MARIANOMOLINA
Q#5
Q | EDITORA QUIMERA Humboldt 1981 Bs. As. - Argentina info@quimeradelarte.com www.quimeradelarte.com
DISEÑO Eugenia Salama
AGRADECIMIENTOS A Gabo por toda su confianza. A Claudio por acompañarme desde un principio con la curaduría de esta muestra. A Euge por ponerle todo su talento y predisposición a esta excelente publicación. A Claudio, Diana y Florencia por sus bellos y precisos textos. A los que me apoyan y acompañan desde hace tantos años: Diana, Vic, María Teresa, Jorge, Rodrigo, Eva, Esteban, Daniel, Juan Francisco, Carolina, Juan L. y en especial a mi queridísimo Yuyo. A Rodrigo Quian Quiroga por invitarme a la inigualable experiencia en UK que influyo en mi trabajo desde entonces. A Isabel, Iago y Gael por tanto amor, apoyo y paciencia. A mi madre.
TRADUCCIÓN Jessica Melamud
IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN Proietto & Lamarque S.A.
EDICIÓN Gabriel Bitterman TEXTOS Claudio Ongaro Haelterman Diana Wechsler Florencia Ortolani FOTOGRAFÍA Daniel Kiblisky Mariano Molina
Bitterman, Gabriel ∑#5, Mariano Molina. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Quimera del Arte, 2015. 32 p. ; 21 X 15 cm. ISBN 978-987-45782-4-2 Todas las imágenes de este ejemplar pertenecen a Mariano Molina. Queda prohibida la reproducción en forma parcial o total sin la autorización del autor.
#5
Imágen de tapa Action Painting Acrílico sobre MDF 41 x 33 cm 2015
CROMO SOMOS
CROMO SOMOS
Por Claudio Ongaro Haelterman
El pretexto falsamente fotográfico nos convoca para dar paso al protagonismo del color, como aquella tensión originaria que genera una escena cuando deviene imagen pregnante, producto de una operación artística que se nos propone como honestidad de ser: ese es Mariano Molina y su obra. Ante la súbita mirada de su pintura una advertencia inmediata pareciera detenernos ante los intersticios de los fragmentos, más allá de los detalles que eliden el valor de la veladura ante las cuales nos arroja: una calidad en la investigación de lo visual para quebrar la lectura de la imagen, porque pintar en sí mismo, quizás sea colorear, es decir extraer diferencia a las cosas y al mundo. Entre rompecabezas, deconstrucciones y deconstituciones fractales se evidencia una subjetividad que se tensiona entre cromos y cronos, es decir seres hechos de color y tiempo, que en la autonomía fragmentaria de los cuerpos deslee la figura humana interviniendo la superficie con manchas y arrojos de una pintura, donde los sujetos se confunden y reaparecen entre lo multitudinario y lo colectivo. Un epicentro de fuerzas centrífugas y centrípetas parecieran conformar un movimiento figura-fondo, como juego entre lo visto y lo percibido, para repetir aquella trama de una silueta como estallido de cuerpos públicos que intentan una constante y misma imagen para dar con el infinito visual. Círculos, esferas o burbujas volumétricas que entre reflejos, refracciones y representaciones gotean transparencias para aumentar la profundidad solapada en el desfasaje velado de cada silueta; tramas que intervienen lomos de libros cual hendidura que interfiere en la lectura de retratos, hechos casi a luz de vela. Mariano Molina pareciera filologizar en sus modos operacionales el mismo concepto de color que en tanto Celare, des-oculta con el movimiento de la substracción, la piel y las formas que dejan ver sus fondos. Sus cuerpos nos enfrentan desde el otro lado de la tela desafiándonos en el arrojarnos lo cromático y sus gotas de pintura ante los ojos. Esa es la diferencia entre poner el uso del color sobre una tela y un cuerpo o extenderlo con él quitándole su rostro y rasgo subjetivo.
Nos adentramos en Puntos - Ventanas con cortes transversales móviles, entre la profundidad de un adelante y un atrás en versiones de giros combinatorios que utiliza de pretexto y justificación de un supuesto testimonio fotográfico para tonificar y vibrar, generando una manera de sonificar el color. El diccionario cromático de Mariano comienza cuando ya no da el significado de los colores sino sus prácticas, donde el juego entre lo visible e invisible de la imagen radicaliza la iluminación necesaria para ver las siluetas: quizás un nuevo orden de la invisibilidad que caracteriza lo informe. Ojos que relegan cuerpos y figuras a la penumbra que gritarán desde ese color en un hiato geométrico hasta descender hacia lo hipotéticamente morfológico, desestando su significado para devolverlo al mundo, girando hacia otra geografía de la forma humana. Circularidad como abertura o sobreposición a modo de rendijas, congelando ráfagas entre figura-fondo mediante la inconfundible huella que señala la historicidad del acontecimiento, a la manera de huecos que operan más allá de toda configuración. Esos son sus sujetos dispersos y colectivos de una pintura que en su proceso elabora un espacio para cercenar su centro, en una superficie que decodifica la supuesta hiperrealidad reificando la mirada en blanco. Si con Cromo Somos tenemos por un lado el Color y el Ser, por otro lado es indudable que se nos hace presente también, la Piel y el Peso de un Tiempo del Cuerpo como camino hacia una pintura que no soslaya su compromiso sociopolítico ante la elección de situaciones y escenas que revelan fuertes vivencias comunitarias. Mariano Molina pareciera preguntarse constantemente ante el color, ¿qué y quién sos vos , figura del círculo al que uno se enfrenta cuando sale al encuentro de su forma?. Quizás, nada, salvo esa presencia velada de la muerte que hace de la vida humana un indulto obtenido cada mañana en nombre de los significados de lo que callamos y que hace signo.
Pág. anterior Cromo Somos (detalle) Acrílico sobre MDF 100 x 275 cm. 2015 Con - Secuencias (detalle) Acrílico y cartón montado sobre MDF 22 ,5 x 31, 5 cm c/u 2015
Sin Título Acrílico sobre MDF 34 x 32 x 10 cm 2015 Mancha Marcha Acrílico sobre tela 190 x 140 cm 2015
Cromo Logica Mente Acrílico sobre MDF 41 x 33 cm c/u 2015 Big Bang Acrílico sobre tela 200 x 150 cm 2015
Con-Secuencias (detalle) Acrílico y cartón montado sobre MDF 22 ,5 x 31, 5 cm 2015 Sin Título Acrílico sobre MDF 34 x 32 x 10 cm 2015
Circulando AcrĂlico sobre tela 140 x 140 cm. 2015
ACCIDENTES CONTROLADOS
2005-2015
Action Painting AcrĂlico sobre tela 70 x 50 cm. 2013
ACTO REFLEJO
Texto por Diana B. Wechsler
La pintura es, en primer lugar, una afirmación de lo visible que nos rodea y está continuamente apareciendo y desapareciendo, afirma John Berger. En busca de una teoría de lo visible, John Berger afirma la necesidad de la pintura como un impulso destinado a garantizar la presencia de gentes, cosas, situaciones. En el terreno de la praxis, como un acto reflejo, Mariano Molina cultiva cuidadosamente este recurso y con él retiene no sólo presencias sino la misma práctica de pintar, reivindicándola desde sus recursos de representación más tradicionales, para ponerlos a prueba con las posibilidades contemporáneas, tanto en términos de materiales como de visibilidad. Entre sus frisos, uno aparece como posible llave de lectura. En una trama continua de fragmentos rítmicos, verticales, sucesivos, una secuencia de gestos permite intuir una pequeña historia. Semejanzas y proximidades de rostros en grisalla, algo dicho al oído (o quizás un beso), exponen cierta complicidad: un secreto que se transmite, una tradición que se retoma. Como alegoría de la pintura, este friso – al que se suman otros de la misma serie- establece una conexión entre tiempos: los de la representación naturalista, los de la abstracción geométrica, los de una configuración cinética de la superficie. Sucesión y simultaneidad, dos términos que definen algunos aspectos del trabajo de Molina que parecería estar buscando doblegar la (im)posibilidad del tiempo en la pintura. Accidente controlado, es otra de las nociones que aparece como recurso explicativo ante sus imágenes. Action painting, y piezas de la serie Tiro al blanco hacen emerger aquel concepto acuñado por Siqueiros en el Experimental workshop, que se convertirá en uno de los sustratos del expresionismo abstracto. Como citas de ese pasado de la pintura, estas obras presentan en un mismo plano la representación y su dilución, la figura y la mancha en lucha. Un complejo y cuidado sistema de enmascaramientos, proyecciones, pistolas neumáticas de pintura, pinceles y formatos en serie, completan la descripción de los recursos que Molina pone en juego para sostener este ya antiguo ritual que es la pintura, destinado a cultivar la posibilidad de construir presencias, de afirmar obstinadamente la condición física de lo existente y con ella, su fugacidad.
Homenaje a Lucio Fontana AcrĂlico sobre tela 70 x 50 cm c/u 2007
Rompe Cabezas Collage en MDF 41 x 33 cm 2011 El Centro de las Miradas (detalle) AcrĂlico sobre tela 100 x 200 cm 2009
Sin Título Acrílico sobre mdf 24 x 32 x 10 cm 2015
Legado (detalle) Acrílico sobre tela 60 x 200 cm 2013 Sin Título Acrílico sobre MDF 32 x 40 x 10 cm 2014 Pág. siguiente Dibujo a mano alzada (Otoño) Acrílico sobre tela 200 x 150 cm 2010
Textual III Acrílico sobre tela 200 x 150 cm. 2009 Textual Acrílico sobre tela 200 x 150 cm 2009
MARIANO MOLINA: REVIVAL PROVOCADOR
Texto por Florencia Ortolani
1999 fue un año de inflexión en la promisoria carrera artística de Mariano Molina. Tras su paso por el grupo de análisis de obra de Luis Felipe Noé, obtiene la mención de honor del premio Palais de Glace a Nuevos Pintores. Respetable comienzo para este joven artista argentino recién egresado de la entonces Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. A partir de allí, y fruto de un notable y prolífico trabajo, premios y reconocimientos se suceden año a año. Como la beca de la Pollock-Krasner Foundation en 2008 o la más reciente mención en el Salón Nacional de Artes Visuales 2014 con su obra Big Bang de la serie Rush. Durante todos estos años Molina no ha dejado de experimentar y reinventar su trabajo. Su obra ha sabido atravesar y salir airosa de casi todos los géneros, pero siempre con una clara tendencia hacia la pintura, las herramientas de composición tradicionales y el uso casi exclusivo del aerógrafo. En este sentido, la gran aceptación de su trabajo entre público y jurados prestigiosos, estaría en estrecha relación con una bien lograda síntesis entre la tradición y los nuevos rumbos del arte en los albores del siglo XXI. Entre el revisionismo y la provocación. Su producción se encuentra en colecciones privadas, en galerías de arte y en intervenciones urbanas alrededor de Latinoamérica. Pero también al lado de la ciencia. Entre los años 2009 y 2011, gracias al subsidio del Leverhulme Trust, Molina junto a otro argentino, el neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga, realizaron un proyecto singular: trabajaron, cada uno desde su disciplina, la percepción visual frente a determinados estímulos. El resultado dio lugar a una exposición en la Universidad de Leicester, que suscitó interés incluso entre revistas científicas como Lancet Neurology. Este aspecto había sido explorado por Molina en El centro de las miradas, de 2008, y aunque no pensara aún en términos neurocientíficos, sí pretendía guiar la percepción. En este trabajo monocromático de la serie Textuales, la mirada del espectador es conducida a través de una multitud extasiada fuera de foco hacia un punto perfectamente nítido y central. Encuadres de inspiración fotográfica y la figura humana, sobre todo inserta en masas homogeneizadas, son recursos extensamente explorados por el artista a lo largo del tiempo y a través de toda su producción.
En cada una de sus series ha cuestionado, implícita o explícitamente, los lugares comunes de la pintura. Así, en la serie Reflexiones, repone la noción de mímesis en el arte como dos realidades que se fusionan hasta hacerse inteligibles o bien descompone la imagen en unidades mínimas en la obra Pixeladas. El trabajo meta-discursivo se acentúa en la serie Con-sequences de 2007, en la que la búsqueda se orienta hacia la desestabilización de la escena enunciativa. Molina se representa a sí mismo cara a cara con el espectador al tiempo que trabaja en una obra virtualmente situada entre él y el público. La representación del propio cuerpo del artista o sus manos repone la deliberada ausencia de gestualidad producto de la técnica utilizada. La impersonalidad de las perfectas superficies logradas con aerógrafo es salvada por Molina anteponiendo su propia corporeidad. Su mano es la que señala, la que elige entre la multitud, la que manipula la humanidad apretándola como un papel. Su presencia, en última instancia, ha logrado reivindicar al artista. Finalmente, desde 2012, tematiza el tiempo y la simultaneidad a través de una conjunción formal de todas sus series anteriores. El movimiento y la volumetría se reponen en sus trabajos desde entonces para cuestionar el género de la pintura como clasificación estanca. Ahora bien, el lugar exponencial del trabajo de Molina está en los muros. Sus intervenciones son las producciones de mayor condensación semántica. Siempre con aerógrafo, representa por lo general grupos de personas en movimiento inmersos en su rutina, que es la del transeúnte ocasional, o en tensionado reposo. Los tipos humanos se amigan con el entorno y no es lo mismo una representación en Brasil que una en Estados Unidos. Nexo de intercambio directo entre el arte y el público, estas intervenciones con reminiscencias del monocromático stencil alinean la obra cerca de un street-art con intenciones de inclusión social. Molina recupera críticamente construcciones del pasado con exigencias del presente. Y aunque la tradición es convocada permanentemente en su trabajo, no lo es para emularla sino más bien sólo para cerrar su ciclo hoy desde una cita. Un revival, en el sentido que le dio Oscar Steimberg. El salto al pasado y las normas existen en tanto rebelión motivada por requerimientos del presente, de búsquedas e inquietudes del propio artista en el devenir de su producción, siempre provocadora.
Manipulados Acrílico sobre tela 50 x 50 cm c/u 2009
Pág. anterior All over the wall Mural site specific 200 x 700 cm "Imágenes e Historias" CC. Recoleta Bs. As, 2011 Punto de Encuentro Mural site specific 550 x 900 cm "Horizontes de deseo" Museo MAR Mar del Plata, 2015 Cuenca del Plata (detalle) Mural site specific 180 x 2100 cm 9ª Bienal de Cuenca Ecuador, 2007
CROMO SOMOS Dr. Claudio Ongaro Haelterman The falsely photographic pretext invites us to delve into color prominence, like that native tension that brings about a scene when an imbued image occurs - the product of an artistic operation proposed as the honesty of being: that is Mariano Molina and his ouvre. At a sudden gaze of his paintings, an immediate warning seems to stop us at the interstice of the fragments, beyond the details that elide the value of glazing throughout which he throws us: a quality in the research of the visual to break the reading of the image, because painting might be coloring, that is, pulling out contrast to the objects and to the world. Among puzzles, fractal deconstructions and de-constitutions there appears a subjectivity which is tensed between cromos and cronos, that is, beings made up of color and time, which in the fragmentary autonomy of the bodies deconstruct the reading of the human figure blocking the surface with stains and patches of painting, where the subjects are disoriented and reappear between the mass and the collective. The epicenter of centripetal and centrifugal forces seem to create a figure-background movement, like a game between the seen and the perceived in order to repeat that texture of a silhouette as an explosion of public bodies which attempt a constant and identical image to reach the visual infinite. Circles, spheres and volumetric bubbles which among reflection, refraction and representations drip transparencies to increase the evasive depth in the veiled contrast of each silhouette; textures that pierce book spines like a fissure which interferes in the reading of portraits, almost made in the candle light. Mariano Molina seems to philologize in his operational modes the same concept of color that Celare re-veals with the movement of subtraction - the skin and the shapes that depict its background. His bodies confront us from the other side of the canvas, challenging us by throwing the chromatic and his drops of painting in front of our eyes. That is the difference between implementing the use of color on a canvas and a body, or extending it in order to remove his face and subjective feature. We delve into Points-Windows with mobile transversal cuts, between the depth of the front and the back in combinatorial turns which are used as an excuse and justification of a supposed photographic testimony to invigorate and vibrate, producing a way of giving sound to color. Mariano’s chromatic dictionary begins when the significance of colors is over, but its practices, where the game between the visible and the invisible of an image radicalize the necessary lighting to see the silhouettes: a new order of invisibility which characterizes the formless.
Eyes that relegate bodies and figures to the shadows, which will manifest from that color, in a geometric hiatus until descending to the hypothetically morphological, undoing its significance to return to the world, spinning to another geography of the human shape. Circularity as opening or superposition as a way of slits, freezing gusts between figure-background through the unmistakable track which points at the historicity of the event, in the sense of gaps which operate beyond configuration. Those are the dispersed and collective subjects of a painting which in its process creates a space to cut off its center, on a surface which decodes the supposed hyper-reality reifying the blank gaze. If with Cromo Somos we have, on the one hand, the Color and the Being, on the other hand, it is undeniable that what is present as well is the Skin and the Weight of a Time of the Body as a way towards painting which does not avoid its socio-political commitment at the choice of situations and scenes which reveal strong communal experiences. Mariano Molina seems to be constantly asking himself when confronted to color, what and who are you, figure of a circle to which one confronts himself when leaving the encounter with his shape? Maybe, nothing, except for the veiled presence of death, which makes human life a reprieve, gained each morning in the name of the unspoken meanings and which makes signs.REFLEX ACTION Diana B. Wechsler Painting is, firstly, an affirmation of the visible that surrounds us and is continually appearing and disappearing, declares John Berger. In search of a theory of the visible, John Berger affirms the necessity of painting as an impulse meant to ensure the presence of people, things and situations. In the field of praxis, as a reflex action, Mariano Molina carefully cultivates this resource and with it he retains not only the presence but also the practice of painting itself, asserting it from its most traditional representative resources, to confront them with the contemporary possibilities, both in material and visible terms. Among his friezes, one seems to be the key for interpretation. In a continuous net of rhythmical, vertical, successive fragments, a sequence of gestures allows one to perceive a short story. Resemblance and proximity of sketch faces, and a whisper (or maybe a kiss) reveal a kind of complicity: a secret that is passed on, a tradition that is taken up. As an allegory of painting, this frieze – which others of the same series are included – establishes a connection between different periods: the naturalist representation, the geometric abstraction, and a kinetic configuration of the surface. Succession and simultaneity are two terms that define some as-
pects of Molina’s work which seems to be searching to defeat the (im) possibility of time in painting. Controlled accident is another concept which appears as an explanatory resource of his images. Action painting and pieces of the archery series bring about the concept adopted by Siqueiros in the Experimental workshop, which will become one of the substratums of the abstract expressionism. As an example of that period in painting, these works present, in the same plane, the representation and its dilution, and the figure and the stain struggling. A complex and careful system of masking, projections, paint air guns, brushes and formats in series, complete the description of the resources that Molina uses to sustain this old ritual which is painting, intended to develop the possibility to build presences, obstinately affirm the physical condition of existence and with it, its fugacity. MARIANO MOLINA: A CHALLENGING REVIVAL By Florencia Ortolani 1999 was a turning point in the promising artistic career of Mariano Molina. After his appearance in the work analysis group of Luis Felipe Noe, he obtained the honorable mention of the Palais de Glace prize granted to New Artists. He had a reputable beginning for being an Argentine young artist who had just graduated from the National School of Fine Arts “Prilidiano Pueyrredon”. Since then, and as a result of his prominent and creative work, he has been granted annual prizes and awards; such as the one given by the “Pollock-Krasner” Foundation in 2008 or the most recent mention at the National Hall of Visual Arts in 2014, for his Bing Bang work from the Rush series. During all these years, Molina never stopped reinventing and experimenting on his work, which was always successful in all genres, but with a clear trend towards painting, the traditional compositional tools and the almost exclusive use of airbrush. In this sense, the great acceptance of this work among prestigious juries and audience resulted from a well achieved synthesis between the tradition and the new directions of the arts in the dawns of century XXI - between revisionism and provocation. His production is not only found in private collections, art galleries and in urban intervention around Latin America, but also in the field of science. Between 2009 and 2011, due to the subsidy granted by Leverhulme Trust, Molina, together with the Argentine neuroscientist Rodrigo Quian Quiroga, developed a unique project: each one from his own discipline both worked on the visual perception of specific stimulus. The result led to an exhibition at Leicester University, which aroused interest even among scientific magazines such as the Lancet Neurology. This aspect had been studied by Molina at “El centro de las mira-
das” (the focus of all glances) in 2008, and even though he didn’t consider neuroscientific aspects yet, he did expect to focus on perception. In this monochromatic work of the Textual series, the gaze of the spectator is led from an out of focus ecstatic crowd towards a perfectly clear and central point. Frames of photographic inspiration, and the human figure, mainly inserted in homogeneous masses, are resources extensively explored by the artist throughout the time and all his production. In each of his series he has questioned, either implicit or explicitly, the common places of painting. Therefore, in the Reflection series, he brings the notion of mimesis in art as two realities which fuse until they become understandable, or else he splits the image into minimum units like in the work “Pixeladas” (Pixels). The metadiscursive work is emphasized in the “Con-sequences” series in 2007, in which the search is oriented towards the destabilization of the scene exposed. Molina depicts himself face to face with the spectator while he works on a virtual presentation situated between himself and the audience. The illustration of the artist’s own body or hands replaces the deliberate absence of body-language due to the technique used. The impersonality of the perfect surfaces achieved by airbrush is saved by Molina by foregrounding his own corporeality. His hand is the one that signals, that chooses among the crowd, and that manipulates the humanity squeezing it like paper. His presence, ultimately, has reestablished the artist. Finally, since 2012, he has portrayed the time and simultaneity through a formal conjunction of all his past series. Since then, movement and volumetry have been present in his works to question the genre of painting as static. Now, the exponential place of Molina’s work appears in walls. His interventions are the productions with major semantic condensation. He always uses airbrush, and generally represents groups of people in movement absorbed in their routine, like the usual passer-by, or in a tensed repose. The human types befriend with the environment and a representation in Brazil is not the same as a representation in the United States of America. As a direct exchange link between art and the audience, these interventions with reminiscence of monochromatic stencil align the work with street-art for social inclusion purposes. Molina critically recovers past constructions with present requirements. And although tradition is permanently brought in his work, it is not with the purpose of imitating it, but of closing its cycle today through a quote - a revival, in the sense given by Oscar Steimberg. The leap to the past and the rules exist due to conflict motivated by present requirements, searches and doubts from the artist himself in the evolution of his production, which has always been challenging.
MARIANOMOLINA 1970 / Buenos Aires, Argentina Nace en Buenos Aires en 1970 donde vive y trabaja. Egresa de la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en 1998. Asiste a los grupos de análisis de obra dirigidos por Luis Felipe Noé en 1999. Realiza exposiciones individuales en la galeria Praxis, Buenos Aires (2004, 2006, 2009) Praxis, Miami (2005 y 2007) Praxis, New York (2005) y Quimera, Buenos Aires (2013) Entre las más recientes exposiciones colectivas se destacan: “Horizontes de deseo” Museo de Arte Contemporáneo MAR de Mar del Plata (2015), “Imágenes e Historias” – Sala Cronopios, C.Cultural Recoleta – Buenos Aires, Bienal SIART, Invitación Internac. de Honor – La Paz – Bolivia, “Argentina Hoy” – Centro Cultural Banco do Brasil – San Pablo y Rio de Janeiro, “El Futuro ya no es lo que era” - Realizó residencias en Inglaterra, Dinamarca, USA, Canadá y Bolivia y formó parte de los envíos argentinos de la IX Bienal de Cuenca (2007), IX Bienal de La Habana (2006) y la V Bienal del Mercosur (2005). Premios 2014 Mención – Salón Nacional de Artes Visuales 2014 Tercer Premio - 9 Concurso Nacional de Pintura UADE 2013 Mención - Premio de Pintura Sanatorio Finocchieto 2008 Mención Honorífica - Premio de Pintura Banco Nación 2003 Mención – Premios Banco Ciudad a las Artes Visuales 2003 Premio Accesit – Certamen Iberoamericano de Pintura – Fundación Aerolíneas Argentinas 2003 Mención 1° premio AAGA a las Artes Visuales 2000 Premio Fondo Nacional de las Artes, Fundación Pro Arte Córdoba 1999 Mención de Honor - Premio Palais de Glace a Nuevos Pintores Becas y Residencias 2011 Beyond Text Follow on Projects - AHRC Grant 2009 | 2010 Beca The Leverhulme Trust – Artist in Residence, UK 2009 Becas Nacionales – Fondo Nacional de las Artes 2008 Beca Pollock-Krasner Foundation 2006 Workshop internacional Interact, Dinamarca 2005 Residencia Internacional KMO Urbano – Santa Cruz de la Sierra – Bolivia 2004 Programa Internacional de Intercambio - Secretaria de Cultura de la Nación - Atlantic Center for the Arts - Florida, USA 2004 Subsidio a la creación – Fundación Antorchas 2001 Residencia en el Banff Centre for the Arts, Canadá. Fundación Antorchas Exposiciones Individuales 2013 | 2015 Galería Quimera, Buenos Aires 2009 | 2006 | 2004 Praxis International Art, Buenos Aires 2007 | 2005 Praxis International Art , Miami – USA 2005 Praxis International Art – New York – USA 2001 Alianza Francesa, Buenos Aires 2001 The Other Gallery, Banff Centre for the Arts, Canadá
Exposiciones Colectivas (Selección) 2015 Horizontes de deseo, Museo de Arte Contemporáneo (MAR), Mar del Plata, Argentina 2014 Salon Nacional de Artes Visuales, Palais de Glace, Buenos Aires, Argentina 2012 The Art of Visual Perception, Richard Attenborough Center, Leicester, UK 2011 Imágenes e Historias. Sala Cronopios, C. C. Recoleta, Buenos Aires, Argentina 2010 Art Miami, Miami, USA 2010 Parallel realities. Now contemporary art, Miami, USA 2010 XVII Bienal de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (muestra itinerante) 2009 V Bienal SIART, La Paz, Bolivia (muestra itinerante) 2009 Argentina Hoy, C. C. Banco do Brasil, San Pablo y Rio de Janeiro, Brasil 2009 El Futuro ya no es lo que era. Fundación OSDE, Buenos Aires 2004 al 2009 ArteBA, Buenos Aires, Argentina 2005 al 2009 Arteamericas, Miami - USA 2005 | 2008 ART London, UK 2008 Tensiones públicas. Utopías domésticas, C.C. Simón I. Patiño, Sta. Cruz de la Sierra 2007 9ª Bienal de Cuenca, Ecuador 2007 Museo de Arte Contemporáneo de Paraná, Curitiba, Brasil 2007 Pinta – Feria de Arte Latinoamericano - New York 2007 ART Miami, USA 2006 9° Bienal de la Habana, La Habana, Cuba 2006 Futebol, Desenho sobre fundo verde, C.C. Banco do Brasil y SESC Pinheiros, Brasil 2006 Estudio Abierto Centro, Palacio de Correos, Buenos Aires, Argentina 2006 Where fashion meets art, New York 2005 | 2006 ART Chicago, Chicago, USA 2005 5° Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil 2005 “Pintura sin Pintura” C.C. de España en Buenos Aires, Argentina 2005 Museo de Arte Contemporáneo, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia 2005 ART Sante Fe, Nuevo México, USA 2005 Scope Hamptons, New York, USA
Action Painting Acrílico sobre tela 61 x 40 cm c/u 2011 Contratapa Red Rhythm Acrílico sobre tela 200 x 150 cm 2007