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Nuestros Egresados
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Septiembre-diciembre 2007•Página• 16
Julio César Castaños Guzmán: “En la PUCMM yo encontré la mejor universidad del mundo”
E
l doctor Julio César Castaños Guzmán, presidente de la Junta Central Electoral, es un hijo meritorio de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde se graduó como licenciado en Derecho en 1977 y más tarde realizó estudios de postgrado. También, ejerció como catedrático y miembro de la Junta de Directores. En PUCMM conoció y se casó con la que es hoy su esposa, la licenciada Velkys Zouain. Sus hijos son Claudia María, Julio Simón, Julio Alfredo y Julio César Castaños
Zouain. Los dos primeros son egresados, el tercero se gradúa en enero. El doctor Castaños Guzmán muy gentilmente aceptó la solicitud de PUCMM Informa de ser el primer entrevistado de la sección Nuestros Egresados, entrevista durante la cual compartió nostalgias, vivencias y pensamientos de su vida universitaria. JCCG. En la Madre y Maestra yo encontré la mejor universidad del mundo, la más cálida, la más comunitaria, la más exigente desde el punto de vista académico, la más formal, la más
El doctor Julio César Castaños Guzmán no cree en la moral sin Dios.
familiar, la más innovadora de entonces, que empezaba tantos proyectos nuevos en el área de las ciencias. Por ejemplo yo recuerdo la secretaría ejecutiva, había hasta enfermería, ingeniería de minas, ingenieros electromecánicos, matemáticos, filósofos, era verdaderamente un ambiente académico, una biblioteca espectacular, no solamente por su diseño arquitectónico exterior sino por lo acogedora, el sistema de biblioteca especializado con libros en reserva, las facilidades para los estudiantes, el decanato de estu-
diantes, incluso tenía, recuerdo, una dirección de enfermería, si a uno le dolía la cabeza o tenía un percance, cosas así. PUCMM Informa. Obviamente, doctor Castaños, usted estudió en Santiago. Conmigo hubo algo especial, me matriculé en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el primer día que llegué hubo una pedrea, una manifestación, yo tenía 17 años.Al volver a casa le dije a mi papá, que precisamente había sido rector de la UASD, que por razones muy personales yo deseaba estudiar en la Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago, pues yo no podía perder tiempo, quería graduarme rápido, tener un ambiente propicio para los estudios, y aparte de eso tenía un gran deseo de darle un giro a mi vida, en todo el sentido de la palabra. Quería dejar un poco las fiestas, los deportes y dedicarme a la vida académica. Así fue. Aprobé el examen de admisión y comenzó una de las experiencias más extraordinarias para mí, que fue una vida académica completa, total, dedicada a los estudios, al sacrificio. Mis condiscípulos eran personas excepcionales, todos dedicados a la consagración, al trabajo. Nuestras conversaciones solo eran sobre Derecho, cuestiones académicas, científicas, y verdaderamente yo diría que eso marcó mi vida de una forma determinante. Eso me permitió socialmente, relacionarme con un ambiente distinto al que había sido mi vida ordinaria en Santo Domingo, y el hecho de tan joven haberme ido a vivir independiente a una pensión, eso constituyó personalmente una disciplina. PUCMM Informa. Usted vivía en Santo Domingo. Yo vivía en Santo Domingo, aquí nací porque mis padres, el doctor Julio César Castaños Espaillat y mi mamá, la doctora Nervina Vda. Castaños eran de Moca, pero mi papá hizo su vida pública y nosotros nacimos en la capital. Pero yo decidí dar ese paso como una ruptura personal. Debo decir que lo que yo recibí en términos humanísticos en PUCMM me marcó para toda la vida. Me marcó la capilla universitaria, curiosamente. UCMM es quizás la universidad que tiene ese aspecto urbanístico y arquitectónico tan definido de la República Dominicana y probablemente del área del Caribe. La comunidad de profesores UCMM podía realmente influir en nosotros de una manera valorativa también. Tuve grandes profesores: Ramón García, Juan Jorge García, Juan Guillermo Franco, Milton Ray Guevara, Federico Villamil, el doctor Salvador Jorge Blanco, Luis Veras Lozano, la señorita Germosén, profesora de francés.
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Nuestros Egresados UCMM era un ambiente especial, casi mágico para el estudio, y entre nosotros se desarrolló, entre los profesores y estudiantes, el ambiente de una verdadera comunidad universitaria. Yo no se si el tiempo actual permite algo así, porque éste es otro mundo, uno más rápido, yo por ejemplo, mientras fui estudiante nunca trabajé y estudiaba todo el tiempo, hubo una verdadera consagración, Eso tenía de bueno que uno salía con una sólida formación académica. PUCMM Informa. ¿Cómo pudo lograrse ese ambiente académico tan consagrado en tiempos tan turbulentos como aquellos? La universidad nunca estuvo cerrada al debate de las ideas, lo que pasa es que el debate de las ideas tenía lugar en el foro propiamente hablando del ambiente académico de la asignatura que nosotros recibíamos. Teníamos una asociación de estudiantes de derecho pero no nos dedicábamos a hablar en contra del gobierno. Organizábamos conferencias, por ejemplo, una sobre el derecho internacional del mar ofrecida por Milton Ray Guevara, que entonces era una especie de celebridad joven que venía de Francia, con un discurso que este país todavía no lo conocía. Otra fue la que impartió el doctor Jorge Blanco bajo el tema de aspectos jurídicos de la Independencia Nacional, de eso hace más de treinta años y nunca lo olvido. Había una dinámica de discusión de las ideas y de discusión política en que nosotros participábamos, pero como estudiantes, no queríamos ni interrumpir las clases ni hacer manifestaciones, queríamos aprender. PUCMM Informa. ¿Cómo pueden armonizar los principios de búsqueda de la verdad propios de una universidad con la fe católica? En el caso mío yo he sido muy marcado por la confesión católica. Desde hace muchos años, por una opción propia, mis padres hicieron el cursillo de cristiandad y yo me crié en un hogar católico; yo aprendí a orar viendo a mi papá hacerlo, todos los días, incluso mis padres cuando construyeron su casa le construyeron un oratorio para él y todos los días papá se levantaba y cuando estaba en el oratorio no se le podía interrumpir. El papa Juan Pablo II habla de razón y fe y dice que son las alas de un mismo pájaro que se levantan para la contemplación de la verdad y una cosa no es excluyente con la otra, definitivamente. Blas Pascal es el típico caso del científico católico y decía: el corazón tiene razones que la razón desconoce. Hay una parte del hombre a cuyo conocimiento no se llega por la razón, pues esta es un instrumento que llega un momento en que debe ser motivada por la fe. Puede un abogado ser un verdadero cristiano? Sí, pero es muy difícil. Porque el abogado postula por intereses, al final de cuenta todos los intereses legítimos tienen vocación a ser defendidos. Lo que
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La conversación con el doctor Castaños Guzmán fue larga y amena.
“Mi concepto sobre la justicia y la lucha contra la pobreza está en la doctrina social de la iglesia y eso yo lo adquirí en PUCMM”. pasa es que los núcleos de los intereses hay que contrastarlos y ver cuál es preeminente respecto del otro, lo que se llama el choque de los derechos. Yo escribí un ensayo llamado “Ética para un político del siglo XXI” y es lo mismo que se le puede aplicar a un abogado. Lo voy a poner en cinco palabras: Verdad. La propuesta ética frente a la misma es buscarla. El profesional tiene en buscarla, un reto de cada día, y es una actitud. No tenemos las herramientas para llegar a la verdad última de todo pues somos seres limitados pero es la actitud la que vale. En segundo lugar, pongo en mi lista el honor, que es cumplir con el deber. Honor es cumplir con los deberes morales hasta sus últimas consecuencias. El honor en la política en el ejercicio de cualquier profesión es un asunto fundamental. Justicia, es equilibrio, que le demos a cada quien lo suyo, porque la sociedad determina también los merecimientos, y por las propias indefensiones. La ley no siempre es justa pues la hacen los hombres. El cuarto es la transparencia. Es la acción visible de la verdad, que se vea lo que yo estoy haciendo. En la transparencia va algo muy importante que es la sinceridad. Así una persona se
hace confiable, entonces te pueden acompañar porque eres sincero. Por último, la templanza. Es el control de nosotros mismos. La mayoría de nuestros políticos se ponen locos cuando toman un cargo público por el poder porque sucumben al mismo. Qué tanto tuvo que ver su permanencia en PUCMM con su formación ética? Fue determinante, porque en mi programa de estudio estaba la ética y la doctrina social de la Iglesia. Mi concepto sobre la justicia y la lucha contra la pobreza está en la doctrina social de la iglesia y eso yo lo adquirí en PUCMM. Yo puedo decir que en gran medida lo que yo he dicho en esta entrevista ha salido de mi experiencia en PUCMM. Pero por otra parte la vida me permitió ser profesor de PUCMM, fui miembro de la Junta de Directores, yo he tenido una vinculación muy profunda con la universidad, además de que me ha unido una gran amistad con monseñor Agripino Núñez Collado, mi amigo, consejero y mentor. Me siento muy agradecido de la Universidad, son más de treinta años desde que me gradué y esta vinculación nunca terminará. Qué historia de su paso por la JCE quisiera escribir Julio César Castaños Guzmán, cómo quiere ser recordado? Yo quisiera escribirla con los hechos porque los jueces electorales no somos diletantes ni disertantes, hemos sido contratados para hacer un trabajo. El acontecimiento más importante que pasará en el país en 2008 son las elecciones y eso tiene que quedar bien, lo que depende de muchos aspectos. La logística, la educación del personal, las cuestiones tecnológicas. Todo eso tiene que ser gerenciado para que quede bien y quien gerencia ese proceso tiene que comprender el comienzo y el final. La JCE también custodia la identidad de los dominicanos pues llevamos el
registro civil, y nuestro registro civil colapsó hace años. Una de las grandes iniciativas de esta Junta es reconstruir eso pero va a llevar algunos años. Custodiamos la cédula, la identidad ostensible del ciudadano. Si yo fuese recordado porque mejoré la custodia de la identidad del pueblo dominicano, donde está la historia de nuestras familias, si yo logro mejorar la cédula y hacer unas buenas elecciones, pasaría necesariamente a la historia. Pero la historia de un hombre termina el día que lo llevan al cementerio y lo entierran. Uno puede correr la carrera y caerse al final, yo quisiera al final de mis días ser como yo soy ahora, quisiera no cambiar. Tiene Julio César Castaños Guzmán aspiraciones políticas, cómo se ve en la función pública después de la JCE? Por el momento en lo único que pienso es en salir bien de mis actuales funciones y creo que ya es bastante. Lo demás sería una especulación de parte mía, además de que le haría daño a mi propio ejercicio si me pongo a pensar en eso ahora. Cuál sería su mensaje a la juventud dominicana? El éxito de la vida está en el sacrificio, en las metas que uno se traza, todos los hombres y todas las mujeres vienen con una misión a este mundo, que está relacionada con los talentos que tenemos. Si una persona logra poner todo su esfuerzo, todo su sacrificio en función de los talentos que tiene, y desde joven identifica la misión, esa persona va a tener éxito. Y no solamente va a tener éxito, sino que va a ser recordada y esa persona, va a poder, como decía Kant, la autoliberación por el conocimiento. La República Dominicana te necesita a ti, me necesita a mí. Entonces al descubrir esa dimensión de que mi país me necesita, estoy cumpliendo con mi misión.