Agosto 2015
25 NUEVOS MIEMBROS DE LA CCE
SE MODERNIZA PUBLICIDAD EN EVENTOS
INNOVACIONES EN LA WEB
MIN. CULTURA: LA CASA NECESITA AYUDA
HOMENAJE A TRABAJADORES
PRESIDENTE: Raúl Pérez Torres VICEPRESIDENTE: Gabriel Cisneros Abedrabbo DIRECTOR DE COMUNICACIÓN: Rodrigo Rangles Lara
REVISTA CASADENTRO EDITOR: Luis Onofa REDACTORES: Oswaldo Mantilla, Patricia Robalino, Laura Lasso de la Torre Luis Alfredo Maldonado Jeimy Chiluiza COLABORADORES: Laura Rios David Alomoto María Fernanda Velasco Erick Salcedo Andrea Proaño FOTOGRAFÍA: Iván Mejía C. Laura Lasso Colaboración Umacantao DISEÑO: Rafael Castro Revista CasAdentro Avs. 6 de Diciembre N.16224 y Patria, Quito, Ecuador. Telf: 2905 260. IMPRESIÓN: Editorial Pedro Jorge Vera Tiraje: 1700 www.casadelacultura.gob.ec Dirección de Comunicación http://multimedioscce.org PORTADA: El Ministro de Cultura y Patrimonio Guillaume Long acompañado del Presidente de la CCE, Raúl Pérez Torres, durante su visita a la institución.
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ACTUALIDAD
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA
Ministro de Cultura: LA CASA NECESITA AYUDA, VAMOS A TRABAJAR CON ELLA El Presidente de La Casa, Raúl Pérez Torres, el vicepresidente, Gabriel Cisneros, recibieron al Ministro Guillaume Long, antes del recorrido.
“E
stoy muy contento”: con esa sencilla frase el ministro de Cultura, Guillaume Long, resumió su visita de algo más de dos horas a las instalaciones de la Casa Matriz de la Cultura Ecuatoriana. La estadía que inició muy temprano, saboreando una humeante taza de café, en el despacho del Presidente de la Casa, escritor Raúl Pérez Torres, continuó a paso ligero por la Biblioteca Nacional y luego, por la Cinemateca, donde recibió algunas explicaciones sobre los modernos equipos de reproducción y reconversión cinematográfica. La delegación —que incluyó a la viceministra, Ana Rodríguez y varios funcionarios de esa Cartera de Estado y de la Institución— enfiló al laberinto de corredores, del circular Edificio de los Espejos, para acceder a cada una de las 14 salas que albergan a similar grupo de artistas de la dramaturgia. Los entusiastas teatreros independientes, que en esos pequeños teatrinos desarrollan sus creaciones, suspendían gustosos los ensayos y pedían al ministro asistir al futuro estreno de sus obras, en tanto le contaban también sus experiencias y aspiraciones. Accedió después a la Biblioteca Nacional, donde le esperaba la proyección de un corto video explicativo de los avances alcanzados, para difundir de manera virtual una colección de libros antiguos, y pasó a la sala climatizada. Aquí se entretuvo hojeando uno del siglo XV, parte de la serie de “Los Incunables”, cuidadosamente restaurados y resguardados por nuestros especialistas.
Admiró las obras que forman parte del patrimonio cultural nacional y recorrió, a paso corto y la mirada atenta, cada una de las estanterías que guardan los libros del Fondo Jesuita, que tuvo a su cargo como bibliotecario, el prócer y sabio Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Sorteando pasillos y recovecos llegó a los amplios salones del Museo, donde disfrutó de las obras de Piedad Paredes, recientemente donadas a la Casa; se detuvo frente a una gigante y troquelada foto del siglo pasado, que registraba, para la historia, a un grupo de jóvenes aspirantes a cultores plásticos, entre los que figuraba, una risueña adolescente Piedad Paredes, en medio de varones elegantemente trajeados. El murmullo de la comitiva avanzó sorteando cuadros de los célebres de la plástica contemporánea, entre los que no podían faltar Guayasamín, Kingman, Mideros y otros, para llegar, pisos arriba, a la reserva más importante de cuadros y esculturas patrimonio de los ecuatorianos, que celosamente custodia, protege y restaura la Institución.
La característica flema de los ascendientes de europeos, que lleva en su sangre el ministro Long, dio paso a su parte latina reflejada en sonrisas y preguntas sobre ese verdadero tesoro artístico, donde proliferan los Pampite, Goribar, Salas, Bacon, Viteri y tantos otros maestros de la paleta multicolor. Le impresionó mirar la habilidad con la que un pequeño grupo de expertos —hombres y mujeres— resucitan esas creaciones artísticas gracias a la necia persistencia del escritor Pérez Torres, que logró financiar, “a remiendos y pedazos”; ese equipo de restauradores que, en menos de dos años, rescató unas 200 de esas maravillas. “Un país sin memoria es un país sin identidad, es un país sin pasado y, por tanto, sin futuro”, comentó mientras miraba —más tarde— de lado a lado, las vitrinas del Traversari, quizás uno de los museos más completos y novedosos de instrumentos precolombinos y republicanos del continente americano. A él, que le gustan los “museos vivos y no los muertos”, le sorprendió encontrar un improvisado
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ACTUALIDAD En la Biblioteca Nacional
En la Cinemateca Nacional Ulises Estrella
teatro listo para un concierto. Así fue. Sentado en primera fila, en medio de pingullos, sonajas, rondadores, marimbas, guitarras y tantos instrumentos inertes. Absorto asentía y degustaba los acordes de la pieza venezolana Criollissima y los sentimientos afloraron en su rostro al escuchar el pasillo ecuatoriano Invernal, interpretado por nuestra Camerata. Cuando le informaron que las piezas que escuchó se recrearon con un violín del siglo XVI y un piano, de hace más de 100 años, el ministro felicitó al grupo, tanto por su calidad como por dar vida a esos históricos instrumentos. Luego del peculiar concierto, caminó pocos pasos para descubrir algo sobre lo que más tarde diría: “es muy lúdico, está pensado para los jóvenes, esa es la idea de los museos modernos”. Se refería así al Museo Etnográfico al que acuden, para aprender jugando, cientos de estudiantes y turistas. Sentía y se expresaba como joven. Sin duda, disfrutó de cada uno de los espacios interactivos creados en ese entretenido museo que recrea cada una de nuestras nacionalidades. Ahí está quiénes somos, de dónde venimos y cómo somos.
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En la Unidad de Restauración de Museos
En el Museo de Isntrumentos Musicales Pedro Pablo Traversari
Quedará para el recuerdo una foto del ministro y su viceministra encaramados, sonrientes y felices, en “la chiva” a la que solamente le faltó la música para que bailaran, como hacen nuestros compatriotas en las grandes fiestas populares o en las noches de bohemia. Su breve pero intenso paso por la Casa, lo selló afirmando que “el país necesita una revolución cultural” y que “no hay revolución ciudadana sin revolución cultural”. El ministro Long se despidió con la promesa de trabajar conjuntamente y resolver las deficiencias económicas que, constató, soporta la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), pese a las cuales ha logrado avances, “haciendo verdaderos milagros”, como diría uno de los delegados del ministerio. “Estoy contento con la visita” dijo más tarde a los periodistas, al evaluar las más de dos horas de recorrido, y les recordó que, sin museos de historia, “vamos a ser presos de las mismas hegemonías culturales, de los mismos imperialismos”. “Tenemos que trabajar con la Casa de la Cultura, en bien de la cultura y las artes”, dijo en otra parte de su declaración y añadió que la Institución “necesita ayuda en una serie de cosas”.
En el Museo Etnográfico
En uno de los corredores del edificio de Los Espejos
El Ministro Long y la Viceministra Rodríguez en el Museo Etnográfico
En una de las salas que hospedan a los artisas para sus ensayos
En el hall del Teatro Nacional
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ACTUALIDAD
La Casa crece: recibe un centenar de nuevos miembros
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erca de cien nuevos miembros se incorporaron a las diferentes secciones académicas de la Casa, en un acto emotivo, que se realizó en la sala Alfredo Pareja Diezcanseco de la Institución y con la presencia de sus principales autoridades. Caras nuevas y otras conocidas se pudo advertir en el interior de la sala de cine,
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mientras tomaban asiento para ser testigos de este acontecimiento, que se reflejaba en sus rostros, alegres por la camaradería y el reencuentro de viejos amigos. Los directores de las diferentes secciones académicas, entregaron personalmente los certificados de afiliación a los nuevos “socios”, que les acreditan como miembros activos.
Artistas, intelectuales, gestores y colectivos culturales de Quito y la provincia de Pichincha, pasaron a formar parte de las 13 secciones académicas con las que cuenta la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Entre los nuevos miembros constan personalidades conocidas como el ex-legislador y ex candidato presiden cial René Maugé; el sacerdote
Juan Botasso; el ex Presidente del Consejo Nacional Electoral, Domingo Paredes; Rodrigo Astudillo, docente del Instituto Nacional Mejía. Raúl Pérez Torres, Presidente de la Institución, manifestó sentirse complacido que la Casa de la Cultura, se enriquezca con cada uno de los nuevos miembros que se suman al trabajo cultural. “Cuando asumí la dirección de la CCE, lo hice con la convicción de que una nueva etapa se abriría para esta Casa, que hunde sus raíces profundas en la esencia de lo nacional”, apuntó. La Casa de la Cultura nació como el hogar que cada uno de nosotros construye para es-
tar juntos, para amarnos, para sentir su calor y el prodigio del pensamiento compartido, sola mente que ahora estamos a 71 años de distancia y nuestra Casa ha caminado, agregó. Pérez Torres apuntó que “el impulso de los creadores, artistas y trabajadores de la cultura la ha modificado y restaurado, convirtiéndola en un espacio abierto a las demandas de las personas y colectivos que tienen algo que decir para dignificar”. Gabriel Cisneros, segunda autoridad de la CCE, resaltó el aporte que se busca con la incorporación de nuevos socios a la Institución, y añadió que no serán únicamente un membrete
decorativo, sino una militancia para construir la nueva Casa, en la que sea posible soñar otro futuro para el Ecuador. Durante nuestra administración, con Raúl, habíamos soñado una Casa democrática, incluyente, donde sea posible debatir la diversidad, sea posible construir y creo que lo he mos logrado en buena parte de nuestra gestión, aseguró. La incorporación, recibida con entusiasmo por los asistentes al evento, forma parte de la política democratizadora de la Institución, que ejecuta la actual administración, y que, además, busca refrescarla con la integración de miembros jóvenes.
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a Casa de la Cultura y la Asociación de Estudios Americanos del Principado de Asturias de España (AEAPA), firmaron un convenio el pasado 23 de junio, con el objetivo de realizar actividades conjuntas en los campos, académicos, científicos y culturales. El convenio establece un trabajo conjunto en la búsqueda y preparación de proyectos en torno a las ciencias sociales y humanísticas, a nivel docénte y de investigación, así como en la edición y promoción de libros, documentales cinema tográficos, discos de video interactivos y otros productos, de carácter científico, educativo y cultural. Se plantea la organización de cursos, seminarios y conferencias sobre temas relacionados con el americanismo, difusión de contenidos de interés, producidos por especialistas, técnicos e investigadores, desde la página web oficial de AEAPA.
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Con relación a este acuerdo, Raúl Pérez Torres, Presidente de la Casa señaló que “la colaboración mutua tiene que ser el eje, para poder de sarrollar el intelecto ético y la sensibilidad”, refiriéndose a la participación y cooperación de esta entidad junto a las actividades culturales de la Casa. Dicho acuerdo establece también la búsqueda de vías de financiamiento para formar investigadores y promotores culturales, de esa manera, es trechar nexos entre las partes cooperantes. Ismael Sarmiento, Presidente de AEAPA, señaló que “con este convenio podemos formar jóvenes investigadores que tengan inserción social, y así sirvamos de puente a la Casa de la Cultura con sus eventos, en el continente americano”. AEAPA es una entidad destinada a la investigación, la formación de jóvenes investigadores, la promoción de actividades culturales y la coopera ción para el desarrollo.
ACTUALIDAD
ACTUALIDAD
Se firmÓ convenio con Asociación de Estudios Americanos
60 años de vida artística: CÁLIDO HOMENAJE A EDGAR PALACIOS “N
o solo es un trompetista de gran valía, un compositor solvente y un educador muy destacado; también es un gestor cultural que ha dado sus frutos.” Con estas palabras se lo puede definir al maestro Edgar Palacios, quien recibió un merecido homenaje por sus 60 años de vida artística, en el Teatro Nacional de la CCE, a la que se sumaron el Gobierno Provincial de Pichincha, y la Institución. Muchas anécdotas se tejieron en el transcurso del homenaje que le rindieron las instituciones participantes y sus amigos. Raúl Pérez Torres, Presidente de la Casa de la Cultura, recordó que a Edgar Palacios le decían “El hijo del diablo”,
porque desde pequeño tocaba la guitarra con la mano izquierda. Vestido impecablemente con traje blanco, Palacios comenzó su celebración con ‘Olvida Corazón’, ‘Noches de Niza’, ejecutada junto a Luis Gordón, el pasillo ‘Lágrimas’, entre otras canciones. Los invitados de la noche la Banda Sinfónica de Pichincha, la Orquesta Juvenil de Rumiñahui, dirigida por el maestro Lenin Palacios, el grupo de la Orquesta SINAMUNE y el Coro Pichincha. También se unieron al festejo Cecilia Tapia, Damaris Gallegos, Mateo Terán, y el cantante Tito Jara, quienes junto a Palacios, interpretaron bellas melodías que tuvieron eco en el público asistente que llenó el escenario.
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CRÓNICA
El Bibliobús, un éxito en el sur de Quito
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trás quedaron los días en que el Bibliobús de la Casa yacía moribundo en el parqueadero de la CCE, donde pasaba sus días abandonado y solo, como añorando los tiempos —a inicios de los 80—en que recorría la provincia fomentando la lectura entre la población. Hoy, aquel viejo y destartalado autobús luce distinto, renovado. Su nuevo hogar es el estacionamiento del centro comercial El Recreo, que lo acoge desde octubre de 2013, gracias a un convenio de alianza entre el ‘mall’ y la CCE. En el sur, el Bibliobús ha recobrado vitalidad y, día tras día, recibe cientos de visitantes que buscan en sus estanterías lecturas para el disfrute. Su presencia llama la atención pues, mantiene ese añejo ímpetu de los colectivos Ford que transportaban pasajeros por las calles de la capital antes de la llegada del trole y la ecovía. Adriano Valarezo, un librero afable y conversón, se mueve como pez en el agua entre los seis mil títulos que actualmente posee el Bibliobús. Él está a cargo del proyecto bautizado como BiblioRecreo CCE y cuenta que basta con llenar una
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solicitud y pagar cinco dólares al año para tener acceso a los libros. Con un carné que se entrega a los socios, se puede obtener el préstamo de cualquier título, por 15 días, con opción a renovación. La mayoría de los textos son de literatura y hay historias para todos los gustos: juveniles, infantiles, suspenso, fantásticas, terror, biografías, entre otros. Valarezo apuntó que el éxito del proyecto superó las expectativas. “Cuando empezamos teníamos 64 miembros y 500 textos disponibles. Hoy, casi dos años después, alcanzamos los 1600 socios y seis mil libros. Mensualmente prestamos alrededor de mil títulos a nuestros lectores”. Pero, además de prestar libros, el BiblioRec reo CCE, también se ha convertido en un punto de encuentro entre los lectores y los escritores ecuatorianos. Mensualmente, se realizan conversatorios con los autores locales. Por las salas del Bibliobús han pasado plumas como las de Javier Vásconez, Gabriela Alemán, Raúl Arias, Adolfo Macías, Rafael Lugo, Mónica Varea, Washo Flores, Santiago Vizcaíno y María Eugenia Mejía.
Este espacio de encuentro, hoy, está en proceso de internacionalizarse, y para los próximos meses se espera contar con la presencia de los poetas chilenos Eduardo Chirilos y Daniel Rojas, y el literato peruano Pablo Salazar Galliani, quienes intercambiarán criterios con el público quiteño. La escritora María Eugenia Mejía presentó, en BiblioRecreo CCE, su libro infantil La puerta de los sueños y describió la experiencia como gratificante e inédita. Con una tierna sonrisa entre sus labios, Mejía mencionó que nunca “había presentado libros en una biblioteca tan peculiar. Es maravilloso tener la oportunidad de estar cerca de los lectores y, sobre todo, de los niños que tienen muchas inquietudes. Me encanta este proyecto del cual soy socia, siempre saco libros pues la oferta es variada”. Adriano Valarezo señaló que los jóvenes son los más asiduos visitantes del Bibliobús. “Hemos roto prejuicios y el proyecto ha demostrado que los chicos sí leen. Lo que sucede es que no siempre tienen acceso, en especial porque comprar un libro puede resultar caro, aquí les hemos acerca-
do los textos y la respuesta ha sido muy buena”. Así confirma Joselyn Venegas, estudiante de 17 años del Colegio 24 de mayo, quien visita el Bibliobús entre tres y cuatro veces al mes, junto a su hermana y sus primos. “En una librería un libro cuesta entre 25 y 30 dólares, en cambio aquí por cinco dólares al año tienes acceso a miles de textos”. El BiblioRecreo CCE se provee de textos mediante donaciones, compras directas efectuadas por el centro comercial y la dotación de las publicaciones de la CCE. Si hay algún libro que se pide con frecuencia y no se encuentre en el fondo, se lo busca directamente en el extranjero. “Hemos traído libros directamente de España, Argentina y Colombia”, reveló Valarezo. El éxito del proyecto ha sido tal que ya se piensa en una ampliación. BiblioRecreo CCE se ha convertido en un espacio de fomento cultural en el sur de la ciudad. Por ello, las autoridades del El Recreo esperan, para finales de año, asignarle un espacio extra de 300 metros cuadrados para que se fomente la lectura y el espíritu del Bibliobús se expanda.
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ANIVERSARIO 12 •CasAdentro
LA CASA COMPARTE SU CUMPLEAÑOS 71 CON EL PÚEBLO
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ada agosto, la Casa suele estar de fiesta, por su cumpleaños. En 2015, celebra los 71 años. Lo hace con cerca de medio centenar de eventos, gratuitos para todo público, que se realizan durante diez días, en su sede y en sus extensiones en Quito. Ballet, danza, música de cámara, blues, rock presentaciones de libros, poesía, pintura infantil, teatro, cine, feria artesanal, se desarrollan desde el 1 de agosto hasta el 10 del mismo mes. La mayoría de los actos se realizarán el sábado ocho y el domingo nueve de agosto, en la Matriz y en los centros culturales de la Casa asentados en diversos puntos de la ciudad. El concierto sinfónico –evento central del programa- se efectúa el viernes siete, en el Teatro Nacional, a partir de las 20H00. La agenda hace realidad, una vez más, el postulado de la actual administración de la Casa de convertirla en un espacio democrático, abierto a todas las manifestaciones de la cultura, y dispuesta a impulsarlas, de manera particular, aquellas que se generan en sectores populares, para dejar en el pasado la condición elitista que le caracterizó en décadas pasadas. De esa manera, se ubica en la línea trazada por su fundador, Benjamín Carrión, quien dijo: “Si no podemos ser una potencia militar y económica, podemos ser, en cambio, una potencia cultural nutrida de nuestras más ricas tradiciones.” En un breve sondeo de opinión, habitantes de Quito admitieron haber escuchado hablar de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, aunque no conocían las circunstancias históricas en las que se creó. La institución se fundó en un momento dramático de la historia del país: la firma del Protocolo de Río de Janeiro con Perú, que significó la reducción de una gran parte del territorio amazónico ecuatoriano. Ello llevó a que Benjamín Carrión expresara la frase que hemos insertado líneas arriba. Durante los 71 años de existencia, la CCE ha tenido entre sus objetivos principales “integrar a las diversas culturas del país, en condiciones de igualdad, mediante programas e iniciativas culturales, para consolidar y fortalecer la identidad de la nación ecuatoriana.” Para impulsar el crecimiento de la actividad cultural, la CCE se encarga de conformar centros especializados de educación cultural, científica y artística, de modo que haya una preparación académica formal, así como fundaciones para el desarrollo de la cultura; De esa manera, la Casa es mucho más que una bella edificación, es un punto de encuentro y referente de diversas expresiones culturales.
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ANIVERSARIO
UMACANTAO: un compromiso con lo popular
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macantao, nombre de la extensión de la Casa en el Sur de Quito, parece una palabra extraída de la rica mitología de la cultura afrocaribeña. Sin embargo, es apenas una mixtura de lengua autóctona y española, creada por el colectivo que la gestiona en su afán de encontrar un nombre que tuviese musicalidad a oídos del público. Se compone de la palabra “uma”, que significa cabeza, en lengua autóctona, y “cantao”, que significa fiesta, alboroto, alegría y es muy usual en el hablar español. Pero, detrás de la cadencia de esa palabra, hay un intenso e inclaudicable trabajo por la cultura popular, que desafía la noción aristocrática de cultura, tanto en su forma como en su contenido. Umacantao —que en junio pasado cumplió dos años de haberse incorporado a la Casa— está enclavada en el corazón de Chimbacalle, antaño barrio obrero del sur de Quito, a mitad de la pendiente de la Pedro Gual. Allí, casi no hay indicio de que fuese un espacio dedicado al cultivo de las artes y las letras. Ni siquiera cuando se traspasa la ancha puerta de calle, metálica y de color negro, puesto que adentro tampoco hay escenarios, ni luminarias, ni butacas. Quizá los únicos testimonios externos sean la pizarra de avisos que, a veces, nada tienen que ver con lo cultural, y un abigarrado mural que mira a la calle Mojanda. Umancatao está en la parte superior de la casa de la familia Pino. Allí hay un patio de unos cuantos metros cuadrados, rodeado por habitaciones, que sirve de escenario para todas las actividades culturales. Se hace cine, teatro, música, pintura, se dictan talleres, y próximamente, eventos de gastronomía. La casa fue construida, hace quién sabe cuántos años por los Pino Suárez, una familia de artistas de la pintura y la música. Allí nacieron Bruno, poeta, teatrero y fundador de Umacantao, e Iván, también dedicado al arte escénico, y actual director de la Extensión. Bruno, comprometido con el teatro de la calle, al igual que su hermano, murió un día de septiembre de 2004, en el barrio Los Sauces, de Guayaquil, probablemente al término de una jornada del arte escénico popular, que tanto amó. A raíz de su fallecimiento, su hermano Iván y toda la familia decidieron tomarle la posta y continuar por el sendero que él había trazado. Nueve años después lograron el apoyo institucional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, para convertirse en Extensión. Se gestó una coyuntura favorable que había que aprovecharla: a la dirección
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de la Casa había accedido una administración encabezada por Raúl Pérez Torres, con vocación por democratizar la cultura y darle un contenido popular, línea que coincidía con Umacantao. En palabras de Teresa Ramos, coordinadora de la Extensión, sin el apoyo de la Casa, “serían imposibles” las actividades que desarrolla su organización. Umacantao es vecina del Museo Interactivo de Ciencias, que, en el pasado, albergó la textil La Industrial; la estación del decimonónico tren ecuatoriano que lleva a los turistas por los parajes andinos y costeños; y, el restaurado teatro México, escenario de entretenimiento de las familias sureñas de me diados del siglo XX, con las películas de la época de oro del cine mexicano y las “western” de Hollywood. Hasta Umacantao acude gente en busca de recreación y espacio para gustar y desarrollar su vocación artística. En las numerosas escuelas y colegios de ese barrio, ha estimulado la formación de grupos de teatro, uno de los cuales —El millonario, historia de un magnate petrolero—, se estrenó, el año pasado en la Sala Benjamín Carrión de la Matriz, con la actuación de estudiantes del Seis de Diciembre. También allí, en palabras de Ramos, se “dan la mano” Umacantao y la Empresa de Ferrocarriles, gestionando artistas, la primera y abriendo escenarios, la segunda.
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Se imparten talleres de filosofía. “No es un templo académico”, se apresura a aclarar Iván Pino, al referirse al carácter de los cursos. Su base académica integran el argentino Aníbal Ponce; el italiano Antonio Gramsci y el húngaro, Georges Politzer, que enseñaba materialismo dialéctico e histórico a los obreros de París, en los años 30 del siglo pasado. Pino recoge del velador de su dormitorio un ejemplar amarillento de Principios Elementales y Fundamentales de Filosofía, de Politzer, para comentar que es “la Biblia” de sus talleres. En su discurso, y en su modo de vida, Iván Pino y su compañera, Teresa Ramos, se muestran comprometidos con lo popular. Toda su vida se han desenvuelto en ese campo. Fruto de esa experiencia es una teoría sobre política cultural pública que Iván intenta explicarla visualmente. Se trata de una columna, en cuya mitad se sostienen varios círculos concéntricos: que representan barrios, parroquias, cantones, provincias y el país, de manera sucesiva. Este mecanismo ayudaría a optimizar recursos. Pino defiende un teatro contestatario, que no sea solo de entretenimiento, “como quiere la clase alta”, sino forjador de una conciencia de clase en el pueblo.
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COMUNICACIÓN
Programa de Radio Casa de la Cultura se reprisa en México
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olución Sonora es un programa de música juvenil urbana que se transmite por Radio Casa de la Cultura y que, como parte de la estrategia de sus productores, de aprovechar todos los espacios para la difusión de este género, se reprisa en Radio Kusei, de Guadalajara, México. A este espacio han acudido talentos ecuatorianos como Marmota, Blue Kush, Alkaloides, Mundos, entre otros, así como de otras nacionalidades. Radio Casa de la Cultura, la primera radio pública cultural del país, abrió sus puertas a este programa, los miércoles, de 20h00 a 22h00, para que el público sea parte de esta plataforma de música independiente de Ecuador y del mundo. César Castillo, productor del programa, sostiene que no existe afán de lucro, sino de tocar la sensibilidad de los oyentes, para llevarlos por los diferentes ritmos de música como el regué, punk, hip-hop, durmáis beis y otros géneros. Polución Sonora, que data de 2013, es el tercero de los que han llevado a la radio los productores César Castillo, Cristian Iza y otros compañeros suyos, con el objetivo de lograr que la música urbana juvenil sea aceptada por la población ecuatoriana. Antes, cuando aún era estudiantes, sacaron al aire Antena de Olla y Vivo Punk, en otra emisora de radio, como parte de sus primeros pasos en el propósito de llegar a los medios radiofónicos, donde se prioriza la imaginación y la creatividad.
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LABORALES
Banda Legs, que cultiva el género Indie Dance. Vino a Ecuador desde Brooklyn, Estados Unidos, como parte del tour Altitud.
La Asociación rinde homenaje a trabajadores
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n ambiente relajado y de camaradería se vivió en el Teatro Prometeo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, donde la Asociación de Empleados y Trabajadores, rindió un homenaje de reconocimiento a los socios que cumplieron desde 10 hasta 35 años de servicio. El teatro circular, escenario de tantos eventos artísticos, esta vez se impregnó de la alegría de los trabajadores de la Institución. Los servidores homenajeados desfilaron, uno a uno, para recibir placas, diplomas y anillos en reconocimiento a su diaria labor. Cuatro compañeras, ya con sus años y canas a la vista, fueron aplaudidas por sus compañeros que las felicitaron por haber dejado parte de su vida en la CCE, su segunda casa: Lady Cobo, Ana Jérez, Graciela Quintana y Fanny Arellano, agradecieron el gesto. Dos servidores más también cumplieron 35 años de trabajo en la Institución: Jorge Morales y Maricela Alomoto. Desde sus “trincheras” de trabajo, cada compañero y compañera, ha sido un aporte importante para la Casa de la Cultura y nos contaron sus experiencias con cierto sabor a despedida.
A nombre de los empleados y trabajadores homenajeados, Islandia Báez, coordinadora del Museo de Instrumentos Musicales Pedro Pablo Traversari, agradeció a la Asociación de Empleados de la Institución por este reconocimiento especial. Es un honor para mí representarlos en este paso laboral por nuestra amada institución, dijo en forma emotiva, la funcionaria, que cumplió tres décadas en la CCE. Han sido 10, 15, 20, 25, 30 y 35 años, en cada uno de los casos; pero para mí es como que ha pasado unos pocos meses; es acaso por el placer de trabajar en la cultura y más aún en el significativo espacio de conocimiento, que son nuestros museos, agregó. Mis compañeros y yo agradecemos a la Institución más importante del país dentro de la cultura, por la oportunidad de servir a la ciudad y al país a través del trabajo tesonero de cada uno de nosotros y desde las diferentes áreas, lo que ha permitido hacer de la Casa de la Cultura Ecuatoriana lo que es hoy: un referente de inclusión e integración cultural del pensamiento de nuestra patria, concluyó.
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LABORALES
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Ana Jérez, 37 años en la Casa Desde sus inicios como empleada de la Institución, en 1978, Ana Jérez trabajó en la Biblioteca Nacional, cuando ésta funcionaba en el antiguo Banco Central, en el Centro Histórico de Quito, durante la gestión del poeta Jorge Carrera Andrade, “un hombre muy amable y caballero”. Recuerda que su primer sueldo fue de 1.200 sucres. Trabajar en la Biblioteca de la CCE, —dijo en tono nostálgico— significa haber entregado toda mi vida y juventud con satisfacción. “Me gusta su ambiente y me gusta trabajar con libros”. En sus 37 años de labor en la Casa de la Cultura, aseguró no haber tenido problema alguno, pues con directores y sus compañeros siempre hubo una relación de respeto. En 1982, se trasladaron a las nuevas instalaciones del Edificio de los Espejos de la CCE. Contó que con el director de entonces, Ricardo Descalzi, vivió una situación que “casi me cuesta el puesto”: “Cuando trabajaba en el centro de Quito, el doctor Ricardo Descalzi frecuentaba la Biblioteca Nacional, y, un día sin darnos cuenta que se encontraba, en uno de los estantes, cerramos la puerta al medio día. Como era bravo, nos insultó a tal punto de decirnos que nos iba a pedir la cancelación. Al poco tiempo cuando murió Jorge Carrera, nombraron jefe al doctor Dezcalzi y pensamos que nos cancelaría, pero ventajosamente, no ocurrió”.
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Graciela Quintana: De la era del papel a la digital Ingresó como asistente bibliotecaria en 1977, con un sueldo de 2.200 sucres, que en ese entonces “representaba dinero”, afirmó Graciela Quintana, quien espera jubilarse a tiempo para disfrutar con su familia. Al comentar sobre sus funciones, señaló que laborar en la Biblioteca es muy interesante y hermoso, porque “trabajar con libros nos obliga a aprender cada día más”, y se está al tanto de todo y de los adelantos tecnológicos y científicos. Con la amabilidad que la caracteriza y haciendo memoria, comentó que, antes, al no tener los ficheros de consultas, el lector solicitaba un tema, y no sabían el título del libro, esto nos obligaba a conocer los contenidos de los textos para satisfacer la consulta. “Para estar al día revisábamos los libros catalogados y sus índices para conocer sobre la obra y su contenido, claro que teníamos una especie de ayuda memoria en nuestras anotaciones diarias”, afirmó, mientras hace gestos con sus manos, como intentando explicarnos el procedimiento. Manifestó que, permanecer tanto tiempo en la Biblioteca, lo ha familiarizado, al punto que le basta observar una esquina del libro para saber de qué trata o cuál es su título, autor e incluso, la edición. Los asiduos lectores frecuentemente le decían: “oiga, usted cómo sabe tanto”. Graciela Quintana, apuntó que con la tecnología e Internet, “se acabaron los lectores”. Antes se formaban hasta cuatro filas de personas para solicitar los libros, mucho más los sábados, tantos que no había dónde sentarse. Actualmente, atiende en la Sección Referencia, en medio de diccionarios, enciclopedias y textos de contenidos cortos o guías.
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LABORALES
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Fanny Arellano : anécdota de una última despedida
El transito de Lady Cobo por la Casa Conocida por sus compañeros cómo “monita,” trabaja desde hace 38 años en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, siempre alegre, lo cual le ha permitido convivir fraternalmente con sus compañeros. A sus 50 años obtuvo el título de Tecnóloga. Su primer puesto, junto a su compañera Rosita Meneses, fue de “guachimana”, es decir, compañeros que se encargan del aseo diario. A los seis meses pasó a ser oficinista uno, y subió escalón tras escalón, hasta convertirse en taquígrafa, lo que le permitió trabajar en la Secretaria General. Mientras cumplía sus funciones cómo secretaria, en Teatros, se encargó de la boletería del Prometeo, luego pasó al Museo de Arte Colonial, como reemplazo temporal, “Fui por un mes y me quedé cinco años”, comentó. Con cierta picardía y nostalgia Lady contó que, en el Museo, vivió una anécdota que le costó una amonestación: “En carnaval, todos los compañeros querían jugar con agua, pero, yo estaba enferma, razón por la que decidí ayudarles con las canelas, mientras ellos jugaban. El día siguiente todos teníamos un memorando en nuestros escritorios, con la sanción debida, incluso yo, según las autoridades, por “alcahuete”. Debido a su capacidad, pasó por Recursos Humanos, Comunicación Social y en la actuali-
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dad labora en la Dirección de Publicaciones, un espacio “acogedor y amigable”. Confesó que siempre estuvo dispuesta a participar en los juegos de básquet, voley, fútbol; en esta última disciplina como arquera del equipo. “Colgó sus guantes” a los 60 años. Trabajar en cultura es sentir, servir a la gente, con amabilidad y entusiasmo; preocuparse por el público y los artistas, afirmó. Por eso, les recomendó a sus compañeros que sean amables: “Si hay que limpiar o arreglar, siempre estar dispuestos, para que la Casa se vea linda”.
Como “gratos y satisfactorios” calificó Fanny Arellano a más de tres décadas que ha laborado en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. A finales de los 70 comenzó a trabajar en el Museo de Arte Moderno y luego pasó a la Biblioteca Nacional, donde se desempeña en la Sección General. “Me invadirá una inmensa nostalgia cuando termine mis labores en la Casa de Cultura Ecuatoriana, institución a la que recuerdo”, afirmó Arellano, con cierta nostalgia, pensando en su futura despedida. Dijo que en sus primeros años de servicio, la CCE contaba con amplios espacios verdes, gran cantidad de árboles a su alrededor y sin tantas edificaciones aledañas. Un hecho significativo que guarda en su memoria fue cuando Vicente Mena, Director del Museo de Arte Moderno de aquel entonces, se despidió de ella de una manera muy atenta, cuando Fanny salía de vacaciones. Días después, ella recibió una llamada en la que recibió la penosa noticia del fallecimiento
de Mena. Aquella despedida, sin saber que era la última, sigue presente en la mente de esta mujer, que continúa con su diaria labor en la Biblioteca Nacional, por donde pasaron varios directores, mientra ella sigue “en acción”.
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LABORALES
Integrantes de la nueva directiva
LA ASOCIACIÓN ELIGIÓ DIRECTIVA PARA PERÍODO 2015-2017 24 •CasAdentro
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odo proceso eleccionario, pese a las diferencias de los contendores, comparte un mismo objetivo: plasmar un programa de bienestar para los empleados y trabajadores de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que los motive y los integre. Para la elección de la nueva directiva de la Asociación de Empleados y Trabajadores de la Casa de la Cultura, que regirá el destino de sus agremiados durante el período 2015-2017, se presentaron dos propuestas.
La Lista Uno se postuló a la reelección, encabezada por Juan Siguenza. Sus propuestas se encaminaban a continuar con el proceso legal de transparencia económica, la creación de un bono asociativo, legalización de los estatutos y elaboración del reglamento, entre otros puntos. La idea de Juan Sigüenza en la reelección es continuar con todas estas gestiones. Al respecto, señaló: “En el período que hemos estado al frente de la Asociación, vemos que es
posible dar un bono a los compañeros, que no sea tan grande, pero sí significativo, además recuperaremos otras actividades que se han perdido, como las deportivas y sociales, entre ellas, el paseo anual”. Esta lista estuvo conformada, además, por Oswaldo Mantilla (vicepresidente), Ximena López (secretaria), Moisés Veloz (prosecretario), Gabriela Jiménez (tesorera); y los vocales: Patricia Noriega, Luis Guachún, José Antonio Méndez, Vicente Moya, Sofía Martínez y Bismark Chuquisala. La Lista Dos, presidida por Emilio Núñez, planteó la necesidad de una renovación total, que implicaba optimizar y acelerar los procesos de cobro a los deudores de la Asociación; transparentar el manejo de los dineros que pertenecen al gremio; formular proyectos de eventos culturales y propuestas de autogestión y, establecer convenios con entidades crediticias, supermercados, farmacias, almacenes de electrodomésticos para créditos de los funcionarios, entre otros. Para Emilio Núñez, participar en este proceso eleccionario constituyó un gran reto y su idea de recuperar la alegría y confianza de los compañeros, fue otro de sus planteamientos. Además, dijo: “Hay que levantarnos, hemos caído en un bache, la propuesta es cobrar el dinero a los deudores”. Se preguntó luego, ¿hace cuánto tiempo que los miembros de la Asociación no se han reunido para un paseo, o para los juegos deportivos?. Concluyó, señalando que ese vacío ha mermado
la alegría de sus integrantes y ha provocado su desconfianza”. Su equipo de trabajo estuvo conformado por Emilio Núñez (presidente), Ruth Morales (vicepresidenta), Carla Román (secretaria), Lupe Albuja (prosecretaria), Norberto Fuertes (tesorero); y los vocales: Nancy Ordóñez, Aníbal Tipán, Diego Sosa, Edmundo Tapia, Enrique Utreras y Marco Bohórquez. Como el estatuto del proceso electoral establecía en su artículo 20, se nombró a Carlos Yánez, Lady Cobo y Pedro Chinchero, como miembros del consejo electoral que supervisó las votaciones. Se sufragó en un marco de camaradería y unidad, hasta que, a las cinco de la tarde, el tribunal dictaminó como ganadora a la Lista Uno, cuyos integrantes se posesionaron en un acto que se realizó el lunes 13 de julio, a las 11 de la mañana, en la Sala Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura. En esa ceremonia, Juan Sigüenza, presidente electo, agradeció por el apoyo y confianza de los agremiados, y agregó: “Hemos dado el paso principal, ahora, con esta oportunidad que nos han brindado los compañeros, demostraremos que sí podemos hacerlo, porque no somos 11 personas del directorio, sino la Asociación que la hacemos todos”. Las metas de esta nueva directiva son claras: trabajar por la unidad de los empleados y trabajadores, y posicionar una Asociación estable, que garantice los derechos de los trabajadores de la Institución.
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HUÉSPEDES:
Proyecto Doble Vía: El arte a favor de las personas con discapacidad
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n la amplia Sala Miguel de Santiago, en la Casona, se escuchan las voces de Nerea, David y Germán, quienes, muy concentrados replican a su tallerista, Fausto Caamaño, en simultáneo: “la Casa te invita a pintar el sol, bailar con los sueños, cantarle al amor y sigue: Casa de Cultura, respeto, inclusión, la casa de todos, la casa canción...”. Estos chicos forman parte del “Taller Doble Vía”, creada hace seis meses, con talleres permanentes de actuación, canto, poesía, pintura. De lunes a viernes, desde las 17h00, se reúnen con Fausto Caamaño, mentalizador y tallerista de este proyecto. Los tres infantes son parte de un grupo de 14 chicos y chicas, con quienes repasa, en distintos días, varias actividades que buscan el
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crecimiento del arte y la cultura en personas de cualquier edad, que poseen o no discapacidades. El proyecto se llama “Doble Vía”, porque busca incluir y enseñar a personas que aparentemente no tienen discapacidad alguna, el modo de vida que lleva la gente que posee alguna deficiencia física o mental. A través de los distintos talleres pueden convivir y relacionarse, los unos con los otros: el respeto y la unión, sin distingos, es la regla principal del grupo. De acuerdo con Caamaño, el programa trabaja con la propuesta filosófica de la “biofilia”, es decir, el amor a la vida; el entusiasmo que no está en el “Yo” sino en el bienestar común. Y es que el director del proyecto, según él mismo cuenta, desde muy chico sintió esa vocación por la igual-
Fausto Caamaño con los niños talleristas
dad e inclusión. Relata que su madre lo formó pensando en el respeto y ayuda al otro, teniendo en cuenta el bienestar del prójimo. El principal objetivo que tiene el programa, es sensibilizar a la sociedad sobre una realidad permanente: su poca tolerancia y el irrespeto hacia los derechos de las personas con discapacidad. A juicio del instructor, desde 2007 se han visto cambios, cuando el entonces Vicepresidente de la República, Lenin Moreno, destapó la cruda realidad que vivían las personas con discapacidad: escondidas, invisibles, o siendo la “última rueda del coche”. Recordó que Moreno inició varios proyectos de ayuda social, el más conocido, Manuela Espejo, sin embargo, ellos representan apenas el 5% de lo que se debería hacer una sociedad respetuosa de los derechos de todos y de todas. La metodología de Doble Vía consiste en incorporar a los estudiantes para que participen, de manera activa y constructiva, con sus ideas y propuestas artísticas de sentido pedagógico e incluyente.
Actualmente, Caamaño está montando dos obras de teatro. La primera, denominada “Aprender del Enemigo”, que pretende llevarla a todos los Núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Y, la segunda, sin nombre aún, trata sobre las diferencias y el respeto, y se presentada al aire libre, en escuelas, colegios, parques, plazas. La finalidad del programa es que la Casa de la Cultura Ecuatoriana sea vista y vivida como ‘la Casa de todos y todas’, anotó. El programa Doble Vía, ya cuenta con varios textos pedagógicos que tienen, como tema central, la reproducción de canciones no convencionales o tradicionales, para todas las edades, por medio del “juego canto aprendo”. En esos textos están los temas “Se que lo haré” y “Gracias”, cuya finalidad es reflexionar con los y las participantes, sobre la importancia de ser agradecidos con la vida y los seres que nos acompañan. Por allí, algún día se podría escuchar: “Voy a lograrlo, sé que lo haré, si me concentro, sé que lo haré, con mi esfuerzo, lo lograré...”.
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ADMINISTRATIVAS
Equipo web estrena portal más amigable
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l área a cargo de la página web de la Institución, conforman tres personas: Magno Coronel, director y desarrollador de esta herramienta; Romel Revelo, gestor de contenidos, y Pamela Paredes, diseñadora multimedia. En estos días, ellos han tenido un arduo trabajo en la preparación de una nueva versión del portal electrónico institucional que se puso al aire este mes de agosto, con motivo del 71 aniversario
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de fundación de la Casa, según comentó Magno Coronel. Su alegría no es para menos, pues la nueva página y es el resultado de un complejo y laborioso proceso que inició meses atrás. Coronel explicó que lo esencial en la evolución de la web institucional es que se enfoca en facilitar la navegación del usuario a través de sus diferentes secciones. “Nos hemos esforzado para que la web sea mucho más amigable”, comentó, mientras Pame-
la Paredes muestra con orgullo la versión de la página en la pantalla de su ordenador, que incluye enlaces con redes sociales. Detrás de ella llama la atención una gran cantidad de pequeños papeles amarillos pegados sobre la ventana. Con una sonrisa, la diseñadora explicó que, de esa forma, se ayudó a organizar una gran cantidad de información proveniente de todo el país. Otra de las virtudes de la nueva web es su carácter “nacional”, pues incluye una sección exclusi-
va de información proveniente de los 23 Núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Indicó que se ha capacitado a personal de cada una de las sedes provinciales de la CCE para que puedan manejar y gestionar, de manera independiente, cada uno de los micrositios que albergará el nuevo portal. Coronel destacó que, una de las mejoras sustanciales en la web es su diseño “adaptativo”. Es decir, que los usuarios podrán abrirla adecuadamente no solo en sus computadoras de escritorio, sino también en dispositivos como teléfonos inteligentes y tabletas electrónicas. “Se trata de una gran ventaja pues nos permitirá aumentar nuestro tráfico en, al menos, tres mil visitas diarias. Hoy recibimos diariamente a dos mil usuarios y, con las mejoras esperamos alcanzar los cinco mil visitantes”, comentó. Coronel explicó que la página contiene información cultural, como agenda de eventos, cartelera cinematográfica, exposiciones, conciertos, eventos de artes escénicas y también información institucional relativa a índices de gestión y documentación sobre la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Lotaip). Romel Revelo, por su parte, es el encargado, de reunir, organizar, revisar y subir todos los contenidos de la web actual y comentó que es una tarea a ratos complicada, pues debe manejar no solamente textos, sino también fotografías, audios, videos, gráficos interactivos y notas de prensa. Sin embargo, señaló que la hace con gusto pues aporta con la difusión de la actividad que se genera en la Casa de la Cultura, tanto en la Matriz como en los Núcleos. Su trabajo se apoya fuertemente en el área de Comunicación Social, “donde confluye gran parte de la información relativa a la CCE, pero también conseguimos información de manera independiente a través de Internet y de las réplicas que hacen los medios de comunicación acerca de nuestras actividades institucionales”. Los tres integrantes del equipo web anotan que, en su área, se respira un ambiente de camaradería que fomenta la creatividad y, desde ya, piensan en futuras innovaciones. “Estamos siempre en evolución y el próximo paso será crear tours virtuales por nuestros museos, bibliotecas y salas de exposiciones”, apostilló Coronel.
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NÚCLEOS
GUAYAS: 70 AÑOS DE TRABAJO POR LA CULTURA NACIONAL Su equipo de trabajo:
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osa Amelia Alvarado sostuvo que el Núcleo tiene un compromiso con la cultura y la identidad cultural del Ecuador, que solo es posible cumplirlo con el equipo de trabajo con el que cuenta para el nuevo período. Al respecto citó a Sonia Manzano Vela, poeta y concertista; Aquiles Rigaíl Santistevan, quien incentivará la formación de encuentros culturales y académicos; Marina Salvarezza, actriz, directora de teatro; Lola Márquez Soriano, reconocida gestora cultural; Joaquín Serrano Macías, pintor; Schubert Ganchozo, músico y estudioso de las raíces huancavilcas; Matilde Ampuero Ochoa, productora de proyectos culturales; y, Omar Domínguez Castro, músico, compositor y arreglista.
Uno de los eventos organizados por el Núcleo
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stamos aquí, ante ustedes, para agradecer y asumir un deber de honor, es el tiempo de la palabra que se entrega y la tarea que se cumple, es el tiempo de hacer un compromiso con la historia, de mirar hacia el futuro y de consolidar el pasado”, expresó Rosa Amelia Alvarado, en el acto en el que asumió, por segunda ocasión, la presidencia del Núcleo de Guayas. La ceremonia se realizó el 3 de julio, un día antes de que el Núcleo cumpliera sus 70 años de existencia. “Vamos a continuar y consolidar un proceso que se inició hace más de cuatro años, es nuestra intención responsable, dejar una Casa en marcha, una Casa mirando hacia este convulsionado y a la vez, sorprendente, siglo XXI”, agregó.
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Con 205 votos a favor, Rosa Amelia Alvarado, fue reelecta para el período 2015 2019, en una jornada que, según la Presidenta del Comité Electoral de la entidad, Katia Murrieta, se desarrolló con normalidad, el pasado 30 de junio, con la presencia de un delegado del Consejo Nacional Electoral. La Presidenta del Núcleo, señaló que como todos los que hacen la CCE, busca servir a la colectividad, a las expresiones culturales del Ecuador, porque la Institución es “una gran Casa, con historia”, en la que se forja el futuro del país. Recordó que, este año, cuando la Casa de la Cultura del Guayas cumple su septuagésimo aniversario y en homenaje a su trayectoria, se culminará la edición de Cuadernos del Guayas, libro histórico y una verdadera joya, que registra el pen-
samiento de escritores de Ecuador y de América, a través del tiempo. De igual manera, se elaborará el nuevo guión museográfico del museo Carlos Zevallos Menéndez, como “testimonio de respeto a la herencia huancavilca”, y la memoria de su ilustre fundador, y de otra recordada guayaquileña, la arqueóloga Resfa Parducci Zevallos. Al referirse a las tareas que cumple el Núcleo, destacó el programa de animación a la lectura para niños, Sueños de Papel, que es un espacio para los más vulnerables de la sociedad, que se ejecuta desde hace varios años. Con ese proyecto, la Casa camina por los diferentes barrios marginales de la ciudad, para que los niños lo reciban en su propio entorno.
Otra actividad permanente es “Vagón de los sueños”, dirigido a los niños y jóvenes de los diferentes cantones de la provincia de Guayas. Con relación a los planes, para este año, se refirió a los festivales culturales de enorme significación como el Festival de Coros, que es un encuentro de voces desde Ecuador para toda América; el Festival de Teatro, en homenaje a José Martínez Queirolo; y Gala de la Danza, que congrega a todas las academias dancísticas de Guayaquil. Entre otros destaca la Feria del Libro; Exposición “70 Años en el Arte”; Salón de Octubre de Pintura; publicación de libros de poesía y narrativa; convocatorias a varios concursos de pintura, literatura; y, festivales y talleres de música, danza, literatura y cine.
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C
on la presencia de las principales autoridades del cantón San Miguel de Bolívar, la Extensión de la Casa en ese municipio nombró a su nueva directiva. El acto avaló Vicente Gaibor García, vicealcalde de esa jurisdicción; Napoleón Yánez Velasco, Presidente del Núcleo de Bolívar, y los miembros de número de la Institución. En asamblea general de socios y miembros de la Extensión, el 8 de junio pasado, se designó al directorio que regirá la vida institucional durante los próximos cuatro años. La directiva está presidida por Gonzalo Jarrín Mora; secretaria, María Eugenia de Mora; tesorero, José Gaibor de la Pared y asesor jurídico, Konrad Mora Mora. Como coordinador general se nombró al maestro Hernán Tamayo. Los vocales son: Edgar Romero Pazmiño, Jaime Monje Vega, Se gundo Yánez Velasco, Vicenta de Mora Jarrín, María Gaibor Ramos y Edgar Gaibor Erazo De acuerdo con el criterio de los directivos de la Extensión, el aporte de cada residente del San Miguel de Bolívar y las parroquias que lo conforman, así como de instituciones públicas y privadas, permitirá rea lizar las actividades que el directorio electo ha planeado. Ellos esperan que la iniciativa de organizar y coordinar las actividades culturales en el cantón San Miguel, posibilitará el desarrollo de un modelo de gestión que se constituya en referente para el resto de los cantones de la provincia.
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Adriana Jaramillo Vélez, Presidenta (e) del Núcleo.
NÚCLEOS
NÚCLEOS La nueva directiva presidida por Gonzalo Jasmín Mora, tercero desde la izquierda
Nueva directiva en San Miguel de Bolívar Loja presenta libros de tres macareños
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os escritores Freddy Rey Suquilanda, Francisco Pinzón Chamba y Ermel Guillén Barranzuela presentaron sus obras literarias y de investigación, en un programa especial, en el auditorio de la CCE Núcleo de Loja. Freddy Vicente Rey dio a conocer el libro de poesía Macareñidades; Francisco Pinzón, la novela Hermanos del Alma, y Ermel Guillén la obra de investigación Macará profundo. Macareñidades es una antología poética en la que el autor publica versos dedicados a su tierra Macará y a otros temas como el amor, la amis-
tad, las añoranzas. Freddy Rey Suiquilanda fue Presidente fundador de la Extensión de la CCE en Macará. La obra Macará profundo, de Ermel Guillén, se compone de dos tomos que recogen las vivencias de su tierra natal. También escribió obras dedicadas a Juan Montalvo, y a Monseñor Leonidas Proaño. El libro Hermanos del Alma novela de Francisco Pinzón Chamba, se refiere al efecto de una cultura de lazos afectivos entre todos sus protagonistas.
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FOGÓN DE LA CASA SALAS
EN LA CASA: CUATRO SIGLOS DE ARTE QUITEÑO
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as salas del segundo piso del Museo de Arte Colonial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, muestran una exposición permanente titulada “Arte y vida en Quito antiguo”. Verónica Muñoz, funcionaria de los museos de la Institución, explicó que estas salas, seis en total, cuentan con obras de arte, esculturas, mobiliarios, objetos y textiles de los siglos XVI, XVII, XVIII y principios del XIX. En la primera sala está la muestra “En nombre de la fe”, donde se aprecia la llegada de las órdenes religiosas a Quito, su aporte e influencia con las primeras edificaciones religiosas y los principales santos de advocación que se co-
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menzaron a impulsar. En principio, se trataba de mostrar la fusión de la nueva religión que llegó a América con la religión indígena que adoraba a animales, al Sol y a diferentes deidades. En la segunda, se observan grabados de modelos europeos, que se copiaron y se reprodujeron. Esta sala expone algunos grabados en blanco y negro y libros que muestran la manera en que se imitaba o copiaba del modelo a la pintura muy usual en esa época. La tercera, cuya exposición se denomina “Imagen por una idea”, es la más grande y muestra cómo se formaron y crearon artistas locales de importancia como Miguel de Santiago, Caspicara, Bernardo de Legarda. Aquí reposan las obras firmadas, o atribuidas a los grandes maestros del período colonial. En la siguiente sala está el aporte local con una serie de imágenes religiosas, con rasgos europeos, y vírgenes mestizas, con rasgos trigueños, pelo ondulado, incluso indígenas. Las dos últimas, muestran la sociedad quiteña, en las que se ven trajes y costumbres de la época como reclinatorios, maletas, urnas con virgen, trípticos, e imágenes de protección. La mayoría de obras son de autores anónimos. En la sala grande, donde está el retablo, también se encuentran creaciones atribuidas o firmadas por maestros de la época, como Manuel Samaniego, en el año 1812.
…Y ME COGIÓ EL AGUACERO, CON TODITO EL MAÍZ AFUERA
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a dieta alimenticia ecuatoriana cuenta con un ingrediente básico, con el que se preparan variados platos típicos de la cocina ecuatoriana: el maíz. Este cereal está tan arraigado en nuestra cultura culinaria que motivó al músico y escritor quiteño, Rubén Uquillas, a componer el albazozamba, “El maicito”, perennizado después por el dúo Benítez y Valencia. También existe una gran fiesta dedicada a este cereal, denominada Fiesta del Maíz o Saramama Raymi, en kychwa, que tiene importancia, no sólo en el aspecto histórico y turístico, sino también en la alimentación básica del pueblo ecuatoriano. El verano es tiempo de cosecha del maíz, en la serranía del país, en la que, desde tiempos prehispánicos, se celebra una fiesta con ocasión de este evento, que coincide con el Inti Raymi o Fiesta del Sol, herencia ancestral de los pueblos aborígenes, inmersa en su cosmovisión. En el Valle de Los Chillos, muy cerca de Quito, también se celebra la Fiesta del Maíz Turismo y precisamente allí, se prepara uno de los deliciosos platos típicos y emblemáticos de nuestro país: el “hornado de Sangolquí”, que incluye el maíz, en sus distintas variedades y presentaciones. El maíz blanco cocido, o “mote”; maíz tierno en mazorca, hervido, o “choclo”, y el delicioso “agrio”, preparado con base en la chicha de jora, o maíz
fermentado. ¿Qué sería de este delicioso y suculento plato, sin motecito? No podemos dejar de nombrar tantas y tan deliciosas comidas, que se complementan o tiene como base el maíz: Empanadas de morocho, delicioso manjar, que está hecho a base de maíz blanco cocido y amasado. Cebiche ecuatoriano, que en la Sierra, se consume acompañado de un delicioso maíz tostado, chullpi y/o canguil. Chochos con chulpi, maíz de variedad dulce. Tortillas de maíz, preparadas con harina tostada de maíz y tostadas hechas en tiesto. Tamales domingueros, con harina de maíz, envueltos en hoja de achira. Humita o choclotanda, preparada con choclo cao, que es un estado del grano entre tierno lechoso y ceroso, que va camino a convertirse en maíz seco. La suave y humeante humita se sirve acompañada de un cafecito ecuatoriano pasado. Chicha de Jora, deliciosa bebida hecha con maíz fermentado. No podemos concebir una comida o bebida típica ecuatoriana, donde no esté presente el maíz, en sus múltiples y variados estados: seco, tierno, maduro, cao, tostado, reventado, pulverizado, precocido, asado o al vapor. ¡Delicias de la madre tierra; y, para nuestros antepasados: ¡el grano de los dioses!
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COMUNICACIÓN
Continúa modernización publicitaria de eventos
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ersonas y autos transitan por las avenidas Seis de Diciembre y Patria en un día soleado. La jornada se muestra con un diferente entorno. Extrañamente, las personas que circulan, se detienen en la intersección de estas dos calles y levantan su mirada, al parecer, hacia el edificio de Los Espejos. Lo hacen habitualmente para buscar en esa esquina las gigantografías que anuncian los eventos de la Casa. Pero ahora, hay una novedad: una pantalla LED de 4 por 3 metros, que cumple la misma función. Los contenidos de pantalla se manejan desde la Dirección de Comunicación de la Institución que, en conjunto con la empresa de propaganda y publicidad “PubliLed”, hacen realidad el uso de modernos instrumentos de difusión publicitaria, que dejan atrás la tecnología de las gigantografías. Los spots se producen en la unidad de televisión
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de la mencionada Dirección, como parte de estrategias promocionales de eventos de la Casa previamente diseñadas, o a petición de gestores culturales que presentan los suyos en las salas de la Institución. El proyecto, que tomó un mes y medio para plasmarse, pone a la Casa de la Cultura a tono con las exigencias de la era de la tecnología. La instalación de esa pantalla es parte de un proceso de modernización de la promoción, que se aplicará también en otros espacios de visibilidad pública de la CCE y que incluye el uso de otros recursos tecnológicos como las redes sociales. Esa renovación es complementaria del proceso de democratización que desarrolla la actual administración de la Casa, presidida por Raúl Pérez Torres, y que implica una amplia apertura a lo popular y a todas las manifestaciones de la cultura, sin distingos de naturaleza alguna.