con la generalización del problema de las malezas resistentes, la economía de escala dejó de ser una variable que juega a favor del negocio. Es preferible tener poco y bueno que mucho y malo”,
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que constituye la principal barrera de ingreso al negocio; además, los maíces que van detrás de arveja muestran una muy buena evolución”, explica Pérez. “Los primeros números que estamos haciendo para planificar la campaña 2014/15 generaron sorpresa en lo que respecta al aumento de costos directos de la soja de primera, que pasarán de 9 a más de 13 qq/ha, especialmente por una mayor incidencia de las aplicaciones contra malezas resistentes y la presión de plagas”, añade el asesor.
Campos: “Este año, el principal riesgo lo correrán aquellos productores que, tras haber logrado una buena cosecha gruesa, salgan a pagar alquileres sin haber realizado una adecuada planificación financiera”.
Financiación
sostiene Diego Hugo Pérez, asesor de los grupos CREA Gálvez y Las Petacas. “En el actual escenario, la mejor estrategia defensiva es la reducción de área y el incremento de la rotación y la intensificación agrícola. En tal situación, se observan diferencias enormes entre los empresarios que trabajan en red y cuentan con asesoramiento, y aquellos que producen en soledad con escasa información”, agrega. En los campos propios de la zona, el objetivo de la campaña 2014/15 es incrementar la intensificación por medio del aumento del área de trigo y de arveja. “En el ciclo 2013/14, el rinde promedio de arveja del CREA Gálvez fue de 11 qq/ha, un nivel cercano al rinde de indiferencia. Pero al menos quedó semilla para esta campaña,
El año pasado, buena parte de la campaña se financió con tarjetas agropecuarias que, en muchos casos, permitieron acceder a tasas reales en pesos del 12-13% anual. Los directivos de las principales entidades bancarias privadas que operan en el sector agropecuario están trabajando en el armado de propuestas de financiamiento atractivas para 2014. La idea es que, tal como ocurrió el año pasado, en la próxima campaña también haya posibilidades de financiar la compra de insumos con tasas de interés que, en términos reales, sigan siendo negativas. Para financiar arrendamientos, en algunos casos existen oportunidades para tomar créditos en dólares con una tasa del 4 y 5% para 180 y 360 días de plazo, respectivamente. Tales líneas exigen como garantía un forward de soja del ciclo 2014/15. Además, aún existe disponibilidad de créditos para pymes con tasas subsidiadas para comprar activos (Línea de Inversión Productiva). Se trata de créditos con una tasa anual fija en pesos del 17,5% a cuatro años, que, por lo general, las entidades bancarias ofrecen a sus mejores clientes.
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Campaña fina En los mejores ambientes de la zona Mar y Sierras, la actividad agrícola más segura para el próximo ciclo –a partir de los precios esperados– sería trigo/ soja de segunda (cuadro 1), mientras que en los ambientes regulares, la ventaja sería para la cebada/ soja de segunda, según datos de Miguel Redolatti, asesor de los grupos Tandil y San Manuel. Con los precios de colza 2014/15 ofrecidos por la exportación (370 a 380 U$S/t), esa oleaginosa queda fuera de competencia con respecto al trigo (además, en la última campaña algunos productores registraron importantes dificultades para poder colocar el producto en condiciones razonables).
Heterogeneidad Los avances realizados en los últimos años en ambientación agrícola permitieron determinar
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que la variabilidad intrazonal es tan significativa como la presente entre las diferentes regiones productivas. Actualmente existen herramientas tecnológicas que permiten medir esa variabilidad con información satelital. Los números del negocio agrícola son tan finos que ningún empresario debería cerrar un acuerdo de alquiler sin antes examinar las imágenes satelitales del campo debidamente procesadas e integradas con un sistema GIS (Geographic Information System). “En el contexto actual, la capacidad de pago de un arrendamiento debería realizarse en función del potencial productivo presente en cada ambiente y no del promedio de cada zona”, asegura Santiago González Venzano, director de la consultora Solapa4. A partir de los datos reales generados por caracterizaciones georreferenciadas de ambientes en diferentes zonas productivas argentinas, los técnicos de Solapa4 crearon una matriz que
González Venzano: “En el contexto actual, la capacidad de pago de un arrendamiento debería realizarse en función del potencial productivo presente en cada ambiente y no del promedio de cada zona”.
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permite evaluar la capacidad teórica de pago de un arrendatario agrícola en la campaña 2014/15 (el “FAS teórico” de la tierra). El modelo –que contempla una renta esperada del 20% para el arrendatario con un precio esperado de la soja de 289 U$S/t– permite apreciar que en una misma zona existen diferentes capacidades de pago de alquiler a partir de los distintos ambientes presentes (ver cuadro 2 y mapa).
“En enero de este año, los cultivos, en muchas regiones productivas, sufrieron un severo estrés a causa de las escasas lluvias. Vimos entonces una gran oportunidad para cruzar la imagen Landsat 8 de mediados del primer mes de este año con las capas de información georreferenciada que los productores estaban generando”, comenta González Venzano. Como cada polígono de la imagen Landsat tiene muchos píxeles (30 x 30 metros), se generaron dos valores: el índice verde promedio (que indica el potencial del lote) y el coeficiente de variación (grado de heterogeneidad). “De esta manera, los productores pudieron visualizar cómo estaban sus cultivos en las distintas zonas productivas y, lo más interesante, también pudieron comparar cómo se encontraban con respecto al promedio de su zona”, relata González Venzano. “Empresarios que producen en diferentes regiones pudieron reconocer grandes diferencias entre campos en un rango de valores de un máximo de 0,60 a un mínimo de 0,10 de índice verde medio. Este proceso resultó muy útil para realizar una auditoría objetiva y eficiente en su relación costo/ beneficio”, añade (ver ejemplo en el gráfico 2). “Luego clasificamos los lotes de soja por su índice verde medio (en el eje de las X) y por su variabilidad intralote (en el eje de las Y) con el objetivo de hacer recomendaciones, a nivel de lote, en caso de que su próximo destino (2014/15) fuera el cultivo de maíz”, explica el consultor. De esa manera, los lotes que a pesar de la sequía mostraban un índice verde medio relativamente alto son candidatos potenciales para sembrar maíz temprano. En cambio, aquellos que acusaban la sequía con un índice verde medio más bajo serían más proclives a recibir planteos de maíz tardío (ver ejemplo en el gráfico 3). “Al analizar el coeficiente de variación intralote, detectamos aquellos más heterogéneos, que son los que nos dan la oportunidad de capturar valor haciendo agricultura de precisión. El impacto de emplear densidad variable en maíz en esos ambientes es muy elevado, tanto por el ahorro de costos como por el aumento de rendimiento al reducir la densidad en los ambientes más restrictivos”, explica González Venzano (gráfico 3). f CREA
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Sigue el veranito para los granos Aunque los países en desarrollo muestran una desaceleración de su economía, los commodities agrícolas siguen ofreciendo buenas señales
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Sebastián Salvaro, integrante de Globaltecnos S. A., ofreció una alentadora descripción de lo que sucede en los mercados de granos al hablar en una jornada de cosecha fina organizada por los CREA de la región Sudoeste. El analista aseguró que si bien hay una desaceleración del crecimiento de los países en desarrollo, no se vislumbra una posibilidad cierta de que eso afecte a los commodities agrícolas. Salvaro señaló, además, que no hubo una recuperación importante de las existencias de soja y que se va a sembrar menos maíz en el mundo, por lo que cabe esperar una recuperación de los precios con el avance del almanaque. De cara al comienzo de una nueva campaña, aconsejó a los productores no dejarse llevar sólo por el contexto macroeconómico y político para tomar decisiones.
Los granos, a salvo Al comienzo de su exposición, Salvaro comentó que los países que empujaban la locomotora del crecimiento mundial –India, China, Brasil– están creciendo a un ritmo menor. “Por diversos factores, el crecimiento mundial se está desacelerando”, advirtió. Al mismo tiempo, las economías desarrolladas –la Unión Europea y EE. UU.– están empezando a consolidarse nuevamente, pero de una manera muy lenta; y añadió que “una parte de la desaceleración de los países emergentes tiene que ver con el resurgimiento de los países desarrollados, básicamente porque el comportamiento de su política monetaria genera una fuga de capitales de los países emergentes hacia EE. UU. o hacia algunos países de la Unión Europea, como Alemania o Francia”, explicó. Más allá de la desaceleración de las economías de los países emergentes, el orador sostuvo: “No estamos hablando de ninguna crisis mundial; es más, cuando se produjo la crisis en Europa y en EE. UU. tampoco repercutió desfavorablemente en la Argentina”, aclaró Salvaro, para agregar: “Seguramente esto va a tener un impacto en la economía mundial, pero hoy no tenemos razones para pensar que nos va a afectar en lo inmediato, ya que las importaciones de China y de India, sean de soja, de harina o de aceite, están nuevamente en niveles récords”, argumentó. Respecto a los fundamentals del mercado, el analista marcó que “a nivel global se están
recomponiendo los precios de todo el complejo de los granos forrajeros. Y en esa recuperación, el maíz está a la cabeza, seguido por el trigo, la cebada y el sorgo”. Esta recomposición genera un cambio estructural en la campaña internacional que se está cerrando con la cosecha gruesa argentina. “Hacia adelante la película es distinta, básicamente porque no hay un repunte de la relación stock/consumo de la soja en EE. UU. y porque disminuirá el área sembrada con maíz. En plena época de siembra, el USDA informa que la superficie cultivada en EE. UU. va a sufrir una merma significativa, y eso se va a reflejar en el mercado” (ver cuadro 1).
Mercado internacional del trigo Respecto del trigo, Salvaro indicó que lo que ocurra a nivel internacional dependerá fuertemente
Salvaro: “Se va a sembrar menos maíz en el mundo, por lo que podría esperarse una recuperación de precios a mediano plazo”.
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utilizan como herramienta para la toma de decisiones. Vale recordar que cuando se generó este problema político en el Mar Negro, los fondos salieron a comprar trigo y maíz”.
Mercado interno
Hoy, la decisión de sembrar trigo no se tiene que tomar en virtud del resultado económico esperado, sino de acuerdo con lo que una empresa quiere lograr para el mediano y largo plazo. de cuatro factores: el primero tiene que ver con la seca que afectó los trigos de invierno de EE. UU., que generan mucho volumen. El segundo factor está relacionado con lo que ocurra con el maíz, que es el cultivo que se lleva puestos –hacia arriba o hacia abajo– los precios del complejo forrajero en general. Como tercera variable, destacó las posibilidades de que se defina un año El Niño, tal como parece que ocurrirá. “Este fenómeno afecta principalmente la producción de la Argentina y de Australia. Un año El Niño nos puede favorecer, pero perjudicará a Australia, que es uno de los principales exportadores de trigo en el mundo”, explicó. El cuarto factor mencionado por el disertante tiene que ver con el modo en que se termine de consolidar la relación entre Rusia y Ucrania, aunque aclaró que “hasta hoy, en términos reales, el conflicto no tuvo un alto impacto, ya que no se ha dejado de exportar trigo, aceites ni harinas”. De todos modos, resaltó que “es un factor latente, que muchos especuladores de los mercados lo
En cuanto a la situación del trigo en nuestro país, Salvaro señaló que “si se consideran los datos estadísticos, cerramos la campaña 2013/14 con una oferta de alrededor de 10 millones de toneladas. Como tenemos una demanda interna de 6 millones más una exportación que se anunció será de 1,5 millones de toneladas, nos estarían sobrando 3,5 millones de toneladas de trigo, algo que haría pensar que, en algún momento, podría llevar al Gobierno a darle mayor agilidad a la exportación”. No obstante, remarcó que en el eventual caso de que la exportación se abriera, “no debería tener gran impacto en el mercado, porque estamos casi por encima o en paridad con los precios internacionales”. Salvaro no espera que los precios lleguen a los niveles récords del año pasado: “Es posible que se ofrezca alguna bonificación por calidad, pero sólo en algunas operaciones y en determinadas zonas”.
Una cuestión empresarial Hacia el final de su presentación, Salvaro analizó el caso de un campo de la zona de Coronel Suárez que siembra trigo con un rendimiento de 37-40 quintales por hectárea, en el marco actual de costos crecientes de los insumos. El analista señaló que “con estos gastos, la renta que se obtiene hoy es muy baja, tanto en dólares como en pesos”. No obstante, Salvaro aconsejó “no tomar decisiones de siembra considerando sólo el contexto, sino de acuerdo con lo que se quiere lograr como empresa, en el corto y en el largo plazo”. Y agregó: “Hoy, lo fácil sería no sembrar trigo, comprar Bonar 2017 y recibir una renta del 30% anual, sin ningún riesgo, cobrando cada 90 días. Pero eso no es una empresa agropecuaria”, reflexionó el orador, quien completó: “Una empresa agropecuaria tiene un sistema de producción, equipos de trabajo, familias y encierra un sinfín de cosas que no tienen que ver con abrir y cerrar un negocio según el contexto”, concluyó. f CREA
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“La responsabilidad de preservar el suelo no es una elección” Entrevista al diputado Luis Basterra Luis Basterra (Formosa; Frente para la Victoria) fue reelegido este año como presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados. Este ingeniero agrónomo –recibido en la Universidad Nacional del Nordeste– nació en Resistencia, Chaco, pero reside en Formosa desde hace 23 años. “Comencé a trabajar mientras era estudiante. Me encargaba de la traducción (del inglés al castellano) del teletipo de commodities de Reuters en la Dirección de Programación Económica de la Casa de Gobierno de Chaco”, recuerda el diputado. “Mi tarea tenía el foco puesto en el algodón. El que me había invitado a participar era Luis Alberto Pellegrino, quien hasta el día de hoy es asesor en materia algodonera en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación”, añade. Luego comenzó a trabajar en la Unión de Cooperativas Agrícolas Algodoneras Ltda. –localizada en Barranqueras– para traducir la publicación internacional Cotton Outlook. “Al recibirme, en 1988, mi tesis fue el diseño de un sistema de información computarizada para la determinación de costos de algodón en diferentes modelos productivos del NEA”, explica Basterra.
Primeras armas –Armó un programa montado en Excel… –No, la planilla de cálculo empleada fue el Lotus Symphony, que es anterior al Excel. Trabajé con modelos de pequeños, medianos y grandes productores. Con el programa podía determinarse cuáles eran los costos de producción y el margen bruto. La primera computadora que utilicé para hacer ese trabajo fue una XT de disco flexible, por-
que aún no había duros. Un año después compré una AT con un disco duro de 2,0 megabytes. Yo le cuento esto a mi hijo y no lo puede creer. –¿Cuál fue su primer trabajo como ingeniero recibido? –Comencé a orientarme hacia el análisis económico. Desde 1989 empezamos a elaborar, con Pellegrino, un boletín para el sector algodonero, tras haber sido contratados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en el marco de un convenio con la entonces Secretaría de Agricultura de la Nación. Luego trabajé en una asesoría del Ministerio de Asuntos Agropecuarios de Formosa de aquel momento, para lo cual trabajaba dos días de la semana en esa provincia. También colaboré con una ONG en gestión de bosques de nativos. Y además, con un grupo de amigos, hicimos algodón en Formosa. –¿Y cómo les fue? –Aprendimos que cuando uno se integra en la cadena de agregación de valor es posible salvar un mal año. Sembramos 50 hectáreas de algodón en la localidad formoseña de Barreta; en ese entonces, el punto de equilibrio estaba en 350 $/tonelada de algodón en bruto. En la zona había una desmotadora que acopiaba algodón y que, como había quebrado, se manejaba como una cooperativa. Hicimos un convenio por medio del cual desmotábamos toda nuestra producción para vender fibra y semilla a dicha cooperativa. En esa campaña, el mejor precio pagado por el algodón en bruto fue de 295 $/tonelada y nosotros, sin hacer nada extraordinario, le sacamos 355 $/tonelada; salvamos la campaña por el solo hecho
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El caso brasileño A mediados del año 2000, en Brasil se aprobó una normativa (Ley 9974) que dispuso que las compañías elaboradoras de agroquímicos pasaran a ser responsables de los envases vacíos de fitosanitarios para su posterior destrucción o reciclado. También se estableció que los productores debían realizar un triple lavado obligatorio de los envases para luego enviarlos, en un plazo no mayor a un año, al mismo lugar en el cual habían sido adquiridos (para lo cual los distribuidores deben contar con un centro de acopio habilitado). A partir de esa norma se creó el Instituto Nacional de Processamento de Embalagens Vazias (Inpev), una entidad financiada por las compañías de agroquímicos encargada de coordinar la logística y el reciclado de envases vacíos de agroquímicos. En todas las regiones productivas brasileñas existen actualmente 414 unidades de acopio de envases gestionadas por cooperativas agrícolas y asociaciones de empresas comercializadoras de agroquímicos. Por su parte, Inpev, para asegurar la correcta disposición de los envases, realizó acuerdos con nueve empresas recicladoras (Cimflex, Coletti, Dinoplast, Ecopaper, Pasa, Plastibrás, Recicap, Recipak y Campo Limpo Reciclagem e Transformação de Plásticos). La última empresa –Campo Limpio– fue creada en 2008 por 30 compañías de agroquímicos (que integran Inpev) con el propósito de que el programa de gestión de envases llegue a ser, en algún momento, autosuficiente en términos económicos.
de avanzar en la cadena de valor. Nos ocurrió algo similar cuando produjimos melones. –¿Cómo llegó a consolidar su carrera en Formosa? –En 1994/95 trabajé con una misión israelí que propuso la instalación de los Centros de Validación de Tecnología en Formosa, que vendrían a ser algo así como las unidades provinciales del INTA. Eso fue en Laguna Yema, localizada a unos 350 kilómetros de la ciudad capital, donde tuve el primer contacto con el entonces candidato a gobernador Gildo Insfrán, que es médico veterinario. En aquel momento, también asesoré a unos amigos en materia de acuicultura, la cual, junto con el algodón, es una de las actividades que más satisfacciones me ha dado en términos profesionales. A comienzos de 1996 fui convocado por (el ya gobernador) Insfrán para colaborar en la Subsecretaría de Empleo de Formosa, porque, entre todas mis actividades, también me había dedicado a realizar un análisis de los datos locales de la Encuesta Permanente de Hogares. Se venían los planes Trabajar y el gobernador me contrató para darle un perfil productivo a los subsidios de manera que fueran sostenibles. Así, diseñamos un programa de asistencia para pequeños productores agropecuarios, el cual fue rechazado durante seis meses por el Banco Mundial, porque no les interesaba el desarrollo autogestionado del empleo a través de la actividad agropecuaria. Finalmente, logramos convencerlos y fue el primer programa de esas características. –¿Cuándo se radicó en Formosa? –En 1996 ya me había radicado en Formosa de manera definitiva y, excepto por el Boletín Algodonero, que mantuve hasta el año 2000, dejé el resto de mis actividades. En 2000 hice una maestría en Administración Estratégica de Negocios en el marco de un convenio entre la Universidad Nacional de Misiones y la Universidad Nacional de Formosa. Luego, de 2000 a 2003, fui subsecretario de Comercio e Inversiones de Formosa. Posteriormente asumí como ministro de Producción y Ambiente de la provincia, y en octubre de 2009 me propusieron para la vicepresidencia del INTA a nivel nacional. En 2011 asumí como diputado nacional por Formosa (con mandato hasta diciembre de 2015).
Basterra: “En la Comisión de Agricultura y Ganadería hemos definido para este año que las áreas de trabajo son semillas, agroquímicos, suelos y la institucionalización público-privada de diferentes organismos públicos, como puede ser el Senasa”.
Gestión –¿Qué considera que fue lo mejor que hizo como ministro de la Producción de Formosa?
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–El hecho de haber promovido la articulación público-privada en el desarrollo económico del sector agropecuario. Carecíamos prácticamente de ámbitos para hacer remates ganaderos en la provincia y hoy tenemos 11 pistas. Contamos con 11 sociedades rurales y 40 organizaciones de pequeños productores que capturan renta genuina a través de mejores canales de comercialización. En el mercado de algodón, donde había una gran ineficiencia por la gran cantidad de actores participantes, hoy tenemos el más alto valor de mercado en la adquisición del algodón en bruto, porque hemos acortado la cadena entre el productor, el industrial y el exportador. Con la intervención, a partir de 2005, logramos que la cadena de financiamiento del sistema dejara de depender de la disponibilidad de capital del productor, al generar líneas de crédito oficiales con una tasa de interés muy baja. Otro logro importante es haber sido parte de un Consejo Directivo del INTA, en el que todas las
resoluciones salieron por unanimidad durante los dos años en los que estuve como vicepresidente, situación que se extendió por los cuatro años de la presidencia de (Carlos) Casamiquela. Recordemos que en el Consejo Directivo del INTA participan las cuatro entidades gremiales del sector agropecuario, CREA y representantes de facultades de agronomía y de veterinaria. Eso nos ha permitido generar construcciones conjuntas. Si trabajamos a partir de la identificación de intereses comunes y generamos espacios donde se pueda participar, en pos de un interés superior y no del subalterno, se logran resultados concretos. Ricardo Buryaile, hoy diputado de la oposición (por la provincia de Formosa), fue presidente de la Sociedad Rural de Gral. Belgrano, en el interior de la provincia. –A Buryaile, más allá de compartir actualmente la labor legislativa, lo conoce desde su gestión como ministro de la Producción de Formosa…
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para ponernos de acuerdo en que hay un interés superior. Hemos aprobado proyectos para la ganadería bubalina y modificaciones a la Ley Ovina. También canalizamos proyectos para desarrollar la ganadería en zonas áridas y semiáridas, control de enfermedades de los cítricos, cultivos andinos de altura, yerba mate y sustentabilidad algodonera; muchos de esos proyectos aprobados en comisión ya son leyes. Casi todos los proyectos aprobados por la comisión han sido aprobados por consenso. En términos generales se aprobaron las leyes del Peón Rural (26727/11) y de Extranjerización de la Tierra (26737/11).
Prioridades legislativas Basterra: “Hemos aprendido que se puede llegar a coincidencias que responden a objetivos superiores. En política uno puede pelear por el interés sectorial, pero tiene que estar sujeto al interés superior”. –Así es. Tenemos buena relación. Pensamos distinto en muchas cosas, pero hemos aprendido que se pueden alcanzar coincidencias que responden a objetivos superiores. En política uno puede pelear por el interés sectorial, pero tiene que estar sujeto al interés superior. –De todo lo que se hizo en la Comisión de Agricultura de Diputados durante su gestión como presidente, ¿qué es lo que más orgullo le genera? –Haber retomado un espacio de diálogo. Pero eso fue un logro de todos los integrantes de la comisión. Partimos de una situación de confrontación, de tensiones, pero logramos debatir muchos de los temas que representan intereses comunes. Y aprendimos que existen aspectos que no se pueden debatir porque tenemos que terminar de construir un camino de consensos. –¿Qué temas, por ejemplo? –Temas relacionados con la Ley de Semillas, con la comercialización de granos, donde existen posiciones que van desde eliminar las retenciones hasta crear una Junta Nacional de Granos. Lo que sí hemos alcanzado es un espacio para escuchar a los que tienen posiciones, experiencia y conocimiento, un camino que vamos a seguir transitando este año. Hemos logrado que se aprueben muchas leyes que promueven el desarrollo de economías regionales, y ese es un primer paso
–¿Cuáles son las prioridades de agenda de la Comisión de Agricultura de Diputados para este año? –Nosotros somos el brazo legislativo de un proyecto nacional, por lo que, a menos que un proyecto propuesto afecte la percepción ideológica o filosófica propia, uno forma parte de una construcción, por lo que la agenda legislativa debe ser acordada con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Para este año, hemos definido las siguientes áreas de trabajo: semillas, agroquímicos, suelos; y la institucionalización público-privada de diferentes organismos públicos, como puede ser el Senasa. El objetivo sería lograr una ley de suelos, una ley de agroquímicos y una ley de semillas. –Agroquímicos, ¿no es el tema más avanzado a partir del documento marco consensuado el año pasado entre actores públicos y privados? –En ese tema existen tres áreas que tratamos por separado, porque algunas cuestiones están acordadas y sería bueno resolverlas cuanto antes. El tratamiento de envases es lo que está más avanzada y también lo que respecta a certificaciones de agroquímicos. Lo que encierra más complejidad es el tema de aplicaciones, donde es necesario generar un mecanismo que resguarde la salud pública, que sea equilibrado con el ambiente y que permita la actividad productiva. Desde la Nación deben darse pautas para que el desarrollo de la actividad productiva cuente con reglas lo más sólidas posibles con fundamentos científicos. –La idea, en materia de envases, ¿sería aplicar algo similar a lo realizado por Brasil en la última década? –El tratamiento de los envases tiene un doble estándar: por un lado, se puede transportar un
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envase lleno en una camioneta, pero vacío se lo considera un residuo peligroso. El anteproyecto está casi listo para ser sometido a un debate en la comisión de asesores. Aclaremos que en el marco de la dinámica legislativa, la llegada al recinto de un proyecto es la última parte de un trabajo previo muy extenso, cuya faz definitoria es la discusión en la comisión. En ese ámbito, se trabaja con asesores técnicos en la búsqueda de acuerdos y, una vez logrados (con debates a fondo), sale un dictamen consensuado o bien dictámenes de mayoría y minoría. Eso es lo que finalmente va al recinto para la votación. –¿En qué consiste el proyecto? –Planea un reciclado obligatorio de los envases. Lo que se está definiendo es de quién es la responsabilidad: del productor o del vendedor de agroquímicos. –¿Y con respecto al proyecto de la ley de suelos? –Considero que uno tiene la responsabilidad de preservar el suelo: no es una elección. Ese es mi criterio personal. La sociedad delega la posibilidad de uso de un recurso natural para generar bienes y servicios en alguien que tiene la responsabilidad de preservar ese capital natural. Si un recurso natural, por el mal uso, va perdiendo su capital, el Estado –que somos todos– tiene la obligación de evitar que eso suceda. –¿Se va a implementar un sistema de castigos...? –Puede haber mecanismos que contemplen si-
tuaciones intermedias, donde se pueda frenar la inercia de un proceso de degradación del suelo. –La idea, una vez aplicada esa ley, es que desaparezcan casos de planteos, por ejemplo, de ocho años de soja sobre soja. –Definitivamente. Además, se deberán definir indicadores de la capacidad y del estado del suelo. Habrá mecanismos más o menos laxos que permitan valorar el estado de situación del suelo en el tiempo. –En Uruguay, los empresarios agrícolas deben presentar ante el Estado un plan de trabajo aprobado por un ingeniero agrónomo certificado para tal tarea. ¿Ese es el espíritu del proyecto que está en agenda? –Sí, ese es el espíritu. El objetivo es establecer pautas generales de manejo e indicadores que permitan medir el estado y la evolución de la calidad del suelo como patrimonio natural. En tal caso, puede haber incentivos para incrementar el capital natural. Por ejemplo: si se tiene un campo en el sudeste bonaerense que, producto de muchos años de trigo sobre trigo en años secos, registra un deterioro importante, implantar pasturas permitiría iniciar un proceso de recuperación. En caso de no tener capital para eso, la idea sería generar un flujo de fondos externos a la actividad que permitiera financiar esas inversiones de largo plazo. –¿También va a haber castigos? –Por supuesto. Pero para eso es necesario definir líneas de base. La preservación del capital natural
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y la valorización de los servicios ecosistémicos es un tema de debate a nivel mundial.
pago para quien voluntariamente tenga interés en ser parte del proceso de innovación.
–¿Han redactado un anteproyecto en esa materia? –Por el momento hay lineamientos; son conceptos. Pretendemos generar un debate conceptual para después darle una forma jurídica.
–Entonces, sería similar a como es en la actualidad. –Así es. Será necesario evaluar de qué forma aquellos que quieran ser parte contributiva de los nuevos desarrollos podrán tener participación en ese modelo, sin que eso signifique que deba ser compulsivo ni que represente, a la vez, el no acceso a nuevas tecnologías.
–En cuanto a semillas, ya existe un proyecto sobre el tema presentado por la anterior gestión del Ministerio de Agricultura… –Ese trabajo es un aporte al debate que tiene diferentes puntos de vista, básicamente relacionados con el concepto de uso propio, si debe ser o no oneroso y, si lo es, si debe haber excepciones. –¿Cuál es su visión personal sobre el tema? –Debería no ser oneroso, con habilitaciones de
–¿Piensan integrar en el proyecto tanto lo que respecta a germoplasma como a las patentes? –Como estamos hablando de un mismo objeto, ambos marcos legales tienen que estar integrados, porque después se podría generar una controversia en ese sentido y, si es así, estaríamos fallando a la responsabilidad de legislar. f CREA
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Otra manera de vender soja Una familia de productores CREA que se animó a más
En 2008, la familia Álvarez decidió crear una empresa elaboradora de proteína de soja micronizada y texturizada. Hoy son uno de los principales exportadores de tales productos. “La iniciativa se fue gestando a partir de ideas y aprendizajes en los que mucho tuvo que ver nuestra experiencia CREA”, indica el presidente de América Pampa, Diego Álvarez. “Fue importante haber participado de tantos congresos CREA en los que se planteó la cuestión de agregar valor, de ir más allá de la tranquera, así como el hecho de haber pasado por el posgrado y posterior maestría en agronegocios del convenio Fauba-Aacrea; en general, nos impulsó el estímulo emprendedor que siempre inspira la participación en el Movimiento CREA”, añade el integrante del CREA América II.
Producto La proteína de soja texturizada es un producto con forma de escamas que, al hidratarse, adquiere una estructura elástica similar a la de la carne. Es empleada en la elaboración de productos cárnicos, hamburguesas, embutidos, rebozadores, barras de cereal y en muchos alimentos más. Por su parte, las proteínas micronizadas constituyen un producto en polvo que se utiliza –de acuerdo con su granulometría y con sus características– en sustitutos lácteos, bebidas de alto valor nutricional, emulsiones cárnicas (salchichas) y como aditivo en la industria de confitería y panadería (por aportar funcionalidad en el blanqueamiento de la miga de panes de molde y por contribuir al fortalecimiento de la red de gluten en la masa).
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Para asegurarse la provisión de un insumo de calidad, América Pampa realizó un convenio con una empresa semillera que desarrolla variedades de soja con características definidas para lograr un producto industrial de buena calidad (son variedades que, además, requieren un paquete tecnológico específico para expresar todo su potencial). La empresa, ubicada en el Parque Industrial de América (partido bonaerense de Rivadavia), cuenta con una planta de procesamiento –donde se extrusa y se prensa el poroto– y otra de micronizado y texturizado. El proceso comprende el descascarado del poroto, la inactivación por extrusión de los factores antinutricionales que presenta la soja en su forma nativa, la extracción de aceite por prensado (sin utilizar solventes) y el micronizado por un sistema que permite que la partícula alcance un tamaño minúsculo. Luego, esa proteína es procesada en una máquina que, mediante agua y vapor, logra la proteína de soja texturizada, la cual es cortada en una matriz que permite alcanzar diferentes rangos.
Desafío “La decisión de avanzar con la industria nos encontró en un buen momento económico de la empresa y del sector agrícola –ciclo 2006/07–, y a los que debíamos liderar el proyecto, en una edad justa para hacerlo: sentimos que era ʻahora o nuncaʼ”, comenta Álvarez. “La cultura que hemos heredado está basada en el impulso a no quedarnos quietos y en el compromiso con el desarrollo local. A eso se sumó la motivación de enriquecer la capacidad de la empresa de generar empleo para distintas profesiones, sobre todo pensando en atraer a los integrantes de la próxima generación a la empresa familiar”, agrega el empresario CREA. –¿Cuáles fueron los principales obstáculos al inicio? –El impacto de la burocracia sobre la eficiencia. No podríamos quejarnos de que alguna gestión o trámite finalmente no haya salido, pero sí del desgastante despilfarro de recursos, sobre todo del tiempo y de la dedicación que implica registrar u oficializar algo en nuestro país. En lo que respecta a conseguir financiamiento, por ejemplo, llegar tarde puede significar la pérdida
de una oportunidad. Otro obstáculo fue la escasa infraestructura del interior. La inversión empresarial no es suficiente para promover el desarrollo local si no está acompañada por una adecuada provisión de energía eléctrica, gas natural, servicios industriales, aduanas locales, etcétera. Otra de las barreras que encontramos fue la competencia, que resultó muy dura: acostumbrados a ofrecer productos en mercados de commodities, que siempre se venden, ese obstáculo nos exigió al máximo. Exportamos una alta proporción de la producción compitiendo con empresas internacionales. Y nuestro sistema de ventas es de empresa a empresa. –¿Cómo fue la primera operación de exportación? –A principios de 2010, enviamos los primeros cuatro contenedores de soja texturizada a Centroamérica. Y tal como ocurre en todas las primeras veces, debimos pagar el correspondiente “derecho de piso”. Nos costó más, nos llevó más tiempo, más dolores de cabeza y fue menos
Las proteínas de soja texturizadas son un producto con forma de escamas que al hidratarse en agua adquiere una estructura elástica similar a la de la carne. Es empleada en la elaboración de hamburguesas, embutidos, rebozadores y barras de cereal.
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Mercado en crecimiento Las exportaciones argentinas de proteínas micronizadas y texturizadas de soja vienen registrando un crecimiento sostenido en los últimos años (ver gráfico 1). En 2014, los principales destinos en el período enero-marzo fueron Egipto, Filipinas, Chile y Venezuela (gráfico 2). La mayor parte de las operaciones se realiza en un rango de precios FOB de 800 a 1000 U$S/tonelada (gráfico 3). Se trata de un producto que está libre de derechos de exportación (tiene una retención del 5,0% con un reintegro también del 5,0%).
eficiente que los despachos que efectuamos a diario en la actualidad. –¿Qué habilidades tuvieron que adquirir para gestionar una empresa agroindustrial? –Todavía estamos aprendiendo; como quien dice, estamos tratando de “aprobar la cursada”. Hubo que dar muchos pasos distintos y en cada uno de ellos hubo mucho aprendizaje. En lo que tiene que ver con el gobierno de la empresa familiar, fue necesario aprender sobre la generación
de una definición estratégica que comprometiera políticamente a los actores con el nuevo proyecto. Luego hubo que avanzar en la generación de ese compromiso en círculos concéntricos con la comunidad local, con el gobierno, con organizaciones locales. Ya más metidos en la gestión estratégica del negocio, el tema fue ir afinando su conceptualización a medida que se avanzaba en terreno desconocido, ajustando la visión y la estrategia. También hemos tenido que aprender a delegar, dado que el proyecto se construyó desde cero en lo que respecta al equipo de personas, al organigrama y a los procesos. Nosotros carecíamos de la mayoría de los saberes necesarios para desarrollarlo. Otra cuestión que no es menor fue la necesidad de conocer y adaptarse a una cultura de gestión industrial que en muchos aspectos es diferente –y necesita serlo– de la agropecuaria. En relación con este último punto, fue necesario correr el foco de la producción a la venta.
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–¿Qué cosas salieron mucho mejor de lo que imaginaban y cuáles no salieron tal como lo proyectaron inicialmente? –Primero las malas: el tiempo que nos llevó ganar un lugar en el mercado fue mucho más extenso de lo esperado y necesario. Luego ocurrió que por efecto de la situación macroeconómica local, los costos de producción se incrementaron en dólares.
Las buenas: conseguimos desarrollar un equipo de personas muy talentosas, con capacidades y conocimientos que hoy son un activo muy valioso para la empresa. Además, con el tiempo logramos crecer en ventas externas a un nivel bastante superior al que estimábamos antes de empezar.
Adaptaciones –¿Cómo se manejan financieramente? ¿Qué cambios hubo que implementar al respecto? –Somos una empresa mediana que siempre está emprendiendo cosas nuevas; por ello, para nosotros, los recursos financieros siempre son escasos. El fondeo es un aspecto clave de nuestra gestión y ocupa buena parte de la tarea directiva. El principal cambio ha sido pasar de gestionar en forma independiente cada empresa a realizar un manejo global de todo el grupo. –Pasar de ser un productor a un empresario agroindustrial, ¿generó cambios en la percepción de la gente del pueblo hacia ustedes? –Nuestra familia vive en América desde siempre. Y entendemos que por encima de nuestros roles circunstanciales, sean estos los de empresarios agropecuarios o industriales, somos fundamentalmente vecinos, personas de la comunidad, gente del pueblo. Y creemos que eso define nuestra identidad. Por eso entiendo que es poco lo que en ese sentido ha cambiado. Sí es notable la percepción de recibir el aliento para no aflojar en lo que hemos encarado, el reconocimiento de que lo que hacemos tiene un impacto comunitario positivo, una oportuna palmada en la espalda en medio de las dificultades.
La planta industrial tiene una capacidad de procesamiento anual de 22.000 toneladas de soja. Exporta la mayor parte de su producción a más de 25 mercados.
–Esta nueva actividad, ¿hizo que adquirieran una mirada diferente del negocio agrícola? –¡Sí! Tomamos mayor conciencia del uso final y del valor que puede agregarse en los siguientes pasos de la cadena. Sobre todo de la mayor conciencia del cliente y de la calidad industrial de los granos. En ese sentido, avizoramos nuevas oportunidades para el negocio agropecuario. Hay que pensar más en términos de segmentos y de nichos de mercado sobre los cuales, desde el campo, se podría tener un mayor control o gobierno. Eso podría conllevar la posibilidad de diferenciarse de la producción masificada a través de procesos, tecnologías aplicadas y productos. f CREA
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Encuesta agropecuaria CREA El primer relevamiento efectuado entre los integrantes del Movimiento en 2014 revela buenos rendimientos productivos, pero resultados económicos muy afectados por el incremento de costos
Durante el mes de marzo de 2014, se realizó el primer relevamiento en el marco del Sistema de Encuestas Agropecuarias (SEA). El estudio, que comprendió a miembros y asesores técnicos de las distintas regiones productivas, indagó acerca de las percepciones y evolución de la campaña 2013/14, así como las expectativas respecto del ciclo que recién comienza. El 71% de los encuestados consideró que la situación económica de nuestro país empeoró en relación con un año atrás. A su vez, el 56% estimó que en 2015 el escenario sufrirá un deterioro aún mayor. En este sentido, el 34% del grupo consultado indicó que la situación económico-financiera de su empresa desmejoró en 2014 en comparación con el año previo, en tanto que el 48% no prevé cambios para 2015. Por otra parte, sólo uno de cada cinco encuestados consideró que el presente es un momento oportuno para realizar inversiones. Este resultado indica que las percepciones se han deteriorado en relación con el último trimestre de 2013, cuando la participación de aquellos que estimaban una situación favorable alcanzaba un tercio de la muestra. Con respecto a la evolución de precios para el próximo año, la mayoría de los integrantes del Movimiento CREA tiene una perspectiva de precios estables y resultados crecientes en agricultura y ganadería, aunque en tambo, se estima que los resultados se mantendrán constantes y que los precios se ubicarán por debajo de los registrados en la actualidad. En la misma línea, el 58% de las empresas registró algún grado de deterioro o disminución en sus resultados durante el último año. Como resultado,
la principal medida adoptada fue la postergación del crecimiento. Asimismo, mientras que el 55% de los encuestados estima que la devaluación de enero de 2014 impactará positivamente en el resultado agrícola (medido en dólares), en el caso de la ganadería de carne y en el tambo, la mayoría de los consultados espera sufrir un impacto negativo. Los resultados productivos de este relevamiento, correspondientes al mes de marzo, indican que las sojas de primera y de segunda se recuperaron en gran medida, luego de un mal comienzo, y podrían alcanzar rindes cercanos a los planificados en todas las regiones productivas, con excepción del sudoeste bonaerense. En cambio, los maíces tempranos darán lugar a rendimientos menores de los esperados en todas las regiones, mientras que en los tardíos se da la situación contraria, con perspectivas de rendimiento muy satisfactorias. Con respecto a los costos en agricultura, la suba anual promedio en pesos de la cosecha se ubicó en un 25%, un porcentaje similar al aumento registrado en materia de fletes. En el ciclo 2014/15, el 11% de la muestra no prevé recurrir a ninguna fuente de crédito; sin embargo, una de cada cuatro empresas financiará como mínimo la mitad del capital operativo. En relación con las empresas ganaderas encuestadas, en la actividad cría, el 52% de las últimas operaciones de venta tuvieron un plazo de cobro superior a los 30 días; en invernada, esta condición se observó en el 28% de los casos. En el tambo, durante febrero y marzo de 2014, los concentrados registraron un alza promedio en pesos de 20,5% en relación con enero de 2014. f CREA
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AACREA participó en la Asamblea de la Organización Mundial de Agricultores El evento reunió a más de un centenar de asociaciones rurales de 80 países
La cuarta edición de la Asamblea de la Organización Mundial de Agricultores (OMA) reunió a las organizaciones agrícolas de países de todo el mundo. El encuentro sirvió para considerar cuestiones referidas a la seguridad alimentaria y al papel de los productores en la cadena de valor. También analizó la innovación como herramienta para aumentar la producción alimentaria de manera sostenible, el efecto del cambio climático
en la agricultura y el papel de la mujer y de los jóvenes en la producción agropecuaria, entre otros temas. La asamblea fue inaugurada por el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, quien, luego de dar la bienvenida a los participantes, señaló que “en los últimos años, gracias a la tecnología, crecieron los rendimientos y se pudieron atenuar los efectos del cambio cli-
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mático con sistemas amigables con el ambiente, que permitieron reducir la cantidad de personas con insuficiente alimentación en el mundo”. No obstante, advirtió que “a pesar de ese progreso, aún quedan 800 millones de habitantes que pasan hambre en el mundo, frente a lo cual se vuelve necesaria una segunda Revolución verde”. El titular de la Sociedad Rural abogó por un sistema de comercialización que garantice el acceso a los mercados internacionales sin trabas y que respete la rentabilidad de los productores, evitando plantear una antinomia entre países exportadores y proteccionistas. “Tenemos varios ejemplos claros de cómo se distorsiona la producción con la intervención en los mercados”, resaltó. “Hay que seguir los modelos virtuosos de los países que vieron al mundo como una oportunidad y al campo como un aliado estratégico para el desarrollo económico y social”, agregó. A su turno, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, destacó la importancia del sector agroindustrial para la región y para el país. “No podemos desperdiciar las ventajas comparativas que tenemos frente a la oportunidad que genera un mundo demandante de alimentos; los países vecinos lo están haciendo en lugar nuestro”, sostuvo. “En 2015, la Argentina se va a sumar a ese grupo de países de la región, con el campo tendiendo un puente hacia un futuro de crecimiento”, añadió. “Es hora de comprometerse con el cambio, de que los sectores público y privado trabajen juntos, con reglas claras que permitan alcanzar el objetivo de una sociedad mejor”, concluyó.
Agricultura familiar eficiente En otro tramo de la asamblea, el presidente saliente, Robert Carlson, se despidió de su mandato con un mensaje hacia las instituciones presentes. “En el marco de 2014, año considerado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como de la agricultura familiar, necesitamos que los organismos miem-
bros de la OMA comuniquen a la sociedad lo que hacen los productores y su importancia económica y social”, desafió. “La producción agropecuaria familiar ha sido y seguirá siendo el sistema más eficiente en el mundo: el 90% de los campos del planeta es explotado por empresas familiares, que tienen ventajas comparativas por su gran eficiencia, producen con costos bajos y alta calidad, trabajando de manera sostenible”, apuntó. Luego Carlson pidió prestar atención al creciente envejecimiento de los agricultores. “La edad promedio de los productores estadounidenses es de 55 años, porque los jóvenes se van a las ciudades, llevándose consigo el conocimiento agronómico que tienen, que se pierde. La producción agropecuaria debe ofrecer rentabilidad y un lugar relevante en la cadena de valor para evitar que este éxodo continúe. Estos temas deben conversarse con los formadores de políticas”, finalizó.
Seguridad alimentaria La primera temática en la que se hizo hincapié durante el desarrollo de la asamblea fue la seguridad alimentaria. En esta parte del encuentro, se analizó la sostenibilidad de los sistemas alimentarios en un contexto donde se modificó la dieta nutricional de los países emergentes y se incrementó la población mundial. En tal sentido, Mishra Dinesh, director general de la Unión Nacional de Cooperativas de la India, insistió para que los productores de todo el mundo satisfagan las necesidades dietarias de una población mundial que todavía muestra niveles de malnutrición. “Durante los últimos 20 años, en América y en Asia el número de habitantes mal nutridos se mantuvo, mientras que a nivel global, se evidencia una caída constante de dicho índice”, diferenció. Con respecto al uso de la tierra por parte de los productores, Dinesh remarcó que el cuidado del medioambiente y de los suelos serán temas clave por resolver en las próximas décadas.
Desafíos impostergables Santiago del Solar consideró que innovar en nuevas tecnologías en un contexto inestable no es tarea fácil para los agricultores, pero no hacerlo, a futuro, será contraproducente. “El statu quo parece un cómodo refugio, pero no es la actitud correcta que el empresario agrícola debería adoptar en un mundo altamente competitivo”, señaló Del Solar. Además, recordó que aquellas empresas que decidan innovar, desde aspectos productivos hasta organizacionales, sobrevivirán ante escenarios inestables. “Tal es el caso de las compañías más importantes del mundo, que destinan presupuesto a investigar sobre nuevos sistemas de trabajo porque están dispuestas a encontrar nuevas alternativas para mejorar lo que vienen haciendo”, reconoció.
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“Hoy debemos mejorar la productividad y producir más alimentos utilizando la misma superficie. Por tal motivo, será conveniente llevar a cabo un adecuado uso de nutrientes para cuidar la fertilidad de nuestros suelos”, dijo. En el final de su exposición, Dinesh resaltó el papel de la India que, a través de la educación y de la toma de conciencia de sus productores, pretende reducir la emisión de gases de efecto invernadero. “En la India desarrollamos talleres porque consideramos que la seguridad alimentaria se puede alcanzar con métodos que tiendan al cuidado de nuestros campos y a la conservación de nuestra biodiversidad”, expresó. En esa instancia, se planteó el desafío de integrar a los pequeños agricultores en la cadena de valor para que puedan transformarse en productores eficientes en un mercado altamente competitivo. Gerónimo Venegas, presidente de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre ), hizo hincapié en la oportunidad que se le presenta al país de posicionarse, en los próximos años, como un actor relevante para el comercio mundial de granos. “Nuestro país puede satisfacer una población ávida de alimentos, pero deben cambiar las políticas públicas que destruyeron la productividad de muchos cultivos y que han desmejorado notablemente actividades como la ganadería y la lechería”, apuntó. “La cadena de valor tiene que trabajar con una política de mercado que aliente e incentive la producción”, agregó.
Venegas también consideró que para tener productores eficientes, será necesario implementar mecanismos que les permitan desarrollar su verdadero potencial. “Es imprescindible que el Estado incentive su trabajo y controle que sus derechos laborales se estén cumpliendo”, remarcó.
Método CREA En otro tramo del encuentro, Santiago del Solar, productor agropecuario y protesorero de AACREA, disertó en el bloque Innovación sobre la manera en que el Movimiento CREA lleva adelante su metodología de trabajo, compartiendo y gestionando conocimiento. “Hay países en los cuales distintos organismos gubernamentales brindan apoyo a los productores, en mayor o menor medida, a través del asesoramiento técnico o económico, buscando incentivar la innovación. Pero eso no siempre llega; en muchos casos los agricultores están librados a su suerte y deben imaginar ellos mismos las soluciones a sus problemas”, afirmó. “Por otro lado, al innovar aplicando nuevas ideas, cambiando conceptualmente el modo en que hacemos las cosas, generamos impactos y externalidades no menores. El concepto de destrucción creativa de Joseph Schumpeter es conocido tanto por los efectos positivos que acarrea la creatividad misma como también por la resistencia y el impacto negativo que se produce alrededor a medida que avanza la novedad, dejando detrás de sí otras formas, otras costumbres, otras tecnologías y, en algunos casos, tradiciones muy arraigadas”, agregó.
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“Cuando la siembra directa empezó a difundirse en la Argentina de manera explosiva, encastrando esta tecnología con otras (innovaciones en genética, nuevos herbicidas y el uso de fertilizantes), como las piezas de un rompecabezas, generó grandes y profundos cambios. Esta revolución también tuvo efectos en otras actividades preestablecidas y hasta en costumbres arraigadas en la Argentina”, recordó. “El cambio de la labranza convencional a la siembra directa generó un impacto tal que daba la sensación de que se había pateado un hormiguero. Empezamos a ver cómo la rotación con cultivos en forma permanente desplazaba a las pasturas. Esto no significó únicamente un cambio de paisaje, sino toda una transformación en la matriz económica y social del campo argentino. Surgieron nuevas demandas laborales, mientras que otras se fueron apagando. Nuevas industrias florecieron y otras debieron buscar nuevos nichos para poder continuar, como en el caso del engorde de novillos, que pasó en gran medida de las tradicionales pasturas a los feed lots”, recordó. “El bombardeo de nuevas tecnologías, nuevas maquinarias, ideas innovadoras, genética, software, herramientas comerciales puede ser abrumador para una empresa agrícola familiar. Es muy difícil separar y distinguir qué es lo que realmente se ajusta a las necesidades particulares de una finca, chacra o predio. Y está bien claro que solos no podemos. Y para eso no hay nada mejor que buscar a little help from my friends”, propuso.
¿Qué es la OMA? La Organización Mundial de Agricultores tiene sede en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su misión es la de reunir a instituciones nacionales de productores agropecuarios para impulsar políticas y mejorar las condiciones de los empresarios del sector, de sus familias y de la comunidad en su conjunto. Está integrada por entidades de todo el mundo. Su mesa directiva se conforma por un presidente y seis directores, uno por cada continente. América del Sur está representada por la Sociedad Rural Argentina.
En tal sentido, Del Solar hizo hincapié en la manera en que el Movimiento CREA lleva adelante, desde hace más de 50 años, su metodología de trabajo, que abarca a grupos de productores, organizados institucionalmente y asesorados por técnicos independientes, que buscan intercambiar experiencias. “La inteligencia colectiva sobre la base de un método ordenado permite el aprendizaje entre los miembros que buscan generar un diagnóstico para cada campo y cada situación productiva, familiar y económica en particular”, culminó. En el panel sobre cambio climático, se hizo referencia a los efectos causados en la agricultura y a las técnicas desarrolladas por los productores para adaptarse a dicha realidad. En los del último día, se valorizó el rol de la mujer en el ámbito rural como responsable de la nutrición de las familias y se consideró el desarrollo de los jóvenes agricultores para que el sector continúe siendo una alternativa de empleo viable y atractivo. f CREA
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Tecnologías probadas para el cultivo de trigo Recomendaciones del consultor Jorge González Montaner En una reciente jornada de cosecha fina organizada por los CREA de la zona Sudoeste del Movimiento CREA, Jorge González Montaner señaló que, “si bien todavía no está definido, es posible anticipar que el escenario climático no va a ser el de un año La Niña. Hay más del 50% de probabilidades de que sea El Niño”, indicó el coordinador de la Comisión de Agricultura de la zona Mar y Sierras de AACREA, quien explicó que, por lo general, este fenómeno hace sentir su efecto con mayor intensidad en los meses de octubre, noviembre
y diciembre, lo que, en principio, aseguraría agua para la cosecha fina. Esta previsión, sumada a la muy buena recarga de los suelos a comienzos del otoño, anticiparía un año con pocas posibilidades de estrés hídrico para los cultivos de invierno.
El negocio agrícola Más allá de esta perspectiva, la condición de cambio climático está determinando situaciones extremas, como las altas temperaturas del último año. El técnico destacó los “estallidos” en la po-
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blación de insectos que amenazan los sistemas productivos. Indicó que “varios de los eventos de maíz más utilizados han perdido su efectividad y están siendo vencidos por las plagas”. Señaló con preocupación que “las altas temperaturas del año pasado favorecieron la reproducción de lepidópteros de difícil control”. Si bien aparecen nuevos eventos biotecnológicos, su duración está en crisis; algo similar podría pasar con las nuevas sojas Bt, más aún si no se toman los recaudos en lo que a refugios se refiere. Respecto del resultado económico de los agricultores, sostuvo que “casi todas las empresas empezaron el año 2013 complicadas, pero terminaron mejor por la modificación cambiaria, que les dio oxígeno financiero y una rentabilidad más razonable”. Sin embargo, hoy están siendo muy afectadas por el no ajuste por inflación en el impuesto a las ganancias “que las obliga a pagar 35% por utilidades ficticias en un balance prácticamente equilibrado”. Otro aspecto considerado por González Montaner fue el alto costo de la financiación. “Muchos productores tienen sus tarjetas al límite y hay pocos créditos a tasas bajas; el capital está muy caro para un negocio agrícola que encierra cada vez más riesgos”, completó. Además, el orador reveló que a mediano plazo es “bastante optimista” respecto de la agricultura argentina. Y lo ejemplificó a partir del desembarco de inversores en la Argentina, tal como ocurrió con la compra de Nidera por parte de capitales chinos y con otras adquisiciones foráneas de empresas locales. Recordó que “estas cosas no pasaban hace tres o cuatro años. La Argentina no atraía capitales y las inversiones estaban completamente paradas, pero ahora empieza a haber movimiento”. En este sentido, remarcó que “en el mediano plazo, nuestro país se configura como un jugador de importancia para la producción de granos. En la medida en que se reduzcan un poco las presiones que sufre el campo, el negocio va a recuperar su rentabilidad”.
Sistema productivo 2014 Al incursionar en los aspectos técnicos de la siembra de granos finos, González Montaner advirtió que “en la zona Sudoeste no se ha avanzado mucho en el uso de curasemillas y que habría que trabajar más en este tema”. Destacó que “frente a los excesos hídricos, los resultados de la mezcla
de fungicidas e insecticidas resultaron muy satisfactorios. Además, su costo es relativamente bajo, mientras que la respuesta en rendimiento puede ser muy elevada”. “Este año, los tratamientos realizados en trigo dieron lugar a respuestas interesantes, aunque no tan relevantes como las obtenidas en cebada, que alcanzaron los 500 kg/ha o más respecto del testigo”, agregó. Más allá de estas diferencias, lo llamativo de estos tratamientos es que “dejaron el cultivo en pie, frente al testigo volcado”. El técnico agregó que, “entre otras ventajas, la interacción entre insecticida y fungicida genera una regulación de la altura de la cebada que contribuye a disminuir el vuelco”. En síntesis, el orador dijo que “hay un impacto positivo muy importante de la sanidad temprana en el resultado del cultivo”, por lo que efectuó la siguiente recomendación a los productores: “Si piensan hacer cebadas que superen los 5000 kilos por hectárea, tienen que hacer un tratamiento completo”.
Pantomorus Otro de los temas vinculados con la sanidad fue el gran desarrollo de Pantomorus sp., un gorgojo del suelo que afecta muchos sistemas agrícolas. “Tras una serie de mediciones iniciadas en cultivos de soja de la zona de Tres Arroyos y extendidas a todo Mar y Sierras, concluimos que gran parte de los daños de plantas que morían a lo largo del cultivo tenían como causa Pantomorus”, reveló. “Es muy importante identificar en qué medida están teniendo este problema en los campos del Sudoeste, sobre todo cuando se usan densidades bajas en soja o en trigo. En esa situación, hay que asegurarse de que esas poblaciones no afecten a los cultivos”, aconsejó.
Fósforo líquido González Montaner explicó que, luego de observar respuestas muy pobres a la aplicación de fósforo durante varios años en el Sudoeste, decidieron analizar los resultados posibles de obtener con otras fuentes. “Por lo general, en la zona se aplican 40-60 kilos por hectárea de fosfato diamónico, aunque rara vez se alcanzan respuestas económicas muy elevadas. A partir de los resultados que obtuvimos en Mar y Sierras, se empezaron a utilizar otras fuentes fosforadas para determinar si el problema
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residía en el modo en que el nutriente llegaba al cultivo. Por esa razón, empezamos a trabajar con fósforo líquido, con resultados alentadores”, relató el orador. Tras aplicar 50 l/ha de ese producto se observó un rendimiento igual o superior al que se obtendría con la utilización de 50 kg/ha de fosfato diamónico, pese a que el primero contiene menos nutriente que el segundo. El técnico explicó que “en las aplicaciones convencionales, hay mucho fósforo que no se absorbe, mientras que en el caso del producto líquido es notable su utilización”. Esta fuente abre perspectivas de comprensión del impacto de la forma de aplicación, ya que incluso se obtuvieron resultados alentadores con aplicaciones líquidas en macollaje. El punto débil es la baja concentración que queda en los suelos, dada la gran exportación que se genera. “Tendríamos que seguir por este camino para comprender mejor la dinámica de uso del fósforo, ya que los potenciales de rendimiento podrían subir si mejoráramos la disponibilidad”, afirmó. Más allá de esta recomendación, González Montaner comentó que en otras zonas “se está tratando de elevar los niveles de fósforo con aplicaciones a voleo. La idea es salir de la aplicación estricta en la línea de siembra, para elevar el nivel general en el suelo mediante aplicaciones en cobertura.
Sanidad El disertante recordó que durante el ciclo pasado hubo un desarrollo muy importante de diversas enfermedades, sobre todo en cebada, frente a lo cual aconsejó “tener bien ajustada la toma de decisiones, fundamentalmente en los ambientes de riesgo”. Indicó que “hay que ser capaces de identificar muy bien la mancha doble ocular. Esta afección está avanzando rápidamente y genera un vuelco muy pronunciado del cultivo de cebada”. Agregó que “todos los materiales que derivan de Scarlett tienen severos problemas de caña, consecuencia de los ataques de la mancha doble ocular. Con respecto a ramularia, que es una enfermedad que el año pasado llegó tarde al sur, informó que “entre los cultivares ensayados, Traveller fue la variedad que más se destacó, seguida por Andreia; el resto sufrió ataques más importantes”. En cuanto a los recaudos por adoptar en el Sudoeste, González Montaner indicó: “Si no ocurren lluvias importantes en agosto o septiembre, no deberían
surgir problemas en la zona, porque el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por un período de muchas precipitaciones: por ejemplo, si caen 100 milímetros en agosto y 100 en septiembre o 200 en alguno de esos meses. Ahí habría que empezar a preocuparse, ya que después de ese anegamiento, ramularia explota, y cuando la humedad relativa aumenta, empieza a aparecer, cercana a la espigazón. Si, por el contrario, en esa época no llueve tanto, llega tarde y no afecta demasiado el rendimiento, tal como ocurrió el año pasado”.
Conclusiones Pensando en la campaña que se avecina, González Montaner aconsejó utilizar la información disponible para definir los paquetes defensivos de mínima para establecer un piso de rendimiento para el cultivo. “El techo lo va a decidir el ambiente, es decir, la ausencia de heladas, las temperaturas de noviembre y las lluvias. Eso no lo pueden decidir ustedes el día de la siembra”. Y agregó: “En esta región, hay que asegurar el piso de rinde, por ejemplo, con una dotación objetivo de nitrógeno según el tipo de suelo. Ese modelo se va a modificar a medida que se vaya sumando información de lluvias y temperaturas. Asimismo, señaló que cualquier error se paga carísimo en la agricultura actual; todo tiene que estar bien calibrado. Ese es un principio básico; después, hay que tomar decisiones en función de los ambientes, del clima y de las expectativas, porque hoy el precio del trigo puede ser de 209 U$S/t, pero también puede ser de 180 o 300”, diferenció. “Hay muchas tecnologías que nos permiten ser más eficientes: una es el uso de curasemillas, a la que es necesario prestarle atención, porque ahí hay margen para ganar; también se recomienda la reducción de la densidad de siembra en trigo, donde esta alternativa la tenemos muy probada, mientras que en cebada los resultados no son concluyentes”. Agregó que “el paquete de herbicidas empieza con la siembra de granos finos, como también el control de rama negra”. En este aspecto, sostuvo que “hubo muchas situaciones donde se vio claramente que los errores en fina se pagan después en la rotación”. “En síntesis, en una campaña cargada de incertidumbre, los modelos tienen en el Sudoeste que ser defensivos; hay que invertir lo justo y necesario para arrancar, y después, decidir en función de la coyuntura”, concluyó. f CREA
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Secado de colza Experiencias desarrolladas en el antepuerto de Ing. White El alto contenido de humedad de muchas partidas de colza es un problema frecuente para productores y exportadores del grano, que no tiene solución sencilla. A continuación, el relato de una experiencia de secado de la oleaginosa, realizada en el sur bonaerense.
Antecedentes “En octubre del 2013, representantes del exportador Alfred C. Toepfer International Argentina S. R. L. nos contactaron por intermedio del corredor local Maroun S. A., preguntándonos si podíamos acondicionar colza en nuestra planta de Ing. White”, afirma Mauricio Mendinueta, gerente de producción de Acondicionadora Cereales Bahía S. A. “Desde hace varios años, Toepfer embarcaba colza en el puerto de Rosario y completaba la carga en Necochea. Debido a que en esta última ciudad no tienen terminal portuaria ni espacio disponible para recibir mercadería con autonomía y flexibilidad operativa, decidieron hacer
el intento de cargar en su terminal portuaria de Bahía Blanca”, agrega.
Dudas preliminares Desde el momento en que recibieron la novedad de un posible embarque de colza en la zona portuaria de Bahía Blanca, surgieron algunas dudas en lo relacionado con el proceso de acondicionamiento por realizar, ya que no había antecedentes de manejo de la citada oleaginosa. A saber: • Desde el punto de vista logístico, hubo que considerar el tipo de camiones que realizarían el transporte. Debían ser tolvas o bateas, para evitar las pérdidas que podrían producirse en los camiones comunes, debido al reducido tamaño del grano. También se debía tener en cuenta la cantidad de cupos diarios y la calidad de recibo, de acuerdo con las especificaciones del estándar. Toepfer envió el estándar de calidad que regiría la operatoria, que establece tolerancia cero para gra-
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nos transgénicos de maíz y de soja, y una humedad máxima de 8,5% como principales requisitos. • En el aspecto operativo, se analizó el comportamiento del grano durante el almacenaje: existían dudas respecto del modo en que se comportaría si se lo almacenaba húmedo y cómo quedaría luego del secado. También se debió estudiar el sistema de aireación por utilizar y el modo de evitar las pérdidas por los aireadores. Fue necesario determinar la temperatura de secado y el tipo de zaranda/tamiz por emplear.
Adaptaciones Una vez munida de toda esa información, la empresa organizó un plan de acción para recibir el primer camión de colza, que contempló los siguientes ítems:
Ante estos interrogantes, como primer paso, Mendinueta y su equipo decidieron visitar una planta con experiencia en el secado de colza. El primer contacto se realizó con una firma de Quequén. “Luego de comentarles nuestras inquietudes, nos ofrecieron realizar una visita. El encuentro resultó muy enriquecedor, ya que pudimos recabar información vital para el proyecto”, recuerda.
• Definición de una línea exclusiva para almacenaje y acondicionamiento de colza. • Revisión general de los transportes en la línea de procesos por utilizar. • Consulta técnica con el fabricante de la secadora (Cedar). • Adaptación de los ventiladores de la secadora. • Reforma del sistema de aireación de los silos destinados a almacenaje transitorio. • Consulta técnica con el fabricante de la zaranda (Perkusic). • Reforma en la clasificación de granos gruesos y finos de zaranda. • Calafateo de los circuitos por utilizar.
Definiendo el proceso
Operatoria
“Detectamos la necesidad de realizar reformas en la secadora para disminuir la temperatura de secado y tener un mayor control de la operación, además de evitar el daño del grano y el riesgo de incendio. También determinamos cuáles eran las condiciones de almacenamiento más adecuadas, tanto en lo que respecta al sistema de aireación por emplear como al llenado parcial de los silos, necesario por el escaso espacio intergranario de la colza que dificulta el paso del aire”, destaca. “Nos alertaron acerca de la necesidad de mantener la limpieza y realizar un control exhaustivo de los camiones que cargan cupos, en especial de las boquillas, por la tolerancia cero de granos transgénicos. En línea con este requisito, decidimos operar con un circuito exclusivo para colza (noria, redler, rosca, etc.), a fin de evitar la contaminación cruzada con otros granos”, añade. Sin embargo, aunque la información de Quequén fue de gran utilidad, a Mendinueta le interesaba ver una planta operando con colza. Fue así que el segundo contacto se realizó con representantes de un establecimiento ubicado en el puerto de San Lorenzo, que ya estaba recibiendo los primeros lotes de la oleaginosa. “En esa visita pudimos corroborar la información recabada en Quequén y sumar nuevos aportes, como la conveniencia de reformar la zaranda para hacer más ágil la operación y de trasilar la colza con más de 45 días de almacenaje”, apunta.
Los números finales del recibo de la campaña 2013/14 fueron los siguientes: Zarandeo: 298.715 kilos. Secado: 538.955 kilos. Secado y zarandeo: 2.173.557 kilos. La suma de los servicios realizados da un total de 3.011.227 kilos.
Conclusiones “Como primera experiencia, estamos en condiciones de afirmar que los resultados superaron nuestras expectativas en lo que refiere a la calidad y agilidad de los servicios de acondicionamiento realizados. Logramos dejar en condiciones de recibo toda la mercadería, incluso secando partidas con humedad superior al 22%”, indica Mendinueta. “Fue muy importante designar una planta exclusiva para los servicios de colza, evitando rechazos por presencia de materias extrañas. También fue necesario disponer de silos de almacenaje transitorio para dar descarga a los camiones que no tenían cupo en la terminal portuaria. Este almacenaje permitió liberar el transporte para que volviera a origen a cargar nuevamente, con el consiguiente beneficio en términos de eficiencia de cosecha y de costos de logística”, concluye.
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Alternativa biológica para el control de parásitos resistentes Resultados del primer año de trabajo experimental en un establecimiento de Olavarría
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La resistencia de los nematodos gastrointestinales a los tratamientos antiparasitarios es un fenómeno que se extiende a los parásitos externos; así, se observan problemas con los mosquicidas (el mejor ejemplo: la mosca de los cuernos), los garrapaticidas, los sarnicidas, los piojicidas, etcétera. Además, la resistencia a los antiparasitarios no sólo se observa en rumiantes, sino también en otras especies animales (equinos, cerdos y animales de compañía), aunque es, sin dudas, en bovinos donde el tema “suena fuerte” en los últimos años. El desarrollo de resistencia indica que algo hicimos mal, ya que no aparece espontáneamente, sino de manera inducida sobre la base de dos causas fundamentales. La primera es que la generamos con nuestro propio accionar, ya que la mayoría de las veces responde al uso indiscriminado de los tratamientos antihelmínticos. Puesto en otros términos: es consecuencia de la aplicación de tratamientos cuando no son necesarios, presionando a las poblaciones parasitarias cuando son reducidas (tal como ocurre en el verano). Resulta claro, entonces, que “el que más desparasita no es el que mejor controla”. La segunda causa es su incorporación a partir de la compra de animales provenientes de establecimientos con resistencia, lo que explica la aparición del problema en establecimientos ganaderos con bajo número de tratamientos anuales. En este sentido, es muy común que terneros provenientes de la región de garrapata, que traen lombrices resistentes a las ivermectinas, sean tratados con la misma droga al ingresar a los campos de invernada. De esta manera, los parásitos que sobreviven (los resistentes) siembran las pasturas con sus huevos y constituyen la base sobre la que se desarrollará la parasitosis otoño-invernal, asegurando así su permanencia definitiva en el nuevo campo. Tal situación se describe como importación de cepas resistentes.
Diagnóstico La resistencia antihelmíntica se evidencia a través de una menor eficacia de los tratamientos antihelmínticos. Puede diagnosticarse a través del test de reducción del conteo de huevos (TRCH) en materia fecal, el cual permite identificar: a) qué tipo de antiparasitarios desarrolla resistencia, porque ya sabemos que continuar utilizando antiparasitarios de resistencia comprobada pone en juego la ganancia de peso, tanto en sistemas
pastoriles como en feed lots; y b) qué parásitos son los resistentes, porque no todos producen el mismo daño y eso se asocia a la posibilidad de “ver” o “no ver” la falla del tratamiento. En términos generales, la resistencia antihelmíntica a los productos “lechosos” (benzimidazoles) tiene más chances de ser advertida (persisten las diarreas luego del tratamiento) que la de las ivermectinas (endectocidas), que no se evidencia clínicamente, pero interfiere en la ganancia de peso. En tales casos, la mayoría de los ganaderos desconocen que tienen el problema porque no advierten “la falla” del tratamiento. También es cierto que las ivermectinas, por ser las más utilizadas, presentan una mayor distribución de la resistencia. Abandonar la utilización de los antihelmínticos involucrados no soluciona el problema. Está absolutamente comprobado que la resistencia antihelmíntica involucra un componente genético que se transmite a la descendencia parasitaria y que, una vez instalada, no tiene retroceso. De hecho, en diversas experiencias realizadas en sistemas de producción de la provincia de Córdoba, donde se desarrolló la resistencia a endectocidas y lechosos, se evidenció su persistencia por más de una década luego de abandonar la utilización de ambos grupos químicos.
Control Es necesario seguir efectuando controles a campo y preservar los antihelmínticos que mantienen su eficacia. Una vez diagnosticada la resistencia a través del TRCH en materia fecal, sabremos qué antiparasitarios y qué tipo (géneros) de parásitos presentan resistencia antihelmíntica, pero también sabremos cuáles drogas continúan siendo eficaces. Cierto es, además, que “el espectáculo debe continuar”; es decir: debemos seguir controlando el problema parasitario a campo en el contexto de la resistencia, con los productos que aún son eficaces, procurando su utilización racional sobre la base del diagnóstico profesional del momento más oportuno para desparasitar (“no es quien mejor controla el que más desparasita, sino el que mejor diagnostica cuándo desparasitar”).
Pregunta clave ¿Es posible combatir realmente los parásitos resistentes? Un camino –drástico– para lograr ese
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objetivo podría ser el empleo de métodos físicos, como la labranza convencional, para “enterrar” a los parásitos, o bien dos ciclos anuales de agricultura, en cualquiera de sus formas, porque los parásitos no sobreviven más de un año y medio sin ciclar en los animales. Más allá de tales opciones, inviables en la práctica porque aplicarlas implicaría perjudicar la economía de la empresa ganadera, en el Área de Parasitología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (localizada en Tandil), comenzamos a evaluar algunas “debilidades” que presentan los parásitos en su relación con el medioambiente y con los animales para intentar introducir el recambio de cepas resistentes por cepas sensibles a los antihelmínticos. En cuanto a la interrelación parásito-ambienteanimal, trabajos realizados en la pampa húmeda por la Red Interinstitucional de Investigación y Experimentación en Enfermedades Parasitarias (RIEP) permiten sostener: a) que los parásitos gastrointestinales de los bovinos se encuentran en menor cantidad en la pastura (y también en los animales) hacia fines del verano, previo al destete de los terneros; y b) que esos pocos parásitos que sobreviven al verano constituyen el “pie de infección” de los nuevos destetes sobre el cual será posible “refundar” la nueva camada parasitaria, base de la parasitosis otoño-invernal que, como ya sabemos, acarrea el “efecto productivo” tan temido.
Sobre esa base, nos pareció interesante aprovechar esa “debilidad” que tiene lugar a fines del verano, caracterizada por la escasa carga parasitaria del sistema productivo, para intentar el recambio de cepas resistentes por cepas sensibles. Con tal objetivo, el año pasado se inició un trabajo experimental en un establecimiento localizado en Olavarría con resistencia a las avermectinas (confirmada sobre la base del TRCH). El trabajo consistió en la infección artificial de terneros de destete con lombrices sensibles al grupo de las avermectinas, de manera que los parásitos que fueran distribuidos en la pastura en forma posterior al destete (otoño) correspondieran mayoritariamente a esta cepa, para que luego pudiera reemplazar por competencia a la cepa resistente. La inoculación se hizo aplicando en la boca de los terneros las larvas de parásitos sensibles a la IVM producidas en condiciones de laboratorio, en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro. Los animales fueron mantenidos en un sistema de pastoreo rotativo sobre seis parcelas con cambios quincenales y fueron controlados clínicamente mediante el conteo de huevos por gramo (HPG) de materia fecal. Se requirió un solo tratamiento antiparasitario en el mes de junio con Levamisole. La eficacia de la propuesta fue medida a través de terneros “recolectores” que fueron introducidos al comienzo del pastoreo (marzo) para determinar
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la eficacia inicial (o grado de resistencia inicial), y en la primavera posterior para medir el éxito en el recambio de cepas. Como puede observarse en el gráfico 1, los resultados preliminares luego del primer año de trabajo, que se incrementaron del 39% a casi el 76%, señalan una recuperación de la eficacia de la ivermectina sobre el género parasitario Cooperia (resistente). De esta manera, consideramos alentadores los resultados del primer año de trabajo, al punto que ya se inició el segundo tramo experimental con algunas variantes realizadas al modelo anterior orientadas a optimizar los resultados. Es interesante imaginar la proyección de tales hallazgos en los diferentes sistemas de producción y su impacto en la recuperación de la eficacia antihelmíntica. Por ejemplo: la consideración de los destetes de la Cuenca del Salado (escasa o nula resistencia por la baja presión de tratamientos antihelmínticos) como fuente de cepas sensibles a ser incorporadas a los campos de invernada (resistentes por la alta presión de tratamientos), como rutina para atenuar el problema de resistencia a los antihelmínticos. Esa y otras alternativas podrán ser analizadas en el corto plazo sobre la base de los resultados de la prueba piloto llevada a cabo en Olavarría. f CREA César A. Fiel y Pedro E. Steffan Directores del Programa CPS (Control Parasitario Sustentable). Área de Parasitología, Facultad de Ciencias Veterinarias UNCPBA-Tandil
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El espejo australiano de la lechería argentina Los fundamentos de la competitividad en ambos países Santiago Fariña (33) es el coordinador de la Comisión de Lechería del Movimiento CREA. A los 25 años viajó a Australia para trabajar como asistente de investigación en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Sidney. Un año después, consiguió una beca para hacer un doctorado en esa institución académica sobre sistemas lecheros de base pastoril. Al finalizarlo, comenzó a asesorar tambos en la zona de Victoria (principal región lechera australiana). Y en 2012 regresó a la Argentina.
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–¿Cuáles son las principales diferencias entre las empresas tamberas australianas y las argentinas? –La zona lechera australiana por excelencia, Victoria, presenta muchas similitudes con las principales cuencas argentinas. En el aspecto económico, la mayor diferencia es el acceso al crédito. En Australia, más del 40% del capital total de las empresas lecheras, en promedio, es deuda de larguísimo plazo: de 30 a 40 años. Eso es extensivo al resto de la economía. Por ejemplo: veterinarios o agrónomos recién recibidos con unos pocos meses de sueldo de su primer trabajo pueden acceder a un crédito para comprar una casa sin mayores dificultades. Cuando uno les explica cómo es el funcionamiento de los tambos en la Argentina, la pregunta típica es: Entonces, ¿cómo hacen para crecer? Esos contrastes permiten verificar que las habilidades de adaptación del empresario agropecuario argentino son extraordinarias. –¿Cómo se distribuyen las tareas en el tambo? –Allá, la clásica imagen es la del productor propietario, encargado del tambo, y la esposa que lleva los números de la empresa. Las mujeres también saben mucho de los aspectos reproductivos del rodeo. Las carpetas de mis clientes siempre tenían los nombres de ambos integrantes del matrimonio, porque clientes eran los dos. Más del 80% de los tambos es operado por sus propios dueños, y eso influye mucho en el modo en que se diseñan los sistemas de producción. Por ejemplo, si les proponía dividir el rodeo en dos, se oponían abiertamente, porque eso implicaba aumentar la carga de trabajo. Yo iba a realizar la visita a los tambos a eso de las ocho de la mañana, cuando ya habían terminado de ordeñar. Nadie se levantaba antes de las seis de la mañana; el único que se levantaba a las cuatro y media era el “loco” del pueblo. Eso ocurre porque quieren desarrollar una vida lo más normal posible. Nadie quiere estar más de dos horas y media en la fosa. Todo se hace en función de la comodidad del trabajo. Uno de los desafíos es qué va a suceder a medida que los tambos se vayan haciendo cada vez más grandes, porque allá, como en todos los países lecheros, también se evidencia un proceso progresivo de concentración de la producción: cada vez hay menos productores, que son cada vez más grandes.
–Si son cada vez más grandes, van a tener que tomar empleados… –El grueso de los productores todavía está representado por familias que suelen tener un empleado que los cubre en los francos, en las vacaciones o realiza alguna tarea en particular. El matrimonio se maneja con ayuda de los hijos y, eventualmente, de algún vecino. En general, el punto de quiebre se produce cuando el rodeo alcanza las 300-350 vacas, momento en que los empresarios tienen que empezar a manejar gente en lugar de pasto y vacas. –Pero hay tambos pequeños. Quienes no crezcan, ¿seguirán siendo viables? –Tanto en Nueva Zelanda como en Australia, se han realizado estudios que demuestran que en sus tambos no hay un “efecto escala” demostrable en lo que respecta a eficiencia y resultado económico. La escala no garantiza eficiencia. Con menos de 150 vacas sí existe efecto escala, porque el precio de una persona es muy caro. Pero por encima de las 200 vacas, no se observa dicho efecto, según un estudio reciente de Dairy Australia. –La escala permite acceder a otro nivel de precios… –Pero eso no hace más viable a la empresa. Los datos de CREA indican que no existe correlación entre precio recibido y rentabilidad cuando se mira un año en particular. No es un factor determinante para el éxito de un tambo. –¿Cuál es el costo de la mano de obra? –El sueldo anual de un veterinario recién recibido puede rondar los 37.000 dólares australianos por año. El costo de vida por persona de clase media ronda los 25.000 dólares por año. Para conseguir un encargado de tambo, se pueden llegar a ofrecer 80.000 dólares a la persona y 100.000 al matrimonio, pero incluso con esos valores no es sencillo conseguir interesados. La mayor competencia por mano de obra en la zona de Victoria está en las minas de carbón, que, además de pagar muy buenos salarios, ofrecen largos francos a los trabajadores por ser considerado un trabajo peligroso para la salud. –¿No importan mano de obra? –Sí, pero son muy selectivos. Todos los años emiten un listado con las ocupaciones que registran
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Fariña: “En Australia, ante grandes variaciones en los precios recibidos por la leche, los productores responden rápidamente con estrategias defensivas; no se quejan ante el gobierno o la industria por esa situación”.
un déficit de empleo. Tienen muy claro que deben proteger su mano de obra local.
Aprovechar bien el pasto –¿Qué ventajas y desventajas tenemos con respecto al costo de producción australiano? –La relación grano/leche aquí es más favorable que la vigente en Australia. La base de los concentrados, allá, está integrada por el trigo y por la cebada; no es el maíz como en nuestro caso. La mano de obra también es mucho más cara y tienen un costo financiero más alto; incluso, algunos juegan al límite con los intereses bancarios, especialmente muchos neozelandeses que vendieron su tambo en su país de origen para trasladarse a Australia. Saben, por otra parte, que al ser una nación exportadora, están expuestos a la volatilidad. Pude observar que, ante grandes variaciones de precios recibidos por la leche, los productores respondían rápidamente con estrategias defensivas; no se quejaban ante el gobierno o la industria por esa situación. En ese sentido, la mayor fortaleza que tienen es que tienen muy claro que la base del negocio es una adecuada cosecha de pasto. –¿Qué herramientas tienen para lograr una buena cosecha de pasto? –Nosotros disponemos de las mismas pasturas e insumos que tienen ellos. ¿Dónde está entonces la diferencia? El promedio de consumo de pasto
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–¿Lo hacen como si se tratara de un cultivo agrícola? –Sí, totalmente. Tienen la atención constante en el pasto. Un ejemplo: al momento de visitar a un cliente, la mayor parte del tiempo la dedicábamos a recorrer las pasturas y observar los pastoreos. –En la Argentina, el foco de atención lechero está en otras variables… –Tenemos una cultura enfocada en la producción individual, que es importante, por supuesto, pero el hecho de que una vaca esté en una producción de 20 o 22 litros diarios no nos dice nada con respecto a la eficiencia de la empresa.
en Australia está en el orden de 7,0 toneladas de materia seca/ha/año, mientras que en la Argentina, según el INTA, debemos estar, dependiendo de las zonas, entre 3,5 a 4,0 toneladas/ha/año. Ellos creen que deben ganar mucha más eficiencia de la que tienen: estiman que el potencial alcanzable en secano es de un promedio de 12 toneladas/ha/año. El primer aspecto que define una mayor competitividad en el uso del pasto es la carga: si no se dispone de al menos 1,50 vacas/ha, no es posible cosechar una cantidad adecuada de pasto. En cuanto al manejo, la diferencia reside en el foco de atención permanente que tienen sobre la producción y cosecha de pasturas (ver gráfico 1).
–Una vaca con una producción de 22 litros puede estar convirtiendo bien el alimento o ser un desastre… –Exacto. Y por otro lado, una vaca de 15.000 pesos puede estar parada en una hectárea de 15.000 dólares. Entonces el dato clave no es averiguar cuánto se produce por unidad de vaca, sino por unidad de tierra, que representa una parte mucho más importante del capital del tambo. El forraje que se cosecha es una variable importantísima para evaluar cuánto de la leche producida viene de la tierra y cuánto de los insumos importados al sistema. –El problema es que se trata de datos difíciles de obtener. ¿Cómo hacen en Australia las mediciones de cosecha de pasto?
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–Se calculan por diferencias entre la producción y el concentrado que reciben las vacas. Pero, más allá de eso, que les da una idea de la eficiencia anual, hay un monitoreo visual casi diario, están constantemente con la mirada puesta sobre el forraje. –¿Cómo administran el tiempo libre? –Terminan de trabajar a eso de las seis de la tarde y cenan a las siete. No suelen tomarse vacaciones muy extensas. Los hijos que quieren seguir en la actividad comienzan a trabajar como empleados, luego a porcentaje y finalmente como medieros. Cuando los padres se jubilan, el hijo le compra el tambo: no se asume que se hereda. La típica actividad de los jubilados es comprarse una casa rodante para pasar el resto de su existencia viajando por Australia. –¿Cuáles son las principales fortalezas locales con respecto a los australianos?
Fariña: “En Australia, nadie quiere estar más de dos horas y media en la fosa. Todo se hace en función de la comodidad del trabajo. Uno de los desafíos es qué va a suceder a medida que los tambos se vayan haciendo cada vez más grandes”.
–Los tamberos argentinos están mucho más informados y abiertos a diferentes posibilidades productivas. Por ejemplo: ninguno de mis clientes tenía idea de cuánto rinde un cultivo de trigo. Los empresarios argentinos, por necesidad, son más flexibles, creativos e ingeniosos. Aquí, además, tenemos un margen muy grande para crecer. Cuando yo contaba allá cuánto pasto se consumía aquí, se sorprendían y decían qué peligro cuando estos se despierten. Ellos hace una década que no pueden superar de manera sustancial la actual producción de leche a nivel nacional. f CREA
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Buenas prácticas en el uso de insecticidas El empleo de trampas de luz permite monitorear las poblaciones de insectos y trazar una estrategia preventiva de control El primer paso para hacer un buen uso de los insecticidas es conocer cómo actúan. Los productos más utilizados en la Argentina son los que afectan al sistema nervioso (piretroides y organofosforados), creados entre 1944 y 1956.
Más recientemente, aparecieron nuevas familias de insecticidas de baja toxicidad: los reguladores de crecimiento (IGR) y las bisamidas (entre 1980 y 2009). El primer grupo actúa a nivel de los sistemas hormonales, mientras que el segundo afecta
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el funcionamiento muscular. Dado que el sistema hormonal de los insectos difiere del de las aves y del de los mamíferos, todos los IGR son productos de banda verde, mientras que las bisamidas oscilan entre banda verde y azul (de baja toxicidad).
Reguladores de crecimiento Dentro de esta familia de productos existen dos variantes: los compuestos aceleradores de la muda (CAM) y los inhibidores de quitina (IQ). Son efectivos fundamentalmente para controlar larvas de lepidópteros en desarrollo; como consecuencia de su modo de acción, también actúan sobre formas juveniles incipientes (larvas pequeñas). Los CAM aceleran el pasaje de un estadio del insecto a otro, con la consecuencia de producir larvas deformes, pupas que terminan muriendo o adultos de menor fecundidad. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) los clasifica como biopesticidas. Un ejemplo de este tipo de productos es el metofenoxide (diacil hidracina), comercializado como Intrepid 24% SC de Dow AgroSciences. Los IQ inhiben la formación de quitina luego del cambio de estadio; como consecuencia, el tegumento no puede proteger al insecto. Se generan larvas deformes y adultos de menor fertilidad, sin desarrollo embrionario de huevos o dando lugar al nacimiento de larvas muertas. Existen varios ejemplos comerciales de productos puros (principio activo lufenurón, Match 5% CE de Syngenta Agro; principio activo teflubenzurón, Nomolt 15% SC de Basf; principio activo triflumurón, Alsystin 48% SC de Bayer CropScience). Como ejemplos de mezclas, figuran Inmiunit, Curyon y Certero Duo, de las empresas Basf, Bayer y Syngenta, respectivamente. Una característica de los IGR es que en poco tiempo la larva deja de comer y se vuelve presa de enemigos naturales (parásitos y predadores) que multiplican su población gracias a la presencia de una plaga que pierde su potencial de daño. Los IGR actúan por ingestión. Deben aplicarse en lotes con larvas pequeñas, de unos 4 mm de longitud (entre 3 y 10 días de nacidas), las cuales están ubicadas en los estratos medios y bajos del follaje. Se trata de compuestos de alta residualidad (aunque esta se reduce con el desarrollo de nuevo follaje) y mucha selectividad hacia los insectos benéficos. No se lavan con las lluvias ni son afectados por las altas temperaturas ni por el pH del agua de pulverización. Algunos de ellos,
como las diacil hidracinas, tienen acción traslaminar, afectando a los insectos que se encuentran en la cara opuesta de la hoja tratada. Los distintos tipos de IGR se diferencian básicamente por su tiempo de reacción y por su residualidad. Los CAM son de acción más lenta que los organofosforados y los carbámicos, pero poseen muy buena residualidad; en cambio, los IQ son mucho más lentos y bastante menos residuales comparados con los CAM. La lentitud de ambos respecto de los insecticidas que afectan el sistema nervioso constituye un motivo adicional para realizar aplicaciones tempranas, mientras que la escasa residualidad de los IQ propicia su utilización en mezcla (tanto con piretroides como con organofosforados y carbámicos). La desventaja, asociada a la extrema especificidad del modo de acción de todos los IGR, es la generación de resistencia cuando hay insectos de mucha prolificidad y en ambientes con amplias ventanas de producción asociadas con altas temperaturas (zona subtropical del norte argentino).
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Como conclusión, se pueden resumir las siguientes condiciones de manejo: • La utilización de los IGR debe ser anterior a la visualización de daños y a la presencia de larvas; en consecuencia, no puede recurrirse al nivel de daño económico para decidir la aplicación de una medida de control (ver gráfico 1). Si bien es una conclusión algo extrema, es realista desde el punto de vista práctico, ya que los daños iniciales son poco perceptibles por la escasa ingesta de la plaga. Además, se advierten muy pocas larvas del total existente, por su pequeño tamaño (4 mm) y su color poco contrastante.
• Dado que el insecticida debe ser ingerido por larvas de escasa movilidad ubicadas en el envés de las hojas de los estratos inferiores, para asegurar una óptima calidad de aplicación es necesario trabajar con muchas gotas pequeñas; si el producto se deposita en los estratos superiores, sólo será ingerido por las larvas de mayor tamaño.
Monitoreo de plagas La condición básica para realizar un manejo integrado de plagas es el monitoreo de los cultivos. ¿Qué significa esto? Implica la revisión semanal de los lotes; la identificación de las especies presentes; el recuento y registro de estas, como así también de la fenología del cultivo y de las condiciones ambientales. Existen dos tipos de monitoreo no excluyentes: a campo y con trampas de luz (foto 1). Estas últimas son útiles para conocer con anticipación potenciales ataques de orugas. Permiten efectuar una detección temprana de adultos, especialmente de las hembras que depositarán los huevos que darán lugar a las larvas. El sexado de las especies permite inferir la aparición de larvas con mayor precisión; al presionar el aparato reproductor de las hembras, puede observarse si hay o no hembras oviplenas. Es prioritario identificar y contar las polillas que caen en una trampa de luz para saber cuál es la plaga potencial y qué daño produce. Para ello, es importante contar con un identikit. El INTA lo ha
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desarrollado a partir de 140 imágenes fotográficas que se agrupan por relación de semejanza en el libro Clave pictórica de polillas de interés agrícola, de modo tal que cualquier persona puede realizar el trabajo sin necesidad de contar con conocimientos de sistemática.
Foto 1. Trampa de luz para capturar polillas de interés agrícola.
¿Cuántas especies de larvas afectan los cultivos más importantes de la Argentina? No más de 32, y están presentes desde el barbecho hasta la cosecha. En este sentido, la publicación del INTA tiene una validez territorial muy amplia, que va desde Jujuy hasta Bahía Blanca y desde Mendoza hasta Buenos Aires, y actualiza la información luego de 45 años. Además del libro, el INTA Pergamino ofrece capacitación para la identificación de especies, exhibiendo material fresco y completando el material con una caja entomológica. El monitoreo con trampas de luz exige un recuento diario que debe realizarse todas las mañanas bien temprano para detener el deterioro por descamación de los adultos que se produce al caminar unos sobre otros dentro del canasto de las trampas. En primer lugar, hay que matar los insectos capturados con un insecticida piretroide potenciado con DDVP, luego se efectúa el recuento y se procede a su registro. También deben consignarse los parámetros meteorológicos que afectan la dinámica poblacional de los adultos: tal como ocurre con las abejas, las polillas no vuelan cuando hace frío, hay mucho viento o llueve. Desde hace más de 10 años, el INTA Pergamino conduce un sistema de alerta y un servicio técnico que abarca una amplia zona productiva. Este servicio es coordinado por Nicolás Iannone y cuenta con una red de 50 trampas de luz distribuidas en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa
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Fe, Córdoba y La Pampa. Los interesados pueden suscribirse sin costo y enviar semanalmente sus registros a perent@pergamino.inta.gov.ar. ¿Cuánto se puede anticipar un ataque de isocas? Como valores modales, se considera que el período de madurez sexual de los adultos es de 1 a 2 días, el embrionario es de 5 días, y el desarrollo larval, de 15 días, lo que da un total de 22 días.
No obstante, habría que descontar cinco días, ya que a partir de los 2/3 días del período larval, la ingesta se incrementa exponencialmente y comienzan a manifestarse los daños. Por lo tanto, la anticipación a la presencia de daños a campo es de 15 a 17 días. Esta información permite formular una estrategia de control con el uso de las dosis necesarias de
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los mejores productos selectivos para no afectar los insectos benéficos.
Estrategia ¿Cuál es el área de influencia de una trampa de luz? ¿Qué dice la alerta? ¿Qué grado de precisión tiene? ¿Cuántos adultos pueden capturarse por noche y qué significado tiene la abundancia o la escasez? Estas son algunas de las preguntas que permiten una mejor interpretación de la información que da un sistema de alerta temprano. En la zona pampeana núcleo, el sistema de alerta informa que los datos de captura de una trampa de luz pueden extrapolarse a una distancia de 30 kilómetros. Con una densa red de trampas, pueden delimitarse áreas con similar nivel de población de polillas, y por lo tanto, pueden emitirse alertas discriminadas por sitio específico. Una alerta no indica que haya que realizar necesariamente un control químico de las isocas; sólo informa la presencia de adultos que anteceden a los daños potenciales en los lotes de cultivo. En consecuencia, ayuda a la observación durante el monitoreo a campo, dirigiendo la mirada hacia lo que se sabe que está en el ambiente y se debe cuantificar a campo con el paño vertical. La precisión de esta predicción depende de los niveles de captura. Hay plagas que alcanzan picos poblacionales en un período corto de dos a tres días, como la isoca medidora (Rachiplusia
nu), la isoca bolillera (Heliothis gelotopoeon) y la oruga de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis). Los valores factibles de registrar por noche oscilan entre 1000 y 1500 para Rachiplusia y de entre 3000 y 5000 para Heliothis. Dichos valores son ignorados por quien sólo monitorea a campo, pero al contar con los datos de la trampa de luz, sabremos que el problema se presentará en las próximas dos semanas. Además, al conocer los datos en red de muchas trampas de luz, sabremos si el ataque será o no generalizado. La observación de daños significa que la invasión comenzó hace 15 días. Como la mayoría de los lotes registra la presencia de altos niveles poblacionales, suele ocurrir que los productores reclamen los servicios de pulverización al mismo tiempo. En estos casos, que para el oferente de servicios de pulverización representan “la gran oportunidad”, se busca incrementar la capacidad operativa de los equipos de aspersión (hectáreas por hora) utilizando bajos volúmenes, sin interrumpir el trabajo en las horas de mayor temperatura y menor humedad relativa, considerando que en esas condiciones las larvas se refugian del calor en los estratos inferiores del cultivo, donde sólo llegan las gotas más pequeñas siempre que estén adecuadamente protegidas por un antievaporante y haya suficiente cantidad. Así, la mala calidad de aplicación, sumada al alto nivel de plaga, conduce frecuentemente a la repetición de los tratamientos y, consecuentemente, a
altos niveles de isocas residuales. La baja selectividad de los insecticidas neurotóxicos, sumada a las altas dosis, elimina la fauna benéfica. Por el contrario, el uso de los IGR permite generar un círculo virtuoso que limita tempranamente el avance de la plaga y permite elegir el mejor día y horario para la pulverización. Debido a la alta selectividad y residualidad de estos insecticidas, la fauna benéfica logra sobrevivir “al bombardeo” y se multiplica utilizando las larvas como sustrato alimenticio. Cuando los niveles de captura en las trampas son de moderados a bajos, no es posible predecir lo que ocurrirá, situación que se resuelve con un monitoreo semanal a campo. Además, la predicción de la evolución de las poblaciones se incrementa sensiblemente contando con una trampa de luz in situ.
Conclusiones De todo lo expuesto debe quedar en claro que sin monitoreo no hay posibilidad de reducir el nivel de contaminación ambiental provocado por el uso de insecticidas. El monitoreo con trampas de luz permite el empleo eficaz de los reguladores de crecimiento, fuertemente asociado al momento de uso y a un estricto control de calidad de la aplicación. Adicionalmente, si los tratamientos son oportunos, no se generan pérdidas de rinde. El INTA Pergamino y otras instituciones ofrecen un servicio de alerta gratuito; todos aceptan suscripciones por correo electrónico. Además, su servicio técnico detalla los pasos por seguir una vez emitida la alerta, que consiste en información sobre los correctos procedimientos de monitoreo de cada plaga en particular, los niveles de daño económico en caso de usar insecticidas convencionales (no IGR), producto y dosis, volumen y sistema de pulverización más conveniente, uso de coadyuvantes, etcétera. f CREA Síntesis del trabajo “Para poder usar insecticidas poco tóxicos hay que hacer inteligencia”, de Pedro Daniel Leiva, técnico del INTA Pergamino.
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El CREA más austral del país Perfil productivo y comercial del grupo Pedro Luro
En el presente mes de mayo se cumplen cuatro años de existencia del CREA Pedro Luro. Se trata del grupo más austral del país. Está integrado por diez empresas, ocho de las cuales están ubicadas en el partido bonaerense de Villarino, mientras que las otras dos se encuentran en el partido de Patagones (al sur de Río Colorado). En Villarino, el promedio histórico de lluvias es de 500 mm/año, mientras que en Patagones es de
350 mm/año. En ambos casos, el balance hídrico es deficitario, porque la evapotranspiración supera los 1000 mm/año. El mínimo de evapotranspiración anual se produce en el mes de junio y el máximo en enero (ver gráfico 1). Una característica de la zona son los vientos intensos. El otoño es la estación de menor velocidad de vientos, mientras que durante el verano se registran las mayores velocidades. Entre fines
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del invierno y primavera, tal factor constituye un problema delicado en la zona porque causa graves problemas de erosión. La Ruta Nacional 3 cruza el valle de norte a sur; hacia el este, los suelos son franco- arcillosos, y en algunos sectores, salinos, con un bajo porcentaje de franco-arenosos (los típicos suelos overos). En las cercanías de la costa se encuentra el cordón medanoso. De la Ruta 3 hacia el oeste, la cantidad de suelos arcillosos disminuye y aumentan los arenosos-francos. En toda la zona de riego, los suelos son profundos, sin obstáculos para el desarrollo de cultivos y pasturas. Los niveles de materia orgánica varían de 1,5% a 3,3% (encontrándose menores valores hacia el oeste de la Ruta 3 y aumentando hacia el este). En fósforo, pueden hallarse valores de 7 a 18 ppm. Temperaturas inferiores a 0 °C tienen lugar por acción del aire polar, con el consecuente enfriamiento por radiación. Su ocurrencia es variable, pero en general se producen de abril a octubre, con un máximo de heladas entre junio y agosto. La norma general aceptada es la de disponer de los 150 a 170 días libres de heladas para implantar una agricultura de desarrollo.
Riego La característica más destacada del CREA más austral del país es el riego, que se realiza por inundación o por gravedad, tomando el recurso –aguas arriba– del río Colorado. Con excepción de algunos lotes aislados que utilizan sistemas de riego presurizados, la mayor parte del área regada en la zona emplea sistemas por gravedad. Se realizan estudios topográficos para que el agua descienda desde sectores de mayor altitud hacia otros más bajos (siguiendo un gradiente determinado). El dato es que, además de regar cultivos intensivos –como cebolla o zapallo–, el agua proveniente del Río Colorado también se emplea para producir maíz (comercial y para silo), girasol, semilla, pasturas y verdeos de invierno. La tecnología de riego consiste en llevar el agua al lote por medio de acequias. Desde allí se la deriva a los surcos a través de “sifones” (tubos de plástico con forma curva adaptada al tamaño de la acequia de riego) sin necesidad de abrir zanjas o piqueras, para así facilitar el trabajo del regador. De esta forma, se logra que el lote permanezca inundado durante unas horas. Con
En el CREA Pedro Luro, la mayoría de los cultivos se riega por gravedad.
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Líneas de trabajo Entre las líneas de trabajo del CREA, una de las más importantes es la consolidación de la siembra directa. En este momento, dos empresas –que tienen tres campos– realizan toda su rotación con este sistema. El resto de los integrantes emplea esa tecnología en algunos de los cultivos. El CREA Pedro Luro cuenta con el gran apoyo de diversas instituciones locales: INTA Hilario Ascasubi, Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca), Corfo, la Asociación de Productores de Villarino y la Asociación de Productores y Agricultores de Bahía Blanca. En este momento se está trabajando con investigadores del INTA en la calibración del índice verde para la zona de riego; a la vez, se está llevando adelante un ensayo de maíz bajo riego con técnicos de la zona Sudoeste de CREA. Durante la corta vida del grupo, tuvimos el honor de recibir la visita de empresarios de siete grupos CREA de diferentes regiones productivas. Es muy importante para nosotros conocer a integrantes del Movimiento CREA que llevan mucho tiempo –algunos, décadas– desarrollándose a través de la implementación del método grupal.
El costo de riego comprende un canon que se le paga a la Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Río Colorado (Corfo), un ente autárquico creado en 1960 para administrar el servicio de riego del Río Colorado en los partidos de Villarino y Patagones. También debe pagarse un costo al consorcio de riego local (que funciona igual que el consorcio de un edificio de propiedad horizontal), cuyos trabajadores se ocupan del riego y del mantenimiento de los canales, entre otras tareas. En el ejercicio anterior, el costo del riego –sin considerar la amortización de la sistematización del lote– fue de 92 $/ha. Por ejemplo, si un maíz demandó cuatro regadas, entonces registró un costo de riego de 368 $/ha.
Producción Maíces con riego pueden rendir 14.000 kg/ha. este sistema, se aplica desde un mínimo de 100 milímetros hasta un máximo de 250 por riego. Para poder aplicar esa técnica, es necesario emparejar el lote de manera que permita que el agua fluya en forma uniforme en toda la superficie. Este paso contempla un movimiento de suelo importante; por lo tanto, es una inversión que se debe amortizar en el tiempo. Para que el agua no permanezca demasiado tiempo en el cultivo y, además, para eliminar sales del suelo, el sistema se completa con canales de desagüe en cada lote, los cuales se encuentran por debajo del nivel del terreno (el nivel del agua de los desagües se encuentra de uno a dos metros por debajo) para enlazarse con los desagües troncales que vierten finalmente sus aguas al mar.
En el presente ciclo, las empresas del CREA Pedro Luro trabajan unas 25.000 hectáreas propias y otras 16.000 arrendadas. Es importante destacar que del total de la superficie del grupo, casi 24.000 hectáreas comprenden montes de baja receptividad (10 ha/EV). El área que está sistematizada para riego es de 7482 hectáreas; en dicha superficie se producen pasturas, girasol, maíz y cebolla. De las 10 empresas que componen el CREA, cuatro son tambos con un rodeo conjunto de unas 3100 vacas en total. La producción lechera se realiza en superficie bajo riego con pasturas a base de alfalfa, raigrás, verdeos de invierno y silo de maíz. Las demás empresas son mixtas. Se trata de productores de carne de ciclo completo y con cultivos de maíz, girasol y cebolla. El rinde promedio del maíz comercial se ubica en 8500 kg/ha, con máximos de hasta 14.000 kg/ha. En el caso del
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Cebollas patagónicas Leandro Busacca –integrante del CREA Pedro Luro– es propietario de la empresa productora, procesadora y exportadora de cebollas Patagonios.
Producción Existen dos fechas de siembra: temprana (de fines de marzo a comienzos de abril) y “de época” (agosto a mediados de septiembre). “Este año tuvimos problemas con la disponibilidad de agua de riego para la siembra temprana, pero luego, en abril, se registró una lluvia importante, creció el caudal del Río Colorado y finalmente se pudo sembrar algo”, indica Busacca. En los últimos años, comenzaron a registrarse algunos inconvenientes con la disponibilidad de agua que se destina a la producción agropecuaria. En la zona, siempre se le da prioridad al consumo humano frente a bajos caudales. “Si se recibe una cuota de agua reducida, eso implica que el agua no va a llegar a algunos campos por una cuestión de altura”, explica el empresario. “Algunos productores que se encuentran en un área superior del canal se abusan de su posición y pueden llegar a tomar más agua que la que les fue asignada en la cuota. Esos problemas se acrecientan cuando la disponibilidad del recurso es reducida”, añade. Busacca, que durante el verano recibió un 60% de la cuota total teórica que le correspondería en una situación normal, en el otoño sólo puede aprovechar un 20%. En el presente ciclo productivo, comenzaron a emplearse sembradoras neumáticas para la cebolla (las cuales son fabricadas por una pyme argentina localizada en Pedro Luro). “Los primeros resultados son buenos, aunque seguramente habrá que ajustar la densidad de siembra”, explica Busacca. La semilla de cebolla se produce en zonas de altura libres de virus que afectan el cultivo; una buena parte proviene de la provincia de San Juan. No se trata de un cultivo barato. Exige 100 a 150 kg/ha de fosfato diamónico a la siembra y entre 500 y 800 kg/ha de nitrógeno durante el ciclo del cultivo.
Cosecha y comercialización La demanda regional de cebolla es bastante predecible. Las fluctuaciones de precios suelen darse por variaciones en la oferta (cosechas abundantes, normales o escasas). Más de la mitad de la producción de la empresa se destina al mercado brasileño. “En la actualidad, los precios no son los mejores porque Brasil y la Argentina tuvieron buenas cosechas”, explica Busacca. “En una situación de mercado normal, la demanda brasileña aparece entre fines de febrero y los primeros días de marzo, mientras que este año recién se presentó en abril”, comenta. La cosecha se realiza tanto de manera manual como mecánica. En este último caso, se emplea una máquina que, luego de “arrancar” los bulbos de la tierra, los acomoda –por medio de “acarreadoras”– en un cordón o hilera superficial para su posterior manejo. Las cebollas, “ordenadas” en hileras sobre el campo, se tapan con un nailon para su protección. Las partidas se van embolsando y se las saca del campo entre febrero y agosto (con un ritmo comercial mayor o menor según las señales de precio provenientes del mercado). La selección por calidad se divide en tres calibres: cebollín, cebolla y cebollón (el primero puede tener un valor 50-70% inferior al de los siguientes calibres). Los clientes externos y, en el ámbito local, las industrias y las cadenas de supermercados son exigentes en cuanto al tamaño y al aspecto de la cebolla. El producto más commoditizado es el que se destina a verdulerías (en las cuales los diferentes calibres se mezclan al momento de vender la mercadería al consumidor). Una de las cuestiones más desfavorables para el cultivo es recibir una lluvia abundante en los momentos previos a la cosecha. La podredumbre bacteriana –también llamada “pico de agua”– es una de las principales enfermedades que sufre actualmente el cultivo.
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Hacienda con otro precio En marzo de 2013, por medio de la resolución 141/13, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación dispuso que las zonas comprendidas por un sector del este de Neuquén, el Alto Valle de Río Negro y el partido bonaerense de Patagones pasaran a ser consideradas zonas “libres de aftosa sin vacunación”. Al no poder ingresar hacienda de la región pampeana –donde se vacuna– a las zonas localizadas al sur del Río Colorado, el precio del novillo sin vacunación es superior al vigente en el resto del país, porque la oferta de hacienda no es suficiente para abastecer la demanda regional (sólo se puede “importar” carne sin hueso proveniente de la zona pampeana).
girasol semilla, el promedio del grupo es de 1100 kg/ha, con un máximo –hasta el momento– de 1700 kg/ha. Dos de las empresas ganaderas se encuentran en el partido de Patagones –al sur del Río Colorado–, lo que les otorga la categoría de empresas libres de aftosa sin vacunación, por lo cual pueden vender hacienda en el sur de la Argentina con un precio superior al de las otras regiones del país (ver recuadro). Tres empresas del grupo poseen corral para la terminación de la hacienda; en total, encierran unas 2000 cabezas por año. El 90% del alimento de esos corrales se produce en los propios campos (básicamente grano y silo de maíz). f CREA Roberto Maccagno Asesor del CREA Pedro Luro
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Un competidor serio que viene en camino Avance del sector agrícola en Ucrania Rodolfo Tkachuk –coordinador de la región CREA Santa Fe Centro– viajó recientemente a Ucrania para ofrecer una serie de conferencias sobre el agro argentino en el marco de una invitación realizada por una empresa de agroinsumos microbiológicos. Ucrania es un estado soberano del este de Europa, que limita con Rusia al este; con Bielorrusia al norte; con Polonia, Eslovaquia y Hungría hacia el oeste; con Rumania y Moldavia al sudoeste, y con el Mar Negro y el Mar de Azov al sur. Kiev es la ciudad capital, que resulta la más grande del país. Ucrania tiene una superficie de 603.700 metros cuadrados y es el segundo país más grande de Europa. Tiene clima continental, principalmente templado, que permite la siembra de muchos cultivos, entre los que sobresalen el trigo, el girasol y el maíz. Las precipitaciones disminuyen de noroeste (1200 mmm) a sudeste (400 mm). Las
temperaturas medias anuales van de 5,5 a 7 °C en el norte a 11-13 °C en el sur. El relieve incluye llanuras muy fértiles y mesetas. “Kiev es una ciudad limpia y linda para vivir. No se ve miseria. El transporte público funciona bien, está repleta de jardines, la arquitectura es bella y la gente, amable. Además, es bastante segura”, indica Tkachuk. “Mis bisabuelos eran ucranianos que se instalaron en Misiones. Cuando viajé, mostré fotos de la iglesia ucraniana en la cual me bautizaron, localizada en la localidad misionera de Apóstoles, donde también hay un monumento dedicado al poeta ucraniano Taras Shevchenko”, añade.
Sistema productivo –¿Realizan siembra directa en Ucrania? –Todo lo que observé durante mi recorrida estaba
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sembrado de manera convencional, pero técnicos locales me indicaron que en la actualidad casi un 10% del área agrícola se implanta directamente. El centro-sur de Ucrania se puede adaptar muy bien a la siembra directa, y las máquinas argentinas podrían tener una oportunidad importante en ese segmento, que no estamos aprovechando como país. En los últimos años comenzó a ampliarse el área de soja. Lo ven como un cultivo interesante que podría ser incorporado, precisamente, en el área que está en directa. El año pasado se publicó el primer libro técnico local sobre siembra directa, que fue elaborado por dos profesores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Kiev. Muchas de las fuentes citadas en esa publicación son argentinas. –Estamos exportando sembradoras a Ucrania… –Sí, pero no existe continuidad en los embarques. La oferta argentina aparece cuando el tipo de cambio es favorable y desaparece cuando no lo es. En cambio, las empresas brasileñas están instaladas desde hace una década con presencia permanente. –Poco tiempo después de la visita, surgió el conflicto con Rusia y la invasión de esa nación a la zona de Crimea…
–Ucrania tiene conflictos con los rusos desde hace mucho tiempo. El evento más dramático de la relación entre ambos pueblos es el Holodomor (“matar de hambre”, en ucraniano), que fue la hambruna registrada en Ucrania en el contexto del proceso de colectivización emprendida por la URSS durante el período 1932-1933, en la cual murieron millones de personas. Los conflictos que vemos en los diarios actualmente sólo se pueden entender en el marco de odios acumulados durante muchas generaciones, y eso es algo difícil de entender para habitantes de países tan jóvenes como los nuestros. Uno de los símbolos de la resistencia ucraniana en los últimos años fue la recuperación del idioma local en desmedro del ruso. En el ámbito productivo, en la presente campaña están llegando a los 60 millones de toneladas de granos, mientras que con el comunismo nunca pudieron superar los 30 millones de toneladas. –Las empresas, ¿tienen escala productiva? –En una de las charlas que desarrollé, vinieron cerca de 80 personas que, en conjunto, sumaban alrededor de tres millones de hectáreas agrícolas. El 2% de las empresas maneja más del 70% del área agrícola. Están muy concentrados. En 1919 el comunismo expropió la tierra productiva y asesinó a muchos de sus propietarios porque
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15.000 kg/ha de maíz (foto 1). Están usando genética estadounidense de avanzada. La soja está empezando a desarrollarse y aún saben muy poco sobre ese cultivo; están en el período de prueba y error: se pueden encontrar lotes con un millón y medio de plantas por hectárea. Son culturalmente trigueros. El color de la bandera de Ucrania es amarillo y azul porque representa un trigal y el cielo.
Tkachuk: “En la presente campaña, Ucrania será el segundo exportador mundial de maíz con 19 millones de toneladas”.
–También son importantes en girasol… –Así es, pero los grupos tecnológicamente más adelantados no tienen planes de avanzar con ese cultivo porque complica mucho la rotación en siembra directa. Están tratando de incorporar una superficie mayor de soja y también colza. Este año nos desbancaron en el mercado de maíz.
Soja se resistían a que colectivizaran sus campos. Crearon granjas colectivas de algunos miles de hectáreas en las que trabajaban muchísimas personas con gran ineficiencia. Cuando en 1991 cayó la URSS, se preguntaron qué hacer, y la primera medida fue repartir la tierra entre los que la trabajaban. Si había 2000 personas trabajando 6000 hectáreas, entonces se distribuía entre todos esa superficie. Así la tierra se dividió en pequeñísimas porciones. Se otorgó la propiedad de la tierra, pero con la prohibición de venderla, aunque sí podían alquilarla; entonces aparecieron grandes organizaciones legales que fueron sumando puchitos de tierra para crear grandes estructuras de producción. Yo visité una empresa que siembra unas 400.000 hectáreas sobre la base de una gigantesca cantidad de contratos de alquiler. Tengo entendido que uno de los requisitos para que Ucrania ingrese a la Unión Europea es liberar la prohibición de la venta de tierras. –¿Qué potencial tienen en términos productivos? –Los suelos son espectaculares. Actualmente, tienen alrededor de 28 millones de hectáreas sembradas y hay varios millones por incorporar. Mucha superficie estuvo en barbecho durante seis o siete años porque no había recursos para producir. Si bien fueron castigados por muchos años de comunismo, los suelos tienen muy buena calidad y podrían experimentar una pronta recuperación si se aplicara la siembra directa de manera generalizada. Pude ver ensayos de
–Si avanzan con el uso de la siembra directa, pueden llegar a ser serios competidores también en soja… –Seguramente. Ya tienen ensayos con rindes de 40 qq/ha en soja (foto 2). Están como nosotros en los años 80, cuando considerábamos que la zona de Río Cuarto tenía aptitud meramente ganadera. Cuando se realiza siembra convencional, sólo se consideran los suelos óptimos. Buena parte de los suelos donde trabajan son de clase I, con un metro de profundidad del horizonte A. Cuando vienen de visita a la Argentina nos dicen: “Pero ustedes siembran en cualquier parte”. Algunos estiman que con la siembra directa podrían incorporarse unos 10 millones de hectáreas a la producción agrícola. Ucrania es uno de los pocos países del mundo que tiene suelos aptos para algún tipo de producción agrícola en la mayor parte de su territorio. –¿De qué origen son los capitales que operan en el sector agrícola? –Muchos son ucranianos, mientras que otros son europeos y también de exjerarcas comunistas devenidos en capitalistas. Entre 1991 y 1992, luego de la caída de la URSS, recaudaron miles de millones de dólares para armamento. Tenían el tercer arsenal de armas nucleares. Cuando desapareció la URSS, las autoridades ucranianas entregaron las ojivas nucleares a EE. UU. a cambio de una garantía de integridad territorial, que acaba de violar el gobierno ruso con el avance sobre la zona de
Rodolfo Tkachuk evaluando un ensayo de soja, un cultivo en crecimiento en Ucrania. Crimea y de otras regiones orientales del territorio ucraniano. Las industrias ucranianas más importantes son el acero y la producción de armamento. Buena parte de la tecnología de avanzada de la URSS se encontraba en las naciones periféricas, especialmente en Ucrania. Son gente muy fierrera. Ahora empezó a hacerse fuerte el turismo, que es muy barato para los europeos; muchos llegan en tren o en avión para pasar el fin de semana. En cuarto lugar está el sector agrícola. –¿Cuáles fueron las preguntas más interesantes que le hicieron? –Tenían mucha avidez por la soja. Si lograran ampliar la ventana de siembra con la siembra directa, podrían incorporar variedades con mayor potencial. En maíz, la nueva introducción de genética está perforando techos de producción. La cuestión es qué hacer con los excedentes de rastrojo, porque en un clima frío se descomponen lentamente. Una alternativa para solucionar ese problema sería el uso de la chala para la elaboración de energía por medio de la combustión, tal como hacen los brasileños con el bagazo de la caña de azúcar; esto es importante porque son importadores de recursos energéticos. f CREA
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Distorsiones por el impuesto a las ganancias Se deberá pagar por utilidades ficticias como consecuencia del no ajuste por inflación impositivo
Ignoro sinceramente si hay algo que no hayamos dicho sobre el tema a lo largo de los últimos 12 años. Con una devaluación continua, el sobresalto del mes de enero y una inflación estimada, y ya reconocida, del 30-35% anual, vuelve a entrar en escena, con mayor rigor y dureza, la distorsión que criticábamos ya en 2002 por el no ajuste de inflación impositivo. Sobre todo, a partir de los ejercicios fiscales que cerraron a partir de enero de 2014. Por otro lado, marzo es un mes en el que cierran el ejercicio económico muchas empresas; sus impuestos anuales vencen en agosto, por lo que sería bueno no demorarse en hacer los números. El 21 de septiembre de 2002, en el diario La Capital de Rosario, se publicó el siguiente artículo, que fue muy comentado en su momento en otros medios: Sin ajuste, el campo deberá pagar por “ganancias ficticias”
Las distorsiones fiscales generadas a partir de la devaluación del peso apuntan a generar una “fenomenal transferencia de recursos” del agro hacia el Estado, en caso de que el Gobierno no aplique un mecanismo de ajuste impositivo por inflación para el tributo a las ganancias, cuya ley quedó “obsoleta”. Así lo consideró el especialista tributario Gabriel Gambacorta durante una jornada sobre impuestos organizada por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), que se desarrolló esta semana. En ese contexto, el técnico subrayó que “la ley del impuesto a las ganancias que tenemos hoy quedó obsoleta ante un contexto de inflación como el que soporta el país”. El técnico que disertó en Aacrea explicó la gravedad del problema mediante un ejemplo sencillo. Dijo que “una empresa agrícola que obtuvo 270.000
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pesos de utilidades antes de impuestos y cerró el ejercicio económico el 30 de julio de este año, tendría que haber pagado, a esa fecha, un monto de 94.500 pesos en concepto de impuesto a las ganancias, que representaban un 35% del total”. Pero sostuvo que si se deflacionara la utilidad antes de impuestos mediante el índice de precios mayoristas, podría observarse que la “utilidad real” de esa empresa fue de sólo 169.200 pesos, mientras que la ganancia “ficticia” representó un monto de 100.800 pesos. “Por lo tanto, el tributo a las ganancias, si se aplicara un ajuste por inflación impositivo, sería de 59.220 pesos contra los 94.500 pesos de la primera situación planteada, con lo cual queda demostrado que el empresario debe pagar 35.000 pesos en concepto de utilidades ficticias”, afirmó. Diferencias de cambio El especialista agregó que “en el caso de las sociedades y empresas unipersonales, las diferencias de cambio que puedan obtenerse por la tenencia de moneda extranjera están gravadas por ganancias, y al no haber ningún mecanismo de ajuste por inflación, esto genera un desastre en los balances”, expresó. Después de todos estos años, podemos decir que el nudo de la cuestión se mantiene y ahora resurge de una manera intolerable, sobre todo porque si lo de 2002 significó un salto estrepitoso, lo que ocurre en la actualidad reviste características de gravedad al sostenerse en el tiempo de manera constante.
Distorsiones Para completar el contexto, se pueden agregar varios agravantes: 1) La desactualización crónica de los mínimos y de los tramos de la escala del impuesto a las ganancias. 2) La desactualización crónica de los parámetros de determinación de otros tributos, como bienes personales, y de los parámetros procesales y penales. 3) El desincentivo a la inversión, por no permitirse la actualización de las amortizaciones de los bienes de capital. 4) Ahora la venta de acciones (de sociedades que pueden tener campos adentro, por ejemplo) está
gravada al 15%. Obviamente, el costo no se actualiza más allá de 1992. 5) Los dividendos también están gravados al 10% (además del 35% del impuesto de igualación). Se pueden estar distribuyendo utilidades de la inflación. 6) El nivel de las retenciones sobre las exportaciones agrícolas. 7) La elevadísima presión de los fiscos provinciales y municipales. La idea no debería ser evitar el cobro del impuesto a las ganancias. Por el contrario, los impuestos a la renta son los que están mejor considerados a nivel mundial, y no por casualidad los países con mayor porcentaje de participación en la recaudación de estos tributos son los más desarrollados. Que no queden dudas. Nos parece bien que quien evada sea perseguido, que se le cobre lo que evadió y que se le apliquen las sanciones correspondientes en un marco de relación jurídica de derecho con todas las garantías de defensa respetadas. Lo que no nos parece bien es que se pague sobre cualquier cosa. El impuesto a las ganancias pasó a ser un “impuesto sobre cualquier cosa”. La base imponible es cualquier cosa. No podría explicarle seriamente a un alumno, por ejemplo, cuál es hoy la base imponible del impuesto. No hablo de la teórica de los manuales y de la ley, sino de la real. La económica. No es necesariamente ganancia, tampoco es necesariamente ingreso, a veces es patrimonio; es realmente muy difícil definir en qué consiste en la actualidad. En algunos casos, el impuesto puede ser confiscatorio. Teóricamente se puede acudir a la Justicia y probarlo; de ese modo es posible realizar un ajuste impositivo por inflación, pero ese mecanismo –el de tener que acudir a la Justicia– es poco práctico y respetuoso para los contribuyentes, cuando lo que falla es la ley, especialmente para quienes no tienen la posibilidad económica de llevar un juicio contra la AFIP hasta la Corte. En otros casos, la distorsión que produce la inflación puede favorecer la generación de “quebrantos ficticios”. Es el caso de empresas muy endeudadas y con activos que no se actualizan por inflación; tienen pérdidas deducibles que vaya a saber si es razonable que lo sean en esa medida. Es la contracara del que tiene una tone-
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lada de soja al inicio de la campaña y al cierre sigue teniendo una tonelada de soja, o sea que no ganó ni perdió nada si tomamos como unidad de medida la soja, y sin embargo, debe pagar el 35% del mayor precio de esta, sin permitírsele descontar la inflación. Obviamente, al pagar el impuesto (35% sobre la diferencia de cotización positiva de la oleaginosa) queda con menos de una tonelada de soja. Téngase en cuenta que este no es un impuesto al patrimonio; es un gravamen a la renta o, más bien, debería serlo… Podríamos decir que tal vez convenga comprar vientres antes del cierre del ejercicio fiscal, ya que por su mecanismo de valuación se puede contar legalmente con alguna ventaja fiscal, siempre y cuando sean realmente compras para plantel y no se vendan en el corto plazo, lo cual sería impugnado ante una eventual inspección. Podríamos dar varios consejos más, serios, responsables y sostenibles, pero la sensación es que seguimos “disparándole al elefante con un rifle de aire comprimido”.
Conclusiones No hay, en mi opinión, mucho más que agregar. Habría que reformar la ley del impuesto a las ganancias para que contemple los efectos de la inflación de manera integral y equitativa. Mientras eso no ocurra, como sostenía el Dr. Jorge Macon, sigue viéndose afectado el principio tributario de equidad horizontal. Es imprescindible instalar un debate respetuoso y constructivo sobre el tema, para adecuar el impuesto a las ganancias (justo y no distorsivo por naturaleza) a las circunstancias actuales y evitar inequidades que, en algunos casos, pueden atentar contra la continuidad de las empresas y, lamentablemente, les dan argumentos a quienes piensan que la mejor salida ante la injusticia es evadir, o sea, la solución irracional, no ética y no sostenible en el tiempo. Insistimos en que ese no es el camino; creemos en la planificación tributaria legal responsable y exhortamos a activar los mecanismos pertinentes para que este problema sea encaminado lo más pronto posible. f CREA
Gabriel Gambacorta FH Consultores Empresariales
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Congreso Tecnológico CREA 2014 Un encuentro para analizar cómo aumentar la productividad de las actividades agropecuarias de manera sostenible
El reto de los próximos años en el mundo es aumentar la oferta de alimentos para abastecer una demanda global creciente. En ese contexto internacional, la región sudamericana y, particularmente, la Argentina, tendrían un rol protagónico para el que hay que prepararse. El Congreso Tecnológico CREA, por desarrollarse el 8 y 9 de octubre de 2014, será un aporte para encarar ese desafío analizando cuáles serán las tecnologías que permitirán incrementar la productividad de las actividades agropecuarias en los próximos cinco años.
Temario El evento se dividirá en dos módulos: uno general y otro local. El primero abordará temas comunes a las tres sedes, y el segundo debatirá contenidos de alcance zonal. El contenido estará atravesado por tres ejes principales: • La tecnología: El congreso abarcará tanto las tecnologías de insumos como las de procesos e información. Analizará la necesidad de adoptar efectivamente tecnologías actuales o de generar nuevos desarrollos. No se limitará a las tecnologías relacionadas con la producción, sino que también incluirá las vinculadas con la organización estructural de la empresa y con la gestión. • Productividad agropecuaria: En este sentido, el encuentro está motivado por un doble desafío: no sólo se pretende aumentar la productividad agropecuaria, sino que también se procura hacerlo atendiendo al modo de mejorar la eficiencia de los procesos y el uso de los recursos.
• Sostenibilidad: La sostenibilidad del sistema productivo será tan importante como la necesidad de aumentar la productividad. Por esta razón, se pondrá el acento en los aspectos ecológico, económico y social. El aumento de la productividad será planteado en el marco de la necesidad de mantener los recursos productivos y de atender y respetar las demandas ambientales de la sociedad local y global. f CREA
Novedades De acuerdo con los modos de interacción actual y fieles a la filosofía del Movimiento CREA, el congreso tendrá una estructura innovadora en forma de red; se desarrollará en tres sedes de manera simultánea: Norte (Santiago del Estero), Centro (Rosario) y Sur (Mar del Plata). Está planificado que lo que acontezca en un lugar pueda replicarse en los demás nodos regionales. Esta modalidad responde a la necesidad de abordar en conjunto desafíos y problemáticas de alcance global, pero que tienen un impacto diferente en virtud de las particularidades de cada zona productiva. Las conferencias tendrán un formato similar al de las charlas TED (tecnología, entretenimiento y diseño), difundidas en todo el mundo y reconocidas por permitir la interactividad con el público presente. Con este encuentro, se busca establecer los lineamientos generales sobre las tecnologías actuales y en desarrollo que permitirán aumentar la productividad de las empresas de manera sostenible en los próximos cinco años. Se espera que los contenidos generales marquen el rumbo tecnológico de las empresas en el mediano plazo y motiven cambios graduales que les permitan mantenerse en la vanguardia productiva. La comisión organizadora del Congreso Tecnológico está presidida por Francisco Lugano, miembro del CREA 9 de Julio. Federico Bert será el coordinador temático, quien trabajará junto con representantes regionales, directivos y el staff de AACREA.
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Block, nueva línea de biológicos para bovinos
Vetanco lanza Block, su nueva línea de productos biológicos para bovinos. En esta oportunidad, el laboratorio presenta un grupo de vacunas, al que paulatinamente se irán sumando otras novedades desarrolladas sobre sus plataformas bioinnovadoras Bioinnovo y Biotech Vac. Esta primera parte de la línea, que posee controles de calidad y detalles únicos de eficacia desarrollados por Vetanco, contempla vacunas para los complejos respiratorio, reproductivo, clostridial, entérico neonatal y queratoconjuntivitis. Vetanco es un laboratorio veterinario multinacional de capitales 100% argentinos, que desarrolla y comercializa productos innovadores para la salud y la producción animal desde hace más 25 años.
Tecnología para barbechos de invierno
Red Surcos acompaña al productor en la próxima campaña de granos finos y apuesta a nuevas tecnologías de formulación en herbicidas con el objetivo de incrementar la eficacia de los barbechos de invierno. Así, la empresa presenta Dédalo Elite y Cowboy Elite, dos soluciones que ofrecen altos márgenes de efectividad y eficacia frente a los productos tradicionales, con una óptima relación de precios. Dédalo Elite está formulado sobre la base del principio activo 2,4 en una formulación de baja volatilidad. Cowboy Elite es un herbicida Dicamba que posee una molécula de menor tamaño. A ello se suma el acompañamiento de coadyuvantes específicos que permiten una penetración rápida en la maleza y una acción de control más eficaz.
La herramienta más segura para prevenir la hemoglobinuria bacilar
Biogénesis Bagó lanza Revervac® Hemoglobinuria, una nueva y eficaz herramienta para la prevención de la hemoglobinuria bacilar en bovinos. La hemoglobinuria bacilar es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Clostridium haemolyticum o Clostridium novyi tipo D, que se encuentra presente en el suelo de determinadas regiones geográficas, como la precordillera patagónica, los campos bajos del Litoral y en la Cuenca del Salado. Dado que la inmunidad vacunal para el Clostridium haemolyticum es de corta duración, Biogénesis sugiere incorporar Revervac® Hemoglobinuria en el plan sanitario de las regiones problema, una vacuna monovalente con alta potencia antigénica para el control de esta enfermedad. En casos de primovacunación, se recomienda la aplicación de dos dosis y un refuerzo cada cuatro a seis meses, según el criterio del médico veterinario.
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Datos del 1 al 5 de abril. Precios de referencia de insumos agropecuarios sin IVAy sin fletes, excepto combustibles.
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Apuntes
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Mejor que la Hilton
N.° 403 Mayo 2014 Propietario: AACREA Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Director: Gerardo Lucio Sibaja Editor: Carlos Marín Moreno cmarin@crea.org.ar Subeditor: Mariela Suárez revista@crea.org.ar Secretario de redacción: Ezequiel Tambornini redaccion@crea.org.ar Diseño: Rene Durand Prensa: Maximiliano Denaro Fotografías: Pablo Oliveri y Martín Gómez Alzaga Corrección: Alejandra Valente Editorial responsable: AACREA Registro de la Propiedad Intelectual N.° 22473 ISSN: 0325-9846 DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Sarmiento 1236, 5.° piso, Capital Federal (1041) Teléfonos: (011) 4382-2076/79 Fax: (011) 4382-2911 http://www.crea.org.ar
Representantes de la Cámara Argentina de Feed Lot esperan que antes de fines de este año la Unión Europea oficialice el ingreso de la Argentina a la cuota 481, para poder realizar el primer embarque en 2015. Si bien se trata de un negocio de bajo volumen, la cuota 481 permite a los corrales de engorde acceder a precios que, en términos relativos, son superiores a los de la cuota Hilton. En marzo pasado, Uruguay exportó 17 cortes a un valor promedio de 9700 U$S/tonelada. La cuota 481 consiste en un cupo de carne bovina habilitado por la Unión Europea para animales producidos en corrales de engorde. Creada en 2009, cuenta actualmente con 48.300 toneladas anuales. Hasta el momento, las autoridades europeas habilitaron a cinco países como proveedores de dicha cuota: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, EE. UU. y Uruguay (este último fue incorporado en agosto de 2011). Los novillos comprendidos en la cuota 481 deben tener una edad inferior a 30 meses y haber recibido una dieta a base de concentrados por al menos 100 días previos a la faena. A diferencia de la cuota Hilton, por la cual diferentes países reciben una determinada cantidad anual de toneladas que luego son distribuidas entre distintos frigoríficos, el cupo 481 es administrado por los importadores europeos a partir de negociaciones particulares que realizan con proveedores de los países habilitados. La gran ventaja es que el cupo tiene arancel cero (cuando el arancel Hilton es del orden del 20%).
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