Pulula n° 2

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CONTENIDOS

Carta de la Editora.................................................................4 Prólogo......................................................................................5 Léjos - Yuri Pérez....................................................................8 Confeso - Andrés Ulloa......................................................10 La Palabra - Simón...............................................................11 Post Mortem - Julio Ojeda.................................................12

Segundo número: Septiembre 2014 Edición: Emilia Conclaire, Teresita Cruz Producción: Emilia Conclaire Diseño Gráfico: Nicole Soto-Aguilar Logotipo y Polillas: Andrés Ulloa Portada: “Huithreu” 50 x 40 cms Acrílico y lapices sobre madera Mauricio Alvarez S.

Jorge - Emilia Conclaire......................................................13 Las Ellos - Javier Milanca....................................................14 Mamá no me pidas que rece - Francisco Vargas..........17 Noche de Suerte - Valentina Linco..................................18 Cydonia XXX - Daniel Olcay..............................................19 Entre Gotas - Claudia Ávila Cid........................................20 Vírgenes latinas neobarrocas - Aukán Martinez Kramm.....22

Contraportada: “Vacío-realidad” 22 x 22 cm Acrílico y papel sobre cassettes Cita de Maurice Blanchot, De Kafka a Kafka Mauricio Alvarez S.

Los Mares - Fabián Yefe.....................................................22 Ni casa sin gente, ni gente sin casa - Alfred Harrer...........................24 Reseña: La Voluptuosidad - Andrés Mael...............................26 La Mano Fayuca - Fernando Riveros......................................29 El Patetismo - Oscar Mancilla.................................................31

Impreso en Lima Todas las obras expuestas pueden ser utilizadas por los autores en cualquier otro proyecto. Si quiere, sáquele fotocopias a esta revista. Fotografía: Pichirropulli, Nicolás Morrison

Viñeta - Nikolo.........................................................................33 Algodón Rosa - Jorge Ureta Ureta..........................................34

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CARTA DE LA EDITORA

Queridos lectores,

PRÓLOGO

Por: Yuri Pérez

Después de pulular varios meses por Latinoamérica, hemos vuelto, bienvenidos a hojear el segundo número de esta revista literaria del sur de Chile.

PULULA BULLE Y PROLIFERA/ LA IDEA DE LA INSOLENCIA

Para empezar me gustaría contarles un poco de nuestra ausencia. Gracias al entusiasmo de esta polilla, hemos visitado y presentado el número anterior en varias ciudades peruanas (Tumbes, Lima, Arequipa y Cusco) y en la Feria Internacional del Libro de La Paz, Bolivia. No hay que dejar de agradecer a las personas que hicieron este camino más fácil, quienes nos dieron una mano en cada una de estas ciudades para que todas esas presentaciones hayan sido posibles. Un detalle importante es que en esos viajes nos encontramos con escritores, editores y artistas de otros países, quienes se llevaron uno o varios ejemplares para México, Cuba, Ecuador, Argentina, España, Alemania e incluso la India. Muchas gracias a todos por hacer que este pequeño fragmento sureño alce la voz por tantos países amigos.

a entregarnos placer auditivo. Por otro lado, al pulular por tantos lugares nos encontramos con escritores jóvenes muy talentosos que merecen ser leídos, además de entregarles a ustedes una miradita de la literatura joven en Latinoamérica. Por último, me gustaría agradecer al escritor invitado de este número Yuri Pérez, quien accedió amablemente a participar de este nuevo viaje y nos proporcionó parte de su trabajo. Agradecer también la participación de los ilustradores: Bastian Brauning, Nicole Sotelo y Andrés Ulloa. A Mauricio Álvarez por la portada y contraportada a los fotógrafos y a todos los que siguen confiando en esta pequeña plataforma. Nuevamente dejo la invitación a las personas que quieran participar de este espacio abierto y sin censura a que manden sus fotos, textos, pinturas e ilustraciones a: pulula.magazine@gmail. com. Besitos a todos,

En este nuevo número los obstáculos no nos dejaron libres, sobre todo las negativas de auspicio con la excusa de que “nadie lee”. Frente a esto decimos seguir adelante y doblarle la mano a estos tristes augurios. Pasando de lleno a la revista, hemos decidido incluir dos nuevos espacios que creemos son necesarios: reseña de música y escritor/a latinoamericano/a. Como todos sabemos, la música es parte fundamental de nuestra vida, y hay que dar a conocer a los grupos sureños que están dedicándose

La editora.

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“Y la muerte perderá su dominio. Los muertos desnudos serán un solo muerto” Dylan Thomas

Una viñeta donde una chica juega fútbol (maldiciendo a un viejo de las mil mierdas, que no comprende el acto de la niña), es la referencia exacta para situar el afán estético de esta revista.

composición y en el objeto de la imagen, apuntan a la multiplicidad de mensajes; políticos, sociales, económicos, religiosos e identitarios. En la mayoría de ellas, se orienta el discurso a la fugacidad de la existencia, al pequeño instante que es la vida.

Aquí, la muerte perderá su dominio, entendiendo que la muerte, mencionada por Thomas, podríamos ajustarla, precisamente, para construir con ella la simbología de una pérdida de vida intelectual chilena. Entonces los muertos desnudos serán un solo muerto porque ante esa flojera intelectual ninguno de los muertos será distinto a otro, ni la muerte de muchos será distinta a la de los otros. En el fondo, Pulula quiere sacarnos de esa inmovilidad en la que nuestra patria fallece. La serie de fotografías que tiene la revista, aunque disímiles en su

Apostar por editar una revista ya es una proeza; entonces cobra mayor significado el conjunto de textos que transitan por la obra (micro-relatos, poemas, cuentos breves); varios de ellos absolutamente insolentes, libres del academicismo y de las trancas de Chile. Libres de lo que se oferta como “arte” en los medios oficiales, que no han logrado otra cosa que adormecer las capacidades de pensamiento crítico en

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NARRATIVA

Una viñeta donde una chica juega fútbol (maldiciendo a un viejo de las mil mierdas, que no comprende el acto de la niña), es la referencia exacta para situar el afán estético de esta revista.

nuestros coterráneos. En el fondo, la experimentación artística como un bien intangible cobra en esta revista una vitalidad importante. Y claro está, se debe estar extremadamente atento a lo que la revista propone, porque los métodos de composición en cada uno de los textos vienen a desestabilizar y sugerir lecturas amplias.

Yuri Pérez. San Bernardo, 1966. En 1994 recibe la Beca Fundación Pablo Neruda. Ha publicado siete poemarios y tres novelas. El 2011 recibe el Premio de la Crítica chilena a mejor libro editado por su novela “Niño feo”. En 2012 recibe la Beca Consejo del Libro Escritores Profesionales, por la novela “Mentirosa”. El 2013 Obtiene la Beca del Consejo del Libro y La Lectura Escritores Profesionales. Actualmente trabaja en una obra inédita.

Y la muerte perderá su dominio, pues, mientras exista movimiento intelectual, mientras se ofrende a los lectores una “Estética de la Insolencia” y se haga frente a aquellos vicios sociales, morales, religiosos y políticos que cargamos, todo esfuerzo es un invaluable aporte a la mejoría y a la denuncia de aquello que “no somos”, y de aquello que “somos”. Finalmente, lo que somos y no somos, es heredado por otros: entonces: ¿por qué no abrir las puertas del infierno y dejar escapar de ahí a los mediocres para que vayan a una peluquería; y se queden ahí y dejen de respirar?

De la serie “Ofrendas” de Marcela Angulo

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Por: Yuri Pérez

LEJOS

Estoy lejos de París, lejos de Madrid, lejos de La Habana. Lejos de Frankfurt, lejos de Estocolmo, lejos de Israel, lejos de Irak, lejos de Mar del Plata, lejos de Bahía Blanca, lejos de Bogotá. Estoy súper lejos de Roma, lejos de New York, lejos de Jerusalén, lejos de Viena, muy muy lejos de Auschwitz, lejos de Notre Dame, lejos de Sidney, lejos de San Bernardo. Estoy requetecontra lejos de las casas de mis amigas, lejos de la casa de muñecas, lejos de mi boca. Distante de mi padre que ignora que ando así de lejos.

tiene mi padre en la guatita, lejos de su sangre de nariz, lejos de su raquitismo, y mucho más lejos de su zapato gastado que está esperando que él se levante y vaya a buscar un vaso de vino. Jesús mío, mira cómo ando lejos de sus camisas, lejos de la plancha, lejos de los parches de morfina que me pide poner cerca de su cuello, uno sobre otro. No puedo creer lo lejos que estoy de sus canas y de su cabeza imperfectamente circular. Estoy distante de la cabeza de mi padre, ausente y con el corazón achatado en los polos. Mala cosa la mía, por lo lejos que estoy de los payasos, lejos de la música inglesa, lejos de la canción “Chiquitita” de Abba. Y más lejos de Pablo Milanés, lejos de la peluquería de mi prima. No entiendo cómo es que me alejo aún más de los 18 años como una anciana ridícula. Pasa que estoy lejos de la bicicleta de Barbie con la que recorrí las pequeñas alamedas, lejos de mis tacones, lejos del Ateneo fundado por Magallanes Moure, lejos de Norman Mailer, lejos de Hemingway, lejos de Alfonsina Storni. Y ando lejos de Lucila Godoy Alcayaga, lejos del novio que nunca tuve. Y más, más y más lejos me descubro de la vida de los caracoles. Quiero saber cómo ocurrió mi alejamiento global. Quiero normalizar y entender las etapas de la vida que no he visto. Estoy lejos de Jesús y, noche a noche, me acerco más a la pitón cancerosa que le muerde la lengua a mi padre.

No le diré nada para que duerma tranquilo en la lejanía. Porque él también está lejos de los rosales del patio trasero de la casa. Y resulta inédito lo lejos que estamos él y yo de los cantos pajarísticos de los tiuques. Madre Santa, cómo es posible que esté tan retirada de Puerto de Palos si nunca hice mal a nadie. Increíble cómo estoy de lejos de Quito, lejos de Oruro, lejos de Madagascar, lejos de Ucrania, lejos de Bulgaria, lejos de Irlanda y más lejos de China donde las bicicletas de madera transitan sobre los arco iris. Maldición. Hoy caigo en cuenta de lo lejos que estoy de Japón, lejos de Nigeria y más lejos de Puerto Rico donde todo gira en torno a Estados Unidos. Y estoy aún más lejos y más, más lejos de la luna, lejos del sol, lejos de Marte, lejos de la constelación de Orión, lejos de la camioneta de mi padre, lejos de sus manos, lejos de su boca. También me siento lejos de la sonda que

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Andrés Ulloa.

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Por: Andrés Ulloa

Por: Simón Parra - Ilustración: Teo Parra

CONFESO

LA PALABRA

Yo maté José Ruiz. Con el cuchillo que usó su padre para asesinar al mío. Lo ultimé una mañana de domingo, a media cuadra de la feria libre. Ahí, entre el humo de las parrillas en que asan longanizas y carne de perro, vi su figura pesada, ahogada por la chicha. Me acerqué y le calé el cuchillo con cacha de hueso en el vientre, tal como lo hizo su padre con el mío. Sostuve su cuerpo húmedo y caliente no sé por cuánto tiempo, mientras lo miraba a los ojos sin sacar el metal de su costado. Ignoro si hubo algún testigo y más aún cómo describir el fuerte olor a chicha mezclada con el olor a caca y a sangre de puñalada, la fiebre del momento al ritmo de un corrido mexicano de fondo. Me limpié la sangre con el agua de lluvia acumulada en una cuneta y me fui a perder al cerro. Ahora, que lleno la salamandra con viruta para calentar una jarra de vino, miro a la ventana y espero la justa venganza de su hijo guacho.

Andrés Ulloa, 1986. Río Negro Con estudios en Pedagogía y Lenguaje, se ha dedicado principalmente al quehacer escritural y musical. Hoy es autor traducido y publicado para la antología Lectures d`aullieurs: Lectures du Chili de la Universidad de Poitiers, Francia; y colabora con el proyecto Pulula.

Con mucha flojera, decidí levantarme a buscar la palabra en el diccionario. Abrí el armario y allí estaba en un profundo, polvoriento e involuntario estado de letargo como todos esos textos de consulta, sin consultas. Lo extraje y lo puse sobre la mesa. Comencé a hojearlo en busca de la bendita palabra. De improviso, mi masturbada y forzada consulta fue interrumpida por una minúscula e intrusa arañita. Exclamé de asombro, pero me reincorporé fácilmente. Estuve espiándola, odiándola, mientras ella (mucho más espantada que yo) recorría desesperadamente las palabras.

derecho de la página, resolví su destino cerrando rápidamente el libro, ¡PUM! Luego de un rato decidí ir en busca de la página, impulsado por un oscuro deseo de deleitarme con el cadáver de aquella minúscula intrusa. Al abrirlo mi sorpresa fue aún mayor, no sólo estaba el cadáver de la araña sino que, a su lado, en el vértice superior derecho se leía la palabra: INFELIZ. Simón F. Parra, Valparaiso.1985. Profesor de Historia y Geografía. A veces cuentista, en otras poeta. Durante el 2010 publicó en la revista Argentina “El otro cielo” dos cuentos: “La Reina de las mariposas” y “Querubina”. http://simonero-dice.blogspot.com/.

Sin pensarlo un segundo más, cuando estaba a punto de llegar al vértice superior

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Por: Julio Ojeda

Por: Emilia Conclaire - Ilustración: Bastian Brauning

POST-MORTEM

JORGE

Sobre el velador me espera una copia del libro de poemas “Post mortem” de Sofía Rosal, libro que envío a su editor dos días antes de darse un tiro entre cejado a los pies del cerro Santa Lucía. En otras circunstancias tal vez hubiese sido un buen amigo de Sofía, me gustaba su arrogancia y el aire de vieja cuicona que fue tomando después que salimos de la universidad. El único tono que conocíamos para comunicarnos era la ironía, y funcionaba. Siempre la consideré talentosa, pero un ejemplo típico de la cursilería poética que desbordaba este país. Dentro de todo, era bastante consecuente con sus principios y eso lo respetaba. Cuando Pablo, mi sobrino, me comunicó su muerte, no me extrañó en demasía, todos quienes la conocíamos sabíamos que no aguantaría mucho pensando que el espejo era el que se arrugaba y no ella, y efectivamente cuando cayó en la triste verdad, la vanidad pudo más que la razón, logró morir de la forma más patética y romántica que un escritor pueda buscar, haciendo mercadeo con su propia muerte, una especie de Mozart de la poesía, tal vez hubiese dicho pomposamente la vieja

cacatúa, sosteniendo con una mano un cigarro de boquilla larga y con la otra acariciando su collar de perlas, obviamente sin guardar las proporciones evidentes que existen entre ella y Mozart. El día de su funeral Pablo se paró en el umbral de la puerta para pedirme encarecidamente que asistiera. Me aprestaba a hacer mis clases. Quería zafar del tedioso trámite. Mi sobrino insistió una y otra vez. - ¡No, qué aburrimiento hombre, yo ni hablaba con ella! Creo que no le habría gustado que estuviese ahí. - Dale tío, tienes que ir, no seas terco. - ¡Te estoy diciendo que no! - Toda la familia te está esperando. - Pero… ¿para qué? - Por último para que recibas el anillo de boda que la tía dijo que te devolvieran. Julio Ojeda, 1984. Santiago. Titulado como profesor del lenguaje en la Universidad de los Lagos, Osorno. Actualmente radicado en Punta Arenas.

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Cuando entró en ese lugar, por primera vez se sintió vivo. - Señor, vamos a proceder – dijo el médico El doctor fue de a poco descubriendo la sábana que tapaba el cuerpo. Mientras tanto, Jorge por dentro no sentía más que placer al ver a su hermano hinchado y deforme por el mar. – Y pensar que eras el más guapo de todos, el exitoso de la familia, el hombre perfecto para Mariana, el mejor producto social… concha tu madre… Aquí quedaste, inflado y tu cara de metro sexual hecha bolsa- pensó - Sí… es mi hermano – dijo Jorge - Lo siento mucho – comentó el médico y palmoteó su espalda – necesito que firme estos documentos.

gran farsa. En el fondo, el accidente había sido lo mejor que la vida le había regalado. Después de esto, nunca más tendría que preocuparse de ser mejor que Luis, de disfrazarse y caer bien; ahora podría concentrarse en Mariana, la viuda, y cogerla hasta el cansancio, como nunca lo hizo ni podrán los restos de su hermano. Emilia Conclaire, 1987. Osorno Licenciada en Literatura Creativa, Universidad Diego Portales. Ha sido parte de diversas revistas literarias latinoamericanas y dos antologías: Microrelatos de futbol (México) 201 Lado B (Perú). Radicada en Lima el 2013.

Jorge estaba complacido. Trató de mostrarse afectado, pero sabía que todo eso era una

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Por: Javier Milanca

LAS ELLOS Del libro Kiltros “Ser mujer ya es una transgresión” Carolina de la Fuente

Lleva en su boca un pétalo convertido en sangre. Los borrachos de la esquina le dan un trago de la botella y ella toma. Aguanta sin pretextos que un borrachín le manosee los pechos, total por ahí no siente nada. Es su cuello el origen de las tempestades, pero los brutos no lo saben. Ninguno lo supo nunca. Sólo la otra. En la boca el capullo que lleva puesto se le acidifica, mezcla de sangre y ron puro. En los ojos tiene clavado un grito de espanto. Sus zapatitos de tacón le cuelgan de las manos. Siente los pies fríos, llenos de barro. Está borracha otra vez. Sería mejor que la otra no hubiera vivido, que nunca la hubiera tocado por atrás. En la boca saborea otra vez el fruto. No quiere tragárselo. Los borrachos le gritan algo que no escucha, pero que descifra. Ella les saca la madre por joder, no por insultar. Le piden que vuelva. Se hace la sorda. Aunque no quiera, piensa en que al parecer ya no quedan papas en la casa. De nuevo asqueada por su borrachera, su propio hipo le da vómitos, convulsa como si fuera a parir. Le gustaría que la otra no existiera, sería más fácil

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vivir si la otra no viviera y la tomara por detrás, susurrándole al cuello palabras de puta vieja. En la boca se revuelve un capullo que ella voltea y voltea con una lengua ágil. Sabe a la otra. Se sienta en la vereda con las piernas abiertas, justo como su madre le enseñó que no lo hiciera. No sabe si escupir o vomitar, ambos caminos le llevarán a botar de su boca el último rescoldo de la otra. La embriaguez va y viene. Piensa en los borrachos, debería haber tomado más. Recuerda borrosamente, como si lo estuviera viendo en la tele, a las dos agazapadas detrás del mostrador, besándose, buscándose lo que no tienen pero que tampoco ansían. La otra es sabia, a ratos tiene bigotes, a ratos manos grandes. Ella busca donde conoce, increpa con angustia desaforada los vellos, palpa con sus dientes el clítoris duro de la otra y lo masca, lo muerde como un gajo de guinda, lo sostiene al arbitrio desesperado de sus ganas, ataca la raíz y muerde con hambre, con rabia. Arranca de cuajo la perla roja tras un grito aterrador y ella huye sin soltar el pistilo salado que flota en su paladar. Se encuentra con los borrachos de la esquina y bebe ron puro, siente que la tocan pero no le importa. Recuerda que la otra la llamó, que le ofreció trago y susurros al

cuello, siempre lo hacía. Ven mi india le decía, ven a lo que te gusta…..Ya no la llamará más. No quiere ponerse los zapatos. No sabe cómo acabará todo. Los borrachos la llaman a señas. Le hacen de lejos gestos grotescos de “mete y saca”. Suspira porque se le va la borrachera, no quiere. Se incorpora tambaleando y escupe con fuerza. Un grano sangriento vuela por el aire y se pierde en el barro, cuando camina hacia los borrachos, para que ellos decidan cómo terminará la noche. Javier Milanca,1970, Valdivia. Escritor, poeta, músico y profesor de Historia. Ha publicado “Historias Bellacas” (2008) “Kiltros” (2010), “Champvrrea” 2013. Su obra rescata en narrativa y poesía, la sociedad mestiza y los bajos fondos desde una mirada política, caótica y anarquizante.

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POESÍA

Por: Francisco Vargas Huaiquimilla

MAMÁ NO ME PIDAS QUE RECE - Extracto de Volcán Si los pobres aprendimos a no tener rodillas no pidas que sucumba soy joven aún no tolero esta vida no detengo el cantar veo el agua veo el agua lloran las sirenas en ese mar SAY MY NAME! grita alguien repítelo! lo confundo ¡SE_NA_ME! ¡no soy bilingüe! ¡Llamen a los pacos, por favor! ¡No llores, cabroshico! cientos de cabezas cientos de voces cabemos en la ventana somos un incendio huacho qué hacemos con el fuego de las manos con el fuego de la cara la nueva cicatriz en la memoria el cuerpo se quema por ti por mí por la culpa por la culpa por la culpa por la gran culpa. Francisco Vargas Huaiquimilla, 19XX. Calbuco. Transescritorx+anarcoancestralfeministx, Publicaciones en Editorial Cartonera Helecho, Puerto Montt y Editorial Groenlandia, España.

Carlos Rojas.

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Por: Valentina Linco Acuña

Por: Daniel Olcay Jeneral

NOCHE DE SUERTE

CYDONIA XXX

Sangre y sudor le teñían la cara y los puños, abrió los ojos y con dificultad pudo darse cuenta de su estado. Se levantó con cierta pesadumbre, lo penaban los espíritus de las botellas de tequila y ron de la noche anterior. A medida que se lavaba el rostro, a su cabeza llegaban imágenes perdidas que la atravesaban como puñales. Agarró una botella que se asoleaba en la ventana y de ella dio un largo sorbo de agua tibia, cuando hubo terminado vomitó. Vomitó como si nunca hubiera vomitado en su vida y, en este proceso purgante y purificador, se sintió liviano, limpio, casi santo. Podría ser un ángel ahora, de no ser por el pequeño detalle. Gabriel, su amante, yacía desnudo, boca abajo sobre la cama. En su mp3 puso música de The knife. Se tiró una línea, encendió un cigarrillo, mientras pensaba en cuál sería la mejor forma de hacer entrar aquel cuerpo en el freezer viejo que mantenía en el patio. Se reía e imaginaba por cuánto tiempo tendría esta gran reserva de comida. Sin duda, la hazaña lo mantendría alejado de los sucios bares donde escogía a sus amantes. Valentina Linco Acuña, 1988. Cascadas Estudiante de Pedagogía en Lengua castellana y comunicaciones. Estudia trabaja y sobrevive. De vez en cuando alza el vuelo y otras anda a tropezones por el suelo.

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“I’m an alligator, I’m a mama-papa coming for you I’m the space invader, I’ll be a rock ‘n’ rollin’ bitch for you…” Moonage Daydream – Ziggy Stardust and The Spiders from Mars (((Space Bang)))

§- Ingeniería Robo-erótica -§ Fue posible crear sucedáneos e integrar fluidos seminales — /…piel y vellos (dependiendo del cliente, como también de la región galáctica a la cual pertenece) — /…la secuencia dinámica del movimiento pélvico — /…una voz tranquila que susurre o grite de excitación — /… programar incluso la más perversa fantasía del cliente… — …la baja temperatura del robot sigue siendo un problema— §- RockStar-PartyHard -§ Sobre el ombligo de Miss Calisto, Ziggy esnifaba setas machacadas provenientes de Venus — The Spiders from Mars en un bukkake con una groupie que huyó de casa — Con los ojos alocados, Ziggy citaba a Nietzsche… “Yo soy cuerpo y alma, así habla el niño. ¿Y por qué no hemos de hablar como los niños?” — El gato de Japón — La rumiante arrodillada con semen en su cara—

§- Placer anal -§ Red de atajos — Entrada y Salida Espacial — Complejo — Vasto complejo de portales artificiales — Demiurgo — Viaje a través de la galaxia — Knock-Knock-Knock — Abrir una puerta y dejarla abierta— §- Ética -§ El problema se reduce a la primera ley de la robótica y el sadomasoquismo— §- Blooper_Ф‡ -§ Todo fue muy rápido — Miss Calisto le besaba el ano a su compañera — En menos de un minuto, tenía intestinos marcianos en la boca— Daniel Olcay Jeneral, 1990. Arica. Estudiante de Psicología de la Universidad de Tarapacá. A principios del 2014 publica el libro de poemas titulado Asfalto.

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Por: Claudia Isabel Ávila Cid

ENTRE GOTAS

Este aguacero no pasa distraigo la mirada hacia las flores de invierno y escucho un discurso sobre las montañas el mar a lo lejos se balancea nos adormece como a huérfanos abatidos mi café está frío y abandono la silla salgo hacia la lluvia que empapa mis cabellos mi cuerpo es traspasado por las heladas gotas la gente sólo pasa soy la desconocida que no busca refugio que se perdió con un mapa entre charcos barrosos que hacen de ella una imagen de trozos de lodo.

Claudia Isabel Ávila Cid, 1971. Osorno.

Vírgenes latinas neobarrocas - Aukán Martinez Kramm.

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Por: Fabián Yefe

LOS MARES

con todas sus mujeres con todos sus maricones contra todas las tripas de los pegazos suicidados, acribillados, degollados cuesta abajo contra toda la silicona acumulada en los cementerios todos en contra mía por dejar que me quitaran las alas rojas por dejar que me arrebataran el cosquilleo lechoso que había entre mis piernas contra todo todos estoy debajo mientras todos los mares se escapan hasta por tus poros. Nicole Soto-Aguilar C.

Y por hacer derramar mi llanto ahora toda el agua del mar caerá por tus ojos el agua de los ríos de los lagos de las vertientes que hay ocultas bajo la tierra de la tina donde se baña el Leviatán mira cómo caen de tus ojos la orina de las vacas la baba de los locos la humedad de los lubricantes caerán las aguas donde mueren los ahogados el licor que entra por mi boca el sudor de mi pecho mientras follo con tu hermana todo el agua del mar resbalará por tus mejillas por atreverte a dejarme desnudo con todo el frío del mundo en un derrumbe de travestis y sus zapatos de tacones contra toda la vanidad frente a un diluvio que arrastra a todos los hombres

Fabián Yefe, 1985. Osorno. Su libro “Purgatorio” fue publicado por la editorial cartonera”Helecho De” en el año 2013.

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CRÓNICA

Por: Alfred Harrer

NI CASA SIN GENTE NI GENTE SIN CASA OSORNO Y LO UNDER La mejor revancha contra los espacios artísticos culturales elitistas, es la okupación. Defino lo primero como centros culturales que pertenecen al estado y sus normas, junto a los centros culturales privados que retroalimentan a la burguesía. Cuando hablamos de okupas, quizás se viene a la cabeza chicos con crestas, sucios, de chaquetas con remaches, punks. Este alarmante concepto -moldeado muy bien por los medios de comunicación- nos recuerda también los allanamientos a centros sociales y culturales okupados: CSO, AKI (República 550, Stgo.), La Casa Amarilla, La Marraqueta, Sacco & Vanzetti, y tantas otras colectividades movidas por ideas afines en lo que respecta a ser autónomos en creación y aprendizaje. Muchos talleres artísticos de participación libre, fueron cerrados por la represión e intolerancia del estado. ¿Qué es lo que temen de los centros autónomos? Personalmente, creo que nos sirven en un muy arreglado plato frío la cultura que quieren y con esto se evita la articulación de espacios donde las ideas son libres, donde nuestras verdaderas inquietudes artísticas, plásticas, etc, son respondidas. Al optar por la okupación se toma una herramienta de trabajo a largo plazo, donde más que convivir, se comparten experiencias

artísticas y se forma un vínculo con los que frecuentan el espacio y la comunidad. En agosto del 2013 encontramos una casa desgastada y sin servicios básicos, abandonada aproximadamente hace siete años. Nos embarcamos en este proyecto que avanza lento y silencioso, ya que estamos en proceso de restauración; un trabajo diario y minucioso, al cual incluimos a l@s que quieran solidarizar y usar este espacio. Es importante mantener la confidencialidad de la locación, para no vernos envueltos en escenarios nefastos como pasó con las experiencias aquí citadas. Nos mantenemos en una escena under, silenciosos entre lecturas, conversatorios, cuelgas de fotografía y una naciente biblioteca libre que paso a paso acoge a quien dona un texto. Este espacio activo lucha en contraposición al concepto de centro cultural, desde la estética hasta la forma en que las personas interactúan: sin líderes, sin cargos administrativos y entendiendo que tod@s somos responsables de la recuperación y el uso que le damos a este espacio. Alfred Harrer, 1989, Osorno. Chile. Incursiona en la bohemia desde edad temprana siendo ésta su temática predilecta en sus escritos. Amante del boxeo, comparte espacios en la escena under local.

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Daniela Balcázar.

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RESEÑA

Por: Andrés Mael Casales

LA VOLUPTUOSIDAD

enlazándolo con el ilícito amorío hacia la madre de su mejor amigo, Mrs. Celia Gray, un recuerdo que a pesar de la corrosividad del tiempo pide no extinguirse entre las sábanas.

¿Y si la intromisión de la nueva narrativa erótica sea precisamente por el contrario, apagar y rehuir del cuerpo mismo? A lo menos, será entonces necesario comprender que el erotismo físico no tendría el efecto intempestivo que se pretende si no es capaz de calar lo suficientemente hondo sin la intensa tarea de la razón. “Billy Gray era mi mejor amigo y me enamoré de su madre. Puede que amor sea una palabra demasiado fuerte, pero no conozco ninguna más suave que pueda aplicarse.” De esta forma comienza Antigua luz del irlandés John Banville, como el retrato navokoviano de un viejo actor de teatro, Alex Cleave, el cual en una suerte de monólogo nos invita a reflexionar sobre el amor, la nostalgia y sobre todo, la vejez de la humanidad,

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Pero es lo que sucede, las cosas mueren irremediablemente, es el transito circular de la vida, y Cleave, nos lo muestra apelando al lector con una sensibilidad importante, proyectando las palabras en nuestros oídos como lo haría un soliloquio shakespeariano. Nos inunda de imágenes vistas a través de un espejo introspectivo purgando las heridas de una hija muerta y de malas decisiones que aún se están por pagar, y es como si tuviéramos que estar presentes para el gran teatro de la memoria en donde todos fuéramos personajes, y más de algo tuviéramos que decir. Posee ambientaciones góticas y planos asfixiantes, sin dejar de lado el ritmo poético y la prosa articuladamente ágil, teñida de un erotismo distinto, un erotismo más humanamente encarnizado y menos artificial al que siempre estamos expuestos. Estamos pues, ante una novela erótica que no es sólo eso y puede fácilmente fluctuar entre el pasmo hasta la tibieza de la emoción del primer amor ilícito que sintió Cleave cuando niño por la mujer casada

y madre de su mejor amigo, como por la belleza de sólo recordar y ver quiénes somos y pudimos haber sido. Y es así, no hay más. El erotismo actuará entonces, como hilo conductor de un deseo tan prohibido como puro, una extraña, pero necesaria búsqueda del placer a través de la existencia humana. La prosa de Banville funciona desde la óptica del collage, en donde todo erotismo es poder en sí misma. Una inquietud hacia la develación de un sistema, como cuerpo, y como la designación de hacerlo objeto nuevo. El cuerpo es desde el objeto hasta el simbolo una proyección del mismo arte de escribir”. Antigua luz aborda la problemática misma de la escritura de una novela erótica. Una suerte de “apreciar el colorido entre las formas y la re-significación de su pilar más fundamental: el sentido de la intimidad”. Andrés Mael Casales. Rancagua, 1989. Estudió Literatura. Participó del congreso “Literaturas y nuevas vanguardias” con una ponencia sobre erotismo en la Universidad de Buenos Aires. Hace talleres de poesía y es ávido lector de novelas eróticas y policiacas.

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Por: Fernando Riveros

LA MANO FAYUKA

ENTRE LA INVENCIÓN Y LA HERENCIA

Situados en un contexto socio musical dominado por las estilizaciones globales y en un medio local saturado por el reflujo mercantil del neo hippismo hidropónico y las novísimas trovas dependientes del cliché y la fórmula, la Mano Fayuka irrumpe en la escena osornina (Entre Lagos, 2011) con un refrescante repertorio de las canciones más emblemáticas de Violeta Parra y Víctor Jara, imprimiendo en el ambiente sonoro del sur los tonos necesarios de la crítica social, pero esta vez desde la festividad del estilo reggae - ska. Con arreglos inspirados en la orquestación al estilo jamaicano del ska, sobresalen la calidad rítmica de guitarras y de bronces (saxo y trombón) al estilo reggae, otorgando a la gravedad lírica y rítmica de los originales, la sonoridad orquestada en plan bailable del estilo afroamericano. De allí la novedad de encontrarse bailando himnos emblemáticos como Te Recuerdo Amanda o Luchín de Víctor Jara, en el contexto de una peña o de un acto de apoyo a la causa mapuche. Integrada por Jhanis Bustamante en voz, Cristian Águila en guitarra y voz, Felipe

Exotic Blue.

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Por: Oscar Alejandro Mancilla

EL PATETISMO

Cuevas en teclado, Cristopher Elgueta en Bajo, Javier Vargas en Trombón, Marcelo Cañulef en Saxo, Félix Mera en Batería, Crisitan Ojeda en percusión latina y Jehtro Bustamante en voz, junto a la colaboración letrística de Hernán Bravo, destacan por el gran fiato de la banda y la juventud de sus integrantes. Por lo pronto, se encuentran arreglando los preparativos de su primer CD en base a material propio de la banda con canciones tales como Policorrupto, en donde desenmascaran los polifacéticos rostros

de la corrupción política, o Síntoma, de profundo sentido lírico y en la cual se denuncia la decadencia de un mundo programado y deshumanizado. Fernando Riveros, 1969. Talcahuano. Profesor, Licenciado en Filosofía, Universidad de Concepción. Magister en Ciencias Sociales. Escribe en torno a estudios culturales y populares. Actualmente trabaja en un libro sobre historia de la música pop en Osorno de los 60´.

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El filme Muerte en Venecia (1971) de Luchino Visconti, es una adaptación de la obra homónima de Thomas Mann; una novela corta que expone el conflicto del humano ante la pérdida de la juventud, por lo tanto, de la vida y la belleza. Visconti critica el desmedido esteticismo cinematográfico para narrar la decadencia de Europa de principios del siglo XX, críticas ”sabidas hasta la saciedad” como escribió Mann. Por otro lado, desnuda el ocaso de un artista non plus ultra, agobiado por la fatalidad y el deseo por la belleza plena. El argumento de la película narra los últimos días de Gustav Von Aschenbach, un compositor depresivo que viaja a Venecia con “la esperanza de que el aire y el movimiento lo restauren, dándole fuerza para trabajar luego con fruto”, dejando atrás sus caóticos días en Múnich; la muerte de su hija y el fracaso de su matrimonio como el de su carrera profesional. Lo acoge una ciudad que Visconti pinta con la melancolía del naranjo y el gris, que abre con planos del amanecer y del puerto, resultando en una majestuosidad cursi, coronada con el adagietto de la 5a

sinfonía de Gustav Mahler. Rompe esta voluptuosidad, de los primeros minutos, la risotada de un anciano lujurioso que da la bienvenida a Venecia; reflejo de una ciudad enferma, que irá marcando el tiempo de Gustav hacia la muerte. Como es sabido, los personajes del cine de Visconti se enfrentan a lo absoluto: “la pasión, la fortuna, el poder, el amor, el delirio o la belleza, con un carácter envolvente y arrollador”, escribe Mario Valdovinos en el artículo “Imágenes encadenadas” (1998), recordando que el aliento más poderoso del cineasta es la obsesión por la belleza. Así, en Muerte en Venecia –explica el académico chileno– este impulso alcanza un indesmentible momento de esplendor, cuando el personaje intenta rejuvenecer, tiñendo en una peluquería sus canas y bigotes y pintando sus labios: “Ahora –le dice el barbero– el señor se enamorará tan pronto como lo desee”. Acto con el que Gustav intenta esconder la fatalidad del rostro y encantar a Tadzio, jovencito socio del Hotel Isla del Lido donde se aloja y del cual está sorpresivamente fascinado, sintiéndose vital, pero no menos lujurioso.

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Esta renovación del espíritu que el músico experimenta, se presenta en un juego de miradas lascivas (plano/contraplano) que se desarrollan durante el filme; sin contacto más que reojos espontáneos, en un intento de poseer una belleza escurridiza, lozana, que el cuerpo aquejado de Gustav no puede alcanzar. Cuerpo en todo momento reprimido y nervioso, frente al esplendor de una belleza inalcanzable. A su vez, Tadzio no le dirige la palabra a Gustav, lo cual intensifica la sensación de lejanía que provoca. Es fácil de reconocer cómo la contemplación del adulto por el niño, va transformándose en una obsesión. La belleza –nos quiere decir Visconti– no se alcanza mediante la facultad de pensar, es más, viene a ser una verdad intuitiva, sensible. Verdad que vemos en la secuencia final, cuando el músico observa desde una silla de playa a Tadzio, quien forcejea en la arena con un amigo. Trata entonces de auxiliarlo, pero es tarde, Visconti rinde al personaje en una pose patética acusándolo de su poco atrevimiento (¿sexual?). Gustav agónico, ve al joven llegar hasta el mar y a contraluz mira su figura perfecta apuntando hacia el infinito, “como una

verdad que penetra en los secretos más hondos del universo (…) una verdad que surge ante nosotros como un estímulo que nos impacta de repente desde el fondo del corazón”, como escribió Kitaro Nishida en Una explicación de la belleza. De este modo, Von Aschenbach encontró en Tadzio el comienzo de una lenta y humillante condena de muerte.

Nikolo

Oscar Alejandro Mancilla, 1984. Punta Arenas. Periodista. Diplomado en guión cinematográfico. Máster en historia y gestión del patrimonio cultural. Socio fundador de Del Aire editores Ltda.populares. Actualmente trabaja en un libro sobre historia de la música pop en Osorno de los 60´.

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Por: Jorge Ureta Ureta

ALGODÓN ROSA

Al aventurarse a tocarlo con su boca, el dulce manotazo lo penetró recorriendo la garganta. El nervio de la punta de su lengua engendró cierta descarga incendiara, que viajó rápidamente. En tres microsegundos, aquel gustillo azucarado se ubicó en la esquina de su rostro, después en el trozo bajo de la oreja, luego por sus ojos, dilatando las retinas. Emitiendo un gemido, el hombre de peluca trató de esconder una erección entre sus muslos. La sensación aguda se precipitó hacia su

cerebro, donde explotó violentamente en forma rosa; vibraban las neuronas, su cabeza y su melena alborotada. “¿Le gusta mucho, estimado?” preguntó el vendedor, curiosamente. El hombre, con una lágrima colgando de su barbilla, se limpió el sudor de la frente, respondiendo: “Está... muy rico.” Luego de suspirar tres veces, ejecutó un segundo mordisco. Jorge Ureta Ureta, 1990, Lima. Ganador del II concurso Nacional de cuento, Viernes literarios. Publicó la novela El caballero Tetrapaq, presentada en la Feria Internacional del Libro de Lima; catalogada por el diario “El Comercio” de Perú como una de las novelas más destacadas y de factura admirable, Ganador del II concurso nacional de cuento Viernes literarios (Lima 2014) . Ha publicado en diversas antologías y revistas literarias latinoamericanas.

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Pamela Ascencio

Un hombre compraba un algodón de azúcar, mientras concebía la imagen de un enano con sombrero triangular de color verde. Vestía una chaqueta militar y en su cabeza una oscura peluca. En su mano derecha sostenía un sobre de manila y en la otra una cartera. Con cautela y cierto celo, preguntó: “¿Sabe bien este algodón?”; “Así es, señor, el mejor algodón del parque”, respondió el otro sujeto.

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Paulina Almonacid

PAT R O C I N A D O R E S

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