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Referencias
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cado en órbita alrededor de la tierra. El motor de la segunda etapa se apagó por media hora para orbitar y esperar una posición favorable para reencenderse por un tiempo de 2 minutos alcanzando 8766 m/s de velocidad. La segunda etapa se desprendió del cohete quedando este en una órbita apta para recibir el último impulso de la tercera etapa. Medio minuto después de separarse la etapa dos, se encendió el motor cohete de la etapa 3 llegando a 11449 m/s de velocidad en 87 segundos, lo que le permitió llegar a la fase de “Inyección trans marciana” y escapar del campo gravitacional de la tierra, rumbo a Marte. La etapa 3 se separó dejando a la sonda Mars Global Surveyor sola en su larga jornada a través de Marte.
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En materia de avances tecnológicos, el lector puede destacar el tercer artículo de estas memorias, enfocado al entrenamiento por medio de simuladores para pilotos, donde se destaca el uso de tecnología mecánica, electrónica e informática que permiten generar un ambiente de aprendizaje virtual para una labor de alto riesgo como es pilotar una aeronave. Así pues, puede recalcarse el valor de los ambientes virtuales de simulación en la actualidad, donde se optimizan los recursos y al mismo tiempo se genera conocimiento valioso.
Este artículo aborda las competencias no técnicas que debe tener un piloto de una aeronave en ambientes en donde la tecnología aeronáutica esté presente, pero se necesite aplicar habilidades no técnicas o corregir aspectos no técnicos como el comportamiento, las actitudes o la comunicación. Estas capacidades no técnicas pueden ayudar en buena medida a la reducción de incidentes y accidentes aéreos.
Un ejemplo de accidente aéreo en el cual se hicieron necesarias varias competencias tanto técnicas como no técnicas sucedió el 20 de diciembre de 1995, cuando un avión Boeing 757 de la aerolínea American Airlines que cubría la ruta Miami – Cali, se estrelló en horas de la noche, contra un cerro de la Cordillera Central, a pocos minutos de aterrizar en el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que sirve a Cali. El capitán de 57 años, con más de 13000 horas de vuelo, y más de 2260 horas de experiencia en Boeing 757 y el copiloto de 39 años con 6000 horas de vuelo y 2286 horas en Boeing 757 eran ambos competentes y experimentados. La aeronave contaba con solo cuatro años de antigüedad y un moderno sistema de navegación para los años noventa. Debido al tráfico pesado y a una tormenta, despegó con más de 1 hora de retraso desde Miami hacia Cali, Colombia. Tres horas después volaba a 22000 pies de altitud y se encontraban a 72 millas del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón que sirve a la ciudad de Cali. La torre de control del aeropuerto opera sin radar por causa de un sabotaje de la guerrilla que actuaba en Colombia la cual inhabilitó al radar. Los controladores aéreos se basaban en indicaciones de los pilotos para calcular la posición de
los aviones. Los puntos de referencia para navegación eran en su orden Tuluá, Rozo y Cali y el computador del avión venía programado así. Pero la ausencia de radar, el vuelo en horas nocturnas (sin visibilidad), causan confusión y mala comunicación sumado deficiencias en el manejo de inglés y español. El piloto malinterpreta la instrucción del controlador aéreo que lo autoriza a volar directo a Cali y reprograma el computador para hacer una aproximación directa al aeropuerto borrando los puntos de referencia intermedios. Al reprogramar el sistema de navegación se comete un error. El piloto al escoger el punto ROZO digitando la letra R sin ser consciente de que dos nombres similares no eran bien diferenciados por la computadora y esta escogió el punto errado sin detenerse a diferenciar ROZO (cercano a Cali) de ROMEO (cercano a Bogotá). Este error desvió el avión hacia la Cordillera Central rumbo a Bogotá, mientras iba perdiendo altura en su aproximación a la pista. Piloto y copiloto corrigen el rumbo, pero el avión ya se encuentra a baja altura en medio de la Cordillera Central. El sistema de alerta de proximidad de terreno se activa y el piloto aumenta la potencia colocando la nariz del avión hacia arriba, pero olvidando replegar los frenos aerodinámicos, lo que redujo su rata de ascenso. El avión no alcanza a ganar la altura necesaria estrellándose contra la montaña. En este accidente, aunque no se señala la causa como falta de habilidades no técnicas, se puede evidenciar que la situación ameritaba el uso de estas habilidades, al encontrarse un sistema clave en la navegación nocturna, como es el radar, fuera de servicio y requiriendo de otros procedimientos y percepciones de la situación y realidad durante la aproximación y el aterrizaje. De hecho, el controlador aéreo admitió que, si hubiera tenido mejor nivel de conversación en inglés, hubiera indagado mejor algunas informaciones del piloto, que para él no tenían mucho sentido (Mauricio PC, 2021).
Por otro lado, el lector estará en conocimiento que el espacio físico tiene a su vez una versión digital, es el conocido como espacio virtual o también llamado ciberespacio. En 1984 se registra por primera vez el término ciberespacio dentro de la obra literaria de ciencia ficción llamada “Neuromante” escrita por W. Gibson. Este término se entiende como “alucinación consensuada” es decir que ha sido decidida por consenso (Aguirre, 2001).
Durante una entrevista el autor de esta obra literaria, en 1994, definió la palabra ciberespacio así “Es una metáfora que nos ayuda a sentir ese espacio en donde el mundo civilizado está haciendo cada vez más cosas desde la Segunda Guerra Mundial, ciberespacio es donde nosotros realizamos operaciones bancarias, es donde guardamos el dinero, y donde las bolsas de valores hacen sus operaciones, pienso que dado que mucho de lo que hacemos ocurre digitalmente o electrónicamente, la expresión ciberespacio nos permite, que todo sea
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parte del territorio”. (Aguirre, 2001). El ciberespacio se puede definir como un espacio virtual de interacción que debe ser reconocido como un ámbito en el que el ser humano no vive en una alucinación, sino al contrario, se manifiesta como plenamente humano, desarrollando sus potencialidades.
Este nuevo espacio virtual se evidencia en la ampliación de nuestra capacidad de comunicación, cuyo efecto es una mayor capacidad de interacción. En ocasiones, se entiende el ciberespacio como una gran acumulación de información que, aunque es cierto no es suficiente para definirlo. No es simplemente una gran base de datos en la que los usuarios se limitan a localizar información, como en cualquier biblioteca, para después salir de ella. Las nuevas posibilidades de interacción son mayores frente a otras formas anteriores que eran más limitadas. A diferencia de otros medios el ciberespacio permite la construcción de relaciones de diversos tipos y también la convivencia. En efecto, es un espacio en todos los sentidos, aunque sea virtual (Perry, 1996).
Es claro que el ciberespacio es una realidad que originó todo un universo nuevo fuera de los límites del espacio material conocido, donde se puede acceder a información en cuestión de fracciones de segundo, transferir datos desde un lugar a otro casi al instante superando las barreras de las distancias reales, hacer operaciones bancarias y obtener servicios de entretenimiento, todo sin salir de sus hogares. Sin embargo, esta nueva realidad no sería posible sin el uso de Internet, un descubrimiento que potencializó los avances tecnológicos en las últimas décadas.
Cabe resaltar que el concepto de virtualidad es un concepto cada vez más utilizado y comúnmente asociado a nuestra era moderna, sin embargo los primeros indicios de virtualidad datan de la antigua Grecia donde Platón hace uso de este término para definir que el conocimiento proviene de las ideas y de las imágenes que el hombre capta de su contexto, de modo que si el hombre tiene la capacidad de contextualizar la realidad significa que el concepto de virtualidad es pasar del contexto imaginario al del aprendizaje y conocimiento para finalmente alterar la realidad. La palabra virtual viene del latín virtualis, que a su vez deriva de virtus que significa fuerza, potencia. En la filosofía, lo virtual es aquello que existe en potencia, pero no en acto.
Levy en 1999 comprende la virtualidad como un proceso creativo de algo que genera situaciones que antes no existían. Así mismo establece que la virtualidad cambia la percepción de la relación entre el espacio y el tiempo, de tal manera que, superando esta barrera espacial, la virtualidad crea un entorno en el que la cantidad y volumen de información y comunicación son la materia prima para las nuevas civilizaciones (Levy, 1997).