El mercado inmobiliario de Guipúzcoa

El Mercado Inmobiliario en Guipúzcoa

RADIOGRAFÍA DEL PASADO

Tras vivir una crisis global que derivó en los precios más bajos del mercado durante 2014-15 el mercado no ha dejado de crecer tanto en ventas como en precio. El incremento de éste, no obstante, ha sido moderado, nada que ver con las tasas por encima del 10% anual de los años previos a la crisis de 2008. Durante los meses más duros de la pandemia se produjo un parón que, sin embargo, no tuvo demasiada repercusión en el sector inmobiliario de nuestro entorno, con un frenazo inicial a la actividad que repuntó con fuerza tras el confinamiento debido, entre otras cosas, a la aparición de un tipo de demanda centrada en la mejora en la calidad de vida: terrazas, vistas, zonas ajardinadas, así como sobre la posibilidad de ganar espacios en las viviendas para el teletrabajo. Asímismo, el ahorro en gastos de las familias debido a las restricciones generales, supuso un incremento de las tasas de ahorro que ha favorecido la inversión en bienes inmuebles.

Vivimos una situación en la que la tasa de paro ha seguido descendiendo hasta el 8,43% en sus niveles más bajos desde 2008 y la afiliación a la seguridad social alcanza cifras excelentes en el País Vasco. Todo ello nos ha llevado a un escenario de disminución del stock de oferta de vivienda en el mercado de San Sebastián hasta niveles de oferta mínimos, influenciado también por el incremento de las ventas y los precios. Sin embargo, aunque pudiera parecer lo contrario, los precios no se han desbocado y han crecido de forma progresiva pero contenida. Hemos vivido una linea ascendente de los mismos, aunque sin alcanzar los máximos de la serie histórica de 2007. Y el hecho de que la crisis anterior aún estuviera en el retrovisor, además de algunos indicadores económicos que no acababan de mejorar, han ayudado a contener o frenar ese crecimiento.

Llegado este punto, el conflicto que ha estallado en Ucrania está comenzando a tener repercusión en todas las economías Europeas con muchas empresas con dificultades por diversos motivos, entre ellos la escasez de materias primas para la fabricación o el encarecimiento de la vida, con unas tasas de inflación más que preocupantes. Todas estas circunstancias e indertidumbres nos abocan a un escenario en el que impere el miedo y la cautela en el consumo, que acabará por afectar antes o después al mercado inmobiliario. Se avecina, por tanto, un ciclo de desaceleración de la demanda de vivienda que nos puede llevar a cambiar del ciclo alcista de precios inmobiliarios. Es cierto que la baja oferta de viviendas en venta en Guipúzcoa puede ser un freno en última instancia a que la afección de esta situación al mercado local sea grave en nuestra zona, así como el hecho de que el ladrillo suele ser un valor de refugio en situaciones económicas convulsas. Habrá que actuar con cautela y solicitar el mejor asesoramiento posible para la toma de decisiones en la venta o compra de inmuebles y, en cualquier caso, debemos estar preparados para afrontar esta incertidumbre, adaptarnos, tratar de innovar y de seguir mejorando para sobrevivir en un mundo cambiante.

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