Un mundial diferente

Una serie de ajustes administrativos, políticos y normas culturales, estarán presentes en la primera Copa del Mundo que se disputará en la zona de Medio Oriente

El mundial de Qatar, el mundial desértico, donde menos se esperaba una fiesta grande del futbol, será recordado como el mundial post-COVID, el que marcó un cambio, cierto desinterés de los aficionados y televidentes al presentar un torneo fuera de temporada vacacional, como lo fueron todos los mundiales pasados, acostumbrado a los meses veraniegos, en donde se reunían familiares y amistades.

El día de hoy, todo se percibirá de una manera diferente, quizá con menos entusiasmo pero solo el tiempo y el futuro pueden romper esa incertidumbre que prevalece en la cabeza de muchos.

SELECCIÓN DE LA SEDE Una candidatura peleada con naciones donde la cultura del futbol es casi una religión comparada con la inexistencia de ésta en el país de Qatar, era algo lejos de imaginarse a largo plazo. Y es que, los otros países que figuraban en ser anfitriones estaban: Estados Unidos, México, Indonesia, Corea del Sur, Japón y Australia.

México e Indonesia fueron los primeros en darse de baja en la participación por lo que quedaron 5 naciones restantes, de las cuales: La propuesta de Australia no fue del todo convincente con 16 estadios; la de Japón y Corea del Sur (esta ocasión de manera independiente), les hacía falta infraestructura aunque a Japón se le otorgaron posteriormente los JJOO de Tokyo 2020; finalmente Estados Unidos perdió en la votación por 14-8 en contra del país qatarí.

Con la tabla resuelta, Qatar, un país inundado de riqueza económica a base de petróleo y capaz de mover grandes masas de dinero, se quedó con la candidatura al ser anunciada en 2010. CONTROVERSIA MUNDIALISTA A pesar de la trifulca mediática que la selección de la sede qatarí generó en los expertos, especialistas, críticos y analistas del balompié mundial, señalaron a los funcionarios de la FIFA por un posible “amaño” del mundial al ser un país con muchos factores en contra.

Principalmente el caso del clima es un problema que generó mucha logística e inflexibilidad para los clubes por ajustes en la calendarización, que eclosionó en rotaciones y desgaste físico de los jugadores, sin mencionar las dolorosas lesiones de Diogo Jota, N’Golo Kanté, Reece James, Georginio Wijnaldum y Joao Rojas.

El disputar el torneo en una temporada tan inusual y celebrarlo en un país donde el futbol, no figura entre los principales deportes y las limitaciones que implica el entorno de la cultura musulmán, es un conjunto de adversidades que para los expertos, aleja a Qatar del concepto de ser un anfitrión ‘atractivo’ para esta edición.

Foto: FIFA

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, estrecha la mano con el emir Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani en abril durante el sorteo de los grupos para la Copa del Mundo. Durante la ceremonia también estuvieron presentes los exjugadores y campeones del mundo, Cafú y Lothar Matthäus, además de todos los seleccionadores de los equipos participantes. AUMENTO DE PLANTILLA Debido a la situación de emergencia internacional del COVID y a las consecuencias que trajo consigo, la FIFA decidió ampliar la plantilla a 26 jugadores en caso de que algún elemento padeciera de dicha enfermedad o síntomas durante la estadía en Qatar, y que le sea imposible estar presente en los cotejos. De esta manera las selecciones tienen más flexibilidad al escoger a sus convocados para la fiesta mundialista.

La última ocasión que la FIFA amplió el cupo de jugadores, fue en la edición de Francia 1998 para un total de 23 miembros convocados.

MAYOR FLEXIBILIDAD AL CAMPO Otra situación que también se verá afectada a nivel administrativo y técnico por la pandemia del COVID, es el nuevo dictamen de utilizar cinco cambios o sustituciones de jugadores por partido, en lugar de los recurrentes tres cambios, que aprobó en junio pasado, la International Football Association Board (IFAB). Este cambio ya se ha reflejado a nivel de ligas por temas de ajuste en los calendarios, situaciones de confinamiento y disponibilidad de los jugadores.

Este mismo organismo fue el encargado de también ampliar la nómina a 26 jugadores durante el mundial, que además decidieron ampliar el número máximo de jugadores suplentes por partido de 12 a 15.

EL IMPACTO DEL CLIMA Pensar en un partido de futbol, en temporada de verano, en una región completamente desértica y jugar al medio día con una temperatura rozando los 40° grados centígrados, es un escenario francamente abrumador para cualquier deportista, no solo de futbol.

Clima de verano excepcional para turistas.

El factor climático, será uno de los atractivos para los simpatizantes de todo el mundo, ya que aunque se celebra durante el invierno, el clima resultará agradable al mantenerse en un rango de 20 a los 25 grados centígrados. La percepción del calor será similar a estar en un día soleado en la playa.

Éste era el pensamiento común cuando se eligió la sede en Qatar para esta edición. Rápidamente Joseph Blatter, el entonces presidente de la FIFA, dio la cara para expresar su intención de mover la justa mundialista a los meses de invierno de diciembre y enero. Después se eligieron las fechas definitivas para iniciar en noviembre y concluir antes de las fiestas navideñas el 20 de diciembre.

Ni siquiera la liga local de Qatar se juega durante los veranos por las temperaturas extremas que se alcanzan. Es una idea irrealista. El argumento que presentó la nación árabe para atraer al público, fue de dotar a los estadios con aire acondicionado en todas sus zonas para contrarrestar el efecto climático que pudiera generar aún en fechas de invierno.

PROHIBICIONES Y REGLAMENTO El pilar principal sobre el cual se rigen los estrictos reglamentos y normas para tener una etancia pacífica y recreativa en Qatar, recaen enteramente sobre el Islam.

El país musulmán y la religión del Islam no es conocida por su liberalismo, sino todo lo contrario, por ser una doctrina completamente distinta, con costumbres que parecen anticuadas y que muchas personas as catalogan como cerrada, aprehensiva o restrictiva. Si bien, es el primer mundial que se vive en un país árabe, donde todo parece muy diferente al momento de manifestarse y expresarse libremente en la vía pública como en otras naciones.

Los qatarís responden al Islam, una religión que no permite el libre culto a otros credos que significa que están prohibidos las publicaciones o libros que contengan creencias no islámicas. De la misma manera, cualquier tipo de material sugestivo o pornográfico queda en la lista negra de objetos prohibidos al ingreso del país.

Otras conductas que suelen castigarse en este país, es el ingerir bebidas o embriagarse de manera pública, así como causar alborotos como gritar o comportarse de manera impertinente o incluso festejar. El mostrar afecto entre parejas incluso matrimonios, se suma a la lista acompañado de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, mostrar inclinaciones sexuales como la homosexualidad, además de portar una vestimenta adecuada y conservadora en público.

Parece una complicada lista de requerimientos para cualquier turista pero se reitera que al ser un país musulmán, se pide quese respeten sus costumbres y a su cultura principalmente. Muchos de estos actos, se harán acreedores a multas, cargos, deportaciones o inclusive una sentencia de cárcel.

MEXSPORT Foto: La mexicana Karen Díaz, acompañada de Neuza Brack de Brasil y Kathryn Nesbitt de los Estados Unidos, debutarán por primera vez en el campo en una copa del mundo sobre, en calidad de asistentes de: Stephanie Frappart, de Francia, Salima Mukusanga, de Ruanda y Yoshimi Yamashite de Japón.

Este cuerpo de mujeres árbitro, es parte de un proceso que se inició hace años dentro del comité de árbitros de la FIFA, encabezado por Pierluigi Collina.

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