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• Crónicas cecehacheras Marlene Medina Flores

Marlene Medina Flores (alumna de sexto semestre)

Hace cuatro años me dieron los resultados del examen que presenté en la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) y aunque ahora pienso totalmente diferente, en su momento haber quedado en CCH Naucalpan no me hizo tanta ilusión (puedo asegurar que hasta me hizo enojar); después cambié de opinión…

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Soy Marlene Medina Flores de sexto semestre y deseo contar mi historia. Pareciera que todos los que entramos a CCH tenemos las mismas vivencias, pero no es así. El primer día fue de una y mil emociones, caminar en una escuela tan grande, retirada de mi casa en donde no conocía a nadie… Pero también no estar segura de ir bien vestida me llenó de temores. Aunque pronto conocí a una amiga, la misma que me acompañaría durante tres largos y maravillosos años. Sólo me tomó una semana acostumbrarme al ritmo de las clases, el movimiento de un salón a otro; sin embargo, el camino hacia la escuela y de regreso a mi casa me llenaba de ansiedad, misma que vencí con el tiempo y ahora es hasta terapéutico.

Mi

querido Plantel

Nuestro querido CCH no sólo me dio conocimientos sino también buenas anécdotas, desde siempre había querido una foto con los Reyes Magos y el 6 de enero de mi primer semestre, lo conseguí, me sentí muy feliz. Algo que también recuerdo mucho es que un día antes de irnos por pandemia, falté a la última clase para ir a comer a un local enfrente de la escuela con mis amigas, no me arrepiento, porque nos divertimos mucho y es algo que atesoro.

El cierre del segundo semestre fue más que caótico. Como ni los profes ni nosotros estábamos preparados para recibir clases en línea se dieron muchos problemas de conexión, así que optaron por sólo dejarnos actividades y evaluarnos con eso, cosa que para mí promedio no fue nada malo.

No fui capaz de cuidarme

De tercer a sexto semestre me vi afectada por una severa depresión que por más que quise y pedí ayuda, no logré ni levantarme de la cama porque no contaba con el apoyo de quien más lo necesitaba: el mío. Perdí clases, oportunidades, tiempo y personas que me importaban porque no fui capaz de cuidarme y muchísimo menos de cuidar cómo me relacionaba con quienes quiero. Podría mentirte querido lector y decir que salí de eso triunfante y con todo resuelto, pero no es así, hasta la fecha sigo aprendiendo y trabajando por ser una mejor versión de mí, hay días malos, pero ahora no logran eclipsar a los buenos.

He avanzado, pero no ha sido solo producto de mi esfuerzo, sino del apoyo y de las oportunidades que nos da nuestro CCH. Por lo pronto, estoy acreditando las veinte y pico materias que debía y voy sobre viento en popa a estudiar la carrera de mis sueños: Psicología. Así que como alumna de cuarto año que cursa su sexto semestre a punto de despegar, quiero decirte que antes de los estudios estas tú y tu bienestar, es válido pedir ayuda, es válido equivocarse…

Así como podemos caer podemos levantarnos y tratar de ser nuestra mejor versión, así que estudia, pero también diviértete. Aprovecha todos los recursos que te ofrece la escuela para crecer, busca nuevos amigos, no te quedes con las ganas de nada y mucho menos te conformes con pocas cosas.

Voy

Viento En Popa

Mis actividades en aquellos primeros semestres se resumen en tomar clases, tratar de hacer trabajos y esforzarme por hacer tareas, pero sin éxito. A su vez intenté acercarme a mi tutor y no recibí respuesta ni seguimiento, así que solo dejé de intentarlo, me di por vencida porque en ese momento me encontraba más cómoda estando mal. Ahora es otra cosa. Voy viento en popa a estudiar la carrera Psicología, lo que siempre quise. Me gustaría trabajar con niños, pero también acercar la salud mental a grupos vulnerables independientemente de su género, edad o nivel social, pues pienso que cada uno de nosotros podemos construirnos o destruirnos a voluntad con el debido acceso al conocimiento.

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