DANIEL KNIPPER Interior de la Iglesia la Compañía / 2018
LAURENT LANGLOIS Plaza de San Francisco / 2018
A inicios de 2016, cuando preparábamos Hábitat III, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Urbano Sostenible, queríamos que los más de treinta mil delegados internacionales visitaran nuestro Centro Histórico, y que los ciudadanos de Quito sintieran que algo especial estaba ocurriendo en la ciudad. Se barajaron múltiples opciones y nos pareció –con Pablo Corral, nuestro Secretario de Cultura– que iluminar nuestro patrimonio era la manera ideal de celebrar Hábitat III. Entonces, solicitamos la asistencia técnica del Municipio de Lyon, organizadores del evento de luz más grande del mundo. Ellos reciben decenas de pedidos de cooperación de grandes ciudades como Washington, Montreal, Hong Kong, Bucarest, Beijing, etc., y no tenían ninguna razón especial para asesorar a Quito. Hábitat III inclinó la balanza en nuestro favor, Lyon quería estar presente en esta conferencia que redefiniría la agenda mundial de desarrollo sostenible. Fuimos la primera ciudad de América en hacer la Fiesta de la Luz, un evento masivo de calidad internacional cuyo propósito es generar una reapropiación ciudadana del Centro Histórico. El acompañamiento totalmente gratuito de Lyon fue clave en la construcción de nuestra Fiesta de la Luz. La idea no era importar un evento prefabricado sino cooperar de manera cercana entre municipios amigos, establecer vínculos entre los artistas de ambos países y generar un evento-ciudad propio que reactivara la economía y generara turismo. En la primera Fiesta de la Luz –con siete sitios de intervención– la mayoría de los artistas eran franceses porque ellos tenían el conocimiento y la experiencia. En la tercera, con diecinueve intervenciones artísticas, la gran mayoría de artistas fueron ecuatorianos.
Nunca nos imaginamos una respuesta tan multitudinaria. En la primera Fiesta de la Luz nuestras fuerzas de seguridad estaban apostadas en otra zona, donde se celebraba Hábitat III, y la Policía Nacional estaba ocupada con los visitantes extranjeros. Pronto nos vimos totalmente desbordados, estábamos frente a un fenómeno social que ponía a prueba nuestros mecanismos de seguridad y de gestión de riesgos: había ríos de gente caminando por las calles del Centro Histórico y una peligrosa congestión de peatones en algunos puntos como la Compañía y la Merced. Afortunadamente, gracias al trabajo sistemático de nuestros agentes de seguridad, no tuvimos ningún incidente serio. Recuerdo cuando me informaron aliviados que el incidente más grave había sido que una mujer dio a luz a una niña durante la Fiesta de la Luz… esa niña lleva el nombre de Luz. Juan Zapata, nuestro Secretario de Seguridad, nos decía entonces que solo la visita del Papa superaba en número a esa convocatoria. Esa aseveración ya no es correcta luego de 2018: con dos millones y medio de visitantes, la Fiesta de la Luz es el evento más concurrido en la historia del Ecuador. Tuvimos que aprender a ritmo acelerado cómo hacer un evento de semejantes dimensiones. En los años 2017 y 2018 la Fiesta siguió creciendo en cuanto a número de asistentes pero también en cuanto al área intervenida y el número de instalaciones artísticas, lo que redujo la densidad de la gente y las aglomeraciones. En referencia al número de asistentes a un evento de luz, la Fiesta de la Luz de Quito es superada en el mundo entero solo por la Fête des Lumières de Lyon. Los flujos unidireccionales de gente, la señalización y el trabajo
de todas las instancias municipales y de más de quince mil agentes de seguridad permitieron que los ciudadanos pudieran disfrutar de manera mucho más cómoda y segura las instalaciones artísticas en la segunda y tercera ediciones. A mí, en lo personal, me emociona profundamente ver a familias enteras, a niños, a adultos mayores caminando hasta altas horas de la noche durante la Fiesta de la Luz, cosa que en semejante magnitud nunca se había visto. Pero lo más importante es que, con esta fiesta, lo que estamos haciendo es exaltar el orgullo de la quiteñidad. Logramos que nuestro Centro Histórico sea el escenario mágico de un espectáculo de clase mundial, que se ha convertido ya en un nuevo símbolo de nuestra ciudad, y en una poderosa herramienta para atraer al turismo nacional e internacional, lo cual evidentemente contribuye a generar actividad económica y empleo. Prueba de ello es que en 2018, con una inversión de novecientos cincuenta mil dólares, hubo un movimiento económico en el Centro Histórico de aproximadamente diecinueve millones de dólares, según datos de Quito Turismo. En 2018 recibimos la visita de diecisé is medios de comunicación internacionales que generaron una promoción internacional que tiene un valor de casi el 40% de la cantidad invertida. Esperamos que esta iniciativa se mantenga y se fortalezca. La Fiesta de la Luz es la nueva fiesta de la ciudad y es la punta de lanza de la peatonalización del Centro Histórico y de la reapropiación ciudadana del espacio público.
Mauricio Rodas Espinel Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito
Es como ganarse la lotería. Las probabilidades de que ocurra son mínimas. Como gestor público, uno organiza un sinnúmero de actividades –no importa lo bien planificadas que sean– pero son pocas las que tienen el favor masivo del público. Se logran convocatorias importantes de alrededor de cien mil personas cuando se hace un concierto con un artista internacional de renombre como Juanes o Carlos Vives, lo que significa una inversión de varios cientos de miles de dólares para un evento de una hora y media. Lo que nosotros experimentamos con la Fiesta de la Luz no tiene parangón. Una respuesta multitudinaria del público es totalmente inusual. Había, por supuesto, el antecedente de la Velada Libertaria, organizada en anteriores administraciones. La gente estaba acostumbrada a tomarse las calles del Centro, pero la Fiesta de la Luz tiene otra dimensión. Con la afluencia masiva surgieron problemas logísticos y de gestión de riesgos que Quito no había enfrentado en el pasado. Una respuesta masiva de esta naturaleza no es casual, la Fiesta de la Luz tocó una fibra sensible de la ciudad. El Municipio puede proponer algo, incluso soñarlo y producirlo, pero es la gente la que lo hace suyo, la que lo adopta y lo incorpora a su imaginario. La primera Fiesta de la Luz nos tomó desprevenidos, esperábamos decenas de miles de personas, no centenas y menos un millón o más. Una campaña comunicacional enorme del gobierno en torno de Hábitat III, en la que no se explicaba claramente lo que era, sin duda contribuyó a este efecto. Mucha gente decía que le gustó o que no le gustó Hábitat III, cuando en realidad se refería a la Fiesta de la Luz. Las redes sociales contribuyeron a la masificación, nadie quería dejar de hacerse una selfie junto a la Compañía transformada. Las fotos de esa primera Fiesta de la Luz circularon como aquellas del famoso hongo de la erupción del Pichincha. Era un acontecimiento social, un fenómeno. Al recorrer las calles durante la Fiesta de La Luz de 2018, me sorprendían no sólo los ríos interminables de gente que caminaban de manera ordenada gracias a los flujos unidireccionales, sino también el grado de apropiación ciudadana. Las calles estaban repletas de artistas de la calle, de teatreros, de grupos de danza, de títeres, de música de todas partes del mundo. Gente de todas las edades, orígenes y condiciones sociales caminando hasta altas horas de la noche y disfrutando de un Centro Histórico al que la mayor parte de la ciudad le da las espaldas y que muchos jóvenes desconocen. Tomamos la decisión consciente de permitir que los artistas trabajaran libremente y expandimos de manera significativa el número de instalaciones con artistas locales para que, al aumentar el área de influencia, disminuyera la densidad de los públicos. Mucha gente reclamaba la pésima organización, refiriéndose al carácter popular y a veces caótico de la toma del espacio por parte de la gente. En un evento de tales dimensiones es imposible controlar de manera absoluta la presencia de los comerciantes autónomos –quienes tenían unas zonas designadas– a menos que se instaure una represión violenta. En todo caso, es deseable la generación de una economía que beneficie a los más pequeños. Quito es una ciudad andina, desordenada, caótica, ruidosa cuyos ciudadanos no van a perder esa espontaneidad. El trabajo de preparación, de logística es muy delicado. Hay que estudiar el comportamiento de cada calle, el flujo natural de la gente, las esquinas peligrosas, los lugares que es preferible no intervenir. Es indispensable aprender de lo vivido en el pasado. No hacerlo puede provocar serios accidentes. Hay
un arte en el ritmo de la Fiesta, es necesario tener unas intervenciones grandes y espectaculares, y otras pequeñas que son descansos en el recorrido. El acompañamiento de Lyon –y especialmente de su director artístico Jean Francois Zurawick– fue esencial para acortar esa curva de aprendizaje. La Fiesta de la Luz es un contenedor que puede ser llenado de cualquier contenido, es un recipiente cuya excusa es la luz, y que puede pasar del espectáculo masivo que vimos en San Francisco a una intervención increíblemente sensible y sutil como la iluminación interior de la Compañía, el patio del Centro Cultural Metropolitano o la obra de Mesías Maiguasghca en el Itchimbía. Del espectáculo al arte conceptual o al arte político. La preparación artística requiere meses y meses de dedicación, reflexión, paciencia, el trabajo concertado de cientos de personas. No es algo que la ciudad contrata o compra a último momento, como un show de Disney. Nos aseguramos de que cada mapping, cada escultura o intervención de luz, fuese pensado como herramienta para reflexionar sobre la historia nacional y nuestra identidad. La tradición de Quito es muy antigua, simplemente estamos recordando lo que ya se hacía: desde hace siglos nos tomamos las plazas con fuego, con nuestros bailes y nuestros diablos, con capariches y payasos, vacas locas y castillos. Hay que seguir construyendo la Fiesta de la Luz como una apropiación lúdica de nuestras tradiciones ancestrales pero también como una oportunidad de incluir a los jóvenes y las nuevas tecnologías. El arco natural de evolución de la Fiesta de la Luz debe llevarnos a una incorporación militante de los artistas ecuatorianos, de los juglares populares, de las bandas de pueblo y las comparsas. Debe ser la fiesta del fuego ritual, una toma total del Centro por parte de los artistas urbanos y rurales. Y claro, hay que promover un nivel de experimentación cada vez mayor de los artistas de luz locales y los técnicos que los apoyan. Ya lo vimos en 2018: los artistas del país deben apropiarse de la Fiesta de la Luz por la sencilla razón de que ningún otro evento les va a dar una vitrina visible para millones de personas. Es la fiesta cultural por excelencia, los museos reciben en esos días un número similar de visitantes a los que reciben en todo el año. Y están los beneficios económicos: una reactivación de los negocios del Centro Histórico, formales e informales, y unos números objetivos que nos hablan de un flujo extraordinario de personas que llegan a la ciudad. Cuando asumí la Secretaría, a principios de 2015, escribí en un cuaderno: “Quito, luz de América” como una instrucción a mí mismo, con el convencimiento de que Quito debe celebrar su carácter libertario, su independencia de pensamiento, de alma y, por supuesto, debe celebrar su gesta emancipatoria. En torno de las efemérides de agosto debe organizarse la nueva fiesta de Quito… creo que hay poco que celebrar en torno de su fundación española. La Fiesta de la Luz está vinculada con la declaración de independencia, que es nuestro referente cívico. La luz también es la oportunidad de mirar lo cotidiano de otra manera, con ojos nuevos, refrescar la mirada. Es al caminar que nos apropiamos de nuestra ciudad, al conocer sus rincones, sus secretos, sus particularidades. La luz es el símbolo de lo que Quito es, una ciudad que se atreve a acoger su diversidad con sentido del humor, con alegría, con libertad, con abandono. La Fiesta de la Luz no es más que un gran pretexto para volver a caminar juntos la ciudad que tanto amamos.
Pablo Corral Vega Secretario Metropolitano de Cultura
CINCO MILLONES DE OJOS BRILLANDO A LA VEZ María Fernanda Ampuero
“ Y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad” Gabriel García Márquez / La luz es como el agua
JERÔME DONNA La Merced / 2016
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" La tecnología no es nada sin la gente" (Aquiles Jarrín) Hay varias cosas que usted tiene que saber sobre la Fiesta de la Luz. La primera es que fue soñada, imaginada, pensada, programada y montada por gente. Suena obvio, aunque quizás no lo es tanto. Cada persona involucrada en ella de algún modo ha contado su historia, digamos que se ha iluminado a sí misma, al crear el trocito del que ha sido responsable. La segunda, muy importante, es que fue hecha para la gente. Usted, sí, usted es la razón de que exista la Fiesta de la Luz. El encuentro entre personas, y no otra cosa, es lo que permite que exista la emoción, que exista la magia. Más de doscientas personas trabajaron directamente con la Secretaría de Cultura de Quito para hacer posible la Fiesta de la Luz 2018, un espectáculo gigantesco dividido en diecinueve puntos de interés, algo nunca antes visto en el país ni en el continente. A la edición de este año asistieron dos millones y medio de personas, así que los doscientos trabajadores – más sus proveedores– vieron compensado su trabajo por cinco millones de ojos fascinados. Un par de ellos, los suyos. Esa luz era impensable sin el reflejo en sus –nuestras– pupilas.
AQUILES JARRÍN Teatro Atahualpa / 2018
2
" Lo mĂĄs importante es el orgullo que se genera en los quiteĂąos" (Yves Moraux)
No tengo que decírselo, Quito tiene una extraordinaria belleza. Dios se levantó de buen humor cuando decidió esculpir las montañas, acercar el cielo, crear el paisaje, tintar con colores vivísimos el pedazo de mundo donde se erigió la ciudad. Las gentes se levantaron de buen humor cuando planearon y construyeron las plazas, las iglesias, las callejuelas. Dios y las gentes, en complicidad, hicieron de Quito esa maravilla que este año cumple cuarenta de ser –nada menos– Patrimonio de la Humanidad.
El quiteño, faltaba más, está orgulloso de serlo Y, sin embargo, como en la pareja, de vez en cuando hay que recordar por qué amamos lo que amamos y para amar hay que ver. Eso justamente es lo que hace la Fiesta de la Luz: vestir a la ciudad con un traje de luces para que lo que ya estaba ahí, lo que tanto queremos, vuelva a aparecer.
iluminar para recordar iluminar para volver a enamorar iluminar para que lo nuevo recuerde a lo de siempre iluminar para ver iluminar para decir “me había olvidado de cuánto te quiero” “Me había olvidado de por qué te quiero”
AQUILES JARRÍN Teatro Atahualpa / 2018
ERIC MICHEL Plaza Andrade Marín / 2017
El artista francés Yves Moreaux, responsable de la insta-
ya son imágenes icónicas también para el resto de América La-
lación favorita de los niños, Expresiones, un mapping colori-
tina pero, insisto, esto está hecho para los habitantes de Quito,
do y alegre –como un tapiz vivo, bailarín y juguetón– sobre
lo importante es el orgullo de los quiteños por serlo y por eso y
la Catedral Metropolitana, habló una y otra vez del orgullo:
para eso, o sea, desde esa idea, cada uno de los artistas creó su
“La Fiesta de la Luz se ha convertido, en apenas tres edi-
obra. La Fiesta de la Luz no es un museo, es también una viven-
ciones, en un símbolo de Quito y, más que eso, en la posibili-
cia, crea emoción en el gran público, crea algo así como una co-
dad para los quiteños de verse a sí mismos al ver, por ejem-
munión entre todos los habitantes de la ciudad. Aquí, además,
plo, la Catedral: es lo que nos pasa a los franceses al ver la
es más fiesta, lo que se llama fiesta, que en Francia. La cultura
Torre Eiffel. Los lugares intervenidos por la Fiesta de la Luz
de ustedes es más expresiva, más, ¿cómo decirlo?, feliz”.
EXPOSICIÓN CIUDADES VISIBLES Centro Cultural Metropolitano / 2016
DANIEL KNIPPER Catedral Metropolitana de Quito / 2017
PATRICE WARRENER Fachada de la iglesia la Compañía / 2016
3
" Redescubrir es tan importante como descubrir"
LENIN MONCAYO Calle García Moreno / 2018
(Salvatore Barletta)
Dice la escritora Susan Sontag que “las fotografías
esas imágenes se multiplicaron al infinito en las redes
alteran y amplían nuestras nociones de lo que merece
sociales. Yo estuve, yo miré y yo fotografié esto, amigo
la pena mirar y de lo que tenemos derecho a observar”
y amiga, merece la pena que tú también lo mires.
y a juzgar por cómo los asistentes a la Fiesta de la Luz
Enternece pensar, también, que la luz transformó por
2018 no dejaron ni un pedazo de ella –ni un segundo de
cinco noches la ciudad tan vista y que, como dijo el artista
ella– sin capturar con sus smartphones todo lo que me-
Salvatore Barletta, responsable de Wiñaykai (eternidad),
recía mirarse en Quito estaba sucediendo ahí y enton-
otra instalación que los niños adoraron por la presencia
ces, los días 8, 9, 10, 11 y 12 de agosto, frente a ellos. La
de los tres espíritus: el jaguar, el cóndor y el mono, en
luz no solamente se reflejaba en los ojos de los asisten-
la iglesia de Santo Domingo, permitió a los asistentes
tes –chispas crepitando en las pupilas–, sino también
no solo volver a apreciar la increíble belleza del templo,
en sus teléfonos. Las pantallitas como espejos infinitos
sino recordar de una manera muy especial la historia de
de la belleza de cada instalación. Luz que captura luz.
la ciudad desde la época precolombina, pasando por la
Enternece pensar que en cada casa –muchas miles
llegada de los españoles, hasta la Quito contemporánea
de casas–, en cada archivo, en el corazón de cada te-
y su street art. Saber quiénes somos es apenas el primer
léfono hay un trozo de Fiesta de la Luz y que, además,
paso: lo importante de verdad es recordarlo siempre.
ISABEL PÁEZ Basílica / 2017
DANIEL KNIPPER Catedral Metropolitana de Quito / 2017
4
"Quiero que los quiteños celebren juntos sus bellezas" (Pablo Corral)
Ante Luminéoles, de Cristophe Martine y el equipo Porté par
sobre el bulevar 24 de Mayo, donde se escucha el piano dulcísimo,
le Vent, dan ganas de ponerse a rezar (“llévate nuestro dolor, Lu-
puro, angelical, del francés Erik Satie (Once upon a time in Paris).
minéole, barre con tu barriga iluminada nuestros malos sueños,
Luminéoles es mirar de nuevo lo tantas veces visto… Y sorpren-
tráenos la infancia otra vez, Luminéolcito”).
derse como la primera vez.
Es un zepelín, una medusa, una bailarina japonesa, un pája-
De pronto –¡guau!– la noche es agua y un enorme bicho de luz
ro colosal y bueno volando sobre Quito. Su cadencia la decide el
surca el oleaje del cielo de Quito y reparte vida, vida en abundan-
viento. Un animal de las profundidades del cielo parece que va a
cia. De pronto –¡guau!– caes en cuenta de que tú eres la luz del
alzar el vuelo y escapar hacia el infinito, hacia las estrellas que, ce-
mundo. Entrecierras los ojos, el pecho inundado de esa cosa casi
losas, como en el tango, lo mirarán pasar. Luminéoles son delfines
mística de tomar la comunión de la belleza con tanta gente, de dar
enamorados cortejando a su pareja. Luminéoles es una hembra
y recibir de ellos la paz.
juguetona, la cometa de un gigante, un animal marino que sobrevuela –te sobrevuela– preñado de luz. Luminéoles es pura magia
De fondo, la Virgen del Panecillo observa, asiente y sonríe: sobre una partitura de luz alguien ha pintado tu nombre.
CHRISTOPHE MARTINE Bulevar 24 de Mayo / 2018
" Todo nace de la fascinación del ser humano por la luz"
5
(Jean Françoise Zurawik) Un hombre mayor camina sobre el mundo. Y el mundo es el Itchimbía. Y el hombre lo gobierna. Extrañísima coreografía de un hombre solo, un poco cansado de llevar el peso de la creación de la tierra. Un hombre en paz y en camisa y en pantalón. Apático. Hierático. El hombre crea musgo, notas, naves, células, fango, rocas, hombres, lava, descomposición. El hombre recuerda cuando todo eso era suyo y la luz le tocaba los pies y cambiaba sus pies y los llenaba de agujas y candados. El hombre se llama Mesías Maiguashca y sus creadores lo llamaron así porque sabían que cuando fuera mayor gobernaría el mundo desde el Itchimbía.
MESÍAS MAIGUASHCA Palacio de Cristal Itchimbía / 2018
6
¿Por qué en vez de botar plata en luz @MauricioRodasEC no arregla los baches? (usuario de Twitter) Según Pablo Corral, Secretario Metropolitano de Cultura, la Fiesta de la Luz 2018 requirió una inversión de novecientos cincuenta mil dólares y devolvió a la ciudad diecinueve millones de dólares que se tradujeron en ganancias de vendedores ambulantes, pequeños comercios, bares, hoteles, restaurantes y transporte. Su pregunta es “¿qué evento cultural organizado por una ciudad invierte un dólar y le regresa diez a la economía nacional?” Y continúa: “hay gente que dice ‘eso no sirve para nada, son lucecitas en las fachadas’, pero esas lucecitas en el 2017 recaudaron quince millones de dólares para la economía y en este año estamos superando toda clase de pronóstico. En visitas ya hemos superado las del año pasado, así que se esperan diecinueve millones de dólares para la economía de la ciudad, que van directamente a los ciudadanos y, además de todo eso, la Fiesta de la Luz de Quito es la más grande del continente americano y la segunda del mundo: está convirtiéndose tanto en un atractivo turístico como en un generador de empleo para los ecuatorianos. Es un referente cultural para el mundo entero. Hay dieciséis cadenas de televisión internacionales acreditadas, eso refleja el interés que hay por la ciudad. Al ver la Fiesta de la Luz, lo que se ve en el extranjero es nuestra riqueza patrimonial, nuestros tesoros patrimoniales y naturales. Es un escaparate fantástico para la ciudad”.
7
“ Mira mami, Patricio de Bob Esponja”
Veamos: Los globos están a un dólar, como repiten y repiten sus vendedores. Los niños pasan con su Fiesta de la Luz portátil en la mano. También hay coronas, espadas láser, diademas, todo con sus lucecitas. “Lleve, lleve”. Hay canelazos, manzanas acarameladas, café, hot dogs, canguil, espumilla, chicles, manichos, caramelos, salchipapas, fritada, choclo, chaulafán, empanadas de viento. Hay gente disfrazada de superhéroes y de personajes de dibujos animados; hay músicos tocando sanjuanito, rock, pasillo, cumbia y a Arjona. Hay flores. Hay palos para hacerse selfies. Los vendedores “hacen su agosto” y, fíjate qué cosas, es agosto. “Mira hijo las lucecitas”, dice una madre. “El año pasado me gustó más”, le suelta un hombre a su amigo. “Ve, ahí va el Rodas, es simpático, ¿no? Vente, vente para una foto”, corre una señora detrás del Alcalde y arrastra de la mano a su ami-
(un pequeño asistente a la Fiesta de la Luz)
ga. “Yo voy a ver al Alcalde, no jodas, que haga algo por Quito”, avanza hacia Mauricio
Hay ríos y ríos de gente, todos con su cauce dirigido al norte y dirigido al sur.
lobo será”. La Reina de Quito sonríe selfie tras selfie. El alcalde Rodas baila al son de una
Resulta increíble y casi inédito que una multitud así se respete y se ordene.
banda de pueblo y su “Lindo Quito de mi vida yo te canto con amor” rodeado por un corro
Hay, también, alegría y es alucinante la idea de que el arte puede cambiar el ánimo de una multitud
de gente que aplaude. “Alcalde, siga adelante”, un señor mayor, muy elegante, levanta
tan pero tan inmensa, de que puede conducir las emociones de miles de personas hacia la felicidad. Hoy
su sombrero en señal de respeto. Una señora sale a bailar con el Alcalde. Nadie suelta el
Quito olvida la melancolía, es otra ciudad y lo será durante cinco días:
teléfono que está captando el momento. “¡Qué buenazo!”, aprueba un joven –que va con
se metamorfoseará en una fiesta colectiva y multitudinaria. Es la oruga
cuatro amigos– al hombre disfrazado de Batman. “Está lindísima esa amarilla”, suelta
que se está transformando en una mariposa de colores.
una señora mayor frente a las polillas de la artista Belén Mena en La Guaragua. El Centro
Rodas un señor indignado de mentirita, su amigo contesta “¿carita de dios? Carita de
entero es una feria de olores, sabores, luces, imágenes, texturas, voces, música. “Mientras estás tomando la foto ya pasa algo distinto”, se queja un señor ante la imposibilidad
Quito, más que nunca, es Luz de América
de captar justo lo que le gusta de Herencia del artista Laurent Langlois sobre la iglesia de San Francisco y su amigo le responde “pero toma nomás si igual es bonito”. Y al fondo de todo, desde siempre y para siempre, la Fiesta de la Luz perpetua del Panecillo.
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"Hay un lenguaje universal en la belleza" (Erik Barray) “Yo voy a hablar de la naturaleza porque la gran inspiración de mi vida es la naturaleza”, dice Erik Barray, creador de Nido de Luz, y el ser humano más enamorado del mundo y sus criaturas que se pueda concebir. El propósito de su obra, dice, es crear una isla verde en medio de la ciudad. El Centro Cultural Metropolitano le brindó su jardín para ese propósito. Para Barray la técnica no es lo más importante, sino la poesía que encierra esa técnica: “quiero que hable el lenguaje universal de la alegría”, dice y acompaña cada palabra con una sonrisa. Su obra es como un sueño, como infiltrarse en el rincón del bosque donde las hadas esperan el nacimiento de otras hadas, como posarse de puntillas en el misterio. Trabajo conjunto con tejedores de Imbabura, Nido de Luz hermana la técnica de iluminación que Barray ha aprendido a “tejer” con los saberes ancestrales de nuestros artesanos. El resultado es, a la vez, moderno y antiguo, visceral y onírico, memoria y actualidad, eterno y efímero, natural y mágico. Y habla, por supuesto, el lenguaje universal de la alegría. Nosotros, qué suerte, lo escuchamos extasiados.
ERIK BARRAY Centro Cultural Metropolitano / 2018
MIGUEL ÁNGEL MURGUEYTIO Arco de la Reina / 2018
“ Esta es una experiencia física y espiritual” (Pablo Corral)
A veces solo basta con iluminar la belleza, solo con iluminar-
que genera la belleza se le llama el Síndrome de Stendhal y
la. Por eso la instalación en la iglesia de la Compañía de Jesús,
muy probablemente se podría catalogar así a la reacción de
El brillo de las sombras de Daniel Knipper, tan “simple” como
muchos de los asistentes a El brillo de las sombras, la instala-
dirigir haces de luz a sus diferentes rincones y musicalizar la
ción de la Compañía de Jesús.
experiencia, resulta una vivencia mística, una misa de luz.
FELIPE JÁCOME Y DANIEL ESPINOSA Plaza Hermano Miguel / 2018
9
En un lugar que ha escuchado tantos rezos, testigo de la fe de
Cumbre del barroco americano y la gran joya del Centro
Quito, era impensable que el arte, esa otra forma de devoción,
de Quito, la Compañía no necesita –porque ya tiene– dema-
no hiciera que dieran ganas de caer de rodillas y rezar al dios
siada floritura. Hipérbole maravillosa en sí misma, la filigrana
noble que, así como creemos en él, cree también en nosotros.
dorada que decora sus espacios, sus frescos, retablos, tallas
El trabajo humano a veces –son pocos, pero son– puede
y trabajo en madera nada más necesitaban el empujón de la
parecerse al trabajo de Dios y ahí, en la Compañía de Jesús
luz para refrescar la memoria del quiteño sobre el infinito te-
iluminada como por la luz de luna, ofrecida a sus visitantes
soro que custodia. Así, lo nuevo de la instalación fueron los
en su plenitud más rutilante, como nunca ha sido vista, hubo
ojos arrobados de los visitantes ante la maravilla del cofre del
una experiencia religiosa. Despertando sentimientos piado-
tesoro de nuestro patrimonio.
sos hasta en los más escépticos con ese espectáculo casi in-
Desde que al escritor francés Stendhal le dieran palpita-
sensato de lo espléndido, en las noches de la Fiesta de la Luz
ciones, vértigo y mareo ante los infinitos detalles admirables
en la Compañía, creyeras en lo que creyeras, sólo hubo un ser
de la Basílica de la Santa Cruz en Florencia, a la “enfermedad”
superior: la belleza.
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“ La luz es energía, la música es energía, tú eres energía”
(Felipe Jácome) En el centro de la chacana (Ayni de Luz de Felipe Jácome y Daniel Espinosa en la plaza Hermano Miguel) un corazón late –pum pum, pum pum– al ritmo de la música de Nicolás Dávila. La cruz andina nos recuerda quiénes somos y dirige sus bendiciones al norte, al sur, al este y al oeste. Bendecida por un shamán de luz, Quito recibe los rayos que se abren como brazos para unir a todos bajo un mismo sol nocturno. Y esa luz hace una limpia que nos deja otra vez puros e inmaculados en el regazo amoroso de la pacha mama.
DANIEL KNIPPER Interior de la Iglesia de la Compañía / 2018
LAURENT LANGLOIS Plaza de San Francisco / 2018
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“ Queremos que los quiteños se tomen la noche” (Yves Moreaux) “Para nosotros, la luz es pintura y sólo en la oscuridad es posible la luz. La dirección de la luz actúa como una brocha, lo que hacemos es dar una mano de pintura momentánea, efímera, a los edificios emblemáticos del Centro Histórico para que la gente los pueda volver a ver como si los estuviera viendo por primera vez. Otra cosa importante es que en Quito ya no hay gente en la calle a partir de una cierta hora, pero durante la Fiesta de la Luz la ciudadanía se toma la noche. El año pasado hubo dos millones de personas, o sea cuatro millones de ojos viendo y maravillándose: brillando. Los ojos que brillan son la verdadera Fiesta de la Luz. La única receta es que hablando en el idioma de la luz puedas hacer que la gente escuche y vea y despierte y se enamore”.
12
“ Se trata de hacer que la gente perciba lo que le pasaba desapercibido” (Miguel Ángel Murgueytio) La instalación Fuerzas en Equilibrio de Miguel Ángel Murgueytio surge de una pregunta: ¿cómo está sostenido el Arco de la Reina? Cuatro arcos de medio punto construidos en el siglo XVII, un tesoro arquitectónico que, para el artista, los quiteños no valoran lo suficiente porque de tanto verlo simplemente ya no lo ven. Su idea, entonces, era revalorizar la brillante ingeniería de una época que carecía de todos los avances en medición y construcción que hoy poseemos. Con el apoyo de ingenieros civiles, Murgueytio creó un octaedro lumínico que, además de homenaje a la geometría y la arquitectura, rinde homenaje a una ciudad separada que estaba separada y que gr acias a un puente, ese puente, pudo ser una.
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“ Yo, más que arte, he querido hacer justicia”
(Gary Vera)
“El arte y el deseo transforman la realidad”, dice
bién a Garzón. “Mi idea era crear otra realidad, efí-
Gary Vera, creador de Estados del tiempo, “yo quería
mera, pero inolvidable, o sea eterna, esa es la idea de
transformar la plaza de las Conceptas en un espacio
la Fiesta de la Luz y también de crear una obra coral
de reflexión”.
para un público móvil. Yo lo que hice fue, más que re-
El 10 de noviembre de 1990, el escritor quiteño Gustavo Garzón fue desaparecido por las fuerzas de
Para su reescritura, Vera se inspiró en los letreros
la represión de ese entonces. Del trabajo con perso-
de led que, de un tiempo a esta parte, han reemplaza-
nas desaparecidas que realiza Gary Vera surge la idea
do a los clásicos letreros de madera, cartón o cartu-
de homenajear, recordar –o sea, no permitir el olvi-
lina. “Sé que Gustavo hubiera captado la particulari-
do– y devolver a Garzón simbólicamente a las calles
dad de la estética de esos letreros en su literatura, así
que tanto inspiraron sus obras literarias. Completa-
que seleccioné siete cuentos suyos de los que extraje
mente urbano, el escritor recorrió y transformó en li-
pedazos, un cadáver exquisito en luz, para hablar de
teratura los barrios de Quito, el Centro Histórico fue
la ciudad poéticamente. Eso sí, no es un espectácu-
una gran fuente de inspiración para su obra.
lo, sino una lucha. El espacio público tiene que servir
En Estados del tiempo, Vera convirtió una pared
GARY VERA Plaza de las Conceptas / 2018
escribir la ciudad, reescribir en la ciudad”.
para generar una voz”.
en un enorme collage de textos de Garzón para que
La voz que se escucha es la de Gustavo Garzón
los transeúntes no sólo habiten la ciudad, sino que
que, a casi treinta años de su desaparición, sigue di-
también “la lean” y así, leyendo la ciudad, lean tam-
ciendo: “no me olviden”.
SALVATORE BARLETTA Santo Domingo / 2018
14
“ Nuestras intervenciones no son en el espacio público, sino en la memoria de la gente”
(Aquiles Jarrín)
El arquitecto Sixto Durán Ballén diseñó en 1958 el edificio que albergó al teatro Atahualpa en el Centro Histórico, Premio al Ornato en el mismo año. Hoy, el teatro Atahualpa acumula años abandonado y, sobre todo, olvidado. Para Aquiles Jarrín, autor de la instalación Phantom: lo que no se ve, la idea de realizar su obra allí partió de la intención de que Quito vuelva sus ojos a lo que “de tan visto nunca ha sido visto”. Además de recordar que en el Centro Histórico otras épocas arquitectónicas dejaron su huella hoy completamente opacada por lo colonial. “Lo colonial ha invisibilizado los otros estilos arquitectónicos, imagínate este edificio, colosal en tantos sentidos, y aún así resulta invisible”, dice Jarrín, “cuando se abandona se silencia, así que lo que yo he querido es cubrir para descubrir”. Phantom, entonces, consistía es una caja de policarbonato, un material con una cierta transparencia, sobre el teatro Atahualpa que sólo dejaba al descubierto el nombre del antiguo cine y que se iluminaba por dentro con luces en tonos rojos y fucsias. Como lo vaticinó Jarrín, muchos quiteños al pasar por la instalación recordaron las tardes de cine y las películas –y romances– tan transcendentales para su vida que vieron en el Atahualpa. “La concepción de la ciudad cambia completamente durante la Fiesta de la Luz, es una gran galería al aire libre donde se pueden vivir cosas diferentes, yo quería dar presencia a una ausencia y que Quito viviera la nostalgia de sus cines”.
B.A.B.E.L Plaza Huerto San Agustín / 2018
“ La Fiesta de la Luz permite aprender cómo habitar en armonía”
Pablo Corral, Secretario de Cultura del Municipio de Quito, conoció la Fête des Lumière
de Lyon, donde es una atracción turística y un fenómeno ciudadano fundamental, y de inme-
15 (Pablo Corral)
BELÉN MENA LA GUARAGUA / 2018
diato se fascinó no sólo por la belleza de sus instalaciones, sino por las posibilidades de ocupar el espacio público de una manera democrática, sana, artística, inclusiva y respetuosa. Se maravilló de ver las caras de los niños y los adultos ante aquel arte hecho de luz y se prometió a sí mismo hacer todo lo posible por replicar la experiencia en su ciudad, Quito. “La primera llamada que hice fue a Jean François (Zurawik, director de la Fête des Lumière y de la Fiesta de la Luz)”, cuenta Pablo Corral y el director, a su lado, replica: “recibimos muchas propuestas de ciudades para replicar la Fête des Lumière, pero no eran propuestas muy serias. Pablo me convenció, por su amor a la ciudad y por el proyecto y, si ha tenido éxito, es por la amistad que surgió entre los dos. Así fue que finalmente firmamos un convenio de cooperación Lyon-Quito que se mantiene”. Corral, fotógrafo de profesión, es decir, un hombre enamorado de la luz, finalmente convenció a Zurawik de que Quito era el escenario ideal para su Fiesta: “yo soñaba con la idea de activar los espacios de la ciudad con luz”. En el año 2016, con la presencia de varios artistas franceses ya curtidos en ediciones de la Fiesta francesa y artistas ecuatorianos que trabajan con el videoarte y las instalaciones, la capital de Ecuador tuvo su primera Fiesta de la Luz. Mucho cambió en apenas un año para la edición de 2017: “la aspiración siempre había sido dotarla de carácter local porque de lo contrario no llegaría al corazón de la gente, queríamos y queremos que fuera una fiesta propia”, dice Corral. Así ha sido: en la edición 2018 de la Fiesta de la Luz, el porcentaje de artistas ecuatorianos participantes fue mayor al de franceses. “Lo importante de la Fiesta de la Luz de Quito es que de verdad es nuestra, cuenta todas nuestras historias y eso es, a fin de cuentas, lo que permite la magia. Lo estamos viendo: estamos frente a un fenómeno social. Quito no tenía un proyecto de esta magnitud y sabemos que hay una necesidad humana y ciudadana de habitar el espacio compartido. El quiteño tiene necesidad de fiesta, de celebración, pero también de apropiación del espacio público y de recordar el orgullo de ser parte de aquí. Estas son las nuevas fiestas de Quito”. Calla las críticas de quienes lo consideran un despilfarro con contundencia: “dos reguetoneros cuestan lo mismo que la Fiesta de la Luz”.
MIGUEL VAREA Y DAYUMA GUAYASAMÍN Cumandá Parque Urbano / 2018 GEOVANNY VERDEZOTO
Plaza Chica / 2018
B.A.B.E.L Plaza Huerto San Agustín / 2018
LAURENT LANGLOIS Plaza de San Francisco / 2018
CRÉDITOS FIESTA DE LA LUZ: Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito Mauricio Rodas Espinel • Dirección artística: Pablo Corral Vega - JeanFrançois Zurawik • Dirección Técnica: Stalin Lucero Palma • Este es un proyecto conjunto de los municipios de Quito y Lyon con apoyo de Alliance Française Quito • La Fiesta de la Luz fue posible gracias al trabajo de los funcionarios municipales de: Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad, Secretaría de Comunicación, Administración General, Instituto Metropolitano de Patrimonio, Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad, Secretaría de Planificación, Secretaría de Salud, Secretaría de Movilidad, EPMAPS, EMASEO, EPMMOP, EPMTP, Quito Turismo, Bomberos Quito, Agencia Metropolitana de Control, Agencia Metropolitana de Tránsito, Administración Zonal Centro Manuela Sáenz, Dirección de Relaciones Internacionales • Institución pública: Policía Nacional del Ecuador • Empresa privada: Corporación Favorita, Jabonería Wilson, Museo Casa del Alabado.
SECRETARÍA DE CULTURA: Secretario Metropolitano de Cultura Pablo Corral Vega • Dirección de Creatividad, Memoria y Patrimonio: Stalin Lucero Palma, Eliana Peña Pacheco, Jazmina Villacrés Carrillo, Rolando Ariztizábal Sánchez, Adriana Ortiz Chablay, María José Enríquez Polo, Milton Chandi López, Diego Lascano Alcóser, Franklin Cabezas Gonzales, Luis Yánez Acuña, Jonathan Espinosa Álvarez, Álvaro Vega Cevallos • Dirección de Cultura en el Espacio Público: Yolanda Escobar Jiménez, Francesco Mancino Valdivieso, María Dolores Ruiz Martinod • Despacho: Patricio Feijóo Arévalo, Paloma Pierini Ormaza • Comunicación: María Verónica Hidalgo Guzmán, Alfonso Espinosa Andrade, Karina Larrea Gross, Isabel Granda Rodríguez • Área Financiera: Janeth Moya Tapia, Mauricio Alvarado Lascano, Rodrigo Chicaiza Parra • Área Legal: Nathalia Benítez Montaguano, Renán Manosalvas Romero • Planificación: Patricio Guerra Sierra, Daliana Figueredo Parra • Compras Públicas: Luis Espín Martínez, Juan Ramón Yépez Borja • Espectáculos Públicos: Francy Vásquez Ortiz • Recursos Humanos: Victoria López Rhodes • Recepción: Ana Isabel Miranda Rodríguez, Marcelo Parra Barriga, Margarita Ramírez Bautista.
CAMILLE GROSS Y LESLIE EPSZTEIN Plaza del Teatro / 2017
ARTISTAS PARTICIPANTES EN LAS TRES EDICIONES DE LA FIESTA DE LA LUZ: Andrés Aulestia • Salvatore Barletta • Erik Barray • Paula Barragán • Nicola Cruz • Nicolás Dávila • Édison Díaz • Jerôme Donna • Fidel Eljuri • Leslie Epsztein • Daniel Espinosa • Nelson García • Sarah Giraud • Romain Giraud • Camille Gross • Dayuma Guayasamín • Gerson Guerra • Alejandro Hallo • Carlos Hidalgo • Felipe Jácome • Aquiles Jarrín • Bernardo Jarrín • Daniel Knipper • Fabiano Kueva • Laurent Langlois • Rémy Laurençon • Sylvie Madamour • Mesías Maiguashca • Jean-Sébastien Martin • Christophe Martine • Belén Mena • Eric Michel • Simon Milleret-Godet • Lenin Moncayo • Pablo Mora • Yves Moreaux • Miguel Ángel Murgueytio • Diego Narváez • Eric Ourth • Isabel Páez • Thomas Petit • Carlos Poete • Irving Ramó • Francesco Rees • Pablo Rosero • Emmanuel Théry • Miguel Varea • Miguel Vélez • Gary Vera • Geovanny Verdozoto •
Coordinación Editorial: Pablo Corral Vega, Yolanda Escobar Jiménez, Karina Larrea Gross • Fotografías: Edu León y Fran Corvé Texto: María Fernanda Ampuero • Corrección de Textos: Luis Monteros Arregui • Diseño: Karina Larrea Gross • Impresión: Imprenta Mariscal © Secretaría de Cultura de Quito, 2019 • Este es un proyecto editorial de la Secretaría de Cultura de Quito. Todos los derechos reservados • www.quitocultura.com
MIGUEL VAREA Y DAYUMA GUAYASAMÍN Cumandá Parque Urbano / 2018
PATRICE WARRENER Basílica / 2017
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