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PRÓLOGO

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1. INTRODUCCIÓN

1. INTRODUCCIÓN

Constituye para mí una gran satisfacción poder prologar la presente obra titulada Talleres epigráficos y talleres escultóricos. El taller epigráfico del maestro Sebastián de Toledo. La alegría es doble. Por un lado, la derivada de ser su autora mi alumna Elisabeth Menor Natal, discípula aventajada con la que he compartido numerosas horas trabajando con epígrafes y alguna que otra “excursión epigráfica”, tal y como me gusta denominar a los viajes necesarios para efectuar la autopsia de aquellas inscripciones que están siendo estudiadas. Por otro, consecuencia de ser el presente libro una importante aportación a la Epigrafía Medieval, situando su centro de atención en el trabajo el maestro Sebastián de Toledo, sin duda uno de los más grandes escultores hispanos del Bajo Medievo, y la ejecución de los letreros epigráficos que acompañan las esculturas a él atribuidas, de las cuales, sin duda, la más conocida es la correspondiente a Martín Vázquez de Arce, el famoso Doncel de Sigüenza, sobre cuyos epígrafes hace algunos años tuve la ocasión de publicar varios trabajos. Elisabeth fue alumna aventajada de una de las primeras promociones del Máster Universitario en Patrimonio Histórico Escrito, impartido en la Universidad Complutense de Madrid. Desde los primeros momentos dio muestras de su interés por la Epigrafía Medieval y, lo que es más importante, de una evidente capacidad y facilidad para comprender y analizar los problemas que plantean las inscripciones del Medievo. Por ello, cuando me propuso la realización de un trabajo de Fin de Máster comparativo y crítico sobre las inscripciones de las esculturas atribuidas a Sebastián de Toledo no dudé en aceptar la tutorización del trabajo planteado, que es la base del presente libro. El resultado no pudo ser mejor, recibiendo la máxima calificación, Matrícula de Honor, por parte de la comisión evaluadora, integrada

por los Dres. José Mª de Francisco Olmos, María del Mar Royo Martínez y María Teresa Muñoz Serrulla, todos ellos integrantes del área de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Complutense. Su interés por la Epigrafía Medieval le ha llevado a cursar el Programa de Doctorado en Historia y Arqueología, impartido por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Asimismo, se ha integrado en los trabajos del Corpus Inscriptionum Hispaniae Mediaevalium, iniciado hace años por el Profesor Vicente García Lobo y actualmente dirigido por la profesora Martín López, con la ambiciosa tarea de realizar el estudio y la edición de las inscripciones medievales de la provincia de Toledo, que constituirá su Tesis Doctoral. Fruto de esta investigación en curso ha participado en varios congresos y publicado interesantes y novedosos estudios centrados en la epigrafía medieval de Toledo. Asimismo, forma parte del Grupo de Investigación de la Universidad Complutense Numismática e Investigación Documental y Epigráfica, en cuyas labores ha colaborado activamente, especialmente en los Proyectos de Investigación concedidos por la Comunidad de Madrid Red digital para un milenio de documentación epigráfica en museos y archivos de la comunidad de Madrid- DOCEMUS-CM, en el que se encargó del fotografiado y autopsia de las inscripciones medievales del Museo Arqueológico Nacional, y Archivo Virtual para las Investigaciones sobre Patrimonios Epigráficos Medievales de la Comunidad de Madrid (AVIPES-UCM), en el que está trabajando en fondos manuscritos de temática epigráfica de diversas instituciones madrileñas.

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El buen hacer en la investigación epigráfica de Elisabeth Menor se aprecia perfectamente en el libro que presentamos. No queda limitado a cuestiones descriptivas, sino que en todo momento tiene una intención crítica e interpretativa, planteándose y respondiendo preguntas del mayor interés para la investigación epigráfica, relacionadas con la relación existente entre la ejecución de inscripciones y el taller escultórico de Sebastián de Toledo. Para responder a esas preguntas, la autora ofrece un minucioso y exhaustivo análisis de los epígrafes vinculados al citado taller escultórico (sepulcros de Álvaro de Luna, Juana Pimentel, Martín Vázquez de Arce, Alonso de Carrillo, Rodrigo de Campuzano, Martín Fernández de Pozancos, Alonso Fernández de la Cuesta y Fernando de Coca), de las inscripciones emanadas de talleres arquitectónicos con los que colaboró (inscripciones del Palacio del Infantado o el epitafio de Juan Guas), así como de otros epígrafes situados en las capillas en las que se ubican las esculturas del maestro objeto de la atención del libro (sepulcros de los padres de Martín Vázquez de Arce, de los padres de Fernando de Coca, de los padres y

abuelo de Esteban -en la iglesia de Pozancos- y el epitafio de Juan de Cerezuela en la capilla de Santiago de la catedral de Toledo). La intención es comprobar la existencia o no de una relación entre la ejecución de estos epígrafes con los atribuidos al taller de Sebastián de Toledo.

Para ello, la autora aplica con enorme rigor y paciencia el método paleográfico-epigráfico, con una intención comparativa entre las diferentes inscripciones, analizando abreviaturas, nexos, interpunciones, surco y decoración de las letras, relación modular y, por supuesto, la forma de las diferentes grafías, con el objetivo de intentar determinar las manos que los elaboraron y si su autor físico, o rogatario, estaba integrado en el taller escultórico objeto de estudio o, al contrario, trabajo con éste de manera ocasional. El análisis no queda reducido a la cuestión gráfica, también se han comparado los formulismos de las diferentes inscripciones. Las conclusiones alcanzadas resultan del mayor interés para un mejor conocimiento de un tema poco investigado en la Epigrafía Medieval. Muestra como en el taller de Sebastián de Toledo trabajaron varios artesanos específicamente encargados de la ejecución de inscripciones, expertos que quizá se sucedieran en el tiempo. Asimismo, en algunas otras ocasiones, el taller empleó a scriptores ajenos, tal vez ligados al lugar para el que estaba designado el sepulcro, que tuvieron una colaboración puntual. Bajo mi punto de vista, un trabajo como el presente tiene un enorme interés para la Epigrafía Medieval, mostrando una línea de investigación enormemente fructífera que tendrá que ser explorada con mayor profusión en el futuro y que nos deparará interesantes conocimientos sobre el trabajo epigráfico en la Baja Edad Media y su relación con los talleres escultóricos. No quiero acabar estas breves palabras, sin expresar mi profundo orgullo por la publicación del trabajo de Elisabeth Menor, quien no solo ha asimilado perfectamente los modos de trabajo e investigación aprendidos en la Cátedra de Epigrafía de la Universidad Complutense de Madrid, donde partimos de las importantes innovaciones metodológicas propuestas por Navascués, cuya obra ha sido recientemente editada, trabajo en el que Elisabeth ha colaborado activamente, sino que a esa línea de investigación ha incorporado las notables aportaciones de la escuela epigráfica de la Universidad de León, iniciada por el profesor García Lobo y continuada por su discípula la profesora Martín López. Esta realidad ha quedado reflejada en un libro original en su planteamiento y dotado de un notable rigor metodológico.

Por supuesto, al orgullo se añade una alegría basada en la calidad del libro, reflejo de los inicios de la carrera investigadora de una persona que ha dado sus primeros pasos en el apasionante mundo de la investigación epigráfica bajo mi dirección y que augura un prometedor futuro. Madrid, 23 de diciembre de 2020

Javier de Santiago Fernández

Catedrático de Epigrafía y Numismática Universidad Complutense de Madrid

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