Reporte del Secretario General de las Naciones Unidas de la implementación de la resolución 68/216 sobre la Armonía con la Naturaleza El documento del Secretario General de las Naciones Unidas esta formulado como reporte sobre la implementación de la resolución 68/216 sobre la Armonía con la Naturaleza (Harmony with Nature), y se presentará en la sexagésima octava reunión de la Asamblea de NNUU, y además se utilizará como un insumo para la discusión de la agenda de desarrollo post-2015 de la misma. El texto discute desde distintos enfoques el concepto de convivencia entre los seres humanos y la naturaleza, que es definido en tres ejes: Ciencias del Sistema Tierra, Gobernanza de Sistema Tierra y Economía basada en Tierra. El concepto del Buen Vivir se viene desarrollando en Sudamérica en los últimos 10 años, y está institucionalizado en Ecuador como el sumak kawsay y en Bolivia como suma qamaña. Varios pensadores de los movimientos destacan que sumak kawsay es un concepto plural, ya que representa una crítica a la teoría clásica de desarrollo, buscando, a la vez, una alternativa a los modelos actuales del desarrollo económico. El buen vivir abarca un balance harmónico entre los aspectos materiales y espirituales de la comunidad, en donde la sociedad y la naturaleza son indivisibles, y propone estrategias como reformas del sistema legal, contabilidad ambiental, reformas tributarias y alternativas regionales a la integración en Sudamérica. Es significativo que una organización internacional como las NNUU tome en cuenta dichos conceptos e ideas basadas en los saberes ancestrales de nuestra región para crear un debate internacional. Sería oportuno aprovechar de esta posición que se le está dando al Ecuador para participar en el desarrollo de los temas mencionados, con el fin de mejorar su posicionamiento internacional exponiendo propios avances, pensamientos, políticas e acciones que se van desarrollando últimamente, poniendo en debate la aplicación de proyectos similares en la región. Las Ciencias del Sistema Tierra se apartan de la doctrina histórica que el ser humano es distinto y separado de otros seres y del ambiente, siendo el amo del planeta, enfocándose más bien en una visión holística de la Tierra en donde todos los elementos son interconectados, y en qué los cambios en un elemento tienen repercusiones en todos los demás. Todos los que conviven dentro del sistema Tierra cumplen con una función particular e indispensable, por lo tanto no puede estudiarse solo una parte aislada sino todas en conjunto. Los nuevos acontecimientos científicos confirman estos nexos a través de impactos negativos cumulativos de las actividades humanas sobre el ambiente, tales como la extinción de especies, eventos climáticos extremos, aumento del nivel del mar, agotamiento de los recursos naturales, entre otros. Esta forma del pensamiento científico existe desde un tiempo atrás, pero el proceso de describir en detalle la complejidad del Sistema Tierra todavía presenta un gran reto para las décadas futuras. El desarrollo de la Gobernanza del Sistema Tierra se dio en base a los conocimientos holísticos de las Ciencias del Sistema Tierra; en el 2007 se creó el Proyecto de Gobernanza del Sistema Tierra con cuatro programas principales: DIVERSITAS, Programa Internacional Geosfera-
Biosfera, Programa Internacional de Dimensiones Humanas sobre el Cambio Ambiental Global y el Programa de Investigación del Clima Global. En el dicho sistema la gobernanza se conceptualiza como un sistema menos jerárquico que la gobernanza tradicional, más descentralizado, abierto a auto-organización e incluyente de los actores no-gubernamentales. Esta nueva gobernanza reconoce la culpabilidad de los seres humanos en interrumpir con los elementos del Sistema Tierra, y que la respuesta debe ser un cambio en el comportamiento de los ciudadanos individuales, organizaciones, sociedades y el sector privado al nivel nacional e internacional, debidamente apoyado por un bien diseñado marco institucional global. Implementar el sentido de responsabilidad del individuo y de la sociedad para lo que ocurre con nuestro planeta es el reto de este nuevo sistema de gobernanza, que se podría lograr, por ejemplo, integrando estos conceptos clave en el sistema de educación y en la organización de instituciones públicas. Casos ejemplares de la implementación del sistema son la Constitución de Ecuador del 2008 y de Bolivia de 2009 que reconocen y garantizan los derechos de la Madre Naturaleza, y los casos de protección de derechos del rio Whanghanui (Nueva Zelandia, 2012) y rio Vilcabamba (Ecuador, 2010), en los cuales se destaca la importancia de las acciones tomadas por parte del público en proteger los derechos de la naturaleza. La Economía basada en Tierra se basa en las Ciencias del Sistema Tierra para desarrollar ciencias económicas, reconociendo que la economía fundamentada en crecimiento se confía de un sistema insostenible de explotación del ambiente. La cultura consumista tiene como objetivo adquirir lo que queramos sin saber de donde venga o como es producido, ya que lo importante es satisfacer no tanto la necesidad sino el confort del individuo, lo que finalmente presenta una situación completamente insostenible. Esto lo podemos ver en la industrialización de la producción alimenticia o la hiperproducción de la tecnología con productos prácticamente desechables, algo que azota nuestro sentido común de necesidades verdaderas y finalmente nos convence de necesitar riquezas para vivir bien. Lo que se requiere para el desarrollo sostenible es un cambio de paradigma, en el cual la naturaleza ya no se considera como mercancía, y la prosperidad no se piensa como el aumento de lo material, sino más bien como la salud fisiológica y social, el arte de vivir bien en un planeta con recursos finitos. Por lo tanto, se ha propuesto desarrollar un índice de bienestar alternativo al PIB, del cual se encargará el grupo de trabajo denominado “Friends of the Chair” de NNUU fundado este año 2014. Hasta mientras, lo que nos queda como alternativa es buscar nuevos mecanismos económicos que disminuyan la explotación de los recursos naturales y que son conscientes tanto del ser humano, como de la naturaleza. Al final, se presentan algunas conclusiones que destacan el tema de calentamiento global y sus posibles repercusiones al planeta, con recomendaciones de seguir trabajando en los paradigmas que reflejan los principios de vivir en harmonía con la naturaleza, apoyar el trabajo de los estados miembros e invita a un debate que tome en cuenta tanto las necesidades de los seres humanos como del ambiente.
Elaborado por: Maja Celinšćak; 8 de septiembre de 2014