AÑO III - N° 31
BUENOS
ABRIL
AIRES
REVISTA GEOGRAFICA AMERICANA JOSE
ANESI
1936
ii SAN JUAN 738 U. T. 23-0487
Director
LOS INDIOS CHUNUPI BO'REAL DEL CHACO Interesantes aspectos de la vida material y espiritual de uno de los más hermosos tipos de indígenas chaqueños
por el Prof. ENRIQUE
Los Indios Chunupi del Chaco Boreal tribu aborigen conocida con el nombre de Chunupi o Chulupi es entre todas las del Chaco no solamente una de las que más han conservado los bienes de su cultura. originaria, sino también la que ofrece al observador científico la muestra más pura y hermosa del tipo físico chaqueño, que, como es bien sabido es una variedad de la raza pampeana. Su talla es notable; yo personalmente hice un relevarniento antropológico de un cacique llamado MartÍn,cuya estatura era de m. 1,82, pero este' caso es más bien excepcional; el promedio está por debajo de m. 1,75. El idioma de estos Chunupi o Ashlushlai como se llaman a sí mismos, tiene grandes afinidades lexicológicas y gramaticales con el Choroti o Yofuaha y con el Mataco o Wichi por lo cual los lingüistas consideran a los tres como integrantes de un solo grupo filológico llamado Mataco-Mataguayo. El territorio de esta tribu de tan magníficos ejemp'[ares humanos está en la margen izquierda del río Pilcomayo, hacia. su curso medio. Allí, el río con su abundante pesca y la selva vecina
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PALAVECINO
con sus frutos silvestres, nutren a los Chunupi. Sin embargo, no por abundantes, estos productos son obtenidos sin pena; por lo pronto los frutos sólo se cosechan durante el verano y esta estación es en realidad, \la única fecha feliz para el indio porque puede comer tanto como apetece y beber sin tasa la dulce y embriagante aloja, pero, pasada esta época, el hambre suele ceñir a veces las cinturas y sólo la pesca contribuye aunque con suerte varia, al menú cotidiano; en agosto y septiembre la escasez es muy grande y los días sin comida son frecuentes. La pesca se practica con arco y flecha, pero más frecuentemente con redes. tejidas por los mismos indios con hilos de caraguatá y armadas entre dos largas varas. El pescador entra en el agua equipado con una de estas redes y lleva además, pendiente de la cintura, un palo fusiforme de unos cincuenta centímetros de largo, que se emplea para matar el pescado; también tiene consigo una aguja de madera atada en el extremo de una cuerda de varios metros de largo, en la cual ensartan el pescado enhebrándolo por los ojos. Generalmente, la pesca se practica por grupos de individuos que se alínean y avanzan al tiempo sumergiendo las redes de tre-
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Dos madres
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indias.
El cariño de estas mujeres por sus hijitos es tan intenso tanta ternura como en cualquier madre civilizada
y se manifiesta
con
cho en trecho y levantándolas con pe- se halla dominada por la mayor o meces aprisionados entre las mallas y que nor abundancia de las bayas dulces y son muertos inmediatamente con un harinosas con que hacen panes, harigolpe de palo en la cabeza y en seguida nas, o aloia. La agri~ultura es practicada en forensartados en la cuerda que el pescador lleva amarrada a la cintura. ma harto rudimentaria para que pueda No siempre se utilizan métodos de suministrar sustento por más de unas pesca tan simples; con frecuencia cons- pocas semanas. Nada más curioso para truyen los indios, empleando varas y ver, que un trozo de tierra cultivado troncos hundidos verticalmente en el por los indios; llama ante todo la atenlecho de los arroyos o en el río mismo, ción, lo reducido del campo, pues muy una especie de dique en zigzag, en cu- raro es, el CJ.uellega a medir más de diez o quince metros en su longitud máyos vértices abiertos erigen plataformas xima; en él, crecen entremezclados yuen las cuales se colocan -Ios pescadores armados con sus redes; la pesca es ca- yos y plantas útiles; el cultivo en cuarnalizada hacia la abertura de estos em- teles es desconocido, la siembra se hace budos de modo que el pescador, con un sin orden alguno y el éxito de la cosecha mínimo esfuerzo extrae dé las aguas es la que el clima o circunstancias locales le deparan; el maíz, el tabaco y redadas abundantes. La recolección de frutos silvestres las calabaceras crecen juntos y poco se diferencia el aspecto general del campo, está a cargo de las mujeres; ciertas raíces y tubérculos son también buscados, de un trozo cualquiera que tenga vegeración 'na tura!, si no es por las especies pero más de la mitad de la voluminosa cosecha de cada verano está, represen- : útiles que crecen semi-ahogadas por la tada por el fruto del' algarrobo y es por maleza. eso que la economía estival del indio Las chozas' de los Chunupi tienen una
Carácter
alegre y risa fácil es el rasgo más saliente en la personalidad del chunupi
Magnífica
diadema
de plumas de garza, usada jóvenes de la' tri bu
como adorno
por los
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forma cupular y se agrupan en aldeas nitiva, una seccion aproximadamente dejando en el medio una especie de rectangular y aguzada a los extremos, plaza o espacio abierto en el cual se que invariablemente terminan en punreúnen los hombres y se baila en la ta. La cuerda se hace con tiras dé noche. A veces suele haber en las cuero de corzuela retorcido. Las flechas son de distinto tipo; en proximidades de esta plaza una choza exclusivamente reservada para los las modernas predominan las puntas lanceoladas de hierro, pero antes, las hombres. El arco y flecha comienza ya a es- hicieron de madera, más o menos de la casear entre los indios del 'Chaco, ha- m.isma forma; otras más escasas son biendo sido en otro tiempo arma de simples puntas de madera dura aguzada, a las cuales suelen hacérseles errtaamplísima difusión. Para confeccionar lladuras cuando tienen sección prismáun arco emplean madera de jacarandá; deben buscar para ello un árbol de tica rectangular o triangular y éstas tronco recto v sin defectos; si el árbol son empleadas con preferencia para la: pesca; pero para este fin, suelen fabries corpulento se limitan a desprender una astilla tan larga como desean ha- car especialmenfe' otras flechas muy cer el arco, cortándola en ángulo en- aguzadas y derechas en las cuales insertan próximo a la punta, una especie trante, pero si el diámetro es pequeño prefieren derribarlo y cortar .el rollizo de uña postiza saliente, que da al arma que luego partido longitudinalmente da todo el aspecto de un arpón. Hay que materia prima para hacer seis o siete mencionar también las puntas de flecñas mochas para matar pájaros. El arcos. . Con la madera ya preparada se co- . ástil es en la. actualidad hecho con caña de' Castilla, pero antiguamente y aún mienza un trabajo de desbaste a- hacha y cuchillo, paradarle después, en defi- en la actualidad cuando escasea la caña
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En cada toldo frecuentemente
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hay una VIeja o un viejo como éste, es afectuosamente atendido pOI' sus familiares
Cacique Tofai, Nótese los botones que este indio lleva incrustados en los lóbulos auriculares y el silbato de señales que ostenta colgado del cuello
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tejiendo un g,'an manto de lana que será usado por el esposo de alguna de ellas, pues las mujeres se cubren con mantos de pieles
fabrican los ástiles con varillas de suncho. El emplumado lo hacen con plumas cortas y es empleado invariablemente entre los grupos Guaycurú, pero entre los Mataco-Mataguayos predomina la flecha sin emplumar, Un arma terrible, de uniforme distribución en todo el Chaco, es la maza rompecabezas empleada en la guerra y en la caza; generalmente está hecha con palo santo, que es una madera dura y pesada; el jacarandá que es un poco más liviano, pero quizá más resistente, es también empleado para este fin, La 'maza en cuestión es de forma cilíndrica con' una dilatación en su extremidad y otra menor hacia la empuñadura; su longitud varía entre ochenta centímetros y un metro; los indios suelen manejar esta maza con un vigor extraordinario y una gran destreza, que les permite golpear no solamente empuñándola sino también arrojándola desde cierta distancia, La boleadora parece haber sido usada
entre algunas agrupaciones; en la actualidad algunos indios las usan para atrapar avestruces; pero la mayoría de ellos prefieren la escopeta o bien el arco y la flecha; durante mis viajes, sólo he visto en poder de los indios un número muy limitado de boleadoras, Todavía se encuentran algunas viejas lanzas; los ástiles son bastante bien confeccionados con madera de jacarandá, ,tienen una longitud de dos metros aproximadamente y los dos extremos son aguzados; todas sin excepción menos en un caso, tenían punta de hierro; pero no es inverosímil que la forma típica de lanza chaqueña fuese el simple palo aguzado, sin el aditamento de metal de procedencia europea, Los niños de los indios suelen fabricar para cazar pájaros unos arcos rudimentarios con doble cuerda" con los 'cuales arrojan bolillas de arcilla, Cada ,aldea tiene un cacique pero su autoridad no es rígida y su actitud hacia sus gentes es más bien paternal;
LOS INDIOS
CHUNUPI
DEL CHACO BOREAL
Entrada
a una choza chunupi
Una típica aldea chunupi
con sus características
chozas hemisféricas
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del
La belleza de formas, característica de los chunupi, se manifiesta en estas mujeres en toda su plenitud .
con todo, el consejo del cacique es escuchado y muchas veces se siguen sus indicaciones pero bajo la influencia de un prestigio personal más que por la autoridad del cargo mismo. La influencia de. los hechiceros es mayor que la del cacique en algunos casos, sobre todo cuando el hechicero actúa en función de protector social del grupo, sea para pedir abundante fructificación o para conjurar algún peligro real" o imaginario que amenace a la tribu. En los Chunupi como en las otras
tribus del Chaco la familia es monogámica pero, eventualmente, los caciques tienen dos o tres mujeres. Los hijos son afectuosamente cuidados y ningún género de coerción se ejerce para imponerles normas de conducta; la educación infantil es activa y los niños juegan imitando a los' mayores e insensiblemente llegan a la pubertad y edad adulta. En la educación de las mujeres se siguen los mismos métodos que en la de los varones, pero entre ellas .la pubertad es celebrada con ciertos r-ttos especiales.
En
esta
mujer aparece íntegro el tatuaje rostro caracter-ístico de la tribu
(Fotos cortesla 1,
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del Sr. Carlos Rochol,
A.mnción)