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LA PIEDRA DEL SOL Y EL CALENDARIO AZTECA Pocas piedras de América, exceptuando la Puerta del Sol de Tiahuanaco, han sido objeto de mayores discusiones que aquella mole de casi cincuenta y cinco toneladas de pórfido basáltico tallado, conocido como la Piedra del Sol. Difícilmente puede ser olvidado el famoso monolito: la faz del Sol aparece, a primera vista, como engarzada entre una aparente maraña de jeroglíficos y de figuras geométricas que semejan los rayos del astro rey.
por DANIEL HAMMERL Y DUPUY La Historia del Anáhuac y las Piedras Solares
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Piedra del Sol nos recuerda a México y México nos hace recordar ese monumento, tal como relacionamos la esfinge y las pirámides a Egipto y Egipto a las pirámides y a la esfinge-o.. En remotos días precolombianos el valle de Anáhuac ("en" o "sobre el agua") recibió una formidable avalancha humana que desalojó a los otomies. Los invasores chichimecas abandonaron la vida nómada para entregarse alas actividades agrícolas. Floreció entonces una cjvilización que se desarrolló en Tola (razón por la cual se la llamó tolteca) y culminó en Teotihuacán donde se levantaron las grandiosas pirámides al Sol y a la Luna. Los recursos de su ciencia y la magnificencia de sus artes eran tales que despertaron la codicia de los fascinados meshicas o aztecas que se transformaron en conquistadores y herederos de los conocimientos y de las maravillas q.ueeran el fruto de largos siglos de vida sedentaria, Entre el valioso legado de conocimientos figuraban los de carácter astronómico y cronológico e, indudablemente el calendario. , A principios del siglo XIV los aztecas fundaron la ciudad de Tenochtitlán, capital del Anáhuac, sobre una' isla del lago Tezcoco. La Piedra del Sol aparecía incrustada en un lugar conspicuo de los muros del gran teocali o templo principal, ubicado en el centro de la ciudad. La famosa figura, con los mismos signos, aparecía en la 'faz, más destacada de otros elementos del culto, tales como los temalacail o piedras gladiatcrias, los
iechcatl o altares de sacrificios y los qua uhxica li (copa de .águila) en los cuales eran depositados los corazones .de las víctimas humanas. Tales motivos' escultóricos, aún cuando eran aplicados al culto en general, tuvieron su origen en la astrología y, especialmente, en la heliolatría. Supónese, por razones que mencionaremos luego, que la famosa Piedra del Sol fué erigida por Moctezuma 1, sábese, sin embargo, que desde los días del intrépido Tizoc ese mismo motivo ornamental figura en los temalacatl, Las piedras gladiatorias recordaban las hazañas guerreras del donante mediante las esculturas alusivas labradas en contorno. Tales donaciones constituían un evento muy celebrado y de gran significación para los aztecas. Recuérdase que el último MoctezUllla hizo labrar un gran temalacatl que fué transportado desde Aculco a través del lago Chalco, pero al cruzar uno de los canales los soportes del puente cedieron bajo el peso de esa masa gigantesca y la piedra gladiatoria se precipitó al agua desde donde no fué rescatada, ..
La Conquista de México y la Piedra del Sol En octubre de 1519, Hernán Cortés se presentó ante la ciudad de' Tenochtitlán (luego México) para ver con sus propios ojos los esplendores del oro, del cual el expedicionario Juan de Grijalva había oído hablar meses antes de labios de algunos lejanos súbditos de Moctezuma Il. Cortés fué recibido como amigo pero, después de seis días, el osado huésped de honor' aprisionó a Moctezuma en su propio palacio, logrando,
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•así gobernar. a los mexicanos por me- varios miies de indios otomies, se rea.,,aS.aciónde este tlaieculi (jefe de hombres) -Íizó una vance simultáneo y arrollador que ya reunía la autoridad militar y por las tres calzadas principales. Cortés religiosa. penetró resueltamente por la calzada de Durante más de un' año los españoles Izfapa lapán y marchó sobre el gran teocali donde estaba la Piedra del Sol, pudieron ver de cerca la vida habitual de ese imperio exótico, contemplar el destruyendo e incendiando ese gran templo. Esto acontecía el 13 de agosto ritual de un culto incomprensible, atisbar los deslumbrantes tesoros de oro, esme- de 1521, marcado en el calendario indí. raldas y otras piedras preciosas, y ver gena como el día 1 cohuatl del año 3 continuamente esa piedra enigmática Cali. del Sol, cuya figura aparecía repetida Tenochtitlán, la hermosa ciudad de en tantas partes y objetos. los lagos, quedó reducida a un caos de Aunque recibieron de Moctezuma ruinas humeantes entre las cuales se diversos utensilios de oro por valor de arrastraban sus habitantes famélicos, más de 600.000 pesos, la sed abrasadora ún~cos supervivientes de los sangrientos de riquezas, el ansia incontenible de combates y de los 50.000 pobladores botín, provocaron un incidente de gra- que habían perecido por la peste. Neceves consecuencias. Varios nobles aztecas sitáronse varios días para limpiar la fueron asediados, masacrados y despo- ciudad y algunos meses para reconsjados de sus joyas mientras asistían a truirla. En ese tiempo practicóse una un festín solemnisimo que todos los cuidadosa búsqueda de joyas y ornaaños realizaban' en el mes de Toxcatl, mentos de oro; pero como sólo se lograra según su calendario y las prescripciones reunir objetos por valor de unos 380.000 de su ritual. Durante varios' días la pesos se \ometió al tormento al valiente sangre regó .la~ canes de la capital. La Cuauhtemoc, último jefe de los meshicas. misteriosa muerte de Moctezuma emFué mientras se realizaba esa frenética peoró la situación y Cortés ordenó la búsqueda de riquezas cuando se trató retirada. Capitaneados por el joven de hacer desaparecer todo ornamento . Cuauhtemoc los indígenas hicieron pe- que .recordare el culto autóctono. recer a. casi todos los contendientes A la piedra gladia toria Jel tlaieculi en las aguas de los canales y del lago. Tizoc se la quiso despedazar, como queda evidenciado por las mutilaciones De esa "noche triste" solamente Cortés y veintitrés españoles heridos lograron que ostenta. Según algunos autores, estaban por transformarla en adoquines salvar la vida. El regreso de Cortés con sus' refuerzos para empedrar las calles cuando inter-· vino el clérigo Gam boa quien logró se hizo por las montañas. Allí preparó las piezas de los bergantines que fueron que ese iemalacatL fuese sepultado al llevadas hasta orillas del lago sobre los noreste del cementerio parroquia], donde hombros de 8.000 tlaxaltecas escoltados permaneció hasta 1824. A la Piedra del Sol también le cupo la suerte de ser 'sepor 20.000 indios de la misma raza. Habiendo hecho romper el caño de agua pultada, siendo extraída, el 17 de dique desde Chapultepec surtía a México; ciembre del año 1790, al practicarse la. nivelación para el nuevo empedrado de y habiendo ocupado las principales la Plaza Mayor de México (*). Luego vías de comunicación entre la ciudad y el exterior del lago, Cortés aprovechó la Piedra del Sol fué empotrada en la el viento favorable para precipitar los torre occidental de la Catedral, mirando, al poniente.• desde donde fué trasladada bergantines, con' piezas de artillería, sobre unas quiQientas' embarcaciones. al Museo Nacional de México, en agosto de los meshicas. De este modo la ciudad de 1885. Desde entonces ha llegado a lacustre quedó definifivamente sitiada. Después de un asedio de setenta y cinco (') El Virrey, el Conde de Revillagigedo, encomendó días, en el curso 'de los cuales se reali- el estudió del .monolito a don Antonio León y Gama, quién. publicó sus resultados en la obra titulada "Las zaron- vanos asaltos con el apoyo de dos Piedras", I
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Una página del Códice Borgia donde aparecen los signos de los veinte días del "mes" y, en circulas, los signos que lo dividían en cua tro períodos de cinco días
ser el monolito más famoso de México. Los turistas suelen llevar miniaturas del mismo como un'~ecuerdo del desaparecido imperio de Anáhuac ...
Los veinte jeroglíficos que en los códices aztecas represeIltan los días, aparecen en la famosa· piedra dispuestos én el círculo que contornea a las diversas figuras que rodean al sol. Veamos cuál Los Veinte Signos Fundamentales era el nombre de ellos y cuál su signiLos cronistas de la conquista de Mé- ficado literal y figurado: xico hacen frecuentes referencias a la El primero de los signos es Xipactli astrología de los aztecas. Los sacerdotes (cocodrilo) y represen ta la fertilidad; nativos determinaban las fiestas del aparece a .la izquierda del triángulo año por la Piedra del Sol, valiéndose de que está directamente sobre el sol y el numerosos factores" de los cuales los. diagrama' lleva el número 1. Continuando en el sentido inverso al de las antiguos españoles no parecen haber tenido una idea muy clara. aguJas del reloj, le siguen: 2°) EhecatL
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.. (cabeza del dios del viento), tipifica la inestabilidad. 3°) Ca!i (casa), que implica reposo. 4°) Que!zpa!in (lagarto),
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prendidos al comprobar que los nmos tenían nombres de animales y plantas, pero el motivo de esta costumbre quedó aclarado cuando se supo con certeza que a éstos se les daba el nombre del día en el cual nacían.
representa la fecundidad. 5°) Cohuatl (serpiente), simboliza pobreza e indolencia. 6°) lI1iquizt/i (calavera), signo de desgracia. 7°) lI1azat! (ciervo), signo El misterioso signifinefasto que representa timidez .. 8°) cado de Tonalámatl 1'ocht/i (liebre), signo de suerte y de fertilidad. 9°) At! (agua), tipifica aliLos sacerdotes meshicas trataban de ocultar 'el mecanismo de su curioso mentos y muerte. 10°) Itzcuinili (perro), implica rango y fortuna. 110) Üzomatli calendario. Esto excitó el furor de los (mono), representa habilidad, destreza conquistadores. El franciscano Bernarinconstancia. 12°) lI1aLinaLi (hierba, dino de Sahagún insistía en que los liana), signo de desgracia. 13°) rlcatl signos esculpidos sobre la famosa Piedra (caña) significa nulidad, vacuidad. 14°) del Sol eran la causa de todas las supersÜceloll . (jaguar), implica éxito en el ticiones e idolatrías, que como sólo computaban períodos de 260 días no amor y en la guerra pero sugiere muerte tenía el carácter de calendario ni merepor sacrificio. 15°) QuauhtLi (águila), simboliza coraje en la guerra. 16°) Cozca- cía tal título y que, por lo tanto, todo quauhtli (buitre), significa longevidad. objeto donde se representaran tales sig17°) OLin (moviminto ánuo del sol), nos debía ser quemado o despedazado. emblema del movimiento en general y Otros opinaron que la piedra en cuest ión de los terremotos; este jeroglífico re- no era sino un reloj solar. Tales supopresenta .variaciones en la fortuna. 18°) siciones no deben sorprendernos cuando, TecpatL (pedernal), es tenido por signo 'en una obra del Instituto Gallach, 'se de esterilidad. 19°) QuiauitL (cabeza' de afirma que ese notable monolito, "era Tlaloc, dios de la lluvia), emblema de la sencillamente de carácter solar, en e) que colocaban los corazones de. los 'sa-' lluvia y signo de desventura. 20°) XochitL (flor), signo de cualidades artísticas. crificados después de haber sido censa- '. grados al Sol". ("LaJ' RazaJ' Humanns", Trece de los veinte días nombrados son tipificados por ejemplares de los pág. 82, Barcelona 1928). No es posible reinos vegetal y animal. En los monu-' negar el carácter astrológico con el cual mentes y manuscritos, la representación' especulaban los sacerdotes aztecas resde esos signos no es siempre exacta- pecto a la Piedra del Sol y a sus' repremente la misma. Xipactli (cocodrilo o sentaciones en otros monumentos 'y animal del agua), tan pronto figura objetos, pero tampoco es permisible como un animal con patas como con olvidar que el tonalámatl (de tonali "día" aletas, pe.rp más frecuentemente sólo y amatL '''libro''), estaba basado precifigura la cabeza. AtL (agua) es repre- samente en la serie de veinte signos, de sentada de maneras notablemente di- dicha piedra. Los códices méxicanos demuestran versas. [izcuintli (perro) muchas veces está simbolizado por una oreja sola que los veinte días estaban relacionados y otro tanto ocurre con Ücelotl (jaguar ) con trece divinidades que hacían las que, en tal caso, sólo difiere, por las veces de "señores dé los días" .'El número . manchas circulares. lI1a lina Li (hierba) .trece gozaba entre los meshic~s de un suele representársela por, una mata de prestigio extraordinario. Está. destacado pasto que Crece entre un maxilar in- en el cuadro superior de la Piedra del ferior o una liana. Tecpaü (pedernal) Sol. Además de las trece divinidades aparece comolun simple guijarro, como tutelares, recordaban que Quetzalcoatl, una piedra labrada y aún como un cu- después de haber descendido del Sol para instruir a los hombres, se había chillo. Los otros .signossuelen .presentar ido sobre una almadía formada por trece igualmente injteresantes variantes. .Los antiguos cronistas quedaron sor- serpientes. Como decían que ese per-
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La famosa Piedra del Sol, notable calendario por el cual se 'regfa la. vida comercial, social S religiosa bajo el imperio de los aztecas. El peso del monolito se calcula en··24.400 kilogramós y tiene 3.66 . metros de diámetro .. . (Dibujo del autor)
sonaje mitológico había prometido re- en la segunda serie de trecenas : Ce-Ocelotl (Uno-Jaguar), le seguía el Ümegresar por el occidente, cuando Moctezuma tuvo las primeras noticias· del QuauhtLi (Dos-Aguila), etc. Así seguían un ciclo ininterrumpido de los veinte arribo de Cortés, supuso que se trataba del regséso del anciano Quetz~lcoatL signos precedidos por una serie igualLos días sé contaban por la sucesión . mente continua de. los trece números. ·confÍima de losveinte signos delante de Por este curioso procedimiento, al cabo cuyo· nombre se anteponían las voces -de la repetición de trece series completas de los números del uno al trece. Vale de los veinte signos, vale decir a los .260 decir que los días llevaban los nombres días, el primer signo de la siguiente serie de Ce-Xipactli (uno-cocodrilo), Üme- volvía a estar acompañado del número Ehecat! (dos-Viento), Yei-Cali , (Tres- uno: había trans.currido un tonalámall. ¿Cuál era el significado del tonalámaiil Casa), Naui-Lagarto, JI1acudli-SerHasta ahora se trata de. un enigma no piente, Chicua-ce-Calavera, Chic-omeCiervo, Chicu-ey-Liebre, Ch icu-n.auidescifrado. Algunos autores han suAgua, JI1atLaciLi-Perro, JI1atLaciLi-once- puesto que este período estaba basado en el tiempo aproximado de una gestaMono, JI1actantLion-ey-taña. Habiendo correspondido así los trece números ción, otros en la combinación de algunas a los trece primeros signos, con el si- cifras sagradas (5,13,20) y aún otros guiente signo si! iniciaba otra serie de lo han relacionado con los movimientos trece números, de modo que al signo .de la Luna. La predilección que tenían por la décimo cuarto de la veintena de jeroglíficos le correspondía el número uno astrología los antiguos habitantes del
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¿Era la Piedra del Sol únicamente :·;~Anáhuac bien podria dar la pauta del tonaLámatl. Los sacerdotes que acom- una tala de adivinación? ¿Sería acaso pañaban a los conquistadores, en su el tablero monumental de un juego en honor del astro rey y de su séquito escampaña de catequización sistemática telar? ¿Tratábáse solamente de un caprohibieron el ejercicio de ciertos juegos que tenían un simbolismo astral. El lendario ritual y arbitrario que sólo TLachtli era jugado en honor del Sol y contaba con 260 días? de la Luna; en el juego de Los Voladores La clave del año Azteca participaban cuatro personas, cada una Mal podrían contar con un año de de las cuales debía dar trece vueltas para realizar un juego completo, su- 260 días los herederos de los conocimando las cuales daba la cifra 52 que, mientos astronómicos de los toltecas, Además del tonalámail o "libro de los como luego veremos, era el número de años de un importante ciclo de la cro- días", que también era del dominio de los mayas de Yucatán, los aztecas conología azteca. No debemos olvidar, además, que nocían lo que denominaban ionalpohuali (lonaLi "día" y pohuali "cuenta"), o hace pocos años Don Alfonso Caso descuenta de 103 días, que contaba con cubrió, entre los indígenas de la Sierra 365 días formados por dieci~cho veiride Puebla, un antiguo juego denominado tenas más cinco días. "patolli" que, después de pacientes Los 365 días del año eran calculados investigaciones en antiguos códices y textos, ha sido reconstruído por el se- sobre la base del ionalámatl que figuraba ñor Salvador Mateos Higuera. En el en la Piedra del Sol, o en otras inscrip"patolli" se usaban como fichas cinco ciones semejantes. Esta' circunstancia piedrecitas que debían hacer un reco- hizo que a los ojos de los españoles el rrido de cincuenta y dos casillas (5 X 52 presunto calendario fuera tenido. por =260), lo cual da exactamente el nú- una superchería. Evidentemente, ese, mero de días del ionalámatl o "libro de sistema de cronología era de una iextremada complejidad. ' . los días", también llamado CemiLhuiAl practicar el cómputo de los dias: tlapohualiztli o cuentas de las fiestas rituales. Es interesa~te notar, en con- del año, al día 260°, que completaba mí secuencia, que' en la Piedra del Sol, tonalámail o trece veintenas, le seguía el día 261° que, por comenzar un nuevo. hacia el exterior del círculo que contiene tonaláma tl, era llamad o día' 1° y,' por" los signos de los días, aparece yuxtaidénticos motivos le correspondíilel' puesto otro círculo dividido de casilleros mismo signo que al primer día: del, año; que contienen cinco puntos cada uno. otro tanto ocurría con los días subsiPi y Margall hace notar que los aztecas dividían la veintena de días en cuatro guientes. ¿Cómo saber, entonces, si .S~:. trataba del día primero delañoó, del '. períodos iguales llamados "quintiduo" día 261°? ¿Cuál era el método. usado y que cada cinco días había uno festivo denominado TianquiztLi, en el cual rea- por los aztecas para distinguir'-Iós días del año? Este problema ha sido satislizaban grandes ferias. factoriamente resuelto por M; de J onghe En el ChaLme~ac o Colegio Sacerdotal de los.meshicas, .se hacía dela mitología, ' en su obra "Le Calendrier Méxicain". El estudio del "C'Odex.BorbonicusIe per-de la ast-rología y, muy especialmente, del ionalámatl, un estudio muy detenido mitió averiguar que,. así como había trece "señores del día", contaban tam'siendo que éste' desempeñaba un papel bién con nueve' ',yohuaLtecuhtin . o "seimportantísimo .en la 'vida sacerdotal. Para los magos; el tonalámatl hacía las ñores de la noche". Siendo que 260 no es divisible por nueve, al' día 261°, en veces de un instrumento de adivinación tod510 demásidéntico al día 1° del año, donde figuraban-los diversos elementos no le correspondía el mismo señor deIa que servían de i factores para formular augurios hasta !para las cuestiones ofi- noche. Las nueve divinidades tutelares ciales. ' de la noche 9ue ,daban la clave' d:el
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• La figura central representa la Piedra del Sol. La~ partes de la misma que aún no han sido interpretadas aparecen en líneas punteadas. Los números indican la ubicación de los signos de los días y éstos están representados más afuera según los diseños que figuran en diversos códices .
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año azteca, eran: Xiuhtecuhtli, Itzli, décadas y' evidencia que los años coPilzinteotl, Tzinteotl, Mictlantecuhtli, meneaban en. los signos CaLi (casa), Chalchiuhtlicue, Tlazolteotl, Tepeyo- -Tochili (liebre), dcatL (caña) y TecpatL Ion y Tlaloc. ·(pedernal). - Estos cuatro signos; que Siendo que el tonalámatl siempre. se~vÍan de soporte al año, en la Piedra comenzaba -con el signo Xipactli (co- del .Sol aparecen a la base-de los triáncodrilo) ¿cuál era el signo que daba . gulos más cortos .. (En el diagrama de comienzo al año? Esta há. sido una cues- esta página llevan los números 3, 8, tión muy controvertida por los autores 13 y 18). antiguos y por los modernos. Gracias El año solar o tonalpohuali tenía a un manucristo coleccionado por Hurn- otras consecuencias interesantes en su boldt y estudiado por E. .Seler se ha vinculació~ con' el ionalámatl. Siendo podido llegar a una conclusión defi-. que el año estaba formado por dieciocho nitiva. Dicho manuscrito contiene la veintenas y un quintiduo [(18 X 20) + lista de fiestas para un lapso de dos 5 = 365]; cada año, respecto al anterior,
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': ~omenzaba 'cinco',signos más adelante, .. vale decir que, al cabo de un ciclo de cuatro años, el año solar volvía a comenzarpor el mismo signo, Además, como al año solar le correspondía anualmente una cifra diferente relacionada con las trecenas [(28 X 13) 1 = 36SJ, si al primer año le correspondía la cifra 1 (Ome), al cuarto le tocaba la cifra 4 (naui), al quinto la cifraS' tmacuilli), al siguiente la cifra 6 (chicua-ce), etc. así sucesivamente hasta llegar al año décimotercero, que le correspondía la cifra 13 (macfantLi6n-ey), De modo que, al cabo de cada período de trece años, el año solar principiaba nuevamente por la misma cifra, pero con signo diferente, Tal período recibía el nombre de tia lp iLi, Ambos ciclos, el de cuatro años y el de trece, son de alta 'estima para la cronología mexicana,
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El Ri tu al y el Calendario Cada uno de los veinte signos de los días estaba, asociado a una divinidad determinada a las cuales había que rendir el homenaje debido. Los mercaderes, quienes generalmente salían en caravanas, tomaban buen cuidado de iniciar sus jiras en signos propicios. Durante la jira cumplían puntualmente con las estipulaciones rituales vinculadas al calendario, y cuando regresaban no se atrevían a entrar en la ciudad cuando era día con signo nefasto. ~", El ritual azteca se caracterizaba por sus danzas, con música y canto, y por sus numerosas ofrendas y sacrificios. Salvatierra afirma que los estilos de bailes pasaban de treinta. Frecuentemente vestían con trajes cuyos ornamentos exhibían los símbolos y atributos de los dioses a quienes ofrecían sus danzas. Dos cdanzantes se aproxi. maban en semicírculo al altar para retroceder y voI~er a aproximarse. Durante las grandes fiestas los bailes se realizaban en las' plazas formando círculos concéntricos e hileras radiales que salían del centro donde estaban los músicos. Realizábanse armoniosos movimientos de conjunto para que esa disposición, que' ~mitaba la Piedra del
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Sol, conservara la figura 'a pesar del movimiento de rotación continua. Este efecto se lograba disponiendo a los ancianos cerca del centro y a los jóvenes hacia la, periferia: los bailarines fatigados eran renovados sin interrumpir la danza. Los sacrificios eran incruentos o cruentos. Entre los primeros estaban las imágenes hechas de pastas de maíz y las ofrendas de flores. Los sacrificios cruentos. .eran practicados por la inmolación de animales o de seres humanos de diversa edad, sexo'y condición, según fueran los requerimientos del ritual para la ocasión. Generalmente los sacrificios humanos se realizaban con auxilio de cinco chalmecas que sostenían a la víctima sobre el altar del sacrificio (techcatL), donde el sacrificador, con una cuchilla de obsidiana, le arrancaba el corazón que era inmediatamente ofrecido a los labios de la divinidad, antes de ser guardado en un recipiente a propósito (quauhxicaLi). Los sacrificios gladiatorios eran un símbolo de combate: el prisionero quedaba amarrado al iemalacatl o piedra gladiatoria, pero con armas y cierta libertad para defenderse sucesivamente de sus cinco antagonistas. Si", vencía se le concedía libertad. Valiéndose de su calendario religiosoastronómico basado en el tonalámatl, los sacerdotes indicaban diariamente cuáles eran las ceremonias y los sacrificios que debían ofrendar se a las diversas divinidades del exuberante panteón del
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Según Clavigero, Sahagún, Torque~' mada, Durán, Ioyce y otros, el .año . azteca comenzaba el primer día de Atla"' cahualo, que correspondía al 6 de febrero de nuestro calendario. Tal fecha daba opor-tunidad para grandes cere--monias y regocijos populares. Las veintenas, llamadas "meses" por los españoles de la conquista, recibían el nombre, de la festividad que se realizaba en su último día. Los "meses" recibían, por lo tanto, 'los siguientes nombres: 1°) Atlacahualo, 2°) Uacaxipeualitzi, 3°) Tozoztontli.i-l'') Ue,Í-To7.0ztli,'. 5°) Toxcatl, 6°) Etzalquatiztli, 7°) Tecuintontli, 8°) Uei~Tecúiluitl,9°) Tla-
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La Piedra de los Sacrificios del Museo Nacional de México (Cortesía de la Dra. V ictoria Gukowsky)
xochimaco, 10 Xocouetzi, 11°) Ochpaniztli, 12°) Teotleco, 13°) Tepeiluitl, 14°) Quecholi, 15°) Panquetzaliztli, 16°) Atemostli, 17°) Titil, 18°) Izcali. Para completar el año, además de las dieciocho veintenas añadían cinco días suplementarios gue, según los escritores antiguos y de acuerdo con Jonghe y Beuchat ("Manualde Arqueología Americana"), comenzaban al cuarto día de finalizado el primer tonalámatl del año. Esos días intercalares recibían el nombre de nemoniemc que, al decir de algunos, quiere significar "los días que no sirven más que para contar". Tales días. eran tenidos por tan nefastos y aciagos que a los que nacían en ellos les llamaban NetLacatL o _Vencioacatl, "hombre o mujer pa:a nada". Durante los neinontemí se suspendían los juicios y los enfermos eran ·abandonados "por creerseimposible el. menor alivio. Entre los aztecas 16s d ias complementarios no 0)
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estaban bajo la protección de sus res_o pectivos "sefíores de la noche"; los mayas, en cambio, contaban con un dios especial para esos cinco días. i
La Solemne "Atadura de los Años" ¿ConoéÍan los aztecas el verdadero valor del año solar? ¿Practicaban la adición 'de un día en los bisiestos? He aquí otro importante problema -que ha ocupado a muchos estudiosos. Es indudable que deben haber conocido el verdadero valor del año solar y dados sus conocimie¿tos "astronómico s habrían notado que un año civil de 365 días era ins rficierite, siendo q:J.e cada ciclo cuadrienal éste se retrasaría e.n un día con respecto al año astronómico. .. En su "Historia Universal de las Cosas de Nyeva Españá' Sahagún supone que en el último año de cada período cuadri"C~al los días complementarios eran
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Altar sobre el cual se dedicaban al Sol los corazones de las víctimas. En la parte superior están esculpidos los mismos signos que en la Piedra del Sol, por cuyo motivo suelen ser confundidas. Nótese en el centro la depresión circular para: contener los corazones, y la ca na leta para la s.i lida de la sangre (Foto C. B. White, México)
6 en lugar de 5. Aduce como prueba en favor de sus hipótesis que cada cuatro años los aztecas realizaban una gran fiesta en honor del fuego y qt:e en tal ocasión oradaban las orejas de los niños de ambos sexos. Mientras Torquemada y Motolina conjeturan que los meshicas ignoraban cualquier clase de intercalación, Sigiienza, Góngora, Jacinto de la Serna y otros escritores posteriores, han. opinado que cada 52 años de 365 días, famoso período denominado xiuhionali, se intercalaban 13 días embolismales. Esta tesis, aceptada por Humboldt y Orozco y Berra con algunas salvedades, no afectaría la continuidad del ciclo de cuatro años ni el de trece años en sus interesantes relaciones con ellonaLámatl. Esta es la solución que goza con mayor número de simpatizantes aun cuando hasta la fecha, no ha aparecido ninguna prueba documental' fellaciente. Pi y Margall señala que los cinco puntos que están bajo la. figura central de la Piedra del SoLsimbolizan los días complementarios mientras el punto que se halla ubicado hacia la izquierda sería el signo de los años bisiestos. El xiuhlonali es pues, un período de 18.980 días que,: por ser exactamente cincuentidós tonalpoh.uali o años de 365 días. (52 X $65) y, con la misma exactitud, seten titrés . ton alámatl (73 x
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260), resulta ser así una cifra común en la cual concuerdan esos dos importantes períodos. La consecuencia del xiuhionali era que, siendo el múltiple común, al cabo de 18.980 días el año solar comenzaba ~uevamente con el mismo signo y la misma cifra. Cada vez que se acercaba el término de un xluhtonali los habitantes del Anáhuac se llenaban de terror porque, según decían, el Sol se extinguir ia al fin de uno de tales ciclos, Cuando se aproximaba el último día del 73° tonalámatl apagaban las hogueras y las luces, dejaban extinguir el fuego de los altares, rasgaban sus vestiduras, despedazaban los muebles y rompían los idolillos. Según el testimonio de Torquemada, el terror era tan grande que encerraban en los graneros a las futuras madres y a los hijos les cubrían las caras con hojas de magüey. A la quinta y última noche el pánico llegaba a un paroxismo ante el supuesto peligro de la extinción definitiva del Sol con su secuela de desastres sobre la Tierra. Entonces los sacerdotes salian en procesión desde el gran teocali que estaba emplazado cerca de la actual Catedral de México . .Vestidos con ropajes que recordaban el culto de las diversas divinidades y en las tinieblas de la noche, realizaban una marcha solemne mientras conducían hacia el sacrificio al más noble de los prisioneros. La columna de chalmecas era seguida por la muchedumbre que también marchaba con paso grave y lento para llegar, cercá de la media noche, a la cumbre del Uixachtlán. Allí escrutaban el cielo, en profundo silencio, y cuando comprobaban que las Pléyades habían llegado al cenit; los sacrificadores abrían el pecho de la víctima y sobre ella frotaban entre sí dos maderas que traían para encenderj el fuego nuevo. Logradpeste objeto hacíase arder una gigantesca hoguera donde echaban el cuerpo de la sacrificada víctima. Miles de personas aguardaban. ansiosas, ese momento y, cuando desde 'las laderas de la montaña, de las colinas circundantes y de' las plataformas de los templos de Tenoch~tlán vislumbraban el fuego, un alarido de
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Un sacrificio gladiatorio: el prisionero lucha por su vida. El artista Gilbert James ha omitido la representación de los signos de la Piedra del Sol que aparecen sobre el temalacatl del M. S. RamÍrez donde se ilustra una de estas escenas
júbilo brotaba de todos los pechos ... La procesión regresaba apresuradamente a la ciudad llevando las antorchas encendidas en el fuego sagrado y con él iluminaban los altares, encendían las piras de los templos, los braseros de las chozas y los hogares de las mansiones. El fuego del nuevo xiuhlonali era llevado velozmente a las poblaciones lejanas. Cori tales ceremonias y una vez salido el Sol quedaba realizada y confirmada la ioxihmolpilia o "atadura de los años". -La nueva lumbre simbolizaba el pacto renovado con los dioses .a los cuales ofrecían abundantes ofrendas en el curso de los trece días subsiguientes. Durante esa trecena de regocijos pintaban, amueblaban y esterillaban nuevamente las casas, tejían otros vestidos y adquirían nuevas alhajas e imágenes de los dioses tutelares. Tales zozobras no habrían .de repetirse sino al término de otro xluhionali, vale
Antiguo
plano
de México conquista
en la
época
de
decir, después de 52 años al cabo de los cuales el sol estaría otra vez en peligro.
Los cinco Soles Mítoléglcos Los habitantes del Anáhuac creían que se habían extinguido cuatro soles y que estaban bajo el imperio del quinto al cual aguarda igual fin desastroso. Según tradiciones, que habían tomado un carácter mitológico, cu-ando se extinguió el primer Sol, la Tierra fué arrasada por. u,n catastrófico diluvio; cuando el segundo Sol finalizó su misión la Tierra fri;é azotada por vaporosos huracanes; la tercera edad terminó por las erupciones volcánicas y los siniestros incendios que' iluminaron el planeta mientras había desaparecido el tercer Sol; 'la' cuarta ~dad había fina]i~ado cuando, al. apagarse el cuarto Sol, ~l hambre azotó a la 'humanidad, los jaguares invadieron las' poblaciones y desapareció la afamada ciudad de Tola. Tal es el Orden de esa sucesión de soles. .
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REvrSTA
GEOGRAFICA-
según el códice Vaticano. Luego el año Caña (J!1aclántLion-ey-acatL) repre.. sentado en la parte' superior del famoso monolito, nació el Sol presente que, según la mitología azteca debía desaparecer al fin de un xiuhtonali, circunstancia en la cual la Tierra sería sacudida por un violentísimo terremoto. En la Piedra del Sol .los cinco soles aparecen representados por las fechas de sus respectivas fiestas conmemorativas. A los lados del rostro central del Sol contemporáneo están cuatro espacios rectángulares: en el de abajo, a la derecha, aparece el signo Naui-dtL (4 Agua) en el cual figura una especie de embarcación que recuerda el diluvio; el otro cuadro de abajo contiene el jeroglífico Naui-Qúiauitl (4 Lluvia); arriba, a la izquierda, está N aui-Ehecatl (4 Viento) y, hacia la derecha, el cuadro donde aparece una cabeza de jaguar, -Naui-Ocetott (4 Jaguar). Al Sol los aztecas lo llamaban Tonatiuh y, en honor del mismo, realizaban una ceremonia excepcional en la fecha NauiOlin (4 Movimiento): por este _motivo la figura central recibía este nombre y a sus lados aparecen cuatro redondeles. Entre las figuras descriptas aparecen los signos Ce-Quiauitl, Chic-ome-Ozomaili cuya aplicación en el calendario es todavía desconocida. El signo Ce-TecpatL (1 Pedernal), según Joyce, ("Mexican Archaeology") era el jeroglífico usado para el nombre de Moctezuma. Pero contra la hipótesis de que la Piedra del Sol databa de los tiempos de Moctezuma 1, está la tradición de haber sido esculpida por los toltecas, la" cual concordaría con el mito que atribuye ese calendario a la deidad tolteca Ouetzalcoatl: En realidad, el tonalám;;tL, y el tonalpohuali estereotipados en la Piedra del Sol presuponen los conocimientos astronómicos de la edad de oro de la civilización tolteca. No debemos olvidar que, además de los dos sistemas de cómputo del tiempo ya nombrados, los habitantes del Anáhuac tenían un calendario venusiano que implicaba mayores conocimientos astronómicos siendo qtle estaba basado en la revolución siríódica de Venus. De
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AMERICANA
este modo, se valían de un cicío básico y continuo e independiente de 584 días que, indudablemente", les permitía controlar los otros dosvsistcmas ;\lue han sido considerados. Esto' hace' suponer que los meshicas conocieronIa deficiencia del año de 365 días y que supieron' complementario oportunamente. ,) En adición a los usos ya indicados,' las piedras solares que imitaban a la afamada Piedra del Sol, hacían las veces de rosa de los vientos, razón por la cual las piedras sacrificatorias que ostentaban tales signos eran orientadas. Las cuatro partes en que dividían los veinte signos del tonalámail, según aparecen en los manuscritos, habían hecho pensar que trataban de representar las 'éstaciones, idea que parecía sustentada por algunos' códices donde aparecen cuatro árboles: uno con flores, otro con frutos, otro con hojas y otro deshojado. En una de las láminas del códice Borgia, véase la ilustración de la página 3a. de este artículo; los cuatro puntos cardinales aparecen representados por cuatro árboles' delante de cada uno de los cuales está un chalmeca vestido de negro y señalando los signos que dividían la veintena en partes iguales. El Este recibía el nombre de Tlapcoca : Oeste, Ciutlampa; el Nor-te, Mictlampa, y' el Sur, Uitzlampa. En la Piedra del Sol restan varias figuras que aún no han sido interpretatadas, ¿Se refieren a las fases de Meztli (la Luna)? ¿Tienen relación con la revolución sinódica de Citlalapol (Venus)? Por ahora son más misteriosos que los, dos Xiuhcóatl que aparecen en el borde inferior del monolito y de cuyas bocas asoman dos caras. humanas. Se supone que cada uno de estos ofidios representaba 52 años, puesto .que .la palabra Xiuhcóatl denota serpiente de juegq, y la Fiesta de Fuego Nuevo efectuábase siempre que ese ciclo se vencía. Pero mientras no se presente un nuevo Edipo que, en nombre de la ciencia, interrogue a la Esfinge del Anáhuac tendremos queoontentarnos con lo que sabemos y con lo que ignoramos acerca del mayor y más complejo calendario del. mundo: la Piedra del Sol.
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