Sueños, fantasías y mucho más. Cuentos de niños y niñas dominicanos. Vol.2 / editado por Liliana Montenegro, compilado por Equipo CETTPUCMM -- Santiago de los Caballeros, República Dominicana : PUCMM, 2009. 158 p. (PUCMM. Colección contemporáneos) ISBN 978-9945-415-31-5 Incluye glosario 1. Cuentos infantiles dominicanos – Colecciones. 2. Literatura infantil dominicana – Colecciones. 863.5 S944f BIB/PUCMM
y s a í s a t n a Sueños, f C ue n t os d e
ica n n i m o d s a ñ n i ños y n i
s á m o h muc os
Vol.
2
Editora Liliana Montenegro Compiladores Equipo CETT-PUCMM Equipo CETT-PUCMM Director Ejecutivo Radhamés Mejía Directora Académica Liliana Montenegro Coordinadora de Actividades Escolares Norma Mena Coordinadora de Formación de Capacitadores Rafaela Carrasco Coordinadora de Acompañamiento Lucía del Carmen García Jorge Capacitadores Norma Abreu Jenny Acevedo Carmen Magaly Bayard Escolástica Virgen Camacho María Cristina Espinal Nansi Espinal Arelis Gómez
4
Barbarita Herrera Juana Hiraldo Margarita Martínez Denicy Peña Miguelina Peña Daily Pérez Severiano Humberto Pichardo
Engracia Emilia Polanco Yenny Rosario Yosirirs Toribio Lucía Ventura María Ventura
Especialista en Sostenibilidad Erika Morales
Agradecimientos A todos los niños y niñas que, apoyados por sus docentes, participaron con su creatividad en el concurso de cuentos.
Asistente Administrativa Adalgisa Fernández Digitadoras Dulenia Durán Margarita Melo Jurado de Selección de Cuentos Liliana Montenegro Rafaela Carrasco Nansi Espinal Engracia Emilia Polanco Virgilio Hernández Miguel Ángel Flores Diseño y Diagramación Marta de Olloqui Ramón S. Servent
El criterio de selección acordado por el jurado se fundamentó en la creatividad y capacidad de comunicación que se aprecian en los textos. Se estableció también que el jurado queda fuera de toda responsabilidad en caso de encontrar, entre los cuentos seleccionados, alguna similitud con otros ya publicados.
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Autopista Duarte Km. 1 1/2, Santiago, República Dominicana. Tel. 809 580 1962, Ext. 4398 www.pucmmsti.edu.do Se prohíbe la reproducción parcial o total sin previa autorización escrita de la editora. Santiago, República Dominicana, agosto de 2009
Escaneo y Tratamiento de Imágenes Sebastián Benjamín González
5
Los cuentos que aparecen publicados en este libro fueron escritos por niños y niñas dominicanos que asisten a los cuatro primeros grados del ciclo básico de escuelas públicas de las regiones de Santiago, La Vega, Moca y Santo Domingo. Estos niños y niñas participaron en un concurso promovido por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) a través del Centro de Excelencia para la Capacitación de Maestros (CETT). El concurso permitió la participación de todos los estudiantes, de primero a cuarto grados, que asisten a 79 escuelas en las que se desarrollan los programas CETT y TEF (Aprendizaje EfectivoLengua Española), gracias a los auspicios de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y al apoyo de la Secretaría de Estado de Educación (SEE). En cada aula, los niños y niñas escribieron e ilustraron cuentos y fueron poco a poco editándolos, con el apoyo de sus maestros. Luego, los docentes junto con los capacitadores seleccionaron dos o tres cuentos que sobresalían por su creatividad y que cumplían con las bases del concurso: de tema libre, originales, de autoría de los niños y niñas. Estos cuentos fueron enviados a la sede del programa, a través del Equipo de capacitadores. En total se recibieron 1,530 cuentos. El Equipo de capacitadores del CETT-PUCMM, coordinado por Norma Mena, realizó la primera selección de los cuentos, en base a criterios de creatividad, originalidad, coherencia, organización de la información, extensión e ilustración. Esos cuentos fueron transcritos, conservando su esencia, su lógica y su forma inicial. Luego, un jurado compuesto por seis integrantes, la Directora
6
del CETT-PUCMM, Liliana Montenegro; dos escritores, Rafaela Carrasco y Virgilio Hernández, dos capacitadoras del programa, Nansi Espinal y Engracia Emilia Polanco y el Director de la escuela Puñal II de Santiago, Miguel Ángel Flores, leyeron independientemente los cuentos resultantes de esa primera selección y les asignaron puntajes, atendiendo a una escala cuyo valor máximo era 36 puntos (12 criterios). Cabe señalar que, para asegurar la máxima objetividad posible, los cuentos transcritos fueron identificados con un número y con el género del autor o autora, pero no se proveyó al jurado del nombre del niño o niña ni el de la escuela. El puntaje obtenido por cada cuento resultó del promedio de las evaluaciones de los seis integrantes del jurado, para primer grado y de cinco integrantes del jurado para los otros tres grados, pues Miguel Ángel Flores sólo pudo participar en la selección de primer grado. Pasaron a una segunda selección aquellos cuentos que obtuvieron los puntajes más altos por cada grado. Luego, el jurado realizó una segunda lectura de los cuentos con mayor puntaje y finalmente, se estableció un listado de dichos cuentos, con los nombres de sus autores y de las escuelas de donde provenían. Se había establecido de antemano que una escuela podía estar representada en la selección final por dos cuentos del mismo grado como máximo. Cabe destacar que en la selección que les presentamos para cada grado, los cuentos aparecen por orden decreciente de puntuación. En cuanto a la ortografía, el jurado tomó la decisión de editar los cuentos según las normas ortográficas, para favorecer la comunicación con los lectores o lectoras. El traba-
jo de edición de los cuentos fue realizado por Liliana Montenegro. Al final del libro, se presenta un glosario, en el que se han incluido palabras dominicanas, con su correspondiente sentido para el español general. Este libro recoge la imaginación y la creatividad de 58 niños y niñas dominicanos. Ellos constituyen una prueba del talento de nuestros estudiantes y nos demuestran que es posible soñar y expresar nuestras emociones, en fin, aportar al desarrollo creativo de nuestra sociedad. Agradecemos de manera muy especial el esfuerzo de todas las personas que se involucraron en este proyecto para hacerlo una realidad: estudiantes del primer ciclo de la escuela básica, sus padres y madres, maestros, maestras y directores de las escuelas del programa, capacitadores y equipo técnico y administrativo del CETT-PUCMM. ¡Reciban todos y todas nuestras felicitaciones por este logro!
Dra. LILIANA MONTENEGRO Directora del Programa CETT/PUCMM
7
El Programa CETT El Programa Centros de Excelencia para la Capacitación de Maestros (CETT-CA-RD)* surgió como una iniciativa del gobierno de los Estados Unidos en la Cumbre de las Américas, celebrada en Canadá, en abril de 2001. La administración de la iniciativa fue encomendada a la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) quien, para implementarla, se asoció en el año 2002 con universidades e instituciones educativas de cada una de las regiones donde se lleva a cabo el Programa: Centroamérica y la República Dominicana, la Región Andina y el Caribe Inglés. El propósito esencial de este Programa es lograr la excelencia en el desarrollo de la lectura y la escritura de los niños de los primeros grados de la educación básica, de escuelas públicas urbano-marginales y rurales. Para ello, se fortalecen los conocimientos y competencias pedagógicas, lingüísticas y afectivas de los docentes, a través de diferentes modalidades de capacitaciones, con el fin de provocar un cambio real y duradero en sus prácticas áulicas. El compromiso del CETT es trabajar con espíritu de servicio y de excelencia para contribuir a mejorar la calidad de los aprendizajes en el ámbito de la lectura y la escritura, colaborando así con la reducción de los índices de repetición y deserción escolar en los primeros años de la escuela básica pública y con la formación de niños y niñas críticos, quienes tendrán así una mejor calidad de vida en el futuro. En República Dominicana, el CETT abarca los tres primeros grados de la escuela básica con financiamiento de la USAID internacional y, gracias a la cooperación de la USAID local, se capa-
8
citan asimismo docentes de cuarto grado, para así abarcar completamente el primer ciclo de la escuela básica, bajo el Programa TEF-Aprendizaje Efectivo de la Lengua Española**. Cabe destacar el esfuerzo del personal que ejecuta ambos programas desde la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Gracias a su dedicación y entrega al trabajo, 3,400 docentes y directores han recibido capacitación, lo que ha impactado en la vida de 125,000 niños y niñas dominicanos, quienes han mejorado considerablemente sus competencias de lectura y escritura, tal como demuestran las evaluaciones externas aplicadas al programa.
* El CETT-CA-RD se organizó como un consorcio de seis instituciones de prestigio: en Honduras, la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM); en Guatemala, la Universidad del Valle de Guatemala (UVG); en El Salvador, la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE); en México, el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE); en Nicaragua, la Escuela Normal Ricardo Morales Avilés (ENRMA) y en República Dominicana, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). ** Cabe señalar que la impresión del presente libro de cuentos infantiles se realiza gracias a los aportes equitativos de la USAID internacional y de la USAIDRepública Dominicana. Ésta última cubrió, además, las tapas duras y el papel satinado, con el propósito de una mayor durabilidad del material en las bibliotecas de aula.
Con gran entusiasmo y satisfacción compartimos con la comunidad educativa, este segundo volumen de cuentos infantiles titulado “Sueños, fantasías y mucho más”, el cual constituye una muestra de que sí es posible lograr adecuados desempeños de lectura y escritura en nuestros estudiantes del Primer Ciclo de la Educación Básica, cuando cada uno de los actores del proceso educativo cumplen comprometidamente con su rol, en los esfuerzos por alcanzar mayor efectividad en nuestras escuelas. Desde la Secretaría de Estado de Educación felicitamos, muy esperanzados, a todos los niños y niñas de las escuelas públicas que han participado en este concurso, especialmente a los 58 autores de los cuentos ganadores, a la vez que extendemos un caluroso saludo a todos los maestros y maestras, por estos éxitos, que son también suyos, dado el estímulo y la motivación permanentemente brindados a todos los involucrados en esta hermosa experiencia. Aprovechamos la ocasión para reconocer y agradecer al Centro de Excelencia para la Capacitación de Docentes (CETT) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, PUCMM, así como a la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID), por su colaboración y apoyo permanentes a la educación pública nacional.
Ante los grandes desafíos que tenemos por delante en el contexto de la Misión 1000 x 1000: Mil Horas de Docencia en Cantidad, Mil Horas de Docencia en Calidad, un aporte de esta naturaleza, hace más que evidente la posibilidad de contar con procesos educativos generadores de prácticas altamente innovadoras, efectivas y creativas, a partir del esfuerzo conjunto por parte de toda la comunidad educativa, contribuyendo de esta manera al mejoramiento de la calidad de la educación y de la vida de las presentes y futuras generaciones de dominicanos y dominicanas. Este libro constituye un excelente testimonio de ese camino, en pos de construir nuevas oportunidades y renovadas esperanzas, por el engrandecimiento de la Patria y de todos sus hijos e hijas. ¡Enhorabuena estudiantes dominicanos! ¡JUNTOS PODEMOS!
Melanio Paredes P., M.A. Secretario de Estado de Educación República Dominicana
9
Cuentos de segundo grado El ave y el arcoíris .................................. 14 La abejita amistosa .............................. 16 El cachorrito y su amiga ........................ 18 El mundo mágico..................................20 El gato y la mariposa ............................ 21 El pajarito perdido ................................23 El niño que quería encontrar un tesoro ....25 Mi hermanita se ha perdido ..................27 El mono que se balanceaba ..................29 La hormiga y la mariposa ......................31 La gatita que se enfermó ......................33 El gusano y la princesa ..........................35 La doñita y su vaquita ............................37
10
La avispa maliciosa................................42 La estrella que bajó a la tierra ................44 La hoja triste ........................................46 Las estrellas que querían viajar en el día ................................................48 La estrella y la mariposa ........................51 La niña que jugaba con su pelota ..........53 La niña y la mariposa ............................56 El primer día que el cerdo se bañó en el lodo ..............................................58 Una fiesta sorpresa ..............................60 El perrito Blaki ......................................62 El lago ..................................................65 Rapuche ..............................................68 El pingüinito ........................................70 El niño que tenía miedo ........................72 El sueño de una princesa........................74
Cuentos de tercer grado La vaca cantora .................................... 78 Manchita y Ojos brillantes .................... 82 La sombra ............................................ 84 La tortuga y la gatita ............................ 86 El sol colorido ...................................... 88 Las hadas perdidas .............................. 90 La risa y la tristeza ................................ 93 El sueño de un pajarito ........................ 95 La estrella mágica ................................ 96 El niño juguetón .................................. 98 La mariposa de las alas de oro ..............102 Las mariposas mágicas........................106 El arcoíris diferente..............................108 Mamá gallina ...................................... 110
Cuentos de cuarto grado La niña de agua.................................... 114 El caracolito que logró su meta ............ 117 La luna que quería ser amiga del sol ......120 El tulipán mágico ................................123 El sueño de la oruguita Belén................125 La mosca y el mosquito ........................128 La mariposa y la sombra ......................132 La hormiga y la jirafa ............................134 El pozo mágico ....................................137 La estrella que no podía volar ..............140 La niña y la flor del cielo ........................143 La vaca triste ......................................146 Carlos y su mejor amigo ......................148 El jardín encantado..............................150 Los mejores amigos..............................152 La abejita obrera ..................................155 Glosario ..................................................157
11
12
13
Autores: Niños y niñas del 1ero. B Edad: 6 años Escuela: Obispo Pedro Xuárez Deza, La Vega Curso: 1er. Grado B Profesora: Elva Ramona Santos
El ave y el arcoíris
H
abía una vez un ave, que volaba en el cielo. Cuando estaba muy
alto, se puso a llover y se le mojaron las alas. El ave se cayó, se dio un golpe en la cabeza y botó mucha sangre. El arcoíris oyó un ruido, salió, miró hacia abajo, vio al ave caída, bajó y le preguntó: – ¿Qué te pasó? El ave contestó: – No me gusta esa agua mala, no sirve para nada, no la quiero porque me hizo caer.
14
Entonces, el arcoíris curó al ave. Como dejó de llover, ésta se puso contenta y siguió volando, volando, volando y volando. Cuando se sintió cansada de volar, bajó a beber agua. Pero no encontró nada, porque ésta se había ido. Entonces, el ave se puso muy triste y dijo: – ¡Ay me estoy muriendo de la sed! Quiero agua. En ese momento se acordó de su amigo el arcoíris y lo llamó para que le diera agua; el arcoíris así lo hizo. El ave se la bebió toda y se le quitó la sed, entonces dijo: – ¡Qué rica, buena y sabrosa es el agua! La vamos a cuidar. Fin 15
Autor: Víctor de Jesús Rodríguez Lantigua Edad: 7 años Escuela: Flor del Campo, Santiago Curso: 1er. Grado A Profesora: Solangel Osoria Arias
La abejita amistosa
H
abía una vez una abejita llamada Joli, que vivía en el bosque junto a sus
amigos: el grillo Lalo, la araña Nana, la mariposa Nani y el lagarto Pancho. Un día, mientras Joli buscaba su comida en las flores, llegó una gran tormenta y destruyó su casa, que estaba en un árbol. Al llegar la abejita a su casa y encontrarla destruida, se sintió muy triste y se puso a llorar. Sus amigos la oyeron, corrieron donde ella a ver qué
16
había pasado y le dijeron: – No te preocupes, fiel amiga, nosotros te ayudaremos a construir tu casa. Al escuchar esto, Joli se sintió muy feliz. Los amigos trabajaron juntos y Joli tuvo una nueva casa gracias a ellos. Luego, hicieron una fiesta para celebrar que su amiga tenía un bello hogar y fueron felices para siempre. Fin 17
Autora: Yamel Yulisa Mena Valdez Edad: 6 años Escuela: Didascalio, Santo Domingo Curso: 1er. Grado B Profesora: Galys Méndez
El cachorrito y su amiga
H
abía una vez un cachorrito que estaba solo y triste. Quería tener una
amiga para no sentir miedo cuando se hacía de noche. En una hermosa casita, vivía una niña que quería tener un cachorrito, porque también le daba miedo la oscuridad. A la niña se le ocurrió una gran idea para encontrar a su amiguito. Así que un día, el cachorrito siguió un rastro de huesos que dirigía a la hermosa casita de la niña. Cuando el cachorrito se comió hasta el último huesito, se encontró con la dulce mirada de la niña, quien lo abrazó y lo cuidó para siempre. Y nunca más, ninguno de los dos sintió miedo a la oscuridad.
18
Fin
19
Autora: Nearlyn Esmeralda Guzmán Sánchez Edad: 6 años Escuela: Felicia Hernández, Santiago Curso: 1er. Grado A Profesora: Dawilda G. Cruz
El mundo mágico
H
abía una vez un gatito que quería llegar a un mundo mágico
a conocer muchos animales, porque se sentía muy solo. El gatito caminó, caminó y caminó y no encontró ese mundo mágico que buscaba. Pero un día, caminó a otra ciudad y conoció muchos animales y gatitos parecidos a él. Se hicieron los mejores amigos del mundo y fue ahí que el gatito pensó: – Gracias, Dios mío, ya estoy en mi mundo mágico. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
20
Autora: Ashley Botello Cruz Edad: 6 años Escuela: Salomé Ureña, Santiago Curso: 1er. Grado Profesora: Pilar Castillo
El gato y la mariposa
H
abía una vez un gato al que le gustaba perseguir a una mariposa. Un día,
el gato se puso triste porque no la podía atrapar. Entonces, vino el cazamariposas para ayudar al gato a atraparla. Pero la mariposa se escapó, voló, voló, se golpeó con un árbol en la cabeza y cayó desmayada. Entonces, el cazamariposas recogió a la mariposa con la ayuda del gato y se la llevaron muy lejos del lugar.
21
Cuando la mariposa se despertó, vio que estaba en un lugar muy extraño y dijo: – ¿Dónde estoy? ¡Sáquenme de aquí! Entonces, el gato sintió mucha pena por ella y la sacó de donde estaba. El cazamariposas, al ver esto, se sintió tan contento, que lloró de felicidad. El gato y la mariposa se hicieron amigos y jugaron muy alegres. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 22
Autora: Dámary Elena Tavárez Edad: 6 años Escuela: San Martín de Porres, Santiago Curso: 1er. Grado E Profesora: Sunilda Del Carmen Lantigua
El pajarito perdido
H
abía una vez un pajarito llamado Manuel que vivía en una casa de madera
color morado y rojo, con su dueño Luis y una perrita llamada Alicia. La casa donde vivían tenía un jardín con muchas flores y un árbol pequeño adonde iban mariposas a jugar felices. Un día Luis olvidó cerrar la jaula del pajarito y éste se escapó y se perdió en el bosque, porque era de noche y estaba oscuro. Por eso decidió descansar un poco. Cuando amaneció, se encontró con una mariposa y le dijo: 23
– Hola, ¿cómo estás? – Buenos días, bien, le dijo la mariposa. – ¿Cómo te llamas?, preguntó Manuel, el pajarito. Ella le respondió: – Mi nombre es Dayra. Entonces, Manuel le contó que se escapó de su jaula y estaba perdido, que lo ayudara a llegar de regreso a casa. Dayra le dijo que sabía llegar a su casa porque un día lo vio allá, mientras ella volaba. Ella lo llevó a su casa y, cuando él llegó, le pidió perdón a su dueño por haberse escapado. Luis lo perdonó y fueron felices para siempre.
Fin 24
Autor: Kevin Macole Vargas León Edad: 6 años Escuela: Generosa Ferreira, Sabana Iglesia Curso: 1er. Grado B Profesora: Fabia Alt. Luna
El niño que quería encontrar un tesoro
H
abía una vez un niño, que quería un tesoro. Todos los días
se imaginaba que encontraba un tesoro y se ponía contento. Una noche, decidió ir a buscar ese tesoro, porque era lo que pensaba siempre. Pero la noche estaba muy oscura y no se veía nada. Entonces, regresó a su casa para acostarse a dormir. Pero, hasta en su sueño veía el tesoro.
25
Por eso, le dijo a su mamá que le diera una oportunidad para encontrar ese tesoro que lo haría feliz. Así fue que salió al día siguiente a buscar el tesoro y lo encontró en el agua tibia del mar. Se sintió feliz y se fue corriendo a decírselo a su mamá. Era un cangrejo que brillaba con los rayos del sol cada vez que se movía. El niño regresó a su casa, feliz con su tesoro. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 26
Autora: Elayni Alt. Rosa Polanco Edad: 7 años Escuela: Ema Balaguer, Santiago Curso: 1er. Grado E Profesora: Bimelkis Gil
Mi hermanita se ha perdido
H
abía una vez una sirenita que vivía debajo del mar donde había muuuuchos
pececitos. Un niño fue al mar y se encontró con la sirenita que estaba llorando y le preguntó: – ¿Por qué lloras? La sirenita le contestó: – Se me ha perdido mi hermanita y, si no la encuentro, mis padres me castigarán. 27
El niĂąo se ofreciĂł a ayudarla y se pusieron a buscarla. Al poco rato, la encontraron jugando con una ballena bebĂŠ. La sirenita le dio un enorme abrazo y muchos besos. Le dio las gracias al niĂąo, regresaron a casa con sus padres y todos se sintieron felices. 28
Autora: Ana Gregoria Almonte Cruz Edad: 7 años Escuela: Salomé Ureña, Santiago Curso: 1er. Grado Profesora: Pilar Castillo
El mono que se balanceaba
H
ace mucho tiempo, había un monito al que le gustaba balancearse
en los árboles. El monito era muy amistoso y le encantaba que le hicieran cosquillas en la panza. A Carlitos, su amigo, le gustaba bañarlo en agua dulce. Eran buenos amigos y hacían todo juntos. Pero al monito no le gustaba que jugaran con otros animales, porque no lo dejaban balancearse en los árboles. El mono y Carlitos jugaban siempre entre los árboles. Hasta que un día se encontraron con un león feroz que, cuando los vio, corrió detrás de ellos. Se tomaron de las manos y corrieron y corrieron. Por suerte encontraron un 29
árbol con un hoyo en el centro y se escondieron muy bien. Entonces, el león no los pudo encontrar y se marchó. Luego, salieron del árbol y dijeron: – ¡Ya podemos jugar con todos los animales, en las ramas de los árboles! Colorín colorado, este cuento se ha terminado.
Fin
30
Autora: Denny Alexandra Marcelino Camacho Edad: 6 años Escuela: Albergue Educativo Infantil, Moca Curso: 1er. Grado Profesora: María T. Bretón Sánchez
La hormiga y la mariposa
H
abía una vez una hormiguita
haciendo una casa
y la
hormiguita oyó una voz que decía: – ¡Auxilio, auxilio!
Entonces, se fue hacia el bosque, para ver quién necesitaba ayuda y se dio cuenta de que era una mariposita, que tenía una patita atrapada en una rama de un árbol. Decidió ayudarla, pero
no encontraba la forma de hacerlo.
Bueno, ella pensaba y pensaba: – ¿Cómo puedo ayudarla si soy tan pequeña? ¡Ya sé! Voy a subir por el árbol y trataré de romper con los dientes la rama, para ver si así 31
puedo ayudarla a salir. Y lo hizo. Después, las dos se hicieron amigas. Ambas salían juntas a comer piña uva
y helados. Luego, la hormiguita le dijo a la mariposita:
– Vamos a mi casa. Cuando llegaron, la mariposita le preguntó: – ¿Ésta es tu casa?
¡Qué bonita es!
Después de eso, se fueron al bosque a jugar. Y colorín colorado, este cuento ha terminado.
32
,
Autora: Madelyn Franco Rodríguez Edad: 6 años Escuela: Generosa Ferreira, Sabana Iglesia Curso: 1er. Grado A Profesora: Yohanny Verenice Rodríguez
La gatita que se enfermó
H
abía una vez una gatita muy pequeñita.
Era marrón, con cuadrados amarillos y se llamaba Winifer. Un día, la gatita estaba jugando en el bosque con sus hermanitos cuando, de pronto, empezó a gatearse en los árboles. Su mamá le dijo: – Winifer, bájate de ahí, y se fue a buscar ratones. La gatita no le hizo caso a su mami. Por estar gateando, se cayó del árbol y se le rompió una uña. La gatita Winifer botó mucha sangre y, por eso, comenzó a llorar. La mamá la escuchó y fue a ver qué pasaba. La gatita estaba tirada en el suelo y 33
lloraba y lloraba. La mamá la llevó al hospital, la internaron y pasaron tres días, hasta que la gatita se sanó. Ella regresó a su casa muy emocionada y le prometió a su mamá que no volvería a gatearse en la rama de los árboles.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
34
Autora: Saimi Cepeda Edad: 6 años Escuela: Laguna Prieta, Santiago Curso: 1er. Grado Profesora: Marisol Estrella
El gusano y la princesa
H
abía una vez una princesa que jugaba con las flores en el hermoso jardín de
su casa que tenía flores rosadas, rojas, blancas y de color mamey. Pero, de pronto, se encontró con un gusano muy feo, de color verde y muy pequeño y se asustó. – ¡Ay, ay, ay!, dijo la princesita. El gusano le contestó: – Escúchame, no te asustes que no te haré daño. La princesita, al escucharlo, le preguntó: – ¿Cómo te llaman gusano feo? 35
Él le contestó: – Me llaman Andy, el gusano de las rosas. La princesita le dijo que iría todos los días a verlo y a jugar para divertirse. Entonces, Andy jugaba todos los días con la princesita, pero un día ella no lo encontró. Lo llamaba Andy, Andy, Andy y él apareció convertido en una hermosa mariposa de colores brillantes. Y la princesita estaba muy feliz.
Fin. 36
Autora: Yaneiry Domínguez Peña Edad: 6 años Escuela: Pedro Antonio Pérez, Santiago Curso: 1er. Grado B Profesora: María Quezada Blanco
La doñita y su vaquita
H
abía una vez una doñita que tenía una vaca y
diariamente, al salir el sol, la doñita se dirigía a ordeñar su vaquita. Luego, hervía la leche en una enorme olla y salía a buscar a todos sus hijos y
nietos para darles la rica leche. Los niños y niñas brincaban de alegría al ver que tenían la madre y la abuelita más noble del mundo. Pero un día, la vaquita discutió con su esposo toro y amaneció de mal humor. Entonces, cuando la doñita la estaba ordeñando, 37
movió las patas, volteando el cubo de la leche, el cual quedó solamente untado de leche. La doñita lloraba y lloraba, pensando que no tenía otra cosa para alimentar a los niños y a las niñas. Todos estaban muy tristes porque no tenían qué comer y se sentaron frente a su casa en el suelo, llorando desconsoladamente. Luego, pasó un niño rico y les preguntó: – ¿Qué les pasa? ¿Por qué están llorando? Ellos contestaron: – Es que no tenemos qué comer, se nos botó la leche. El niño dijo: – No se preocupen, yo tengo mucho que comer y quiero compartir con amiguitos, les invito a mi casa. Entonces fueron a casa del niño rico y compartieron su alimento, jugaron, 38
vieron películas y se divirtieron muchísimo, quedando amigos para siempre. Al otro día, la vaquita se sintió culpable por haber botado la leche y les pidió disculpas, diciéndoles que no lo volvería a hacer, ya que la leche es buen alimento para sus hijos y nietos. Entonces, planificaron una fiesta para compartir su alegría, todos juntos, el niño rico, el esposo de la vaquita, sus hijos y nietos. La vaquita y el toro bailaron hasta más no poder, disculpándose y diciéndose que se amarían para siempre. Los niños y las niñas gozaron mucho y todos quedaron en paz y felices. Y cataplán cataplín, este cuento llegó a su fin. 39
40
Cuentos de segundo grado
41
Autora: Evelyn López Ilustradora: Yarlenis Maribel Bonilla Hernández Edad: 8 años Escuela: El Pinito, La Vega Curso: 2do. Grado B Profesora: Ana Luisa Muñoz
La avispa maliciosa
H
abía una vez una avispa llamada Nina, que vivía en un panal muy
grande, con su mamá y sus hermanitos. Nina era una avispa muy maliciosa. Todos los días se escapaba de su panal, para esconderse en una rama de un gran árbol, donde se paraban a descansar todos los animales que pasaban por el lugar. Pasó una vaca y la picó. También un gato y un pollito e hizo lo mismo. Luego, regresaba a su panal muerta de risa, contando a sus hermanitos sus travesuras.
42
Pero un día, fue como de costumbre al árbol; ya los animalitos no querían pasar por ese lugar y la avispa Nina estaba muy aburrida. Vio un animal muy grande que se acercaba, era un cocodrilo. Decía el cocodrilo: – Estoy muy cansado, voy a descansar un poco debajo de este árbol. Y la avispita fue de inmediato a picarlo, pero no pudo, porque su piel era muy dura, por lo que ella salió lastimada. Y desde ese día no volvió a picar a nadie más. Y colorín colorado, este cuento ha terminado. 43
Autora: Danilsa María Polanco Collado Edad: 7 años Escuela: Politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes, Santiago Curso: 2do. Grado C Profesora: Ramona Estévez
La estrella que bajó a la tierra
H
ace mucho tiempo, cuando las estre-
llas salían de día para alumbrar la tierra, en vez del sol, vivía una estrella muy buena, gentil y bonita. La estrella tenía un problema, la pobre era la única que salía de noche y las demás salían de día. Jugaban, se divertían y hacían muchas figuras en el cielo. Eran felices, porque eran muy buenas amigas. La estrella que salía de noche estaba muy triste, porque mientras las otras jugaban y hacían felices a los humanos, ella dormía, para salir en la noche. Como ella estaba sola, nadie la podía ver. Era ella que acompañaba a la luna. 44
Un día, decidió bajar a la tierra, para que las personas y los niños pudieran verla y se dieran cuenta de que ella existía, que de noche eran más importantes y brillantes las estrellas. Entonces, las demás estrellas se dieron cuenta y decidieron acompañarla de noche y se hicieron muy buenas amigas. Las personas podían verlas y disfrutar de su luz y fueron todos felices para siempre. Fin. 45
Autora: Carly Esther Peralta Edad: 8 años Escuela Hogar: Rosa Duarte, Santo Domingo Curso: 2do. Grado Profesora: Altagracia Florentino
La hoja triste*
H
abía una vez una hoja triste, porque estaba pegada de un árbol, al que
maltrataban a palos. Sus hojas se ponían amarillas y se estaban cayendo al suelo. Una se puso a llorar y se acercó un niño y le preguntó: – ¿Por qué estás tan triste? Y la hoja le contestó: – Es que a los árboles les están dando palos y les están arrancando las hojas. Eso les hace mucho daño. * Este cuento fue leído por su autora a la Sra. Hillary Clinton, Secretaria de Estado de los Estados Unidos, durante su visita a la Escuela Hogar Rosa Duarte, el día 17 de abril de 2009.
46
Y el niño le dijo: – No te preocupes, que yo te voy a ayudar. El niño formó un grupo en la escuela y les dijo: – ¡Nosotros podemos cuidar la naturaleza! ¡Debemos hacer algo! Sus compañeros le contestaron: – Sí, te vamos a ayudar, porque también nos preocupa. No vamos a permitir que les den palos a los árboles, les arranquen las hojas y los maltraten. Y así lo hicieron. Desde entonces, el bosque se puso muy verde y los árboles echaron muchos frutos, los niños los recogían y los repartían entre todas las familias del barrio y todos fueron muy felices. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 47
Autora: Perla Cristina Jiménez Rodríguez Edad: 7 años Escuela: Limonal Abajo, Santiago Curso: 2do. Grado B Profesora: Lidia Gabino
Las estrellas que querían viajar en el día
U
n día las estrellas querían viajar por todo el mundo y
decidieron hacerlo en un autobús mágico, pero el autobús las dejó. Una nube se sintió muy triste al verlas que se quedaron y decidió llevarlas a Nueva York, a México y a muchos lugares más, pero el problema era que siempre era de noche. Luego las dejó en la playa y ahí las estrellas disfrutaron mucho y a la noche siguiente se pusieron a nadar y a pescar. Más tarde apareció una niña y cocinó pescado para las estrellas y para ella, les hizo camas de palma, hicieron una casa y se divirtieron mucho, pero las estrellas todavía querían viajar de día y esperaron el autobús mágico otra vez,
48
deseando que amaneciera rápido. A la mañana siguiente, las estrellas se levantaron tempranito y lograron viajar de día. Ellas se impresionaron y se pusieron muy felices al ver el azul de la playa y el verde de las plantas. Las flores eran hermosas y todo era más bello y colorido. Luego le dieron las gracias al autobús mágico y decidieron quedarse a vivir en el día, pero no sabían cómo, así que fueron donde el sol y le pidieron una idea. Estaban muy preocupadas. El sol les dijo que se quedaran dentro de sus rayos y le ayudaran a producir más luz, entonces así lo hicieron. Se dieron un empujoncito una a la otra y llegaron 49
al centro del sol y de repente sus rayos se pusieron más brillantes y el día se volvió más hermoso. Ese día comprendieron que si todos trabajamos juntos, logramos algo mejor, porque desde ahí en adelante el día fue más claro y todos vivieron felices por siempre. Fin 50
Autora: Jazmín Estrella Edad: 8 años Escuela: Laguna Prieta, Santiago Curso: 2do. Grado Profesora: Ilfis Pérez
La estrella y la mariposa
H
abía una vez una linda estrellita con una hermosa luz amarilla,
que brillaba en lo alto del cielo. Una noche, la pobre estrellita cayó a la tierra y dijo: – ¡Oh no, caí a la tierra! Y eso no es bueno para mí, a mí no me gusta la tierra. ¿Quién podrá ayudarme? Entonces, pasó cerca una mariposa de muchos colores. En sus alas podían verse los colores azul, rojo y verde, rosado y amarillo, que brillaban. La mariposa le preguntó: – ¿Por qué lloras? 51
Y la estrellita le respondió: – Porque no me gusta la tierra, pues las personas aquí no me pueden observar y en el cielo me ven brillar. Arriba, yo me siento mejor. Entonces, a la mariposa le dio pena y la subió a sus alas. Se hicieron amigas y la estrellita, con su ayuda, volvió al cielo. Y desde arriba le sonríe a la mariposa. Este cuento ha acabado.
52
Autora: Grisel Batista Edad: 10 años Escuela Hogar: Rosa Duarte, Santo Domingo Curso: 2do. Grado Profesora: Altagracia Florentino
La niña que jugaba con su pelota
H
abía una vez una niña llamada Grisel que jugaba mucho con su
pelota. Una vez, cuando ya estaba de noche, le dio con mucha fuerza a la pelota y ésta se le desapareció. Entonces, comenzó a llorar, porque creyó que se le había perdido. Grisel lloraba sin cesar, por eso un ángel se le apareció y le dijo: – Ve a dormir Grisel, yo buscaré tu pelota. Y Grisel fue a dormir. Vinieron más ángeles a ayudarlo y comenzaron a buscar. Se fueron volando y le preguntaron a la luna si había visto la pelota y la luna observó desde lo alto, pero no tuvo suerte de encontrarla. Entonces la luna les dijo 53
que les preguntaran a las estrellas. Ellos fueron adonde las estrellas y les dijeron: – Hola estrellas, queremos preguntarles si han visto una pelota. – No, nos acabamos de despertar y no la hemos visto. – Si la ven, avísennos, porque la estamos buscando. – Mejor esperen a que llegue sol. Cuando vieron al sol, le dijeron: – Hola sol. Y el sol respondió: – Hola ángeles. – Sol, ¿no has visto una pelota? – No, acabo de levantarme y no la he visto. Mejor pregúntenle al viento. – Hola viento. 54
– Hola ángeles. – ¿Has visto una pelota? – Sí, vi una pelota en el mar. Pensé que no tenía dueño, que estaba abandonada. – Sí, tiene dueña, es de Grisel. – Ah, la niña que vive en la casita del mar. – Sí, es de ella. – Bueno, vengan, los llevaré. Mírenla ahí. – Se la daremos a Grisel. Y Grisel se puso muy feliz y sonrió. Al día siguiente, Grisel volvió a la playa y tiró muy alto la pelota, en ella puso para los amigos del cielo, los ángeles, unos chocolates de regalo y un mensaje que decía los quiero mucho. 55
Autora: María Esther Rodríguez Gómez Edad: 6 años Escuela: Agustina Pichardo Cuevas (Rafey), Santiago Curso: 2do. Grado B Profesora: Paula Martínez
La niña y la mariposa
H
abía una vez, en tiempo de primavera, una mariposa de color amarillo,
que siempre volaba en un hermoso jardín lleno de diferentes flores. Un día, la niña dueña del jardín estaba mojando las flores y miró la linda mariposa. La niña se asombró tanto con la mariposa amarilla, que se acercó a ella para ver si era de verdad. La niña le dijo que quería ser su amiga y la mariposa le contestó: – Sí, seremos amigas. Y mientras la niña mojaba las flores, la mariposa volaba junto a ella. Al terminar el tiempo de la primavera, la mariposa se puso triste, porque iría a otro lugar y pensaba que no volvería a ver más a su querida amiga.
56
Pasaron los meses y volvió la primavera. La mariposa amarilla regresó al jardín y se encontró con la niña y fueron felices por muchos años, viendo las flores más bellas cada día.
57
Autora: Grisaldy Chantal Belliard Pérez Edad: 7 años Escuela: Agustina Pichardo Cuevas (Rafey), Santiago Curso: 2do. Grado B Profesora: Paula Martínez
El primer día que el cerdo se bañó en el lodo
H
ace mucho tiempo, había un granjero que tenía una granja con muchos
animales y tenía un cerdo que era muy limpio y odiaba el lodo, porque pensaba que era sucio y feo. Un día, el cerdo sintió mucha hambre, porque a su dueño se le olvidó echarle comida. Entonces, intentó escaparse de la granja y cayó en un charco de lodo. Cuando estaba en el lodo, se miró de arriba a abajo y dijo: – ¡Oh no!, me ensucié, auxilio, ayúdenme, qué asco, ¿con qué me limpiaré? La gallina, que estaba cerca, le contestó: – Buscaré algo para limpiarte.
58
La gallina se fue volando a la granja y encontró un trapo y se lo llevó. El cerdo salió del lodo y se limpió. Luego, llegó a la granja y su dueño le dio de comer. Después que estaba lleno, se puso a pensar lo que le había pasado y se reía, porque fue divertido. Entonces dijo: – El lodo no es tan feo y sucio como creía. Si a los demás les gusta, vamos a coger un rico baño de lodo. Desde ese día aprendió a bañarse en el lodo y era su lugar favorito, después que comía. 59
Autores: Jhoan Antonio Rodríguez Ramos y Estefany Álvarez Mendoza Edad: 7 y 8 años. Escuela: María Secundina Torres Sirí, Santiago Curso: 2do. Grado B Profesora: Mercedes Veloz Betances
Una fiesta sorpresa
H
abía una vez un gato que cumplía años. Él tenía mucha hambre porque
su mamá lo había dejado solo y, en la casa, estaba muy triste y asustado porque ya era de noche. De pronto, escuchó un sonido que venía desde el sótano de la casa. Entonces, bajó por las escaleras con mucho cuidado para ver quién estaba escondido ahí. Su sorpresa fue muy grande y hermosa cuando vio que su mamá preparaba un sabroso bizcocho de chocolate para la gran fiesta de cumpleaños de su hijo querido.
60
El gato brinc贸 de alegr铆a y sali贸 corriendo a invitar a todos sus amigos. Cuando se reunieron, comenzaron a bailar, a comer y a disfrutar esa bonita fiesta.
Color铆n colorado este cuento ha terminado.
61
Autor: Jorge Omar Malena José Edad: 8 años Escuela: Ernesto Concepción Luciano, La Vega Curso: 2do. Grado A Profesora: Sonia María Santos P.
El perrito Blaki
H
abía una vez un lindo perrito que llegó a la casa de un niño llamado
Jorge. Este perrito era pequeñito, amarillo y muy juguetón. Jorge y su familia estaban felices, porque él soñaba con un perrito y Dios se lo había mandado. Lo bautizaron con el nombre de Blaki. Blaki conocía a todos los de la casa y brincaba cuando el papá de Jorge llegaba, el perro era algo especial para todos. Pero un día, Blaki salió de la casa y no regresó y la familia de Jorge se puso muy triste, lo buscaban por todos lados, pero Blaki no aparecía. Jorge lloraba y lloraba. La ausencia de su amigo lo tenía muy triste, él decía que ya no era
62
lo mismo sin su amigo el juguetón. Pero un día Jorge, de tanto llorar, le dijo a su mamá que lo llevara a la iglesia a pedirle a la virgencita que le ayudara a encontrar a su amigo y así lo hicieron. Se levantaron el domingo muy temprano y fueron a la iglesia. Cuando llegaron a la casa, allí estaba Blaki en la puerta, con una patita coja y casi no podía caminar. Parece que Blaki tuvo un accidente y no podía regresar a su hogar. 63
Pero Jorge saltaba de la alegría y gritaba: – ¡Mamá, mamá, la virgencita me hizo el milagro, mi perrito regresó! Toda la familia estaba feliz con el regreso de Blaki e hicieron una fiesta para celebrar.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fin.
64
Autora: Elizabeth León Rodríguez Edad: 7 años Escuela: Isabel Díaz, Santiago Curso: 2do. Grado Profesora: María Elena Valdez
El lago
H
abía una vez una niña llamada
Rosita. Ella vivía en una casa grande en el bosque, donde había árboles muy hermosos, con su mamá y su perro. Un día la niña salió en busca de un lago, del que había escuchado hablar. Estaba muy alejado de su casa, caminó y caminó hasta que por fin lo encontró. La niña se quedó impresionada al mirar muchos peces que nadaban y jugueteaban en el agua. 65
Ella siguió visitando el lago cada vez que podía en compañía de su perro y su mamá no se daba cuenta, porque estaba muy ocupada lavando la ropa y cocinando y pensaba que Rosita estaba en su habitación, donde le gustaba leer y dibujar. Un día, su mamá la llamó para ir a comer. Al ver que no le respondió, fue a buscarla, notó que no estaba, se asustó al mirar la puerta con un dibujo y dijo: – ¡Qué extraño, ése es el lago y yo nunca la he llevado! Salió y la buscó por todos lados y pensó ir a buscarla al lago, corrió y corrió hasta que llegó y alcanzó a ver al perro que ladraba y se acercó. Vio a la niña chapaleando y gritando en el agua, sentía que se estaba ahogando. Su madre se lanzó y rescató a su hija, que temblaba del susto que se llevó. 66
Rosita le prometió a su madre no volver a salir sin permiso, pero le dijo: – Mami es que quiero aprender a nadar como los peces. Entonces su mamá le respondió: – Te voy a llevar a una piscina donde te van a enseñar y cuando aprendas, te llevaré al lago y podrás nadar como un pez, pero junto a mí. Así lo hicieron y vivieron felices por siempre. Colorín, colorado este cuento se ha acabado. 67
Autora: Yamil Andreína Corniel Mezón Edad: 7 años Escuela: Politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes, Santiago Curso: 2do. Grado A Profesora: Rosanna Cabrera
Rapuche
H
abía una vez un niño llamado Rapuche. Sus padres se llamaban José y
Alejandrina, ellos vivían en el bosque. Su padre era leñador y trabajaba todo el día cortando leña. Rapuche iba recogiendo toda la leña que su padre cortaba. Un día, José le dice a Rapuche que traiga agua y comida. Cuando iba por el camino, se encontró con una niña que estaba extraviada, y Rapuche le preguntó: – ¿Dónde vives? Ella, asustada y llorando, respondió: – De aquel lado del bosque. Entonces, Rapuche le dijo: – No puedo llevarte a tu casa ahora, porque me perdería igual que tú, vamos a mi casa para que mi mamá te prepare comida y abrigo y
68
luego te llevamos a tu casa. Cuando llegaron a la casa, la mamá le preguntó qué había pasado. Rapuche le contó que había hallado a la niña y la trajo a su casa, para prestarle abrigo y comida. Alejandrina le preguntó: – ¿Cómo te llamas? Y la niña le respondió: – Catia. Entonces, la mamá de Rapuche le buscó los abrigos. Rapuche, volvió a llevar agua y comida a su papá y le contó lo que había sucedido y él dijo a su hijo: – Pues vamos a la casa, para llevar a la niña con sus padres. Así lo hicieron… Cuando sus padres vieron a la niña, se pusieron muy alegres y les dieron las gracias a Rapuche y a su padre José, por haberles llevado a su hija. Ellos volvieron a su casa, felices por haber ayudado a Catia. Fin. 69
Autor: José Maury Pérez Arroyo Edad: 7 años Escuela: Pastor Abajo, Santiago Curso: 2do. Grado Profesora: Victalina Martínez
El pingüinito
H
abía una vez un pingüinito
que estaba perdido en el mundo de los humanos. Tenía mucho calor y extrañaba vivir en el polo sur. El agua que le daban los humanos no le gustaba mucho porque la encontraba caliente y le hacía falta su mundo frío. El pingüinito caminaba desesperado, sin conseguir el camino a su casa. De repente, un día, se encontró con un niño que se llamaba Antoni. Se hicieron amigos y Antoni buscó más amiguitos y, entre todos, le fabricaron una piscina grande con mucho hielo, para que el pingüinito fuera feliz.
70
Pero cuando el agua se calentó, el pingüinito se puso triste otra vez. Entonces Antoni y sus amiguitos lo ayudaron a buscar su casa. Caminaron y caminaron mucho y descansaron un poquito. Siguieron caminado, llegaron al polo sur y él vio a todos los pingüinitos que vivían allí. Entonces, encontraron su casa. Ahora volvieron a ser felices. Su mamá pingüina le dijo que lo amaba. El pingüinito le contestó: – Yo también te quiero, mami, y se despidió de sus amiguitos y les dijo muchas gracias por todo. Colorín colorín, esta historia llegó a su fin. 71
Autor: Alejandro Crisóstomo Edad: 7 años Escuela: Mercedes Argentina Núñez, Santiago Curso: 2do. Grado A Profesora: Socorro Vargas
El niño que tenía miedo
E
ra una vez un niño muy miedoso que se fue de paseo con sus padres a
un campo llamado Agua de Luis. Al llegar, se dio cuenta que había un burro. El niño veía con curiosidad a otros dos niños más pequeños montar el burro. Al mirarlos, sentía el deseo de montarse, pero por ser tan miedoso rechazaba esa idea. Hasta que le llegó un pensamiento y dijo: – Si esos niños son más pequeños que yo y no sienten miedo, por qué yo he de sentir miedo. Y, con ese pensamiento en su cabeza, se fue
72
acercando al burro. Y estando cerca de él, con mucho cuidado le pasó las manos y al ver que el burro se quedó tranquilo, decidió montarse en el animal. Cuando ya estaba montado, comprendió que no había razón para sentir miedo y el niño cabalgó toda la tarde feliz y nunca más volvió a sentir miedo. Fin. 73
Autora: Génesis Herrera Adames Edad: 7 años Escuela: Generosa Ferreira, Sabana Iglesia Curso: 2do. Grado B Profesora: Sor Janely Paulino
El sueño de una princesa
H
abía una vez una princesa llamada Soledad que vivía con su madre en un
pueblo muy lejano. La princesa quería ser la reina de las mariposas, pero vivía muy triste, pues no sabía cómo realizar su deseo. Todos los días se sentaba bajo un árbol a pensar en cosas que le ayudaran a ser reina. Pensaba en decirle a Dios que la ayudara a hablar con las mariposas, pero todo era en vano. Un día se acostó pidiéndole a Dios que la ayudara a cumplir lo que tanto deseaba. Cuando dormía, soñó que estaba en el paraíso, rodeada de bellas mariposas de muchos colores. La reina de las mariposas le puso una corona brillante y le dio una varita
74
mágica. Celebraron una gran fiesta donde comieron y bebieron en honor a la reina Soledad. Cuando despertó, se sintió muy feliz porque Dios le había concedido su deseo en sueños y corrió a contarle a su mamá. Entonces fueron a la iglesia a darle gracias a Dios por su milagro, pues aunque fuera en sueños logró ser la reina de las mariposas. Fin. 75
76
Cuentos de tercer grado
77
Autora: Leslie Ann AbrØu Caraballo Edad:8 aæosEscuela: Cipriano IbÆæez Garc a, Los L pez, Moca Curso:3er. Grado Profesora: A Dulce Milagros Taveras
La vaca cantora
É
rase una vez una vaquita muy obediente, que cuando
su madre le daba mandados, ella los hacía. Un día, su madre la mandó a buscar pasto al bosque para la cena y ella salió de la casa muy contenta y se fue cantando muy alegremente. Luego, cuando la vaquita le dio el pasto a su madre, le pidió permiso para salir a cantar y su madre dijo que sí. Mientras la vaquita cantaba debajo del árbol,
su madre se puso en la puerta a escuchar cómo cantaba y pensó que era lo más hermoso del mundo que había escuchado. 78
Cuando terminó, le dijo: – ¡Bravooo, bravo, mi linda vaquita, ya que sabes cantar tan bien, voy a inscribirte en el concurso de talentos de este año, en el pueblo! Por la mañana, su madre la levantó, la llevó y al final del concurso, la vaquita ganó en primer lugar. Seis meses después, buscaron a la vaquita para las audiciones y lo hizo muy bien, tanto que les pidieron a sus padres que si podían prepararla para un concierto. Al comienzo, ella lo hizo bien, pero como cantaba tan alto, en 79
el medio de la canción, perdió la voz por completo y tuvieron que parar el concierto. El maestro de ceremonia, llamó a sus padres y les dijo: – Por favor, lleven a su hija al doctor, porque esto es un grave problema para el concierto. Entonces, sus padres la llevaron rápidamente al hospital y el doctor les dijo: – Perdón, pero su hija tendrá que dejar de cantar, sólo podrá hablar por señas o por escrito, por una semana, para que su voz regrese. Pasó la semana, la volvieron a llevar al doctor y él le dijo a la vaquita: – ¡Canta, querida, queremos saber si ya puedes cantar! 80
Entonces, la vaquita trató de cantar y lo hizo mejor que en el concierto, porque el tratamiento fue todo un éxito. Y así, la vaquita pudo seguir practicando para el concierto. Pasaron los días y llegó el día del concierto. Lo hizo tan bien, que todos le dieron un grandísimo aplauso. La vaquita se volvió tan famosa, que formó una banda y anduvo de gira en muchos países, ganando trofeos, medallas y reconocimientos por su trayectoria artística. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 81
Autor: Lu s Miguel HernÆndez Burgos Edad:10 aæosEscuela: Prof. MØlida PØrez Rodr guez, Moca Curso:3er. Grado Profesora: A Carmen H. Lantigua Estrella
Manchita y Ojos brillantes
É
rase una vez que en un bosque vivía una vaca llamada Manchita.
Manchita era muy querida por los demás animalitos del bosque. Una linda mañana de verano, Manchita salió, como de costumbre, a alimentarse y, cuando estaba comiendo su rico manjar, se encontró con una pequeña tortuga. Manchita le preguntó: – ¿Cómo te llamas? La tortuga, un poco asustada, le contestó: – Mi nombre es “Ojos brillantes”. – ¡Qué lindo nombre!, le dijo Manchita, ¿y qué haces tan lejos del lago? Y Ojos brillantes le contestó:
82
– Un animal me alejó de ahí, pensando que era comida. Y ahora no tengo fuerzas, estoy cansada, mis pies ya no pueden más, mi piel está seca por el sol, tengo mucha sed, me siento que voy a morir. Entonces, Manchita le dijo: – No hay tiempo que perder, ven, súbete a mi lomo. Ojos brillantes subió, aunque con un poco de miedo, por el gran tamaño de Manchita y porque no sabía que Manchita tenía buenos sentimientos. Manchita llevó a Ojos brillantes al bello lago de agua cristalina, sanando todo el dolor del cuerpo de Ojos brillantes y quitándole la sed de muchos días. Ojos brillantes se sintió feliz y agradecida de su fiel amiga Manchita. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado. 83
Autor: Derikd Jorge FernÆndez RodrEdad: guez8 aæosEscuela: Generosa Ferreira, Sabana Iglesia Curso:3er. Grado Profesora: Mar a Batista Almonte
La sombra
H
abía una vez un perro de color
marrón con manchas blancas. Sus ojos parecían el agua del mar. Sus orejas eran tan pero tan largas, que chocaban contra el suelo. Su pelo era el más especial de todos, porque brillaba en la oscuridad. Estaba caminando por el bosque, buscando comida, cuando de repente se encontró con un hueso. Lo miró asombrado, quiso comérselo, pero le dio sed. Entonces, escondió el hueso debajo de las hojas de mango. Luego, se fue a tomar agua a un pozo, que había en el medio del bosque. Al ver su sombra en el agua, se asustó, porque creyó ver un monstruo detrás de él.
84
Se tiró al pozo y se estaba ahogando, porque no sabía nadar. Se puso nervioso y empezó a gritar: – ¡Auxilio, socorro! Una jirafa lo escuchó gritar y fue a ayudarlo, le lanzó un salvavidas y el perro lo agarró. Entonces, la jirafa lo haló con su cuello y lo sacó del agua. El perrito le dio las gracias. Luego, el perrito fue a buscar el hueso que había dejado escondido y se lo comió. El perro, reconoció su sombra y nunca más le tuvo miedo. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 85
Autora: Ashly Danisa Rosario Restituyo Edad:7 aæosEscuela: Prof. Te filo Ortega G mez, La Vega Curso:3er. Grado Profesora: Anilcia J. Restituyo
La tortuga y la gatita
É
rase una vez, en un hermoso día de primavera, que estaba una linda gatita
saltando y jugando muy contenta en un bello jardín. En ese precioso jardín, tan encantador, lleno de flores y árboles, había un pequeño lago muy bonito, donde vivía una bonita tortuga. Un día, la gatita que jugaba y jugaba entre los árboles, escuchó algo y se detuvo. De repente, sintió nuevamente el ruido, eran unos pasos y miró que algo se movía entre las ramas de un arbusto. La gatita se asustó y, con mucho miedo, se escondió detrás de un árbol. Miraba hacia las ramitas del arbusto cuando, de pronto, salió muy lentamente una
86
linda tortuga. Y la gatita, con un poco de susto, se le fue acercando y luego comenzĂł a saltar de alegrĂa alrededor de la tortuga. Jugaron juntas hasta que se hicieron amigas para siempre. ColorĂn colorado, este cuento se ha terminado. 87
Autora: Scarlet Saony D az RodrEdad: guez8 aæosEscuela: PolitØcnico Femenino Nuestra Seæora de las Mercedes, Santiago Curso:3er. Grado Profesora: A Dulce Collado
El sol colorido
U
n día, un sol travieso se encontró
con muchos tarros de pintura y quiso pintar. El sol estaba muy entusiasmado con su pintura. Él iba a dar color a las estrellas, pero una de ellas se le apareció de repente y lo asustó y, del susto, al sol se le cayó la pintura encima. La estrella lo miró, se disculpó y le dijo que estaba muy bonito con todos esos colores.
88
El sol se enojó, pero se le pasó inmediatamente por el piropo que le dio la estrella. En agradecimiento, el sol le dio un abrazo a la estrella. Y qué sorpresa, ella también se pintó y se veía muy bonita. Entonces, empezaron a repartir abrazos a la luna, a los planetas y a las demás estrellas y todo estaba colorido. Desde ese día todos llamaron al sol “el colorido” y se quisieron por siempre.
89
Autora: Mar a Isabel SÆnchez Edad:9 aæosEscuela: Cruce de Barranca, La Vega Curso:3er. Grado Profesora: A Eugenia Mora
Las hadas perdidas
H
abía una vez dos hadas madrinas, que eran tan, pero tan pequeñas, que
todos los que las veían se burlaban de ellas, porque decían que tenían poderes. Un día, las dos hadas salieron a dar un paseo por el bosque y se perdieron. Cuando caminaban en busca de la salida, se encontraron con dos lobos marinos que resollaban fuertemente, porque les daba olor a gente, pero los lobos no las vieron de tan pequeñas que eran. Las hadas, llenas de miedo, se marcharon corriendo y pudieron escapar; pero seguían perdidas, sin saber
90
cómo encontrarse con su familia. Mientras iban por el camino, observaron unos hombres que cortaban árboles y les dijeron: – ¿Por qué cortan esos árboles? ¿No saben, que ellos dan sombra, alimento y aire puro? Los hombres les contestaron: –¿Qué les importa a ustedes que cortemos los árboles? Pero, en ese mismo momento… craaac, pummm, cayó uno de los árboles encima de ellos y los aplastó. 91
Al ver eso, las hadas madrinas, con su varita mágica, levantaron el árbol y los sacaron. Entonces, los hombres, arrepentidos y avergonzados, pidieron perdón a las hadas y agradecidos les enseñaron el camino, para que regresaran a su casa, junto a su familia. Desde ese día en adelante, en el bosque crecieron árboles hermosos y gigantes y de sus grandes ramas salen luces de diferentes colores. Los niños de ese lugar juegan en la sombra de los árboles y todos son felices porque cuidan la naturaleza.
92
Autora: Leslie Rose Vicente Luz Edad: n8 aæosEscuela: PolitØcnico Femenino Nuestra Seæora de las Mercedes, Santiago Curso:3er. Grado Profesora: A Dulce Collado
La risa y la tristeza
É
rase una vez una risa, a la que le
gustaba reír y una tristeza, a la que sólo le gustaba sentarse sola. Un día, la risa se encontró con la tristeza y le dijo: – ¿Por qué estas ahí sentada sola? – Porque yo siempre estoy triste, dijo la tristeza. – Pero si quieres, podemos intercambiar de personajes, no nos llevará mucho tiempo, dijo la risa. 93
La tristeza dijo: – Ummm, puede ser. Entonces la risa le contestó: – Sólo tenemos que hacer lo que siempre hace la otra, tú vas a sonreír todo el tiempo, vas a hacer feliz a las personas y yo voy a estar triste y sola. Cada una hizo lo acordado y cuando se juntaron para contarse, estaban extrañas. A la risa no le gustó ser tristeza, pero la tristeza sí se sintió bien siendo alegre. Entonces, la risa le dijo a la tristeza que podían llegar a un acuerdo y era que ella la iba a acompañar siempre, para que no estuviera triste ni sola. La tristeza aceptó y desde ese día se veía diferente. Aunque se llamara tristeza, no se sentía así, porque había conseguido una amiga que la hacía feliz. Fin. 94
Autora: Leslie Vargas Rodr Edad: guez 8 aæosEscuela: Club Noel, Santiago Curso:3er. Grado Profesora: Mildres EstØvez
El sueño de un pajarito
E
ra una vez un pajarito muy pero muy bonito, con su piquito rojo,
sus plumitas amarillas, sus alitas cortas y sus patitas pequeñas. Un día, estaba posado en un árbol grande y frondoso. Estaba cansado de tanto volar y se quedó dormido sobre la rama del árbol. Entonces, un guaraguao que volaba muy alto, vio al pajarito y bajando muy de prisa, muy de prisa, ¡pun! se tiró sobre el árbol, ¡lo comió! No lo comió no, no… era un sueño. El pajarito despertó y se escondió dentro de un hueco en el tronco de un árbol. Su mamá se dio cuenta de que el pajarito estaba escondido, fue a buscarlo y se lo llevó para su nido, le dio alimento, lo abrigó y lo protegió entre sus alas. 95
Autora: Yaritza Michell Lora Edad: Valdez 8 aæosEscuela: Obispo Pedro XuÆrez Deza, La Vega Curso:3er. Grado Profesora: B Teresa Rodr guez
La estrella mágica
H
abía una vez un niño llamado Andrés que quería un
deseo. Quería que su papá volviera a casa, porque lo había abandonado. Y todos los días les pedía a las estrellas su deseo. Un día, Andrés pensó: – Les pido a las estrellas, pero no sé cuál de todas será la estrella mágica. Porque si supiera, mi deseo se concediera más rápido. Y en ese momento, Andrés se durmió y soñó que había un ángel a su lado y le dijo:
96
– Si tú eres un ángel, ¿me puedes decir cuál de todas las estrellas es la mágica? El ángel respondió: – Sólo esto te diré: la más brillante que ves en el cielo. Él se despertó y miró por la ventana al cielo. Por fin, supo cuál era la estrella mágica y ahí pidió su deseo. Tocaron la puerta y la mamá abrió. Era el papá de Andrés. El niño corrió y miró que era su papá. Se puso feliz, por fin tuvo una familia. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 97
Autor: Anderson JosØ de la Cruz Edad: Arias 8 aæosIlustrador: Luis Miguel de Jesœs Mendoza Celestino Escuela: Las Yerbas, La Vega Curso:3er. Grado Profesora: C Ana Crescencia Altagracia Lantigua L pez
El niño juguetón
H
abía una vez, que el cielo estaba azul y blanco y después se puso oscuro
porque llegó la noche. Las estrellas y la luna brillaban en el cielo. Un niño miró al cielo y dijo: – ¡Uao, qué bonitas están la luna y las estrellas! Y se puso feliz. Al otro día, salió el sol y había nubes. El niño fue a mirarlos y buscó a su mamá, para que viera esto tan bonito y su mamá dijo: – ¡Qué bonitos están el sol y las nubes! La mamá también se puso feliz y le dijo al niño: – Gracias por enseñarme esto tan bonito.
98
Se hizo de noche y la mamá y el niño salieron para ver la luna y las estrellas. Y la mamá estaba feliz al ver tantos espejitos con luces. Y él le preguntó asombrado a su mamá: – ¿Quién hizo el sol, la luna, las estrellas y las nubes que están en el cielo? Y su mamá le contestó: – Dios hizo todo esto bonito para nosotros. El niño dijo de nuevo a su mamá: – Yo quiero ir allá arriba, a jugar con ellas. 99
Y su mamá le contestó: – Están muy lejos, no puedes ir allá. Y el niño se quedó muy triste y se sentó en el patio de su casa. El sol oyó lo que el niño dijo a su mamá y fue donde la luna, las estrellas y las nubes y les dijo: – Vamos a jugar con ese niño, para que se le quite la tristeza. Y la luna contestó: – Yo nunca he ido a la tierra. Y las estrellas respondieron: – Y sí, vamos, total después podemos volver acá arriba. 100
Y la nubes dijeron: – Sí, sí vamos. Y fueron a jugar con el niño y, cuando el niño los vio tan grandes, tan brillantes y tan bonitos, dijo: – Son el sol, la luna, las estrellas y las nubes, que vinieron a estar conmigo, estoy muy feliz. Y el niño se sintió muy feliz de tener amigos, que lo quieran y jueguen con él. Colorín colorado, este cuento se ha terminado. 101
Autora: Tianny Polanco Edad:8 aæosEscuela: Valent n Michel, Moca Curso:3er. Grado Profesora: B Mar a de Jesœs Garc a
La mariposa de las alas de oro
H
abía una vez una hermosa y bella
mariposa con sus alas brillantes como el oro, que vivía en un jardín con sus tres hermanas. Un día, la hermana del medio le dijo: – Ven, sube al árbol. Y la mariposa no le hizo caso. Entonces, su hermana le ordenó que subiera inmediatamente, pero ella se fue volando y volando. De pronto, se encontró con dos cuervos y se asustó mucho, porque los cuervos la querían agarrar. Ella voló y voló, hasta que se paró frente a la cueva de un ratón
102
y le dijo: – Me paré aquí, porque me están persiguiendo. Y el ratón le contestó: – Ven entra. La mariposa le dijo: – A mí me están persiguiendo unos cuervos. El ratón le contesta: – Yo también me estoy escondiendo, porque me persigue un gato. Ella entró a la cueva y el ratón le dio comida. Los dos estaban muy tristes. 103
El gato se encontraba en la entrada de la cueva, esperando que saliera el ratón. Se hizo de noche y se fue. Al amanecer, el ratón se asomó, vio un caballo y le dijo: – Quiero ir al pueblo. Y el caballo le dijo: – Tengo que llevar a mi dueño a la ciudad. Entonces el ratón le respondió: – Estoy en problemas aquí en el campo. El caballo, lo llevó con la mariposa a la ciudad. Ella estaba tan asustada, que perdió el brillo de sus alas. Y no se dio cuenta, cuando los cuervos la vieron en el caballo. De nuevo, le cayeron atrás. El ratón le preguntó: – ¿Por qué estás asustada? Y ella le contestó: – Es que los cuervos vienen siguiéndonos. El caballo la escuchó y corrió más y más, hasta que llegaron al pueblo. El caballo se paró y el ratón le dijo: 104
– ¿Por qué te paras aquí? – Porque aquí vive mi dueño. La mariposa se dio cuenta que había perdido el brillo de sus alas y preguntó: – ¿Dónde está mi brillo? Y el ratón le dijo: – Se te fue en el camino. Ella le contestó: – Culpa de los cuervos que nos persiguen. La mariposa se sintió muy triste y se detuvo delante de los cuervos y les preguntó: – ¿Por qué me persiguen? – Perdón si los hemos asustado, sólo queremos decirte lo bellas y brillantes que son tus alas y ser tus amigos. La mariposa se sintió muy feliz y volvió a ver el brillo de sus alas. También comprendió que hubiera pasado menos susto si se quedaba en el árbol con su hermana. Colorín colorado, este cuento ha terminado. 105
Autora: Mar a de los `ngeles GonzÆlez Edad:9 aæosEscuela: Vedruna, Santo Domingo Curso:3er. Grado Profesora: B CÆndida SuÆrez
Las mariposas mágicas
H
abía una vez, en un campito pequeño, un trío de mariposas con bellos
colores: verde, amarillo y rosa. Ellas eran muy traviesas, alegres y juguetonas, siempre estaban de un lugar a otro y hacían felices a todos los niños del lugar, en especial a una niña que vivía muy cerca de ellas. Esta niña se llamaba Florecita, era buena, tranquila, muy gentil y muy juguetona. Iba a la escuela en la mañana y en la tarde, luego de hacer sus tareas, salía al patio a jugar con sus amiguitas. Las mariposas corrían y corrían por todo el patio, que era grande y hermoso, con muchos árboles a su alrededor. Las mariposas se habían convertido en sus mejores amigas.
106
Un día, sus padres le dieron la noticia que se iban a mudar a otro pueblo y Florecita se puso muy triste al pensar que tenía que separase de sus amigas las mariposas. Pasaron los días y llegó el momento de la mudanza. La niña lloraba y lloraba sin parar y así se fueron a su nueva casa. La niña se llevó la sorpresa de su vida cuando miró al patio y, con lágrimas en los ojos, vio a sus tres amigas volando como siempre lo hacían, llenando de alegría su casa. La niña no pudo averiguar cómo llegaron hasta allá las mariposas, pero igual volvió a ser la niña alegre de siempre. Y vivieron felices para siempre. Fin. 107
Autora: Cielo Batista JiminiÆn Edad:8 aæosEscuela: PolitØcnico Femenino Nuestra Seæora de las Mercedes, Santiago Curso:3er. Grado Profesora: B Paula Margarita Moya
El arcoíris diferente
E
ra una vez, después de una gran lluvia, que apareció un lindo arcoíris, del cual
salieron volando algunos colores. De pronto, el color negro y el marrón, que andaban paseando por la ciudad, miraron al cielo asombrados y planearon ocupar esos lugares, ya que era su oportunidad de formar parte de un arcoíris y hacer sus sueños realidad. Al llegar al lindo arco, se sintieron felices. Pero el color azul y morado les preguntaron: – ¿Qué hacen aquí? Ustedes son feos para pertenecer a nosotros. Por eso en la Tierra nadie los quiere. Ellos respondieron : – No es cierto, nosotros somos hermosos e importantes, pues le damos a la noche,
108
oscuridad, a las personas, animales y plantas, les ofrecemos descanso para dormir y nuestros colores los usan en zapatos, ropas, mochilas, poncheras y cartulinas. Los demás colores les dijeron al azul y al morado, que el negro y el marrón tenían toda la razón y que al igual que ellos también eran bonitos e importantes, pues todos ellos pertenecen a la creación de Dios. El azul y el morado se marcharon enojados y los demás colores abrazaron con alegría al negro y al marrón. Luego, el azul y el morado regresaron muy arrepentidos por su mal comportamiento; se disculparon e invitaron al negro y al marrón a jugar con ellos. Los demás colores los felicitaron, porque cambiaron su forma fea de ser. A partir de ese día, todos los colores decidieron llevarse bien y ser buenos amigos. El negro y el marrón se despidieron muy felices y contentos, de haber hecho realidad su sueño de ser parte del arcoíris. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 109
Autora: Doralis Remigio Edad:8 aæosEscuela: Ernesto Concepci n Luciano, La Vega Curso:3er. GradoProfesora: A Grimaldi JosØ
Mamá gallina
H
abía una vez una gallina, que estaba echada con diez huevos. Pasaron los días
y la gallina sacó sus pollitos del cascarón de huevo. La gallina se sentía feliz con sus diez hijos, estaba emplumada y orgullosa y no dejaba que nadie les pusiera la mano a sus hijos. Cada día, los pollitos estaban más bonitos. Hasta que un día, la gallina salió de paseo con sus hijos, fueron a conocer un lago muy lindo que había. Y pasaron un día muy feliz. A su regreso, la mamá notó que le faltaba uno de sus hijos y se puso como loca. Caminaba de aquí para allá y de allá para acá, no encontraba sosiego y decidió volver a buscarlo. Pero ya estaba muy oscuro y no pudo seguir.
110
Al otro día, se levantó muy temprano y se fueron todos a buscar el otro hermanito. Lo buscaban por todos lados y no lo encontraban. Era que un niño tenía el pollito y no quería regresarlo con su mamá. Hasta que la gallina oyó que decían: – Pío, pío. Y ella contestó: – Clo, clo. Pero el niño no quería soltar el pollito y la gallina le voló encima, le dio un picotazo y el niño lo soltó. Y así, se reunieron de nuevo los diez hermanitos y su mamá gallina. Y fueron felices para siempre. Colorín colorado este cuento se ha acabado. 111
112
Cuentos de cuarto grado
113
Autora: Ariadny Mar a Rodr guez Polanco Edad:8 aæosEscuela: Club Noel, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: B Andrea FernÆndez
La niña de agua
É
rase una vez una niña llamada Carmen, a quien le gustaba mucho el agua. Ella vivía con su madre Carmela, en una casa grande, rodeada de flores, árboles, montañas y ríos. A Carmen le encantaba bañarse en la lluvia, porque sentía que era de agua. Su madre le decía que si se mojaba en la lluvia, podía pasar algo maravilloso y la niña esperaba el agua todos los
días. Le pedía al sol que descansara un día, para que la lluvia pudiera llegar 114
y jugar debajo de ella. Un día, cuando se levantó, vio que el sol estaba abrigado con un sombrero rosado y una bufanda azul y el cielo se llenaba de nubes y empezó a llover. Y Carmen estaba feliz, brincando entre los árboles. Entonces pasó algo que no se esperaba, empezó a convertirse en una niña de agua. Carmen se puso muy contenta porque mojaba los árboles y las flores, hacía charcos con sus pies y muchas cosas más. Cuando se cansó de jugar, vio que no podía 115
entrar a su casa a descansar y llamó a su madre. Su mamá le dio un fuerte abrazo y la calentó. Y la niña de agua volvió a ser como era antes. Así, pudo descansar y soñar con todo lo divertido que había hecho, siendo una niña de agua. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 116
Autora: GØnesis Peæa Edad:9 aæosEscuela: Albergue Infantil Santiago Ap stol, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: A Yesenia Marielly Santos
El caracolito que logró su meta
H
abía una vez un caracolito que tenía un hermoso sueño, quería ver el lugar
donde él vivía, desde lo alto de un arcoíris. Con el afán de cumplir su sueño, esperó hasta ver en el grandioso cielo azul un arcoíris y empezó a buscar la manera de cómo escalarlo. Buscó y buscó y cada vez que creía llegar, el arcoíris estaba más lejos. El caracolito, en su camino, se encontró con un periquito de brillantes plumas verdes y le contó su deseo de ver su hogar desde el arcoíris. Entonces, el periquito le dijo: – Yo sé cómo ayudarte, sólo tienes que dejar que te cargue en mi fuerte pico y te llevaré a recorrer el cielo, volando. 117
Enseguida, el caracolito se dio cuenta que el periquito se lo quería comer y trató de escapar lo más rápido posible. Entonces, descubrió algo fantástico: en frente de él veía muchos colores brillantes, había encontrado el arcoíris. El caracolito le dijo al arcoíris: – ¡Eres fantásticamente hermoso! Y el arcoíris le contestó: – Y tú eres tan pequeño, que casi no te veo. El caracolito entonces le dijo: – Sólo quiero que me dejes trepar sobre ti, para ver cómo es mi hogar desde lo alto. 118
– Entonces sube, le dijo el arcoíris. Cuando el caracolito subió, en lo más alto pudo ver lo grande y hermoso que era su hogar y se sintió feliz de haber logrado su sueño. El caracolito vivió feliz, porque se esforzó y pudo alcanzar su meta.
Fin. 119
Autora: Nicol Georgina Almonte Edad:9 aæosEscuela: Albergue Infantil Santiago Ap stol, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: A Yesenia Marielly Santos
La luna que quería ser amiga del sol
H
abía una vez una hermosa luna, que alumbraba en un grandioso cielo
azul. La luna quería ser amiga del sol, pero el sol era muy caliente y a ella le molestaba el calor. Pasaron varios días y la luna aún no podía acercarse al sol, porque el sol estaba muy caliente. Un día, la luna pensó: – Esperaré que llegue el atardecer y hablaré con el sol, para que seamos amigos. Así mismo sucedió, la luna esperó el atardecer e invitó al sol a dar un paseo por el hermoso cielo azul. Entonces, la luna le dijo al sol:
120
– Quiero que seas mi amigo, pues vivimos en el mismo lugar. El sol, sorprendido por la propuesta de la luna, inmediatamente aceptó y le dijo: – Yo también quiero ser tu amigo. Me encanta esta idea. Los dos corrieron y corrieron por el bonito cielo azul. Ya llegaba la noche y las estrellas empezaban a salir y a brillar. La luna, feliz con su nuevo amigo, les dijo a las estrellas: – Vengan, acérquense amiguitas, aquí está un gran amigo y quiero que 121
sea también su amigo. Esa noche, hubo una gran fiesta en el cielo y bailaron la luna, el sol y las estrellas. Llegó el amanecer y la luna y las estrellas se despidieron de su gran amigo, el sol. Ese día, el sol salió más brillante que nunca. Y colorín colorado, este cuento ya ha acabado. 122
Autora: Carolin del Carmen Lugo Edad:9 aæosHogar Escuela: La Milagrosa, Moca Curso:4to. Grado Profesora: A Celeste MØndez
El tulipán mágico
É
rase una vez, a lo lejos en las montañas, donde se reflejaban los rayos del sol
en un jardín cerca del bosque, un jardín donde vivían, un tulipán mágico con las conejas, sus amigas Lola y Luli. La flor mágica era un gentil tulipán, de grandes pétalos brillantes y rojos como un rubí. Disfrutaba jugar con sus amigas las conejitas Lola y Luli. Pero, lo que más le gustaba, era ayudar a los animales del bosque. Un día, mientras el tulipán caminaba por el jardín, se encontró con Lola y Luli discutiendo. Muy triste, preguntó: – ¿Por qué están discutiendo? Luli le contestó: 123
– Es que Lola me ha insultado, dijo que es mejor que yo y me sentí muy mal. La flor mágica, muy angustiada, pensó en una solución. Muy suavemente se sacudió y dejó caer su polen mágico sobre las conejas, ¡SSS! ¡SSS! Y ya eran idénticas, tanto por dentro, como por fuera, tan idénticas, que el tulipán mágico no las pudo reconocer. Pasaron los días, ellas se sentían extrañas porque todos los animales del bosque las confundían. Entonces decidieron ser como antes. Así que le pidieron de favor a la flor mágica que las volviera a la normalidad y ¡SSS! ¡SSS!, el polen cayó sobre las conejitas y ya no eran iguales. Desde entonces, prometieron que se iban a respetar. Fin. 124
Autora: Ver nica Altagracia Percia Edad: Collado 10 aæosEscuela: PolitØcnico Femenino Nuestra Seæora de las Mercedes, SantiagoCurso:4to. Grado Profesora: D Claribel GuzmÆn
El sueño de la oruguita Belén
H
abía una vez una oruguita llamada Belén, que vivía con sus
padres Carlos y Candy. Un día, tuvo un sueño: soñó que iba a la cima de la montaña más alta. Cuando despertó, se lo contó a sus padres y les dijo: – Papá, mamá, quiero ir a la cima de la montaña. Los padres pensaron y le dijeron: – Sí, puedes ir. Ella, muy contenta y feliz, se puso a preparar su viaje. Más tarde, se le aparecieron una mariquita y una María palito, y le preguntaron: – ¿A dónde vas? 125
Y la oruguita respondió: – Tuve un sueño, soñé que iba a la cima de la montaña. La María palito le dijo: – ¿Tú sabes contar? Y la oruguita respondió: – Sí. Entonces la María palito dijo: – Pues, no cuentes con eso. Más tarde, a la oruguita le llegó el momento en que se tenía que convertir en una mariposa. La oruguita no se podía mover y los insectos se burlaban de ella y decían: – ¡Ja, ja, ja, dijo que iba para la cima de la montaña y no lo logró! Cuando la oruguita abrió su crisálida, ya no era una oruga, sino una 126
mariposa, y dijo: – ¿Quiénes eran los que se estaban burlando de mí? Porque ahora soy una mariposa. Los insectos se quedaron asombrados y dijeron: – Qué lindas alas, discúlpanos. La mariposa Belén dijo: – Los perdono, les confieso que estoy feliz por mi cambio. Ya no me arrastraré, puedo volar y hacer realidad mi sueño, porque Dios me ha cambiado de una oruga a una mariposa. La mariposa Belén realizó su sueño y descubrió muchas cosas más. Colorín colorado, el cuento de la oruguita Belén se ha acabado. 127
Autora: ErinØs HernÆndez `lvares Edad:9 aæosHogar Escuela: La Milagrosa, Moca Curso:4to. Grado (Matutino) Profesora: Altagracia Herrera
La mosca y el mosquito
H
abía una vez una mosca muy solitaria, que no se sentía bien porque
no tenía con quién conversar. Al lado de su casa, vivía un mosquito, que también deseaba tener amigos para jugar y compartir. Un día, la mosca estaba muy triste y se le apareció un hada, que le dijo: – ¡Mosca, mosquita! ¿Por qué estás tan triste? Y ella le contestó: – Porque no tengo un amigo para jugar, por eso me siento muy sola. El hada le contestó: – Yo te ayudaré. Y la mosca le preguntó:
128
– ¿Qué tengo que hacer para que me ayudes? – Debes salir a buscarlo, le dijo el hada. Y la mosca le contestó: – Ahora mismo seguiré tu consejo. La mosca salió a recorrer lugares por el mundo que no había visitado, pero no encontró amigos, por lo que llegó muy triste y desanimada. De pronto, se le apareció el hada y le volvió a decir: – ¿Encontraste al amigo con el que sueñas? Y ella le contestó: – No, pero tengo la esperanza de tener un amigo algún día. 129
Y el hada le dijo: – Mira a tu alrededor y lo encontrarás. Y de un vistazo, la mosca miró a su alrededor y alcanzó a ver un enorme mosquito. Entonces, le dijo al hada: – Ya lo conocía, él es gruñón, antipático y travieso. Un día, se acercó a mí y me picó tan fuerte, que me dejó un gran dolor de cabeza. Entonces el hada le dijo: – Para conseguir un amigo, tienes que tratarlo y conversar con él y todo va a cambiar. La mosca respondió: – Bien amiga hada, voy a saludarlo. Y la pequeña mosca se dirigió al lugar donde estaba el mosquito y le dijo: 130
– ¡Hola, señor mosquito! Él le contestó: – ¿Qué desea, pequeña mosca? – Bien, ¿quieres jugar conmigo? Porque te veo tan solo y quiero ser tu amiga. Desde entonces, el mosquito dejó de ser gruñón, antipático y travieso, porque conoció una gran amiga. El señor mosquito y la pequeña mosca jugaban, dialogaban y compartían. No se querían separar ni un momento y el hada pasaba horas y horas contemplando la alegría de esos dos amigos. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 131
Autora: Yorgelis Felipe Edad: Cruz 9 aæosEscuela: Flor del Campo, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: B Ver nica GutiØrrez
La mariposa y la sombra
H
abía una vez una mariposa muy linda. Era pequeña, de color rosado con
puntitos negros. Vivía cerca de un río con su familia. Y ella era la que hacía los mandados de su casa. Le gustaba siempre comer al lado de una sombra grande, para que nunca se le secaran sus alitas y no se le pusieran feas. Un día, la mariposa salió al campo a buscar la comida y por el camino había muchas sombras. Iba muy contenta, cantando sus canciones favoritas. Pero, cuando regresaba a su casa, se perdió y dijo: – ¿Qué voy a hacer? El sol me va a quemar mis alitas y no podré volar. Me siento muy preocupada. Entonces empezó a llorar, diciendo:
132
– Ya no tengo fuerzas para volar. Y se desmayó. Una hora después, la mariposa despertó y al ver la sombra a su lado, se sonrió. La sombra le dijo: – ¿Qué te pasa? – Estoy perdida en este lugar, por favor, ayúdame. Entonces, la sombra respondió: – No te preocupes, te llevaré a tu casa. – No puedo volar, mis alitas están quemadas. – Ven, agárrate bien. Y la llevó a su casa. – Gracias amiga, quiero que nunca te apartes de mí. Y vivieron felices para siempre. 133
Autor: Rafael Antonio Mendoza GÆlvez Edad:9 aæosEscuela: Cruce de Barranca, La Vega Curso:4to. Grado Profesora: B Elizabeth L pez Suriel
La hormiga y la jirafa
U
na vez, iban todos lo animales de la selva a una com-
petencia y pretendían ganar. Se preparaban, felices, para una gran carrera. Estaban: el oso, el león, el perro, el mono, el zorro, el leopardo, el elefante, el tigre, la jirafa de cuello largo y la hormiga. El premio, para el mejor corredor, serían unas vacaciones por toda Europa. Y todos querían conocer nuevos amigos. Llegó el día de la competencia y todos los participantes estaban preparados. Salieron de la marca casi todos rápidamente, pero faltaba la hormiga que, por ser tan pequeña, no lograba alcanzar a sus compañeros. En eso, se le ocurrió pedir ayuda a su amigo 134
el león, el cual se negó porque si se detenía, perdería. También pidió a otros compañeros, los cuales se burlaban y le decían: – Allá nos vemos, compañera. A la hormiga se le ocurrió una gran idea. Pensó pedirle ayuda a la jirafa, que había pasado a todos. Se subió a su cabeza y, cuando estaba casi en la meta, al bajar la cabeza, tiró a su compañera, que llegó en primer lugar. Cuando le estaban entregando el premio como ganadora, la hormiga dijo que lo compartía con su amiga jirafa. 135
Los demĂĄs animales felicitaron las acciones de la jirafa y de la hormiga. Las dos se fueron de vacaciones con el premio y sus amigos esperaban con alegrĂa a la hormiga y a la jirafa. Cuando llegaron, los animales le pidieron disculpas a la hormiga por no haberla ayudado. Y todos fueron felices para siempre. 136
Autora: Denise Saviæ n Cabrera Edad:9 aæosEscuela: Rafaela JiminiÆn de la Cruz, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: A Isaac C. Cruz Rodr guez
El pozo mágico
E
ra una vez, que una niña llamada Mairelis
estaba jugando con sus amigas Lisa y Alicia. Ellas eran muy buenas y siempre estaban juntas. Compartían sus meriendas, jugaban y corrían en un pequeño bosque que estaba cerca de su casa. La mamá de Mairelis las invitó a comer en su casa. Les preparó una rica ensalada de tomates, pepinos y lechuga con casabe, que a ellas les encantaba. Después que terminaron 137
de compartir, las amigas se fueron a su casa y Mairelis se fue a acostar a su habitación. Esa noche, Mairelis, parada en la ventana de su habitación, miró una estrella fugaz y le pidió un deseo. Soñaba con tener una muñeca que hablara, cantara, caminara y que bailara, para que siempre la acompañara a jugar con sus amigas. Por la mañana, como de costumbre, salió al bosque a ver los animales y las flores que allí había. De repente, vio una débil luz saliendo de la parte más oscura del bosque y dijo: – ¿Qué será esa luz? Voy a averiguarlo. Según se acercaba, la luz se hacía más fuerte. Quedó asombrada y dijo: – ¡Guao, qué maravilla! Es un pozo mágico. Mairelis salió corriendo y fue a buscar a sus amigas. Juntas llegaron al pozo. Éste sólo concedía tres deseos. Mairelis pidió la muñeca que tanto quería. 138 0
Lisa pidió una casa de muñecas, Alicia, una bicicleta. Después que concedió los tres deseos, el pozo desapareció. Las niñas, felices y contentas, jugaron juntas con sus juguetes, dándole las gracias al pozo por los deseos concedidos. Corrieron y jugaron sin parar. Colorín colorado… 0 139
Autor: Yunior de Jesœs Nœæez SÆnchez Edad:9 aæosEscuela: Isabel D az, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: Ana FernÆndez
La estrella que no podía volar
E
ra una vez una estrella, que viajaba tranquilamente por el espacio. De pronto,
pasó un cohete, la chocó y cayó sobre la tierra, al lado de un árbol de manzana. La estrella lloraba muy sola y triste, pero una niña llamada Estefanía, que pasaba caminando por el lugar, encontró su cuerpo. Notó que le faltaba la pierna derecha; buscó y buscó hasta que la encontró encima del árbol. La recogió y la llevó a su casa para
140 0
curarla y pegarle su piernita. Luego, fue al botiquín de su papá, donde buscó algodón, mercurio y una curita para sanarla. Después, la llevó a su habitación, para que se recuperara y sus padres no se dieran cuenta. Al cabo de unos días, la estrella fue mejorando. Los padres de Estefanía estaban preocupados por la conducta de su hija. Estaba extraña, no quería comer, se notaba preocupada y sólo quería estar en su habitación. Decidieron investigar qué pasaba y, al entrar al cuarto de la niña, recibieron la sorpresa: – ¡Qué extraño, una estrella en casa! 141 0
Estefanía, asustada, explicó a sus padres lo sucedido y les pidió perdón, diciéndoles que no iba a decir más mentiras y que jamás les ocultaría nada. Ellos aceptaron las disculpas y la consolaron, diciéndole: – Actuaste bien, siempre es bueno ayudar a los demás. Sólo tendrías que habernos dicho lo que pasaba. La estrella estaba ya curada y muy contenta con Estefanía. Le dijo: – Seré tu amiga para siempre, te llevaré en mi corazón. Vendré a menudo a visitarte a la tierra. Colorín colorado, este cuento ha terminado. 142
Autora: Keisy Mariela Medina VÆsquez Edad:9 aæosIlustrador: Alexander Osoria Edad:10 aæos Escuela: Rafaela JiminiÆn de Cruz, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: A Isaac C. Cruz Rodr guez
La niña y la flor del cielo
E
ra una vez, que una niña llamada Laura estaba jugando con sus amigas, en
un parque muy bonito. Este parque siempre estaba limpio, tenía árboles grandes, medianos y pequeños, muchas rosas de diferentes colores y la grama del parque siempre estaba verde y bien recortada. Las niñas estaban bien entretenidas jugando, cuando, de repente, Laura miró al cielo y vio una flor muy linda y se impresionó. Llena de alegría, se la enseñó a sus amigas. Ellas, emocionadas, dijeron que estaba muy bonita. Laura salió corriendo y dijo: – Mira mami al cielo, hay una flor muy linda. Su mami respondió: 143
– Es verdad, es muy linda. Las niñas siguieron jugando muy tranquilas hasta que la mamá de Laura las llamó y les dijo: – Ya es hora de irnos. Y ellas contestaron: – Es verdad, vámonos. Cada una se fue para su casa. Cuando Laura y su madre llegaron a su casa, era un poco tarde y la mamá le dijo: – Es hora de dormir señorita, ¡a dormir! Laura soñó que estaba en el cielo, rodeada de flores de diferentes colores. Al despertar, siguió pensando en el sueño y la flor que había visto en el cielo, cuando estaba jugando en el parque. Apresurada, salió al jardín de su casa y vio una flor hermosa, la cortó y se la llevó a su madre. Ésta se puso muy contenta por el regalo tan lindo que le 144
había hecho su hija. Desde entonces, la niña y su madre miraban todos los días al cielo y siempre veían flores. Mientras más días pasaban, más flores se veían en el cielo. Y también, de una forma muy extraña, aparecían más flores en el jardín de su casa. Desde ese día, todos vivieron felices para siempre. Colorín colorado este cuento ha terminado. 145
Autor: Dionis Rosario Valdez Edad:8 aæosEscuela: Isabel D az, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: Ana FernÆndez
La vaca triste
H
ace mucho tiempo, en un pequeño campo alejado de la ciudad, vivía una
vaca que estaba muy triste al ver a sus amigas dar mucha leche, pero ella no podía complacer a su amo, dando leche también. Una mañana, su dueño recibió una visita de unos amigos. La vaca escuchó una conversación, en la que su dueño decía que vendería a la carnicería la vaca que menos producía. La vaca triste se asustó mucho, corrió donde sus amigas y les contó lo que ocurría. Sus compañeras, las otras vacas, le dieron una idea. Le dijeron que fuera con ellas, donde estaban las hierbas más frescas, para que comiera. También le dieron otro truco, de tomar mucha agua a cada momento, para así dar leche.
146
Luego de unos días, sus amigas se sorprendieron al ver la vaca triste goteando la leche, de tanta que tenía. Su dueño pasaba por el corral y vio que a esa vaca le estaba goteando la leche y buscó un cubo para ordeñarla. Fue muy grande su sorpresa, pues la vaca había llenado un cubo y otros más, con la más fresca leche. Asimismo, el propietario de la vaca anuló el trato de venderla a la carnicería, porque ya era una de las mejores del corral. La vaca, que era triste, ahora se transformó en una vaca feliz. Consiguió nuevas amigas de otro corral y les decía sus trucos para dar mucha leche. Todas juntas fueron muy felices. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado. 147
Autora: Yaritza Rafelina Aquino Edad: Infante 8 aæosEscuela: Mar a Elena Cruz, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: B Ulda Morrobel
Carlos y su mejor amigo
H
abía una vez un niño llamado Carlos. Él tenía
un perro, que se llamaba Coco. A ellos, les gustaba ir al parque a jugar con la pelota y a comer helado y se divertían mucho. A Carlos le gustaba mucho la escuela, pero extrañaba a su mejor amigo, su perrito Coco. Carlos, todos los días, llevaba a su mejor amigo a jugar al parque. Pero una tarde fueron a ese lugar a jugar y a montarse en los columpios y, cuando Carlos vio llegar al heladero, fue a comprar un helado. Luego, al dar la vuelta y mirar, no ve a su adorado perrito, ya no estaba. Carlos se puso nervioso y triste y tuvo que regresar a su casa, sin la compañía de su mejor amigo. Y cada día que pasaba se sentía más triste, porque no lo encontraba, pero tomaba el autobús todos los
148
días para ir al parque, a buscar a su perrito perdido. Pasaban y pasaban los días y Carlos estaba cada vez más triste porque no aparecía su adorado Coco. Les pedía a Dios y a la Virgencita que le permitieran volver a ver a su mejor amigo, pero Coco no aparecía. Una vez, Carlos cayó muy enfermo, pero ni siquiera así dejó de ir al parque. Pasaron seis meses y Carlos, como todos los días, fue al parque. Ese día, no podía creer lo que sus ojos estaban mirando, era su perrito Coco, que estaba en el parque dormido. Desde ese momento, Carlos fue el niño más feliz de esta tierra. Tanto amó Carlos a su perrito, que Dios se lo devolvió. Por eso dicen que amor con amor se paga. 149
Autor: Enmanuel Dom nguez Edad:9 aæosEscuela: Vedruna, Santo Domingo Curso:4to. Grado Profesora: A Bernarda JimØnez
El jardín encantado
H
abía una vez una anciana que vivía sola en una hermosa casa, con un jardín
lleno de plantas con bonitas flores y frutos sabrosos. La señora no permitía a nadie entrar en su jardín y, mucho menos, coger de sus frutos. Un día, la anciana salió de viaje a visitar a unos parientes muy lejanos. En ese tiempo, los niños del barrio encontraron un hueco por donde entrar al patio y disfrutar de tan encantador jardín. Así pasaron muchos días, hasta que la señora regresó y descubrió que habían entrado a su patio sin permiso. Entonces, vio el agujero por donde pasaban los niños y las niñas y lo cerró. Desde ese día, el lugar se puso frío, las plantas no querían florecer ni daban
150
frutos, los pájaros no cantaban y el jardín no era lo que era antes. La abuela comprendió que el juego de los niños, su risa y todo lo que ellos hacían daba un toque especial al jardín. Les dio permiso y los niños comenzaron a llegar. A partir de ese momento, el jardín cambió y la abuela se sintió feliz llevando dulces y compartiendo con los niños. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
151
Autora: Pamela Luc a Vargas Dom nguez Edad:10 aæosEscuela: PolitØcnico Femenino Nuestra Seæora de las Mercedes, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: A HaydØe Zapata
Los mejores amigos
H
abía una vez una mariposa que se llamaba Flor. Ella estaba muy feliz porque
había quedado de juntarse en el parque con sus amigos, el abejón José, el grillo Ángel, la abeja Rosa y el rey Luis. Cuando llegó al parque, allí estaban sus amigos. La mariposa Flor les dijo: – Vamos a jugar a las carreras. – Yo no quiero jugar, dijo el abejón José. – ¿Por qué?, preguntó la mariposa Flor. – Porque soy muy lento, dijo José. – Eso no es verdad, inténtalo, dijo su amiga. – Está bien, lo intentaré.
152
Cuando empezaron a jugar, el grillo Ángel dijo: – En sus marcas, listos, fuera. Y todos se fueron corriendo. Pero, el abejón José iba en último lugar. Al día siguiente, mariposa Flor empezó a entrenar al abejón José, para que corriera más rápido y no fuera tan lento. En la tarde, la mariposa Flor y el rey Luis, decidieron hacer otra carrera, para saber si abejón José podría ganar. Cuando empezó la segunda carrera, el abejón José iba otra vez de último. Y la abeja Rosa ganó otra vez. – Nunca puedo ganar, dijo el abejón José. La mariposa Flor y el rey Luis se dieron cuenta de que el abejón José no era 153
muy bueno para jugar a las carreras. Entonces, decidieron jugar a saltar la cuerda. Cuando le llegó el turno, el abejón José saltó más de treinta veces y ganó. Después, los amigos de abejón José se fueron y él estaba muy feliz, porque ganó. Voló hacia su casa, para contarles a sus padres lo que le había pasado. El abejón José aprendió que si alguien no es muy bueno para hacer algo, es bueno para otra cosa. Colorín colorado, este cuento ha terminado. 154
Autora: Glendys JimØnez Edad:8 aæosEscuela: Mar a Elena Cruz, Santiago Curso:4to. Grado Profesora: B Ulda Morrobel
La abejita obrera
H
abía una vez una abejita que era muy perezosa y no le gustaba trabajar.
Un día, la abeja reina organizó un concurso para obreras, se trataba de la abeja que más miel lograra acumular. Todos estaban entusiasmados y deseando que llegara el gran día, especialmente la abejita obrera. Cuando por fin llegó el día, todos se prepararon para dar inicio al concurso. Pero la abejita comenzó el trabajo muy cansada porque estaba terminando una tarea que tenía atrasada. Dio inicio el concurso y todas salieron a recolectar la miel. La abejita ya estaba agotada, porque por perezosa todas las tareas se le juntaban y 155
ese día no había sido la excepción. Entonces, se quedó dormida sobre una hermosa flor. Cuando despertó, todo había terminado. Así que perdió el concurso y aprendió la lección. Desde entonces, cambió y trató de ser más ordenada. Fue la admiración de todos en la colmena y vivió feliz entre las flores. Fin.
156
Glosario
Botar sangre: Sangrar. bre que se le da a un insecto de cuerpo y ala Camas de palma: Camas hechas con las hojas alargadas. de un Ærbol de palma o palmera. Mariquita: Insecto de cuerpo semiesfØrico, Casabe:Pan de yuca, torta que se hace connegro la por debajo y brillante por arriba, con harina de la yuca o mandioca. manchas negras. Coger un baæo: Baæarse, refrescarse. Periquito: Ave trepadora, muy colorida › espe Cubo:Recipiente. cie de papagayo, pero de menor tamaæo que Chapalear: Hacer sonar el agua batiØndola con Øste. los pies. Piæa:Fruta que tambiØn se conoce con el Dar palos: Golpear con un palo. nombre de ananÆs. Gatearse en los Ærboles: Treparse. Ponchera: Recipiente que se usa para› almace Guao:Exclamaci n para demostrar asombro.nar l quidos. Guaraguao: En el Caribe, nombre que se le Resollar: da Soplar. a un ave rapaz diurna. Sacar pollitos: Hacer nacer los pollitos. Hal :Tir hacia s . Uao:Exclamaci n para demostrar asombro. Mango:`rbol grande, originario de la India y muy propagado en AmØrica en las zonas › tropi cales. Mar a palito: En Repœblica Dominicana, › nom 157
Este libro se termin de imprimir en agosto de 2009, en Editora Premium y consta de 3,000 ejemplares.
158