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JIRÓN JUNÍN

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HUATICA

HUATICA

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PLAZA MAYOR

Fue el escenario de diversas actividades de índole político, civil, militar, religioso, administrativo y comercial. En el perímetro de la plaza se habían acomodado los principales gremios de artesanos, que luego darían nombre a las calles, como bodegones, mercaderes, petateros y escribanos. En este lugar también se dio la primera corrida de toros en 1538, celebrando la derrota de las huestes almagristas, a manos de las pizarristas en la Batalla de las Salinas.

Asimismo, era testigo de los grandes paseos virreinales que se daban desde la Alameda de los Descalzos, bordeando el río Rímac hasta llegar a la plaza.

PLAZA BOLÍVAR

El lugar donde se ubica la plaza fue conocido como plaza del Estanque al ser depósito de agua desde aproximadamente la fundación de Lima. El virrey Diego de Zuñiga y Velasco, Conde de Nieva (1561-1564), construyó ahí un depósito de agua que surtía a conventos, monasterios y edificios de la ciudad. A finales del siglo XVI la plaza fue denominada Plaza de la Inquisición. En la Plaza Bolívar existió un mercado de abastos que fue trasladado fuera de la plaza al instalarse el Congreso Constituyente del Perú. A partir de ello a la plaza se le llamó Plaza de la Constitución.

En 1825 se colocó el monumento en honor de Simón Bolivar, libertador de Bolivia, Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador y Perú. La estatua motiva a que en los aniversarios independentistas de los seis países se efectúen homenajes en la mencionada plaza.

PEÑA HORADADA

Desde inicios del siglo XVII existe una piedra oscura perforada en el cruce de los jirones Junín y Cangallo. La piedra ha dado origen a una serie de leyendas; en una de sus tradiciones, Ricardo Palma, cuenta que el agujero lo hizo el diablo para huir de una procesión del Señor de los Milagros. La procesión pasaba por la Calle del Suspiro (actual Jirón Cangallo) y el diablo estaba cerca tentando a los devotos, pero tuvo un susto cuando vio que en el otro jirón pasaba la procesión de la Virgen del Carmen. No tenía por donde escapar así que atravesó la piedra.

PLAZA ITALIA

Este es uno de los espacios urbanos más antiguos de la ciudad y era llamada antiguamente Plazuela de Santa Ana debido al hospital de indios y parroquia del mismo nombre, fundados en 1549. El barrio también era llamado Santa Ana y en él se encontraban el antiguo hospital San Andrés y la Escuela de Medicina de San Fernando, actual Colegio Héroes del Cenepa y una parte de la Comisaría San Andrés. En el lado norte de la plazuela se encuentra hasta nuestros días el monasterio de Concepcionistas Descalzas de San José, hoy ocupado por los Misioneros de los Santos Apóstoles, cuya antigua huerta, ubicada en la parte posterior del terreno, era atravesada por el cauce del canal Huatica. El nombre actual de la plaza se deriva del hecho de haberse colocado en ella el monumento al sabio italiano Antonio Raimondi en 1914.

COLEGIO DE SANTO TOMÁS

Cerca de las inmediaciones de la Plaza de la Inquisición, actual Plaza Bolívar, se construyó en un terreno ubicado frente a la caja de agua en Jirón Junín N° 748, el Colegio de Santo Tomás de la Santísima Trinidad de la Orden de Predicadores. Fundado en 1645 gracias a la donación del minero Andrés Cintero.

MONASTERIO DEL CARMEN

El monasterio, ubicado entre los jirones Colón y Bolívar, tiene su origen en 1618 en el recogimiento e iglesia fundados por Catalina María Doria y su esposo Domingo Gómez de Silva quienes introdujeron el culto a la Virgen del Carmen y a Santa Teresa en el Perú. El Sr. Gómez compró con su esposa “un sitio junto a la Acequia de Isla que tiene 21 solares”, donde fundaron una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen y junto a la misma se edificó una casa de recogimiento. La fundación se realizó el 17 de diciembre de 1743 con tres monjas de la congregación de las Carmelitas Descalzas procedentes de Cartagena (Colombia).

QUINTA HEEREN

La Quinta Heeren debe su nombre su dueño, el alemán Óscar Heeren. Es un conjunto habitacional de estilo austro-húngaro que poseía plazuelas, jardines adornados con lujosos jarrones y esculturas, y calles estrechas. A finales del siglo XIX el lugar fue sede de las embajadas de Japón, Bélgica, Alemania, Francia y Estados Unidos.

Por su valor histórico y artístico, The World Monuments Fund en 1998 y en 2006 agregó la Quinta Heeren en la lista de Watch List, que incluye a los sitios de patrimonio cultural en situación de riesgo. La UNESCO también ha considerado la Quinta como “patrimonio en riesgo”. Durante los últimos años se vienen realizando esfuerzos para su recuperación.

MONASTERIO DEL PRADO

El monasterio se encuentra habitado desde el 2 de setiembre de 1640 por religiosas agustinas hijas del Santísimo Salvador. El arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez (1642 – 1671), hizo posible la edificación de celdas, claustro, oficinas monacales y la ampliación de la iglesia; además, donó su corazón al monasterio. El monasterio posee un retablo del Señor de la Expiración, el cual está rodeado de columnas antropomorfas llamadas pilastras, de las cuales emergen figuras alusivas al dios Atlas. El monasterio se mantuvo de clausura hasta 1940 en que la orden de las Recoletas Ermitañas Descalzas de Nuestra Señora del Prado se fusionó con las Terciarias Agustinas Hijas del Santísimo Salvador. En la actualidad la iglesia del monasterio solo abre los domingos durante una hora.

CINCO ESQUINAS

Calle de Barrios Altos con cinco esquinas y cinco calles: Panteoncito de los Naranjos, Prado, Acequión (calle que está formada por seis cuadras del Jirón Huari), Ancha (que es la cuadra quince del Jirón Antonio Miro Quesada) y Barbones.

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