'REVISTA GEOGRAFICA AMERICANA II--=-~---
MENSUAL
"o XVI- Vol. XXX
EN
15°
ILUSTRADA
Núm. 181
OCTUBRE 1948
NUESTRO
ANIVERSARIO
nos complacemos en dedicar este número a la
SAN JUAN
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AIRES
Número
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suelto $
200 m/n.
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ESTE NUMEROCONTIENE---, Notas y Noticias Páginas Nuestras: 6 carlas .n facsimi/e 1 2 de Oc'ubrll de 1948 Visiones Argentina! con 30 iluslracion.; Aspectos gráficos de la cartografía con 15 ilustraciones Las Ilores nacionales de América con 20 ilustraciones 8iedma,
1 fOlogralla
y l. cuoJ,o
REDACCION y
1 mapa
JOSE
ANESI
a toJo color por /0 Sra. Marla Terosa Caslro color por Eduardo Soria !ng. ALBERTO V. OITAVEN
aloJo
El porvenir de la Antártida con 4 iluslraciones y 1 mapa La capital más álta cumple 400 años con 2 lIuslraciones Yerbales de las leyendas guaraníes con ;J i/uslraciones ·Efemérides Americanas; Octubre con 17 Ilustraciones
JUAN
(AfllOS
LORENZO DANIEL
MORENO BARRETO
HAMMERlY JOSE
A.
DUPUY
A. RICOSSA
EL MUNDO Y LAS REVISTAS Diverso. aspectos de los desierto, del continente sudamericano, por Emm. De Marlonn. Interós sobre medicina polar, por Mauriclo Mariolli Un 'moderno concepto geográfico,
Algunas por e/
notas de Cne/.
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Ing. Carlos R. S.rzunza Organización
8 págin~s
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la Sociedad
Goográfica
Y. 2 1 ilustraciones
91 ilustraciones mapa del continente
Americana
a todo
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y 2 mapas americano a todo color
Propiedad artística y literaria - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual N9 200095.' Marca y dibujo de la: tapa registrados bajo el N9 161.245
Año
XVI - Vol. Corresponsal
XXX viajero
Octubre en
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1948
Prof. Antonio
Núm. VlgIlanl
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YERB'ALES DE LAS LEYENDAS GUARANIES Caá-Yaríhi, el hada protectora de los yerbales y de los yerbateros que prometen formalmente vivir siempre en los bosques y no amar a otra mujer 'Por D. HAMMERLY
DUPUY
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acción demoledora del tiempo y la vegetay yerbales . .. Difieren entre sí como la serpiente que se ención subtropical fueron invadiendo y desmoronando los' templos, las residencias y los rosca para tomar un punto dé apoyo cobertizos con paredes de piedra tallada y para hundir suscolmiilos, y la serpiente desesculpida. Los yerbales fueron objeto de dentada que se desliza como una corbata en tales despojos que terminaron por transfortorno del cueilo de los charlatanes que premarse en troncos improductivos y luego en gonan los méritos de ailgún producto. El yerbal silvestre, selvático, lleno de peleña para el fuego. El botánico Bompland hizo oir su voz de protesta, pero todo fué digros y misterios, va siendo sustituido por el yerbal de cultivo, con árboles -alineados, en vano: los yerbales de los jesuitas desapadonde todos tienen h misma estatura e recieron. Durante mucho tiempo circularon las voidéntica forma 'Porque se hermanaron desde el vivero recibiendo periódicamente los corces más contradictorias referentes a la fortes vsimilares y parejos de las podaderas. ma como los jesuitas lograban que germiLos yerbalescle cultinaran las semillas de yerba. Se dijo que hacían vo fueron iniciados por pasar las semillas por el los jesuitas a mediados sistema digestivo de los del siglo XVI, para evitar pájaros cautivos o que se que los indígenas se alelas hacían tragar enduljaran de las reducciones, zadas a los niños y a las volviendo a la vida selvámujeres indígenas. Cuantica. Cultivaron la yerba do fracasaron diversos enpara domesticar al indio sayos ,para formar almá- _ guaraní, amante de la vicigos de plantitas de yerda independiente. L as poblaciones jesuíticas, diba, difundióse la versión de que dos jesuitas habían seminadas desde ell coramaldecido los yerbales zón del Paraguay, en el territorio de Misiones y antes de regresar al antien Corrientes, hasta Y~guo mundo. La ciencia peyú, tenían sus plantatriunfó sobre la supersticiones de yerba que rención, en el año 1 897, cuando el Dr.' Carlo; dían oingiies ganancias, pues llegaba hasta EuroThays, director del arpa la fama del "te de dín Botánico de Buenos [os jesuitas", conocido Aires, consiguió que las también como el "té del semillas germinaran desParaguay". pués de mantenerlas cuaEn la búsqueda de yerbales vírgenes parDespués de la expultro días en agua casi hirticipa en primer término el Arandú sión de los jesuitas en viendo (80 .grados centíCaatíh o "sabio de los yerbales", quien, además de tener muy desarrollado el el año 1773, J05 indios grados) antes de semsentido de la orientación, para no perse dispersaron, regresanbrarlas en unos viveros derse en la selva, pretende conocer todo muchos de ellos a los especiales. Para el año dos los secretos relacionados con el caá, bosques que añoraban. La o árbol de la yerba 1903 ya se habían planAY yerbales
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•tado 16 hectáreas. de llex paraguayensis '. Saint Hilaire en territorio de Misiones. Los españoles aprendieron el uso de la yerba de Ios indígenas. Los guaraníes, eximios aborígenes que contaban con un sistema de clasificación botánica que recuerda al de Carlos Linneo, daban a la yerba el nombre de Caá. Bajo esa designación señalan a lo que consideran el árbol 'por excelencia: La importancia que [os guaraníes <concedieron a la yerba se debía a sus efedtos excitantes. En el corazón de Sudamérica es el único árbol que tiene una' proporción tan elevada de cafeÍna (1.92 % según el Dr. César C. Samaniego). Ese porcentaje suele ser superior al del café que se expende en el comercio (Coffeaarábíca L. 0.80 a 1.10- %, pero es inferior al del .guaraná (Pau,llína sorbílis Mari. 3.0 a 5.0. %). Según el testimonio de .F élix de Azara "Los indios silvestres del Monday y Mtbaracayú usaban tornar de esta yerba y de elUos lo aprendieron los españoles.'! - "Descripción e Historia del Paraguay 'y Río de la. Plaia", 11 edición, pág. 89. Se conocen dos versiones guaraníes respecto. al significado del uso de ese brebaje. Una tiene el carácter de una explicación de' su' empleo, tomando en cuenta sus efectos sobre el organismo-restringiendosu uso para determinados casosy la otra asume la forma de una leyenda que pretende conjurar los -efectos nocivos, generalizando su uso. Los españoles recogieron esas dos versiones anarenternente contradictorias, ¡pero que deben' representar dos etapas en la elaboración del mágico caá. Es de suponer que el uso primitivo de la yerba se realizaría mascando [as hojas vert d~s y luego, [as hojas secas, Su uso estaba tan difundido que en las tumbas incásicas de Ancón (Perú) se encontraron hojas de yerba, lo cual demuestra que 'en tiempos precolombinos los guaraníes tenían intercambio de productos con los habitantes del T ahuantinsuyo. ¿ Qué empleo daban los incas a la yerba? ¿ Era para ellos una medicina? ¿Se le asignaba un significado religioso P Resulta difícil saberlo,. pues los quechuas, como los aymaras, estaban enviciados por el uso de la coca. Según los datos recogidos por los españoles en el Paraguay, la yerba era utilizada por los payé, o adivinos guara-o níes, para entrar' .en trance.
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B sacerdote Antorrio Ruiz de Montoya, quien vivió treinta años entre los guaraníes, expresa Io siguiente respecto a sus indagaciones vinculadas con la forma como los aborígenes empleaban la yerba: "Con todo cuidado he buscado su origen entre los indios de 80- y 100- años, y he ,sacado por cosa averiguada que en su juventud no se bebía ni se conocía, sino de un hechicero o mago que tenía tra'to con ,el demonio, el cual le .instruyó que cuando ouisiese consultarle :bebiera de esta yerba, y así lo hizo, y desde entonces otros han usado de Ja misma yerba para hacer sus hechizos." ,N o es extraño que frente .a tales informaciones se hablara del caá como de la "yerba del demonio". Esto explica la destrucción de, .cargamento de yerba en el río Paraná,cumpliendo órdenes de Hernando Arias de Saavedra, A pesar de que los jesuitas tenían el monopolio de Ia yerba, en el T ribunal de la Inquisición de Lima se recibieron acusaciones alusivas a [os efectos demoníacos de ese brebaje, denunciado por fray Diego Torres corno "una superstición diabólica que acarrea muchos daños." Una [eyenda aborigen recogida por el sacerdote Montenegro se prestó para contemplar con benevolencia el afamado cafeico sudamericano. Decían los indígenas que Paí Zumé (a quienes los sacerdotes consideraron como Santo T omás ) hahía visitado hacía muchísimo tiempo la región de Mbaracayú (Paraguay ) donde encontró los yerbales vírgenes cuyas hojas eran venenosas. Queriendo favorecer ,a los aborígenes tomó algunas hojas, las to~ó en e~ fuego para purificarlas y después les indicó a los guaraníes que [a prepararan de ese modo antes de beberla. Montenegro añadía por su cuenta que el brebaje debía prepararse con agua fría (tereré) y no con agua caliente (cimarrón), ,porque en este Ultimo caso tenía propiedades revulsivas, Las investigaciones de laboratorio han demostrado que por el procedimiento de la infusión caliente o cimarrón se extrae mayor porcentaje del produoto cafeico conocido por mateína. Bastó que se divulgara la, leyenda de que Santo Tomás había transformado una yerba venenosa en otra milagrosa oara que el empleo del brebaje guaraní se difundiera ampliamente. Los indígenas mostraron las huellas del santo en un cerro próximo a Pa-
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Hasta hace pocos años las comitivas no entraban en la selva sin antes cumplir con un voto con el hada de los yerba les ; recién entonces procedían a podar .los árboles de yerba, que alcanzaban grandes dimensiones
raguarí y junto al río Paraná sobre unas rocas que jllasnan la atención en Santo Pipó, que quiere decir manos y pies del santo, suponiendo que Paí Zumé se había resbalado mientras visitaba esas regiones. Montenegro terminó ,de escribir su obra en el añO'1?1 O. 'pOCO'Saños después de la expulsión de IO's jesuitas el. Paraguay exportaba, en 1786, la cantidad de 1.200.000 kilos de yerba al RíO' ¡de la Plata, ¡l Gtile, a ~a provincia de Potosí y al Perú. La mayor parte de esa producción procedía de 100syerbatales vírgenes de Ias selvas de CaáGuazÚ. Es en lO'S yerbales vírgenes donde la 6eIva presenta una maraña de lianas, ·enredaderas y cañaverales en ,IO'scuales es preciso entrar a fuerza de machete. E;I espectáculo de la selva es imponente, El bosque escon-l de IO'S árboles de caá detr~s de una barrera vegetal que ha sido calificada de "infierno verde". Pero la ~elv.a no está desooblada : además del vistoso colibrí y el .ruidoso papagayo se esconde 'el misterioso urutaú, eil. yaguareté que avanza sigjlosamente en bus-
ea de ciervos y tapires y las serpientes que se deslizan entre la hierba y las que se suspenden 'de JO'S á"bO'les. En medio de ese escenario silvestre y salvaje actúan IO'S "mineros" de los yerbales, cuando emprende su tarea la comitiva, guiada por el Arandú caatíh que significa, literalmente, d "sabio de IO'Syerbales", EstO'S son generalmente una mezcla de hechiceros ry exploradores cO'n un gran sentido de orientación, muchas veces caciques, que conocen. los secretos de la selva y que marcan la ;picada que ha de llegar hasta ~I yerbal virgen que han descubierto. El veterano Arandú Caatíh no deja de cumplir cO'n su curioso .ritua] antes de entrar en elbosque, donde mO'ra Caá-Yarihi. Aun'; que este nombre significa "la abuela de la yerba", tiene el sentido de hada protectora de IO's yerbales y. como tal, defensora del !bO'sque, a la cual se la representa siempre joven, desnuda, pero .oudorosamente cubierta con sus largos cabellos rubios que recuerdan las Barbas de Tigre que penden de dO'S altos ramajes. Antes que cornenza-
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Una de las creencias de los mensúes supone que Caá Yarihi, invisible, sube sobre la carga de yerba para a';mentar el peso en favor de sus allegados. cuando llega el momento de registrar el peso con balanza
ran los yerbales de cuitivo no se encontraba mensú que dejara de hacer su pacto con .. Caá- y arihi antes de entrar en el bosque. Según las leyendas que circulan en los yerbales, T upá descendió del cielo para andar por el mundo con dos de sus fieles servidores, cuando llegaron hasta la choza donde un anciano se' h~bía refugiado con su esposa y su hija para que ésta se mantuviera casta e inocente en medio de la selva. El anciano obsequió a los forasteros guisando la única ave que Íe quedaba. Frente a ese ,gesto hospitalario, .Tupá se dirigió al anciano en estos términos: "Tú que 'eres poJ)re has sido generoso; y'O te premiaré por esto. Eres padre de una piña pura y cándida, . a quien guardas con sumo cariño; pues bien, yo la haré inmortal, para que jamás desaparezca de la tierra. ¿Qué aconteci6 con la doncella que vivía en el bosque? Una versión es que T upá la' transformó en árbol de yerba imperecedera, que se renueva constantemente aunque se le arranquen las hojas. Los mensúes prefieren Ia otra versión según la cual CaáYarihi 05etransformó en hada protectora de ~os yerbales y de los yerbateros que hacen un oacto con ella ... El pacto con [a v)rgen de los yerbales debía hacerse durante la Semana Santa. Si el mensú se hallaba cerca de una población debía ir hasta la ·jglesia y prometer formalmente que viviría siempre en los bosoues, iurando no amar a otra mujer que a Caá'!Ya.rihi. Después debía encaminarsehasta el bosque y dejar anotado en un papel tanto su (Dibujos
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nombre y apellido como el día y hora cuando regresaría a la selva para encontrarse con la virgen Caá- y arihi. Esta, antes de presentarse .al yerbatero, probaba su valentía enviándole las víboras, los escuerzos y los jaguares que moraban en [a espesura. N o faltaban en los 'yerbales vírgenes de hace dos décadas, los mensúes que dijeran que habían soportado valientemente la prueba de las ,aJimañasJ' de las fieras para ver a Caá- y arihi, joven, deslumbrante, maravillosa. .. Los 'yel'bales de cultivo, domesticados corno las fieras del circo, han desalojado las [eyendas guaraníes que se refugiaron en las selvas colindantes del Paraguay y dd Brasil. Cuando el mensú, después de ardua jornada, caía vencido ¡por el sueño en medio de una espantosa nube de mosquitos, soñaba con las víboras, los yacarés, los escuerzos y el jaguar. La mente afiebrada veía en sueños a Caá- y arihi, y esa visión inolvidable lo acompañaba como una realidad que atenuaba sus penas. E! mensú vivía casi sin dormir y soñaba que mientras él -dcrmía Caá-Yarihi le preparaba su raído con 18 a 20 arrobas de yerba. En otros casos veía que la virgen de la selva lo acompañaba en la marcha penosa por la picada hasta llegar a la balanza, y que en 'ese momento CaáYarihi subía sobre la carga para duplicar . el peso, aumentando las ,ganancias del que recibía.pago por trabajo a destajo. Cuando el mensú quebrantaba su voto .de fidelidad, la virgen de los yer.bales, despechada, lo enfermaba con Ja buba de los yerbaIes que le desfiguraba el rostro, o le quitaba la- vida. Esta -era la superstición que tranquilizaba .el fatalismo de los mensúes cuando uno de sus compafieroscaía bajo su carga de yerba para no levantarse más. La sentencia .se murmuraba en esta frase: "t T ra icionó .a .caá- y arihi: ella se ha vengado l" Las sombras del !bosoue se prestan para las voces agoreras y misteriosas de las leyendas guaranies que huyen de [as capueras, donde los ál1b'Olesde y e¡1b a , alineados como soldados' ahuyentan de' su comoañía hasta el miburucuvá, la flor de la pasión cuyo simbolismo fué ismorado durante siglo' por los Arandú Caatíh, que no rompieron el pac'o con Caá-Yarihi ..• del autor)