Las organizaciones patronales en Alemania

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BOLETíN

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DRL TR.ABAJO

N.O

is. -

DICIE!JBRE

BUENOS IMPREN1'A

Y

AIRES

CASA F.DlTORA

2.')9,

31 DE 1910

AI.JlERTI,

1910

<JlIAN

259

A.

AT.SINA'


SUMARIO

ESTA

PUBLICACIÓN

ES

ÓRGANO

DEL

DEPARTAMENTO

NACIONAL

DEL TRABAJO

Condiciones del trabajo en la ciudad de Buenos Aires. . . . . . Talleres mecánicos y herrerías.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Talleres de sombreros y gorras. . . . .. . \. . . . . . . . . . . . . . Indnstria del calzado.. Población obrera de la República Argentina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Provincia de Salta " '., . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . .. . . . . . Provincia de Santa Fé........ . . . . . . . . . . . . . . .. Agencias de colocación en la ciudad de Buenos Aires " .. . . . . . . . . .. . . Impuestos municipales de consumo " Coste de la habitación del obrero en Buenos Aires y en otras ciudades del mundo......................................................... Las organizaciones patronales en Alemania " Casas para obreros en Buenos Aires.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Demografía profesional. ~. . . . . . . . . . . . . . . . . Accidentes del trabajo en la ciudad de Buenos Aires '" . . . .. . . . . Seguro obrero..... Conflictos ferroviarios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Huelgas en la ciudad de Buenos Aires, durante el tercer trimestre de 1910. Huelgas en el extranjero...... Legislación nacional...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . Fomento de la inmigración y colonización. . . . . . . . . . . . . . . .. Movimiento de pasajeros en la ciudad de Buenos Aires.. . . . . . . . . . . . . . . . .

779 779 799 806 816 816 82.0 825 827 846 863 876 880 910 918 921 927 930 939 939 958

Crónica: La inmigración en el primer siglo de la independencia : . . .. La huelga como fuerza mayor. . . . . . . . . . .. I,a huelga ferroviaria en FI ancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. .. . . . . Casa de retiros de veteranos del trabajo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El precio del pan en Buenos Aires ,. . . . .

959 968 970 972 974


"

LAS ORGANIZACIONES

PATRONALES

EN ALEMANIA

Las publicaciones económicas se han ocupado muy poco, hasta el presente, de las organizaciones patronales; es en Alemania, el país clásico de la organización severa, donde han adquirido el más grande desenvolvimient.o. Es por esto, que debemos recibir con satisfacción la aparición de dos obras que tratan ese punto en forma amplia. Una tiene por autor al Dr. Gerhard Kesler, y por título, «Las asociaciones patronales alemanas» (Leipzig 1907); editada por la Sociedad de Sociología. Este libro presenta una exposición interesante de esa importante cuestión; esta escrito con imparcialidad y en una forma verdaderament.e científica; se saca igualmente mucho provecho bajo el punto de vista práctico. El sociólogo bien conocido, W. Kulemann, consejero en el tribunal regional, ha consagrado á la organización patronal en Alemania, el tercer tomo de su gran obra recientemente aparecida, "Uniones profesionales». La exposición de la situación en los otros países aparecerá en un próximo volumen. Kulemann, no se ocupa solamente, como lo hace Kessler, de las asociaciones que tienen por fin reglamentar las relaciones con la clase obrera, sino también otras organizaciones económicas de industriales, con exeepción de los tratados. Por lo tanto, él acuerda la mayor importancia la cuestión de las relaciones entre obreros y patronos. Mientras Kessler divide su sujeto de manera de someter aisladamente un análisis crítico,las diversas formas en las cuales se ha producido el movimiento patronal, Kulemann quiere. antes que todo, reunir en la forma más completa posible, todos los elementos relativos la cuestión; de aquí resulta la división según las organizaciones, tratadas cada una separadamente, lo que da su libro un carácter más histórico y desá

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criptivo. Debemos admiramos al considerar los frutos del celo prodigioso, con el cual, autor tan erudito, ha podido reunir un material en extre-


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mo abandonado, que, proviniendo exclusivamente de informaciones auténticas, formaría la base de todo trabajo ulterior sobre la cuestión y e~to á pesar d~ la~ grandes dificultades suscitadas por la indolencia: y aun por la antípatia, que muchas de las organizaciones estudiadas ha? manifestado contra la publicidad. Las dos obras se complementan así, de una forma feliz.

Ha sido sobre todo en la peqlleña industria y los oficios que sus esfuerzos fueron particularmente vigorosos, mientras que durante mucho tiempo, la gran iudustria propiamente dicha, se mantiene aislada, fiándose en sus propias íuer zas. La situación no varia hasta el aproximamiento de la gran huel ga de Crimmit -chan (invierno ] 903_ 1904), cuando todo el proletariado sindicado de A.lemania socorre financieramente los huelguistas en una forma grandiosa. Este hecho obliga á los grandes organismos industriales (la Asociación Central y la Federación) á proceder á la creación de asociaciones patronales centrales. La Asociación Cen tral entabla al mi 1110 tiempo una campaña para ayudar á los fabrica n tes de Crimmist-chan y pone al poco tiempo á su disposición 200.000 marcos. Imp resionados por la yro~titud y 1a unanimidad desplegad a por parte de los patronos, la directiva de la huelga, la hace cesar incondicionalmente. Desde e~tonces, la formación de las organizaciones centrales progresa tranqmlamente Y se llega muy pronto á la creación dé dos asociacion~s .~emejantes que han efectuado un tratado hace ya tiempo. La AsoclaclOn. Central de industriales alemanes crea la O ficina Central de FederaclOnes patronales la cual se afilia principalmen te la gran industria de la cual ella emana. El número de obreros ocupados por los miembros de la Oficina Central alcanzaba, su fundación (1904) á 456.731; perQ se á

En las páginas que siguen, daremos una ojeada general estado actual de la organización patronal en Alemania.

sobre el

El ~nov~miento patronal ha sido principalmente favorecido por dos orgamzaciones centrales de la industria alemana, la Asociación Central de los Industriales Alemanes y la Federación de los Industriales, E.s sabido que. la primera es la más poderosa organización de Alema. nia; su fundación se remonta la transformación brusca de la política comercial de Bismarck, en sistema proteccionista, la que encuentra en lc~Asociación Central el más ardiente partidario. Bajo el punto de vista de la. política social, ella torna una actitud muy reaccionaria; ella recomienda, es ci erto, la solicitud de los patronos respecto á los o.breros, pero rechaza los principales progresos en política social, consl~er~ndolos como «avances al socialismo». La Asociación representa principalmente la «industria pesada» como se llama á la gran industria mmera y de minas y principalmente las industrias de mediosfabricantes (demi-fobricantes); su fuerza principal reside en la influenc~a social y política considerable de la gran industria rliéno-ioetphalienne. Al contrario; la Federación representa más bien los intereses de l.os industriales pequeños y medianos, especialmente de aquellos dedicados la fabricación de productos concluidos; ella rechaza la política unilateral de los derechos protectores obtenidos de la Asociació~ Central, como su firmeza al oponerse las aspiraciones políticos~clales; su centro de gravedad se encuentra en Saxe y en la Alemania del Sud. En Tollo 30.000 industriales estaban enrolados en la Federación. De ese número, 5.600 son miembros aislados, los otros hacen parte por intermedio de 80 federaciones afiliadas. ~n el sentido extricto, el movimiento patronal, especialmente la resistencia organizada á las aspiraciones del proletariado es de data . ' reciente; se puede fij al' su origen en el año 1890. A partir de en tonces, se formaron dos asociaciones esporádicas en sus ramas, los más diversos y sobre los territorios más variados de Alemania. á

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eleva fines de 1907 á 900.000 más ó menos. La Federación de Industriales crea una segunda oro'anización, titulad a « nión de Federaciones Patronales». A fin del año 1907, ella comprendía 41 federaciones con 250 sub-federaciones; el llú~ero de obreros dependientes de ellas se elevaba LJ:OO.OOO. Las mas poderosas asociaciones afiliadas á la nión son: La Federación General de Metalúrgicos alemanes con 500.000 obreros; la A ociaci(,n de Industriales de Saxe con 400.000 Y la Asociación patronal Hamburgo-Altona con 140.000. A título de comparación, citemos el Oficio Central de organizaciones patronales austriacas fundado hace dos años y que ya cuenta cerca de 3.000' explotaciones con cerca de 450.000 obreros. A la fecha no hay" tal vez, muchas industrias alemanas que no tengan una unión patronal; y esta es, la mayor parte de las .veces, ap:icada á una de las dos grandes federaciones centrales, por ,ll1termedlO de una asociación profesional central. Lo particularmente interesante es como lo hemos dicho más arriba, los oficios marchan adelante en Alemania, Y á lapar de las corporaciones profesio.nales, oficiales,. á las cuales no les es permitido mezclarse en los conñictos del trabajo, á

á

ellos se han creado una organización

patrona1

perfecionada.


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La organización de las diversas uniones y federaciones varía mucho. El Dr. Kersler trata en una forma detallada diferentes formas. A fin de compeler á !as industrias á adherirse en tiempo oportuno, muchas uniones no a~ml~en los establecimientos en los cuales existe una huelga Ó que sea lllmmen~e su producción. Muchas veces así, durante una huelga el derecho á retirarse es suspendido. El poder de las asociaciones depende mucho, n.aturalmente, de su organización interior, y especialmente de los medl~s de que ellas disponen respecto á .'lUS miembros, así com? de la energia y de la prudencia del que preside su adminis-

tración.

La. actividad desplegada por las uniones en la defensa de los interese~ ~e los patronos, es muy extendida y muy variada. El Dr. Kessler la divide en medidas de protección contra los movimientos obreros y las huelgas y. después e~ medidas adecuadas para combatir las huelgas y a asegu~al la l~nocUldad, po.r fin, en consecuencias igualitarias con el proletanado. Entre las medidas mencionadas en primer término figurán: por e~emplo, las .«listas negras», sobre las cuales, mientras ta~to, se esta sufi~lentementemformado. Numerosas asociaciones se limitan á e~evar listas de ~brer~s que se han hecho culpables de propaganda ~Irectamente pumbles o desleales (por ejemplo: á causa de deshonsstI.dad, de deserción, etc.), 10 que en parte es así aprobado, y aún sostenido, por los obreros: Además, existen, muchas veces, listas cuyo fin es el de sepa~ar de las usinas á los agitadores ú otras personas caídas en des?,racIa. La opinión respecto á tales listas es por lo demás muy vanable, y muchas asociaciones patronales las condenan públicamente. El Dr. Kess!er, también se adhiere á este último punto de vista, esti~~ndo que mdudablemente tales listas pueden reportar grandes injustícias. Es ímposíble que las personas sean apreciadas de acuerdo con las d~n~~cIas sin haber podido defenderse ó disculparse; Kessler es de opimon, que ~o debería tolerarse semejantes listas, sino á condición de ser.~llas publicadas, que al lado del nombre figure el motivo de la exclusión, y q?e eventualmente sea creado un tribunal para decidir sobre la.~x~ctIt~ld de la alegación. El gobierno imperial alemán parece también ll1cl~l1ado á esta manera de ver, como es permitido deducir de la~ dec1ar~elOne~ qu~ han hecho recientemente en el Reichstag. . OtlOS medios ordmanamente empleados son los compromisos que ligan á los obr~ros y le~ obligan á no formar parte de ningún sindicato; per? esos medios son Igualmente reprobados por las grandes fede-

raciones.

Por el contrario,

las

oficinas

del

trabajo

han

adquirido

una gran

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importancia; son las asociaciones patronales aisladas que las han introducido y las administran sin el concurso de representantes obreros (unilateral mente, entonces). A la cabeza se encuentra la Federación patronal Hamburgo-Altona, que dirije en total 25 oficinas de colocaciones y que efectúa, en el año 1905, 140,445 contratos; en el 1906, 162,464; cifra que ha sido superada en los años posteriores. En el año 1904, 30 de esas principales organizaciones han, por su mediación, procurado, todas en conjunto, colocación 232,228 obreros que solicitaban trabajo. Debemos todavía agregar las oficinas de colocación de grupos de profesionales; éstas son igualmente unilaterales y han negociado 213,000 colocaciones con gente que procuraba trabajo. Muchas de esas instituciones mediadoras son obligatorias para los miembros de las asociaciones patronales en cuestión; ellas ejercen las más de las veces un control severo en la elección de los obreros. Por lo demás, esas o:ficin~s de colocaciones son, en parte, maravillosamente, técnicamente organizadas, y procuran trabajo mucho más rápidamente que las otras. Los obreros en huelga son «suspendidos» mientras ella dura; los que durante una huelga se han particularmente destacado en los puestos avanzados, como agitadores, son la mayor parte de las veces, suspendidos por un período más largo. La oficina de colocación de Hamburgo tenía en 1906, 200,000 fichas personales de los obreros que buscaban trabajo, de suerte que la mayor parte se encontraba bajo un control sistemático. Hagamos notar aquí, que la Corte Suprema del Imperio se ha pronunciado respecto á que una asociación patronal que instituye una bolsa de trabajo con monopolio de colocación, está obligada á fundar cuidadosamente cada caso, y no puede sin razón y en una forma contraria á la moral, privar largo tiempo de pan á los obreros, y en caso contrario, ella está obligada á pagar los daños y perjuicios. Las asociaciones patronales disponen de otros medios, que son: la estipulación de las disposiciones generales relativas al trabajo, 10 mismo que la determinación del monto' del salario y de las condiciones . del trabajo, fuera de las cuales ningún miembro puede hacer concesioá

nes á sus obreros. Por lo demás, numerosas federaciones han también inscripto en su programa el fomento de las instalaciones de bienestar .social; ellas. meioran la situación de los alquileres, combaten el alcoholismo, sostienen los obreros que han caído en la miseria injustamente.· La Unión de patrones de Auhalt, en Dessan, fundada en 1887, y contando á fines de 1901,62 firmas y 10,333 obreros, nos ofrece un ejemplo á


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interesante; es, en efecto, la única unión que tiende exclusivamente al mejoramiento de la posición social y de la situación material de la .clase obrera, como también á la cooperación pacífica del proletariado y del patronato; para lo cual han confeccionado un vasto prog-rama que los miembros se comprometen hacer triunfar. La unión ha, efectivamente, producido muchas mejoras en la situación de sus trabajadores. Todo industrial que forme parte está obligado rendir cuenta á la oficina, todos los años, de acuerdo con un formulario est~~lecido,. de lo que ha hecho para la ejecución del prog-rama de' política social y cuáles han sido los resultados. La Unión ha hecho surg-ir en la gran industria alemana, juntas de obreros, en su distrito y en muchas otras localidades. Bajo la influencia de individualidades eminentes, que fueron sus fundadores y sus jefes, y entre los cuales citaremos los industriales Dr. Oechlhauser y Ríchard Raesicke, la Unión ha desplegado una actividad tan fructuosa como original. á

Kessler coloca en el seg-undo g-rupo todas las medidas destinadas á combatir una huelga ya producida, Con ese fin, se ha formado toda una ~áctic~ de lucha contra la huelg-a y una diplomacia de huelga cuyas par~lCulandades no pueden ser tratadas aquí. La cuestión primordial es SIempre, naturalmente, las neg-ociaciones con las org-anizaciones obreras, y aunque éstas hayan sido hasta ahora recusadas por poderosas federaciones patronales, el principio de la discusión gana terreno de día en día. Las asociaciones patronales se han sublevado muchas veces contra la aserción de que ellas se esfuerzan en combatir todo levantamiento del proletariado; muchas veces han reprobado enérg-;camente á los patronos que se obstinan en la exag-erada duración del trabajo y en salarios demasiado bajos comparativamente con las condiciones ordinarias de sus concurrentes industriales. También en una circular de la oficina central, de 28 de julio de 1906 (ver Kuleman, p. 170), se lee: «Semejante conducta no responde á la situación del patrono, tal como se lo fig-ura la oficina central. Para la org-anización de la resistencia de los patronos contra los ataques injustificados de los obreros y de sus federaciones, una de las suposiciones fundamentales es, que el patrono por su propia voluntad hace todo lo posible para satisfacer lealmente á sus obreros, de acuerdo con la situación en cuestión. Ante todo, el patrono debe evitar todo lo que fuere de naturaleza de ponerlo por su culpa, en contradicción con sus obreros. pues sin esto los incidentes, como aquellos de que se trata aquí, sería~ inevitables.» .

«Dirijimos á las oficinas de las asociacioues adjuntas á nosotros, el pedido urgente de velar para que sus miembros observen, de modo de no provocar ninguna objeción, las condiciones de trabajo de cualquier naturaleza en razón de la situación g-eneral actual, etc,» Lo notable es que al principio, en numerosas organizaciones patronales, dominaba una opinión favorable, en nada hostil á los obreros, pero que poco á poco, se transforma en un sentimiento inverso. Muchas veces no era la influencia de la industria propiamente dicha, la que determinara ese cambio de rumbo; esta juzgaba la mayor parte del tiempo el esfuerzo de los obreros con una exagerada manera de ver, pero el origen se remontaba á la influencia de la industria de arte mecánico. Aunque frecuentemente salidos de las clases obreras, son los pequeños obreros, los que con más frecuencia presentan la lucha desde el puntu de vista más est.ricto. Nosotros hemos constatado que antes las asociaoiones patronales, en tesis general,se han introducido más pronto en la pequeña industria que en la grande. Un principio fundamental de las organizaciones patronales es que son ellas las que deben dirijir las negociaciones con los obreros. En seguida que una huelga se declara se recuerda, en primer término, á todos los miembros, el deber de no volver á tomar en ning-ún momento á los obreros huelguistas, cuyos nombres les son comunicados; de esta manera éstos quedan sin trabajo y agotan sus cajas. Frecuentemente existe, con motivo de la no admisión de huelg-uistas, compromisos recíprocos con las org-anizaciones patronales del país y del extranjero. No hay que confundir las "listas de huelga» con las "listas negras»; las primeras no existen sino durante la huelg-a. Su legalidad absoluta ha sido reconocida en diversos casos por los tribunales. Las grandes asociaciones patronales tienen sus propios controladores que comparan las listas de huelga en curso con los nombres de aquellos que buscan trabajo. Las oficinas de colocaciones de los patronos entran también en funciones. En la Bolsa de trabajo de la Federación de Industriales de Berlín, ofrecen primero á cada solicitante una colocación vacante por causa de la huelga. El que la rehuse es considerado como huelguista y es también excluido desde ese momento de la medición del trabajo. Numerosas uniones patronales dan prueba de gran actividad para procurarse, y aún de lejos, obreros deseosos de trabajar, prestarles la protección necesaria y eventualmente transportarlos otros lug-ares donde reina una huelga, cuando Ia primera ha terminado. Las asociaciones patronales emprenden así los trabajos urgentes de sus miembros perjudicados por la huelg-a, lo que casi siempre da por á


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resultado el cese de ésta, los obreros se niegan á cumplir esa tarea. Muchas veces los estatutos obligan á los miembros á encargarse de los trabajos de huelga á precios determinados. La expedición del trabajo de huelga á otra usina es indiscutiblemente un medio peligroso, porque muchas veces es causa de que se produzcan otras huelgas. Es por esto que las feder~ciones patronales se preocupan de inducir á sus miembros á la inscripción de la clase de huelga en todas las obligaciones relativas la entrega de mercaderías. La más conocida á ese respecto es la cláusula estipulada en 1907 entre las asociaciones patronales de la industria textil y los compradores, especialmente las casas de confecciones. Ella estipula, que en caso de huelga, lock-out ú otra interrupción de explotación, los patronos afectados por ella, pueden diferir sus compromisos relativos á la entrega de mercaderías y á la recepción de las mismas. Si la interrupción continúa, de los proveedores, por más tiempo del deter, minado en el convenio, el compn.dor tiene derecho, previa una notificación del contrato, de renunciar la cantidad que falta. Los daños y perjuicios son excluidos en todos los casos. Un tribunal arbitral nombrado por las asociaciones patronales de las partes contratantes (compradores y vendedores) decide las cuestiones. Otra innovación digna de ser mencionada, introducida por muchas asociaciones, es el contrato de protección de clientela, destinado á impedir el quitar la clientela al patrono perjudicado por una huelga. Así, por ejemplo, las cervecerías tienen una asociacion de protección contra el boycot; bajo pena de multa está prohibido á sus miembros, durante un boycot ó dentro de los tres meses que siguen á su terminación, de reanudar nuevas relaciones de negocios con los clientes de los miembros boycoteados ó aumentar las expediciones de mercaderías hechas á éstos. á

á

El medio más riguroso de la táctica patronal es entretanto el lock-out, Aquí el Dr. Kessler distingue tres clases: el lock-out por ayuda ó simpatía, el de programa y el de castigo. El primero representa la forma más antigua y la más extendida, consistente en lo siguiente: en cualquier parte donde se produzca una huelga de larga duración los demás patrones acuden en su ayuda y despiden sus obreros para agotar de esa manera los recursos financieros de' éstos. En estos últimos años la solidaridad patronal se ha desarrollado de tal manera, que muchas veces, la sola amenaza de un lock-out ha conducido á los obreros á la vuelta al trabajo. Es así que la Federación general de industriales metalúrgicos alemanes amenazó, en

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de 1906, con el lock-out

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300,000

EN AIJEMANL<\.

obreros

metalúrgicos

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impuso así sus condiciones. Es también característico un incidente relatado por Kessler. En Zangenlieban 150 obreros textiles sindicados habían reclamado; la Asociación de industriale de Silisia, decide despedir todos los obreros sindicados de su distrito, ó sean 12!000 obreros, hasta que la reclamación de esos 150 fuera retirada. Esa condición fué aceptada y el Iock-out no se efectuó. El arma mágica del lock-out es empleada muy seguido por los patronos para oponer e á la táctica en moda de l'abatage. Los sindi-catos prefieren naturalmente, atacar las explotaciones unas después d~ otras y someterlas á sus exigencias hasta que todas sean á su tiempo obattues. Esa táctica es para ellos llena de esperanzas, porque la mayor parte de los obreros continúan trabajando y fácilmente pueden mantener los huelguistas de una sola empresa. Kessler designa con el nombre de lock-out de programa, los que 8011 organizados para imponer ciertas exigencias de principios de los patronos. En una palabra, los lock-out de castigo (punition) los encontramos principalmente causa de la fiesta del 1.0 de Mayo; los obreros ausentes del trabajo SOl! despedidos ó suspendidos por un cierto número de días. Como lo piensa Kessler, por medio del lock-out de Mayo, las federaciones patronales alemanas llegaron en pocos aÜ08 ,á aniquilar casi completamente el día de holganza del 1.0 de Mayo. Es interesante constatar que muchas veces las federaciones patronales indemnizan todas las semanas á los obreros que no se hubieran asociado á la huelga, pero que han tenido que despedir con los otros. Muchas veces también, se despide sólo á los sindicados. Cada vez más fre-cuentemente se imita la táctica de los sindicatos que, como se sabe, á fin <le evitar gastos muy elevados, prefieren poner en huelga sólo una parte de los obreros; por ejemplo, los' ajustadores, Iundidores, maquinistas y los guarda-máquinas. En una forma completamente análoga, LIS federaciones patronales no ejercen el lock-out sino sobre un á

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porcentaje determinado de obreros. 'I'ambién la Federación de Fabricantes de objetos dé metal de Berlín ha establecido para sus lock-out los principios siguientes: si rnás d~l 15 % de todos los obreros se ponen en huelga por más de quince días, empieza un lock-out; en seguida ellO % de los obreros es despedido; si esto no basta, otro 10 % es despedido en la se~ana .igniente, hasta. un máximum de 70 Ofo, naturalmente, teniendo especialmente en cuenta á los no sindicados inscriptos, que en caso de ser despedidos deberán ser mantenidos. 56


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En todos los casos el lock-out es una medida tan grave, que debe ser empleada por las asociaciones patronales tomando especial-o, medidas de prudencia. Se tiene una idea de la extensión que ha tomado ese medio de combatir en estos últimos años, al saber que en 1905 los lock-out han afectado á 118,665 obreros. Kessler presenta una muy interesante enumeración de los principales lock-out, y muestra al mismo tiempo que la estadística oficial es completamente inutilizable por razón de lo incompleto de su establecimiento; dice así: «El principal resultado por los cuadros comunicados, es que casi todos los más importantes lock-out han tenido éxito, unas veces completo y otras parcial, para los patronos; 15 lock-out triunfaron indiscutiblemente, 20 tuvieron resultados parciales y 4 solamente fracasaron. Vemos por lo tanto, que el lock-out es un arma á la cual los obreros no pueden generalmente resistir. Es una razón suficiente para que los sindicatos moderen los deseos de huelga de sus afiliados y de reprimir en su germen las huelgas declaradas á la ligera. Es también una razón suficiente para los patronos el no inquietarse sin causa justa del crecimiento de las federaciones obreras. Por lo demás, los gastos y pérdidas elevadas que ocasiona todo lock-out aún para los patrones triunfadores, impedirá ciertamente que se sirvan con frecuencia de esta arma poderosa y en casos indiscutiblemente no justificados. Xi de uno ni de otro lado, los árboles no crecen hasta el cielo. El recurso del blocus des matériau» tiene un gran rol en el movimiento patronal alemán. 'I'iene por objeto impedir los patrones aislados quebrar la solidaridad y de pescar en aguas turbias durante una huelga. Para impedir esto, los proveedores de materias primas y de productos semifabricados, son invitados á no proveer á los traidores. si quieren conservar la clientela de la mayoría de los patronos. Muchas veces los proveedores entran á formar parte de las federaciones patronales. El blocus des matériau» es especialmente empleado en los gremios. y lo es raramente en la industria propiamente dicha. En el gTemio.:le construcciones especialmente, tiene un gran rol, pero es también empleado en otros numerosos ramos. Recordemos á título de curiosidad que en 1907, causa de una huelga de mozos carnicero.s, la, poderosa Federación de Agricultores compromete todos los agricultores de los alrededores á no facilitar animales los patronos que habían accedido á las exigencias de los sindicatos. Como el blocus des maiériaw e exije un contralor severo, sucede muchas veces que los patrones llenan ellos mismos las funciones análogas á los puestos de á

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EN ALE,[AN[A

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huelga de los sindicados. Así, en Konigsberg, la Federación patronal para la industria y explotación de bosques convino no p:'oveer á ~os patronos que habían accedido á las exigencias de los oficiales carpinteros. Para su contralor los aserraderos fueron vigilados por los patronos carpinteros. Lo mismo que en otros casos, los patronos panaderos vigilaron las explotaciones las cuales les habían aplicado el blocus de la harina y de la levadura. Kessler discute en forma detallada las medidas tomadas por las asociaciones patronales para protejer los que deseen trabajar y de los que se preocupan muchas veces después de terminada la huelga. La Federación de fabricantes de objetos de metal de Berlín, posee un organismo especial. Los obreros que aseguren bajo su firma y su palabra de honor que no están sindicados y que no se han hecho culpables de quebrantamiento de contratos y que han .observ.ado buena conducta, son inscriptos en las listas como «obreros ínmatriculados». Esos obreros no deberán ser licenciados por los miembros de la Asociación y en caso de chémaqe reciben de la Federación durante un cierto tiempo, un socorro apreciable (después de 5 años, 2 marcos 50 pheni por cada dia hábil) sin necesidad de pagar contribu~ión p~r ello. Actualmente más ele la mitad de todos los obreros son inrnatriculados. El «movimiento amarillo» corno lo llaman, muy discutido actualmente, es también tratado en forma amplia y juzgado por Kessler. Por lo demás, no da mucha importancia semejantes experiencias cuyo carácter es problemático. Uno de los capítulos más interesantes es el del seguro contra la huelga. La organización más antigua en esta clase es la ,de minas, en Dortmund. Esta federación tué creada en 1889 después de la gran huelga de mineros y comprendía en 1891 la mayor parte (105) de las hulleras de ese territorio COII las cuatro quintas partes de la producción total; tenía un capital de medio millón de marcos y pagaba cada año 230.000 marcos de indemnización. Hoy existe un gran número de sociedades de indemnización contra las huelgas, repartidas en las más diversas ramas. Citaremos como ejemplo la de la industria metalúrg.ca, Esta sociedad contaba, á fines del segundo año de su. e~istencia, (1906) 1.048 firmas con cerca de 160.000 obreros y 185 millones de marcos de salarios. Ese mismo año fueron pagados 534.059 marcos de indemnización á 255 firmas. La prima cobrada es del 3 por mil del monto de los salarios y la indemnización es más menos del 12 y 1/2 por ciento de los salarios no pagados. Existen dos sociedades de contra seguros adjuntas á la oficina central y la Unión de patronos alemanes. Las federaciones de indemnización contra el boycottage; son á

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TRABAJO

también organizaciones parecidas; éstas están reunidas en una federación de protección de cervecerías alemanas contra el boycottage, sociedad de seguros mutuos que contaba en 1905, 26 sub-uniones y pagaba más de 636,285 marcos de indemnización por boycottage. y por fin, en el dominio de la actividad de las asociaciones patronales hay que considerar las convenciones igualitarias con los obreros, especialmente la convención sobre tarifas, las bolsas de trabajo igualitarias, las comisiones permanentes de arbitraje, etc. Es fuera de duda, que esas instituciones producen grandes resultados y su acción se ejerce de la manera más feliz. Hacen ya dos años que se contaban más de 5.000 estipulaciones de tarifas de toda importancia, desde la tarifa fija hasta la de imposición. Este resultado es tanto más satisfactorio por cuanto el derecho alemán prohibe todo contrato para la suspension de las estipulaciones de tarifa; éstas se basan, pues, en todo tiempo sobre la plena espontaneidad y no pueden de ninguna manera, ni aun por convenios punitorios, ser impuestas jurídicamente. En general se puede decir que la gran industria, encontrándose bajo la dirección de la Asociacion central, rechaza hasta ahora la convencion de tarifa y que la industria de artes mecánicas, por el contrario, se inclina enteramente á ese principio, mientras que la industria mediana y Sll representante la Federación de Industriales, está indecisa todavía. N o repetiremos aquí las razones existentes en pro ó en contra de las convenciones de tarifa; hagamos notar solamente que su rechazo no depende en todos los casos del punto de vista autocrático síno de las consideraciones técnicas. Es que allí, donde una industria progresa rápidamente ó donde el nivel técnico es muy diferente en las diversas explotaciones que forman parte de una misma rama, ó donde existe una importante competencia extranjera, la aplicación de los convenios de tarifa choca con grandes dificultades Los convenios de tarifa se han impuesto por completo en las artes gráficas, sastres, industria de la edificación, de bosques y en las cervecerías. Y no se encuentran casi en las minas, en la industria química y en la del papel y del azúcar. Una constatación importante se desprende de las huelgas, y es que para los obreros la pequeña guerra tiene más esperanzas de éxito: Y al contrario para los patronos, es la lucha en masa. En consecuencia, los patronos tienen gran interés en terminar en lo posible todos los convenios en una misma fecha si no. se puede llegar á un' convenio general. Entonces: cuando el término finaliza, todos los patrones de esa rama se levantan contra la totalidad de los obreros; las huelgas aisladas desaparecen y son reemplazadas por luchas de gigantes. Con

LAS

ORGANlZAClONES

PATRONALES

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EN ALEMANIA

más frecuencia todavía las partes prefieren ponerse de acuerdo, con el fin de evitarse un conflicto costoso y de dudoso resultado. La protección legal que falta á Los convenios de tarifa en Alemania es muchas veces reemplazada por compromisos de las partes contratantes de boycotear á las firmas ó á los obreros que lIO observen las estipulaciones de la tarifa. Los obreros no pueden aceptar trabajo en las usinas que no reconozcan la tarifa; así los patronos fieles tienen, por lo contrario, una garantía de que la competencia grosera que impera sobre los salarios no tiene ventaja respecto á ellos y recíprocamente. En las artes tipográficas existe una tarifa obligatoria, impuesta por diez años y comprende casi toda la rama; ella determina -que todo.patron debe formar parte de la asociación patronal y todo obrero del sindicato (socialista), y sin este requisito los unos no encuentran obreros y los otros trabajo. Esta estipulación ha conducido á resultados completamente notables; así, por una parte, las cincuenta imprentas del partido social-democrático deben adherirse las asociaciones patronales, mientras que muchos ayudantes. o~reros que n~ quieren ser socialistas son obligados entrar en el sindicato que esta bajo esa dirección. Kessler critica estas estipulaciones y por diversas á

á

razones las encuentra condenables. ,LS instituciones igualitarias compuestas por partes iguales por delezados de los obreros y de los patronos, merecen siempre ser las más °ampliamente difundidas; ellas tendrán por fin la reglamentación de la colocación de trabajadores y el arreglo amigable de los conflictos. En ese sentido también las asociaciones patronales han fundado instituciones hermosas. No podemos menos de transcribir las palabras con las cuales Kessler termina su obra: «Hemos visto que los esfuerzos hechos por las asociaciones patronales para obrar de acuer~o y pacíficamente en interés de la profesión en general, están todavía en la infancia. La mayor parte de ellas se ocupan más de obras de defensa, de seguros contra las huelgas y del lock-out, que del tr~bajo en común para la fijación de tarifas, crear oficinas de colocaclO~es igualitarias y comisiones de arbitraje. Y, entre tan.to, hemos pO~lcl.o demostrar que en las asociaciones patronales los miembros susceptibles de oír razones y conciliatorios son más numerosos que los testarudos y provocadores. El porvenir y el éxito será de los que combaten por el acuerdo pacífico y por el reconocimiento bien reflexionado de los derechos del proletariado y no de los que predican una brutal

autocracia.» DR. FRIEDRICH HER'rz.


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