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Sobre la felicidad
YARY VARGAS DE LA GARZA
ESPECIALISTA EN DESARROLLO Y BIENESTAR HUMANO
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SOBRE LA
FELICIDAD
La felicidad es un tema apasionante para mí. La he deseado, la he experimentado, la he saboteado, la he recuperado, la he estudiado…
Buscarla, es parte de nuestra naturaleza humana. Reflexiona un poco y verás, como todo lo que haces - tu trabajo, tus proyectos, tus hobbies, tus relaciones- lo haces buscando poder traducirlo en felicidad.
Así que, ya sea de manera consciente o inconsciente, la felicidad es el propósito más alto y si no el más alto, seguro, uno de los más importantes en tu vida.
Y está muy bien que busques ser feliz. La felicidad ofrece múltiples beneficios. Diversas investigaciones comprueban que la gente feliz, cuenta con un sistema inmunológico fuerte (sana físicamente), es enfocada y creativa (sana mentalmente), resiliente y generosa (sana emocionalmente); además, logra crear buenas relaciones (sana interpersonalmente) y, por si fuera poco, es exitosa en sus proyectos, tiene un mejor desempeño y mejores ingresos. Así que buscar la felicidad es una excelente decisión.
Sin embargo, existe una paradoja:

Si ser feliz es un anhelo muy grande y si, además, buscarla es una excelente decisión:
¿Por qué entonces hay tanta gente infeliz? ¿Cómo es posible que los índices de estrés, ansiedad, depresión y suicidios, se hayan septuplicado en los últimos 15 años?
La cuestión es que, aunque todos la deseamos, no siempre somos conscientes de ello y tampoco sabemos cómo encontrarla, cómo retenerla, cómo recuperarla. En muchos otros casos, más de los que te imaginas, aunque nos encantaría obtenerla, ni siquiera nos atrevemos a ir decididamente por ella, como si no nos sintiéramos merecedores de nuestra propia felicidad.
Así que, con estas letras, mi propósito es recordarte, que tienes el derecho de buscarla y de obtenerla. Escúchame (estoy alzando la voz un poquito): no estás condenado a vivir una vida medianamente buena. La felicidad puede ser para ti, más que brisa fresca ocasional, más que placer efímero, más que una racha de buena suerte. Puede ser y es, un estado de ser, de pensar y de vivir. Y si te cuesta creerlo, al menos cuestiónate si tu vida podría ser mejor.
La felicidad, como todo lo importante, te la construyes, pero esa es historia de otro cuento, o de otro artículo. En este momento, quiero enfatizar el primer paso (y el más relevante) que es el de reflexionar sobre tus creencias en torno a ella. Porque ser feliz empieza, como todo, con una creencia. Y la creencia correcta es, qué es posible para ti y te la mereces. ¡Si!, a pesar de tus aparentes errores. ¿O acaso piensas que, esos que viven felices, no se equivocan?