Locos por la Puna - Año 1 Nº 1 - Mayo 2014

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R e v i s t a D i g i t a l O f i c i a l d e l G ru p o d e F a c e b o o k L o c o s p o r l a P u n a

Año 1 - N º 1

Literatura de la Puna: Yosko Cvitanic

Vivencias e historias en Nuestra Señora de Loreto de Ingaguassi

E n cu e n tro d e Locos p or l a P u n a e n S a l ta

1 0 . 0 0 0 l oc os p or l a p u n a

CIENCIA PARA TODOS: ESTROMATOLITOS EN LA PUNA

Locos p or l a P u n a a 6 7 3 9 m e tros

Mi n a L a C a s u a l i d a d y s u s h i s t o r i a s

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Toponimia de la Puna Libros: El Mensaje de Chuscha en la Feria del Libro Diccionario Quechua Historias Solidarias

www.facebook.com/groups/locosxlapuna www.facebook.com/locosxlapuna

C u si C u si , e l ú l t i m o ri nc ó n d e l a P u na J u j e ña

locosxlapuna@gmail.com


m a y o 20 14 a ñ o 1 - n º 1

I N D I CE 2. Staff. 3. Editorial. 3. Diccionario Quechua. 3. Correo de Lectores. 4/5 Cuentos de la Puna. JOSE MIGUEL "YOSKO" CVITANIC: EL SALAR DE ARIZARO Y LA ZORRA. 6/7 Historias y Vivencias en Nuestra Señora De Loreto De Ingaguassi. 8/9/1 0 N O TA D E TAPA: Reportaje a la Licenciada Maria Eugenia Farías. Ciencia para todos: Estromatolitos en la Puna. 11 . Noticias Breves. 11 . Cartelera Cultural Puneña. 11 . La Foto Incógnita. 1 2. Encuentro de Locox por la Puna de Salta en la Ciudad de Salta. 1 3/1 4. Cusi Cusi, El último rincón de la Puna. 1 5/1 6/1 7/1 8. Locos por la Puna a 6739. 1 9. Libros: El Mensaje De Chuscha en la 40º Feria Internacionald el Libro de la Ciudad de Buenos Aires. 1 9. Libros Recomendados. 20/21 /22. Historias Solidarias. Ana Laura Pérez. 23. Toponimia de la Puna: Hoy Arizaro. 23. Encuentro Cordobés de Locos por la Puna. 23. Pueblos: La Quiaca. 24. 1 0.000 Locos por la Puna 25/26/27/28/29 Historias en Mina La Casualidad. www.facebook.com/groups/locosxlapuna www.facebook.com/locosxlapuna locosxlapuna@gmail.com

S ta ff

Axel Kiberl Fabián "Chugo" D' Onofrio Deborah Iglesias Juan Rapallini Alberto Regazzoni Mariano Piccetto Fernando de Beer Cristina Grundel Rodolfo Carlos Fey Ana Laura Pérez Maria Villegas Rosalía "Roslie" Allegri Eduardo Dorado Roberto Mobilia Corre ctor P e ri od ísti co Gerardo D' Angelo Col a b ora n e n e ste n ú m e ro Lic. María Eugenia Farias José Miguel Cvitanic Marcelo Scanu Maria Fernanda Rossi Gustavo A. de las Casas Carol Cvitanic David Busto Marisol Ramos Julio César Ponce Silvia Escalante Locos p or l a P u n a - P u b l i ca ci ón D i g i ta l O fi ci a l d e l G ru p o d e F a ce b ook d e l G ru p o Locos p or l a P u n a . Re g i stro d e l a P rop i e d a d I n te l e ctu a l e n trá m i te . F oto p ri n ci p a l d e ta p a Ojo de Mar (Tolar Grande, Salta) Autora: Rosalía " Roslie" Allegri.

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E d it o r ia l AXE L KI B E RL

D i cci on a ri o Qu e ch u a

Dedicamos en este primera Locos por la Puna se gestó hace ya más de cuatro años entrega del diccionario como un espacio donde relatar las experiencias de cuatro Quechua a la naturaleza. simples mortales que habían emprendido un viaje por las indómitas tierras de nuestra Puna Argentina. Junto a Juan, Chugo y Deborah, recorrimos, de norte a sur, gran parte de esa bella geografía. Así se formó el grupo, la página en Facebook y el Blog. Al poco tiempo, nuestras crónicas de viaje nos hizo saber que no nos encontrábamos solos en esa pasión por estas lejanas tierras a las que tanto queremos, y fuimos cosechando amigos. Así llegamos al día de hoy con una gran “comunidad” de más de 11 .000 integrantes a lo largo y ancho de nuestro país e incluso de otros países como Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Bolivia, Perú, España, Italia, Francia y Alemania. Muchos de ustedes nos conocen y nos acompañan a diario; algunos, desde hace mucho; otros, desde hace menos tiempo. Lo cierto es que a partir de este espacio han surgido jugosas historias de vida y de lucha, historias de viajes, de solidaridad, experiencias diversas que nos ha tocado disfrutar —y en, algunos casos, padecer—, encuentros en el camino, relatos de la montaña, investigaciones geográficas, científicas, históricas (y muchas polémicas). Todas estas vivencias compartidas fueron siempre muy valiosas y tienen, como protagonista principal, a esta tierra adorada donde parece que nada existe, aunque en realidad tiene mucho para contar. Detrás de cada adobe, detrás de cada cerro, detrás de cada pueblo mínimo, descubrimos pequeñas y grandes historias de prohombres, aventureros, científicos y de gente común que hace Patria en esos lugares maravillosos. Se hace a veces muy difícil poder describir con palabras y adjetivar a la Puna —incluso, con muchas imágenes se intentará reflejar su belleza—, pero nada se iguala a poder ser protagonista en primera persona y contemplar lo inigualable de sus paisajes y sus silencios. Esta revista digital es una herramienta con la que pretendemos acercarnos una vez más a ustedes, rescatando todo el acervo acumulado de años en el grupo y poderlo volcar allí en publicaciones de interés. Los invitamos y convocamos para animarlos a hacer, de este espacio, un espacio de todos.

Puna: Tierra Alta Pampa: Llano Anti: Andes Yaku: Agua Huayra: Viento Hallpa: Tierra Kachi: Sal Rumi: Piedra Inti: Sol Killa: Luna Kkillur: Estrella Mayu: Río Chanka: Roca Puma: Puma Sayraskha: Vicuña Kuntur: Cóndor Mamani: Halcón Katari: Víbora Tiula: Zorro Kkarhua: Llama Allpaka: Alpaca

Corre o d e Le ctore s: A todos aquellos que deseen dejar su opinión o bien hacernos llegar un relato de algún viaje y/o experiencia en la Puna lo puede hacer escribiéndonos a locosxlapuna@gmail.com Pág. 3


En este primer número de la Edición Digital de Locos por la Puna nos complacemos en presentar un relato de José Miguel "Yosko" Cvitanic. "Yosko", como cariñosamente lo conocen, es sin dudas un sinónimo de pasión y sueño mineral. A lo largo de su libro "Atacama" podremos vivenciar historias y relatos de la dura vida en la Puna Salteña. Gracias a la desinteresada colaboración de una de sus hijas integrantes del grupo en Facebook, Carol Cvitanic, hemos podido acceder a este maravilloso relato que queremos compartir con todos ustedes. Nuevamente agradecemos la gentileza de Carol para con esta publicación.

e l s a l a r de a r i z a r o y l a z o r r a

J o s é M i g u e l " Y O S KO " C v i t a n i c Con sus seis mil kilómetros cuadrados de superficie está ubicado en tercer lugar en el planeta por esa extensión. Nos muestra muchas facetas que se descubren a medida que lo recorremos. Allí están en rincones que forman las Serranías del Oeste los colores amontonados en tonalidades exclusivas: ocres, tostados, naranjas y amarrillos. La cansada distancia sobre sucios blancos de áspera superficie llenas de arrugas y golpes se mete en “Taca Taca”; un faldeo del Arakar. Con velocidad la gris arena enfrenta la lacrada pared de basalto rojizo a los pies de Caipe que sube mostrándonos la infinita distancia del Este y del Sur y la misteriosa herradura negra en el bajo lejano. Las lomas del Este donde chocan los rayos del sol haciendo trizas los espejos de yeso y sal nos siguen cien kilómetros, apareciendo al fondo la fresca vega de “Chascha”, cerramos el lado Sur con Arita escondida en una pequeña quebrada de mármol travertino. De especial interés es el cono emergente a cuatro kilómetros dentro del salar, con una altura de ciento cuarenta metros; su cumbre tiene una placa de bronce que coloqué en homenaje a mi padre por ser un pionero de la minería salteña. La cantera Arita de depósitos lenticulares de ónix de un color muy especial, se extrajeron miles de toneladas de bloques de hasta quince mil kilos, bochones y escalla. Está a cien metros sobre el nivel del salar y a tres kilómetros de la orilla del mismo. Este yacimiento fue explotado por los Incas, llama la atención que ninguna pieza manufacturada se encontró en los asentamientos indígenas cercanos de Antofalla, Antofallita, Tevin Chico, Ojo de Antofalla, Potrero Grande y algunos del lado chileno como lo atestigua el Museo de San Pedro de Atacama, en los enterramientos solamente descubrimos cuentas de ónix blanco, malaquita y azurita. Trabajaron una veta pequeña de quince centímetros de espesor ubicada como el jamón del emparedado entre rocas blandas erosionadas de un metro de alto; el procedimiento consistía en golpear con bochas basálticas de unos diez kilos de peso hasta quebrar la veta y luego arrojar cuesta abajo los bochones obtenidos trasladándolos a un corral cercano de diez metros de diámetro, con basaltos redondos mas pequeños le daban una forma parecida a un queso criollo, posteriormente en llamas se transportaban con destino hasta ahora desconocido. Rodeando el yacimiento, equidistantes encontré seis construcciones con lajas superpuestas en forma de hornos de ochenta centímetros de alto y un interior circular de un metro veinte con una pequeña entrada; traté de introducirme en uno pero me resultó imposible. Seguramente fueron puestos de vigilancia para evitar robo de mineral o invasores; deduzco esto porque a unos cincuenta metros rededor de los mismos levanté cantidad de flechas de basalto y obsidiana. Pág. 4


Un día, estando yo dirigiendo la explotación de esta cantera, un peón me comentó que encontró dos cachorritos de zorro a poca distancia; dándole cuerda a mi insaciable curiosidad fuimos a verlos, la zorra notó que alguien los había descubierto y los trasladó a un lugar mas seguro bajo de unos bloques de roca a donde llegamos siguiendo las huellas; allí estaban, mi entusiasmo hizo que metiera el brazo en el cubil para agarrar a uno de ellos; un terrible mordisco con afiladísimos colmillos me paralizó y me llevó a pensar que seguramente recibirá otros si insistía en el intento, disimuladamente retrocedimos y regresamos al campamento para volver al día siguiente provistos de gruesos y fuertes guantes de cuero fortaleciendo de ésta manera nuestra decaída vanidad. La pícara nuevamente trasladó los cachorros siéndonos imposible ésta vez seguir sus huellas por ser el piso empedrado. Pasaron unos días y cuando ya estaba casi olvidado el incidente llegó la noticia de que la taimada madre fue vista a cinco kilómetros en una pequeña vega que proveía el agua para nuestro consumo. El oasis corría de Sur a Norte con un largo de quinientos metros y del Oeste a la orilla del salar un ancho de ciento cincuenta, terreno totalmente plano, se distinguían dos franjas claramente diferenciadas; una nacía en un desnivel de pedregullo que se extendía a todo lo largo, el terreno blando, con plantas rastreras pequeñas parecidas a la “verdolaga” de hojas carnudas y gran cantidad de madrigueras desde donde curiosos “ocultos” sacaban sus cabezas para observarnos. La otra tenía como vegetación únicamente “paja brava” de la familia de las graminácea de hojas radicales, las plantas no estaban juntas, había entre ellas espacios húmedos, a medida que se acercaban al salar se trasformaban en blancas porque el volátil polvillo del sulfato, traído por el viento se pegaba en sus hojas y en el suelo. Con un “largavista” descubrí la familia en el pajonal, la zorra nos vio primero y temerosa porque el lugar no ofrecía seguridad de ningún tipo, ideó una treta que le dió excelentes resultados. Comenzó a jugar con los pequeños, corriéndolos y embistiéndolos para hacerlos rodar, este aparente juego duró unos diez minutos, transcurridos éstos no vi mas a las crías, sí a la ladina que apurando el paso se internó en el salar, deteniéndose a ratos incitándome a seguirla. Con cautela y motivado por saber lo ocurrido con los cachorros caminé por el pajonal en dirección a donde los había visto por última vez, traté de ubicarlos pero sin resultado. Miré a la taimada que a doscientos metros observaba inquieta. De pronto entre las plantas dos pequeños bultos blanquecinos inmóviles me miraban tiernamente. La ingeniosa los había aclarado en el “juego” con el polvillo blanco mimetizándolos perfectamente. Analicé tan inteligente accionar, decidí premiarlo retirándome sin intentar molestar pero metiéndome en la memoria esa profunda vivencia para recordar siempre en homenaje a la astuta zorra que nos enseñó “con claridad sulfatada” el porqué de su reconocida fama…

Yosko Cvitanic en la cantera Arita. Foto gentileza de Carol Cvitanic

El joven Yosko en Mina Arita Foto: Carol Cvitanic

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h i s t o r i a s y v i v e n c i a s e n n u e s t r a s e ñ o r a de l o r e t o de i n g a g u a s s i

F e rn a n d o d e B e e r

Estoy en la Mina Incahuasi o, como se la llamaba en tiempos coloniales, Nuestra Señora de Loreto de Ingaguassi, en plena puna catamarqueña. Hace apenas unos minutos que llegué a este paraje. Luego de varias horas de manejo estoy acostumbrando mi vista para poder observar el detalle que se me ofrece a cada paso. El sol impiadoso de diciembre quema sin anunciarse, pero no me toma desprevenido. No es la primera vez que me aventuro por estas tierras. Tierras altas. Tierras yermas. Caminando apenas unos metros hacia arriba, siguiendo una suave pendiente, se puede ver la blancura del Salar del Hombre Muerto, ese lago gigante de sal que domina la geografía del lugar. Pero si uno no sube, si se queda, el color de la roca invade la vista. Lo cubre todo con ese gris que es la piel de esta tierra puneña, tierra arisca que solo rinde sus frutos a aquel que esté dispuesto a luchar por ellos. Tierra que solo florece cuando, además de agua, se la riega con el sudor incansable de quien tenga el coraje y la voluntad de trabajarla. Pero este paraje está abandonado. El silbido del viento y mis pasos, lo único que se oye entre tanta desolación. Silencio puneño. Silencio que, en este lugar, esconde un pasado mucho más tumultuoso. El sonido de la roca contra la roca, primero. Del metal contra la roca, después. Mezclado con las órdenes de la conquista y los rezos de una nueva religión. Silenciados por los alaridos de un carnaval que terminó en rebelión. Una de las primeras rebeliones norteñas contra el dominio español. Poco se sabe sobre los orígenes de este asentamiento minero. La ausencia de escritura precolombina y el silencio que la documentación colonial le dedica a esta zona, son un obstáculo para intentar dilucidar, no solo sus comienzos, sino también su funcionamiento productivo. Lo que sí está claro es que todo terminó, en 1 775, con una rebelión indígena, en épocas de carnaval, que desembocó en su despoblamiento. La arqueología ha tratado de resolver este misterio. El consenso nos habla de una antigua explotación aurífera, de origen incaico. Y una teoría arqueológica sostiene, como hipótesis, que el avance incaico a territorios del sur andino estaba motivado, justamente, en la búsqueda de minerales. Pero desde el punto de vista historiográfico, se afirma que los orígenes de Incahuasi son netamente coloniales. En cualquiera de los dos casos, se interpreta a este sitio como un establecimiento productivo de extracción de oro al servicio de un imperio y donde la mano de obra utilizada era la de los indígenas locales. Una tercera teoría toma un camino distinto. Propone que la explotación mineral estaba en manos de familias indígenas, pequeños productores que, sobre el final de su historia, tuvieron que lidiar con la voluntad de la Colonia de hacerse del control de la mina y su producción. Cuenta Alejandro F. Haber en su trabajo “Arqueología de Uywaña: un Ensayo Rizomático” (publicado en el libro Producción y Circulación de Bienes en el Sur Andino) que “los campesinos indígenas del siglo XVIII se dedicaban a extraer el oro de dos afloramientos de un mismo gran filón, separados por 1 5 km. El filón de cuarzo se veía en la superficie y, a lo largo del mismo, las familias campesinas comenzaron a extraerlo desde la superficie, llegando muchas veces a cavar profundos pozos que seguían la dirección de las vetas. Junto a las bocas de los pozos levantaron sus pequeñas casas. Allí mismo, un maray o quimbalete* para la molienda, y también un horno en bóveda”. Frente a la creciente presión de los españoles por apoderarse del control de la mina, los indígenas se levantaron en el carnaval de 1 775 al grito de “fuera los españoles”, una revolución anti colonial que hoy no conmemoramos, probablemente porque fue militar y judicialmente reprimida; pero que dejó a la mina abandonada. Las familias productoras prefirieron dejar sus propiedades y sustentos antes que someterse al trabajo semiesclavo que les sobrevendría de haber aceptado el total dominio colonial. Pág. 6


Parado en las ruinas de lo que era la mina, apenas puedo entrever lo que debe de haber sido para nuestros antepasados explotar estas afloraciones rocosas. Socavones de varios metros de diámetro se adentran en la tierra y su longitud se pierde en la negrura de la oscuridad. ¿Cuántos metros o kilómetros habrán excavado con las tecnologías propias de aquellos tiempos? ¿Cuántas vidas se habrán cobrado la necesidad humana de desentrañar el oro de su veta natural? También observo las ruinas de lo que era la capilla. Es inconfundible. Está en un lugar central. Hasta aquí llegaron los jesuitas para implantar la religión oficial junto al poder colonial. En frente, al lado de la pared de un recinto rectangular, observo una estructura que se asemeja a un horno. ¿Habrá sido un horno usado en la fundición del metal? Todo esto me pregunto mientras camino entre las paredes y recintos de lo que otrora fuera un lugar lleno de vida. Y que, para sus habitantes originarios, valió la pena dar la vida o abandonarlo todo con tal de no quedar sujetos a la voluntad del conquistador. Es difícil imaginar un carnaval entre estas ruinas y ante tanta desolación. Pero en febrero de 1 775, 1 50 nativos —y quién sabe cuántos más mestizos y españoles— celebraban la ocasión. Tal vez sea llamativo que el contexto festivo haya sido el marco elegido para tomar la acción. Pero no. El carnaval, festividad donde las inhibiciones se relajan, donde el límite entre lo sagrado y lo profano se nubla y donde las diferencias entre las clases sociales se vuelven más difusas, fue el ámbito ideal para que florezca una rebelión, cuya semilla, seguramente, ya había sido plantada por la voluntad del conquistador de apropiarse de la vida, del trabajo y de la voluntad de los lugareños. El carnaval fue el catalizador que permitió sublevarse ante el poder imperial. Según lo narrado por las autoridades españolas de la época, “indígenas borrachos y mui insolentados profiriendo palabras mui denigrativas [a] dicho señor corregidor” (sic). El alcohol, las burlas y la falta de límites, tan propios del carnaval, fueron vistos por la autoridad como signos de violencia y exaltación y determinaron que ésta huyera a Tucumán. Pero la rebelión fue sofocada y ese fue el fin de Nuestra Señora de Loreto de Ingaguassi. Años más tarde, el yacimiento fue explotado por el gobernador colonial de Tucumán, Domingo Isasmendi, aunque la producción cesó definitivamente en 1 81 0. Pero la historia de este sitio no termina allí. Asomándome a la lomada desde donde se puede observar el Salar del Hombre Muerto, también aparecen otras ruinas, las de otra Incahuasi más moderna y más grande, pero con el mismo objetivo de desenterrar el oro de esta tierra indómita. La nueva mina fue explotada desde 1 930 hasta 1 950 por la Nueva Compañía Minera Incahuasi. Ubicada sobre el faldeo de la lomada en donde se asienta Nuestra Señora de Loreto, esta empresa se ocupó de perforar la montaña en búsqueda de la veta que los antiguos explotaban decenas de metros más arriba. Más exactamente, el primer túnel excavado está 38 metros por debajo del nivel en el que se encuentran las ruinas de la iglesia jesuítica. Entre 1 938 y 1 954, la producción de este establecimiento alcanzó 1 .273 kg de oro y se estima que la producción total no habría superado los 2.000 kg. El túnel más largo contó con un desarrollo horizontal de 2.1 50 m de galerías subterráneas. La planta tenía una capacidad de procesar 1 .200 toneladas de roca por mes, de las cuales 400 provenían de la mina y, el resto, del reprocesamiento. En promedio, el “rendimiento” en la planta era de 1 4,21 gramos de oro por tonelada de mineral procesado. Pero en 1 954 la planta cerró definitivamente sus puertas. Y hoy solo quedan las ruinas como testigos elocuentes de lo que fue un pasado de gran actividad. Luego de otear el horizonte, una vez más, desde esta posición privilegiada, respiro hondo, doy media vuelta y bajo nuevamente en busca de mi vehículo. Mientras camino lentamente entre las ruinas centenarias, me acerco otra vez a los socavones. Ahora, estos se resignifican. Testigos mudos de mi visita, más que grietas en la montaña ahora son marcas indelebles en la tierra, testimonio de la comunión entre el hombre y su entorno y de la vida sacrificada de quienes en tiempos pretéritos llamaron a este sitio su “hogar”. *Roca de gran tamaño que, apoyada sobre otra roca de superficie alisada era movida por balanceo y trituraba el mineral que, seguidamente, era introducido en hornos de fundición.

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NOTA DE TAPA: ENTREVISTA A LA LIC. MARÍA EUGENIA FARIAS

c i e n c i a p a r a t o do s : e s t r o m a t o l i t o s e n l a p u n a En este primer número de Locos por la Puna accedimos a una entrevista con la prestigiosa investigadora del CONICET (PROIMI - Tucumán), la Licenciada María Eugenia Farias, quien desde hace varios años viene llevando a cabo una exhaustiva investigación en la Puna tanto Argentina como Chilena con múltiples formas de vida que recrean las condiciones de vida del Planeta Tierra hace 3800 millones de años. Un hallazgo realmente increíble de nuestra ciencia cuyas experiencias comparte aquí en estas páginas.

LXLP : ¿Qué son los estromatolitos y cuál es la importancia que estos tienen para el campo de la investigación científica? M E F : Los estromatolitos son una especie de "roca viva" formada por bacterias y algas (cianobacterias) que precipitan minerales y van creciendo formadas por una parte orgánica y otra inorgánica. Habitan el planeta desde hace 3.800 millones años, ergo son los registros fósiles más antiguos que se conocen. Dominaron la tierra primitiva y liberaron O2 creando la La Licenciada Maria Eugenia Farias en plena tarea en capa de ozono (O3). A partir de ese gran Laguna Diamante, Catamarca. cambio q es la oxigenación de la atmósfera Foto: Maria Eugenia Farias la vida empieza a depender de O2. Cuando la vida se expandió en la Tierra, los estromatolitos retrocedieron, y hoy se los puede encontrar en lugares muy especiales donde las condiciones no permiten ¨competencia¨ de otro organismos más evolucionados. Se los puede encontrar vivos en Bahia Tiburón en Australia, en Cay Born en Bahamas, en Cuatro Ciénegas en México, todos a nivel del mar en ambientes cálidos y bien oxigenados pero los de la Puna tienen la particularidad de que se desarrollan en altura donde hay bajo O2 (por eso nos apunamos), alta radiación UV, influencia de volcanes y aguas termales, etc. Todas estas condiciones recrean la vida primitiva, por lo tanto los estromatolitos de la Puna se desarrollan en las condiciones más parecidas a aquellos de la tierra primitiva donde no habían O2 ni capa de Ozono y los volcanes estaban en plena erupción. LXLP : ¿Cómo es que has llegado a descubrirlos? M E F : Soy cientifica repatriada por el CONICET. Volví al país en el año 2001 . A partir del año 2004 empezamos con el proyecto de estudio de la biodiversidad de microorganismos en las lagunas andinas, buscando sistemas de resistencia a radiación UV. En el año 2009 en una campaña a laguna Socompa, los encontré por primera vez, a partir de ahí empezamos a recorrer la Puna y se han encontrado todo tipo de ¨rocas vivas¨ en Ojos de Mar en Tolar Grande, Salta Laguna Diamante, Laguna Negra, el salar de AtaFoto: María Eugenia Farias Pág. 8


cama, Chile. LXLP : A partir de ese descubrimiento. ¿Cómo ha seguido la investigación y que otras acciones se han llevado a cabo? M E F : Cuando fue el descubrimiento la primer acción fue la divulgación (el camino contrario ya que primero se publica en revistas científicas y después se divulga) y fue asi por que consideré que estaban en riesgo ambiental y que no había tiempo q perder. Se divulgó en forma muy activa y eso fue muy bueno, salio en todos los diarios y revistas del mundo y se consiguió que se declarara área protegida. A partir de ahí se conseguimos también la financiacion de proyectos de investigación. Las publicaciones científicas empezaron en el 201 3, y para ese entonces ya había protección legal y ya todos conocían a los "estromatolitos de la Puna". N d e l a R: Nuestra entrevistada nos adjunta más información sobre esto en: http://www.plosone.org/article/info%3Adoi/1 0.1 371 /journal.pone.0053497 LXLP : ¿Cuál ha sido la repercusión de la Comunidad de Tolar Grande? M E F : Muy buena, la comunidad se involucro en la preservación, ellos son los únicos q pueden lograrlo, y los ayudamos a que descubran y conozcan su propio patrimonio, dimos cursos de capacitación, se pusieron guardias ambientales, uno de las satisfacciones más grandes que tengo en mi carrera es escuchar al Cacique de Tolar Grande, el Sr Cruz, decir ¨…antes no lo sabíamos, ahora lo sabemos….¨ eso me hace mas feliz que cualquier conferencia internacional que haya dictado, publicación científica que haya publicado o premio que me hayan Laguna Socompa (Salta) otorgado. Foto: María Eugenia Farías Ver más en: https://www.youtube.com/watch?v=9FJ03QwZU8E LXLP : A partir de este hallazgo. ¿En qué otros lugares se han extendido sus investigaciones y que resultados se han obtenido de ellas? M E F : En este momento se están declarando áreas protegidas en Chile por el descubrimiento de microbialitos en la Laguna La Brava en el Salar de Atacama. Esta laguna provee de agua a grandes desarrollos mineros en la zona. El monitoreo de estos ecosistemas invalorables es vital para su conservación. Todo parece indicar que esto va a ocurrir. http://images.elmercurio.com/MerServerContents/NewsPaperPages/201 4/mar/1 7/MERSTC T01 4AA1 703_800.swf De hecho si se entra a la pagina del minerito de Medio Ambiente de Chile se puede ver que ya figuran entre los patrimonios naturales de Chile http://www.mma.gob.cl/1 304/w3-article-5581 6.html y eso que la publicación científica salió recién este año http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/244421 91 LXLP : Últimamente ha crecido bastante el turismo hacia lugares apartados como la Puna y de hecho se han desarrollado algunos emprendimientos para satisfacer esta demanda. En tu opinión personal ¿qué recomendaciones harías respecto de las zonas en donde han sido hallados los estromatolitos y qué cuidados y recaudos deberían tomarse? Pág. 9


M E F : Tiene q haber un monitoreo constante; guías que acompañen e informen al turista. Educación masiva, folletos y centros de interpretación. Pero no solo por que los puedan destruir si no más bien para que los disfruten, para darle valor agregado a un paisaje inigualable. He propuesto en los gobiernos crear "la ruta del origen de la vida" en base a estos paisajes y lugares increíbles en Puna. Todavía no ocurrió, en Argentina.. Todas estas idea estan esta pequeña charla que se presentó en el TED X https://www.youtube.com/watch?v=d70KrTN0xv4

La Licenciada Maria Eugenia Farías en plena tarea de investigación Foto: Maria Eugenia Farías

N d e l a R: Nuestra entrevistada nos ilustra en el Grupo de Facebook Locos por la Puna: "Tapetes Microbianos, microbialitos, estromatolitos, biofilms, endoevaporitas.... son las múltiples formas en las que la vida microscópica se asocia a los minerales (yeso, carbonatos) para sobrevivir a las extremas condiciones de la Puna. A su vez estas condiciones recrean al planeta primitivo donde el O2 era escaso, la capa de ozono no existía, había gran actividad volcánica, fuertes vientos, grandes cambios de temperatura y la vida subsistía "comiendo rocas" .......si vas por la Puna y ves en los humedales salinos barros de colores, piedras redondeadas, olor a azufre, no los alteres!, no los toques! solo respira hondo y disfrútalo... no es mas q la recreación de un escenario arcaico similar a aquel en que la vida se abrió camino hace 3.800 millones de años....(Ciencia para todos)" Pág. 1 0


n o t i c i a s b r e v e s de l a p u n a I N AU G U RACI O N D E M U S E O M I N E RALÓ G I CO E N AN TO FAG AS TA D E LA S I E RRA

El pasado 11 de Abril quedó inaugurado el Nuevo Museo Mineralógico de Antofagasta de la Sierra, Catamarca llevado a cabo por el Prof. Zoltan Czekus. En los últimos tiempos el museo sufrió importantes cambios en su estructura edilicia aumentando también su colección convirtiéndose en un espacio único en la Puna Argentina donde el turista se sorprenderá de la gran variedad de minerales con los que contamos en Catamarca.

ca r t e l e r a cu l t u r a l p u n e ñ a

CI N E Hermógenes Cayo. El film de Prelorán se exhibe en el Museo José Hernández Av del Libertador 2373 Ciudad de Buenos Aires los días Sábados, Domingos y Feriados. a las 1 0.30hs y 1 9.30hs. Actividad gratuita.

Martes 20 de Mayo. Ciclo de música Peruana: Los Negros de Miércoles El músico Hubert Reyes, sigue con su ciclo en La Peña del Colorado se presentará junto a Luis Mina, Efraín Foto fuente Diario C: El Profesor Zoltan Czekus durante el acto de inauguración del Azcárate y Martín Morales donde Museo Mineralógico de Antofagasta de la Sierra. interpretarán los clásicos de la G AS N ATU RAL A LA P O B LACI Ó N D E LA P U N A música Latinoamericana. Todos a bailar !! S ALTE Ñ A El pasado 8 de Abril se presentó el Proyecto de Horario: 21 :30hs. Gasoducto Fénix consistente en una inversión público- Güemes 3657 Palermo, Ciudad de privada para el transporte de gas natural para uso de Buenos Aires. empresas mineras y también de las poblaciones de la Puna Salteña, entre ellas las localidades de Olacapato, Salar de Pocitos y Tolar Grande

D O N ACI O N E S E N LA P U N A J U J E Ñ A

Desde hace 6 años nuestro amigo Gustavo Pato lleva a cabo donaciones a niños de la Puna Jujeña bajo el lema "Proyecto Solidario por los niños". Días atrás los pueblos beneficiados por esta gran obra desinteresada de Gustavo fueron Pueblo Viejo, Tabladitas y Agua de Castilla. Esta actividad realizada por iniciativa personal la viene llevando a cabo desde el año 2008 y para ello recurre a la organización de festivales, rifas y donaciones de personas sensibles a las necesidades de los niños puneños. Para tal fin contó con el apoyo de artistas como Bruno Arias, el abrapampeño Antonio Olarte, Carlos Cabrera, Darío del viento de Huacalera y Oscar Miranda, entre otros. Quien desee contactarse con Gustavo Pato lo puede hacer a través de la red social Facebook, llamando al teléfono 011 -1 557511 632 o al e mail: patfot@hotmail.com

l a f ot o i n c óg n i t a

Le proponemos a nuestros lectores el desafío de adivinar qué lugar es la foto que aquí publicamos. Participá vía e mail escribiéndonos a locosxlapuna@gmail.com con el asunto "la foto incógnita". La de este mes viene difícil pero seguro que la van a poder sacar mirando un poco las fotos del grupo.

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e n c u e n t r o de l o c o s p o r l a p u n a e n l a c i u da d de s a l t a El pasado 1 2 de Abril se realizó el primer encuentro de integrantes de Locos por la Puna de Salta en un céntrico bar de la Ciudad capital. Allí se dieron a la cita una gran cantidad de integrantes pese a las inclemencias que imponía el tiempo en la Ciudad. Estuvieron presentes en el mismo Valeria Miranda, Hada Amador, Silvia Escalante, Roxana Pardo, Emilio González Turu, Raul Bravo, Silvina Lamas, Joaquín Sagasta, Ignacio Tirrito, Daniel Lastero, Gabriel Gutíerrez Cachullani, Enrique Cabrera, entre Una de las fotos del Encuentro de Locos por la Puna de Salta el pasado 1 2 de Abril. otros compartiendo una inolvidable Foto: Silvia Escalante. velada. Pese a lo destemplado de la noche, nuestros amigos Salteños le pusieron calor al ritmo de sus anécdotas, vivencias, experiencias, chistes y buena onda. El animado encuentro de nuestros amigos era acompañado al ritmo de las ricas empanadas y el buen vino de la provincia haciendo de esta noche, una noche muy especial. Así pues Salta se transforma en pionera en este evento y de esta manera animan a los restantes integrantes en el resto del país a replicar sus respectivos encuentros, hecho que se evidencia en los comentarios en la red social Facebook en el grupo Locos por la Puna. Torta de postre mediante con una impronta típicamente norteña y hasta el sorteo de tres hermosos libros de Emilio González Turu sobre el Nevado del Chañi Un lindo postre de cierre. evidencian la cálidez humana del encuentro. Saludos a nuestros amigos Salteños y deseamos de corazón se repita esta Foto: Silvia Escalante hermosa experiencia. De izquierda a derecha: Silvia Escalante, Emlio González Turu y Valeria Miranda juntos posando autor y ganadoras del sorteo de los libros "Nevado del Chañi"

La "banda femenina" del encuentro. Foto: Silvia Escalante

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En el mes de Abril del año 2008 cuando aún la actual traza de la Ruta Nacional 40 no era aún lo que hoy es, los amigos de Olavarría Fabián “Chugo” D’ Onofrio, Deborah Iglesias y el ya legendario Renault 1 2 “el tractor” emprendieron junto con un guía de turismo de Humahuaca su primer visita a uno de los lugares hasta ese momento muy poco conocidos incluso por los mismos Jujeños. Esta conmovedora experiencia fue rescatada por el Diario Olavarriense “El Popular” en su edición del 11 de Mayo de ese año. A seis años de la misma, reproducimos en este primer número de la publicación digital de Locos por la Puna su relato y su primer experiencia en Cusi Cusi.

R e l a to s :

c u s i c u s i , e l ú l t i m o r i n c ó n de l a p u n a

F a b i á n " Ch u g o" D ' O n ofri o "Nuestro deseo de llegar a Cusi Cusi era muy fuerte, y con la ayuda de Dios y la Pachamama (Madre Tierra) emprendimos viaje solitos en el 'tractor' Renault 1 2 TL Modelo 1 981 , con una entrega y paz interior jamás experimentada en nuestras vidas... En la provincia de Jujuy casi ni conocen el pueblo de Cusi Cusi, y los poquitos que sabían de su existencia nos decían que definitivamente no se podía llegar en nuestro vehículo. Por ejemplo, tres guías de turismo de Humahuaca desistieron de nuestra propuesta (el cuarto guía aceptó hacer la travesía). Gendarmería de Tres Cruces nos advirtió lo mismo y el Sr. Anastasio Prieto, comisionado de Cusi Cusi, también nos previno sobre el estado del camino, vía e-mail desde San Salvador de Jujuy. Ninguno de ellos se había equivocado. Desde Humahuaca, por ruta nacional 9 en 85 kilómetros se llega a Abra Pampa distante de 73 kilómetros de La Quiaca. Escasos kilómetros al norte de Abra Pampa está el desvío que, a mano derecha por ruta provincial 7 y tras recorrer 1 35 kilómetros, conduce a Cusi Cusi. El viaje Humahuaca / Cusi Cusi insume un total de casi 1 3 horas incluyendo en el trayecto una visita al monumento nacional Laguna de los Pozuelos y Valle de la Luna 2 o Valle de Marte. El "camino" es exclusivísimo para camiones, colectivos y camionetas 4x4 todo terreno. No obstante, es aconsejable ir en compañía de uno o dos vehículos más para ayudarse mutuamente porque el suelo de la puna extrema es muy rústico y se corren grandes riesgos como el de reventar los cuatro neumáticos al mismo tiempo, entre otros percances. Para llegar a Cusi Cusi es necesario vadear varias veces los ríos que cruzan una y otra vez la primitiva huella que Vialidad no mantiene, profundas quebradas, cornisas y precipicios. La inmensa desolación y el infinito silencio es total. Las altas montañas tienen un magnetismo especial, un potente imán que realmente hacen sentirse un punto decimal en el medio de la nada. Conocíamos el camino y sus riesgos, sólo necesitábamos que alguien nos acompañara 'para empujar el auto cuando se queda enterrado en algún arenal'. El martes 22 de abril salimos de Humahuaca y a las 6.25 a.m. estábamos transitando la Ruta

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Nacional 9 norte con destino a Abra Pampa, último lugar para abastecerse de combustible y provisiones. A las 8.06 a.m. llegamos al cruce de las tres rutas y tomamos la RP7 a Carahuasi / Rinconada / Pozuelos / Mina Pirquitas / Cusi Cusi / Orosmayo.Dos horas más tarde estábamos en la casa del guardaparques del Monumento Nacional Laguna de los Pozuelos, quien resultó ser una simpática chica de Necochea, Buenos Aires. El camino a Mina Pirquitas comienza a empeorar. El continuo ascenso nos hace detener la marcha para enfriar el motor del R1 2, teníamos por delante una subida muy empinada y difícil de pasar con la carga que llevábamos, así que la orden fue 'abajo, muchachos'. Eran casi las 4 de la tarde cuando llegamos a Liviara y ahí mismo tomamos el desvío a Cusi Cusi, con 39 kilómetros para llegar a destino. El 'camino' empeora aún mucho más, las piedras nos hacen suponer que el R1 2 quedaría completamente destruido en poco tiempo... Son las 4.1 6 p.m. y llegó el momento de vadear el Río Pirquitas. El 'camino' continúa en ascenso y cada vez peor... Una hora más tarde llegamos al paraje Santo Domingo. Al poco andar un extenso arenal me hace dudar que podamos pasarlo, el R1 2 es muy bajo y el medio de la huella demasiado alto... Más arenales, subidas empinadas, pero ¡el R1 2 es un tractor! A las 6.36 p.m. observamos por primera vez el Valle de la Luna 2 o Valle de Marte y a las 7.1 5 p.m. llegamos al pueblo de Cusi Cusi donde nos recibió el Sr. Máximo Ángel Gaspar, director de la Escuela Nº 1 27, e inmediatamente nos invitó a cenar un exquisito locro en el comedor. Luego de una extensa charla amena nos fuimos a dormir a la habitación de los chicos albergados en el establecimiento, Deborah en la habitación de mujeres y Miguel y yo en la de los varones. El miércoles 23 nos levantamos pasadas las 7.00 a.m, recorrimos las calles del pueblo y nos acercamos a la unidad sanitaria e Cusi Cusi para entregarle Sr. Teodoro Mamani nuestra ayuda solidaria que consistía en medicamentos donados por nuestra querida doctora Elvira Amanzi, de Olavarría. Desayunamos un riquísimo mate cocido con pan casero en el comedor de la escuela y después reunimos a los 11 niños albergados y con la presencia del director y dos maestros de la escuela entregamos nuestra ayuda solidaria directamente a las manos de los chicos. Habíamos juntado de lo nuestro: ropa para niños y adultos, libros escolares, carpetas, útiles escolares, juguetes, etc., junto con bolsas de caramelos y chupetines donados por 'Su Casa' (comercio de Olavarría). A las 11 .03 a.m. con otro mate cocido y pan casero en la oficina del director mantuvimos una interesante charla y recibimos dos fotocopias, una del acta que dejaba constancia de nuestra visita y ayuda solidaria a la Escuela Nº 1 27 de Cusi Cusi, y la otra que nos dejó sin habla: el 1 de febrero de 2007 los vecinos de los distritos que recorren la ruta provincial 7, dirigiéndose al Gobernador de la provincia de Jujuy, lo ponían en conocimiento de la problemática que se genera en verano por la falta de un puente sobre el Río Grande en la mencionada ruta. El 11 de marzo de 2008, debido a la falta del puente, ocurrió la tragedia de Cieneguillas de conocimiento público. A las 1 2.00 p.m. emprendimos regreso desandando el difícil camino hasta Abra Pampa y una hora después, tras solucionar un pequeño percance en el R1 2 visitamos el pintoresco Valle de la Luna 2 o Valle de Marte para, luego de verlo desde tres lugares diferentes, continuar viaje. El regreso no fue menos complicado. Pasando el guardaparques de la Laguna de los Pozuelos nos encontró la noche en plena puna. Vi una camioneta detenida en la ruta, paro para auxiliarla y cuando apago las luces del R1 2 noto que quedamos en una oscuridad total: simplemente no había claro de luna... Finalmente llegamos a Abra Pampa pero pudimos ver la Luna recién pasando Tres Cruces y con ella la claridad de una noche estrellada". En esos cielos de la Puna". Pág. 1 4


l oc os p or l a p u n a a 6 7 3 9

Cron ol og ía d e u n su e ñ o cu m p l i d o: Asce n so a l Vol cá n Ll u l l a i l l a co e n h om e n a j e a P ol i co Ra m os Reproducimos en esta nota el relato realizado por el Profesor David Busto oriundo de Santa Maria (Catamarca) residente en Antofagasta de la Sierra y dueño del Complejo Pucara quien en forma conjunta con Marisol Ramos, representante de la Comunidad Kolla Atacameña de Antofalla y nieta de Don Manuel, han ascendido el sagrado Volcán Llullaillaco en la Puna Salteña en la frontera con la República de Chile.

D a vi d B u sto / M a ri sol Ra m os Este ascenso fue realizado en homenaje a Polico un gran andinista de Antofagasta de la Sierra quien ya no esta entre nosotros el cual trabajó por muchos años en la Mina La Casualidad y de quien hasta el dia de hoy recuerdo la frase “El Volcán Llullaillaco es un desafio importante para ascenderlo los volcanes, cerros o picos mas bajos son borditos para mi”. De las pocas veces que hable con Polico Ramos en Antofagasta de la Sierra siempre de andinismo, mostraba ese orgullo de haber ascendido al Volcán Llullaillaco 6739 msnm varias veces en su vida. Dia Miercoles 26 de febrero del 201 4: a las 6:20 AM Partimos en una camioneta Toyota equipada con Gps, auxilios, teléfono satelital, etc, dede la Villa de Antofagasta de la Sierra (Catamarca). Luego de pasar por el salar y el pueblo de Antofalla llegamos al Salar de Arizaro (Salta) a las 9:42. Luego de pasar por Arita y tomar el camino pasando por Samenta llegamos a Mina La Casualidad a las 11 :30 hs. En mi caso ya era la segunda vez que pasaba por allí y a la cual la vi mas saqueada es una lástima que no se pueda controlar estos saqueos. Mientras Marisol tomaba algunas fotos pues era la primera vez que andaba por allí, yo tenia que seguir los lineamientos que Polico Ramos me había indicado ya casi diez años atrás textualmente “ Para hacer cima sin ningún problema en el volcán Llullaillaco ( 6739 msnm) debes jugar al futbol en la Mina La Casualidad ” Yo solo realicé un breve entrenamiento futbolístico mientras recorria la cancha ya me daba cuenta de dos factores: Polico había nacido en Antofagasta de la Sierra sobre los 3500 msn es decir ya genéticamente venia preparado para la altura, además como entrenamiento jugaba al futbol sobre los 4.000 msnm, me hubiese gustado verlo trepar la montaña. Miercoles 26 de febrero 1 2 hs, hacia el oeste asomaba ya el gigante que nos decía si vinieron por mi, adelante….., el tema de conversación con Marisol a partir de ahora seria pura y exclusivamente su ascenso, toda la información que habíamos obtenido, desde relatos, fotos, comentarios, etc tendríamos que hacer un último procesamiento y definir algunas cosas importantes.

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Habimos decidido atacarlo por la ruta Este O Argentina aquella que en septiembre 1 955 Alonso Oses (trabajador en la mina casualidad) y Guido Ornas hicieran la primera vez cima a traves de esta como muy bien describe en el libro Dario Bracali y Guillermo Almaraz “Una forma de dimensionar los Andes”. Mientras nos aproximabamos, vivíamos momentos decisivos; Habíamos entrado en una cuenta regresiva y un pedido importante era “Dios quiera que el tiempo nos acompañe”. A las 1 3:30 hs del dia miércoles luego de pasar por las Salinas del Llullialliaco estábamos llegando a la base del Volcán. La Toyota 3.0 nos transportó hasta los 4950 msnm, A partir de acá Marisol y yo solos debíamos emprender el ascenso. El dia estaba muy lindo poco viento, luego de almorzar y preparar el equipo decidimos no hacer campamento en la base sino comenzar a ascender. El ascenso comenzó luego de pedir permiso a la Pachamama. Luego de “corpachar”, ofrendar a la madre tierra hojas de coca, cigarrillo, vino, alcohol, para que nos augure un buen ascenso, allí me acordaba de Pedro Ramos pues es siempre era el encargado de encabezar o iniciar el ritual. Observándolo bien al gigante determinamos el punto hasta donde llegar y hacer el único campamento seria a metros de una zona de penitentes. Realizaríamos un solo campamento de igual manera que en el ascenso al volcán Antofalla (6450 msnm) en diciembre del año pasado. Esa vez también estuvieron Elizabet Morales y Pedro Ramos ambos oriundos de Antofagasta de la Sierra. Esta vez no pudieron venir con nosotros. Me preguntaba para mi ¿Cuántos campamentos habría hecho Polico? ¿A qué altura? ¿Cuánto tiempo le llevo hacer cumbre?,¿Qué trayectoria habría trazado Polico en su ascenso?. Ya que por este lado habia subido según nos había contado Manuel, su hermano. Nosotros trazamos una trayectoria distinta a la que describe en el libro Dario Bracali “Una forma de dimensionar los Andes” Luego comenzamos a caminar varias horas hasta que el gigante nos cubrió con su sombra a las 20:1 0 hs. Allí armamos la carpa cerca de la zona de penitentes. Me dice Marisol “Si tuviéramos luna llena profe podríamos seguir ascendiendo un poco mas”. Yo le respondí "por hoy es suficiente Marisol". El teléfono satelital nos marcaba 5640 msnm. Luego de realizar una comunicación telefónica con los nuestros y de cenar una sopa bien caliente, nos dispusimos a descansar y soñar con lo que viviríamos el próximo dia jueves 27 de febrero del 201 4 que quedará grabado en nuestras mentes por siempre.

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A las siete y media de la mañana del dia Jueves 27, luego de tomar un desayuno bien caliente, y de ponernos unas hojas de coca en la boca, nos dispusimos a comenzar a marchar cargando lo justo y necesario. En el asenso uno no puede limitarse solo a la actividad deportiva sin dejarse inundar por ser este un místico santuario de los antepasados. ¿Cuántos secretos guarda la montaña sagrada? quizás algún tesoro escondido es lo que motivo a su ascenso como el caso de Alonso Osses aquel trabajador de la Mina La Casualidad que en la década del 50 fue tres veces por su cumbre. Cuál habrá sido el motivo que lo llevo a Polico a hacer cumbre varias veces en él, quizás nunca lo sepamos. Quizas habría que preguntarle a la montaña ¿De dónde surge el penetrante hechizo que empuja a los hombres hacia ti?. La historia cuenta que Alonso Osses devorado por su adicción al alcohol murió en Buenos Aires pronunciando el nombre Llullailliaco, y a Polico cualquier tema de conversación inicial con el debía terminar relatando y contando su ascenso a la montaña sagrada. Esa es parte de la relación hombre – montaña que sabemos que existe y seguirá existiendo porque la montaña tiene vida, le fluye energía y nosotros pudimos percibirla, a tal punto que nos gustaría volver otra vez por su cumbre. Cuando las agujas del reloj e marcaban las 1 7:1 0 Hs. estábamos llegando a la cumbre luego de pasar un sector de nieve, dijimos finalmente “cumbreeeeeee y nos abrazamos con Marisol habíamos conquistado a la montaña sagrada de los Incas. Abrimos luego el cofre metalico con la leyenda Banco de Chile que guarda los libros de testimonio; aquel cofre que varias veces lo vi en fotos y ahora yo lo estaba abriendo para escribir nuestro testimonio quedando rubricado que nuestro ascenso estuvo dedicado a la memoria de Polico Ramos aquel gran andinista oriundo de Antofagasta de la Sierra cuyos asensos no figuran en ningún medio escrito ni figurarán, estando mas cerca de el levantando nuestras manos hacia el cielo y con las pocas fuerzas que nos quedaban dijimos con lagrimas en los ojos “Esto es para ti” De Polico Ramos siempre recuerdo y seguirá en mi memoria esa frase ““El Volcán Llulliaillaco es un desafio importante para ascenderlo los de las inmediaciones como el Antofalla o el Galán son borditos para mi” . El día miércoles 26 a las seis y veinte de la mañana habíamos salido de la Villa de Antofagasta el Jueves 27 hicimos cumbre y el dia viernes 28 a la tarde estábamos tomando café en Antofalla el pueblo de Polico Ramos en casa de su hermano Manuel Ramos , contándole la historia escrita. No se si existirá otro ascenso tan rápido como este al Llulliaillaco, ni nosotros lo podemos creer, es como si alguien hubiese caminado por nosotros. Marisol Ramos en la cumbre junto con el cofre de testimonios. Abajo David Busto en la cumbre junto con la bandera (Página 1 6). Foto de Marisol Ramos y la bandera Locos por la Puna a 6739 metros sobre el nivel del mar (a la izquierda). Fotos y Relato: David Busto.

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LIBROS

e l m e n s a j e de c h u s c h a e n l a f e r i a de l l i b r o En el marco de la Edición Nº 40 de la Feria Internacional del Libro, se llevó a cabo en el Stand de la Provincia de Salta la presentación del libro "El mensaje de Chuscha" de Maria Fernanda Rossi el día Jueves 8 de Mayo a las 1 5 horas. Dicha presentación estará a cargo del Sr. Marcelo Scanu y de la Profesora María Eugenia Pérez Zamora. Tal como dice la autora "la niña sigue recorriendo caminos" y esta vez lo hará de la mano de quien ha sido la persona que la ha descubierto en una vitrina de un banco en la Peatonal Florida de la Ciudad de Buenos Aires después de estar por decádas desaparecida.

l i b r o s r e c o m e n da do s LA P U N A ARG E N TI N A - RI CARD O N ALO N S O - U N S A CON I CE T 2 008 - 32 1 Pág i n as. ¿Qué es la Puna? su flora, su fauna, ¿por qué está a 4000 metros sobre el nivel del mar? la geología de la Puna, el Llullaillaco, Tolar Grande su belleza geológica y su potencial turístico, explosiones "atómicas" en la Puna, la Puna y sus Valles de la Luna, los exploradores e investigadores de la Puna, Héroes anónimos de la Puna, San Juan de Oro y las gargantas de Paicone, apachetas, el Volcán Quewar, San Antonio de los Cobres según los viajeros del Siglo XIX, ¿Qué es el soroche o mal de Puna? los puquios y sus deidades, electricidad en el aire, los salares de la Puna, la riqueza minera de la Puna. Estos y otros temas más se pueden apreciar y recorrer en sus páginas por parte de este libro que lo introduce a un mundo maravilloso como lo es la Puna Argentina. Pág. 1 9


h i s t o r i a s s o l i da r i a s

An a La u ra P é re z Al igual que muchos integrantes del Grupo Locos por la Puna, Ana Laura Pérez viene llevando a cabo una labor solidaria muy importante en el pueblo de Santa Catalina y otros pueblos de los alrededores en el extremo norte de la Provincia de Jujuy. Definido por ella misma como “su lugar en el mundo”, nos cuenta sobre su experiencia en este rincón de nuestro querido suelo desde sus inicios hasta nuestros días. Historias de solidaridad y de cariño mutuo al que las distancias de 1 924 kilómetros hacen imposibles estar físicamente juntos pero nunca dejarlos de estar en el corazón.

Ana Laura en plena jornada solidaria en Piscuno (Jujuy) atrás el hito fronterizo

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Antes de contar mi historia, me gustaría presentarme. Mi nombre es Ana Laura Pérez, o simplemente Anita, y desde el año 2007 realizo viajes solidarios al Noroeste Argentino. Los primeros viajes – todos ellos a Santa Catalina, Jujuy - los emprendí en forma conjunta con una Fundación, C.A.S de la Ciudad de La Plata, lugar donde vivo. Posteriormente fui armando por iniciativa propia con amigos otros viajes “a puro pulmón” a Santa Catalina y sus alrededores. Desde esa primera vez que pisé Santa Catalina supe que volvería una y otra vez. Afortunadamente el pueblo fue cambiando mucho desde aquel lejano 2007. En ese entonces recuerdo que lo que más me impresionó fue lo solos y aislados que se encontraban. Desgarradoras historias fueron las que tuve que escuchar en mi primer viaje sobre gente que fallecía de algo tan evitable como una apendicitis o de los milagros del que debían depender para que funcione el único teléfono del pueblo, llamen al hospital de La Quiaca, y que la ambulancia hiciera a tiempo para llegar y volver con esa persona aquejada por una dolencia o enfermedad. Vienen a mis recuerdos Dora...¡Como poder olvidarme de ella!. Dora es la maestra de La Cruz, un paraje que queda a unos 1 5 kilómetros - aproximadamente – al norte de Santa Catalina. Ahí solo está la escuela donde asisten siete “peques” a los que ella les enseña. En La Cruz no hay casas, solo se encuentra la escuela y la última vez que los vi, durante mi visita en el año 2011 , estaban solitos junto a ella y su gran amor y coraje; Literalmente solos, sin un teléfono o una radio de emergencia, nada en absoluto. SOLOS en la inmensidad del NOA. Otra de mis experiencias que quiero compartir con Uds. fue mi visita a Piscuno, pueblo que dista a 1 3 Kilómetros al Noreste de Santa Catalina. Al llegar allí, nos sorprendió un pueblo inhóspito, en donde solo hay siete casas, la escuela y la Iglesia. Al final de la única calle - de tierra - hay un alambrado y un hito limítrofe y, más allá, del otro lado nuestra hermana Bolivia. Nos preguntábamos como hacían para vivir ahí tan solos, tan alejados. Tanto los chicos como los maestros, nos recibieron con mucha emoción. Al fin alguien se había acordado de que eran Argentinos y tenían los mismos derechos que los niños que viven en las grandes ciudades. La hospitalidad, siempre tan característica de toda la Puna, no se hizo esperar; Nos invitaron a almorzar, a merendar y a jugar. En ese momento feliz que compartimos fue también el único contacto con la realidad exterior que tenían en mucho tiempo. Ni una televisión, ni una radio… no tenían nada de ello y fue que gracias a la solidaridad de la gente que pudimos llevarles, además de útiles escolares y juguetes, una linda radio. La escuela cuenta con solo dos aulas, y en ella estudian todos los niños. El más grande tiene 1 5 años, y en dialogo con nosotros nos contó que su gran sueño es ser piloto de avión… solo porque cada seis meses ve volar uno por el cielo de su escuelita. La maestra nos contó que los chicos a esa edad ya dejan de estudiar, porque los padres los necesitan para cuidar los rebaños. Así es de dura y cruda la realidad de muchos chicos de la Puna a la que Piscuno no escapa a las generales de la ley.

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La maestra nos contó que los chicos a esa edad ya dejan de estudiar, porque los padres los necesitan para cuidar los rebaños. Así es de dura y cruda la realidad de muchos chicos de la Puna a la que Piscuno no escapa a las generales de la ley. No puedo dejar de mencionar al Colegio Polimodal de Santa Catalina, con cada uno de sus docentes, del dolor que nos provoca que solo tuvieran 50 centavos por chico para desayunar y almorzar en el año 2011 . Tampoco puedo dejar de mencionar a cada una de las personas que habitan ese maravilloso pueblo, de su Hostería Municipal, la cual no cambio por nada! aún pese a las incomodidades de un baño en el que te morís de hipotermia pero que tiene el calor de su gente y del pan recién hecho por Ana, Gladys y María! Todos los años visito y llevo junto con amigos adelante una labor solidaria a niños y establecimientos escolares en Santa Catalina y poblaciones aledañas. También hemos avanzado con la idea de llevar adelante micro emprendimientos productivos fundamentalmente aquellos relacionados con el tejido que le den un valor agregado a sus productos y, por consiguiente, un mejor ingreso. La tarea es dura y ardua pero va haciéndose camino al andar. Este año por motivos personales no podré estar físicamente junto a ellos en Santa Catalina. Sin embargo, lo están desde el corazón. Son más de 1 900 kilómetros de distancia los que nos separan, sin embargo nunca dejo de pensar en ellos en un solo momento y nos mantenemos en contacto telefónico en forma periódica. Santa Catalina es algo así como mi lugar en el mundo. Definitivamente no puedo ser objetiva, me es casi imposible, cuando hablo o cuento mis vivencias allí…porque aprendí tanto, me dieron tanto y siempre voy a estar eternamente agradecida por haberme dejado entrar en sus corazones y por haber compartido conmigo su vida, sus luchas y sus sueños! Les faltan muchas cosas, pero tiene lo más importante sus ganas de seguir adelante y de seguir luchando y un corazón y valores enormes. Saludos!!!

An i ta

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TOPONIMIA DE LA PUNA

a ri z a ro

La palabra Arizaro tiende dos acepciones. Una de ellas es en Lengua Kunza que significa "dormidero del buitre". Este significado deriva en referencia a los cóndores que llegaban hasta la zona en busca de los restos del ganado que transportaban los arrieros y que iba muriendo en su intento por llegar a Chile. Asímismo la el vocablo Arizaro también podría derivarse del vocablo Quechua "Ari Saru" el cual significa huellas hirientes en referencia a los cristales de sal que se formaban y que destrozaban los calzados de los arrieros.

SE VIENE, SE VIENE, SE VIENE....

e l e n c u e n t r o c o r do b e s de l o c o s p o r l a p u n a

E l p róxi m o 2 5 d e M a yo e n Vi l l a Al l e n d e , se re a l i za rá e l 1 º E n cu e n tro d e Locos p or l a P u n a e n l a P rovi n ci a d e Córd ob a . D e sd e l a p u b l i ca ci ón d e Locos p or l a P u n a h a ce m os votos p a ra q u e e ste e n cu e n tro y l os ve n i d e ros se a n u n é xi to to ta l ! ! !

PUEBLOS

l a q u i a ca

Su fundación se realizó el 28 de Febrero de 1 907 a través de la promulgación de la ley Nº 1 34, si bien en el siglo XVIII ya se la mencionaba como hito en los frecuentes viajes a Perú al igual que en la Lucha por la Independencia. Su nombre tiene dos acepciones, una del Aymará como una alternación del “Quisca”, que es piedra cortante para trasquilar el ganado; otra del Quechua “Quisca” palabra que significa “Espina”, pero sus pobladores la llaman “Tierra de sueños”. La Quiaca, tierra de profundas creencias religiosas, exalta las fiestas más importantes para disfrutar y conocer como las festividades del “Niño Dios”, al cual adoran con fervor el día de navidad al son de danzas y ritmos nativos. También se realizan las tradicionales fogatas del “Tata San Juan” patrono y protector de las Haciendas, el 23 y 24 de junio. La cultura del centenario pueblo está atravesada por profundas tradiciones que se remontan a prácticas ancestrales como “El Rito de la Ofrenda” en el día de Todos los Santos, al igual que la celebración de la “Pachamama” el 1 º de agosto y las festividades del carnaval durante el mes de febrero. En octubre la ciudad de La Quiaca alberga a cientos de feriantes de la provincia de Jujuy y del sur de Bolivia, que participan de la tradicional feria del trueque o más conocida como “La Manka Fiesta”. FUENTE: Revista Jujuy Activa Turismo Nº 2

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1 0 . 0 0 0 l oc os p or l a p u n a

AXE L KI B E RL Hace casi cinco años se creó el Grupo en Facebook Locos por la Puna, un grupo cuyo propósito fue conjuntamente con el Blog y la Página en Facebook difundir la aventura emprendida por Chugo, Deborah, Juan y yo a lo largo de la Puna de Norte a Sur. Pronto hemos descubierto que no estábamos solos y que nos acompañaban (y nos siguen acompañando) otras personas con sus historias, aventuras y vivencias en la Puna. Lejanos en el tiempo pero siempre presentes están las largas charlas vía comentarios en el grupo con Deborah Iglesias, Chugo D' Onofrio, Roberto Mobilia, Eduardo Dorado, y Alberto Regazzoni sobre la Ruta Nacional 40 o los permanentes aportes de Ana Laura Pérez y su solidaridad enorme con los chicos de Santa Catalina, Piscuno y alrededores, la familia viajera De Isusi; Rocío, Viqui y sus padres Jorge y Celia, la hermosa e increíble pareja viajera Rodolfo Fey y Cristina Grundel, Mary Llusa y Robert Leza, Fernando de Beer y sus exquisitas investiganciones, Mariano Piccetto y ese espíritu aventurero sensacional, la familia Calabrasa, nuestra amiga que usa el seudónimo "Craneo Antigarka anti-hipocrita", Lorena Ayala, José "Pepe" Tuttolomondo, Cristian Córdoba, las constantes adivinanzas en el juego de los paisajes de Diego Aranibe, Maximiliano Sicchetti, María Villegas, Elías Modini y el nuevo integrante de la familia…Felipe, Leticia Pacheco, la solidaridad increíble de Laura Marconi y todo su grupo, la pareja que se formó en Locos por la Puna: Ana Sarapura y Cristian Robledo, la buena onda de Vale Miranda, la juventud y espíritu viajero de Elii Morales, la locura viajera de Alfredo Jara, nuestros amigos Uruguayos Octavio Romano y Leticia Núñez, Carlos Bonessi, Fernando Garello, Los abuelos viajeros Carlos Massarutto y su esposa Susana, Oscar Osvaldo Kerván, Osvaldo Fontana, las increíbles fotografías de Laura Beatriz Torres, Leo Armella y Horacio Baldi, la experiencia mayúscula de Eduardo Cinicola y todas sus historias, nuestros amigos "Azufreros", en especial Quico Pereyra, Sebastian Vázquez Zarzoso y sus viejas aventuras en bici, Bárbara Quirno Meroi, Roberto Marino, Carlos Pastor Rodríguez Lastra, Wayra Sumaj Ab, Ariel Tejerina, Ramiro Garca, Gabriel Gustavo Buttiero, Noelia Griguoli y su solidaridad con la organización Ayuda sin Fronteras, Naima Qamar, entre tantos otros a los que puedo decir son fundaciones e incluso pre fundacionales al grupo. El tiempo ha pasado increíblemente y para alegría de todos tenemos muchos más integrantes que a diario nos deslumbran con sus fotos, sus experiencias, sus paisajes, sus vivencias, sus investigaciones, sus historias familiares. Hay mucho para destacar en el grupo de lo grande, de lo lindo y lo bueno que se han posteado en estos últimos cuatro años, casi cinco, Mariu Farias esa incansable investigadora de la Puna que nos alcanza la "ciencia para todos", Gustavo Saxo Gac y Julio César Ponce uno contando su historia de niño en La Casualidad y el otro contando su historia como trabajador allí, Gustavo Pato y ese incansable espíritu solidario, Ricardo Manuel Pietraszek y su increíble Fiat Mirafiori, Mariela Contreras, las historias familiares y del Ferrocarril Ramal C-1 4 de Facundo Marcos Arnedo, las escaladas de Gri Moreno y su proyecto "mujer montaña", Carol Cvitanic y las historias de su padre Yosko Cvitanic pionero de la Puna, Cecile Barrett y sus historias familiares, la familia Cabero testimonio puro de la vida en la Puna, Marcelo Scanu, sus escaladas en los Andes y sus hermosas leyendas que atesora, David Busto y el Complejo Pucará de Antofagasta de la Sierra, Iglesias Ana María, María Julia Rey, Gabriel Gustavo Buttiero, Luciana Gallusser, ese increíble arqueólogo de alta montaña que es Christian Vitry, las deliciosas fotos de Myriam Sarricchio y Domine Doctor, Juan Pablo Gómez, Sandra Robra, Federico Norte, Gerardo D' Angelo, Valeria Salas y mis familiares. Se ha constituido un hermoso grupo y es para nosotros un verdadero orgullo esta construcción, pero sin dudas nada hubiera sido posible sin la inmensa colaboración de todos y cada uno de ustedes...de los diez mil y de los que vendrán, de todos y cada uno, todos los días, desde el más antiguo al más nuevo. Esta construcción colectiva maravillosa es la que quiero saludar, la construcción colectiva de todos y cada uno que hacemos a diario Locos por la Puna! Pág. 24


h i s t o r i a s e n m i n a l a c a s u a l i da d G U S TAVO AD O LF O D E LAS CAS AS El Grupo en Facebook de Locos por la Puna tiene muy ricas historias. Una de estas historias es sin lugar a dudas la vivenciada por gente que ha nacido, trabajado y vivido en Mina La Casualidad. Nuestro protagonista en el día de hoy nos cuenta sus vivencias de pequeño en el pueblo de Mina La Casualidad - en la Puna Salteña - cuando él junto a su familia vivieron allí. Es tan rico el aporte dentro del grupo de Facebook por parte de quienes vivieron, trabajaron o nacieron en La Casualidad que seguramente le dedicaremos muchas páginas y números, constituyendo estas vivencias en casi una sección de la Revista. Desde Córdoba, Gustavo Adolfo de las Casas (Gustavo "Saxo" Gac) nos cuenta la suya.

LXLP : ¿Contános un poco tu historia de cómo llegaste a Mina La Casualidad, cómo ha sido el viaje en tren y tus primeros días? G AC: Bueno Axel, te lo cuento tal como yo lo sentía en ese entonces, lo recuerdo desde el alma como si hubiese sido ayer. Todo comenzó para mí un día cuando en casa, en Córdoba, mis padres rumoreaban que deberíamos trasladarnos muy pronto y por razones de trabajo a un lugar lejano e inhóspito, que todo sería más difícil y que estaríamos alejados de los seres más queridos. El tiempo pasó y el día del viaje llegó, mi padre había sido contratado por Fabricaciones Militares para ocupar un cargo de Relaciones Públicas e Industriales en aquel lugar aún desconocido. Te cuento que yo particularmente estaba entusiasmado y alentado por los comentarios sobre irnos en tren a un lugar muy lejano y a gran altitud. En un comienzo todo fue fantástico, salvo el llanto inconsolable de mamá que había dejado a mis dos hermanos mayores por razones de estudio al cuidado de una tía. No pasó mucho tiempo para que sufriera la primera de mis dos grandes amarguras de esta historia. La promesa fue ir a un lugar que estaba muy alto pero, pese a que veía montañas inmensas, el tren siempre transitaba por un lugar llano y muy cerca del suelo (risas). El tiempo pasaba y el entusiasmo por llegar a este lugar crecía, las estaciones se sucedían una tras otra mientras los habitantes cambiaban su fisonomía, forma de hablar y de vestir; pero lo más impactante fue la frescura del aire que se respiraba y lo vivido en San Antonio de los Cobres donde el tren paró por un largo rato para reabastecerse. Bajamos con mis padres y hermanos a estirar las piernas y a ver los productos pintorescos que la gente del lugar mostraba a lo largo de toda la estación. Entre tantas cosas lindas, el humo y un rico olor Gustavo (Centro de traje) toma la primera capturó nuestra atención. comunión en La Casualidad Pág. 25


Un grupo de mujeres con sus vestimentas típicas, sentadas en pequeños banquitos preparaban, armaban y freían exquisitas empanadas para la venta. Cada una de estas mujeres contaba con una olla con el recado, una caja con la masa ya preparada y una pala de hierro sobre las brasas con la grasa hirviendo para freírlas; y como si fuera parte de la receta, todas y cada una realizaban la misma labor; cortaban un trozo de masa y con la mano, sobre sus rodillas desnudas, formaban una esferita que después aplanaban y cubrían con el Foto actual con algunas indicaciones de lo que fue su vivienda en Mina La recado para cerrarlas y freírlas. Por Dios Casualidad que cosa más rica estas empanaditas! Pasó la noche y llegamos por la mañana a Caipe, fin de nuestro recorrido en tren y mientras esperábamos resguardados del viento en la sala de la estación al transporte que nos llevaría a La Casualidad, un señor nos comentaba entre otras cosas que el viento solía ser muy fuerte y que a veces hasta tumbaba los vagones cargados; pero nada de eso me importaba, sólo quería llegar a ese hermoso lugar muy alto. Poco después, una camioneta Gladiator doble cabina conducida por un gendarme, nos trasladó hasta el yacimiento. Finalmente llegamos pero nada era lindo para mí, todo me resultaba molesto, estaba mareado y descompuesto; no toleraba tomar nada ni mucho menos comer; pero me preguntaba por qué a mí y a mi mamá nos pasaba lo mismo y a mis hermanos menores y a papá no. Es la Puna escuché decir al doctor, sólo le rogaba a mi ángel de la guarda que esto no se tuviera que curar con inyecciones. Fuimos hospedados durante casi una semana en el casino de empleados, debido a que nuestros muebles tardarían en llegar. Cada día que transcurría era una experiencia nueva, una sensación nueva, comencé a salir del casino, los colores del lugar me cautivaron, todo era distinto, el aroma del aire era especial y hasta parecía tener un sabor agradable pero indescriptible. Los días pasaron y llegaron nuestros muebles, ocupamos nuestra querida casa; se sucedían las visitas y las reuniones con nuestros vecinos, compañeros de trabajo de papá y mis primeros amiguitos. Comenzábamos a conocer las instituciones de La Casualidad, todo era muy lindo para mí, pero no así para mamá, su esfuerzo por adaptarse a la situación fue muy grande. Tuvo que aprender entre otras cosas a cocinar en una cocina a leña y a lidiar contra la presión que ejercían las esposas del reducido grupo de personal jerárquico, quienes pretendían que ella no realizara ni recibiera más visitas de mujeres o familias, de las que ellas llamaban del poblado. Una frase que dijera la señora del jefe de la sección camiones, maestra de la escuela, la apartó definitivamente del grupo. “No deberías juntarte en esas reuniones, son coyas” dijo; y me dolió, me dolió al punto tal que no quería asistir a la escuelita. Todo le fue muy difícil a mamá, recuerdo cuando colgaba la ropa mojada, muchas veces caían al suelo desde la soga y quedaban paradas solas por estar congeladas o escuchaba romperse el hielo del agua del balde cuando intentaba baldear la vereda, pero su esfuerzo se veía gratificado al sentir que podía resultarle útil a la gente de la comunidad; para Pág. 26


ella, nunca hubo diferencias y hasta asistía al médico o a la partera en los partos difíciles de las primerizas. LXLP : Teniendo en cuenta que tu vivencia en La Casualidad fue de niño. ¿Cómo era un día tuyo en La Casualidad? G AC: Cada día era hermoso para mí, recuerdo claramente como jugábamos y corríamos a la llama y la pequeña cabra, siempre andaban juntas y nunca pude llegar a tocarlas, seguramente me veían cara de bandido (risas). Eran la pareja estable del yacimiento. Recuerdo que una de las tareas cotidianas era ir a la usina a buscar el gasoil Gustavo de niño en un día nevado en La quemado con aceite para que mamá prenda la cocina y las Casualidad estufas. Todos los días nos retaban a mi hermano y a mí porque debíamos llevar los sifones para hacerlos cargar y tener cuando papá llegara del trabajo a almorzar; claro como quien los llenaba estaba justo al frente del pequeño parque infantil nos cansábamos de jugar, era lo primordial (risas). El terreno era muy extenso, propicio para las expediciones entre amiguitos y solíamos escaparnos a la siesta, mientras mamá descansaba, por la ventanita del baño para juntarnos y empezar una travesía nueva, la construcción de escondites secretos era la moda, sabía que alguna vez los necesitaría. Un día recibimos el comunicado de nuestras maestras que había llegado al campamento un grupo de especialistas para vacunarnos, que no nos dispersemos porque su estadía sería de tan sólo unas horas. El momento había llegado, uno de los escondites secretos me sirvió para ausentarme hasta que los vacunadores se fueran pero no me salvó de la paliza que papá me dio cuando salí. LXLP : ¿Qué cosas recordás de tu escuela allí en La Casualidad? G AC: En la escuelita querida, con su enseñanza plurigrado se nos brindaba nuevos conocimientos y me esmeraba para que me mandaran a tocar la campana y salir al recreo, para tomar un rico chocolate con pan, eso era una fiesta. En las épocas de nevada jugábamos tirándonos bolas de nieve hasta que un día, un querido amiguito que por suerte no recuerdo quien fue, me tiró una con una piedra adentro y me tuvieron que hacer dos puntos en la cabeza. Un ajuste de cuentas seguramente (risas). LXLP : Sabemos que tomaste la primera comunión allí. ¿Contanos un poco de ese día? G AC: Así es Axel, uno de los momentos que más me emociona al recordarlo, fue la inauguración de la iglesia que terminaba de ser construida. La ceremonia fue realizada por el Monseñor Pérez, Arzobispo de Salta, quién había subido especialmente para esto y para darnos la Primera Comunión y Confirmación a un grupo de niños, entre ellos mi amigo Quico Pereyra. Tomamos la Primera Comunión y se nos agasajó con un chocolate y facturas. Para mí todo terminaba allí, de manera que me fui a casa y como no había nadie me quedé sentado en la vereda. Resulta que faltaba la Confirmación, mi padrino, el señor Terrile estaba esperando solo mientras el Arzobispo confirmaba a todos hasta que papá me encontró y me llevó de las orejas hasta la iglesia, ya todo había terminado pero el Monseñor Pérez me confirmó solo, ya sin gente en la iglesia y me hizo rezar como penitencia todas las oraciones habidas y por haber; y noté demasiado fuerte la palmada en la mejilla. LXLP : Contános un poco más sobre lo que recuerdes de esta hermosa experiencia? G AC: Ahhh…..(suspiro) hay tantas cosas lindas que recuerdo de mi querida Casualidad. ¡Qué se yo!, te cuento por ejemplo que posterior a la inauguración de la iglesia, solía subir Pág. 27


periódicamente un sacerdote al campamento y he tenido el privilegio de ser el primer monaguillo y aunque el curita, como lo llamábamos todos solía renegar un poco porque a veces estaba distraído a la hora de tocar las campanillas, siempre me convidaba al final de la misa un poquito del mistela y algunas ostias que le quedaban. Todo estuvo bien hasta que una tarde, en que le tocaba la misa a los niños, el curita se demoró, de manera que no encontré mejor cosa que ponerme el atuendo que estaba sobre el altar y comenzar yo mismo la misa, hasta que otro buen amiguito me hizo señas que ya estaba llegando el curita, de manera que me saqué todo, lo dejé en el altar y me fui a casa. No hizo falta que le dijeran al cura quién fue, yo era el único que faltaba. Mi orgullo mayor fue saber que por intermedio del sacerdote, la iglesia autorizaba a mamá a bautizar a los niños recién nacidos, en ausencia del cura. Los pasatiempos preferidos eran concurrir al pequeño parque infantil y también esperábamos ansiosos que llegara el fin de semana para asistir al cine en el comedor de operarios; nuestras películas favoritas eran las de indios y soldados del lejano oeste. Recuerdo claramente que al día siguiente durante los recreos, se llenaba el patio de la escuela con indios y soldaditos, todos queríamos ser el muchachito héroe de la película. Qué lindos momentos por Dios! Y así transcurrían los días para aquel niño, todo era alegría y a veces desolación al tener que despedir a un amiguito que se iba al cielo con las alitas hechas de papel y otras cositas en su pequeño cajoncito. Transcurrieron las fiestas patrias, las fiestas de Navidad y año nuevo; y los carnavales con sus hermosas comparsas, cumpleaños, etc. (risas). Te cuento otra, durante los días muy fríos o de nevadas no podíamos salir a jugar afuera, de manera que el pasatiempo predilecto era molestar con el teléfono, solicitábamos hablar con alguien y le hacíamos bromas pesadas creyendo que no nos descubrirían; pero al llegar papá del trabajo cobrábamos por esto y en efectivo (risas). No podíamos darnos cuenta cómo hacía para descubrirnos; claro no sabíamos que el sistema telefónico con operadora y clavijas no contaba con la privacidad de la telefonía urbana moderna. La misma operadora nos delataba (risas). LXLP : Tu padre fue empleado en la Dirección de Fabricaciones Militares. ¿Por cuánto tiempo ha permanecido en Mina La Casualidad? G AC: Papá había sido contratado como ya te comenté antes para ocupar la jefatura de Relaciones Públicas e Industriales y estuvimos en La Casualidad por casi dos años cuando renunciara entre otras cosas por estar en desacuerdo con el movimiento de la línea limítrofe en Mina Julia hacia territorio chileno. Nada es eterno; un buen día y sin saber el porqué, presencié una gran reunión en mi amada casita en donde asistió mucha pero mucha gente de aquella que algunos llamaban tan despectivamente “coyas” con comida, hojas de coca para ofrendar a la Pachamama, vinos y aloja, pese a que estaba prohibido el consumo de alcohol y era mi propio padre quien debía sancionarlo. Pero uno de estos azufreros de hierro le dijo, “esta noche no jefe, esta noche es nuestra”. Se trataba de una despedida, la nuestra y días después, por la mañana debí enfrentarme a mi segunda y última gran amargura. Ya sentado con mi hermano menor en la cabina de uno de los camiones que nos trasladarían, saludaba con mis dos manos entre risas y lágrimas a nuestros amiguitos, que se quedaban mirando y saludando hasta que por el espejo retrovisor pude ver por última vez el arco de la garita de entrada a La Casualidad. Es una imagen que quedó grabada en mi corazón y que jamás olvidaré. Sólo espero poder volver algún día y recorrer cada rincón de mi querida Casualidad. Pág. 28


Un día de invierno en Mina La Casualidad Foto: Gustavo Adolfo de las Casas

Iglesia de Mina La Casualidad

LXLP : ¿Qué sensaciones te dejan ver al pueblo de Mina La Casualidad en fotos viejas y qué sensación tenés de verlo hoy en su estado actual? G AC: Y qué puedo decirte Axel, en realidad ¿hace falta decirlo? Cuánta nostalgia amigo, cuántas ganas de volver he tenido desde siempre a partir desde que nos fuimos. Qué pena y que amargura ver y saber que fue desmontada y saqueada, saber que fue destruida. Axel, yo sé que volveré a mi Casualidad y sé que ese día allí lloraré de emoción por el retorno y por el dolor de verla así. LXLP : Sin dudas se puede percibir claramente en todas tus notas y participaciones dentro del grupo ese sentimiento por el pueblo de Mina la Casualidad. Para cuándo el sueño cumplido de volver a la Casualidad? G AC: Sólo Dios lo sabe Axel. Vivo planeando un viaje con mi esposa todo el tiempo pero sólo él dirá cuándo.

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