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Francia en Cuenca

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Historia

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Los primeros detalles franceses en Cuenca se deben a la misión Geodésica Francesa que realizaron la última medición en la antigua Catedral de Cuenca. La ciudad empieza a prosperar y empieza un cambio brusco, especialmente de las familias de clase social alta que viajan a París, trayendo pensamientos e ideas, que cambiaría la escenografía colonial. Se puede observar la migración de aristócratas al país de las artes de ese tiempo: París. Esto ayuda con gran fuerza al ingreso de nuevos ideales, tradiciones y culturas europeas. Cuenca se empieza a convertir en una pequeña Francia donde empieza a crecer, las artes, arquitectura, letras y pinturas. Todos estos viajes por las familias de mayor poder económico cambiaron de una ciudad vieja a una ciudad moderna que, de alguna manera, crece un nuevo impulso bajo la influencia francesa con fiestas, concursos y letras. (Arq. Pedro Espinoza Abad, 2002, pág. 29).

Esta nueva etapa que empieza les da la oportunidad a los artesanos cuencanos a desarrollar su creatividad, con los nuevos materiales que han llegado de París, creando nuevas composiciones con estilos europeos, buscando armonía y paz en sus diseños. La llegada de artistas franceses impulso la creatividad, enriqueciendo su mano de obra, con los nuevos materiales y la madre del ingenio y empiezan el auge de la época. Con los mismos materiales que se realizaban las primeras construcciones de un solo piso, se pasó a utilizar en los ornamentos, rosetas, ventanas de medio punto, claves y balaustres. Si es verdad que todas las construcciones del siglo XIX derivan del neoclasicismo francés, pero en realidad fueron los artesanos cuencanos que llenaron de gloria a la ciudad de Cuenca. (Arq. Pedro Espinoza Abad, 2002, pág. 33)

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Todas las edificaciones de Cuenca muestran aires coloniales, pero que en verdad son de república (la gran parte de las edificaciones datan del siglo XIX con excepción de los dos monasterios, el Carmen y la Inmaculada Concepción) que datan del siglo XVIII, esto no deja que se pierda la armonía que vive la ciudad con un poco chocante modernidad del siglo XX.

En la ciudad de Cuenca, escondida entre las montañas, se puede observar dos formas de como se adoptó al neoclásico – francés. Como arquitectura Neoclásica podemos observar que no hubo una intervención sobre las viviendas que ya existían, fueron destruidas y comenzaron desde cero siendo más limpio y natural con nuevos planos para las nuevas edificaciones. Al iniciar la metamorfosis de la arquitectura neoclásica, entra la idea de renovar las viejas fachadas de los edificios, con el terremoto del siglo XIX fue una ayuda para poder acelerar esta idea, dejando las antiguas fachadas de estilo colonial y estrenando nuevos rostros con aires franceses que estaban en auge.

(Arq. Pedro Espinoza Abad, 2002, págs. 20-23)

Una nueva moda entra en Cuenca en lo cual se pueden ver dos tipos de fachadas: epidérmicas y bordadas. Las fachadas epidérmicas son aquellas que obtuvieron lo llamado: obra nueva, es decir mantenía la misma construcción colonial o se construía de nuevo el edificio y empieza a ser decorada con cielos rasos, medallas, imitando el estilo arquitectónico europeo. Las fachadas bordadas utilizaron bastantes casas de Cuenca que consistía en decorar superficialmente los frentes, con altos relieves de flores, animales. Este tipo era el más económico, pero sin quedarse atrás de la moda.

(Arq. Pedro Espinoza Abad, 2002, pág. 39)

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