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Una labor, un personaje... Compromiso de servicio a la comunidad
competencias a nivel de gestión -no solo en la atención clínica- y es así como llega a liderar equipos, dando otra mirada a su profesión, comenzado de esta forma a ejercer otros roles que la misma institución le fue encomendando.
Es así como desde fines del 2018, por necesidades del hospital, desde la dirección le piden hacerse cargo del área de hospitalizados, donde se encuentra actualmente. “Tengo jefaturas de equipos de enfermería. Me ha tocado el trabajo desde la mirada del paciente ya hospitalizado, desde cuando llegan, en mal estado, así como el potenciar la labor con los pacientes afectados de TBC (tuberculosis). Me ha gustado este desafío, pues me ha permitido desenvolverme en diferentes áreas de mi carrera. A la vez, he asumió el cargo de Enfermera Coordinadora (S) del Hospital, cuando la persona a cargo no se encuentra disponible”. Consultada sobre cómo nace el interés por estudiar enfermería, señala: “si bien tengo varios familiares que trabajan en el área de la salud, de chiquitita según me contó mi mama, yo quería ser veterinaria, ¡me encantan los animales! Con el tiempo me dijo que yo quería “sacar guagüitas” y ya en el colegio empiezo a decidirme por trabajar en salud, pensado en ser en ser matrona, pero finalmente, viendo las necesidades del campo clínico, enfermería era una carrera que iba en ascenso, y a la vez, había en esos años una falta de trabajadores. Eso influyó en mi decisión, y la universidad me ayudó mucho, pues desde el primer año comencé a tener contacto con pacientes”.
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Reconocimiento
El trabajo desarrollado por Jocelyn en todos estos años la llevó a ser reconocida por su labor, dedicación, compromiso y servicio a la comunidad, como una de las mujeres destacadas de la Provincia Codillera en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo.
“¡Me tomo por sorpresa! Me encanta lo que hago, siempre he puesto mucho amor, sin pedir nada a cambio, pero igualmente es lindo que la reconozcan. Me sentí eso sí, representando a todos mis compañeros y compañeras, que hacen también una bella labor. Ellos estaban felices, y el director fue personalmente a la ceremonia. Fue muy emocionante”, sostiene.
TALLER LITERARIO «LA ROCA»
Dirección: Magdalena Medina Arenas
El Aburrimiento
Hace
diez años que Jocelyn Bravo Videla llegó al Hospital San José de Maipo, tras haberse desempeñado laboralmente en la Posta Central en variados reemplazos, y en consultorios de diversas comunas de Santiago.
“Comencé en San José como una enfermera clínica más, en funciones a nivel de atención primaria, en un trabajo muy de la mano con las postas rurales, y me fui encantado con la comuna con el pasar del tiempo, pues el tipo de comunicación que se daba por estos lugares era bien diferente: la gente de áreas rurales es muy de piel, cariñosa, y muy agradecidos de la atención que uno les brinda. Me hice cargo, por ejemplo, del programa de pacientes postrados, por lo que con el equipo realizábamos muchas visitas en terreno, así como de la educación a las madres de recién nacidos, etc. Fueron cinco años maravillosos de ayuda directa a la comunidad”, recuerda Jocelyn. Con el tiempo, la profesional dice que se fue dando cuenta que tenía otras
La literatura debe ser el espejo de lo que siente el género humano, y así es en general. El remordimiento en profundidad lo muestra Raskolnikov en “Crimen y Castigo”. La avaricia está muy bien descrita en el padre de “Eugenia Grandet”; el amor resplandece en “Manon Lescaut”, etc. sin embargo hay algo que las novelas no reflejan jamás, pese a su vigencia diaria en todos los niveles sociales, es el aburrimiento, ese vacío, esa nada, ese telón en blanco que cada cual conoce en mayor medida de la que confiesa. El aburrimiento gravita en momentos, horas o días completos en todas las personas, incluidas las más ocupadas, esas que declaran trabajar tanto. y acaso sea necesario al cuerpo y a la mente como una forma de “reposo”, pero a veces es tan fuerte que sus víctimas hacen cualquier cosa por desterrarlo. existen mujeres que, sin visión del porvenir, se casan únicamente porque su vida de solteras les resulta aburrida. hay crímenes aristocráticos que se perpetran por falta de otro programa más incitador. o sea, matan de puro aburrimiento o para matar el tiempo. hay jefes que le advierten a su secretaria que “no están para nadie” y que, una vez encerrados, se aburren de tal manera que se dedican a sacar puzles de la prensa. Sería bueno ya de que los novelistas le hicieran caso a este antivalor de la vida tan inadvertido hasta hoy. pero ¿cómo entretener al lector mostrándole precisamente la anatomía sicológica del aburrimiento? ésa sí que es tarea. sobre todo, porque cuesta poco conmover con “platos fuertes”, como son la historia de un huérfano total, la vejez de un ciego solitario, el suicidio de una liceana o de un cesante con muchos hijos. hay que reconocer que los escritores, si bien caen en esa omisión, comúnmente sobreabundan en algo inconsulto en su plan literario: no describen el aburrimiento, pero lo provocan. mejor no sigamos con el tema, una, que me aburrí y otra que puedo causar tu aburrimiento. ojalá que no sea así…